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EL SOCIALISTA
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E S P A Ñ O L
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Organo de la Federación Socialista Española y portavoz eh Francia de la U.S.F.
.Le Socialiste Espagnol »
Paris, iulio de 1958
Año XII, N° 113
H n rV S T T T T T
ITALIA AVANZA
Á cobollo del reino
IE M PR E nos m antuvim os firm es en
rechazar, com o solución p a ra los m a ­
les públicos que padece E spaña, la
p reten d id a operación m onárquica. E n el
fondo de to d as las especulaciones alrede­
d o r de e sta operación había, al m enos de
p a rte de algunos, la esperanza de que en
u n d e term in ad o m om ento el régim en fra n ­
q u ista se sum ase a ella, facilitando la
restau ra ció n . S in em bargo, e n su últim o
discu rso an te el seudo-parlam ento, el
« Caudillo » a c la ra — por si hiciese fal­
ta — cuales son las directiv as p erm anen­
tes de su política. Se reducen a esto :
se g u ir en el « m an d o suprem o de la n a­
ción d u ra n te toda la vida >. E s decir, a
caballo de E spaña que el propio d icta d o r
h a bau tizad o com o reino.
E ste es uno de los casos en que los
principios y el realism o v a n del brazo.
N u e stra firm eza republicana nos protegía
de c a e r en el engaño en que caían los
« re alistas de la política ». No e ra sólo
cuestión de principios, aunque éstos pre­
valezcan constantem ente en n u e stra s acti­
tudes. E s que la operación m onárquica
se nos presentaba com o e n te ram e n te ino­
perante.
E l discu rso del generalísim o debería po­
n e r d efinitivam ente fin a la te o ría de la
solución sencilla. N o es de e sp e ra r que
los consecuentes en el e rro r reconozcan
sus yerros. Pero sí sería de d e se ar que
d e ja ra n de a c tu a r de a d o rm id era sobre
el re sto de la oposición.
P a ra no so tro s a donde se debe m ira r
es h a cia la s m asas que se p ronunciaron
con hechos concretos, no a la m a n e ra de
los m on arq u izan tes con sim ples fo rm u la­
ciones de u n deseo, ja m á s seguido de una
acción, ni a la m a n e ra de u n a equívoca
« reconciliación nacional », sino a trav és
de las m anifestaciones de p ro testa y de
los m ovim ientos huelguísticos com o las
dem ostraciones recientes.
P aralelam en te a la d esintegración del
régim en se perfila y afirm a en n u e stro
país, u n m ovim iento de opinión con di­
rectivas propias, d an d o de u n a acción a
o tra m ayores m u e stra s de decisión y de
com petencia. E v identem ente lo a n im a un
esp íritu bien d istin to al del acom oda­
m iento y la resignación. C iertos argu­
m entos com o el de que no se puede hacer
n a d a m ie n tra s los E stad o s U nidos sigan
p re stan d o su ayuda a Franco, n o parecen,
afo rtu n ad am en te, m uy sólidos. Com o no
puede serlo tam poco eso de que « lo que
acaba de p a sa r en ta l país fortalece a
F ranco ».
No ; lo que fo rtalece a F ra n c o es el
desm ayo v el pesim ism o de u n a p a rte de
la oposición. Ni la ayuda n o rtea m e rica n a
— fren te a la cu al n u e stra posición es
bien conocida — ni « lo que acaba de pa­
s a r en ta l país » pueden sa c a r a la dic­
ta d u ra fran q u ista de las dificu ltad es en
que se e n cu en tra. Lo único que puede
ayu d arle a m an ten erse en el poder, con­
form e a su p ro g ram a re itera d o a n te las
« C ortes », es la care n cia de u n a acción
inteligente y re su elta de pa rte de la opo­
sición.
La evolución del problem a español ha
e n tra d o en u n a fase nueva en la que hay
en perspectiva a lgunas cosas m ás que los
discursos de F ran co y la operación m o­
nárquica.
S
A
UNQUE los acontecim ientos de F ra n ­
cia m e obligaron a in te rru m p ir, p a ra
v e n ir a P arís, el re p o rta je sobre las
elecciones italian as, vi lo suficiente de la
c am p añ a ele cto ra l p a ra t r a e r la im presión
de u n p a ís de u n a g ra n v ita lid a d , m uy
a le rta al peligro fa scista , que h a conocido
com o re a lid a d en su c a rn e d u ra n te ta n to s
años, y de u n a g ra n m ad u re z política.
Los re su lta d o s lo m u e s tra n . Si la De­
m o cracia C ristia n a consigue to d av ía doce
m illones y m edio de votos, son equilibra­
dos p o r ios cerca de once m illones de
votos que logra la izq u ierd a, el p a rtid o
c o m u n ista y los socialistas n e n n ista s,
aunque P ietro N enni se a el p rim e ro en
re c h a z a r ese género de denom inación per­
sonal. De 74 dip u tad o s el P.S.I. (P a rtid o
S ocialista Ita lia n o ) pasa a 84 y en el Se­
n a d o llega ya a h o ra a la c ifra respetable
de 35 senadores.
Là D em ocracia C ristia n a fra c a sa e n su
in te n to de a se g u ra rse la m ay o ría ab so lu ta
en la C ám ra de D iputados. Y, sin e m b ar­
go, n a d a a h o rra ro n ni la m aq u in a ria del
p a rtid o ni la Iglesia, p a ra fo rza r la ob­
tención de esa m ay o ría absoluta. El
« golpe de E stad o » de los Obispos con
su Convención lanzan d o u n docum ento
firm a d o p o r 282 altos d ig n ata rio s de la
Iglesia C atólica ex h o rta n d o a los fieles a
v o ta r por los c an d id ato s cristiano-dem ó­
c ra ta s , la intervención a n te rio r c o m e n tad a
del C ardenal O ttav iani a ta ca n d o al ala iz­
quierda de la D em ocracia C ristia n a cuya
posición coincide con la que ten ía el P re ­
sidente de la República G ronchi — u n
presidente m uy p o p u lar — a n tes de se r
elevado a dicho cargo, e ra n indicios evi­
de n te s del pánico que in sp ira al V aticano
el avance de las fu e rz a s o b re ra s y del
socialism o en el m undo. Pues, pese a re ­
trocesos y d e rro ta s m o m en tán eas el so­
cialism o avanza. Y tam bién en Italia.
Yo toqué ese tem a de la intervención
de la Je ra rq u ía E clesiástica en la lucha
electoral, que fué m ie n tra s estuve allí el
te m a de discusión c o n sta n te en la p re n sa
y en los a cto s públicos, en m edio de u n a
reacción m uy vigorosa d el laicism o y del
v iejo pen sam ien to liberal, con uno de los
italian o s m ás p o nderados, de m a y o r expe­
rien cia d iplom ática, m uy v e rsad o en la
h isto ria de la C uria R om ana, y a quien
conozco m uy bien de los d ía s de la a n ti­
gua Sociedad de las N aciones.
Me d ijo tex tu alm en te : « El V aticano
tiene u n a experiencia de siglos de h a c e r
fren te con inteligencia ,y co n tro l de sus
a cto s a las situaciones m á s difíciles. La
m a n e ra en aue se h a conducido e sta vez
reviviendo el tem a delicado de las re la ­
ciones de la Iglesia y el E sta d o y a rrie s­
g ando el p e rd e r el apoyo de elem entos
aue habían colaborado con la D em ocracia
C ristian a en el gobierno y cuya alian za le
es a ú n útil, ú n icam en te p u ed e se r expli­
cad a en térm in o s de pánico. El V aticano,
oue cuenta con fuentes de inform ación y
de o rientación ta n v a stas com o se las
puede p ro p o rcio n a r la e x ten sa com unidad
católica, con católicos en puestos d esta­
cad o s del gobierno y de la diplom acia en
todas p artes, debe de te n e r la im presión
que va a s e r difícil en los años próxim os
d e te n e r los g ra n d es m ovim ientos sociales
de que es escen ario Asia, la A m érica La­
tina, el m u n d o en general. Y n o quiere
p e rd e r su c e n tro v ital que es Italia.
por Julio Alvarez del Vayo
Y ah o ra u n resu m en de m i e n tre v ista
con N enni.
N ovara e ra el sitio indicado p a ra en tre­
v ista r al S ecretario G eneral del P.S.I., que
a m i llegada a R om a h a b ía salido ya a l
in te rio r a h a b la r prácticam en te cad a d ía en
u n sitio distin to , si n o en dos. Pocos le
d isp u tan el títu lo del p rim e r o ra d o r de
Ita lia y el P a rtid o S o cialista Italian o , que
c u en ta sobre todo con g ra n am biente en
el n o rte, sabía que ten ía e n é l su m ayor
gana-votos. Como yo m e m o strase im pre­
sionado an te aquel espectáculo de la Plaza
de los M ártires, con u n a cabida de diez
m il personas, to d as ellas de pie d u ra n te
el m itin , a rro ja n d o gente y m as gente ha­
cia las calles laterales, N enni m e dijo que
hubiese tenido que v e r Florencia, donde
él h a b ía h ab lad o el dom ingo a n te rio r.
N o v ara es u n a c iu d a d em inentem ente
socialista. Su a d m in istrac ió n m unicipal
in te g rad a p o r e l P.S.I. está apoyada a su
izquierda p o r los co m u n istas y a su dere­
cha p o r los S o cialdem ócratas de S aragat.
H ablé ex ten sam en te con N enni al te r­
m in a r el acto. Su a ctitu d fu n d am en tal
respecto del problem a inm ed iato de qué
clase de gobierno p a ra después de las elec­
ciones co n v en d ría m ás, frecuentem ente
m al in te rp re ta d a , cabe re su m irla así : lle­
vado al terre n o político el fro n tism o cons­
tru id o sobre la u n id a d de clase tiene un
fu tu ro in m e d iato m uy lim itado. Un go­
bierno del. tipo del que siguió a la Libe­
ració n con él, N enm , y T ogliatti sentán­
dose con C ristianos-D em ócratas y otros
p a rtid o s en el m ism o banco de m inistros
ié p a rec ía excluido que saliese de las elec­
ciones. E n to n ces la a lte rn a tiv a p a ra él es
o re sig n arse a que todo continúe com o en
los últim os años, o in te n ta r « la a p e rtu ra
a la izquierda », consistente principalm en­
te en la e n tra d a del P.S.I. en el gobierno.
N o es im paciencia de su p a rte p o r verse,
él y los suyos, nuevam ente participando
en la dirección d e los a su n to s de Italia.
E s la convicción de que la ausen cia de
esa dirección de u n a representación autén­
tica de la clase o b re ra , u n a representación
teniendo tra s de sí, en u n a fo rm a u o tra,
al c o n ju n to del p ro letaria d o italiano, sig­
nifica la estabilización de u n a situación
in v ariablem ente co n serv ad o ra, bajo la cual
ni se a d elan ta e n la R eform a A graria, ni
se e n tra valero sam en te p o r el cam ino de
una econom ía planificada que ab o rd e cons­
tru ctiv am en te el problem a de la desocu­
pación, del paro forzoso, m ie n tra s subsiste
el e stan c am ien to en el dom in io c u ltu ral,
un sistem a educativo al que n o tiene ac­
ceso la m asa y se va en política e x terior
a rem olque de la O.T.A.N.
Se sobreentiende e n tra d a e n u n gobier­
no no ú n ica m en te de e s tru c tu ra d em ocrá­
tica, sin o a condición de que los partid o s
que lo in teg ren acepten las líneas genera­
les de la política in te rio r y e x te rio r del
P.S.I., rin d ién d o se a la evidencia de que
sólo m a rc h a n d o p o r el cam ino del progre­
so se pueden reso lv er los problem as eco­
nóm icos y sociales de u n a Ita lia que se
debate to d av ía en el c o n tra ste e n tre la
p ro sp e rid ad y la m iseria .
Le p reg u n to si ello n o im plica la ru p ­
tu r a con los com unistas.
— « No, puesto oue ellos h a n aceptado
o tra s veces u n a solución p a rec id a decía-
L IB R O S
rá n d o se d isp u esto s a ap o y ar desd e fuera.
Y porque d io s pued en e s ta r seg u ro s de
que n u n c a el P .S J . se d e ja ría a tr a e r a u n a
política a n ti-co m u n ista, e n te ra m e n te des­
« RE PO R T A JE E N CHINA », p o r Julio
p lazad a e in to le rab le p a ra n u e stro s afilia­
ALVAREZ D EL VAYO.
dos. L as d ife re n c ia s de ap reciación e n tre
so c ialistas y c o m u n ista s sobre p roblem as
C hina e s u n te rrito rio inm enso, de m ás
fu n d a m e n ta le s d el m ovim iento o b re ro n a ­
de nueve m illones y m edio de k ilóm etros
cional e in te rn ac io n al, tienen, e s cierto,
c u a d ra d o s ; es casi ta n g ra n d e en exten­
u n a im p o rta n cia que excede las lu ch a s
sión com o E u ro p a, incluyendo la p a rte
c o tid ian a s. Sin em bargo, e sta s diferen­
eu ro p ea d e la U nión Soviética. T iene 630
c ias no re sta n n a d a a la n e ce sid ad y al
m illones d e h a b ita n te s que son, poco m á s
d e b e r de b u sc a r en las lu ch a s la conver­
o m enos, la c u a rta p a rte d e la población
gencia de to d as la s fu e rz a s o b re ra s, po­
m u n d ial.
p u la re s y d e m o c rática s. P re te n d e r excluir
L as n o tic ia s que gen eralm en te nos lle­
d e l re a g ru p a m ie n to d e estas fu e rz a s a la s
gan sobre este país son m uy escasas y
m a s a s c o m u n ista s y a su p a rtid o , e s colo­
parciales.
Sin em bargo, la im p o rta n cia de
c a re s fu e ra d e la re a lid a d y a b rir el ca­
C hina en el m u n d o es de p rim e r o rd en .
m in o a u n fo rtalec im ie n to de la d erec h a. »
A lvarez del V avo, p e rio d ista , diplom á­
Ya que h a b la m o s d e u n id a d , su scito la
cu estió n de u n a reun ificació n de los dos
tico, ex -rep resen tan te de E sp a ñ a en la an ­
tig u a Liga de las N aciones, ex-em bajador
p a rtid o s so c ialistas, el P.S.I. y el P.S.D.I.
de la R epública E spañola e n México, co­
(P a rtid o S o c iald e m ó c rata Ita lia n o ), cuyo
lab o ra d o r de im p o rta n te s p eriódicos y re­
d irig e n te m ás conocido es S a ra g at.
— « D ependerá m ucho del re su lta d o de
vistas de S u ra m é ric a y d e los E stad o s
U nidos, quiso sa b e r de viva fu en te lo que
las elecciones. L a fusión tiene m u ch o am ­
o c u rre en C hina. R esultado d e este viaje y
b ien te en am bos cam pos. Pero, sin ja c ta n ­
c ia de p a rtid o m ay o ritario , no puede pre­
de su s experiencias vividas es el libro
« R e p o rta je en C hina » e d ita d o p o r Gríte n d e rse
im p o n e m o s
condiciones que
a fec te n a la ese n cia de n u e stra posición
jalb o , S.A. de M éxico.
so c ialista y a n u e s tra a d h esió n a la polí­
A lvarez del V ayo h a d a d o form a a los
tic a de u n id a d o b re ra . »
X X II capítulos de su o bra (q u e com pren­
P a sa m o s a la política in te rn a c io n a l y
de 364 p ág in as m ás, 24 de ilu stra c io n e s),
e n p a rtic u la r a la C onferencia en el ápice.
siguiendo el c u rso d e las n o ta s to m a d a s
— « Su in ev itab ilid a d se a firm a cad a
sobre el terre n o , tra ta n d o los d ifere n te s
d ía. La p resión p o p u lar e n fa v o r de u n
tem a s con los m á s a lto s d irig e n tes nacio­
se rio in te n to d e a cu e rd o e n tre E ste y
n a le s y con los de las lo calid ad es : con
O este es e n o rm e e n to d a s p a rte s. Si a
p eritos, o b rero s, cam pesinos, in telectuales,
veces d a la im p re sió n d e c e d e r es porque
c iu d a d an o s de la calle y con com pañeros
los que piden e sa re u n ió n la d a n p o r des­
de v iaje conocidos a l a za r, p a ra o b ten er
c o n ta d a . Pero, que se tra ta s e de su p ri­
de e sta m a n e ra u n a visión lo m á s obje­
m irla d e fin itiv a m e n te y en to n ces la de­
tiv a posible sobre la vida a c tu a l en este
m a n d a por su celebración a d q u iriría
g ra n país.
m ay o r extensión y a c ritu d . E s lam en tab le
M uchos lectores d e N o rte am éric a y de
oue el O ccidente h a y a re ch a za d o el Plan
los pueblos de habla h isp a n a esperan e sta
R apacki. N u e stro p a rtid o lo h a b ía recibido
in fo rm a ció n que el a u to r proporciona. P o r
fav o rab lem en te, lo m ism o que las suges­
ello, dice én el p rim e r c ap ítu lo : « m i
tiones de K e n n an y de G aitskell, ten d ie n ­
propósito es v e r la N ueva C hina ta l com o
tes a d ism in u ir el peligro d e g u e rra en u n
es en la a c tu a lid a d , sin p re te n sio n es n i
á re a ta n p e lig ro sa com o la E u ro p a cen­
tra l con u n a A lem ania re a rm a d a . N u estro
p a rtid o es re su e lta m e n te opuesto a la in s­
talació n en te rrito rio ita lia n o d e ra m p a s
de lan z am ien to y en la Cuestión del re a r­
m e atóm ico n u e s tra posición es id én tica
a la d e los so c ia lista s ingleses, alem anes,
D a m o s a conocer a n u estro s lecto­
res las p rim icia s de la novela C A M ­
e scan d in av o s y b elgas. »
P
A
N A R IO S que n u e stro com pañero
— « E l pueblo ita lia n o lo e n tien d e todo
A lv a ro de Orriols term in a de esc ri­
esto m uy bien. H a alcanzado u n a im pre­
bir. A p a rtir de e ste núm ero em p e­
s io n a n te ' m ad u re z política en estos años.
sa m o s la publicación de uno de los
Lo m ism o que e s tá a le rta a todo peligro
de re n ac im ien to fascista. La a g resiv id ad
capítulos de la obra que reúne d atos
de c ie rto s e lem en to s del M .S.I. (M ovi­
in teresa n tísim o s y en la que se re ­
m ien to Social Ita lia n o , n e o fa s c is ta s , la
g istra n a n écdotas viradas en la vida
clase o b re ra n o la to m a a b ro m a. »
azarosa de las m o n ta ñ a s y los cam ­
pos españoles.
T erm in am o s contó siem p re que n ó s en­
E n libros com o « E l fin de la es­
c o n tra m o s h a b la n d o de E sp a ñ a. La g u e rra
p era n za » de J u a n H erm anos, tra d u ­
en E sp a ñ a c o n tra e l fascism o in te rn ac io ­
cido por S a rtre, se han descrito los
n a l fué p a rte d e su v id a v la b oina vasca
horrores fra n q u ista s dentro de un
le aco m p añ a en su g ira electo ral. E n ju m o
la s ediciones « A vant! » v a n a p u b lic a r
c u a d ro de c iu d a d , y e n él se ha can­
u n volum en su y o sofere ese período, con
tado la heroica resistencia del in te ­
u n ensayo in éd ito « In terv e n ció n y norior bajo ese aspecto. En C A M P A ­
interv en ció n » e sc rito e n F ra n c ia en 1942 .
N A R IO S , A lva ro de O rriols tra ta de
N otas de E sp a ñ a y u n a selección de sus
a rtíc u lo s publicados en « II N uovo Avan... E ra n e n su to ta l c u a re n ta y siete,
tí » el p eriódico de la em igración ita lia n a
b a jo M ussolini, desconocidos en Ita lia .
in clu id o s alcalde y concejales.
Los c o n d u je ro n al vestíbulo, y allí los
— « E stoy convencido de l a a c tu a lid a d
e n c u a d ra ro n de fusiles. L uego, en filas de
española. L a io m a d a d e reconciliación n a ­
a dos. saliero n de la C asa A yuntam iento ;
cional en M ad rid , la s h u elg as de A sturias,
el p rim e ro el alcalde, so sten id o p o r dos
B arcelo n a v el P aís V asco, to d o ello pre­
de su s ediles, pues, a c a u sa del in te rro ­
sagia im p o rta n te s aco n tecim ien to s próxi­
gato rio , ten ia a b ie rta la cabeza, u n ojo
m os. La lib eració n de E sp a ñ a s e rá u n
re v en tad o y u n a s costillas ro tas. M archa­
h ech o in te rn a c io n a l d e p rim e r o rd e n y
b a m ed io m u erto , h acien d o eses, p ero t r a ­
m o d ific ará c o n sid era b le m en te la situ ació n
tan d o d e m a n te n e r e rg u id o su enorm e
política en E u ro p a. H a sta re cien tem en te
corpachón. Y, con la fre n te a lta y re ta ­
y o la a n h elab a . A hora la sie n to a c e rc a rse
d o ra v la cu en ca sa n g rie n ta del oio re ­
y a u n ritm o m uy d ep risa. »
v e n tad o , te n ía algo de trá g ic o a lo E dipo.
De la p o p u la rid a d d e la c au sa española
y algo de g ra n d e a lo e sp a rc iata . U n es­
e n tre su a u d ito rio fu i testig o , pues «sólo
p a rc ia ta vencido sin T erm ópilas.
n o m b ra r al pueblo español en su lu ch a
La plaza e stab a o sc u ra y silenciosa. Ni
c o n tra F ra n c o e n aquella P iazza di M ar­
u n a luz e n la s casas. L as m u jeres, a pos­
tiri, de n o m b re t a n a d e c u a d o p a ra u n a
tigos c e rra d o s, e sta ría n llo ra n d o en las
ta l ovación, p rom ovió u n a explosión de
cocinas. G rupos de legionarios p a tru llab a n ,
so lid a rid a d ta n c á lid a com o esa noche de
v se o ía lle g a r d e las callejas el ru id o
N o v ara re alza d a p o r é ] e n ca n to d e la pro­
de süs b o tas so b re los adoquines.
v in cia ita lia n a.
ideas tendenciosas, a unque sea bueno d e s­
de el p rim e r m om ento re c o rd a r la false­
d a d e n que d escan sa las p retensiones de
su p e rio rid a d d e m uchos europeos y am e­
rica n o s respecto a e sta nación de un pa*
sado ta n ilu stre. »
E s m uy am plia la inform ación que ofre­
ce de Pékin, el c e n tro a d m in istrativ o y
c u ltu ra l p o r excelencia, donde « los chinos
ricos y elegantes que encantaban al tu ­
r is ta e x tra n je ro de sólo hace veinte años
y a n o se e n cu e n tra n en las calles, pero
tam poco los m endigos. »
Se está realizando una p rofunda R efor­
m a A graria. E l m ovim iento cooperativista
tiene u n in crem ento e x tra o rd in a rio p o r las
v e n ta ja s que re p re se n ta p a ra los cam pe­
sinos. Alvarez del V ayo v ia ja p o r el in te ­
rio r. C hengtu, C hungking, W uhan, N anking. H angchow , T ientsin, S hangai, Manc h u ria , C hangchum , F ushun, A nshan. Se
refiere a la planificación de la econom ía
y com o en los d istin to s lugares, y en las
e m p resas se v a cum pliendo la p a rte que
les corresponde en la tarea.
E s m uy im p o rta n te lo que acontece en
C hina en el ord en c u ltu ra l, que com pren­
d e desde la tran sfo rm a ció n de los signos
gráficos de su lengua, para reducirlos a
u n sistem a que p e rm ita la representación
fonética de los sonidos, sim plificando los
c ara c te re s, h a sta la incorporación a la e s ­
cuela de toda la población in fantil, la
m a y o r pa rte de la c u al quedaba a n te s en
el analfabetism o.
Con d ato s elocuentes, a d en trán d o se en
el corazón m ism o d e C hina y v iaja n d o
p o r la periferia, el a u to r fo rm u la sus sensentim ientos de con co rd ia y de afirm acio­
nes llevado p o r u n sen tim ien to de solida­
r id a d e n tre los pueblos, convencido d e
que la incorporación de C hina a la com u­
n id a d de las N aciones U nidas y a la es­
fe ra no rm al de relaciones intern acio n ales
sig n ificará u n a ap o rtació n positiva a la
c a u sa de la paz y de la a rm o n ía e n tre los
pueblos.
RAMON COSTA JOU
CAMPANARIOS
(Estampas
ACOTACIONES
• D espués de los agasajos de K ruschef, N a sser es obsequiado por Franco,
quien en vió su m inistro UUastres a E l
Cairo para u ltim a r un tratado com m er­
cial con E gipto. E l señor UUastres fu é
recibido por el presidente N asser, a
quien entregó un m en sa je y un rifle que
le envia e l general F ranco. E l je fe egip­
cio rogó a l m inistro que expresara al
Caudillo su s m ejores deseos respecto a
la a m ista d hispanoárabe y su sa tisfa c­
ción por los resultados obtenidos en pro
de la intensificación del com ercio en­
tre am bos países. Y seguidam ente le en­
tregó u n a condecoración egipcia.
• D urante una dem ostración organi­
zada por el P artido Socialista A lem án
en Berlín-O este, los e stu d ia n tes de la
U niversidad Libre, de la E scuela P oli­
técnica, de la E scuela S uperior de C ien­
cias P olíticas y de o tro s centros docen­
tes, m a nifestaron con g rito s de « A bajo
Franco » y « V iva la R epública E sp a ­
ñola ».
A d em á s se advirtió que había m uchas
pancartas condenando las persecuciones
poUtioas en E spaña y expresando la so­
lidaridad d e los m a n ifesta n tes con la
causa republicana.
• Un personaje fu n esto para los es­
pañoles vu elv e a su ocupación predilec­
ta. S e tr a ta del coronel de infantería
E ym a r F ernández que se distinguió co­
mo ju e z contra la represión del comu­
nismo y la m asonería. M uchos republi­
canos que pasaron por su s m anos no lo
contaron. F ué de este personaje la teo­
ria según la cual los detenidos tenían
que denunciar por lo m enos a dos si
querían salvarse de la m uerte. Desde
hace algún tiem po e ste « caballero »
paseata su s ocios por las calles de M a­
drid, huraño y sin am igos, hasta que
apareció en el boletín oficial su nonibratniento com o ju e z especial perm anente
contra la seguridad del E stado.
de la a g u e rrille ra )
llevar a l lector al c u a d ro c am p esin o
d e nuestra resistencia, presentando
a los personajes den tro de un m arco
nuevo : el de los pueblos sum idos en
la m iseria y e l terror civüero, bajo
e l dom inio de fa la n g ista s y caciques,
m a s con la fe m esiánica puesta en
e l batallar y el triu n fo de unas gue­
rrilla s que acaban destru id a s por las
p o te n te s fu e rza s represivas de un
dictador que ha hecho de E spaña
en tera su cuartel, bajo la som bra
que proyectan en los « burgos podri­
dos » la intolerancia y fa n a tism o de
su s tradicionales C A M P A N A R IO S .
Pero, a pesar d e todo, la resisten­
cia sigue latiendo en el alm a del
pueblo, que se niega a aceptar « el
fin de la esperanza ».
E n m ita d de la plaza h ab ía tre s cam io­
nes descubiertos que estaban esperando,
con los fa ro s azules encendidos. Los fa ­
lan g ista s hicieron su b ir los prisioneros a
u n o de ellos, y se in stala ro n e n el otro.
E n el tercero se acom o d aro n , con su am e­
tra lla d o ra , los legionarios que e stab an en­
c arg a d o s de las ejecuciones. Se tra ía n con
ellos a diez pobres paisanos, lívidos de
te rro r, que iban a h a c e r se rv ir de e n te rra ­
dores.
A la voz de un jefazo, se pusiero n eñ
m arc h a los cam iones con dirección al
cem enterio. C ruzando las callejas em pina­
das, fueron a d a r a un cam inejo e n cuesta
que, traz an d o zig-zags, iba m o n ta n d o la
colina. La calzad a e ra m ala y p lag ad a de
baches, en los que los cam iones daban
terrib les sacudidas. Los fa la n g istas iban
c a n ta n d o el « C a ra al Sol », y lo s del
T ercio sus him nos legionarios. De pronto,
u n infeliz tra tó de h u ir, salta n d o del ea-
A s i la dictadura recurre a los « valo­
res del rég im en » com o no podia ser
m enos en circunstancias difíciles, y el
coronel F ernández se encargará de in ­
coar sum ario a los treinta y cuatro e s­
tu d ia n tes e intelectu a les detenidos en la
ú ltim a represión que ju zg a rá u n trib u ­
n a l m ilitar.
Y a puede suponerse, pues, la sen ten ­
cia que dictará el tribunal habiendo p a ­
sado el sum ario por las m anos del coro­
nel de m arras.
• P ara poder v iv ir los trabajadores
españoles tienen que recurrir a las ho­
ra s suplem entarias de trabajo en don­
de encuentran ocasión. H a ce un a s s e ­
m anas, en M adrid, tres obreros albañi­
les fu ero n requeridos por e l a dm inistra­
dor de un g ran ch a let del barrio de
S a lam anca para hacer u n a chapuza o
reparación, asegurándoles que serian
bien pagados. D espués del trabajo en la
obra, los tr e s obreros estu viero n hacien­
do en él ch a let tres o cuatro horas m á s
d u ra n te n u eve días, a l cabo de los cua­
les se presentó el dueño d el chalet,
quien les interrogó : « ¿ Ganan u sted es
m ucho f ¿ E stá n u sted es contentos ?
¿ L e s dan p u n to s para sus hijos ?
¿ A c e p ta n de buena gracia e l régim en
de F ranco ? » D icho lo cual les hizo
p asar a su despacho y, e n v e z de pag a r
a los obreros su trabajo, sacó del cajón
d e la m esa una pistola ; y apuntando les
dijo : * V áyanse inm ed ia ta m en te y di­
g a n que h a n cobrado y con g ra tific a ­
ción. i P or qué han de ganar ustedes
dos salarios diarios f Y a olvidar esto,
añadió, a olvidarlo, porque puedo m e ­
terlo s en la cárcel cuando m e dé la g a ­
na, » L o s tr e s albañiles salieron a la
calle m udos de asom bro. L os tre s ha­
bían estado y a en la cárcel por « ro ­
jo s », Uno de ellos m e lo ha contado
lam entando no haber dado e n él a cto
la réplica que m erecía el m a tó n fa la n ­
g ista , quien no era otro que el hijo de
M illán A stra y .
FERMIN.
por ALVARO DE ORRIOLS
m ión, y dió algunos tra sp ié s sobre el ca­
m ino. U na descarg a le abatió y se quedó
tendido en la cu n eta. Sus asesinos, sin
d etener la m arc h a, siguieron e n tonando
sus canciones.
Así llegaron a la ex planada c erc ad a de
cipreses que se extendía fren te a la ve rja
de h ie rro que daba acceso al C am po San­
to. Allí se detuvieron, a a lgunos m etros
de la tapia, y los fa scista s descendieron
form ando un círculo a lre d e d o r del cam ión
de los republicanos. Con los fusiles pre­
parados y el dedo en los gatillos, les die­
ron o rd e n de b a ja r. Las desgraciadas
víctim as, conscientes de la in u tilid a d de
cu alq u ier ten ta tiv a de e sc ap a r a la m u er­
te, se d e ja ro n llev ar p o r su s verdugos sin
oponerles resistencia.
Los dividieron en tre s grupos. E l pri­
m ero fué conducido al paredón, m ie n tras
los legionarios a ju sta b a n el tiro de su
a m e tra lla d o ra. E n ese grupo iba el alcal­
de. Los pusieron en fila, a dos m etros
del m u ro ilum inado p o r la luz azulada
de los faro s. Y su s som bras, proyectadas
en él. p arecían siluetas de gigantes. El
alcalde se colocó e n el c en tro de la fila.
S u cuerpo e ra u n guiñapo dislocado y
sangriento, pero se le veía h a c e r esfuerzos
sobrehum anos Dara a h u e c a r el pecho y
te rm in a r con dignidad.
Aún tuvo la fuerza de la n z a r u n g rito r
— ; V iva la República, asesinos !... —
clam ó. Y levantó el puño.
Dieciséis puños le im itaro n a todo lo
largo d e la fila. L as so m b ras de esos
puños, ag ig a n tad a s en el m u ro , p arecían
un bosque de am enazas.
En un silencio im p resio n an te se oyó la
voz del oficial :
— ; F uego ! — grifó furioso.
Golpeó el a ire el tableteo de la ame-
tra lla d o ra . A la luz de los fa ro s se vió
c ae r, uno tr a s o tro , a los a ju sticiad o s.
C ayeron com o si fu e ra n m ario n eta s a las
que u n a s tije ra s invisibles se d iv irtiera n
e n c o rta s los hilos, y q u edaron ten d id o s
p o r el suelo, en p o stu ra s ab su rd as.
Se acercó el oficial, p istola en m ano, y
observó u n o p o r u n o a los caídos. A dos
que a ú n se m ovían con las a n g u stia s de
la m u erte, les dió el tiro de gracia y ya
q u e d aro n quietos p a ra siem pre.
— ¡ V enga ! ; E l seg u n d o grupo !
Los h o m b res av an zaro n . E n tre ellos iba
S eb astián . Les h icieron ponerse ju n to al
m uro, e n tre los cuerpos de los recién eje­
c u ta d o s. T enían que tocarles con los pies,
v s u san g re calien te, que em pezaba a ex­
te n d e rse p o r el suelo, les pro d u cía n á u ­
se a s al e m p a p ar su s a lp a rg ata s.
U na voz a n g u stia d a rom pió a c a n ta r
con un a cen to e x tra ñ o , com o el d e u h a
g a rg a n ta a g a rro ta d a . T odas las voces de
la fila se u nieron a e sa voz, en u n c oro
viril y m ay e stático que im presionó a los
propios v ictim a rio s :
— ; A rrjba los pobres d el m undo !
¡E n pie los esclavos sin pan !...
— ; Fuego ! — g ritó d e nuevo la voz
d el oficial.
Se volvió a re p etir el tableteo, y el can to
se extinguió por grad acio n es, a m ed id a
que los hom bres c aían desplom ados.
S ebastián sin tió u n golpe en la cabeza,
su v ista se nubló y vió com o los fa ro s se
ale lab a n h a sta em pequeñecerse com o es­
trellas. D espués ya no vió m ás que u n a
tre m e n d a m an c h a ro ja . Y oyó u n ru id o
d e cam p an as, y sin tió que su s p iern a s se
doblaban y que se h u n d ía b ru sc am e n te en
las p ro fu n d id ad es de un abism o sin fondo.
Y ni vió n i oyó m ás. Se perdió en la
inconsciencia.
J í e t t a s de tu to
JOSE MARIA SE6RELLES ALFONSO
O tro m á s que n o s d e ja p a ra siem pre.
Uno m enos ; y de qué calid ad !... con el
que n o podrem os c o n ta r el d ía de la in­
gente ta re a de la reco n stru cció n de la
P a tria . Uno m ás que queda en el largo
cam ino de n u e stro s dolores, tan sem brado
de m u erto s socialistas que la tie rra e n te ra
es ya u n a in m e n sa b a n d era d e n u estro
partido.
José M a ría Segrelles fu é de los prim e­
ros en a ce p ta r, en a b ra z a r en aquella V a­
lencia de 1915 en la que no h ab ía cabida
p a ra o tra s ideas que p a ra las del Blasquism o, los ideales socialistas.
T rab a jó desd e los p rim ero s m om entos
ju n to al p u ñ a d o de hom bres e n tu sia sta s
que fu n d a ro n la p rim e ra A grupación. El
e ra uno de su s últim o s supervivientes :
S anchis Pascual, Cases, R aim undo, S e rra ­
do r, M olina Conejero, E scandell, Comes.
H acia ellos íbam os los jóvenes, a p ren d ien ­
do de ellos su m o ral elevada, su sentido
renovador, la h e ren c ia de Ig lesias que
h a b ía fru ctific a d o e n sus alm as.
Segrelles e ra tipógrafo, uno de los m aes­
tro s lin o tip istas m ás cultos y m ejo res que
ha tenido E spaña. Su c u ltu ra le p erm itía
in te rp re ta r, n o sólo las e sc ritu ra s m ás en­
revesadas, sino c o rre g ir, con el beneplá­
cito de sus a u to re s, ios a rtícu lo s d e fir­
m as bien conocidas. Su b o ndad y sencillez
a tra ía n h a cia él a c u an to s le tra ta m o s .
D u ran te m uchos años, fué linotipista
del inolvidable « M ercantil V alenciano »
por donde p a sa ro n las m ejo res firm a s li­
b erales de E spaña. Fervoroso siem pre por
los ideales que nos an im an , fig u ró en los
puestos de responsabilidad de n u e stras
organizaciones, tan to en la d irección de
la F ederación G ráfica, com o en la A gru­
pación v F ederación Provincial socialistas,
siendo a d em ás C onsejero de la D iputación
valenciana, y en todo in stan te fué el com ­
pañero se n sa to y fervoroso, ejem plo de
todos, am igo de todos, leal p a ra con to­
dos. Con Segrelles se h a ido algo ligado
rauv hondo a n u e stro ayer.
Al so b rev en ir el régim en a ctu al, sufrió
cárcel. U na vez en lib e rtad volvió a su
oficio. T rab a ja b a e n la im p re n ta Bello, a
iesar de sus años y de las dolencias que
e aq u ejab an , secuela tris te de los su fri­
m ientos pasados. No pudo s a lir de Es­
paña, pero su e sp íritu estuvo siem p re a
n u e stro lado, esp eran d o aquellas solucio­
nes que u n a m u erte p re m a tu ra ha im­
pedido lle g a r a ver.
Reciban su s fam iliares, especialm ente
sus h ijo s que residen a ctu alm en te en Ca­
racas. la expresión de d o lo r sin cero de
sus viejos am igos y m uy especialm ente del
que lo fué suyo h a sta el m om ento de su
.m uerte,
PO R FIR IO PLUMA
Í
E l apoyo de los com pañeros y sim ­
p a tiz an tes constituye la exclusiva apor­
tación que perm ite m a n te n e r la publi­
cación de n u e stro periódico. D urante
m ás de doce años este apoyo que, en
la m ay o ría de los casos re p re se n ta un
sacrificio, no nos h a fa ltad o y no du­
dam os que tam poco nos fa lta rá hoy en
que n u e stra lucha lo reclam a con m a­
yor aprem io que nunca. T oda ayuda,
por m o d esta que sea, se rá u n a coope­
ración estim able y u n a prueba de
so lid arid ad que h a de e stim u larn o s a
llev ar ad elan te n u e s tra ta re a socialista.
Los donativos a :
EL SOCIALISTA ESPAÑOL
52, Av. Paul-Langevin
FONTENAY-AUX-ROSES
(S eine)
C.C. P o sta l P a ris : 12862-83
PR E C IO DE VENTA : 20 FRANCOS
D irecteur-G érant : JO RG E MORENO
S.P.I., 4, rue S aulnier, P a rís (9")
PRO Y CONTRA
HAN MUERTO LAS ILUSIONES...
por Elena de lo Souchère
ABE su p o n e r que al a firm a r rep etid as
veces con la m ay o r solem nidad su
firm e propósito d e p e rm a n ec e r en la
je fa tu ra d e l E stad o , el g en eral F ra n c o
p ro c u ró in te rru m p ir el peligroso proceso
de d e sag reg ació n que se inicia cad a vez
que en el ho rizo n te político de u n d e te r­
m in ad o E sta d o se p erfila y a el espectro
del rég im en sucesor. R epetidos ejem plos
h istó ric o s d e m u e stra n , pues, que en se­
m eja n te caso el régim en establecido que­
d a a b a n d o n a d o d e hecho p o r los funcio­
n a rio s y em pleados públicos. Los m á s a je ­
nos a la nueva ideología se esfu erzan por
a s e g u ra r su p o rv e n ir in d iv id u a l cum plien­
do la s ó rd e n es del gobierno venidero, y
ai ponerse al servicio de su s designios
p re cip ita n su triu n fo . Así de u n a c onfian­
za a veces in ju stific a d a en el adv en im ien ­
to de u n d e te rm in a d o régim en, nace u n a
n u e v a re alid a d ...
C
E ste proceso se inició en E sp a ñ a a raíz
de las conversaciones que D on Ju a n sos­
tu v o en L isboa y M ad era con la esposa
d el C audillo y el m in istro C astieila. La
re n u n cia de F ra n c o fué d u ra n te quince
d ía s el te m a d e to d as la s te rtu lia s y, por
los cafés, y a c irc u la ro n lis ta s de m iem ­
b ro s del fu tu ro gobierno provisional.
L a in só lita solem nidad de las d e clara ­
ciones de F ra n c o a n te las lla m a d a s C ortes
resp o n d e sin d u d a al deseo de c o n tra rre s­
t a r e sta ofensiva d e la desconfianza. Lo
c u al n o significa n e ce sa ria m en te que
F ra n c o se niegue de u n m odo definitivo
a a b a n d o n a r el poder. E n el lejan o y pró­
xim o p asa d o no fa lta ro n los gobiernos
m o rib u n d o s que diez m in u to s a n te s de
p re se n ta r la dim isión se d e c la ra ro n firm e­
m en te d isp u esto s a no c e d e r a la presión
de las fu e rz a s ad v ersa s. A veces la s d ecla­
racio n es de este tipo re fle ja n u n a a ctitu d
p e rso n al sin re sp ald o político d e nin g u n a
clase, y, e n este caso, la re alid a d n o ta r­
d a e n o p o n e r u n ro tu n d o m e n tís a las
p re su n tu o sa s ilusiones de los gobernantes.
E s ta rectificación no in te rv in o a raíz de
la a rro g a n te m an ifestació n del C audillo;
v cabe su p o n e r que no in te rv e n d rá en
breve plazo, porque la in tra n sig e n c ia del
d ic ta d o r n o re fle ja u n a a c titu d personal
su y a sin o la v o lu n tad defensiva d e los
secto res o ligárquicos que siguen apoyan­
d o al régim en.
Lo c u al no significa tam poco que las
in fo rm a cio n e s re la tiv a s a u n posible cam ­
bio in stitu c io n a l se a n to ta lm e n te despro­
v ista s d e fu n d a m e n to . E n u n a situación
d e c ia ra y a b so lu ta n o rm a lid a d , n u n c a se
p ropagan ru m o re s de e sta índole. Aunque
n a ciesen en d e te rm in a d o s secto res m ino­
rita rio s tro p ez aría n con la in cre d u lid a d
del público. Los portavoces de la dem o­
c ra c ia b ritá n ic a n o se ven en el tra n c e de
te n e r que su b ir a la trib u n a p a ra oponer
u n ro tu n d o m en tís a los ru m o re s a la rm is­
t a s Los gobiernos que tienen que a firm a r
re p e tid a y solem nem ente su v o lu n ta d de
c o n tin u id a d son los aue e stá n m u rié n d o ­
se. P ues aunque re su lta se p re m a tu ra la
n o ticia, de la ren u n cia de F ranco, queda­
ría el hech o de que la fase de liquidación
d el régim en ya está a b ie rta n o a conse­
c u en c ia de la a vanzada ed ad del d ic ta d o r
o d e su s p re su n tas dolencias, sino con
m otiv o de la desaparición de las condicio­
nes p o líticas que propiciaron en o tro s
tiem oos el establecim iento y la p e rm a ­
n e n cia de la d ic ta d u ra : el fe rv o r fa la n ­
g ista de la ju v en tu d burguesa, la unión
de to d o s los p a rtid a rio s del régim en en
la ríg id a e s tru c tu ra del p a rtid o único y
la in co n d ic io n a l a d hesión a l gobierno de
la cla se m ed ia y de las capas privilegia­
d a s a te m o riz a d a s p o r el esp ectro de la
revolución o b re ra . H oy en día, el p a rtid o
q u e d a to ta lm e n te desagregado. La burgue­
sía n o cree y a en el fu tu ro del régim en
y en su cap a cid a d p a ra su p e ra r los apre­
m ia n tes pro b lem as p lan tead o s p o r el des­
o rd e n económ ico. E n las cap as juveniles
la in d ife ren c ia y el escepticism o suceden
a l ferv o r fa la n g ista, m ie n tra s u n a m ino­
ría c onsciente c a d a vez m ás n u trid a se
opone a b ie rta m en te a la d ic ta d u ra . L a ba­
se política del régim en queda c irc u n sc ri­
ta a u n e strec h o se c to r oligárquico cuyo
apoyo n o le h u b iera b a sta d o p a ra im po­
n e rse y d u r a r veinte años.
In iciad a e sta fase d e liquidación, los
m o rib u n d o s gobiernos suelen im ita r ios
e jé rcito s d e rro ta d o s ; se esfu erz a n por
d e fen d e r su s ú ltim as posiciones y m e jo ra r
su c a rta de g u e rra con objeto de conse­
g u ir v e n tajo sas condiciones de arm isticio .
P o r eso, y a en ta b lad a s las negociaciones
con el enem igo, se d e c la ra n dispuestos a
a g o ta r to d as las posibilidades de re sisten ­
cia. Las recien tes m an ifestacio n es del
C audillo perten ecen de m odo evidente a
este tipo d e m an io b ras d e re ta g u a rd ia . No
se niega te rm in a n te m e n te a p a c ta r con el
P re ten d ien te . Al d ife rir la re stau ra ció n
cuya fech a a p arece cad a vez m ás indeci­
sa, fija con in superable c la rid a d las con­
diciones de s u propia re n u n cia, que q u ed a
su p e d ita d a a la aceptación por p a rte de
Don J u a n d e ios principios y re alid ad es
del actu al régim en. E l equipo g ubernativo
evidencia d e este m odo su firm e propósi­
to de a g o ta r todos los re cu rso s de la tác ­
tic a d ila to ria con objeto de a lc an z a r su
objetivo : el a d venim iento de u n a m o n a r­
quía a u to rita ria y c o n serv ad o ra que sea
la m era continuación de la d ic ta d u ra , u n
fran q u ism o sin Franco.
*
**
C laro e stá que las posibilidades de per­
petuación de este ju eg o e strib a n en la de­
bilidad de la oposición. Perm anece, pues,
div id id a e inorgánica la in m e n sa m asa de
los descontentos. E n la ausencia d e u n a
solución positiva, los o posicionistas que­
d a n paralizad o s p o r u n a a n g u stio sa sensa­
ción d e m iedo a la im previsión. T em or
que, según la d eclaración de Dionisio Rid ru e jo a la re v ista h ab an e ra « B ohem ia »,
es a ú n la fu erza del a ctu al régim en. P or
desconocer e sta psicosis fra c a sa ro n los va­
rio s proyectos de gobierno-puente ideados
desde hace doce años. E sta s fó rm u las
provisionales cond u cían pues a une incóg­
n ita y p o r eso no podían sa tis fa c e r el afán
de porv en ir se g u ro e xperim entado p o r los
d istin to s secto res de la población. P arece,
pues, dud o so que las d esilu sio n ad as capas
o b re ra s vuelvan a in co rp o rarse a ctiv a y
resu eltam e n te a un m ovim iento de e m a n ­
cipación política m ie n tra s su s dirig en tes
n o les h ay an devuelto la esperanza ofre­
ciéndoles u n p ro g ram a de acción concre­
ta con c la ra s perspectivas de v ictoria.
Cabe te m e r que p o r su p a rte la clase m e­
d ia no propicie el cam bio de gobierno y
que las olig arq u ías no se decidan a aban­
d o n a r las palan cas de m an d o m ie n tras
vean el p ro v e n ir incierto.
El cam bio de régim en presupone la exis­
tencia de u n a fó rm u la de porvenir. Y sólo
p o d rá g a ra n tiz a r el p o rv e n ir u n a fu erza
política que e sté en condición de g a n a r
las elecciones en cu alq u ier m om ento, es
d e cir u n am plio fren te dem ocrático, que
p a ra te n e r la v icto ria a se g u ra d a h a b rá de
c o n ta r n e ce sa ria m en te con el apoyo del
p a rtid o so cialista y de los secto res pro­
g re sista s de la d em o cracia c ristia n a. Los
e stu d ia n te s en se ñ aro n el cam ino a los p a r­
tidos políticos al c o n stitu ir u n a unió n de­
m o crática in te g rad a por grupos socialis­
tas. liberales, sin d ica lista s y d e m ó c rata s
cristian o s.
Un fren*e d em ocrático por am plio que
fu e ra te n d ría sin em bargo escasas proba­
bilid ad es de a lc a n z a r su objetivo si p e r­
m aneciese en la indecisión política. La
segunda condición del éxito es la adhesión
de los grupos coligados a u n p ro g ram a
concreto que ab arq u e todos los aspectos
fu n d a m e n ta les de la convivencia n a cio n al
y tenga en c u en ta las legítim as aspiracio­
nes de los tra b a ja d o re s, los in tereses de
la clase m edia y el afán de im punidad
y seg u rid ad de los actuales detentadores
de las palan cas de m an d o del E stado.
R ealizadas e sta s dos p rim e ras condicio­
nes, la m asa perm anecería a u n indecisa
a n te u n a solución de tipo provisional que
no colm ase su a fá n de p o rv e n ir seguro.
P a ra que la m a sa se a d h iera a la solución
propuesta, es m en e ster que el fren te de­
m o crático no sea u n a m era liga pre-electo ral sino u n fren te de gobierno form ado
con el objeto de a su m ir las responsabili­
dad es gub ern ativ as d u ra n te u n plazo p ru ­
dencial de reco n stru cció n política y recu ­
p eración económ ica. E n este aspecto, Co­
lom bia enseñó el cam ino a la m adre
p a tria. T ras u n largo período de cru en ­
ta s luchas civiles, conservadores y li­
b erales devolvieron la paz a su tie rra al
c o n stitu ir u n fren te de gobierno. La m era
form ación de este org an ism o bastó para
que d esfalleciera la d ic ta d u ra m ilita r y
se in ic ia ra u n a nueva e ra de legitim idad
p a rla m e n ta ria b a jo los auspicios del n u e ­
vo gobierno in te g rad o p o r rep resen tan tes
de los p a rtid o s coligados.
***
E n E spaña, las oligarquías gubernativas
n o ab an d o n a ría n a ú n las p alancas de
m an d o si la oposición no estuviese en con­
dición de p e rju d ica rles y n o contase con
la cooperación de grupos activos capaces
de o rg a n iz ar p o r ejem plo en los puntos
esenciales del a p a ra to económ ico u n a m ­
plio ciclo de huelgas m etódicas. E n este
caso, cabe su p o n er que al verse en el
tran c e de te n e r que escoger e n tre u n g ra ­
vísim o d añ o in m d ia to y los lim itados s a ­
crificios de u n p orvenir y a definido y
seguro, los a ctu ales d e te n tad o re s dei E s­
tad o acab arían p o r tran sig ir.
E so es, queram os o no, el cam ino a n ­
siad o p o r grupos cad a vez m ás n utridos
de jóvenes oposicionistas. O tros cifra n su
esperanza en u n pro n u n ciam ien to m ili
ta r o en u n a re sta u ra c ió n m onárquica, co­
m o si la M onarquía tra íd a por los conser
v adores fuese alguna panacea capaz de
reso lv er todos los problem as. E n realidad,
la M onarquía restablecida por los sectores
oligárquicos, te n d rá fa ta l y necesaria
m ente un c a rá c te r m a rc ad a m en te a u to ri­
ta rio y c o n serv ad o r. P a ra im poner el re s­
peto de las lib ertad es individuales, el res­
tablecim iento de la n o rm alid ad parlam en
ta n a y el reconocim iento de las legítim as
aspiraciones im putares, los grupos izquier
d ista s ten d rá n que a gruparse, fo rm u lar
un p ro g ram a concreto y c re a r su s medios
d e acción. E s d e c ir que. bajo el reinado
de Don Ju a n III, y con m ucho tiempo
perdido, no te n d rá n m ás rem edio nue su ­
je ta rs e a d e te rm in a d as n o rm as de con­
d u c ta que, a d o p ta d as hoy en día, sin de
m o ra, a ce le ra ría n el proceso de desagre
gación del régim en y h a ría n posible la
form ación de u n gobierno représentative
de la v o lu n tad del pueblo.
C oncebim os la política internacio­
nal de Espatña sobre principios de
ju stic ia y de m utilo respeto, sostene­
dora de todas las causas tiobles y
revoluciom trias y adversaria de las
im perialistas y regresivas. Indepen­
d iente y dictada por el pueblo el dUi
en que n u estra p a tria recobre su li­
bertad y su soberanía, esa p o lítica
s e r á fa c to r de p a z a u tén tica , sin des­
m a y a r en la defensa de los intereses
propios que se concilien con los prin­
cipios que han hecho de los españo­
les los p rim ero s co m batientes anti­
fa sc ista s pero tam bién las prim eras
v ic tim a s de un inicuo ju eg o interna­
cional inspirado en u n m ezquiiw
egoísm o nacionalista.