Cómo personalizar la educación. Una solución de futuro Autores: José Bernardo Carrasco (Edit.), J.J Javaloyes Soto, J.F Calderero Hernández 2008 ISBN: 978 - 84-277-1559-2 Esta obra está protegida por el derecho de autor y su reproducción y comunicación pública, en la modalidad puesta a disposición, se han realizado con autorización de NARCEA S.A. Queda prohibida su posterior reproducción, distribución, transformación y comunicación pública en cualquier medio y de cualquier forma. Cómo personalizar la educación Una solución de futuro Coordinador: José Bernardo Carrasco Autores: José Bernardo Carrasco Juan José Javaloyes Soto José Fernando Calderero Hernández Prólogo: Ramón Pérez Juste NARCEA, S. A. DE EDICIONES MADRID 1ª edición: septiembre 2007 2ª edición junio 2008 © NARCEA, S.A. DE EDICIONES Avda. Dr. Federico Rubio y Galí, 9. 28039 Madrid. España www.narceaediciones.es Cubierta: Aderal I.S.B.N.: 978-84-277-1559-2 Depósito legal: M. 25.182-2008 Impreso en España. Printed in Spain Imprime: Lavel, S.A. 28970 Humanes (Madrid) Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Cómo personalizar la organización educativa de un centro 135 4 Cómo personalizar el aprendizaje Si hubiéramos de sintetizar al máximo cuáles son las distintas formas de enseñar y, como consecuencia, de aprender, podríamos decir que, en última instancia, se reducen a dos (Bernardo Carrasco, J., 2007: 23-25): • Forma 1: Consiste en seguir instrucciones al pie de la letra. Los alumnos no aprenden cómo y por qué utilizar unas determinadas estrategias y no otras. Se limitan a imitar al profesor y, sin su ayuda, no sabrían realizar tareas más complejas y con distintas finalidades. • Forma 2: Utiliza los procedimientos necesarios para resolver la tarea y planificar su actuación en función de algunas de las variables relevantes a la hora de realizarla, reflexionando sobre: qué hay que hacer, cómo hay que hacerlo y por qué hay que hacerlo así. Esta segunda forma implica que los alumnos aprendan estrategias para mejorar su aprendizaje y gestionarlo de forma eficaz y autónoma. Esto significa que no sólo aprenden cómo utilizar algunas técnicas útiles en la realización de cada tarea, diferenciándolas de otras menos útiles, sino que además aprenden a planificar, controlar y valorar su actuación, utilizando de forma reflexiva los procedimientos aprendidos. En las dos formas se consigue el mismo resultado observable, pero el proceso seguido es distinto. QUÉ HAY QUE ENSEÑAR PARA APRENDER: ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE Las estrategias cognitivas son procedimientos de trabajo mental que mejoran el rendimiento. Se refieren, pues, a los procedimientos que exige el procesamiento de la información. Efectivamente, las teorías cognitivas afirman que el cerebro funciona “como si” fuera la condición de cuatro procesos cognitivos básicos: © narcea, s. a. de ediciones 136 Cómo personalizar la educación • • • • El proceso de adquisición. El proceso de codificación y almacenamiento. El proceso de recuperación o evocación (recordar lo aprendido). El proceso de expresión simbólica (verbal, matemática, icónica, dinámica y compleja) o práctica de los conocimientos integrados. En el cuadro 13 pueden verse las fases del proceso de aprendizaje, las aptitudes o funciones propias de cada fase y algunos de los verbos más significativos que las desarrollan, integrando así las teorías cognitivas con la de García Hoz al respecto. Teoría Cognitiva Proceso Concepción personalizada de la Educación Fase Funciones o aptitudes Observación Adquisición Receptiva Lectura Percepción oral Audición Identificación Recuento Análisis Comparación (asimilación/ diferenciación) Valoración Codificación Reflexiva Ordenación/ Clasificación Cálculo/ Inferencia Decisión Síntesis Resumen Definición Verbos significativos Advertir, atender, buscar, contemplar, distinguir, examinar, fijarse, interesarse, mirar, notar, observar, percibir, ver, vigilar. Interpretar, leer, traducir. Escuchar. Oír. Aprobar, calificar, confirmar, constatar, descubrir, encontrar, identificar, reconocer. Aprobar, confirmar, descubrir, encontrar, reconocer. Aislar, analizar, apartar, buscar, descomponer, diferenciar, distinguir, separar. Agrupar, adjuntar, anteponer, articular, asignar, asimilar, clasificar, colocar, comparar, deducir, derivar, diferenciar, distinguir, enlazar, implicar, incluir, juntar, ordenar, organizar, reunir, situar. Apreciar, considerar, criticar, dudar, estimar, puntualizar, valorar. Clasificar, ordenar, organizar, situar. Calcular, dividir, enumerar, medir, multiplicar, repartir, restar, sumar, disponer, ordenar, agrupar, deducir, suponer, inferir. Decidir, elegir, afirmar, negar, resolver, confirmar. Sintetizar, definir, resumir, atribuir, determinar, concretar, escoger, excluir, fundir, limitar, reducir, simplificar, unificar, unir, esquematizar. © narcea, s. a. de ediciones Cómo personalizar el aprendizaje Almacenamiento y recuperación Codificación y expresión Retentiva 137 Memorización Fijación Evocación Fijar, evocar, memorizar, acordarse, recordar, adquirir, aprender, asegurar, interiorizar, asimilar, admitir, aprehender, integrar, incorporar. Extrapolación Generalización Extrapolar, generalizar, ampliar, alargar, añadir, aportar, aumentar, avanzar, complicar, crecer, desarrollar, extender, intercalar, introducir, prolongar, terminar. Imaginación Originalidad Imaginar, adivinar, figurar, proyectar, representar, suponer, prever. Cambio Cambiar, alterar, anular, arreglar, convertir, corregir, intercalar, modificar, mejorar, perfeccionar, pulir, rectificar, reformar, rehacer, remediar, reparar, suplir, sustituir, transformar, variar. Interrogación Preguntar, apelar, consultar, dialogar, proponer, referir, interrogar. Creativa Explicar, aclarar, anunciar, convencer, describir, enunciar, exponer, formular, indicar, justificar, manifestar, mostrar, narrar, opinar, preExpresión verbal cisar, presentar, señalar, sugerir, decir, dictar, Expresiva (oral, escrita, objetinombrar, predicar, prometer, pronunciar, prosimbólica va y persuasiva) testar, referir, reiterar, rogar, hablar, escribir, consignar, firmar, imprimir, publicar, redactar, reseñar, suscribir, titular, transcribir. Expresión Expresiva práctica Adornar, embellecer, perfeccionar, colorear, confeccionar, diseñar, iluminar, ilustrar, pintar, rayar, dibujar, construir, armar, componer, Expresión técnica y constituir, deshacer, destruir, dirigir, ejecutar, artística. Trabajo elaborar, fabricar, formar, fundar, montar, operar, participar, preparar, producir, realizar, reconstruir, trabajar, cortar, serrar, aflojar, apretar, modelar, esculpir, practicar. Expresión ética (Obra bien hecha. Servicio) Asumir, aceptar, comprometerse, avalar, exigirse, obligarse, responsabilizarse, ayudar, servir, socorrer, favorecer, defender, proteger, contribuir, dominarse, controlarse, moderarse, prescindir, afanarse, aplicarse, esforzarse, perseverar, confirmar, dar, compensar, restituir, respetar, contribuir, satisfacer, convivir, auxiliar, coadyuvar, confiar, obedecer, aguantar, colaborar, cooperar. Cuadro 13: funciones y verbos significativos de las fases del proceso de aprendizaje © narcea, s. a. de ediciones 138 Cómo personalizar la educación Como por otra parte, el pleno rendimiento del sistema cognitivo requiere la colaboración de otros procesos de naturaleza metacognitiva, ambiental, social, etc., es preciso tener en cuenta otro grupo denominado “de apoyo”. Por proceso cognitivo hay que entender aquella actividad cerebral encargada de transformar, transportar, reducir, coordinar, recuperar o utilizar una “representación mental” del mundo. Tales procesos, pues, “traducen” una entrada de información sensorial en una representación conceptual, “transforman” una representación conceptual en otra, y hasta pueden “traducir una representación conceptual” en una salida de información motriz (Bernardo Carrasco, J., (2007: 27-35). QUÉ ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE HAY QUE ENSEÑAR 1. Estrategias de Atención La atención realiza dos funciones básicas (Bernardo Carrasco, J., 2004: 60-103; Bernad, J.A.,1995: 20-125): 1ª: Captación de la información: darse cuenta de la información que recibimos por: – Vía oral. Aquí se sitúan las estrategias para: saber preguntar, saber escuchar, saber tomar apuntes por el sistema tradicional y saber tomar apuntes utilizando la técnica de las “supernotas”. – Vía escrita. Comprende básicamente las estrategias necesarias para: saber leer bien, subrayado, síntesis y resumen. – Ambiente (realidad circundante). Incluye las estrategias de observación. 2ª Selección de la información que interesa. No toda la información existente podemos almacenarla en la cabeza. Hay, pues, que centrar la atención en la información que realmente es necesario aprender. Esto implica las siguientes estrategias: – Para seleccionar las fuentes donde se encuentra la información. – Para seleccionar la información que es importante de esas fuentes (identificar las ideas principales). Junto a estas estrategias, son también importantes las siguientes: – Estrategias para conseguir la concentración en el estudio. – Estrategias del profesor que facilitan la atención de sus alumnos, de entre las que destacan: © narcea, s. a. de ediciones Cómo personalizar el aprendizaje 139 • Indicar los objetivos concretos a conseguir en cada unidad. • Relacionar los nuevos conocimientos con lo que ya saben. • Actividades variadas en cada sesión. • Ayudarles a prescindir de los distractores internos y externos (mesa llena de cosas). • Ayudarles a que encuentren “su” sistema de trabajo. • Exigir de acuerdo con “su” ritmo de trabajo. • Poca explicación oral y más actividades. • Ser un buen narrador: de experiencias, de sucesos, de anécdotas, de ejemplos... • Enseñarles a escuchar, tomar apuntes, supernotas, preguntar... 2. Estrategias para el Procesamiento de la Información Destacan las siguientes estrategias24: – Estrategias básicas para aprender con todo el cerebro. Las más importantes son: • La técnica de los mapas conceptuales. • La técnica de los mapas mentales. • La técnica de las redes semánticas o conceptuales. • La técnica de las tablas o cuadros. • La técnica de los esquemas. – Estrategias de memorización. Las más importantes son: • Repasos: Resultan más eficaces si se hacen en momentos distintos que de modo seguido. • Categorización: Consiste en la organización semántica de los materiales a aprender, agrupándolos en categorías. Por ejemplo, podemos abarcar todos los programas de cualquier cadena de televisión en 4 ó 5 categorías: noticiarios, deportivos, culturales.... • Elaboración verbal: Se trata de construir historias, hacerse preguntas, elaborar frases, etc., referidas a la información a aprender. • Elaboración de imágenes: Se pretende sustituir las ideas por gráficos e ilustraciones que las representen. Incluye: el método de lugares que consiste en imaginar un recorrido habitual e ir colocando mentalmente 24 Un estudio detallado de estas estrategias puede verse en: a) Bernardo Carrasco, J., (2007); b) Ontoria, A., et alii (1999). © narcea, s. a. de ediciones 140 Cómo personalizar la educación en lugares destacados la información a recordar.; y el método de la rima que consiste en formar imágenes interactivas entre los elementos de la rima y aquellos que queremos memorizar. •Técnica de las palabras-clave: consiste en transformar información poco familiar en información familiar (por ejemplo, palabras en el propio idioma que suenen parecidas) y, posteriormente, formar imágenes que interrelacionen las imágenes del material conocido en el contexto desconocido. • Sistemas mnemotécnicos: Son útiles sólo en casos de acumulación de datos, fechas, lista de conceptos, etc. También son útiles con series que se prestan a confusión. Algunos ejemplos: formar una frase coherente con los datos o alguna pequeña historia; lista de palabras: formar una frase con las letras o sílabas iniciales, o aplicarla a una música conocida; hacer versos con los datos; sustituir las ideas por gráficos e ilustraciones que las representen; asociar la imagen de las ideas con algún objeto o lugar familiar. 3. Estrategias de Personalización Dentro de este apartado incluimos los siguientes tipos de estrategias: – Estrategias inventivas y creativas. – Estrategias para la transferencia de los conocimientos, dentro de las cuales destacan las analogías, las comparaciones, las parábolas, las fábulas y las alegorías. – Estrategias de planificación. – Estrategias de autocontrol. 4.El profesor como facilitador y mediador en el aprendizaje de estrategias La mediación del profesor en el aprendizaje de estrategias por parte del alumno ha de consistir sobre todo en (Monereo, C., et alii, 1994: 175-180; Bernardo Carrasco, J., 2007: 201-210): • Proporcionar a los estudiantes procedimientos de trabajo que les ayuden a aprender: a) cómo y dónde buscar y seleccionar información relevante; b) cómo elaborar y confirmar hipótesis; c) de qué manera y bajo qué criterios organizar y presentar la información descubierta, etc. • Explicar las relaciones existentes entre lo que enseñamos y cómo lo enseñamos, ofreciendo modelos de aprendizaje sobre cómo aprender la materia y qué podemos hacer con lo que hemos aprendido: la forma de enseñar influye decisivamente en la forma de aprender. © narcea, s. a. de ediciones Cómo personalizar el aprendizaje 141 • Crear oportunidades para utilizar las estrategias en las distintas tareas y decidir cómo las llevarán a cabo. • Establecer sistemas de evaluación que permitan la reelaboración de las ideas enseñadas, y no sólo su reproducción memorística. • Hacer que los alumnos vayan teniendo cada vez mayor autonomía en la regulación de su propio aprendizaje. APRENDER DE MODO METACOGNITIVO También corresponde al profesor enseñar al alumno a aprender de modo metacognitivo, es decir, que el alumno utilice las estrategias de aprendizaje de modo metacognitivo. Esto supone, de acuerdo con Beltrán (1993) lo siguiente: • Saber lo que hay que hacer (conocimiento declarativo). Se refiere al conocimiento de las estrategias de aprendizaje: qué son, para qué sirven, características que presentan, tipos, pasos a seguir en su utilización... • Saberlo hacer (conocimiento procedimental): Hace alusión a saber poner en práctica el conocimiento declarativo, es decir, a usar realmente las estrategias de modo correcto: por qué se debe utilizar una estrategia y no otra, en las distintas circunstancias o tipos de estudio o trabajo. Para ello hay que tener en cuenta: las características personales y las exigencias de la tarea. • Controlarlo mientras se hace (conocimiento condicional o función autorreguladora), que incluye: saber cuándo hay que emplear cada estrategia; comprobar su eficacia, y saber readaptar las estrategias que se están utilizando, o cambiarlas, si no producen el resultado previsto. Esto implica capacidad de aprender por uno mismo, es decir, tener autonomía en el aprendizaje. Veamos ahora en concreto la aplicación de la metacognición a los principales procesos que implica el aprendizaje25. 1. Metamemoria La metamemoria hace referencia al conocimiento que tenemos de nuestra memoria (sus recursos, limitaciones, operatividad, etc.), el cual nos permite hablar de ella, analizarla y diseñar estrategias para recordar mejor. 25 Un estudio más detallado al respecto puede verse en: a) Burón, J., (1993); b) Bernardo Carrasco, J., (1997). © narcea, s. a. de ediciones 142 Cómo personalizar la educación Flavell y Wellman (1977) afirman que, para conocer qué es la memoria y los procesos que emplea, se requieren cuatro elementos: • Sensibilidad: el alumno ha de aprender a discernir cuándo ha de memorizar información para recordarla y usarla después, pues hay datos que se recuerdan sin intentarlo, mientras que otros exigen esfuerzo para conseguirlo. • Variables de la persona: el alumno ha de aprender hasta dónde puede fiarse de su memoria, y actuar en consecuencia, autorregulando el olvido, repasando, escribiendo los datos... En suma, ha de aprender a conocer las posibilidades y límites de su propia memoria (qué le cuesta memorizar más o menos...). • Variables de la tarea: el alumno tiene que aprender que no todos los datos son igualmente difíciles de recordar, que es más fácil aprender pocos elementos que muchos, que no es lo mismo emplear poco tiempo que mucho... • Variable de estrategias: el alumno debe descubrir qué estrategias le facilitan la memorización y les son más útiles, para poder así desarrollar sus propias estrategias. En la metamemoria se incluyen no sólo los conocimientos que tenemos de nuestra propia memoria, sino también la metacognición de las estrategias de la memoria: sabemos cómo recordamos al usar una estrategia y cómo lo hacemos al usar otra, y este conocimiento (metacognición de las estrategias) determina nuestra conducta en el futuro. 2. Metacomprensión y aprendizaje 1. Punto de partida: – Relacionar los nuevos conocimientos con los que ya poseemos, integrarlos y apropiarlos. – Aprender conocimientos no es lo mismo que repetirlos. – Los alumnos estudian según la forma de preguntar del profesor para repetir, para interpretar y para relacionar. 2. Un alumno ha comprendido si sabe realizar alguna de estas operaciones, entre otras: – Explicar las ideas con sus propias palabras. – Buscar ejemplos distintos que la confirmen. – Reconocer las ideas en circunstancias distintas o si están expresadas con otras palabras. © narcea, s. a. de ediciones Cómo personalizar el aprendizaje 143 – Ver relaciones entre esas ideas y otras ideas o hechos conocidos. – Sacar deducciones personales. 3. La metacomprensión implica: – Conocimiento del objetivo: Saber qué se busca al leer o al escuchar. – Autoobservación del proceso: Observar si la acción que se está realizando conduce al objetivo y/o si es la más adecuada. – Autorregulación: Medidas correctoras que se toman sobre las estrategias utilizadas (dirigir, modificar, corregir, reafirmar). 4. La metacomprensión plantea a los profesores preguntas como éstas: – ¿Cómo sabemos que nuestros alumnos han comprendido? – Las preguntas, exámenes y trabajos que proponemos, ¿estimulan su comprensión? – ¿Saben ellos en qué consiste la comprensión. 3. Metaatención y aprendizaje La metaatención consiste en el conocimiento de los mecanismos mentales que debemos poner en ejercicio para concentrar nuestra atención en un objetivo y controlar las distracciones. Los estudiantes poco estratégicos procesan la información a trozos y asistemáticamente, focalizando la atención primordialmente en las palabras mismas más que en su significado, y en el significado que cada frase tiene en sí misma sin relacionarlo con el contexto en el que está inserta (Gadner, 1981: 159-162). Así pues, la capacidad para distinguir las ideas principales de un texto es la base para saber atender y actuar con estrategias eficaces en el estudio (subrayado, síntesis, esquemas, mapas...). Ahora bien, lo fundamental no es que el profesor indique qué es lo importante, sino que enseñe a identificarlo a sus alumnos quienes, atendiendo a todo el contexto, sepan distinguir lo importante, entendido en todo su sentido gracias a lo accesorio, que perfila y matiza ese sentido. La metaatención, pues, implica: – Ser capaz de atender a los elementos exteriores. – Saber escoger el mejor de los procesos que nos conduce a atender bien. – Saber controlar durante el proceso cuándo funciona bien y cuándo no, para seguir con él, cambiarlo o modificarlo, según proceda. Toda actuación metacognitiva para la atención exige: – Conocer que la atención es limitada y no se puede abarcar toda la realidad a la vez. © narcea, s. a. de ediciones 144 Cómo personalizar la educación – Conocer que una tarea exige centrarse sólo en ella, prescindiendo de las demás. – Saber que la atención no se produce siempre automáticamente, sino que, a veces, exige más o menos esfuerzo. – Tener en cuenta que, a medida que se tiene más edad, crece el dominio de la atención. – Saber que la realización eficaz de una tarea exige concentrarse al máximo, prescindiendo de cualquier tipo de distractor. 4. Metalectura y aprendizaje Hay que distinguir entre saber leer y los conocimientos que se tienen sobre la lectura (metalectura). Saber leer significa que se conocen las letras, las combinaciones de las letras (= palabras), las combinaciones de las palabras (= frases), y que se descifra el significado de estas combinaciones. La metalectura va más allá: comprende el conjunto de conocimientos que tenemos sobre la lectura y sobre los procesos mentales que debemos realizar para leer: qué debemos hacer para leer, para qué se lee un texto, qué exige leer bien, qué elementos influyen positiva o negativamente en el proceso de leer y cómo se controlan, etc. En la metalectura se distinguen claramente dos aspectos: para qué se lee (finalidad de la lectura), y cómo se debe leer (control de la actividad mental de una forma determinada para conseguir la meta propuesta). Ambos aspectos están íntimamente relacionados: el modo en que se lee y regula la actividad mental mientras se lee está determinado por la finalidad que se busca al leer. Los buenos lectores se distinguen de los malos en ambos aspectos. Porque no coinciden unos y otros en la consciencia que tienen de la utilidad de la lectura y de la necesidad de cambiar las formas de leer, según el propósito que se persigue, lo que hace que su modo de leer sea distinto (Baker y Brown, 1982). Los malos lectores no saben que volver a leer un párrafo cuando no se ha entendido es una estrategia básica; que es más fácil contar una historia diciendo lo esencial que contarla palabra por palabra; que hay que leer de distinta forma para recordar el significado global del texto que para repetirlo literalmente; que cuando no se entiende algo al leer lo que hay que hacer es usar el contexto y no pasarlo por alto; etc. 5. Metaescritura y aprendizaje La metaescritura consiste en el conocimiento que tenemos del objetivo final de la escritura, junto con la autorregulación que realizamos durante la acción de escribir y la evaluación final del resultado. En este sentido, el buen estudiante se distingue del que no lo es, no sólo por lo que sabe, sino también por la forma de usar lo que sabe. Si un alumno juzga que ha hecho bien un examen porque ha escrito muchas cosas, está demostrando que no sabe cómo se hace © narcea, s. a. de ediciones Cómo personalizar el aprendizaje 145 un examen, que no es consciente de que no lo sabe y que ignora las limitaciones que tiene este modo de responder y de aprender. Por eso, una de las formas de enseñar a escribir metacognitivamente a los estudiantes consiste en devolverles los exámenes, una vez corregidos por el profesor, para que ellos mismos corrijan su propia redacción, ortografía, estructura gramatical, enlace lógico y secuencial de las frases, relación entre pregunta y respuesta, orden de exposición de los elementos, presencia de elementos irrelevantes o incongruentes, desviaciones del tema, etc. CONSECUENCIA DEL USO DE ESTRATEGIAS: SABER PENSAR Y CRITERIO ÉTICO La integración personal de los nuevos conocimientos consiste en su incorporación al esquema cognitivo propio. Cada nuevo conocimiento, al ser integrado en dicho esquema cognitivo personal, es “interpretado” en la dirección de las ideas que lo forman, por lo que es asumido o apropiado personalmente. Por otra parte, cada nuevo conocimiento también influye en la conformación del esquema cognitivo propio, modificándolo. Lo importante, pues, es apropiar los conocimientos sin desvirtuar su contenido, para que el esquema cognitivo sea objetivo y real. Tener criterio propio es consecuencia del dominio, por parte de la persona, de todos los procesos cognitivos y metacognitivos y sus estrategias correspondientes: saber atender, procesar bien la información (es decir, convertir la información en conocimientos que se adecuan a la realidad de la que ha partido la información), saber autocontrolar bien esos procesos y, sobre todo, integrarlos en el modelo personal de pensar y de ser, que es único y propio. Aquí se hace necesario hacer algunas precisiones fundamentales para entender lo que acabamos de exponer. En primer lugar, la persona tiene diferentes esquemas cognitivos particulares en los que ha de integrar los distintos tipos de información que recibe, una vez procesada y convertida en conocimientos. Ahora bien, estos distintos esquemas cognitivos particulares están interrelacionados entre sí, no son estructuras aisladas, se influyen mutuamente de forma que, todos ellos, junto con las experiencias, convicciones, valores, actitudes, sentimientos, etc. (que están igualmente interrelacionados entre sí y con dichos esquemas cognitivos), constituyen lo que podríamos denominar modo personal de pensar-sentir-querer, es decir, de ser. En la mente humana (en la que incluimos todo nuestro psiquismo), no cabe lo de “pegar” y “copiar”, como hacemos con el ordenador. Nuestra mente no es algo en blanco en donde se van “pegando” las ideas o pensamientos “copiados” de nuestros profesores, padres, etc., sin que cada uno interven© narcea, s. a. de ediciones 146 Cómo personalizar la educación ga en este proceso de “tener” ideas para llegar a “ser” personas. Mis conocimientos son consecuencia de la representación, traducción, organización, etc. que yo hago de la información que me llega del exterior, es decir, de la realidad (lecturas, audiciones, objetos...) para que sea asumida por mi modo personal de pensar. Lo importante es que mis esquemas cognitivos particulares y, en consecuencia, mi esquema cognitivo personal y global, en el que todos aquellos se integran, se adecuen lo más y mejor posible a la realidad, es decir, que sean lo más objetivos posible. Porque la realidad existe, es la que es, y yo estaré tanto más equivocado (o sea, pensaré más erróneamente) cuanto más haya originado conocimientos y pensamientos alejados de esa realidad. Dicho de otra forma: lo importante es que la verdad objetiva y el bien objetivos –es decir, la realidad, lo que es independientemente de mi manera de pensar y de ver las cosas–, sean integrados, de modo autónomo y singular, en mi esquema cognitivo tal y como son. Es decir, que la persona no “imite” ni “actúe” simplemente porque lo ha oído al profesor, o a sus padres, o en la televisión, sino porque forman parte de su “yo”, es “su” verdad y “su” bien, que coinciden con “la” verdad y con “el” bien: se trata, pues, de que la verdad objetiva y la subjetiva se confundan o coincidan al máximo. Así pues, cuando la persona integra de un modo propio la nueva información que le llega en su correspondiente esquema cognitivo particular, y éste, a su vez, queda también integrado en su modelo personal único y global, se puede afirmar que esa persona sabe pensar, pues las ideas que expresa han sido “digeridas” según su modo propio y expresadas también según ese mismo modo, que debe coincidir lo más posible con la verdad y el bien objetivos mediante el ejercicio del pensamiento crítico, que no es otra cosa que el examinar meticulosamente si nuestros conocimientos se adecuan a esa verdad y a ese bien objetivos, o lo que es igual, el saber discernir en qué medida la verdad subjetiva coincide con la verdad objetiva que refleja la realidad, y por tanto en qué medida es o no errónea; de ahí que el desarrollo del pensamiento crítico constituya una de las grandes metas de la educación personalizada. Esta forma de actuar nos lleva a tener criterio propio (de cada uno, personal), que constituye la mejor arma que tenemos para evitar todo tipo de manipulación de las ideas. En consecuencia, mis pensamientos, mis creencias, mis sentimientos, todo mi psiquismo debe estar íntimamente interconectado constituyendo un modelo o esquema personal que es único e irrepetible: en esto consiste la unidad de la persona. De ahí que si el criterio propio personal debe estar en consonancia con la realidad, una de cuyas manifestaciones es el bien, hay que concluir que la persona debe tener un criterio ético adecuado, objetivo, que coincida con la realidad. Si la persona origina ideas éticamente malas, y las practica, es una persona desviada, por muy elaboradas y originales que hayan sido. Será una persona que sabe pensar, pero mal (Bernardo Carrasco, J., 2007: 168-171). © narcea, s. a. de ediciones Cómo personalizar el aprendizaje 147 CÓMO SABER SI LA FORMA DE APRENDER DEL ALUMNO ES EFICAZ En el cuadro 14 pueden verse de modo sintético los indicadores básicos para saber si la forma de aprender de cada alumno es o no eficaz, en función de su propio proceso de aprendizaje. Proceso de aprendizaje Condiciones psicológicas del alumno Planificación del trabajo Aprendizaje eficaz Poner el esfuerzo necesario (voluntad) y estar convencido de por qué hay que aprender (voluntad). – Definir de modo claro y concreto lo que ha de aprender, de acuerdo con lo que indica cada profesor (formula sus propios objetivos). – Estudiar diariamente de acuerdo con un plan en el que quedan bien distinguidas las actividades personales, las académicas (incluidos los trabajos a realizar), y las recreativas. Captación y selección de la información: la atención – Saber seleccionar las principales fuentes que contienen la información a aprender. – Utilizar adecuadamente las estrategias necesarias para seleccionar lo importante de las explicaciones de los profesores: toma de apuntes y/o supernotas. – Saber distinguir las ideas principales de las que no lo son. – Utilizar adecuadamente el libro de texto, comprendiendo la estructura en su conjunto y de cada capítulo en particular, descubriendo las partes de cada unidad, discriminando los datos básicos de los irrelevantes, relacionándolos y organizándolos jerárquicamente mediante la realización de esquemas, mapas, etc., e integrándolos con otros conocimientos ya poseídos. – Acudir a otra bibliografía recomendada, tomando notas en fichas de las ideas principales y de los comentarios que nos sugieran éstas. – Saber utilizar las técnicas del subrayado, resumen y/o síntesis para plasmar lo importante. Codificación de la información – Utilizar todos los códigos de representación mental de los conocimientos a aprender, según proceda: a) Código verbal: comprender lo que se lee, saber escuchar, dominar el vocabulario tanto común como específico de cada materia o área. b) Código viso-espacial: saber representar gráficamente los conocimientos utilizando supernotas, mapas conceptuales y/o mentales. c) Código analógico: saber comparar para encontrar semejanzas y diferencias. Elaboración, organización y almacenamiento de la información © narcea, s. a. de ediciones – Organizar el conocimiento a partir de principios utilizando tablas o cuadros, redes semánticas, esquemas y clasificaciones rigurosas y completas. – Integrar los conocimientos haciendo una reformulación o traducción personal de los mismos, que conduce a tener criterio propio, comparar, ser creativo y, en definitiva, a saber pensar. 148 Cómo personalizar la educación Memorización de los conocimientos – Memorizar de modo significativo y comprensivo, poniendo en juego todos los tipos de memoria posibles, y utilizando las estrategias correspondientes (repaso, creación de imágenes, autopreguntarse, sistemas mnemotécnicos, etc.). Transferencia de los conocimientos adquiridos – Saber transferir o generalizar los conocimientos y estrategias integrados de unos campos a otros. Control de los procesos de aprendizaje: la metacognición – Aprender de modo metacognitivo, lo cual supone: a) Conocer nuestros propios procesos mentales. b) Utilizar estrategias que mejoren esos procesos. c) Tener capacidad autorreguladora, que implica: • Conocer la propia situación. • Saber qué estrategias se deben utilizar para remediar la situación • Comprobar la eficacia de las estrategias usadas para seguir con ellas, readaptarlas o cambiarlas, según proceda. – Concretar el aprendizaje metacognitivo a cada una de las capacidades y procesos a utilizar: metaatención, metamemoria, metacomprensión, metaestrategias de aprendizaje, metaplanificación del trabajo, metaprocesamiento de la información, metatrasferencia, etc. – Algunas concreciones de lo indicado anteriormente serían: a) Saber controlar las distracciones. b) Darse cuenta de que la atención es limitada y no se puede abarcar toda la realidad a la vez. c) Planificar el estudio y el trabajo conociendo la propia realidad y circunstancias, dedicando el tiempo necesario a ella. d) Tener conciencia alta y clara de nuestros puntos fuertes y débiles, y autorreforzar éstos. e) Poseer un repertorio variado de estrategias y tener facilidad para seleccionarlas, utilizarlas y, en su caso, cambiar alguna cuando se comprueba que no da buenos resultados. f) Transferir con facilidad los conocimientos y estrategias de un campo a otro, y tender a la generalización. g) Comprobar los resultados parciales y totales en las tareas: autoevaluarse. h) Tener horarios fijos que permitan una relación ajustada entre esfuerzos y tiempo dedicado a las tareas y un control de los resultados que se van obteniendo. i) Sintetizar los conocimientos, una vez analizados parcialmente. j) Autopreguntarse al estudiar un tema. Cuadro 14: Comparación de los indicadores propios de la eficacia del aprendizaje © narcea, s. a. de ediciones
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