la parranda - El Sol de Margarita

Diciembre de 2016
Etapa III Nº 20
Sol
C U LT U R A L
w w w. e l s o l d e m a r g a r i t a . c o m . v e
LA PARRANDA:
Alegría identitaria
de nuestra insularidad
Solcultural
¿Dónde están las parrandas
decembrinas de pueblo?
LUIS IGNACIO VICENT (NACHO)
Foto de Portada
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SOL DE MARGARITA NO SE HACE
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Y COLABORADORES DE ESTE DIARIO.
...lo dijo
JESÚS ÁVILA
¡Ay! que grato es pasar
diciembre en Margarita
cantándote al oído
esta bella canción.
Pasear por La Restinga
laguna tan bonita
igual por Las Marites
que es una ensoñación.
“Diciembre en Margarita”
P
unta de Piedras pueblo de parranderos, no se
había asomado muy bien diciembre cuando
los pescadores comenzaban a afinar sus instrumentos y darles un cariñito para que lucieran
presentables en momento de presentación. El
parrandero más cercano que tenía era Mando (+) el de la
Morocha (+), improvisaba sus parrandas junto con Luis
José Pelota, solo bastaba poner a sonar su furruco y con
una botellita de ron de compañera, empezaban a llegar
maraquero, tamborero, cuatristas y se formaba la parranda, cualquier figura se colocaba un bailador en la cabeza,
hasta un trozo de madera con cara de animal era bueno.
Salían a dar un recorrido por la zona de la calle Matasiete
con el solo propósito de reforzar la botellita que ya se iba
acabando. A tiempos aquellos.
Luis Vicente un hombre diminuto, pero grande con su
cuatro y como compañero su inseparable Pedro Pito (+).
Ellos veían en la parranda una forma de escape y aprovechaban pedir su propina para poder comprar su cuartico
de ron, muchas veces se llevaban arrastrando al “Chapulín” (+) con cualquier cosa puesta en la cabeza y dentro de
un bote de cartón. El pueblo gozaba de sus improvisaciones y ellos le regalaban al pueblo alegría pura.
Son tantos los parranderos, recuerdo en la zona del
Barrio María Guevara, se destacaba Manochú (+), Agustín
Feito (+) y otros que se organizaban para sacar en diversión cualquier figura de animal y con las guarichas más
deslumbrantes del sector. Otros que formaban sus buenas
parrandas eran la gente de los Polos, Francisco Luis (+),
parrandero por excelencia también destacaba con sus
diversiones familiares, todo era alegría en el sector y
muchas veces recorrían todo el pueblo y hasta salían al
campo.
La gente del sector la Loma también se destacaba en
parrandas y diversiones, su mayor exponente fue el señor
Goyo Natalio (+) que como buen parrandero hacía de ellas
un canto lleno de jocosidad, pues con sus versos pícaros
le decía a sus contrincantes sus verdades y éstos se defendían para no quedar tan mal y en una especie de contrapunteo se iban sacando los trapitos hasta el cansancio. De
la Loma también se destacaban sus muchachos tratando
de rescatar la tradición formaban sus grupos, recuerdo a
Checho(+), al Tuerto, Cheito, Martín y destacaban como
bailadores de diversiones Nano y Nanito. Paco (+), el
Ñeco de Plácido y tantos muchachos que le daban vida a
los diciembres puntapiedreros.
Por los lados de Barrio Negro destacaban los hermanos
Salazar, Cornelio (+) y Andrés, estos ejemplares de la
parranda fueron descritos en libros por su nobleza en el
canto, como buenos parranderos fueron los que alegraban
el sector.
Los muchachos de Los Barrios también se destacaban
con sus parrandas navideñas, siempre admiré al amigo
(2) SOL DE MARGARITA Porlamar, diciembre de 2016 /www.elsoldemargarita.com.ve
Pachico con su sinfonía o armónica y a su vez con su cuatro hacía unas interpretaciones magistrales. Para aguantar
su armónica se ideó un soporte de hierro que lo colocaba
en su cuello y así podía ejecutar los dos instrumentos a la
vez.
En recientes años salieron en reencuentro a la parranda
y tuvieron éxito en el sector, entre los parranderos mas
destacados estaban Luis Marval, Julián Vicent, Chunesto,
Wicho, Chucamito (+), los muchachos de Moña y contaban con el bailador de diversiones más famoso de Tubores, el Morocho de Toñuelo. En la actualidad solo perdura
en el tiempo la parranda de los Navegantes y Orlando
fino con su balde plástico cantando “La guayabita”. La
parranda muchas veces se usaba para llevar serenatas
decembrinas.
Recuerdo esta que más o menos decía así:
AQUÍ HE VENIDO A PERTURBAR TUS SUEÑOS
Y A TU VENTANA TE HE VENIDO A VER
ACARICIADO POR LA BRISA MATINAL.
AY…AY…AY…
CUANDO ME ENCANTABAS CON TU AROMA DE
MUJER…
Es solo un recuerdo que quería escribir.
En honor a todos esos parranderos que se durmieron en la
Paz del señor. Hay muchos más se los dejo para que se inspiren.
Solcultural
LA PARRANDA:
Alegría identitaria de
nuestra insularidad
VERNI SALAZAR
E
n las islas de Margarita y Coche desde
siempre decir parranda es decir diciembre, es decir alegría, ya que esta tradición identitaria, forma parte de nuestras raíces, de nuestro sentir, de esas
fuentes inmateriales que acumuladas
por muchos años, se han ido pasado de generación en generación y que cada día apostamos por
que nunca dejen de estar.
José Joaquín Salazar Franco “Cheguaco” nos
dice: “Las parrandas se formaban con personas de
ambos sexos y edades diferentes que iban reuniéndose espontáneamente con el ánimo de divertirse entonando sus melodías folclóricas o populares como en una verdadera feria de camaradería.
Las parrandas por lo regular se componían por los
músicos, los cantadores, los ayayadores y los
mirones… Las parrandas actuaban indistintamente
en un sitio o recorrían las calles y callejones o
visitaban las casas de sus parientes, de sus amigos
o conocidos y en muchas ocasiones llegaban hasta
incursionar en conucos o sitios de recreación, y
solo recibían como obsequio tragos de bebidas
espirituosas como anisao, chinguirito o ron con
ponsigué, como también refrigerios, meriendas y
suculentos sancochos…”.
A estas parrandas han sobrevivido en el tiempo
y se han convertido en tradicionales por la iniciativa de la gente que ha visto la importancia de
agruparse y darle el nombre a lo que han convertido en pilares fundamentales de preservación de
esta actividad ancestra. En esta oportunidad rendimos homenaje a tres agrupaciones ejemplo de
constancia, por lo que somos: La parranda Marinos de Punda y sus Guarichas Punderas, la
parranda de la calle El Sol en Juan Griego y la
parranda del Niño Jesús de El Cercado.
La parranda Marinos de Punda y sus
Guarichas Punderas:
Por tradición en el sector Punda de Porlamar
desde tiempos inmemorables, tanto las parrandas
como las diversiones están enraizadas en su sentir
pasando de generación en generación, y es la
organización “Marinos de Punda”, con más de 50
años de creada, un bastión importante en este
arraigo popular, donde el apellido Suárez ha sido
factor de unión y entusiasmo: Fucho, Francisco,
Melchor, y Claret quien sigue la generación y con
responsabilidad asume la dirección de “La Parranda Marinos de Punda y sus Guarichas Punderas”.
Hoy para regocijo del pueblo insular, “La
Parranda Marinos de Punda y sus Guarichas Punderas” marca la pauta con la puesta en valor, la
promoción y la difusión de esta manifestación
cultural enraizada en lo más profundo de sentir de
nuestra insularidad. Son las diversiones esencia de
nuestro acervo cultural que da el aporte necesario
para fortalecer nuestra identidad, por lo que
somos como pueblo.
La parranda de la Calle El Sol de Juan Griego:
Desde aquel primero de enero del año 1965,
cuando un grupo de juangriegueros se reúne en la
casa de Tella Romero en el sector La Salina, no ha
dejado de tocar lo que al principio y primeros
años fue una parranda hasta que se convirtió en
La parranda de La Calle El Sol, al trasladarse a la
casa del maestro Estelio Pacheco ubicada en esta
principal vía de Juan Griego. Allí fue el centro de
reunión por muchos años bajo la atención esmerada del anfitrión, sus hijos, familiares, vecinos que
cada año, apenas apuntaba el sol del primero de
enero, esperaban con la gentileza del margariteño,
para compartir a la vez que servía para darle el
“Feliz Año” a quienes no habían tenido la oportunidad de hacerlo en la madrugada. Así con el
tiempo han sido muchos los integrantes que han
pasado y se mantienen, lo que les ha permitido
ser declarada como Patrimonio Cultural del municipio Marcano, además la acción social y humanitaria al trasladarse hasta el Ancianato de Juan
Griego para llevarle alegría y entusiasmo a las personas que son atendidas en este centro. Es pues el
punto de encuentro de todo el que se quiera llegar
y disfrutar del primer día de año, con la alegría
característica y única en el mundo de la parranda.
La parranda del Niño Jesús de El Cercado:
Cuentan que hace mas de 50 años Isidra González (Chepita), organizó una verbena para comprar una imagen del Niño Jesús. “Primero salieron
a cantar las mujeres que rezaban con ella. Luego,
reunió a varios músicos del lugar como Venancio
López, Ruperto Alfonzo y Meroco...”. Desde
entonces cada 25 de diciembre las calles de El
Cercado se llenan de música, de alegría, y lo que
era una parranda de la gente de este artesanal pueblo Insular, se ha convertido en una verdadera
algarabía para el disfrute sano y en familia que
cada año suma personas de otros pueblos e
inclusive de tierra firme, desde las 10 de la mañana hasta la noche.
Como bastión principal de esta actividad está
el maestro Alberto “Beto” Valderrama, quien
expresa: “En realidad la parranda no es un género
musical. La parranda es salir a las calles de casa en
casa, cantando y llevando alegría. Con el tiempo
se convirtió en un género, y hasta en agrupaciones que solo se presentan en eventos”.
Una evocación
a las parrandas
decembrinas
VICDALIA GÓMEZ DE LUNAR
Evocar las parrandas navideñas, ahora que su vigencia ha sido puesta en
valor por grupos de renombre y gran significación como son: Los Topotopos, Sol
y Sereno, Parranderos de la Paz, Parranderos de la Salina, Parranrobleando, Los
Guaritotos, La parranda de Tellito y la de Pellito en La Asunción y otros muchos
que escapan a mi memoria pero que son de alto valor para significar este bien de
nuestro patrimonio étnico en lo que se refiere a la música y sus cultores, son un
ejemplo de quienes activan un proceso que apunta a mantener viva una tradición propia de nuestra realidad como pueblo y que particularmente surgió en
época decembrina. Aunque no obstante a ello ahora todo el año se pueden disfrutar de sus producciones por radio, televisión y por los medios tecnológicos
que nos facilitan el acceso y disfrute de sus interpretaciones.
Las parrandas, recordamos, en su discursividad trataban antiguamente
temas de lo cotidiano y navideño, al amor, a diciembre, tiempo de paz, temas
estos la mayoría de las veces dedicados a los dueños de las casas y a sus familias,
con versos improvisados.
Cuando llegaban a una casa y había un nacimiento o pesebre en ella a
este le “echaban” los versos, “al niño Dios, a la Virgen y los santos” tal como lo
expresa Víctor Gómez, integrante de la Parranda de los Hermanos Gómez en
Altagracia.
Los parranderos acudían a las casas de familias amigas, para alegrarles las
fiestas decembrinas, y en su llegada a estas residencias se prendía la fiesta. Podía
suceder que a la llegada de sus integrantes a alguna casa surgía la idea de buscar
los instrumentos y se prendía la parranda.
Cuando la parranda llegaba a las casas, en la puerta les echaban los versos
a sus habitantes para que estos los dejaran pasar, y los anfitriones entusiasmados
les brindaban “pasteles” (Hallacas), chocolate, bebidas espirituosas como whisky
y ron con ponsigué, para animar a los parranderos.
No había competencias entre los grupos de parrandas, al contrario, sus
parrandas obedecían al enaltecimiento de la hermandad y alegría de la paz navideña. Esto lleva a resaltar que las parrandas se hacían en cualquier momento del
mes de diciembre, porque diciembre es mes de parranda y de alegría.
Es grato evocar la huella parrandera de los Cinco de Nina en Los Hatos, y
una que particularmente dejó gratos recuerdos en mi vida, la de los Hermanos
Gómez, quienes marcaron una época en Los Hatos de antaño, donde cantaban
Becho y Víctor, Augusto, Héctor, Juan Moya y Aquiles.
En particular, los instrumentos que utilizaban los Hermanos Gómez: el
furruco, el tambor, el cuatro, la charrasca, las maracas y la Clave, eran hechos por
José Cupertino Rojas “José Mañía”, que en Altagracia tuvo gran fama como artesano fabricante de estos instrumentos, lo que se conoce actualmente como un
“Luthier”.
Allí, en la tradición de este “grupo de parranda” surgió y despuntó como cantautor un joven valor, el Licenciado Gabriel “Lucho” Gómez Gómez, mi primo.
La parranda por lo tanto, valor identitario de Margarita, se proyecta como
baluarte de una tradición que debe permanecer y proyectarse en el tiempo, y ser
estudiada en toda su dimensión patrimonial, tal como lo hemos venido haciendo
en los seminarios de música neoespartana, en el Núcleo de Nueva Esparta de la
Universidad de Oriente, pues la consideramos como manifestación cultural de la
música de nuestro pueblo y porque es Nuestra.
SOL DE MARGARITA Porlamar, diciembre de 2016 / www.elsoldemargarita.com.ve (3)
Solcultural
La parranda
pascuera margariteña
ROKI VISCUÑA GUTIÉRREZ
P
arrandear es uno de los verbos más conjugados por los neoespartanos en las fechas vinculadas a la celebración de la Navidad, no en
balde, algunos han llegado a definir a La
Parranda, como una especie de género musical
cuando más bien se trata de parte de una “celebración”, muy singular, vinculada al nacimiento de Cristo.
Como buena parte de los rasgos culturales que llegaron con la colonia, la primera vez que se celebró una
parranda, tal cual la que estamos tratando en este artículo, en Venezuela, fue en la ciudad de Nueva Cádiz,
primera ciudad “europea” en el territorio venezolano,
en la que los cristianos celebraban la navidad a la usanza del barroco español. Esto debió significar que, aparte de los cantos litúrgicos propios de la celebración
eucarística, la música debió incluir la entonación de
villancicos, pero no en su forma más académica que es
la de una obra polifónica que interpretan las agrupaciones corales, sino más bien en la acepción más vulgar, la
cual se refiere a aquellos cantos que la personas que
habitaban fuera de las ciudades medievales (cuyo epicentro eran los castillos o los monasterios) entonaban
en este tipo de celebraciones y cuya temática era bastante amplia abarcando también los temas alusivos a la
navidad.
Con el pasar del tiempo lo que en Europa se llamó
Villancico en la Venezuela de finales del siglo IXX,
comienzos del XX, se comenzó a llamar Aguinaldo,
palabra cuya acepción más común es la de “regalo de
navidad”, por lo que al igual que ocurre en los Villancicos, en los que existen los Villancicos a lo divino y los
Villancicos a lo profano, con los aguinaldos ocurre de
igual manera, existiendo el aguinaldo a lo divino, o
aguinaldo propiamente dicho, y el aguinaldo a lo profano o aguinaldo de Parranda (o simplemente Parranda). También es importante aclarar que al igual que la
palabra Villancico define sobre todo la proveniencia de
la música (cantos de la gente de las Villas), la palabra
Parranda, define sobre todo el momento en que se está
interpretando el aguinaldo (el aguinaldo que se canta
en la Parranda), asumiendo La Parranda como el hecho
de salir, casa por casa a cantar aguinaldos, una vez finalizada la celebración religiosa.
Estas parrandas hicieron de Las Pascuas una de las
épocas más esperadas por los parranderos, término con
el que se conocen quienes participan de ella. Es así
como en tiempos de pascua los parranderos salían a llevar su alegría de casa en casa en casa y de pueblo en
pueblo, en jornadas que podían durar días y hasta
semanas enteras y en las que a cambio de su música
eran premiados proveyéndoles de la comida y la bebida necesaria para continuar parrandeando. Estas manifestaciones se extendían desde mediados del mes de
diciembre hasta el 21 de enero, día de Santa Inés (posible influencia del estado Sucre) o hasta el 2 de febrero,
día de la Virgen de la Candelaria.
Los Parranderos llegaban a las casas y ofrecían a los
anfitriones lo mejor de su talento a través de los versos
improvisados, algunos de ellos ofrecidos al pesebre
(Aguinaldos) y otros, los más, inspirados en lo cotidiano y con referencia a temas como: saludo a los dueños
de casa, la comida navideña, los animales de cría, la
cosecha, etc.
La dotación instrumental de las parrandas es la
básica de la música tradicional neoespartana: El cuatro,
la guitarra, la mandolina o la bandola y la marímbola o
marimba, pero además, con la incorporación de otros
típicos de las pascuas como lo son: El furruco, el tambor, el charrasco y las maracas. De igual manera, y tal y
como ocurre con los villancicos, la parranda cuenta
con un coro, integrado por varios cantantes, cuya finalidad es entonar el estribillo mientras las estrofas son
interpretadas por solistas que generalmente se van
alternando en el canto y la improvisación de las mismas.
Debemos suponer que en algún momento de esos
más de 500 años de parranda en nuestras islas, algunos
de nuestros géneros musicales endémicos también fueron utilizados. De hecho hasta hace poco se utilizaban
con mucha frecuencia: La Gaita, el Gaitón y la Jota
Maconga. El medio milenio de la parranda insular, ha hecho
de esta uno de los rasgos más característicos de nuestra
identidad pascuera. Casi todos nuestros grandes referentes musicales parrandearon o siguen parrandeando:
Inocente Carreño, Modesta Bor, Rafael Suárez, Rómulo
Lazarde, Francisco Mata, Alberto “Beto” Valderrama,
Miguel Serra, Eddy Marcano, Ibrahim Bracho, Perucho
Aguirre, Jesús Ávila, Lucienne Sanabria, Nora Cardona,
Juan Rojas, entre muchísimos otros.
Actualmente la parranda se desarrolla en los escenarios y tarimas, y muy pocas veces se realizan de casa
en casa, sin embargo, su fuerza y su arraigo es tan evidente que la mayoría de los jóvenes que se incorporan
a la música tradicional neoespartana lo hacen a través
de los grupos parranderos, movimiento que los convoca por centenares y que anualmente realiza la gran
mayoría de las producciones musicales de nuestro estado incorporando innovaciones, permanentemente.
(4) SOL DE MARGARITA, Porlamar, diciembre de 2016 / www.elsoldemargarita.com.ve
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BELLA
PATRONA
ORIENTAL
(Parranda)
Letra: Luis Antonio Rodríguez
Virgen del Valle, Virgen del Valle
eres la reina por la eternidad
porque así lo quiso Dios
el creador de la tierra
hace dos mil años y más
cuando en tu vientre María
llevabas a nuestro Señor
Jesucristo el redentor
el que nos vino a salvar.
Y desde Cubagua mi Virgen bonita
con los guaqueríes airosa salió
y el pueblo del Valle de la Margarita
como nuestra Reina allí se quedó.
Virgen del Valle, Virgen del Valle
ocho de septiembre
en tu procesión
entre cantos y oraciones
irán zumbando cohetes
con luces multicolor
y mil palomas en vuelo
luceros recogerán
con regocijo pondrán
sobre tu corona y velo.
Virgen del Valle, Virgen del Valle
iremos todos a celebrar
con las canciones genuinas
que cantan los pescadores
cuando van a faenar
y cantarán marineros
sobre la proa del barco
te harán con versos un arco
bella Patrona oriental.