¿Cómo se evalúa una gestión económica? Es natural que uno de los criterios para evaluar una gestión de gobierno sea preguntarse si la economía del país está mejor. Pero, en el caso de Uruguay, esta no depende solo de la administración de turno sino que está condicionada por otros factores. Entonces, ¿qué debe ser considerado acierto o falla? Por Leonardo Veiga C on vistas a los próximos comicios los electores elegirán –o ya han elegido– sus candidatos en función de una multiplicidad de criterios. Dentro de los temas que tendrán un peso preponderante en el debate, seguramente la economía ocupará un lugar destacado. Es relevante, pues, plantearse qué evalúan o deberían evaluar los ciudadanos al momento de examinar propuestas y gestiones. Partamos de una serie de criterios pragmáticos que los ciudadanos seguramente emplean al momento de realizar esas evaluaciones. El primero de esos criterios es hacerse la pregunta ¿la economía del país está mejor desde que asumió este gobierno? Si la respuesta es afirmativa, la predisposición es a votar a aquellos que representen la continuidad, si es negativa, se inclinarán por aquellos que se encuentran en la oposición. La principal crítica a este criterio es que implícitamente asigna al gobierno el mérito o demérito del desempeño económico del país. Una economía como la uruguaya en realidad está fuertemente condicionada por una serie de factores que hacen a la economía mundial y regional, y que no están bajo el control de una administración. Los economistas Alejandro Izquierdo, Randall Romero y Ernesto Talvi desarrollaron un modelo por el cual procuraron determinar en qué medida el desempeño económico de siete países de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela) podía ser ex- plicado en función de factores externos1 para el período 19902006. Estos autores encontraron que esos factores tenían un peso muy fuerte en la explicación del desempeño de esas economías, razón por al cual concluyen que: “el crecimiento económico, las fortalezas o debilidades de los fundamentos económicos y el impacto de las políticas domésticas a nivel macro y micro, sólo pueden ser adecuadamente evaluadas una vez que se ha filtrado el efecto de los factores externos. Fallar en hacer eso puede llevar a conclusiones altamente engañosas”. Luego, Talvi ha ajustado el modelo para el caso de Uruguay, en la medida que el desempeño regional (básicamente Argentina y Brasil) son variables exógenas adicionales que deben ser consideradas. Una versión más breve de este artículo fue publicada en El Observador, sábado 22 de agosto de 2009 y en Sócrates, septiembre de 2009. 24 Revista de Antiguos Alumnos del IEEM ¿Cómo se evalúa... Una economía como la uruguaya está condicionada por una serie de factores que hacen a la economía mundial y regional, y que no están bajo el control de una administración Sobre estas bases, ¿qué debe ser considerado acierto o falla de un gobierno? La respuesta es que aquello que inequívocamente no puede ser atribuido al transcurrir espontáneo de los hechos, para bien o para mal. A vía de ejemplo, durante la crisis del 2002, el entonces presidente Batlle logró que Estados Unidos apoyara a Leonardo Veiga Ph.D. en Cultura y gobierno de las organizaciones (en curso), Universidad de Navarra; Máster en Dirección y Administración de empresas, IEEM, Universidad de Montevideo; contador público, Universidad de la República; profesor de Economía organizacional y Gestión de la innovación del IEEM. [email protected] Uruguay financieramente y forzara al Fondo Monetario Internacional a cambiar su actitud, en un momento en que ese organismo quería que Uruguay se declarara en default, siguiendo los pasos de Argentina2. También es atribuible a su gestión una sucesión de desafortunadas declaraciones públicas y desbordes emocionales, en un momento en que el jefe de gobierno debía ser un ejemplo de control y equilibrio. Otro factor muy relevante que hace que el desempeño económico actual no refleje necesariamente el resultado de la gestión de gobierno es el período de maduración que requieren muchas decisiones económicas. El desarrollo espectacular que ha tenido el sector forestal en Uruguay tiene su origen en la Ley 15.939 del 28 de diciembre de 1987, la cual estableció un régimen de subsidios al sector forestal que generó las condiciones que permitieron la forestación primero, y el desarrollo industrial después, una vez que se generó la masa crítica de materia prima. El mérito en este caso fue de los entonces senadores Alberto Zumarán y Jorge Batlle3. De igual manera, los gobiernos presentes adoptan medidas –o dejan de tomarlas– cuyos efectos solo se verán en el futuro. En este período de gobierno una de las situaciones más claras a este respecto fue la decisión de no llevar adelante una negociación con Estados Unidos para alcanzar un 1.“Booms and Busts in Latin America: The Role of External Factors”, Banco Interamericano de Desarrollo, Centro de Estudio de Realidad Económica y Social, febrero de 2008. 2. PAOLILLO, Claudio. “Con los días contados”. Editorial Fin de Siglo, p. 374. 3. http://www.lademocracia.info/N39/IE_forestacion39.html. [ continúa ] Revista de Antiguos Alumnos del IEEM 25 ¿Cómo se evalúa... En ocasiones los gobiernos adoptan –o no– medidas cuyos efectos se verán en el futuro; en este período, una de las situaciones más claras fue la decisión de no llevar adelante una negociación con EE.UU. para alcanzar un TLC acuerdo de libre comercio. Dentro del gobierno existían posiciones claramente encontradas al respecto, siendo el economista Astori uno de los principales defensores4, mientras que el entonces ministro José Mujica entendía que no se debía seguir adelante con esa iniciativa, en tanto debía priorizarse las buenas relaciones con Argentina y Brasil5. Finalmente, fue esta última la posición que primó. ¿Qué efectos tendrá esta decisión? El acuerdo hubiera implicado casi seguramente algunas concesiones en materia de temas como propiedad intelectual, que hubieran afectado negativamente a nuestro sector farmacéutico. Como contrapartida, a los exportadores uruguayos les será cada vez más difícil competir en el mercado estadounidense con otros países que sí firmaron acuerdos de libre comercio, y como consecuencia de los cuales llegan a los consumidores estadounidenses sin tener que pagar los elevados aranceles sobre productos tales como la carne y los textiles. También se cerró la oportunidad de acceder a productos intermedios 26 Revista de Antiguos Alumnos del IEEM que son necesarios para nuestra industria a precios más competitivos que los que ofrecen los monopolios y oligopolios argentinos y brasileños. Por último, debemos discernir en una gestión de gobierno aquellas medidas que apuntan a la coyuntura y las que apuntan a los componentes más estructurales de la economía, siendo estas últimas las que definen el desarrollo sostenible de un país. El desarrollo exige inversión, trabajo y mejora de la productividad. Algunas medidas como la creación de la Agencia de la Investigación y la Innovación (ANII) han logrado un apoyo bastante generalizado tanto en el ámbito universitario como empresarial, en tanto apuntan a lograr ejecutividad y coherencia en esas áreas. Las medidas en el campo laboral no parecen tener igual efecto. Los compromisos programáticos de reforma de la constitución tampoco. 4. ASTORI, Danilo: “Uruguay tiene que comenzar a hacer esfuerzos para llegar a tener un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos (...) cuanto antes sea posible”. Semanario Búsqueda, 5 de enero de 2006. 5. MUJICA, José: "Me importa un carajo el TLC y todo lo demás (...), si no resolvemos previamente los problemas que tenemos nosotros. No quiero ningún Tratado de Libre Comercio a costa de mis vecinos, de empeorar la relación con ellos, porque los países no se mudan", declaraciones a Canal 4, 5 de agosto de 2006.
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