Uso de anticuerpos de tiburón y toxinas marinas para el desarrollo de biofármacos Alexei F. Licea Navarro División de Biología Experimental y Aplicada. Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE). Ensenada, Baja California Norte Gran parte de los medicamentos que empleamos actualmente, tienen su origen en moléculas que fueron aisladas de animales o plantas. Los primeros agentes antivirales fueron aislados de esponjas marinas. Existe una gran cantidad de organismos marinos que poseen toxinas y venenos letales para mamíferos, sin embargo, estas moléculas que tienen actividad biológica pueden ser modificadas para disminuir el efecto nocivo y así conseguir un efecto farmacológico. Por otra parte, no todos los componentes de los venenos presentan letalidad, algunos de estos compuestos no tienen actividad aparente. Sin embargo, esto no implica que no tengan actividad ante una patología, el cual es un estado de alteración celular. Dentro del análisis para el aislamiento de un compuesto con potencial actividad farmacológica, se debe de tener en cuenta principalmente la fuente de aislamiento, y esto debe de realizarse mediante el conocimiento de las características o actividades que se desean. Por otro lado, no se debe de perder de vista el bioensayo, ya que podemos tener una molécula con un gran efecto anticancerigeno, pero si no empleamos el bioensayo adecuado, no seremos capaces de identificarlo. En la presente plática, se mostrarán algunas de las experiencias obtenidas en el laboratorio con la identificación y caracterización de moléculas con potencial farmacológico, proveniente tanto de toxinas marinas como de anticuerpos de tiburón, de las cuales, algunas de ellas ya han iniciado su recorrido por empresas farmacéuticas para llegar a su destino final, los estantes en las farmacias y su utilización en pacientes .
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