VIDA Y MINISTERIO CRISTIANOS GUÍA DE ACTIVIDADES PARA LA REUNIÓN 3 – 9 OCTUBRE PROVERBIOS 1 - 6 Referencias ˙ Canción 37 y oración ˙ Palabras de introducción (3 mins. o menos) TESOROS DE LA BIBLIA “Confía en Jehová con todo tu corazón” (10 mins.): (Vea la Guía de Actividades para la Reunión) [Ponga el video Información sobre Proverbios]. Pr 3:1-4. Manifestemos amor leal y apego a la verdad (w00 15/1 págs. 23, 24). (Proverbios 3:1-4) Hijo mío, no olvides mi ley, y observe tu corazón mis mandamientos, 2 porque largura de días y años de vida y paz te serán añadidos. 3 Que la bondad amorosa y el apego a la verdad mismos no te dejen. Átalos alrededor de tu garganta. Escríbelos sobre la tabla de tu corazón, 4 y así halla favor y buena perspicacia a los ojos de Dios y del hombre terrestre. *** w00 15/1 págs. 23-24 Cultivemos una relación íntima con Jehová *** Cultivemos una relación íntima con Jehová “ACÉRQUENSE a Dios, y él se acercará a ustedes”, escribió el discípulo Santiago (Santiago 4:8). Y el salmista David cantó: “La intimidad con Jehová pertenece a los que le temen” (Salmo 25:14). Está claro que Jehová Dios desea que tengamos una relación íntima con él. No obstante, no necesariamente todos los que lo adoran y obedecen sus leyes se sienten cerca de él. ¿Cuál es nuestro caso? ¿Tenemos una estrecha relación personal con Dios? Es indudable que deseamos acercarnos más a él. ¿Cómo podemos cultivar esa amistad íntima? ¿Qué significa tal cosa para nosotros? El tercer capítulo del libro bíblico de Proverbios suministra las respuestas. Manifestemos bondad amorosa y verdad El rey Salomón del antiguo Israel abre el tercer capítulo de Proverbios con estas palabras: “Hijo mío, no olvides mi ley, y observe tu corazón mis mandamientos, porque largura de días y años de vida y paz te serán añadidos” (Proverbios 3:1, 2). Dado que Salomón escribió este libro por inspiración divina, este paternal consejo procede en realidad de Jehová Dios y se dirige a nosotros. En este texto se nos recomienda obrar de acuerdo con los recordatorios de Dios —su ley, o enseñanza, así como sus mandamientos—, que están recogidos en la Biblia. En tal caso, “largura de días y años de vida y paz [nos] serán añadidos”. En efecto, incluso ahora disfrutaremos de una vida pacífica y no iremos tras nada que nos exponga al peligro de sufrir una muerte prematura, como suele suceder a los malhechores. Además, abrigaremos la esperanza de tener vida eterna en un pacífico nuevo mundo (Proverbios 1:24-31; 2:21, 22). Salomón continúa: “Que la bondad amorosa y el apego a la verdad mismos no te dejen. Átalos alrededor de tu garganta. Escríbelos sobre la tabla de tu corazón, y así halla favor y buena perspicacia a los ojos de Dios y del hombre terrestre” (Proverbios 3:3, 4). La palabra del idioma original que se traduce “bondad amorosa” puede verterse también “amor leal”, y conlleva la idea de fidelidad, solidaridad y lealtad. ¿Estamos resueltos a mantenernos apegados a Jehová venga lo que venga? ¿Manifestamos bondad amorosa al tratar con los hermanos en la fe? ¿Nos esforzamos por permanecer unidos a ellos? En nuestra relación diaria con ellos, ¿tenemos ‘la ley de bondad amorosa en nuestra lengua’, incluso cuando las condiciones son difíciles? (Proverbios 31:26.) Dado que Jehová abunda en bondad amorosa, está “listo para perdonar” (Salmo 86:5). Si nos hemos arrepentido de nuestros pecados pasados y estamos haciendo ahora sendas rectas para los pies, se nos asegura que vendrán “tiempos de refrigerio” de parte de Jehová (Hechos 3:19). ¿No deberíamos imitar a nuestro Dios perdonando las ofensas del prójimo? (Mateo 6:14, 15.) Jehová es “el Dios de la verdad”, y desea que quienes procuran tener intimidad con él también se apeguen a la verdad (Salmo 31:5). ¿Realmente podemos esperar que él sea nuestro Amigo si llevamos una doble vida, actuando de un modo cuando estamos con nuestros compañeros cristianos y de otro cuando estos no nos ven, como hacen los “hombres de falsedad”, que esconden la clase de personas que son? (Salmo 26:4.) Sería una gran insensatez, pues “todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos” de Jehová (Hebreos 4:13). La bondad amorosa y la verdad han de estimarse como un collar inapreciable ‘atado alrededor de la garganta’, pues nos ayudan a ‘hallar favor a los ojos de Dios y del hombre terrestre’. Estas cualidades no solo deben verse exteriormente, sino que hemos de grabarlas ‘en la tabla del corazón’, hacer que sean parte esencial de nuestra personalidad. Pr 3:5-8. Cultivemos confianza absoluta en Jehová (w00 15/1 pág. 24). (Proverbios 3:5-8) Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas. 7 No te hagas sabio a tus propios ojos. Teme a Jehová y apártate de lo malo. 8 Llegue a ser ello curación a tu ombligo y refrigerio a tus huesos. *** w00 15/1 pág. 24 Cultivemos una relación íntima con Jehová *** Cultivemos confianza absoluta en Jehová El sabio rey continúa: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas” (Proverbios 3:5, 6). No cabe duda de que Jehová merece toda nuestra confianza. Es el Creador, y como tal es “vigoroso en poder” y la Fuente de “energía dinámica” (Isaías 40:26, 29). Puede llevar a cabo cuanto se propone. Su mismo nombre significa literalmente “Él Hace que Llegue a Ser”, lo que fortalece nuestra confianza en su capacidad para cumplir lo que promete. El hecho de que sea “imposible que Dios mienta” lo convierte en la personificación de la verdad (Hebreos 6:18). Su cualidad dominante es el amor (1 Juan 4:8). “Es justo en todos sus caminos, y leal en todas sus obras.” (Salmo 145:17.) Si no podemos confiar en Dios, ¿en quién entonces? Por supuesto, para cultivar la confianza en él, tenemos que ‘gustar y ver que Jehová es bueno’ aplicando en la vida lo que aprendemos en la Biblia y reflexionando en el bien que ello produce (Salmo 34:8). ¿Cómo podemos ‘tomar en cuenta a Jehová en todos nuestros caminos’? El salmista inspirado dice: “Ciertamente meditaré en toda tu actividad, y en tus tratos sí me interesaré intensamente” (Salmo 77:12). Dado que Dios es invisible, para cultivar la intimidad con él, es fundamental meditar en sus grandes obras y en la relación que mantuvo con su pueblo. La oración también es una manera importante de tomar en cuenta a Jehová. El rey David no dejaba de clamar a él “todo el día” (Salmo 86:3). Muchas veces se pasó la noche orando, como cuando vivía fugitivo en el desierto (Salmo 63:6, 7). “[Ocúpense] en orar en toda ocasión en espíritu”, fue la exhortación del apóstol Pablo (Efesios 6:18). ¿Con cuánta frecuencia oramos? ¿Nos alegra tener una comunicación sincera con Dios? ¿Le solicitamos ayuda cuando nos encaramos a situaciones difíciles? ¿Buscamos su guía en oración antes de tomar decisiones importantes? Las oraciones sinceras que ofrecemos a Jehová nos granjean su cariño. Y tenemos la seguridad de que las escuchará y ‘hará derechas nuestras sendas’. Es una gran insensatez que nos ‘apoyemos en nuestro propio entendimiento’ o en el de personalidades ilustres del mundo, cuando podemos poner toda nuestra confianza en Jehová. “No te hagas sabio a tus propios ojos”, dice Salomón. Al contrario, aconseja: “Teme a Jehová y apártate de lo malo. Llegue a ser ello curación a tu ombligo y refrigerio a tus huesos” (Proverbios 3:7, 8). El temor saludable a desagradar a Dios debe dominar todas nuestras acciones, pensamientos y emociones. Ese temor reverencial nos impide hacer lo malo, y tiene efectos curativos y reparadores en sentido espiritual. BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS (8 MINS.): Pr 1:7. ¿En qué sentido es el temor de Jehová “el principio del conocimiento”? (w06 15/9 pág. 17 párr. 1; it-1 pág. 526). (Proverbios 1:7) El temor de Jehová es el principio del conocimiento. La sabiduría y la disciplina son lo que han despreciado los que simplemente son tontos. *** w06 15/9 pág. 17 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios *** 1:7; 9:10. ¿En qué sentido es el temor de Jehová “el principio del conocimiento” y “el comienzo de la sabiduría”? Sin el temor de Jehová no puede haber ningún conocimiento, pues Él es el Creador de todas las cosas y el Autor de las Santas Escrituras (Romanos 1:20; 2 Timoteo 3:16, 17). Jehová es la fuente misma de todo conocimiento verdadero. Por lo tanto, el conocimiento empieza con un temor reverencial por Jehová. Asimismo, el temor de Dios es el comienzo de la sabiduría, ya que no puede haber sabiduría sin conocimiento. Además, la persona que no teme a Jehová no empleará su conocimiento para honrar al Creador. *** it-1 págs. 526-527 Conocimiento *** CONOCIMIENTO Básicamente, saber que se consigue mediante la experiencia personal, la observación o el estudio. Vez tras vez, la Biblia anima a que se busque y atesore el conocimiento exacto, que valora más que el oro. (Pr 8:10; 20:15.) Jesús recalcó la importancia de llegar a un conocimiento verdadero de él y de su Padre, y los libros de las Escrituras Griegas Cristianas hablan en repetidas ocasiones del valor del conocimiento. (Jn 17:3; Flp 1:9; 2Pe 3:18.) La fuente del conocimiento. Jehová es en realidad la fuente principal del conocimiento. De Él proviene la vida, y la vida es esencial para poder adquirir cualquier tipo de conocimiento. (Sl 36:9; Hch 17:25, 28.) Además, Dios creó todas las cosas, de manera que el conocimiento humano se basa en el estudio de Sus obras. (Rev 4:11; Sl 19:1, 2.) Dios también inspiró su Palabra escrita, de la que el hombre puede aprender Su voluntad y propósitos. (2Ti 3:16, 17.) Por consiguiente, el punto de partida de todo conocimiento verdadero es Jehová, y aquel que busque tal conocimiento debe tenerle un temor reverente que le ayude a ejercer el cuidado necesario para no incurrir en su disfavor. Tal temor es el principio del conocimiento. (Pr 1:7.) Este temor piadoso coloca a la persona en vías de conseguir el conocimiento exacto, en tanto que los que no toman en cuenta a Dios, fácilmente pueden sacar conclusiones erróneas de lo que observan. La Biblia asocia repetidas veces a Jehová con el conocimiento, llamándole un “Dios de conocimiento” y diciendo que es “perfecto en conocimiento”. (1Sa 2:3; Job 36:4; 37:14, 16.) El papel que Jehová ha asignado a su Hijo en el desenvolvimiento de sus propósitos es de tal importancia que se puede decir de Jesús: “Cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. (Col 2:3.) A menos que una persona ejerza fe en Jesucristo como Hijo de Dios, no puede captar el verdadero significado de las Escrituras ni ver cómo progresan los propósitos de Dios en armonía con sus profecías. El examen de las palabras hebreas y griegas que suelen traducirse “conocimiento” y la observación de la relación entre el conocimiento y conceptos como la sabiduría, el entendimiento, la capacidad de pensar y el discernimiento ayuda a apreciar más plenamente el significado y la importancia del conocimiento. Pr 6:1-5. ¿Qué debemos hacer si nos hallamos en aprietos por haber entrado en un negocio imprudente? (w00 15/9 págs. 25, 26). (Proverbios 6:1-5) Hijo mío, si has salido fiador por tu semejante, [si] has dado tu apretón de manos aun al extraño, 2 [si] has sido cogido en un lazo por los dichos de tu boca, [si] has sido atrapado por los dichos de tu boca, 3 toma estas medidas, entonces, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la palma de la mano de tu semejante: Ve y humíllate, e inunda con importunaciones a tu semejante. 4 No des sueño a tus ojos, ni adormecimiento a tus radiantes ojos. 5 Líbrate como una gacela de la mano, y como un pájaro de la mano del pajarero. *** w00 15/9 págs. 25-26 Protejamos nuestra reputación *** Evitemos los compromisos irreflexivos El capítulo 6 de Proverbios empieza con estas palabras: “Hijo mío, si has salido fiador por tu semejante, si has dado tu apretón de manos aun al extraño, si has sido cogido en un lazo por los dichos de tu boca, si has sido atrapado por los dichos de tu boca, toma estas medidas, entonces, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la palma de la mano de tu semejante: Ve y humíllate, e inunda con importunaciones a tu semejante” (Proverbios 6:1-3). Este proverbio nos previene contra involucrarnos en negocios ajenos, especialmente de extraños. En efecto, los israelitas tenían que ‘sustentar al hermano que empobrecía y se hallaba económicamente débil’ (Levítico 25:35-38). Pero algunos israelitas con iniciativa emprendían aventuras comerciales especulativas y conseguían apoyo económico al convencer a otras personas de que los avalaran, responsabilizándolas así de la deuda. Hoy pueden presentarse situaciones similares. Por ejemplo, las instituciones financieras suelen pedir un cosignatario antes de aprobar un préstamo que consideran arriesgado. Es muy imprudente comprometernos con precipitación, pues podemos entramparnos económicamente y también perjudicar nuestra reputación ante los bancos y otros acreedores. Pero ¿y si nos hallamos en un aprieto por haber actuado de una manera que al principio parecía prudente pero que, después de un examen más cuidadoso, vemos que no lo es? El consejo es dejar aparte el orgullo y ‘humillarse e inundar con importunaciones a nuestro semejante’, es decir, con reiteradas peticiones. Debemos hacer todo lo que podamos por arreglar la situación. Una obra de consulta lo expresa así: “Revuelva cielo y tierra hasta que llegue a un acuerdo con su adversario y arregle el asunto, de modo que su compromiso no se vuelva contra usted o los suyos”. Eso debe hacerse sin demora, pues el rey añade: “No des sueño a tus ojos, ni adormecimiento a tus radiantes ojos. Líbrate como una gacela de la mano, y como un pájaro de la mano del pajarero” (Proverbios 6:4, 5). Mejor es retirarse de un compromiso imprudente, si es posible, que dejarse entrampar por él. ¿QUÉ ME ENSEÑA SOBRE JEHOVÁ LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA? Capítulo 1 w06 15/9 pág. 17 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios 1:10-14. No dejemos que los pecadores nos arrastren a sus malos caminos tentándonos con el señuelo de las riquezas. w06 15/9 pág. 17 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios 1:7; 9:10. ¿En qué sentido es el temor de Jehová “el principio del conocimiento” y “el comienzo de la sabiduría”? Sin el temor de Jehová no puede haber ningún conocimiento, pues Él es el Creador de todas las cosas y el Autor de las Santas Escrituras (Romanos 1:20; 2 Timoteo 3:16, 17). Jehová es la fuente misma de todo conocimiento verdadero. Por lo tanto, el conocimiento empieza con un temor reverencial por Jehová. Asimismo, el temor de Dios es el comienzo de la sabiduría, ya que no puede haber sabiduría sin conocimiento. Además, la persona que no teme a Jehová no empleará su conocimiento para honrar al Creador. estudios. Fíjese en cómo explican las verdades bíblicas valiéndose de las sencillas ilustraciones y de otras ayudas que se hallan en nuestras publicaciones. Pídales sugerencias para ser mejor maestro (Pro. 1:5; 27:17). Vea toda esa enseñanza como lo que es: capacitación divina (2 Cor. 3:5). km 11/01 pág. 8 párr. 4 Mostrar agradecimiento por el amor de Jehová reporta bendiciones (primera parte) La predicación en las calles. Este método ha resultado eficaz, ya que en algunas zonas resulta muy difícil hallar a las personas en su hogar. Además, mucha gente vive en barrios residenciales de acceso controlado o edificios de alta seguridad en los que no se puede predicar. Ahora bien, la gratitud por el amor de Jehová nos induce a aprovechar cualquier medio a nuestro alcance para dar a conocer al prójimo el mensaje del Reino, lo que incluye la predicación en las calles (Pro. 1:20, 21). fu pág. 27 párr. 38 Un futuro seguro... cómo usted puede obtenerlo Cuando uno reconoce personalmente que depende de Dios y acepta cabalmente las normas de Dios en cuanto a lo que es correcto e incorrecto según se registra en la Biblia, se beneficia grandemente. Es salvaguardado de implicarse en actividades que solamente resultarían en aflicción y dolor. Tal como dice Proverbios 1:33: ―En cuanto al que me escucha [es decir, a la sabiduría divina], él residirá en seguridad y estará libre del disturbio que se debe al pavor de la calamidad.‖ Su vida puede estar llena de verdadero significado si la usa en armonía con la voluntad del Creador. km 4/90 pág. 3 párrs. 1-3 Sea sabio... ponga en práctica lo que aprende Aunque en las publicaciones seglares se puede hallar cierta sabiduría práctica, la mayoría de la gente en el mundo no es feliz ni se halla en paz. ¿A qué se debe eso? La respuesta se puede hallar en la Biblia, en Proverbios 1:7, que dice: ―El temor de Jehová es el principio del conocimiento. La sabiduría y la disciplina son lo que han despreciado los que simplemente son tontos‖. Una persona no puede esperar tener paz y felicidad si no reconoce ni respeta a Jehová Dios, la Fuente del conocimiento verdadero y la sabiduría. El mundo es pobre en sentido espiritual... está hambriento. Irónicamente, la humanidad se ha autoimpuesto esta lamentable condición, pues por toda la Tierra hay disponible alimento espiritual para todos en abundancia y se puede obtener gratis. (Pro. 1:20, 21; Rev. 22:17.) La gente del mundo sigue tropezando en oscuridad espiritual debido a que rechaza la sabiduría que procede de Jehová. (Pro. 1:22-32.) km 11/08 pág. 4 párr. 5 ¿Maestro yo? Los primeros cristianos sin duda aprendían unos de otros mientras participaban juntos en la obra de hacer discípulos (Luc. 10:1). Siguiendo su ejemplo, procure en lo posible acompañar a publicadores de experiencia —como precursores, ancianos y superintendentes viajantes— en la obra de dirigir km 10/87 pág. 8 párr. 4 Presentando las buenas nuevas... con artículos de interés especial de nuestras revistas Además de presentar las revistas de casa en casa, ¿les muestra a sus compañeros de trabajo los artículos que son de interés especial para usted? ¿Visita los negocios para ofrecer las revistas cuando los dueños no estén muy ocupados? Cuando tiene la oportunidad, ¿comparte la verdad con otros en la calle? Muchos hermanos y hermanas, incluso los que tienen dificultad para subir escaleras en los territorios de la ciudad, hacen esta obra muy eficazmente al abordar a personas con quienes no podrían ponerse en contacto de otra manera. Así hacen una aplicación moderna de Proverbios 1:20. kl cap. 15 pág. 148 párrs. 19-21 Cómo formar una familia que honre a Dios Disciplínenlos. La Biblia subraya la importancia de amar la disciplina. (Proverbios 1:8.) Si los padres eluden la responsabilidad de educar a sus hijos hoy, es muy probable que sieguen consecuencias dolorosas mañana. No obstante, también se advierte a los padres que no se vayan al otro extremo. ―Padres —escribió Pablo—, no estén exasperando a sus hijos, para que ellos no se descorazonen.‖ (Colosenses 3:21.) Los padres no deben estar siempre corrigiendo a sus hijos ni resaltando sus defectos y criticando lo que hacen. Jehová Dios, nuestro Padre celestial, da el ejemplo tocante a la disciplina. Su corrección nunca es extremada. ―Tendré que castigarte hasta el grado debido‖, dijo Dios a su pueblo. (Jeremías 46:28.) Los padres deben imitar a Jehová en este aspecto. La disciplina que excede los límites razonables o trasciende el propósito de corregir y enseñar es, desde luego, exasperante. ¿Cómo pueden determinar los padres si su disciplina es eficaz? Podrían preguntarse: ‗¿Qué logra la disciplina que doy?‘. La disciplina debería enseñar. Su hijo debería entender por qué se le disciplina. A los padres también tienen que preocuparles las repercusiones de su corrección. Cierto, al principio la disciplina irrita a casi todos los niños. (Hebreos 12:11.) Pero esta nunca debería comunicar al niño sentimientos de miedo ni de desamparo, ni dejarle con la impresión de que es inherentemente malo. Antes de corregir a su pueblo, Jehová dijo: ―No tengas miedo, [...] porque yo estoy contigo‖. (Jeremías 46:28.) Sí, la corrección debe administrarse de tal manera que sus hijos noten que ustedes están de su lado como padres que los aman y apoyan. sg estudio 5 pág. 24 párrs. 1-2 Sepa escuchar Su progreso como ministro de Jehová depende a grado considerable de cómo escuche. Durante toda su vida el escuchar desempeña un papel importante en el aprendizaje. Usted escucha cuando oye con atención meditativa, pero si su atención no está enfocada en lo que se dice, las palabras que se hablan caen en oídos sordos. Sin duda usted ha hablado a personas que le han dado solo parte de su atención. Prescindiendo de lo frecuentemente que hayan concordado con usted, usted sabía que realmente no estaban entendiendo y por lo tanto en verdad no estaban obteniendo beneficio de lo que usted decía. ¡Qué cuidadosos debemos ser, pues, de modo que sepamos escuchar a todo tiempo, pero especialmente al asistir a un curso en educación divina! Como dice Proverbios 1:5: ―El sabio escuchará y absorberá más instrucción.‖ Las reuniones de congregación son parte del programa educativo que se nos suministra por medio de la organización de Jehová. Al escuchar atentamente mostramos respeto a Jehová y a la provisión que ha hecho para educarnos. Pero Dios conoce nuestra hechura y que a veces quizás tendamos a dejar que nuestra atención divague, de modo que en su invitación para que comamos de la abundancia de alimento espiritual que provee, dice con énfasis: ―Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, . . . Inclinen su oído y vengan a mí. Escuchen, y su alma se mantendrá viva.‖ (Isa. 55:2, 3) Si queremos tener vida eterna y ayudar a otros a obtener ese galardón, entonces tenemos que escuchar cuidadosamente y captar los pensamientos de Dios.—Heb. 1:1, 2; 2:1. ip-1 cap. 7 pág. 84 párr. 28 ¡Ay de la viña infiel! “¡Ay de los que son sabios a sus propios ojos, y discretos aun enfrente de sus propios rostros! ¡Ay de los que son poderosos en beber vino, y de los hombres con energía vital para mezclar licor embriagante, los que pronuncian justo al inicuo a cambio de un soborno, y que hasta la justicia del justo quitan de él!” (Isaías 5:21-23). Probablemente, estas palabras iban dirigidas a los jueces del país. Hoy en día, los ancianos de las congregaciones procuran no parecer ―sabios a sus propios ojos‖. Aceptan con humildad los consejos de otros ancianos y siguen cuidadosamente las directrices de la organización (Proverbios 1:5; 1 Corintios 14:33). yy cap. 13 págs. 93-94 párrs. 7-8 ¿Qué piensas de la disciplina? Pero si la disciplina es tan provechosa, ¿por qué se les hace tan difícil de aceptar a la mayoría de las personas? Es en realidad por la misma razón que, para empezar, necesitamos la disciplina, a saber, nuestra imperfección. La disciplina puede causarnos fácilmente turbación, o quizás hiera nuestro orgullo. Nota, sin embargo, el otro lado de este cuadro según lo explica el apóstol Pablo: ―Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.‖— Hebreos 12:11. El desplegar humildad le quita a la disciplina mucho del dolor que encierra. Sin embargo, muchas personas dejan que el orgullo y la terquedad las lleven a resistir la disciplina. Pero cuando la corrección o censura está bien fundada, la persona que tercamente la rechaza lo único que logra es parecer insensata a los ojos de los demás. Dice la Palabra de Dios: ―La sabiduría y la disciplina son lo que han despreciado los meros tontos.‖—Proverbios 1:7. Capítulo 2 *** w11 1/10 pág. 15 Es posible hallar “el mismísimo conocimiento de Dios” *** Sin duda, “el mismísimo conocimiento de Dios” es un tesoro espiritual. ¿Y cómo podemos encontrarlo? En el versículo 4 del capítulo 2 de Proverbios, Salomón nos da una pista al compararlo a “tesoros escondidos”. Claro está, un tesoro escondido no se descubre así como así. A menos que nos esforcemos, no lo encontraremos. Pues lo mismo pasa con el conocimiento de Dios: es un tesoro que también está oculto, en este caso en la Biblia. Así que tenemos que esforzarnos por encontrarlo. Entonces, ¿cómo lo encontraremos? El mismo Salomón lo explica. Al decir “si recibes mis dichos” o “para que inclines tu corazón”, indica que necesitamos un corazón obediente (versículos 1 y 2). Además, habla de clamar y de seguir buscando, es decir, debemos demostrar que de veras queremos encontrar ese tesoro (versículos 3 y 4). En otras palabras, si queremos encontrar “el mismísimo conocimiento de Dios”, tenemos que estudiar la Biblia con empeño y con un corazón sincero (Lucas 8:15). Si damos ese primer paso, Jehová se encargará del resto. El versículo 6 garantiza que “Jehová mismo da la sabiduría”, de modo que solo con su ayuda podemos captar las verdades que se encuentran en la Biblia (Juan 6:44; Hechos 16:14). Usted puede estar seguro de que si busca en la Palabra de Dios, encontrará “el mismísimo conocimiento de Dios”: un tesoro que enriquecerá su vida más de lo que se pueda imaginar (Proverbios 2:10-21). w10 15/4 págs. 4-5 párr. 9 Joven, cultiva el deseo de servir a Jehová Para crecer espiritualmente, debes adoptar la costumbre de leer la Biblia a diario y seguir haciéndolo toda la vida (Sal. 71:17). ¿Por qué te ayudará a progresar? Porque te permitirá conocer mejor a Jehová. Jesús dijo en una oración a su Padre: ―Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero‖ (Juan 17:3). Y mientras mejor conozcas a Jehová, más real será para ti, y mayor será el cariño que le tengas (Heb. 11:27). Por eso, cada vez que leas las Escrituras, trata de aprender algo nuevo sobre él. Pregúntate, por ejemplo: ―¿Qué me enseña este pasaje sobre la personalidad de Jehová? ¿Cómo muestra que él me ama y se preocupa por mí?‖. Si meditas en esas preguntas, entenderás mejor la forma de pensar de Dios, sus sentimientos y lo que espera de ti (léase Proverbios 2:1-5). Igual que el joven Timoteo, te sentirás ―persuadido a creer‖, o sea, te convencerás de lo que dice la Biblia, y querrás servir a Jehová de todo corazón (2 Tim. 3:14). w10 15/7 pág. 3 párr. 1 ¿Qué revelará el día de Jehová? Este mundo malo está fundado sobre una gran mentira: la creencia de que el hombre es capaz de gobernar la Tierra por sí solo, sin la ayuda de Jehová (Sal. 2:2, 3). ¿Puede perdurar eternamente algo que se basa en una falsedad? De ningún modo. Pero no hay que esperar a que el mundo de Satanás llegue a su autodestrucción. Es Jehová quien le pondrá fin. Y lo hará a su tiempo y manera, respetando en todo momento sus principios de justicia y amor (Sal. 92:7; Pro. 2:21, 22). w09 15/4 pág. 31 párr. 15 Valoremos el papel de Jesús, el David y el Salomón Mayor ¿Cómo podemos nosotros, los seguidores del Salomón Mayor, encontrar la sabiduría divina? Puesto que la sabiduría divina se encuentra en la Palabra de Dios, debemos esforzarnos por estudiarla detenidamente y meditar en ella, sobre todo en las enseñanzas de Jesús (Pro. 2:1-5). Además, debemos seguir pidiéndole a Jehová que nos dé sabiduría. La Biblia nos asegura que él contestará nuestras súplicas sinceras y nos dará el espíritu santo que necesitamos para hallar las perlas de sabiduría que en ella se encuentran (Sant. 1:5). Estas nos ayudarán a sobrellevar nuestros problemas y a tomar buenas decisiones (Luc. 11:13). A Salomón también se le conoce como ―el congregador‖ porque reunió al pueblo para adorar a Dios y porque ―enseñó de continuo conocimiento a la gente‖ (Ecl. 12:9, 10). Jesús, que es Cabeza de la congregación cristiana, también es el congregador de su pueblo, pues invita a sus seguidores a adorar a Jehová (Juan 10:16; Col. 1:18). Por eso debemos asistir a todas las reuniones, ya que allí se nos instruye de continuo. w09 15/7 pág. 3 párrs. 2-3 Busquemos los tesoros “cuidadosamente ocultados” en Cristo La mayoría de aquellos espectaculares objetos terminaron en museos o en colecciones privadas. Y aunque tienen valor histórico y artístico, en realidad no es mucho lo que pueden aportar a nuestra vida cotidiana. En cambio, hay otros tesoros que realmente nos benefician, y esos son los que la Palabra de Dios nos anima a buscar. Esta invitación va dirigida a todo el mundo, y la recompensa es mucho mayor que la que se podría obtener encontrando oro o plata (léase Proverbios 2:1-6). Entre los valiosos tesoros que la Palabra de Dios nos anima a buscar está ―el temor de Jehová‖, que sirve de gran protección en estos tiempos tan difíciles (Sal. 19:9). También está ―el mismísimo conocimiento de Dios‖, gracias al cual tenemos el mayor honor al que pudiera aspirar cualquier ser humano: entablar una amistad íntima con el Altísimo. Los tesoros de la sabiduría, el conocimiento y el discernimiento que nos ofrece Dios nos ayudan a superar las dificultades de la vida (Pro. 9:10, 11). w06 15/10 pág. 5 ¿Cómo adquirir conocimiento de Dios? La sabiduría y el conocimiento de Dios infunden admiración en los humildes. Esto es un hecho. Pero la Biblia indica que se necesita más que admiración para obtener verdadero provecho de la sabiduría y el conocimiento de Dios: ‗Atesora contigo mis propios mandamientos. Con tu oído presta atención a la sabiduría. Inclina tu corazón al discernimiento. Clama por el entendimiento mismo y da tu voz por el discernimiento. Sigue buscándolo como a la plata‘ (Proverbios 2:1-4). La persona humilde de corazón hace esa clase de esfuerzo por llegar a conocer a Dios y lo logra. Ese pasaje de Proverbios sigue diciendo: ―Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento‖. Así es, quienes buscan sinceramente la verdad pueden entender ―justicia y juicio y rectitud, el derrotero entero de lo que es bueno‖ (Proverbios 2:6-9). w04 15/8 págs. 22-23 párr. 6 Nos cansamos, pero no desfallecemos Aunque el esfuerzo vigoroso y el trabajo arduo cansan físicamente, también satisfacen y reconfortan cuando se efectúan por una buena causa (Eclesiastés 3:13, 22). ¿Y qué mejor causa podría haber que transmitir las espléndidas verdades bíblicas a nuestros semejantes? Asimismo, la lucha por vivir en armonía con las elevadas normas morales de Dios se vuelve insignificante al compararla con los beneficios que cosechamos por ello (Proverbios 2:10-20). Incluso cuando se nos persigue, consideramos un honor sufrir por el Reino de Dios (1 Pedro 4:14). w03 1/9 pág. 31 ¿Valoramos a los hermanos mayores? Hoy día, es conmovedor ver que nuestros hermanos cristianos de mayor edad demuestran el mismo interés paternal y maternal al transmitir generosamente su conocimiento y sabiduría a los más jóvenes. Por ejemplo, quienes por muchos años han servido de voluntarios en las sucursales de los testigos de Jehová ayudan de buena gana a los nuevos miembros de la familia Betel a adquirir las habilidades necesarias para desempeñar bien su trabajo asignado. De igual manera, los superintendentes viajantes que, junto con sus esposas, llevan mucho tiempo visitando congregaciones imparten felizmente su caudal de experiencia a quienes están recibiendo formación para servir de ministros viajantes. Además, en las congregaciones de los testigos de Jehová de todo el mundo hay hermanos mayores que han servido a Dios fielmente durante décadas y que con gusto transmiten su sabiduría práctica y experiencia a los miembros más nuevos de la congregación (Proverbios 2:7; Filipenses 3:17; Tito 2:3-5). w03 1/11 pág. 11 párr. 14 Mujeres que regocijaron el corazón de Jehová Tal vez queramos actuar con más prudencia y sensatez ante los problemas, o hablar de manera calmada y razonable cuando se exaltan las emociones de quienes nos rodean. Si así es, expongámoslo a Jehová en oración. Él promete dar sabiduría, discernimiento y capacidad de pensar a todos los que siguen ―pidiendo con fe‖ (Santiago 1:5, 6; Proverbios 2:1-6, 10, 11). w02 15/6 pág. 16 párr. 18 Sigamos el modelo real Al estudiar la Biblia, le resultará muy provechoso procurar entender su contenido y ver cómo se relacionan los detalles entre sí (Proverbios 2:3-5; 4:7). Lo que Jehová ha revelado a través de su Palabra está estrechamente vinculado a su propósito. De modo que cuando la lea, relacione los hechos y el consejo con dicho propósito. Puede hacer lo mismo con un determinado incidente, idea o profecía. Pregúntese: ―¿Qué me dice esto acerca de Jehová?, ¿qué tiene que ver con la realización del propósito de Dios mediante su Reino?‖. O también: ―¿Cómo puedo utilizar esta información?, ¿puedo emplearla para enseñar o dar consejo a otras personas basándome en las Escrituras?‖ (Josué 1:8). w02 15/9 págs. 13-14 párr. 14 “Prestemos más de la acostumbrada atención” Algunos tienden a medir la calidad de las reuniones por las aptitudes docentes de los participantes. Según ese criterio, una buena reunión sería aquella en la que los oradores estuvieran muy capacitados. Pero cuando la calidad de la enseñanza no parece alcanzar cierto nivel, quizá nos inclinemos a pensar lo contrario. Es cierto que quienes intervienen en el programa han de hacer cuanto esté a su alcance por emplear el arte de enseñar y, sobre todo, por llegar al corazón (1 Timoteo 4:16). Aun así, los que escuchamos no debemos ser demasiado críticos. Aunque las aptitudes docentes de los participantes son importantes, este no es el único factor que contribuye al éxito de una reunión. ¿No es verdad que lo principal para nosotros no debería ser la habilidad del orador al pronunciar el discurso, sino el interés con que lo escuchamos? Cuando asistimos a las reuniones y prestamos atención, adoramos a Dios acorde con su voluntad. En eso estriba el éxito de las reuniones. Si estamos ansiosos de adquirir el conocimiento de Dios, nos beneficiaremos de ellas sin importar la habilidad de los oradores (Proverbios 2:1-5). Así pues, resolvámonos con todas nuestras fuerzas a ‗prestar más de la acostumbrada atención‘ en nuestras reuniones. w02 1/12 págs. 14-15 párrs. 5-11 Disfrutemos del estudio personal de la Palabra de Dios En esta era moderna de la televisión, el vídeo y la computadora, la lectura ha sufrido un serio revés. Pero de ninguna manera debería ser así entre los testigos de Jehová. Después de todo, la lectura de la Biblia es como el cordón umbilical que nos une a Dios. Cuando Josué sucedió a Moisés en el liderazgo de Israel, hace miles de años, tenía que leer personalmente la Palabra de Jehová para obtener Su bendición (Josué 1:8; Salmo 1:1, 2). Tal requisito sigue vigente hoy. No obstante, hay quienes tal vez no lean bien o les resulte trabajoso hacerlo debido a que han recibido poca instrucción. ¿Qué nos motivará, pues, a leer y estudiar la Palabra de Dios? Hallamos la respuesta en lo que escribió el rey Salomón en Proverbios 2:1-6. Abramos la Biblia y leamos los citados versículos. Luego los comentaremos juntos. Para empezar, leamos la siguiente invitación: ―Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento‖ (Proverbios 2:1, 2). ¿Qué aprendemos de estas palabras? Que la responsabilidad recae en cada uno. Fijémonos en la condición ―si recibes mis dichos‖, que no es decir poco, pues la mayoría de la humanidad no presta atención a la Palabra de Dios. Para disfrutar del estudio de la Biblia, hemos de estar dispuestos a recibir los dichos de Jehová y a considerarlos un tesoro que no queremos perder. Nunca debemos permitir que el ajetreo diario nos tenga tan ocupados o distraídos que comencemos a tratar la Palabra de Dios con indiferencia y hasta con recelo (Romanos 3:3, 4). ¿‗Prestamos atención‘ y escuchamos con cuidado cuando se expone la Palabra de Dios en nuestras reuniones? (Efesios 4:20, 21.) ¿‗Inclinamos el corazón‘ para adquirir discernimiento? Quizás el orador no sea el más experto, pero mientras maneja la Palabra de Dios, merece que lo escuchemos con todo nuestro interés. Claro está, para prestar atención a la sabiduría de Jehová, debemos estar presentes en las reuniones siempre que podamos (Proverbios 18:1). Imaginémonos la desilusión de alguien que se hubiese perdido la reunión celebrada en Jerusalén, en un aposento superior, el Pentecostés del año 33 E.C. Si bien nuestras reuniones no son tan espectaculares como aquella, en ellas se estudia la Biblia, nuestro principal libro de texto. Por tanto, cada reunión puede resultar ser una bendición para nosotros si prestamos atención y leemos en nuestros ejemplares los textos bíblicos que se citan (Hechos 2:1-4; Hebreos 10:24, 25). A continuación, el sabio rey escribió: ―Si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo‖ (Proverbios 2:3). ¿Qué actitud o inclinación nos comunican estas palabras? Pues, un sincero deseo de comprender la Palabra de Dios. Dan a entender una buena disposición hacia el estudio a fin de adquirir discernimiento, de percibir cuál es la voluntad de Jehová. Huelga decir que para lograrlo hace falta poner empeño, lo que nos lleva a la siguiente declaración e ilustración de Salomón (Efesios 5:1517). Él añade: ―Si sigues buscando esto [el entendimiento] como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello‖ (Proverbios 2:4). Esta ilustración nos hace pensar en las explotaciones mineras que ha realizado el hombre a lo largo de la historia en busca de metales preciosos, como la plata y el oro. Hay quienes han asesinado por el oro; otros han pasado toda la vida buscándolo. Ahora bien, ¿qué valor real tiene el preciado metal? Si estuviéramos perdidos en el desierto y nos muriéramos de sed, ¿qué preferiríamos: un lingote de oro, o un vaso de agua? Sin embargo, los hombres se han afanado por encontrar oro, pese a su valor artificial y fluctuante. Con cuánto más afán debemos nosotros buscar la sabiduría, el discernimiento y el entendimiento de Dios y de su voluntad. Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios de esta búsqueda? (Salmo 19:7-10; Proverbios 3:13-18.) La exposición de Salomón continúa así: ―En tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios‖ (Proverbios 2:5). Qué idea tan impresionante: nosotros, los seres humanos pecadores, tenemos a nuestro alcance ―el mismísimo conocimiento de Dios‖, de Jehová, el Señor Soberano del universo (Salmo 73:28; Hechos 4:24). Hace siglos que los filósofos y los llamados sabios del mundo tratan de comprender los misterios de la vida y del universo, pero no consiguen hallar ―el mismísimo conocimiento de Dios‖. ¿La razón? Pese a que ha estado a su disposición durante miles de años en la Biblia, la Palabra de Dios, lo rechazan diciendo que es demasiado simple, de modo que no lo aceptan ni lo comprenden (1 Corintios 1:18-21). Salomón destaca otro incentivo: ―Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento‖ (Proverbios 2:6). Jehová da gustosa y generosamente sabiduría, conocimiento y discernimiento a todo aquel que se esfuerza por buscarlos. ¿Verdad que tenemos razones de sobra para apreciar el estudio personal de la Palabra de Dios, aunque exija empeño, disciplina y sacrificio? Al menos, contamos con nuestros propios ejemplares de la Biblia y no tenemos que hacernos copias a mano, como algunas personas (Deuteronomio 17:18, 19). de la antigüedad Capítulo 3 es10 pág. 122 Diciembre Domingo 12 de diciembre Mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe (Gál. 6:10). En la predicación empleamos nuestras aptitudes para enseñar a otras personas y tratar de llegarles al corazón con el animador mensaje del Reino. De ese modo les ayudamos a hacerse discípulos de Cristo. Pero también usamos nuestras aptitudes y cualidades para reconfortar a nuestros hermanos. Las palabras de ánimo y las acciones desinteresadas son en realidad una manifestación de la bondad inmerecida de Dios (Pro. 3:27; 12:25). Y así les ayudamos a seguir siendo discípulos de Cristo. En ambos casos — predicando a la gente y ayudando a los hermanos— tenemos el inestimable privilegio de ser instrumentos en la mano de Jehová (1 Ped. 4:10). w09 15/1 3:12 bm sección 12 pág. 15 Sabios consejos para la vida Para tener una buena relación con Jehová, es imprescindible confiar en él. Salomón dijo: ―Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas‖ (Proverbios 3:5, 6). ¿Cómo demostramos que confiamos en Dios? Dejándonos llevar por él y obedeciendo sus mandatos. Actuando así le daremos un noble propósito a nuestra vida: alegrar el corazón de nuestro Padre celestial y demostrar que el Diablo es un vil mentiroso (Proverbios 27:11). km 4/05 pág. 1 párrs. 1-2 Hagamos el bien y compartamos lo que tenemos ¿Cómo podemos hoy hacer el bien y compartir lo que tenemos? Una manera de hacer el bien al prójimo es compartiendo nuestras ―cosas valiosas‖ (Pro. 3:9). Las donaciones que hacemos para la obra mundial permiten que se construyan Salones del Reino, Salones de Asambleas y sucursales por todo el mundo. Gracias a nuestra generosidad, millones de personas se benefician de instrucción teocrática y compañerismo espiritual edificante. km 12/05 pág. 4 párr. 7 Asamblea de Distrito de los Testigos de Jehová “Nuestra liberación se acerca” Proverbios 3:27 dice: ―No retengas el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en el poder de tu mano hacerlo‖. ¿Cómo podemos hacer el bien a otros en lo relacionado con la asamblea? Es posible que los publicadores mayores, los enfermos y los ministros de tiempo completo, entre otros, necesiten ayuda práctica con el transporte o el alojamiento. Los principales responsables de atenderlos son sus parientes (1 Tim. 5:4). Si a estos les fuera imposible, tal vez puedan ayudarles sus hermanos cristianos (Gál. 6:10). Los superintendentes de estudio de libro deben asegurarse de que los hermanos de su grupo con necesidades especiales tengan todo resuelto con bastante tiempo de antelación. cl cap. 26 págs. 268-269 párr. 22 Un Dios “listo para perdonar” Como todo padre amoroso, Jehová a veces nos brinda su perdón junto con alguna medida disciplinaria (Proverbios 3:11, 12). Así, el cristiano arrepentido tal vez tenga que renunciar a sus apreciados privilegios de servicio como anciano, siervo ministerial o evangelizador de tiempo completo. Pero la corrección que supone tal pérdida temporal, por dolorosa que sea, no es muestra de que Dios le niegue el perdón. Debemos recordar que la disciplina de Jehová demuestra el amor que nos tiene y, por tanto, lo mejor es aceptarla y obrar en consecuencia (Hebreos 12:511). wt cap. 15 pág. 139 párr. 9 Escuchemos el consejo, aceptemos la disciplina El rey David sabía que es provechoso escuchar los consejos sensatos. En algunas ocasiones agradeció a Dios que hubiera alguien que se los ofreciera (1 Samuel 25:32-35). ¿Nos parecemos a él en este aspecto? Si así es, nos ahorraremos decir y hacer muchas cosas que luego tal vez lamentemos. Pero ¿y si nuestro comportamiento exige que se nos aconseje o incluso se nos discipline? En ese caso, nunca olvidemos que tal medida sería prueba del amor de Jehová y de su interés por nuestro bienestar eterno (Proverbios 3:11, 12; 4:13). lv cap. 15 págs. 179-181 párr. 19 Cómo ver “el bien por todo su duro trabajo” Confiemos en Jehová de todo corazón (Proverbios 3:5, 6). ¿Verdad que él merece nuestra confianza absoluta? Claro que sí, pues él nos quiere y nos cuida (1 Pedro 5:7). Sabe mejor que nosotros mismos lo que nos hace falta, y su mano nunca se queda corta (Salmo 37:25). Por eso, conviene no olvidar la siguiente exhortación de la Biblia: ―Que su modo de vivir esté exento del amor al dinero, y estén contentos con las cosas presentes. Porque [Dios] ha dicho: ‗De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé‘‖ (Hebreos 13:5). Muchos hermanos que están en el servicio de tiempo completo dan fe de que Dios siempre suple las necesidades de la vida. Si estamos seguros de que Jehová cuidará de nosotros, no nos inquietaremos indebidamente por el sostén de nuestra familia (Mateo 6:25-32). Jamás dejaremos que el empleo nos lleve a descuidar la predicación, las reuniones y otras actividades espirituales (Mateo 24:14; Hebreos 10:24, 25). lv cap. 17 pág. 201 párr. 13 “Edificándose sobre su santísima fe” Día a día, antes de tomar decisiones, examinemos a la luz de la oración los principios y las leyes de Dios. Preguntémonos: ―¿Qué leyes o principios bíblicos tienen relación con este caso? ¿Cómo puedo aplicarlos? ¿Le gustará a mi Padre celestial lo que pienso hacer?‖ (Proverbios 3:5, 6; Santiago 1:5). Si adoptamos la costumbre de hacernos este examen, iremos entrenando las facultades perceptivas. Así lograremos madurar y mantener una actitud verdaderamente espiritual. be pág. 27 párr. 2 El estudio recompensa Es evidente que las gratificaciones del estudio de la Palabra de Dios son mucho mayores. Cuando asignamos a esta actividad un lugar destacado en la vida, el amor y la fe que sentimos se fortalecen, nuestro ministerio se vuelve más productivo y las decisiones que tomamos reflejan más perspicacia y sabiduría piadosa. Proverbios 3:15 señala al respecto: ―Todos tus otros deleites no pueden ser igualados a [estas recompensas]‖. ¿Disfruta usted de tales galardones? En buena medida dependerá de la forma en que estudie (Col. 1:9, 10). es12 pág. 19 Febrero Miércoles 8 de febrero Hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo, porque somos miembros que nos pertenecemos unos a otros (Efe. 4:25). En vista de que estamos muy unidos, como ―miembros que nos pertenecemos unos a otros‖, jamás debemos actuar de manera sinuosa, manipulando los hechos o tratando de conducir a nuestros hermanos a conclusiones erróneas, pues eso equivale a mentir. Si alguien persistiera en ese hábito, terminaría perdiendo su amistad con Dios (Pro. 3:32). Las palabras y acciones poco honradas perturban la unidad de la congregación. Por eso, debemos imitar al profeta Daniel, un hombre confiable a quien nadie podía acusar de corrupto (Dan. 6:4). Recordemos lo que Pablo les dijo a los cristianos que tienen esperanza celestial: al ser parte del ―cuerpo del Cristo‖, cada miembro pertenece a todos los demás, por lo que debe mantenerse unido al conjunto de veraces hermanos de Jesús (Efe. 4:11, 12). Los cristianos que deseamos vivir para siempre en la Tierra también debemos contribuir a la unidad del pueblo de Dios diciendo siempre la verdad. w10 15/5 4:7, 8. be pág. 76 párr. 5 No deje de progresar Después de atravesar muchas circunstancias en la vida, alguien quizá tienda a pensar: ―Ya he pasado por esto antes. Sé lo que tengo que hacer‖. ¿Es prudente esta actitud? Proverbios 3:7 advierte: ―No te hagas sabio a tus propios ojos‖. Está claro que las vivencias deberían ampliar nuestra visión de los factores implicados en diversas situaciones. Pero si progresamos en sentido espiritual, las experiencias vividas también han de grabarnos en la mente y el corazón que la bendición de Jehová es imprescindible para salir airosos. Por tanto, el progreso no se evidencia por la seguridad en nosotros mismos con la que encaramos las dificultades, sino por la disposición de buscar la guía de Jehová en la vida. Se demuestra por la convicción de que nada sucede sin el permiso de nuestro Padre celestial, así como por la relación de confianza y afecto que con él mantenemos. jd cap. 9 pág. 120 párrs. 17-18 Tratemos a los demás como Dios quiere ¿Por qué se volvió tan violento el pueblo de Dios? ¿Sería por imitar la agresividad de naciones como Asiria y Edom? Esa era una posibilidad contra la que había advertido Salomón: ―No tengas envidia del hombre de violencia, ni escojas ninguno de sus caminos‖ (Proverbios 3:31; 24:1). Y más tarde, Jeremías fue directamente al grano: ―Esto es lo que ha dicho Jehová: ‗No aprendan de ninguna manera el camino de las naciones‘‖ (Jeremías 10:2; Deuteronomio 18:9). Si estuviera vivo Habacuc, ¿verdad que se espantaría al ver la violencia que reina en la actualidad? Muchas personas respiran una atmósfera de agresividad desde muy pequeños. Así, niños y niñas por igual se quedan extasiados viendo dibujos animados de gran brutalidad, en los que cada personaje trata de aniquilar a su adversario, sea aplastándolo, con explosivos o con cualquier otro medio. Y los chicos no tardan en pasar a videojuegos en los que tienen que disparar, hacer volar por los aires o abatir a sus oponentes si quieren resultar vencedores. ―Pero no son más que juegos...‖, tal vez protesten algunos. Aun así, entretenerse con el salvajismo, sea en la computadora de casa o en un salón recreativo, sumerge al jugador en la violencia y moldea sus actitudes y reacciones. Por eso, esta advertencia inspirada da justo en el clavo: ―El hombre de violencia seduce a su prójimo, y ciertamente lo hace ir por un camino que no es bueno‖ (Proverbios 16:29). cf cap. 9 págs. 93-94 párr. 13 “Vayan [...] y hagan discípulos” Nosotros también tomamos a pecho las instrucciones que Jesús dio a los discípulos del siglo primero. Depositamos nuestra total confianza en Jehová al realizar nuestro ministerio (Proverbios 3:5, 6). Sabemos que, si seguimos ―buscando primero el reino‖, nunca careceremos de lo indispensable para la vida (Mateo 6:33). Por todo el mundo hay predicadores del Reino de tiempo completo que dan fe de que la mano de Jehová nunca se queda corta, ni siquiera en los momentos más difíciles (Salmo 37:25). Reconocemos asimismo la necesidad de evitar las distracciones, pues si nos descuidamos, este mundo puede desviarnos fácilmente de nuestro objetivo (Lucas 21:34-36). Ahora no es momento para distraernos: hay vidas en juego, y el mensaje que llevamos es urgente (Romanos 10:13-15). Mantener vivo en el corazón el sentido de urgencia impedirá que las distracciones de este mundo nos roben el tiempo y la energía que sería mejor emplear en el ministerio. No olvidemos que el tiempo es corto, y la cosecha, abundante (Mateo 9:37, 38). w06 15/9 pág. 17 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios 3:3. Debemos valorar las cualidades de la bondad amorosa y el apego a la verdad, y sentirnos orgullosos de manifestarlas, como si luciéramos un collar muy valioso. También debemos grabarlas en el corazón, convirtiéndolas en parte de nosotros. cf cap. 15 pág. 156 párr. 13 “Se enterneció” ¿Cómo podemos copiar el ejemplo de Jesús? Es obvio que no podemos producir alimento milagrosamente ni hacer que los muertos vuelvan a la vida. Pero sí podemos imitar a Cristo tomando la iniciativa para brindar ayuda a quienes la necesitan. Tal vez un hermano sufra un fuerte revés económico o pierda su empleo (1 Juan 3:17). Puede que la casa de una viuda necesite reparaciones urgentes (Santiago 1:27). O quizás una familia haya perdido a un ser querido y precise consuelo o ayuda práctica (1 Tesalonicenses 5:11). En casos de verdadera necesidad no hace falta esperar a que alguien nos pida ayuda (Proverbios 3:27). La compasión nos moverá a tomar la iniciativa para socorrer a otros en la medida de nuestras posibilidades. Nunca olvidemos que un simple acto de bondad o unas breves palabras de consuelo que nazcan del corazón pueden ser muestras de compasión muy poderosas (Colosenses 3:12). es11 pág. 69 Julio Miércoles 6 de julio No retengas el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en el poder de tu mano hacerlo (Pro. 3:27). Es cierto que el amor a Dios es la base de toda buena amistad. Pero hace falta algo más: es necesario que las dos personas se esmeren por cuidar su relación y que tengan espíritu de sacrificio. Ni siquiera entre hermanos carnales que sirven a Jehová se da automáticamente la amistad; ellos también tienen que esforzarse por cultivar una amistad estrecha. ¿Qué nos ayudará a hacer buenos amigos? Tomemos la iniciativa. El apóstol Pablo nos anima a seguir ―la senda de la hospitalidad‖ (Rom. 12:13). ¿Cómo se recorre esta senda? Igual que un sendero literal: paso a paso. Así es, debemos hacer vez tras vez pequeñas cosas por los demás. Nadie puede recorrer esa senda por nosotros. Una forma de ser hospitalario es ofreciendo a algunos hermanos una comida sencilla. ¿Podría usted adoptar la costumbre de recibir con hospitalidad a diferentes hermanos de la congregación? w09 15/10 4:6, 7 Capítulo 4 je págs. 26-27 Pastoreando el rebaño de Dios en unidad El Cuerpo Gobernante supervisa lo que la Sociedad publica. Lo que se escribe se basa en lo que se ha observado que son las necesidades espirituales del rebaño, y es el resultado de un estudio y una investigación minuciosos, junto con oración, de la Palabra de Dios. A medida que estos hombres continúan estudiando la Biblia y ven el desarrollo progresivo de los propósitos de Dios, el cumplimiento de las profecías respecto a los acontecimientos mundiales y la situación del pueblo de Dios en el mundo, puede que a veces hallen necesario hacer ajustes esclarecedores en el entendimiento de algunas enseñanzas. Así, el conocimiento de la verdad se hace cada vez más abundante. (Salmo 97:11; Proverbios 4:18; Daniel 12:4.) w09 15/8 págs. 19-20 párrs. 8-9 “Manténganse en el amor de Dios” Pero al igual que la brújula, la conciencia tiene limitaciones. Si el explorador colocara un imán cerca de la brújula, la aguja dejaría de señalar al norte. De igual modo, si nosotros nos dejáramos controlar por los deseos egoístas del corazón, estos distorsionarían el funcionamiento de nuestra conciencia. No hay que olvidar que ―el corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado‖ (Jer. 17:9; Pro. 4:23). Por otro lado, de poco le serviría la brújula al explorador si no contara con un mapa confiable. De la misma manera, si no recurriéramos a la infalible orientación de la Biblia, de poco nos serviría tener una conciencia (Sal. 119:105). Nosotros no queremos ser así. Por eso, dejamos que la Palabra de Dios eduque nuestra conciencia para que esta sea un instrumento realmente útil. Y en vez de permitir que nuestros deseos apaguen la voz de la conciencia, la escuchamos con atención. Al mismo tiempo, tratamos de respetar la conciencia de nuestros amados hermanos en la fe. Por eso nos esforzamos por no hacerlos tropezar y tenemos presente que su conciencia puede ser más sensible o restrictiva que la nuestra (1 Cor. 8:12; 2 Cor. 4:2; 1 Ped. 3:16). w08 1/9 págs. 9-10 Examinemos cuál será “el final del camino” Por ejemplo, ¿qué haremos ante alguna oferta tentadora, como un contrato, un ascenso o la participación en alguna actividad lucrativa? Aunque es imposible eliminar por completo el factor riesgo, antes de decidir nada hacemos bien en analizar cuál podría ser ―el final del camino‖ planteándonos preguntas como las siguientes: ―¿Cuáles son las consecuencias más probables? ¿Tendré que estar lejos de la familia, con la consiguiente tensión para mi cónyuge y para mí mismo? ¿Me veré expuesto a malas compañías, posiblemente por el trato con los socios o con quienes conozca en los hoteles y otros lugares?‖. Si sopesamos todas las implicaciones, podremos tomar una buena decisión. Sabiamente, Salomón dio este consejo: ―Examina bien el camino por donde quieres andar‖ (Proverbios 4:26, Pontificio Instituto Bíblico, nota). w07 1/1 pág. 18 Los graduados de Galaad reciben instrucción que les toca el corazón El siguiente discurso estuvo a cargo de Wallace Liverance, uno de los instructores de Galaad, y estaba basado en Proverbios 4:7. El orador dijo que aunque adquirir la sabiduría divina es lo más importante, también debemos ‗adquirir entendimiento‘, lo que implica ver la relación entre hechos aislados para así captar el verdadero sentido de las cosas. El hermano mostró que adquirir entendimiento produce gozo. En tiempos de Nehemías, por ejemplo, debido a que los levitas ―estaban explicando la ley‖ y ―dando entendimiento‖, el pueblo tuvo ―un gran regocijo, porque habían entendido las palabras que se les habían dado a conocer‖ (Nehemías 8:7, 8, 12). El hermano Liverance concluyó: ―Uno siente gozo cuando entiende la Palabra inspirada de Dios‖. w07 1/9 págs. 27-28 párrs. 8-9 Enseñen a sus hijos a amar a Jehová Algo que tiene una gran influencia en la relación de los hijos con Dios es la actitud de sus padres hacia el estudio de la Biblia. En nuestra relación con Jehová, como en cualquier otra, no basta con hablar; también hay que escuchar. Y una forma de escuchar a Dios es estudiando la Biblia con la ayuda de las publicaciones del ―esclavo fiel‖ (Mateo 24:45-47; Proverbios 4:1, 2). Por eso, para que los hijos cultiven una amistad duradera con Jehová, es fundamental fomentar en ellos el hábito de estudiar su Palabra. ¿Qué ayudará a los hijos a desarrollar buenos hábitos de estudio? Una vez más, no hay nada mejor que el ejemplo de sus progenitores. Padres, ¿los ven sus hijos leyendo y estudiando la Biblia con regularidad? Claro, es probable que ustedes estén muy ocupados criándolos y no sepan de dónde sacar tiempo para leer y estudiar. Sin embargo, pregúntense: ―¿Me ven mis hijos pasando muchas horas delante del televisor?‖. Si este fuera el caso, ¿no podrían dedicar parte de ese tiempo a su estudio personal y así darles un buen ejemplo? w06 15/9 pág. 17 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios 4:18. El conocimiento de la verdad divina se alcanza de forma progresiva. Si queremos permanecer en la luz, tenemos que seguir demostrando humildad y mansedumbre. w06 15/11 pág. 22 párr. 11 Mantengámonos en el amor de Dios El amor al prójimo impedirá que caigamos en la inmoralidad sexual (Mateo 22:39). ¿De qué manera? Motivándonos a proteger el corazón. Así evitaremos que este nos engañe y nos lleve a querer arrebatarle a una persona el cariño de su cónyuge, lo que podría conducirnos al adulterio (Proverbios 4:23; Jeremías 4:14; 17:9, 10). Hagamos como el justo Job, quien nunca se fijó en otra mujer que no fuera su esposa (Job 31:1). w03 15/3 pág. 10 ¿Debería ir mi hijo a la escuela? Todos los cristianos deben aumentar su conocimiento de la Biblia si desean agradar a Dios (Filipenses 1:9-11; 1 Tesalonicenses 4:1). El uso diligente de las Escrituras y las publicaciones bíblicas estimula el progreso espiritual. Y dado que Dios ha dejado escrita su Palabra, espera que sus adoradores lean y escriban lo mejor posible. Además, si entendemos lo que leemos en la Biblia, nos será más fácil poner en práctica sus consejos, aunque, por supuesto, quizá tengamos que leer ciertos pasajes más de una vez a fin de captar los puntos y meditar sobre ellos (Salmo 119:104; 143:5; Proverbios 4:7). w03 1/10 pág. 23 Comprendamos el propósito de la disciplina Todos necesitamos la disciplina de Jehová (Proverbios 8:33). De hecho, debemos anhelar la disciplina basada en la Palabra de Dios. Cuando estudiamos las Escrituras, podemos aceptar la disciplina que procede directamente de Jehová mediante ellas (2 Timoteo 3:16, 17). Sin embargo, en ocasiones recibiremos disciplina de compañeros cristianos. Reconocer el espíritu con que se ofrece nos ayudará a aceptarla de buena gana. El apóstol Pablo admitió: ―Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo, después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia‖ (Hebreos 12:11). La disciplina de Jehová es una demostración del profundo amor que nos tiene. Sea que la recibamos o la administremos, tengamos presente el propósito de la disciplina divina y sigamos el sabio consejo de la Biblia: ―Ásete de la disciplina; no la sueltes. Salvaguárdala, pues ella misma es tu vida‖ (Proverbios 4:13). w02 1/9 págs. 30-31 ¿Cómo debemos ver las pruebas? Nuestra humildad también pudiera ponerse a prueba. ¿De qué manera? Pues bien, ¿cómo reaccionamos ante los cambios en la organización? (Isaías 60:17.) ¿Apoyamos de todo corazón la obra de predicar y enseñar? (Mateo 24:14; 28:19, 20.) ¿Aceptamos con gusto las explicaciones de la verdad bíblica que suministra ―el esclavo fiel y discreto‖? (Mateo 24:45-47; Proverbios 4:18.) ¿Resistimos las presiones para adquirir el aparato más reciente, la última moda o el automóvil de último modelo? El humilde podrá contestar de manera afirmativa a tales preguntas (1 Pedro 1:14-16; 2 Pedro 3:11). w01 15/3 pág. 12 párr. 8 Venzamos las debilidades humanas Una forma fundamental de dejar de ser ―esclavos del pecado‖ es evitar la tentación siempre que sea posible (Romanos 6:6). Proverbios 4:14, 15 nos aconseja: ―No entres en la senda de los inicuos, y no andes directamente adelante al camino de los malos. Esquívalo, no pases adelante por él; desvíate de él, y pasa adelante‖. Muchas veces sabemos de antemano que cierto conjunto de circunstancias tal vez nos lleve a pecar. Lo lógico es que en esos casos los cristianos ‗pasemos adelante‘, que no nos acerquemos a ninguna persona, cosa o lugar que pueda despertar en nosotros deseos impropios o intensificar las pasiones inmundas. es11 pág. 8 Enero Martes 4 de enero Salvaguarda tu corazón (Pro. 4:23). En el complejo mundo en el que vivimos tenemos que tomar muchas decisiones. ¿Qué debemos hacer para estar seguros de que nuestras decisiones están en conformidad con la voluntad divina? Jehová nos ha hecho un regalo que nos ayuda muchísimo a obedecerle. Nos referimos a la conciencia. ¿Qué es la conciencia? Es la capacidad que tenemos de autoexaminarnos; es como un juez de nuestras propias acciones. Por un lado, nos ayuda a analizar las opciones que tenemos a la hora de tomar una decisión, y por el otro, evalúa las cosas que ya hemos hecho y determina si son buenas o malas, justas o injustas (Rom. 2:14, 15). Sin embargo, la conciencia tiene limitaciones. Por ejemplo, si nosotros nos dejáramos controlar por los deseos egoístas del corazón, estos distorsionarían el funcionamiento de nuestra conciencia (Jer. 17:9). Si no recurriéramos a la infalible orientación de la Biblia, de poco nos serviría tener una conciencia (Sal. 119:105). w09 15/8 4:6, 8 Capítulo 5 w06 15/9 pág. 17 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios 5:8. Debemos mantenernos alejados de todo lo que promueva la inmoralidad, ya sea música, actividades recreativas, Internet o libros y revistas. w06 15/9 pág. 17 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios 5:21. ¿Arriesgaría la persona que ama a Jehová su buena relación con el Dios verdadero por unos pocos momentos de placer? Claro que no. Nuestro mayor incentivo para mantener la pureza moral es tener siempre presente que Jehová ve nuestros caminos y nos va a pedir cuentas de lo que hagamos. w06 15/9 pág. 17 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios 5:3. ¿Por qué se le llama “una mujer extraña” a la prostituta? Proverbios 2:16, 17 indica que ―la mujer extraña‖ es alguien que ―ha olvidado el mismo pacto de su Dios‖. En la Biblia se llama ―extraños‖ a quienes adoraban a dioses falsos u optaban por no obedecer la Ley mosaica, como podían ser las prostitutas (Jeremías 2:25; 3:13). T-21 pág. 5 Disfrute de su vida de familia Cónyuges: “Mantengan la fidelidad de las relaciones entre esposos”. (Hebreos 13:4, La Nueva Biblia, Latinoamérica, 1989.) Sin duda, la vida familiar sale ganando con la fidelidad. El adulterio suele destrozar a las familias. (Proverbios 6:27-29, 32.) Por ello, la Biblia da esta sabia admonición: ―Goza con la esposa de tu juventud [...], no te deleites con una extraña‖. (Proverbios 5:18-20, La Biblia. La Casa de la Biblia, 1992.) fy cap. 8 págs. 92-93 párrs. 7, 9 Protejamos a la familia de las influencias destructivas ¿Es mejor mantener a los hijos en ignorancia de los temas sexuales? No. Lo mejor es educarlos personalmente. (Proverbios 5:1.) Es cierto que en algunos lugares de Europa y Norteamérica, muchos padres rehúyen estos temas. De igual modo, en algunos países africanos, los padres raramente hablan de sexualidad con sus hijos. ―No es parte de la cultura africana hacerlo‖, dice un padre de Sierra Leona. Algunos padres incluso creen que la educación sexual da ideas a los hijos para que ensayen la conducta inmoral. Pero ¿qué piensa Dios? Algunos pasajes de los capítulos 5, 6 y 7 de Proverbios contienen amoroso consejo paternal sobre los peligros de la inmoralidad sexual. Estos versículos muestran que a veces la inmoralidad se presenta de un modo muy atractivo. (Proverbios 5:3; 6:24, 25; 7:14-21.) Pero enseñan que es impropia y que sus consecuencias son calamitosas, y también orientan a los jóvenes para que eviten los caminos inmorales. (Proverbios 5:1-14, 21- 23; 6:27-35; 7:22-27.) Además, contrastan la inmoralidad con la satisfacción del placer sexual en el debido contexto del matrimonio. (Proverbios 5:15-20.) Estos pasajes constituyen un buen modelo docente para los padres. yp2 cap. 4 págs. 43-45 ¿Dónde está el límite? ● Una pareja puede ser culpable de fornicación aunque no llegue al coito. Verdadero. La palabra griega que se traduce ―fornicación‖ (pornéia) es un término muy amplio. Engloba todo tipo de relaciones sexuales fuera del matrimonio y se refiere al uso indebido de los órganos genitales. Así que la fornicación no se limita al coito propiamente dicho; también abarca actos como masturbar a otra persona y practicar el sexo oral o anal. Pero la Biblia no solo condena la fornicación. El apóstol Pablo dio una lista de lo que se conoce como ―las obras de la carne‖, las cuales, además de la fornicación, incluyen la ―inmundicia‖ y la ―conducta relajada‖. Y agregó: ―Los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios‖ (Gálatas 5:19-21). Pero ¿qué se entiende por ―inmundicia‖? El término griego que Pablo usó abarca todo tipo de impureza, ya sea en lo que se dice o en lo que se hace. Algunos ejemplos claros de inmundicia serían manosear a otra persona bajo la ropa, desnudarla o acariciar ciertas partes de su cuerpo que son más íntimas, como pudieran ser los pechos. Según la Biblia, ciertas muestras de cariño, como acariciar los pechos, están limitadas a las parejas casadas (Proverbios 5:18, 19). Por otro lado, hay jóvenes que desobedecen descaradamente las normas divinas. Se pasan de la raya a sabiendas, o hasta buscan con avidez personas con quienes puedan realizar estas prácticas inmundas. Algunos han llegado a caer en lo que Pablo llamó ―conducta relajada‖. La palabra griega original se aplica a ―actos escandalosos‖ o ―excesos‖, y conlleva una actitud de ―insolencia‖, ―desenfreno sexual‖ o ―descaro‖. Obviamente, ningún cristiano quiere convertirse en un desvergonzado que esté ―más allá de todo sentido moral‖ y se entregue a ―la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez‖ (Efesios 4:17-19). w08 1/9 págs. 8-9 Examinemos cuál será “el final del camino” Por su elevada posición, Jehová es el más indicado para decirnos cuál es la mejor senda que se abre ante nosotros. Ha visto los diversos derroteros que han seguido los seres humanos, así como los resultados que han tenido. Bien dice la Biblia: ―Los caminos del hombre están enfrente de los ojos de Jehová, y él está contemplando todos sus senderos‖ (Proverbios 5:21). Jehová se interesa mucho por quienes lo amamos. En su Palabra, la Biblia, nos ha trazado el mejor itinerario que existe. En efecto, nos asegura a cada uno de nosotros: ―Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir. Ciertamente daré consejo con mi ojo [velando por] ti‖. En vista de lo anterior, antes de dar los primeros pasos en una determinada dirección, lo más sabio es buscar el consejo de Jehová. Eso es lo que hacía David, rey del antiguo Israel, quien oraba a Dios: ―Dame a conocer el camino en que debo andar‖ (Salmo 32:8; 143:8). Capítulo 6 ¿Por qué se dice del hombre de Proverbios 6:12-14 que no sirve para nada? w00 15/9 págs. 26-27 Protejamos nuestra reputación Subrayando otro tipo de conducta que puede perjudicar la reputación de la persona en la comunidad y su relación con Dios, Salomón continúa: “Un hombre que para nada sirve, un hombre de nocividad, está andando con tortuosidad de habla, guiñando el ojo, haciendo señales con el pie, dando indicaciones con los dedos. La perversidad se halla en su corazón. Está fabricando algo malo a todo tiempo. Sigue enviando meramente contiendas” (Proverbios 6:1214). Estos versículos describen al engañador. El mentiroso normalmente intenta encubrir su falsedad. ¿Cómo? No solo con ―tortuosidad de habla‖, sino también mediante el lenguaje corporal. Un comentarista señala: ―Los gestos, el tono de la voz e incluso las expresiones faciales son métodos calculados de engaño; detrás de una fachada de sinceridad acecha una mente pervertida y un espíritu de discordia‖. El hombre que para nada sirve trama planes malvados y siempre causa contiendas. ¿Cuál será su fin? “Por eso de repente vendrá su desastre —contesta el rey de Israel—; en un instante él será quebrado, y no habrá curación.” (Proverbios 6:15.) Cuando se descubre al mentiroso, este pierde inmediatamente su buena reputación. ¿Quién confiará en él de nuevo? Su fin es en realidad desastroso, pues ―todos los mentirosos‖ se incluyen entre aquellos que sufrirán la muerte eterna (Revelación [Apocalipsis] 21:8). Por tanto, ‗comportémonos honradamente en todas las cosas‘ (Hebreos 13:18). es11 pág. 71 Julio Jueves 14 de julio Vete donde la hormiga, oh perezoso; mira sus caminos y hazte sabio (Pro. 6:6). Pensemos en la sabiduría instintiva de la hormiga (Pro. 30:24, 25). Algunos investigadores creen que por cada persona hay por lo menos doscientas mil hormigas, que trabajan sin parar dentro y fuera de sus hormigueros. En la mayoría de las colonias hay tres tipos de hormigas: las reinas, los machos y las obreras, y cada grupo contribuye de manera única a atender las necesidades colectivas. Pensemos, por ejemplo, en la hormiga cortahojas, de Sudamérica, una experta jardinera. Este diminuto insecto fertiliza, trasplanta y poda sus cultivos de hongos a fin de aumentar la producción. Los expertos han descubierto que esta hábil jardinera organiza sus labores en función de la cantidad de comida que requiere la colonia. Las hormigas tienen mucho que enseñarnos. Por ejemplo, nos enseñan que si queremos obtener buenos resultados, tenemos que ser trabajadores. w09 15/4 3:7-9 es11 pág. 94 Septiembre Miércoles 21 de septiembre Deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas (Heb. 13:18). En el mundo laboral de hoy reina la falta de honradez, por lo que se nos puede hacer difícil resistir la tentación de actuar igual que los demás. Por ejemplo, a fin de obtener un mejor empleo y ganar más, hay quienes recurren a mentiras descaradas y exageran su experiencia o su formación académica en el currículum. Y muchas personas que ya tienen empleo fingen que están trabajando cuando en realidad están atendiendo asuntos personales. Por ejemplo, leen cosas que no tienen que ver con el trabajo, hacen llamadas telefónicas, envían mensajes electrónicos o navegan por Internet. Para los cristianos verdaderos, la honradez no es algo opcional (Pro. 6:16-19). Por eso, si nos pagan el día completo, trabajamos el día completo (Efe. 6:5-8). Además, el que seamos buenos trabajadores contribuye a que el nombre de Jehová reciba alabanza (1 Ped. 2:12). w09 15/6 3:13, 14 km 3/95 pág. 1 párr. 6 Al que mucho se le ha dado, mucho se le exigirá No basta con que amemos lo que es bueno; también tenemos que odiar lo que es malo. (Sal. 97:10.) En otras palabras, no debemos anhelar las cosas malas. Proverbios 6:16-19 menciona siete cosas que Jehová odia. Es obvio que los que deseamos agradar a Jehová debemos odiarlas también. Ya que hemos sido bendecidos con el conocimiento exacto de la verdad, obremos en armonía con dicho conocimiento, fijando nuestra atención en las cosas buenas. km 6/95 pág. 3 párr. 6 Use eficazmente su tiempo La Biblia dice que ―hasta la cigüeña [...] bien conoce sus tiempos‖ de migración, y la hormiga ―prepara su alimento aun en el verano‖ a fin de tener todo listo para el invierno. (Jer. 8:7; Pro. 6:68.) He aquí el secreto del uso eficaz del tiempo. Nosotros también debemos ‗conocer nuestros tiempos‘. Sin ser inflexibles, queremos estar pendientes del tiempo. No solo debemos saber lo que tenemos que hacer, sino cuándo es preciso hacerlo. Debemos formarnos el hábito de prever, de tener en cuenta posibles atrasos. También debemos estar dispuestos a acortar otras actividades para dedicar ese tiempo a cosas más importantes, como preparar las reuniones, el ministerio del campo y otros deberes teocráticos. wt cap. 6 págs. 58-59 párr. 17 La cuestión que todos debemos afrontar Por ejemplo, no podemos imitar a Satanás, ―el padre de la mentira‖ (Juan 8:44). En ninguna circunstancia debemos faltar a la verdad. Si bien en el sistema de Satanás los hijos mienten con frecuencia a sus padres, los jóvenes cristianos no lo hacen, y de esa forma demuestran que es falsa la acusación del Diablo de que los siervos de Dios no se mantendrían íntegros bajo prueba (Job 1:911; Proverbios 6:16-19). Por otra parte, ciertas prácticas comerciales podrían relacionarnos con ―el padre de la mentira‖ en vez de con el Dios de la verdad, de modo que las evitamos (Miqueas 6:11, 12). Tampoco está justificado el robo en ningún caso, aunque quien lo cometa esté necesitado o la víctima sea adinerada (Proverbios 6:30, 31; 1 Pedro 4:15). Prescindiendo de si es una práctica habitual donde vivimos o de si lo que se ha hurtado es de poco valor, robar va en contra de las leyes divinas (Lucas 16:10; Romanos 12:2; Efesios 4:28). uno creer que tiene el derecho de tomarlo ―prestado‖ para una emergencia personal o de usarlo de otro modo sin la debida autorización? De ninguna manera. Eso equivaldría a robar a Dios y ciertamente no sería bondadoso ni justo hacia quienes contribuyeron dichos fondos para la obra de Jehová (Proverbios 6:30, 31; Zacarías 5:3). lv cap. 6 pág. 70 párr. 16 Cómo elegir diversiones sanas A la hora de seleccionar actividades recreativas, lo primero que tomamos en cuenta los cristianos verdaderos es el criterio de Dios. Para ello, acudimos a la Biblia, que revela el punto de vista y las normas de Jehová. Podemos leer, por ejemplo, la lista del rey Salomón sobre las cosas que Jehová odia, entre ellas ―una lengua falsa‖, ―manos que derraman sangre inocente‖, ―un corazón que fabrica proyectos perjudiciales‖ y ―pies que se apresuran a correr a la maldad‖ (Proverbios 6:16-19). Pues bien, una vez que conocemos lo que piensa Dios, ¿qué actitud debemos adoptar? w06 15/9 pág. 18 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios 6:20-24. Una crianza basada en la Biblia puede servir de protección contra la inmoralidad sexual. Los padres no deben descuidar la responsabilidad que en este sentido tienen para con sus hijos. jd cap. 8 pág. 105 párr. 15 ¿Qué pide Jehová de usted? Quienes aman la bondad y desean hacer el bien al prójimo procuran ser personas irreprochables. Jehová les dijo lo siguiente a los israelitas que no daban el debido apoyo material a la adoración pura: ―Ustedes me están robando‖ (Malaquías 3:8). ¿Vemos alguna manera en la que alguien podría estar ―robando‖ a Dios en la actualidad? Supongamos, por ejemplo, que un cristiano tiene acceso a fondos donados para fomentar los intereses del Reino, sea en la congregación o en otro lugar. ¿A quién le pertenece ese dinero? En última instancia, a Jehová, pues se entregó para promover su adoración (2 Corintios 9:7). ¿Debería lv pág. 208 Cómo tratar a un expulsado A veces el expulsado vive con su familia inmediata. Dado que la expulsión no rompe los lazos de sangre, los familiares no tienen objeción a que siga relacionándose con ellos e interviniendo en las actividades cotidianas del hogar. Sin embargo, por lealtad a Jehová, no pueden confraternizar espiritualmente con el pecador, ya que este ha decidido romper el vínculo cristiano que los unía. Quizás le dejen estar en el estudio de familia, pero sin participar. Ahora bien, si es un menor, los padres pueden darle lecciones bíblicas, pues siguen siendo responsables de su enseñanza y disciplina (Proverbios 6:20-22; 29:17). lv cap. 14 pág. 166 párr. 12 Honrados en todas las cosas Asimismo, tenemos que ser honrados con la organización de Jehová siempre que llenamos un cuestionario o entregamos un informe. ¿Cómo? Por ejemplo, anotando cifras verídicas en el informe del servicio del campo o aportando datos exactos sobre nuestra salud —u otros detalles de nuestro historial— en las solicitudes para privilegios de servicio (Proverbios 6:16-19). w06 15/9 pág. 17 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios 6:16-19. Las siete categorías mencionadas abarcan prácticamente todo tipo de pecados. Es fundamental que sintamos odio por tales conductas. w10 15/4 pág. 15 ¿Dejamos que Jehová nos interrogue? “¿Puede un hombre recoger fuego en el seno sin que se le quemen las mismas prendas de vestir?” (Pro. 6:27.) Entre los sabios consejos que un padre ofrece a su hijo en los primeros nueve capítulos de Proverbios, figura esta advertencia sobre las consecuencias del adulterio (Pro. 6:29). Si alguna vez nos descubrimos albergando deseos impuros o coqueteando, esta pregunta debería sonar como una alarma en nuestra mente. No obstante, también es aplicable a cualquier otra tentación. Sin duda, es una clara expresión de este otro principio bíblico: ―[Lo] que el hombre esté sembrando, esto también segará‖ (Gál. 6:7). w05 1/1 págs. 7-8 párr. 4 Sigamos el modelo que puso Jesús Lo contrario de la humildad es la altanería, o el orgullo, sentimiento que provocó la caída de Satanás (Proverbios 6:16- 19; 1 Timoteo 3:6). El orgullo fácilmente echa raíces en el corazón, y una vez allí, cuesta mucho desarraigarlo. La gente se siente superior a causa de su país, su raza, sus posesiones, su educación, sus logros mundanos, su posición social, su físico, su capacidad atlética, etc. No obstante, nada de lo anterior es importante para Dios (1 Corintios 4:7). Nuestra relación con él se perjudica si nos enorgullecemos de estas cosas, pues ―Jehová es alto, y, no obstante, al humilde lo ve; pero al altanero lo conoce solo de distancia‖ (Salmo 138:6; Proverbios 8:13). w06 15/9 pág. 17 Puntos sobresalientes del libro de Proverbios 6:1-5. ¡Qué buenos consejos contienen estos versículos! Nos recomiendan no ‗salir fiadores‘ de otras personas en negocios poco prudentes. Si después de analizar mejor el asunto nos damos cuenta de que hemos tomado una mala decisión, sin demora debemos ‗inundar a nuestro semejante‘ con continuas peticiones y hacer todo lo posible para rectificar nuestro error. lv cap. 12 pág. 138 párr. 12 Hablemos siempre de forma edificante ¿Cómo ve Jehová a quienes se dedican a difamar o sembrar discordias? No los ve con buenos ojos. Lo que es más, odia a quienes provocan ―contiendas entre hermanos‖ (Proverbios 6:1619). Recordemos que el término griego para ―calumniador‖ es diábolos, el mismo que se usa para presentar a Satanás como el ―Diablo‖, es decir, como el Calumniador que difama a Dios (Revelación 12:9, 10). Desde luego, ninguno de nosotros querría convertirse en un ―diablo‖ (o sea, en un calumniador). Ciertamente, en la congregación no hay lugar para la calumnia ni para las obras de la carne que esta fomenta, entre ellas las ―altercaciones [o riñas]‖ y las ―divisiones‖ (Gálatas 5:19-21). Así pues, antes de contar cualquier cosa sobre el prójimo, debemos preguntarnos: ―¿Estoy seguro de que es cierto? ¿Sería una muestra de amor revelarlo? ¿Es necesario o conveniente que otros se enteren?‖ (1 Tesalonicenses 4:11). ¿QUÉ IDEAS DE LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA PUEDEN SERVIRME EN LA PREDICACIÓN? Lectura de la Biblia (4 mins. o menos): Pr 6:20-35 (Proverbios 6:20-35) Observa, oh hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no abandones la ley de tu madre. 21 Átalos sobre tu corazón constantemente; enlázalos a tu garganta. 22 Cuando andes, ello te guiará; cuando te acuestes, vigilará sobre ti; y cuando hayas despertado, hará de ti el objeto de su intenso interés. 23 Porque el mandamiento es una lámpara, y una luz es la ley, y las censuras de la disciplina son el camino de la vida, 24 para guardarte de la mujer mala, de la melosidad de la lengua de la extranjera. 25 No desees en tu corazón su belleza, y no vaya ella a atraparte con sus ojos lustrosos, 26 porque a favor de una prostituta [uno se rebaja] a un pan redondo; pero en cuanto a la esposa de [otro] hombre, ella caza hasta un alma preciosa. 27 ¿Puede un hombre recoger fuego en el seno sin que se le quemen las mismas prendas de vestir? 28 ¿O puede un hombre andar sobre las brasas sin que se le chamusquen los mismos pies? 29 Así mismo [ocurre] con cualquiera que tenga relaciones con la esposa de su semejante; nadie que la toque quedará exento de castigo. 30 La gente no desprecia al ladrón simplemente porque comete robo para llenarse el alma cuando tiene hambre. 31 Pero, cuando sea hallado, lo resarcirá con siete veces la cantidad; todas las cosas valiosas de su casa dará. 32 Cualquiera que comete adulterio con una mujer es falto de corazón; el que lo hace está arruinando su propia alma. 33 Una plaga y deshonra hallará, y su oprobio mismo no será borrado. 34 Porque la furia de un hombre físicamente capacitado son los celos, y no mostrará compasión en el día de la venganza. 35 No dará consideración a ninguna clase de rescate, ni mostrará disposición favorable, no importa cuán grande hagas el presente. SEAMOS MEJORES MAESTROS (Vea la Guía de Actividades para la Reunión) Pag. 1 Preparemos las presentaciones de este mes (15 mins.): Análisis con el auditorio. Ponga los videos de las presentaciones modelo y comente los aspectos más importantes. Anime a los publicadores a participar en la campaña mundial para invitar a las personas a la reunión de los fines de semana. NUESTRA VIDA CRISTIANA Canción 107 Necesidades de la congregación (8 mins.): Como alternativa, analice con el auditorio qué lecciones podemos sacar del Anuario (yb16 págs. 25-27). Seamos amables con quienes asisten a nuestras reuniones (Pr 3:27):(7 mins.) Análisis con el auditorio. Ponga el video ¿Cómo son nuestras reuniones? Pregunte cómo podemos contribuir a que haya un buen ambiente en el Salón del Reino, no solo durante el mes de octubre, sino todo el año. (Proverbios 3:27) No retengas el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en el poder de tu mano hacer[lo]. ESTUDIO BÍBLICO DE LA CONGREGACIÓN: EL REINO DE DIOS YA ESTÁ GOBERNANDO (kr) cap. 2 párrs. 1-12 El nacimiento del Reino en el cielo IDEA CENTRAL DEL CAPÍTULO Cómo preparó Dios a su pueblo para el nacimiento del Reino 1, 2. ¿Cuál es el acontecimiento más importante de la historia, y por qué no nos sorprende que no lo viera ningún ser humano? MUCHAS personas se preguntan cómo habría sido vivir en una época que cambiara el curso de la historia. Quizás a usted le pase lo mismo. Pero piense en esto: aun si hubiera vivido en una época así, probablemente no habría sido testigo presencial de los eventos que provocaron dichos cambios. ¿Por qué no? Porque muchos sucesos que llenan las páginas de los libros de historia — como la caída de un gobierno— ocurren lejos de la mirada del público. Se puede decir que la mayor parte de la historia transcurre a puerta cerrada, quizás en un palacio, en una reunión de jefes de Estado o en un consejo privado de ministros. Pero sin importar dónde se tomen las grandes decisiones, lo cierto es que afectan a millones de personas. 2 Ahora bien, hablemos del acontecimiento más importante que ha ocurrido en el curso de la historia. Aunque ningún ser humano lo vio con sus propios ojos, tuvo una profunda influencia en millones de vidas. Nos referimos al establecimiento en el cielo del Reino de Dios, el gobierno mesiánico que se había prometido mucho tiempo atrás y que pronto pondrá fin a este mundo corrupto (lea Daniel 2:34, 35, 44, 45). Como sabemos, ningún ser humano vio este suceso tan extraordinario. ¿Estaba Jehová ocultándolo de la humanidad? ¿O, más bien, estaba él preparando a sus siervos leales para lo que iba a suceder? (Daniel 2:34, 35) Seguiste mirando hasta que una piedra fue cortada, no por manos, y dio contra la imagen en sus pies de hierro y de barro moldeado, y los trituró. 35 En aquel tiempo el hierro, el barro moldeado, el cobre, la plata y el oro fueron, todos juntos, triturados, y llegaron a ser como el tamo de la era del verano, y el viento se los llevó, de modo que no se halló ningún rastro de ellos. Y en cuanto a la piedra que dio contra la imagen, llegó a ser una gran montaña y llenó toda la tierra. (Daniel 2:44, 45) ”Y en los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos; 45 puesto que contemplaste que de la montaña una piedra fue cortada, no por manos, y [que] trituró el hierro, el cobre, el barro moldeado, la plata y el oro. El magnífico Dios mismo ha hecho saber al rey lo que ha de ocurrir después de esto. Y el sueño es confiable, y la interpretación de él es digna de confianza”. Un mensajero que despejaría el camino 3-5. a) ¿Quién es “el mensajero del pacto” mencionado en Malaquías 3:1? b) ¿Qué sucedería antes de que “el mensajero del pacto” viniera al templo? 3 Desde hace muchos siglos, Jehová decidió que prepararía a su pueblo para el nacimiento del Reino mesiánico. Prueba de ello es la profecía de Malaquías 3:1: “¡Miren!, envío mi mensajero, y él tiene que despejar un camino delante de mí. Y súbitamente vendrá a Su templo el Señor verdadero, a quien ustedes buscan, y el mensajero del pacto en quien se deleitan”. 4 En el cumplimiento moderno de esta profecía, ¿cuándo vendría Jehová, “el Señor verdadero”, a inspeccionar a quienes servían en el patio terrestre de su templo espiritual? La profecía dice que Jehová vendría con “el mensajero del pacto”. ¿Quién es este? Nada menos que el Rey Mesiánico, Jesucristo (Luc. 1:68-73). Al poco tiempo de ser coronado rey, Jesús inspeccionaría y purificaría al pueblo de Dios en la Tierra (1 Ped. 4:17). 5 Pero ¿quién es el otro mensajero, el primero que menciona Malaquías 3:1? Este mensajero aparecería mucho antes de que comenzara la presencia de Cristo. Por lo tanto, ¿hubo alguien que despejara el camino delante del Rey Mesiánico en las décadas previas a 1914? 6. ¿Quiénes desempeñaron la función del primer mensajero y prepararon al pueblo de Dios para los acontecimientos futuros? 6 ¿Dónde hallamos la respuesta a estas preguntas? Investigando la historia del pueblo de Jehová de tiempos modernos, un apasionante tema que trataremos en este libro. Observaremos que a finales del siglo XIX surgió un pequeño grupo de personas devotas que demostraron ser cristianos verdaderos en un mundo lleno de cristianos falsos. A estos cristianos fieles se les llegó a conocer como Estudiantes de la Biblia. Como veremos, los hermanos que dirigían a este grupo —Charles Taze Russell y sus colaboradores— desempeñaron la función del primer mensajero predicho: proporcionar dirección espiritual al pueblo de Dios y prepararlo para los acontecimientos que vendrían. Veamos cuatro facetas en las que este “mensajero” cumplió con su misión. Buscaron la verdad 7, 8. a) En el siglo XIX, ¿quiénes comenzaron a desenmascarar la doctrina de la inmortalidad del alma? b) ¿Qué otras enseñanzas falsas denunciaron Charles Russell y sus colaboradores? 7 Luego de pedir en oración la guía divina, los Estudiantes de la Biblia analizaron juntos algunas doctrinas bíblicas, las recopilaron y publicaron. La cristiandad llevaba siglos hundida en una terrible oscuridad espiritual, y muchas de sus enseñanzas tenían origen pagano. Un ejemplo sobresaliente es la doctrina de la inmortalidad del alma. Sin embargo, en el siglo XIX hubo personas que, al examinar esa enseñanza con la mente abierta, se dieron cuenta de que no tenía apoyo bíblico. Henry Grew, George Stetson y George Storrs, valiéndose de la palabra hablada y la escrita, desenmascararon sin temor esa mentira satánica*. Su labor causó una honda impresión en Charles Russell y sus colaboradores. * Encontrará más información sobre Grew, Stetson y Storrs en las páginas 45 y 46 del libro Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios. 8 Este grupito de Estudiantes de la Biblia comprendió que otras doctrinas ligadas a la de la inmortalidad del alma eran igual de confusas y falsas, como por ejemplo la enseñanza de que todos los buenos van al cielo o de que Dios tortura eternamente en el infierno las almas inmortales de los pecadores. Russell y sus colaboradores denunciaron con valor estas falsedades en numerosos artículos, libros, folletos, tratados y sermones publicados en periódicos. 9. ¿Cómo denunció la revista Watch Tower la doctrina de la Trinidad? 9 Los Estudiantes de la Biblia también denunciaron otra doctrina muy arraigada: la Trinidad. Ya en 1887, un artículo de la revista Zion’s Watch Tower and Herald of Christ’s Presence (La Torre del Vigía de Sión y Heraldo de la Presencia de Cristo) señaló: “La Biblia deja claro que Jehová y nuestro Señor Jesús son seres distintos, y cuál es la verdadera relación entre ellos”.* El artículo también destacaba lo increíble de que “haya conseguido aceptación y reconocimiento general la idea de un dios trino, es decir, tres dioses en uno, y al mismo tiempo, un dios en tres. Esto solo demuestra cuán profundamente dormida estaba la iglesia mientras el enemigo la ataba con las cadenas del error”. * Este es el título que recibió originalmente la revista que hoy se conoce como The Watchtower. Aunque ha cambiado varias veces a lo largo de la historia, en este libro usaremos el título Watch Tower para referirnos a los números más antiguos. Esta revista se empezó a traducir al español en 1917 con el título La Torre del Vigía y Heraldo de la Presencia de Cristo, y a partir de 1939 adoptó el nombre actual de La Atalaya. 10. ¿Qué publicaron los Estudiantes de la Biblia sobre el año 1914? 10 Como indicaba el nombre de la revista, sus redactores estaban muy interesados en las profecías relativas a la presencia de Cristo. Aquellos fieles ungidos se dieron cuenta de que la profecía de Daniel sobre los “siete tiempos” estaba relacionada con el momento en que se cumpliría la voluntad de Dios respecto al Reino mesiánico. Ya en la década de 1870, publicaron que los siete tiempos terminarían en 1914 (Dan. 4:25; Luc. 21:24). Aunque nuestros hermanos no comprendían a cabalidad lo que sucedería en ese año, proclamaron a los cuatro vientos lo que habían aprendido, proclamación que dejó una profunda huella. 11, 12. a) ¿A quién atribuyó el hermano Russell el mérito por lo que enseñaba? b) ¿Qué podemos decir de la labor que Russell y sus colaboradores realizaron antes de 1914? 11 Ni Russell ni sus colaboradores se atribuyeron el mérito de haber descubierto y entendido estas verdades espirituales fundamentales. Russell reconoció que otras personas lo habían hecho antes que él. Sobre todo, reconoció que es Jehová el que se encarga, a su debido tiempo, de enseñarle a su pueblo todo lo que necesita saber. Es evidente que Jehová bendijo los esfuerzos que hicieron el hermano Russell y sus colaboradores para separar la verdad de la mentira. Con los años, se fue haciendo más y más clara la diferencia entre ellos y la cristiandad. 12 ¡Con cuánto valor defendieron la verdad estos hombres fieles en las décadas previas a 1914! Su labor fue realmente extraordinaria. Notemos lo que dijo el número del 1 de noviembre de 1917 de la revista Watch Tower: “En la actualidad, infinidad de personas se han librado del temor que les infundían enseñanzas falsas como la del infierno [...]. La verdad es como una marea que comenzó hace más de cuarenta años y que sigue subiendo hasta llenar toda la Tierra. Aunque sus oponentes traten de evitar que la verdad alcance todos los rincones del planeta, es como si intentaran detener la marea alta del océano con una simple escoba”. Repaso de esta reunión y adelanto de la próxima (3 mins.) Canción 143 y oración 4 - 10 DE ENERO _ 2 CRÓNICAS 29- 32 TEXTOS ESTUDIO DE LA ATALAYA (Efesios 5:33) Sin embargo, también, que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo. 1 (Proverbios 18:22) ¿Ha hallado uno una esposa [buena]? Ha hallado una cosa buena, y consigue buena voluntad de Jehová. (1 Corintios 7:28) Pero aunque te casaras, no cometerías ningún pecado. Y si una [persona] virgen se casara, la tal no cometería ningún pecado. No obstante, los que lo hagan tendrán tribulación en la carne. Pero yo les ahorro [eso]. 2 (Efesios 5:33) Sin embargo, también, que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo. 3 (Efesios 5:25) Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella, (Juan 13:34, 35) Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros. 35 En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”. (Juan 15:12, 13) Este es mi mandamiento: que ustedes se amen unos a otros así como yo los he amado a ustedes. 13 Nadie tiene mayor amor que este: que alguien entregue su alma a favor de sus amigos. (1 Corintios 13:7, 8) Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta. 8 El amor nunca falla. Pero sea que haya [dones de] profetizar, serán eliminados; sea que haya lenguas, cesarán; sea que haya conocimiento, será eliminado. 4 (Efesios 5:22, 23) Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor, 23 porque el esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación, siendo él salvador de [este] cuerpo. (Génesis 2:18) Y Jehová Dios pasó a decir: “No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él”. 6 (Colosenses 3:13, 14) Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes. 14 Pero, además de todas estas cosas, [vístanse de] amor, porque es un vínculo perfecto de unión. (1 Corintios 13:4, 5) El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, 5 no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño. (Efesios 4:26, 27) Estén airados, y, no obstante, no pequen; que no se ponga el sol estando ustedes en estado provocado, 27 ni dejen lugar para el Diablo. 7 (1 Corintios 7:3-5) Que el esposo dé a [su] esposa lo que le es debido; pero que la esposa haga lo mismo también a [su] esposo. 4 La esposa no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposo; así mismo, también, el esposo no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposa. 5 No se priven [de ello] el uno al otro, a no ser de común acuerdo por un tiempo señalado, para que dediquen tiempo a la oración y vuelvan a juntarse, para que no siga tentándolos Satanás por su falta de regulación en sí mismos. (1 Pedro 3:7) Ustedes, esposos, continúen morando con ellas de igual manera, de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas. 8 (El Cantar de los Cantares 1:2) “Béseme él con los besos de su boca, porque tus expresiones de cariño son mejores que el vino. (El Cantar de los Cantares 2:6) Su mano izquierda está debajo de mi cabeza; y su mano derecha... esta me abraza. 9 (Mateo 5:27, 28) ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. (Hebreos 4:13) Y no hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 11 (1 Corintios 7:10, 11) A los casados doy instrucciones —sin embargo, no yo, sino el Señor— de que la esposa no debe irse de su esposo; 11 pero si de hecho se fuera, que permanezca sin casarse, o, si no, que se reconcilie con su esposo; y el esposo no debe dejar a su esposa. (Mateo 19:3-6) Y se le acercaron unos fariseos, resueltos a tentarlo, y dijeron: “¿Es lícito para un hombre divorciarse de su esposa por toda suerte de motivo?”. 4 En respuesta, él dijo: “¿No leyeron que el que los creó desde [el] principio los hizo macho y hembra 5 y dijo: ‘Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne’? 6 De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre”. (Génesis 2:24) Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne. (1 Corintios 7:39) La esposa está atada durante todo el tiempo que su esposo vive. Pero si su esposo se durmiera [en la muerte], está libre para casarse con quien quiera, [pero] solo en [el] Señor. 13 (Gálatas 5:22, 23) Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley. 14 (1 Corintios 7:12-14) Pero a los demás digo —sí, yo, no el Señor—: Si algún hermano tiene esposa incrédula, y sin embargo ella está de acuerdo en morar con él, no la deje; 13 y la mujer que tiene esposo incrédulo, y sin embargo él está de acuerdo en morar con ella, no deje a su esposo. 14 Porque el esposo incrédulo es santificado con relación a [su] esposa, y la esposa incrédula es santificada con relación al hermano; de otra manera, sus hijos verdaderamente serían inmundos, pero ahora son santos. (1 Corintios 7:16) Pues, esposa, ¿cómo sabes que no salvarás a [tu] esposo? O, esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a [tu] esposa? 15 (1 Pedro 3:1-4) De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de [sus] esposas, 2 por haber sido ellos testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto. 3 Y que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello ni el de ponerse ornamentos de oro ni el uso de prendas de vestir exteriores, 4 sino que sea la persona secreta del corazón en la [vestidura] incorruptible del espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios. 16 (1 Corintios 7:15) Pero si el incrédulo procede a irse, que se vaya; el hermano o la hermana no está en servidumbre en tales circunstancias; antes bien, Dios los ha llamado a ustedes a la paz. 17 (2 Timoteo 3:1-5) Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros, testarudos, hinchados [de orgullo], amadores de placeres más bien que amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate. (1 Corintios 7:29-31) Además, esto digo, hermanos: el tiempo que queda está reducido. En adelante, los que tienen esposas sean como si no tuvieran, 30 y también los que lloran sean como los que no lloran, y los que se regocijan, como los que no se regocijan, y los que compran, como los que no poseen, 31 y los que hacen uso del mundo, como los que no lo usan a plenitud; porque la escena de este mundo está cambiando. (Mateo 6:33) ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas. 18 (Marcos 10:9) Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre”.
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