CIN2011 BIOIMPEDANCIA ELECTRICA VECTORIAL (BIVA). APORTACIONES FUTURAS EN NEFROLOGIA. Dr. Secundino Cigarrán Guldrís Servicio de Nefrología. Hospital Da Costa. Burela. Lugo Rafael Vior s/n 27880 Burela. Lugo Mail: [email protected] FUNDAMENTOS DE LA BIVA CIN2011 El conocimiento de la composición corporal (CC), por su implicación biológica, es de capital importancia tanto en la salud como en los procesos crónicos. Las mediciones del peso como parámetro evolutivo no valoran los cambios en el estado de hidratación, ni la variación de la grasa ni la masa magra para cubrir las demandas metabólicas durante la enfermedad y recuperación. La medición de la CC en las últimas décadas ha experimentado una importante progreso tanto en poblaciones sanas como con patologías crónicas permitiendo la cuantificación de los compartimentos corporales a diferentes niveles de definición: desde el modelo simple de 2 compartimentos ( magro vs grasa), a los más sofisticados modelos multi-compartimentales ( molecular cuantificación como nitrógeno corporal, potasio, calcio, fósforo etc). A pesar de estos avances el análisis de la CC se ve limitada al contenido de agua corporal, masa magra, masa grasa y masa ósea mediante bioimpedancia eléctrica (BIA) y dual energy X-ray absorptiometría (DEXA), fundamentalmente porque otras tecnologías son todavía o bien demasiado complejas y caras o bien inexactas1. Las BIA, en sus distintas técnicas, Multifrecuencia (BIA-MF) , espectroscópica (BIS) y vectorial (BIVA), está teniendo una rápida difusión y aceptación por parte de la comunidad científica, como herramienta diagnóstica de los cambios de la CC tanto en enfermedades crónicas como en poblaciones sanas. Descrita y validada por Kushner en 19862, sus grandes ventajas provienen de que es una técnica no invasiva, económicamente rentable, validada y de uso rutinario, comparada con las técnicas de referencia como densitometría ósea (DEXA) ó utilización de isótopos como el Deuterio ó K40 3. Su fundamento se basa en las propiedades que los tejidos tienen de conducción y resistividad al paso de una corriente eléctrica alterna. Una de estas técnicas incluye al bioimpedancia eléctrica vectorial (BIVA) cuyos CIN2011 fundamentos en profundidad van más allá de este editorial y que hace pocos años esta revista le dedicó un editorial, establece la CC a través vectores que relacionan los gráficos derivados de la Resistencia- Reactancia (RXc) relacionando la impedancia corporal a la hidratación corporal sin ecuaciones4-7.. Su interpretación se realiza con un sencillo algoritmo para interpretar la posición y migración del vector RXc en cualquier condición clínica. Detecta cambios en la hidratación tisular menores de 500 cc y su error de medida es 2%, lo cual es comparable a las determinaciones del laboratorio5. La BIA es crucial para la evaluación rutinaria de la CCen pacientes con enfermedades crónicas 7. La BIVA ha sido evaluada recientemente por la Agencia estatal de Evaluación tecnológica (avalia-t) siendo considerada como emergente, consolidada sin impacto ético y herramienta útil en la evaluación del estado de hidratación y nutricional de los pacientes con enfermedad renal crónica8. Los tres parámetros de importancia clínica derivados de la BIVA son el ángulo de fase, el intercambio celular Na-K y la masa celular. El ángulo de fase se obtiene del arcotg de la resistencia y reactancia (Fig1) e indica cambios en la integridad de las membranas celulares y la relación entre el espacio extracelular e intracelular9. Por definición el ángulo de fase tiene una relación positiva con la reactancia y negativa con la resistencia. Angulos de fase bajos sugieren muerte celular o descenso de la integridad celular. Su valor tiene valor pronóstico de supervivencia en diferentes patologías como enfermedad renal crónica, cardiaca y cáncer10-14. En este mismo número Caravaca y cols, aportan una experiencia importante en enfermedad renal crónica avanzada (ERCA), en el que evidencian la importancia del valor del ángulo de fase como parámetro predictivo de supervivencia15. El punto de corte en 5.3º coincide con lo publicado por otros autores en otras patologías16,17. CIN2011 Fig. 1. Relación entre Resistencia (R), Reactancia (Xc) y Ángulo de Fase (Ɵ). El intercambio celular Na-K, constituye un parámetro todavía poco estudiado en la BIVA y que tiene gran relevancia en la monitorización de los estados inflamatorios. Basado en las propiedades bioeléctricas celulares en las que las células se comportan como verdaderos condensadores que almacenan la electricidad a ambos lados de sus membranas, el intercambio Na-K determina el grado de lesión de la membrana celular. Las células tienen importantes propiedades bioeléctricas actuando como transductores ( receptores de membrana), inductores ( receptores de membrana y ADN), condensadores ( células y organelas), resonadores ( membranas y DNA)18. Se correlaciona con parámetros de inflamación, malnutrición y de riesgo cardiovascular 19,20 . Finalmente, el tercer componente es la masa celular, refleja los componentes celulares del organismo implicados en los procesos bioquímicos y metabolismo energético. Constituye la porción celular no grasa de los tejidos tales como músculo esquelético, vísceras, órganos, sangre y cerebro. El estado nutricional, el nivel de actividad y los procesos patológicos alteran la masa celular siendo un biomarcador útil de estos procesos. De ella deriva un importante parámetro como es el Potasio Corporal Total PCT (mmol) = masas celular x 108.6) que corresponde al contenido total de K, de importancia en la evaluación nutricional, especialmente en la sarcopenia que se produce con la edad.21-23. La BIVA informa sobre el estado de hidratación y nutrición en la misma gráfica, y se considera un estado adecuado cuando el vector se sitúa entre los percentiles 50%-75%. BIVA en Enfermedad Renal Crónica (ERC) CIN2011 En el año 2010 se produjeron novedades importantes en el manejo de la ERC con el objetivo de enlentecer la progresión de la enfermedad renal y disminuir el riesgo cardiovascular asociado, como han sido el control de la TA < 130/80 mm Hg en pacientes con proteinuria elevada, de la acidosis y del acido úrico como factor de riesgo cardiovascular e inflamación, usando estatinas y ezetimibe en ERC estadios 3-424. Todas ellas conllevan cambios en la CC. La aplicación de las técnicas para estimar los compartimentos corporales en estos pacientes han cobrado gran importancia debido a que esta población difiere de cualquier otra especialidad en 2 aspectos importantes: en primer lugar por la homeostasis de los fluidos y electrolitos que se ve alterada por la propia enfermedad y en segundo por la alta prevalencia de malnutrición y riesgos cardiovasculares asociados. Caravaca y cols 15, aportan su experiencia en la utilidad de las alteraciones del estado de hidratación, mediante BIS, en pacientes con ERC avanzada estableciendo la relación entre la sobrecarga de volumen y la elevación de la tensión arterial. Además aportan un dato relevante en cuanto al papel del hiperaldosteronismo relacionando el aumento del AE con el índice de excreción Na/K urinario bajo. No cabe duda que usando una herramienta que permite conocer con un bajo porcentaje de error la relación entre hidratación, nutrición e inflamación, nos ayuda a tomar decisiones sobre el uso de fármacos y medidas no farmacológicas. Usando BIVA en nuestra unidad ERC sabemos que la simple medida de reducir la ingesta de sal en nuestros pacientes disminuye el AE en un 5% aproximadamente y nos permite individualizar las pautas de los distintos tipos de diuréticos según la CC evitando los efectos secundarios como la hiperuricemia, deshidratación e hipotensión y los efectos sobre la función renal. Los efectos cardiovasculares y los cambios en la CC se producen en los estadios iniciales de la ERC, aumentando el AT a expensas del AE con descenso del AF, asociado a una CIN2011 25 remodelación cardíaca e hipertrofia del ventriculo izquierdo . El AF disminuye en un 22% respecto a los controles y especialmente sufren estos cambios los pacientes diabéticos, evidenciando un cierto grado de exceso de volumen manifestado por el aumento del AT, AE y disminución de la MC26. En nuestra experiencia, sobre 780 pacientes, se añaden a los cambios descritos, un descenso de la masa muscular y un aumento del Na-K intercambiable lo que sugiere un cierto grado de microinflamación.( S. Cigarrán.datos no publicados). Las diferencias de la CC entre ambos sexos, independientemente de las funciones fisiológicas y culturales, vienen fundamentadas en que la alimentación es diferente, con nutrientes con actividad estrogénica, que aportan una perspectiva diferente a los riesgos cardiovasculares. Los requerimientos energéticos, micronutrientes, aporte vitamínico como B12 o acido fólico son diferentes en ambos sexos. El metabolismo proteico también es diferente, y se hace más evidente en periodos de pubertad y menopausia, junto con el el tipo de alimentación y ejercicio27,28. Evitar la perdida de masa muscular es un objetivo prioritario en estos pacientes con y su monitorización es clave en la prevención de la malnutrición severa29. Además de las medidas antropométricas, la BIVA valora eficazmente la masa muscular una vez que el estado de hidratación se haya normalizado. Asociada a la dinamometría permite una estimación de la fuerza muscular y masa muscular. Por cada 0.5 kg de fuerza aumenta 1 Ohm/m la Reactancia/altura(m) y cada descenso de 1 Ohm/m de la Resistencia/ altura (m) disminuye 0.063 kg de fuerza.30. En nuestra unidad estudiamos 519 pacientes en estadíos 2-5 seguidos con BIVA y dinamometría observando que tanto la fuerza del brazo dominante y no dominante presentan una correlación significativa negativa con edad ( P<0.001), Na-K intercambiable ( P<0.001), Proteina C reactiva ( p<0.040), y positiva con %Magro ( P<0.001), % Músculo (P<0.001), A. Fase ( p<0.001), Albumina CIN2011 sérica ( p<0.001), Prealbúmina ( p<0.001), nPNA ( p<0.001), Alb/creatinina urinaria ( p<0.021) y Testosterona ( p<0.001)31. En nuestra población por cada kg de fuerza varía el músculo en 0.659 kg ó un 4.4%. La correlación entre los parámetros de la BIVA y los marcadores de nutrición, inflamación y riego cardiovascular muestran que el AF, indices AI/AE y Na-K intercambiable se correlacionan con albúmina y Prealbumina, Proteina C Reactiva y fibrinógeno32. La estimación del filtrado glomerular con las fórmulas actuales como MDRD y CKDEPI no tienen en cuenta la CC. Sin embargo, tanto la masa muscular como la masa celular influyen en el filtrado glomerular 33-35. Mediante BIVA y basados en los estudios de validación realizados por C.Donadio utilizando la masa celular, evaluamos 353 pacientes con ERC estadíos 1-5 encontramos una significativa correlación con los métodos actuales y se abre una metodología nueva en la evaluación del filtrado glomerular aunque hacen falta más estudios 36,37 . El sobrepeso y obesidad constituyen un importante problema de salud, y se asocia tanto al desarrollo de ERC como con la progresión de la enfermedad en aquellos que la padecen independientemente de la edad. La coexistencia de diabetes, que es la causa más importante en la actualidad de ERC, aumenta el riesgo de padecer ERC en el doble. Se asocia a carcinoma de células renales, hipertensión, síndrome metabólico, diabetes enfermedad cardiovascular y riesgo de proteinuria38,39. El uso del IMC como parámetro de evaluación y determinación de sobrepeso / obesidad ha sido más que cuestionado por su fuente de error y su pobre exactitud en el diagnóstico de obesidad ha dado paso a otras medidas en donde la BIVA ha cobrado un papel relevante por su fiabilidad. Ha demostrado en pacientes con ERC tener una especificidad del 86%, un valor predictivo positivo del 98% y un valor predictivo negativo del 20%. El error de la técnica con CIN2011 adiposidad elevada es del 9%. 40,41 La variación de la CC con la edad y género tiene una gran importancia ya que no se mantiene estable a lo largo de la vida, observándose mediante BIVA que superando los 50 años se producen cambios de la CC importantes con aumento del porcentaje de grasa, disminución de la masa muscular, aumento del AT, AE y disminución del AF, MC , AI y metabolismo basal, probablemente en relación con los hábitos de vida, donde el sedentarismo tiene un papel relevante 42,43 . Esto es importante por el envejecimiento de nuestros pacientes tanto de ERC como HD, DP y transplante, en los que su CC no puede ser comparada con poblaciones más jóvenes y que supone un importante reto en su manejo, debido a que la sarcopenia constituye el principal cambio corporal de la población anciana y que requiere un amplio estudio 44,45 . La sarcopenia en ancianos se traduce en cambios de la CC detectados mediante BIVA con MC , PCT y AF disminuidas. El estado de hidratación en riesgo de deshidratación, requiere evaluación periódica así como la estimación del filtrado glomerular deberá ser evaluado con cautela por su disminución basal.46-48. Finalmente, el AF ha resultado también predictor de mortalidad en pacientes ancianos hospitalizados, AF de 4.3±1.1º presentan mayor supervivencia.49. BIVA en DIALISIS La diálisis per se produce cambios importantes en la CC , en poco tiempo, No cabe duda que en diálisis es donde más se ha utilizado la bioimpedancia eléctrica en general y la BIVA en particular, como herramienta para evaluar el estado de hidratación y nutrición, al objeto de alcanzar la CC adecuada en la cual los pacientes no presenten síntomas ni complicaciones, controlando los factores implicados en la morbimortalidad, como son la malnutrición, inflamación y riesgo cardiovascular. La producción científica en esta área ha cobrado un gran interés en los últimos años y ha CIN2011 consolidado el uso de la bioimpedancia como herramienta diaria para evaluar los cambios que los pacientes sufren, bien entre tratamientos o durante tratamientos siendo una guía orientativa en la toma de decisiones50. Tanto en DP como HD la principal aplicación de la BIVA es evaluar el estado de hidratación y sus variaciones entre y tras tratamientos. El estado de hidratación es un marcador de evolución, por estar implicado en eventos cardiovasculares. La bioimpedancia ha hecho evolucionar el concepto de ―peso seco‖ hacia una situación más fisiológica o euvolemica y menos arbitraria como peso adecuado o desde el punto de vista académico ―CC adecuada o normal‖. Así, la evaluación del volumen extracelular es factible, y su exceso o defecto es causa de morbi-mortalidad, bien por eventos cardiovasculares como hipertensión en el primer caso o hipotensión, calambres, arritmias y la pérdida de función renal residual en el segundo. La diálisis en cualquiera de sus formas elimina el volumen a expensas del AE, y mantener los pacientes en un estado euvolemico es un reto para los nefrólogos y el uso de la BIVA constituye un excelente complemento51, 52. La consecuencia inmediata ha sido la disminución de los episodios hipotensivos, calambres y fundamentalmente la preservación de la función renal residual. La individualización de la ultrafiltración dentro del concepto de individualización de la prescripción de diálisis y el uso del AT como parámetro a incluir en la adecuación de diálisis hace que las prescripciones sean más eficientes y efectivas 53-55. El Vurea es un componente clave en la determinación del Kt/V calculado a partir del modelo cinético de la urea y empíricamente ha sido usado mediante estimación antropométrica como agua total derivada de la formula de Watson, entre otros. Comparando las diferentes formulas antropométricas (Watson, Hume, Randall, Tzamaloucas y Chertow) y el AT estimada mediante BIVA, con el modelo cinético de la urea, el volumen estimado mediante antropometría arrojó una CIN2011 sobreestimación de 8 litros mientras que la BIVA infraestimó en 4 litros, resultando ésta más exacta. Estudios desarrollados en nuestro país mostraron resultados similares 56-58. El estado de hidratación de las dos técnicas dialíticas, evaluado por BIVA, ha evidenciado que los pacientes en DP presentan un mayor porcentaje de AT comparado a los de HD de forma significativa y éstos más deshidratados que los de DP. La proporción de hipertensos volumen dependiente es mayor en los pacientes en DP, pero no de forma significativa53. Alcanzar el estado de euvolemia en pacientes en DP constituye un reto para los nefrólogos. Usando el índice AE/AT, una reciente publicación sugirió el estado de hidratación era similar en los pacientes en DP que los pacientes en HD prediálisis. Los niveles de péptidos natriuretico atrial (PNA) eran similares en los pacientes en DP y HD post diálisis, a pesar de haber mejorado su índice AE/AT, sugiriendo que la compartimentalización del exceso de volumen era diferente en las distintas técnicas59. Con la introducción de la icodextrina y la expansión del uso de la DPA, especialmente en los altos transportadores, se encontró que el estado de hidratación no es tan diferente entre ambas modalidades, estimando que un 25% de los pacientes en DP y en HD presentan una sobrecarga de volumen. La BIVA ha demostrado ser útil en el establecimiento del estado de hidratación adecuado en 200 pacientes en DPCA de los cuales 149 eran asintomáticos sin edema, y 51 con edema con fóvea debido a sobrecarga de volumen. La medición después de la infusión de 2 L en el abdomen aportó valores similares a los obtenidos con el abdomen en vacío. Los vectores de los pacientes con edema fueron cortos y se desplazaron por debajo del percentil 75% y de forma similar en pacientes en HD realizado 6 años antes.60, 61 La malnutrición ha sido ampliamente documentada como causa de morbi-mortalidad. Y la asociación entre pobre nutrición y evolución ha sido descrita en otros pacientes como enfermos agudos y ancianos. Raramente se asocia malnutrición como causa de CIN2011 mortalidad, siendo asociada a otros factores comorbidos. Es bien conocido que los pacientes que inician diálisis muestran una mejoría del estado nutricional en los 6 primeros meses y aún así casi el 40% presentan malnutrición. La mayoría de los estudios evalúan nutricionalmente los pacientes con los niveles de albúmina sérica, siendo considerada el más poderoso indicador de mortalidad, evidenciando que los pacientes con niveles <3.5 gr/L tienen el doble de mortalidad que con niveles >4 gr/L62. Similar a la albúmina, la prealbúmina es considerada con un valor predictivo de evolución en un amplio tipo de poblaciones incluida la población en diálisis63, 64. La hipoalbuminemia ha sido asociada a estados de exceso de AE tanto en pacientes en HD como DP y a factores comorbidos, medidos con BIVA65, 66. La malnutrición tiene alta prevalencia en DP como HD, similar en ambas técnicas, aunque algún estudio ha reseñado una mayor prevalencia en DP que se estima en un 34% y la evidencia de un estado nutricional inadecuado ha sido referenciada en estudios utilizando distintos métodos.67,68 La BIVA tiene una excelente correlación con albumina, nPNA y Kt/V en HD, siendo el AP y la MC el marcador más importante en la supervivencia de los pacientes en ambas técnicas 69-73 . La inflamación constituye otra situación que modifica de forma importante la CC, consistente en disminución de la masa muscular, aumento del AE, intercambio Na-K, cambios que se observan en ambas técnicas determinados mediante BIVA, comparadas con voluntarios sanos.74 De ello se puede deducir que apoyándose en la BIVA se pueden tomar medidas preventivas y diagnósticas para conseguir una adecuada CC y por ende de la hipertensión comparada con la evaluación clínica. El concepto de malnutrición puede evolucionar con la inclusión de parámetros derivados de la BIVA como el AF, PCT, MC en combinación con los marcadores bioquímicos permitiendo discriminar malnutrición-inflamación del estado de exceso de volumen de CIN2011 75 otra causa . Aunque la obesidad confiere un incremento riego de mortalidad en la población en general, los estudios observacionales en pacientes en diálisis demostraron lo contrario76. El tejido adiposo es un órgano complejo con funciones que van más allá del mero almacenamiento energético. Sin embargo, en los pacientes en diálisis, la obesidad no puede ser solamente estimada por el índice de masa corporal, ya que éste no discrimina entre la masa muscular y tejido adiposo. Los investigadores han demostrado que el efecto protector del alto índice de masa corporal es conferido por la cantidad de músculo pero no por el tejido adiposo29. Recientemente, los mismos autores refieren la importancia en discriminar los dos componentes y que mediante BIVA los que tienen mayor proporción de músculo evidencian, mayor masa celular, AF, AI y metabolismo basal mayor que en los que predomina el tejido graso > 35%. Estas variaciones van unidas a un aumento de la ingesta energética, disminución de la ingesta proteica y con ello un mayor riesgo de eventos cardiovasculares77-79. El propio procedimiento dialítico induce cambios en la CC. La HD y DP per se tienen efectos metabólicos importantes. Analizado el balance nitrogenado en pacientes hemodializados se mostró que tienen un nPNA mayor los días que se dializan. DP es un procedimiento catabólico proteico primariamente porque las pérdidas de proteínas y amino ácidos se realizan a través del efluente peritoneal La HD lo hace mediante el aumento del catabolismo proteico que incluye la pérdida de amino ácidos en el líquido de diálisis y por la proteolisis inducida por las citoquinas activadas por las membranas y líquidos de diálisis no ultrapuros. Las consecuencias del proceso son inequívocas, con el resultado de un aumento del gasto energético en un 10%, un 133% de la proteolisis de las proteínas musculares. El sustrato de oxidación se ve alterado con disminución de los carbohidratos y aceleración de la oxidación de los lípidos y amino ácidos 80-82 . Dado que el músculo constituye la fuente CIN2011 energética de nuestro organismo, su integridad debe ser un objetivo a mantener ya que influye en la calidad de vida de nuestros pacientes en HD, y por tanto una evaluación rutinaria del porcentaje y cantidad de músculo, así como metabolismo basal, permitirá prevenir al desgaste proteico-calórico83. El desgaste del compartimento magro es un marcador de evolución tanto en pacientes con enfermedades crónicas como en diálisis. Medidas preventivas como suplementos orales nutricionales y/ó nutrición parenteral intradiálisis están siendo utilizadas con diferentes resultados84, 85. Finalmente también la duración y frecuencia del procedimiento HD tiene influencia en la CC evaluada con BIVA, publicado recientemente, en que los pacientes con sesiones de 8 horas mostraron un significativo aumento de la reactancia , siendo atribuido a que los cambios en los fluidos corporales con índices de ultrafiltración horaria más baja son menos intensos y más progresivos, permitiendo un relleno vascular más eficiente por el paso de líquido desde el espacio intersticial a los vasos86. BIVA en TRASPLANTE RENAL El transplante renal constituye el tratamiento de elección en los pacientes con ERC, subsidiarios de recibir un injerto renal y son escasas las publicaciones incidiendo sobre el análisis de la CC . La mayoría de los pacientes, a pesar de tener un injerto funcionante, no alcanzan la función de los dos riñones nativos y en un alto porcentaje la función del injerto va declinando lenta y progresivamente hacia la ERCA. Como consecuencia presentarán las complicaciones, de la población en general junto con las de la ERC y las derivadas del tratamiento inmunosupresor. Poco se conoce sobre la asociación entre el estado nutricional y la morbi-mortalidad en los pacientes trasplantados renales. Estos pacientes parecen tener niveles de albúmina sérica disminuidos y de masa magra, especialmente en los estadios iniciales del trasplante. Sin embargo, no hay datos publicados que evalúen el poder predictivo de la CIN2011 malnutrición sobre la evolución del injerto o del paciente. Es importante tener en cuenta que contrariamente a lo descrito en los pacientes en diálisis un alto IMC se asocia directamente con más ingresos y alta mortalidad, lo que parece indicar que la recuperación ó perdida de la función renal tiene influencia diferente sobre cómo el tejido adiposo ejerce sus efectos metabólicos. La obesidad también afecta a los pacientes trasplantados, por lo que el consejo dietético y el seguimiento de la CC son relevantes. La obesidad post-trasplante se asocia a importantes complicaciones como hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedad coronaria y dislipemia que incrementan la morbi-mortalidad después del trasplante. La definición de obesidad recientemente modificada por la Sociedad Internacional de Obesidad, considera obesidad cuando el porcentaje de grasa supera el 25% en los varones y 30% en las mujeres. La obesidad en los trasplantados (obesos y no obesos previos) es frecuente y multifactorial, incluyendo la hiperfagia inducida por los corticoides, ausencia de actividad física, predisposición genética, corrección de la uremia, edad, género y raza 8790 . El análisis de la CC en los pacientes transplantados mediante BIVA está despertando un interés creciente por la importancia en la selección de los candidatos, evolución y manejo de fármacos.91,92. La malnutrición-inflamación, reconocida como síndrome MIA, se asocia a la progresiva pérdida de función del injerto, respuesta inmune frente al injerto y los episodios de rechazo. Este síndrome ha sido recientemente protocolizado con un sistema de evaluación validado de forma similar a los pacientes con ERC y diálisis ya que produce cambios en la CC, especialmente pérdida de masa muscular93, 94. Comparada la CC, mediante BIVA, de los pacientes transplantados con población sana de referencia, los pacientes sin deterioro inicial de la función renal ( 1 mes post transplante) muestran una composición similar a la población de referencia, mientras CIN2011 2 que los que se encuentran en estadios iniciales de ERC ( < 75 ml/min/m ) evidenciaron cambios de la CC consistentes en aumento del AE, disminución del AI , menor AF, aumento del Na-K intercambiable, hallazgos coincidentes con los cambios de la CC que se ven en la ERC 95-98. El género tiene diferencias especialmente en el pre-transplante e influye en la evolución en los 3 primeros meses post transplante. Comparados con una población de referencia sana, los varones transplantados evidenciaron pre transplante valores de resistencia, reactancia, masa celular más elevados y menor AE consistente con estado de depleción mayor que la población sana. Sin embargo, a los 3 meses del transplante su única diferencia es un mayor AE y AT respecto a los controles. No hay diferencia en el grupo de las mujeres transplantadas99. Con los datos disponibles sobre la importancia del análisis de la CC en los pacientes transplantados, la estratificación de los riesgos y la potenciación de la salud son retos futuros en los que la BIVA puede ser una herramienta útil en la valoración y monitorización. BIVA en INSUFIENCIA CARDIACA (IC) Y SINDROME CARDIORENAL (SCR) La prevalencia de IC crónica sintomática supone un 2% de las personas mayores de 45 años siendo la causa más importante de hospitalización en las personas mayores de 65 años. La IC constituye un problema de salud pública y el intento de mejorar el manejo de estos pacientes complicados, las interacciones entre el riñón y corazón han conformado un área de considerable interés. La presencia de enfermedad renal en pacientes con normal o baja fracción de eyección es común así como en pacientes con o sin sintomatología. La alteración renal juega un importante papel en la progresión de la enfermedad cardíaca y constituye un factor de riesgo independiente en la mortalidad y CIN2011 morbilidad en pacientes con IC 100-102 . La interdependencia entre el corazón y riñón ha sido recientemente redefinida como síndrome cardiorenal (SCR) 103 . Aunque su mecanismo no es bien conocido, se sabe que el deterioro de la función cardíaca causa un descenso de la perfusión tisular afectando de forma adversa al riñón, explicando algunos de los aspectos implicados en el SCR, pero no todos, siendo su mecanismo bastante más complejo104. La validación de la BIVA en HD permite una aplicación directa en los pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva (ICC). De forma similar a lo que sucede a los pacientes en HD, ICC se caracteriza por una sobrecarga de volumen de forma cíclica (pulmonar y periférica) y su eliminación (diuréticos, Ultrafiltración). A pesar de la buena respuesta a las medidas médicas, la alta incidencia de reingresos por la misma causa indica que los criterios de alta se correlacionan pobremente con la estabilización clínica. La ausencia de marcadores fiables y la imposibilidad de utilizar radioisótopos como medida exacta del volumen, hace que la BIVA pueda cubrir los requisitos para evaluar de forma eficaz los volúmenes en los pacientes con ICC y SCR. El uso de la BIVA para evaluar el fallo cardíaco ha sido examinado en el contexto de la medición del stress miocárdico. En un estudio prospectivo combinando BIVA y BNP, en 292 pacientes disneicos, el 58.2% presentaban descompensación cardíaca aguda, mostrando valores significativamente más altos de BNP y vectores cortos en BIVA con valores predictores aislados ó asociados a BNP, respecto a los que no manifestaban fallo cardíaco agudo, con lo que la combinación de BIVA y BNP puede resultar útil en el manejo de los pacientes con disnea. La combinación de BIVA y Pro-BNP discrimina la disnea de origen cardiaco de la que no lo es, mejorando la rapidez y exactitud del diagnostico.105,106 El seguimiento de pacientes cardiópatas, de forma ambulatoria, puede beneficiarse del CIN2011 uso de la BIVA al objeto de monitorizar el tratamiento diurético, evaluando en cada visita la CC. Con este seguimiento se redujo en un 35% los reingresos y con ello una reducción de costes de tratamiento 14,107,108. Las alternativas terapéuticas con DP ó HD en el SCR, al objeto de mantener la estabilidad hemodinámica y un buen control del volumen y del estado nutricional, abren una puerta al uso de la BIVA al objeto de evaluar la CC junto con los marcadores de riesgo cardiovascular 109, 110. BIVA en el ENFERMO CRÍTICO La determinación de la cantidad de fluidos corporales en el enfermo crítico ni es práctico ni posible. En estos pacientes la presión venosa central se utiliza para evaluar la infusión de soluciones. Se observa que los valores bajos indican hipovolemia verdadera o relativa, una vez que la presión negativa intratorácica ha sido excluida. Por el contrario, altos valores de la presión venosa central indican hipervolemia o sobrecarga de volumen. La BIVA demostró ser til como indicador del estado de hidratación comparada con la presión venosa central, resultando que ambos componentes del vector fueron significativamente y de forma linear e inversamente correlacionados con los valores de la presión venosa central. Un aumento de la presión venosa central correspondió con un acortamiento del vector y su desplazamiento hacia la parte baja de la elipse, por debajo del polo inferior del percentil 75. Por el contrario, situaciones de depleción se asocian con vectores largos, por encima del polo superior del percentil 75. Combinando los parámetros de hidratación tisular y la BIVA el aporte de fluidos en los pacientes críticos es más exacto, especialmente en aquellos que presentan una presión venosa central baja111. En los pacientes quirúrgicos permite la monitorización hemodinámica durante la anestesia, facilitando un control más exacto de la fluidoterapia CIN2011 y del soporte nutricional postoperatorio 112 . Los pacientes con fallo multiorgánico con terapias continuas tratados en las unidades de enfermos críticos, la monitorización del estado nutricional y de hidratación, especialmente del espacio extracelular, la utilización de la BIVA en combinación con los marcadores séricos permite un manejo más riguroso de la CC y evolución de este tipo de pacientes113. En el cuadro séptico tratado con Drotrecogin alfa ( Xigris®), el intercambio Na-K y AF constituyen los parámetros predictores de evolución en las primeras 24 horas. En varias series, en las que incluyeron más de 30 pacientes con sepsis el AF >4º al ingreso se correlacionó significativamente con la supervivencia114 . Los pacientes con esta patología además pierden aproximadamente entre un 15-20% de proteínas y potasio que provienen del músculo y como consecuencia disminuye el AI, junto con el contenido total de potasio (PCT), aumentando con ello el AT y el AE, con ello la BIVA permite actuar de forma precoz monitorizando la masa celular y aportando la nutrición adecuada al objeto de preservar la fuente energético-metabólica que es el músculo115. La masa magra es un importante determinante de la actividad metabólica y funciona como un reservorio de aminoácidos durante la respuesta al stress. La pérdida de masa celular se correlaciona con alteraciones de las funciones fisiológicas y con la supervivencia116. Consecuentemente, la evaluación de la CC tiene una importancia clínica e investigación en el enfermo crítico. En estos pacientes la masa celular es más adecuada que la masa magra, como índice de masa tisular metabólicamente activa, debido a que esta última incluye el AE que a menudo es muy fluctuante especialmente en los sometidos a terapias continuas mientras que la primera incluye solamente el AI. BIVA en EMBARAZO DE RIESGO Uno de los aspectos importantes del análisis de la CC, es analizar las situaciones fisiológicas siendo una de ellas por su importancia, los cambios producidos durante el ciclo menstrual. Las fluctuaciones importantes del peso y de la CC mediante durante el ciclo menstrual han sido objeto de 2 estudios con BIVA, en mujeres que no tomaban anticonceptivos orales, evidenciaron cambios significativos en al CC, especialmente en la hidratación, en el periodo premenstrual de hasta 2 litros en el agua total117. Es importante conocer la sincronía menstrual entre aquellas mujeres que conviven en lugares de trabajo o en colegios, consistente en la normalización de los ciclos y su aparición simultanea118. Durante el embarazo la CC de la mujer sufre cambios de adaptación intensos entre los cuales el aumento del peso es muy significativo. La contribución relativa de cada componente corporal al aumento de peso no ha sido del todo aclarada, lo que justifica su estudio con métodos no invasivos y seguros como la BIVA. En el embarazo normal se produce un incremento del agua total a expensas del agua extracelular, especialmente en los 2 últimos trimestres. El agua intracelular aumenta alcanzando el máximo porcentaje al final del tercer trimestre. Tales alteraciones pueden ser explicadas por la retención de agua en algunos tejidos como mama y pelvis, al objeto de facilitar el trabajo del parto y el puerperio. Por ello, la monitorización de la CC durante el embarazo aporta relevante información sobre la calidad de la adaptación maternal a la situación fisiológica. El agua corporal se relaciona con el volumen plasmático, la BIVA nos aporta de forma directa y por tanto de alto valor clínico, las variaciones de la CC permitiendo su monitorización a lo largo del embarazo. (Fig. 2). CIN2011 CIN2011 Figura 2 Monitorización de la composición corporal en embarazo de riesgo La BIVA permite la detección precoz del aumento del agua total y su distribución antes de que se evidencie clínicamente. El aumento tanto del agua intracelular y extracelular se evidencian en mujeres que desarrollan hipertensión gestacional, según algunos autores y que el uso de nifedipina restablece la distribución del agua corporal total119. Pocos estudios se han publicado utilizando BIVA en el embarazo en mujeres con preclampsia, una patología que constituye una causa importante de mortalidad maternal. En nuestra unidad seguimos a 10 embarazas con riesgo de preclampsia, bien porque la hayan desarrollado en embarazos anteriores o con hipertensión antes del embarazo, observando que una vez controlada la tensión arterial, evidenciamos cambios en la CC en el sentido que han descrito otros autores, disminuyendo la resistencia y reactancia, sin embargo a partir del 6º mes de gestación observamos cambios en la CC de normalización hacia la CC basal así como la tensión arterial y la proteinuria medida con la muestra urinaria de primera hora albúmina/creatinina ( MG//gr. crea)( S. Cigarrán datos no publicados). Interesante, la publicación reciente del grupo de Sao Paulo, que ha comparado el seguimiento con BIVA en 23 embarazos en mujeres con preclampsia con 22 embarazos en mujeres sanas, observando un aumento del volumen del agua total, agua extracelular y aumento del índice de resistencia ( talla2 (cm)/ resistencia Ohm) en el grupo de preclampsia. Los autores atribuyen estos cambios a la retención hidrosalina debida a la vasoconstricción generalizada, incremento de la permeabilidad capilar y disminución de la excreción de sodio120. La BIVA constituye, por su inocuidad, una herramienta de gran valor en la CIN2011 monitorización y estudio de las variaciones de la CC tanto en los cambios del ciclo menstrual, embarazo normal y de riesgo. CONCLUSIONES 1- BIVA constituye una herramienta de gran valor clínico por su inocuidad, fácil uso, bajo coste y exactitud. 2- La monitorización de la composición corporal en ERC, Diálisis y Transplante previene cambios patológicos en el estado de nutrición, inflamación y riesgo cardiovascular. 3- Los parámetros derivados de la BIVA han demostrado su validez en la predicción de mortalidad, siendo el Angulo de Fase el más relevante. 4- El concepto peso seco, cambia a composición corporal adecuada o euvolémica. 5- Se abren líneas futuras de aplicación de la BIVA en situaciones poco conocidas como la Insuficiencia Cardíaca, Síndrome cardiorenal, enfermo crítico y embarazo de riesgo. BIBLIOGRAFIA 1. Pichard C, Genton L, Joillet P. Measuring body composition: a landmark of quality control for nutritional support services. Curr. Opin.in Clinical Nutr.& Metabolic Care 2000; 3: 281-284. 2. Kushner RF, Schoeller DA. Estimation of total body water by bioelectrical impedance analysis. 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