1. Ciencia

Cómo se diseña un huerto en permacultura
Escrito por Nerea
Viernes, 23 de Mayo de 2008 00:00
Uno de los preceptos básicos de la permacultura es el de diseñar nuestras casas y terrenos, de
manera que la mayor cantidad de alimentos de uso cotidiano estén al alcance de todas las
personas (y seres vivos) que viven allí.
Desde siempre y en todas las culturas las hortalizas caseras y las pequeñas áreas cultivadas
cerca de la vivienda, intensamente trabajadas, han funcionado como un respaldo importante en
la alimentación de la gente. Por su cuidado intensivo y la diversidad de cultivos en un espacio
reducido tienden a dar mejor resultado comparado con áreas extensas de monocultivos.
En la permacultura, se piensa en huertos y “paisajes comestibles” partiendo de nuestro hogar.
También consideramos el tiempo que le podemos dedicar a éste y por supuesto nuestras
preferencias y necesidades alimenticias.
Al (re)diseñar una casa, puedes pensar en como integrar parte de las hortalizas adentro de
esta, por ejemplo construyendo un invernadero, que puede convertirse en un rincón tropical
para el cultivo de plátano, jengibre, etc.
En el balcón o patio seguramente hay lugar para hierbas aromáticas y medicinales como
tomillo, te de limón, hierbabuena, perejil, eneldo, romero... Si disponemos de un poco de
terreno podemos construir una espiral de hierbas (lo mas cerca de la cocina) donde podemos
juntar una gran variedad de hierbas con diferentes necesidades tanto de sol como de agua.
Podemos observar nuestros movimientos, tanto dentro como alrededor de nuestra casa. Los
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caminos que más usamos serán probablemente los espacios más adecuados para sembrar
unas hortaliza ya que lejos de la casa no las podremos cuidar tanto y serán mas atacadas por
enfermedades, insectos y animales.
Después de las hierbas ubicaremos las camas para las lechugas, zanahorias, repollos, todo lo
que necesitamos diariamente en la cocina.
Los arboles frutales pueden estar un poco mas lejos, (aunque es recomendable poner el
limonero algo mas cerca).
Aparte de estos aspectos más “estratégicos” hay que considerar su exposición a los elementos
como sol, vientos, tierra y acceso a agua en los meses secos.
El sol: Las plantas necesitan como mínimo 4 y como máximo 6 horas de sol directo, sobre
todo en zonas deserticas y tropicales. En caso necesario, siempre se puede recurrir a la poda
de árboles que dan sombra, o bien podemos colocar espejos que reflejen más luz hacia las
plantas. Por contra si tenemos demasiada exposición de sol, se pueden construir techos de
sombra hechos de bambú, o bien sembrar aŕboles o arbustos de mediana altura.
La tierra: Para sembrar hay que hacer camas con tierra suelta como mínimo 40 cm. de
profundidad. Su PH debe ser neutral y rica en materia orgánica. Si tenemos que hacer algún
tipo de modificiaciones, podemos recurrir, en el caso de camas levantadas, a ladrillos, madera,
troncos, rocas, mezcladas con compost y arena. En zonas muy secas, se sembraran en
"camas enterradas", de este modo se concentrara y conservara más la humedad, en este caso
se hace necesario el acolchamiento del terreno.
El aire: Es necesario proteger nuestras plantas de los vientos fuertes. Para protegerlas,
podemos sembrar cortinas rompevientos de arbustos y árboles alrededor del jardín, (Bardas,
zanjas, muros...).
El agua: Es necesario que las plantas tengan acceso a un riego constante y abundante. En
áreas de poca agua, se puede recurrir al riego por goteo, reciclaje de aguas grises, etc... En
caso de que nuestro problema sea el exceso de agua, podemos hacer canales de drenaje y
sembrar en camas levantadas.
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Una vez que hemos determinado la ubicación de nuestra huerta, en la mayoría de los casos es
importante construir una valla alrededor del terreno para que no entre el ganado, gatos, perros
y otros visitantes no deseados. Se pueden fabricar vallas muy bonitas y económicas con
materiales locales como ramas de los arboles, bambú, paja...
Analizamos el suelo y las plantas silvestres existentes en el terreno. Una “plaga “ de algún tipo
de hierba o pastos nos puede indicar ciertas características del suelo.
En cuanto a la superficie que vamos a necesitar, es recomendable comenzar con una
extensión pequeña: Siempre es sorprendente la cantidad de verduras frescas que uno puede
hacer crecer hasta en el espacio mas reducido. Si quiere autoabastecerse de verduras, una
huerta de 6m por 6m, intesamente trabajada, puede dar suficientes verduras para una familia
de cuatro o cinco personas.
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