(Cómo enseñar el control de esfínteres a nuestros - CEIP Gasparot

¿Cómo enseñar el control de esfínteres a nuestros hijos?
1. ¿Qué significa “control de esfínteres”?
El control de esfínteres supone el paso de un comportamiento reflejo automático a una
conducta voluntaria y controlada. Decimos que no hay control de esfínteres cuando el
niño moja la cama durante la noche y / o se moja la ropa durante el día. La mayoría de
los niños logran el control de esfínteres diurno entre los dos y los tres años. Es
importante señalar que cualquier situación que produzca tensión o ansiedad puede
estorbar o interferir el control de esfínteres y que estos plazos pueden variar de un niño
a otro.
2. ¿Cuándo podemos decir que un niño ha alcanzado la madurez suficiente
para aprender a controlar esfínteres?
Debemos estar atentos a algunos indicadores:
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El niño debe ser capaz de permanecer cierto tiempo realizando una tarea y
prestando atención a la misma.
El niño debe ser capaz de imitar (hacer lo mismo que hacen los mayores, otros
niños, los personajes de un cuento…) y obedecer instrucciones simples, como
subirse y bajarse el pantalón.
El niño debe conocer las palabras clave: pis, caca, mojado, sucio, limpio, pañal,
váter, orinal…
Debe darse cuenta de las sensaciones molestas que ocurren después de orinar o
hacer caca (estar “mojado”, “sucio”) y poco a poco ser consciente de lo que se
siente antes de: las “ganas” de hacer pis o de hacer caca.
El niño es capaz de permanecer un intervalo de 2-3 horas seco (su pipí ya no es
un goteo continuo).
3. ¿Cómo podemos ayudar al niño a conseguir el control de esfínteres?
Pasos a seguir:
1. Durante unos días anotaremos las horas en las que el niño suele orinar o hacer
caca.
2. Empezar el programa de entrenamiento QUITÁNDOLE EL PAÑAL y
poniéndole en el orinal media hora antes de la que hemos anotado en períodos
no superiores a dos horas. NO volver a PONER EL PAÑAL aunque tengamos
que estar cambiándole continuamente.
3. Descubrir las señales del niño: El niño puede dar signos del niño concretos no
verbales de que quiere hacer pis (se mueve, cruza las piernas, se lleva las manos
al pubis,…) o caca (se pone rojo, se encoge,…) Cuando lo inicie, dígaselo para
que se dé cuenta de ello: “(nombre del niño/a), me parece que tienes ganas de
hacer caca ahora ¿verdad?”
4. Establecer una rutina, llevándolo al cuarto de baño a intervalos regulares
(empezaremos con intervalos inferiores a 2 horas y progresivamente, cuando
hayamos conseguido que haga pis iremos aumentando progresivamente).
Acompañarlo junto con alguna lectura, juguete o canción, haciéndole agradable
su permanencia en el WC, pero nunca obligándolo. Es importante que los padres
acompañen siempre al niño a hacer pipí / caca y le enseñen cómo hacerlo.
5. Cuando el niño haga pipí o caca en el WC lo celebraremos con una alabanza. Si
no, no pasa nada. Pero se puede decir que “otro día” o “la próxima vez” hará
caca en el orinal como los niños mayores. Nunca debemos culpabilizar al niño,
amenazándolo, riñéndole, comparándolo con hermanos u otros niños o
ridiculizándolo por haberse hecho pipí o caca encima. Recordar que cada niño
tiene su propio ritmo.
6. Y por la noche…
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Una vez conseguido el control durante el día, retiraremos el pañal de la noche
¡Definitivamente!
Recordar que es muy importante que los niños se acostumbren a hacer pis
siempre antes de acostarse.
Es posible que los primeros días no aguante toda la noche seco, en ese caso
procuraremos despertarle a media noche, para que haga pis conscientemente en
el WC. Si vemos que está mojado, la siguiente noche lo levantaremos un poquito
antes.
Para ayudarle a controlar el pis durante más tiempo, es conveniente jugar
durante el día a soltar y retener el pis varias veces cada vez que vaya al WC.
Otros consejos que facilitarán el control de esfínteres:
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El entrenamiento en control de esfínteres deberá realizarse siempre en un
ambiente relajado, tranquilo y comprensivo, sobre todo cuando ocurra algún
“fallo”:
Con respecto a los padres, se recomienda hacerlo cuando éstos se encuentren
disfrutando de días libres o vacaciones, fuera del estrés del trabajo y con tiempo
disponible para el entrenamiento.
Con respecto a los niños, es aconsejable hacerlo con la llegada del buen tiempo
para evitar posibles catarros si moja la ropa o las sábanas al inicio del
entrenamiento.
Pondremos al niño ropa fácil de quitar: para evitar “escapes” por no poder llegar
a tiempo al WC, será aconsejable ponerle pantalones con elásticos, evitando
ropa ajustada, con botones, cinturones o cremalleras.
Para facilitar que el niño pueda sentarse a hacer pipí o caca por él mismo se
puede utilizar un orinal que disponga de tapa (imitan pequeños WC) o colocar
un adaptador en el WC.
En definitiva, los padres debemos:
1. SER PACIENTES Y CONSTANTES: mantener una rutina, orden y horarios
fijos.
2. IR PASO A PASO Y NO DESISTIR ANTE LOS FRACASOS.
3. TOMARSE LA SITUACIÓN CON CALMA Y CON BUEN HUMOR.
4. ¿Por qué a algunos niños les cuesta más adquirir el control de esfínteres?
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Podemos encontrar niños con dificultades de aprendizaje, por lo que puede
costarles mucho más tiempo el adquirir las habilidades básicas necesarias para ir
al cuarto de baño de modo independiente. También puede que tarden algo más
en aprender a reconocer las señales de su propio cuerpo y no sepan cuándo
tienen ganas de ir al WC.
Podemos encontrar niños con dificultad para aprender y utilizar el lenguaje.
Puede que no sean capaces de decir a sus padres que necesitan ir al WC con
palabras, por lo que éstos tienen que atender a otros signos para saberlo.
Algunos niños pueden encontrar difícil el adaptarse de una situación a otra. Por
ello, podría ocurrir que en casa vayan al baño sin problemas, pero se nieguen a
hacerlo en la guardería o en la escuela.
En general, podemos hablar de diferentes causas que expliquen un retardo en el control
de esfínteres:
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Demora en el desarrollo neurológico.
Existencia de estados de tensión y angustia en el niño que puede expresar
mediante este tipo de retrocesos.
Exceso de castigo en la enseñanza del control de esfínteres.
Presencia de infecciones, presión muscular o inhibición de los reflejos, por eso
es preferible crear un ambiente agradable para el desarrollo de estos hábitos.
NUNCA DEBEMOS:
• Tener prisa. Cada niño/a madura a su ritmo. Presionarle sólo conducirá a frustación y
dificultades.
• Amenazarle, reñirle, gritarle, castigarle… cuando no logra controlar los esfíntres.
• Ridiculizarle en público, ante sus hermanos…compararlo con otros niños/as más
“adelantados”.
• Ponerle dificultades involuntarias en forma de ropa difícil de manejar por el niño/a:
olvidarse de vaqueros, pantalones con cremalleras, petos con tirantes, leotardos…
5. ¿Y una vez logrado el control de esfínteres?
Una vez que hemos conseguido que el niño aprenda a hacer pipí/caca sin pañal,
debemos iniciar al niño en otros hábitos relacionados con un uso adecuado del WC :
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Subir y bajar la tapa del WC antes y después de su uso.
Cerrar la puerta del cuarto de baño cuando esté utilizando el WC y al salir del
mismo.
Orinar o defecar sin mojarse o mancharse.
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Cortar el papel higiénico, limpiarse sin mancharse o mojarse la mano y tirar al
WC el papel usado.
Después de utilizar el WC tirar de la cadena o pulsador de agua.
6. Control intestinal
Para el control de la caca hemos de tener en cuenta:
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Es preferible comenzar a habituarle al uso del orinal o sentarle en el WC
justo después de las comidas, ya que en ese momento la necesidad de evacuar
es más apremiante y es más probable que tenga éxito. Intenta llevar a tu hijo
durante aproximadamente veinte minutos después de cada comida. Encontrar el
tiempo correcto será cuestión de aplicar el método de “ensayo error”.
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Al comenzar la enseñanza de control de intestinal aprovecha el momento de
cambiar el pañal sucio. Dejarlo caer en el orinal, estableciendo así una relación
entre deposición y recipiente. Puede animársele a hacer prácticas. Bajarle los
pantalones y colocarlo un corto tiempo en el orinal, incluso con el pañal abierto
dentro del orinal. Como si fuese un juego. Nunca forzar a que se siente en él o
mantenerlo contra su voluntad.
Aprovechar el momento en el que los padres o su hermano/a mayor,
primos/as,… estén efectuando el acto de defecar, para que se vea estimulado su
deseo natural de imitación.
Después de haber iniciado las prácticas, se debe encontrar el momento en que el
niño/a esté deponiendo para conseguir, con habilidad, que lo haga en el orinal o
en el WC. Esto no es fácil conseguirlo, sobre todo en las primeras ocasiones.
Al principio, premiar cualquier intento con contacto físicos, besos o palabras
cariñosas. Luego hacerlo solamente con los éxitos, pero seguir elogiando los
buenos resultados obtenidos en los días sucesivos. Si tardase en conseguir el
control intestinal, seguir animándole y elogiando los intentos. No enfadarse,
reñir ni castigar porque se produzcan fallos. El conseguir buenos resultados se
logra en un tiempo muy variable de unos niños a otros.
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7. Algunos libros y cuentos que podemos utilizar.
Para incitar al niño en el control de esfínteres, una forma es leerle cuentos que traten
sobre ello, explicándole lo que ocurre con los personajes. Aquí presentamos algunos
que serán de utilidad:
¡Caca! BAXTER, INCOLA. Barcelona: Timun Mas, 2003. Cuando una criatura como
Nipa pide el orinal, no todo va como habíamos previsto. Pero no será necesario mucho
tiempo para que toda la familia se sienta… descansada.
¡Ya no levo pañales! DENOU, VIOLETA. Barcelona: Timun Mas, 2004. Cleta se
acaba de hacer pis, Teo le cambia el pañal… Cleta aprende a hacer pis y ¡ya no lleva
pañales!
¡Fuera pañales! WATT, FIONA. Londres: Usborne, 2002. Un libro dirigido a los más
pequeños de la casa con el que los niños además de verse reflejados en las actividades
cotidianas aprenderán muchas cosas y ampliarán su vocabulario.
¿Y después de los pañales? BORGARDT, MARIANNE. Barcelona: Timun Mas,
1996. El paso del pañal al orinal es un momento trascendental en la vida de todo niño y
niña. Es el momento en que ya se es mayor. Su descubrimiento se realiza de muchas
formas, la más normal entendiéndolo como sombrero de juguete. El joven protagonista,
después, aprende el uso y disfrute de tan útil aparato; siempre en compañía de su gato
vivirá los episodios principales del acto, cuando se necesita el orinal y los movimientos
precisos que requiere.
¡Pipí en la hierba! BONNIOL, MAGALI. Barcelona: Corimbo, 2002. Cuando
paseamos y nos entran ganas de hacer pipí, hay que encontrar un buen sitio. No junto a
las ortigas. Tampoco en la araña… Aquí está bien, no hay más que pequeños insectos.
¡Cuidado no los ahogues!
Gabinete Psicopedagógico Municipal.
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Villajoyosa.