Boletín No. 13 de 2016

Boletín CARO
No. 13
Diciembre de 2016
OCAÑA: MOVILIDAD
Y PLANIFICACIÓN URBANA
Por: Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi
Organo informativo de la
Fundación Centro de Acción
Regional de Ocaña
Director:
Arminio Piñeres Grimaldi
Diagramación:
Mauricio Calle Ujueta
Impresión:
Cortesía de
Laboratorios Chalver
Fundación CARO
Presidente:
Jorge Lemus Lanziano
Vicepresidente:
Fernando Villafañe Arévalo
Tesorero:
Alvaro Marconi Quintero
Vocales:
Orlando Gómez Quintero
Hernán Grimaldi Sánchez
Mariela Sanjuán Arévalo
Secretaria:
Lizeth Caicedo Pitta
Consejo Asesor:
Arminio Piñeres Grimaldi
Luis Eduardo Vergel Prada
Héctor Lanziano
Jesús Alvarez Arenas
Fiscal:
Ramón Lemus Dodino
Calle 144 No. 13 - 15
Oficina 404
Fax: 4719506 - Bogotá, D. C.
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pujante y en ascenso? Craso error en
el cual hemos incurrido. Tomemos
un vehículo que nos permita realizar “un crucero” tan solo en el sector urbano, para que comprobemos
la situación de caos que reina en
nuestras vías, además, invadidas por
toda clase de ventas ambulantes,
puestos de chance, de comestibles
antihigiénicamente expendidos, con
andenes estrechos, todo lo cual deteriora el escaso espacio público de
Recuerdo que desde hace varias
que dispone el ciudadano de a pie
décadas la dirigencia regional y secpara su desplazamiento.
tores ciudadanos impulsaron la creación de un nuevo Departamento, con En esta materia es evidente el atracapital en Ocaña, en la creencia de so administrativo sufrido y la inepque el nuevo ente político adminis- titud e incapacidad de una Oficina
trativo aportaría la solución al desa- de Planeación de espaldas al crecirrollo de la región, pero tal aspira- miento urbano anarquizado que preción se frustro por diversos factores, senta la ciudad.
entre ellos, algún mezquino interés A la dirigencia ocañera que ha proo prevención de índole política. Des- piciado los gobiernos locales durande entonces me he preguntado: ¿Tie- te las últimas 4 décadas, le cabe mune nuestra ciudad las condiciones cha responsabilidad en este y en
para ello? Y la respuesta ha sido sim- otros aspectos esenciales de la goberple: NO.
nabilidad. Se limitó a cumplir unos
Nos hallamos en la segunda déca- requisitos formales de índole buroda del siglo XXI, la ciudad va a cum- crática, se quedó bisoña frente a los
plir sus CUATROCIENTOS CIN- retos de un crecimiento que se veía
CUENTA AÑOS y aún conservamos llegar, por ser nuestra ciudad el epilas mismas vías de los años Cincuen- centro de una Provincia y polo o referente de los municipios circunveta del pasado siglo XX. Es indudacinos de los departamentos adyacenble que Ocaña ha crecido cuantitatites. La gente fue llegando y las edivamente, y su población ya supera
ficaciones fueron surgiendo paulatilos cien mil habitantes, resultado de
namente, con ausencia de un ordela migración masiva que ha dejado
namiento ajustado a la normatividad
el conflicto colombiano incluido el
legal, sin un control serio y coherendesplazamiento interno, a lo cual no
te, sin que ese desarrollo físico obeha sido ajena la región, así como el
deciera a una planeación técnica y
aumento desordenado y sin planifiacertada y que obligase al cumplicación de las viviendas urbanas.
miento de unas normas mínimas y
Me pregunto también: ¿Eso basta al respeto del patrimonio arquitecpara creer que somos una ciudad tónico.
Como ciudadano ocañero he dedicado buen tiempo a examinar uno de
los más críticos problemas que afectan el desarrollo urbanístico de la
ciudad que es el referido a la caótica
situación de la Movilidad y Planificación Urbana, que ha alcanzado niveles muy críticos, por lo cual requiere con urgencia su examen ponderado para buscarle soluciones adecuadas.
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Cada quien compra su lote de terreno o derrumba una casona y construye a su amaño,
pues tampoco ha existido la figura de una
Curaduría vigilante de la observancia de la Ley.
Olvidamos al transeúnte que tiene derecho a
unas vías amables, que debe caminar a la defensiva esquivando la embestida del automotor o la motocicleta, muchas veces conducida
imprudentemente.
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centes al cementerio central y se permitió el surgimiento de barriadas improvisadas en terrenos
dentro y en los bordes de la ciudad cuyo desarrollo debió ser oportunamente ordenado en
cuanto a vías, zonas verdes y construcción de
vivienda. Las nuevas urbanizaciones surgieron
sin el espacio adecuado para andenes, vías, zonas verdes y recreativas. No hubo zonificación
urbanística acertada.
La ciudad, sobre todo en los nuevos sectores
en desarrollo o crecimiento debe ser repensada,
con una visión y planificación técnica y seria;
debe darse vigencia o aplicación al sistema de
“contribución por Valorización” en los predios
beneficiarios de las obras. En los barrios de estratos populares y medios, donde las vías están
deterioradas, puede adelantarse la pavimentación de las mismas, acudiendo para ello a un
sistema de asociación entre gobierno y comunidad donde el primero ponga la maquinaria y la
Tomar en cuenta que hay vías angostas y cuyo segunda la mano de obra, y con recursos que se
piso no es adecuado para el peso de todo vehí- obtengan incluso por las Juntas Comunales para
culo; la saturación del tráfico en las tres o cuatro darle viabilidad a este proceso.
calles centrales es insoportable, sobre todo en
las vías tradicionales 10 y 11. El caos actual per- Finalmente: ¿Por qué razón, con el concurso
mite una lucha incontrolada por el espacio. En de la Nación, no se ha adelantado la construcción de las dos vías perimetrales por los costafin hay que poner la casa en orden.
dos oriental y occidental de la ciudad, vitales
De otra parte NO SE HAN BUSCADO ESTRA- para su desarrollo urbanístico y la movilidad.
TEGIAS PARA LA AMPLIACIÓN DE CIERTAS Ello, además, haría más fluido el tráfico
VÍAS NECESARIAS PARA LA DESCONGES- vehicular, especialmente del transporte de carTIÓN, NO SOLO DEL CENTRO SINO DE ga? A los gobiernos local y seccional así como a
TODA LA CIUDAD. Se han desperdiciado algu- quienes ostentan un mandato popular les conas alternativas como la de los costados adya- rresponde su planeamiento y ejecución.
El Gobierno de la ciudad debe priorizar el uso
de las calles, jerarquizarlas, pues ellas no pueden servir para todo, imponer restricciones de
acuerdo con su uso, por ejemplo para vehículos
de carga. Todas las vías no pueden soportar simultáneamente el tráfico de camiones, de carros,
ciclas, motos y vehículos de servicio público. Ello
debe regularse y pensar también en tramos que
se puedan peatonalizar. Todo dentro de un Plan
de Movilidad inteligente y realista.
LA COLOMBIA QUE SOMOS Y QUE DESCONOCEMOS
Por: Arminio Piñeres Grimaldi
Somos un país de una diversidad enorme, de
muchas y variadas regiones, cada una con características humanas y étnicas especiales, con
costumbres, valores e identidad propia y dueñas de una memoria con impronta de región.
Unas son las regiones altas y frías de Cundinamarca, Boyacá y Nariño y otras las vastas y
cálidas llanuras orientales de Casanare, Meta,
Arauca, Vichada, Vaupés y Guaviare; otras también las que combinan montaña, selva y planicie llana como el Caquetá, Macarena,
Marquetalia, con los ríos Guayabero , Duda,
Orteguaza; las sabanas y costas de la región
Caribe; las hermosas Islas de San Andrés, Providencia, Gorgona y Malpelo; el entorno de la Sierra Nevada de Santa Marta; las regiones de marcada autonomía e identidad regional como
Risaralda -Quindío-, Tolima Grande y la antigua Provincia de Ocaña amalgama de cultura
Andina y Caribe; las de bosque abigarrado como
Choco, Amazonas y parte de Urabá; los pueblos
de la costa Nariñense y Caucana atados a gobiernos territoriales que los ignoran.
Pero Corolario de todo ello es que Colombia
tiene el segundo índice de fragmentación geográfica del mundo lo cual ha contribuido al
aislacionismo de nuestras poblaciones y ha impedido la intercomunicación, la integración del
Colombiano, a que nos reconozcamos unos a
otros. Se puede encontrar a dos individuos
connacionales que vienen de nichos ecológicos
muy distintos, lo cual les impide ver al país con
unos ojos más uniformes.
Estos aspectos o realidades han dificultado el
encuentro de la identidad que nos caracterice
como nación y en cambio han contribuido con
énfasis en la afirmación de las diversas identidades regionales. Esto, visto con cierta perspec-
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tro país. La cultura SNOB; el encanto por la
externalidad.
Desentrañemos algunas de las causas de este
desconocimiento e ignorancia de nuestro país.
Señalo, por ahora, una muy importante.
Parque Tayrona
tiva optimista, ha sido elemento enriquecedor
del hombre Colombiano.
En nuestra perspectiva positiva sabemos que
Colombia posee una alta porción de los páramos
del mundo, verdaderas fábricas de agua que la
minería y el avance desaforado de la frontera
agropecuaria están destruyendo lentamente , la
riqueza ictiológica y las especies forestales de la
costa Chocoana que extranjeros saquean impunemente, el potencial de las sabanas bajas y cálidas de Sucre, Córdoba, Bolívar, valles de Upar y
Magdalena medio y bajo; la maltratada reserva
hídrica natural de La Mojana; bosques secos y
húmedo-tropical en Amazonas, Caquetá,
Guaviare y Guainía, entre tantas tierras y recursos que la naturaleza nos ha deparado.
Durante cien años el país se rigió por la Constitución de 1886, que desconoció a nuestro mundo Indígena, a nuestras negritudes o de descendencia “Afro”; Constitución hecha por unos señores Santafereños encerrados en el altiplano,
que ignoraron la gran diversidad racial y cultural y que equívocamente nos presentaba como
un país de blancos, con características que no
correspondían a la Colombia real, al país de regiones que somos, y que invisibilizó no solo a
grandes sectores humanos de la población Colombiana sino también a la integralidad del entorno regional.
Solo hasta la expedición de la nueva Constitución de 1991 vino a reconocerse esa realidad,
nuestra diversidad, así sea de manera formal.
Sin embargo ello tendrá plena vigencia de manera gradual, con la perspectiva del tiempo, en
la medida en que el país lo asimile y nuestras
Instituciones le den valor y reconocimiento efectivo.
Hagamos una elemental comparación con
otros pueblos de nuestra América mestiza y tropical. Miremos por ejemplo lo que han sido los
No obstante, hecha esta panorámica y apreta- mexicanos en el amor, orgullo y aprecio por su
da recapitulación de lo que es Colombia, cabe ancestro aborigen, por su cultura y valores napreguntar: ¡¿Conocemos los colombianos a nues- cionales.
tro País?!
Muchos recorren el territorio nacional, van a
la costa, a los llanos o a la región andina y se
quedan con la sola apreciación de la epidermis
territorial, pero no alcanzan a conocer el entorno humano, lo que son y han sido sus gentes, su
cultura, costumbres y Folclor o bien lo que representan en el gran conjunto de la Nación.
Ignoran o conocen de manera superficial lo
que es, por ejemplo, la música, la cumbia, el
porro, el bunde, el currulao, el fandango, el
joropo de las sabanas y riveras de nuestros grandes ríos, ritmos como la Chirimía y otros del
enorme folklor de la costa pacífica, la bella cadencia de bambucos, pasillos y guabinas de la
región andina y ese pegajoso ritmo tropical de
nuestra costa caribe, los compositores y cantores Colombianos; así como la variada y rica gastronomía regional.
Parque Chiribiteque.
Así pues, debemos empezar a reconocernos a
nosotros mismos, lo que somos y representamos,
lo que son las raíces de nuestra nacionalidad y
lo que hay y vale en cada una de nuestras regiones; Es imperioso ir al rescate de nuestra Nación, haciéndole el reconocimiento y valoración
Como no conocemos a la Colombia real no teque nos permita la afirmación de nuestra idennemos el aprecio y el amor autentico por lo protidad.
pio, por lo que somos, y en cambio apreciamos
y admiramos más lo que viene de fuera de nues-
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¿MÁS IMPUESTOS?
Por: Fernando Torrado De La Rosa
Médico Cirujano U. de Antioquia
Hace más doscientos años los valientes comuneros con Galán a la cabeza no soportaron tanto
tributo del oprobioso régimen español y con
valentía y dignidad rechazaron esa afrenta a sus
menguados ingresos, por lo cual fueron
descuartizados y a la larga se enciende la chispa de la inconformidad y la rebeldía con las consecuencias por todos conocidas. Pero transcurre la vida republicana y los gobernantes después de la independencia heredan esa mentalidad alcabalera persistente, constante, regresiva
y cada dos años con bombos y platillos presentan las consabidas reformas tributarias, con la
intención de recaudar lo que por incapacidad
de generar ingresos nos imponen cada vez más,
empobreciendo a la clase media, asfixiando a la
clase baja y así poderse arrodillar a las multinacionales de crédito para conseguir recursos para
el pago de la impagable deuda externa, creciendo cada vez más, mantener la alta burocracia
parásita, lograr equilibrar la balanza de pagos,
sostener aunque sea en rojo el déficit en cuenta
corriente, en fin continuar como limosneros sobreviviendo con créditos para mostrar ante las
calificadoras de riesgo que sí podemos endeudarnos, y ante la OCDE que si podemos entrar a
ese “exclusivo club” de nuevos ricos, que tontería, que ridiculez mientras hay casi un cincuenta por ciento de la población en la pobreza, y un
trece por ciento en la pobreza absoluta.
Exijamos a los gobernantes cambiar esa mentalidad, hay que modificar progresivamente el
modelo económico, procurar generar riqueza
sostenible, tenemos recursos naturales y humanos suficientes, no feriar aquellas empresas que
en el pasado fueron joyas de la corona como
Telecom, los Ferrocarriles, Colpuertos, Isagen y
demás empresas públicas privatizadas a favor
de multinacionales y el gran capital. Manejadas
con transparencia y sin corrupción ni politiquería pueden producir tanto o más que unas reformas tributarias, disminuir el gasto público
con menos burocratitis, abolir instituciones costosas que no se necesitan como la defensoría del
pueblo, la procuraduría, la auditoría general, las
Comisiones y agencias nacionales de televisión
y de licencias, el consejo superior de la judicatura, las inoperantes contralorías departamentales y otros entes burocráticos inoficiosos que
cuestan más de cinco billones al año, recortar el
número de efectivos de la fuerza pública en un
sesenta por ciento, en Colombia hay quinientos
mil miembros de la defensa, dos veces el núme-
ro que hay en Brasil y México con cuatro y cinco
veces más población que nosotros, bajarle el
sueldo y eliminar prebendas a los congresistas,
a los magistrados y a los generales de la república, nivelarlos como en los países desarrollados de Europa y Asia.
A la clase política se les insta a ser consecuentes con el mandato popular, y no aprobar en el
Congreso esta reforma, que lesiona al Colombiano de ingresos medios y bajos; al pueblo colombiano a rechazar tanto atropello y a oponerse al incremento del I.V.A, y nuevos impuestos.
Existen suficientes: predial, a los combustibles,
a la renta, bebidas, a la telefonía, a los servicios
públicos, y muchos otros cuyo pago siempre se
traslada al consumidor final.
Por una Colombia justa, incluyente, equitativa, educada, sin corrupción (madre de todos
nuestros males) y por un mejor porvenir para
nuestros descendientes, manifestémonos sin
miedo.
SE FUE LA BRISA Y SÓLO
QUEDÓ EL SOFOCO.
Cuento. De Jorge Carrascal Pérez
Ibagué octubre 31 de 2016
Las pocas veces que la vi llevaba, además de
la austeridad en el vestir, la cara tallada por el
rústico e inclemente cincel de una vida llena de
necesidades, sufrimientos y amarguras. Nunca
quiso que volviéramos a cruzar palabra alguna,
pasaba de prisa como si alguien le hubiera arrebatado el derecho al descanso. Tan solo me miraba de reojo, con la cabeza visiblemente agachada tal vez sintiendo vergüenza de estar,
¡malhaya suerte!, mendigando una ayuda material que en muchas ocasiones le fue negada,
otras, dada a cuentagotas, y la mayoría por compasión de los que la conocieron en su juventud
pródiga en belleza, simpatía y con una bien
manejada coquetería que abarcaba timidez, candor, ingenuidad. Reía con bastante facilidad. Se
sonrojaba muy a menudo. Cuando ocasionalmente entraba a un lugar en busca de compasión y yo estaba ahí, enseguida daba la vuelta y
partía de la misma manera en que había aparecido: fantasmalmente. De inmediato me asaltaba el recuerdo de los rebuscados piropos que le
decía o el sencillo regalo de una cajita de Chiclets
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Adams que le daba cuando garbosa iba camino
al colegio llevando el maletín terciado, la merienda en una sencilla bolsa de crochet, los negros zapatos relucientes y el uniforme intachablemente limpio y planchado. De Igual manera
retornaban a la mente los bailes vespertinos el
domingo en los que usualmente, entre su mano
y la mía, había de por medio un fragante y delicado pañuelo casi siempre blanco y cuya función era secar el sudor que originaba el nerviosismo y la timidez o quizás tenía la premeditada intención, supongo ahora, de impregnar de
perfume la mano y dejarlo como recordatorio
de aquel romántico instante. También llegué a
visualizar su blanco y terso cuello luciendo una
negra y delgada cinta de terciopelo en cuyo centro, como un sol radiante, pendía un oscilante
aderezo rojo. Mientras tanto en el tocadiscos
volví a oír la canción de Pacho Galán: “Anoche,
anoche, soñé contigo/ soñé una cosa bonita/
qué cosa maravillosa ¡ay! cosita linda mamá/
soñaba, soñaba que me querías/ soñaba que me
besabas y que en mis brazos dormías ¡ay! cosita
linda mamá…”. ¡Por favor repítanlo otra vez!,
alegre pidió ella al terminar el disco de 78 rpm.
Y volvió a sonar la melodía y volvimos a bailarla. A medida que íbamos girando en el salón,
imaginé tener entre mis brazos a la princesa del
cuento de hadas. ¡Era tan hermosa y dulce!
Pasó el tiempo y ese mismo tiempo se encargó de separarnos. Yo me fui para Bogotá a estudiar en la universidad y ella se quedó en Ocaña
sumergida en la tristeza y el dolor de la ausencia. En vacaciones la veía muy poco. Parecía que
el ventarrón del destino la hubiera aventado lejos, muy lejos de mí. Después supe que se había casado “con un borracho, inútil y haragán
que le da mal trato al por mayor y a cada rato.
La he visto con huellas de las golpizas en su
cuerpo. Vive en los extramuros de Ocaña, en una
ruinosa casa” me contó un mutuo y viejo amigo
cuando pregunté por ella.
A mediados de Julio del año 70 me gradué de
Odontólogo y casi que a la par que recibía el
título, recibía también el sacramento del matrimonio. Gloria quiso conocer a Ocaña, y fue así
que un diciembre viajamos a satisfacer el deseo
de mi novel esposa. En una de las tantas salidas
a mostrarle los lugares turísticos, creo que fue
un sábado en el Agua de la Virgen, nos encontramos de sopetón con mi amigo Nada le importó la presencia de la recién conocida Gloria
para decirme: Aquella sigue igual de fregada.
Se llenó de hijos. Tres son varones y la mayor es
una niña que ahora mismo debe tener unos dieciséis o dieciocho años. Es el mismo retrato de
la mamá. Le hice guiños para que no siguiera
con el cuento. Y habiendo entendido la seña de
inmediato le tendió la mano a Gloria, me abrazó fuertemente, se despidió y se marchó. Mientras iba caminando le escuché canturrear la conocida ranchera “Ella” de José Alfredo Jiménez:
“Me cansé de rogarle, me cansé de decirle que
yo sin ella de pena muero. Ya no quiso escucharme y sus labios se abrieron fue pa’ decirme
ya no te quiero...”
Paseábamos por los alrededores del Parque
cuando vi venir a una agraciada mujercita que
me hizo poner la piel de gallina. El revoloteo
de mil mariposas en el estómago completó el
cuadro emocional. Los grandes ojos, la negra y
larga cabellera, el estilizado cuerpo, la pequeña
boca y los hoyuelos en las mejillas hicieron que
dijera para mis adentros: ¡Es su hija! Se me aguaron los ojos y los latidos del corazón sonaron
atronadores en el pecho. Creí delirar. Pasó a toda
prisa igual a ella. No me dio el chance de expresarle, a manera de bendición: ¡Ojalá no tengás
la misma mala suerte de tu desdichada mamá!.
A LA SAGA DE EDMUNDO VELASQUEZ
El abogado Carlos Arturo
Meneses Reyes ha enviado desde Costa Rica, para su publicación en la AGENDA de la Fundación CARO, nota que contiene el Prólogo que escribió sobre
el Libro CUATRO OBRAS POETICAS INEDITAS de Edmundo
Velásquez, quien con Adolfo
Milanés y Luis Tablanca conformo el núcleo de románticos trovadores de los TRES FELIBRES
que irrumpió en la literatura a
comienzos del Siglo XX. Bajo
esos seudónimos Santiago Rizo DE ASIS Y PANEGIRICO DE
Rodríguez, Euquerio Amaya UNAS MANOS”.
Rojas y Enrique Pardo Farelo
PRÓLOGO
dieron a conocer su obra poétiAl llegar a Costa Rica sabía
ca en la Revista “ESPIGAS”.
que encontraría la descendencia
Velásquez vivió en San José
del poeta, pues vivió en este
de Costa Rica más de tres décadas y allí se casó con doña Car- país durante 37 años. También
lota Brenes Arguello, Blanca podía comparar la fruta y el árMilanés en el mundo de la lite- bol de Cocoto, aquí conocida
ratura. Su hijo Santiago recopi- como Jocote. Esto, por cuanto el
lo esta obra que contiene “RE- inolvidable poeta fue quien lleTOÑOS Y CRISALIDAS, vo los tallos y ramas que prenANFORAS, SAN FRANCISCO dieron en las húmedas huertas,
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de las solariegas casas colonia- ca, enrumbo vuelo a Venezuela, pisaron sus pies las blancas
les ocañeras, en Colombia.
SANTIAGO RIZO RODRÍ- playas cubanas, país donde fue
GUEZ, fue el poeta y prosista linotipista e incursionó en el
conocido con el seudónimo de periodismo; por último, deleiEDMUNDO VELÁZQUEZ. taron sus ojos el embrujo verde
Nacido en Nueva York, el 22 de de Costa Rica, tal vez atraído
mayo de 1881. El entrañable por parientes suyos por parte de
amor al terruño de sus padres, su madre, doña Isabel RodríFrancisco Antonio Rizo e Isabel guez Carriazo, que habían arriRodríguez Carriazo, por su bado a Costa Rica a mediados
obra y dedicación conllevó a del siglo XIX y dedicado al coconsiderársele ocañero por mercio y la actividad agropeadopción; “el nacimiento es cuaria.
meramente accidente de relativas implicaciones en el acervo
sentimental del hombre”, acotó el hacedor de metáforas y
más directo conocedor de la
obra del maestro – poeta, el escritor ocañero Eligio Álvarez
Niño. El mismo registro’ en sensible alegoría y relato’ la fecha
del fallecimiento del poeta, en
la ciudad de San José, Costa
Rica, el 11 de diciembre de 1954.
El itinerario de su obra literaria acorde con el lugar y año de
su producción; legando la
permisibilidad de su ubicación
en los innumerables manuscritos, que permitieron el examen
y clasificación de la presente
recopilación. Al pie de su producción sentaba el poeta
“Ocaña, en las montañas de
Santander”; al escribir en la Costa Atlántica, sobre todo en la
ciudad de Barranquilla: “Frente al mar Caribe”. Su pasión de
trashumante no le permitió en
su juventud puerto fijo. De
Nueva York le llevaron sus padres, aún niño, a Ocaña. De las
ariscas montañas de esa comar-
EDMUNDO VELÁZQUEZ SANTIAGO RIZO RODRÍGUEZ - entabló noviazgo con
la prestante dama Josefina,
doña Carlota Brenes Argüello.
El destino deparaba que su inquieto corazón, orfebre en el tinglado sensible de su valiosa
producción literaria, cuál volcán en erupción de canciones y
sonetos, encontrara en estas tierras de volcanes a quien fuera
su compañera del alma, de
cuya unión nacieron un hijo y
una hija. Don Santiago y doña
Carlota fueron dos cantores enamorados en el campo de la lírica y la producción del arte.
Su gran amigo ADOLFO
MILANÉS, vate de la ciudad
de Ocaña – Colombia, de dimensión nacional e internacional, intercambió en el endiosado lenguaje de los orfeos, comunicación con un alma gemela, femenil aliada de su amigo
al que llamaba hermano, “el
andariego”. Ese cantor ocañero,
que junto con su coetáneo conocido como Luis Tablanca (Enrique Pardo Farelo) constituían
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el trío literario de Los Felibres;
por lo portentoso de su creación
y la influencia de su armonioso
ritmo, expresaba en el vuelo de
sus cartas que por allá en la lejana Costa Rica se encontraba la
diosa gemela de su poesía,
quien firmaba como BLANCA
MILANÉS.
Con la presente publicación
de Poesías Inéditas de Edmundo Velázquez, aspiramos contribuir a una fase de retorno de la
literatura de antaño. Culmina
con la satisfacción conjunta por
la seguridad que brinda que en
los diversos estantes de las bibliotecas públicas en Colombia
y Costa Rica, adónde llegue el
presente libro, podamos exclamar que queda lo escrito del
maestro – poeta, radiante, perenne, alimentando la sed de
lector que encuentra en los poetas lenguaje de vida.
Esta compilación se logró gracias al empeño y dedicación de
Don Santiago Rizo Brenes, hijo
del maestro poeta. El acepto mi
propuesta, que le brindaba
oportunidad de culminar la iniciativa, que abrigaba desde
años atrás, de devolver el venero de las obras inéditas de su
padre. De mi parte, logrado asidero a la inquietud “para que
la orfebrería coruscante de sus
creaciones poéticas no quede
sepultada en las sombras”,
como en estilo incomparable
clamaba a su mentor de siempre el poeta ELIGIO ÁLVAREZ NIÑO de su adoptiva
Ocaña.
CARLOS ARTURO MENESES
REYES. Doctor en Derecho de
la Universidad Nacional de
Colombia. Abogado-Notario
Universidad de San José de Costa Rica.
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ME ATAJARON CON UNA AREPA
Por: Jorge Carrascal Pérez
Eran como las seis y media de la tarde cuando
después de cotorrear frente a la “Clínica Divino
Niño”, me despedí de Carlos Jácome Vergel y
Álvaro Quintero Arévalo para ir a comprar pan
y llevarlo a casa. Durante el trayecto que me separaba de la panadería, percibí el característico
y subyugante olor a arepa ocañera que expelía
uno de los muchos sitios en donde las venden.
Nunca he podido saber qué seduce más si el olor
a pan recién horneado o el de la arepa recién
asada. Me asomé y pude detallar las mesas cubiertas por llamativos manteles de color verde
claro y cuatro fotografías que mostraban la catedral de Santa Ana, el santuario del Agua de la
Virgen de Torcoroma, la columna de la Libertad de los Esclavos y el monumento a Cristo Rey
que adornaban las blancas paredes de aquel
atractivo lugar. En la puerta de entrada colgaba
un llamativo pendón en el que se podían leer
las diferentes presentaciones de la arepa con sus
precios, y al final del listado unas sugerentes
frases de agradecimiento y cordial invitación
escritas con indudable estilo Ocañero:
AREPA CON CARNE $ 3.500
AREPA CON QUESO $ 2.000
AREPA CON HUEVO PERICO $ 2.500
AREPA CON AGUACATE Y QUESO …$3.500
LOS PRECIOS INCLUYEN
CAFÉ NEGRO, CAFÉ CON LECHE
O AGUEPANELA.
GRACIAS POR VISITANOS
Y APOYAR ESTA MICROEMPRESA
FAMILIAR.
¡VOLVÉ PA’ TENER
EL GUSTO DE ATENDETE!
sacerdote en San Calixto, la mamá es Torcoroma,
la dueña de este negocio. Tuve la malévola intención de manifestarle: ¡Muchas gracias chisme fresco!, pero el recato y la prudencia agarraron por el cuello la lengua y la ahorcaron.
La arepa no es simplemente un alimento, o el
reemplazo del pan, o uno de los tantos derivados del maíz sino la identidad gastronómica,
cultural y social de una región. Igualmente es la
íntima relación entre lo que llamamos el sustento
y la comunidad, el medio ambiente y los rasgos
histórico-sociológicos. Esa debe ser la razón por
la que todos los días que como arepa -gracias al
Creador y a mi tolimense esposa a la que mamá
le dictó intensivo curso de cómo hacer arepas
ocañeras, a cambio de lechona espinaluna, siento que estoy comulgando con una enorme hostia de maíz, causante de las más sacras evocaciones: el rumor de las nubes cruzando el azulino cielo de Ocaña, la íntima Primera Comunión,
el idílico hechizo del primer beso, la eterna amistad con el compañero de colegio, el llamado de
las campanas a la misa dominical, la bramante
brisa que iza los barriletes hasta el más allá, el
delicioso sabor de las cocotas, la piadosa bendición de los papás, las mirlas que cantan en el
florido barbatusco y el doloroso momento de la
despedida.
El laborioso proceso de hacer la arepa, moler
el maíz previamente cocido era quizás el que
menos nos llamaba la atención. De hacerlo sólo
se escapaban los niños o los que estaban estudiando o haciendo tareas escolares. Papá era el
primero en la lista de aptos para prestar ese servicio militar obligatorio.
Los pasos previos a la molienda eran estos:
Con una cuchara grande de madera o de peltre
se sacaba de un perol el maíz todavía caliente y
se aprovisionaba la máquina de moler marca
Corona. Con la manivela se hacía girar un disco
dentado por donde salía una ondulada y larga
tira de masa que caía en una vasija. Al terminar
la molienda de todo el maíz cocido, la mamá lo
recogía y le daba forma de bolas del mismo tamaño. De ahí y con hábil mano iban apareciendo las redondas arepas.
Debí esperar unos quince minutos mientras un
rollizo señor se levantó de la silla, pagó lo consumido y se despidió con un familiar e inesperado consejo: “las que llevan aguacate y queso
están como pa’chuparse los dedos”. Fue cuando pude sentarme. El resto de la mesa lo ocupaba una joven pareja y su hijo. Al instante llegó
una cari bonita y cincuentona mujer que, dejando entrever una sonrisa respaldada por envidiable dentadura, saludó y me preguntó qué iba a
comer. Sin titubear le contesté: ¡Lo mismo que Por todas sus bondades me atrevo sugerirles
el señor que acaba de pararse!. El imberbe mu- el consumo de la sabrosa arepa ocañera, eso sí
chacho que me quedó de vecino, notando mi embutida con queso y aguacate.
asombro por la forma atenta como fui atendido,
creyó oportuno explicarme: Se llama Guadalupe, le dicen Lupe, tiene un hermano que es
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Periscopio
* Todos los miembros del Centro de Acción Regional de Ocaña
registramos con honda satisfacción el franco proceso de recuperación de su salud que experimenta el Presidente de nuestra Fundación, medico JORGE
LEMUS LANZIANO. Anhelamos que su bienestar se consolide para bien de su familia, de
la sociedad Ocañera a la que Jorge ha brindado con desprendimiento y entrega profesional sus
servicios como cardiólogo, especialmente a los humildes, así
como para la Fundación Caro,
de la cual Jorge es valioso integrante.
* Nuestra Asociación y la dirección de esta Publicación auguran a todas las familias
Ocañeras y de su región, una
navidad en paz, alegría e integración, con la fundada esperanza en un nuevo año pleno de
prosperidad y realizaciones positivas.
* Por el contrario, contra las
sentencias de la Corte Suprema
de Justicia y el Consejo de Estado, si procede la acción de tutela, que será resuelta por una Sala
de Decisión de la misma Corporación.
zadas del mismo orden, y contra los particulares.
* La Corte Constitucional solamente conoce de la Revisión
de las sentencias de Tutela que
profieran las autoridades judiciales relacionadas en los numerales anteriores, a solicitud de
un magistrado de la propia Corporación, del Defensor del Pueblo y de la Agencia Nacional de
Defensa Jurídica del Estado.
* De las acciones de tutela que
se interpongan contra autoridades del orden nacional, ejemplo,
Presidente de la República, conocen en primera instancia los
tribunales superiores, adminis- * COLETILLA. Al Oído de
trativos y consejos seccionales nuestros Alcaldes, como Jefes de
de la judicatura.
Policía, y a la fuerza uniforma* Los jueces del circuito cono- da, recordamos la importancia
cen en primera instancia de las de precaver daños a la salud de
acciones de tutela que se inter- los niños, a su integridad y a la
pongan contra cualquier orga- tranquilidad de las familias, hanismo o entidad descentraliza- ciendo cumplir las normas del
da del orden nacional. Ejemplo, Código de Policía sobre NO uso
superintendencias y estableci- de la POLVORA; así como la
mientos públicos; o entidades necesidad de emplear los mepúblicas del orden departamen- dios de difusión para educar y
tal; ejemplo, gobernadores, o prevenir las graves consecuenentidades descentralizadas del cias de esta perniciosa práctica.
mismo orden territorial.
SON CINCO las acciones pe-
* Píldoras Jurídicas. Acción de * Los jueces municipales conoTutela.
cen en primera instancia de las
* Contra las sentencias de la acciones de tutela que se interCorte Constitucional no procede pongan contra cualquiera autola acción de Tutela, porque es el ridad pública del orden distrital
organismo de cierre de la juris- o municipal; ejemplo, alcaldes
dicción constitucional y cabeza mayores, distritales o municipade la misma.
les y las entidades descentrali-
ligrosas que deben restringirse:
PRODUCIR, ALMACENAR,
TRANSPORTAR, DISTRIBUIR
O USAR POLVORA.
EL LEON DE DAMASCO
Por: Etrusco
El viejo “León” y el paseo campestre por Prosiguió su marcha y antes de desembocar
Abrego.
en el parque frenó su camión frente al almacén
El tropel de muchachos subía por una cuesta de expendio de textiles que, con su hermano,
ligeramente empinada de la calle de “El tenía en la “calle de los turcos” ahora llamada
Tamaco” cuando apareció por una esquina el La franja de Gaza. Desde allí atendían la deman“León de Damasco”. Era un pintoresco camión da de finas sedas, coletas y géneros o telas para
que para los ojos infantiles parecía de enorme las damas de la población y también abastecían
tamaño, pintado de variados colores y en el fren- a pueblos del entorno provincial.
te su desafiante nombre. En el timón, don Isaías
Sus vecinos y competidores eran casi todos paiElam, quien así había bautizado a su carro tal
sanos llegados de esas distantes tierras del
vez en memoria de la lejana Turquía.
oriente, Líbano, Siria, Turquía y Palestina; y enLa tropilla infantil saltó a un lado de la angos- tre ellos don Manzur, Name, Zagia y Hacip que
ta calle y desde el sardinel agitaba sus brazos habían aclimatado su existencia en el solar de
hacia el conductor. Don Isaías, hombre de aspec- Euquerio y de Margario, por la atracción de su
to bonachón, rostro cetrino acentuado por su in- agradable clima, la bondad y señorío de sus
separable tabaco que sesgado sostenía en su
gentes, sus mujeres tradicionalmente hermosas
boca, detuvo su camión y les gritó “arriba muy también el rico sabor de la cebolla roja que
chachos los llevaré hasta el parque”.
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descubrieron como adecuado
ingrediente para elaborar los
kibbes, y degustar con el tabule,
el tahine y otras delicias de la
comida oriental o árabe.
Se acabó el paseo dijo el conductor descendiendo de la cabina. Ya llegamos repitió ante la
vocinglería de sus improvisados pasajeros; sigamos, decían
cuando Isaías les reclamó: entonces adónde quieren ir de paseo? ¡Queremos ir a Abrego! contestaron, pues pensaban en la
excursión que, con su profesor,
tenían proyectada en el colegio.
Escucharon cuando Isaías, recordando el próximo recorrido
de sus ventas decía a su hermano: el martes tengo que llevar
unas telas a Abrego. Sin tardanza le pidieron que les ayudara
para efectuar la soñada excursión y les acercara a dicha población, y el hombre asintió risueño a la petición.
Adelantando los preparativos
del paseo que al siguiente día
emprenderían, el maestro Gratiniano les dijo con preocupación, pero es que no hay carro y
es costoso contratar una “chiva”
donde quepamos todos. No
importa ya tenemos transporte.
Sí, “El León de Damasco” replicaron estos. Don Isaías nos llevará.
Muy temprano en la esperada
mañana, apretujados en el camión en medio de su agitación
y alegría, los estudiantes abordaron el viejo León que arrancó
estrepitosamente por la calle
empedrada; hizo sonar su bocina al paso por el mercado público, a esa hora lleno de campesinos, carros que llegaban con
víveres y los presurosos compradores de abastos. El vehículo enrumbo hacia Abrego, pasando por La Ermita y Guayabal para detenerse en Chapinero, lo que les permitió saborear allí Kola Calle o una Favorita, bebidas gaseosas de fabricación local.
Reanudada la marcha por una
carretera destapada pero bien
conservada no tardaron en divisar la población de su destino
que se destacaba en la llanura
por la blanca torre de su iglesia.
Entraron por la calle principal
que a la vez era el paso o vía
nacional hacia Cúcuta; ante sus
ojos desfilaban casas con fachadas de colores y luego la amplísima plaza o parque arborizado
en cuyo entorno se encontraban
la sede de la Alcaldía, otras oficinas públicas y la casa cural.
y recorrieron el sendero que era
como una calle albaicinera,
pues todas las casas lucían sus
muros blanqueados con carburo o cal, al igual que el recinto
escolar donde bajaron a descansar y consumir su merienda.
Avanzando la mañana emprendieron la caminata hacia la
vereda de “La María”, dejaron
las últimas casas con grandes
solares en las afueras del pueblo, se detuvieron frente a la represa de aguas del Algodonal,
rodeada de arbustos que ocultaban los palos de guayabas,
caimitos y grosellas y más allá
se insinuaba la vasta sabana en
donde con los sembrados de
cebolla y tabaco se mezclaban
incipientes cultivos de Olivos y
la construcción de rústicos canales de irrigación con agua tomada de la abundante corriente del
cercano río.
En algarabía alegre y bulliciosa marcharon por un sendero
empinado que a medida que ascendía permitía apreciar los riscos y la hermosa arboleda inclinada sobre el río y escuchar el
rumor de las aguas en la profundidad de su cauce. El torrentoso
río, formado por las quebradas
Por una vía empedrada que de Oroque y Riofrío que nacen
les indicó don Carmito Torrado, en la cumbre de Jurisdicciones
se fueron buscando la Escuela u Oroque, descendía estrepito-
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samente por un lecho de capriEL ESPARCIMIETO
chosas vueltas rocosas y enorJUVENIL
mes piedras con las que al cho- Los muchachos Ocañeros buscar se oxigenan sus aguas dán- caban esparcimiento de difedoles a ellas el sabor de un li- rentes maneras, unos disfrutacor insuperable.
ban las tardes del sábado o doEntrado el mediodía arribó la mingo jugando en los billares
alegre tropa al risueño caserío situados al frente del Colegio
de La María, donde era dueño Caro, uno en el Hotel Alcázar
y señor Toño Arévalo, Abre- del señor José Rodríguez y sus
guense, de sonrosado rostro y hijos y el otro establecimiento
amables ademanes que de in- del señor Luis Felipe Torrado,
mediato los hizo seguir al este último atendido por “Caamplio corredor de la casona. taplasma”, un pálido y langaToño, ya avisado por el Maes- ruto personaje implacable con
tro de la Escuela, les tenía pre- los menores de edad a quienes
parado suculento sancocho de no permitía la entrada. En esos
“gallina de campo” de su bien billares los jóvenes se aglomenutrido corral, y que luego raban a presenciar el duelo enacompañaron con el sabroso tre los mejores billaristas. Allí
guarapo de caña.
mostraban su habilidad Jairo
El paisaje campesino era in- Gandur, Enzo Grimaldi, Alonso
comparable por el vistoso en- Esper y el “Yoli Quiñones”, entorno de la serranía, la verdura tre otros diestros jugadores; y alde la tierra labrantía, los arro- rededor de su juego se hacían
yos que se deslizaban de la apuestas como en las riñas de
montaña y las altas cumbres del gallos del “Bar Colombia” de
Oroque, gran mirador de la don Pedro Quin.
geografía de la región. Todo ello
mantuvo encantada a la muchachada que disfrutó esa caminata por la cordillera, motivo de
una insospechada experiencia.
Esa altura que dejaba divisar
en la lejanía las inmensas sabanas del Magdalena Medio, hasta entonces centro de la actividad colonizadora de los finqueros y labriegos ocañeros, fue
para los estudiantes y su profesor una gratísima vivencia que
recordaron por muchos años.
El regreso a Abrego fue un
agradable descenso y ya, con la
caída del sol, dejaron atrás al
pueblo que había deparado tan
grata impresión a sus ávidas
mentes; retornaron a Ocaña al
anochecer cuando su luz nocturna despertó a quienes venían
adormilados por el cansancio.
En la mañana del siguiente día
de clases todos pugnaban por
hacer a sus compañeros la narración atropellada de su correría.
Otros se iban al teatro “Granada” donde don Hacip su propietario, ejercía de operario y
publicista. Allí veían buenas
películas del cine norteamericano o algunas francesas, Sofía
Loren, Gina Lollobrigida,
Silvana Mangano; también asistían a los Teatros “Avenida” y
“Morales Berti” donde exhibían
cintas Mexicanas lo que les permitía admirar a actrices como
María Feliz y Libertad
Lamarque y a cantantes como Pedro Vargas,
Jorge Negrete y Pedro
Infante, este último
ídolo de muchísimos
jóvenes.
ENCUENTRO
CON LA MUSICA
TROPICAL
Una tarde al pasar
frente al Café Bar del
Hotel Alcázar, nos detuvimos al escuchar
las notas entre graves
y alegres de un sonoro acordeón interpretado por un hombre alto y fornido, que lucía
sombrero “vueltiao”. Era una
voz fuerte y maciza propia de
un campesino de las sabanas
del Magdalena, que se acompañaba del instrumento ejecutado
con agilidad y virtuosismo. De
las manos de este “morocho”
surgía una música con la cadencia y el sentimiento del artista
nato,
“Este pedazo de acordeón
donde tengo el alma mía,
allí guardo mi corazón,
con el espanto mis penas
y gozo mis alegrías”.
Se trataba del “negro” Alejo
Duran Díaz nacido en la sabana ardiente de “El Paso” dentro de lo que eran las tierras de
la Hacienda “Santa Bárbara de
Las Cabezas”, de los hermanos
Alejandro, Arístides y German
Piñeres. Allí, ese hombre que
jamás pisó una escuela de música, en armonía con la exuberante naturaleza inspiró su canto contemplando en las noches
tibias el alto cielo estrellado o
quizá absorto en el nocturno
sonido del silencio.
Con un instrumento que don
German le trajo de Barranquilla,
seguiría los pasos de su padre
Nafer y sería, años después, el
primer “Rey Vallenato”, coronado en las fiestas bulliciosas
del Valle de Upar.
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