REPÚBLICA DE PANAMÁ Declaración de S.E. Luis Ernesto Carles Rudy, Ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral en la 18ª Reunión Regional Americana de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Lima, 14 de octubre de 2014 Su Excelencia Fredy Otárola Peñaranda, Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Presidente de esta 18ª Reunión Regional Americana, en nombre del Gobierno de la República de Panamá, que preside el Excelentísimo Señor Juan Carlos Varela Rodríguez, permítame felicitarlo por su elección y, asimismo, extenderle mis saludos a sus Vicepresidentes. Señor Presidente, Señoras y Señores, Esta decimo octava (18ª) Reunión Regional Americana reviste especial importancia, al ser la primera Reunión que se celebra bajo el liderazgo del Señor Guy Ryder, a quien desde octubre de 2012, le hemos confiado la Dirección General de esta Organización. Permitame felicitar al Director General, por el Informe titulado así “Las Américas ante los retos del siglo 21: empleo pleno, productivo y trabajo decente”, donde invita a la reflexión en torno a los problemas recurrentes como la desigualdad en la distribución del ingreso y en el acceso a bienes, servicios y oportunidades; así como exhorta a dar un salto esperanzador para favorecer a los más necesitados, mediante la transición hacia la formalidad como estrategia de desarrollo nacional. En este sentido, el Director General brinda una visión muy positiva, al plantear que el proceso de formalización efectiva y estable, permitirá alcanzar metas de mayor inclusión, igualdad y sostenibilidad en una perspectiva de largo plazo, por ser un estímulo de una política de desarrollo para los distintos países de la región. Así, cabe preguntarse ¿cuál es el desarrollo que queremos para nuestros pueblos?. 1 Sobre el tapete se encuentra una propuesta del Director General, que vale la pena considerar y delinear de acuerdo con nuestros propios contextos nacionales, que no es más que colocar -en el centro de las políticas públicas de los países de este Hemisferio- el crecimiento integrador con inclusión social y formalización laboral. Por ello, permítanme expresarles que el tema en referencia, cobra impacto y actualidad en mi país, ya que desde el propio Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral, se ha convocado a todos los sectores involucrados en contribuir a cimentar una adecuada y coherente estrategia nacional por el empleo de calidad, sintonizándonos con el Programa de Trabajo Decente. Dicha tarea requiere de un esfuerzo conjunto, prolongado y serio, que aspira a que no perdamos de vista que en nuestro continente se proyectan retos de igual envergadura para alcanzar políticas o modelos estratégicos de crecimiento en pro de la inclusión social. En Panamá, se ha conformado la Alta Comisión de la Política Pública de Empleo, con más de 20 miembros representativos (cámaras empresariales, sectores académicos, confederaciones de trabajadores, centros de formación técnica, entidades públicas vinculadas al desarrollo educativo y laboral), para consolidar una hoja de ruta en materia de la política de empleo nacional que determine de forma articulada, la plataforma social necesaria para que a través de un plan nacional de cinco (5) a diez (10) años, se determinen e implementen los programas correctos y pertinentes de formación del talento humano, contribuyendo con el incremento de la productividad y disminuyendo las altas cifras de informalidad que no generan un estandar de vida aceptable para la población y menos garantizan adecuadamente los derechos de nuestros trabajadores. El objetivo de la que será la nueva Política Pública de Empleo de la República de Panamá, es priorizar la formación técnica y profesional que demanda a gritos el actual desarrollo del país, con lo cual se reducirá la brecha entre la demanda y oferta de trabajo, y se aumentará la productividad y mejorará la situación de la población excluida de los beneficios del desarrollo nacional. Ese esfuerzo ha implicado un trabajo en plena ejecución donde se establecerán los insumos siguientes: (i) el contexto general, que incluye el análisis socioeconómico, aspectos educativos, mercado de trabajo y el sistema de formación técnica y profesional de Panamá; (ii) el diagnóstico y prospección, que identifica las brechas entre la oferta y demanda laboral y sus causas y las proyecciones del 2015 al 2020 y en una segunda etapa hasta el 2025; y (iii) como recomendaciones finales se 2 fijan las propuestas y líneas estratégicas prioritarias para la formación técnica y profesional en Panamá. Señoras y Señores, Como bien plantea el Director General, en su informe, la reducción de los niveles de informalidad, constituye un desafío para la región, a nuestro juicio es importante enfrentarlo, a través de políticas innovadoras y efectivas, que permitan la creación de trabajos dignos y genuinos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos panameños. En definitiva, la creación de políticas activas del mercado de trabajo, exige el esfuerzo coordinado y articulado de todas las entidades del Gobierno, y de los sectores productivos del país, dado que la generación de empleos –decentes- es una necesidad y prioridad de la presente administración y de la sociedad en general, y sobretodo depende de la combinación de esfuerzos y sinergias de los actores sociaels, claves en la erradicación del trabajo precario. En el marco de este escenario, invito a los demás representantes de la Región a compartir su Visión Nacional en materia de empleo, a la Organización Internacional de Trabajo para que, ella se fortalezca, y continúe generando aportes relevantes y asistencia técnica continua sobre la materia, encaminada a engrandecer a nuestros pueblos a mantener o alcanzar las condiciones para el crecimiento económico, así como el desarrollo de capacidades productivas, haciendo más competitivos a los más necesitados y vulnerables. Muchas gracias. 3
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