Estamos cerca de concluir un año litúrgico más. El

Se puede iniciar con un canto.
Estamos cerca de concluir un año litúrgico más. El cerrar ciclos nos recuerda que nada en
el universo es estático, todo lo contrario, es proceso, transformación, camino…; es llegar
al final de una etapa para iniciar una nueva.
La Iglesia, la comunidad de los creyentes, vive en camino, conoce su destino; y durante el
año litúrgico celebra su peregrinar hacia el cumplimiento de la promesa: El encuentro cara
a cara con su Dios.
Nuestra vida de fe se alimenta de la vivencia de la liturgia, de sus colores, sus sonidos, su
ritmo. La liturgia nos hermana a todos los creyentes, nos une y alimenta; nos reúne en un
solo pueblo que camina al encuentro con su Dios.
Somos peregrinos en busca de la fuente que sacia la sed de perdón y amor; que da paz y
gozo al corazón, que inunda de energía y luz nuestro interior; vamos caminando al
encuentro de lo único que llena todo vacío y da plenitud a la existencia.
San Agustín lo dijo así: “[Señor Dios], nos creaste para ti y nuestro corazón andará
siempre inquieto mientras no descanse en ti”.
Este deseo de Dios es la motivación profunda de cada ser humano en su paso por la vida;
deseo de Dios que muchas veces tardamos en reconocer, en nombrar y acoger. Otras
veces permitimos que amenore su fuerza, que pierda la dirección y puede ser que
dejemos apagar su voz.
MEDITAMOS:
Podría ser tiempo de preguntarse, ¿cómo está mi deseo de Dios?, ¿cómo se manifiesta?,
¿cómo lo alimento?
Momento de silencio (pueda haber música de fondo).
Hay algo que Pedro no olvida: "Tú tienes palabras de vida eterna". Siente
que las palabras de Jesús no son palabras vacías ni engañosas. Junto a él
han descubierto la vida de otra manera. Su mensaje les ha abierto a la vida
eterna. ¿Con qué podrían sustituir el Evangelio de Jesús? ¿Dónde podrán
encontrar una Noticia mejor de Dios?
Pedro recuerda, por último, la experiencia fundamental. Al convivir con
Jesús han descubierto que viene del misterio de Dios. Desde lejos, a distancia,
desde la indiferencia o el desinterés no se puede reconocer el misterio que se
encierra en Jesús. Los Doce lo han tratado de cerca. Por eso pueden decir:
"Nosotros creemos y sabemos". Seguirán junto a Jesús. (Extracto de la homilía
de José Antonio Pagola a la cita mencionada).
La vida consagrada somos esos hombres y mujeres que hemos saboreado el deseo y la
presencia de Dios en nuestra vida. Somos esos hombres y mujeres que enamoradas del
proyecto de Jesús: el Reino de Dios, caminan con el pueblo de Dios animando y
fortaleciendo su fe.
Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera;
brillante y resplandeciente, y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo;
gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste, y deseo con ansia paz que procede de ti. (San Agustín)
Nuestra vocación, dentro de la Iglesia está muy clara, no la desfiguremos, ni
minusvaloremos, vivámosla en plenitud y participemos gozosas de la vida de la Iglesia.
“El Papa Francisco habló en una audiencia privada a religiosos sobre
“la vida consagrada en la Iglesia particular”, “creación de nuevos institutos de
vida consagrada” y las “relaciones mutuas”, en un discurso en el que invitó a
amar en profundidad la vida consagrada.
Francisco pidió no olvidar que “la vida consagrada es un don a la Iglesia, nace
de la Iglesia, crece en la Iglesia, está toda orientada a la Iglesia” y animó a los
obispos a “manifestar una especial solicitud por promover en vuestras Iglesias
los diferentes carismas, tanto antiguos como nuevos, así como a estar cerca de
los consagrados, con ternura y amor y a enseñar al pueblo de Dios el valor de
la vida consagrada”. Así exhortó a todos a “amar la vida consagrada” y a
“conocerla en profundidad”. (www.aciprensa.com, 28 Oct. 2016.)
Breve silencio
Sigamos avanzando, con humildad y serenidad, por el camino marcado por las huellas de
Jesús, dejándonos guiar por la voz de su espíritu y acogiendo el amor misericordioso del
Padre. Que la liturgia de estos últimos días del año litúrgico motiven en nosotras una
sencilla y sana evaluación de nuestro crecimiento espiritual.
Peticiones espontáneas:
Terminamos con un canto vocacional.
ORACIÓN VOCACIONAL / NOVIEMBRE 2016