Palabras del rabino Eliezer Shemtov Director de BeitJabad de Uruguay “Uno no llega a entender cuestiones de la Torá hasta no tropezar con ellas primero”, declararon nuestros sabios 1. En este libro, simple y profundo, el autor aborda un tema de gran relevancia y complejidad. Cada vez hay más gente que sufre por aquello que Winston Churchill denominó, también por experiencia personal, the Black Dog, el perro negro. La depresión y la ansiedad son dos venenos que paralizan a quien logran invadir. Como el atentado contra las Torres Gemelas, jaquean el sistema intelectual y el emocional y así atentan contra su dueño. A diferencia de aquella tragedia, el enemigo no viene de afuera, viene de adentro; y es mucho más difícil protegerse contra su efecto devastador. Y ahí está el gran desafío. La persona que padece depresión no tiene la fuerza suficiente para combatirla sola, y los que la rodean no tienen las herramientas necesarias para entender qué es lo que está ocurriendo en la mente y el corazón de su ser querido. Miran con impotencia cómo una persona, buena, inteligente y capaz pasa días, semanas, meses y hasta años de su vida sufriendo por causas que no pueden entender. ¿Cómo y por qué es que cada mañana al abrir los ojos ese ser querido desea que no hubiera sucedido? No entienden por qué no sale a disfrutar de la vida, afronta sus desafíos y aprovecha las oportunidades. No entienden. ¿Por qué no se valora? No entienden. El autor aborda los distintos aspectos del tema con valentía y con solvencia. Habla sobre la base de sus experiencias personales. Realmente, conoce el problema y comparte soluciones que funcionan. No pretende explicar por qué es que la depresión afecta a quienes afecta; no es un psicólogo. Explica cómo lidiar con ella. Da una perspectiva práctica del tema. Recuerdo la siguiente anécdota: Se trata de un hombre que no podía conciliar el sueño porque creía que había gente escondiéndose debajo de su cama, y eso le producía fobia. Cansado de su problema, consultó con un psicólogo amigo quien le ofreció curarlo en seis meses, a razón de dos sesiones semanales por un costo de USD 100 la sesión. Salió de la consulta. Lo pensó y no aceptó. Al año, por casualidad, el hombre y el psicólogo se encontraron y se pusieron a charlar. ―¿Qué pasó con aquella fobia? ―preguntó el amigo psicólogo. ―Mira, hice la cuenta y vi que con lo que me costaría la terapia podía hacer un viaje con mi esposa a China. ―Y… ¿cómo vas con la fobia? ―preguntó sorprendido el terapeuta. ―El Rabino me la curó por tan solo USD 15 ―contestó sonriendo el hombre. ―¿USD 15? ¿Cómo hizo? ―Muy fácil. Me mandó comprar un serrucho y con él serruché las patas de la cama. Ahora, es imposible que haya alguien debajo de la cama. Este primer libro del Rabino Gabriel Benayon es un buen ejemplo de esta tradición rabínica de buscar la solución práctica a los problemas. Comparte honesta y generosamente sus experiencias personales y los “serruchos” confeccionados en base a las enseñanzas del jasidismo. Sin dudas, será una ayuda importante para los que sufren directa o indirectamente de depresión y ansiedad. También, servirá de incentivo para explorar más ampliamente las enseñanzas prácticas de nuestra sabiduría milenaria. Ojalá motive a otros a que compartan sus experiencias de vida, ya sea como una catarsis, ya sea una herramienta de ayuda. IasherKoaj! Eliezer Shemtov
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