¿Cómo rezar el Via Crucis? Sugerencias prácticas para hacer con mayor fruto esta devoción tan propia del catolicismo. Para ayudar a vivir con fruto estos momentos de especial trato con Jesús, en cada una de las estaciones, es conveniente disponernos interiormente, considerando que ante la imposibilidad de estar físicamente presentes en Jerusalén en tiempos de Jesús, podemos, ahora, unirnos a ese camino que lo llevó por amo a nosotros hasta su muerte en la Cruz. 1. Se enuncia la Estación y se hace un momento de silencio. 2. 2. Después del enunciado de cada una de las estaciones se puede decir: V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo 3. Después se suele rezar un Padrenuestro y un Avemaría. 4. Finalmente, antes de comenzar la siguiente estación, y para mover nuestro espíritu de penitencia, de reparación, de asociarnos a la redención de Cristo, podemos decir: V/ Señor pequé. R/ Tened piedad y misericordia de mí. Posible texto inicial: Vamos a comenzar este rato de oración siguiendo el Via crucis. Acompañamos a Jesús en el camino que recorrió hasta llegar al calvario. Queremos seguir los pasos del Hijo de Dios que, con su muerte, y su resurrección nos obtuvo la Vida para siempre. Para poder profundizar y entender la Pasión del Señor, es necesario tener en cuenta estos tres elementos: A. Un hecho: "padeció", "sufrió", "murió". B. Una finalidad: "por nosotros", "por nuestros pecados", "por nuestra salvación". C. Un móvil: "el amor a nosotros", "la obediencia y amor al Padre". Jesús pasó por el mundo haciendo el bien. Mostró el rostro del amor de Dios a todos los hombres. Toda su vida fue de entrega amorosa, pero quiso rubricarlo de tal forma que no dejara lugar a dadas, y así lo manifestó en los últimos momentos de su vida: "habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo" (Jn 13, 1), hasta no poder más. Si no hay mayor prueba de amor que "el dar la vida por los amigos" (Jn 15, 13), Él nos ha demostrado que es el mejor amigo: padeció y se entregó por nosotros, por ti y por mi. Nos disponemos a acompañar a Jesús en su camino hacia el Calvario. Estamos llenos de agradecimiento por su amor a nosotros, y al mismo tiempo nos duele haberle hecho sufrir tanto con nuestros pecados. Con estos sentimientos nos preparamos en unos momentos de silencio y oración. ORACIÓN PREPARATORIA Jesús, estamos aquí ante Ti, dispuestos a acompañarte en este camino de amor y sufrimiento redentor. Queremos meditar los acontecimientos que viviste tan intensamente y por amor a nosotros: desde la oración del huerto hasta tu muerte y sepultura. Nuestros pecados han sido la causa de tanto dolor. Por eso, te pedimos perdón y prometemos no ofenderte más. María, Tú que siempre estuviste cerca de tu Hijo, ayúdanos a "tener los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús". Tú, que permaneciste fiel al pie de la cruz, muéstranos el camino de la fidelidad.
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