10A Opinión - El Diario de Sonora

10A Opinión
EL DIARIO DE SONORA
JUEVES 8 de Diciembre del 2016
Jorge Fernández
Menéndez
México, ante los juegos
de China y EU
E
ra septiembre de 1992
y me sorprendió recibir una invitación del
gobierno de Taiwán
para realizar una visita de diez
días a la isla, en disputa con
China desde 1949, cuando Mao
Tse-Tung tomó el poder en la
China continental y las fuerzas
de Chiang Kai-Shek se refugiaron en Taiwán.
Durante años, Taiwán fue
reconocida por la mayoría de
las naciones y tenía la protección militar de Estados Unidos
y Japón. En los 60 y 70, Taiwán
desarrolló en forma espectacular su economía, mientras China sufría hambruna y los costos
de la revolución cultural y otras
ocurrencias que costaron millones de muertos en ese país.
Pero en 1979 con los acuerdos entre el gobierno chino y el
de Richard Nixon, Estados Unidos cambió su política y reconoció como legítimo al gobierno de la China continental. Ese
país ocupó su lugar en el consejo de seguridad de la ONU
y Taiwán dejó de tener reconocimiento diplomático. China impulsó, además, la política de “una sola China” que terminó incluyendo la incorporación de Hong Kong y de Macao
a su soberanía.
En 1992, comenzaba un
periodo de apertura política en Taiwán que se profundizó años después, pero su eco-
nomía era, y sigue siendo, eficiente y desarrollada. México
en ese momento estaba negociando el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y
Canadá, había caído el muro de
Berlín y se había autodestruido
el llamado campo socialista. Y
en ese momento llegó la invitación de Taiwán. Por supuesto que acepté.
Fue un gran viaje en un gran
país, plagado de entrevistas y
recorridos y una tarde pude
entrevistar al entonces canciller.
En la plática me dijo que estaban muy satisfechos de la relación comercial que mantenían con México, pero que ella
se ampliaría mucho más ahora que estaban negociando un
Tratado de Libre Comercio.
Me sorprendió, pensé que era
un problema de traducción y le
pregunté si hablaba del Tratado
de América del Norte. Me dijo
que no, que Taiwán y México
estaban negociando su propio
tratado comercial. Llegué de regreso a México y esa noticia fue
la que encabezó la serie de reportajes que hice sobre ese viaje en el periódico en el que entonces trabajaba.
Nunca imaginé la reacción
que siguió a ella. Inmediatamente después de publicada llegaron desmentidos de Fernando Solana, entonces secretario
de Relaciones Exteriores, de la
embajadora Sandra Fuentes
Berain, especialmente agresiva, de la secretaría de Comercio, preguntas de la embajada
china: todos dijeron que nunca se había dado una negociación con Taiwán. Los únicos
que jamás desmintieron la
información fueron los propios funcionarios de Taiwán
y en última instancia yo tenía la grabación y mis notas
de esa entrevista. La reacción
parecía ser dirigida mucho
más a tranquilizar a la República Popular China y a Estados Unidos que a desmentir a
un periodista al que su fuente nunca desmintió. En todo
caso surtió efecto: la historia
se murió en unos días y nadie
más volvió a hablar de un Tratado de Libre Comercio con
Taiwán.
Todo esto viene a cuento porque otra vez, pero 24
años después, Estados Unidos, Taiwán, China y México
son parte de un juego diplomático en el que hay que tomar en cuenta que tenemos
mucho que perder y poco que
ganar. Trump agitó las aguas
previendo una guerra comercial con China y, sorpresivamente, aceptó una llamada de
la presidenta de Taiwán. Desde 1979 ningún presidente de
Estados Unidos (en funciones
o electo) tenía comunicación
directa con un mandatario de
Taiwán. Ello encendió las luces rojas en Pekín que envió
una nota diplomática de protesta a Washington. Con China se disculpó Barack Obama,
pero no Donald Trump.
Por otra parte, China comenzó una operación de
acercamiento con los países
que habían firmado el Tra-
tado Transpacífico, dado por
muerto por Trump. Un tratado que paradójicamente fue
creado para fortalecer la zona comercial del Pacífico, pero también para aislar y competir con China. Y el embajador de China en nuestro
país ofreció, además, ocupar los espacios que pudiera dejar libre Estados Unidos
si Trump desconoce el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte.
Seguramente, no tiene nada que ver con ello, pero quiso la casualidad, que al día siguiente en la muy exitosa fase cuatro de la Ronda Uno de
licitaciones petroleras, dos de
los principales campos de explotación de crudo en el Golfo
de México, quedaran en manos de empresas chinas, uno
de ellos apenas a seis kilómetros de la frontera marítima
con la Unión Americana.
Mientras tanto, lejos de
los juegos diplomáticos el
conflicto sobre las islas Sensaku, que se disputan China, Taiwan y Japón, e ignorado en los medios de esta parte del mundo, está escalando
peligrosamente con la presencia militar de esos cuatro países frente a las islas.
Qué bueno que haya inversiones chinas y de cualquier país del mundo. Siempre son bienvenidas. Pero también debemos recordar que formamos parte de
un bloque regional donde no
podemos jugar con la geopolítica. Lo decíamos el lunes y
debemos reiterarlo: puede ser
que a veces no nos gusten los
vecinos, pero no por eso podemos mudarnos de calle.
La frase de hoy:
“En época reciente se ha registrado un
aumento notable de estas distracciones como
resultado del uso de los teléfonos celulares por
los conductores. La distracción derivada del
uso del teléfono mientras se conduce puede
trastornar el manejo”.
VERGÜENZA
El escándalo del baile de los miles o millones de
pesos que gasta el Isssteson en pensiones a varios personajes de la política y otros no tanto, pero que sorprenden el alcance o contacto que tuvieron para ‘ganarse’ una jugosa jubilación que sería envidiada por
los más prominentes empresarios, parece que apenas empieza y podría destapar peores cosas y casos.
Evidentemente las investigaciones al interior de
la historia del Isssteson sería una que pisará callos y
juanetes a más de tres que tuvieron en su firma el poder de hacer ricos a varios y aunque se podría reconocer que existen carpetas bien respaldadas, estaría
la duda sobre la gran mayoría de los que fueron jubilados con ciertos privilegios.
Pero lo que terminaría por provocar el enojo general de los que a diario salen a trabajar y esperan tener
un retiro digno, sería la intención de algunos cuantos
que, al sentirse ofendidos ante el recorte de ese herencia administrativa, intenten defenderse con amparos
y no permitan que se les retiren esos miles de pesos.
La molestia tendría varias respuestas, para empezar por parte del gobierno que seguiría en su labor de
convencerlos a que los ayuden tantito para recuperarse del debacle financiero que les dejaron, además
de permitirles tomar aire para adquirir el tan necesitado medicamento que le urge a otros.
Eso generaría que más de tres recuerden a Julión
Álvarez y les canten ‘Y me das vergüenza’ a todos o
todas las que se niegan a apoyar al gobierno y a los
beneficiarios del Isssteson que no tienen esas pensiones tan jugosas y en verdad luchan día a día para que
su retiro les alcance.
A la cantada bien podría unirse el Secretario de
Gobierno, Miguel Pompa que tendría la tarea de entablar conversaciones conciliatorias con los beneficiados y entre todos cantarían a los que otorgaron las
pensiones... ‘Andabas regalando saldos a otro trabajador como si nada, creo que se te olvido que yo también aportaba y mira que vergüenza siente mi alma’.
Los que están urgidos de tener una pensión digna y que ahora se dan cuenta de la diferencia entre su
historia y la de los que ganan más de 100 mil pesos,
pero que se niegan a apoyar la causa gubernamental,
seguirían cantando... ‘Pensaba que te ibas a ofrecer y
ayudarías, dos inviernos ya esperé que tontería, ahora vas con un juez y hasta te ampararías’.
Entre afectados y funcionarios que intentan tener el apoyo de los que han gozado por años de sus
pensiones de cientos de miles de pesos, se escucharía la postura en contra de los que quieren seguir ordeñando al Isssteson, lo que desataría que de nuevo
les canten... ‘Y me da vergüenza porque otro millón
como si nada entra en tu vida y nos niegas los pesos
y las medicinas que deberían ser mías’.
Vaya hasta el mismo Enrique Claussen tendría
que ponerse en un plan de político duro, enfrentar
a los que se niegan a colaborar con el gobierno y los
trabajadores que saben del hoyo financiero que tiene la institución estatal para cantarle a los jubilado
ricos... ‘Y me da vergüenza porque todos saben que
siempre te he ayudado y a mi negociación la dejas
humillada, estoy tan enojado’.
El mismo director del Isssteson no tendría mucho por hacer y ante la posible negativa de maestros, exfuncionarios y los elegidos, repetiría... ‘Pensaba que me ibas a querer y te insistía, con convenios ya traté, que tontería ahora vas con un juez y
ni me miras’.
Después de todo, se tendría que saber quién sería
el primer valiente en pelearse ante alguien que puede verificar detalles claros de cada expediente y tal
vez encontrar errores que hasta podrían minimizar
su actual ingreso hasta por debajo de los 75 mil pesos que, después de todo, no deberían ser despreciados por todos los que volverían a recuperar su tope
dentro de poco tiempo.
Quedaría entonces en manos de los más ambiciosos el pelearse con la gallina que da los huevos de oro
y de paso enfrentarse con la dirección jurídica estatal
que busca, hasta el momento y por las buenas, que
todo eso de las pensiones se arregle de la mejor manera y sin jueces de por medio.
FERNANDO MOCTEZUMA PEREDA
DIPUTADO FEDERAL POR HIDALGO
Pascal Beltrán del Río
Tres varas
H
ay momentos en
los que la política mexicana asemeja el guión de
una mala comedia de enredos.
Uno de ellos es el que vive actualmente el panismo a causa
de nuestra enrevesada legislación electoral.
En el escenario figura una
exprimera dama que ya ha declarado plenamente sus aspiraciones presidenciales, un dirigente nacional que no las admite públicamente, pero que aprovecha el cargo para promover
su imagen, y un gobernador
que pretende hacer lo mismo,
pero al que la autoridad electo-
ral se lo impide.
Empecemos por el último
acto: el primero de diciembre,
la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional
Electoral (INE) ordenó al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, abstenerse de destacar en entrevistas periodísticas las cualidades personales y
logros de su gobierno que pudieran posicionarlo con fines
electorales.
Los consejeros Adriana
Favela, Beatriz Galindo y José
Roberto Ruiz decretaron medidas cautelares para retirar de
internet una entrevista televisiva en la que consideraron que
las respuestas del mandatario
estatal “se alejaron del deber
de cuidado que debe observar,
con lo cual se podría violar el
principio de equidad de cara
al Proceso Electoral Federal
2017-2018”.
Curiosamente, la decisión
de los consejeros consigue justo aquello que pretende combatir. En los hechos, limitar las
expresiones de uno de los contendientes, aun cuando éste sea
servidor público en funciones,
volvió inequitativo un proceso
interno que ya está corriendo
en términos de real politik.
Y es que la circunstancia favorece a Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe
Calderón, quien publicó un libro en el que hace explícita su
pretensión de ser la abanderada
del blanquiazul, y para su promoción concedió entrevistas a
todos los medios sin ninguna
restricción legal, pues no ocupa cargo público alguno.
A esto hay que añadir que las
empresas encuestadoras ya elaboran sus estudios de opinión
colocándola como primera o
segunda opción del blanquiazul en la carrera por Los Pinos.
Estos sondeos gozan de amplia
difusión, lo que equivale a que
su nombre adquiera aún mayor
resonancia, máxime si desde ya
se le ubica como favorita.
El dirigente nacional Ricardo Anaya no ha hecho explícitas sus ambiciones, que son
claras y evidentes para las corrientes internas opositoras que
le demandan no valerse de su
puesto para promoverse.
Con buen oficio, el joven líder ha esquivado los reclamos
de sus detractores –que le exigen piso parejo– e incluso ha
enfrentado con éxito las denuncias mediáticas sobre su
patrimonio.
Esa misma habilidad le ha
servido para publicitar su imagen en los spots televisivos de su
partido sin que se les considere propaganda anticipada, co-
mo quedó de manifiesto con el
aval que les otorgó el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de
la Federación.
Frente al activismo de sus
dos adversarios, uno abierto y
el otro más sutil, el gobernador Moreno Valle queda ahora paradójicamente en desventaja. En caso de no prosperar
sus impugnaciones, deberá esperar al primero de febrero de
2017, cuando deje el cargo, para poder hablar sin tapujos de
sus ambiciones y de los méritos que asegura tener.
Este episodio exhibe que la
legislación electoral es inconsistente con una realidad dinámica en la que ya es prácticamente imposible poner freno a los
legítimos anhelos de los actores políticos.
No deja de ser peculiar que
esta triple vara para medir a
precandidatos presidenciales
ocurra justo en Acción Nacional, un partido que desde su
origen ha propiciado la con-
frontación abierta y directa entre sus militantes como parte de
su cultura política competitiva.
Fruto de esa tradición fue la
propia candidatura presidencial
de Vicente Fox, primer mandatario federal emanado de las filas panistas, quien inició su carrera hacia Los Pinos en 1997,
cuando aún no llegaba a la mitad de su periodo como gobernador de Guanajuato.
Nadie en aquel momento
pensó que Fox estuviera violentando algún principio de equidad; por el contrario, la alternancia en una Presidencia hegemonizada por el PRI aún sonaba a utopía.
Tampoco nadie lo pensó
respecto de Andrés Manuel
López Obrador, quien tejió su
candidatura desde la Jefatura de
Gobierno capitalina y a cuyos
reclamos en 2006 obedeció el
diseño de las intrincadas reformas electorales de 2007-2008
que nos tienen en esta absurda
situación.