AÑO XX.—NÚM. XXXIX, - Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

PRECIOS
DE SUSCRICIO1
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Madrid
Provincia^. . .
Extranjero.. .
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PRECIOS
AÑO X X . — N Ú M . XXXIX,
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D E S U 5 C R I C I 0 II Á P A G A R
:)IREÍ:TCR-PROP,ETARO, D. ABLLARDO DE CARLOS
A D M I N I .- T I! A C H ' N :
r A 1; 1. 1. 1 A > .
12 .
Madrid, i':' de Octubre de 1,>7(¡.
Cuba y P u e r t o - R i c o . . . .
Filipinas
Méjico y Ein de la Plata.
12 resos fuertes.
15
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15
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TEXIO.— Crónica general, por D. .lo-e Fernandez Brcmnn.
—Nuestro
L ' r a ' e a . l o - , p o r T). E u - e h i o
de
r-ilndeltia.
M a r t í n e z do Ve-
i o r II. Alírcilo
b>cnoar —
L o q u e p;í:-a ( n '-I L e a l . ¡>i r 1». A n i r u i n r . ñ a y (.¡oí; i.
Costumbre.-
ilcl
% I o w i i : l)un Kinbi^"
til
la
-
liu'ta
; c o n t i n u a d ' n . r o r 1). .' u l i o r i l e i i r t a i . - - - ; 1 r a í a l ^ u r ! . p o r
I».
Ce-arco
LcruaiHlc/
]n;:^. — Apunte-
teatrales
t i c u l o l v . e o n c l u M o n i . p o r 11. M . O s - o r i o y
(ar-
Hernard.—
r o e - i a - : E l I a n t a ñ o d e 1 íiclín-. p o r D . A n t o n i o d e Truc-lia:
I.a u l t i m a l u i ' a . p o r D . . l u á n . l o ^ r H e r r a i ' 7 . — L a <>//"•."
,/ / / . ' , . . « ,
• , - ( i m - l u - i i H ] ) , p o r 1>. l ü f i í r . l . i
>.-pillvi,la.—
L l l ; ! ' o - i ' i ' C - H - n l i i d n ? ;i r - l a l l e d a c i ' o n J I O ] ' a u ' o r r t o r e - . i'.T V.
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Ai IIIHI.K.
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J)ui|iu'
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T r a s l a r i o n i!'
|( - n . ^ t o ^ n i n i t a l i - d e l p n . ' l a - n i n s i e n
-Ju-e An~i-liuo
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de la- .!unla~ g e n e r a l , - i l e \ i / . - a i a ,
primera
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Jveina
a]e^nri< a
de
M-
e e l r l . r a d a - pm-
xvy. e n el - a l ó n d e A e l n - d e l I n - t i t u ! " . - -
eonil o-ie¡on
don
'li d l c a d w a - u m e -
m o r i a p o r !a~ • • • r i i - d ü d i - >-r-i a l e - c , i . l i m a - . — ['.illi
I). , 1 . C n i n t a .
lil O l e M-VI]!;' :
d e l A l e á / . a r ] ! • a l , p a l a c i o i l u n i l i ' r i - i i l i - > . M . l¡i
n i L i d i e . ( l i e I n t n i í r a t l a di 1 M-. L a i u e n t < t - I 'i l e -
prinai-i.in
de .-pan,.le-
ealnücosa
l;,a,ia:
l.lijjadado
l e s p r n n i r e - r e m e r o - a !a c i u d a d , p n > i d i d . . - p o r el M . l e \ereiido
A r/elii?-p"
de
granada.
Mtil'iijo
del
natuial.
l ' D l - ] ) . l ' r a n e i s r o 1 Y i i c l i l l ü . J — A l l ¡ \ f l ' - a l i o I . X . M ' e l I-IIMIb a l e de T r a i a l - a r : l i e l r a l o d c l
h.vmn.
1-r. I)
l'nleiieo
r ' e (i I a \ i n a , a h n i l ' a n t e d e l a e - c i t a d ! a e - ¡ a l a l i a , \ l'et l a to de Lord
fle-a.
l l c n - a i v N e l - i ,i . a l m i r a n t e d e l a c í i u a ' l i - , 1 i n -
I'jins : renpie.-o
'/•,< L K ' I I . S
d e n h r e r o ^ c e l e b r a d o e n l a ,'•"//''
( r u ó d A i r a < . :¡).
CRÓNICA GENLRAL.
Aunc|nc los autores de las cartas nos
acusen de vi< laeion de su correspondencia, no podemos resistir á copiar las dos
siguientes, escrita, la primera desde un
pueblo, cuyo mimbre reservamos, y contestada en Madrid por un diputado, cuyo
apellido dejamos en el fondo del tintero.
Si la historia, en vez de escribirse teniendo á la vista documentos oficiales, se extractase de las sinceras expansiones de la
correspondencia familiar, ¿no sería más
lii^lóíinií Sírvannos, pues, por Imy, de
crónica nacional, las dos carias que liemos
sorprendido.
" ful,I,-
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7 resos
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En los domas Estados de America fijan el precio los Sros. Agentes.
8 II MAR 10.
lateo.—Carta
E f¡ O R O ,
O.UiUrr.
» Querido sobrino : Xicnln molestarle
lauto, pero me ¡icoi-an los amigos (pie tan
bien se portaron en tu elección, votándote por ser correligionario, en vez de contentar á un enemigo que puede hacerles
daño el dia de mañana. Hay que no olvidar aquel verdadero sacriíicio. En primer
lugar, piden (pie se resuelva pronto y
KXC310. SU. D. JUAX MANUEL DK
i ríniur duque ti? tuntuüu.
Siguiente
LA
242
ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA
Y
bien el expediente formado por la roturación de la de- lenidad en el cumplimiento de las leyes, siendo tal la
hesa, y tienen razón: si no hubiesen contado con tu presión que nos obliga á quebrantarlas.
apoyo lo habrían hecho en regla, echando la culpa a la
»Se me olvidaba. Hay, en efecto, varias casas en Malangosta. ¿Xo han venido los nuestros? Pues no com- drid donde se ofrece al dinero un ;i(¡o por loo de inteprendo cómo nos quieren echar la ley encima : eso no rés. N
' o no sé en qué pueda consistir ese negocio : sin
lo hacen nunca los amigos.
embargo, recuerdo un estudiante muy tramposo y sin
•» Quieren que escribas al juez para que no envié á garantía alguna que no podia encontrar dinero ni ofrepresidio al chico de la Blasa. que dio unas puñaladas al ciendo 1111 mil por ciento. Si viviese- aun, estoy seguro
llisujn: ya sabes que este voto por los contrarios; con deque aprovecharía la moda, abriendo una de estas
un mes de cárcel tendría suficiente, porque su madre cajas de ahorros, cuva existencia no me explico. Xo
le necesila para mediados de Noviembre. En cuanto al diga V. nada de esto á los que sacan de sus tierras un
pobre Antón, es necesario que en saliendo del hospital :> por I olí al año trabajándolas: es tentador ofrecer en
no vaya á Cuba , v que ahí se hau'a la vista gorda en un solo mes de holganza el producto de diez años de
eso del sorteo ; haz porque entre en el .Ministerio de la trabajo. Si el negocio fuese cierto, era cosa de que el
Guerra, de eaN>, si es posible. Uespecto a los destinos, Sr. Iiarzanallana hiciera un empréstito de 1.000 millodebes advertir al (iobierno que mire bien lo que se ha- nes, y dejándolos dos años y medio impuestos en esos
ce, recordando cuan genoro-os fueron los pasados, y lo Hálleos, con el producto amortizaría, al .>0 por loo. toda
mucho que prometen los que pretenden ser futuros; la Deuda nacional.
eso de cerrar la puerta tan de golpe, después de haber
"Adiós, querido tío: aquello que me decia A. de
entrado tantos en tropel, anima a entrar por la venta- »buenas leyes, rebaja de contribuciones y un Gobierna. Esto no lo digo yo, sino los otros.
» no justo.», nos servirá de programa para el grujió el
)>Xada más te piden por hoy, porque la recomposi- día en que nos deslindemos, y cada fracción diga al país
ción del puente puede esperar hasta que se hunda por cuál es su ideal, en lo (pie emplearemos toda la legislacompleto : asi como asi, volviendo al camino antiguo tura. Si consigo el Gobierno, tendrán tratamiento todos
tal vez se reponga un poco la arriería, que era la vida mis electores, porque cada partido necesita una aristode este pueblo. Es necesario servirse los unos a los cracia, y he de hacer que tengan usía mis paisanos,
otros; aquí pasamos por todo, v es justo que hagáis lo aunque no tengan zapatos. Su sobrino que le quiere
mismo en esa. Asi. y haciendo buenas leyes, rebajando - -A". Labaza.
*
las contribuciones y gobernando con justicia, habrá
* *
orden y paz por muchos años.
Xo hemos leido ningún diario turco, pero nos pare"A propósito: dicen que en .Madrid produce el di- ce (pie deben decir en estos dias, sobre poco más ó menero 30 por loo al mes : si es verdad, que no lo creemos, nos, lo siguiente :
avísanoslo, y todos venderemos hasta el ultimo terrón
«Todo lo que sucede estaba escrito, no sólo en el
para imponerlo en esas cajas. Hay tierra aquí que á gran libro que no leen los hombres, sino en nuestras
fuerza de trabajo no produce un ;'> por 10o al año. columnas. Prestamos atención á las pérlidas palabras
Repito que no descuides lo de la delicia, porque el de los cristianos ( Dios corte sus lenguas ), y la palabra
Marqués quien' vengarse de que los ganados del pue- del cristiano es peor que la picadura de la víbora. Sus
blo pastasen en la suya, ;dónde habían de comer esas diplomáticos nos tendían sus manos cubiertas de guanpobres bestias si la del común estaba sembrada de tes para esconder mejor sus garras; las uñas del tigre
garbanzos? ; Era cosa de darles un cocido diario ?
han desgarrado nuestras manos confiadas. Nos pidieron
i'Sabes que te quiere tu tio.—J van Barber/io.»
que igualásemos con los fíeles á los que antes se honraban con la compañía y sociedad de nuestros perros; el
"TÍO de mi alma: Ya sabrá Y. que se. abren las musulmán benigno convirtió en hombres á los (pie eran
Cortes el (i de Noviembre : suplique V. á los amigos sus ganados ; los europeos azuzaron entonces a los caque me den siquiera un mes de plazo para saber si nes contra sus dueños, y aquéllos salieron al campo
puedo ó no pedir favores al Gobierno: pero pensándo- dando aullidos: el musulmán airado picoteó en el camlo bien, aunque todo lo que me encarnan YV. es le- po á los inmundos animales, ahogando los ladridos con
galinente imposible, lo pediré esta tarde mismo, por si sus plantas ; entonces los europeos i el rayo abrase sus
ciudades y el diluvio cubra sus montañas) alzaron banluego tengo que hacer la oposición.
•» Porque ha de saber Y. que nos estamos definiendo, dera blanca para que cesase el legítimo castigo : otra
tarea muy difícil, pero en extremo conveniente. ; Qué vez el musulmán , compasivo y generoso, accedió á las
sería del país si los políticos no declarasen cada seis súplicas de los que representaban hipócritamente el
meses á qnc partido pertenecen, y si los partidos no principio déla paz ; cedió, y este acto es hoy el pretexmanifestasen, cuáles son sus intenciones en ese mismo to de la guerra, porque las potencias antes desacordes
plazo? O conservaría cada cual el *liiln i/i/o del cuclillo, han convenido ya la parte que obtendrán en los desque canta desde la creación un mismo aire, o correria- pojos.
nios el riesgo de revelar los secretos de \>\i partido a
« La húmeda y nebulosa Inglaterra, cuya tierra solo
nuestros adversarios del momento, v amigos de ayer, produce hierbas y patatas quiere la luz y el trigo del
liándonos en la amable expresión de esa careta natural Egipto ; se linu'K) la mas amiga para conocer nuestros
que se llama rostro humano. Hoy por hoy no puedo pensamientos más á fondo ; el ('zar, que tirita en San
decirle á V. con quién está nuestro grupito: somos l'etcrsliurgo forrado con las píeles de sus subditos, ve
tres nada más, pero decididos á correr la misma suer- en Constan! inopia una gran estufa sin cristales donde
te : hasta ahora solo estamos desacordes en la cuestión calentar al sol su vieja espalda. Sus soldados, que han
de jefatura, que me disputa X , y haciendo vacilar al entrado con disfraces y uno á uno en las tierras de
pobre 'Á , que ha de decidir la votación, pues cons- Turquía, pronto entrarán formados en ejércitos, y la
tituye nuestro centro. Xo disentimos en rigor sobre las filantrópica Inglaterra (que las ratas roan sus escuademás cuestiones, sino que nos hallamos perplejos en dras) volverá los ojos Inicia Eiíiplo por 110 vereca lástima.
optar entre los que quieren la Constitución de 1x71;
»; .Musulmanes! la guerra sania está muy próxima;
interpretada con el espíritu de la del l.">; la del 7(1 en- afilad vuestras espadas como navajas de afeitar, para
tendida con criterio conservador; la misma en sentido que ¡i cada golpe ruede una cabeza. ; Cuánta sangre de
liberal, o liberal más avanzado, ó practicada como si cristiano va á beber el mar Xegro por las bocas del
fuera la de IX(lí): también podríamos aproximarnos á Danubio! Las rubias y encarnadas huérfanas de vueslos que aceptan la Constitución vigente, ]>ara sustituir- tros enemigos os arrullarán después de la victoria. »
la acto continuo y en forma legal por una de las otras
-*dos citadas.
La llegada á Sevilla de S. M. la Reina Madre, y ¡i
» Desgraciadamente las alas y el cení ro de la Cámara
están ocupadas por grupos más ó menos numerosos; Madrid de SS. AA. R R. los serenísimos Duques de
pero todavía está más llena, la rosa de los vientos, y Montpensier con su familia ; la inauguración de las
siempre cabe un radio entre los otros; entre el centro Exposiciones regionales de Guadalajara y León, han
y la derecha hay una escalerilla que podremos ocupar dado motivo á liestas oficiales que han llenado las cocómodamente, llamándonos resquicio central del lado lumnas de los periódicos políticos.
En la Exposición de (íuadalajara, organizada por el
diestro. Pero es preciso que se deslinden bien los campos-, v esperemos las nuevas ondulaciones patrióticas ilustrado Gobernador de la jirovincia 1). Antonio Alcade la opinión en la solemne discusión que se prepara, la Galiano, pronunció un bello discurso el Sr. Conde
la. cual, como V. comprende, nos impedirá (tensar en de Toreno, á quien corresponde un sincero parabién
CÍ;H leyes buenas que pide V. en su carta, no sé con por el 'Decrelo publicado en la (Infria del día 21, cuyos
qué objeto, cuando me exige que barrene las que exis- artículos se honra en insertar nuestro jieriodico.
ten, á menos que las pida por el placer, ya, nacional,
" Articulo I." Se procederá desdo luego á la creación
de no cumplirlas.
del numero de secciones necesarias en la Escuela de Ar>
' l'or lo demás, querido fio , si le parece á V. que tes y < lucios para dar instrucción desde el presente curmi g r u p o 110 r e s p o n d í 1 á, niiigini a l i o p e n s a m i e n t o , c o n - so á, 1.00(1 alumnos.
s i d e r e las e x i g e n c i a s q u e l l e n e n m i s a m i g o s cu esa al
Arl. :.'." Con el propósito de estudiar y proponer
c a b o d e la s e m a n a , y c o m p r e n d e r á q u e no es m u c h o ciianio pueda conducir á la iniqor organización de esun país para satisfacer las de tres represcnlanles de la las escuelas y ¡i la. mayor difusión ele su enseñanza., se
patria.. Ni se nos puede exigir gran actividad legislati- crea una Junta, de la. que será vocal-presidente el deva, teniéndonos ocupados en los asuntos particulares legado regio, director del Conservatorio de Arles; vode ese honrado vecindario.
cal-secretario, el que lo es del mismo establecimiento,
»Con esta fecha envío al juez la carta que me pi- y de la que han de formar parte un consejero de insden : si tiene la bondad de no unirla al proceso, será trucción pública, un doctor en ciencias, un ingeniero,
un motivo más para alegrarme de que en España haya un arquitecto, un fabricante y dos jefes de taller.
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N.° XXXIX
AMERICANA,
Art. 3." El gobierno incluirá en los primeros presupuestos generales que se formen los créditos necesarios
para atender a la Escuela de Artes y Oficios de Madrid,
auxiliar á las (pie han de establecerse en las provincias,
y conceder premios que estimulen la aplicación y laboriosidad de nuestros artesanos.1»
Renunciamos á hacer frases de elogio : este Decreto
no las necesita.
#
•
El Sr. 1). Manuel Danvila ha publicado estos dias en
l.a
¡-'.¡tura d o s a r t í c u l o s t i t u l a d o s
Í'N . // lu i/i/r 111 br ,irr ni A'*/wiia
/yn i/ar
lia
la /irc/ardiid
.*/</«, lu
i/ar
uilrlrrlaal.
La importancia del t e n i a , v el ser dichos artículos precursores de un proyecto de ley, que no sabemos si se
p r e s e n t a r á en la actual legislatura por los diputados
que pertenecen ¡i la Auriarimí dr Ksrrilurrs 1/ A/i/*las. aparte del mérito de tan útil estudio, dan gran interés a las conclusiones que establece el Sr. .Danvila,
uno de los que se han comprometido á defender ante
las Cortes tan legítimos derechos.
Recuerda el Sr. Danvila que la propiedad literaria
110 lo fue en España hasta el reinado de Carlos III , el
cual prohibió conceder privilegio para la impresión de
libros excepto á sus autores, y ordené) que dicho privilegio pasase á los herederos. Las Cortes generales dispusieron en lo de Junio de 1X1."5 que sólo el autor o
persona autorizada por este tenía derecho á imprimir
sus obras, trasmitiéndose ¡i los herederos el mismo derecho por espacio de diez años después de la muerte
del autor. Anulada la legislación constitucional en 1814,
quedó vigente la anterior, no siendo sustituida por otra
hecha en Cortes el 12 de Junio de 182:!, porque ésta,
en realidad, no tuvo efecto. Después de algunas disposiciones incompletas é interinas, hoy se halla vigente
la ley de 10 de Junio de 1847 , que reconoce á los herederos de nn autor la propiedad de las obras, por un
término de veinticinco años á cincuenta, si bien esta
ley ha tenido aclaraciones posteriores que 110 alteran
su esencia.
Xo es posible reproducir la critica y examen que
hace el Sr. Danvila de la propiedad intelectual, para
probar que es de orden común y de carácter tan perpetuo como toda propiedad. Al ser objeto de la ley
para su reglamentación, juzga necesarias dos instituciones : un registro general y un impuesto sobre la
propiedad intelectual. Cree necesario para conciliar el
ínteres de la ilustración y el derecho de los autores,
que éstos queden obligados á tener siempre á la venta
publica ejemplares de sus obras, reconociéndose á los
particulares, á las corporaciones científicas y al Estado la facultad de reimprimir los libros que, durante
cierto tiempo y con conocimiento de sus consecuencias,
se abandonen.
Xo es cuestión para tratada de paso en una crónica;
sólo diremos que estamos de acuerdo con las conclusiones del artículo.
*
* #
l'n juego de sociedad empieza á estar en boga en las
tertulias. Damas y galanes compran y venden entre sí
cortísimas cantidades nominales de papel á fin de mes,
cobrando <> pagando las diferencias el (lia déla liquidación. La llegada del periódico causa todas las noches
en esos Bolsines una extraordinaria agitación: se lee en
voz alia el precio del consolidado: los gananciosos
aplauden : se hacen operaciones que llegan hasta quinientos reales nominales, y luego se difunden noticias
falsas para combinar jugadas (pie no arruinan: a u n o
do los contertulios se le nombra corredor, y el cobrador,
(pie suele ser un pollo almibarado, visita á fin del mes
á las señoritas, cobrando é> pagando los céntimos que
se han atravesado.
El juego ha sido inventado por un banquero, á quien
el amor obliga á frecuentar ciertas reuniones y que se
aburría en las tertulias. A pesar de las escasas sumas
que se juegan , el mes pasado desapareció de una tertulia un literato quebrado por la módica cantidad de
dos pesetas.
En la inauguración del teatro Español decia una señora respetable, después de representarse La Devoción
dr la (Jraz, obra inmortal de Calderón :
— Xo se puede asistir á los estrenos: este drama es
inmoral : se escribe ahora con demasiada libertad.
Y un jiiveu literato decia á sus amigos:
- - El autor de esta obra me ha robado el pensamiento.
Calderón de la I Jarea
repetía en la galería un
honrado menestral ; yo conozco ese apellido. ¡ Ah ! sí:
es el dueño de una calle á que estuve ¡i punto de mudarme.
¿Con quién compararíamos al Sr. Larra, autor en la
présenlo temporada, que. acaba, de empezarse, de dos
obras que componen siete actos, las cuales añade á su
larguísimo catálogo ?
Solamenle recordamos un ejemplo de fecundidad
que pueda comparársele con el rayo. El de la Condesa
de Holanda, que, según los historiadores, dio á luz más
de ¡j(!0 criaturas, no sabemos si de una sola vez.
JOSÉ FEBNANDEZ BREMON.
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XXXIX
ILUSTRACIÓN.
NUESTROS
GRABADOS.
EXCMO. SU. ]). .117 A.X MANUEL DE 3IAXZ ANEDO,
primer Divine de Suntoñn.
Presentamos en la })lana primeva de este mimero un
retrato del Excmo. Sv. I*, .luán .Manuel do Manzanedo,
.Marques de Manzanedo y Duque de Santoña.
No necesitamos apuntar ¡ii|iii la biografía de este
o]nilento bani|iiero, que es bien eonorido en Kspaña \'
í'ueva de ella, aunque nos ot'rezea palpable ejemplo de
i|Ue la lalniriosidad constante, asociada á una discreción
inteligente, halla siempre la recompensa debida.
MI nomlire del Si-, Man/.anedo se halla unido ¡i no
pocas fundaciones benéficas en nuestra patria; y aun
en los momentos actuales se procura activamente realizar los piadosos tines de la Asociación nacional ptii'it
la fundación de /insjiibi/rs de ni/los, iniciada y organizada por la diu'na esposa del acaudalado propietario,
creando en Madrid y en las provincias establecimientos especiales donde los niños «¡ferinos reciban asistencia gratuitamente.
TKASLACIO.X
1>F. I.OS RESTOS MORTALES
DEL POETA-MÚSICO
Don .in-r An-e'iino C\:i\v. en llureelona.
Una ceremonia fúnebre y conmovedora presenció
la culta capital del Principado de Cataluña, en la tarde del domingo ultimo, s del actual: la traslación de
los restos mortales del poera-músieo D. José Anselmo
Clavé, que falleció en 1*74. al modesto mausoleo que,
á expensas de las sociedades corales catalanas, ha sido
erigido en el cementerio principal de Barcelona.
Honrosa memoria de su malogrado fundador guardaban las asociaciones populares orfeónicas de Cataluña, y el acto se verificó solemnemente con el concurso
de casi todas ellas, que acudieron á rendir á Clavé un
postrer homenaje de afectuosa gratitud, y en medio
de un publico numerosísimo.
Aluden á esta ceremonia los dos primeros grabados
que damos en la pág. 2 1 1 , según dibujo del natural,
por I). A. Rigalr : uno de ellos representa el concierto
musical que las citadas sociedades corales celebraron
en el Tivoli, en memoria de su fundador; el otro reproduce el sencillo panteón donde ya descansan las trias
cenizas del popular artista, que con tanta inspiración
supo cantar las glorias catalanas.
BILBAO. — SESIÓN* DE LAS JUNTAS GENERALES
DE VIZCAYA.
Por primera vez se lian verificado en el presente año
las .Imitas forales de Vizcaya (que antes se celebraban
con arreglo ¡i fuero •-•" el nrbn! de (¡ tiernica), en el salón de actos públicos del Instituto, terminando la duodécima y ultima sesión en la noche del 7 del acünd.
Ostentábase, bajo dosel, en el testero principal, un
retrato de S. M. el líey 1). Alfonso .\ I I ; se hallaba al
frente la mesa presidencial, y á los lados, en la ancha
sala, se veían los asientos para los Apoderados; en la
parte superior, ;'t la derecha, había dos tribunas para
el público y para las señoras, y otra á la izquierda estaba ocupada por delegados de la prensa periódica.
Nuestros lectores no ignoran que las discusiones habidas en estas Juntas forales han demostrado una vez
más la prudencia, el patriotismo y el carácter verdaderamente conciliador que distinguen á los actuales representantes vizcaínos.
E L O 'V O Ñ O .
Desaparecieron los días claros del estío, y se cubre
de opacas brumas el ancho espacio; el cierzo, que ya
sopla con fuerza, arranca las secas hojas de los árboles;
el infatigable labrador guia las yuntas, y abre el surco
donde deposita luego la semilla, para la nueva cosecha.
MI otoño, la estación de los cazadores, es en el campo el período precursor del triste invierno ; para, la sociedad moderna, en las grandes ciudades, es la. época
en que se inauguran las reuniones brillantes, y en que
aquélla hace ostentoso alarde de sufvívolo espíritu y de
su disipación vertiginosa ; para los inocentes niños trae
el otoño los dias de las ferias y del árbol de Xavidad,
con sus preciosos juguetes y variados dulces.
Tales son los detalles que están consignados en Incomposición alegórica (¡ue damos en la pág. ¿ l o .
JARDINES mor, ALCÁZAR
SEVILLA.
l'no de los edilioios neis bellos que posee la poética,
reina, del Métis, la hermosa. Sevilla., es sin dispula, el
Alcázar Ifeal, admirable legado de la antigua, civilización española, v actual residencia de S, M. la liema
madre I). 1 Isabel de Movbon y Korbon.
Inundáronle, según se cree, los reyes árabes; allí
moró, durante largas temporadas, el santo rey 1). Fernando III de Castilla; más tarde, «el muy alto, é muy
noble, é muy poderoso, ó muy conquistador rey 1). Pedro (según reza una inscripción que se halla en la fa-
Anterior
ESPAÑOLA
Y
AMEÍ^ICA^A.
chada principal) mandó facer estos alcázares, é estos
palacios, é estas portadas
», lo cual indica que en
el reinado de tal monarca sufrió el Alcázar una restauración completa ; Carlos V, en fin, que se propuso celebrar allí sus bodas con la Infanta de Portugal, hizo
construir, en 1 .">".'I, el primoroso Patio de las Doncellas, denominado también Patio de la Infanta (cuya
fachada principal, exactamente reproducida, dimos en
el niim. Vil de LA I LCSTRACION de 1S7I).
; Como describir en breve espacio (decíamos entonces, y hoy repetimos) el Alcázar líeal sevillano r—A ese
allí el magnifico salón de F.mhajadores, llamado vulgarmente de la mt'tliti naranja, cuyos arcos pueden
compararse con un lino bordado de encaje, y que fue
testigo, según la tradición, de la cruel muerte que dieron los maceros del rey 1). Pedro al desventurado hermano de este monarca, I). Fadriqne; veso el gracioso
pórtico denominado A/natlrr<>, con altas columnas de
mármol que sostienen arrogantes arcos ; vense los patios de las Panderas y de 1).* María de Padilla, y los
famosos baños que llevan el nombre de esta célebre
dama; vense otras excelentes obras de arte, que son el
encanto y la admiración de las personas ilustradas que
las examinan.
Anexos al Alcázar hay magníficos y vastos jardines:
el de las Damas, el del León, el del Laberinto, el de la
(¡ruta y otros, todos con primorosas obras artísticas,
abundantes surtidores y fuentes, y escogidas plantas,
y la pintoresca perspectiva que ofrecen se halla reproducida en el grabado de la pág. '11S, según fotografía
del Sr. Laurent.
Tal vez en el mimero próximo daremos nuevos grabados referentes al viaje de S. M. la Reina madre á la
poética ciudad del Métis.
24;¡
conciencia de su propio liberalismo y que se cuida
bien poco de las manifestaciones de los amigos del Vaticano.D
En otra carta posterior dice el mismo corresponsal,
después de lijar en seis mil el mimero de los romeros,
que no parece sino que la mayor parto de éstos han
sido elegidos para desmentir la idea que en Italia se
tiene, ya de la gracia de las españolas, ya de la grave
compostura v gentil arrogancia de los españoles, u (¡avarni (añade) no ha hecho jamas una caricatura tan
ridicula como la que presentan algunos de estos ejemplares del natural.»
Debemos añadir que los extranjeros continúan tan
enterados como siempre de los usos y costumbres de
España : // Dirillo escribe muy formal que la niii'/i/lnr
/iirr/e del prel! sotin O'esi/ili, y que es fácil reconocerlo
así, al ver sus largos sombreros á la usanza de Don
llasilio.
En los números inmediatos daremos otros grabados
relativos á la misa y comunión general celebradas en
la basílica de San Pedro, y á la audiencia y bendición
dadas por Su Santidad Pió IX.
(ÍRAVIXA Y XEI.SOX. (Véase el articulo
pág.
;'l'rafíibjar'.
~2')\.)
CONGRESO DF. OBREROS EN PARÍS.
Hace algunas semana?, el periódico francés La Tribu m1 publicó un curioso artículo, firmado por el ciudadano Chabevt, ex-grabador y ex-candidato en las elecciones líltimas por el distrito 17." de París, donde luchó con poca fortuna contra M. Pascal Duprat: proponíase en el escrito aludido la reunión de un congreso
de obreros, en París, para determinar el estado actual
económico y político de las clases trabajadoras en
Francia, y el cual debia ser considerado como «una
PEREORINACION DE ESPAÑOLES Á ROMA.
reunión de los estados generales del trabajo nacional.-»
Telegramas, cartas y periódicos han divulgado suEl artículo hizo fortuna : en breve tiempo recibió
cesivamente amplias noticias de la llegada de los rosu autor innumerables adhesiones, procedentes de casi
meros españoles á la Ciudad Eterna, desde el dia ]<>
todos los departamentos, y en especial de las grandes
del actual.
i ciudades manufactureras Lyon y Marsella, Dijon y
De antemano se había dado grande importancia á (rrenoble; organizóse, en vista- de tan inesperada acepesta peregrinación española, ya por el crecido número tación, el congreso, y el .°>0 de Sstiembre ultimo reparde individuos que en ella tomaban parte, ya por los tiéronse las correspondientes bllres de invitación, que
propósitos que á los peregrinos se atribuían, no sola- señalaban para uno de los primeros dias del mes acmente de ofrecer un homenaje de filial respeto y pro- tual la solemne sesión de apertura, bajo la presidenfunda veneración al Padre común de los fieles, como cia del mencionado ciudadano Chabert, e i la Salle ib*
Jefe supremo y cabeza visible de la Iglesia católica, Eitilex, rué D'Arras, :"!.
sino de protestar contra la supresión del poder tempoAsí se verificó en efecto: las paredes del ancho salón
ral del Papa, y por ende contra la unificación de Italia,
según á las claras lo anunciaban periódicos que habían ostentaban grandes colgaduras con los colores nacioiniciado, fomentado y aun organizado la peregrinación. j nales (para demostrar que el cono-ceso no tenía carácPor tales razones, la Empresa de nuestro semanario, j ter cosmopolita, sino solamente francos); veíase en el
deseosa de que éste dé siempre razón con la mayor fide- ¡ muro central, sobre el estrado, y en medio de un trofeo
lidad posible de los principales sucesos de actualidad, de banderas, un enorme busto, en bronce, que reprey mucho más cuando en ellos intervienen españoles ó sentaba ¡i la República; grandes escudos y tarjetones,
•se relacionan más ó menos directamente con nuestra colocados en las columnas de la sala, exhibían emblequerida patria, c infirió con la anticipación debida á mas v alegorías, y los nombres de las ciudades (¡no
distinguidos artistas, también españoles, que residen | habían cooperado a la realización de la idea, enviando
en 1,'oma y pertenecen á la ilustrada Academia de diputados al congreso; por último, como la sesión se
Mellas Artes de España en aquella monumental ciudad, celebraba en las [trímeras horas de la noche, tres lámel encavgo de copiar del natural, al lápiz y aun por paras de petróleo y algunos mecheros de gas iluminamedio de la fotografía, si era preciso, las escenas más ban el recinto.
t/nos ¿."io delegados, y no pocos periodistas y curiointeresantes á que diera, motivo la tan renombrada
romería, con el objeto de consignarlas en las páginas de sos asistieron á la, primera sesión. La ciudadana Raoul,
individua del sindicato de costureras de París, pronunLA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
Hoy ofrecemos en la pág. iM!> el primer dibujo alu- ció un (lisnirsi) contra la ingerencia de los hombres en
sivo á la peregrinación española, en liorna, hecho por ' los trabajos que corresponden desde tiempo inmemoel conocido pintor I). Francisco Pradilla, cuyo nombre rial á las mujeres ; las ciudadanas Hardouin y l'oulet,
nuestros antiguos suscritores recordarán haber leído también de Taris, reclamaron para la mujer el libre
al pié de otros excelentes dibujos en este mismo perió- i ejercicio de las profesiones de módico, farmacéutico y
dico: representa el indicado la. llegada á Roma, el lo ! abogado; la ciudadana Andró, más positivista que sus
del actual, de la primera expedición madrileña, presi- colegas, propuso al congreso que , terminadas las sesiodida por el Si-. Arzobispo de Granada, y compuesta de nes, se verificase un banquete, <t bml ¡iar lele, para somuchos sacerdotes y de algunos seglares, entre los que lemnizar el resultado. Hablaron después los ciudadanos
Víctor Prost, relojero do Dijon y uno de los leaders;
se veían varias distinguidas damas.
Ouillon, secretario del ('mn/lé de organización ; Ollier,
Si hemos de aceptar las noticias que nos comunica
delegado de París; Albert, de Lyon ; Bolátre, gerente
uno de nuestros corresponsales (y ellas están confordel periódico Les Droils de l'Iiomme, y otros muchos.
mes con las publicadas por los diarios políticos), teUno de los citados empezó asegurando que tenía hormióse en Roma que algún partido extremo intentase
ror ¡i los oradores que pronuncian discursos largos, y
provocar un escándalo con pretexto de la llegada de los
él estuvo hablando incesantemente siete cuartos de hoperegrinos; y no sólo el Prefecto de la capital adoptó
ra, mientras los reporlers anotaban al final do cada pedisposiciones oportunas para evitarlo, sino que cierto
riodo : (Ililarile pn/bni'/iii'f.)
diplomático español rogó en persona á las Redacciones
El congreso de obreros de París (á cuyas sesiones
de los periódicos que no publicasen anuncios referentes
á la llegada, de los trenes que conducían ¡i los romeros. alude el grabado que damos en la pág. -•")!>), que ha
Sin embargo, los mismos diarios italianos, // Dinlloy sido llamado por el Fiíjitvo «pequeña fiesta de la inteLa (!<r:~elhi ií Halla, entro otros, declaran que nada ligencia i', y <i mascarada democrática» por Le Frailha ocurrido, ni por el pueblo romano ni por los pere- eáis, ha tenido realmente un éxito poco lisonjero : hoy
apenas se reúnen en la ¡Sal/e des /•'.co/ex algunos delegagrinos españoles, pava, moliva.r semejantes medidas.
Xur¡;'ió después, entre los vomanos, la. ¡dea, de im- dos, y las discusiones arrojan poca, luz. Lo positivo es
bamliei are la, ciudad , coinu contra-protesta, á la. mani- y será que los obreros más laboriosos, más hábiles, y
festación de los españoles y pava, demostrar el amor más económicos; los que se ocupen con preferencia en
que profesa el pueblo á la idea liberal y á la unidad ganarse el necesario sustento y pcvma.nczcan discretade la patria ; mas casi todos los periódicos la rechaza- mente alejados de las luchas políticas, que sólo proporron por inconveniente. « líonia (escribe uno de ellos) cionan amargos sinsabores, fomentando deseos irrealicumple en estos (lias un deber de hospitalidad, y la zables, esos tendrán siempre la mejor parteen el bienindiferencia con que contempla la invasión de los pe- estar propio y en la consideración de los de su clase
regrinos es la prueba más señalada de que en nuestra, y do todos los hombros honrados.
ciudad habita un pueblo culto, que tiene verdadera
E U S E M O MARTÍNEZ DE VELASCO.
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LA
21!
ILUSTRACIÓN;
ESPAÑOLA
Y
N.u XXXIX
AMERJCAI^A,
ir ;r ;• •'; ^i¡ i : ;. v:!1!:1;^!» i f l f l i i 1 ! ^ iiiiiifíiíjjiíiiiiJ «•iUJUiínJipii IIJ...I . | *ii
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Concierto w. el Tivoli.
l'iUitL-'.ni do t l a \ u.
BARCELONA.- TRASLACIÓN DI; LOS RESTOS MORTALES DEL POETA-MÚSICO D. JÓSE ANSELMO CLAVÉ AL MONUMENTO DEDICADO Á SU MEMORIA
por las sociedades cúralo catalanas,
BILBAO.—SESIÓN DE LAS JUNTAS GENERALES DE VIZCAYA, CELEBRADAS POR PRIMERA VEZ EN EL SALÓN DE ACTOS DEL INSTITUTO.
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J~iA
N.° XXXTX
^
J3SPAÑOLA
KI;
Y
AMER.ICAÍU.
24.')
OTOÑO.
( Composición alegórica de D. J. Combo.)
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LA
240
ILUSTRACIÓN.
CARTAS DE FILADELFIA.
-f r ifr-V $
e n . n i 1:1 • ! r o ñ e - . — I ,a (•omiMfiia
r.xi'o-ieh.n.
Como
d e II ¡ e r r o
se r m u l n iu:;i e i u d a d . -
•-• < ' a m l . r í a . - - Su 11 i - l o r i a y si;
C ó m o p r o g r e s a nn:i c o l o n i a de
[raba'adore-.—l.a
falTÍea d e Vil 1 sin u [ ri^". •- 1 ,a C o m p a ñ í a e o n - l r n e [ o r : i d e
e n r u l e s d e K,-y~:--
. - s u - ol>nc- pri m a p a l e s . — l.¡i e l e c t r i c i d a d e n A m . r i c a .
I .a 111 u! 11:1 e l r e o - i e a . - - l ' n e n m i l l l i c a d o .
Ful re las naciones que const ruven las ca ]as de hierro para
guardar valores, figuran los Estados-1'nidos en primer lugar: v entro los varios constructores americanos que so dispulan la primacía, está el primero Silas llerring. de NuovaVork. Hace treinta años que su fabrica construye sin cesar osos complicadísimos aparatos destinados ,á delender
los capitales de la astucia de los ladrones y de los horrores
de los incendios: pero á medida que Herring perfeccionaba sus cajas, los astutos cacos se las abrian, forzándolas
con cuñas de acero, ó volando las cerraduras oon barrenos;
y entablada esta guerra á muerte entro dos formidables
enemigos, quedó victorioso el constructor americano, haciendo cajas (pie salieran ilesas de las ruinas de Chicago y
de las manos de famosísimos bandidos.
ESPAÑOLA
Esta Compañía pe organizó bajo los auspicios de la Compañía manufacturera de hierro del Estado de Ponsylvania,
pie existia en 1830. Hasta 1 85'2 , sin embargo, después de
haber recibido numerosos privilegios, por especiales actas
del Congreso, no logró figurar como una fábrica siquiera
conocida; pero en Filadollia arrastraba una existencia no
niiiv desahogada, y Mr. Murroll, que era á la sazón su presidente, pensé) hacer una manufactura de importancia de
lo que entóneos era una fábrica de puro más ó menos.
En la falda occidental de la montaña .1 ¡Icjhaini, en la
conlluencia del rio ( ou* un* '"jl,'. con la ensenada Sh>n//, rodeado por altísimos montes, se extendía un pintoresco llano, capaz por su belleza de captarse la afición del viajero.
El mineral de hierro producido entro los rojos guijarros que
encerraban los montes, era precisamente de la mejor calidad para la construcción de los carriles: no lejos de este
sillo existian v existen anchas cuencas que prudiicen carbón ; la tierra era de lo mejor para oí cultivo. Con tan favorables elementos se trasladaron allí máquinas y trabajadores, y él los pocos días aquella nueva colonia industrial
aumentaba una (andad más al territorio de la Kepiibliea
l u i d a con el modesto nombre de ./><///<</"/<•,¡.
En la Exposición de París del 07, al presentar su industria, apostó .'¡ü.iin,i francos contra cualquier constructor de
cualquier parte del mundo que presentara cajas mejores
(pie las suvas. ó que las abriera después de haberlas él cerrado; y si fama le dio entonces la victoria alcanzada en el
Campo de Marte, después ha perfeccionado de tal suerte
N.° XXXIX
Y
diferencia del precio actual con el precio de hace tres años
prueba con elocuencia la economía que en poco tiempo se
ha introducido en esta nueva industria, que ha llevado la
civilización hasta al desierto.
Estas son las Exposiciones que merecen estudio y que
merecen premio. Las ciudades no ensanchan las fabricas,
son las labricas las qii1.' engrandecen las ciudades. ; (ttué
valían los pueblos fundados por los dioses al lado de los
r\\\r hov tundan los artífices humildes sobre los cuales se
sosl lene la el v ilizacii >u?
Los sacrificios la constancia y el valor de aquellos trabajadores para crearse todo, creando al mismo tiempo riqueza en los hornos de las fundiciones que ardían ya
cuando á su alrededor se agrupaban sólo pobres cabanas,
fueron los que llegaron á construir la (andad, líicn pronto
las casas de ladrillo empezaron á brotar, alineadas con órden y con gusto á lo largo de anchas y rectas calles ; bien
pronto los alemanes y los irlandeses, (pie en su mayor parte formaban la colonia, levantaron s\is iglesias ( una ¡i lo
menos de religión difer-nte por cada docena de individuos
«pie compusieran la individualidad ); bien pronto la Biblioteca y la escuela abrieron ¡sus puertas do oro. ofreciendo
enseñar en sus libros el gran secreto para que la villa floreciera.
sus soberbios aparatos, que hoy son verdaderamente á prueY floreció, y se ensancharon las fábricas, como se enba de fuego y de ladrones.
sanchaban las familias, y se enriquecian los trabajadores,
La caja Champion, que está alcanzando un éxito notable, y hasta Dios les protegía enviándoles la salud entre las
está construida con una combinación de hierro forjado brisas, y haciendo inagotable la riqueza y fecundidad de
liirrrn rri.itfiH-j.iili (invención de los Sres. Herring y Floyd. los terrenos.
por lo cual han alcanzado patente), metal que resiste á la
Hoy Johnstown es una importante ciudad industrial:
acción del taladro, como lo demuestran las pruebas á que tiene 10.000 habitantes, de los cuales 5.000 están emplease ha sometido, y poderosas barras de acero que no ceden dos en las fundiciones: los hombres en los trabajos de mial impulso del hacha. Para abrirla es preciso aguardar á nas y en la fabricación del hierro y del acero : las mujeres
que un reloj interior, que de antemano se habrá puesto en y niñas, en las fábricas de maderas : tiene varias sociedala hora en que al siguiente día pensara abrirse, marque has- des que manejan y aumentan los ahorros del obrero; posee
ta los minutos con su inflexible aguja; entonces es preciso un soberbio hospital, para cuyo sostenimiento el trabajadescifrar los secretos de las combinaciones que mueven dor ayuda con un duro cada mes.
cerrojos, palancas y cerraduras, para lo cual se necesita
Ln individuo enfermo ó imposibilitado para el trabajo
(pie cinco personas distintas ( q u e se suponen ser en una
casa de comercio los jefes, cajeros, etc.) descifro cada cual
su cerradura, abriéndose, en fin, tan resguardada fortaleza.
Y si á oslo se añade que (dras se componen de dos cajas
completas, la una dentro de la otra, la exterior para resistir la acción del fuego, y la interior para resistir la acción
de los ladrones; y si agregamos que constan de planchas
forjadas hasta de i) pulgadas de espesor, y que de las diez
y ocho clases distintas do cajas que presenta las hay [tara
brillantes y para papeles, y otras (pie ba|o los mármoles
y las barnizadas maderas de un aparador ocultan la robusta caja, sistema por el cual id mueble tiene dos usos, aspiración constante del constructor americano, y sirve para
desorientar á los aficionados á lo ajeno, mientras otras son
muebles preciosos de salón, y otras (pie parecen cañones v
se esconden en subterráneos, etc., pueden creer mis amables lectores (pie existiendo un llerring en el inundo, al
(pie le roban é) se le queman valores os un Ionio que no
I ¡ene perdón <h- Dios, con más razón (pie los desahuciados
indiferentes á la voz do! Dr. (¡anido.
tiene la elección de doce doctores, que lo visitan con la
frecuencia que oí interesado lo desee, y tiene derecho, si tal
os su gusto, éi que se reúnan en consulta para di sen (ir sobro
su enfermedad. Cada tres meses se reparte el dinero á prorata entre los doce.
La Compañía contribuyo directamente al engrandecimiento de la ciudad, ofreciendo terrenos y materiales a los
obreros, y descontándoles un tanto de las ganancias cuando buenamente pueden éstos satisfacerlo. 101 obrero sabe que
con una inteligencia regular, siendo sobrio, económico, v
estudiando la teoría de la práctica que ejerce, puedo elevarse y puede ser lo que fueron lautos artesanos ayeresclavos del trabajo, hoy reyes de la industria. Así entendemos nosotros la verdadera democracia.
I n horno nuevo se empieza ahora á construir con todos
los adelantos de la ciencia moderna, cuya producción será
de cien toneladas de metal diarias.
En LS;)7 un fuego, y en LS7'2 otro, destruyeron parte de
las fundiciones; á los ocho días no existían restos de los
incendios, y las chimeneas vomitaban, como de costumbre,
Discurriendo por ese mundo (pie se llama Sección Ame- espesas columnas de negro humo. El hierro se convierte en
ricana del Palacio de la Industria, tropezamos con unos acero por el procedimiento que en 1850 descubrió Enrique
Irol'eus formados por rails y por barrotes retorcidos, y por üessemer, (pie verilica la operación en un séptimo del tiemlingotes del rico metal, que debiera sor más que el rey, o] po empleado por el antiguo sistema. Los lingotes de hierro
dios do los metales, en donde se lee con grandes letras: se reducen por el procedimiento que inventó Jorge Fritz,
(j«mhíifi IrnH (Jn/ii¡'<iitij (Compañía de hierro de Cambria). ingeniero ipie fue de la Compañía. Ksla tiene empleadas
Dos cosas hay que estudiar en esta Exposición : lo que ha en las operaciones de trasporto alrededor de las fábricas y
do las minas veinte millas ib; ferro-carril, de anchura orfábrú-a expone, y la historia de, la fábrica.
En la primera, comprendemos unas grandes pirámides dinaria, y otras tantas de vía estrecha; es recorrida diaconstruidas por secciones de rails; barrotes de hierro y ace- riamente por troco locomotoras. Los terrenos que ocupa la
ro representando el proceso de la manufactura: barras y Compañía en los condados di; Cambria, Indiana, W'estmorails mostrando ensayos di; torsiones, compresiones, etc.; reland, Somersel, liedford, lilair 3' lliintingdon, suman
expresión do análisis químicos; vistas fotográficas de sus una extensión de -10.40.'! aeres, 11.000 de los cuales produfábricas, de su maquinaria y hasta de sus operaciones; es- cen riqueza minera.
Empezando por unas diez mil toneladas de rails que satadíslicas de su producción, y un registro donde consta la
lieron de la fábrica en 1S55, hoy los registros acusan, año
distribución de rails á los consumidores.
Ademas, sobre carriles ya bástanle viejos se lee lo si- por año, una producción equivalente al décimo de los carguiciilo, (pie varía cu cada uno : Número 1 (por ejemplo): riles que se extienden por ka inmensa, extensión de estos
(i Este rail ha estado colocado duranle once alios en la par- Estados, ó sea algo más que mi inilliiii ilr luiir/ili/iin.
¡C'ué más!^--y sean estos dalos los líllinius de mi relale Norte del ferrocarril de Peiisy l\ ama , c e n a de Nueva
Florencia , en una, cuesta de un grado de inclinación. Du- cinn, — boy las fábricas de Cambria producen ri< u mil
rante esto tiempo ha pasado sobre éd un peso de -lf>. 1 1 7.7-1 l'itirlfitltts (le carriles do lucrru y acero ( ¡euáiilos ferrocartoneladas. Su primitivo peso era de lil libras por yarda li- riles se podrían construir en España con cien mil toneladas!). En 187.'! se vendían los ¡\r acero .'i 1"25 duros tonelaneal. Ha perdido de peso por este uso 5
por 10O.
da, (pie era entóneos el precio corriente en Inglaterra. La
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1 na portada de hierro macizo nos conduce ;i la fábrica
de Pillsbourg, ipio es la segunda ciudad do Ponsylvania,
apellidada la ciudad del humo y la (andad del hierro, porque es, como rlohnstow n, obrera del trabajo, si bien mas
antigua: cuenta hov más de '.200.000 habitantes.
Sabiendo que este pueblo jiro fosa la teoría de la división
de trabajos. 110 so extrañará que exista una rica o inteligente Sociedad que. con el nombre de A'< iislum- Briihjr G'III/KI/<//. se dedica a construir puentes, con exclusión de cualquiera otra obra del ingenien».
l'na Compañía do carros-urbanos (tramvias), ó un municipio, tratan de hacer un jiaso que reúna las distantos orillas de un rio; un agente de dicha Sociedad so jirosonta, tuina sus medidas, hace su presupuestu , y con la misma fa•ilidad del que hace la verja de un jardiu, euvia sus regimientos do obrorus que trabajan con la estricta disciplina
de soldados, y á los pocos mises entrega el puente hecho
como (d que entrega una camisa, y sigue trabajando, que
anchos son los Estados-Fnidos, y corren ríos por ellos para
hacer ganar á la Conqiañia algunos millones anuales.
El proyecto que presenta, como ejemplo jialpable de su
habilidad, es el de un puente giratorio qiw hace poco construyó en la bahía líaritan . enlazando las i-, ist :s de Mi Idlexed con las de Monmouth. Nueva Jeisey y Statcn Island
(en el estado de Xueva-York). que tiene 47^ jiiés de luz.
y e s . al decir del constructor, el puente giratorio de más
longitud que se conoce. Los júlares del centro, que tienen 40
pies de altura, contienen una máquina de vapor, que hace
girar aquella extensión inmensa con gran facilidad, cada
vez que un barco entra ó sale de la bahía.
Para probar que la Compañía de puentes de Keystone,
que tiene sus fábricas cu Pittbourg y sus sucursales en
Chicago y Filadehla. ha trabajado ya bastante para acreditarse, me basta citar sus obras mejores tomadas como estudio por los Ingenieros de Europa : el célebre puente sobre el Mississipí. en San Luis, que tiene una distancia de
]úlar á pilar de 520 y 515 pies, construido con arcos de
acero, sostenidos por cables, (pie se apoyan en altas torres,
dótalas de movimiento para compensar los cambios do
temperatura en los cables que sostienen el puente. El de
New-Port V Cincinati, sistema acanalado, notable per sus
acabados detalles, que tienen IL'I 1 pies de luz en los arcos :
y los di 1 rio < lid o. en St i-imbeii ville, que tiene .'!vM: en l'arkersburg. con 350; en llelair, :¡ÓO: en Ciiicinati, que está
construyendo ahora y tendrá 5'JH: oí del rio Connceticul ,
011 Middletown, que tiene t",i>n: el del Mississipí, en Keokuk, (¡no cuenta .'^7: en Duluiípie v Kansas Cilv, que tienen ambos .'¡lili, y el tan conocido de (;iraní, en Filadeltia,
(jilo tiene 3 18 ( 1 ).
En la galería de Máquinas veremos lo que la América
hace con id vapor : en la galería de Industria vamos á vello (pie hace con la electricidad.
Desde (¡lie Thales de Miloto, en Joma, creyó que el ámbar tenía vida porque jioseia un poder de atracción , desconocido basta (d torpedo de la moderna edad, que, movido por la fuerza que jiroduee el rayo, corta las aguas con
una velocidad de veinte millas por hora, volando el barco
que no buscó su defensa cu el fondo del mar, ¡qué historia tan interesante, qué jiágínas tan gloriosas las (pie relatan esas victorias de la ciencia!
Pero la electricidad, trasmitiendo la jialabra, esleí ya
cantada en lodos los tonos, y nadie la baria caso si os;ira
presentarse en una Exposición ; lo que se busca es novedad
y adelanlo; lo (pie se buscan son nombres que dejen oscurecidos él Leyden y ú Morso, á Eranklin y él Fulton.
Yra en otra ocasión describimos id servicio do incendios
en Nu 2va-York; la electricidad avisando al mismo tioiujio á
todas las bombas de ¡a villa v rompiendo las ligaduras (jilo
atan los caballos á los pesebres, los cuales, hábilmente
amaestrados, so colocan delante do la soberbia bomba de
vapor; la electricidad puniendo en comunicación todas las
estaciones de policía y haciendo más difíciles los robos;
la electricidad sirviendo de comunicación en los botólos v
ahorrando mucho tiempo; la electricidad trasmitiendo por
el mismo hilo sois partes diferentes; la electricidad Irasmiliendu ya escrito (d telegrama para que lo pueda leer todo
el mundo; la clect ricid.ai I poniendo cu comunicación á ca la
veci no con los mensa |eros, con la policía é> con las bombas,
e\ ¡tandil que le roben él que si- le quemo la casa ; la eleeIricidad sirviendo i\r molor; la eloel ricidad sirviendo de
escribiente; ésas son las victorias que se admiran en las
Fxpusieiunes.
(1) Esluí instancias son <lr luz entre los arcos.
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LA
N.° XXXIX
ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA
Y
AMERICANA.
24;
mos hechos lógicamente se desprendan. El lector dará mado grosera, inculta, mal educada y otras lindezas
por el estilo.
después la razón á quien la tenga.
De este asunto vamos á ocuparnos detenida y desEl dia .") del actual se inauguró, como es sabido, en
el regio coliseo la temporada lírica de 1S7IÍ-77. La obra apasionadamente, que asunto es muy grave y que pueelegida para el objeto fue una do las maestras de Me- de traer consecuencias funestas para los artistas del
yerbeer. Los ííni/onoles, en la que hicieron su debut Teatro Real y la Empresa del mismo. Xo es la primera
nada menos que tres artistas: las Si-tas. .Heigl {Mnnja- vez que se trae á colación, por más que no recordamos
rila) y I'roch (el paje l'rbuno') y el bajo Sr. líelvul, se haya discutido con la calma y la serenidad que exige : pero ya que la ocasión se presenta , hemos de aborque interpretó el papel de Marcelo.
De los tres mencionados cantantes, tan solo la seño- dar de trente la cuestión para hacer sobre ella algurita Reigl logró ser acogida con amable benevolencia, nas consideraciones, dejando á otros más hábiles la
por su voz aliñada y extensa, aunque de escasísimo vo- gloria de resolverla, si es que tiene solución.
lumen, no entrando por poco en la conducta del púdico la modestia de la debutante, (¡ue hizo tal vez pagadero el ningún conocimiento del juego escénico que
Díeese que el público del paraíso es inculto, grosero
a novel artista demostró de un modo harto palpable. y mal educado: dedúcese de aquí, haciendo solidario
La Srta. IVoeh logré) hacerse aplaudir al lina! de su de ello al pueblo español, (pie los españoles adolececavatina, única pieza de compromiso que el papol de mos de falta de educación, y propónese como remedio
l'ara escribir no se requiere mano experta, y la economía
l'rbano tiene en la obra ; pero las sucesivas represen- salvador el siguiente, que es ingenioso y sencillo, sí
y la brevedad de la operación son tan notables, que para taciones de ésta ofrecieron á la segunda debutante al- los hay:
uno que otro escollo, que no fue posible salvar sin
circulares, para /;">•"•-•, para catálogos, mapas, música y
Cuando un artista lo hace bien (empleamos los térdibujos es una invención sin precio. ; Cuánto escribiente se protestas.
minos más vulgares para mayor claridad) es lícito al
ahorrarían los Ministerios, y cuánto trabajo se ahorrarían
En cuanto al bajo Sr. Belval, su fracaso fue eviden- publico entusiasmarse y demostrarlo de la manera que
l(is eseribienles introduciendo ese sencillísimo aparato, que te desde los primeros momentos ; y si las emociones de tenga por conveniente.
puede manejar el patán más torpe, y que cuesta, por ser un estreno pudieran ser circunstancias atenuantes para
Cuando un artista lo hace mal. el publico no deberá
invención nueva, .'lo duros!
el artista francés, éstas han quedado destruidas por las llevar á cabo demostración de ninguna especio. CallarDes Tibien lo otro aparato presentado como americano, cuatro representaciones que Los lliu/oiKiles han tenido se : ése es el mejor medio. ¡ El silencio ! ;_ Dónde hay
el telégrafo para mensajeros, fuego y policía, y que, segun hasta ahora con el mismo desgraciado resultado de la nada más horrible que el silencio para un artista ?
Vamos por partes.
se deduee de un comunicado que dirige á LA ILUSTRACIÓN primera para el Sr. Belval.
Eos honores de la solrc'e fueron, pues, única v ex- Que el público del paraíso del Teatro Keal es mal
ESPAÑOLA Y A MK me A XA el Sr. (¡anido v Arboledas ha sido
educado, no admite duda. Pudiéramos hablar algo acerinventado por el Sr. 'Hawlor, msp; or del C
Cuerpo e fe- clusivamente para la Sra. Pozzoni y el Sr. Stagno, que
légral'os, también nos lamentábamos de que en España no más de una vez lograron excitar el entusiasmo del ca de la educación en sus relaciones con los espectáculos públicos, educación que tiene de convencional muse conociera, sm sospechar que en España se liabia inven- público, cuyas aclamaciones recompensaron frecuentecho más de lo que algunos creen; pero hacemos de ello
mente
el
mérito
de
los
dos
reputados
artistas.
tado, pero sin darle importancia , a pesar de ser una invenEn suma, la obrado Meyerbeer quedó reducida al caso omiso, y damos de baratóla mala educación del pación útilísima, y somos tan niod-stos. que acostumbrados
raíso. Xo se contenta con aplaudir ó chichear, sino que
á v( r en todas p u l e s ne-joros cosas que en casa, siendo cuarto acto, por más que los Sres. JBoccolini y Ilota grita desesperadamente, ensordeciendo con sus vocifecumplieran
perfectamente,
en
los
demás,
con
sus
resel inventor español le despreciamos, y le enriquecemos
pectivos papeles. Pero como éstos no son de los que raciones los oídos del pacífico espectador, así cuando le
cuando es extranjero.. ,.
arrancan aplausos, y como por otra parte las desigual- entusiasma un artista, como cuando le disgusta otro.
Le despreciamos
véase cómo se explica el autor del dades y tropiezos de las masas, tanto corales como ins- Xo hay más diferencia sino que en el primer caso su
comunicado, y piénsese lo que signitieau esas palabras:
trumentales, produjeran, como siempre, su acostum- falta de educación se comunica fácilmente, y todos ó
n
\gotados los recursos de que disponíamos, y no brado efecto, de aquí que el público saliera disgustado casi todos acaban por ser mal educados, con inmensa
hallando apoyo eficaz en ninguna clase de la sociedad en del teatro. Ee debían cinco actos, le ofrecían cuatro y satisfacción de los artistas, los empresarios y la prensa,
este país donde todo lo domina, todo lo envenena y todo le daban uno, y aun éste incompleto; testigo la bendi- mientras que en el segundo caso los artistas, los emlo mala el demonio d.- la política, nos vimos en la impres- ción de los puñales, que trabajosamente alcanzó algún presarios y la prensa ponen el grito en el cielo, lamencindible necesidad de abandonar el asunto, y entóneos, el aplauso, cuando ha merecido casi siempre los honores tándose de la falta de cultura, de educación, etc., etc.,
del público del paraíso.
Sr. Dejar, acosado por las necesidades y humillado por el de la repetición.
Este oye las quejas, alza los hombros, contesta imdesden en su propio país, marchó á los Estados-1 nidos con
Quien debe cinco, ofrece cuatro y paga uno, queda
el objeto de alcanzar el privilegio que liabia obtenido en á deber, cuando menos, tres. El publico, que, cuando pertérrito: «El que está á las duras que esté á las maIna'laterra, para atender á las necesidades de su numerosa quiere, entiende mucho de matemáticas, hizo ese sen- duras )>, y sigue su marcha como si nada hubiera ocurrido.
cillo cálculo y torció el gesto. Era natura!.
familia, y se vio obligado á entregarse á esa Compañía
Quedamos, pues, en que paraíso del líeal y educaDespués de Los ¡¡injurióles, anuncióse Rii/ntetto, para
Soi i -dad Norte-Americana, que hoy ha establecido en Eiladebut de la Srta. (¡erster. Xos acercamos á la catas- ción son incompatibles, por más que esta falta de edudel'ia nuestros mismos aparatos, ligeramente moditicados.
cación sea algo acomodaticia y surta en casos deterHace picos días I). Víctor dacoho Krüger nos dirigía tro i c.
minados excelentes efectos. Vamos á lo segundo.
Se
trataba
de
un
acontecimiento,
y
si
no
se
trataba
una caria desde la Habana dando cuenta de que su estánSiempre que algún escándalo viene ¡i. turbar la rede eso, el publico tenia derecho á pensarlo. Iba ¡i coe'
plantea
idad tenía
cía en dicha
a "el i irma
presentación de una ópera en el regio coliseo, se dice
nocer
i'
t
la
artista
contratada
en
reemplazo
de
la
seño• esta digrc^ m . y a
del instrnin íto te gráli
.jet.
que el pueblo español deja
rita Fi.ssa, esto es, á la (pie debia ser, con la señora y repite en todos los tonos
1
pedirnos nuestr bu Ulilde líelo para est ablecerlo •u Ciib:
demasiado
(pío
descaí
en
cuestiones
de cultura, y no
Pozzoni, sosten de la Empresa durante la presente
y cu España, suplicaba pu éramos su intento en n icia del temporada.
falta quien reclame el auxilio de la autoridad para
público.
poner coto á tanto desafuero.
Do la Srta. (¡erster contaban los allegados á la Eml'ara contestarle hemos trasladado el párrafo anteri
Cualquiera diría, al oir esto, que en los teatros extranpresa noticias estupendas, llalanzier la había cedido jeros las cosas pasan do distinta manera ; cualquiera
harto elocuente; estudie en él la suerl que le espera, y
con trabajo (*¡c) al Sr. Robles ; Ambrosio Thomas la liria que los públicos francos, italiano, aloman, etc., son
todavía se atreve á pronunciar el IJI> lieml de los americahalna sii/iliaido que desempeñara la parte de Ofelia en tan pacienzudos, tan prudentes, tan benévolos, tan
nos, sabiendo que nadie le ha de proteger y nadie le ha di
el //aiii/et, etc., etc.
amables, tan bien educados, en una palabra, que se
ayudar, sabiendo que tiene que vencer la preocupación
Los amigos oficiosos, como siempre sucede y suce- «ntentan con abandonar silenciosamente el teatro
como si se tratara de introducir una secta religiosa y no
derá, perjudicaban á la artista creyendo favorecerla. cuando una obra ó un artista no satisfacen sus justas
\\\\ invento útilísimo que ha de redundar en inmensa venEas noticias habían trascendido al público, y los afi- xigencias.
taja de todos, entonces es que tiene en su sangre san
cionados contaban con la aparición de una estrella de
Xo, y mil veces no. En Francia, en Italia y en Alede los Pi/.arros y Colones!
primer orden que iluminaría con resplandores vivísi- mania, aquí y en todas partes, el público es el mismo,
¡Ií"inas que venden sus joyas para montar tres carabe- mos los ámbitos del teatro de Oriento.
y grita, y aulla, y se desespera, y arma escándalo cuando
las
son ya patrimonio de la historia!—Si Don Quijote
Elegó la deseada hora; dióse el extraño caso de anun- le parece que los artistas ó las Empresas no observan
mató los Amadises, las revoliu iones mataron en España ciar el despacho de billetes que las localidades de pa- la conducta que debieran, y quizá no nos costara tralas Isabeles. Afortunadamente los Alfonsos fueron los crea- raíso se habían expendido todas, cuando las altas re- bajo demostrar que muchas manifestaciones de desdores de las grandes empresas, y esperamos que lo será el giones so hallaban no muy sobradas do concurrencia; agrado de los públicos extranjeros dan quince y raya
torció el ceño el público ante tan raro evento, levan- á las que en Madrid se verifican con indignación de
que lleva este nombre glorioso.
tóse el telón, comenzó la representación del BJgoletto, a mayoría.
ALFREDO ESCOBAR.
y durante la mayor parte de ella alcanzaron un legítilohii'olli.'i, "s (lo Setiembre 1S7.1.
Xosotros no defendemos, ni podríamos en ninguna
mo triunfo los Sres. Stagno y Boecoliui. ¡ Triunfo efí- ocasión defender, actos que están fuera de la cortesía
mero, pero costoso y merecido ; momentos de claridad más rudimentaria; pero comprendemos perfectamente
que lograron calmar á veces las iras del paraíso, pero quo sean usuales en todo el mundo, porque obedecen
LO QUE PASA EN EL REAL.
que fueron insuficientes para contener la horrible tor- á la ruptura do un sagrado compromiso pactado por la
menta que descargó al fin sobre la infortunada debu- Empresa con el público.
Muchas y muy graves cosas pasan en el coliseo de tante, deshaciendo en su creciente furor las esperanzas
Pretender que entre el acreedor y el deudor toda
la plaza de Oriente; muchas y muy graves cosas que de la Empresa.
benevolencia haya de estar do parto de aquél, es faltar
han sido y siguen siendo objeto do particular atención
El escándalo, que escándalo fue y formidable, hizo á las leyes de la razón y de la lógica. Establecer que
entro la prensa, los diletantes y gran número de abo- el efecto que debía esperarse. Toda la prensa de Ma- entre la Empresa y el público todas las consideraciones
nados.
drid se ha ocupado do él; algunos periódicos han de- han de inclinarse del lado do éste, es establecer lo im; (¿ilion nos dijera cuando hace algunos dias veíamos clarado terminantemente que la Srta. (Jorster no tenía posible; sería la ley del embudo : lo ancho para la Emal gran coliseo como nave de alto bordo que empavesa- condiciones para ocupar el puesto (pie la Empresa la presa, lo estrecho para el público.
da, gallarda y repleta de rico cargamento entraba en designara,; otros, más benévolos, han reclamado una
Concretémonos al caso actual : al debut de la señoripuerto saludando á la plaza ; quién nos dijera que esta segunda, audición para juzgarla en definitiva; quién ha, ta (!erster, en el IHijidetlo.
misma, nave, ayer tan orgullosa, liabia do verse hoy censurado agriamente á la Empresa, y quién ha tratado
La Empresa del Teatro Real realiza un abono condesmantelada, sin timón ni gobierno, sin fuerza quiz'á do eximirla do toda responsabilidad exhibiendo apara- siderable, merced ¡i la supresión del segundo turno;
para resistir el furioso oleaje de un publico irritado!
t t
l títulos
títl que acompañaban
ñb
l desgraciad i
tosamente
los
á la
la Empresa del Teatro Real contrata, para desempeñar
Pero dejémonos
do metáforas,, q
que los tiempos
j
p s que
que da artista, y hablando do cabalas, traiciones, etc.; pero puestos principales, á artistas jóvenes, inexpertos, ó en
corren por el Teatro Real no permiten esos lujos, y ha- en lo que ha habido casi unanimidad ha sido en diri- completa decadencia, inferiores, muy inferiores bajo
gamos historia. Relatemos los sucesos con exactitud y gir las frases más ofensivas al público del paraíso, á todos conceptos, á los que en la temporada anterior llecalma, y deduzcamos las consecuencias que de los mis- esa colectividad temible y temida, á la que ee ha lia- naban , á satisfacción del auditorio, eso cometido.
lie dicho la electricidad sirviendo de escribiente, y eso
necesita una explicación.
La pluma eléctrica que acaba de inventar Edison pro luce el mismo resultado que la litografía ó que la imprenta,
sin tener ninguno de sus gastos ó sus inconvenientes. Todo
el aparato lo forma una pequeñísima pila eléctrica, que se
coloca encima de una mesa, unida por un alambre con la
pluma que escribe, y una prensa de pequeñas dimensiones,
que sirve para duplicar el original. Al trazar los caracteres,
con la misma, velocidad con que ordinariamente so escribe,
va la pluma taladrando el papel, quedando hecha la letra
con agújenlos. Terminada la carta se coloca sobre la prensa . se pasa un rodillo sobro ella, y en un papel puesto dobajo queda hecha la copia al traspasar la tinta por los taladros, del mismo modo que las mujeres ¡iifnn las letras
de bordar de un papel á un pañuelo, picando el primero con
un alfiler y frotándole con un poco de carbón.
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n.
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248
LA
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ILUSTRACIÓN^
ESPAÑOLA
Inicio
Y
AMEPJC/.NA,
N.° XXX TX
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X." XXXIX
JLUST^ACION.
ESPAÑOLA
Y
AMERICANA,
249
o
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LA
250
ILUSTRACIÓN
Resumiendo : la Empresa del Teatro lleal presenta
un cuadro de compañía insuficiente, cuando el favor del
público se manifiesta precisamente en toda su fuerza y
se trata nada menos que del primer teatro de España.
;, Y se pretende que ese público lleve su benevolencia hasta el extremo de encerrarse en un completo silencio, como única protesta decorosa y digna?
¡ Qué más quisieran las Kmpresas y los artistas !,; Poiqué se lamentan entonces las primeras de las exigencias insoportables de los segundos? ;Es que á tan poca
costa se pillan diez, quince ó veinte mil francos mensuales ? ;O es que el publico ¡//ir ¡\iuiii debe perdonarlo
todo ;i los artistas i/m rubraní Kstrañu jurisprudencia.
Se dirá que es el publico del paraiso el que impone
su opinión a los demás espectadores. No, ciertamente,
(pie el publico de otra categoría no necesita de demostraciones ruidosas para dar prueba patente de su desagrado, pero no siempre su silencio puede ni debe traducirse en aprobación, porque ciertas consideraciones
de lugar, ciertas circunstancias en las cuales para nada
entra el arte, imponen a los espectadores de palcos y
butacas compromisos de que están exentos los del paraíso.
Téngase en cuenta que el público del paraíso acude
al teatro única y exclusivamente para escuchar las óperas v deleitarse con su interpretación. Privado de comodidades, expuesto a los ardores de una elevada temperatura , oprimido cuando está sentado , cansado cuando la excesiva concurrencia le obliga á permanecer en
pié, privado muchas veces de la vista del escenario,
sujeto, en fin, á todas las molestias, toda su atención,
todos sus sentidos, toda su vida se concentra durante
aquellos momentos en la música que se ejecuta, en la
ópera, en los cantantes, en el arte, en una palabra.
Equiparar este público al otro publico, para cuya
inmensa mayoría constituye la ópera un objeto secundario, un pasatiempo, es absurdo, como absurdo es
exigirle consideraciones y respetos á los que se ha ne«rado siempre y en todas partes.
Que puede'ser injusto; convenido. Sus injusticias
son y serán contraproducentes, y en ello lleva el publico su mejor y más merecido castigo ; pero denostarle
inconvenientemente cuando es justo, es conducta imprudente y ocasionada a gravísimos peligros.
Por lo "demás, añadir un artículo al Código Penal
para que castigue como delito lo que es un derecho
racional y adquirido legítimamente, nos parece asunto
que no merece siquiera discutirse.
El Lunático lia escrito, respecto al particular, las
oportunísimas frases siguientes, que aparecen insertas
en uno de los últimos Limes del Imparc¡al.
«Pero, aunque sean dulces y serenas también las noches de otoño, no es higiénico pasarlas contemplando
el reverberar de las estrellas. Debéis recogeros por la
noche, bajo el techo de algún teatro.
»Si vais á la Opera, corréis aca<o el riesgo de oir ¡i
esc artista con el cual no cuentan nunca los empresarios, y que se llama público. El publico del Real es, en
electo, el más intransigente de los públicos.
»Tal debió parecer, al menos, al Empresario del teatro en la noche del debut de la Srta. Gerster.
«Realmente yo no comprendo que se pretenda privar ¡i un público del derecho de silbar si se le concede
el derecho de aplaudir. Creo que el público puede demostrar su desagrado con actos que no estén penados
por la ley.
«('reo que si un empresario tiene derecho para organizar una clai/iu; tan numerosa como le parezca oportuno, no se puede negar á una parte de público el de organizar una silba contra determinada cantante ú ópera.
J> I ¿as maquinaciones no dan resultado. La opinión
no se engaña nunca, y cuando injustamente se combate á un artista, sólo se logra atraer hacia él las simpatías universales. No creo, pues, que haya habido maquinación alguna en el debut de la Srta. Gerster. Lo
que hay e? que todos los años está el público oyendo las
mismas ópsras, y se las sabe de memoria; que tiene los
oidos llenos de recuerdos ; que todos los grandes artistas le han enviado desde aquel grande escenario las notas magníficas de su garganta; que el paraíso es un
Olimpo de músicos sin instrumentos; que toda comparación es odiosa, y que los españoles somos entusiastas, ardientes, enérgicos y mal educados.»
Admirablemente dicho. liso es, y eso será aquí y en
todas partes; no nos cansaremos de repetirlo. Dura
le.r, xrd le.r.
i ir.
;. Cuál es la situación de la [impresa, después de los
graves acontecimientos que han ocurrido en el Teatro
Real ? Grave y comprometida.
I loto por completo el equilibrio de, la Compañía, no
Bolamente carece de elementos para continuar dignamente la temporada, sino que (y aquí entra lo gravísimo) se ve imposibilitada, de poner en escena las nuevas obras (pie habia anunciado. Para el llanttel necesita, una Ofelia; para Al ¡¡/non- hace falta iMígnon y I'hiline; para La Estrella del Norte se requiere una Catalina, y no hay artistas en el cuadro escriturado que
puedan encargarse de estos importantísimos papeles.
Anterior
ESPAÑOLA Y AMERICANA,
Atenta seguramente á tales consideraciones, la Empresa se agita buscando remedio á los males que la agobian, l i a contratado para un corto número de funciones á la Sra. De Raillou, que debutó el silbado con
gran aplauso con El Barbe reí de Serillet; pero no ha debido ser este lemedio muy eficaz (no podía serlo) cuando el director artístico del teatro. Sr. Cuzzani. ha salido precipitadamente para París y Milán en demanda
de una soprano (pie reemplace á la Srta. Gerster.
¿ La hallará V ; Dios lo quiera ! Pero entre tanto la.
Sra. Poz/.oni tiene que alimentar sola el repertorio, y
ni al publico ni a la eminente r.rtista convienen ciertas
prodigalidades.
l a situación no ha perdido hasta hoy nada de su
gravedad , y urge un remedio eficaz y enérgico. De otra
suerte, el primer coliseo de España se lanzará en un
camino de aventuras, que terminarán por una catástrofe inevitable.
Esta es la pura verdad, y nosotros nos apresuramos
á ponerlo en conocimiento del Sr. Robles sin ambajes
ni rodeos; que de este modo creemos cumplir con nuestro deber y favorecer á la Empresa más que con adulaciones ineficaces y peligrosas hoy más que nunca.
Lejos de ocultar el mal lo presentamos descarnado; á
la Kmpresa toca ahora su curación. Nosotros, (pie conocemos la diligencia y buenos deseos del Sr. Robles,
confiamos en «pie la buena estrella de éste sacará á
salvo al activo empresario del Teatro Real.
De todos modos, tendremos al corriente de lo que
ocurra á los benévolos lectores de L A ILUSTRACIÓN.
ANTONIO
PEÑA
bia fallecido en la m a ñ a n a del ;51 de Marzo de lfii'1, no
ocultó su convicción de que m u e r t o Felipe I I I debia él
prepararse para morir también. ; T a n cierto estaba d e
quiénes eran sus enemigos y de los intentos que abrigaban !
Xo se equivocó c i e r t a m e n t e , y tres meses después,
el !) de J u l i o , presentóse de nuevo en su prisión el escribano Lázaro de lo-i liios v le notificó dos sentencias,
una civil, en la qiw se le hacían doscientos cuarenta y
cuatro cargos, condenándole cu un millón v doscientos
ciiicuenla mil ducados, degradándole d e todos los oficios, títulos v o r d e n e s , v otra c r i m i n a l , en que se fallaba que debía ser degollado por l;i g a r g a n t a ( I ) .
Y GOÑI.
COSTUMBRES DEL SIGLO XVII.
1) 0 X Ii O D R I G O EX LA IIO R C A.
(Continuación. )
Volvieron los jueces á insistir en que declarase sobre
los hechizos, por medio de los que habia podido arrancar al Rey cédula de perdón de sus delitos, y sobre la
muerte de la Reina, de Avililla, Rojas, Olivera y
Xuara, y á las diferentes vueltas de garrote que con
cordeles dieron á sus muslos y espinillas, confesó únicamente la de Francisco Xuara, diciendo que le habia
hecho matar por alcahuete, dando orden para ello á don
Alonso de Carvajal, si bien, poco antes de su muerte,
declaró que el ejecutor de la de Xuara habia sido el sargento mayor Guzman, á quien, para decidir á semejante tropelía, entregó una cédula de perdón del Rey, que
después consiguió cautelosamente hacerle devolver,
rompiéndola ; gracias á cuya confesión salvó la vida del
sargento (1).
Viendo que no podían arrancarle la confesión de los
otros delitos, resolvieron añadir al tormento de garrote v cordeles el de loen. Consistía éste en poner al paciente en la cabeza un aparato ¡i manera de toca, con
el que le quedaba la boca abierta, y entonces se le
hacía tragar ciertas medidas de agua, de donde nació
la frase, aun hoy usada, littcer beber la lora, que se
aplica á la persona á quien en algún asunto se atormenta ó importuna con exceso (.).
Tres cuartillos de agua, en otras tantas veces, acompañados de las correspondientes vueltas de cuerda, se
hizo tragar á D. Rodrigo, amonestándole cada vez á
que dijese la verdad, contestando él que ya la hubiese
dicho si la supiese, y vicíido su entereza, mandaron
cesar el tormento.
Quedó de él tan estropeado, que en lo sucesivo tuvo
que usar una muletilla y una banda donde sustentar uno
de los brazos, pero ni aun así templaba el odio de sus
enemigos, quienes, por boca de Villamediana, decían,
aludiendo á su silencio y la prisión, que según algunos
era una verdadera, jaula:
En jaula está el ruiseñor,
Con pihuelas que le hieren,
Y sus amibos le quieren
Anies mudo que cantor (3).
En medio de tan recia pesadumbre, confiaba I). Rodrigo en la piedad del Rey; pero cuando supo que ha(1) Era Xuara, seorun Quevcdo, «hechicero y hombre que por
muchos caminos profesaba facilitar intentos alevosos, teniendo presunción en la eminencia de sus delitos.» De 61 se utilizaba IJ. :;oclrigo para sus venganzas, y, sospechándolo sus émulos,
hicieron que la Keina cometiese el aviriguarlo al alcalde Gregorio López Madera, famoso por lo mucho que iníluyó en la expulsión de los moriscos. Sobresaltóse Calderón, é hizo que Xuara
salirse fuera de! Kcino; p TN habiendo regresado contra su gusto á Madrid, convencióle ¡i que se fuese ¡i Portugal, con intento de hacerle matar en el camino, corno así fue.
Í2i Kn el '/'estiro t/r Ui Lriif/i/it, nislrlt<intt, de Covarrubias y
Aldrete, se dice ser el fórmenlo u//r IIIIUI- el (pie se da en el po1 lo , con ciertas medidas de agua , i|in pasa pnr la, t oca.))
['.'•) l'.ib. Nac. iris. M.-L'n(l. U n c í mismo códice hay unn décim a q u e , .'iludiendo ¡i su tílulo de Marqués de Siete iglesias, dice (lól. ir.Oj :
•Ir,
['un
IÍÍII
h:m
t u l l í a Inri-/;!, y rüiiln ,
h i,,l, sin*
ai.In
t i c s u e s ! ; i . !<> ;
Y s i i'l p i l ü i ' h a T a l l a d i .
Y roiii|>i>li> t a n t o el . | i i ¡ c ¡ u .
ISi) O-S lillH'llo t|Ue INI eililieio.
Si fuerte , bravu v bizarro .
Suliri' riilllHMiils c'lc b a r r o ,
lla\a
/ I ¡endito si ais. Señor: i'i'mi/dasr rueslra rol un lint!
filé lo fínico que se oyó decir á 1). Kodrigo, acabada
la notificación, v desde aquel d¡a redobló sus ejercicios
de piedad y la rigurosa penitencia que hacia.
Hasta entonces habia dormido en una cama de damasco azul con oro, pjro entonces hizo sacar un colchón de ella y dormía en el sudo, vestido y cubierto
con una capa ; cada tres dias se mudaba de camisa,
debajo de la que llevaba un cilicio v una cruz, de pitas
aceradas, á lo que agregaba frecuentes disciplinas.
Servíanle para comer seis platos delicados, pe o el
solo tomaba caldo, v de lo cocido lo necesario para
vivir, y cuando algun bocado le halagaba el paladar,
privábase de él. arrojándole de la boca.
Su lectura frecuente eran el F/os Saiwtonnn y las
Obras de Santa Teresa, á quien profesaba especial devoción, así como á la religión Carmelita, á que pertenecían su confesor y su grande amigo el Padre I'edrosa, animoso y docto varón, que desde el pulpito reprendía vigorosamente los vicios de la corte, molestando á
los malos ministros, que consiguieron su destierro (.">).
Refiérese que poco tiempo antes de su desgracia,
D. Rodrigo, que, como apuntado queda, era capitán de
la Guardia tudesca, tuvo en ciertas fiestas reales una
pendencia en la Plaza Mayor con D. Fernando Verdugo, que á su vez era capitán déla Guardia española,
cuyas dos privilegiadas milicias eran las encargadas de
hacer el despejo de la plaza en las fiestas de toros y
cañas.
A este propósito hizo también Villamediana unos
versos, que bien puelen mirarse como profecía ó sentencia anticipada; bien es cierto que. como dice Quevedo, á D. Rodrigo los poetas le fulminaron el primero
proceso en consonantes.
Dijo con aquel motivo el Conde :
«(' Pendencia con Verdugo y en la plaza.'
Mala señal, por cierto, te amenaza)) (O1.
(4) El fallo en el proecsi criminal decía :
ti Si:N"i'i-:xci,v : Kn el pleito y causa criminal que. per especial comisión de Su Majestad,
ante nos pende, entre el svñor
licenciado C* aro i- l'erez di1 A raeiel, de MI (Vns je, que por cédula real hace el oiicio de fiscal en ella, de una parte, y don
I odrigo Calderón , preso por mandato de Su Majestad, d é l a
otra, y su procurador en su nombre: fulh:mi'*, atento los autos
y méritos de este pleito , que debemos declarar y d< claran os
la parte de dicho tis -al, en cuanto acusó al dicho 1). Undrign
de cu! pable en la muerte ,{ • Su Majestad, de la reina Poi.a
Margarita de Au-tria, Nuestra Señora (que sea en gloria) no
babel' probado la d ielia acusación , dárnosla por no probada, v
en euaiilo á lo SUMIÜCIIO, absolvemos y damos por libre al
dicho l>. Uodrigo Calderón, y asimismo en cuanto le acusó de
haber dado hechizos y con ellos haber procurado traer las voluntades del Key Nuestro Señor y otras personas y haber dado
veneno al l'adre Mae~t.ro Fray Luis de Aliaga, I nquisidor general y confesor que fue de Su Majestad (que sea en glnria) v
haber hecho matar á 1). Lorenzo de Carvajal y al l'adre t'ristóbal Suarez, de la Compañía de Jesús, y a, Pedro Caballero y
Alonso Camino, d. claramos, asimismo, no haber probado : pero i'í/-'>s¿, en cuanto le acusó de la prisión que hizo á Agustín
de Avila, alguacil que fue de esta cór'e, y del proceso que contra él fulminó, y de haberle querido matar en la prisión con
veneno, y últimamente de su mu1 rte y todo lo demás que en
ella pasó y del dicho proceso resulta, y de haber cometido delito de asesínalo y muerte alevosa, habiendo hecho matar á
Francisco de Xuara por medio del sargento Juan de Guzman
y otras personas, y lo demás que la dicha causa contiene, y haber pervertido, con la mucha mano que tenía, el juicio desta
causa, ({lio pendil) y se trató en esta corte, entro ios alcaldes
della. contra el dicho Francisco Xuara , amenazándole y persiguiéndole por si trataban de la dicha averiguación, y en haber ganado é impetrado cédulas de Su Majestad (que haya
gloria), de perdón y liberación de sus delitos, con malos medios: damos la dicha acusación por bien probada, y por la culpa que della resulta al dicho O. Rodrigo Calderón le debemos
de condenar y condenamos ¡i que de la prisión en que está sea
sacado en la muía ensillada, y enfrenada, y con voz de pregoneros, que publiquen su delito, sea traído por las calles públicas y acostumbradas desta villa y llevado A la Plaza Mayor
della, donde para este efecto estará hecho un cadalso, y en él
sea degollado por la garganta hasta que muera naturalmente.
Más le condenamos en la pi-rdida de la mitad de su hacienda,
que aplicamos á la lleal Hacienda. Y por esta nue.slra sentencia, delinit ivamente juzgando, así lo pronunciamos y mandamos, con las costas,— El licenciado 1), Francisco de Contrerax. —Kl licenciado Luis de Salcedo. — Kl licenciado I). I liego
de! Corral y Arellano. D
(."ij A este propósito dijo Villamediana :
c< Tu ladrón v otr-n perverso
IVslerniren n IVdmwi
I... .|iie
yo Ii'S ilij;,, en \rrxo...
llihl.
\,,r.. mt. .l/.-'.'IICI.
denikulo
1,1111' d i ' lili ( i o l l i r s i ' I
Si,
N.° xxxix
liedlo lauto virio. >
Inicio
(Ci l ü b l . Nac. ms. M.-S. — C u a n d o se celebraron l a s liesl.'is á que aluden esos versos n ó t e n l a aún la. Plaza. M a v o r e l
aspecto magnífico que. la hizo dar Felipe 1 1 I en los i'ill irnos
anos de su r e i n a d o , pues el a r q u i t e c t o J u a u (iomez de Mora,
que empleó d. s años mi su c o n s t r u c c i ó n , la t e r m i n ó en Mil!), y
queda dicho que en O c t u b r e de llilK salió I). Kodrigo, y a en
d e s g r a c i a , p a r a Valladolid, de d o n d e volvió preso en F e b r e r o
siguiente.
Siguiente
N.° XXXIX
LA
ILUSTRACIÓN.
ESPAÑOLA
Y
Pero aparte de este suceso, á quien el curso de los nor, procuremos que no sea estéril el sacrificio, invessucesos hizo pasar por vaticinio, contó 1). Rodrigo á tigando con profunda atención como un solo descalabro
su confesor, el Padre Gabriel, que habia tenido presa- pudo ser bastante para anonadar el inmenso material
gio de su muerte en un juego de toros y cañas muy acumulado en escuadras y arsenales con la loca pretenlucido que se celebró en la Plaza Mayor, y en el que sión del dominio de los mares. Descendamos al estudio
entró á caballo con sn bastón de mando, como capitán del navio erizado de cañones y conservado en la dársede la Guardia tudesca, ante más de mil personas, y na hasta el momento preciso en que se armaba con preentonces le ocurrió si algún dia le matarían allí afren- cipitación con los pertrechos suyos ó los de otro, caretosamente, cuya idea de tal modo le preocupó, que es- ciendo á veces de los más interesantes á su seguridad.
y tripulándolo con vagos y presidiarios se enviaba á metuvo enfermo de melancolía.
dirse con enemigos familiarizados con la mar y con el
.) r u ó MOXKKAI,.
buque en años continuados de crucero. Estudiemos á la
C-v
vez la organización de los contrarios, el estimulo ofrecido á su buen proceder, el esmero desplegado en el armamento del bajel y en la composición de su equipaje,
;TRAFALGAR:
la exactitud en el pago de sus haberes, y la predilección
en disponer los vestidos y raciones, que influyen en el
bienestar de hombres ¡i quienes lauto se exige. AnaliII (iruvina , Kseafio . y Álava, y Cisnojvs
Y nti'os n o n i o allí e s t á n : ürnu' ooamnia.
cemos por ultimo la vida del caudillo ilustre, ídolo de
Pnloe espemn/a ;'i nuestro patrio -uelo.
los britanos. no obstante las manchas con que oscureViMii.l. volad al i-irlo
*l soil a>tros ilo eM'nelvo v de fortt'.na!....^
ció su carrera antes de acabarla con gloria.
¡ r>
,'rix r.\>.\. i
Xelson reclino de la Providencia dotes reservadas á
A diferencia de los prósperos sucesos, que ofuscan pocos capitanes; como Alejandro y Cesar y Xapoleon,
el entendimiento con las locas impresiones de la ale- redujo el arte de la guerra a una sola regla ; la de caer
aría, los infaustos elevan el pensamiento, lo purilican. sobre el enemigo con fuerzas quintuplicadas, y así,
lo reconcentran y lo conducen ¡i la. meditación tranqui- menospreciando la táctica y la tradición de los combala de las causas que produjeron la desdicha. Si llega á tes de mar, á la vez que fiaba en la instrucción, capaconseguirse el descubrimiento de éstas; si comentadas cidad y arrojo de sus subordinados y no poco cu su
con imparcialidad y recto juicio vienen ;i servir de en- buena estrella, consiguió en Aboukir, en Copenhague
señanza, podrá todavía obtenerse del infortunio mismo y en Trafalgar lauros asombrosos; mas, aparte del genio, innato, no hay poco que aprender en la fortaleza
un fruto provechoso.
Por esto dedicamos hoy un recuerdo al l'l de Octu- de aquel carácter inflexible en materias de disciplina,
bre de lsii."), dia de humillación y de lágrimas; dia de en la febril actividad que comunicaba á cuantos le roluto nacional a que nos condujo la inepta ambición de deaban y que se reflejaba en todas las operaciones del
servicio, en la exquisita cortesía y distinguida educaun favorito.
La paz de Amiens habia dado á España respiro des- ción con que templaba las irregularidades de su irascipués d¿ tantos quebrantos ; parecía que la experiencia bilidad, en el paternal afecto con que se ocupaba de
habia aleccionado á los Ministros de Carlos IV en el las necesidades de sus marineros, y en la recta justicia
giro de su política exterior al eludir las pretensiones con que recompensaba el mérito, condiciones que acrede Xapoleon ¡i la mano de la Infanta María Isabel, centaban su mucho valer á los ojos de los que estaban
mas poco duraron las ilusiones; rodeado Bouaparte del á sus órdenes, que, sin excepción, quedaban fascinados
prestigio de la victoria, volvió, por un desaire, despre- por una impresión singular que participaba de amor y
cios y mortificaciones sin cuenta que pacientemente se de temor.
sufrieron, aunque todavía haga subir el rubor á las
mejillas el bochornoso lenguaje con que se inferían.
Consecuencia de las vacilaciones fue la determinación
alevosa de Inglaterra de acometer á las fragatas que
venían del Rio de la Plata, sin previa declaración de
guerra ; consecuencia también fue el tratado de París,
que equivalía á echarse de nuevo en brazos de Xapoleon, y consecuencia, aunque no natural como las otras,
la de someter nuestras escuadras á la dirección de almirantes franceses, cava aptitud no llegó ¡í acreditarse.
1.a campaña de las Antillas, el combate de Emisterre. la arribada á Cádiz, eran otros tantos motivos
justificados para desconfiar de Villencuve, que habia
ab indonad'i ;i nuestros navios en el fuego ; y no obsta'ite, mientras se dejaba ¡i estos carecer de pertrechos
y aun de vi veré-;, ordenaba el Príncipe de la Paz que
se pusiesen á, disposición del almirante francés los recursos del Arsenal de la Carraca. Kn vano vin > ¡i la
corte Gravina ¡I demostrar de viva voz que la salvación de la Marina española y del honor nacional, ya
comprometidos en Kinistcrre, demandaban la separación de, un jefe irresoluto ó inexperto; en vano discutió después, en el Consejo de generales, el absurdo
proyecto de salir de la buhía de Cádiz en los momentos en que el barómetro anunciaba próximo temporal,
para presentar batalla ¡i la escuadra inglesa que se,
habia permitido reunir; la, suerte estaba, echada ; sus
irrebatibles argumentos, secundados por la opinión de
marineros como Chiirruca y Galiano, de nada sirvieron, v ¡i poco los navios españoles, algunos de los cuales salían en el momento del Arsenal incompletamente
armados y con gente de leva cogida en las calles de
Cádiz, daban la vela, interpolados con los franceses, y
formaban una linca rutinaria de combate.
Los partes oficiales de las tres naciones beligerantes
ofVfcen una triste satisfacción por su tremendo é inútil
sacrificio. Xelson habia encargado á los ingleses el
cumplimiento del deber; al deber excedieron los españoles sin recomendación previa. Xo premió la victoria
sus esfuerzos, mas, como á los vencidos en las Termopilas, ríndeles la historia tributo de admiración y de
respeto.
Los episodios de la batalla y los del vaticinado temporal que la siguió, son harto conocidos por la, descripción de eminentes escritores, y también por la ilustración de poetas y pintores inspirados en el heroísmo
de la desgracia. Tres navios á pique, otros tres npresados por el enemigo, y cualro destrozados en la cosía,
tuvo España, ascendiendo los muertos á mil trescientos, y á i'^ual cifra los heridos, sin confar las bajas de
jefes y olicialcs, que pasaron de ochenta. Churruea,
Galiano, Alcedo, jMoyua y ('asíanos, Escaño, Cisneros, Valdés, líriarle, Álava, Cagigal y Vargas, esperanza de la, patria, vertieron su sangre generosa en
aquella hecatombe, preludio de la ruina absoluta de
nuestra Marina.
Honrando la memoria de estas víctimas del pundo-
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251
AMELIO ANCA,
APUNTES TEATRALES.
IV.
EL rt'BLlCO.
¿ Qué es el público ?
Haced la pregunta á varias personas, y cada una os
contestará de diferente manera.
I ~» qnidam lo llamará muchedumbre que va al teatro.
l'n matemático. suma de unidades.
l'n iiiinr silbailo. conjunto de ignorantes que se divierten á costa del prójimo.
Otro apdauílido , sabio juez que premia el mérito y
es infalible en sus fallos.
Una señora tic palco, gente que va á los anfiteatros
y á la entrada general.
Un escritor tinl/t/uo , ¡lustre Senado.
Otro motlerno , populacho vil.
l'n mililar, masa indisciplinada.
l'n pobre, reunión de personas que aun tienen una
peseta de sobra.
l.'n t/uardia de orden publico, barullo donde abundan los alborotadores.
I'na seaorita IIIUIJ vigilada por su 'papá. pretexto para hacer guiños al teniente de húsares que se sitúa tras
la columna de una galería baja.
Vario* autores dramáticos, monstruo que devora, sin
masticarlos, cuantos manjares le arrojan.
Oí roa, colectividad inofensiva de la que se hace lo
que se quiere ; juguete de los caprichos del genio.
l'n revendedor: manantial inagotable de especulaciones ; multitud de ciudadanos de buena fe que no conocen los billetes falsos, ni los duros de plomo, ni las
pesetas de hoja de lata, ni los reales de cartulina, ni
el precio que tienen las localidades de ningún teatro.
l'n apuntador, conjunto de respetables individuos á
quienes tengo el gusto de volver la espalda todas las
noches.
Un Tenorio, barullo apetecible para hacer el amor.
Y en verdad que entre tantas definiciones no encuentro una que me satisfaga.
Todas me parecen vulgares, antiguas, poco expresivas; cierto es que siempre pasa lo mismo cuando se
trata de compendiar en pocas frases algo incoherente,
El secreto de nuestros reveses, que se penetra con vago y, hasta cierto punto, absoluto.
esta investigación, no lo era para Gravina. El Almiran; Cuáles son las circunstancias esenciales y los caracte español estalla también sobre el nivel délos hombres teres del público ? La respuesta tiene que ser forzosavulgares, según se vio en (>rán, en Tolón, en Rosas, y mente muy varia y poco concreta.
en cuantas comisiones se fiaron á su dirección. Sereno
¿ Quién es capaz de averiguar cuál es la flor preferida
en el peligro, valeroso en la acción, sesudo en el con- por la mariposa, que vuela de una en otra con incesante
sejo, fue señalado por la vista penetrante de Xapoleon, revoloteo, haciendo gala de mudable inconstancia.?
que nunca erró en tales juicios. Si en Cádiz se hubiera
¿ Quién se atreve á profetizar con seguridad las vaseguido su dictamen, si en aquella ocasión hubiera si- riaciones de un mar inmenso, sin playas, ni puertos,
do suyo el mando, sabido es que pasara el invierno de- ni límites conocidos, que tan pronto se desliza tranjando que los ingleses arrostraran su dureza en el blo- quilo y sosegado rizando apenas la corriente su cristaqueo,}' en tanto, acabados de pertrechar los navios, lina superficie, como se alza impetuoso y soberbio hasta
aunque para ello fuera menester disminuir su número, rozar el horizonte con los negros penachos de su alfondeados en el placer de líota, mecidos por el oleaje tivez ':
y lejos de la perniciosa influencia de la ciudad, habrían
He tratado de hacer observaciones detenidas respecutilizado el tiempo, como el Marqués de la Victoria lo to del particular, y sólo he conseguido convencerme de
hizo en Tolón, adiestrando la gente bisoña en el ma- que el público es una cosa indefinible.
nejo de los cañones y de las velas. Entonces sería lleCuando uno cree que es ateo, le sorprende con un
gado el momento de elegir el más propicio para buscar rasgo de fanatismo religioso ; cuando uno supone que es
al enemigo.
conservador, se encuentra con que aplaude frenéticaSabía Gravina, y lo dijo, que no es el número de mente los arranques de la más brutal de las demagolos buques el que constituye la fuerza de las marinas gias ; cuando se le tacha de moralista insoportable y
militares, sino el cuidado previsor de construir, or- austero hasta lo inverosímil, suele de pronto hacer
ganizar y sostener cada uno de ellos, de forma que no asomar á sus labios la sonrisa de la tolerancia, y acoger
reconozca superior en su clase. Entonces se desaten- con muestras de aprobación chistes repugnantes, capadió, con las (lemas, la sabia indicación del Almirante; ces de ruborizar á los que leen con avidez ciertos folleahora es tiempo de grabarla en la memoria y de erigirla tines de moda. A veces consiente en ver trasformada la
representación escénica en saturnal inmunda, y luego
en principio que rija nuestras construcciones.
Gravina murió como valiente y como cristiano. Ro- reprueba, con enérgicas manifestaciones y ardorosas
deado su navio por otros cinco ingleses, parecía un protestas, frases de alcance dudoso, pero cuya malsovolcan , según expresión de testigos presenciales : los nancia no es de las justificadas y equívocos ligeramenenemigos tuvieron que separarse de su alcance con gra- te chispeantes.
ves pérdidas, pero ¡ sih ! también las tuvo enormes el
En una noche, en una hora, en un momento las imPrincipe de Astiiriax, alcanzando una líala de metralla presiones del público revelan cien caracteres distintos.
á su noble jefe. Su insignia fue, sin embargo, la única
El público es el mundo. Es la suma de todas las voque quedé) tremolando en el mar del combate, sirvien- lubilidades, de todas las inverosimilitudes, trasformado todavía para, reunir once navios españoles y france- ciones y extraños fenómenos de la vida humana.
ses, que fueron á fondear á Rota, y á poco le tributaSi el hombre varía tan á menudo de opinión y de
ron los honores fúnebres.
gusto ; si la mujer es una especie de veleta mucho más
<( España, dijo entonces un escritor inglés, ha per- movible que la veleta, aunque mucho más espiritual,
dido el oficial más experimentado de su Armada. Si las ¿qué será el público, donde se agitan y confunden en
escuadras que mandó fueron alguna vez vencidas, nun- revuelto torbellino tantos hombres y tantas mujeres?
El público se clasifica en tres grandes grupos, comca dejó de merecer el respeto de los vencedores.:» Y el
puestos de los siguientes individuos : los que van á ver
estro varonil de nuestro poeta laureado cantó :
la gente, que son los más ; los que van á ver la función,
M ¡ Olí K s p a í í a , o h p a t r i a , el f u l o q u e fe c u b r e
que son los menos, y los que van por ir, como si se
M u e s t r e e n l;m j^rave. a tan t u a i n n r u ' a p e u ; i :
tratara de un café ó de un paseo, sin objeto de ningu!Vn> e s p e r a f a n i l u e u , v e o n s u b l i m e
na especie, (pie son algunos.
h Y e n l e (le v 11 a b a t i m i e n t o a j e n a ,
Los primeros acuden tarde al teatro, no miran nunIJ.I a l i a , ( l u d e s e o i i l o m p l a , y s u s m u r a l l a s
ca al escenario y siempre están con los gemelos en la,
Ilesadas pnr las olas
mano; los segundos van temprano, no pierden ni un
Hile a s u m l i r a i l a s a ú n y e n r o j e c i d a s
detalle de la obra y todos se vuelven ojos; los terceros
Tieiidetise allí p e r las s o n a n t e s p l a y a s ,
leen La Correspondencia:, se quejan de (pie no pueda
( ' a n l a i u l o las h a z a ñ a s e s p a ñ o l a s . »
fumarse, miran á todas partes y á ninguna, salen con
CUKÁIÍKO I'V.RNANDIÍZ D f l l O .
frecuencia á los pasillos, y por lo regular se duermen.
El público también se clasifica por razón de las localidades que ocupa.
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LA
2."i i'
ILUSTRACIÓN;
ESPAÑOLA
Y
AMERICANA.
N.° XXXIX
AXIYE1Í-A1MO T.XXI DEL f'OMT.ATE DE TTÍAFAEGAI?.
J.Xr.UO. SI!. I). FF.DKRICO DE (¡RAVIXA,
Almirante <lc la escuadra española.
En aquellas oscuridades reinan las pasiones, y las
El palco es un coche grande, iin roche parado; un
Hay público de palcos, butacas, galería baja, anfiteatros y entrada general.
escaparate de la hermosura, la elegancia, el lujo, la escenas de amor hacen un (ferio que suele servir al aeoLos de los palcos son por lo general los representan- riqueza; un cuarto reservado del gran mundo ; un es- ¡ modndor de rattsa para echar á alguno á la calle. Y son
tes de la hiíj-life, la fashion ó la erhnc de Id rréme. pacio de pocos pies cuadrados, donde se representan abonados perpetuos á tan misterioso lugar gran númeAllí no se habla más que de lo mal que se porta el dramas muy largos, historias trascendentales é incom- : ro de lilósofos, cuyas investigaciones en busca de lo desEmpresario con los abonados del turno; de trenes lu- prensibles misterios.
conocido logran á menudo, por todo resultado, un bojosos; de yeguas normandas; de abanicos de medio
La gente de palco pasa el tiempo que dura la fun- fetón ó una regular ración de garrotazos.
paso; de los últimos inventos y maravillosos progresos ción entretenida en sus conversaciones, mirándose muKl público de los anfiteatros y de la entrada general,
del célebre perfumista, Violet; de las novedades que tuamente y mirando á la de las butacas.
que es el que con más incomodidad ve la función, fis
han llegado i'i casa de Mad. Honorina ; de las últimas
Los adolescentes que veréis con frecuencia muelle y también el que no pierde ni un ápice de lo que ocurre;
telas recibidas en casa de Montalban y Eguiluy.; de la graciosamente apoyados en el antepecho, si por cual- sigue con la vista todos los movimientos de los actores,
fuga de la Duquesa del Relámpago con el Marqués del quier accidente cayeran al patio les veríais balar. Co- balbucea sus frases, relleja en su fisonomía los distinT r u e n o ; de la próxima corrida de loros á hcncjicio de mo que todos son gomosos.
tos efectos que va expresando la del actor que funciola JJeiie/irenria; del casamiento de A. con l ¡ . ; de ];i
Parte de los de las butacas se entretienen en mirará na, y con la boca, abierta, y una satisfacción de esas
q u i e b r a de ( ' . ; de los amores de X . ; de los disgustos los de los palcos; otros censuran o alaban, casi siempre que rebosan por todos los poros, se entera de lodo
de lí. y la alegría de .1. con motivo del fallecimiento con apasionamiento ó exageración, la. obra,- -son los cuanto sucede en la escena, y lo retiene en su imaginade; su lia la generala K., que la, instituye') heredara. !)>• amigos del autor y los representantes de la prensa, ción, para contarlo al día siguiente ocho veces, corretodo se h a b l a : se r í e , se bromea, se discute y si' hacen y otros pertenecen al grupo de los que van al teatro gido y aumentado.
c o m e n t a r i o s , y alguna ve/,, cuando falla materia., hasta por ir.
Sin embargo, por falla de oido, de vista ó de inde la función. El palco es una, habitación de la casa,
Mu la galería baja suele hablarse mucho de amor, y teligencia , ó por falta de las tres cosas á la vez,
independiente de la misma, aunque en íntima relación abundan las parejas de tapadillo, y las citas para la no- son muy pocos los que comprenden la función tal cocon ella ; es un gabinete de confianza donde acuden los che siguiente, y las apreturas, hasta el punto de ocur- mo es.
que frecuentan la casa y los que quieren frecuentarla. rir empeñarse dos en ocupar el í-itio dd uno.
Xunca olvidaré la prueba que hice en la noche del
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N.° XXXIX
LA
ILUSTRACIÓN
AXIYEUSAIÜO
LXXI
ESPAÑOLA
DEL
0<>>ir>ATE
LORD HORACE
Almirante
estreno de un precioso drama, original de un amigo
mió. Quise, con la natural impaciencia de un cariño
verdadero, saber el efecto que habia producido.
Entré en el palco de la Marquesa de las Cinco liosas,
y, sin necesidad de formulir la menor pregunta, supe
qu3 la primera dama llevaba un aderezo, regalo de su
amante, y que el Vizconde del Tulipán, acompañante
de la Marquesa, no la habia dejado, con sus graciosas
observaciones, enterarse del argumento del drama.
Saludé á varios amigos en las butacas, y uno me
preguntó si sabia, quién le compraría un caballo que le
habia tirado en la Castellana aquella tarde ; otro me
deshizo la corbata y me desabrochó el chaleco, relinéndome cierta aventurilla, y varios me aseguraron que
tenian en su casa, el original —francés, según unos, y
alemán, según otros—de donde estaba tomada la obra
(¡ue acababa de estrenarse, primicias del talento de mi
amigo, fruto de un año de laboriosos trabajos y gigantes esfuerzos de genio.
Corrí á refugiarme en las galerías.
—Yo no he entendido el argumento, deeia uno.
—No habrá salido, contestaba otro, dando por suya
una gracia que cuenta algunos años de existencia.
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Y
1>E
AAVEÍVÍCAHA.
TKAFALCAK.
NELSOX,
de la e s c u a d r a
inglesa,
—E-i una obra muy enredada, paro me gusta mucho.
—- Y á mi sobre todo, el traje que saca la Condesa,
y lo del desafío, y cuando empiezan á cuchilladas con
los conjurados
Aquel chiquitín del chambergo negro, ¡ qué buenos mandobles repartía!
Descorazonado iba también á abandonar aquel sitio,
cuando vi en un rincón dos jóvenes, con animado rostro y fácil palabra, analizar todos los incidentes del
drama, elogiándolo con cordura, y dejándose arrebatar,
en ocasiones, por un entusiasmo que hacia rodar por
sus pupilas lágrimas del más sublime de los sentimientos.
¿Para quién has escrito tu drama? cxcla'né en mi
interior: para, dos criaturas solamente ; para dos corazones que sienten cuno fu. ; Extraños resultados del
genio ! ; Triste degradación de la humanidad !
Y abandoné el teatro.
Al otro día la prensa, colmaba de elogios al publico,
purque, juez, como siempre, recto é infalible, habia recompensado una vez más el verdadero mérito con sus
espontáneos y entusiastas aplausos.
¿ Quiénes aplaudieron el mérito de la obra con espontaneidad y entusiasmo ?
Inicio
Los dos jóvenes de la galería. El resto de la concurrencia hizo, por punto general, ruido con las manos,
impulsado, más que por admiración hacia el drama, por
e-ie instintivo don de imitación, que es uno de los más
preciosos en los hombres y en los monos. Siempre sucede igual. Una palmada oportuna puede ser causa de
Tina ovación; un silbido, un ¡Que baile.', un ¡Fuera.'
en el momento en que flaquea la obra, se cansa el publico ó reeibe una impresión desagradable, ocasionan seguramente un terrible fiasco.
Antes, siquiera fuese por moda ó por convicción, el
público, durante determinadas épocas, marcaba sus afi\ eiones y sus de.-cos imprimiéndoles carácter de escuela.
Ahora no hay escuelas ni aficiones, ni más modas que
las de los figurines, ni autores dramáticos, ni actores,
; ni público !
Ku la esfera teatral aparecen representados unos y
otros; pero, no hay que hacerse ilusiones
Los dioses no se van: se fueron hace ya bastante tiempo, y
acaso para no volver.
M. OSSOEIO Y BEKNAED.
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LA
2Í.4
EL CASTAÑO D¿ INDIAS.
Un catedrático sabio
En Historia natural
Lo que es el castaño de Tndias '
Se puso mi dia á explicar.
Y descritos tronco y ramas
Con toda puntualidad.
Taso á describir el IVuto,
Y dijo :— Kl fruto es fatal.
Pues aunque tiene apariencias
Capaces de enamorar,
\)< tan amargo, que casi
Deja al acíbar airas,
Y aunque lian buscado los sabios
Desde tiempo inmemorial.
Medio de dulcificarle.
No le han podido encontrar
--Ciudadano catedrático.
Le interrumpió un
animal,
Al Poder Ejecutivo
Ale voy hoy mismo á quejar
De que difamas al santo
Árbol de la libertad.
Y replico el orador :
— Ciudadano lenguaraz.
Há tiempo previno Iriarte
Respuesta á esa necedad :
« Los que hagan aplicaciones,
<thie lo coman con su pan. »
AXTOXIO DE Tü
LA ÚLTIMA HOJA.
(EX UX ÁLBUM.)
La luz del sol, cuando despunta el dia,
Lleva en sus rayos dicha y alegría :
La luz del sol, al espirar la tarde,
Le dice siempre al corazón que aguarde :
Por eso yo, señora,
Me animo con las tintas de la aurora,
Pero me da valor, paz y consuelo
La ultima luz con que se tifie el cielo.
La alegre golondrina
Que acude la primera
A la torre vecina,
Nos anuncia la hermosa primavera ;
Y recibe, por premio á sus favores,
La más tierna sonrisa de las flores:
Pero cuando el invierno desabrido
Hiela la pasionaria de tu reja.
La última golondrina (pie se aleja
Es la que siente más dejar el nido.
La primera pasión que el alma siente
Es
la pasión primera :
Arrebatada, ardiente,
Pero leve, fugaz y pasajera ;
Y la última pasión que siente el pecho
Germinar en sn fondo
Es un amor tranquilo y satisfecho,
Pero es hondo, muy hondo.
Si es una mano amiga
La que, al nacer desnudos, nos abriga
Y con amante empeño
Protege en nuestra cuna el primer sueño ;
También mueve el amor la mano fuerte
Que recoge á la vida sus despojos,
Y nos cierra los ojos
Para dormir el sueño de la muerte.
Ya que en tu álbum me alojas,
Deja que busquen sitio mis antojos :
Ni hay quien nos cierre por amor los ojos,
Yo con cariño cerraré estas hojas.
Nada habrá de mi nombre en adelante,
Y seré aquí la tarde que declina,
La triste y perezosa golondrina,
La postrera pasión, la más constante.
.lUAN .lONK IlliltRAXZ.
LA CABEZA DEL DIABLO.
( A l ' l Vl'KS
III':
YIA.JK.)
(('(INflllsiiMI.)
III.
En aquella altura prodigiosa, saturada, por un aire
(pie reanima, á los muertos, descubriendo vastísimos
panoramas imposibles de describir, adivinando en lontananza la cordillera de los Pirineos, y no teniendo bastante mirada para abarcar el dilatado horizonte tachonado de bosques y florestas y pueblos, como (íallur,
Tiiuste, Magallon, Cortes, Vera, líemela, Tarazona, etc., pasé algunos dias consagrado exclusivamente
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|LUSTI\ACION;
JSSPAÑOLA
Y
á la contemplación de la naturaleza en aquellas agrestes soledades, ó desde la ventana de mi celda, bajo cuyos pies tenia un abismo do paisajes y sobre mi cabeza
el cielo más hermoso que he visto en mi vida.
Aquel modestísimo santuario, colgado, si asi puede
decirse, en el pico de un monte, á la altura, en que las
águilas fabrican sus nidos, parece separado de todo
contacto terreno y me colocaba más cerca del cielo que
de la tierra.
Ermita antiquísima y de sencilla construcción, apenas puede albergar á una docena de familias, que buscan en su recinto la salud del cuerpo bajo el amparo de
la venerada Señora de la cusa. Unas cuantas celdas desmanteladas, con báñeos y mesas de refectorio ; paredes
agrietadas por la fuerza de los años. (• que tienen mucha fuerza--): ventanas sin cristales, pavimentos de
yeso, alumbrado de candil, vajilla de madera, sirvientas de
estuco, y alimentos frugales, pero sanos,
constituían todo el comfort de aquella mansión reliü'iosa.
Xo bien el primer rayo del sol llegaba todos los dias
á iluminar el mundo, besaba cariñoso las blancas paredes del Santuario, mientras la rota campana de la
iglesia anunciaba á los ermitaños que era la hora de
despertar. Huéspedes de ambos sexos empezaban á circular por las galerías, y las viejas domésticas de la ermita, que formaban un verdadero aquelarre, hilando
copos ó haciéndose la toilette á la puerta de la casa, salian á la calle, que no era calle sino camino, y allí, alrededor de una fuente, depósito común de basuras, se
desayunaban con una cebolla y un mendrugo, mientras los viajeros acudían ¡i sentarse en torno de diversos bancos de piedra, donde tomaban el chocolate acompañado de sendos vasos de leche, vista ordenar.
Después cada uno se iba por su lado ; unos á las
Canales, fuente ferruginosa de cinco chorros abundantes : otros á la (lulrra. otra fuente á flor de tierra, que
está á media hora del Santuario ; quién al Monrin,
cumbre escarpada con otra fuente, y en cuyo lugar
cambia por completo, como sucede por allí á cada momento, el panorama que ofrece la naturaleza; quién,
en fin, á las cuevas, inundadas de zorras, ó rabosas,
cDmo allí dicen, ó al Calvario, pequeña capilla, que encierra un Cristo milagroso, y en la cual se observan
las señales de una descarga eléctrica, que se abrió paso
entre la juntura de dos piedras de sillería sin causar
daño alguno, y haciendo que brotara en la misma una
rama de nogal, que se conserva verde en invierno y
verano desde hace siglo y medio.
Al mediodía recibíamos noticias del mundo, conducidas por un cartero de tres pies de estatura, y cuatro
para el desempeño de su cargo ; un chico de ocho años.
que subía á pié desde líorja, se quedaba dormido en el
camino, y cuando volvía al pueblo con la contestación
á las cartas se acostaba otro rato, consiguiendo así que
nunca llegasen á tiempo al correo nuestras epístolas.
Comiamos después en la celda <> al aire libre, salíamos á dar otra vuelta y á conversar con los pastores
de aquella arcadia feliz, uno de los cuales, sucio y desgarbado, con un ojo partido y un olor á ganado y á
peleón que se notaba desde líorja, era guarda de sus
propios rebaños, tenía varias fincas v casas, sabía latín, y no obstante, dormía al raso ¡as más veces, junto á un ]ierro tan estropeado como él, y se alimentaba
con algunos huesos que llevaba en el zurrón, y como
extraordinario con un arroz muy cargado de pimiento,
qne le disponíala santera, cuando, por venirse la noche
encima, iba á encerrar el ganado en el redil de la ermita.
Ya de noche, todos nos congregábamos en la capilla
y dirigidos por algunos curas que se hallaban allí accidentalmente, se cantaba el santo rosario á la Virgen de
Misericordia, con mucha fe y devoción, pero desentonando de una muñera — pirque querían cantar hasta
los que no sabían hacerlo ni en la mano,— que aquel
rosario parecía el de la Aurora, y los Cazos daban ganas de llorar.
Pero lie hablado de la santera, y cx-profeso he dejado
su retrato para, lo último, porque es el alma de aquella
ermita y digna en todos conceptos de un párrafo especial.
Alta y fornida, aunque averiada por lósanos, ha debido ser una real moza; conserva todavía rasgos de su
primavera rural, embeleso de gañanes, y tiene el aire,
casi sacerdotal, «pie imitan los sacristanes, los mandaderos de los convenios, y especialmente las torneras.
Si la señora Pantaleona. (•;:• llama Paiitaleona) modelara su busto bajo los pliegues de una solana, con el
garbo que da, al rostro (•••.presión y á la cabeza majest a d , seguro estoy de que más de cuatro habían de confundirla con un exelau:-! nido de P.enicla ó una. madre
de San Yieenle. Para lo primero tiene formas macizas;
para lo segundo, un fementido pañuelo, que, á. falla de
Locas, rodea. constantemente en invierno y en wrano
su cabeza. Quiere- decir esto que la pobre se quedé) hace años sin pelo y usa pañuelo cu vez de peluca.
La señora Pantaleona es como las hormigas: en la
buena estación se deja ver entre los nogales que respetó el hacha municipal, y cosecha de todo y guarda para
el invierno todo lo que cosecha. La hormiga, a\pelote-
Inicio
N." XXXIV
AMERICANA.
ro (escarabajo) y la Pantaleona constituyen una verdadera trilogía obrera, representante del trabajo honrado,
allí donde los humanos sólo habitan tres meses, porque
en los restantes temerían morirse de frió.
El invierno en el Moncayo es una imagen fiel del
invierno en la Siboria ; nieve y hielo en las alturas,
torrentes cu el llano; el aquilón furioso; el trueno retumbando: lobos y lobas en cuadrilla buse índose la
vida de cerro en cerro; el Santuario cerrado y tapiado;
la santera hilando é> durmiendo dentro, y á la puerta,
rendido de fatiga, llamando inútilmente de tiempo cu
tiempo, algún malhechor errante.
La /)raib>a del Moncin es una buena y santa mujer:
providencia del pastor y del ganado, da de comer al
hambriento, de beber al sediento, y alberga al peregrino según su rango. Es cocinera y repostera: no tiene
tienda por no pagar contribución, pero pidan Y\". lo
que quieran con dinero en mano, y verán que la santera no carece de nada. Tiene despensa colmada, bodega
provista y corral habitado. Ln el convento mejor servido no hubo más.
Administradora del sitio, ermitaña de la ermita,
mayordomo, cuadrillero, guarda-almacén, médico, boticario, hortelano y jardinero, es D.:l Pantaleona la
castellana feudal del Santuario de Misericordia; la que
gobierna la hospedería y la cotana; la que preside los
bailes del portal á la luz de un candil de tres mechero?;
la que fomenta el consumo del agua de las Canalrs-, la
que alimenta las lámparas con aceite propio y el altar
con velas ajenas ; la que limpia la iglesia y la sacristía
y los notables cuadros bizantinos que allí se conservan,
aunque algo estropeados en tiempo de la federal; la
que toca el esquilón y sirve á la Virgen de camarera,
y en tin, la que canta en el rosario los (iozos, y no dice misa rezada porque el Sr. Obispo de Tarazona no
se lo permite, aunque de fijo sabría decirla mejor que
algún cura de misa y olla.
Esta es la santera y éste el Santuario.
Después de quince dias no completos de vida monástica, en los que recibí la visita del amigo de la diligencia, que permaneció á mi lado cuatro dias porque
le gustó aquello extraordinariamente, abandoné la ermita y volví á viajar acompañado de los hilos telegráficos, que ya echaba de menos.
El día 11ue bajé á líorja para tomar la diligencia vinieron conmigo un distinguido literato aragonés y el
guia ('olaso.
Al llegar á la Calca del Dioblo pasó á nuestro lado
una mujer.
•—Esa es la traidora, me dijo Colaso.
— ; Y cuál fue su traición ':
— Xinguna ; digo que es la que trae y lleva los recados al Santuario. Vaya, echen YV. las tres piedras
¡i la Cabe;.a.
— Pero ; qué hay de cierto en esto? pregunté á mi
amigo el literato.
-— Hs muy sencillo, me contesté). El camino del Santuario estaba cuando se construye) la ermita, como ah<.ra, todo lleno de piedras. VA Ayuntamiento de líorja
no tenía dinero para pagar ¡órnales, á fin de desembarazar esta senda, v á un alcalde muy listo (pie hubo
en el pueblo le oeurrié) decir que ahí estaba enterrada
la cabeza, con lo cual excuso decirte (pie en una semana la devoción, o la preocupación, hizo más de lo
que se hubiera hecho en dos años. El camino quedé)
limpio.
— Ks ingeniosa la. ocurrencia, pero me paicheque
si líorja quiere que la afluencia de gente sea mayor,
tendrá (pie cortarle al diablo alguna pierna, para que
esta senda quede más expedita.
.No sé si lo liarán. De todos modos el Santuario es
saludable, el paisaje precioso, y yo me alegraría de que
alguno de mis lectores quisiera ir alguna vez á echar
las tres piedras de ordenanza á la Cabeza del Diablo.
RICARDO
SEPI'LVHDA.
Octubre. 1S7C.
LIBROS PRESENTADOS
Á ESTA IÍEDACCIOX POR AUTORES (') EDITORKS.
(¡,\IT:TA
AOIIÍIOLA
III;I,
MINISTKMO
IIB
FOMKNTO.
liemos
r e c i b i d o el i i i ' i i n . 1 . " de esta r e v i s t a , q u e lia s i t i o c r e a d a piula l e v ilc 1 . " de A u u s t o ile l.SVli, y c a y o 1 l i r e c t o r CH el c o n o c i d o p u b l i c i s t a I). M i g u e l López M a r l i n e z , i m l i v i i l i i o d e l
C o n s e j o s u p e r i o r de A l i ñ e n l l u r a , I n d u s t r i a y
Comercio.
( ' m i t i e n e d i d i o n l i m e r o a r l i r u l o s de los Sres. O l i v a n , A b e l a , 'I'i i ñ o n de [ . a r a , \ a \ a n o S o l e r , (.'onde de las A l m e n a s y
L o p e / . . M a i t i n e s , v está i l n s l r a d o c o n -10 t r a b a d o s , i [ i i c r e p r e s e n t a n m á i | n i n a s y u t e n s i l i o s r e l a t i v o s á la c i e n c i a a p l i c ó l a . A d m i l c n s e s n s e n d u n e s - en la A d m i n i s t r a c i ó n , e n M a d r i d ( P l a z a de los M i n i s t e r i o s , 'J).
<'01.1:, ,'ioV l i s m r r j i í í V i i K sobre b a n d o l e i i s n m v s e c u e s t r o s i|iic la .lililí.-i d e , \ " r i c n 11 ara , I I H I I I K I l i a v C o m e r c i o d e
la p r o v i n c i a de M a ! a ; ; a d i s p o n e p u b l i c a r ( -n ; i p o v o de !:i
p r o p o s i c i ó n I le I, .y pri se n I ,'ld a V Sost en ida en Si'.1 i o n del ( '< ,11 :;i eso d e •_'! ilc .1 u n i ó t l c l c o r r i e n t e a ñ o , p o r el d i p u l ai lo d o n
M a n u e l ( ' a s a d o y K-incliez de ( ' a s t i l l a . F o l l e t o de -lii p á y i nas en S." m a y o r , i m p r e s o en el e s l a b l c c i m i e n l o d e l a señ o r a V i u d a d e ( l i l d e M o n t e s , .Málaga ( C i n t e r í a , 1 y : ' . ) .
Disi'i'üso leidii ]inr 1). Manuel Millares y l'eris cii la sol e m n e a p e r t u r a del curso de 187(1 a 1 8 7 7 , en e' colegio do
Santo Tomás, de Barcelona.
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V.
N.° XXXIX
LA
ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA
Y ,A,ME^ICAÍ(A,
COMISIÓN, EXPORTACIÓN
PARÍS-Qr-
AVISO.—Para satisfacer el deseo de nuestros corresponsales y suscritores, publicamos el cuadro siguiente, que indica
las casas de París á las cuales podrán dirigirse para hacer los pedidos que les convengan.
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Y en las principales Farmacias de las Amaneas.— 2 l'r. la eaja.
BAÑOS DE MAR PARATODO EL MUNDO
ENFERMEDADES DE LA MUJER
Mada me L a c h a p e l l e , partera de primera clase, profesora (le paitos, trata
(sin descanso ni régimen ) las enfermedades de la mujer, como intlamaeioncs, sobrepartos, ulceraciones, alteración de los órganos, cansas frecuentes de la esterilidad
constitucional ó accidental. Los medios de curación, tan sencillos como infalibles, que
emplea Madame Lachapelle, son el resultado de '15 años de estudio y observaciones
prácticas e n el tratamiento especial de estas afecciones.
Madame Lachapelle recibe todos los días de o ¡i 5 de la tarde en su gabinete.
27. r u é de Monthabor, en P a r í s , cerca de las Ttillcrías.
lioi- rl «•IJI/I/<<» <lr In S.tM. I. I l í O I i ; 1 Vfi
ALCALINOS, FERRUGINOSOS (YODO-BROMO-FOSFATO)
ESFEfl.lLin.il l \
I ' n i-ollii d e c s l ; i S , i l . c c l i a i l u c u e l h ; i f i o . ])i p oiliicc l u s e l e c t o s n i ; i s s , - i l i t ( l a h l e s .
1 i i • i • 111 ] 11; i /.." s. c u l i \ e n l a j a , p o r l o s jn'/iin/i/o.s
ii/m/i/iox
que, c o n l i c n e los b a ñ o s d e
i n a i ' . d e \ i c h y . \ a i s v I J I I - - : ¡ u t r e l /ih'rru,
l o s h a ñ o s ii(í S p a . P v n n o i i ! f W ' e s i ]>!i;11 i;i'. O r e z / . a . C o n l r c x e v i l l c : p e r e l brimio y e l )/oilo. o h r n d i r c i i a u i c u l e s o l i i ' e
lii s a n a r e e n e o n c e p l o d e i n o d i l i c a d o r . y })üi' l o s /'ox/dfos
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la caja la tirina en ne^ro del Doetor I KOMI II.
l^X.V.SísELU, |í/t<">, 23, >•• «le l a Míomtuie, y en las principales Farmacias.
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l ' A Ü I S . — ( . ' O X l i U K S U D E O l i U E R O S C K I . h l ' . l í A D O E N L A « t i A L L E D E S E C ' J L E S " (/•("•
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üiíticarins
y r r h i ' p i i . ' i ' n s d i ; ¡itriK.is A m o r i i , a s .
m
MEDALLA en Id Exposición do París 1ST5
'
PARÍS
I ) C ¡ ' ; | S Í t n s f l l í\'ISflS il<! ]<í> | i l ' i l | ( " - i p ; l I i ' S ! ! ¡ . ! , ' Í H 1 ¡ ¡ Í > { . ! > .
líiaanii'iASA \ H K I \ H , IH: 1 6 , 6 0 0 m w i ' d s .
Grande Medalla de ORO á T. Larochc. /
=
'.
".
n 111 ¡ i 11111 B 111 n i ?i 111111111111111 n 1111"
I.n Quina Laroche es un Klj.rir
íiijTjilal'li' y c u v a
siipci'ioi'iilail
ii. lux
Las Xot(ú>ili<la<lcx Medicales
IÍC' n)wf)idan
r / ttpn
^
rmus
y ti I n -i ¡nrnhex i/ei/it/mi es I á a li miada de de
vciiile anos ha. cunlra el ilifnimienln ile
FERRUGINOSO
> l nl'i'lizc(iiiihin:ii
(V>n osta Tintura no^i^y , t e S
.ad.-i.l de lavar la rnhrr.a. n \ scnin después, su aplieacioi"1 c s ' j i O
cilla y pronid el r c ' > " ' t l
.'\ULt.
mancha 1¡M
la piel ni daña la s¡1
iiin d e u n as a l d e l
collliii el
ilc lu sniii/re, bi floroCuiiii, roii.seciifnfi/is i/el /mrlo, e l e .
París, 22, rué Drouot, y en las principales Farmacias ¿el Mu;.do.
las ¡i'i'y.:ns
y l a f/ie/'i/iii,
l a s cli crioi/es
Calo ni u ijo. ¡lelires
II ii I /1¡ /tus. e l e .
del
edil ];i i|i
/ h
La ,„,„ ,,,,,,,,1,-t., t< [>••
cl
'•'"•«L. L E G R A N D / v ' ' ' " ' " , " m e
<¡cl
1','ina, y e n IILS |,rincip,ili:s 1 ' "
r í a s de A m é r i c a .
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VERDADERA CREMA POMPAÜOUR
CONDURANGO DE LOJA
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",°e^7a;í cer FARMACIA INGLESA c t e e n 7 a e ^ e e r
McilicíiincMlii
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por los prim'ipali's
IIKMIÍCOS d e
F r u n c í a . AliMiiauia, h i ' j l a l r n v i . l ' . p a ñ a y l'oii u ^ a l . p a f a la c u r a d e l a s ú l c e r a s
*;i u r r r o s a s . < u i m » r r s . v i r i o s d e l a s : u i « ; r í ' . l l a g a s , r s r i ' ó í i i l ü s , : l l m i » i * r : l i l : i s .
* i i Í 4 ' r i i i r < l : u l < ' s d e l o . ; «»j|(»s n d e l a p i r l _y d e l a s : » n i ; T r . \" e s e l m i s m o l i e n i p o e l
n e j e r <li p i r : i ( i \ .> d e l a s a n a r e . S e e m p l e a e o u i ' \ i l o e o n U ' a l a s « a l c i i l u i a s . l . d
o r n a n ' ll \ i i i o . c u e ^ l r a e l o H u i d o , e n i ' l m i 1 o r u p i l d o r a s .
/lin'nis
I'reaf
C H A M P A K A
in/ii's
:
(liüii, I'II-.IIMI:)
B R I S A S D E V I O L E T A S do San Remo
VilM el l'.iniitlii. Ins tillantes y l u s K n c i j o s .
1 m e o d e | ( j . - i l n . Ciillc
Mci/crhecr.
í . d e l ,\¡;-u:i O l c s l e
,;eon siilCa.lii d e C a d m i o )
l.'l l ) o i - | o r C A K I . I W l ' ' l ' : i t Ú i : s S ( i i \ . a n l i ^ u o m e d i c o e n ¡ e l e d e l r i e r e i l o CL'I p e l o ,
d mejor c o l i n o \ e^periíieo para c u r a r las dltalmias y las d e m á s e n í e n n e d a d e s
le los ojos. I r a s c o s , a y lo francos.
ALIMENTO , NIÑOS
l ' a r a d a r f u e r z a ,i l o s Niños y .1 l a s p e r s o c l c ' l i i l e s d e l \ie.rhn
<> d e l e s l n n i a . - . i . 6 I
a i l a - i (Ii- clnrnxi.sn
d e a n e m i a , el m e |,,r I
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>•; I I I I I I I K . , ' d l l i i e l i l u li ni l i 11 vi > y I H - I
, l i l l i y e n l e . | i i e | i ; i i a ( l i i |mr l l e l a n ^ ' r e h i e r , I
¡e i ' a n s
P i ' l m s i l o s e n l a s p n n el p ^ l e s [
a r m a e i a s d e |:S|I,IIIM, lio la Isla d e C u b a y
(l(d r e s t o i l e A m e r i c a .
N O T A . — P a r a e y h a r l a slaUificncinnc^
cuid.ir si:'in|irf d ei-xi^n1 l o srótii'os y p r o s n e c t o s
q u e l l e v e n (Mil i n l a l'nju | , i lirni;L d ( i 1 M M . I B O . V — I l i n ^ i r l<i(his l a s c a r t a s 6 m a n i i a l u s á
l ' A l l , HOY, calle Mei/erbcrr, i.
MAIHUD.—
Depositarios en VAl.I'AISAlSil» : FABIÁN y C'-' y MOURGUES.—En N A Y T I 1 U O : FABIÁN y Ci'.
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