EL SOCIALISTA —— ESPAÑOL ORGANO CENTRAL ANO II --------------------- DEL P. S. O. E. Paris, 1° de mayo de 1947 P. S. O. E. - NUM. 18 U. G. T. ------------------- Primero de Mayo 1947 E l Prim ero de- M a y a , afirmación del internaciona lismo proletario, un mismo interés de clase une a los trabajadores y tma idéntica voluntad de transformación y de salvación les identifica en un mismo movimiento. Sobre todas las Vicisitudes que éste pueda sufrir, no importa las desviaciones reales o aparentes que la clase obrera tenga que padecer com o resultado de una lu• cha que ha de llevarse en frentes innumerables, la afir mación de este interés superior, por encima de las exal taciones nacionalistas, constituye la esencia misma de nuestra lucha. P o r e llo e l P a rtid o Socialista O b rero E s pañol y la U n ión G eneral de Trabajadores, preocupados com o están por la evolución de los acontecimientos en nuestro país, con voluntad resuelta y tenaz por el restable cim iento de la R ep ú b lica , no se desentienden de la rea lidad internacional, no ignoran que la lucha de clases se plantea ahora en dimensiones universales, no dejan de considerarse, en esta colosal contienda, un elem en to más, siempre dispuesto a alinearse con las fuerzas que pugnan por e l Socialism o, en e l que siguen viendo la única posibilidad de redención para los pueblos y pa ra los hombres. L a tensión de nuestro ánimo, la proyec ción de cuanto somos al logro de este ideal de frater nidad universal y de unidad humana mediante la e lim i nación del, sistema capitalista, sigue constituyendo la razón misma de nuestra existencia, y así lo proclama mos desde el e x ilio , de igual manera que en el inte rior de España han de hacerlo hoy cuantos han sido educados en los principios y en la actuación socialista y ugetista. N o s sorprende este P rim ero de M a y o en el des tierro, com o hubimos de celebrar otros, ya antes de la guerra, en la persecución. E l Partido y la Unión no se han formado en la práctica corriente de la democracia burguesa. H a n soportado, a lo largo de su historia, si tuaciones de represión y de dictadura. P e ro nunca la adversidad abatió sus resortes espirituales ni su d octri na, y de ella obtuvieron la lección de energía que luego ha sido e l m otor de su crecim iento. E l hecho de que pa semos otro P rim ero de M a y o bajo el despotismo san griento de Franco no ha reducido nuestra fe . P o r ello, en e l aspecto nacional de nuestra lucha no comparti mos ningún derrotismo, no nos avenimos al com ercio de fórmulas que deban partir de la aceptación por nues tra parte de una regresión que ninguna conveniencia aconseja, no nos inclinamos a pactos que, formulados en nebulosa, su sola admisión de principio tiene como resultado inevitable e l muy triste de debilitar nuestra situación polém ica, liquidar la simpatía que nuestra causa suscita en todas las conciencias libres del mundo y malbaratar e l potencial de ím petu revolucionario que constituye lo extenso y profundo de la lucha que el pueblo español supo mantener. E n este día sim bólico estamos por la R ep ú b lica no corno aspiración .id ea l a lograr en un proceso cuyas etapas comprendan la previa de una restauración borbónica, sino por la R epú blica com o régimen que suceda a l de F ra n co; régimen éste que sólo la vuelta a la legalidad republicana, su único enemigo, puede derribar efectivam ente. E l P . S . O . E . y la U . G . T . lucharon por la R ep ú b lica y aun contra republicanos, por ilustres que fueran, que con sólo una promesa de democratización de la monarquía se h icie ron cortesanos. Nosotros seguimos en la trayectoria tradicional de ambas organizaciones, y no sólo no esta STE I o de Mayo deberé pa sarlo ju n to a llosa, recor dando. Recordando otras años más felices, cuando en Ma drid, después de la manifestación, íbamos con otros camaradas a la Dehesa de la Villa a merendar. A l guien nos criticaba entonces : — ; Si es a fuerza de meriendas co rno pensáis acabar con el capita lismo /... Yo ya lenta entonces la manía de rectificar. Y aseguraba que a rada m om ento correspondía su ac titud. Y que la revolución social no era incompatible con el - sano esparcimiento. Y que el hecho de fraternizar con los compañeros, sobre no hacer mal a nadie,, no re bajaba n i tanto así la decisión pa ra la lucha. Que ésta era de todos los días y que a cada uno le basta ba sa afán. Estoy seguro qué hoy .en Madrid se reunirán los amigos de allá a consumir una magra pitanza y be ber del bueno, aunque sea poco, mirándose a los ojos al sorber el raso. No derribarán a Franco de tan apacible manera. No restau rarán la República de modo tan incruento. Pero en esa mirada que mos dispuestos a implicarnos en ningún movimiento que tenga por fin descarado, o encubierto la restauración monárquica, sino que cuantos en él se enrolen nos ten drán por adversarios resueltos. Sensibles como el que más lo sea a la situación de nuestros compañeros de Españay una sentimentalidad que en muchas gentes es más fingida que real no pue de llevarnos a prescindir de los objetivos que nuestros camaradas tienen derecho a conquistar precisamente com o resultado del sacrificio que ellos y todos hemos consentido en e l desarrollo de la lucha contra el fas cismo. Desde países hospitalarios que nos permiten compar tir fraternalmente con sus masas obreras la fiesta de este día, saludamos a los heroicos militantes que combaten en e l interior de nuestra patria desafiando una repre sión inicua, manteniendo en alto las gloriosas banderas de la Unión y del P a rtid o ; a los que, pese a todo, plantean y sostienen huelgas y aun se lanzan a la lucha armada contra la tiranía falangista; recordamos, en fin, con la mayor emoción a los que dieron su vida por la R epública. E n este Prim ero de M a y o, las fuerzas de la emigra ción española continúan desunidas. Todas las forma ciones políticas y sindicales aparecen escindidas. D e aquí arrancan esencialmente nuestros males, y en este parcelamiento de nuestra fuerza hay que buscar la cau sa radical de nuestra situación. E l P . S . O . E . y la U . G . T . denuncian esta situación, a la que se debe la falta de energía en la acción que se ha desarrollado contra Franco y por la R epública, y proclaman que no hay sacrificio que no deba ser consentido si gracias a él la unidad se establece sobre la única base admisible : la lucha por la reconquista de la República. Cargada de experiencia y llena de presagios nos llega esta Fiesta del Trabajo. Entre los presagios, no todos son de signo adverso. L a guerra y su término 'ha representado un progreso extraordinario, en el plano internacional, de las fuerzas que luchan por e l Socia lismo. Basta pasar la vista por e l mapa p olítico del mundo para convencerse. Com o contrapartida, los ele mentos reaccionarios buscan maneras nuevas de actuar y formas adecuadas de trabajo, redoblan su voluntad de pervivencia y se disfrazan con nombres e ideologías que, no obstante sus retoques hábiles, no bastan a ocul tar su verdadera fisonomía. Nosotros formamos en esta liza, que ya ha alcanzado su fase final, con la signifi cación que siempre hemos tenido. E n cuanto al resul tado de esta contienda gigantesca, y conocidos los e le mentos en pugna, es evidente que ni e l Socialism o ni el movimiento obrero tienen nada que temer. H o y , como siempre, no hay sino redoblar nuestra fe y nuestro trabajo por la R epública Española, que es el régimen de libertad que ya representa un avance en dirección a l triunfo de nuestros ideales; por la Unión General y por nuestro Partido, que deben volver a ser e l instrumento más eficaz de la clase obrera española. ¡ V iva la R epública I ¡ V iva e l Socialism o ! Paris, I o de mayo de 1947. -— P o r las Comisiones E je cutivas : Ramón GONZALEZ PENA, presidente del P . S . O . E . y de la U . G . T . ; José RODRIGUEZ • VEGA, secretario de la U . G . T . ; Ramón L a MONEDA, secretario del P . S . O . E . se cruza y en las leves palabras que se cambian habrá una evoca ción del pasado y una afirmación de fe en el porvenir. Como en las cárceles, donde este I o de Mayo tendrá luz de domingo, perfume de esperanza, nostalgia del amigo ido, recuerdo húmedo del hijo muerto, de la pequeña a la que se ve entre rejas, de la viejita todo cuerdas y pellejos que se funde a la contemplación del muchacho que languidece recluido y que, en el barullo de la comunicación, hace llegar hasta los oidos ya sordos a las cosas del mundo y llenos de resonancias íntimas : — Madre, no llore usted. Esto se acabará pronto. Cada I o dé Mayo desde que estoy en Francia, no hago sino medir otra vez las distancias cubiertas, las etapas recorridas, al mismo tiempo que m e inclino hacia las que nos quedan por cubrir. Y un sentimiento de orgullo me gana. Porque esas distancias ya rebasa das y lo que pueda recorrer toda vía de la muchas que deberán de jarse atrás, es lo que ha dado sen tido a m i vida. Llena áte angustias, estallante de dolores, animada de esperanzas, cuajada, plena, honra da y honda. Como debe de ser la vida de un hombre... Cuando digo estas cosas a Rosa ella me mira y no acierta a decir me nada. Pero es que son precisas las palabras ? Juan José (Albañil). Quienes conservan la fe en el porve nir tienen que estar a nuestro lado. Sólo los escépticos y los egoístas se separarán de nosotros. Tatapooo im porte su compañía. Además de no aportar nada, estorbarían mucho. — MANUEL CORDERO. El Primero de Mayo,» su celebración, las vicisitudes que ésta ha sufrido y que jalonan la historia de nuestro movimiento politicu y social va asociado, en nuestro espíritu, a la figura de Pablo Iglesias. Desde los reducidos'cortejos iniciales hasta que ia demostración de la fuerza de la clase obrera alcanza expresión voluminosa e impre sionante, Iglesias fué el guia más esclarecido del proletariado español, al que no redujeron la incomprensión ambiente, las campañas de difamación que encontraron eco muchas veces entre los propios obre ros, ni el lento progreso de nuestras ideas en los primeros veinte años de propaganda socialista. La necesidad de que España realizase al fin su revolución política sustituyendo con la República un régimen oligárquico y semifeudal que crecía y se desarrollaba sobre la estruc tura de una monarquia liberal y formalmente a tono con las demo cracias imperantes en Europa, no la vió nadie con más claridad que Iglesias. El fué quien indicó con máximo vigor este imperativo a nuestra acción, .a la acción socialista. En este Primero de Mayo, nosotros afirmamos que seguimos fieles a aquel mandato. No porque venga de Iglesias solamente, sino porque ahora, después de nuestra guerra y de -la segunda guerra mundial aquella concepción estratégica de la politica socialista, circunscrita al caso español, es la que sigue siendo absolutamente correcta. TODO EL MUNDO capitalista es Chicago por César R. González En la primera década de este si glo, no había centro obrero en Es paña en el que no pudiese contem plarse una litografía deslucida con media docena de retratos y una leyenda evocadora : « j Loor a los mártires de Chicago 1 » . E l culto a los obreros sacrificados por el ca pitalismo yanqui, entonces incipien te, pero ya con poderosas garras y apetito insaciable, era común a to das las fracciones del movimiento obrero.. L a fiesta del Primero de M a yo, la jornada internacional en favor de las ocho horas y por la afirmación del sentido intemacio nalista del movimiento obrero que en virtud de los acuerdos del Con greso socialista de París se celebra desde los últimos años de la pasada centuria, estableció una especie de barrera pueril que llevó a los socia listas a abandonar el recuerdo de las sangrientas jornadas americanas, con lo que su evocación quedó vin culada a los anarquistas que las re clamaron como cosa propia. En mi opinión, se trata de una actitud sec taria que el tiempo y el desarrollo de los acontecimientos han debido su perar. Por lo menos, en determina dos aspectos. En aquellos en los que la lucha de clases debe ser consi derada más allá de las fronteras de una determinada escuela socia lista. * * * Si hoy esta observación encuen tra lugar en este periódico, se debe ello a circunstancias que tienen que ver mucho con el tiempo. Con el tiempo que vivimos. Y con los su cesos que contemplamos. L a conducta del naciente capita lismo americano ametrallando a los huelguistas de Chicago y montan do el proceso monstruoso que deter minó la ejecución de un puñado de militantes significados del movi miento obrero, suscitó una reacción solidaria en la clase obrera de todo el mundo. Si miramos aquellos acontecimientos en perspectiva, a la luz de la conducta que siguen las clases rectoras de la sociedad esta dounidense, descubrimos que en to do instante han seguido siendo fie les a sí mismas. H a existido un momento en el que los esplendores del capitalismo americano y el hecho de que re tribuyera con largueza a sus obreros cegaron a no pocos militantes ilustres del socialismo. T od avía quedan al gunos que, al comparar el socialis mo imprecisamente posible o la e x periencia rusa llena de dolores y sa crificios, siguen fieles a una concep ción que pocas veces hacen pública, pero que íntimamente abrazan, se gún la cual el sistema americano es superior por los resultados qUe comporta, a la pretendida quimera marxista, revolucionaria y catastrófi ca..» y por ello destinada a unlversalizar la miseria. En un folleto que contiene un discurso pronunciado en ocasión solemne, aquella en que por v ez primera se hacía el honor de admitir como aca démico de la de Ciencias mo rales y políticas a un correligiona rio insigne, se apunta que el N ew D e a l puede ser una vía que lleve al Socialismo. (Pasa a la pág. 2.1 V O C E S SOBERANIA, INTERVEN D E AMERICA CION Y COMPLICIDAD p or Eleazar H uerta Las Naciones Unidas tienen decla tenerla desde entonces explotada, es rado reiteradamente lo que es el ré trujada. desangrada. El caso espa gimen franquista : totalitario por su ñol es, jurídicamente, un secuestro origen, por su actuación pasada y internacional. Hay defensores encubiertos de por su actuación presente, descono cedor de los derechos individuales y Franco que se asombran o se indig peligroso para la paz. Sin embargo, nan porque se pide ante la O.N.U. la hay todavía quienes osan defenderlo, ruptura de relaciones con su régi de un modo capcioso, ya que de otra men. Y cuando ante dicho organis forma se ha hecho imposible : a to mo internacional llega una propues do acto eficaz contra Franco y su ta como la francesa — que no se le gavilla se le tacha de intervención compren víveres 'a la España fran en los asuntos Interiores de Espafia. quista — la extrañeza pudibunda de « Es lamentable — exclaman com los fariseos llega al colmo. Se ras pungidamente estos caballeros — lo gan las vestiduras. Sin embargo, la que sucede en la península Ibérica, propuesta de Francia es. clara. No como a Lo "condenamos en absoluto. Pero so puede objetársele nada, mos demócratas; respetamos la so otras porque va contra el franquis beranía de cada país y no podemos mo sin poner en riesgo los, derechos hacer nada que signifique interven del puetolo español ; busca el que a ción eri España. Que el pueblo espa éste no se le sustraigan lo j víveres ñol se dé otro gobierno — sin vio por sus verdugos, y que éstos no se lencia, desde luego porque somos provean — a cambio del hambre po también humanitarios y ño consenti pular — de armas para seguir so remos allá una segunda guerra ci juzgando o de divisas para conti vil — y ese nuevo régimen tendrá nuar la juerga. A tales fariseos, po dría preguntárseles : « ¿Qué trato nuestro reconocimiento. Salta a Ja vista que la dictadura darían ustedes al bandido que tu de Franco, condenada de esta m a viera secuestrado a un particular, al nera hipócrita, no podrá ser barri señor X? ¿Les parecería excesivo ne da trunca de España; ni desde fuera, garle el saludo y llamarían a eso porque hacerlo constituiría interven intervenir en vidas ajenas? Y si el ción, ni desde dentro, porque sería bandido venia a venderles las cose resucitar la guerra civil, que bien chas de la heredad de X, ¿qué harían acabada está. Hará falta un m ila ustedes? ¿Aprovechar la ocasión de gro. según esto, para que el fran que el bandido las ofrece más bara tas que las vendería el dueño legí quismo desaparezca. A quienes razonan asi, con sofismas timo? ¿Aprovechar que el bandido de vieja escuela, no habrá nadie que está dispuesto a tomar, en vez de los convenza. No hay peor sordo que dinero, ligaduras, mordazas, vento el que no quiere oir. Digamos claro sas, cuanto necesita para1 amarrar y que estos señores no quieren derri explotar a su víctima, y realizar un bar a Franco, sino camuflarlo, y que saldo que ustedes tienen y no ne le invitan a buscar un sucesor de cesitan? Bien claro está, iluminado por el confianza del franquismo; ellos lo di putarán por demócrata en el acto y es paralelo del secuestro privado, cuál proceder es el jurídico en un caso tará todo arreglado. Suponernos, por tanto, que los peritos en derecho in tle secuestro público, Internacional ternacional, los políticos sinceramen Comprar víveres a Franco y darle te democráticos y cuantos tratan de en cambio chatarra dó la guerra hacer ver su error a sujetos como última es un caso de usura criminal, Mr. Bevin están perdiendo el tiempo. es aprovecharse del secuestro 'come Si el esclarecimiento del « caso es tido por el fascismo, es un encubri pañol » resulta útil es, realmente, miento de mala nota. Es también porque se dirige al hombre de la una complicidad, porque el delito de calle, que quiere comprender de ve secuestro del pueblo español conti ras y se ve enredado en sutilezas o núa. No tratar con Franco, ni diplo presionado con palabras volumino mática ni comercialmente, es lo sas, como soberanía e intervención, justo y lo correcto. En fin, que la verdadera no inter que no alcanza del todo. Bajo tal supuesto, es del mayor interés dar vención, en un caso como el de Es paña, consiste en asfixiar completa forma lo más llana posible a lo que la doctrina democrática viene expo mente al régimen de Franco, en no niendo en términos de derecho. Es tener con el contactos de ninguna lo que, en la medida de mis fuerzas, especie. En cuanto se afloja esa pos tura, bajo el pretexto de respetar la quisiera hacer en este articulo. El derecho internacional nos dice soberanía española, se cae en com que es ilegítima la intervención de plicidad o encubrimiento, o en am mi país o grupo he países en otro y bas cosas a la vez, con unos delin legítima, eii cambio, la intervención cuentes definidos . los secuestrado colectiva de la sociedad internacio res del verdadero soberano de Es nal. Y asi es, en efecto. Pero acla pada, del pueblo español.. El deber mínimo de Td sociedad remos esto con algún ejemplo para que quienes vociferan indiscrimina internacional con respecto a Espa damente contra la intervención de ña es, pues, ignorar a 'a gavil.a jen de impresionarnos. Si yo sospe criminal que la sojuzga. Lo cual no cho que algo anda mal en la casa ■excluye el ofrecer la soga de Nu de mi vecino y sin más entro en ella remberg a los cómplices hispanos para 'imponer una fórmula a mi de Hitler, en su hora. Santiago de Chile, febrero 1947. gusto, intervengo ilegalmente. La misma ilegalidad existe si me uno con mi socio y entramos ambos a arreglar la casa del vecino. Pero si Sin la más amplia unidad no podre aviso a las autoridades y acuden el mos retornar a nuestros hogares, juez y la policía, evidentemente las ni habrá una España libre, ni se po medidas que el juez dicte y cumplan drá emprender en la paz la recons trucción material y moral de nuestra sus agentes serán legitimas. patria. — JUAN NIEGRIN. Con este criterio, bien fácil de en tender, hay que enjuiciar lo que las naciones hacen o dejan de hacer res pecto a la dictadura franquista. In trigar para que se vaya Francisco y venga Juan o venga Pedro, y ha cerlo secretamente, es intervención. En cambio, acudir ante la Asamblea de las Naciones Unidas para que ella, como órgano de la comunidad internacional, tome la resolución que LGUNOS amigos nos han pre las circunstancias impongan y la ha guntado, con cierta in ga cumplir, es mantenerse estricta quietud, si pensábamos mente en lo jurídico y la decente. Pero aclaremos un poco más. iniciar una campaña contra los c o ¿Qué situación legal es la .del pue blo español, desde hace tiempo? Es munistas. Tam poco nos han faltado paña era una República, una demo las invitaciones a hacerlo. N os ad cracia. El pueblo votaba, elegía a vertían unos el peligro d e caer en quienes debían gobernarla, que eran poT eso autoridades legítimas. El el anticomunismo. N os indicaban pueblo tenia, además, una Consti otros la ocasión como única para tución y unas leyes, en virtud de las cuales se respetaban los derechos desprendernos del marchamo d e coindividuales de los ciudadanos (la munistoides que con tanta delecta vida, la libertad, etc.). Un día, cier ción y, reconozcámoslo, con tanto to número de malos españoles, con la ayuda de Mussolini y de Hitler, pro éxito cerca de muchos camaradas movieron un alzamiento. Resistieron socialistas, se nos ha venido col los españoles la avalancha.de moros alquilados, fascistas de Italia, nazis gando. germanos y caínes de dentro de ca- ■ N o pensamos hacer caso ni a unos sa, mas al cabo de tres años fueron arrollados. Cesó, pues, la guerra v i ni a otros. E l p rivilegio de decir pes sible en 1939. ¿Pero ha ocurrido al tes d e los comunistas seguimos d e go, desde entonces, que lave los v i cios de origen del franquismo? No. jándoselo a los periódicos que editan No hay consulta popular de ninguna los amigos d el presidente del G ob ier clase, luego todas las pretendidas au no, señor Llopis. Q u e, a lo que ve toridades, desde Franco a un alcalde de pueblo, son Ilegales. Se fusila, mos, no están dispuestos a dejárselo se prende, se priva de cargos o de arrebatar fácilmente. L o que nos ¡bienes a los ciudadanos, Juego tam poco hay derechos Individuales ni desconcierta un poco. Porque si es ha concluido la guerra. Los ciuda verdad que estje G obierno es de danos son prisioneros de un jefe de unidad, como dicen los comunistas, jarea que Ignora el derecho de gen tes. El franquismo no supone, por las fuerzas que lo integran d eb e ende, un crimen que se cometió y rían dar la impresión d e que, cuan perdura en ciertos efectos pero no en otros. Es un crimen continuado, do menos, son capaces d e sopor que sigue perpetuándose, día a día, tarse. Com o ocurre en los matrimo hora a hora. No es que la nación es pañola sufriera una puñalada fas nios de conveniencia. P ero, d ice cista de la que más tarde haya em Carrillo, « aun no está e l horno para pezado a convalecer. El fascismo ata- ¡bollos » unitarios. Siquiera nosotros In, mas fué para amordazarla y man có traidoramente a la nación espafio- deseemos vivamente que la tempe Todo el mundo... (Viene de la pág. 1.) L o s que cayeron en aquella ilu sión y en ella perduran, ignoran vo luntariamente hechos de un volu men tan extraordinario como e l de la explotación de todo el continente americano en beneficio de los Esta dos Unidos. Pero en tanto que españoles, nos corresponde obtener una buena lección de lo de Chicago y de lo de ahora : la de que la defensa del sistema capitalista es, en los Esta dos Unidos, el motor de la política oficial. Y que en esa defensa nau fraga todo escrúpulo moral, todo ■concepto ideológico elevado para dar paso a la voluntad de perdu rar. A l precio que sea. Chicago ilustra así todo un curso de la política internacional. Los mártires de Chicago, tomando C h i cago por expresión concreta de un sistema, de un modo y de una con cepción del mundo americano, son millones y millones de criaturas. A ese martirologio innumerable nutri do por los caídos en todos los conti nentes y en todos los países a mayor gloria del capitalismo más cuajado, completo y maravilloso que haya existido nunca, hay que incorporar el pueblo español. Es nuestro pue blo, en efecto, una de sus víctimas. « Chicago » las tiene de todos los tipos. Esos pobres cafeteros brasi leños, costarricenses o venezolanos, los peones que se agostan en las maniguas cubanas, los que perecen en Nicaragua en las plantaciones de plátanos, los mineros bolivianos, los millones y millones de esclavos que trabajan y mueren en las islas para levantar con sus pobres hombros desnudos la magnificencia de « C h i cago » , son mártires sin redención. L o son aquellos pueblos que, como el nuestro, entienden vivir d e la manera que les es peculiar... T a l veleidad deben pagarla como nos otros la pagamos : con la alternativa d e morir fuera de nuestro país o resignarnos a aceptar un tirano soez. En este Prim ero de M a y o europeo nos acordamos de los mártires de C hicago que militan entre las pri meras víctimas de un capitalismo in trépido que se observa asustado de su propio crecimiento y desarrollo. E llos fueron sacrificados a la idea de una expansión de fuerzas que tratan de abrazar el mundo... y aho garnos. Y es lo curioso, que lo mons truoso del suceso, sus dimensiones sin precedente dejan atónitos de ad miración a muchos de nuestros ami gos que sienten cómo se les cae de la mano, ante él coloso, la piedra de D avid . LA OBRA SOCIAL DE LA REPUBLICA ESPAÑOLA Muy notable fué la obra llevada a cabo por la República, por nuestra República, por la IRepública nacida el 14 de abril de 1931. Pero de toda esa obra magna, más interesante aún si no se olvida su corta existencia tranquila y la cantidad de enemigos que ia socavaban, resalta con noto riedad absoluta ia parte referente a la vida del trabajo. aL derecho- de los trabajadores, a la legislación social, en suma. Al nacimiento de la República Es pañola, el derecho obrero era casi nulo en España, y Jas muy pocas normas de legislación social, letra muerta. Ni siquiera algo que pudiera asemejarse a un disfraz para presen tarse púdicamente en Ginebra ante 1a Oficina Internacional del Trabajo. Y el obrero español era un paria en el verdadero y triste sentido del vo cablo. El Frimero de Mayo de 1931 fué la verdadera fiesta de la ilusión, de la esperanza. De una esperanza que esta vez — se pensaba — no . caería una más en el derrumbadero de las ilusiones. ¡Y no cayeron I El núcleo de la legislación social de la Repú blica estaba promulgado y en vigor el 1° de mayo de 1932. No parece hoy inadecuada una mirada restrospectiva. Recordemos. Estaban en vigencia absoluta la ley de -Contrato de trabajo, pivote esencial de la gran obra social ; la ley de Jurados mixtos, fundamento del derecho social adjetivo ; la de Jornada máxima de trabajo, reden ción de la esclavitud, y la del Reti ro obrero obligatorio. Ello entre las normas de primer rango. Las dispo siciones creando y organizando las Delegaciones de Trabajo y la ins pección eficaz de éste tenían vida legal, y se organizaban los Cuerpos respectivos. Después, el edificio social se fué ampliando, perfeccionando, comple tando. Y vinieron las disposiciones referentes a vacaciones pagadas, accidentes de trabajo en la Industria y en. la agricultura, eníermadades profesionales, cooperación y toda la red de seguros sociales, en unión de otras normas de importancia comple mentarla. Y al amparo de aquella ley de Con trato de trabajo nacieron* las bases de trabajo, suprema expresión de la norma contractual en cada industria; y se crearon los Jurados mixtos con la profusión necesaria para que la profesionalidad no faltase y el tec nicismo en el enjuiciamento, en con secuencia tampoco. En suma : el trabajo y sus derechos no fueron ol vidados, y se supo hacer honor a lo que la Constitución republicana dice ha de ser ia República española. Y cuanto se hizo fué con la pon deración, la sensatez y la solidez que demandaba una República que, como la española, tenía su ¿razón de ser en la voluntad dei pueblo, libre y limpiamente expresada y que no precisaba para mantenerse, para v i vir, obra demagógica. Que ni una sola de sus normas dg derecho labo ral salía del marco que la Organiza ción Internacional del Trabajo ha bía trazado tras discusiones arduas y aprobado con la m ayoría reque rida. Pero con ser enorme esta obra, principio de vindicación da los dere chos de los trabajadores de nuestra nación, tiene m ayor trascendencia y valor muy superior, cuanto ella su pone en el teprenb de ilo abstracto. Antes de la República, *d obrero es pañol no era nadie ni nada. Desde que la iRepública fué instaurada, el trabajador español, psicológicamente estaba salvado : el paria era un hombre, capaz de derechos y obliga ciones, ¡Mucho suponía y era que el traba jador se sintiese siempre emparado por un contrato que en todo caso se suponía existente ; que de su .es fuerzo no pudiera disponerse como si su agotamiento físico contase me nos que el de una bestia de carga y que la labor sobrepasando la jor nada máxima, limitada en el tiempo, le fuese compensada con una sobre tasa que equivalía a su fatiga exce siva ; que supiese que todos los años podria disponer de un reposo efectivo, puesto que descansar, no suponía dejar de comer ; que unos tribunales especiales, donde los de su clase se sentaban al lado de los de la contraria, hubiesen de diri mir sus diferencias con el patrono, representante de intereses contrarios; que para luchar contra Ja explota ción de mercaderes sin escrúpulos, pudiese crear centros reguladores de precios; organismos cooperativos que siendo de producción y consumo, podían llegar a evitar él encareci miento de lq, vida j que su enferme dad o accidente nacidos del trabajo no supusiese la destrucción y ruina del hogar y, en fin, la sala general de un hospital ; que... alguien se preocupase de algo más que de ex plotarle y vejarle. Mucho era. mu cho... Pero lo que tenia importunciá in conmensurable era que donde no existía ni ei valor de un mueble vie jo naciese la persona humana ; que si el patrono era un ser respetable, el obrero no lo era menos ; que si aqiíél tenía derechos, al par tenía obligaciones que eran con el obrero mutuas y reciprocas. Esta fué la obra de la República española. Trabajo ¿le revalorización, esfuerzo de humanización. Por ello, los obreros españoles, los que siem pre hemos vivido del esfuerzo de nuestro trabajo, debemos el Prim ero de Mayo dedicar un especial re cuerdo a esa nuestra República, que nació al calor de nuestros esfuerzos y nuestros sacrificios y que fué y es perseguida, dentro y fuera de Espa da, por nacionales y extranjeros, y a más calumniada por el execrable de lito de pretender tutelar los Im prescriptibles derechos de los tra bajadores A. MANCEBO. Aparato que está funcionando a tomaba o entendía debían tomarse. mayor gloria de ese conglomerado, E n este sentido ha dado a todos los demás partidos una verdadera lec para nosotros, capitulados A partir de este grave suceso es ción de modestia y de democracia. evidente qu ecomenzamos a repre Si su invitación era sincera, ella sentarnos el momento actual y lo mostraba su mejor disposición a la que en él conviene hacer de modo discusión de altura y acreditaba una totalmente diferente. L o que ha de cierta inclinación a la perm eabili |determinar una serie de situaciones dad en relación con los puntos de que el fino instinto político de los vista de los adversarios encuadra dirigentes del P .C . seguramente ha dos en el marco de la emigración previsto y cabe suponer que está dis republicana. Creemos nosotros que puesto a afrontar. Y a se irá viendo cuando se requerían pareceres, no se descontaban únicamente aprobacio cuán complicadas resultah. ratura que se alcance sea aquella nes. Porque entonces el sistema se Pero si bien nosotros estamos en que permita una cocción perfecta. quebraba en su base. nuestro derecho d e atacar posiciones P ero, nosotros, que desestima A h ora no piden opiniones sobre a nuestro parecer erróneas, nunca mos las sugerencia de que hablamos, su actual postura política. E llo d e hemos ¡pensado ejercer el de aleccio no renunciamos a la crítica del be obedecer a que no abrigan du nar a nadie. Y menos que a nadie a da alguna en cuanto a su justeza. P .C . y de sus posiciones políticas. los dirigentes d e un partido •exper N o hemos renunciado nunca así que P ero es ahora precisamente cuan to en virajes y maniobras, que estu do nosotros tenemos mucho interés aquellas posiciones nos han pareci dia a fondo y con tiempo todas las d o equivocadas. Entre otras razo en dar nuestro parecer sobre au ac posiciones que adopta. Sobre que, nes, porque no habiéndonos ligado tual posición política. Respecto del por su carácter específico, dispone a los ¡comunistas otras ataduras que P . C , y de los demás grupos p olíti de una excelente teoría política y las que resultaban de coincidencias cos, naturalmente. de una experiencia internacional de en la estimación d e lo que corres Para tranquilizar a los que te que los demás grupos políticos es pondía hacer, no puede haber com men que nos dejemos llevar por la pañoles carecen. Es precisamente promiso alguno que nos invalide pa decepción, o por una irritación de esta especial capacitación lo que ha ra la crítica en cuanto esa coinci bajo estilo, y entremos en competen ce que su conducta actual nos parez dencia desaparece. Veníam os es cia de insultos y anticomunismo con ca imperdonable. Y aquí estamos, tando d e acuerdo en combatir a los los especializados en esta tarea, d i dispuestos a dar nuestras razones y capituladores, a los que ya dentro remos que e l antecedente a que alu a estudiar las que se- nos opongan. del G obierno G iral eran partida dimos (la solicitud reiterada en va Y ya que hemos iniciado e l te rias ocasiones de pareceres), nos con rios de la « flexibilidad » . ’ Estos partidarios d e la « flexibilidad » , ma, queremos decir, no obstante cede una absoluta libertad polém ica. con el Presidente d e la República nuestra penuria d e espacio, alguna Y nos hace abrigar la esperanza de a la cabeza, después d e derribar a cosa más en relación con el pre que nuestras razones, con ayuda de G iral han triunfado en toda la línea sente y con e l porvenir que nos es- los hechos, no van a ir a estrellarse y encabezan e l nuevo G obierno. S e pena. T o d o en previsión de que contra un monolito. Porque la ver trata d el Gobierno L lop is, que tie surja una polém ica que algunos con dad es que ya en la emigración, y ne un programa mucho más que sideran inevitable y para la que es después de ,1o que está pasando, la « flexible » , y alrededor d e l cual tamos siempre dispuestos. imagen del monolito aplicada a los p id ió y obtuvo las colaboraciones E s esta. E l P .C . ha solicitado artidos resulta excesivamente amd e que goza. Entre las cuales figura en varias ocasiones la opinión d e las iciosa. Aunque no neguemos que la del P .C . que le entregó un minis gentes que están fuera de su organi conserva un cierto prestigio litera tro... y todo e l aparato d e agita zación, respecto d e una serie d e p o rio entre los militantes más jóvenes ción d e que el ¡Partido dispone. siciones políticas que dicho partido e inexpertos. PARA HOY Y PARA MANANA A E ESPAÑA COMBATIENTE CONMEMORA El XVI ANIVERSARIO DE LA PROCLAMACION DE LA REPUBLICA t i (lia 20 de! corriente, en el local de la Sociedad de Ingenieros Civiles de Francia, se celebró en París un mitin organizado por España Com batiente para conmemorar el XVI aniversario de la proclamación de la República Española. El salón estaba completamente ocupado por un público pertenecien te a todas las organizaciones y ‘par tidos políticos. El acto fué presidido por el com pañero Gonzalez Peña, que en un vibrante discurso expresó la signifi cación del mismo. « Yo — dijo —, a pesar de la situa ción deplorable por que atraviesa la política republicana, soy optimista, porque tengo confianza en el pueblo español, que es rebelde, y no se so mete a ninguna clase de esclavitud, por lo cual se ha hecho digno de la admiración del mundo entero. A los diez días de estallar la suble vación ésta estaba vencida, Goded caído en Barcelona, Fanjul en Ma drid, Mola no mandaba más que en Burgos y Aranda 'habla quedado re ducido, por un puñado de valientes asturianos, en un cuartel de Oviedo. A la República no la asesinó Fran co, sino las Democracias del mundo. El Comité de No Intervención nos privó de toda defensa, mientras que alemanes e italianos experimentaban su material guerrero en España. Al triunfar las democracias err los países invadidos, volvieron a esta blecerse los regímenes que tenían antes de la guerra. Pero con Espa ña no 'sucede igual, no obstante ser el fascismo quien gobierna nuestro país. La idea del plebiscito no ha sa lido de las democracias, han sido compatriotas nuestros quienes la han sugerido. El plebiscito es hacer una deslealtad a la República. Debemos decir a todo e l .mundo que somos los mismos que en el 34 ludíamos en Asturias y qué en el 36 combatimos por la libertad de nuestro pueblo. Los A «e tratan de entregar la Re pública tienen la avilantez de decir que esa entrega que se fabrica es un mal menor. Y esto se sostiene por unos que se llaman republicanos, pero que van a pelo porque han abandonado ya el gorro frigio, y que aceptan perder la República para después reconquistarla. No será con los pactistas con quienes se em prenda esa reconquista, pues ya no ofrecen garantías. Se refiere a las informaciones que vienen 'de España, y afirma que él sólo cree en aquella C.N.T. que lu chó contra 'Martínez Anido, la de la Semana Sangrienta, no en la que di cen está dispuesta a pactar con los monárquicos, Don Juan 111 quiere hacer una mo narquía a la inglesa, pero antes debe hacer ingleses, porque yo soy espa ñol y nada envidio a los ingleses. La monarquía española es el seño ritismo y el régimen feudal. HernoB de declarar que España quiere la República y que recbaza• mos todo pacto con los militares, que tienen «n a historia de desastres. Para «establecer la República en tiendo que los procedimientos diplo m áticos han fracasado. Hay que afrontar la lucha con todas sus con secuencias. El fascismo sólo entiende la dia léctica de das armas. (Grandes aplau sos) . Don Antonio Velao, ex ministro re publicano, afirma que habla en nom bre de España Combatiente. « Nosotros los republicanos que estamos en España Combatiente — dice — nos mantenemos fieles al com promiso que hubimos de contraer con el pueblo español de defender sus libertades y luchar contra sus enemigos, y declaramos que no que remos transación alguna y estamos contra toda claudicación. El derrocamiento de Franco sólo lo pueden hacer los españoles. La (Re pública va a la deriva, y no se en cuentra en ei sitio digno en donde ■estaba cuando salió de España. La traición que ahora se fragua y que se gestó en España ha sembra do la confusión en las filas repu blicanas. En Méjico ya empezaron las ranas a pedir rey. Un político que se dice representante del pueblo ha dividido a la emigración españo la en dos grupos. Los unos quieren restalecer la República ; los otros, una simulación democrática. Yo — exclama —, cuando hablo mal de los republicanos que huelen a pactos, cuando les ataco, ataco al fascismo. Los que van a entregar la Repúbli ca quieren colaborar, incluso con los arrepentidos, con los culpables de la muerte de un millón de españoles, con los que han arruinado a Espa ña. No creo en esos arrepenti mientos. Franco es ei representante de un sistema, y es con el sistema con el que hay que acabar. Vamos a luchar. El conjunto de energías de los emigrados republica nos deba organizar el levantamiento del pueblo español. El sector socia lista que lleva la política guberna mental ee e l sector de la claudica ción. Lo lamentable es, que dentro de ese Gobierno hay inocentes repu blicanos que el día que estorben se rán tirados por la borda. Y compren deréis que el equipo ministerial que padecemos no es el más a próposito para liberar a España. Esos republicanos a .que m e refie ro, para justificar su actitud dicen que están en el Gobierno para cum plir un servicio de vigilancia y evi tar la e»trega de la República. Yo sólo os diré que en un mitin ce lebrado no ha mucho en Toulouse, un ministro del Gobierno Llopis he explicado cómo se va a verificar la entrega. Ese ministro sigue en el Gobierno, y los « vigilantes » si guen vigilando. » (Risas.) Termina diciendo que es el pue blo quien debe echar a Franco del poder demostrando que existe, entre nosotros un sentimiento arraigado de democracia' y de fervor repu blicano. E l compañero Angel Galarza co mienza haciendo historia de cómo transcurrió la vida de la República hasta el momento de la sublevación franquista. La República está hoy secuestra da, y por esto ha nacido España Combatiente para cumplir el deber de rescatarla y reinstalarla en Es paña. No es verdad que la República nos pillara desprevenidos. Tuvo una larga gestación que comenzó a principios del siglo XIX y siguió con la dinastia borbónica, llena de lac-ras, hasta que se firma el pacto de San Sebastián. A aquella reu nión no convocamos a ningún mo nárquico porque no quisimos que naciese un movimiento revoluciona rio con un sentido ambiguo. Cuando llega el levantamiento faccioso del 36 se nos habla de Fran co como autor de él, pero quien creó el ambiente fueron los monár quicos, que pidieron ayuda a Musso lini. La Falange no era monárqui ca; son los manárquicos los que nu tren y colaboran con Falange. Y si son ios monárquicos 'los que vencen a la República, yo os digo que no se puede establecer ningún género de compromiso con los ver dugos del pueblo español. No debemos sufrir ninguna desvia ción mental cuando hablamos del plebiscito. Lo inventó Indalecio Prieto en una tertulia en La Habana. Refiriéndose a las voces que vie nen de España, manifiesta que se deben escuchar aquellas que sean las auténticas, no las que tienen su ins piración en él exterior^ y que acon sejan terminar la resistencia para dar paso a la monarquía. Nosotros decimos qué cuando esas « voces » nos lleguen, no las obede ceremos, porque son las órdenes de la traición. (Aplausos.) 'Si el futuro 14 de Abril lo con memoramos en el exilio será porque no hayamos cumplido con nuestro deber. Debemos preferir a ia ayuda de los Gobiernos democráticos la- de los pueblos, con el proletariado mun dial. Tenemos el derecho de pedir su ayuda, esa ayuda que los Gobiernos nos niegan. 'En el interior de Espafia se quiere Juchar, p e ro 'n o como Quijotes sin ayuda ni protección. En preciso lle var allí alientos y esperanzas. En la acción contra Franco, los de dentro tienen todos los derechos .menos el de entregar ig República, y los que estamos fuera de España, él deber de unirnos para luchar por la República dando incluso la vida, si es. necesario. (Grandes aplausos.) PARA “ EL SOCIALISTA ESPAÑOL,, Lista N" 16. Francos Suma anterior ,................. 67.181,50 Manuel Moreno ................. 188 20 Juan Hernando ................. Miguel Sancho ................. 100 Jaime Sitjar ..................... 40 Agrupación Socialista de Pirineos Orientales (En viado por Filomena Fer nand ino) ......................... 940 Amelia de Blas ............... 108 Diego Cuenca .................... 50 Rodolfo García ................. 50 José González ................... .30 Moreno ..... ...............>........ 50 Aurelio López .................. 50 Grupo Socialista de Chile (10 dólares) .................... 1.178 Guillen d’Orista ................ 100 Grupo Socialista del Aude. 500 Antonio A rilla .................... 50 Ovidio Alvarez ................. 50 Chicharro de León ........... 50 Luciano Prieto .................. 50 Ramón Lamoneda ............. 300 Patricio García ................. 100 Emiliano Córdoba ............. 40 Grupo Socialista de Casa blanca ............................. 370 Carmelo Romero .............. 24 Federico Martínez ............ 60' Pedro Monzón ................... " 30 Pilar Rodríguez ............... 70 Amelia de Blas ................. 20 Antonio Ulloa .................... 30 Bartolomé Barrios .......... 60 Joaquín Salvó .................. 30 Miguel Ballesteros ........... 30 José Holgado ..................... 30 Miguel Navero .................. 30 Lucas'Blanco .................... 30 Antonio Navarrete ........... 30 Benito Gólnez .................... 30 Vicente Pérez .................... 80 Mercedes Beltrán ............. 100 X ............................................ 25 José Aguilar ..................... 100 Francisco ............ , ............. 25 Andrés Valenzuela ............ 85 Tomás Martín .................. 25 Antonio Muñoz .. ........... 25 Posadas ............................. 50 Sánchez Banda ................. 10 Doctor Blasco .................... 154 ‘ Total general ................. 72.718.50 París, 22 de abril de 1947. — El Ad ministrador : F. MARTIN GALAN. Los giros deben ser dirigidos al compañero Administrador, 7, rue Ferdinand-Duval, Paris IV, indioando al dorso del boletín el destino que debe darse a la cantidad girada. LA PELIGROSA TENTACION DEL _______ ANTICOMUNISMO________ p o r V ic e n te L a s c u r a in ¿Quién me compra un lio ? Lo damos a precio aseado. Si no hay compradores rogamos que alguien nos lo explique; si en el intento se vuelve iocq, le pagaremos el ma nicomio. En Toulouse, en un Congreso muy sonado por lo amañado y por el aire que a todas horas se le da, nos hicieron creer esos socia listas que ya hablan reintegrado al Partido, al suyo, a las buenas normas; democracia, disciplina, soberanía de la masa,, órganos je rarquizados, etc., etc. (En el etcé tera no está el marxismo). Prim er resultado : la Ejecutiva tolosana acuerda que Llopis acepte el en cargo de formar Gobierno. La Mi noría Parlamentaria acuerda que es la hora de liquidar el órgano ejecutivo. Prim er aspecto del lio. Porque a Llopis se le da el encar go por la presunción de que va a tener la confianza parlamentaria, y es su minoria la que comienza por no poder dársela. Esa Mino ría hace más ; su representanle en la Diputación Permanente, eñ la primera reunión que se celebra, declara que « el Gobierno Llopis es un medio Gobierno », es decir, que esc Gobierno para los suyos es un « fenómeno »..., y para nos otros también. El lio sigue. La sucursal de su partido en México, que es donde está la verdadera tía Javiera, la que suena la bolsa y hace las ros quillas, se comunica directamen te con la Ejecutiva de Madrid y sus alrededores- Y lo hace para decirle, oficialmente,'que así como el Go bierno Giral fracasó por no-ser ap to para resolver nuestro proble ma, el Gobierno Llopis tampoco sirve para resolverlo. Llopis sabe esto y se calla. ¡ Todo menos d im i tir o tratar de somefer o los des mandados! La Ejecutiva tolosana mete la cabeza debajo del ala, no les fallan alas a los pingüinos, y no se da por enterada. Quien dió la confianza a Llopis, por aquello de lo presunto, cuando esto ha sido sustituido por la incontrover tible realidad de la desconfianza, tampoco quiere enterarse. ¿Cabe mayor lío? Venga el que sea capaz de explicarlo. * Una pregunta ingenua : ¿Estuvo en la recepción diplomática del día 14 el representante oficioso de Inglaterra? Nos referimos al del contacto bevinesco. A no ser que Bevin se refierera a esos contactos que hacen mortal la silla eléctrica, en la que sólo se sienta a los ajus ticiados. * comunista ,al Gobierno que preside L a incorporación de un ministro el señor R od olfo Llopis, es, sin duda alguna, el hecho más extraño de los muchos que pueden apreciarse en la constitución de un Gobierno que tanto empeño tiene en demostrar que es igual que el anterior, sin duda para ocultar todo lo que se propone ser diferente. Dicha incorporación ha suscitado un particular encono entre perso nas que se han significado por su mayor comprensión hacia el Partido Comunista cuando éste era blanco de todos los ataques desatados por losmismos que hoy, por su cuenta y razón, les extienden, amorosos, sus brazos. Considero peligroso que este encono llegue a transformarse en un sentimiento anticomunista militante-, por mucho que el anticomunismo sea, a la vista de los acontecimientos, una peligrosa tentación. S i exami namos las facciones o sectores que más se han distinguido por su pasión contra el P .C ., veremos que su actitud nació al contemplar las volteretas de quienes creían sus aliados, en el resbaloso terreno de la dialéctica mar xista. ‘E l grupo socialista del que, desaparecido 'Largo Caballero, parece el señor R o d o lfo Llop is su líder fué, en la historia del 'Partido, el que más cerca estuvo de lograr la 'fusión de los grupos marxistas y más tarde ninguno le ha ganado en el uso de la artillería gruesa en el terreno de la disputa política. E l mismo grupo que tiene como mentor a don Indale cio Prieto encuentra razón de su divergencia no en motivos ideológicos, sino en el escozor de heridas no cicatrizadas que abrió la versatilidad de los comunistas. E l Partido Comunista pretende pasearse por el campo de la polí tica española como un don Juan, destrozando corazones de doncellas sor prendidas. Los gritos de histeria de las engañadas mueven siempre a risa. N o tenemos por qué sumar al coro de lloronas nuestros dicterios. Cons cientes de una trayectoria límpida, ni renegamos de la amistad pasada, ni nos acongoja el alejamiento actual. A l fin y al cabo el castigo d e los don Juanes, de acuerdo con la literatura clásica, es verse privados de la amistad, cuando más lo necesitan o irse arrastrando poco a poco a soli citar la mano de los mismos a quienes negaron. Ningún Partido como el Comunista, pese a su aparente unidad or gánica, atraviesa por mayor crisis. Sus dirigentes, en la emigración han sido torpes y contumaces en el error; en esta .etapa final lo sacrifican todo al temor de quedarse solos, con la historia no muy halagüeña por cierto de sus devaneos. Sin embargo, el anticomunismo ha sido, en manos de enemigos que no lo eran específicamente de los comunistas, la sucia bandera de la re presión. Con el nombre de comunista, que la propaganda totalitaria adornaba con características infamantes, han caído personas que nada tenían que ver con el P .C . Queramos o no, con tal nombre hemos sido designados todos los republicanos españoles. Dle esa historia en la que el nombre de « rojos » y « comunistas » hermanaba a todos los que par ticipamos en una lucha noble, somos guardianes celosos, vigilantes. D e las pequeñas historietas que escriben los ambiciosos de colo carse y los temerosos de la soledad que ellos mismos labraran, respondan quienes las editan. Nuestra casa sigue tan grande y tan limpia : la mar cha de unos inquilinos, huéspedes ocasionales siempre tratados con la corrección y camaradería que debe ser norma nuestra, nos deja más espacio para futuros planes. Eso es todo. Con- comunistas o sin ellos a nuestro lado, con los que se marcharon para dejar lugar para los nuevos que llegan, lo importante es que tenemos una bandera y un programa que resiste a todos los embates. Conque, sin rencor,, ¡buen v ia je ! EL PARLAMENTO REPUBLICANO ESPAÑOL, RECONOCIDO POR LA UNION INTERPARLAMENTARIA LIRA P O P U L A R No lo creemos, no queremos créelo. Un corresponsal anónimo nos dice — para que rabiemos — que el Sr. Llopis estuvo en Londres trabajando un empréstito de dos millones de libras para el Gobier no español. Repetimos que no lo creemos, a pesar de que el emprés tito se ha concedido al Gobierno... de Franco. * au 4, El presidente de las Cortes de la ESPAÑA COMBATIENTE. República Española, Sr. Fernández Clérigo, ha recibido una comunica Movimiento independiente ción de la Unión Interparlamentaria es España Combatiente, anunciándole que el Congreso que aca donde estará comprendido, ba de celebrarse en E l Cffiro ha re uparle de su partido, conocido, por gran mayoría, que lodo español resistente. « la Representación de las Cortes de la República Española — única ex Nacido del sentimiento presión democrática de ia voluntad que produjo el desconcierto del pueblo español — debe continuar de ver la opinión burlada formando parte de la Unión y la traición disfrazada En consecuencia, el Grupo de Di por un vil procedimiento, Hay cargos que imprimen carác putados españoles adheridos a dicha aparece a la luz pública organización internacional continua ter. Sobre todo el primero que se a defender la República rá reuniéndose al lado de las re ha desempeñado, cuando meaos presentaciones parlamentarias de los que malos republicanos, se esperaba. Así, quien al ser m i demás países democráticos. olvidando a sus hermanos„ nistro por la primera vez lo jué El Sr. Fernández Clérigo ha expre la entregan de forma impúdica. de Comunicaciones, tiene la ma sado la satisfacción del Parlamento Derrocar el falangismo nía de comunicarse con todo el español por este reconocimiento y ayudando al monarquismo mundo, con los republicanos y con su gratitud hacia' todas las delega-nadie habrá que lo digiera, clones que han contribuido a esta los « estados de opinión », que es confirmación, particularmente a los pues con distinta bandera como el pudor llama ahora a mo diputados franceses y checoslovacos, llegaremos a lo mismo. nárquicos, falangistas y militares han sostenido los derechos leDe otras naciones la ayuda que, hartos de asesinar republica ' que gítimos de la última y auténtica ex aceptaremos sin ¡duda, nos, al consancio lo califican arre presión de la voluntad popular de pero no condicionad a, pentimiento. España. sino desinteresada, además de concienzuda. Para no desfallecer, E L A L H IG U I debemos reverdecer, o recordar, esta frase que nos servirá de base : « El resistir es vencer. » Y otras frases muy sencillas que a muchos harán cosquillas, mas sostendrán nuestra fe : u Más vale m orir de pie que la vida de rod'llas. » EL TERROR Los descendientes de A tilc han invadido m i España, gente de mala calaña que cadáveres apila. Los hombres puestos en fila esperan, como la caña, ser segados con guadaña que negra sangre destila. El terror es el que impera en toda la tierra hispana, cuyo pueblo desespera. Pero la semilla grana, y aunque Franco no lo quiera, España es republicana. T e c o n o z c o , b a c a la o , a u n q u e v e n g a s « d is fr a z a o * . L bón-Cito. Correspondencia de R edacción, a Ramón Lamoneda, 24, aocnue Victoria, Paris (l*r) --------- EL M uertes en el destierro ---------- MANUEL CORDERO Entre las bajas de militantes des tacado» que lleva sufridas él P ar tido Socialista Obrero Español — bastante* para cubrir muchas y bri llantes páginas de la historia de Es• paña — figura la de Manuel Cor>. déro, que hace seis años falleció en Buenos A ires, abatido por do lencia contraída en un azaroso y trágico peregrinar de exilado p o lí tico. SOCIALISTA ESPAÑOL los asalariados tenían una discipli na y una voluntad; que era peligro so, además de injusto, gobernar contra ellos o simplemente aj mar gen de ellos. L o s burgueses, incluso los más pacíficos y de sentimiento liberal, se indignaban ante el paro casi total de las actividades del tra bajo en esa fecha. Sin disimular su alarma se preguntaban a dónde iba a parar la sociedad, cuando se perm i tía que la voluntad concertada de unos cuantos paralizase los transpor tes urbanos, la elaboración del pan, las ventas en mercados y comercios. Su indignación era mayor porque intuían que esos actos eran e l resul tado, de una fuerza consciente que se proponía transformar el estado político-social de que ellos venían disfrutando. M anuel Cordero pertenecía a una categoría de dirigentes surgidos del movimiento obrero a la que, sin lesión para nadie, nos permitimos atribuir la solidez y el prestigio del Aunque e l derecho d e manifesta ción estaba en las leyes, y aunque socialismo español, que sin querer atzibuirse características nacionales ios organizadores se ajustaban a los incompatibles con su internaciona requisitos previstos en ellas, los go biernos tampoco’ disimulaban su eno lismo, ha logrado mantenerse dentro del espíritu de lucha que informó su nacimiento como Sección de la jo por el ejercicio de esa facultad Internacional, Sección, al fin, la más combativa contra la reacción por las clases trabajadoras. Pos ello y el nazifascismo. Cordero sintió y sirvió a los ideales socialistas desde le ponían caprichosas limitaciones su juventud hasta su muerte desde las filas de la U . G . T . y del P arti para dar la sensación de que a pesar do, en cuyas direcciones mereció y supo honrar cargos de plena con dé todo la autoridad continuaba en fianza. Cuando se le otorgó la representación en Jas Constituyentes, tra sus manos-. Se señalaban, con im bajó con todo fervor y sufrió como nadie los ataques de los enemigos de perio, los trayectos a recorrer, que la República, enemigos de derecha y de izquierda, sin que por e llo se cada año se procuraba reducir y entibiara su fe. Durante la guerra de España, su dedicación al Partido, apartar del centro de la urbe; exi lejos d e vanidades y de apetencias, fue ejemplar, de lealtad insuperable gían una disolución, casi militar, en y d e esfuerzo silencioso y fecundo. Estuvo siempre en el puesto que el el punto designado como final; allí Partido le asignó, sin temor al riesgo personal, y cuidó con celo inigua habían de plegarse las banderas y desaparecer las- « pancartas » . Bas lado hacer compatible el interés del Partido con la necesidad de que no se rompiera la unidad de los combatientes españoles. L a política taba cualquier liviana infracción a seguida por el Partido Socialista durante la guerra y en el exilio, ruda estas caprichosas disposiciones para mente opuesta a caudillismos y a rencores mezquinos, tuvo en él un que la fuerza pública recordase, con vocero y un defensor intransigente. L a actividad del socialismo español su intervención violenta, que el P o ante Ja, 1 . 0 .S. la condujo con especial discreción y acierto, tanto, que der estaba dispuesto a enfrentarse el discurso de responsabilidad en la última y lamentable sesión de la con la fuerza de las masas. Internacional lo pronunció él, dolido y asombrado de que la voz del T od as esas pequeñeces, que d e socialismo internacional enmudeciera cuando comenzaba la guerra dq mostraban el rencor resentido de las más amplio alcance que registra la Historia. A s í se explica que, al morir clases dominantes, no han sérvido Cordero, e l gran Á d le r , que con él había luchado por sacar a la para impedir que el mundo continúe I.O .S . de una inacción suicida, formulara así el pésam e: . su progreso y tranformación. N i lo Durante el periodo herolGO y trágico del pueblo español admiré han logrado esas nimiedades, ni tam siempre su juicio lleno de comprensión y de responsabilidad. Era altamente estimado por toda la Ejecutiva de la I.O.-S., y personal poco los criminales movimientos ca mente me complacía, que no dejaba jamás de estar con Otto Bauer pitalistas que se han llamado fas y otros entre los que representaban las ideas del marxismo y los cismo y nacional-socialismo; ni ló » sentimientos de la verdadera solidaridad internacional. Cordero creía que los males d el Socialicm o -—■ la crisis dél S ocia obtendrá el hermano menor de esos lismo — se cutan volviendo al Socialism o, tornando a los principios que crímenes, que se llama falangismo la política de compromiso había ido desdibujando o adulterando. Por español. E l Poder ha dejado de ser el privilegio de una clase; el prole eso se vuelve contra la idea de un repliegue nacional diciendo : Si consideramos que aun es flojo el sentimiento de solidari tariado, a través de sus partidos p o dad internacional, nuestro deber de socialistas es trabajar por for líticos, ha irrumpido en los puestos talecerlo y aumentarlo, y no contribuir a debilitarlo con una crí tica demagógica, irreflexiva, que está al alcance de cualquier me de mando; y las fuerzas sindicales diocre inteligencia. participan destacadamente en la d i Cuando estalla la guerra mundial, pese a los sufrimientos y con rección d e la economía. trariedades de la nuestra, enconados en la emigración con pleitos perso-. T o d a vía , la clase capitalista a e x nalistas ; pese también a su fama de hombre propicio al abatimiento, tinguir, pero no extinguida, se re Cordero se muestra más esperanzado que nunca en e'1 triunfo de las dem o vuelve, con cuantos medios maneja, cracias, de cuya victoria espera — d ice — < « el triunfo de nuestros idea contra este fenómeno inevitable. les en la tierra en que hemos nacido, cuya redención añoramos con vehe Confundiendo sus antiguos p rivile mente anhelo y legítimo afán » . En esta confianza le sorprende, cerca gios con e l bienestar general, afir de su patria y cerca de su deber, la invasión nazi, y tiene que embarcar ma que caminamos al desastre y que para Am érica, en travesía peligrosa y dramática que va minando su e llo es natural porque el proleta salud, pero no su espíritu, enterizo y firme. Cuando, retenido en Casa riado, al que considera como un blanca, sin esperanzas de salida y con la amenaza d e extradición cer intruso, no está capacitado pa cana, le invitan a suscribir súplicas aduladoras y le sugieren claudica ra las funciones de gobierno. L a ciones, Cordero contesta : verdad es que esta incapacidad no Basta de farsas, de transigencias con los genios o con el mal genio, con la soberbia y con la indisciplina. No tengo ' por qué existe. Precisamente el sindicato transigir con nada. Y si ello me costara no salir de aqui, y es una magnífica escuela que destaca basta caer en manos del enemigo, no importa. a los hombres dotados de espíritu Con tiempo de burlar la petición d e extradición reembarca y llega, organizador, les dota de un concepto maltrecho ya, a Buenos A ires, donde se presenta al Partido Socialista democrático de la autoridad y les Argentino con un artículo autobiográfico lleno de sencilla bélleza y de adiestra en él ejercicio del mando, una gran emoción en que se advierte su dolor de ausencia d e la patria, mejor que lo hacen las universida de ausencia de M adrid. Ese dolor es e l que le hace escribir, para con des, coto cultural de una clase. suelo suyo en primer término : Por todo esto el I o de M á y o Acaso no hayamos estado jamás tan cerca de nuestra Espa ña, de la que hemos soñado y por la que hemos trabajado durante no es una fecha muerta, ni su c e nuestra vida. lebración tiene paridad con un fu En las columnas de E l Socialista Español no puede faltar un re neral. E s el recuerdo de un punto cuerdo cariñoso para M anuel Cordero, hombre leal, fiel a sí mismo, de partida, de un camino recorrido, incapaz de doblez ni de mezquindad. de unas metas alcanzadas y d e una cierta promesa de triunfo en « la lucha final » . Q u e en e l año d e 1946 desfilen, bien empuñadas, las banderas prole tarias por las calles de las urbes es pañolas; todas enlazadas, unidas, y tras ellas todos los trabajadores es pañoles fuertemente unidos en un manos d e la clase capitalista o de solo pensamiento, en el de la vic toria de una sociedad sin clases. los políticos d e ella. L a conmemoración del Primero de M a y o , con sus manifestaciones INSIGNIAS DEL PARTIDO de masas fué en España, durante Los Comités Departamentales y los muchos años, la indicación plástica delegados pueden adquirir, para nueaque una fuerza numérica y social tros afiliados, Insignias del Partido, hacía a Jos que gobernaban, para d e al precio de oinouenta francos. Pe didos, acompañados de su importe, mostrarles que e! pueblo trabajador diríjanse a Martin Galán, 7, rue había dejado de ser un rebaño; que Ferdinand-Duval, Paris, IV. DEL AYER AL MAÑANA _______________ p or A n gel G A L A R Z A ____ L a época heroica del movimiento obrero ha sido clausurada por lós acontecimientos. Esto no quiere d e cir que e l proletariado no tenga que adoptar, en determinados mo mentos del futuro, actitudes que exi girán heroísmo, sacrificios y un d e cidido ánimo de combate. Entien do por época heroica aquella en que todo el Poder estaba en las Correspondencia administrativa y giros, a Feliciano M artin Galán, 7, rue Ferdinand D u ca l, P a r is -IV e LA Abandonada NINA por aua p a d r e a ... M ANIFIESTO DE L A F. S. M. ¡AYUDAD A LOS PUEBLOS OPRIMIDOS ! Con ocasión del Primero Mayo de 1947, Jornada Internacional del Tra bajo, la Federación Sindical Mun dial dirige urja proclama a todos los trabajadores y trabajadoras del mundo. • Fundada inmediatamente después de la gran victoria lograda por los países amantes de la paz y de la jus ticia social, al final de una lucha dura y larga. contra el fascismo y el nazismo agresores, la Federación Sindical Mundial abarca actualmen te a la inmensa mayoría de los tra bajadores manuales e intelectuales del inundo entero sindicalmente or ganizados. .Los trabajadores han aportado una amplia contribución al esfuerzo de los países democráticos para alcanzar la victoria. Se han unido én una .potente organización sindical para obrar juntos en el es tablecimiento y conservación de la paz y en la instauración de los prin cipios democráticos en todos los paí ses, a fln de garantizar el bien estar de las masas laboriosas. Los trabajadores saben que sólo en la paz podrán alcanzar los fines nobles y humanos que se propone realizar la F.S.M, en interés de las masas populares. Pronto habrán transcurrido dos años desde el fln de las hostilidades, y el mundo no conoce aún sino una paz precaria. La solidaridad de los pueblos de las Naciones Unidas, manifestada en la lucha contra el enemigo común, es lo que ha asegurado la victoria en los campos de batalla. La co operación continua y las relaciones amistosas entre los pueblos de las Nacionas Unidas, así como la uni dad indestructible de sus gobiernos, constituyen la única garantía de una paz estable y duradera. Pero ¿por qué la obra de paz es di fícil y, a veces, se halla comprome tida? Es porque las fuerzas de la reac ción, Vinculada a los medios de los negocios y de los monopolios capi talistas, tienen las responsabilidad de la perturbación actual de los es píritus y de la inquietud que se ma nifiesta. Esos medios capitalistas y de hom bres de negocios, guiados únicamen te pop ávidos intereses .de benefi cios, despliegan todos sus esfuerzos para sembrar la discordia entre los países e impedir la solución pacífica de los problemas planteados para la reconstrucción del mundo. Las fuer zas reaccionarias Internacionales se unen, intentan crear bloques decla rados o disimulados, cuyas actua ciones pueden colocar al mundo ante nuevas persecctivas de conflagración con riesgo de encender una nueva guerra. Para llegar a satisfacer sus culpa bles y egoístas designios, los medios reaccionarios y sus representantes se proponen debilitar las fuerzas dé la democracia y, ante todo, privar a los" trabajadores de sus derechos y de sus libertades más elementales, más sagrados. En cierto número de países son prohibidas y disueltas las organizaciones sindicales libres. Por su actividad sindical, los diri gentes y militantes sindicalistas son lanzados a las cárceles y torturados, pagando a veces con su vida su fide lidad a su noble Ideal. Son numero sos los ejemplos de huelgas cruel mente reprimidas por los gobiernos. Esas huelgas son provocadas por las penosas condiciones dq vida en que se ha colocado a los trabajadores. Las reformas reclamadas por los sin dicatos en relación con las condicio nes de trabajo y de salario, el esta blecimiento de un nivel de vida más elevado, el control de los precios y la distribución de los productos y de los artículos de primera necesidad no son siempre Incluidas en los pro gramas legislativos y administrati vos de muchos países. En contra se introducen leyes antiobreras y antisindicalistas y la diferencia racial continúa indignando a la opinión de mocrática. Pero a pesar de estas situaciones in quietantes el movimiento sindical In ternacional, conducido por ta F.S.M., progresa y se fortalece a través del mundo. Los sindicales han conquistado una influencia y un lugar de primer plano en la vida económica, social y política de numerosos país. En algu nos de ellos, las centrales sindicales han sabido realizar una gran parte de las reivindicaciones contenidas en la declaración de la Conferencia Sindical de Londres (febrero 1945;, aunque la primera preocupación de lus trabajadores haya sido recons truir lo que la guerra y la bar barie hitleriana han destrufdo. La influencia y el papel de la F.S.M. se han acrecentado a pesar de los obstáculos que ha tenido que vencer y de los ataques de que es objeto. Todo esto porque los traba jadores de todos los países saben que te F.S.M. es, ante todo, un organis mo de unión fraternal entre ellos. La F.S.M. continuará defendiendo la causa de Ja unión contra la dis cordia y la división entre lo* tra bajadores. En la O.N.U.. la F.S.M. ha intervenido para hallar las con diciones de la estabilidación de la paz y de la defensa de los intereses de las amplias masas populares en una cooperación económica y social continua. Con ocasión del Prim ero de Mayo. Jornada Internacional del Trabajo, la F.S.M. exhorta a todas sus orga nizaciones afiliadas a lanzarse con todas sus fuerzas en la lucha contra la reacción a fln de garantizar la total defensa de los intereses y de ios derechos legítimos de los traba jadores. iTrabajadores de todos los países, defended vuestros derechos sindi cales! Beivindicad : — El fin de la explotación y de la di ferenciación social y económica en todas sus formas por razones de raza, de religión o de sexo. — El « salario igual a trabajo igual ». para las müjeres y los Jóvenes. — La aplicación del pleno empleo y la fijación de salarlos que garan ticen a los trabapadores el nivel de vida Indispensable. — Las vacaciones anuales retribui das. — Las libertad de palabra, de reu nión, de prensa y de organiza ción. — La extirpación del fascismo en cualquier forma que se mani fieste. — La desnaziflcación real de Alema nia. Ayudad con todas vuestras fuer zas a los pueblos español y griego, asi como a los demás pueblos opri midos, en lucha por la conquista de sus derechos democráticos y sindi cales. Trabajadores del mundo, con vues tra ayuda y vuestra acción organi zada aseguraréis la victoria final so bre el fascismo y os opondréis a la realización de los designios crim i nales de la reacción Internacional. Con ocasión del Prim ero de Mayo de 1947, la Federación Sindical Mun dial exhorta a todos los trabajadores que se hallan todavía fuera de sus filas a unir sus esfuerzos a los de sus 71 millones de miembros en la lu cha en favor de la Democracia y de la Paz. ¡Viva la unión de los trabajadores del mundo entero! [Viva la Federación Sindical Mun dial!
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