Editado por Hermandades del Trabajo Nº 700 n NOVIEMBRE 2014 LEGADO DE D. ABUNDIO EN EL XXV ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE D. ABUNDIO El 30 de este mes celebramos los 25 años que D. Abundio retornó a la casa del padre. PAGINA 2 .................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EDITORIAL ¿CAMBIOS EN LA IGLESIA? Si hiciéramos caso de las crónicas que algunos periódicos estaban publicando, a propósito del Sínodo de los Obispos que se celebraba en Roma, parecería que más que un diálogo de los prelados nos encontráramos en una lucha por mantener posiciones irreconciliables. PAGINA 4 25 AÑOS SIN DON ABUNDIO l próximo 30-N se cumple el XXV aniversario de la muerte de don Abundio. MAS quiere celebrar este acontecimiento como se merece, para paliar la carencia que produce su ausencia en las Hermandades del Trabajo. Una feliz coincidencia hace que este número de MAS sea el 700 de su historia. ¡Qué mejor manera que hacer coincidir ambos hechos! Por este motivo, hemos dedicado una parte considerable de este ejemplar a rememorar la figura del Siervo de Dios con diversos textos, entre los que destaca el que puede considerarse su testamento espiritual. En la alocución que pronunció en el III Encuentro Hispanoamericano de Hermandades, después de hablar de ideas fundamentales: igualdad, libertad, subsidiariedad y secularidad, recordó algo que siempre tuvo presente y animo a conseguir a los militantes: “Propio del estado seglar es vivir en medio del mundo, a manera de luz y fermento, y así contribuir a la renovación de todos los ambientes, mediante el testimonio y la palabra”; “La espiritualidad del seglar está condicionada sobre todo por su actividad profesional”, de tal manera que la esencia del Ideario es la profesionalidad. Don Abundio fue un hombre de vanguardia en la Iglesia de su tiempo, en muchos aspectos, pero básicamente en dos. En primer lugar, fue capaz de crear un Movimiento de la Iglesia para servir a la sociedad de su época, urgido por la descristianización del mundo del trabajo que había conocido de primera mano en los primeros años de su vida sacerdotal. En segundo lugar, esta institución de la cual él fue su cabeza espiritual, la creó, y la desarrolló por medio de numerosos seglares, a quienes tenemos presentes en este momento, que vivieron en ella su fe y entregaron su vida a Dios y al prójimo, cumpliendo el doble mandamiento que nos recordaba el Evangelio del domingo último. Abundio no era un conformista, no le bastaba con mirar satisfecho lo conseguido, podemos pensar que le abrumaba la tarea pendiente que no era otra que la elevación humana y espiritual de los trabajadores. Por eso, no es de extrañar que en el citado acto tuviera palabras dirigidas a las acciones de futuro: “Hay que ser lo que se es […] el carisma debe ser respetado, dignificado y desarrollado”; “en toda renovación es necesario el silencio, para que la imaginación se despierte y te haga fecundo y capaz de abrir caminos nuevos”. Y reiteró dos veces la misma idea: “la creatividad debe explotarse, no tanto en desarrollar como en inventar”. E .................................................................................. ANIVERSARIO FALLECIMIENTO LAS HERMANDADES DEL TRABAJO ANTE EL RETO DEL FUTURO Alocución que D. Abundio dirigió, en calidad de fundador de Hermandades del Trabajo, en el acto de apertura, presidido por el Cardenal Suquía, en el III Encuentro Hispanoamericano del Movimiento de Hermandades del Trabajo, en octubre de 1989 y que constituye su testamento espiritual PAGINAS 9 Y 10 .................................................................................. ANIVERSARIO FALLECIMIENTO PROGRAMA DE ACTOS DEL XXV ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL SIERVO DE DIOS DON ABUNDIO GARCÍA ROMÁN” PÁGINA 11 HERMANDADES EN INTERNET www.hermandadestrabajo.es 2 mas Noviembre 2014 El legado de D. Abundio XXV Aniversario del fallecimiento Por Miguel Parmentie El 30 de este mes celebramos los 25 años que D.Abundio retornó a la casa del padre. Repetimos el texto del año pasado por parecernos el más adecuado, “Se agota una vida,” último capítulo de la biografía Abundio García Román de Alberto Linés, querido amigo de D. Abundio y nuestro, autor durante muchos años de esta página del LEGADO, quien falleció el 26 de noviembre hace 10 años. “En los dos o tres últimos días del Encuentro Hispanoamericano del 6 al 22 de octubre de 1989 don Abundio sintió que las fuerzas le faltaban. Se agotaba. Hasta entonces se había mantenido con un aparente vigor, sobre todo en sus intervenciones orales. Para la hoja “Ventanal” se le pidió un autógrafo, un mensaje de despedida. Estaba en la planta baja, junto a las escaleras; serían las nueve de la noche. ‘Ven conmigo arriba, voy a cenar y allí lo escribo.’ Le costó mucho subir las escaleras. Decía: ‘Las piernas no me sostienen’. En el pequeño cuartito que hay detrás de la barra del bar tomó una frugalísima cena y empezó con un pulso muy deteriorado a escribir. Volvió a empezar de nuevo y con mejor letra, casi la de siempre escribió ‘A todos los asistentes a nuestro Encuentro Hispanoamericano, mi felicitación y mi esperanza’. Fue posiblemente su último mensaje escrito. Asistió a los actos finales, se le notaba agotado. Transcurrió como una semana en la que aparentemente hacía una vida relativamente normal. Estaba animoso. Por aquellos días falleció un hermano de Monseñor Algora. Al domingo siguiente se celebró una Eu- ojos… Los últimos pilla rezaba él temprano momentos de plena para comenzar el día con lucidez y tranquili- buen pie, pero vean qué codad fueron cuando sas, este hombre rezador al regreso de la No- luego se ponía a empujar a vena de las Estrellas los suyos y quería verles conversó con algu- trabajar activamente llenos que acudían a vando adelante la obra en verle y referirle el que andaban metidos, las comienzo de dicha Hermandades del Trabajo. Novena. La noche El Obispo, Monseñor Algoanterior a su muer- ra, a quien veíamos emociote, como si se pre- nado exactamente igual sintiera le acompa- que un hijo si muere su pañaron varios anti- dre, recordó al final de las Se recluyó en su guos militantes. A ceremonias una palabra dicasa. Se encontraba las muy pocas horas vertida de don Abundio mal aunque trande fallecer Felipe cuando comentaba la Asquilo; le costaba haMartín había obte- censión del Señor: Los ánblar, pero atendía a nido el permiso pa- geles dijeron a los apóstotodos los que le visira que los restos de les, pasmados de cara a las taban…La homilía don Abundio fueran nubes, que todo estaba del 9 de noviembre enterrados en la ca- cumplido y ellos a trabajar. fue la última de su pilla de Hermanda- Por lo visto don Abundio vida y, cómo no, en des en la calle de después de la oración, solía una fiesta de la VirJuan de Austria, lo decir a los cuadros de Hergen. Escribió Carmique casi fue su do- mandades: ¿Qué hacéis miPortada libro “Abundio García Román, Servidor del na Quiñones: ‘Al día micilio habitual pa- rando al cielo?, moveos…’ Evangelio a favor de los trabajadores” siguiente preparasaba a ser su lugar Los comentarios sobre su mos la Misa y tuvo gran di- dos…Después les dio las de descanso.’ figura de las personas que ficultad para leer. En la pri- gracias y comentó que ‘todo mera oración yo le leía las muy bonito, pero tengo el alDon José María Javierre más le trataron serían muy difíciles de sintepalabras y las repetía con ma fea…’ Tenía dificultad publicaba en el dificultad. En el canon se para enlazar las palabras y diario ‘YA’ una “¿Han visto uste- tizar. Oímos palabras de ‘Irrepetiatascó y le tuve que leer pa- repetía. Empezó a decir ‘de- preciosa reseña des aplaudir ble. Un padre ra que repitiera. La consa- bilidad, debilidad, débil…’ de la muerte de cuando faltó mi gración fue bien, ayudán- Yo le dije, pensando que don Abundio cuando dejamos padre. Entrañable dole a sujetar el cáliz y el aludía a nuestra debilidad que la titulaba un muerto en la con la familia’. copón. La oración final le humana, ‘Padre, Dios nos así: ‘¿Qué hacéis sepultura? El sé decir nada, dijimos que la inventara y quiere débiles’. Repuso con mirando al cieaplauso fue para ‘No sólo pensar’. ‘Paasí lo hizo. Pensaba mejor mucha energía, ¡Qué tonte- lo?, moveos,’ en ría! ¡Dios nos quiere de todas el que entre darle las gracias a dre, maestro, saque leía y se expresaba’. formas!.. Se le dijo que iría a otras cosas de- don Abundio por bía llevarte, algo excepcional’. Otra Antonio Martín, que le verle don Agustín García cía: ‘…Fue her- los sudores sumás explícita: acompañó muchos días, re- Gasco. Dijo: traedme los moso, porque yos por la clase ‘Era sobre todo lata así: ‘Tengo la impresión pantalones y los zapatos. Le verán, mienun hombre de de que sufrió mucho… Era dije: ¿Por qué, Padre? Con- tras el albañil trabajadora.” oración. Toda su delicado para todo, para testó: Porque soy yo quien colocaba la lovida proyectada guardar secreto, para todo tiene que ir al Obispo y no el sa, luego de retipo de aspecto de la convi- Obispo a mí.’” zar y cantar, ¿saben qué hici- a Dios. Tenía además una vencia. Me recordaba la cita mos?, pues le dimos a don personalidad humana sumaSu muerte fue tranquila Abundio un aplauso, eso es, mente atrayente. Era audaz evangélica de ‘si no os hay prudente, austero, humilcéis como niños no entraréis y serena. Carmina Quiño- un aplauso. de, paciente, discreto… Nos en el Reino de los Cielos’. Al nes relató así sus últimas final de la vida nos mostra- horas: ‘...Estaba sentado; yo ¿Han visto ustedes transmitió su inquietud mos como lo que somos, y estaba a su derecha y le aplaudir cuando dejamos apostólica, su amor a la Igledon Abundio se hizo un ni- agarré la mano derecha. Di- un muerto en la sepultu- sia y a la Jerarquía, su amor ño en el sentido evangéli- jo estas palabras: ‘¡Presen- ra? El aplauso fue para dar- a María y su actitud de servico de la palabra, purifica- cia, presencia en el mundo le las gracias a don Abundio cio a los trabajadores’. entero!’. Fueron sus últimas por los sudores suyos por la do de todo…’ palabras. Respiraba fuerte- clase trabajadora, y al buen Y así otros muchos co‘Cuando recibió la Un- mente, levantó los ojos al Dios también el aplauso mentarios. Pero todos coinción de los Enfermos estaba cielo y me di cuenta que ha- por habernos mandado un cidían en que había sido muy mal. Llamamos a los bía muerto. Instintivamen- tipo como don Abundio… una vida por el mundo del sacerdotes y estuvieron to- te, con la mano le cerré los Allí, en un rincón de su ca- trabajo.” caristía en la parroquia de la Ventilla. Hacía bastante fresco, la iglesia estaba llena y allí estuvo don Abundio. Hizo un enorme esfuerzo por celebrar y la homilía le costó mucho, se le veía agotado, los asistentes al acto se percataban de su estado y pasaron mal rato. Noviembre 2014 mas 3 Opinión El olvido del hombre Por Luis Miguel Rodríguez Hevia La pregunta filosófica que, según el máximo filósofo de la Modernidad, Immanuel Kant (1724-1804), resumiría el sentido de las preguntas fundamentales es: ¿qué es el hombre? Parece desde luego muy razonable que el significado de la vida humana, las metas del hombre, sus aspiraciones, posibilidades, conducta, vengan determinadas por lo que él mismo sea. Es clara la exaltación de la dignidad humana en el Renacimiento. En el Discurso sobre la dignidad del hombre, de Pico della Mirandolla, esa dignidad se basa en la libertad con la que el hombre pude lograr o malograr su vida: Podrás degenerar en los seres inferiores que son las bestias, podrás regenerarte, según tu ánimo, en las realidades superiores que son divinas. La idea de la dignidad del hombre pervive en la Modernidad. Pasn los orígenes de la filosofía en cal dirá: El hombre no es más que una la antigua Grecia, el hombre caña, la más débil de la Naturaleza; fue definido como “animal rapero es una caña pensante. No hace cional”, definición que todavía falta que el universo entero se arme mantiene su vigencia. El hombre, separa aplastarlo: un vagún eso, comparte gépor, una gota de agua, “El hombre es nero con los demás bastan para matarlo. animales: la animalipersona, ser ra- Pero, aun cuando el unidad; pero posee una diferencia específica cional y libre, por verso le aplastara, el hombre será todavía que lo separa abismaltanto, sujeto momás noble que lo que le mente de ellos: la ramata, porque sabe que ral, responsable cionalidad. Lo específimuere, y lo que el unico del hombre, lo que de sus actos.” verso tiene de ventaja impide reducirlo a un sobre él; el universo no mero animal, es, por sabe nada de esto. tanto, su razón. Esta razón, no sólo le permite conocer las cosas, pensar, Kant destacó la especial dignihablar, hacer ciencia y arte, abrirse a dad del hombre, en tanto que perlo religioso. También le hace sujeto sona, sobre una base moral: Los semoral, puesto que es libre y, por tanres racionales se llaman personas porto, responsable de sus actos; y le perque su naturaleza los distingue como mite y obliga a convivir con otros fines en sí mismos, o sea, como algo hombres en sociedades políticas. Peque no puede ser usado meramente ro además, estas capacidades, comucomo medio. nes a todos, se expresan individualmente en cada uno de ellos, por lo A pesar de la aguda crisis de los que el hombre es considerado como valores espirituales que aquejó a la poseedor de un espíritu individual y filosofía desde mediados del siglo se le designa con el término de “perXIX y que culminó con la frase de sona”. Nietzsche Dios ha muerto, de la que A partir de su definición, desde se nutre buena parte de la filosofía los griegos le fue otorgada al hom- que se practica desde entonces, se bre una posición ontológicamente mantuvieron hasta hoy en día algusuperior a la de cualquier otro ani- nas corrientes de pensamiento que mal. Aristóteles le declaró capaz de conservan una visión del hombre conocer todas las cosas según lo que acorde con su dignidad, entre ellas, ellas son, y lo situó, por su capacidad la conocida con el nombre de persode contemplación, más cercano a lo nalismo, de la que son buenos exponentes filósofos tales como Paul Ridivino que ningún otro ser. coeur, Jacques Maritain, Karol El cristianismo elevó aún más Wojtyla (Juan Pablo II), Xavier Zubiesa posición, al considerar al hom- ri, José Luis L. Aranguren, Julián Mabre como creado a imagen y seme- rías, etc. janza de Dios, y situarlo así en la No obstante, la opinión domicúspide de la creación. La imagen nante hoy, tanto la del hombre de la agustiniana del hombre como especalle como la de los “supuestos” jo de Dios será utilizada durante siilustrados, ha caído víctima del glos por los principales filósofos pensamiento moral que quiere, en cristianos. E contra de lo generalmente admitido hasta no hace demasiado tiempo, eliminar la especial dignidad del hombre o nivelarla con la del animal. Y aunque no se lleguen a admitir totalmente estas posiciones, se carece de argumentos fuertes y claros en su contra y a favor de la visión tradicional. Se ha perdido la batalla de las ideas. Asistimos a un desarme ideológico y moral que hace que la sociedad sea presa del mayor de los nihilismos. A esta situación es a la que llamo “el ol- San Juan Pablo II (1993) Foto: PD USA vido del hombre”, en Por lo que respecta al perro sacuanto que se ha “olvidado” la antigua esencia del hombre como ani- crificado, los que defendían su cuamal racional en su dimensión de rentena y tratamiento ponían al persona digna de ser estimada co- mismo nivel la vida del animal y la mo fin en sí misma. A modo de de los seres humanos que, necesaejemplo, mencionaré brevemente riamente, tendrían que cuidarse de dos hechos de máxima actualidad: su alimentación y limpieza, con el el debate sobre el aborto y la polé- inevitable riesgo de contagio. De mica acerca del sacrificio del perro nuevo se resta dignidad al hombre, de la enfermera contagiada por el al equiparar esta vez el valor de su vida con la de un animal, cuando virus del ébola en Madrid. no a postergarla. Pero lo peor fue Los defensores del aborto se que los expertos o cargos políticos empeñan en asociar la posición de que proponían el sacrificio del pelos que están en su contra con una rro declararon en los medios de cocreencia de carácter religioso, in- municación comprender perfectamente a los defenvocando, en nombre de del animal, la libertad de concien“Se ha perdido la sores balbuceando débilcia, su derecho a no mente la justificamantener criterio reli- batalla de las de su propia gioso alguno y, en conideas. Asistimos a ción postura: ¿ignoransecuencia, a poder disponer libremente de la un desarme ideo- cia o miedo? vida del feto, al que prilógico y moral que El problema van de su carácter de ser humano. No hay hace que la socie- consiste en que esabandono (u olapenas voces en la vida dad sea presa del te vido) de la concepcotidiana, o son muy minoritarias, que traten mayor de los nihi- ción tradicional del ser humano de disolver este sofisma lismos.” sucede en una pardesligando el hecho de te de la sociedad acabar con una vida humana del hecho religioso, y que hoy en día mayoritaria y, por tandescalifiquen el aborto —al mar- to, la que decide, por acción u omigen de otros criterios religiosos, sión, quién gobierna. En consesociales, demográficos o económi- cuencia, gobernarán aquellos que cos— en virtud de la propia digni- defiendan esas posiciones moradad del ser humano, ajeno a ser les, o quienes, habiendo defendido convertido en medio para otro ser anteriormente otras, renuncien a humano y entendido como fin en sí ellas en vistas de un mejor cálculo mismo, con un derecho a la vida, electoral. El resultado será el mismo. por tanto, inalienable. 4 mas Noviembre 2014 Opinión Editorial ¿Cambios en la Iglesia? i hiciéramos caso de las crónicas que algunos periódicos estaban publicando, a propósito del Sínodo de los Obispos que se celebraba en Roma, parecería que más que un diálogo de los prelados, inspirado por el Espíritu Santo, para afrontar los difíciles problemas que afectan a las familias de nuestro tiempo y “devolver la esperanza a tantas personas que la han perdido”, nos encontráramos en una lucha por mantener posiciones irreconciliables. Sin embargo, si uno lee el Mensaje de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, no hay nada que permita ratificar esta impresión. S Es cierto que el Sínodo no oculta los problemas: “Ante todo está el desafío en el amor conyugal. La vida familiar suele estar marcada por debilitamiento de la fe y de los valores, el “ Ante todo está el el individualismo, el empobrecimiento de las desafío en el amor relaciones, el stress de una ansiedad que conyugal. La vida descuida la reflexión serena. Se asiste así a no pocas crisis matrimoniales, que se familiar suele estar afrontan de un modo superficial y sin la vamarcada por el de- lentía de la paciencia, del diálogo sincero, bilitamiento de la fe del perdón recíproco, de la reconciliación y también del sacrificio. Los fracasos dan oriy de los valores”. gen a nuevas relaciones, nuevas parejas, nuevas reuniones y nuevos matrimonios, creando situaciones familiares complejas y problemáticas para la opción cristiana”. Se ha abierto, pues, un periodo de reflexión sobre estos problemas que desembocará en un nuevo Sínodo que tendrá lugar dentro de un año. No se puede negar que en estos y otros problemas planteados por la ciencia, las nuevas formas de entender la religión, incluidas las que niegan toda forma de trascendencia en el hombre, la secularización y otros fenómenos sociales actuales, han obligado a la Iglesia católica a realizar cambios no sustanciales en su doctrina y forma de relacionarse con el mundo. La propia personalidad y biografía de los últimos cinco Papas corroborarían estos cambios. Tiempo habrá de volver en otro momento sobre ello. Parece que lo que hoy demanda la sociedad a la Iglesia cristiana, al menos en nuestro contexto cultural es que no se puede vivir el hecho religioso al margen de un fuerte compromiso ético con los problemas sociales, económicos y políticos del hombre y la mujer del siglo XXI. mas Editado por las Hermandades del Trabajo Director: Carlos Salcedo Peñalver Consejo de Redacción: María Luisa San Juan, María José Plaza, Miguel Ángel Calvo, Fernando García Adrianzén, Maruja Jiménez, Miguel Parmentie, Juan Rico. Redacción y Administración: C/ JUAN DE AUSTRIA, 6, BAJO B. 28010 MADRID. TELÉFONO. 91 445 03 93. Depósito Legal M- 13.409-58.Imprime: ROTOMADRID. Los trabajos firmados que se publiquen en MAS no reflejan necesariamente la opinión del CONSEJO NACIONAL DE LAS HERMANDADES DEL TRABAJO, sino, exclusivamente, las de los respectivos autores. Conciliar vida laboral y vida familiar Por Maruja Jiménez “Las mujeres en edad fértil son un problema. Y dicha edad se fija entre 25 y 45 años”. Un problema ¿para qué?, ¿para ser contratadas? Sin duda, Dª Mónica de Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios hablaba o se refería a la contratación laboral. La sorpresa por dichas declaraciones fue general; en las redes sociales fueron calificadas de machistas, sexistas y vergüenza pública. Personalmente me pregunté: ¿seguirá las directrices de dicha institución? Dos semanas después obtenemos la respuesta. La presidenta del Círculo de Empresarios afirma:”Yo, lo único que he hecho ha sido seguir las directrices del Círculo. Mis declaraciones sobre la mujer son una opinión bastante generalizada.” Unos hablan de virus cultural antifamilia; otros afirman que vivimos en un frenesí hipermoderno, conducente a cambiarlo todo. Pero, da la casualidad de que el cambio para posibilitar el trabajo por cuenta ajena de las mujeres casadas fue el primer cambio hecho, en España, allá por la década de los sesenta (del siglo pasado), cuando todavía la reforma integral reconociendo la igualdad de derechos entre los sexos no se había hecho. Y eso fue así, porque al hablar de trabajo, éste se contempla como lo que es primordialmente: se trabaja para comer, aparte, claro, de toda la ideología que se quiera añadir. Sorprende, por tanto, que Dª Mónica de Oriol, en vez de lanzar esa bomba supuestamente en torno a la problemática femenina, no haya dicho, por ejemplo, sencilla y llanamente: -Procuraremos compaginar los horarios de padres y madres para que puedan compartir las tareas y responsabilidades del hogar. -Que no haya empresas sin guardería, conforme con el número de hijos de los empleados. -Se aumente el período de rebaja por maternidad, tanto a la madre como al padre. (Mi amiga Chelo de la Gándara nos dejó sin conseguir su defendido equipo familiar). -Que el gobierno aumente las subvenciones a la familia. -Facilitar el trabajo a tiempo parcial. -Etc. Etc. Etc. Ahora bien, la Sra. Oriol hablaba de edad fértil, o lo que es lo mismo de maternidad. Sabido es que existe una caída de nacimientos preocupante. Según últimos estudios (La Caixa – 2013 -2014), tenemos una tasa de 1,3 hijos por pareja; figurando a la cola de la Unión Europea. Y somos el cuarto país en empleo femenino, ocho puntos por debajo de la media europea. La caída de la tasa de natalidad bien puede ser consecuencia de los actuales horarios laborales (se trabajan 10 horas). Precisamente, el Círculo de Empresarios creado para el análisis y estudio del fenómeno laboral, es el responsable de este estado de cosas. Se preguntó, en la encuesta de La Caixa, si había rechazo a tener hijos. Contestación, NO. Son las circunstancias las que impiden tenerlos y no referido sólo a la crisis económica -que también-, sino a la actividad laboral con falta de ayudas y medios. Por todo ello, creemos, ha pasado la hora de hablar de los problemas generados por trabajo y maternidad. La hora histórica actual es la que trata de solucionar los problemas arbitrando políticas y medios para facilitarlos. Lo actual son las políticas de conciliación entre la vida laboral y la vida familiar, esto es lo que hoy se demanda, así como que exista y se practique mayor y más real igualdad entre los sexos. Noviembre 2014 mas 5 A la luz del Ideario Trabajadores que miren a Jesús Nº 2 “Buscamos el encuentro de los trabajadores con Cristo, mediante el desarrollo perfecto, natural y sobrenatural de la propia personalidad.” res, su capacitación profesional, su tiempo de descanso, su progreso cultural, sus condiciones laborales… Pero en cuanto llamados por Dios todas estas dimensiones personales adquieren una amplitud eterna que no se puede ignorar, y que solo se cultiva y cumple en la medida en que Dios, por medio de su Hijo Jesús, se manifiesta como promotor y consumador del ser humano. LUCES El punto 2 del Ideario expone cual es la finalidad de las Hermandades del Trabajo. En él se recoge cual es el deseo y el empeño que debe mover a todos los que, de un modo u otro, forman parte del Movimiento fundado por don Abundio. El fin de las Hermandad es apostólico, su finalidad es que los trabajadores se encuentren con Cristo. En la intención de su fundador, las Hermandades del Trabajo nacieron para evangelizar a los trabajadores. ¿Pero qué significa evangelizar? En sentido estricto, el Evangelio es Jesucristo (cf. Mc 1,1), y evangelizar significa anunciar a Jesucristo con obras y palabras para hacerse instrumentos de su presencia y actuación en medio del mundo, en este caso entre los trabajadores. La evangelización no es adoctrinamiento, con el peligro de reducir el anuncio a pura ideología; tampoco es una cruzada moralizante que cercene la experiencia gozosa de saberse querido por Dios. La evangelización pasa, necesariamente, por un testimonio acendrado de Jesucristo: por mediar su presencia y el poder de su amor salvador. Jesucristo, Él en persona, con la fuerza del Espíritu que el Padre le ha dado, tiene poder para tocar los corazones y cambiar las personas y sus ambientes. Pero, como hemos dicho, esta finalidad apostólica de las Hermandades tienen unos destinatarios determinados: los trabajadores. Los militantes de las Hermandades se saben enviados a evangelizar a sus compañeros de trabajo, bien en el puesto laboral bien en el Centro de Hermandades; ellos se saben que a través de su compañía, sus gestos y palabras han de hacer presente a Jesucristo y visibilizan el amor de Dios. Su convencimiento es que si sus compañeros de trabajo se encuentran con Cristo experimentarán una verdadera transformación: se les iluminará la esperanza, encontrarán ánimos para afrontar los LINEAS DE ACCION Foto: midiman / Foter / CC BY retos de la vida diaria y transformar lo que les esclaviza, y aspirarán a alcanzar la felicidad plena en Dios. Esto es lo que el punto 2 llama “el desarrollo perfecto, natural y sobrenatural” de la personalidad de los trabajadores. En efecto, no hay verdadera evangelización mientras en virtud del Evangelio no haya hombres nuevos, hombres renovados en Cristo, hombres capaces de engendrar unas relaciones humanas nuevas y de cambiar las estructuras que impiden el desarrollo integral de todo ser humano. Por eso, este punto del Ideario, lejos de quedarse en un espiritualismo evasivo, marca el cauce que es propio a la evangelización realizada por las Hermandades, esto es: lo social. El desarrollo perfecto, natural y sobrenatural, de los trabajadores, exige un compromiso significativo por promover aquellas obras y servicios que les ayuden a progresar como personas y a cumplir su vocación divina que, si bien ya se realiza aquí en la tierra, se cumple en la eternidad, cuando nos encontremos con Dios cara a cara. CONTEXTO ACTUAL No cabe duda de que el punto 2 del Ideario resulta contracultural. ¿Quién pone como fin último de su compromiso procurar el encuentro con Cristo?, ¿quién aspira a que los seres humanos se desarrollen íntegramente?; ¿quién teje en armonía lo apostólico y lo social?, más aún, ¿quién prima entre sus destinatarios a los trabajadores? La lectura de este punto parece un brindis al sol. Y, sin embargo, sus afirmaciones límpidas marcan a las Hermandades su misión y las indican el camino seguro para no perderse en un tiempo donde el desconcierto desdibuja el horizonte y la ruta. Lamentablemente nuestro mundo no contempla al ser humano en su integridad. Sí, todos los movimientos sociales parecen estar preocupados por él; pero se preocupan por aspectos, en muchos casos periféricos. Hay algunos que se ocupan de su salud física, otros en tanto que consumidor; también hay que se interesan por la alimentación y por su instrucción académica; no faltan quienes, so pretexto de promover una vida interior, quieren iniciarlos en una espiritualidad evasiva… ¡Qué pocos se preocupan de la persona en su totalidad!, ¡qué pocos contemplan al ser humano hecho de tierra, pero con una vocación divina!, ¡qué pocos consideran que si no se busca el bien completo del hombre se le deja en la indigencia! Esta visión parcial tiene un especial subrayado respecto a los trabajadores. Es verdad, los trabajadores son tales, pero fácilmente se olvida que antes son seres humanos con una vocación eterna. En cuanto seres humanos necesitan una atención que facilite su desarrollo natural que les lleve a ser y realizarse como personas: sus relaciones familia- No cabe duda de que el punto 2 de nuestro ideario es un acicate no solo para los militantes de Hermandades, sino también para aquellos que quieres llevar a Cristo al hombre de hoy, especialmente a los trabajadores. Pero, ¿cómo prestar este servicio?, Tres líneas de acción: 1.- Mirar a los trabajadores como los mira Dios. Bien sabe Dios que somos unas pobres criaturas, llenas de necesidades, y que estas han de ser atendidas si no queremos quedar frustrados; pero Él nos ve como hijos y desea que cumplamos nuestra vocación filial gozándonos de su amor. En nuestro horizonte de mira siempre ha de estar presente la vocación filial de todo ser humano. 2.- Ofrecer a Cristo como el tesoro al que aspira todo ser humano. Bien está que hagamos todo por la promoción integral de los trabajadores, pero si no les ponemos en contacto con Cristo nuestro esfuerzo promocional no es completo. Todo nuestro compromiso social a favor de los trabajadores debe conducir a Cristo y Cristo ha de estar presente en todo nuestro compromiso social. 3.- Realizar signos que manifiesten el cuidado divino. Para que las acciones, obras y servicios que se presten a los trabajadores sean significativas hemos de partir siempre de sus necesidades concretas. Desde la respuesta gratuita y generosa a lo que a ellos les parece apremiante es como se puede testimoniar y anunciar lo que es ofrecido como pura gracia: el amor de Dios en Jesús. 6 mas Noviembre 2014 Opinión La tumba de Suárez Por Germán Ubillos Orsolich e viajado en mi coche hasta Ávila, para visitar exclusivamente la tumba de Adolfo Suárez y la de su mujer, en el Claustro de la Catedral y rezar ante ella por el bien de España. Es un deseo que me venía persiguiendo desde hace un cierto tiempo pero que ahora he visto satisfecho. H El día era luminoso y tranquilo con un cierto fresco, pero sereno, como si la ciudad de Santa Teresa quisiera darme el mensaje o la bienvenida de la paz, quizá de la paz de Cristo. Me acompañaban un amigo de toda la vida y Fernandito un teletipista, jubilado como yo, con el que suelo viajar. Fumamos “Guajiros” cuando no nos ven nuestras mujeres y ese es un malicioso placer adicional. Llegamos hasta la Catedral dando siete revueltas pues estaban asfaltando la calle de entrada y algunos aledaños. Al poco de aparcar avistamos la mole gótica, Catedral y Castillo, donde de muy joven creía oler “el aroma de la eternidad”. El aroma a humedad de los enterramientos góticos de nobles, de reyes y clérigos, que exhalaban hasta en pleno verano. Quizá mi alma de escritor estaría ya pugnando por manifestarse. Aparcamos el coche cerca y nada más entrar y pagar muestro ticket para visitar la Catedral, Sacristía y museo, etc, me advirtieron que allí mismo, en el claustro, veríamos la tumba del ex-presidente. En efecto, apenas habíamos entrado en el claustro cuadrangular gótico, cuando vimos, cuando vi, la sepultura. He de confesar que sentí una honda emoción, creo que mis acompañantes también. La tumba de Suárez es sencilla, una lápida de granito gris claro bajo una hornacina gótica donde había depositado un ramo de flores frescas. Sobre la lápida, a un lado, una de esas flores. Leímos: Excelentísimos Duques de Suárez. Adolfo Suárez González 25 – IX – 1932 / 23 – III – 2014 Amparo Illana Lortegui 17 – V – 2001 / “La concordia fue posible“ Al leer la frase ya famosa bajo los nombres del matrimonio sentí un estremecimiento de gratitud. No sabemos bien lo que debemos a Adolfo Suárez. El traslado, por encargo de su majestad, el Rey Don Juan Carlos I, de una dictadura militar a una democracia parlamentaria moderna a través del derecho, no fue nada fácil de realizar. Él lo hizo con pulso de maestro, arriesgando mucho, pero con temple de castellano viejo y hombre de ética admirable y de mucha fe en Dios. Fe que le habrá ayudado, sin duda, a sobrellevar la pena y la angustia de ver morir a su mujer y a una de sus hijas antes de contraer la enfermedad temible que le mantuvo alejado de lo que llamamos nosotros la vida activa, como si hubiese querido olvidar. habló del día del entierro y como cortaron todas las calles de la ciudad y como llegaron hasta ella ministros, autoridades y personalidades del mundo entero mezcladas con el gentío. Me dice que todos los días se A través de los cristales del claustro entraba mucha luz. Me quedé largo rato contemplando y pensando quizá más que rezando, rindiéndole tributo y el afecto que yo pueda manifestar a un Lápida de los Duques de Suárez en la Catedral de Ávila (Wikipedia Commons) hombre que personalmente vi breve- acerca mucha gente a visitar su tummente solo dos o tres veces en vida. ba, calcula que una doscientas perEn una época, como la que vivimos, sonas y los fines de semana por sude deserciones separatistas y de trai- puesto muchas más. ciones, de corrupciones a gran escala en los ámbitos públicos y privaMe hubiese gustado quedarme dos, una visita a los restos de ese dos o tres días por allí, en algún hohombre excepcional, bien valía un tel de esa ciudad donde se respira la viaje. pureza del sentir de España. Tan cerca de Gredos. Donde la luz parece La mole granítica de la Catedral se más transparente. Donde la memoabría a nuestra izquierda. A unos ria y los recuerdos cristalizan como quince metros de la tumba de Suárez la nieve en el invierno. Pero había está la de Don. Claudio Sánchez Al- que volver, había que encarar el fubornoz. turo de España y de nosotros mismos como mejor podamos, sintienSalimos y después de comer to- do la orfandad pero también el ejemmando café junto a la muralla; quien plo que nos han dejado los que más nos servía, un joven abulense, nos valían. El drama del hombre actual Por Miguel Rivilla San Martín ejos de mí la pretensión de escribir y generalizar sobre el hombre actual, con el que convivo y me relaciono en esta época de la llamada postmodernidad. Dejo este tema, brevemente pergeñado para otras plumas mucho más eruditas y autorizadas que la mía. Me atrevo a adelantar una sencilla opinión al respecto, sin pretensión erudita alguna. L Estoy convencido al atardecer de mi vida, que la fuente de felicidad para todos los humanos, radica en el encuentro personal del hombre con Dios, En la medida que cada persona experimenta vitalmente este encuentro con Dios en la persona de Jesús y se esfuerza en seguirle fielmente, ha encontrado la fuente de su felicidad presente y futura. Por el contrario, el que no ha vivido esta experiencia de encuentro personal con el Señor, por la fe, notará un vacío, una insatisfacción y un sinsentido en su existencia. He aquí el drama del hombre actual. Nace en una nación cristiana, es bautizado de pequeño en el seno de la Iglesia y recibe algunos sacramentos; pero, llegada la edad de joven o adulto, sin un conocimiento y vivencia fuertes de su fe, abandona pronto toda práctica religiosa, quedando a merced de las fuertes corrientes del secularismo, del materialismo, del relativismo, del laicismo, de la irreligiosidad, que le arrastran por otros derroteros del mal, como el vicio, la droga, el sexo, el dinero, el consumismo, el poder, la pérdida de la fe etc., hasta caer en el indiferentismo, agnosticismo y ateísmo. Se necesita una gracia extraordinaria de conversión, para volver a las raíces cristianas y tener la experiencia del encuentro con Cristo, Camino, Verdad y Vida para todos. Sólo Jesucristo da sentido pleno a la vida de todo hombre y de todos los hombres. Noviembre 2014 mas 7 Religión Lex Orandi “Vela, Señor, con amor continuo sobre tu familia” Por Juan Carlos Carvajal, consiliario diocesano de Madrid “Vela, Señor, con amor continuo sobre tu familia; protégela y defiéndela siempre, ya que sólo en ti ha puesto su esperanza”. V Domingo de tiempo ordinario (Oración colecta) abitualmente, nos hacemos la ilusión de que llevamos las riendas de nuestra vida y que nuestro propio esfuerzo y previsión puede librarnos de cualquier amenaza y contratiempo. Más aún, esperamos que aquello que pueda escapar a nuestro control, lo podremos afrontar con la ayuda de “papa Estado”. Nuestro deseo de seguridad y el miedo a la fatalidad nos lleva a imaginarnos que si bien nosotros no podemos controlar todo, el Estado tiene el poder y los medios para cubrir cualquier contingencia. Es un hecho que, tácitamente, vivimos con la quimera de que nuestra vida esta segura bajo un manto protector a prueba de avatares y circunstancias. H No obstante, hay hechos que nos despiertan de esta ensoñación. Hay acontecimientos que cortan la trama que vamos tejiendo con nuestras de- cisiones y esfuerzos. Hay situaciones que nos llevan a sentirnos desamparados y afligidos… En esos momentos, cuando la fatalidad y el sin sentido nos amenaza, y vemos que la red de seguridad del Estado nos deja en el abismo, los seres humanos –creyentes o no, de un modo explicito o secreto– nos sentimos impelidos a elevar los ojos al cielo y a esperar la atención y el cuidado de quien sabemos que es más grande, mucho más grande, que nosotros. Sí, esta es una experiencia común; pero los cristianos la sacamos del anonimato y la cultivamos como una relación en la que vivimos confiados de Dios y esperando en su providencia. Esto es lo que motiva la oración colecta del quinto domingo del tiempo ordinario: los cristianos, personal y eclesialmente, hemos puesto nuestra esperanza en Dios, solo en Él. Y es que sabemos, porque lo hemos experimentado, que en su Hijo Jesús, Dios se ha mostrado paternal y nos cuida como a uno de su familia. Es verdad, hay momentos en los que la duda viene a amenazar nuestra confianza en Él. Las circunstancias de la vida, los fracasos de nuestros proyectos, los conflictos que nos desgastan, las esperanzas defraudadas o la misma amenaza de la muerte nos llevan a preguntarnos si verdaderamente el Señor vela o no por su familia. Son situaciones en las que nuestra fe queda conmovida por las experiencias de fracaso y abandono y la luz divina parece apagarse justamente en los momentos en que más la necesitamos. El cuidado paternal de Dios siempre es gracia, nunca podemos darlo por supuesto. Justamente, por eso, nuestra esperanza en su solicitud se convierte en oración: “Vela, Señor, con amor continuo sobre tu familia”. La Iglesia pide a Dios, devotamente, que se siga mostrando paternal, y que la proteja y la defienda según la obra salvadora que realizó en la pascua de su Hijo, Jesús. Esta oración, pronunciada al inicio de la eucaristía dominical, supone que la Pascua de Cristo es la última garantía de que será escuchada por Dios, pero también ofrece a todos los miembros de la comunidad cristiana el verdadero sentido de la providencia divina. La obra que realizó en Jesucristo, es la medida del cuidado y protección que Dios lleva con su pueblo. Su providencia no evita que los discípulos de su Hijo padezcan en su peregrinar por la tierra, lo que si garantiza es que todo concurrirá para su bien. Suya es la salvación y sean cuales sean las circunstancias, los fracasos o los sufrimientos, ninguno puede evitar que Dios realice su obra y nos dé a participar de su Reino. Los creyentes alentamos esta esperanza cada vez que celebramos la pascua de Cristo en la mesa eucarística. Pero también lo pedimos, para que cuando nuestra fe decaiga, Dios nos revele los signos de su atención paternal y providente y nos rescate de la oscuridad. ¿Qué son las Hermandades? Por Julián Serrano de Andrés Las Hermandades del Trabajo son un movimiento Apostólico y social de y para trabajadores, que busca el encuentro de éstos con Cristo, y con los demás hombres, sus hermanos, luchado por su dignidad y derechos y creando obras y servicios sociales en su favor. Por tanto: “Es una organización de trabajadores cristianos para la promoción religiosa, social y humana del mundo del trabajo”. Las Hermandades del Trabajo fueron creadas por un Decreto del Patriarca Obispo de Madrid, Don Leopoldo Eijo Garay, el 16 de julio de 1947. Su promotor fue Don Abundio García Román, Sacerdote de Madrid, con un grupo de militantes obreros. La Asociación está presente en 21 Diócesis españolas y 7 países iberoamericanos. vela en el mundo del trabajo y quiere vivir en HERMANDAD su fe. Es una opción trascendente en un mundo material. FIN ÚLTIMO DEL MOVIMIENTO B. Es un encuentro del hombre con Dios: todo lo que organiza a través de sus departamentos y actividades (arte, turismo, deportes, caridad, acción social, formación profesional, acción laboral y sindical, etc) tendrá que estar al servicio de este encuentro del hombre con Dios. Las Hermandades del Trabajo nacen con el fin fundamental de la “RECRISTIANIZACIÓN DEL MUNDO DEL TRABAJO”. Para hacer posible esta finalidad “como acción de Dios” ofrece: A. Un acto revelador en sí mismo: darse a conocer como Obra de todos los trabajadores, llevada por los trabajadores y al servicio de los trabajadores. La Iglesia se re- C. Anuncio de Jesucristo: trata de suscitar una fe viva que convierta la mente a Dios; que acoja la Revelación y se haga partícipe del DON de Dios; busca una maduración permanente de la fe teniendo en cuenta la situación real de los hombres. Interpreta el mundo y la experiencia humana y ayuda a vivir cristianamente todas las realidades humanas. D. La “Hermandad” como plataforma de la comunidad cristiana: la vinculación profesional y el trabajo como lazo de unión. La mística y la espiritualidad de la profesión buscando la santificación en por el trabajo. La misma Hermandad es un anuncio de la salvación liberadora. (Sigue en la pag. 14) 8 mas Noviembre 2014 Hermandades Iniciamos un nuevo Curso en Hermandades del Trabajo Por Antonio Corbí Copoví, Consiliario Nacional de HHT Iniciamos un nuevo Curso en Hermandades del Trabajo. Vivimos un mundo agitado y complejo. La Iglesia nos invita a evangelizar, a ser misioneros. Todo militante de Hermandades del Trabajo es y ha de ser un evangelizador, un misionero. Hemos recibido la vocación de santificar el mundo del trabajo. La doctrina social católica tiene también el valor de instrumento de evangelización (cf. , 54), porque pone en relación la persona humana y la sociedad con la luz del Evangelio. Los principios de la doctrina social de la Iglesia, que se apoyan en la ley natural, resultan después confirmados y valorizados en la fe de la Iglesia por el Evangelio de Jesucristo. Con esta luz, se invita al hombre, ante todo, a descubrirse como ser trascendente en todas las dimensiones de su vida, incluida la que se refiere a los ámbitos sociales, económicos y políticos. La fe lleva a su plenitud el significado de la familia que, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, constituye la célula primera y vital de la sociedad. La fe ilumina además la dignidad del trabajo que, en cuanto actividad del hombre destinada a la pro- pia perfección, tiene la prioridad sobre el capital y constituye un título de participación en los frutos que produce. La vida y las actividades de Hermandades del Trabajo ponen de manifiesto, además, la importancia de los valores morales fundados en la ley natural escrita en la conciencia de cada ser humano, que por ello está obligado a reconocerla y respetarla. Nuestra sociedad reclama actualmente una mayor justicia y honradez al afrontar los retos del futuro inminente; siente viva la preocupación por la ecología y por una correcta gestión de las funciones públicas; advierte la necesidad de renovar la vida política, sin perder de vista el bien común, el camino del derecho y la conciencia de la unidad de la familia humana. El mundo del trabajo, profundamente modificado por las modernas conquistas tecnológicas, ha alcanzado niveles extraordinarios de calidad, pero desafortunadamente registra también formas inéditas de precariedad, de explotación e incluso, en algunos lugares, de esclavitud en las mismas sociedades "opulentas". El nivel de bienestar, aun en medio de la crisis, sigue creciendo, pero también aumenta peligrosamente el número de los nuevos pobres y se amplía, por diversas razones, la distancia en- Representantes de los Centros de Hermandades de España. D. Antonio Corbí, cuarto por la izquierda en la primera fila tre los países menos desarrollados y los países ricos. El libre mercado, que es un proceso económico con aspectos positivos, manifiesta sin embargo sus limitaciones. Por otra parte, el amor preferencial por los pobres y los más necesitados, representa una opción fundamental de la Iglesia, y Ella la propone a todos los hombres de buena voluntad. Se advierte así que la Iglesia y, por tanto, los militantes de HHT. deben hacer oír su voz sobre estas cuestiones, típicas de la época moderna, porque nos corresponde invitar a otros para que se consolide con mayor firmeza una auténtica civilización, orientada hacia la búsqueda de un desarrollo humano integral y solidario. Las actuales cuestiones culturales y sociales atañen sobre todo a los fieles laicos, llamados, como recuerda el Concilio Ecuménico Vaticano II, a ocuparse de las realidades temporales ordenándolas según Dios (cf. , 31). Se comprende así, la importancia fundamental de la formación de los militantes de Hermandades para que con la santidad de su vida y con la fuerza de su testimonio, contribuyan al progreso de la sociedad. Durante este curso celebraremos el XXV aniversario del fallecimiento de D. Abundio García Román, fundador de las HHT. Él nos recordó siempre que somos hijos de la Iglesia. Y esa filiación real se ha de manifestar en algunos aspectos que me gustaría recordar: Hemos de mantener una ¡Conócenos! www.hermandadestrabajo.es espiritualidad eucarística. Santo orgullo de sentirnos trabajadores: nuestro trabajo tiene valor creador y redentor. Nuestro carisma es la fraternidad cristiana: hijos de Dios, hermanos en Cristo Jesús. Miembros de la familia humana. Nuestra misión es colaborar con el Reino de Dios en la evangelización del mundo del trabajo. Ese es nuestro compromiso apostólico y social. Nos hemos de distinguir, por tanto, por la honradez, honestidad y competencia profesional. Renovemos durante este año nuestra devoción personal a D. Abundio. Le hemos de recordar más. Con mis mejores deseos para todos. Noviembre 2014 mas 9 XXV ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE D. ABUNDIO «LAS HERMANDADES DEL TRABAJO ANTE EL RETO DEL FUTURO» (I) Alocución que D. Abundio dirigió, en calidad de fundador del Movimiento de Hermandades del Trabajo, en el acto de apertura, presidido por el Cardenal Suquía, a los participantes del III Encuentro Hispanoamericano del Movimiento de Hermandades del Trabajo, en octubre de 1989 y que constituye su testamento espiritual. Un reto se enfrenta a nosotros. El reto quiere decir desafío, y también un poco de imprecación, de amenaza. Palabras un poco complejas, pero ante todo nos presenta una realidad dura para la cual estamos ante Dios. Hace 46 años que las Hermandades del Trabajo escucharon este reto y se dispusieron a trabajar. Se ha repetido que el laicado es un «gigante dormido», que si el Pueblo de Dios despertara, la Iglesia tendría una capacidad evangelizadora impresionante. ¿Os imagináis lo que sería encontrar a cristianos sinceros y comprometidos en todos los centros de trabajo?, ¿y por qué no habría de ser esto lo corriente, si de hecho estamos bautizados? «Ya es hora que despertemos del sueño», en palabras de san Pablo. Más que la sacudida rápida de una ayuda, lo que necesitamos es un cuadro de principios operativos que se vayan imponiendo en la conciencia de todos, empezando por los sacerdotes: igualdad, libertad, subsidiariedad y secularidad. El cuadro de estos principios operativos se encuentra en la exhortación apostólica de Juan Pablo II Christifideles laici. La igualdad. La novedad cristiana es el fundamento de la igualdad de todos los bautizados en Cristo. Todos somos hijos de Dios, llamados a la santidad y a una misión común. Así despertará el laicado con la alegría de un nuevo amanecer. La libertad es el lado paralelo en la sociedad. Todos somos hermanos, nacemos libres. La libertad religiosa es un hecho constitucional que los laicos han de ejercer en el mundo con verdadera audacia confesante. Y en la Iglesia sobre todo, en las realidades temporales que, manteniendo dependencia de Dios, gozan de la autonomía propia de su na- D. Abundio en una Fiesta del Afiliado, en el Estadio San Miguel turaleza. Como confirma el Vaticano II cuando son los protagonistas de las dor. La Iglesia es, pues, dice: «Reconocerán y pro- realidades temporales, se eminentemente misionera, moverán sinceramente los santifican en el mundo me- es decir, evangelizadora. presbíteros la dignidad de diante su inserción en las Los términos «apostolado» los seglares en la misión de realidades temporales. Si el y «evangelización» son casi la Iglesia; no se puede impo- laicado es un gigante dor- sinónimos, digo casi porner a ningún creyente en mido, intentemos desper- que el término «apostolanombre del Evangelio nin- tarlo. Es el reto que se nos do» hace referencia al enguna ideología social o polí- ofrece. Muy a punto viene vío, a la misión, mientras el ahora recordar el Decreto so- término «evangelización» tica» (PO 9). bre el apostolado de los segla- se refiere al mensaje objetiLa subsidiariedad. Por es- res, del Vaticano II, cuyo pri- vo de este envío, es decir, a te principio se da a enten- mer capítulo comentare- la proclamación de la Buena Noticia. der que lo que puedan ha- mos. cer en la comunidad ecleLas cuestiones que se ex2) La segunda cuestión sial los laicos, que no lo hagan los presbíteros. Así se ponen en este primer capí- que se propone en este primanifestará mejor la co- tulo son las siguientes: 1) mer capítulo del Decreto es rresponsabilidad ministe- razón de ser de la Iglesia, 2) la función del seglar como rial o funcional de todo el función del seglar, 3) espiri- miembro de la Iglesia por tualidad del seglar apóstol. el bautismo. Todo seglar Pueblo de Dios. tiene que ser apóstol, aun1) Examinaremos prime- que esto extrañó muchísiLa secularidad. El carácter secular es propio y pe- ro la razón de ser de la Igle- mo cuando se publicó en el culiar de los laicos. Ellos sia, que es la propagación Vaticano II. Yo repito, como provienen del mundo, vi- del Reino de Cristo por to- miembro de la Iglesia por ven en el mundo y son para da la tierra para gloria de el bautismo, todo seglar el mundo, pero no sólo a tí- Dios Padre, y hacer así par- tiene que ser apóstol. Cotulo arbitrario, sino con tícipes a todos los hombres mo miembro, el seglar conpresencia teológica. Ellos de la redención del Salva- tribuye al desarrollo del cuerpo al que pertenece, y el desarrollo de la Iglesia no es más que la expansión y el crecimiento, es decir, la evangelización. De aquí que vocación cristiana se confunda con vocación apostólica, por lo que el apostolado de los seglares nunca puede faltar de la Iglesia. Es más, en las circunstancias actuales son muchas las razones que abogan por un apostolado seglar más intenso, por la misma condición de miembro del Cuerpo místico de Cristo que es la Iglesia. El seglar participa por su unión con Cristo de su ministerio sacerdotal, profético y real. Es sacerdote, rey y profeta. Sacerdote, para ofrecer sacrificios espirituales. Profeta, para dar testimonio vivo de la fe. Rey, para servir y contribuir a la expansión del Reino. Subrayo la palabra servir; sois reyes para servir y contribuir a la expansión del Reino. Propio del estado seglar es vivir en medio del mundo, a manera de luz y fermento, y así contribuir a la renovación de todos los ambientes, mediante el testimonio y la Palabra. Por otra parte, el seglar puede ejercer su apostolado, bien por libre, bien de un modo legalizado, afiliándose a un movimiento apostólico aprobado por la Iglesia, que es nuestro caso. Por libre, porque, siendo cristiano y bautizado, sobre todo bautizado, eso ya es misión. Actúa por tu cuenta en tu ciudad, en tu medio laboral, en tus amistades. Ningún cristiano puede quedarse sin misión apostólica. Es verdad que hoy día, yo repetiría esto muchísimo, está la necesidad de afiliarse a un movimiento apostólico ya organizado. (Sigue en pág. 10) 10 mas Noviembre 2014 XXV ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE D. ABUNDIO pero la misión es ésta. ¡Cuántos bautizados con vocación imperiosa y apostólica, y qué pocos militantes cristianos! Se hace caso omiso. Sí, vas a la Iglesia, vas y sales, ¿y qué?, ¿después qué? En tu trabajo, en tus distracciones, en tus amistades, ¿después qué? Y en tu familia, esa Iglesia doméstica. Hay tanto que cultivar. ¿Después qué? D. Abudio García Román (Viene de la pag. 9) No hay eficacia sin organización, no hay eficacia sin entusiasmo, no hay eficacia sin comunidad que colabore. Aquí venís y os encontráis cada cual en su Hermandad, encontrándoos con gente que conocéis y que conoce también vuestras aptitudes y las fomenta. Por eso sí, mirad los Movimientos apostólicos aún en este tiempo de libertad. 3) La tercera cuestión que se expone en este primer capítulo es la espiritualidad del apóstol seglar. La fecundidad del apostolado seglar depende de la unión vital de los seglares con Cristo. Jesús lo dijo: «Sin mí no podéis hacer nada. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto» (Jn 15,5). Somos corporación, pues, del Cuerpo místico, unidos Cabeza y miembros, todos unidos, y así lo podemos todo, seremos omnipotentes, es verdad. Esa unión vital, unión del hombre con Dios que se llama santidad, santidad compatible, por supuesto, con los negocios temporales y las preocupaciones familiares. Ojalá encontrásemos en todos los ambientes de la sociedad una fe exaltada, una fe cultivada, una fe practicada. ¡Si la Iglesia no estuviera ausente de la sociedad!, pero hoy se siente así, «ausente». No ignoréis que a los sacerdotes antes nos echaban a la sacristía, ya sabéis. Hoy nos permiten estar en la Iglesia, no es poco, pero, en fin, no es todo. Hay que estar en la sociedad, y la sociedad se moverá a impulsos de tu fe. Por eso, veis que da pena pensar esto: ¡tantos bautizados y qué pocos militantes eclesiales! Por libre o asociados, me da igual, Se te pregunta lo que haces en la Iglesia, ¿rezar solamente o cantar también? No, no, se te pregunta asimismo lo que haces fuera de la Iglesia. Dentro de la Iglesia hay sacramentalidad, fuera hay evangelización. La fecundidad, repito, del apostolado seglar depende de la unión vital de los seglares con Cristo. Jesús lo dice: «Sin mí no podéis hacer nada. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto». Esa unión vital tiene otro nombre, que se llama santidad, santidad compatible, por supuesto, con los negocios temporales y las preocupaciones familiares. Hagamos un mundo cristiano. Esta misión no es mía, sino tuya, como seglar. La santidad, claro está, como rescoldo y floración de la vida sacramental y de oración. Oración, sacramentos, y luego ejercicio de las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Fe para ver, esperanza para caminar, caridad para cantar por el camino. La espiritualidad del seglar está condicionada sobre todo por su actividad profesional. Una de las características de nuestro Ideario es la profesionalidad: trabajamos en lo mismo y nos conocemos en ese nivel. Ahí sí será más eficaz la acción tuya evangelizadora, el trabajo y los deberes ciudadanos hasta lograr esta instauración cristiana del orden temporal que es la gran preocupación del Concilio. ¡Instauración cristiana del orden temporal! Al final de este capítulo el Concilio hace una advertencia muy seria a los afiliados de cualquier movimiento apostólico aprobado por la Iglesia. Se deben esforzar por asimilar con fidelidad las características propias de cada movimiento. Os puedo comunicar de verdad una emoción mía secreta. Cuando leí por vez primera esto me puse alborotado. La Iglesia nos acompaña, cada cual en su sitio, con su peculiar espiritualidad. Hay que ser lo que se es, y así el camino se abre mucho más expedito. Son palabras del Concilio: fidelidad a las características propias de cada movimiento, asimilando sus peculiaridades, pues son las que configuran su carisma, carisma que debe ser respetado, dignificado y desarrollado, nunca desmentido. Cabe renovación, no faltaba más, pero antes decía yo hablando del silencio que en toda renovación es necesario el silencio, para que la imaginación se despierte y te haga fecundo y capaz de abrir caminos nuevos. Silencio. Piensa mucho tú en silencio, asimilando las peculiaridades propias, y que la creatividad sea no tanto en desarrollar, sino en inventar. Esto es claro y definido, os lo diría muchísimo. Es verdad que son los jóvenes lo que deberían asimilar estas características, los demás vivimos ya esperanzas de un peso secular, casi, casi. Sí, os lo digo yo siendo mayor, os lo repito; la creatividad debe explotarse, no tanto en desarrollar como en inventar. Termina el capítulo entronizando a la Virgen como modelo de espiritualidad seglar, por su vida sencilla e intimidad con Jesús. Cuando redactaba la salutación me he atrevido, digo muy bien, atrevido, a hablaros de la Virgen como patrona en su matiz especial de la Virgen del silencio. ¡Cuánto se aprende del silencio! Primero se escucha mejor a Dios en él. Nuestra vida interior es silenciosa, pero es creadora. Segundo, también se exalta la imaginación. Cuando no hay silencio la imaginación está callada, como si pasáramos un poco del ruido de la razón para después poder pasar al silencio que forja ideas y define el compromiso. Al cenáculo del Jueves Santo le sigue el de Pentecostés. A la oración, la acción. A los espacios y tiempos de oración, la conciencia humilde de ser enviado. Esto acaso sea lo más bonito. Tú nunca actúas por tu cuenta en el apostolado, ser apóstol quiere decir que tú eres un enviado, en latín, misionero, a lo mejor más fácil, ¿verdad? Repito, enviado. Dios te envía. Jesús tiene para ti un proyecto concretísimo, peculiar para ti, con nombre y apellidos. «¡Señor, enséñame mi proyecto! ¡Señor, enséñame mi vocación! Dame también fuerzas para que prosiga en el mismo camino que tú me trazas, no que yo me trazo, que tú me trazas». Así esta vocación es misión y es envío, ¿verdad? ¡Cuántos cristianos enviados, pero qué pocos militantes en activo! De ahí el fracaso, y aquí está el reto. También se tiene un poco la impresión de que «somos los más», y sin embargo pintamos como los menos, perdonadme la expresión, por lo que hay que sonrojarse. Bien, a los espacios y tiempos de la oración, la conciencia humilde de ser su enviado. Desde el Pentecostés del siglo I hasta el Pentecostés del siglo XX, y ya en los umbrales del XXI, hay sus diferencias, no lo olvides. Proselitismo y protagonismo: el Pentecostés del siglo I recluta hijos para la Iglesia, el Pentecostés del siglo XX, conciencia a los hijos en la instauración cristiana del orden temporal. Y había hijos como san Francisco Javier que murió cansadísimo de bautizar, eso es, cansadísimo. Todos los decretos episcopales actuales nos hablan del compromiso temporal. La amistad se compromete en el tiempo, se pide protagonizar acciones, más que proselitizarlas. Más que proselitismo, protagonismo. ¡Que el modelo de la sociedad, las instituciones y los medios de comunicación sean de unos cristianos que se comporten como tales! Yo siempre eché de menos esto, eran muy pocos periodistas sacerdotes. Y siendo yo «filosofillo» del Seminario me inventé la novedad de crear una escuela de periodismo con D. Ángel Herrera, y ya veis, en Madrid hubo una escuela de periodismo gracias a la influencia de D. Ángel Herrera Oria y a mi petición humilde. Yo veo a los curas metidos en todos estos berenjenales. Y también a muchos seglares, es verdad. El cura puede hacer mucho estimulando y moviendo iniciativas, como también muchos seglares. El mundo está en tus manos, el mundo está en manos de la Iglesia, en la sociedad, claro, en manos de los seglares cristianos. Escuchad por ahí, leed por ahí, y sin embargo, ¿qué? Bien, el documento de los obispos españoles sobre Los católicos en la vida pública va directamente encaminado a impulsar la presencia y la intervención del cristiano en esa misma vida pública. Por vida pública entendemos el marco social de nuestra existencia, y diría al militante cristiano, concretamente al de Hermandades, que volcase su presencia e intervención en lo que te pide la Jerarquía. Noviembre 2014 mas 11 XXV ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE D. ABUNDIO XXV ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL SIERVO DE DIOS DON ABUNDIO GARCÍA ROMÁN DIA 16 DE NO VIEMBRE: Retransmisión de la Misa de RNE desde el Oratorio de HHT Madrid, a las 8,15 horas DIA 29 DE NO VIEMBRE: “UNA TARDE EN TORNO A DON ABUNDIO” 18,00 HORAS: “Un hombre de Dios, un hombre para los demás”, Presentado por Dña. Rosario Paniagua Fernández Recordamos su vida, su obra y su espiritualidad: “Aquella experiencia en el barrio de Entrevías le marcó para toda su vida. Aquel ambiente era de clases proletarias, pobres, con muy escasa cultura y pocos medios económicos todavía. Pero sobre todo era profundamente antirreligioso, de odio a Cristo y ¿Por qué razón?, Se preguntaba. ¿No es Cristo el amigo de los pobres, los humildes, los desheredados? ¿No fue también un trabajador como ellos? Era evidente que no le conocían. Era preciso, urgentísimo, evangelizar a aquellos hombres y mujeres”. (Del libro Camino y testimonio). 19,15 HORAS: CONCIERTO DIA 30 DE NO VIEMBRE, ANIVERS ARIO DEL FALLECIMIENTO DEL SIERV O DE DIOS: 10,45 HORAS: EUCARISTÍA, en la Capilla donde reposan los restos de Don Abundio, C/ Raimundo Lulio, 3. Concelebrarán los Consiliarios de los Centros Diocesanos de HHT. (Será televisada por la 2 de TVE) Invitamos a participar a: militantes, afiliados, simpatizantes de HHT y otros Movimientos. ORGANIZA: Fundación Abundio García Román y Movimiento de las Hermandades del Trabajo SI QUIERES AYUDAR A LA FUNDACIÓN ABUNDIO GARCÍA ROMÁN EN SUS OBJETIVOS Y EN EL PROCESO DE CANONIZACIÓN, INGRESA TUS APORTACIONES EN: Cuenta de La Caixa: 2100 2861 71 0210061853 Titular: Fundación Abundio García Román 12 mas Noviembre 2014 Hermandades La parábola de los talentos y las Hermandades por José Ramón Echave Ahora que se ha cumplido el aniversario de su muerte, publicamos la homilía que pronunció, el entonces consiliario nacional, D. José Ramón Echave, en el LXIX Consejo Nacional, con motivo del cincuenta aniversario de la fundación de Hermandades del Trabajo. a parábola de los talentos nos obliga a reflexionar, personal y comunitariamente, sobre la herencia que recibimos de la historia y que ahora nos corresponde administrar. Los 50 años de vida son talentos que hemos recibido y oportunidades para seguir haciéndolos fructificar. De ahí ese espacio, que nos hemos trazado, para una reflexión serena y comprometida con nuestra realidad de Hermandades y las exigencias de la sociedad actual, de la Iglesia y del mundo del trabajo. L vas pobrezas; al mundo de la marginación; a los hombres y mujeres sin techo; en una palabra, al cuarto mundo? ¿Es esa nuestra misión? ¿Esto nace de nuestra condición de ser trabajadores para los trabajadores y con los trabajadores? Hay una justificación para nuestras obras y servicios por la calidad del trato humano que podemos dar y porque son lugares de encuentro, que ofrecen oportunidades para la evangelización, para la palabra y el testimonio. Es poner a trabajar la fe, el talento que hemos recibido gratuitamente de Dios y que lo tenemos que convertir en don gratuito a favor de los demás, siempre trabajadores; sea en activo, en paro o jubilados, que reciben la parte aplazada de lo que produjeron con su trabajo. Mientras tengamos oportunidades, las tendremos que aprovechar. Pero, ¿hasta cuándo? También es verdad que las obras y servicios son generalmente el sustento de nuestra afiliación y, bien realizados, son en sí mismos testimonio de nuestro amor cristiano a los demás. Hay que reconocer que la sociedad actual ha superado con creces nuestra capacidad y posibilidades de obras y servicios. No podemos competir ni en cantidad ni en calidad material con poderosos organismos oficiales y privados. Y de esPerdonadme que en este apartato tenemos que dar gracias a Dios. do incluya las residencias, los viaSon bienes que pertenecen al llama- jes, ciertas manifestaciones de arte, do estado de bienestar o a las con- los comedores económicos,… y un quistas sociales y a calidad de vida. etc. que cada Centro podríais conAlgo hemos hecho nosotros a lo lar- cretar como resultado de una reflego de la vida de las Hermandades xión comunitaria. para que todo eso fuera posible. ¿Ha sido solamente una tarea de suLo que parece irrenunciable por plencia o algo que reclamaba el nuestra parte, como exigencia de amor cristiano, que, más allá de los los talentos que tenemos que admisentimientos y de las palabras, re- nistrar y hacerlos fructificar, son quería una traducción en hechos, aquellos servicios que tiendan a en obras a favor de los mejorar la profesionalimás necesitados? Hay “Hay que recono- dad. La formación percampos, por desgracia integral, que incer que la socie- sonal aún muy amplios, a los tente elevar la calidad que no llega el estado dad actual ha su- humana y sobrenatural de bienestar. Es el cam- perado con cre- de nuestros afiliados y po de los marginados y todos los trabajadoces nuestra capa- de de los que son víctimas res. ¿Cómo podríamos de las injusticias que se cidad y posibili- conseguir que lo que generan en la adminis- dades de obras y hemos venido calificantración de los bienes do como grupos aposservicios.” públicos y privados, tólicos, fueran cada vez víctimas que podríamás comunidades consmos definir como necesarias del sis- cientes y comprometidas de militema económico en el que nos mo- tantes? ¿Cabe la cooperación más o vemos y del egoísmo que anima menos esporádica de un voluntariamuchas conductas y decisiones que do que partiendo de la realidad fueproducen efectos nefastos. ¿Ten- ra adquiriendo quilates de comprodríamos que ser sensibles a las nue- miso entre nosotros? ¿Cuáles serían sus tareas? Creo que es urgente que volvamos a nuestras ponencias sobre comunidades y líneas de acción para sacar conclusiones prácticas para cada uno de nuestros Centros. tarnos a todos con su experiencia? Si nos abrimos al voluntariado ¿no sería más fácil su transformación en militantes? Y los grupos de acción ¿por qué nos han dado últimamente tan pocos frutos de compromisos más exigentes? Junto a la formación que no debe perder nunca entre nosotros actualidad, aunque quepa revisar los méEs difícil que nosotros, que nacitodos, nuestro esfuerzo debe cen- mos para la acción evangelizadora trarse también en un compromiso en la promoción de la justicia en la de militancia. Pero este compromi- empresa, podamos seguir realizanso, más que de formaciones teóri- do este quehacer a base de militancas, depende de actos tes que no están en de solidaridad en los “Pongamos nues- ella. ¿No será necesadiversos campos de rio que realicemos esa actuación de los traba- tros talentos a tra- labor de evangelizajadores. Es la presen- bajar, a producir. El ción y promoción en cia de los trabajadores fruto no depende, las familias, en la veen organizaciones que cindad, en las asociael movimiento obrero, al menos del todo, ciones de barriada, de como fruto de largas de nosotros. Pero padres, etc.? Si la genmarchas de sacrificios, se nos pedirán te ya no nos visita se ha dado a sí mismo, tanto –y en esto influen una lucha por de- cuentas de nuestra yen hasta las formas fender sus derechos. inacción.” de cobro de la cuotaMe refiero especial¿qué hemos de hacer mente a los sindicatos y a toda cla- para hacernos presentes allí donde se de asociaciones que con diversas están los trabajadores? ¿Sólo nos va finalidades atienden a necesidades a quedar la acción profética, y ella a más concretas. Creo que no podría- distancia? mos renunciar a las asesorías jurídicas y laborales creadas por nosotros Perdonadme estas líneas que no mismos o en colaboración con otros aportan ideas ni soluciones, sino inmovimientos que están en el mismo quietudes comunes y urgencias pacampo de acción o en última instan- ra la reflexión. Pongamos nuestros cia por convenios con entidades pri- talentos a trabajar, a producir. El vadas en condiciones económicas fruto no depende, al menos del tomás favorables y con las garantías do, de nosotros. Pero se nos pedirán de libertad y ética que requieren las cuentas de nuestra inacción. Ante la soluciones justas. urgencia de nuestra tarea, pidamos al Señor valor, valentía para emEsta formación de militantes y prender reformas o confirmar y poafiliados, a través de cursillos de de tenciar los aciertos. Ningún carisma diversa índole y otros métodos más ha permanecido en la Iglesia sin reo menos tradicionales, debe ser ob- visión y actualización. Y esto ha sujeto de nuestra constante preocupa- puesto a veces incomprensiones, ción. . Si no hay nuevos o renovados rupturas y defecciones. Actuemos militantes, cada vez se va a hacer en sinceridad y verdad. Para termimás difícil, si no imposible, incluso nar quiero recordar la parábola de nuestra supervivencia. los dos hijos. Nos da pistas para que nuestra voluntad sea sincera y con¿Qué tendríamos que hacer para secuente en la búsqueda de la renorenovar nuestro compromiso en es- vación. De palabra sí; pero en la te campo? ¿Tenemos claros los ob- práctica y de hecho, no. Esta actitud jetivos y cómo actualizarlos? La no ofrece una buena solución y sí búsqueda de gente joven, ¿no re- inmovilismo. De palabra no; pero quiere la renovación de objetivos y en la práctica y de hecho, sí. Es una tareas? ¿Qué tendríamos que hacer actitud que necesita conversión, peen este año jubilar para que en ro está más cerca de que al final, reinuestros cuadros de militantes hu- ne el sí en los planteamientos y en biera por lo menos dos o tres caras las soluciones, en las propuestas y nuevas, que fueran personas labo- en las realidades. Dios bendiga ralmente activas, capaces de inquie- nuestros esfuerzos. Noviembre 2014 mas 13 XXV ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE D. ABUNDIO Agradecimiento a D. Abundio por la fundación de las Hermandades del Trabajo Testimonio de un matrimonio de Valencia Somos Amparo y Juan, de 74 y 80 años, respectivamente. Hemos cumplido 51 años de casados. Tenemos siete hijos, todos casados, 25 nietos, y una bisnieta. Nacimos ambos en Valencia, donde seguimos viviendo. A principio de los años 50 don Abundio envió a Valencia a dos de sus colaboradoras a hablarle de Hermandades del Trabajo al señor Arzobispo, Don Marcelino Olaechea, y éste las remitió al sacerdote Don Moisés Sánchez, profesor del Seminario de Valencia y consiliario de una obra de formación social creada a comienzos del siglo XX, el cual aceptó hacerse cargo de formar las Hermandades. Don Moisés solía decir que “me convenció el conocer la estructura interna de las HH.T., con sus Vanguardias de Santa María, su compromiso espiritual y de obediencia en aquello que afectara a la Obra”. Los dos nos afiliamos a Hermandades en el año 1957. Solo coincidimos ocasionalmente dos o tres veces, hasta que en octubre se produjo la terrible riada que asoló media Valencia, incluido el local que ocupaban las Hermandades. Por iniciativa de Don Moisés se creó un taller de confección donde, con la aportación de decenas de máquinas de coser y la donación de diversas fábricas textiles, se confeccionó ropa de ajuar para centenares de hogares arrasados. Una de las máquinas era movida por Amparo mientras, en el mismo local, Juan manejaba una de escribir. En enero del siguiente año comenzó nuestro noviazgo. Unos meses después, en abril de 1958, HH.T. compró el edificio que sigue ocupando hoy en Valencia, en la plaza del Negrito. Por entonces aceptamos la invitación de Don Moisés a formar parte de las Vanguar- dias de Santa María. Amparo fue designada Directora de Deportes, y también impartía clases de corte y confección. Juan ocupó la Secretaría general del Centro durante varios años. Hermandades nos proporcionó formación espiritual, apostólica, social, matrimonial y familiar, por medio de charlas semanales o quincenales, así como retiros y ejercicios espirituales. A partir de entonces Juan comenzó a involucrarse en responsabilidades sindicales, siendo durante ocho años vocal nacional de su sindicato, y miembro de los comités de empresa hasta su jubilación. trimonial fue espectacular, llegando a reunir en un curso hasta 50 parejas de novios. El apostolado funcionó, como en el principio del cristianismo, de boca en boca. Así, seis de los siete hermanos de Amparo aparecieron por las Hermandades, y también el hermano de Juan, donde todos conocerían a quienes serían sus cónyuges. La formación prema- Hemos hecho un breve resumen de nuestra vida desde que nos conocimos en HHT. A Don Abundio le conocimos, aunque no tuvimos mucha relación personal. Nos recibió en una ocasión en su casa de Juan de Austria, 9, a donde fuimos acompañados de nues- Varios de nuestros hijos pasaron por las HHT, pero la única que recaló fue la mayor. Fue Presidenta de una incipiente Central de Juventudes que no llegó a cuajar. Formó parte del equipo de profesores que en el curso 1985/86 preparó a un grupo de jóvenes que, habiendo abandonado los estudios, precisaban el certificado de Graduado Escolar para alcanzar un puesto de trabajo. En este grupo estaba quien sería nuestro primer yerno. tra hija mayor. Le visitamos en el Hospital General de Valencia cuando sufrió un accidente yendo camino de Benicasim. En junio de 1980 acudimos con Don Moisés Sánchez al Cerro de los Ángeles, para participar en la Misa de acción de gracias por las Bodas de Oro Sacerdotales de Don Abundio. Aparte de esto, Juan, que fue presidente de Valencia durante diez años, coincidió con Don Abundio en Congresos, Asambleas y Consejos Nacionales. Nuestro agradecimiento a Don Abundio, y por lo que deseamos llegue a término su proceso de canonización, es la fundación de las Hermandades del Trabajo con su ideario y programa de formación, y el pensar en Valencia para comenzar la expansión de la Obra, porque de todo ello se valió el Señor para que nos conociésemos y llegáramos a formar nuestra familia. Solo se vive una vez Por Miguel Rivilla San Martín Nunca en épocas pasadas de la vida hubo tal número de personas sin trabajo, paradas, ocupadas, aburridas y a la vez, “sin tiempo para nada”. Muchos se mueven agitados, queriendo llegar a muchos sitios. Semejan burros de norias, que caminan y caminan con anteojeras, dando vueltas y más vueltas sobre el mismo sitio, sin avanzar un paso. Cabría aplicarles aquellos versos del poeta Argensola: “Tantas idas y venidas; tantas vueltas y revueltas, quiero, amigo que me di- gas: ¿Son de alguna utilidad?”. Porque de esto, en definitiva se trata. Tantas prisas, tanta agitación, tanto vivir sin vivir. ¿Por qué y para qué? Quien anda fuera de camino, por muchas vueltas que dé y por mucho tiempo que emplee, nunca llegará a la meta. La excusa más corriente de muchos, si les proponen algo para salir de su rutina, es: “No tengo tiempo”. No hay tiempo para Dios, para orar, para escuchar su Palabra; no hay para ayudar al necesitado; no hay tiempo para el estudio, lectura y formación, pero Sí que lo hay para lo que gusta y apetece; para perderlo en fruslerías, para gastarlo en evasiones prescindibles. Lo peor de todo es que no hay tiempo para volver al tiempo pasado, ni recuperar el tiempo perdido… Amigo, no lo olvides: El tiempo es tu vida. No malgastes tu tiempo, que la vida es muy corta y no se recupera. “Invertid bien vuestra vida, que es un talento que hay que hacer fructificar, y recordad que sólo se vive una vez”. Este breve e incitante mensaje lo lanzó San Juan Pablo II a los jóvenes poco antes de su muerte. Es válido para toda clase de personas. Pocas palabras, pero que encierran una incuestionable verdad para quienes no se tomen frívolamente el hecho de vivir. No hay mayor don que la propia vida. Son muchos los que la malgastan al vivirla de espaldas a Dios y al prójimo necesitado, centrados sólo en el propio egoísmo. Somos libres de hacer en la vida y con la vida lo que queramos. Pero no es menos cierto que somos res- ponsables ante Dios –autor de toda vida– de la inversión que en ella vamos haciendo cada cual en bien o en mal. Raramente se da el caso de alguien que se arrepienta por haber sido bueno o haber hecho el bien. Lo más grave de todo, es que no habrá para nadie posibilidad de repetición. La reencarnación, ni es revelación bíblica ni enseñanza de la Iglesia católica. Se vive una sola vez y de ella va a depender el acierto o fracaso definitivos de cada persona. Para pensárselo. 14 mas Noviembre 2014 Opinión El aborto es un asesinato Por Grupo Nazaret Ruiz Gallardón, dimitió como ministro de Justicia, por la retirada del proyecto de ley orgánica de Protección del Concebido y los Derechos de la Embarazada. Ha sido noticia, a finales de Septiembre. Concretamente, se trataba de rectificar la vigente legislación sobre el aborto. Tanto los socialistas como los comunistas, han apoyado una campaña de agitación contra el proyecto del ministro de Justicia. “El cuerpo es mío y tengo derecho a hacer, con él, lo que me plazca”, gritaban unas mujeres en la calle. Pero los médicos no están de acuerdo. En su código deontológico dicen que “está claro el rechazo de las prácticas abortistas” como un “procedimiento normal desde hace siglos”. Y, en un voluminoso documento, publicado en abril de 2012, reiteran que “la profesión médica está al servicio de la vida humana… no al de la muerte del ser humano, que es el embrión y el feto”. Nuestro Papa, Francisco, ha dicho que se “quedó helado” al conocer la cifra de abortos en la cristianísima España: trescientos cada día y más de cien mil al cabo del año. Con el Papa Francisco, el Foro de Laicos declaró, “que entre los débiles que la Iglesia quiere cuidar, con predilección, están los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana, en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo”. Pero no es solo el Papa quien defiende la vida humana al escandalizarse con las cifras. El Obispo de San Sebastián ha comparado el aborto con un holocausto silencioso. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares, manifestó, en abril de 2013: “Derogar la ley del aborto será como cuando se abolió la esclavitud”. La madre Teresa de Calcuta, en la India, salvaba muchas vidas acudiendo a los hospitales con la súplica: “No matéis al niño, nosotras nos hacemos cargo de él”. Tres mujeres, en Septiembre de 2012, fueron lleva- (Viene de la pag. 7) CARISMAS DE HERMANDADES Los carismas que más han caracterizado a Hermandades del Trabajo (y no trato de hacer una bella apología de ellos) son: la fraternidad, el servicio y la dimensión apostólico-social del compromiso con los trabajadores, como Don del Espíritu a nuestras comunidades unidas por profesión. - LA FRATERNIDAD Nuestra fraternidad nace de sentirnos todos hermanos en Jesús de Nazaret, trabajador como nosotros. Esta peculiaridad está metida en la médula de nuestra esencia; nuestro estilo es fraterno y muy cercano y muy abierto a todos los trabajadores. Muchos se incorporan a Hermandades como fruto de un trato amistoso y acogedor que les ha llevado luego a un compromiso. Nuestra aspiración ha sido siempre –y hoy nos sentimos más urgidos que nunca- ser signo de salvación entre los trabajadores, como lo fueron las primeras comunidades cristianas, que al ver cómo se amaban, creían en Jesús. - SERVICIO Como fruto de ese espíritu fraterno, surge una actitud de servicio, que se ha visto reflejada en diferentes obras y actividades, tanto formativas co- das a un juicio de faltas, en Badajoz. Su delito fue rezar el rosario delante de aquel centro y tratar de informar a las mujeres de que existe alternativa al aborto. Luis Martínez Sistach, Cardenal Arzobispo de Barcelona, comentó en junio de 2013: “El humanismo de una sociedad se evalúa por su actitud ante el aborto”. La revista “Ecclesia”, de la Conferencia Episcopal, calificó en septiembre de 2009: “El aborto es un crimen, digan lo que digan”. Y el Cardenal Arzobispo de Madrid, cuando era el Presidente del Episcopado, añadió: “Todo ser humano concebido, es como uno de nosotros”. Por su parte, la conferencia de todos los Obispos declaraba: “Denunciamos el aborto como un brutal e injustificado atentado contra la vida humana”. Y el propio San Juan Pablo II lo calificó como el mayor peligro para la paz: “La nación que asesina a sus propios hijos es una nación sin futuro”. Pero no solo las figuras más eminentes de la Iglesia Católica, sino muchos científicos y pensadores ilustres coinciden en sus reclamaciones. Entre ellos Julián Marías, discípulo predilecto de Ortega y Gasset, que ha manifestado: “Pero, aparte de que el niño no es parte del cuerpo de la madre, sino que es alguien corporal implantado en la realidad corporal de su madre, es que ese supuesto derecho no existe. A nadie se le permite la mutilación – añadía Julián Marías - . Si yo quiero cortarme una mano de un hachazo, los demás, y hasta el poder público, me lo impiden. No digamos si se la quiero cortar a otro, aunque sea con su consentimiento. Por esto me parece que la aceptación social del aborto es, sin excepción, lo más grave que ha acontecido en esta época”. Hospitales británicos – según la noticia de prensa – queman, en masa fetos abortados para producir energía. Restos de más de 15.000 no nacidos, son incinerados como “desechos clínicos”. Ruiz Gallardón, cuando era ministro de Justicia del Gobierno español, dijo: “Ninguna ley internacional recoge el aborto como un derecho”. mo asistenciales y de promoción integral, tratando de sintonizar con las necesidades de cada momento, lugar y circunstancia de los trabajadores. y de nuestra participación en la vida de la misma. Los pequeños y grandes esfuerzos de tantos trabajadores que, unidos en una tarea común, contribuyen a la realización de tan variados servicios como Hermandades emprende, son el testimonio vivo de este carisma. 1. Se necesita una Iglesia presente en el mundo por la palabra comprometida. Hace falta una Iglesia nueva. Una Iglesia profética, al estilo del pueblo primitivo. Una Iglesia presente en el mundo del trabajo a través de una palabra comprometida, denunciando las injusticias que van contra los derechos de la persona humana. - DIMENSIÓN APOSTÓLICO-SOCIAL Podemos resumir este compromiso social como: • De nuestra compresión de Dios y nuestra colaboración con Él (el compromiso corresponde a la experiencia de la íntima unidad de la vida cristiana: servicio a Dios y al prójimo). • Saber presentar un Evangelio humanizador y lberador (militantes llenos de “ánimo” y de “ánima” en nuestras comunidades). • Vivir de manera radical y coherente los compromisos sociales del Evangelio (Rahner habla de “lo existencial sobrenatural”, lo que significa que todo hombre está tocado por la gracia). • Nuestro concepción cristiana del mundo del que nacen nuestras acciones para transformarlo. • De nuestra compresión en la Iglesia católica CONCLUSIONES 2. Una Iglesia pobre. Una Iglesia que evangelice a los pobres. Es signo de mesianidad: “Los pobres son evangelizados”. Una Iglesia que manifieste su trascendencia sobre los poderes humanos. 3. Formación de militantes, apóstoles. Hace falta la encarnación. Esta encarnación exige: el aceptarlos a ellos: esta aceptación comprende su conciencia, su vida, su acción. Esta aceptación exige una asimilación de la conciencia social, propia del tiempo en que vivimos y desde estas categorías mentales replantearse el Cristianismo; encarnación en la situación del mundo del trabajo y un expresar clara y prácticamente la solidaridad con todos los pobres. Sin testimonio de pobreza no hay apostolado en ningún sector social, pero sobre todo en el mundo obrero. Noviembre 2014 mas 15 Hermandades El hoy y el futuro de las Hermandades del Trabajo Por María José Plaza omo asociación nos encontramos, desde hace unos años, en un profundo tiempo de reflexión para saber situarnos en la realidad del mundo del trabajo y, así, poder realizar mejor nuestra labor: llevar a Cristo a los trabajadores y al mundo del trabajo y buscar el “reinado de la justicia social”. Este tiempo de reorganización, nos ha ayudado a cultivar valores tales como la humildad y la confianza en que es Dios quien nos conduce, en palabras de nuestro fundador, Don Abundio García Román: “Vamos firmes hacia Dios: la razón nos falla, la sensibilidad nos traiciona pero vamos hacia delante porque Dios nos guía”. C Cada vez nos gusta menos perder el tiempo lamentándonos o anhelando tiempos pasados, cada vez nos entusiasmamos más con la obra que Dios inspiró a Don Abundio y, naturalmente, con su persona. No ha lugar para suspirar por el pasado; nuestra historia es fuente de inspiración, de aprendizaje y de respeto por los que nos precedieron. En Hermandades del Trabajo nos hemos tomado muy en serio las palabras del Papa Francisco que nos alientan a no dejarnos robar la alegría de la esperanza, salir a las periferias, luchando activamente para que nadie sea descartado. Este sería nuestro hoy, vida de oración para mantenernos firmes en la Fe y vida sacramental para que no nos relajemos en nuestro encuentro personal con Cristo. De aquí nace el aliento que nos lleva a devolver al mundo del trabajo, tal y como expresaba Don Abundio García Román, “el pan, la cultura y a Dios”. Nos duele profundamente, que Jesús de Nazaret sea visto como un enemigo al que hay que silenciar o, quizás lo que es peor, que se le ridiculice. Tal y como nos recuerda la Doctrina Social de la Iglesia, optamos preferencialmente por los más desfavorecidos, al mismo tiempo que, nos exigimos ejercer nuestra influencia como miembros de la sociedad, tanto con la defensa de los derechos legítimos de las personas (descritos con una claridad y belleza fascinante en la encíclica Pacem in terris de San Juan XXIII), como con el cumplimiento escrupuloso de nuestras obligaciones en nuestra vida personal, profesional y social. Estas obligaciones, para nosotros se hacen mucho más acuciantes en lo relativo al medio laboral, queremos ser excelentes profesionales, tener una vida coherente e íntegra, pretendemos ser buenos compañeros: compartir las buenas noticias y ser sensibles a los problemas. Buscamos la ejemplaridad… la base: oración, formación y acción. Sobre el futuro... nadie conoce el futuro, indudablemente, se pueden hacer previsiones y establecer escenarios futuros... pero lo único que deseamos es que en los años venideros Hermandades del Trabajo y las personas que estén vinculadas a él, sigamos siendo fieles a nuestra identidad tan comprometidos con la superación de injusticias sociales como con nuestra vida de oración y sacramental. Seguir reconociendo que Dios es un Padre comprensivo que nos ama y que no es ajeno a nuestras preocupaciones, que sabe lo amarga que, en ocasiones, puede resultar la vida. Hasta tal punto lo sabe que, su Hijo se hizo hombre para mostrarnos que infinito es su amor. Nunca nos abandona. La Resurrección de Cristo es la garantía de que el bien, la alegría, la bondad, la justicia y la belleza triunfarán. La última palabra la tiene la Vida no la muerte, esa es la esperanza que nos hace imparables. La gran Familia: Cáritas Por Juan Rico “Sabemos que la caridad da un poco de repelús. Algo despectivo y abyecto que repugna a muchos. Sin embargo, fue Jesús señalando con precisión la naturaleza de esos frutos: Amaos los unos a los otros. Entonces el concepto caridad adquiere una dimensión más cercana al cristiano”, dice el teólogo Laboa. o se necesita mucha información para darse cuenta de que la familia está en la base de la sociedad. Y tiene el encargo por naturaleza de regenerarse y tener un entorno social digno para ejecutar el proyecto al que ha sido destinada. El fin es asumido por la sociedad. Pero esta sociedad moderna con conceptos tan dispares y hechos tan egoístas nos ha abocado a una situación de miseria espantosa. Las cifras nos agobian y los seres humanos parecen atribulados por el egoísmo de unos cuantos potentados. Unos cuantos atesoran sin piedad y otros muchísimos mueren por falta de lo N más básico. Hay familias que viven de las donaciones de gente que comparte lo poco que tienen. Cáritas Española atendió en 2013 a 2.513.563 personas en situación de exclusión social en España, según consta en su memoria anual, presentada en la sede central de Madrid. La cifra de personas que piden ayuda a Caritas en España es un 32% más que el año anterior, cuando se asistió a 1.904.737 personas y un 578% más que en 2007 (cuando 370.000 personas llamaron a su puerta). En su labor, el conjunto de las 70 Cáritas Diocesanas del todo el país invirtieron 291.346.117 euros, de los cuales 218.290.147 euros (el 75%) proceden de aportaciones privadas y 73.055.970 euro (25%) de fondos públicos. "La acción de Cáritas ha sido posible con la participación de 78.017 voluntarios y 4.171 trabajadores remunerados que desarrollan su actividad a través de 7.194 centros y servicios", Memoria anual. Las prioridades de ese año fueron el empleo, la acogida y la vivienda. De cada 100 euros de ayuda de Cáritas, 75 son donaciones de particulares y 25 subvenciones de la Administración. En la Memoria anual se pone de manifiesto, un año más, el fortalecimiento del compromiso solidario de voluntarios y donantes privados que colaboran con la acción de Cáritas. Se destaca el aumento de los recursos destinados el año pasado a programas estratégicos dentro de la respuesta al impacto de la precariedad en las personas en situación de mayor exclusión social, como son los capítulos de empleo, acogida y vivienda. Sin olvidarse de los mayores (28,5millones de euros), personas sin hogar (21 millones), familia e infancia (22,8millones) e inmigrantes (4,7 millones). Sin olvidar denunciar la desigualdad ¿Qué ocurre con tanta gente cooperando y entregando sus fuerzas a ayudar a otros? Cáritas es la entidad de la Iglesia Católica más estimada y valorada por la sociedad. Y es que se ha convertido en la gran familia donde todos tienen cabida. El apóstol Juan escribe que quien no ama no ha conocido a Dios, ya que Dios es amor. El amor es solidaridad, fraternidad. Es el espíritu de Jesús que sopla con fuerza en su iglesia. En la historia ha existido la caridad y precisamente son personas anónimas, sencillas, que han hecho posible tantas obras. Algunas de ellas aún siguen manifestando el amor que benefició a aquellos que lo necesitaban. Caridad es amor. Y dice el apóstol que Dios es amor. Por los frutos conoceréis el reino de Dios: solidaridad, fraternidad, mutuo servicio y justicia para los más desfavorecidos. Centros de Hermandades del Trabajo. ESPAÑA: Almadén, Almería, Ávila, Badajoz, Córdoba, Guadalajara, Jaén, Jerez de la Frontera, Logroño, Madrid, Puertollano, Sanlúcar de Barrameda, Segovia, Sevilla, Valencia, Zaragoza, así como las Hermandades en toda España de las Federaciones de la Seguridad Social y Ferroviarias. AMÉRICA: Chile (Concepción), Colombia (Barranquilla, Bogotá y Medellín), Costa Rica (San José), Ecuador (Quito), Perú (Callao, Chimbote, Lima, Ramón Castilla y San Ignacio). PEDRO BARRADO / DIRECTOR DE LA ESCUELA SAN JUAN XXIII DE LAS HERMANDADES DEL TRABAJO El Dios tóxico on más o menos respeto, dependiendo del interlocutor y de la situación, a veces se formula la pregunta de si se cree en Dios. Pero casi nunca se muestra interés por el Dios en quien se cree. Y es fundamental, porque, como en casi todo, hay dioses y dioses… C Todos los años, llegado el mes de noviembre, toca ponerse algo serios y un tanto fúnebres (con permiso de Halloween). La Conmemoración de todos los fieles difuntos, con la ayuda del clima, que suele encaminarse inexorablemente hacia el invierno frío y oscuro, nos trae el recuerdo de todos aquellos que, por desgracia, ya no están entre nosotros. A pesar de la tristeza de la separación, para un creyente, sin embargo, esto no debería suponer una dificultad insalvable, dado que la «comunión de los santos» –uno de los artículos del Credo o Símbolo de los Apóstoles– conlleva la convicción de que todos formamos parte de la Iglesia –aún peregrina o ya triunfante–, y por tanto de Cristo. Como dijo el Apóstol: «Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que, ya vivamos, ya muramos, somos del Señor» (Rom 14,8). «La unión de los miembros de la Iglesia peregrina con los hermanos que durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se interrumpe. Más aún, según la constante fe de la Iglesia, se refuerza con la comunicación de los bienes espirituales» (Lumen gentium 49). Pero hay que reconocer Hans III Jordaens (1595–1643) Dominio Público, via Wikimedia Commons que la muerte es uno de los más duros contrincantes de Dios en el razonamiento y el corazón humanos. Una muerte que siempre es cruel, ya que, antes de arrancarnos a nosotros mismos de la tierra de los vivos, ya nos ha arrebatado previamente a seres que queremos. Hace un tiempo, hablando con una persona cuya tarea es la de acompañar espiritualmente a las personas a punto de morir y a sus familias, decía que la mayor parte del tiempo de su actividad se iba en desmontar imágenes negativas de Dios. Por ejemplo, por qué Dios ha enviado ese cáncer a esa persona, cómo Dios ha podido permitir la enfermedad mental de mi ser querido, qué Dios es ese, en definitiva, que parece repartir males y dolores de forma tan arbitraria como indiferente… Esta imagen verdaderamente «tóxica» de Dios probablemente tiene su origen –al menos en parte– en una concepción absolutista de la divinidad, según la cual todo depende de ella, tanto lo bueno como lo malo. Un buen ejemplo lo encontramos en el siguiente texto bíblico: «Ved ahora que yo soy el único Dios, que no hay otro dios fuera de mí. Yo doy la muerte y la vida, yo causo la herida y la curo, y no hay quien se libre de mi mano» (Dt 32,39). O estos otros: «El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y saca de él. El Señor empobrece y enriquece, humilla y engrandece» (1 Sam 2,6-7); «Yo formo la luz y creo la oscuridad, construyo la paz y creo la desgracia. Yo, el Señor, hago todo eso» (Is 45,7). Esta concepción «totalizadora» de Dios en realidad lo único que pretende es subrayar su omnipotencia, muy ligada en la tradición bíblica a su unicidad: «El Señor, nuestro Dios, es uno [o único]» (Dt 6,4). Así, si Dios es uno solo y actúa de forma soberana en nuestro mundo, eso significa que todo depende de él, pero entonces también ha de ser el responsable último todo, tanto del bien como del mal. Esto es lo que, de forma bastante sorprendente, aunque realmente gráfica, se pone de relieve en la paradoja de que la terquedad del faraón para no dejar salir a los hebreos de Egipto es presentada como obra del propio Dios: «“Mientras vuelves a Egipto –le dice Dios a Moisés–, recuerda los prodigios que te he concedido realizar ante el faraón. Yo haré que se muestre intransigente [lit.: endureceré el corazón] y que no deje salir al pueblo” […] el Señor hizo que el faraón siguiera obstinado en no dejar salir a los israelitas […] El Señor hizo que el faraón, rey de Egipto, se obstinara y persiguiera a los israelitas» (Ex 4,21; 10,20; 14,8). «Decir que Dios endurecerá el corazón del faraón no significa que Dios quiere que la lucha sea más cruenta y la angustia se prolongue; por el contrario, significa que la adversidad no es signo de la ausencia de Dios, sino que es parte de su propio plan» (P. R. Andiñach, El libro del Éxodo. Salamanca, Sígueme, 2006, p. 109). Aunque un plan que, si somos sinceros, en muchas ocasiones nos resulta bastante enigmático y no fácil de aceptar. No es fácil salir airosos de este verdadero callejón sin salida. Pero habrá que intentarlo, ya que nos va en ello no solo la imagen de Dios, sino hasta el sentido de nuestra vida. FUNDACIÓN ABUNDIO GARCÍA ROMÁN S I QUIERES AYUDAR A LA FUNDACIÓN EN SUS OBJETIVOS Y EN EL PROCESO DE CANONIZACIÓN, INGRESA TUS APORTACIONES EN: Cuenta Corriente de La Caixa: 2100 2861 71 0210061853 Titular: Fundación Abundio García Román
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