SALMO 119 Reunión Vida y Ministerio Cristianos del 5 al 11 de septiembre Ideas para presentar las publicaciones LA ATALAYA LA ATALAYA (Contraportada) Pregunta: Todos necesitamos consuelo en algún momento, pero ¿dónde podemos hallarlo? Texto: 2Co 1:3, 4 Publicación: Este número de La Atalaya explica cómo nos consuela Dios. ENSEÑEMOS LA VERDAD Pregunta: ¿Cómo podemos saber si le importamos a Dios? Texto: 1Pe 5:7 Verdad: Dios nos invita a que le oremos porque se interesa por nosotros. 1 Pregunta: Hay quienes piensan que el Reino de Dios es algo que llevamos en el corazón. Otros creen que es el resultado de los esfuerzos del ser humano por alcanzar la paz en el mundo. ¿Usted qué opina? Texto: Da 2:44 Publicación: La Biblia dice que el Reino de Dios es un gobierno real. Este artículo analiza más detalles relacionados con el Reino de Dios. Canción 48 y oración Palabras de introducción TESOROS DE LA BIBLIA SALMO 119 “ANDEMOS EN LA LEY DE JEHOVÁ” Salmo 119:1-8. Para ser felices de verdad, debemos andar en la Ley de Dios. (Salmo 119:1-8) Felices son los que en [su] camino están exentos de falta, los que andan en la ley de Jehová. 2 Felices son los que observan sus recordatorios; con todo el corazón siguen buscandolo. 3 Realmente no han practicado ninguna injusticia. En los caminos de él han andado. 4 Tú mismo has dado imperativamente tus órdenes para que se guarden cuidadosamente. 5 ¡Oh, que mis caminos fueran firmemente establecidos para guardar tus disposiciones reglamentarias! 6 En tal caso no quedaría avergonzado, cuando mirara a todos tus mandamientos. 7 Te elogiaré en rectitud de corazón, cuando aprenda tus decisiones judiciales justas. 8 Tus disposiciones reglamentarias continúo guardando. Oh, no me dejes enteramente. *** La Atalaya 15 abril de 2005 página 10 párrs. 3, 4 *** *** Confiemos en la palabra de Jehová *** Obedezcamos la palabra de Dios y seamos felices 3 La verdadera felicidad estriba en andar en la ley de Dios (Salmo 119:1-8). Si así lo hacemos, Jehová nos considerará “exentos de falta” (Salmo 119:1). Esto no significa que seamos perfectos, pero sí que nos esforzamos al máximo por hacer Su voluntad. Así lo demuestra el ejemplo de Noé, quien resultó “exento de falta entre sus contemporáneos” porque anduvo “con el Dios verdadero”. Aquel fiel patriarca y su familia sobrevivieron al Diluvio por ser obedientes a Jehová (Génesis 6:9; 1 Pedro 3:20). De igual modo, para que los cristianos sobrevivan al fin de este mundo, es preciso que “guarden cuidadosamente” las órdenes de Dios, es decir, que hagan Su voluntad (Salmo 119:4). 4 Jehová nunca nos abandonará si lo elogiamos con “rectitud de corazón” y continuamos guardando sus “disposiciones reglamentarias” (Salmo 119:7, 8). El caudillo israelita Josué contó siempre con el apoyo divino, pues obedeció la siguiente exhortación: “Día y noche tienes que leer en [el libro de la ley] en voz baja, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él”. Esa buena costumbre le permitió actuar sabiamente y tener éxito (Josué 1:8). Al final de sus días, Josué seguía alabando a Dios, por lo que pudo decir a los israelitas: “Ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado” (Josué 23:14). Al igual que Josué y el autor del Salmo 119, seremos felices y tendremos éxito en la vida si alabamos a Jehová y confiamos en su palabra. Salmo 119:33-40. La Palabra de Dios nos infunde el valor necesario para enfrentarnos a las dificultades de la vida (Salmo 119:33-40) 33 Instrúyeme, oh Jehová, en el camino de tus disposiciones reglamentarias, para que lo observe hasta lo último. 34 Hazme entender, para que observe tu ley, y para que la guarde con todo el corazón. 35 Hazme pisar en el sendero de tus mandamientos, porque en él me he deleitado. 36 Inclina mi corazón a tus recordatorios, y no a las ganancias. 37 Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil; consérvame vivo en tu propio cami- no. 38 Realiza para con tu siervo tu dicho que [propende] al temor de ti. 39 Haz pasar mi oprobio, del cual he estado asustado, porque tus decisiones judiciales son buenas. 40 ¡Mira! He ansiado tus órdenes. En tu justicia consérvame vivo. ***La Atalaya 15 abril de 2005, página 12 párrafo 12 *** *** Confiemos en la palabra de Jehová *** Seguir los consejos de la palabra de Dios nos infunde el valor necesario para enfrentarnos a los retos de la vida (Salmo 119:33-40). Le pedimos humildemente a Jehová que nos instruya, de modo que guardemos su ley “con todo el corazón” (Salmo 119:33, 34). Como el salmista, le rogamos: “Inclina mi corazón a tus recordatorios, y no a las ganancias”, o a “la ganancia injusta” (Salmo 119:36, nota). En imitación del apóstol Pablo, nos comportamos “honradamente en todas las cosas” (Hebreos 13:18). Si el patrono nos pide que hagamos algo poco honrado, nos armamos de valor para obedecer los mandamientos divinos, y Jehová siempre bendice tal proceder. De hecho, nos ayuda a dominar las malas inclinaciones. Por tanto, orémosle: “Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil” (Salmo 119:37). ¡Que nunca lleguemos a desear ninguna de las cosas inútiles que Dios odia! (Salmo 97:10.) Entre las que debemos evitar, cabe destacar la pornografía y el espiritismo (1 Corintios 6:9, 10; Revelación [Apocalipsis] 21:8). 12 2 Salmo 119:41-48. El conocimiento exacto de la Palabra de Dios nos da confianza para predicar. (Salmo 119:41-48) 41 Y vengan a mí tus bondades amorosas, oh Jehová, tu salvación conforme a tu dicho, 42 para que pueda responder con una palabra al que me vitupera, porque he confiado en tu palabra. 43 Y no quites de mi boca la palabra de verdad enteramente, porque he esperado tu propia decisión judicial. 44 Y ciertamente guardaré tu ley constantemente, hasta tiempo indefinido, aun para siempre. 45 Y ciertamente andaré de acá para allá en un lugar espacioso, porque he buscado aun tus órdenes. 46 También hablaré de seguro de tus recordatorios enfrente de reyes, y no me avergonzaré. 47 Y mostraré tener cariño a tus mandamientos que he amado. 48 Y alzaré las palmas de las manos a tus mandamientos que he amado, y ciertamente me interesaré intensamente en tus disposiciones reglamentarias. *** La Atalaya 1 abril de 2005 página 13, párrafos 13, 14*** Cobraremos valor para dar testimonio sin temor a sentir vergüenza si tenemos en alta estima “la palabra de verdad” y “guarda[mos] [la] ley [de Dios] constantemente” (Salmo 119:43, 44). 14 El estudio diligente de su Palabra escrita nos capacita para hablar de sus “recordatorios enfrente de reyes” (Salmo 119:46). Además, la oración y el espíritu de Jehová nos ayudarán a exponer de la manera adecuada lo que debamos decir (Mateo 10:16-20; Colosenses 4:6). Pablo habló con valor de los recordatorios de Dios delante de gobernantes del siglo primero. Por ejemplo, predicó al gobernador romano Félix, quien “lo escuchó acerca de la creencia en Cristo Jesús” (Hechos 24:24, 25). También dio testimonio ante el gobernador Festo y el rey Agripa (Hechos 25:22–26:32). Con el apoyo de Jehová, también nosotros podemos ser Testigos valerosos, que nunca se “avergüenz[an] de las buenas nuevas” (Romanos 1:16). *** Confiemos en la palabra de Jehová *** 13 El conocimiento exacto de la palabra de Dios nos inspira confianza para predicar con valor (Salmo 119:41-48). Y lo cierto es que necesitamos dicha cualidad para “responder [...] al que [nos] vitupera” (Salmo 119:42). A veces, quizás nos sintamos como los discípulos de Jesús, que ante la persecución oraron: “Señor Soberano, [...] concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo”. ¿Cuál fue el resultado? “Todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo, y hablaban la palabra de Dios con denuedo.” Pues bien, es el mismo Señor Soberano quien nos infunde valor para predicar su palabra con valentía (Hechos 4:24-31). 3 SALMO 119 Andemos en la ley de Jehová El Salmo 119 se escribió siguiendo una estructura alfabética, quizás para que fuera más fácil memorizarlo. Como en hebreo hay 22 letras, este salmo tiene 22 estrofas. Cada estrofa tiene 8 versículos, y todos los versos de cada estrofa empiezan con la misma letra del alfabeto hebreo. Así que, en total, este salmo tiene 176 versos, lo que lo convierte en el salmo más largo de la Biblia. Andar en la ley de Jehová significa obedecer voluntariamente la guía divina. En la Biblia hay muchos ejemplos de siervos de Dios que obedecieron a Jehová y confiaron en él, como lo hizo el salmista. 119:1-8 Para ser felices de verdad, Debemos andar en la ley de Dios. Josué confió por completo en la guía de Jehová. Sabía que, para ser feliz y tener éxito, tenía que confiar en Jehová con todo su corazón. 119:33-40 La palabra de Dios nos infunde el valor necesario para enfrentarnos a las dificultades de la vida Jeremías fue valiente y confió en Jehová en circunstancias difíciles. Llevó una vida sencilla y cumplió con lo que Jehová le había encargado. 119: 41-48 El conocimiento exacto de la Palabra de Dios nos da confianza para predicar A Pablo no le daba miedo predicar a nadie. Cuando predicó con valor al gobernador Félix, confió plenamente en que Jehová lo ayudaría. ¿En qué situaciones podría yo mostrar más confianza al predicar? Escuela Trabajo Familia Otras ___________________________________________________ ___________________________________________________ 4 *** Puntos sobresalientes del libro quinto de los Salmos *** Salmo 119:71 ¿Cómo nos beneficia pasar por momentos difíciles? (Salmo 119:71) 71 Bueno es para mí el que se me haya afligido, a fin de que aprenda tus disposiciones reglamentarias. *** La Atalaya 1 septiembre de 2006 página 14, párrafo 4. *** Salmo 119:71. ¿Cómo pudiera beneficiarnos sufrir aflicción? Las dificultades pueden enseñarnos a confiar más en Jehová, a orarle con más fervor y a dedicarnos con más empeño a estudiar la Biblia y aplicar sus normas en la vida. Por otra parte, la forma en que respondamos a las aflicciones tal vez revele flaquezas que debamos corregir. Los sufrimientos no nos amargarán si permitimos que nos refinen. Salmo 119:96. ¿Qué significa la frase “a toda perfección he visto fin? (Salmo 119:96) 96 A toda perfección he visto fin. Tu mandamiento es muy amplio. *** La Atalaya 15 mayo de 2012 página 22 párr. 2. *** *** Puntos sobresalientes del libro quinto de los Salmos *** Salmo 119:96. ¿Qué significa la frase: “A toda perfección he visto fin”? El salmista habla de la perfección desde el punto de vista del hombre. Probablemente se refería a que el concepto humano de la perfección tiene límites, mientras que el mandamiento divino no, pues es aplicable a todos los aspectos de la vida. En armonía con este hecho, la Sagrada Biblia de Agustín Magaña traduce así el versículo: “He visto que toda perfección es limitada; [pero] tus mandamientos no tienen límite ninguno”. ¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana? *** w99 15/1 pág. 10*** ¿Están sus oraciones ‘preparadas como incienso’? palmas’ en oración humilde y demostremos nuestra fe cumpliendo los mandamientos de Dios. Ofrezcamos oraciones con fe *** it-2 pág. 872 Rostro *** 4 Para que nuestras oraciones asciendan a Dios como dulce incienso, tenemos que orar con fe (Hebreos 11:6). Cuando los ancianos cristianos ven que un enfermo en sentido espiritual es receptivo a su consejo bíblico, su “oración de fe sanará al indispuesto” (Santiago 5:15). Las oraciones que se ofrecen con fe son agradables a nuestro Padre celestial, como también lo es el estudio de su Palabra con oración. El salmista demostró una buena actitud cuando cantó: “Alzaré las palmas de las manos a tus mandamientos que he amado, y ciertamente me interesaré intensamente en tus disposiciones reglamentarias. Enséñame bondad, la sensatez y el conocimiento mismos, porque en tus mandamientos he ejercido fe” (Salmo 119:48, 66). ‘Extendamos nosotros las ‘Ablandar el rostro de alguien’ indica apaciguar su cólera o ganar su favor y buena voluntad. (Éx 32:11; Sl 119:58.) *** w87 15/3 pág. 24*** ¡Un Dios feliz, un pueblo feliz! ♦ Salmo 119:119— ¿Cómo hace Dios que los inicuos cesen “como escoria espumajo-sa”? La escoria que se forma sobre los metales derretidos o en el horno de fundición carece de todo valor, es algo impuro que se desecha. Así el refinador separa de la “escoria espumajosa” metales como el oro o la plata. Así mismo, para Jehová los inicuos solo son dignos de ir a dar al escorial, y los hace cesar, separándolos de las personas que valen y que tienen Su aprobación. (Compárese con Ezequiel 22:17-22.) Lección para nosotros: Al igual que los judíos de la antigüedad, los testigos de Jehová de hoy día esperan liberación... esta vez a través de la tormenta del Armagedón. (Revelación 16:14, 16.) Al tiempo señalado de Dios, este sistema de cosas será barrido por esa gran guerra. Las personas que no acuden a Jehová por salvación quedarán totalmente desamparadas al ser sacudidas por las olas de esa gran destrucción. Pero los sobrevivientes ‘darán gracias a Jehová por su bondad amorosa’. Por lo tanto, en estos últimos días tanto los seguidores ungidos de Jesús como la “gran muchedumbre” pueden cifrar plena confianza en Jehová. (Salmo 107:31; Revelación 7:9.) ¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana pueden servirme en la predicación *** w05 15/4 pág. 11*** Confiemos en la palabra de Jehová La palabra de Jehová nos mantiene puros Para conservar la pureza espiritual debemos mantenernos alerta conforme a la palabra de Dios (Salmo 119:9-16). 5 Y podemos lograrlo aun cuando nuestros progenitores no nos hayan dado el mejor ejemplo. Ese fue el caso de Ezequías, quien ‘limpió su senda’ de las influencias paganas, a pesar de que su padre era un idólatra. ¿Y si un joven siervo de Dios comete algún pecado grave? Entonces debe arrepentirse, orar y pedir ayuda a sus padres y a los ancianos cristianos. De este modo obrará igual que Ezequías: se mantendrá “alerta” y “limpiará [...] su senda” (Santiago 5:13-15). 5 *** w05 15/4 pág. 12 *** Confiemos en la palabra de Jehová La palabra de Dios nos ayuda a ser fieles Para ser fieles a Jehová es fundamental sentir cariño por su palabra (Salmo 119:17-24). Como el salmista inspirado, hay que tener el ardiente deseo de comprender “las cosas maravillosas” de la ley de Dios, “ansiar [sus] decisiones judiciales todo el tiempo” y deleitarse con sus “recordatorios” (Salmo 119:18, 20, 24). Aunque llevemos poco tiempo dedicados a Jehová, ¿sentimos “anhelo por la leche no adulterada que pertenece a la palabra”? (1 Pedro 2:1, 2.) Debemos asimilar las enseñanzas bíblicas elementales para entender y obedecer mejor la ley de Dios. 8 tentan obligarnos a anteponer las leyes humanas a las divinas. ¿Qué haremos cuando surja un conflicto entre las exigencias del hombre y la voluntad de Jehová? Nuestro apego a la palabra de Dios nos ayudará a permanecer fieles a él. Haremos como los apóstoles de Jesús cuando se les persiguió; diremos: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres” (Hechos 5:29). Aun en las peores circunstancias podemos ser fieles a Jehová (Salmo 119:25-32). Si queremos lograrlo, debemos solicitarle sinceramente su instrucción, aceptarla y elegir “el camino de la fidelidad” (Salmo 119:26, 30). 10 Seguramente sentimos apego por los recordatorios de Dios, pero ¿cómo actuaremos si por alguna razón “príncipes” hablan contra nosotros? (Salmo 119:23, 24.) Hoy día, personas que ocupan puestos de autoridad a menudo in9 *** w05 15/4 pág. 13 párr. 14 *** Confiemos en la palabra de Jehová Cobraremos valor para dar testimonio sin temor a sentir vergüenza si tenemos en alta estima “la palabra de verdad” y “guarda[mos] [la] ley [de Dios] constantemente” (Salmo 119:43, 44). El estudio diligente de su Palabra escrita nos capacita para hablar de sus “recordatorios enfrente de reyes” (Salmo 119:46). Además, la oración y el espíritu de Jehová nos ayudarán a exponer de la manera adecuada lo que debamos decir (Mateo 10:16-20; Colosenses 4:6). Pablo habló con valor de los recordatorios de Dios delante de gobernantes del siglo primero. Por ejemplo, predicó al gobernador romano Félix, quien “lo escuchó acerca de la creencia en Cristo Jesús” (Hechos 24:24, 25). También dio testimonio ante el gobernador Festo y el rey Agripa (Hechos 25:22–26:32). Con el apoyo de Jehová, también nosotros podemos ser Testigos valerosos, que nunca se “avergüenz[an] de las buenas nuevas” (Romanos 1:16). 14 Lectura de la Biblia: Salmo 119:73-93. SALMO 119. 73 Tus propias manos me han hecho, y procedieron a fijarme sólidamente. Hazme entender, para que aprenda tus mandamientos. 74 Los que te temen son los que me ven y se regocijan, porque he esperado tu propia palabra. 75 Bien sé, oh Jehová, que tus decisiones judiciales son justicia, y que con fidelidad me has afligido. 76 Sirva tu bondad amorosa, por favor, para consolarme, según el dicho tuyo a tu siervo. 77 Vengan a mí tus misericordias, para que siga viviendo; porque con tu ley estoy encariñado. 78 Queden avergonzados los presuntuosos, porque sin causa me han extraviado. En cuanto a mí, yo me intereso intensamente en tus órdenes. 79 Vuélvanse a mí los que te temen, los que también conocen tus recordatorios. 80 Resulte mi corazón exento de falta en tus disposiciones reglamentarias, a fin de que no quede avergonzado. 81 Se ha consumido mi alma en su vivo deseo por tu salvación; he esperado tu palabra. 82 Se han consumido mis ojos en su vivo deseo por tu dicho, mientras digo: “¿Cuándo me consolarás?”. 83 Porque me he hecho como un odre en el humo. No he olvidado tus disposiciones reglamentarias. 84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo ejecutarás juicio contra los que me persiguen? 85 Los presuntuosos han excavado hoyos para atraparme, aquellos que no están en armonía con tu ley. 86 Todos tus mandamientos son fidelidad misma. Sin causa me han perseguido. Oh, ayúda-me. 87 En poco tiempo me hubieran exterminado en la tierra; pero yo mismo no dejé tus órdenes. 88 Conforme a tu bondad amorosa consérvame vivo, para que guarde el recordatorio de tu boca. 89 Hasta tiempo indefinido, oh Jehová, tu palabra está estacionada en los cielos. 90 Tu fidelidad es para generación tras generación. Has fijado sólidamente la tierra, para que siga subsistiendo. 91 Conforme a tus decisiones judiciales han subsistido [hasta] hoy, porque todos son siervos tuyos. 92 Si tu ley no hubiera sido aquello con lo que estoy encariñado, entonces habría perecido en mi aflicción. 93 Hasta tiempo indefinido no olvidaré tus órdenes, porque por ellas me has conservado vivo. 6 PREPAREMOS LAS PRESENTACIONES DE ESTE MES Análisis con el auditorio. Ponga los vídeos de las presentaciones modelo y comente los aspectos más importantes. Anime a los publicadores a escribir su propia presentación. 2 CORINTIOS 1:3, 4 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación. DANIEL 2:44 “El Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. […] Triturará y pondrá fin a todos estos reinos” 1 PEDRO 5:7 “A la vez que echan sobre él toda su inquietud, Porque él se interesa por ustedes” NUESTRA VIDA CRISTIANA Canción 69 “Cuando nos atiende un niño” Discurso. Cuando nos atiende un niño Si al llamar nos responde un niño, preguntemos por sus padres, pues es un modo de respetar la autoridad de estos (Pr 6:20). En caso de que el niño nos invite a pasar, no deberíamos aceptar. Si los padres no pueden atendernos, regresemos en otro momento. Aunque se trate de un adolescente, lo mejor es preguntarle por sus padres. Si no están disponibles, preguntémosle si le dejan escoger qué leer. En caso afirmativo, podemos ofrecerle alguna publicación y dirigirlo a jw.org. Cuando volvamos a visitar a un joven que mostró interés, digámosle que nos gustaría conocer a sus padres. Así, podremos explicarles la razón de nuestra visita y hablarles de los buenos consejos que da la Biblia a las familias (Sl 119:86, 138). Mostrar respeto y consideración por los padres dará un buen testimonio y nos permitirá hablar de las buenas nuevas a toda la familia en otras ocasiones (1Pe 2:12). 7 Necesidades de la congregacion. Como alternativa, analice con el auditorio las lecciones que podemos sacar del Anuario (yb16 págs. 59-62) Estudio Bíblico de la Congregación “EJEMPLOS DE FE” cap.22 párrafos 15 a 29 y recuadro de la página 204. CAPÍTULO 23 (CONTINUACIÓN) 15 A la brillante luz del fuego, la muchacha que dejó entrar a Pedro ahora puede verlo mejor. Al reconocerlo, le dice: “¡Tú, también, estabas con Jesús el galileo!”. La acusación lo toma por sorpresa. Así que el apóstol afirma que no conoce a Jesús y hasta niega saber de lo que está hablando la muchacha. Entonces se va junto a la entrada, tratando de pasar lo más desapercibido posible. Allí otra joven lo ve y también dice: “Este hombre estaba con Je-sús el Nazareno”, a lo que Pedro jura: “¡No conozco al hombre!” (Mat. 26:69-72; Mar. 14:66-68). Hasta ahora, Pedro ha negado conocer a Jesús dos veces. Puede ser que después de esta segunda vez haya oído cantar a un gallo; sin embargo, está tan nervioso que ni se acuerda de lo que había profetizado Jesús unas cuantas horas antes. 16 Pedro sigue intentando desesperadamente no llamar la atención, pero un grupo de personas se acerca a él. Uno es pariente de Malco, el esclavo a quien Pedro había herido. El hombre le dice: “Yo te vi en el huerto con él, ¿no es verdad?”. Pedro trata de convencerlos de que todos están equivocados; jura y perjura que dice la verdad, ¡y que le caiga una maldición si está mintiendo! Es la tercera vez que reniega de su Maestro. En cuanto salen estas palabras de su boca, un gallo canta, el segundo que Pedro escucha en la noche (Juan 18:26, 27; Mar. 14:71, 72). 15, 16. ¿Cómo se cumplió lo que había profetizado Jesús sobre Pedro? En ese momento, Jesús sale a un balcón con vista al patio, y su mirada se encuentra con la de su amigo, tal como se describió al principio de este capítulo. Es ahora cuando Pedro se da cuenta del grave error que ha cometido. ¡Le ha fallado a su Maestro! Aplastado por el peso de la culpa, abandona el lugar y sale a las oscuras calles bajo la tenue luz de la luna llena, que ya casi ha desaparecido. Pero las lágrimas que inundan sus ojos le impiden avanzar. Entonces, no aguanta más y rompe a llorar desconsoladamente (Mar. 14:72; Luc. 22:61, 62). 18 Después de cometer un error como este, es fácil pensar que el pecado ha sido tan terrible que uno no merece el perdón. Sin duda, así es como debió sentirse Pedro. ¿Lo perdonaría su Maestro? 17 17, 18. a) ¿Cómo reaccionó Pedro cuando se dio cuenta del terrible error que había cometido? b) ¿Qué debió haber pensado Pedro? Una y otra vez, Pedro necesitó que Jesús lo perdonara. Pero ¿quién no tiene que pedir perdón a Dios cada día? “El Señor se volvió y miró a Pedro” ¿Fue imperdonable su pecado? 19 Es difícil imaginar toda la avalancha de sentimientos que arrolló a Pedro esa mañana y en el transcurso de ese mismo día. ¡Qué culpable tuvo que sentirse luego, cuando Jesús murió tras largas horas de sufrimiento! ¡Cuánto debió estremecerlo la idea de haberle causado más dolor aún a su Maestro el último día de su vida como ser humano! No cabe duda de que Pedro estaba destrozado, pero ¿se dejaría ahogar por la desesperación? El relato muestra que no fue así, pues pronto volvió a reunirse con los de-más discípulos (Luc. 24:33). De seguro, todos se reprochaban a sí mismos haber-se portado como cobardes en aquella terrible noche. Sin em8 bargo, al estar juntos, pudieron consolarse unos a otros. 19. ¿Cómo debió sentirse Pedro por lo que había hecho, pero cómo sabemos que no se hundió en la desesperación? Podemos decir que Pedro tomó aquí una de las decisiones más sabias de su vida. Cuando un siervo de Dios comete un pecado, lo que importa no es lo bajo que ha caído, sino lo decidido que esté a levantarse y corregir su error (lea Proverbios 24:16). Pedro demostró tener verdadera fe al decidir estar con sus hermanos a pesar de sentirse desanimado. Cuando la tristeza y la culpa se apoderan de nosotros, es muy posible que nuestra tendencia sea aislarnos. Pero hacerlo es muy peligroso (Prov. 18:1). Para fortalecernos espiritualmente, tenemos que mantenernos cerca de la congregación (Heb. 10:24, 25). 20 20. ¿Qué aprendemos de la sabia decisión que tomó Pedro? 21 Gracias a que estaba con sus hermanos en la fe, Pedro se enteró de una sorprendente noticia: ¡el cuerpo de Jesús había desaparecido de su tumba, aunque la entrada había sido sellada! Pedro y Juan salieron corriendo hacia allá. Como al parecer Juan era más joven, llegó primero. Pero cuando vio la entrada de la tumba abierta, no se atrevió a pasar. En cambio, Pedro, todavía sin aliento, no lo pensó dos veces y entró. No había duda: ¡la tumba estaba vacía! (Juan 20:3-9.) 21. ¿De qué sorprendente noticia se enteró Pedro gracias a que estaba reunido con sus hermanos en la fe? Al principio, Pedro no creyó que Jesús había sido resucitado. Ni siquiera les creyó a las mujeres fieles que informaron a los discípulos que unos ángeles mismos se lo habían anunciado (Luc. 23:55– 24:11). No obstante, al final del día desaparecieron todas las dudas y restos de tristeza que abrigaba en el corazón. ¡Jesús estaba vivo! Ahora era un espíritu poderoso y, para demostrarlo, se apareció a todos sus apóstoles. Pero antes hizo algo muy especial por Pedro. ¿Qué fue? Hallamos la respuesta en el registro bíblico. Aquel día, los apóstoles mismos dijeron: “¡Es un hecho que el Señor ha sido levantado y se ha aparecido a Simón!” (Luc. 24:34). Más tarde, el apóstol Pablo también escribió acerca de este singular día en el que Jesús “se apareció a Cefas, 22 entonces a los doce” (1 Cor. 15:5). Recordemos que Simón y Cefas son otros nombres que recibe Pedro. Así pues, estos relatos se refieren a un suceso clave en la vida de Pedro: aquel día, mientras él estaba solo, Jesús se le apareció. 22. ¿Cómo desaparecieron todas las dudas y restos de tristeza del corazón de Pedro? 23 La Biblia no da detalles de este conmovedor encuentro entre Pedro y Jesús. Pero podemos imaginarnos lo emocionado que estaría el apóstol al ver vivo a su amado Maestro y, además, poder decirle lo triste y arrepentido que se sentía por lo que había hecho. Más que nada en el mundo, habrá querido que Jesús lo perdonara. Y no cabe la menor duda de que Jesús lo hizo, y de todo corazón. Hoy día, los cristianos que han pecado deben recordar el ejemplo de Pedro y no deben pensar que nunca recibirán el perdón divino. No olvidemos que Jesús refleja a la perfección la personalidad de su Padre, quien perdona “en gran manera” (Is. 55:7). 23. ¿Por qué deben recordar el caso de Pedro los cristianos que han cometido un pecado grave? Perdón sin reservas Jesús les había dicho a sus apóstoles que fueran a Galilea, donde los vería otra vez. Cuando llegan, Pedro decide ir al mar a pescar, y varios discípulos lo acompañan. Una vez más, Pedro se halla en las aguas donde ha pasado gran parte de su vida. El crujir de la madera del bote, el suave oleaje y el peso de las redes entre sus manos lo hacen sentirse a gusto, en su elemento. Pero, a pesar de sus esfuerzos, no pescan nada en toda la noche (Mat. 26:32; Juan 21:1-3). 25 Al amanecer, alguien les dice desde la costa que arrojen las redes por el otro lado de la barca. Así lo hacen... ¡y atrapan nada menos que 153 peces! Al reconocer quién les habla, Pedro rápidamente salta de la barca y nada hasta la orilla. En la playa, Jesús les ofrece a sus leales amigos algunos pescados que ha cocinado sobre el carbón. Entonces se dirige a Pedro en particular (Juan 21:4-14). 24 24, 25. a) ¿Cómo le fue a Pedro en la pesca esa noche en el mar de Galilea? b) ¿Cómo reaccionó Pedro al milagro que realizó Jesús al amanecer? Pedro rápidamente saltó de la barca y nadó hasta la orilla Jesús le hace la siguiente pregunta a Pedro, sin duda señalando la gran cantidad de peces que habían atrapado: “¿Me amas más que a estos?”. ¿Podría el amor del apóstol por la pesca competir con el amor que siente por Jesús? Hace solo unos días, Pedro había negado a Cristo tres veces. Ahora Jesús le da la oportunidad de reafirmar tres veces su amor por él ante sus compañeros, lo cual Pedro hace. El Maestro le pide a su vez que lo demuestre con hechos. ¿Cómo? Poniendo primero el servicio sagrado: pastoreando a las ovejitas de Cristo, es decir, cuidando y fortaleciendo a sus hermanos en la fe (Luc. 22:32; Juan 21:15-17). 27 De este modo, Jesús le confirma a Pedro que todavía es una persona valiosa tanto para él como para su Padre. El apóstol será muy útil en la congregación bajo la dirección de Cristo. ¡Qué prueba tan sobresaliente de que lo había perdonado sin reservas! De seguro, la compasión de Jesús le llegó al corazón. 26 26, 27. a) ¿Qué oportunidad le dio Jesús a Pedro tres veces? b) ¿Cómo demostró Jesús que perdonó sin reservas a Pedro? 28 Pedro cumplió fielmente su comisión por muchos años. Fortaleció a sus hermanos, como Jesús le había mandado la noche antes de morir. Con paciencia y amor, cuidó de las ovejas de Cristo. Simón, a quien Jesús había llamado Pedro, hizo ho9 nor a su nuevo nombre —que significa “piedra” o “roca”— y llegó a ser una persona fuerte, firme y confiable en la congregación. Así lo muestran las dos afectuosas cartas que escribió y que son parte de las Escrituras. Estas valiosas cartas también confirman que Pedro nunca olvidó la lección que le enseñó Jesús sobre el significado del perdón (lea 1 Pedro 3:8, 9 y 4:8). Pedro y, sobre todo, la gran compasión de su Maestro. 29. ¿Cómo podemos imitar la fe de Pedro y la compasión de su Maestro? PREGUNTAS PARA PENSAR ¿Qué idea equivocada sobre el perdón tenía Pedro? ¿Cómo puso a prueba Pedro la paciencia de Jesús? 28. ¿Cómo hizo honor Pedro al significado de su nombre? ¿Cómo demostró Jesús que perdonó a Pedro? 29 ¡Qué importante es que todos aprendamos esa lección! ¿Le pedimos a diario perdón a Dios por nuestros errores? ¿Aceptamos ese perdón seguros de que borra lo que hayamos hecho? ¿Perdonamos a los demás? Así imitaremos la fe de ¿De qué manera podría usted imitar la fe de Pedro y la compasión de Jesús? Repaso de esta reunión y adelanto de la próxima Canción 13 y oración 10
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