94 LATERCERA Sábado 25 de octubre de 2014 Sociedad Cultura R Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos [PABLO NERUDA] Seix Barral, 130 págs. Disponible desde la primera semana de noviembre. VIENE DE PAG. 93 la Sala Pedro de la Barra. La variedad de temas de los inéditos es amplia. En la década del 60 Neruda anota a bordo de un transatlántico: “De tanto vivir y morir/ las personas bien educadas/ de tanto decir buenos días,/ decir adiós con parsimonia/ no se despidieron a tiempo…”. Neruda interpelando al joven que fue: “Te miro/ y no lo creo/ soy yo mismo/ tan tonto, tan remoto,/ tan desierto/ Joven/ recién llegado/ de provincia...”. Neruda inventando nuevas odas “a la oreja” y a la Cordillera de los Andes. Neruda escribiendo un poema de amor en el avión rumbo a Río de Janeiro, “a las 11 de la mañana, volando a 3.500 metros de altura”. Neruda obsesionado apuntando versos sobre la carrera espacial. El político registrando las miserias humanas. MANUSCRITOS Ultimos atardeceres Se casaron en 1966. Matilde Urrutia fue la tercera y última esposa del poeta, quien lo acompañó en su refugio de Isla Negra hasta sus días finales en el litoral central y luego en la clínica, donde murió en septiembre de 1973. “Nunca solo, contigo/ por la tierra,/ atravesando el fuego./ Nunca solo./ Contigo por los bosques/ recogiendo/ la flecha/ entumecida/ de la aurora...”, anota Neruda en versos inéditos hasta hoy, fechados una década antes de casarse con Matilde. Recién se había separado de Delia del Carril. De los 21 poemas de Tus pies toco en la sombra, cinco están marcados por la temática amorosa. De éstos, uno es el más extenso del volumen y supera los 60 versos. “Sin duda el más valioso de todos”, cree RR Arriba: fragmento de versos sobre el sur. Abajo: A los Andes, el único poema que lleva título. el editor Pere Gimferrer, donde se rastrean varios elementos. El amor: “Oscura es la noche del mundo sin ti, amada mía”. Está la evocación de su tierra: “Los bosques del Sur soñoliento cubrieron con enredaderas/ la guerra y la paz de los muertos/ la ira y la sangre remota”. Y también está presente la voz del poeta que intenta abarcarlo todo: “Sabes cómo fueron los días, la crónica,/ las revoluciones, los viajes, las guerras,/ las enfermedades,/ las inundaciones, el tiempo que a veces pareció un soldado vencido...”. Es 1962 y la Unión Soviética manda dos naves al espacio a orbitar la Tierra. En ellas van Adrián Nikoláiev y Pavel Popóvich. Neruda escribe un artículo y busca un diccionario de términos fisiconucleares. Pero se queda con lo sencillo para su poesía. “Estos dos hombres solos,/ estos primeros hombres/ allá arriba/ qué llevaron consigo de nosotros?”, se pregunta. Y su sorpresa será mayor cuando conoce a Alekséi Leónov, quien hizo la primera caminata espacial, en 1965. Tres años después, Leónov lo visita en su casa de Isla Negra. Quedan sólo meses para el final. Es enero de 1973 y Neruda está en cama con dolor de cadera. El cáncer no lo abandona. Escribe el poema Del incomunicado. “Entre el orgullo y el terror de vivir sin ser amado,/ pasé a darle la mano a todo el mundo”. Es su despedida: “Vivo temblando de que no me llamen/ o de que me llamen los idiotas,/ mi ansiedad resistió medicamentos,/ doctores, sacerdotes, estadistas,/(...) el desprecio que me consagrarán/ cuando yo ya no sirva para nada/ es decir para que hablen/ a través de mi cuerpo las avispas”. b DOS POEMAS INEDITOS Tus pies toco en la sombra, tus manos en la luz, y en el vuelo me guían tus ojos aguilares Matilde, con los besos que aprendí de tu boca aprendieron mis labios a conocer el fuego. Oh piernas heredadas de la absoluta avena cereal, extendida la batalla corazón de pradera, cuando puse en tus senos mis orejas, mi sangre propagó tu sílaba araucana. Rodé bajo los cascos, los caballos pasaron sobre mí como ciclones, el tiempo aquel tenía sus banderas, y sobre la pasión estudiantil llegaba sobre Chile arena y sangre de las salitreras, carbón de minas duras cobre con sangre nuestra Otros hallazgos: prosa, poemas y cartas RR Luego de la muerte de Neruda, en 1973, se han dado a conocer más inéditos. En 1980 se publicó El río invisible, una recopilación de prosas y poemas de juventud organizados por Matilde Urrutia. Ya en 1996 apareció Cuadernos de Temuco, un hallazgo de su sobrino Bernardo Reyes. Mientras, Cartas de amor (2010) es un título formado con el epistolario entre Neruda y Matilde. La edición, de Darío Oses, incluye poemas, postales y recados. Hace 12 años, el biógrafo de Neruda y editor de los tres tomos de sus Obras completas, Hernán Loyola, sumó dos volúmenes en Nerudiana dispersa, donde se incluyen “Textos sueltos”. Por ejemplo, hay poemas desconocidos contra Vicente Huidobro y Pablo de Rokha. “Pequeñas joyas que harían la gloria de cualquier poeta”, dijo en su momento Loyola, quien leyó parte de los inéditos de Tus pies toco en la sombra. Hay coleccionistas reconocidos en juntar hojas dispersas e inéditas, como el abogado Nurieldín Hermosilla, César Soto y Abraham Quezada. arrancado a la nieva y así cambiaba el mapa, la pastoril nación se iba erizando en un bosque de puños y caballos, y antes de los 20 años recibí, entre los palos de la policía, el latido de un vasto, subterráneo corazón y al defender la vida de los otros supe que era la mía y adquirí compañeros que me defenderán para siempre porque mi poesía recibió, apenas desgranada, la condecoración de sus dolores.
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