UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE MEDICINA “ENFERMEDAD DE HANSEN, ESTADO ACTUAL” TESIS MÉDICO CIRUJANO SHEILA ELENA MORTEO HERNANDEZ ASESOR: DR. TITO DOMINGUEZ LARA XALAPA, VER. 2014 AGRADECIMIENTOS A MIS PADRES: A MI MADRE: MARIA D. HERNANDEZ BARRIENTOS, POR SU AMOR, CONFIANZA Y SER MUESTRA DE SUPERACION INCANSABLE. A MI PADRE: AMÉRICO FABIAN MORTEO FERNÁNDEZ POR HACER REALIDAD UN SUEÑO, SU APOYO Y SUS SABIOS CONSEJOS FUERON FUNDAMENTALES. A MIS TIOS: CANDELARIA MARTINEZ APARICIO Y PORFIRIO HERNANDEZ BARRIENTOS QUE HAN SIDO PARA MÍ, MIS SEGUNDOS PADRES, GRACIAS POR TODO SU AMOR Y TIEMPO BRINDADOS. CANDELARIA HERNANDEZ BARRIENTOS, SUS PALABRAS SIEMPRE HAN SIDO MUY RECONFORTANTES Y VALIOSAS. A MIS HERMANOS Y PRIMOS: TANIA JAMILETH, DANIEL ALEJANDRO, JENNIFER CHELSEA, MITZI JANETH Y ELI RAZIEL, POR ESTAR SIEMPRE A MI LADO APORTANDOME GRANDES ALEGRIAS. A LOS DOCTORES: DR. HECTOR ANIBAL MENDEZ, POR SUS INVALUABLES ENSEÑANZAS DURANTE MI FORMACION PROFESIONAL Y EL APOYO ICONOGRAFICO. DR. TITO DOMINGUEZ LARA, POR ACEPTAR DIRIGIR ESTE TRABAJO, PERO SOBRE TODO, POR SUS ENSEÑANZAS MÉDICAS Y SU FUERTE LEALTAD HACIA SUS IDEALES, OTRA GRAN INSPIRACIÓN. CON AGRADECIMIENTO Y TOTAL RESPETO, COMO SERES HUMANOS Y PROFESIONISTAS, ASI COMO A TODOS LOS MEDICOS Y EXPERTOS DE LA SALUD, QUE HE CONOCIDO. 1 "EL QUE TIENE UN POR QUÉ, SIEMPRE ENCUENTRA EL COMO". 2 INDICE INTRODUCCION .............................................................................................................................. 4 HISTORIA .......................................................................................................................................... 6 EPIDEMIOLOGIA ........................................................................................................................... 18 ESTUDIO DE UN ENFERMO DE LEPRA.................................................................................. 24 AGENTE CAUSAL ......................................................................................................................... 25 Microscopio Óptico ....................................................................................................................... 25 Microscopio Electrónico ................................................................................................................ 25 Metabolismo ................................................................................................................................. 31 Genética ........................................................................................................................................ 31 Estructura ...................................................................................................................................... 32 Cultivo ........................................................................................................................................... 32 INMUNOPATOLOGÍA ................................................................................................................... 34 INMUNOGENÉTICA ...................................................................................................................... 37 CLASIFICACIÓN ............................................................................................................................ 39 CUADRO CLINICO ........................................................................................................................ 42 Lepra lepromatosa ........................................................................................................................ 42 Lepra tuberculoide ........................................................................................................................ 53 Casos Indeterminados ................................................................................................................... 59 Casos Interpolares ......................................................................................................................... 62 REACCIONES AGUDAS .............................................................................................................. 66 Reacción tipo I ............................................................................................................................... 66 Reacción tipo II .............................................................................................................................. 69 MANIFESTACIONES NEUROLÓGICAS ................................................................................... 75 SECUELAS ..................................................................................................................................... 82 DIAGNÓSTICO ............................................................................................................................... 85 DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL ................................................................................................... 89 TRATAMIENTO .............................................................................................................................. 90 PROFILAXIS ................................................................................................................................... 95 CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 96 BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................................... 97 3 INTRODUCCION Con seguridad, uno de los más antiguos azotes de la humanidad, del cual existen evidencias escritas siglos antes de Cristo. Durante muchos años, en diferentes culturas, la “Enfermedad de Hansen” o “Lepra”, se ha visto representada como una maldición divina, punitiva y estigmatizante, condenando a quien la padece, a degradantes manifestaciones, a la repugnancia y al ostracismo por sus comunidades y por sus familias. Y no sería hasta el siglo XIX que el conocimiento científico de la enfermedad se iniciaría gracias a los trabajos del médico noruego Gerhard Hansen, quien hallaría al responsable, un bacilo pariente de la tuberculosis; misterio desvelado, pero problema aún no resuelto. Sin olvidar que por la misma época el Padre Damián misionero en Molokai, representaría el primer caso confirmado de contagio. Igual que aquellas marcas sociales del pasado y en ocasiones del presente; están las marcas físicas que provoca este padecimiento, inocultables en etapas avanzadas, todos los órganos pueden verse afectados, ulceras diseminadas que se gangrenan, terminando a veces en mutilaciones; pero el bacilo, sigue prefiriendo salir a través de los estornudos que lo extienden por todas partes, permaneciendo activo durante días, hasta que encuentra otro hospedero susceptible, en el cual puede incubarse por un periodo prolongado, hasta de quince años, con síntomas discretos y variados; por lo que hacer un diagnóstico oportuno y certero, constituye un gran reto. En México existen estados endémicos en los que se tiene una mayor vigilancia, pero incluso, un estado sin casos reportados, podría verse amenazado por la cercanía de otro y por los movimientos migratorios; sin mencionar la posibilidad de casos no diagnosticados; además si a esto le añadimos el hecho, de que es una enfermedad que tiene predilección por las clases socioeconómicamente desprotegidas. Más de la mitad del país, es zona de riesgo; un ejemplo de ello es el estado de Veracruz, en el cual, aunque ya hay casos autóctonos, es importante mencionar, que sirve de corredor a grupos migratorios en su camino a los Estados 4 Unidos, desde países de Centro y Sudamérica, países asiáticos y otros, transito que puede durar meses y en ocasiones asentamiento permanente. Es por ello que hablar de lepra, no es solo hablar de una entidad clínica, sino de un grave un problema social y de salud pública, porque genera incapacidad, sufrimiento, gastos innecesarios y se vuelve una carga económica grave para el país; es hablar de los grupos marginados migratorios, de la transición que Omran menciona en su modelo epidemiológico, el cual nos permite realizar inferencias de las condiciones sociales, patrones de desarrollo y necesidades de salud en el país. Sin embargo el problema sigue estando presente; uno de los errores más grandes, es creer que ya no existe; pero al igual que en los tiempos de Damián, la lepra vive y se sigue alimentando de pobreza, suciedad, tabúes e ignorancia. No obstante se han hecho grandes avances, cada día se dispone de mejor información sobre la etiología, la patogenia, el manejo, así como mejor comprensión y difusión de la enfermedad, lo cual se mencionará en esta tesis de forma detallada y actualizada. 5 HISTORIA La enfermedad de Hansen o lepra, es una enfermedad que ha sido motivo de atención desde la antigüedad, debido a sus impresionantes manifestaciones en la piel. En el año 600 AC en la India, bajo la designación de “Kushta vat-rakta” y “vatsonita”, se describen claramente muchas de las lesiones en piel, la anestesia local, las deformidades, las ulceraciones, la pérdida de los dedos y la destrucción del tabique nasal, entre otras. Los hebreos, con el término "Zarath", describen a la lepra, incluyendo de manera errónea una gran variedad de enfermedades de la piel. Representación hebrea de “Los diez leprosos”. Un leproso representaba a un hombre sin dios, viviendo en el pecado. Imagen bíblica. En China, alrededor del año 500 AC, en el Niel Ching Su Wen, uno de los escritos de medicina, se describe a la lepra con el término de Lifeng (parálisis severa) caracterizada por pérdida de cejas, nódulos, ulceraciones atribuidas a "una falta de movimiento de las fuerzas de defensa (wet-chi)". 6 En el año 1500 DC el griego Aretaeus de Capadocia da la primera descripción clínica, clara y amplia de la lepra, hablando de facies leonina, sin embargo no menciona la anestesia o el entumecimiento de la piel. En los siglos V y VI DC la lepra empieza a diseminarse. Así los romanos la introducen a España y en el siglo VII se hace endémica en Gran Bretaña. Se hace referencia que tal vez fue en Suiza el primer leprosario, en el convento St.Gallen. Durante muchos siglos, el control de la enfermedad era mediante el aislamiento de los enfermos y evitando el matrimonio entre ellos, manteniéndoseles en condiciones deplorables, falta de higiene y de alimentación. Las lesiones por ser desagradables, hicieron que la lepra se considerara como castigo divino. Una vez diagnosticada la enfermedad, el enfermo se confesaba por última vez, se recostaba, como si estuviera muerto, sobre una sábana negra a escuchar misa, al concluir, el sacerdote hacía una pausa diciendo: "A partir de ahora mueres para el mundo ". En algunas partes de Europa se les consideraba legalmente muertos. Representación de un leproso en la Edad media, aislado y desamparado, con su ajuar completo: una capucha de color café o gris, zapatos de piel, un par de castañuelas o campanas para avisar a la gente de su proximidad, una taza, un bastón, un par de sábanas, un cuchillo pequeño y un plato. 7 Si el leproso quería dirigirse a algún lugar en específico, tenía que ir gritando por donde pasaba: ¡Impuro, impuro!. De esta manera alertaba a los demás de su presencia. Imagen tomada de la revista Ancient Origins. 1527 Hernán Cortés funda un leprosario en La Tlaxpana, ciudad de México. 1851 El Dr. Rafael Lucio en México describe otro tipo de lepra lepromatosa a la que nombró lepra manchada. 1864 El belga, Josef de Veuster conocido también como el padre Damián de Molokai fue el primer caso confirmado de contagio de Lepra. [Cuando los hawaianos se vieron afectados por la lepra que introdujeron los inmigrantes chinos que trabajaban en plantaciones, el rey Kamehameha IV con temor de que se esparciera la plaga, deportó a todos los leprosos a la isla de Molokai. Al no proveerles suministros ni apoyo médico, el lugar se convirtió en un caos. El Padre Damián llegó al lugar en calidad de misionero y se contagió; sin embargo con su llegada, el orden se restableció, las condiciones mejoraron, se volvió a cultivar, a criar cerdos, a pescar, se construyeron casas y escuelas.] 8 El padre Damián en medio de los jóvenes leprosos de su orfelinato. El padre Damián, leproso, antes de su muerte. 9 1873 El médico noruego Gerhard Hansen descubre el agente causal de la lepra. Hansen descubre el microorganismo causante de la Lepra, en tejidos de los enfermos y a partir de entonces le podemos llamar “Enfermedad de Hansen”. 1890, Chinos con Lepra en la Isla D’Arcy. 10 1891 Hogar para leprosos. 1894 leprosos en Tahití, imagen tomada de la revista “Ile Des Lépreux”. 1894 Danielssen menciona las primeras alteraciones nerviosas. 11 1896 Lehmann y Neumann denominan al agente causal de la lepra Mycobacterium leprae. Figura de Lehmann y Neumann de una célula gigante de un leproso, en una úlcera de la epiglotis, mostrando bacilos dispersos a través del tejido y encerrado en una célula grande. 1898 Jadassohn describe la lepra tuberculoide. 1903 Stefansky, describe el Mycobacterium lepraemorium. 1906 Eitner encontró que en sueros de pacientes con lepra lepromatosa existía fijación de complemento en mayor proporción que en los sueros de pacientes con lepra tuberculoide. 1909 Segundo congreso Internacional de Lepra en Noruega se establecen las recomendaciones para el control de la lepra. 1910 Garbott y Col. Logran cultivar M. lepraemorium en fibroblastos de rata y macrófagos peritoneales de ratón. 12 1918 Hayashi, obtuvo la lepromina. 1919 Mitsuda, describe la reacción que se conoce con el nombre de "Reacción de Mitsuda". Representación de la reacción de Mitsuda, en el antebrazo. Es positiva si tras 21 días de la inyección, se observa un granuloma tuberculoide como en la figura. 1923 El Dr. Pedro Álvarez emplea como tratamiento la “Plualvarina” derivado de la Vinca Pervinca, con muchos efectos tóxicos. 1926 Rabino describe el método de eritrosedimentación pasiva para el diagnóstico de lepra. 1935 El Dr. Pedro López funda un Leprosario en Zoquiapan, Puebla. 1936 Ermakava describe las diferencias en las lesiones entre la lepra lepromatosa y la tuberculoide. 13 1938 IV Congreso Internacional de Lepra, en clasificación de lepra en dos grupos polares: Cairo, Egipto, se acepta la lepromatoso y neural, con grupos intermedios lepromatoso-neural. 1939 Fernández. Utiliza la vacuna BCG, para investigar la existencia de reacción cruzada entre ésta y M. leprae. 1940 El Dr. Fernando Latapí, en México, designa con el nombre de lepra lepromatosa difusa a lo que se conocía como lepra manchada, descrita por Rafael Lucio. Dr. Fernando Latapí 1940 Fernández en Argentina, describe una respuesta temprana a la lepromina que aparece a las 24 horas de su aplicación. 1942 Dharmendra, obtiene la lepromina. 1942 Faget y Col. utilizan las sulfonas como tratamiento de la lepra, obteniendo buenos resultados. 1946 Faget y Col. utilizan la diaminodifenil-sulfona en el tratamiento de la lepra. 1950 Rotberg, factor N de resistencia inmunológica natural. 14 1954 Se establece como Día mundial de la Lepra o Enfermedad de Hansen al último domingo de enero. 1962 Ridley y Jopling proponen una nueva clasificación de lepra: lepra lepromatosa (LL), lepra tuberculoide (TT) y cuatro estadios intermedios, Bordeline o limítrofe tuberculoide (BT), limítrofe (BB), limítrofe lepromatoso (BL) y Lepromatoso subpolar (LLs). Espectro de la lepra (Clasificación Ridley-Joplin) 1963 Zamora y Bojalil, utilizan un antígeno de naturaleza polisacárida para demostrar la existencia de anticuerpos que reconozcan al antígeno de reacción cruzada en pacientes con lepra. 1965 Sheskin en Israel, utiliza la talidomida en el tratamiento de las reacciones leprosas tipo 2 en pacientes LL. 1967 Salazar Mallén y Col proponen en método de precipitación en papel con el poli-1 Nb. 15 1968 Job y Desikan propusieron que la llegada del bacilo al nervio es por vía hematógena. 1970 Opromolla y Res estudian la Rifampicina en el tratamiento de la lepra. 1970 El comité de Expertos en Lepra de la OMS, opinan que existe prematurez en el uso general de BCG. 1974 Convit y Col. inyectaron M. leprae muerto en la piel de pacientes con LL. 1974 Storrs reporta que los armadillos tienen una susceptibilidad para la lepra de un 40%. El armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus) es susceptible de ser infectado con M. leprae; este hallazgo fué de enorme importancia para el estudio de la bacteria y de sus relaciones huésped- parasito. 1985 Meyers y Col. encuentran infección natural con M. leprae en monos mangabey. 16 El mono mangabey (Cercocebus atys) también es susceptible a la enfermedad. El primer mono en el que se halló lepra, fue importado de África oriental; el diagnóstico se realizó mediante una biopsia de piel del hocico, la enfermedad fue progresiva y a los 13 meses hubo deformidad paralítica de manos y pies. 1985 Young y col. Obtuvieron un DNA recombinante de M. leprae y desarrollaron un sistema de expresión de una biblioteca genómica de M. leprae. 1990 La OMS establece proporcionar a todos los pacientes del mundo el tratamiento de poliquimioterapia (PQT) de manera gratuita. 2011 Se implementa la “Estrategia mundial mejorada para reducir la carga de morbilidad debida a la lepra” cuya meta es que para el 2015 la prevalencia sea menor a 1 caso por cada 10 000 habitantes. 2014 El control de la lepra ha mejorado. Sigue en marcha la “Estrategia mundial mejorada para reducir la carga de morbilidad debida a la lepra”: 2011-2015. El tratamiento sigue siendo la PQT y no han aparecido casos de resistencia. 17 EPIDEMIOLOGIA DISTRIBUCION MUNDIAL, EN AMERICA Y EN MÉXICO. La lepra es una enfermedad cosmopolita. La segunda micobacteriosis a nivel mundial, después de la Tuberculosis. Predominante en regiones que en las que prevalecen condiciones socioeconómicas deficientes, que guardan relación con la pobreza, falta de servicios sanitarios, promiscuidad, desaseo, incultura y desnutrición que favorecen la transmisión. Por tal motivo se dice que la lepra es una enfermedad de los pobres. A medida que pasa el tiempo la lepra tiende a urbanizarse. La detección de todos los casos en cada comunidad y la compleción del tratamiento multimedicamentoso prescrito son los principios básicos de la Estrategia mundial mejorada para reducir la carga de morbilidad debida a la lepra: 2011-2015. La estrategia hace hincapié en la necesidad de mantener los conocimientos especializados y aumentar el número de personal capacitado para atender esta enfermedad, mejorar la participación de los afectados en los servicios de atención a la lepra y reducir las deformidades visibles, así como la estigmatización relacionada con la enfermedad. Según los informes oficiales procedentes de 115 países, la prevalencia mundial de la lepra registrada a finales de 2012 fue de 189 018 casos, mientras que el número de casos nuevos notificados en el mundo ese mismo año fue de 232 857, en comparación con 226 626 en 2011. Las estadísticas mundiales revelan que 220 810 (95%) de los nuevos casos de lepra se notificaron en 16 países, y que solo el 5% restante procedía del resto del mundo. 18 Todavía quedan focos de gran endemicidad en algunas zonas de muchos países, aunque a modo de referencia se mencionan: Angola, Bangladesh, Brasil, China, Etiopía, Filipinas, India, Indonesia, Madagascar, Mozambique, Myanmar, Nepal, Nigeria, República Democrática del Congo, República Unida de Tanzanía, Sri Lanka, Sudán y Sudán del Sur. La eliminación mundial de la lepra (es decir, una tasa de prevalencia mundial de menos de 1 caso por 10 000 habitantes) se alcanzó en el año 2000 y se pretende seguir manteniendo. A lo largo de los últimos 20 años, con el tratamiento multimedicamentoso se ha conseguido curar a cerca de 16 millones de pacientes con lepra. EN MEXICO La prevalencia en México desde 1989 hasta principios de 2014, se ha reducido en un 99%. 10 estados concentran el 80% de la prevalencia nacional, mientras que 5 estados (Sinaloa, Michoacán, Oaxaca, Jalisco y Guerrero) concentran el 55%. Existen 20 municipios prioritarios en 10 estados de la República (municipios con prevalencia igual o mayor a 1 caso por cada 10,000 habitantes). La prevalencia en 2013 fué de 536 casos, con una tasa de 0.048 casos por cada 10,000 habitantes. La incidencia en 2013 fue de 191 casos, 67.5% multibacilares, 7.5% con grado II de discapacidad y 3.1% se presentaron en menores de 15 años. EN VERACRUZ La lepra se ha erradicado en gran parte del territorio, aun así, existen zonas bien delimitadas que por su proximidad con estados vecinos endémicos de la enfermedad han presentado casos, desde el 2013 se mantienen 5 casos en vigilancia postratamiento y uno de reciente diagnóstico en el 2014 en la Unidad de Moralillo, perteneciente al municipio de Pánuco. 19 Por sus antecedentes los municipios de Pánuco, Boca del Río, Tepatlán, Coatzacoalcos, Las Choapas, Azueta, Coscomatepec y Yanga son considerados como prioritarios para la detección de casos de lepra. Tomando en cuenta los casos previos reportados en Tepetates, Alto Tío Diego, municipio de Tepetlán, así como otros casos en Perote y San Miguel del Soldado, actualmente manejados en el IMSS, Xalapa. Incidencia mundial Prevalencia mundial 20 Gráfica representativa de la incidencia en México de acuerdo al Sistema Único de Información para la Vigilancia Epidemiológica (SUIVE). 21 Imagen representativa de la prevalencia en México EDAD Y GÉNERO Aunque la lepra suele diagnosticarse hasta la adultez, casi siempre se inicia durante la niñez y la adolescencia. No parece existir influencia racial. Existen variaciones en cuanto a la edad, se observa en el extremo oriente y en la India que hay predominio de la incidencia entre menores de 20 años, mientras que en África no se encuentra entre los infantes. Las áreas endémicas, en su mayoría alcanzan tasas de incidencia entre los 10 Y 20 años de edad y luego descienden, Los índices de prevalencia suelen alcanzar un valor máximo entre los 30 y 50 años y posteriormente disminuyen gradualmente. Las manifestaciones clínicas de la lepra en México se inician entre la segunda y tercera décadas de la vida. La lepra predomina en varones con una relación de 3:1. 22 La lepra lepromatosa es más común en hombres, mientras que la lepra tuberculoide predomina en mujeres, niños y ancianos. Las reacciones agudas ocurren en un 20% y predominan en varones (6:1). La reacción tipo 2 aparece con mayor frecuencia en personas jóvenes a diferencia de la de tipo 1. MEDIDAS ESTADISTICAS Para representar adecuadamente la lepra es necesario, la utilización combinada de los siguientes indicadores: INCIDENCIA: Número de casos nuevos de una enfermedad en una población determinada y en un periodo determinado. En el caso de la lepra es variable. PREVALENCIA: Número de casos existentes en una población que presentan una característica o evento determinado en un momento o en un período determinado muy útil en pacientes con lepra, puede ser absoluta y relativa y aplicada a ciertas características de la enfermedad: prevalencia de leprosos, prevalencia de pacientes con neuropatía etc. INDICE LEPROMATOSO: También puede ser llamado índice de infecciosidad y es el porcentaje de casos lepromatosos existentes en una región, es mayor en los varones y es uno de los factores de medida de una endemia. DENSIDAD: Número de pacientes en relación con el territorio donde habitan en un determinado periodo. 23 ESTUDIO DE UN ENFERMO DE LEPRA. Es importante tomar en cuenta tres aspectos: 1) FUENTE DE INFECCION: Indagar antecedentes lepromatosos. En ocasiones difícil, por la desconfianza del paciente por lo que muchas veces queda ignorada la fuente y se dice que puede haber contagios fortuitos, en lugares abarrotados. Por cada caso de lepra podría haber hasta cinco más que se desconocen. 2) FOCO DE LA INFECCION: Es importante para conocer las zonas endémicas de la enfermedad. Se investigan los lugares donde ha vivido el paciente o dónde pudo haber contraído la enfermedad. 3) CONTACTOS: Son las personas que conviven con un paciente bacilífero y por tanto tienen la oportunidad de enfermarse. Sólo los casos lepromatosos tienen contactos, los tuberculoides y los indeterminados no los tienen y por ahí se rompe la cadena de transmisión. 24 AGENTE CAUSAL La lepra es causada por el Mycobacterium leprae o bacilo de Hansen (BH). corresponde Esta especie al género Mycobacterium, perteneciente a la familia Mycobacteriaceae, al orden Actinomycetales y al filo Actinobacteria. M. leprae se encuentra dentro de las Micobacterias atípicas de multiplicación lenta (12 horas). Es un bacilo acido- alcohol- resistente (BAAR); parasito intracelular obligado, que se multiplica lentamente en células fagocitarias mononucleares como los histiocitos de la piel y en las células de Schwann de los nervios. MORFOLOGÍA EN MICROSCOPIO OPTICO Y ELECTRÓNICO MICROSCOPIO ÓPTICO En microscopio óptico, después de la coloración de Zielh- Neelsen o de FiteFaraco, el BH aparece como un bastón rojo fucsia de 1 a 8 micras de largo por 0.3 de ancho. Si se tiñe de color en su totalidad corresponde a la forma homogénea que es la forma viable, si se tiñe de manera fragmentada constituye la forma granulomatosa que no es viable. En los cortes histológicos dérmicos o serosos, los bacilos se pueden aislar en racimos o grupos de “Globias”. MICROSCOPIO ELECTRÓNICO En microscopio electrónico, el BH aparece rodeado por una estructura vesicular o esponjosa transparente de electrones, siendo responsable del aspecto espumoso 25 de las células de Virchow en el infiltrado lepromatoso. La pared consiste en dos o tres zonas: una zona externa electrodensa, una zona central transparente con electrones inconstantes y una zona interna electrodensa inconstante separada de la membrana citoplasmática. 26 27 28 29 30 METABOLISMO La actividad metabólica de M. leprae es relativamente baja en comparación con otras micobacterias. El bacilo posee un O-difeniloxidasa que actúa sobre derivados de la fenilalanina y podría jugar un rol en la despigmentación de la piel. También posee otras peptidasas, en particular glutamato decarboxilasa que podría explicar su tropismo por el tejido nervioso en el que el ácido glutámico es un constituyente esencial. M. leprae sintetiza el ácido fólico, lo que explica su sensibilidad a los inhibidores de folato como la dapsona. GENETICA El bacilo posee sólo un único cromosoma circular más corto que el de M. tuberculosis. Sólo la mitad de su genoma tiene fases de lectura y menos de 10% de los genes potencialmente codificantes son exclusivos de M. leprae, otros son comunes a M. tuberculosis. Las técnicas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) permiten la detección de BH y resistencia a los fármacos. La resistencia a los fármacos se asocia a mutaciones genómicas en el gen rpoB para la rifampicina, en el gen gyrA para las quinolonas y el gen fol1 para la dapsona. La búsqueda de estas mutaciones por PCR debe sustituir la técnica de estudio de resistencia bacilar por inoculación en la almohadilla plantar en ratón. Recientemente, el estudio por PCR de cepas de BH provenientes de los cinco continentes confirmó que la enfermedad es resultante de una cepa única que se ha ido modificando con el tiempo, cuyo punto de partida se encuentra al este de África. 31 ESTRUCTURA QUIMICA Y ANTIGÉNICA La pared del M. leprae contiene una pequeña cantidad de peptidoglicanos, de lipopolisacáridos (LPS) ricos en ácidos micólicos con lipoarabinomanano B (LAMB), principal componente antigénico, pero no específico de M. leprae, y muchos lípidos localizados principalmente en la zona electro-densa. El fenoglicolípido 1 (PGL1) de M. Leprae, es el más abundante de todos y es diferente de las otras micobacterias, es específico y juega un papel importante en la respuesta inmune del bacilo tanto celular como humoral. M. leprae contiene además muchas glicoproteínas específicas y no específicas cuya ubicación y funciones aun no son conocidas. Imagen microscópica de M. leprae. Es importante el estudio completo del bacilo ya que entre más información se obtenga, existirán mayores posibilidades de desarrollar mejores pruebas diagnósticas, y crear nuevos medicamentos para tratar la lepra y sus complicaciones. CULTIVO El BH aún no es cultivable in vitro y en la actualidad la única forma de crecer se basa en las técnicas de inoculación animal, técnicas difíciles y realizadas sólo en algunos laboratorios y centros de investigación. 32 CULTIVO EN LA ALMOHADILLA PLANTAR DE RATONES INMUNOCOMPETENTES El cultivo en la almohadilla plantar de ratones inmunocompetentes, ha sido por mucho tiempo una técnica que ha estado disponible para probar la sensibilidad antibacilar del BH. Los ratones inmunocompetentes son parcialmente sensibles a M. leprae. La ausencia o el continuo crecimiento del BH después de 6 a 9 meses de tratamiento en los ratones, permiten conocer la sensibilidad a los medicamentos, de los bacilos inoculados. Las pruebas para conocer la sensibilidad a medicamentos tras la inoculación plantar del BH en ratones inmunocompetentes, implican largos procesos que pueden durar meses (solo el proceso de inoculación puede durar de 11 a 13 días). CULTIVO EN ANIMALES NATURALMENTE SUSCEPTIBLES. El cultivo en animales naturalmente susceptibles, como los monos Rhesus, los monos Mangabey de África y especialmente los armadillos de nueve bandas de América central, se utilizan principalmente para la obtención de grandes cantidades de BH destinados a la investigación y a fabricación de lepromina estandarizada y productos de vacunación. 33 Inoculación del B. de Hensen en un armadillo (Dasypus novemcinctus). INMUNOPATOLOGÍA MEDIADORES CELULARES DE LA RESPUESTA INMUNE Después de un contacto prolongado con M. leprae, sólo el 5% de los sujetos desarrollará la enfermedad, de ellos el 60% en una forma tuberculoide inmunocompetente y el 40% restante en una forma lepromatosa anérgica. La resistencia de las personas en contacto con M. leprae depende de la calidad de los mediadores celulares de la respuesta inmune específica mediada por los linfocitos T. El nivel de la respuesta es lo que da lugar al desarrollo de la enfermedad y a las formas clínicas. Ejemplo de una muy buena inmunidad es el desarrollo de una forma tuberculoide caracterizada histológicamente por un granuloma linfoepitelioide capaz de destruir a los bacilos, como lo demuestra su ausencia o bajo número de estos. Ejemplo de un baja inmunidad es la aparición de una forma lepromatosa infiltrante la cual se compone de macrófagos espumosos (células de Virchow) que contienen numerosos bacilos en multiplicación. 34 MECANISMOS DE FORMACION DEL GRANULOMA LINFOEPITELIOIDE La formación de un granuloma linfoepitelioide necesita un reclutamiento de linfocitos T inmunocompetentes y la diferenciación epitelioide de los macrófagos. Los organismos (micobacterias, leishmanias, etc.) requieren de un parasitismo intramacrofágico obligatorio, se fijan a los receptores celulares transmembranales, presentes en macrófagos llamados TLR (toll like receptor). Entre ellos, el TLR2 presente en la superficie de muchas células (monocitos, macrófagos, células dendríticas, células de Schwan, etc.) es receptor de lipopéptidos (LP) micobacterianos. La fijación del LP al TLR2 induce una activación de macrófagos, que conducen a la producción de diversas citocinas dentro de la cuales el factor de necrosis tumoral alfa (TNF- α) actúa como un factor autócrino de activación macrofágica. En su acción, los macrófagos llevan a cabo el procesamiento del BH conduciendo a su fragmentación en muchos antígenos peptídicos que pueden ser presentados a los linfocitos T. La presentación de los antígenos a los linfocitos T conduce a un reclutamiento, proliferación y estimulación de linfocitos T helper CD4+ o citotóxicos/supresores CD8+ específicos de M. leprae (presentación a través del antígeno leucocitario humano (HLA)) o no específicos (presentación a través de las células dendríticas CD1b- CD1c). Los macrófagos también activan la producción de Interleucina 12/23 (IL-12/23) y/o la IL-10. La IL 12/23 así como el TNF- α, favorecen a la proliferación y diferenciación de macrófagos en células epitelioides y células de los linfocitos T en linfocitos Th1, productores de citosinas amplificadoras de la respuesta inflamatoria: IL-2, TNF- α, e interferón gamma (IFNɣ). A la inversa la IL-10 inhibe la diferenciación macrofágica y favorece la proliferación y la diferenciación de los linfocitos T en linfocitos Th2, productores de citosinas inhibidoras de la respuesta inflamatoria: IL-4, IL-5 (producción de anticuerpos). MECANISMOS DE CITOTOXICIDAD Los linfocitos T citotóxicos (LTC) de fenotipo CD8+ y a veces CD4+, se incorporan a través de CD1 principalmente, presente en la sangre y lesiones cutáneas de los 35 pacientes tuberculoides, pero no de los lepromatosos. Los LTC secretan en los macrófagos infectados las moléculas citotóxicas (perforina, granzima A, granzima B y granulisina), que inducen no solamente a la lisis de macrófagos infectados, sino también a la muerte de micobacterias por la acción bactericida directa de la granulisina. FENÓMENOS SUPRESORES En la lepra lepromatosa, los fenómenos supresores inhiben o disminuyen la respuesta inmunitaria. Estos fenómenos serían ejercidos por algunos macrófagos productores de IL-10 y de factor de crecimiento transformante beta (TGF-β) y para una subclase de linfocitos T CD8+ de tipo 2, específicos de PGL1 de M. leprae. MECANISMOS DE TOXICIDAD NERVIOSA La penetración de M. leprae a las células de Schwann implicaría la participación de varias moléculas de la pared del bacilo, como son el PGL1 y la proteína 21 kDa histone-like protein capaces de adherirse a la lámina 2 que rodea la parte axonal de las células de Schwann. La apoptosis de las células de Schwann, podría ser uno de los mecanismos para provocar la enfermedad neurológica. Su aparición puede estar relacionada con la fijación de M. leprae al TLR2 expresado en la superficie de las células de Schwann. RESPUESTA HUMORAL INMUNITARIA La penetración de M. leprae al organismo induce una producción de anticuerpos, menor en los pacientes tuberculoides y mayor en los pacientes lepromatosos. Estos anticuerpos anti- M. leprae no tienen ninguna acción protectora frente al bacilo. Estos se dirigen contra muchos antígenos, incluyendo al PGL1 específico de M. leprae y el LAM-B. 36 Figura representativa de M. leprae infectando a la cel. de Schwann y su posterior diferenciación. INMUNOGENÉTICA Los estudios más recientes sobre la genética individual a la lepra son a favor de un control genético que se ejerce en dos niveles. El primer nivel es la susceptibilidad a la lepra propiamente dicha (lepra per se). Las asociaciones entre grupos HLA de clase I (haplotipo HLA-A*1102-B*4006cw*1502) y principalmente de clase II (HLA-DRB1*15 y HLA-DRB1*16; HLADRB1*04 y DRB1*10) fueron descritas con gran sensibilidad y susceptibilidad. Recientemente se descubrió una estrecha asociación entre la región q25 del cromosoma 6 (6q25) y la lepra per se. Esta región contiene diferentes genes en 37 particular el gen PARK2 (gen de ciertas formas juveniles de la enfermedad de Parkinson) y el gen PACRG. Estos dos genes son expresados en los macrófagos de las células de Schwann. El papel exacto de PACRG sigue siendo todavía desconocido. El gen PARK2 codifica a la parkina, mecanismo muy general para la regulación de proteínas especialmente las implicadas en las respuestas inmunitarias. El segundo nivel es la susceptibilidad que se tiene a una de las formas clínicas de la enfermedad tuberculoide o lepromatosa. Que sería controlada por varios genes: como los genes de la región HLA (región 6p21) y los del gen TLR2. Algunos haplotipos de otros genes serian también predisponentes a la susceptibilidad, a la resistencia o a ciertas formas de la enfermedad. Este es el caso del gen NRAMP1, del gen de TNF- α, de la laminina, de IL-10 y del receptor de IL-12. La población con mayor susceptibilidad a enfermarse, es la población joven y el género más susceptible, es el hombre; pero un aspecto muy importante es la existencia de un factor de resistencia que la mayoría de la población posee y que le impide desarrollar la enfermedad, que el leprólogo brasileño Rotberg lo había descrito, nombrado posteriormente factor N de Rotberg, este, se encuentra en aproximadamente el 95% de la población, y se transmite genéticamente siguiendo las leyes de Mendel, siendo dominante, a diferencia de la predisposición la cual es recesiva. Eso explicaría los contados casos de lepra conyugal a pesar de la continua exposición al contagio, la falta de transmisión en el personal de la salud que atiende al paciente con lepra y a la mayor posibilidad de enfermarse entre los hijos de un matrimonio cuando uno de los progenitores es enfermo. 38 CLASIFICACION ANTECEDENTES Para su clasificación se realizaron diversos estudios clínicos e histopatológicos. Se identificaron primero las formas lepromatosas por las alteraciones cutáneas y la evidente presencia de nódulos. En 1898 Jadassohn describe la forma tuberculoide, ya que las lesiones tenían forma semejante a un tubérculo, con macrófagos transformados en células epiteloides, pocos bacilos y una imagen granulomatosa. En 1851 Lucio describe un tipo de lepra lepromatosa sin nódulos y la llama lepra manchada o lazarina. Latapí en 1940 la vuelve a describir como lepra lepromatosa difusa o lepra manchada, en la cual no había nódulos y podía existir una reacción aguda, que actualmente se conoce como fenómeno de Lucio. Tanto Lucio como Latapí realizaron hallazgos muy importantes en la historia de la leprología. En 1938 en el IV Congreso Internacional de lepra en Egipto se aceptó clasificar la lepra en: lepromatosa y neural, con un grupo intermedio. En 1948 en el V Congreso Internacional de lepra en Cuba se acepta una nueva clasificación que incluía formas polares: lepromatosa de baja resistencia y tuberculoide de alta resistencia, así como un grupo indeterminado. En 1953 en el VI Congreso Internacional de lepra en Madrid se cambia el termino de indeterminado por dimorfo, y agrega el término de borderline o limítrofe. 39 En 1962 Ridley y Jopling proponen clasificar a la lepra de acuerdo a los aspectos clínicos, histopatológicos e inmunológicos. En México se incluyeron casos lepromatosos difusos primitivos y tuberculoides infantiles los cuales no pasaban por una etapa indeterminada. En 1997 la OMS creó una división práctica para ayudar a la clasificación y tratamiento: 1) Paucibacilar con una lesión única en piel. 2) Paucibacilar con 2 a 5 lesiones en piel. 3) Multibacilar con más de 5 lesiones en piel. La clasificación actual se basa en criterios clínicos, histopatológicos, bacteriológicos e inmunológicos, tomando en cuenta a dos formas polares: lepromatosa y tuberculoide, pudiéndose clasificar temporalmente en dos grupos indeterminados y dimorfos o interpolares. Sin embargo la clasificación de Ridley y Jopling es la más aceptada y usada en el mundo ya que permite establecer con mayor certeza la tendencia de los casos no definidos hacia el polo tuberculoide o al lepromatoso. 40 Esquema representativo de la clasificación de Ridley y Jopling la cual se basa en el estado clínico e inmunológico del paciente. La enfermedad se divide en dos polos y un estadio intermedio (BT, BB y BL). Los casos indeterminados (en la etapa inicial de la lepra) se clasifican según se acerquen al polo T o L. Los casos indeterminados están en un estadio inestable que terminará evolucionando a una de las polaridades y a pesar de la dificultad del diagnóstico clínico, es aquí donde la lepra puede ser curada fácilmente. CARACTERISTICAS DE LOS GRUPOS POLARES DE LA LEPRA LEPROMATOSO Sistémica Progresiva Infectante Bacilos +++ Mitsuda -Histiocitos vacuolados con bacilos TUBERCULOIDE Solo piel y nervios Regresiva No infectante Bacilos -Mitsuda + Granuloma tuberculoide 41 CUADRO CLINICO La lepra puede manifestarse en cualquier órgano y sistema evidenciándose principalmente en la piel las mucosas y el sistema nervioso periférico (excepto el sistema nervioso central). LEPRA LEPROMATOSA Más del 60% de los casos en México se deben a esta variedad la cual es estable, progresiva, sistémica e infectante. La reacción de Mitsuda resulta negativa, se observan bacilos en el estudio bacteriológico, y existen células vacuoladas de Virchow en la biopsia. Cuando el organismo por su condición inmunológica, no ofrece resistencia ante el bacilo, este se reproduce y se extiende originando la forma polar lepromatosa. Sus manifestaciones se encuentran principalmente en piel, mucosas y nervios periféricos. La lepra lepromatosa se puede dividir a su vez en dos formas clínicas la nodular y la difusa. Los elementos circunscritos que pueden aparecer son: nódulos, placas infiltradas y manchas. Nódulos: Se distribuyen región supraciliar, interciliar, mejillas, nariz; pabellones auriculares, tronco, glúteos y extremidades principalmente, rara vez aparecen en piel cabelluda, meato urinario y pene, y no se manifiestan en palmas ni en plantas. Son firmes y de diversos tamaños 2 o 3 cm los pequeños; pueden ser del color de la piel, eritematosos o tener telangiectasias en su superficie. Placas infiltradas: se observan como zonas levantadas de piel bien delimitadas, de color rojo violáceo, de superficie lisa a veces cubierta con finas escamas de 42 tamaño variable desde 1 o 2 cm hasta 20 o 30 cm. Son asintomáticas aunque es frecuente que haya trastornos de la sensibilidad. Manchas: Preceden casi siempre a las placas infiltradas, son eritematosas, mal definidas, pequeñas o extensas y siempre anestésicas. Con frecuencia son anulares o policíclicas y en ocasiones se pueden ver manchas hipocrómicas cuyo borde es eritematoso o infiltrado, con ello revela la diferenciación de un caso determinado en lepromatoso. Las lesiones antes descritas al involucionar dejan zonas atróficas con la piel adelgazada y plagada de cicatrices cuando las lesiones se ulceran. Se pueden encontrar diferentes grados de evolución y por lo tanto mezclar diversas lesiones. LEPRA LEPROMATOSA NODULAR Se caracteriza por la aparición de nódulos que pueden ir precedidos por lesiones foliculares o manchas eritematosas o hipocrómicas, se distribuyen en las regiones ciliares, mejillas, nariz; pabellones auriculares, tronco, glúteos y extremidades principalmente, respetan la piel cabelluda y los pliegues cutáneos. Cuando se encuentran en cara puede llegar a ser deformante constituyendo la “facies leonina”. También pueden aparecen nódulos que semejan fibromas conocidos como “nódulos histioides” que aparecen principalmente en pacientes con microorganismos resistentes a las sulfonas. LEPRA LEPROMATOSA DIFUSA (DE LUCIO Y LATAPÍ) Aunque Lucio la habría descrito en 1851, Latapí la redescubrió por lo cual lleva el nombre de lepra lepromatosa difusa de Lucio y Latapí. Representa del 10 al 15% de los casos en México. 43 Hay afectación de toda la piel, pero no se observan manchas, nódulos ni placas infiltradas. Cursa con 2 fases: en la primera la piel se vuelve lisa y turgente (“facies suculenta”) y posteriormente se torna plegada, escamosa y atrófica con telangiectasias y quistes miliares (“facies atrófica terminal”). Hay madarosis así como caída de cejas y vello corporal. El cabello y vello púbico se caen con menos frecuencia, mientras que el vello axilar no se cae. La mucosa nasal y faríngea son las más afectadas. Puede haber congestión y constipación con salida de material mucoso, estrías sanguinolentas o franca epistaxis. En etapas tardías la nariz se torna en “silla de montar” debido a la destrucción del tabique cartilaginoso. En la mucosa laríngea se infiltran las cuerdas provocando disfonía y en ocasiones dificultad respiratoria. En la conjuntiva y cornea se pueden observar nódulos palpebrales, conjuntivitis crónica y engrosamiento de los nerviecillos corneales. Puede haber iritis, iridociclitis y en pacientes con lepra difusa pueden encontrarse “ojos melancólicos” u “ojos de niño” observándose la vasculatura y con la esclerótica azul. El bacilo se ha aislado en saliva, orina, heces, semen, sangre, esputo y bilis. También se ha encontrado en riñón, en las glándulas suprarrenales, tiroides, testículos y ovarios, vesículas seminales, yeyuno, íleon, estómago, hígado, bazo, ganglios linfáticos y corazón. A pesar de ello la sintomatología dependiente del ataque de estos órganos es mínima. Los enfermos de lepra rara vez mueren por complicaciones de la enfermedad, pero sí de enfermedades concomitantes como cardiopatía, diabetes, insuficiencia renal crónica, tuberculosis, cáncer y otras más. 44 Nódulos múltiples de lepra lepromatosa nodular. Nódulo aislado de lepra lepromatosa nodular. 45 Lepra lepromatosa nodular, numerosos nódulos . Lepra lepromatosa nodular: ausencia de cejas y pestañas (madarosis), destrucción de puente nasal, turgencia del lóbulo de la oreja. 46 Lepra lepromatosa nodular: numerosos micromódulos, eritema conjuntival, disminución de cejas y pestañas, turgencia del lóbulo de la oreja. Lepra lepromatosa nodular, madarosis, nódulos confluentes, lesión de pabellón auricular. 47 Lepra lepromatosa: madarosis, conjuntivitis crónica, nódulos en cara y conjuntivales . Lepra lepromatosa nodular de muy larga evolución: madarosis, lesión de tabique nasal, parálisis de nervio facial bilateral, predomina la atrofia cutánea. 48 Lepra lepromatosa nodular, numerosos nódulos. Parálisis de nervios cubital y radial. Lepra lepromatosa nodular. 49
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