13 al 19 de febrero de 2017 10 EMPRESAS poco de conocer la decisión. Le exigen que la deniegue para no poner "en riesgo a la población" pero lo cierto es que los expertos ven al departamento de Álvaro Nadal proclive a la energía nuclear asique no descartan sus bendiciones. El ministro ha defendido el papel de la energía nuclear en el mix energético español y ha señalado en varias ocasiones que la nuclear es una energía fundamental. “Plantear un mundo sin nuclear es plantear un mundo en el que se emite CO2”. Con las bendiciones del CSN y las más que probables de Energía, los que en realidad parecen tenerlo menos claro son precisamente los propietarios de la planta: Endesa e Con las bendiciones del CSN y las más que probables de Energía, los que en realidad parecen tenerlo menos claro son los propietarios de la planta: Endesa e Iberdrola EUROPA PRESS Central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos). El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) acaba de dar luz verde, con condiciones, a la reapertura de Garoña, después de casi cinco años parada, sin límite de tiempo, y en medio de una gran polémica política. La pelota está ahora en el tejado del Ministerio de Energía, que deberá conceder la licencia definitiva –algo a lo que parece proclive a tenor de las declaraciones de su títular Álva- ro Nadal– y de las propias compañías propetarias de la planta, Endesa e Iberdrola. Ambas estudian ahora si los cerca de 200 millones de euros que les costará realizar las modificaciones a las que están obligadas, y que puede llevarles alrededor de un año poner a punto, les resulta rentable. Los expertos coinciden en que se ha abierto la puerta para el resto del parque nuclear. Con las bendiciones del CSN y Energía, Endesa e Iberdrola tienen un año para reabrir Garoña y la puerta abierta para el resto del parque nuclear Las eléctricas ganan la batalla nuclear ■ Nuria Díaz El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) acaba de dar el visto bueno para que la central de Santa María de Garoña (Burgos), la más antigua del actual parque nuclear español y que está parada desde 2012, pueda reabrir. Su informe, señala sin embargo, que ve "necesario", que la sociedad propietaria de la central nuclear realice un conjunto de acciones adicionales de seguridad antes de cargar combustible y operar a potencia. Un permiso previo y con condiciones, que fuentes del sector califican como una “contradicción y un ambio de criterio” y que de hecho es la causa del voto en contra de la consejera a instancias del PSOE, Cristina Narbona. En la rueda de prensa en la que el pleno del consejo -controlado por el PP- explicó su informe, Narbona lamentó que el organismo regulador haya dado informe favorable, pese a no haber cumplido previamente las exigencias reiteradas que se le han reclamado y que no se establezca un límite de diez años para la reapertura, como se hacía con anterioridad. “Por primera vez desde 1999, el CSN concede un informe favorable sin establecer límite temporal a la renovación lo que contradice la guía de seguridad 1.1, que seguimos y que está en vigor y que liga los permisos a diez años de renovación”-ha señalado.”Se ha roto una práctica sin ninguna justificación que tenga que ver con la seguridad, es más, con una memoria justificativa donde aparece que ese cambio lo piden las empresas del sector eléctrico", añadió. La segunda razón por la que Narbona ha votado en contra es que –recordó- el CSN hizo un requerimiento por carta y dio la instrucción a Nuclenor para que llevara a cabo unas modificaciones en el diseño que, a día de hoy, no están terminadas. “En un principio para avalar la reapertura exigía unas mejoras indispensables para dar su aprobación, pero ahora avala la apertura y pide que esas mejoras se hagan a posteriori-señala. Fernando Castelló, uno de los cuatro consejeros del supervisor favorables a la reapertura, ha defendido que aquel escrito "no era vinculante" y que, pese a que su informe no está ligado a un plazo de tiempo, cada diez años se hará una revisión completa del funcionamiento de la central., extremo que también señalaron los otros cuatro con- sejeros favorables al informe, incluido el presidente Fernando Martí. La próxima le toca en 2023. El director técnico del CSN, Antonio Munuera, ha explicado que la reapertura tiene 10 condiciones, 15 instrucciones técnicas complementarias y un programa de pruebas de arranque en el que se verificará el cumplimiento de todo ello. Munuera ha detallado que se trata obras, Un permiso previo y con condiciones, que fuentes del sector califican como un “cambio de criterio” y que de hecho es la causa del voto en contra de la consejera Narbona pendientes desde 2009 (cuando se le concedió a Garoña el último permiso para operar), relativas al sistema de gases, la "separación" del sistema eléctrico de cables, "aislamiento de contención primaria" y la "protección" de los equipos "frente a la caída del edificio de turbina" ante un hipotético incendio. Según ha señalado, "de las cuatro, la mitad están prácticamente finalizadas", otra "está a la mitad" y otra "bastante adelantada". El presidente del CSN, Fernando Martí, recordaba que la decisión definitiva queda ahora en manos del Ministerio de Industria y Energía, que ya ha anunciado su intención de abrir "una ronda consultas" antes de otorgar la licencia. La oposición, ya le ha dejado claro su rechazo al Almaraz, la siguiente batalla ■ Después de Garoña, la próxima central que se colocará en el ojo del huracan será Almaraz. Ubicada en la provincia de Cáceres, es la más potente de España. En 2015 generó el 29,2% de la electricidad del sector nuclear nacional. Los responsables de la central —propiedad de Iberdrola (52,6%), Endesa (36%) y Gas Natural (11,3%)— ya han anunciado que presentarán la solicitud para operar más allá de los 40 años. Quieren llegar hasta los 50 o 60 años. Argumentan sus responsables que las centrales de EE UU tienen ya los permisos para operar hasta los 60 años. Tienen de plazo hasta el 8 de junio de este año para entregar la documentación para pedir la renovación del permiso de explotación Almaraz lleva tiempo además generando algunos problemas diplomáticos por su cercanía a Portugal. El más recientte, por la autorización que el Ejecutivo español ha concedido a sus propietarios para la construcción de un almacén para sus residuos radiactivos. Las piscinas que guardan dentro de las instalaciones están alrededor del 90% de su capacidad. Portugal considera que la evaluación ambiental del proyecto no ha tenido en cuenta los efectos transfronterizos —la central está a unos 100 kilómetros del país vecino—. El Gobierno portugués ha presentado ya una queja formal ante la Comisión Europea. Los defensores de la nuclear, señalan que este tipo de energía representa en torno al 20% de la electricidad producida en España y, según cálculos del Foro Nuclear, da empleo a 30.000 personas. Iberdrola. La razón, según los expertos: económica. Si bien ni el CSN, ni el ministerio, ni las propias compañías han hecho pública una cifra de lo que costará implementar las medidas a las que están obligadas para abrir. Fuentes del sector manejan un coste de entre 170 y 200 millones. Haciendo cuentas Tampoco se establece un plazo para llevarlas a cabo, pero Munuera estimó que podría rondar los doce meses. Fuentes de Nuclenor han explicado a El Nuevo Lunes que valoran positivamente la finalización del informe presentado por el Pleno del CSN, “tras una inspección y evaluación exhaustiva de las condiciones técnicas de la central que se ha prolongado durante casi tres años”. “Analizaremos –continúantodos los aspectos del informe, junto con el resto de condiciones de contorno aplicables, para decidir sobre el futuro de la instalación”. ¿Consideran rentable las compañías reabrir una planta que lleva cerrada desde 2012? . Hasta ahora no ha habido acuerdo ni entre ellas. En abril del año pasado se filtraba una conversación del presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, con representantes sindicales en las que el ejecutivo anunciaba el cierre definitivo de Garoña, unas palabras que al parecer cayeron como un jarro de agua fría en su correligionario en Endesa, que apostaba por no tomar una decisión sobre Garoña hasta conocerse el veredicto del CSN. Ahora, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha explicado que la decisión sobre la eventual reapertura de la central nuclear de Garoña (Burgos) corresponde a Nuclenor -la sociedad que opera la planta-, que analizará las inversiones necesarias y determinará "si es rentable o no". Garoña no se paró en 2012, un año antes del final de su licencia, por motivos de seguridad sino económicos. Nuclenor consideró que la política fiscal que se ponia en marcha entonces, la hacia inviable económicamente. Cuando el Gobierno socialista decidió cerrarla en 2013 y negar la ampiación de su vida útil hasta 2019, Nucleor presentó un recurso ante la Audiencia Nacional en el que reclamaba una compensación de 400 millones de euros por el lucro cesante que le acarrearía esa decisión. Algunas fuerzas políticas y Ecologistas en Acción, han alertado de que el permiso concedido tiene más que ver con la justificación de una futura compensación que con un deseo real de reabrir Garoña.
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