Mons. Armando Jorge Levoratti (1933-2016) "Que el Pueblo de Dios lea la Biblia, la asimile, la reflexione y saque las consecuencias" Mons. Armando Levoratti Biblista y teólogo católico argentino. Nació en La Plata el 31 de enero de 1933. Fue ordenado sacerdote en Roma, el 3 de marzo de 1957, por el entonces secretario de la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades, monseñor Carlo Confalonieri, después cardenal. Cursó estudios en el Seminario de La Plata, en la Universidad Gregoriana, en el Pontificio Colegio Pío Latino Americano, en el Pontificio Instituto Bíblico, y en el Pontificio Instituto Oriental, de Roma; en el Instituto Oriental de la Universidad de Chicago y en la Universidad Nacional de La Plata. Desde el 1º de enero de 1960 fue profesor de Sagrada Escritura en el Seminario Mayor de La Plata. Y desde el 5 de marzo de 1987, por nombramiento del entonces arzobispo de La Plata monseñor Antonio Quarracino, ejerció como vicerrector de dicho Seminario. También enseñó Biblia en la Facultad de Teología del Colegio Máximo San José de los jesuitas; en el Colegio Apostólico San Francisco Javier de la Congregación del Verbo Divino en Argentina y en la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina. Animó Semanas Bíblicas en varias diócesis del país. Fue director de la Revista Bíblica Argentina desde 1984 hasta 1998. Integró la Pontificia Comisión Bíblica y, en 1991, contribuyó a la preparación del documento sobre "La interpretación de la Biblia en la Iglesia", con un trabajo sobre las relaciones de la exégesis bíblica, con la Teología Dogmática. Dictó conferencias en España, Italia, Estados Unidos y en casi todos los países de Hispanoamérica. Participó en numerosos talleres de ciencias bíblicas, organizados por las Sociedades Bíblicas Unidas, especialmente en Cuba. Era miembro honorario de la Sociedades Bíblicas. Sus aportaciones (entre otros) en el campo del pensamiento bíblico son: una traducción de la Biblia, titulada El Libro del Pueblo de Dios (Buenos Aires 1981), realizada en colaboración con el P. Alfredo Trusso. Y ahora esa misma traducción fue totalmente comentada bajo su coordinación, la que lleva por nombre: La Biblia. Libro del Pueblo de Dios (Verbo Divino, Estella, 2015). Ha codirigido la edición original y la traducción castellana del Comentario Bíblico Internacional (Verbo Divino, 1999), y fue el director principal del Comentario Bíblico Latinoamericano I-III (Verbo Divino, 2003/2005). Esta obra, fue escrita con la colaboración de exégetas de todos los países de lengua española quiere ofrecer una visión científica, ecuménica y pastoral del conjunto de la Biblia. El 11 de julio de 1986 el papa San Juan Pablo II lo incorporó a la Familia Pontificia dándole el título de Prelado de Honor de Su Santidad, y el tratamiento de Monseñor. Falleció en el Seminario Mayor San José de la Arquidiócesis de La Plata, el 13 de octubre de 2016, con 83 años de vida y casi 60 de sacerdocio. Con gratitud lo recordamos y reconocemos la “obra monumental” que ha legado a la Iglesia con la traducción de La Biblia y luego con el espléndido comentario que confeccionó. La última vez que hablamos, me decía sobre la Biblia que “la traduje palabra por palabra”. Fue un biblista y teólogo destacado, nunca buscó “aparecer”, su modestia fue singular. Y su sabiduría admirable, al igual que su capacidad para enseñar Biblia a muy diversos agentes de pastoral. Se fue en silencio, seguramente rumiando la Palabra de Dios, ‒“palabra por palabra”‒, la que hizo accesible al tono “argentino” en la catequesis, la liturgia y la pastoral en general. Gracias Armando por tu vida apasionada-anclada en la Palabra de Dios. Que descanses en paz y el Señor te muestre mi amor y misericordia. Luis O. Liberti svd 16 de octubre de 2016
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