20150203 LA TECNOLOGÍA IP AL SERVICIO DE LAS PERSONAS INTRODUCCION. Buenos días. Agradezco a ALAI TELECOM el darme la oportunidad de dirigirme a ustedes para compartir algunas ideas y datos relacionados con la teleasistencia, en tanto que servicio de atención a las personas, con un claro componente tecnológico y un no menos claro contenido asistencial. Y también permítanme felicitarles por su trabajo en la organización del evento. Mi intervención quiero centrarla en las utilidades de la teleasistencia. Quiero destacar que la tecnología debe estar al servicio de las personas. Esta afirmación que puede parecer –y tal vez lo sea- sencilla de comprender, debe orientar la acción investigadora, la actividad creativa, las habilidades y conocimientos técnicos y las decisiones estratégicas, sean públicas o privadas. La Jornada que estamos desarrollando es, en alguna medida, continuación de la que tuvimos el placer de compartir el pasado año. En efecto, muchos de ustedes nos acompañaron a los que componemos el equipo de trabajo de Atenzia –que entonces se denominaba SERVICIOS DE TELEASISTENCIA-, a compartir conocimientos sobre la teleasistencia presente y futura. Bajo el título “La teleasistencia por IP como catalizador del modelo de cuidados integrales” el día 2 de abril de 2014 analizamos diferentes experiencias desde una perspectiva española y europea. Tuvimos ocasión entonces de conocer la experiencia de Suecia con la aportación específica del municipio de Växjo, entre otros; reflexionar sobre la necesaria estandarizarión de la teleasistencia en Europa; conocer el nuevo modelo de teleasistencia que se nos ofrece utilizando la tecnología IP; su aplicación a España y el desarrollo que nos espera si somos capaces de mantener y consolidar la colaboración pública – privada. En aquella Jornada del pasado año destaqué, como lo hago hoy, las utilidades y el contenido del servicio de teleasistencia sea bajo tecnología analógica o digital, pero bien es cierto que nos encontramos en una etapa de transición tecnológica de la teleasistencia, tanto en España como en Europa, donde coexiten sistemas de comunicación –entre el dispositivo y el centro de atención- tradicionales (PSTN), y las nuevas tecnologías digitales. Ello provoca algunas complicaciones como que los terminales de TA analógicos envien datos/alarmas a través de redes de telecomunicación digitales (los organizadores de esta jornada son expertos en ello), lo que da lugar a una “compatibilidad inestable y poco razonable”. 1 Lo que planteábamos el pasado año –y tenemos que seguir trabajando en esta dirección- es la adaptación progresiva de la teleasistencia analógica a la digital, en la que la comunicación entre el terminal y el centro de atención se hace a través de Protocolos de Internet (IP) Pero volvamos al comienzo. SUECIA 1985 En este año de 1985 (hace ahora 30 años) se instala en Suecia el primer dispositivo de teleasistencia analógico, esto es mediante el hilo telefónico de cobre. Durante 20 años se extiende una red tupida de teleasistencia en todo el pais para dar servicio a personas mayores, discapacitados y personas necesitadas de este servicio. España introduce unos años más tarde (hacia 1989) esta original manera de prestar atención social utilizando los medios tecnológicos que ofrece el mercado. En esa época, finales de los 80, no conocíamos los teléfonos móviles. Aún a mediados de los 90 si veíamos a alguien que iba hablando sólo decíamos “ese tio está chiflado”, o “¡qué manera de llamar la atención!, ¿no podrá llamar por teléfono cuando llegue a la oficina?”. La teleasistencia era un “invento” revolucionario. En 2005 una tormenta llamada “GUDRUN” asoló Suecia. 6,8 millones de hectáreas fueron arrasadas, derribó millones de árboles y se llevó por delante una buena parte de la red eléctrica y de telefonía por cable del país. En octubre de 2007 la Comisión Europea valoró los daños en 66,5 millones de euros. Este episodio dejó incomunicadas a miles de familias y puso en evidencia la fragilidad de un sistema de comunicaciones basado en la red de telefonía analógica. Pero gracias a esta debilidad mostrada por el sistema, el Gobierno sueco se planteó la sustitución de la red de telefonía analógica por la digital. Y decidió apostar abiertamente por esta última. En 2008 arranca el proyecto con un piloto consistente en la sustitución de los terminales de teleasistencia analógica por la digital en tres municipios que afectan a 1.000 usuarios aproximadamente. En 2013, una vez analizados los resultados del proyecto piloto, el Gobierno decide la sustitución masiva de terminales para que las conexiones entre los usuarios y los centros de atención se hagan con tecnología IP. A comienzos de 2014 –ahora hace un año-, de los 200.000 usuarios del servicio de TA de Suecia, se habían sustituido 20.000 terminales. A comienzos de este año 2015 el número de TTAD sustituidos y conectados por tecnología IP es de 50.000. 2 La principal razón por la que el Gobierno Sueco adopta la decisión fue el asegurar el servicio, garantizando su funcionamiento en circunstancias adversas. Pero también apostó por la rapidez en la transmisión de información, por la capacidad para incorporar nuevos servicios y por la versatilidad del sistema, es decir su fácil adaptación a necesidades cambiantes e individualizadas. Las principales CONCLUSIONES que podemos extraer de la experiencia sueca son: 1. El Gobierno sueco hizo de la necesidad, virtud. Un problema impuesto lo transformó en una oportunidad de modernizar su infraestructura de telefonía, generalizando la tecnología IP. 2. Esta es una tecnología abierta, lo que ofrece la posibilidad de conexión a todos los países del mundo. 3. Las comunicaciones entre el domicilio del usuario y el centro de atención son más estables, más seguras y más rápidas de establecer. 4. Se trata de una tecnología menos invasiva de cara al ciudadano ya que se puede programar en remoto, configurar las funcionalidades o los servicios a prestar desde el centro de atención, añadirle utilidades sin tener que desplazarse al domicilio, añadir servicios o personalizarlo sin molestar al ciudadano. 5. El usuario sueco aceptó el cambio de tecnología de buen grado, ya que no tuvo que soportar inconvenientes –ni siquiera el económico- teniendo en cuenta que el cambio se produjo por cuenta del Estado. 6. Finalmente, en el caso sueco, la inversión necesaria para llevar a cabo el cambio tecnológico la realizó el Estado. Esta inversión consume importantes recursos el primer año, pero una vez desplegado el sistema los gastos son sostenibles. IMAGINANDO EL FUTURO INMEDIATO Aplicando la experiencia sueca a la realidad española podemos imaginar el futuro de la teleasistencia en nuestro pais. Lo primero que quiero resaltar es que el cambio no se producirá de un día para otro. En Suecia el proyecto piloto tardó tres años en ponerse en marcha y otros cinco en ser evaluado positivamente para decidir la extensión a todo el país. En segundo lugar hay diferencias importantes, y no sólo culturales o idiomáticas que debemos tener en cuenta. Basten unos pocos datos: Suecia tiene 9,5 millones de habitantes, con una extensión de 450.000 km2, una Renta Per Cápita estimada en 50.000 €, una densidad de 22 hab por km2 y un 93 % de la población con acceso a internet. España tiene una población de 47,5 millones de habitantes- 5 veces superior a la de Suecia-, con una extensión de 505.000 km2, una Renta Per Cápita estimada de 25.000 € -la mitad que Suecia-, una densidad de 92 hab por km2 y un 70 % de la población con acceso a internet). 3 En tercer lugar, si pensamos en la tecnología IP podemos imaginarnos un horizonte de posibilidades casi ilimitadas. Servicios y prestaciones que pueden dar respuesta a una gran cantidad de necesidades de la población, respuestas distintas a personas distintas, preferencias, situaciones y objetivos distintos. Hoy seguimos pensando en grupos de población estigmatizada, personas vulnerables, enfermas o que arrastran una fragilidad evidente: adultos mayores, discapacitados, mujeres víctimas de violencia, … y lo hacemos probablemente porque la teleasistencia en España nace de la mano de las administraciones públicas con la intención de servir de ayuda social a estos colectivos necesitados de la solidaridad pública. Esto, unido a la tradición española de pensar que estos servicios deben ser subvencionados, la teleasistencia no se ha desplegado entre otros grupos de población. Pero tal vez ha llegado el momento de imaginarnos el futuro en el que la teleasistencia responda a la necesidad que tiene cualquier persona de contar con un recurso tecnológico que le proporciona seguridad, tranquilidad, asesoramiento, información en su vida habitual. Personas normales y corrientes que tienen la mentalidad, la posibilidad y la voluntad de acceder al mismo por sus propios medios. Estamos hablando de otra teleasistencia, así lo entendemos al menos en Atenzia donde llevamos más de 20 años mejorando este servicio; una nueva teleasistencia vinculada y soportada por otra tecnología, competitiva y especializada; en continua evolución y comprometida con unas funciones complejas; una teleasistencia personalizada, dinámica y adaptable al momento. Una teleasistencia ofrecida a una población exigente, no subvencionada, que busca calidad y seguridad. La tecnología IP nos permite instalar un dispositivo con el que uno se puede comunicar en la distancia, darle instrucciones y que te comprenda y que te responda. El conjunto de dispositivos en que se asienta la tecnología IP va a ser nuestro mayordomo. Será discreto, pasará desapercibido, no molestará, ni interrumpirá, ni se entrometerá en la vida familiar. No será invasivo de la privacidad, ni inoportuno. Este dispositivo-mayordomo estará siempre atento, a la espera, a la escucha, disponible para recibir y ejecutar las instrucciones que se le den desde el centro de atención, o desde el dispositivo de mando que tiene la persona bajo cuya responsabilidad se encuentra el usuario de la teleasistencia, a distancia. Le podremos dar múltiples instrucciones y con cada una se enriquecerá una utilidad, una nueva función, una pequeña ayuda que podremos incorporar en la vida del usuario para que le sea más sencilla, más segura, más cómoda, más acompañada, más activa, más independiente,… Nuestro mayordomo cumplirá fielmente con las tareas que se le encomienden sin rechistar, sin pedir aumento de salario, sin protestar por las largas jornadas en vela, o por el mal humor de los señores o las rabietas de los niños. 4 Le podremos mantener a bajo rendimiento, o someterle a elevadas exigencias, adaptando las utilidades que queremos ofrecer al usuario a las necesidades cambiantes de cada uno de ellos y a las necesidades que la sociedad va identificando. Es un mayordomo que se llevará bien con todos los dueños. Será un servidor fial, abnegado y eficiente. No protestará, ni se entrometerá, ni peligrará que un día, alguien pueda conocer los secretos de la familia porque los difunda como hacen los mayordomos desleales, caprichosos o despechados, necesitados de venganza por un despido que consideran injusto. ¿Se lo pueden imaginar?... ALGUNAS UTILIDADES: La TA por IP y los cuidados sociosanitarios. Sin ningún género de dudas la TA es una herramienta imprescindible para cuidar en su propio domicilio a pacientes que sufren enfermedades crónicas o se encuentran convaleciendo tras intervenciones quirúrgicas y otros procesos agudos. En el caso de España -como en Suecia con Gudrun-, podemos hacer que los problemas económicos que padece nuestro Sistema Nacional de Salud, sean una oportunidad para desarrollar el modelo socio sanitario con la aplicación de la tecnología IP. Y el momento es ahora. Ahora hace algo más de un año (17:12.13) que el Pleno de nuestra Cámara Alta aprobó el “Informe de la Ponencia de estudio para la aplicación de las nuevas tecnologías a la gestión sanitaria: presente y futuro”. Este documento que, como tantos otros suele pasar desapercibido para el ciudadano corriente, recoge una serie de conclusiones y recomendaciones que vienen al caso. Dice el Informe –publicado por el Senado. Secretaría General. Dirección de Estudios. 2014- que “La utilización intensiva de la tele-medicina y la tele- asistencia, también contribuirán a mejorar y garantizar la continuidad asistencial, y permitirán una disminución significativa de los costes.” (Pág. 77) “…Esta implantación y su desarrollo deben sustentarse en la colaboración de las Comunidades Autónomas entre sí…” (Pág. 77) “Las TIC´s deben operar en todo el espacio socio-sanitario,… sin superposiciones, solapamientos o duplicidades, y en perfecta sintonía, tanto desde el punto de vista sanitario, como de los servicios sociales.” (Pág. 83) A los tres pilares tradicionales de lo que se ha llamado e-salud (tarjeta sanitaria, historia clínica digital y receta electrónica), el informe añade otros dos: “… la telemedicina y la teleasistencia”. Un dato que nos debe hacer reflexionar es quién debe ejercer el gobierno de las TIC´s. En este punto el informe es claro: “Es preciso garantizar al ciudadano que es el propietario de su información clínica y el Estado ha de ser facilitador, coordinador y garante…” (Pág. 88) que es lo que venimos defendiendo nosotros: un ciudadano exigente, crítico y capaz 5 Continúa el informe profundizando en el papel de la telemedicina y afirma que busca la mayor eficiencia especialmente en el caso de los crónicos: “La telemedicina debe convertirse en una práctica habitual en la actividad diaria de todos nuestros profesionales. Los estudios analizados en esta Ponencia demuestran que pueden ahorrar hasta un 30 % del gasto sanitario y dotar de mayor calidad de vida a un colectivo que supone cerca del 80 % de este gasto”. (pág.91). Termina este apartado haciendo una reflexión sobre el papel de la tecnología que “… en ningún momento, sustituyen a una consulta al médico ni tampoco a la labor del farmacéutico en el uso racional del medicamento.” (Pág. 92). Ningún sistema ni aplicación informática, por tanto, puede sustituir en la tarea asistencial la labor de los profesionales, su capacidad de comunicar y escuchar sentimientos, su experiencia, su empatía, su actitud de comprender y acompañar, de transmitir seguridad y tranquilidad como lo hace la TA. PASOS QUE HEMOS DE DAR PARA HACERNOS CON LA TECNOLOGIA IP AL SERVICIO DE LAS PERSONAS. El informe citado es un buen paso encaminado a incorporar la TA al cuidado de las personas, pero necesitaremos dar muchos más que conduzcan a esa realidad; tomar decisiones tanto en el entono público, como en el ámbito privado que poco a poco nos acerquen a ofrecer los servicios de teleasistencia bajo parámetros IP. Debemos tener claro que las tecnologías no son un fin en sí mismas, sino un medio para hacer que las personas puedan vivir mejor. Debemos tener presente los técnicos, los desarrolladores, los ingenieros, los gestores,… que nuestro trabajo tiene como finalidad acercar estas herramientas a la vida de las personas. Y que serán mejores herramientas si resuelven problemas reales, si aportan soluciones a necesidades del ciudadano normal. No si resuelven necesidades que creemos que tienen esas personas, sino que tienen verdaderamente. A cualquier edad, en cualquier circunstancia. Hemos de trabajar igualmente en dar a conocer las utilidades y oportunidades que ofrece la tecnología IP aplicada a situciones de ayuda y apoyo a las personas. Todavía hay mucha gente que desconoce la existencia de un servicio que llamamos teleasistencia. Sí, todo el mundo sabe que la tecnología ha avanzado una barbaridad, pero no que se puede aplicar a la ayuda, acompañamiento, seguridad, vida activa e independencia de muchas personas en nuestra sociedad. Por eso hemos de difundir entre particulares, instituciones, centros de desarrollo, líderes de opinión, divulgadores, medios de comunicación, etc estas utilidades. Tenemos que esforzarnos también en hacer sostenible la solución que proponemos. La teleasistencia sobre la base IP ofrece muchas cosas, pero tiene unos costes. Hemos de buscar la operativa más eficiente, de manera que el binomio NECESIDADES A ATENDER Y RECURSOS O COSTES A APLICAR 6 encuentren el punto óptimo. Ello implica que cualquier solución ha de ser lo menos costosa en términos económicos y en términos sociales. La Administración Pública sueca, especialmente sus corporaciones locales, que tienen un gran protagonismo en las decisiones políticas que afectan a la calidad de vida de los ciudadanos, está comprometida en el cambio hacia esta tecnología y provee los medios para que todos los suecos que lo necesiten dispongan de la red tecnológica digital con cargo al erario público. En España esto es impensable, pero ¿se pueden buscar soluciones que hagan más accesible internet a colectivos o personas que lo precisan por razones de salud, de convivencia, o sociales? Hemos de universalizar la solución. La teleasistencia con tecnología IP no puede ser un recurso sólo para unos pocos, sino para la gran mayoría de la población. Toda persona que necesite TA por IP debiera tener acceso a la misma. La normalización a nivel europeo es otro reto importante. No es una medida sólo para los suecos o para los españoles, es también para cualquier ciudadano de cualquier país que debe contar con los mismos estándares de servicio allí donde viva. La fragmentación actual que vive Europa en la TA no debiera perdurar más. La TA por IP puede ser una oportunidad para que la estandarización unifique criterios, métodos, sistemas,… con que ofrecer el servicio a los ciudadanos europeos. En la medida que la Unión Europea, sus responsables públicos, es portadora de un mandato de servicio a favor de los ciudadanos, ha de contribuir a este logro. Voy a ir finalizando. Mi aportación a esta Jornada la resumo diciendo que: CONCLUSIONES. 1. La inclusión de la tecnología IP al servicio de la TA supone el primer paso hacia un nuevo concepto de prestación socio sanitaria individualizada y completamente adaptada a los cambios experimentados, tanto en la persona y su vida diaria, como en el entorno. 2. El nuevo modelo que propugnamos es capaz de ofrecer una atención accesible, personalizada, multi respuesta y multi entorno para una persona usuaria que es dueña de su consumo y que se muestra exigente a la vez que crítica con el gasto. 3. Es, además, un sistema más seguro (la información del dispositivo llega a la plataforma de manera más íntegra e incluye varias alternativas de comunicación para garantizar el servicio), menos invasivo, más estable y más rápido que la TA analógica. ¡¡Muchas gracias!! Madrid, 10 de febrero de 2015 7
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