referencias vida y ministerio cristianos del 5 a 11

SALMO
119
Reunión Vida y Ministerio Cristianos del 5 al 11 de septiembre
Ideas para presentar las publicaciones
LA ATALAYA
LA ATALAYA (Contraportada)
Pregunta: Todos necesitamos
consuelo en algún momento,
pero ¿dónde podemos hallarlo?
Texto: 2Co 1:3, 4
Publicación: Este número
de La Atalaya explica cómo nos
consuela Dios.
ENSEÑEMOS LA VERDAD
Pregunta: ¿Cómo podemos
saber si le importamos a Dios?
Texto: 1Pe 5:7
Verdad: Dios nos invita a que le
oremos porque se interesa por
nosotros.
1
Pregunta: Hay quienes piensan que
el Reino de Dios es algo que llevamos en el corazón. Otros creen que
es el resultado de los esfuerzos del
ser humano por alcanzar la paz en el
mundo. ¿Usted qué opina?
Texto: Da 2:44
Publicación: La Biblia dice que el
Reino de Dios es un gobierno real.
Este artículo analiza más detalles
relacionados con el Reino de Dios.
Canción 48 y oración
Palabras de introducción
TESOROS
DE LA BIBLIA
SALMO
119

“ANDEMOS EN LA LEY DE JEHOVÁ”
 Salmo 119:1-8. Para ser felices de
verdad, debemos andar en la Ley
de Dios.
(Salmo 119:1-8) Felices son los que en
[su] camino están exentos de falta, los
que andan en la ley de Jehová. 2 Felices
son los que observan sus recordatorios;
con todo el corazón siguen buscandolo. 3 Realmente no han practicado ninguna injusticia. En los caminos de él han
andado. 4 Tú mismo has dado imperativamente tus órdenes para que se
guarden cuidadosamente. 5 ¡Oh, que
mis caminos fueran firmemente establecidos para guardar tus disposiciones
reglamentarias! 6 En tal caso no quedaría avergonzado, cuando mirara a todos
tus mandamientos. 7 Te elogiaré en rectitud de corazón, cuando aprenda tus
decisiones judiciales justas. 8 Tus disposiciones reglamentarias continúo guardando. Oh, no me dejes enteramente.
*** La Atalaya 15 abril de 2005
página 10 párrs. 3, 4 ***
*** Confiemos en la palabra de Jehová ***
Obedezcamos la palabra de Dios y
seamos felices
3 La verdadera felicidad estriba en andar
en la ley de Dios (Salmo 119:1-8). Si así
lo hacemos, Jehová nos considerará
“exentos de falta” (Salmo 119:1). Esto
no significa que seamos perfectos, pero
sí que nos esforzamos al máximo por
hacer Su voluntad. Así lo demuestra el
ejemplo de Noé, quien resultó “exento de
falta entre sus contemporáneos” porque
anduvo “con el Dios verdadero”. Aquel
fiel patriarca y su familia sobrevivieron al
Diluvio por ser obedientes a Jehová (Génesis 6:9; 1 Pedro 3:20). De igual modo,
para que los cristianos sobrevivan al fin
de este mundo, es preciso que “guarden
cuidadosamente” las órdenes de Dios, es
decir, que hagan Su voluntad (Salmo
119:4).
4 Jehová nunca nos abandonará si lo
elogiamos con “rectitud de corazón” y
continuamos guardando sus “disposiciones reglamentarias” (Salmo 119:7, 8).
El caudillo israelita Josué contó siempre
con el apoyo divino, pues obedeció la
siguiente exhortación: “Día y noche tienes que leer en [el libro de la ley] en voz
baja, a fin de que cuides de hacer
conforme a todo lo que está escrito en
él”. Esa buena costumbre le permitió
actuar sabiamente y tener éxito (Josué
1:8). Al final de sus días, Josué seguía
alabando a Dios, por lo que pudo decir a
los israelitas: “Ustedes bien saben con
todo su corazón y con toda su alma que
ni una sola palabra de todas las buenas
palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado” (Josué 23:14). Al igual
que Josué y el autor del Salmo 119, seremos felices y tendremos éxito en la
vida si alabamos a Jehová y confiamos
en su palabra.
 Salmo 119:33-40. La Palabra de
Dios nos infunde el valor necesario para enfrentarnos a las dificultades de la vida
(Salmo 119:33-40) 33 Instrúyeme, oh
Jehová, en el camino de tus disposiciones reglamentarias, para que lo observe
hasta lo último. 34 Hazme entender, para
que observe tu ley, y para que la guarde
con todo el corazón. 35 Hazme pisar en
el sendero de tus mandamientos, porque
en él me he deleitado. 36 Inclina mi corazón a tus recordatorios, y no a las ganancias. 37 Haz que mis ojos pasen adelante
para que no vean lo que es inútil; consérvame vivo en tu propio cami-
no. 38 Realiza para con tu siervo tu dicho
que [propende] al temor de ti. 39 Haz
pasar mi oprobio, del cual he estado
asustado, porque tus decisiones judiciales son buenas. 40 ¡Mira! He ansiado tus
órdenes. En tu justicia consérvame vivo.
***La Atalaya 15 abril de 2005,
página 12 párrafo 12 ***
*** Confiemos en la palabra de Jehová ***
Seguir los consejos de la palabra de Dios nos infunde el valor necesario para enfrentarnos a los retos de la
vida (Salmo 119:33-40). Le pedimos humildemente a Jehová que nos instruya,
de modo que guardemos su ley “con todo
el corazón” (Salmo 119:33, 34). Como el
salmista, le rogamos: “Inclina mi corazón
a tus recordatorios, y no a las ganancias”, o a “la ganancia injusta” (Salmo
119:36, nota). En imitación del apóstol
Pablo, nos comportamos “honradamente
en todas las cosas” (Hebreos 13:18). Si
el patrono nos pide que hagamos algo
poco honrado, nos armamos de valor
para obedecer los mandamientos divinos, y Jehová siempre bendice tal proceder. De hecho, nos ayuda a dominar las
malas inclinaciones. Por tanto, orémosle:
“Haz que mis ojos pasen adelante para
que no vean lo que es inútil” (Salmo
119:37). ¡Que nunca lleguemos a desear
ninguna de las cosas inútiles que Dios
odia! (Salmo 97:10.) Entre las que debemos evitar, cabe destacar la pornografía
y el espiritismo (1 Corintios 6:9, 10; Revelación [Apocalipsis] 21:8).
12
2
 Salmo 119:41-48. El conocimiento
exacto de la Palabra de Dios nos da
confianza para predicar.
(Salmo 119:41-48) 41 Y vengan a mí tus
bondades amorosas, oh Jehová, tu salvación conforme a tu dicho, 42 para que
pueda responder con una palabra al que
me vitupera, porque he confiado en tu
palabra. 43 Y no quites de mi boca la
palabra de verdad enteramente, porque
he esperado tu propia decisión judicial. 44 Y ciertamente guardaré tu ley
constantemente, hasta tiempo indefinido,
aun para siempre. 45 Y ciertamente andaré de acá para allá en un lugar espacioso, porque he buscado aun tus órdenes. 46 También hablaré de seguro de
tus recordatorios enfrente de reyes, y no
me avergonzaré. 47 Y mostraré tener
cariño a tus mandamientos que he amado. 48 Y alzaré las palmas de las manos
a tus mandamientos que he amado, y
ciertamente me interesaré intensamente
en tus disposiciones reglamentarias.
*** La Atalaya 1 abril de 2005
página 13, párrafos 13, 14***
Cobraremos valor para dar
testimonio sin temor a sentir vergüenza
si tenemos en alta estima “la palabra de
verdad” y “guarda[mos] [la] ley [de
Dios]
constantemente”
(Salmo
119:43, 44).
14
El estudio diligente de su Palabra
escrita nos capacita para hablar de sus
“recordatorios enfrente de reyes” (Salmo 119:46). Además, la oración y el
espíritu de Jehová nos ayudarán a
exponer de la manera adecuada lo que
debamos decir (Mateo 10:16-20; Colosenses 4:6). Pablo habló con valor de
los recordatorios de Dios delante de
gobernantes del siglo primero. Por
ejemplo, predicó al gobernador romano
Félix, quien “lo escuchó acerca de la
creencia en Cristo Jesús” (Hechos
24:24, 25). También dio testimonio
ante el gobernador Festo y el rey
Agripa (Hechos 25:22–26:32). Con
el apoyo de Jehová, también nosotros
podemos ser Testigos valerosos, que
nunca se “avergüenz[an] de las buenas
nuevas” (Romanos 1:16).
*** Confiemos en la palabra de Jehová ***
13 El conocimiento exacto de la palabra
de Dios nos inspira confianza para predicar
con valor (Salmo 119:41-48). Y lo cierto es
que necesitamos dicha cualidad para “responder [...] al que [nos] vitupera” (Salmo
119:42). A veces, quizás nos sintamos
como los discípulos de Jesús, que ante la
persecución oraron: “Señor Soberano, [...]
concede a tus esclavos que sigan
hablando tu palabra con todo denuedo”.
¿Cuál fue el resultado? “Todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo, y
hablaban la palabra de Dios con denuedo.”
Pues bien, es el mismo Señor Soberano
quien nos infunde valor para predicar su
palabra con valentía (Hechos 4:24-31).
3
SALMO 119 Andemos en la ley de Jehová
El Salmo 119 se escribió siguiendo una
estructura alfabética, quizás para que
fuera más fácil memorizarlo. Como en
hebreo hay 22 letras, este salmo tiene 22
estrofas. Cada estrofa tiene 8 versículos,
y todos los versos de cada estrofa empiezan con la misma letra del alfabeto hebreo. Así que, en total, este salmo tiene
176 versos, lo que lo convierte en el salmo más largo de la Biblia.
Andar en la ley de Jehová significa obedecer voluntariamente la
guía divina. En la Biblia hay muchos ejemplos de siervos de Dios
que obedecieron a Jehová y confiaron en él, como lo hizo el
salmista.
119:1-8
Para ser felices de verdad,
Debemos andar en la ley de
Dios.
Josué confió por completo en la guía
de Jehová. Sabía que, para ser feliz y
tener éxito, tenía que confiar en Jehová con todo su corazón.
119:33-40
La palabra de Dios nos infunde el valor
necesario para enfrentarnos a las dificultades de
la vida
Jeremías fue valiente y confió en Jehová en
circunstancias difíciles. Llevó una vida sencilla y cumplió
con lo que Jehová le había encargado.
119: 41-48
El conocimiento exacto de la Palabra de
Dios nos da confianza para predicar
A Pablo no le daba miedo predicar a nadie.
Cuando predicó con valor al gobernador Félix,
confió plenamente en que Jehová lo ayudaría.
¿En qué situaciones podría yo mostrar
más confianza al predicar?
Escuela
Trabajo
Familia
Otras
___________________________________________________
___________________________________________________
4
*** Puntos sobresalientes del libro quinto
de los Salmos ***
 Salmo 119:71 ¿Cómo nos beneficia pasar por momentos
difíciles?
(Salmo 119:71) 71 Bueno es para mí el
que se me haya afligido, a fin de que
aprenda tus disposiciones reglamentarias.
*** La Atalaya 1 septiembre de
2006 página 14, párrafo 4. ***
Salmo 119:71. ¿Cómo pudiera
beneficiarnos sufrir aflicción? Las
dificultades pueden enseñarnos a confiar más en Jehová, a orarle con más
fervor y a dedicarnos con más empeño
a estudiar la Biblia y aplicar sus normas
en la vida. Por otra parte, la forma en
que respondamos a las aflicciones tal
vez revele flaquezas que debamos corregir. Los sufrimientos no nos amargarán si permitimos que nos refinen.
 Salmo 119:96. ¿Qué significa
la frase “a toda perfección he
visto fin? (Salmo 119:96) 96 A
toda perfección he visto fin. Tu
mandamiento es muy amplio.
*** La Atalaya 15 mayo de 2012
página 22 párr. 2. ***
*** Puntos sobresalientes del libro
quinto de los Salmos ***
Salmo 119:96. ¿Qué significa la
frase: “A toda perfección he visto
fin”? El salmista habla de la perfección
desde el punto de vista del hombre.
Probablemente se refería a que el concepto humano de la perfección tiene
límites, mientras que el mandamiento
divino no, pues es aplicable a todos los
aspectos de la vida. En armonía con este hecho, la Sagrada Biblia de Agustín
Magaña traduce así el versículo: “He
visto que toda perfección es limitada;
[pero] tus mandamientos no tienen límite ninguno”.
¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
*** w99 15/1 pág. 10***
¿Están sus oraciones ‘preparadas
como incienso’?
palmas’ en oración humilde y demostremos nuestra fe cumpliendo los mandamientos de Dios.
Ofrezcamos oraciones con fe
*** it-2 pág. 872 Rostro ***
4 Para que nuestras oraciones asciendan a Dios como dulce incienso, tenemos que orar con fe (Hebreos 11:6).
Cuando los ancianos cristianos ven que
un enfermo en sentido espiritual es receptivo a su consejo bíblico, su “oración
de fe sanará al indispuesto” (Santiago
5:15). Las oraciones que se ofrecen con
fe son agradables a nuestro Padre celestial, como también lo es el estudio de su
Palabra con oración. El salmista demostró una buena actitud cuando cantó:
“Alzaré las palmas de las manos a tus
mandamientos que he amado, y ciertamente me interesaré intensamente en
tus disposiciones reglamentarias. Enséñame bondad, la sensatez y el conocimiento mismos, porque en tus mandamientos he ejercido fe” (Salmo
119:48, 66). ‘Extendamos nosotros las
‘Ablandar el rostro de alguien’ indica
apaciguar su cólera o ganar su favor y
buena voluntad. (Éx 32:11; Sl 119:58.)
*** w87 15/3 pág. 24***
¡Un Dios feliz, un pueblo feliz!
♦ Salmo 119:119— ¿Cómo hace Dios
que los inicuos cesen “como escoria
espumajo-sa”?
La escoria que se forma sobre los
metales derretidos o en el horno de
fundición carece de todo valor, es algo
impuro que se desecha. Así el refinador
separa de la “escoria espumajosa” metales como el oro o la plata. Así mismo,
para Jehová los inicuos solo son dignos
de ir a dar al escorial, y los hace cesar,
separándolos de las personas que valen
y que tienen Su aprobación. (Compárese
con Ezequiel 22:17-22.)
Lección para nosotros: Al igual
que los judíos de la antigüedad, los
testigos de Jehová de hoy día esperan
liberación... esta vez a través de la
tormenta del Armagedón. (Revelación
16:14, 16.) Al tiempo señalado de Dios,
este sistema de cosas será barrido por
esa gran guerra. Las personas que no
acuden a Jehová por salvación quedarán totalmente desamparadas al ser
sacudidas por las olas de esa gran destrucción. Pero los sobrevivientes ‘darán
gracias a Jehová por su bondad amorosa’. Por lo tanto, en estos últimos días
tanto los seguidores ungidos de Jesús
como la “gran muchedumbre” pueden cifrar plena confianza en Jehová. (Salmo
107:31; Revelación 7:9.)
¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana pueden servirme en la predicación
*** w05 15/4 pág. 11***
Confiemos en la palabra de Jehová
La palabra de Jehová nos mantiene
puros
Para conservar la pureza espiritual
debemos mantenernos alerta conforme
a la palabra de Dios (Salmo 119:9-16).
5
Y podemos lograrlo aun cuando nuestros progenitores no nos hayan dado el
mejor ejemplo. Ese fue el caso de Ezequías, quien ‘limpió su senda’ de las
influencias paganas, a pesar de que su
padre era un idólatra. ¿Y si un joven
siervo de Dios comete algún pecado
grave? Entonces debe arrepentirse,
orar y pedir ayuda a sus padres y a los
ancianos cristianos. De este modo obrará igual que Ezequías: se mantendrá
“alerta” y “limpiará [...] su senda” (Santiago 5:13-15).
5
*** w05 15/4 pág. 12 ***
Confiemos en la palabra de Jehová
La palabra de Dios nos ayuda a ser
fieles
Para ser fieles a Jehová es
fundamental sentir cariño por su palabra
(Salmo 119:17-24). Como el salmista
inspirado, hay que tener el ardiente deseo de comprender “las cosas maravillosas” de la ley de Dios, “ansiar [sus]
decisiones judiciales todo el tiempo” y
deleitarse con sus “recordatorios”
(Salmo 119:18, 20, 24). Aunque llevemos poco tiempo dedicados a Jehová,
¿sentimos “anhelo por la leche no adulterada que pertenece a la palabra”?
(1 Pedro 2:1, 2.) Debemos asimilar las
enseñanzas bíblicas elementales para
entender y obedecer mejor la ley de
Dios.
8
tentan obligarnos a anteponer las leyes
humanas a las divinas. ¿Qué haremos
cuando surja un conflicto entre las exigencias del hombre y la voluntad de Jehová? Nuestro apego a la palabra de
Dios nos ayudará a permanecer fieles a
él. Haremos como los apóstoles de Jesús cuando se les persiguió; diremos:
“Tenemos que obedecer a Dios como
gobernante más bien que a los hombres” (Hechos 5:29).
Aun en las peores circunstancias
podemos ser fieles a Jehová (Salmo
119:25-32). Si queremos lograrlo, debemos solicitarle sinceramente su instrucción, aceptarla y elegir “el camino de la
fidelidad” (Salmo 119:26, 30).
10
Seguramente sentimos apego por
los recordatorios de Dios, pero ¿cómo
actuaremos si por alguna razón “príncipes” hablan contra nosotros? (Salmo
119:23, 24.) Hoy día, personas que ocupan puestos de autoridad a menudo in9
*** w05 15/4 pág. 13 párr. 14 ***
Confiemos en la palabra de Jehová
Cobraremos valor para dar
testimonio sin temor a sentir vergüenza
si tenemos en alta estima “la palabra de
verdad” y “guarda[mos] [la] ley [de Dios]
constantemente” (Salmo 119:43, 44).
El estudio diligente de su Palabra
escrita nos capacita para hablar de sus
“recordatorios enfrente de reyes”
(Salmo 119:46). Además, la oración y el
espíritu de Jehová nos ayudarán a
exponer de la manera adecuada lo que
debamos decir (Mateo 10:16-20;
Colosenses 4:6). Pablo habló con valor
de los recordatorios de Dios delante de
gobernantes del siglo primero. Por
ejemplo, predicó al gobernador romano
Félix, quien “lo escuchó acerca de la
creencia en Cristo Jesús” (Hechos
24:24, 25). También dio testimonio ante
el gobernador Festo y el rey Agripa
(Hechos 25:22–26:32). Con el apoyo de
Jehová, también nosotros podemos ser
Testigos valerosos, que nunca se
“avergüenz[an] de las buenas nuevas”
(Romanos 1:16).
14
Lectura de la Biblia: Salmo 119:73-93.
SALMO 119. 73 Tus propias manos me
han hecho, y procedieron a fijarme
sólidamente. Hazme entender, para
que aprenda tus mandamientos. 74 Los
que te temen son los que me ven y se
regocijan, porque he esperado tu propia palabra. 75 Bien sé, oh Jehová, que
tus decisiones judiciales son justicia, y
que con fidelidad me has afligido. 76 Sirva tu bondad amorosa, por favor, para consolarme, según el dicho
tuyo a tu siervo. 77 Vengan a mí tus
misericordias, para que siga viviendo;
porque con tu ley estoy encariñado. 78 Queden avergonzados los presuntuosos, porque sin causa me han
extraviado. En cuanto a mí, yo me intereso intensamente en tus órdenes. 79 Vuélvanse a mí los que te temen, los que también conocen tus
recordatorios. 80 Resulte mi corazón
exento de falta en tus disposiciones
reglamentarias, a fin de que no quede
avergonzado. 81 Se ha consumido mi
alma en su vivo deseo por tu salvación;
he esperado tu palabra. 82 Se han
consumido mis ojos en su vivo deseo
por tu dicho, mientras digo: “¿Cuándo
me consolarás?”. 83 Porque me he hecho como un odre en el humo. No he
olvidado tus disposiciones reglamentarias. 84 ¿Cuántos son los días de tu
siervo? ¿Cuándo ejecutarás juicio contra los que me persiguen? 85 Los
presuntuosos han excavado hoyos
para atraparme, aquellos que no están
en armonía con tu ley. 86 Todos tus
mandamientos son fidelidad misma.
Sin causa me han perseguido. Oh, ayúda-me. 87 En poco tiempo me hubieran
exterminado en la tierra; pero yo mismo
no dejé tus órdenes. 88 Conforme a tu
bondad amorosa consérvame vivo,
para que guarde el recordatorio de tu
boca. 89 Hasta tiempo indefinido, oh
Jehová, tu palabra está estacionada en
los cielos. 90 Tu fidelidad es para
generación tras generación. Has fijado
sólidamente la tierra, para que siga
subsistiendo. 91 Conforme a tus decisiones judiciales han subsistido [hasta]
hoy, porque todos son siervos tuyos. 92 Si tu ley no hubiera sido aquello
con lo que estoy encariñado, entonces
habría perecido en mi aflicción. 93 Hasta tiempo indefinido no
olvidaré tus órdenes, porque por ellas
me has conservado vivo.
6
PREPAREMOS LAS PRESENTACIONES DE ESTE MES

Análisis con el auditorio. Ponga los vídeos de las presentaciones modelo y comente los aspectos más importantes.
Anime a los publicadores a escribir su propia presentación.
2 CORINTIOS 1:3, 4
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas misericordias y el Dios de
todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación.
DANIEL 2:44
“El Dios del cielo establecerá un reino que nunca
será reducido a ruinas. […] Triturará y pondrá fin a
todos estos reinos”
1 PEDRO 5:7
“A la vez que echan sobre él toda su inquietud,
Porque él se interesa por ustedes”
NUESTRA VIDA CRISTIANA
Canción 69
 “Cuando nos atiende un niño”
Discurso.
Cuando nos atiende un niño
Si al llamar nos responde un niño, preguntemos por sus
padres, pues es un modo de respetar la autoridad de estos
(Pr 6:20). En caso de que el niño nos invite a pasar,
no deberíamos aceptar. Si los padres no pueden
atendernos, regresemos en otro momento.
Aunque se trate de un adolescente, lo mejor es preguntarle
por sus padres. Si no están disponibles, preguntémosle si le
dejan escoger qué leer. En caso afirmativo, podemos
ofrecerle alguna publicación y dirigirlo a jw.org.
Cuando volvamos a visitar a un joven que mostró interés,
digámosle que nos gustaría conocer a sus padres. Así,
podremos explicarles la razón de nuestra visita y hablarles de
los buenos consejos que da la Biblia a las familias (Sl
119:86, 138). Mostrar respeto y consideración por los padres
dará un buen testimonio y nos permitirá hablar de las buenas
nuevas a toda la familia en otras ocasiones (1Pe 2:12).
7

Necesidades de la congregacion.
Como alternativa, analice con el auditorio las lecciones
que podemos sacar del Anuario (yb16 págs. 59-62)
Estudio Bíblico de la Congregación
“EJEMPLOS DE FE” cap.22 párrafos 15 a 29 y recuadro de la página 204.
CAPÍTULO 23 (CONTINUACIÓN)
15 A
la brillante luz del fuego, la muchacha
que dejó entrar a Pedro ahora puede verlo
mejor. Al reconocerlo, le dice: “¡Tú,
también, estabas con Jesús el galileo!”.
La acusación lo toma por sorpresa. Así
que el apóstol afirma que no conoce a Jesús y hasta niega saber de lo que está
hablando la muchacha. Entonces se va
junto a la entrada, tratando de pasar lo
más desapercibido posible. Allí otra joven
lo ve y también dice: “Este hombre estaba
con Je-sús el Nazareno”, a lo que Pedro
jura: “¡No conozco al hombre!” (Mat.
26:69-72; Mar. 14:66-68). Hasta ahora,
Pedro ha negado conocer a Jesús dos
veces. Puede ser que después de esta
segunda vez haya oído cantar a un gallo;
sin embargo, está tan nervioso que ni se
acuerda de lo que había profetizado Jesús
unas cuantas horas antes.
16 Pedro sigue intentando desesperadamente no llamar la atención, pero un grupo
de personas se acerca a él. Uno es pariente de Malco, el esclavo a quien Pedro había herido. El hombre le dice: “Yo te vi en
el huerto con él, ¿no es verdad?”. Pedro
trata de convencerlos de que todos están
equivocados; jura y perjura que dice la
verdad, ¡y que le caiga una maldición si
está mintiendo! Es la tercera vez que reniega de su Maestro. En cuanto salen estas palabras de su boca, un gallo canta, el
segundo que Pedro escucha en la noche
(Juan 18:26, 27; Mar. 14:71, 72).
15, 16. ¿Cómo se cumplió lo que había profetizado Jesús sobre Pedro?
En ese momento, Jesús sale a un balcón con vista al patio, y su mirada se encuentra con la de su amigo, tal como se
describió al principio de este capítulo.
Es ahora cuando Pedro se da cuenta del
grave error que ha cometido. ¡Le ha fallado a su Maestro! Aplastado por el peso de
la culpa, abandona el lugar y sale a las
oscuras calles bajo la tenue luz de la luna
llena, que ya casi ha desaparecido. Pero
las lágrimas que inundan sus ojos le impiden avanzar. Entonces, no aguanta más
y rompe a llorar desconsoladamente (Mar.
14:72; Luc. 22:61, 62).
18 Después de cometer un error como
este, es fácil pensar que el pecado ha sido
tan terrible que uno no merece el perdón.
Sin duda, así es como debió sentirse Pedro. ¿Lo perdonaría su Maestro?
17
17, 18. a) ¿Cómo reaccionó Pedro cuando se
dio cuenta del terrible error que había cometido? b) ¿Qué debió haber pensado Pedro?
Una y otra vez, Pedro
necesitó que Jesús
lo perdonara. Pero ¿quién
no tiene que pedir perdón
a Dios cada día?
“El Señor se volvió y miró a Pedro”
¿Fue imperdonable su pecado?
19 Es
difícil imaginar toda la avalancha de
sentimientos que arrolló a Pedro esa mañana y en el transcurso de ese mismo día.
¡Qué culpable tuvo que sentirse luego,
cuando Jesús murió tras largas horas de
sufrimiento! ¡Cuánto debió estremecerlo la
idea de haberle causado más dolor aún a
su Maestro el último día de su vida como
ser humano! No cabe duda de que Pedro
estaba destrozado, pero ¿se dejaría ahogar por la desesperación? El relato muestra que no fue así, pues pronto volvió a
reunirse con los de-más discípulos (Luc.
24:33). De seguro, todos se reprochaban
a sí mismos haber-se portado como cobardes en aquella terrible noche. Sin em8
bargo, al estar juntos, pudieron consolarse
unos a otros.
19. ¿Cómo debió sentirse Pedro por lo que había
hecho, pero cómo sabemos que no se hundió en
la desesperación?
Podemos decir que Pedro tomó aquí
una de las decisiones más sabias de su
vida. Cuando un siervo de Dios comete un
pecado, lo que importa no es lo bajo que
ha caído, sino lo decidido que esté a levantarse y corregir su error (lea Proverbios 24:16). Pedro demostró tener verdadera fe al decidir estar con sus hermanos
a pesar de sentirse desanimado. Cuando
la tristeza y la culpa se apoderan de nosotros, es muy posible que nuestra tendencia sea aislarnos. Pero hacerlo es muy
peligroso (Prov. 18:1). Para fortalecernos
espiritualmente, tenemos que mantenernos cerca de la congregación (Heb.
10:24, 25).
20
20. ¿Qué aprendemos de la sabia decisión que
tomó Pedro?
21 Gracias
a que estaba con sus hermanos
en la fe, Pedro se enteró de una sorprendente noticia: ¡el cuerpo de Jesús había
desaparecido de su tumba, aunque la entrada había sido sellada! Pedro y Juan
salieron corriendo hacia allá. Como al parecer Juan era más joven, llegó primero.
Pero cuando vio la entrada de la tumba
abierta, no se atrevió a pasar. En cambio,
Pedro, todavía sin aliento, no lo pensó dos
veces y entró. No había duda: ¡la tumba
estaba vacía! (Juan 20:3-9.)
21. ¿De qué sorprendente noticia se enteró
Pedro gracias a que estaba reunido con sus
hermanos en la fe?
Al principio, Pedro no creyó que Jesús
había sido resucitado. Ni siquiera les creyó a las mujeres fieles que informaron a
los discípulos que unos ángeles mismos
se lo habían anunciado (Luc. 23:55–
24:11). No obstante, al final del día desaparecieron todas las dudas y restos de
tristeza que abrigaba en el corazón. ¡Jesús estaba vivo! Ahora era un espíritu poderoso y, para demostrarlo, se apareció a
todos sus apóstoles. Pero antes hizo algo
muy especial por Pedro. ¿Qué fue? Hallamos la respuesta en el registro bíblico.
Aquel día, los apóstoles mismos dijeron:
“¡Es un hecho que el Señor ha sido levantado y se ha aparecido a Simón!” (Luc.
24:34). Más tarde, el apóstol Pablo también escribió acerca de este singular día
en el que Jesús “se apareció a Cefas,
22
entonces a los doce” (1 Cor. 15:5). Recordemos que Simón y Cefas son otros nombres que recibe Pedro. Así pues, estos relatos se refieren a un suceso clave en la
vida de Pedro: aquel día, mientras él estaba solo, Jesús se le apareció.
22. ¿Cómo desaparecieron todas las dudas y
restos de tristeza del corazón de Pedro?
23 La
Biblia no da detalles de este conmovedor encuentro entre Pedro y Jesús. Pero podemos imaginarnos lo emocionado
que estaría el apóstol al ver vivo a su amado Maestro y, además, poder decirle lo
triste y arrepentido que se sentía por lo
que había hecho. Más que nada en el
mundo, habrá querido que Jesús lo perdonara. Y no cabe la menor duda de que
Jesús lo hizo, y de todo corazón. Hoy día,
los cristianos que han pecado deben recordar el ejemplo de Pedro y no deben
pensar que nunca recibirán el perdón
divino. No olvidemos que Jesús refleja a la
perfección la personalidad de su Padre,
quien perdona “en gran manera” (Is. 55:7).
23. ¿Por qué deben recordar el caso de Pedro
los cristianos que han cometido un pecado
grave?
Perdón sin reservas
Jesús les había dicho a sus apóstoles
que fueran a Galilea, donde los vería otra
vez. Cuando llegan, Pedro decide ir al mar
a pescar, y varios discípulos lo acompañan. Una vez más, Pedro se halla en las
aguas donde ha pasado gran parte de su
vida. El crujir de la madera del bote, el
suave oleaje y el peso de las redes entre
sus manos lo hacen sentirse a gusto, en
su elemento. Pero, a pesar de sus esfuerzos, no pescan nada en toda la noche
(Mat. 26:32; Juan 21:1-3).
25 Al amanecer, alguien les dice desde la
costa que arrojen las redes por el otro lado
de la barca. Así lo hacen... ¡y atrapan nada
menos que 153 peces! Al reconocer quién
les habla, Pedro rápidamente salta de la
barca y nada hasta la orilla. En la playa,
Jesús les ofrece a sus leales amigos algunos pescados que ha cocinado sobre el
carbón. Entonces se dirige a Pedro en particular (Juan 21:4-14).
24
24, 25. a) ¿Cómo le fue a Pedro en la pesca esa
noche en el mar de Galilea? b) ¿Cómo reaccionó
Pedro al milagro que realizó Jesús al amanecer?
Pedro rápidamente saltó de la barca y nadó
hasta la orilla
Jesús le hace la siguiente pregunta a
Pedro, sin duda señalando la gran cantidad de peces que habían atrapado: “¿Me
amas más que a estos?”. ¿Podría el amor
del apóstol por la pesca competir con el
amor que siente por Jesús? Hace solo
unos días, Pedro había negado a Cristo
tres veces. Ahora Jesús le da la oportunidad de reafirmar tres veces su amor por él
ante sus compañeros, lo cual Pedro hace.
El Maestro le pide a su vez que lo demuestre con hechos. ¿Cómo? Poniendo primero el servicio sagrado: pastoreando a las
ovejitas de Cristo, es decir, cuidando y fortaleciendo a sus hermanos en la fe (Luc.
22:32; Juan 21:15-17).
27 De este modo, Jesús le confirma a Pedro que todavía es una persona valiosa
tanto para él como para su Padre. El apóstol será muy útil en la congregación bajo la
dirección de Cristo. ¡Qué prueba tan sobresaliente de que lo había perdonado sin
reservas! De seguro, la compasión de Jesús le llegó al corazón.
26
26, 27. a) ¿Qué oportunidad le dio Jesús a Pedro
tres veces? b) ¿Cómo demostró Jesús que
perdonó sin reservas a Pedro?
28 Pedro cumplió fielmente su comisión por
muchos años. Fortaleció a sus hermanos,
como Jesús le había mandado la noche
antes de morir. Con paciencia y amor,
cuidó de las ovejas de Cristo. Simón, a
quien Jesús había llamado Pedro, hizo ho9
nor a su nuevo nombre —que significa
“piedra” o “roca”— y llegó a ser una persona fuerte, firme y confiable en la congregación. Así lo muestran las dos afectuosas
cartas que escribió y que son parte de las
Escrituras. Estas valiosas cartas también
confirman que Pedro nunca olvidó la lección que le enseñó Jesús sobre el
significado del perdón (lea 1 Pedro 3:8, 9
y 4:8).
Pedro y, sobre todo, la gran compasión de
su Maestro.
29. ¿Cómo podemos imitar la fe de Pedro y la
compasión de su Maestro?
PREGUNTAS PARA
PENSAR
¿Qué idea equivocada
sobre el perdón tenía Pedro?

¿Cómo puso a prueba
Pedro la paciencia de Jesús?

28. ¿Cómo hizo honor Pedro al significado de su
nombre?
¿Cómo demostró Jesús
que perdonó a Pedro?

29 ¡Qué
importante es que todos aprendamos esa lección! ¿Le pedimos a diario
perdón a Dios por nuestros errores?
¿Aceptamos ese perdón seguros de que
borra lo que hayamos hecho? ¿Perdonamos a los demás? Así imitaremos la fe de
 ¿De
qué manera podría
usted imitar la fe de Pedro y
la compasión de Jesús?
Repaso de esta reunión y adelanto de la próxima
Canción 13 y oración
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