Octubre 2016 Año 20. Número 219 40 centavos Un octubre de historias Si hay un mes que ha marcado la historia de Cuba es, sin dudas, octubre. Justo cuando transcurría el décimo de sus días en 1868, el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, liberó a sus esclavos y les convidó a la lucha. Ese estallido patriótico en La Demajagua iniciaría las gestas independentistas, donde cuajaría lo mejor de nuestras tradiciones libertarias. En ese propio mes, con años de diferencias, se rescataría al brigadier Julio Sanguily, hazaña que encumbraría de gloria al Mayor General Ignacio Agramonte. También en periodo similar, Cuba demostró al mundo que ni la potencia más grande lograría doblegarla en aquellos días luminosos y llenos de peligros, que se conocerían después como la Crisis de Octubre. Así mismo, durante ese lapso, en Un hotel por nuevos bríos ¡Cuidado! Santanicas Pág. 5 Pág. 7 1963, el clima se ensañó con la Isla, al sufrir la región oriental los embates del inolvidable ciclón Flora. Octubre nos recuerda, además, el luto que ha sufrido esta tierra, cuando un avión en pleno vuelo estalló en el aire cercenando la sonrisa de 73 personas, entre las que se encontraban decenas de bisoños atletas que solo llevaban consigo la gloria deportiva que les enaltecía. Mas, fueron el blanco predilecto del odio. Sin embargo, aunque se rememoran otros acontecimientos que marcaron nuestra historia, como la firma de la Ley Agraria en La Plata, en plena lucha revolucionaria, octubre siempre traerá de regreso una y otra vez, los nombres de los queridos guerrilleros Che y Camilo, amigos inseparables y ejemplos para las viejas y nuevas generaciones. (Arnaldo Mirabal Hernández. Fotos: Archivo) Antón y Fidel Pág. 8 La perra más famosa de Cuba vive en Mario López No lo duden, amigos, y no la compararé con Laika, aquella perrita soviética que viajó al cosmos, pero Linda, la sabuesa del batey Mario López también lo hizo, esta vez, por la red de redes y conquistando el corazón de miles de lectores de todo el Planeta. Así como lo leen. En estos tiempos de Internet, una breve información puede recorrer el mundo en cuestiones de segundos, y una noticia en la Ciénaga entusiasmar por igual a un español que a un peruano. Resultó tan grande la repercusión que, incluso a Ignacio, su dueño, le visitó una televisora extranjera del prestigio de Reuters, después de contactar con el mensuario, aunque, sin dudas, el palo periodístico lo dio Humedal del Sur; para ser honestos, la carismática Linda se ganó todo el mérito al amamantar a seis cerditos. (Arnaldo Mirabal Hernández) Escardó, junto a Fidel, en el desarrollo de la Ciénaga de Zapata Por Manuel Villabella Marrero* Foto: Tomada de Internet E n ESTE año se conmemoran 50 años del trágico fallecimiento del poeta Rolando Escardó, su desaparición física ocurrió el 16 de octubre de 1960. él se encontraba al frente del primer plan orientado por Fidel con vistas a hacer de la Ciénaga de Zapata un lugar adecuado para la convivencia humana; eran las primeras jornadas de laboreo en pos de desecar el inhóspito lugar, poblado en gran mayoría por carboneros expuestos a innumerables vicisitudes y enfermedades. Llegó del exilio en México a principios de 1959, al triunfar la Revolución. Sus conocimientos de espeleología –había fundado en Camagüey el grupo Yarabey– y sus incursiones a las cuevas y cavernas de esa provincia, fundamentalmente en la región cubiteña, aportaron valiosos datos al estudio de esta ciencia y a las investigaciones, que en este sentido, emprendió Antonio núñez Jiménez, luego capitán del Ejército Rebelde. A Escardó, con insignia de teniente en el bisoño ejército que se formaba, le confió núñez Jiménez llevar a cabo los planes trazados por Fidel. Pero era sobre todo poeta y cuando nicolás Guillén lanzó la idea de que los intelectuales del país debían cerrar filas y recaudar fondos para dotar a Cuba de un avión que se denominara “el avión de la poesía”, acogió la iniciativa y la trasladó a Camagüey, su ciudad natal, 2 para junto a los jóvenes de los grupos literarios que habían abrazado la Revolución, preparar el Primer Encuentro nacional de Poetas por el “avión de la poesía” y dedicó no poco tiempo de sus obligaciones en la Ciénaga, a preparar el evento recorriendo toda la Isla en el yipi a él asignado. De esa manera, en fatal accidente automovilístico, en Jagüey Grande, pierde la vida, después de una entrevista sostenida con la poetisa Carilda Oliver Labra, en Matanzas, quien fue la última en hablar con él y le tocó la triste misión de cerrar sus ojos. El día 17 se efectuó el sepelio, y lo acompañaron hasta el Cementerio General la entonces recién constituida Banda del Ejército Rebelde, el Comisionado municipal, Raúl García Peláez y el capitán Jorge Enrique Mendoza Reboredo, todos por el Movimiento 26 de Julio; en tanto, René Rivero, Ángel Peláez y Arlés Flores, lo hicieron por el Directorio 13 de Marzo. Tras el féretro marchó, además, una representación de la Policía Revolucionaria y los miembros del grupo novación Literaria. De La Habana vino a rendirle el último tributo, el escritor y poeta Virgilio Piñera y por la Casa de las Américas, el también escritor y poeta, Antón Arrufat. Luis Suardíaz Rivero despidió el duelo, y luego los escritores lanzaron al interior de la tumba sus plumas. A pesar de la irreparable pérdida, en ese mismo mes, se celebró el Primer Encuentro de Poetas, Escritores y Artistas, en la ciudad de Camagüey, cumpliendo así con la Revolución y con la memoria del querido intelectual. *Colaborador de TV Camagüey Muestra mejoras la atención primaria en la Salud La labor de los 13 consultorios del médico y la enfermera de la familia, en la Ciénaga de Zapata, respalda los indicadores de Salud del municipio matancero con la cobertura de sus más de 9 000 habitantes. Todos los consultorios del más extenso territorio del país cuentan con los profesionales que tienen una permanencia en la comunidad, lo cual garantiza la atención a sus pobladores y el seguimiento a las embarazadas. En la Ciénaga de Zapata se incrementan el total de consultas externas, visitas al terreno e ingresos domiciliarios, y se mantiene en cero la mortalidad infantil con un cuidado esmerado a las gestantes. Entre las obras de la Salud que favorecen la atención primaria destacan la Casa de los Abuelos, Laboratorio de Medicina natural y Tradicional y el policlínico de Playa Larga. (Odalis Oriol Miranda) Matanzas, octubre de 2016 Cuando la escuela es la familia más cercana Se levantan a las seis y realizan la gimnasia matutina. Después del email: [email protected] aseo personal, desayunan y se incorporan a las actividades docenARLOn BEníTEZ Rodríguez tes. vive en Guasasa, pero pasa más “En la tarde disponen de una tiempo en la escuela que en el auxiliar que les atiende al culmipueblo. Hoy cursa el sexto grado, y es nar las clases. Colabora con ellos uno de los cuatro estudiantes internos de en la realización de las tareas, en la primaria Bárbaro Rodríguez el baño, la comida. Luego pueden Hernández. Junto a él, tres alumnos ver parte de la programación permanecen en el centro cuando el hasta las 8:30 p.m., horario en que se acuestan”. resto se retira a sus casas. Dice la joven diLa lejanía de los bateyes Guarectora que por ser sasa y Cocodrilo les impide los alumnos que regresar a sus hogares después más tiempo perde culminada la jornada manecen allí se docente. Aunque nada puede han granjeado el suplantar el calor familiar, afecto de todos los profesores y trabajalos trabajadores. dores de allí entregan “Se pasan la setodo su empeño para mana lejos de la Marlon Benítez Rodríguez. hacer más llevadera la familia, y aunestancia de estos que nunca lograremos desplazar ese sentimienniños. “Cuando llego a casa ayudo a mi mamá a to, intentamos compensar la lejanía con cargar el agua para lavar mi ropa”, asegura todo el cariño posible”. A través de Educación se les entrega el aviMarlon con cierta timidez. tuallamiento necesario en los dormitorios, y Yenia Smoll Zapata, directora de esa insti- reciben aseo personal. La alimentación en la tución ubicada en Cayo Ramona, explica que tarde es diferenciada, con helado, y plato en el actual curso lectivo presentan una fuerte reforzado. matrícula de 212 educandos, con 11 grupos La pionera Idanay Gonzáles Torres vive en comprendidos desde preescolar hasta sexto Guasasa. Llega cada domingo a la escuela. grado, y 27 maestros. Según cuenta, extraña su casa pero se siente “Contamos con alumnos externos, semin- bien durante la semana. La tratan con mucho ternos e internos. Precisamente existen cua- amor. De regreso al hogar se baña en la playa tro internos de los consejos populares de Gua- y también ayuda a su mamá, más ahora que sasa y Cocodrilo. tiene una nueva hermanita. Por la distancia entre el lugar de residencia José Alejandro Zayas Tunes reside en y el plantel, asumen esa modalidad. Cursan: Guasasa, y coincide con Idania en la buena uno el tercer grado, dos de quinto y uno de atención que le profesan. Eso sí, se sentiría sexto. mejor si en las noches le diera más aire del “Son estudiantes muy sensibles, nobles y ca- único ventilador del dormitorio. Aun así recoriñosos. Tienen estipulado un horario de vida. noce que le prodigan muchas bondades. Los Texto y fotos: Arnaldo Mirabal Hernández M fines de semana, ya en su batey, sofoca el calor en una poceta con los amigos del poblado. Alejandro Vicente Aranda Céspedes es el querubín del centro. Desde hace dos cursos permanece como alumno interno. Cuando llegó, algunos profesores pusieron el grito en el cielo, y otros dejaron escapar lágrimas al ver su corta edad. A diferencia del resto de los internos, él es el único del batey de Cocodrilo, así que la distancia de los familiares la mitiga con la cantidad de pequeños con los que puede relacionarse durante la semana. Pero nada le gusta más que llegar a su natal y apartado Cocodrilo y lanzarle piedras a los árboles. Pensándolo mejor, quizás estos cuatro niños han ganado más a pesar de crecer lejos del cariño de los suyos. Son dichosos al sumar a su vida nuevos familiares porque, sin dudas, los maestros y trabajadores de la escuela Bárbaro Rodríguez Hernández sienten un cariño especial por Marlon, Idanay, José y Alejandro, siendo su escuela la familia más cercana. Amanece… Texto y fotos: Arnaldo Mirabal Hernández email: [email protected] P ORquE AMAnECE, muchacha, y salgo a capturar el alba, y pienso en el instante que abrirás tus ojitos soñolientos y te remolonearás en la cama. Desde antes desando esta playa, donde descubro el sol al este, que tímido aún traza una silueta en el agua. Las olas respiran con serenidad, y yo me agito porque ya te habrás incorporado y no verás esta linda mañana. La vida es bella y existes tú. Eres la mañana que también quiero detener. Apresuro mis pasos para encontrarte y voy temerario, como aquella vez cuando en una esquela te dije que tu pelo era como el Salto del Ángel y allí ansiaba sumergirme. Aquí estoy, toma la mañana. notarás que el sol emerge con la suavidad de este extraño sentimiento que surge en mí… solo faltas tú para coronar mi día. Matanzas, octubre de 2016 3 Yolanda junto al mar Texto y fotos: Arnaldo Mirabal Hernández email: [email protected] Y OLAnDA GARCíA, así se llama ella, como la canción de Pablo. Sin embargo, su rostro no muestra total alegría, quizás porque permanece concentrada en la captura que pueda hacer en la Ensenada de Caletón. Si tiene suerte se llevará a casa algunas mojarras u otros peces pequeños. Aunque vive en Jagüey Grande, su afición por la pesca le motiva a recorrer los más de 30 kilómetros que le separan de este lugar. no lo dijo, pero quizás Las calabazas gigantes de Benita Bonachea La ternura de Rocío Texto y foto: Arnaldo Mirabal Hernández email: [email protected] U n BuEn día Benita Bonachea lanzó las semillas de una calabaza china que le habían regalado a orillas de la cerca de palma jota que crece a un costado de su casa, allá en Pálpite. A lo mejor lo hizo sin pensarlo, o sin esperar que con el tiempo volvieran a nacer. Pero nacieron. Hoy sobre la cerca crecen gigantescos frutos que desafían la fuerza de gravedad. Elaborar el dulce no es tarea fácil. Se necesita cal y el proceso de fabricación lleva días. Ella prefiere regalarlas, y a veces algún vecino le trae el dulce ya hecho. Lo cierto es que las calabazas seguirán adornando su patio, y la imagen hace pensar en lo majestuosa que llega a ser la naturaleza, porque a pesar del tallo tan fino logra sostener semejante creación. también busca la paz que reina en derredor. Se levanta bien temprano y a las siete de la mañana se encuentra en la carretera con su mochila y los avíos de pesca. Apenas habla, está atenta al cordel. Las calandracas que le sirven de carnada las capturó cerca de su barrio, en Los naranjos. Muchas cosas a lo mejor pasen por su mente, o tal vez no, y solo piensa en sacar triunfante un pez que luego le sirva de alimento, porque la pesca tiene esa doble función de agenciar el sustento y relajar las tensiones, al igual que ver a Yolanda silenciosa y junto al mar. Texto y fotos: Arnaldo Mirabal Hernández Con sus manos confecciona tanto una oruguita que una mariposa. Además hace hongos, y de las plantas mejor ni hablar. Tiene unas manos para ellas, que todo lo que toca nace, aunque su predilección son los cactus. De su madre aprendió el amor a esa especie y de su padre a los animales. Predecir el futuro siempre resulta riesgoso; quizás Rocío logre ser veterinaria o botánica, quién puede saberlo; lo que sí está demostrado, con la claridad de la luna llena, es que email: [email protected] R OCíO ES una niña muy despierta e inteligente. Su sensibilidad le gana el corazón a muchos, tanto a personas como a animales, que aunque alguien lo dude, también saben querer. Si no pregúntenle a los pollos de Rocío. Hace varias semanas sus padres le compraron una docena de pollos y, desde entonces, se han convertido en el centro de atención de la niña. nada más que llega de la escuela se quita el uniforme, y antes de hacer la tarea, ¿o después de hacerla?, se dirige al patio y abre la jaula donde descansan las aves. Primero las alimenta, luego les da agua, pero a veces juega con ellos como si fueran sus mascotas preferidas. También los deja corretear, los captura, los vuelve a soltar, y así pasa la tarde disfrutando de los pollos con la ternura en los ojos, la misma que pone cuando construye artesanía. Una net a orillas de la carretera Texto y foto: Arnaldo Mirabal Hernández email: [email protected] A 4 ORILLAS de la carretera que atraviesa Pálpite un piquete de jóvenes no lo pensó mucho para entablar un amistoso encuentro de voleibol. Gracias al Inder consiguieron la net y la pelota. Desde entonces, las tardes del barrio ya no son las mismas. La propia agitación del juego y las ganas de pasarla bien contagia a todos, incluso a los pasantes que se detienen para observar la calidad de los improvisados atletas. Ideas como esta siempre se agradecen, aunque se piense un momento en la cercanía de los autos que muchas veces pasan a altas velocidades por el lugar, aun así atrae ver a los jóvenes enfrascados en la sana diversión de practicar deportes. Las risas, los padres y vecinos apoyando provocan una agradable sensación. Cuenta Mercedes, una de las mejores activistas de la Ciénaga, que pretenden consolidar estos encuentros e, incluso, asegura que los mayores también hacen sus esfuerzos, porque si bien ganan en experiencia los años no perdonan. Mas, no importa, lo que vale es el intento, pues desarrollar dicha actividad favorece a cualquier comunidad por los saldos positivos que siempre deja. Matanzas, octubre de 2016 Hotel Playa Girón Persiguiendo nuevos bríos Texto y fotos: Arnaldo Mirabal Hernández email: [email protected] R aciel Martínez Casanova se reestrena una vez más como gerente en el hotel Playa Girón, instalación que dirigió en el pasado. Hoy arriba al lugar con sentimientos encontrados. Siente un cariño especial por el inmueble, L pero los años lo han fustigado. Aun así, los nuevos retos no amilanan a este hombre con vasta experiencia como directivo del sector turístico. Dentro de los problemas más serios a los que se enfrenta señala la situación constructiva. “Trabajamos con denuedo y nuestro deseo es que Girón recupere el esplendor del pasado”. A PRIMERA vez que Esmeregildo Frómeta lo vio sintió pena por él. Todos en el batey lo miraban con asombro como si fuera una atracción de circo: ¡un cerdito recién nacido al que le faltaba una oreja! Incluso algunos aseguraron que se trataba de una señal de mal augurio, mas Esmeregildo hizo caso omiso, “es un cerdito como otro cualquiera, si me lo regalan me lo llevo”. De las 282 habitaciones con más de 50 años de explotación hoy solo prestan servicio 94. A pesar de esa triste realidad, en el mes de agosto los ingresos se cumplieron al 103 por ciento. Experimentaron, además, una disminución en los gastos, y la utilidad también muestra números favorables. PROCESO INVERSIONISTA Entre las buenas noticias, Martínez Casanova informa que el centro cuenta con todo el equipamiento para la reparación general de la piscina. Asimismo, tienen previsto completar de manera capital 30 habitaciones que se anexarán a las actuales en funcionamiento. Esperan cambiar algunos mobiliarios del área central, tanto del lobby como de la zona de animación, incluida la discoteca. En estos meses de baja turística se someterán a un proceso de restauración para enfrentar el periodo de alza con una instalación mucho más acogedora. Dada la estructura del hotel, las casas se encuentran diseminadas en un área muy extensa, lo cual complejiza las labores de los trabajadores. A ello se añade el mal estado de las cercas perimetrales, burladas por animales que pastan en los jardines dejando a su paso restos de excreta y orina. El directivo irá dando solución a esos problemas. Para ello cuenta con la experiencia necesaria y el apoyo del Mintur, que en los últimos años ha apreciado el crecimiento turístico en la región de Zapata. Por su parte, Evelio Franco Llety, quien se desempeña como enfermero del hotel desde hace 22 años, habla con cariño del sitio turístico, mas reconoce que el tiempo a veces deja huellas negativas en las edificaciones. “Se trata de una instalación con más de 50 años. Estaba casi terminada cuando la invasión mercenaria. Fíjate que tres meses después de la Victoria, el 27 de julio de 1961, Fidel la inaugura”. Pero mantiene la confianza en que las cosas mejorarán para bien. Este enfermero se ha enfrentado a situaciones difíciles, como aquella vez que socorrió a un cliente en el restaurante al sufrir un atragantamiento. Vela, además, por la salud de los trabajadores, y espera que cada día arroje un nuevo cambio para que enamore a los visitantes. ¡CANTINERO! Liván Ferrer Carvajal funge Esmeregildo y sus curiosos animales como cantinero. natural de Ciego de Ávila, lleva tres décadas viviendo en la Ciénaga, y más de una de labor en la instalación. “Para cualquier cubano representa un orgullo trabajar en este lugar. Cada vez que menciones el nombre Playa Girón lo asocian con la Victoria contra los mercenarios. De ahí la importancia del enclave”. Su quehacer le ha permitido presentarse en diferentes competencias con sus cócteles. quien llegue al lobby lo encontrará allí, dispuesto a entregar una sonrisa a los clientes. Según Liván, los principales rasgos de un cantinero deben ser la observación, la discreción y el entusiasmo. “Además, siempre sonriente aunque te sientas mal, solo así se ganará el respeto y la admiración”. Al igual que Liván y Evelio, capitaneados por el director Raciel Martínez, todos los trabajadores se esfuerzan cada día para que el hotel Playa Girón recupere los bríos de antaño, algo que a veces no depende solo del empeño, sino también de los recursos y las inversiones. Eso sí, al menos la confianza y las ganas de hacer persisten. bargo, estos hechos los supimos por el propio Esmeregildo, porque al parecer a ella no le hacen mucha gracia los extraños. Apenas habló durante nuestra visita y se mostraba inquieta. Solo se entusiasmó un tanto cuando lo vio a él moliendo yuca para alimentar a los animales, en un molino artesanal que creó, muy similar a los que existen en su natal Baracoa. Según dice, uno nunca se puede desprender de las raíces. Texto y fotos: Arnaldo Mirabal Hernández email: [email protected] Desde entonces creció la amistad entre ellos. El puerquito muengo es otro integrante de la familia. A kilómetros de distancia reconoce a su dueño, quien en las tardes lo suelta un rato para que corretee en el patio. Al buen hombre le costará sacrificarlo cuando llegue diciembre, porque le ha tomado cariño. Pero Esmeregildo, al que no le falta nada, más bien le sobra, tiene otra atracción en su patio: Coti, una cotorra vivaracha que no se cansa de mortificar. Le gusta enchuchar a los perros y hasta imita su ladrido. También llama a las gallinas y les desmenuza el pan para alimentarlas. La cotorra asombra a todos los visitantes, conoce a los miembros de la casa y llama a algunos vecinos. Pronuncia el nombre de su protector con claridad. A veces cuando viene alguien le grita con su voz de cotorra que no hay nadie en casa. En las mañanas imita el sonido del reloj despertador; sin em- Matanzas, octubre de 2016 5 Espejo de Paciencia y la Ciénaga de Zapata Por Efraín Otaño Gerardo Foto: Tomada de Internet (…) el célebre Francisco Girón que establece sus campamentos en una caleta y playa de la península oriental, conocida hoy por caleta o Playa Girón. (…) (…) Hijo de Golomón, viejo prudente: El cual armado con machete y lanza, Cuando vido a Gilberto andar brioso, Arremete contra él cual león furioso. (…) E SPEJO DE Paciencia fue escrito por Silvestre de Balboa, en 1608. Aquel poema épico hecho en octavas reales, marcó el inicio de la fructífera carrera literaria de Cuba. Esta obra, considerada la más antigua muestra de poesía realizada en nuestro país, sobrevivió al gran incendio de 1616, que arrasó con la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe. Fue publicada íntegramente, por vez primera, en la segunda edición de la Bibliografía cubana de los siglos XVII y XVIII. Más tarde, apareció en el tomo primero de Evolución de la Cultura, de José Manuel Carbonell, y se reimprimió luego en la Historia de la Isla y Catedral de Cuba. Se cuenta con pocos datos biográficos de Silvestre de Balboa Troya y quesada, entre ellos, el acta de bautismo fechada en Las Palmas, Gran Canaria, el 30 de julio de 1513. También se sabe que el hidalgo llegó a América entre los años 1590 y 1600. Sus primeros pasos –alrededor de 1604– lo ubican en Bayamo, pero después se asentó definitivamente en Puerto Príncipe, donde fue confirmado como escribano del cabildo de la villa. La pieza refleja la primitiva sociedad colonial y trata un relato verídico acaecido en el puerto de Manzanillo, en 1604, cuando el Obispo de la Isla Don Juan de las Cabezas Altamirano realizaba una visita a las haciendas en Yara, y fue secuestrado por el corsario francés Gilberto Girón, con la intención de hacer pagar a la villa un enorme rescate. narra cómo los vecinos de Bayamo se reunieron y acordaron atacar al corsario al producirse el intercambio. Se entabló una cruenta lucha en la que los corsarios son derrotados y su jefe pierde la vida a manos del esclavo Salvador Golomón. Ahora ustedes se preguntarán: ¿qué tiene que ver esto con la Ciénaga de Zapata? Según lo expuesto por Juan Antonio Cosculluela Barreras en su libro Cuatro años en la Ciénaga de Zapata hace suponer que el corsario mencionado por Silvestre de Balboa en su obra y el que plantó sus campamentos cerca de una playa de la península oriental de Zapata eran la misma persona. Analicemos lo citado por Cosculluela y los versos del autor y saquemos nuestras propias conclusiones. Fragmentos tomados de su libro nos relata: “(…) Durante el final del siglo XVI y hasta 1604, aparece como jefe de los piratas de Zapata, el célebre Francisco Girón(1) que establece sus campamentos en una caleta y playa de la península oriental, conocida hoy por caleta o Playa Girón. “En una expedición que efectuaron a Bayamo, pereció en manos del negro Golomón, el célebre pirata y quedándose sin jefe los de Zapata, se dispersaron por sus cayos (…).” Por su parte, Balboa en su canto segundo nos argumenta: Andaba entre los nuestros diligente un etíope digno de alabanza, Llamado Salvador, negro valiente, De los que tiene Yara en su labranza, Hijo de Golomón, viejo prudente: El cual armado con machete y lanza, Cuando vido a Gilberto andar brioso, Arremete contra él cual león furioso. Don Gilberto que vido al etíope, Se puso luego a punto de batalla, Y se encontraron; más quedó del golpe Desnudo el negro, y el francés con malla. ¡Oh tú, divina musa Caliope,(2) Permite, y tú, bella ninfa Aglaya,(3) que pueda dibujar la pluma mía De este negro el valor y valentía! (…) Con la presentación de estos dos fragmentos podemos llegar a la casi segura conclusión de que uno de los protagonistas de esta conocida e importante obra literaria cubana haya vivido en tierras cenagueras. ¿qué usted cree? En su libro Cosculluela menciona Francisco Girón, suponemos un error de impresión a la hora de escribir el nombre del corsario francés. (1) Caliope: en la mitología griega, musa de la poesía y la elocuencia. (2) “El capitán Gregorio Ramos, junto a veinte y cuatro hombres que halló en los hatos comarcanos a Yara y con ellos va a Manzanillo, y vence en batalla campal al capitán Gilberto Girón, francés, y trae su cabeza a Bayamo”. (…) (3) Aglaya: en la mitología griega, la más joven de las gracias, simboliza la inteligencia, el poder creativo y la intuición del intelecto. Che Guevara Por Arnaldo Mirabal Hernández email: [email protected] Foto: Archivo K Camilo, la ausencia más presente Por Arnaldo Mirabal Hernández S email: [email protected] é quE la historia no admite supuestos, pero desde siempre me impuse la idea de que en el último minuto de su vida, Camilo Cienfuegos lanzó una sonrisa. no pudiera ser de otra manera. Camilo es –sobre él eternamente se hablará en presente– de esos hombres que hicieron de la muerte habitual compañera, y esta, aniquiladora, descubre que su poder no resultará definitivo, incluso, una sonrisa puede neutralizarla. Sin embargo, la memoria, arma privilegiada de los pueblos, también consigue hostigar a la muerte. En Cuba, el más risue- 6 Foto: Archivo ño de los guerrilleros, el más valiente regresa cada día desde la carcajada sonora de un niño, o desde el chiste ocurrente que resuena en una mesa de dominó. El mar y sus misterios nunca pudieron tragarse las hazañas del legendario Comandante. Cuando sobreviene octubre le nacen flores a las aguas, como tributo al soldado que partió un día sin despedirse, envuelto en una tormenta. Partida que no fue tal, porque héroes como Camilo nunca estarán ausentes, se funden con el pueblo y renacen cada día, cada hora, para siempre. ARLA LLEVA el Che en el pecho, en una medallita que cuelga de su cuello; junto a sus cosméticos, Yanet siempre viaja con una fotografía del Guerrillero. Soy incapaz de decirles que ese rostro no es amuleto, y que su imagen no hace milagros. Entiendo que los humanos en ocasiones necesitamos aferrarnos a algo para evadir la dura realidad; quizás a ello se deba su santificación en La Higuera, y hasta las plegarias de un campesino boliviano para que interviniera ante la desaparición de su vaca. Muchos hallaron cierto paralelismo entre la vida del cubano-argentino y la de aquel que según dicen bajó de los cielos para salvarnos. Pero el Che no necesita templos, renegó de todo lo que subyugara a los hombres. no nos enseñó a poner la otra mejilla después de la agresión, nos enseñó a combatir. Cada mañana me encuentro con su mirada desde una pared de mi cuarto, sin embargo, no le rezo, porque su verdad ya me fue revelada en sus libros, y en su existencia consecuente al frente de una guerrilla o desde una fábrica. una noche mi subconsciente me jugó una mala pasada. Después de observar una entrevista realizada al Che Guevara en los años 60, le soñé sentado en un sofá con su uniforme de campaña, como mismo lo había visto en la televisión. En mi sueño yo le observaba sin saber qué decir. Desde entonces, esa idea viaja conmigo siempre, qué le diría al Comandante guerrillero. Hoy le expresaría que muchos jóvenes le llevan como prenda y amuleto, pero no siempre actúan como él; algunos, en cambio, sí van con su foto conscientes del gran hombre que fue, como meta trazada para lo que pueden llegar a ser. Le diría también que siempre le veo en las protestas de los más humildes, esos por los que él luchó. Al parecer su rostro insufla valor y los pobres nunca le olvidan. Le confiaría, con la voz entrecortada, que le reprocho a la vida no haberme parido antes para acudir a aquella selva, y detener aquellas balas. Matanzas, octubre de 2016 Crónicas Estrechas Santanicas: diminutas bestias del monte Por Arnaldo Mirabal Hernández email: [email protected] Foto: Tomada de Internet C uAnDO nIñO me sentí feliz al saber que aquel león que creí ver en una mata de aguacate, desde la ventana de mi cuarto, era fruto de mi imaginación, o un pretexto para no dormir solo. La felicidad creció al conocer que nunca perecería en las fauces de un tigre, o moriría por la mordida de una serpiente venenosa. Y es que en el monte cubano, a no ser que te asustes por el canto del sijú platanero, nada hace daño. Están los cocodrilos claro, pero yo poco tenía que hacer en un pantano. Al mar jamás le temí hasta que vi la película Tiburón. Sin embargo, me reí del miedo desde la orilla hasta que un buen día me dio por la pesca submarina y me topé con una picúa descansando en el fondo imperturbable. Dicen los conocedores que actúan así cuando están ciguatas. Lo cierto es que fue mi primera zambullida como submarinista, y la última. Entonces saqué la cuenta de que permaneciendo en tierra, y sin visitar un pantano, podría encontrar la muerte de mil maneras, pero nunca de un ataque animal, ya que el monte cubano es el más manso de todos. quien no sienta pavor de la oscuridad, porque el campo de noche mete miedo, podrá acampar bajo las estrellas, y dormir a patas sueltas sin temor a ningún ataque. (Aquí no hablaremos de las fieras humanas, esa sería otra historia bien diferente). En este minuto el lector se preguntará que relación guarda lo antes expuesto con las santanicas. Pues que nadie me dijo cuando era niño que en los montes habitaban unos seres diminutos y peligrosos, que quizás no provoquen la muerte, mas, después de su embestida desearás no haber nacido. Por supuesto que me refiero a la santanica, o santanilla, como le llaman en algunas zonas de Cuba. Es una hormiguita pequeñita, y recién me entero que debe su nombre a un cura de Sancti Spíritus, quien en siglos pasados evocó a la mismísima Virgen de Santa Ana cuando sus feligreses resultaron víctimas de las arremetidas de estas despiadadas. El insecto, de apenas medio milímetro, está incluido en la lista de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo y, como el marabú, llegó por error a Cuba proveniente de Centroamérica. Y al parecer aquí se adaptó muy bien. Se le conoce en diversas regiones como albayalde, hormiguilla, yerba de guinea, candelilla, hormiga roja, eléctrica u hormiguita de fuego. Creo que no hay que indagar mucho sobre el porqué de esos motes. Lo peor es su afición por las reyertas tumultuarias. Si atacara sola el dolor sería más pasajero. Ahora, cuando lo hace en pandilla, llegas a suplicar que te muerda un oso en la porción del cuerpo agredida. Dicen los entendidos en la materia que no se trata de una picada. Más bien de una sustancia que segrega, o para ser algo más exactos, de un ácido fórmico que produce un estado punzante y molesto, provocando sensación dolorosa de picazón y quemadura durante un tiempo no muy corto. Esta ardentía se hace irresistible incluso, después de morir el bichito, tras el insistente “rascarasca”. Y no logras entender cómo alguien después de muerto puede fastidiar tanto. nunca olvidaré aquella actitud atolondrada de mi tío Elio. Yo estaba de vacaciones en la Sierra del Escambray. una tarde lo vi bajar precipitadamente de una loma, con un racimo de plátanos, que lanzó a varios metros de distancia mientras se quitaba la ropa. Me dije entonces: “ñooo, se fundió mi tío”, y él, tan comedido y respetuoso como era, gritó en puro arrebato: “¡Coj….! ¡Me encendieron las santanicas!”. Ese fue mi primer choque con esos bichos de los mil demonios. A través de otra persona, claro. Pero el tiempo me reservaría mi propio encuentro con las susodichas. Y esta vez no fue en el manso monte, si no en el baño de un motel. Regresaba de un evento de periodistas en la provincia de Holguín. De retorno nos detuvimos a almorzar en Camagüey. Debo reconocer que durante varias horas había aguantado las ganas de ir al baño, porque a veces me cuesta estrechar vínculos con sanitarios desconocidos. Aún así, esas ganas de… eran inmensas, y quizás resistirme a… durante tanto tiempo solo consiguió rendirme finalmente ante los apremios de mi organismo. De más está decir el alivio que sentí, solo comparable con ir al baño cuando se tienen muchos deseos. no obstante, la premura no me impidió advertir ciertos punticos que se movían en el borde del inodoro. Justo cuando salí, o minutos antes, al abrocharme el pantalón, dije: “¡Oh, oh! ¡qué bolá!”. En cuestiones de segundos aprecié cierta incomodidad allí, unos centímetros más abajo de mi espalda. Y ahora viene lo bueno. Imagínese que usted es periodista y viaja por primera vez en una guagua pequeña con colegas de larga trayectoria y prestigio, como Belkis Pérez Cruz, Ariel Terrero, Yudaisis Moreno, Pablo Jesús Alfonso, entre muchos otros, y que un pelotón de santanicas te carcome las nalgas… ese, sin discusión, fue el momento más difícil de mi vida. Toda la buena impresión que pude causar me importó un comino. La ardentía era irresistible. —¡Pero no te rasques! –me decía Yudaisis. Cómo rayos no me voy a rascar si me pica, pensaba yo. Tuve a mi alcance un pomo de perfume y ni corto ni perezoso me bajé el pantalón y me embadurné las nalgas, aunque la mejoría duraba apenas una fracción de segundos. –¡Piensa en otra cosa! –alegaban. ¡En qué c… voy a pensar si lo que siento es lava ardiente allá atrás! A la hora más o menos fue amainando la cosa. Sin embargo, mucho tiempo después permanecía el dolor, motivado seguramente por el alcohol del perfume, los arañazos de tanto rascarme, y el tóxico de esas pirañas de manigua. Desde entonces, cada vez que veo Animal Planet, o el Discovery Channel, me río de los conductores de esos programas que se sumergen con tiburones blancos, o se aproximan a un rinoceronte salvaje. quisiera ver su reacción si les cae una nube de santanicas en la espalda, o en cualquier otro lugar vaya. Porque en Cuba no habrá grandes felinos, ni osos grises, pero alguien se imagina una santanica del tamaño de un perro… s a r u t a c i Car de Matanzas, octubre de 2016 7 “La Ciénaga de Zapata la hizo Fidel Castro” • Antonio Bouza Martínez, más conocido por Antón, perdió la vista hace algunos años, pero no la claridad de su mente. Escucharle hablar es recorrer la historia de Zapata y entender el impacto transformador de la Revolución. Hoy pasa los días acompañado de la hija, pero siente mucho cariño por sus perros, en especial por Negrita, que le guía los pasos cuando sale a caminar por su barrio de Caletón Texto y fotos: Arnaldo Mirabal Hernández email: [email protected] “N ACí EnTRE Pálpite y Soplillar, en un lugar conocido como La Piojota, en abril de 1941. éramos 10 hermanos. Allí no había carretera, solo llegaba una línea férrea desde el central Australia. Mi infancia fue de mucho trabajo. Después de la medianoche los niños se iban para los planes de carbón a recogerlo junto a los padres. “Ves esta cicatriz en el dedo, me lo corté con un machete cuando tenía siete años, me llevé el tendón a cuajo. Mi padre me había mandado a cortar guano para construir un rancho, mamá me lo entablilló con una tablita de la caja de dulce de guayaba. Al otro día, sobre la una de la tarde, salimos mi hermana y yo para Jagüey, porque a esa hora pasaba la guagüita de línea. “Llegamos al pueblo sobre las cuatro. Allí fui remitido para el hospitalito de Jovellanos. Al tercer día, a las 10 de la mañana, me atendieron finalmente y lograron “empatarme” el tendón, a sangre fría. Estuve tres días para que me restauraran el dedo. “Conozco toda esta zona como la palma de mi mano. Me gustaba pescar. Antes abundaba la trucha. La gente vivía en medio del pantano. Se sacaba el carbón en carretones de mulos y por los canales. “Lo que hice de joven fue trabajar en el carbón, por necesidad. Solo en eso se laboraba: carbón y madera. “Después del triunfo de la Revolución nos cambió la vida. Te diré algo: Fidel Castro Ruz entró a la Ciénaga de Zapata el 22 de marzo de 1959. Llegó al lugar donde hoy está ubicado el Criadero de Cocodrilos. Por ahí hay una zanjita, donde se hallaba en la faena Kiko Azubaray con sus trabajadores sacando carbón. Allí se bajó Fidel desde un helicóptero. Casualmente el Comandante se encuentra con las personas que más conocían la ciénaga, por- que eran carboneros y cazadores de esos reptiles. Estuvo con ellos todo el día. “Hablaron sobre cómo desarrollar el pantano, almorzaron juntos. De esa conversación surgió la necesidad de hacer una carretera, y rápidamente contactaron a una compañía norteamericana para construirla. “¡En el mes de abril llegó el primer buldócer que conoció la Ciénaga! Lo trajeron en una plancha de ferrocarril. Lo bajamos con troncos de leña. una vez en tierra, el equipo derribó un soplillo muy grande que había en un plan de carbón. Recuerdo ahora la reacción del gallego Valera al ver la fuerza de aquel armatoste de hierro, comenzó a gritar fuera de sí: ¡Arriba, buey, empuja, buey! no pudimos contener la risa. “Yo, que era un muchacho apenas, tuve la encomienda de recibir todo el rocoso de la carretera de la Ciénaga, se extraía de una cantera cerca de Soplillar. UJC “Fui de los fundadores de la unión de Jóvenes Comunistas. Para esa tarea enviaron a un habanero que se llamaba José García Miró. Yo asumí como Secretario de la Juventud en Playa Girón y organicé a más de 80 nuevos ingresos. Te hablo de mediados de los 60. Todo el mundo dio el paso al frente. Además, Fidel siempre visitaba la zona. “En los años 70 pasé una escuela del Partido Comunista de Cuba cerca de Torriente. Luego vine para la empresa pesquera de aquí para organizar el centro. Las labores partidistas no me impidieron que formara parte de la tripulación como un integrante más de las embarcaciones. “una vez salimos a pescar y cayó un trueno e impactó la proa. Tuvimos que dirigir el barco hacia la orilla para repararlo. “Después organicé la pesca de agua dulce. Capturábamos más de una tonelada de rana toro en el mes. Y te aseguro algo: ¡yo fui quien creó en Cuba las artes de pesca para el cangrejo! Lo digo con total seguridad. Construimos el centro de pesca de Mario López. “En la parte occidental del Humedal hicimos 210 tranques para capturar el crustáceo. Sabía su ruta para desovar. En ese año recolectamos más de 1 000 toneladas. También fui el promotor del proceso de limpieza. Se le entregaba a la población precocinado. Con anterioridad en la ciénaga no se comía cangrejo, todo comenzó en los años 70. GUÍAS EN LA OSCURIDAD “En los 90 empecé a perder la vista. Sufría de Retinosis pigmentaria. Era hereditaria porque mi padre también la padeció. Días antes de operarme tuve un accidente de tránsito, lo que complejizó la enfermedad. “Desde ese entonces me auxilio de mis perros. Recorro el barrio de Caletón con ellos. Me guían y protegen. Esta perrita que se llama negrita no me pierde ni pie ni pisada. A veces cuando voy caminando y se acerca un vehículo me hala por la pata del pantalón hacia la orilla de la carretera. “Pero me han envenenado a algunos perros. Menos mal que con negrita no se meten. Yo la recogí de cachorrita, la habían botado frente al cementerio. Estaba desnutrida. Dándole sopa de arroz y antibióticos logré salvarla. “Cuando desando el barrio paso un poco de trabajo porque ha cambiado en los últimos tiempos. Pero los vecinos me ayudan. Aunque cada vez salgo menos de casa porque ahora me salió una lesión en una pierna. “Lo primero que hago en la mañana es asearme y luego limpiar el plato de los perros. Luego lavo mi ropa de dormir. Es una manía, aunque mi hija se molesta. “Para terminar solo te diré que la Ciénaga de Zapata la hizo Fidel Castro Ruz con sus pies en cada lugar. él personalmente dirigía cada detalle, porque descubrió que esta región parecía salida de otro mundo por la miseria que había. Hoy, si tenemos escuelas, hoteles, policlínicos, carreteras; todo fue gracias a Fidel”. Humedal del Sur es una publicación de la Editora Girón. Directora: Miriam Velázquez Rodríguez. Subdirectora Editorial: Jessica Acevedo Alfonso. Coordinador: Arnaldo Mirabal Hernández. J’ Redacción: Mayuri Martín García. Dirección: Maceo (Manzano) #29018 e/ Santa Teresa y Zaragoza. Apartado 1433. Código postal 40195. Teléfonos: 245657 (Administración), 282806 (Información) y 245937 (Dirección). Email: [email protected] Impreso en el Combinado de Periódicos Granma, Ciudad de La Habana. ISSN 1682-0088.
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