48 LATERCERA Sábado 17 de enero de 2015 Mundo Amenaza yihadista en Europa COLUMNA Al Qaeda versus el Estado islámico Por Alvaro Vargas Llosa L A reivindicación formal por parte del vocero e ideólogo de la rama yemení de Al Qaeda, Nasser bin Alí al Ansi, del atentado contra Charlie Hebdo confirma que esta operación tenía un objetivo “doméstico” tan o más importante que el de golpear a Occidente. La organización fundada por Osama bin Laden está en una carrera desesperada para evitar que el Estado Islámico de Abu Bakr al Baghdadi se consolide como nuevo líder del yihadismo. El Estado Islámico formaba parte de Al Qaeda hasta que, a inicios de 2014, desobedeciendo la orden de abandonar Siria que le había dado Ayman al Zawahiri, el jefe máximo y sucesor de Bin Laden al que nunca se ha podido atrapar, decidió montar tienda aparte. Desde entonces, todo han sido éxitos para el Estado Islámico y fracasos para Al Qaeda, que veía cómo el grupo escindido alcanzaba notoriedad, financiamiento y capacidad de reclutamiento gracias a su conquista de territorios sirios e iraquíes. Numerosos musulmanes viajaron desde Europa y otras partes a enrolarse a órdenes del nuevo “emir”, Al Baghdadi, que proclamó su califato. El Estado Islámico desafió abiertamente a Al Qaeda en sus territorios, especialmente el sur de Yemen, donde opera una de las ramas más poderosas de la organización fundada por Bin Laden. Al Qaeda de la Península Arábiga es, junto con las ramas argelina, afgana y paquistaní, un pilar de Al Qaeda. El Estado Islámico logró la adhesión de un grupo yihadista en Yemen este año, lo que le permitió consolidarse como rival directo de Al Qaeda allí mismo. Al Baghdadi decretó que esa zona era parte de su califato. Todo esto explica una buena parte de lo que ocurrido en París hace algunos días. Desde el primer momento los terroristas de París reivindicaron a la rama yemení de Al Qaeda y declararon su vinculación, confesando que uno de los líderes, Anwar al Awlaki, muerto en un ataque con drones en 2011, fue quien los entrenó y financió en su día. Que esta semana al vocero de la rama yemení, Al Ansi, haya reivindicado oficialmente el atentado citando al jefe de su grupo, Nasir Al Wuhayshi, así como al líder de toda Al Qaeda, Al Zawahiri, como cerebros de la operación es una forma de retomar el mando de la yihad universal de manos de Al Baghdadi. Pretenden neutralizar el magneto de hombres y dólares en que se ha convertido el Estado Islámico y potenciar el reclutamiento y financiamiento de Al Qaeda. Que haya luchas intestinas entre terroristas no es nuevo ni sorprendente. El terrorismo islámico, no lo olvidemos, ha matado más musulmanes que personas de otras confesiones. Pero que, década y media después de los atentados contra las Torres Gemelas, los herederos de Bin Laden sigan tan vivos y fuertes como para haber desatado entre ellos una competencia mundial por el liderazgo de la yihad es una noticia muy deprimente. Dicho esto, tampoco puede descartarse que hagan alianzas circunstanciales cuando el momento lo aconseje. De hecho, no han sido muchos los enfrentamientos armados hasta ahora: algunos ha habido en Siria, pero nada muy sostenido. Recordemos, por ejemplo, que los operadores que atentaron contra Charlie Hebdo tenían relación con el terrorista que atentó contra el supermercado judío en París, quien era leal al Estado Islámico. La conclusión, en cualquier caso, es que lo de París no fue un acto solitario por parte de espontáneos que se declaraban fieles a una organización difusa y más simbólica que real, sino un nuevo capítulo de la pugna entre organizaciones fuertes, vivas y terriblemente peligrosas. Todavía. Escritor y periodista peruano. RR Un operativo ayer en Verviers, Bélgica. FOTO: AFP Alemania, Francia y Bélgica capturan a 27 supuestos yihadistas Natalia Rivero Durante los últimos tres días, las autoridades europeas han realizado una verdadera cacería a presuntos miembros de grupos radicales islámicos. El mayor operativo policial comenzó la tarde del jueves en Bélgica, que interceptó a un grupo de sospechosos, dejando dos muertos y un herido en un enfrentamiento, y continuó ayer con una serie de allanamientos ocurridos en otras ciudades belgas, pero también en Alemania y Francia. Las acciones policiales en estos tres países terminaron ayer con la captura de 27 personas supuestamente ligadas al yihadismo. Las autoridades belgas finalizaron sus pesquisas en la madrugada, con la detención de 13 personas que pretendían “matar policías”, como señaló Eric van der Sijpt, portavoz de la fiscalía federal belga. Al mismo tiempo, en Berlín, uniformados alemanes arrestaron a dos ciudadanos turcos que fueron vinculados al Estado Islámico (EI) en medio de 11 allanamientos. De acuerdo con el semanario Der Spiegel, los sospechosos habrían tenido la intención de atacar estaciones de ferrocarril en Berlín y Dresden. A su vez, en París, las autoridades detuvieron a 12 individuos acusados de dar “apoyo logístico” a los terroristas abatidos el viernes de la semana pasada, según el canal francés I-Télé. Europa ha elevado las medidas de seguridad frente a la amenaza yihadista. Bélgica, incluirá la posibilidad de recurrir al Ejército y Francia actuará de “manera implacable”, como dijo el premier Manuel Valls.b
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