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Guillermo Aguiñaga
¿Tienes vocación?
La historia de
mis decisiones
Por: Hna. Cecilia
SIERRA, mc
¿Has considerado que Dios se relaciona contigo de manera personal, única
e irrepetible? El poeta español, León Felipe, lo decía en uno de sus poemas:
«Nadie fue ayer, ni va hoy, ni irá mañana hacia Dios por este mismo camino
que yo voy. Para cada hombre guarda un rayo nuevo
de luz el sol...y un camino virgen Dios».
E
sto mismo voy intuyendo en mi historia
personal. Un ejercicio realizado en
los Talleres de Crecimiento Personal
del
Instituto
Centroamericano
de
Espiritualidad, en Guatemala, tiende
precisamente a encontrar el común denominador
de entre los momentos de toma de decisión. Esta
vinculación desvela patrones y revela de manera
más clara la manera personal y única que Dios
tiene para relacionarse y revelarse a cada persona.
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Esquila Misional • enero 2016
Te invito a que lo intentes. Te tomará un poco
más de tiempo la primera vez. De entrada, piensa
en las decisiones más importantes que has realizado en tu vida, las que te han llevado a ser lo que
eres ahora. Habrá decisiones pequeñas, pero otras
te habrán marcado para siempre. Al reconstruir la
historia de las decisiones más significativas, irás
notando ciertas vinculaciones, personas, circunstancias, lugares y sentimientos. Trata de ver también las cualidades que se manifestaron a raíz de
Fernando de Lucio
«La llamada a ser discípulos, a una vida en plenitud,
toma en cuenta lo característico de cada persona»
Marco Binaghi
la elección, así como los deseos, anhelos,
frases, palabras pronunciadas o silenciadas… Elegir también significa renuncias o
ganancias. Es importante evidenciarlas. Y la
pregunta clave, ¿cuál es el común denominador de todas estas experiencias? ¿Dónde
está Dios en todo esto? ¿De qué manera ha
estado Dios presente en esa historia?
La primera vez que realicé este ejercicio
me di cuenta de que mi vida se desenvuelve como en espiral. Mi relación con Dios
es un proceso, no es estática. Más aún, se
van dando patrones. Yo no soy la misma y
muchos aspectos externos también son diversos. Sin embargo, hay algo que es permanente en una y otra decisión importante.
Y algo que me sorprendió mucho descubrir
es que en ese entramado que llamamos historia, Dios nos va asignando un nombre, y
nosotros vamos asumiendo una identidad.
Lo que queremos resaltar aquí es que Dios escoge un estilo propio para revelarse a cada persona.
Habrá algunas similitudes entre las llamadas, pero
en definitiva, cada historia es inédita. Me llama la
atención el evangelio de Mateo (cf 4,18-22) que nos
habla de la vocación de hermanos. Jesús camina
a la orilla del mar de Galilea, y ve a dos hermanos
Pedro y Andrés que echaban la red en el mar porque eran pescadores, y los llama. Más adelante ve a
«Dios escoge un estilo propio para revelarse a cada persona»
otros dos hermanos, también pescadores, y los llama a ser sus discípulos.
Este texto nos permite entrar en el corazón del
llamado. Dios se revela en la cotidianidad, en lo
que cada persona identifica como familiar, en lo
suyo. Sin embargo, aún si Juan, Pedro, Andrés
y Santiago escucharon las mismas palabras de
Jesús, su respuesta y lo que de ella se desprende
será diferente. Dicho de otra manera, la llamada
a ser discípulos, a una vida en plenitud, toma en
cuenta lo característico de cada persona. Es como
si Dios se encarnara una y otra vez en cada persona
y época. Se hace compañero de viaje de cada uno y
el camino que con esta persona recorre es distinto
a todos los demás.
El hecho de que cada relación con Dios sea
peculiar y única no sólo es algo fantástico. Es
también un compromiso. Nadie irá hacia Dios por el
mismo camino que yo voy, no ayer ni hoy ni mañana,
nos dice León Felipe. Lo que quiere decir, que no
responder es una gran responsabilidad.
Imagínate a Francisco de Asís aferrado a la riqueza, a la banalidad y a las costumbres y culturas
juveniles de su tiempo. Si Francisco no hubiera decidido andar ese camino de pobreza y abandono en
la Providencia, si no hubiera acogido la invitación
de «reconstruir mi Iglesia» la historia de este gran
místico y predicador, amante de los pobres, amigo
fiel y fundador de una de las órdenes religiosas más
numerosas, se habría perdido.
enero 2016 • Esquila Misional
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Como Francisco han habido otras grandes
personas. Con cada una de ellas, Dios se ha hecho
compañero de camino. Peculiares como pueden
ser sus senderos, no están desvinculados. Todos
esos patrones se funden para formar uno mayor: la
historia universal de salvación.
Y esa la construimos también tú y yo. Si en este
momento estás de frente a una decisión mayor que
tienes que tomar, podría ayudarte mirar dentro de ti:
la historia de tus decisiones. Encuentra el patrón, y
date cuenta de que ante ti se abre «un camino virgen» que ha de ser transitado sólo por ti... y Dios.
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Jorge Decelis
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