cine-club chaplin cuenca

CINE-CLUB CHAPLIN
CUENCA
UNA NOCHE EN EL SALÓN, de Charles Chaplin.
TEMPORADA XLIV: 2014-2015
PROGRAMACIÓN
PRIMER TRIMESTRE 2015
Sesiones del Cine-Club
Las sesiones del Cine-Club Chaplin se celebran en Multicines
Odeón Cuenca (Sala Cinco), todos los miércoles de la temporada, de octubre
a junio. Estas proyecciones están reservadas a socios de Cine-Club, exclusivamente. Para poder acceder, es imprescindible presentar el carnet de socio y la
tarjeta anual correspondiente. Rogamos la máxima colaboración de todos los
socios para evitar situaciones molestas.
Cada miércoles se ofrecen tres sesiones, que comenzarán puntualmente a las 17, 19,30 y 22 horas. La proyección incluye un cortometraje y un
largometraje que se ofrecen de manera ininterrumpida.
Este trimestre, la sesión que debería corresponder al 28 de enero se
traslada al día 29, por ser aquel festivo en Cuenca.
En las sesiones del 25 de febrero y 18 de marzo no se proyectará
cortometraje a causa de la larga duración de las películas.
Socios del Cine-Club
Para ingresar en el Cine-Club Chaplin se requiere ser mayor de
edad (18 años) y cumplir las obligaciones sociales.
La inscripción quedará formalizada mediante el abono de una cuota
de ingreso de 12 euros.
La cuota anual es de 55 euros, pagaderos por adelantado al inicio
de la temporada, bien mediante la domiciliación bancaria o mediante cobro a
domicilio. Una vez abonada la cuota, el socio obtendrá la tarjeta numerada con
la que podrá acceder a las sesiones semanales.
El impago de la cuota durante los primeros 15 días de la temporada
presupone la renuncia del socio a continuar ejerciendo sus derechos y, por
tanto, se producirá la baja inmediata en el Cine-Club.
Recomendaciones
Las sesiones del Cine-Club deberían tener un carácter especial en
el cuidado de algunos detalles, tales como el silencio que debe mantenerse
durante las proyecciones, el respeto a la proyección íntegra (incluyendo los títulos de crédito finales, la audición total de la banda sonora, etc.), evitar comer
palomitas y otros elementos afines, no hacer en voz alta ruidos o comentarios
que puedan molestar al resto de espectadores, etc.
El cortometraje forma parte de la sesión íntegra y merece todo los
respetos por lo que no es de recibo utilizar esos minutos para incorporarse a
la proyección con retraso.
Por ello se ruega la máxima puntualidad y una total colaboración
para evitar molestias a los socios que sí ocupan su butaca antes de que se
apaguen las luces.
Teniendo en cuenta la capacidad de la sala y la afluencia media de
socios a las sesiones, rogamos que se ocupen todas las butacas, no dejando
algunas vacías y menos aún ocupándolas para dejar bolsos, abrigos, etc.
EL CINE-CLUB, EN LA WEB
Puedes encontrar información sobre el Cine-Club, la programación
actualizada y la relación histórica de todas las películas proyectadas desde la
primera sesión en:
www.chaplincineclub.wordpress.com
Si deseas recibir información personalizada sobre el Cine-Club entréganos tu dirección de correo electrónico y te la enviaremos semanalmente.
7 de enero 2015
Sesión número 1473
LOS FENÓMENOS
Nacionalidad: España.
Director: Alfonso Zarauza
(2014). Producción: Maruxiña
Film Company, Zirco Zine.
Guión: Alfonso Zarauza y
Jaione Camborda. Fotografía:
Alberto Díaz. Música: Pili
Sanz.
Actores: Lola Dueñas
(Neneta), Luis Tosar (Lobo),
Juan Carlos Vellido (Furón),
Miguel de Lira, Antonio
Durán “Morris”, Xosé
Antonio Touriñán, Federico
Pérez Rey, Marcos Javier
Fernández Eimil, Farruco
Castromán, Xulio Abonjo
Duración: 99 minutos
Neneta vive en una furgoneta desde hace tres años en la costa
de Almería y ve cómo su pareja, ‘Lobo’, desaparece justo el día
en que iba a empezar a trabajar. Recoge el campamento y regresa con su bebé a su pueblo natal, en Galicia. Allí todo son dificultades hasta que consigue un puesto de peón en la construcción. Sufre la dureza del trabajo y el hecho de ser mujer en un
oficio de hombres, pero consigue sobreponerse con coraje; pronto, su cuadrilla empieza a destacar entre las demás por su capacidad para levantar metros cuadrados construidos.
Alfonso Zarauza es un director y escritor, titulado como
Técnico superior de producciones audiovisuales en el EIS
Someso, con una todavía corta experiencia cinematográfica, que ha ido asentando con incursiones en el medio televisivo y en actividades vinculadas a la producción. En
el primer caso, participó en las grabaciones de varios episodios de la serie O nordes, para la TV gallega (2009) o en
la dirección del programa Encallados (2013), tras haberse
iniciado como realizador con el corto ¡Aproba! (1995). En
el segundo aspecto, participó en el equipo de producción
de Un rey en La Habana (2005) y El hombre de arena (2007).
Como director, esta es su segunda película, ya que debutó tras la cámara con La noche que dejó de llover (2008) sin
olvidar su responsabilidad en el documental El viaje de los
Chévere (2014). A lo largo de esa trayectoria, su trabajo ha
sido reconocido con diversos premios, como el de mejor
guión en el festival de Cine Latino de Los Ángeles, por La
noche que dejó de llover, título también premiado como mejor director en el festival de Viña del Mar. En los premios
Mestre Mateo, de la Academia Gallega del Audiovisual,
esta película también recibió los premios al mejor guión y
mejor director. Ahora, Zarauza afronta su segundo largometraje y lo hace mediante una incursión abierta y sin red
protectora en el tejido social de la España contemporánea,
ese que de manera tan escasa, por no decir nula, encuentra reflejo en las pantallas cinematográficas de este país,
en el que parece que, a estos efectos, no ha habido crisis,
ni del ladrillo ni de ninguna otra, ni corrupción o secuelas parecidas. Esa temática, que forma parte de la situación cotidiana nacional a todos los niveles, aparece por
fin en una película sin que en ella se disimule ninguno de
los elementos que la integran, desde la pésima y apresurada construcción de bloques de viviendas hasta la explotación de emigrantes sin papeles ni contratos o el territorio resbaladizo de los préstamos bancarios a los amigos.
Todo está ahí y, sobre todo, están los seres humanos atrapados por un sistema perverso, sostenido y consentido
durante décadas, hasta que el estropicio vino a hundirlo
arrastrando con él a muchos sinvergüenzas pero también
a un considerable número de inocentes perdedores. La
crítica encuentra algunos desequilibrios narrativos y formales en esta muy bien intencionada película que afronta sin tapujos ni disimulos los elementos esenciales de la
crisis, con el apoyo inconmensurable de un excelente cuadro de actores, encabezados por Lola Dueñas, espléndida en su papel.
14 de enero 2015
Sesión número 1474
LA SEÑORITA JULIA
Título original: Miss Julie.
Nacionalidad: Noruega,
Reino Unido. Directora: Liv
Ullmann (2014). Producción:
Wild Bunch / Maipo Film
/ The Apocalypse Films
Company / Media House
Capital. Productores:
Oliver Dungey, Teun
Hilte, Synnove Horsdal.
Guión: Liv Ullman, según
la obra teatral de August
Strindberg. Fotografía:
Mikhail Krichman. Diseño
de producción: Caroline
Amies. Música: Arve
Tellefsen, Havard Gimse,
Truls Mørk. Montaje: Michel
Leszcylowski.
Actores: Jessica Chastain
(Julia), Colin Farrell (John),
Samantha Morton (Kathleen),
Nora McMenamy
Duración: 129 minutos
Versión original con
subtítulos en español
Una noche de verano de 1880 en una mansión del campo irlandés una joven aristócrata y el criado de su padre entablan una
relación íntima. En un ambiente festivo donde creen haber desaparecido las barreras sociales, Julia y John bailan y beben, se seducen y manipulan. Ella, llena de altivez, desea rebajarse; él es
educado, pero basto. A los dos les une un deseo y una repulsión
mutua. En esa intimidad llegan a a hacer planes desesperados y
a soñar con una vida juntos.
En 1951 Alf Sjöberg dirigió La señorita Julia; en 1972, 1986
y 1987 hubo versiones para TV; en 1999 Mike Figgis dirigió otra película, que no llegó a estrenarse en España. En
cambio, es obra de frecuente programación en los teatros
de todo el mundo, como si de esa manera quisiera decirse que es ahí, en los escenarios, donde cobra sentido este
complejo drama que hunde sus raíces en lo más profundo
del corazón humano y se prolonga a través de una densa hojarasca en que, junto a lo esencial, el amor apasionado de dos seres, anidan sentimientos universales y permanentes al amparo del siempre dudoso criterio de que
las clases sociales pueden introducir factores de distorsión más allá de un momento de euforia sensual. Liv Ullmann (Tokyo, 1939) no solo ha sido una enorme actriz y
la favorita de Ingmar Bergman, protagonizando nueve de
las películas firmadas por el director sueco, sino también
su compañera durante 12 años. Formada culturalmente
en Inglaterra, estuvo nominada dos veces al oscar a la mejor interpretación femenina por Los inmigrantes (Jan Troell) y Cara a cara (Ingmar Bergman) y en 1982 decidió pasar a la dirección de películas, que desarrolla de forma
esporádica. De hecho, han pasado 14 años desde su último trabajo como realizadora, Encuentros privados, que vimos en el Cine Club Chaplin el 20-12-2000, produciendo
en nosotros una agradable impresión por la sutileza del
tratamiento y la belleza de la puesta en escena. Al afrontar ahora llevar al cine una obra teatral de conocimiento tan considerable como Señorita Julia se reproduce una
problemática eterna: cómo llevar a un escenario dinámico y cambiante (el cine lo ofrece) un planteamiento pensado para un escenario estático e inamovible, el del teatro. Genios de ambos medios, como Laurence Olivier y
Orson Welles acertaron a hacerlo, pero otros muchos fracasaron. En esta ocasión, Liv Ullman ha encontrado una
pareja de actores de singular atractivo físico, Jessica Chastain, la actriz de moda en Hollywood y Colin Farrell, en
estado de gracia. Con ellos y con las posibilidades expresivas que ofrece el cine actual, Ullman podía haber llevado a cabo una película explosiva, rompedora, verdaderamente cargada del erotismo exacerbado que Strindberg
hizo latir en su obra, entonces condicionada por los criterios del puritanismo dominante pero la directora ha preferido quedar en el papel de espectadora que ofrece, con
pulcritud y belleza el desarrollo de la trama, sin atreverse a entrar de lleno, con todo el apasionamiento posible,
en el núcleo central de la que imaginamos furia amorosa
desbordada entre la señorita Julia y su amante ocasional.
21 de enero 2015
Sesión número 1475
JIMMY’S HALL
Título original: Jimmy’s Hall.
Nacionalidad: Reino Unido,
Irlanda, Francia. Productora:
Rebecca O’Brien. Guión: Paul
Laverty. Fotografía: Robbie
Ryan. Diseño de producción:
Fergus Clegg. Montaje:
Jonathan Morris.
Actores: Barry Ward (Jimmy),
Simone Kirby (Oonagh), Jim
Norton (padre Sheridan),
Francis Magee (Mossie),
Aisling Franciosi (Marie),
Andrew Scott (padre
Seamus), Brian F. O’Byrne
(O’Keefe).
Duración: 109 minutos
Versión original con
subtítulos en español
Tras diez años de exilio en Estados Unidos, Jimmy Gralton regresa en 1932 a Irlanda para ayudar a su madre con la granja
familiar. El país ha cambiado: hay un nuevo gobierno y ahora
todo es posible. Los jóvenes del condado de Leitrim le piden que
vuelva a abrir el “Hall” y Jimmy acepta hacerlo, a pesar de que
no quiere tener problemas con enemigos tradicionales, como la
iglesia o los terratenientes. El “Hall”, un lugar para hablar, bailar o estudiar, vuelve a tener éxito rápidamente. Sin embargo,
la influencia, cada vez mayor, de Jimmy y sus ideas progresistas
no agradan a todo el mundo en el pueblo y las tensiones de antaño surgen nuevamente.
Siempre es reconfortante el reencuentro con el cine de
Ken Loach. Los puristas, que los hay, en esto como en
todo, dirán que ya no tiene la fuerza narrativa ni la considerable carga política de antaño, que su demoledor espíritu crítico, sin concesiones para nadie, se ve ahora amainado, quizá por la edad, que todo lo suaviza, o por las
circunstancias sociales, que ya no son las del tatcherismo aunque ahora sean otras no menos complicadas ni
tampoco las del adormecido IRA revolucionario. Dígase
lo que se quiera, el cine de Loach siempre es interesante,
ninguna de sus películas defrauda, aunque en las últimas
deje paso a un cierto sentido del humor, impensable en
aquel director insobornable y riguroso de Vida de familia
(1971), Agenda oculta (1990), Riff-Raff (1991), Lloviendo piedras (1993), Ladybird, Ladybird (1994), la enorme Tierra y libertad (1995), sobre los problemas internos que en el bando republicano español impidieron articular una auténtica oposición a Franco, La canción de Carla (1996), Route
Irish (2010) o La parte de los ángeles (2012), la última película de Loach vista en nuestro Cine Club, donde su obra
siempre ha sido bien recibida y reconocida. Ken Loach
(Warwickshire, 1936) ha sido un realizador muy concienciado con la injusticia social, a pesar de ser un diplomado en Oxford, donde estudió Derecho. Trabajó como actor de teatro antes de ser ayudante de dirección. En 1963
entró en la BBC, donde desempeñó diversas funciones y
en la que pudo conocer cómo también en la liberal Gran
Bretaña suceden cosas que parecen reservadas a otras latitudes: en 1983, el gobierno impidió que se pudiera emitir su serie de documentales “A question of Leadership”.
Consciente de los problemas que le esperaban, fundó una
compañía independiente y con ese apoyo pudo empezar
a rodar películas que, con calidad desigual, responden a
un patrón común, insobornable, como cuentas de ese rosario de lamentos, alternativamente políticos o sociales,
que Loach viene desgranando durante toda su obra y que
en este caso reverdecen aunque, como apuntan los expertos, ahora dedica más espacio y atención a la música que
a la política.
29 de enero 2015
Sesión número 1476
MAGICAL GIRL
Nacionalidad: España.
Director: Carlos Vermut
(2014). Producción: Aquí y
Allí Films / Canal+ España.
Productores: Álvaro Portanet
Hernández, Amadeo
Hernández Bueno y Pedro
Hernández Santos. Guión:
Carlos Vermut. Fotografía:
Santiago Racaj. Diseño de
producción: Montse Lacruz.
Montaje: Emma Tusell.
Actores: José Sacristán
(Damián), Bárbara Lennie
(Bárbara), Luis Bermejo
(Luis), Lucía Pollán (Alicia),
Israel Elejalde (Alfredo),
Elisabet Gelabert (Ada),
Miguel Insúa (Oliver), Teresa
Soria Ruano (Adela), David
Pareja (Javier), Eva Llorach
(Laura)
Duración: 127 minutos
Festival de San Sebastián
2014: concha de oro a la mejor
película; concha de plata al
mejor director.
Alicia, una niña enferma, sueña con el vestido de la serie japonesa Magical Girl Yukiko. Luis, su padre, hará todo lo que esté
en su mano para conseguirlo. Su destino se cruza con el de Bárbara, una atractiva joven con desórdenes mentales, y con el de
Damián, un profesor retirado de todo menos de su tormentoso
pasado. Todos ellos quedarán atrapados en una red de oscuros
chantajes en la que instintos y razón se debatirán en una trágica lucha.
Carlos López del Rey (Madrid, 1980) ha elegido el nombre artístico de Carlos Vermut para desarrollar una carrera vinculada a la imagen, inicialmente a través de las historietas y ahora en el cine, al que llega con esta excelente
segunda película, aclamada con toda justicia en el festival
de San Sebastián. Estudió ilustración en una Escuela de
Arte en Madrid y se inició profesionalmente como ilustrador en el diario El Mundo. Tras ganar el premio Injuve
de cómic en 2006 publicó su primer comic en solitario, El
banyán rojo, que consiguió un gran éxito (aunque ningún
premio) en el Salón Internacional del Comic de Barcelona. Luego completó la serie Psicosoda, formada por historias cortas y Plutón BRB Nero, la venganza de Maripili, un
comic inspirado por Álex de la Iglesia. En su siguiente
etapa trabajó a partir de 2008 en la serie de TV Jelly Jamm
y realizó el cortometraje Maquetas con el que ganó el festival Notodofilmfest, al que siguió otro corto, Michirones.
Para entonces pensaba que ya estaba en condiciones de
rodar una película larga y con ese ánimo se embarcó en la
producción de Diamond flash, que no interesó a ninguna
productora por lo que creó la suya propia, pero como no
pudo estrenarla comercialmente la entregó directamente
a la plataforma Filmin y se estrenó online, convirtiéndose
en trending topic durante dos semanas, además de despertar el interés de la crítica. Mejor suerte ha tenido con
su segunda película, Magical Girl, saludada unánimemente con los mejores vaticinios de público y crítica, ganados
todos por una historia que es desde luego emocionante
sin llegar a sensiblera pero que ofrece, sobre todo, desde el punto de vista de la construcción cinematográfica
(el que aquí interesa, por encima de cualquier otra consideración) una visión totalmente original, rupturista, con
los esquemas narrativos al uso. Vermut reconoce que antes de rodar una historia tiene que dibujarla, verla sobre
el papel y el ordenador y solo a partir de ahí la construye
en imágenes reales, que elabora con una sutileza admirable, creando atmósferas enrevesadas, cuyas líneas van entrelazándose como en un laberinto de sensaciones, en un
ambiente de cierta turbiedad, desasosegante, sin llegar al
terror chapucero tan proclive al cine ramplón que nos viene de Hollywood. Por eso, lo que más atrae de Magical
Girl no es la historia fantástica, la colosal interpretación,
la inmersión en un ambiente ensoñador, sino la atmósfera
turbia que lo envuelve todo y, sobre todo, al espectador.
4 de febrero 2015
Sesión número 1477
DIPLOMACIA
Título original: Diplomatie.
Nacionalidad: Francia
y Alemania. Director:
Volker Schlöndorff (2014).
Productores: Marc de Bayser,
Frank Le Wita. Argumento:
la obra “Diplomatie”, de
Cyril Gely. Guión: Cyril
Gely, Volker Schlöndorff.
Fotografía: Michel Amathieu.
Diseño de producción:
Jacques Rouxel. Música: Jörg
Lemberg. Montaje: Virginie
Bruant.
Actores: André Dussollier
(Cónsul Raoul Nordling),
Niels Arestrup (general
Dietrich Von Choltitz),
Burghart Klaussner (capitán
Ebernach), Robert Stadlober
(teniente Bressensdorf),
Charlie Nelson, Jean-Marc
Roulot, Stefan Wilkening,
Thomas Arnold
Duración: 88 minutos
Versión original con
subtítulos en español
Festival de Valladolid: mejor
película, mejor director, mejor
actor (Niels Arestrup).
25 de agosto de 1944. Los aliados entran en París. Poco antes del amanecer, Dietrich von Choltitz, gobernador militar alemán, se prepara para ejecutar las órdenes de Hitler de volar la
capital francesa. Y, sin embargo, París no se destruye. ¿Por qué
razones von Choltitz se niega a llevar a cabo las órdenes del
Führer, a pesar de su lealtad sin límites al Tercer Reich?
Volker Schlöndorff (Wiesbaden, Alemania, 1939), hijo de
un médico, estudió en Wiesbaden y en París. En la Sorbona hace Economía política, que completa con estudios en el
IDHEC. Entre 1960 y 1965 es ayudante de dirección de Melville, Resnais y Malle, lo que le permite asumir algunos de
los principios estéticos y narrativos de la nouvelle vague.
En 1966 dirige su primer largometraje, el bellísimo El joven
Torless (1966), que tuvimos ocasión de conocer en los primeros años del Cine-Club y que da inicio a una fructífera carrera, con títulos muy significativos: El honor perdido de Katharina Blum (1975), El tambor de hojalata (1979), que obtuvo ese
año el oscar a la mejor película de habla no inglesa, El amor
de Swan (1984), El viajero (1991), El ogro (1996), El silencio tras
el disparo (2002), El noveno día (2004) y otras varias no vistas
en España y que forman una trayectoria de evidente coherencia, en la que el director, aquel joven audaz de sus primeros títulos, ha ido adquiriendo solidez profesional al tiempo
que maduraba su pensamiento hasta alcanzar los parámetros que consagran a un creador como un clásico de nuestro tiempo. En esa carrera hay una línea constante, un casi
leit-motiv que marca toda la obra de Schlöndorff: el nazismo, lo que ocurrió en su país en un momento terrible en
que se dejó arrastrar, colectivamente, por una ideología destructora de principios básicos de la humanidad. En ese devenir creativo, el autor ha ido desgranando momentos fundamentales del desarrollo de aquel conflicto que tan malparado dejó al espíritu alemán, al que el director se acerca con
profundo sentido crítico, actuando como la conciencia moral que analiza lo que sucedió y que en esta película se manifiesta a través de un nuevo episodio en que se plantean
igualmente serias cuestiones éticas y estéticas. Ahora no se
trata de matar seres humanos directamente, o encerrarlos
en campos de exterminio. Uno de los variados episodios de
aquel conflicto fue la intención de Hitler de destruir Paris,
eliminando lo que para el dictador fue (estaba siendo) un
símbolo de resistencia mediante la cultura, la educación y el
civismo que son, justamente, los valores que el führer quiere destruir, más allá de las personas y los edificios. En ese dilema, Schlöndorff plantea un arriesgado ejercicio mental y
verbal, entre el cónsul sueco, que intenta evitar el desastre y
el general gobernador militar, obligado a cumplir las órdenes de Hitler, mientras los aliados avanzan a marchas forzadas dispuestos a liberar la capital francesa. No es una película de buenos y malos sino un escenario de inteligencia. Es
el arte de la palabra, del razonamiento, del juicio mental, el
que está en juego. Y es, desde luego, un juego apasionante.
Sobre todo cuando sabemos quién fue el ganador.
11 de febrero 2015
Sesión número 1478
RASTROS DE
SÁNDALO
Nacionalidad: España, India.
Directora: María Ripoll
(2014). Producción: Pontas
Film. Productora: Anna SolerPont. Argumento: la novela
de Asha Miró y Anna SolerPont. Guión: Anna SolerPont. Fotografía: Raquel
Fernández Núñez. Dirección
artística: Anna Pujol Tauler.
Música: Zeltia Montes y
Simon Smith. Montaje: Irene
Blecua.
Actores: Nandita Das (Mina),
Aina Clotet (Paula), Naby
Dakhli (Prakash), Vaibhavi
Hankare (Mina joven),
Suboch Maskara (Sanjay), Gal
Soler (padre de Paula), Rosa
Novell (madre de Paula),
Godeliv van den Brandt
(Nikki).
Duración: 95 minutos
Festival de Montreal: Premio
del Público
Mina, una actriz india de éxito en Mumbai, no puede olvidar a
su hermana pequeña Sita, de quien fue separada a la fuerza después de la muerte de su madre. Treinta años después, Mina se
entera de que Sita está bien y vive en Barcelona. Ahora se llama
Paula, es bióloga y no tiene ningún recuerdo de su pasado pero
emprenderá el viaje de descubrimiento de su verdadera identidad con la ayuda de Prakash, un inmigrante indio que vende
películas de Bollywood en el barrio barcelonés del Raval.
María Ripoll nació en 1964 en Barcelona y desde que comenzó su andadura este siglo XXI viene desarrollando una concienzuda y metódica tarea como directora de
cine, en la que ya ha cubierto cuatro etapas: Lluvia en los
zapatos (1998) , Tortilla Soup (2001), Utopía (2003) y Tu vida
en 65’ (2006). Estudió dirección de actores y guión en la
UCLA y en el American Film Institute de Los Ángeles.
Con su primera película obtuvo el premio del Público en
el festival de Sitges y en el festival de Seattle además de
ser nominada al premio Goya de ese año como mejor directora novel. Alterna su dedicación al cine profesional
con el de directora de spots publicitarios y da cursos de
análisis de guión y dirección de actores; produjo y dirigió el documental Cromosoma Cinco (2012) seleccionado
para el festival de cine de Málaga. Con su quinta película,
Rastros de sándalo, María Ripoll aborda un planteamiento
multicultural y ambivalente, al poner en contacto dos formas de entender la vida y las relaciones humanas, en una
suerte de diálogo formal y visual entre Barcelona y Mumbai (nombre actual de la antigua Bombay), una situación
que la directora explica con pleno convencimiento: “Propone un viaje emocional de ida y vuelta para conectar dos culturas a través del amor, la fuerza de los lazos de fraternidad y
el autodescubrimiento. Me atrae mucho descubrir las diferentes culturas a través de historias muy personales que hablan de
sentimientos universales”. La iniciativa de desarrollar este
proyecto corresponde a la productora y guionista Anna
Soler-Pont, que puso manos a la obra de elaborar el texto
cinematográfico incluso antes de que se publicara la novela, en 2007, de la que seleccionó solo una parte de la trama, la que corresponde a las dos hermanas indias, separadas por circunstancias del destino y reunidas casi treinta años después. Y seleccionó para el rodaje a un equipo
esencialmente femenino “para dar un toque de atención frente a la masculinización de la industria audiovisual”. Con esos
planteamientos, la película se pudo rodar en la India y en
Barcelona. “Desde el primer momento tuvimos la intención de
enseñar Barcelona de una forma abierta, como pocas películas
han hecho. Y también hacer dialogar dos ciudades modernas y
conectadas por el mar como son Barcelona y Mumbai, que nunca antes habían estado juntas en la pantalla”.
18 de febrero 2015
Sesión número 1479
LA SAL DE
LA TIERRA
Título original: The Salt of
the Earth. Nacionalidad:
Francia, Brasil, Italia.
Director: Wim Wenders, con
la colaboración de Juliano
Ribeiro Salgado (2014).
Guión: Wim Wenders, Juliano
Ribeiro Salgado. Fotografía:
Hugo Barbier, Juliano Ribeiro
Salgado. Música: Laurent
Petitgand
Documental
Duración: 100 minutos
Versión original, con
subtítulos en español
Festival de Cannes 2014:
premio especial del jurado.
Festival de San Sebastián
2014: premio del público.
Gé
Desde hace cuarenta años, el fotógrafo Sebastião Salgado recorre los continentes captando la mutación de la humanidad.
Testigo de grandes acontecimientos que han marcado nuestra
historia reciente: conflictos internacionales, hambruna, éxodos, etc., ahora emprende camino hacia territorios vírgenes con
grandiosos paisajes, descubriendo una fauna y una flora silvestres en el marco de un proyecto fotográfico gigantesco, tributo a
la belleza del planeta.
Si fuera preciso resumir o concretar esta película en una sola
frase, breve y rotunda, sería algo así: estamos ante una de las
películas más bellas de la historia del cine y también una de
las que nos ofrece mayor carga de humanismo. Lo cual, teniendo en cuenta lo que sucede en el mundo y también, específicamente, el tipo de cine que nos llega de forma abrumadora semana tras semana a las pantallas comerciales es
decir muchísimo y abrir ante nosotros unas perspectivas
alentadoras. Porque viendo estas imágenes, que siguen los
pasos de Sebastiao Salgado, podemos llegar a pensar que vivimos en un planeta maravilloso, abierto a las emociones,
la sensibilidad, la belleza, la comprensión y todas esas virtudes vinculadas con el hombre y la naturaleza que los telediarios se empeñan en destrozar jornada a jornada. Sebastiao Salgado, uno de los iconos de la fotografía sociodocumental (Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1998),
ha viajado, durante 8 años, por los rincones más remotos
del planeta con el fin de inmortalizar con su Leica la naturaleza y el origen de la vida fuera de la civilización moderna, la interacción del hombre con el ecosistema que le rodea y este es el trabajo que se recrea en esta película. Al frente de esta singular experiencia se encuentra Wim Wenders
(Dusseldorf, 1945), nombre glorioso por muchos motivos,
que tras una larga trayectoria cinematográfica ha derivado
en los últimos años hacia el género documental, en el que
está mostrando una considerable maestría. Wenders inició
los estudios de medicina y filosofía, abandonando este camino antes de concluir las carreras. En 1966 se traslada a París, donde aprende técnicas de grabado y, entre 1967 y 1970,
estudió cine en la Escuela de Cine y TV de Munich. Antes de
empezar a trabajar en el medio, ejerció la crítica cinematográfica y la de música pop. En 1970 dirigió su primer largometraje, Summer in the City. Desde entonces se ha convertido
en uno de los nombres capitales del cine europeo, con títulos
como La letra escarlata (1972), Alicia en las ciudades (1973), En
el curso del tiempo (1976), El amigo americano (1977), Hammet/
El hombre de Chinatown (1982) y, sobre todo, Paris/Texas, con
la que ganó la palma de oro en el festival de Cannes. Luego
entró en un periodo de cierta confusión, con títulos de contenido cada vez más abstracto e incomprensible, como Hasta el
fin del mundo (1991), Tan lejos, tan cerca (1993) o Más allá de las
nubes (1995), territorio del que acertó a salir, brillantemente,
con Buena Vista Social Club (1999) y que alcanza su culminación en las últimas películas dirigidas por él, a las que ahora se une este brillante acercamiento al trabajo fotográfico de
Sebastiao Salgado, en el que le acompaña el hijo de este, Juliano, también fotógrafo, para compartir con nosotros su mirada acerca de la vida en el planeta y despertarnos la sensación de que no todo está perdido.
25 de febrero 2015
Sesión número 1480
MOMMY
Título original: Mommy.
Nacionalidad: Canadá.
Director: Xavier Dolan (2014).
Productores: Xavier Dolan,
Nancy Grant. Guión: Xavier
Dolan. Fotografía: André
Turpin. Música: Eduardo
Noia. Montaje: Xavier Dolan.
Actores: Anne Dorval,
Antoine Olivier
Pilon, Suzanne Clément,
Patrick Huard, Alexandre
Goyette, Michèle Lituac,
Viviane Pacal, Nathalie
Hamel-Roy.
Duración: 134 minutos
Versión original con
subtítulos en español
Festival de Cannes 2014:
premio del jurado a la mejor
película.
Una viuda debe hacerse cargo de su problemático hijo de 15
años que sufre un trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Madre e hijo se esfuerzan para encajar y llevar su obligada convivencia lo mejor posible. La llegada de Kyla, una nueva vecina, les marcará y juntos encontrarán un nuevo equilibrio personal y social.
Xavier Dolan (Montreal, Canadá, 1989) es uno de los más
recientes niños prodigio del cine porque sin haber cumplido todavía los 30 años acumula ya una muy sólida filmografía y un amplio repertorio de premios conseguidos en
festivales de todo el mundo. A lo que se debe unir la consideración de que es, a la vez, productor, guionista y montador, además de dirigir. Ello se puede entender si pensamos
que empezó sus relaciones con la imagen cuando solo tenía
seis años, al protagonizar unos anuncios de productos farmacéuticos. Luego fue actor en el cortometraje Miroirs d’été
(2006) y en una película muy polémica en su país, Martyrs
(2007), dirigida por Pascal Laugier. Para entonces ya había
empezado a rodar su primera película como director, J’ai
tué ma mère, con la que ganó tres premios en el festival de
Cannes 2009. Su segundo film, Les Amours imaginaires se estrenó en el 2010 y contó ya con financiación ajena. Pero le
esperaba el que habría de ser su mayor éxito hasta el momento, Lawrence Anyways (2012), una auténtica apuesta de
riesgo no solo por la temática (el amor entre dos mujeres)
sino por la innovadora puesta en escena que hizo decir al
jurado que la premió en el festival de Toronto: “La energía
que desprende la película es impresionante, es un nuevo tipo de
historia de amor, tuvimos el honor de ver un gran genio”. Este
comentario es especialmente valioso a la hora de afrontar
la visión de Mommy porque su estructura visual rompe todos los esquemas vigentes en el cine. En efecto, Dolan ha
elegido un formato insólito, experimental y, por ello mismo, extraordinariamente atrevido: la mayor parte de la película ha sido filmada en formato cuadrado 1:1 (los habituales son 4:3 y 16:9, en forma panorámica) lo que altera la
forma en que solemos ver una película, en disposición horizontal que aquí se transforma en casi vertical. Ello se traduce en una invencible sugestión formal en un espectador
sorprendido desde el comienzo, por más que, como se está
haciendo con estas palabras, esté advertido de que va a ver
algo insólito. Pero además de los aspectos técnicos que llevan a Dolan a investigar con las formas como un auténtico creador están los aspectos internos del relato, y ahí sí se
aprecia algo de la inmadurez de este director todavía joven
y, no obstante, ya muy avanzado en los avatares de la vida.
Por ello, utilizando las palabras de Javier Ocaña cuando
hizo la crítica de la película en El País, concluiremos este
comentario diciendo que “cuando el director juega con la imagen, el color, las músicas y el sonido, la película se enciende maravillosamente, pero los textos nunca convierten a Mommy en
reflexión profunda. A Dolan, que seguirá provocando y buscando nuevas rupturas de las convenciones, le avalan, sin embargo,
su atrevimiento formal, su singularidad y su ímpetu juvenil”.
4 de marzo 2015
Sesión número 1481
EL CONGRESO
Título original: The
Congress. Nacionalidad:
Israel, Alemania, Polonia,
Luxemburgo, Francia,
Bélgica. Director: Ari Folman
(2013). Producción: Liverpool
Paul Thiltges Distribution.
Productores: Ari Folman,
Reinhard Brundig, Robin
Wright. Argumento: la novela
“Congreso de futurología”,
de Stanislaw Lem. Guión:
Ari Folman. Diseño de
producción: David Polonsky.
Fotografía: Michal Englert.
Música: Max Richter.
Montaje: Nili Feller.
Actores: Robin Wright
Penn (ella misma), Harvey
Keitel (Al), Danny Huston
(Jeff Green), Paul Giamatti
(Dr. Barker), Kodi SmitMcPhee (Aaron), Sami Gayle
(Sarah), Jon Hamm (Dylan),
Michael Stahl-David (Steve),
Frances Fisher, Michael
Landes, Matthew Wolf
Duración: 118 minutos
Versión original con
subtítulos en español
Premios del Cine europeo
2013: mejor largometraje de
animación. Festival de Sitges
2013: premio de la Crítica
La necesidad de dinero lleva a la actriz Robin Wrigth a firmar
un contrato según el cual los estudios harán una copia scaneada
de su imagen y la utilizarán como les plazca, garantizando que
se mantendrá eternamente joven en todas esas películas. Veinte
años después, la actriz regresa a la realidad tras finalizar el contrato; será invitada a un congreso, que se desarrolla en un mundo que ha cambiado completamente y así entra directamente en
el cine fantástico del futuro.
Hace unos años, en 2008, recibimos en nuestro Cine-Club
una película realizada en una técnica poco frecuente para
nosotros, la animación. Se llamaba Vals con Bashir, y produjo un notable impacto, entre otros motivos por romper el tópico de pensar que esa técnica solo es adecuada para el público infantil. Sabíamos de sobra que también los adultos podemos ver una película animada pero
siempre se produce un instantáneo rechazo, superado
ampliamente por la realidad: aquella era una excelente
propuesta cinematográfica. Como también lo es, dentro
de los riesgos que lleva implícita, esta nueva película de
Ari Folman (Haifa, Israel, 1962) que une a su función de
director también las de guionista y compositor musical.
Con 19 años fue testigo presencial de las matanzas de Sabra y Chatila, una imagen inolvidable que luego incorporó a Vals con Bashir, película con la que obtuvo numerosos
premios en todo el mundo. Antes ya había debutado en
el cine con Clara Hakedosha (1996), a la que siguió Made in
Israel (2001) y, finalmente, la cuarta de sus realizaciones,
El Congreso, que hoy nos llega. Además, desde el año 2006
viene siendo el escritor de la serie dramática Parashat HaShavua, emitida en un canal de la TV israelí. Folman empezó a acariciar este proyecto en 2008 pero solo encontró
impulso con la llegada de la financiación correspondiente, de un banco francés, en 2011. Marchó a Estados Unidos para rodar con personajes reales mientras en Francia
preparaban la animación. Algunos elementos de la película se inspiran en una novela de ciencia-ficción de Stanislaw Lew, una atrevida incursión en los estados mentales que confunden realidad y fantasía, situación en la que
se encuentra la protagonista, deambulando entre pasado
y futuro, intento de retrato de un mundo globalizado que
se dirige inevitablemente hacia la irrealidad. En la película tiene una considerable importancia la banda sonora,
elaborada por el compositor británico Max Richter, autor
de la mayoría de las canciones aunque también se incluyen otras anteriores (Bob Dylan, Leonard Cohen) e incluso fragmentos clásicos de Chopin y Schubert. Por cierto:
las dos últimas canciones son interpretadas por la propia
Robin Wright, sin duda una de las actrices más interesantes del panorama cinematográfico.
11 de marzo 2015
Sesión número 1482
LOREAK
(FLORES)
Nacionalidad: España.
Directores: Jon Garaño y
Jose Mari Goenaga (2014).
Producción: Irusoin /
Moriarti Produkzioak.
Productores: Xabier Berzosa,
Iñigo Obeso, Iñaki Gómez.
Guión: Jon Garaño, Jose
Mari Goenaga, Aitor Arregui.
Fotografía: Javi Agirre
Erauso. Dirección artística:
Mikel Serrano. Música:
Pascal Gaigne. Montaje: Raúl
López.
Actores: Nagore Aramburu,
Itziar Ituño, Itziar Aizpuru,
Josean Bengoetxea, Egoitz
Lasa, Ane Gabarain, Gotzon
Sánchez, José Ramón Soroiz,
Jox Berasategui
Duración: 99 minutos
La vida de Ane da un giro cuando, semana tras semana, comienza a recibir un ramo de flores en su casa. Siempre a la misma hora. Y siempre de manera anónima. La vida de Lourdes y
Tere también se ve afectada por unas misteriosas flores. Un desconocido deposita semanalmente un ramo en memoria de alguien que fue importante en sus vidas. Esta es la historia de
tres mujeres, tres vidas alteradas por la mera presencia de unos
ramos de flores que harán brotar en ellas sentimientos que parecían olvidados.
Jon Garaño y Jose Mari Goenaga iniciaron unas carreras cinematográficas por separado pero pronto decidieron unir
fuerzas que hasta ahora ha dado dos frutos excelentes: En
80 días (2010) y esta Loreak (Flores) que hoy llega a nuestra pantalla envuelta en aromas y repleta de sugerencias de
enorme complejidad. El desafío que afrontan los dos jóvenes realizadores vascos es, desde luego, considerable, tanto como el espectacular resultado conseguido. Sobre la flor,
las flores, se han escrito multitud de páginas, en especial
en forma de poemas, porque ese delicado elemento de la
naturaleza en libertad y de la vida hogareña (sea en macetas, en setos o en huertos) se presta a iluminar sensaciones
y trasladar al papel la misma belleza que ellas poseen de
manera íntima. Por supuesto, hay también enormes tratados científicos y maravillosos reportajes fotográficos. Pero
nunca, que se sepa, las flores habían sido las protagonistas de una película. De manera que el trabajo realizado por
Garaño y Goenaga además de su mérito intrínseco desde
el punto de vista cinematográfico aporta también ese otro,
que demuestra imaginación, habilidad, inteligencia, para
hacer que el hilo conductor de la película sean las flores.
Jon Garaño (San Sebastián, 1974), estudió Periodismo y Publicidad en la Universidad del País Vasco y luego Cine en el
Aula Sarobe de Urnieta. Dirige varios cortometrajes en vídeo y desempeña diferentes funciones como productor y
guionista. En el año 2001 fundó con otros cuatro compañeros la productora Moriarte que ha desarrollado numerosos
proyectos audiovisuales. Jose Mari Goenaga (Ordizia, Guipúzcoa, 1976), tras estudiar Administración Empresarial en
Manchester y San Sebastián, realizó también un curso de
realización cinematográfica en el Centro Sarobe de Urnieta y formó parte del grupo de cuatro compañeros que pusieron en marcha Moriarti. Loreak, rodada íntegramente en
euskera, gira por completo en torno al mundo de las flores,
y lo que con ellas tiene que ver, mediante la plasmación de
múltiples detalles que sirven para dar vida propia a tan singulares elementos a la vez que se convierten en el hilo conductor de lo que sucede a los seres humanos situados a su
alrededor, de manera que se promueve un sutil paralelismo
entre las flores y las personas o cómo lo que sucede a éstas
encuentra su reflejo en el devenir de los ramos, que van y
vienen por la pantalla recogiendo en sus pétalos las vivencias que les transmiten los demás seres vivos. Lo que, dicho de otro modo, obliga al espectador a estar atentísimo en
todo momento para captar esas sutilezas que nos ayudan a
comprender la relaciones cruzadas que surcan las escenas
de esta película insólita y magnífica.
18 de marzo 2015
Sesión número 1483
MR. TURNER
Título original: Mr. Turner.
Nacionalidad: Reino Unido.
Director: Mike Leigh (2014).
Producción: Focus Features
International (FFI) / Film4
/ Thin Man Films / Xofa
Productions. Productora:
Georgina Lowe. Guión:
Mike Leigh. Fotografía: Dick
Pope. Música: Gary Yershon.
Montaje: Jon Gregory.
Actores: Timothy Spall
(J.M.W. Turner), Dorothy
Atkinson (Hannah Danby),
Marion Bailey (Sophia Booth),
Paul Jesson (William Turner),
Lesley Manville (Mary
Somerville), Ruth Sheen
(Sarah Danby), Sandy Foster
(Evelina), Amy Dawson
(Georgina).
Duración: 149 minutos
Versión original, con
subtítulos en español
Festival de Cannes 2014:
mejor actor (Timothy Spall).
Festival de Sevilla 2014: mejor
director, mejor actor. Círculo
de Críticos de Nueva York:
mejor actor. Premios del Cine
europeo 2014: mejor actor.
Durante los últimos 25 años de su vida el excéntrico pintor inglés J.M.W. Turner (1775-1851), profundamente afectado por
la muerte de su padre, intima con la dueña de una casa de huéspedes junto al mar, para acabar viviendo con ella de forma secreta en Chelsea, donde acabará sus días. Durante ese tiempo, Turner se dedica a viajar, pintar, pasar temporadas con la aristocracia en la campiña inglesa y frecuentar burdeles.
Es proverbial la innata habilidad de la cinematografía británica para recrear ambientes tomados de la antigüedad. Las
series televisivas de ese carácter son ciertamente ejemplares
y el cine no se queda atrás. De ahí que Mr. Turner, además de
sus indudables méritos narrativos ofrece también una sorprendente y bellísima visión de cuanto en Inglaterra tiene
que ver con el arte, la naturaleza y las ciudades. Si, además,
quien afronta el trabajo, es un hombre de la solidez, la experiencia y la capacidad expresiva de Mike Leigh (Salford, Inglaterra, 1943), ya uno de los grandes nombres clásicos del
cine, contamos por adelantado con una más que estimable
garantía. Leigh adquirió experiencia como cronista de TV antes de pasar al cine, donde en seguida mostró interés por el
mundo de los inadaptados y los marginados de la clase obrera. Estudió en la Real Academia de Arte Dramático de Londres y en 1955 dirigió su primera obra de teatro, a lo que siguió una intensa actividad como guionista de cine y TV antes
de rodar su primera película como director, Bleak Moments,
en 1971. Ninguno de sus primeros films fue estrenado en España, situación que se prolongó hasta que Naked (1993) ganó
premios en los festivales de Cannes y San Sebastián, lo que
permitió a la crítica descubrir el nombre de este realizador
y a la industria recuperar un par de sus películas anteriores: Grandes ambiciones (1988) y La vida es dulce (1990). La consagración definitiva le llegó con la palma de oro en Cannes
por su excelente Secretos y mentiras (1996), en la que sorprendió tanto la profundidad de las situaciones planteadas como
la extraordinaria pulcritud de la puesta en escena y el rigor
de la interpretación. Estas son virtudes esenciales en la forma de trabajar de Leigh. Luego ganó el león de oro en Venecia por El secreto de Vera Drake (2004) y continuó alimentando
su prestigio con títulos como Happy (un cuento sobre la felicidad) (2008) y Another year (2010) que pudimos ver en el Cine
Club. Ahora afronta el desafío de llevar a la pantalla la turbulenta vida del pintor Joseph Mallord William Turner, un personaje controvertido en su época no solo por una vida agitada más allá de las convenciones sociales sino también por la
línea rupturista que su pintura marcó a lo que estaba consagrado. Dedicado especialmente al paisaje, al que aportó una
extraordinaria luminosidad, suele ser considerado como el
introductor del impresionismo que llegaría años más tarde.
Pero Leigh no glorifica a este personaje, sino que lo muestra
con las peores cualidades humanas, agresivo, irritante, perverso incluso, olvidado de cumplir sus deberes familiares
(solo su padre le merece respeto y cariño) hasta llegar a ser
una persona repulsiva. Con esos mimbres, el director elabora
un fresco extraordinario, donde la belleza de la pintura contrasta con las miserias de la vida cotidiana para dar como resultado una de las grandes películas de estos tiempos y que
consagra a su director como un clásico actual.
25 de marzo 2015
Sesión número 1484
PERDICIÓN
Título original: Double
Indemnity. Nacionalidad:
Estados Unidos. Director:
Billy Wilder (1944).
Producción: Paramount
Pictures. Productor: Joseph
Sistrom. Argumento: la
novela de James M. Cain.
Guión: Raymond Chandler,
Billy Wilder. Fotografía: John
Seitz, en blanco y negro.
Dirección Artística: Hans
Dreier, Hal Pereira. Música:
Miklos Rozsa. Montaje:
Doane Harrison.
Actores: Barbara Stanwyck
(Phyllis Deitrichson), Fred
McMurray (Walter Neff),
Edward G. Robinson (Barton
Keyes), Porter Hall (Sr.
Jackson), Jean Heather (Lola
Dietrichson), Tom Powers
(Sr. Dietrichson), Byron Barr
(Nino Zachetta), Richard
Gaines (Sr. Norton), Fortunio
Bonanova (Sam Gorlopis),
Betty Farrington (Nettie).
Duración: 107 minutos
Versión original con
subtítulos en español
En la ciudad de Los Ángeles un agente de una compañía de seguros y una cliente traman asesinar al marido de esta última
para así cobrar un cuantioso seguro de accidentes. Todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes, investigador de la
empresa de seguros, que no está dispuesto a dejarse convencer
fácilmente.
Billy Wilder (Viena, 1906, con el nombre de Samuel-Los Ángeles, 2002) está considerado como uno de los grandes maestros de la comedia cinematográfica, con títulos inolvidables
que, por conocidos, no es preciso citar aquí, dominio de un
género que a veces sirve para hacernos olvidar que, como
todo los grandes realizadores, su capacidad abarcaba todos los géneros y eso explica su presencia en esta maravilla
de cine negro, al más puro estilo de la época dorada de Hollywood, que hoy recuperamos para disfrute de quienes la
conocemos y descubrimiento para los recién llegados. Wilder estudió Leyes en la universidad de Viena, pero antes de
finalizar sus estudios universitarios, se dedicó al periodismo, que ejerció en Viena y Berlín. Ya era guionista (había empezado a escribir en 1928) cuando emigró a EEUU al producirse la llegada de Hitler al poder, pasando previamente
por Paris. Su labor como guionista en comedias de Lubitsch,
Hawks y Leisen le facilitó el paso a la dirección en 1942, iniciando así una carrera prolífica y brillante, uno de cuyos más
excelsos eslabones es Perdición, planteada además de una
manera absolutamente audaz, como un enorme flash-back
que arranca en el principio de la película para enlazar con el
final, osadía ciertamente atrevida porque el espectador sabe,
desde el comienzo, cuál va a ser la conclusión, de manera
que no hay ninguna intriga en esperar el desenlace. El interés reside en lo que hay en medio, esto es, en la manera verdaderamente magistral con que Wilder lleva el relato y maneja a sus intérpretes como si fueran muñecos que conduce
a su capricho, mientras va introduciendo perlas que ayudan
al espectador a sentirse desconcertado en unos momentos y
cada vez más intrigado por lo que está sucediendo a la vez
que, con desparpajo, va burlando los códigos éticos impuestos por Hollywood en aquellos tiempos y que, con otro director más inexperto, hubiera actuado sin contemplaciones
para impedir algunas de las cosas que aquí suceden y se dicen. La base era una novela corta de James M. Cain, Pacto de
sangre, escrita en 1935 y basada en un crimen real cometido
por un ama de casa de Nueva York y su amante, un vendedor de corsés, al que aquella convenció para que matara a su
marido, con la intención de cobrar el seguro de vida que había suscrito. Pero el asesinato resultó ser una chapuza y la
policía capturó a los cómplices, que fueron ejecutados en la
silla eléctrica. Cain prontó intentó vender la novela para el
cine, pero los primeros intentos fracasaron porque el sistema
de censura de Hollywood, el Código Hays, lo impidió. Hasta que una década después la historia cayó en manos de Wilder y la retorció de tal manera que conservando toda su crudeza acertó a sortear a los censores para darnos un excelente
ejemplar de cine negro, negrísimo.
LOS CORTOMETRAJES
7 de enero: CLOSET
Dirección y guión: Rakesh B. Narwani. Fotografía: Juan
Martín, Antonio Buch. Música: Ignacio Moniche, Pablo
Contreras, Luz Prado. Actores: Elena González, Pepe Viyuela.
Duración: 19 minutos.
Tras perder su hogar en un desahucio y a su familia en un
accidente de coche, Julia acaba relegada a vivir en la calle
sin más equipaje que un cuaderno de recetas y unas pocas fotografías. Una noche de lluvia, en busca de refugio,
entra en una casa ajena y se esconde en un altillo, desde el
que descubre la triste y frustrada vida de Andrés, el dueño de la casa, quien malvive como librero. Julia decide
quedarse a vivir en el altillo y desde allí, silenciosa e invisiblemente, comienza a aderezar la vida de Andrés.
14 de enero: LA CASA DE ARRIBA
Dirección y guión: Marta Parreño. Fotografía: Pedro F.
Fernández. Música: Javier Piñol. Actores: Jofre Mateu (Vecino),
Jacqueline Chocero (Marta), Denise Chocero (Elena), Alba Plana
(Laura), Elena Pou (Tania), Elena Parreño (Madre), Alegría
Castarlenas (señora María). Duración: 15 minutos.
Cuatro niñas juegan a ser mayores en el piso abandonado
de una vecina que murió. Tras hacer una sesión de espiritismo, empiezan a notar cambios en sus rutinas de juegos.
21 de enero: CAEN PIEDRAS DEL CIELO
Dirección y guión: R. Robles Rafatal. Actores: Estrella Morente
(Luz), Terele Pávez (madre superiora), Laura Baena (Sor
Caridad), Lucía Alfaro (Monja), Ana Iglesias (monja), Germán
Ibáñez (niño fotógrafo), Pablo Pujol (padre del niño), Virginia
de Morata (madre del niño). Duración: 16 minutos
España, 1973. Luz trabaja limpiando en un hospital regentado por religiosas. Está embarazada, siendo madre
soltera y aún continúa realizando sus tareas, fregando
con sus propias manos el suelo, cuando llega la hora del
parto, que es doloroso, pero no tanto como el momento
en que se enfrenta a la verdad que comienza siendo una
mentira.
29 de enero: RECONCILIACIÓN
Dirección: Adel Khader, Guión: Jesús E. Armenteros.
Fotografía: Alberto D. Centeno. Música: Ignacio Moniche.
Actores: Agustín Jiménez (Agustín), Cesáreo Estébanez
(Matías), Ernesto Gil (Bartolo), Cecilia Gesssa (Francisquita),
Teresa Cortés (madre de Agustín), Rubén del Castillo (Técnico),
Francisca García (la suegra), Ana Varela (esposa de Bartolo),
Isabel Menéndez (esposa de Matías), Lucía Martín rey (sobrina
de Bartolo). Duración: 17 minutos
Dos vecinos, un viejo comunista venido del exilio y un joven empresario vinculado a Fuerza Nueva, quedan encerrados en un ascensor la noche del 23-F de 1981. Allí sacarán a la luz todas las rencillas guardadas a lo largo de los
años, aunque finalmente descubrirán que tienen en común más de lo que pesaban.
4 de febrero: EL SONIDO DEL VERANO
Dirección y guión: Marcel Juan. Fotografía: Susana Ojea.
Música: Guillermo Martorell. Actores: Abel Jurado (Max),
Laura Zauner (Ingrid), Noé Blancafort (Amigo), Duna Jové
(ama de casa). Duración: 28 minutos.
Ingrid viaja de Paris a Barcelona porque ha heredado la
casa de su tía. Su intención es venderla lo más rápidamente posible. Sin embargo, en la casa vive Max como inquilino, un chico introvertido que se dedica a grabar sonidos
para sus proyectos. Esta situación les llevará a establecer
una relación que durarán lo que duran unas vacaciones.
11 de febrero: PARAISO BEACH
Dirección y guión: Biktor Kero. Fotografía: Ibon Antuñán.
Música: José Ojeda. Actores: Héctor Medina (Leo), Juan Fleta
(Eric), María Kaltembacher (Mónica). Duración: 15 minutos
En un planeta desolado por un cataclismo que ha eliminado prácticamente todo rastro de vida, la supervivencia de la especia humana pende de un hilo. Leo y Mónica
piensan que, pese a tanta desolación, nunca es tarde para
pasar un día de vacaciones en una playa remota. La nevera azul, una sombrilla raída, paleta de playa… todo está
preparado. Pero la llegada de un soldado de La Gran Colonia está a punto de truncar sus planes.
18 de febrero: SUBTERRÁNEO
Director: Miguel Ángel Carmona. Guión: Miguel Ángel
Carmona, Álvaro Begines. Fotografía: Dani Mauri. Música:
Manuel Ruiz del Corral. Actores: Carlos Fábrega (Daniel),
Emilio Buale (“Gafas de sol”), Juanfra Juárez (ejecutivo), Cuca
Escribano (Susana), Silvia Rey (vecina). Duración: 14 minutos
Son las tres de la madrugada. Susana y Daniel acaban de
hacer el amor en el interior de un coche aparcado en un
parking subterráneo. De repente, su pasión es interrumpida por la llegada de un coche del que salen tres tipos
encapuchados.
4 de marzo: HOY QUIERO CONFESAR
Dirección y guión: Manuel Aguilar. Fotografía: Aitor Plazaola.
Música: Joxe Mendizabal. Actores: Kandido Uranga (Juan),
Elena Irureta (Carmen), Egoitz Sanchez (Fernando), Kepa
Errasti (Javi), Aimar Aramburu (Fernando niño). Duración: 14
minutos
Fernando deja un mensaje en el contestador de sus padres anunciando que va a pasar el fin de semana a casa.
Lo que no sabe es que lo que ese inocente mensaje va a
desencadenar entre su madre, que dice conocer perfectamente a su hijo y su padre, que no sabe si quiere realmente conocerlo.
11 de marzo: RUBITA
Director: Jota Linares. Guión: Jota Linares y Paco Anaya.
Fotografía: Manuel P. Pavón. Actores: Marta Hazas (Penélope),
Maggie Civantos (Norma), Ignacio Mateos (Román). Duración:
16 minutos.
Norma imita a alguien que jamás creyó ser merecedora
de ser imitada. Una peluca rubia y un lunar junto a la
boca la hacen ser alguien que no es delante del objetivo
de Penélope, que intenta recrear la última sesión de fotos que Marilyn Monroe realizó antes de morir. Pero lo
que no es más que una instantánea acaba convirtiéndose
en un perverso juego del gato y el ratón entre dos mujeres que se parecen a la rubia de oro mucho más de lo que
ellas creen.
25 de marzo: EL ABONADO
Dirección y guión: Pedro Pacheco Arlandi. Fotografía: Daniel
Torres Serralvo. Música: Juan Antonio Parra Zurita. Actores:
Carlos Poleo Gutiérrez (El abonado), Pablo López Martín
(Operador), Noelia Galdeano (Comercial 1), Irene Lázaro
(Comercial 2), Eduardo Duro (Anciano contable), Irene Sánchez
(Prostituta), Jesús “Zhury” Ortiz (Mafioso), María Dopico
(Secretaria). Duración: 15 minutos.
Julián, un joven abonado de una gran compañía, decide
poner fin al contrato que le une a ésta, pero lo que parecía
ser un simple trámite se convierte en una tediosa y complicada aventura de incierto final.
Depósito Legal: CU-1-2014