Iglesia en el mundo 9 11 enero 2015 Análisis Cuba: una ventana a la esperanza En 1998, en un viaje histórico, Juan Pablo II exclamaba ante Fidel Castro en La Habana: «Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba.» Esas palabras resonaron el pasado 17 de diciembre con más fuerza, cuando se transmitió la primicia: Estados Unidos y Cuba decidían de común acuerdo acabar con más de cincuenta años de aislamiento. Tratándose de vecinos, y uno de ellos la primera potencia mundial, es el primer paso hacia la apertura. La comunicación simultánea de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, desde sus respectivos territorios, cogió por sorpresa a muchos, aunque el acontecimiento venía gestándose desde hacía tiempo en secreto. Ambos líderes agradecieron explícitamente el papel facilitador jugado por el papa Francisco en las negociaciones previas. Como signo de distensión, ambos países intercambiaron presos. Pero la importancia del acuerdo va más allá del momento simbólico porque abre una ventana esencial para el futuro de Cuba y relevante para la política exterior de Estados Unidos. He aquí algunas claves: 1. El hundimiento del bloque comunista y la fragilidad del estado caribeño hacen que éste no represente para Estados Unidos el riesgo en términos de seguridad que supuso durante la Guerra Fría. Para Cuba, el debilitamiento de sus aliados tradicionales, mucho más alejados geográficamente, hace que tenga que buscar una política de entendimiento con su vecino más cercano. 2. Como el propio Obama ha reconocido, el bloqueo decretado por el gobierno norteamericano no ha dado el resultado esperado medio siglo después: favorecer la democracia en Cuba. Hay que buscar pues otros métodos no basados en la coacción unilateral sino en la cooperación La Iglesia ha actuado como fermento de esperanza, a menudo silenciada y con dificultades. Puede seguir propiciando espacios de diálogo y reconciliación, atenta a la justicia social Alfons Calderón Cristianismo y Justicia bilateral, que no la lleven al colapso, perjudicial para todos. 3. El restablecimiento de relaciones diplomáticas que comportará la inauguración de embajadas respectivas llevará a una cooperación en materias como emigración, viajes, salud, lucha contra el narcotráfico o desarrollo. No faltarán obstáculos. En primer lugar, el levantamiento del embargo comercial, que depende todavía del Congreso de Estados Unidos. Pero también la oposición de los grupos más extremos que intentarán mantener el status quo actual. 4. El acuerdo podría incentivar la transformación progresiva del país caribeño, degradado por la falta de recursos y la corrupción. El mayor reto radica en la mejora del nivel de vida de los cubanos, castigados tanto por el cierre impuesto como por la rigidez del modelo. El gobierno cubano ya velará para que no se propicie un neocolonialismo por parte del gigante nortemaricano. 5. El papel de la Iglesia no ha sido casual ni esporádico. Tampoco nada fácil. Tolerada pero limitada en su misión por el régimen comunista, ha actuado como fermento de esperanza, a menudo silenciada y con dificultades. Puede seguir propiciando espacios de diálogo y reconciliación, atenta a la justicia social, y evitar así derivas que podrían ser muy perniciosas para el pueblo cubano. ¿Representa este hito el inicio de una transición en Cuba? El tiempo, que podría ser largo, lo dirá. En todo caso, que sea en libertad y concordia. Suscribiros Deseo suscribirme al semanario Catalunya Cristiana durante un año (52 números) Nombre Apellidos Dirección Población DP Tel. Nif C/e: Edición papel 135€ Edición digital 90€ Edición en catalán Edición en castellano Forma de pago Único pago por año Dos pagos semestrales Cheque nominativo que adjunto Domiciliación bancaria (rellenar orden adjunta)
© Copyright 2024