1 Eco-Educación 1. Introducción al tema La ecoeducación es una opción metodológica para rediseñar de manera integral la educación en sus aspectos formales, contenutisticos, y su postulado filosófico fundamental es el de la teoría de los sistemas vivientes, así como los quisieron diseñar Fritjof Capra y Edward T. Clark . Esta teoría de Capra y Clark ( teoría de sistemas) dice que “todos los sistemas vivientes, organismos, sistemas sociales y ecosistemas, comparten un conjunto de propiedades y principios de organización comunes”. Y en realidad no están exagerando ni mintiendo, pues en el mundo todo interactúa. Todo resuena en la misma caja de resonancia que es la tierra y todos al final somos co-habitantes y vecinos del mismo Planeta. Por ello la teoría de los sistemas vivientes visualiza el mundo en términos de relaciones e integración. Todos los sistemas vivientes tienen sus propios principios de organización fundamentales, cada uno de los cuales reflejan una función única y especifica. Otros Autores, Daniel Goleman (autor de Inteligencia Emocional), Lisa Bennett y Zenobia Barlow aplican los principios de la ecoeducación en la línea de la solidaridad con las comunidades y poblaciones y con las causas medioambientales (que tiene que ver con la pureza del aire, el agua, el suelo, los rayos solares,etc. Segun ellos, los sistemas vivientes establecen una relación positiva y consciente consigo mismas para asegurar la supervivencia individual y colectiva. Si la población en el Planeta Tierra era de mil 600 millones de personas en 1900 ahora en en el 2016 hablamos de 7.229.916.048. Es que, si queremos conocer este dato sobre las personas que habitamos el planeta, debemos recurrir a diferentes fuentes que han elaborado estimaciones mundiales, así como tendencias de crecimiento, y que son más o menos fiables, pero realmente no sabemos cuantas personas somos. Ahora bien, si que tenemos un número aproximado que nos puede ayudar y hacer las veces de resultado o dato final, este sería: 7.229.916.048, aunque, se estima, según la ONU, que nace un nuevo ser humano cada 6 segundos, y muere otro cada 13, así que, podemos ir sacando cuentas... Pero quería decir que contando e incrementando el marcador a más de siete mil millones, a diario hay nuevas demandas para las fuentes de agua, hay dificultades para la provisión de alimentos y se agota el suelo. Los autores se preguntan si la Tierra tiene un punto de quiebre y brindan múltiples ideas, ejercicios y herramientas pedagógicas para desarrollar conocimientos e incentivar el compromiso y la solidaridad para afrontar las cuestiones ecológicas e implicar en ello a todos los agentes y entes interesados en educación, ética, el medio ambiente y la relación de la humanidad con el planeta. 2 Esto, dentro de la escuela implica reorganizar y recomponer el pénsum, el curriculum, la dinámica cotidiana y las opciones esenciales de cada patrón educativo impreso en un “modelo escolar” particular, para orientar el trabajo en consecuencia lógica con la prioridad del cuidado de la vida, la naturaleza, los recursos vitales, el hábitat humano y la relación sistémica entre los micro entornos y los macro entornos fundamentales de los distintos sistemas vivientes. Entonces,la ecoeducación plantea a las comunidades educativas diseñar el contenido, programas y actividades propias de la escuela pero que reflejen las necesidades de su comunidad en proceso de aprendizaje. Un plan articuladode esta manera estimulara el pensamiento reflexivo, creativo y critico, al alentar la participación activa del estudiante, y al sustentar un auténtico aprendizaje. Por ello el profesor se convierte en un recurso, un guía, un entrenador o un apoyo y los estudiantes se convierten en activos y creativos buscadores de información apropiada, y, en ocasiones, inclusive co-creadores del conocimiento. Las opciones de desarrollo adoptadas por nuestra civilización tienen como correlato presente situaciones de crisis ambiental y exclusión social cada vez más evidentes. Hacer frente a estos hechos constituye hoy un desafío insoslayable, y la institución Escuela, como parte del tejido social, no puede permanecer al margen de esta tarea: deberá generar una práctica pedagógica comprometida con el entorno local y con el contexto global, que integre sujeto de conocimiento y sujeto de participación social. 2. Comunidad de aprendizaje: hábitat educativo natural Otra caracteriza que es fundamental de la escuela de ecoeducación en que estará completamente integrada a la colonia o vecindad más amplia a la que sirve, involucrando a los padres de familia y a otros adultos de la comunidad en una gran diversidad de papeles. Una comunidad de aprendizaje asume que cada miembro de la comunidad es igualmente importante, y es igual tanto un aprendiz como un maestro. Siendo así, la escuela se compromete con la comunidad y la comunidad jalona a la escuela para que se brinde ahí una educación que se comprometa con algunas de las cuestiones medioambientales más apremiantes favoreciendo el logro académico y la resiliencia, y contribuye a que las comunidades escolares jueguen un papel fundamental en la protección de la naturaleza. Cuando una escuela opta por la Ecoeducación, se renueva, se transforma.El aprendizaje ya no se ve divorciado del “mundo real” de la vida cotidiana, sino que es visto como un proceso de vida dentro del cual todos nosotros estamos involucrados. Por eso se interesará en tratar y cuidar de: * La conservación de especies, comunidades y ecosistemas * Ecosistemas y especies amenazados * Restauración ecológica * Evaluación y diagnóstico del estado de la biodiversidad (Ecología de poblaciones, Ecología de comunidades) * Aprovechamiento de recursos naturales * Ecología del paisaje (Planes de Ordenamiento territorial, Ordenamiento participativo del territorio, zonificación ) 3 * Rehabilitación de especies * Agroecología Y hay fundaciones y Unviersidades que han evolucionado hacia la Ecoeducación y la han asumido como compromiso y ofrecen * Talleres de sensibilización, con el fin de acercar –e involucrar– a los profesionales de la educación a la problemática ambiental. * Talleres de capacitación, destinados a explorar determinados contenidos programáticos, ofrecer información básica sobre estos tópicos y delinear criterios para su abordaje pedagógico. * Talleres de construcción de propuestas didácticas, como aporte a los desarrollos curriculares en curso en los diversos contextos institucionales y socio-comunitarios. 3. Ingredientes doctrinales para hablar de la Ecoeducación en términos cristianos El Papa Francisco antes de llegar a la sede de Pedro era el Arzobispo de Buenos Aires y como tal desarrollaba su propio magisterio. Pues bien, sus enseñanzas como Arzobispo están en consonancia con muchos de los aspectos que nos impresionan tanto y fascinan en su Encíclica Laudato Sí que se han integrado a ella en continuidad con su pensamiento, el de siempre, pues como alguien que tiene ya una síntesis hecha sobre la vida y el mundo, tiene su propia filosofía de las cosas y así las expresa. Entonces, hemos identificado dos categorías en los escritos pastorales del Cardenal Jorge Mario Bergoglio actual Papa Francisco que se orientan en dos perspectivas; la primer categoría, “pueblo”: que nos hace una invitación clara a asumir la vocación política que tiene todo ser en sociedad, para la procura del bien común, sin embargo, ese bien común anhelado por el hombre político se complementa con la visión trascendente de la cultura del encuentro, que es la segunda perspectiva dentro de la categoría de solidaridad a ejemplo del Buen samaritano que reconoce al otro como alguien importante, aún sin conocerlo, pero que lo incluye en la vida de la comunidad. El Cardenal Bergoglio dentro de la categoría solidaridad en su pensamiento teológico, considera que la sociedad se en encuentra en un momento de crisis pues no establece redes comunitarias, a pesar del avance tecnológico que ha traído la globalización y los medio de información, “todo el planeta se puede conectar”, pero la sociedad está fragmentada en diversos intereses que se residen en faenas contrarias al bien común. Por tal motivo, el Cardenal Bergoglio considerando que la sociedad debe recuperar el objetivo mismo que la hace crecer en los valores constitutivos, plantea la solidaridad como el elemento integrador de sujetos que pueden no conocerse pero que en el momento del encuentro buscan para el otro el bien, invocando el auténtico humanismo que está inscrito en el corazón de todo hombre a ejemplo del viajero ocasional de la parábola del buen samaritano que 4 levantó al extranjero malherido, al hombre que los suyos habían maltratado e ignorado. Una cultura solidaria entendida como la inclusión que debe estar presente en todos los proyectos económicos, políticos, sociales y religiosos; cultura que si es posible según Bergoglio J. (25 de junio de 2005) pues ya está presente en nuestros pueblos en “Hombres y mujeres que hacen propia y acompañan la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión, sino que se aproximan –se hacen prójimos– y levantan y rehabilitan al caído, para que el Bien sea Común. De tal forma que, sin la inclusión que hace posible una cultura del encuentro, la paz no es posible, “sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión” (E.G. 59) La solidaridad así comprendida, como trabajo inclusivo hace que cuidemos la fragilidad de la vida que viene, la fragilidad de los ancianos, para que no sean desechados, la fragilidad de los enfermos, la fragilidad de los pobres e incluso la fragilidad de la naturaleza; haciéndonos frágiles con ellos, acompañándonos de igual forma que Jesús nos quiso acompañar. Por lo tanto es imprescindible para la responsabilidad social trabajar por la inclusión, para crear a una mentalidad y una práctica verdaderamente incluyente y universal y a una sociedad que brinde posibilidades no a algunos, sino a todos los que estén a nuestro alcance, a través de los diversos medios que tengamos, pues la exclusión, es una de las forma más crueles que se practican en contra de la vida, la “economía de la exclusión y la inequidad” es intolerable “el juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil”, deja grandes masas de la población excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida”. (Cfr. E.G. 53) En su momento, el Cardenal Bergoglio --englobando las categoría pueblo y solidaridad-- en su respuesta a la responsabilidad social propone a la escuela como el principal mecanismo de inclusión ya que “la escuela es el lugar donde los jóvenes pueden elaborar un proyecto de vida, si bien la escuela puede no lograr evitar todos los problemas de la exclusión, la misma parece constituir la última frontera en que el Estado, las familias y los adultos se hacen cargo de los jóvenes, en el que funcionan, a veces a duras penas, valores y normas vinculados a la humanidad y la ciudadanía y en el que el futuro todavía no ha muerto”. (16 de octubre de 2010). Y en continuidad con ese pensamientos, en la Encícilica Laudato Si vuelve a decir que “La educación será ineficaz y sus esfuerzos serán estériles si no procura también difundir un nuevo paradigma.” (LS, 215). 4. La Ecoeducación en la perspectiva de la Laudato Si. El Papa Francisco en la Encíclica Laudato Sí no menciona específicamente el término ecoeducación, no, pero sí lo desarrolla y diríamos que lo supone también. Es un concepto omitido --pero a la vez permitido y admitido de manera 5 latente y potente—que defiende la casa común en que vivimos, que es el Planeta. Presento los postulados del Papa Francisco como “ingredientes” para proponer una ecoeducación de inspiración humanista y cristiana. Entonces los términos y conceptos de pueblo, solidaridad, indiferencia, cultura de encuentro, cultura solidaria, inclusión, exclusión, responsabilidad social, y otros, que aparecen con frecuencia en la Laudato Sí, provienen ya del magisterio usual y conocido del Cardenal Jorge Mario Bergoglio y reaparecen con nueva fuerza en esta Encíclica. Con estos elementos podremos concatenar y articular perfectamente una exposición lógica y perfectamente conexa a la realidad de la ecoeducación, pues para enterarnos de hasta dónde debemos llegar en materia de ecoeducación tenemos que leer y comprender la Laudato Sí. El Papa Francisco nos habla de ecología cultural, ambiental, económica y social. Además presenta como un tema de absoluta necesidad la “ecología de la vida cotidiana”. De esta forma impregnando la vida de ecología, también podemos alcanzar la trascendencia, a través de la ecología espiritual y de ella pasar a un compromiso de vida, sanando la raíz humana de la crisis ecológica, que tiene tanto de excluyente porque es injusta. “Si tenemos en cuenta que el ser humano también es una criatura de este mundo, que tiene derecho a vivir y a ser feliz, y que además tiene una dignidad especialísima, no podemos dejar de considerar los efectos de la degradación ambiental, del actual modelo de desarrollo y de la cultura del descarte en la vida de las personas” (Cf. LS, 43). “Cuando no se reconoce en la realidad misma el valor de un pobre, de un embrión humano, de una persona con discapacidad –por poner sólo algunos ejemplos–, difícilmente se escucharán los gritos de la misma naturaleza. Todo está conectado” (Cf. LS, 117). De tal forma, que cada uno tiene un don intrínseco como persona creada a Imagen y semejanza de Dios pero a la vez tiene la tarea donarse para el resto, creando un ordenamiento lógico, de seres únicos que aportan sentido a la vida y se orientan a un fin definitivo anhelado por todos. No obstante, a pesar que la tarea es para todos, el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio recuerda que la Iglesia, la escuela, los gobiernos, las instituciones financieras y empresariales, tienen la responsabilidad inmediata de la inclusión social de los pobres y de los derechos humanos. Inclusión que se debe hacer de inmediato pero no con inmediatez, con sabiduría y no con ideas que se queden solo en el discurso, cada uno con iniciativas realizables (es decir que, comprenda una planeación elocuente, práctica, metódica, fructífera) pero sin descuidar la unidad, teniendo en cuenta que el progreso se regula y mide en la erradicación global de la pobreza y la violencia, solo así practicaremos una responsabilidad social efectiva y para todos. 6 El Papa Francisco en su carta Encíclica Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común, de la creación, contiene un auténtico tesoro de ideas y soluciones para nuestro mundo actual, en profunda crisis. El texto de la Encíclica, como dice el pontífice, es para todos, creyentes y no creyentes; si bien contiene mensajes muy claros para el mundo cristiano y, especialmente, para los católicos. Hoy me detendré en un concepto que utiliza el Papa Francisco: la ecología integral. En la Encíclica resulta esencial la idea de que todo está íntimamente relacionado y los problemas actuales requieren una mirada que tenga en cuenta todos los factores de la crisis mundial. Pues “una ecología integral implica dedicar algo de tiempo para recuperar la serena armonía con la creación, para reflexionar acerca de nuestro estilo de vida y nuestros ideales, para contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en lo que nos rodea, cuya presencia no debe ser fabricada sino descubierta, desvelada» (LS,205). Antes de proseguir quiero aclarar que desde un punto de vista conceptual, la Encíclica utiliza el término “ecología” desde un enfoque de respecto de todos los complejos sistemas, cuya comprensión requiere poner en primer lugar la relación de las partes individuales entre sí y con el todo, como sucede por ejemplo en el caso de los ecosistemas (cf. Laudato Sii, 22, 140). Esto es “inclusión”. Al hablar de ecología integral, la Laudato si’, conjuga los términos ambientales, económicos, sociales, culturales y de la vida cotidiana, incluso haciendo referencia al bien común y a la relación entre generaciones diversas. El hecho de “cultivar y custodiar la creación” –dice el Papa–, ha sido una indicación de Dios, “dada no solo al principio de la historia, sino a cada uno de nosotros; es parte de su proyecto”. Por lo tanto es tarea de todos hacer crecer el mundo con responsabilidad, “transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos”. Tomando en cuenta las enseñanzas del Papa emérito Benedicto XVI, quien recordaba que “la tarea confiada por Dios Creador a nosotros requiere captar el ritmo y la lógica de la creación”, advirtió que a menudo el hombre se deja llevar “por la soberbia de la dominación, de las posesiones, del manipular, de aprovecharnos (y) no la ‘custodiamos’, no la respetamos, no la consideramos como un don gratuito al cual cuidar”. Dice el Papa Francisco que este “cultivar y custodiar” no solo tiene relación entre la personas y el medio ambiente, sino tiene que ver también con las relaciones humanas, pues la persona humana que “está en peligro”. La exclusión es una manifestación externa de la crisis ética, cultural y espiritual de la modernidad,y superarla solo es posible a través de una "valiente revolución cultural". Y la crisis del hábitat global de nuestro planeta es «una consecuencia dramática» de la actividad descontrolada del ser humano [y] corre el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación. (LS,4) El Papa Francisco insta a todos– personas, familias, comunidades locales, naciones enteras y a la comunidad internacional - a una «conversión ecológica», de acuerdo con la expresión de san Juan Pablo II, es decir, a «cambiar de dirección» asumiendo la belleza y la responsabilidad de la tarea del «cuidado de 7 nuestra casa común», confiesa la esperanza en la posibilidad de revertir la tendencia: «pues la humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común»( LS, 13). «Los hombres y las mujeres todavía son capaces de intervenir positivamente»( LS, 58). «No todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse» ( LS, 205). No es creíble ni coherente un sentimiento de simpatía y comunión con los demás seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos» (LS,91). Es necesaria la conciencia de una comunión universal: «creados por el mismo Padre, todos los seres del universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de familia universal, […] que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde» (LS,89). Y si entendemos que “todos” significa no excluir a nadie y supone más bien incluir absolutamente a quienes son parte de la familia humana, entonces la “inclusión” no es un optional sino un compromiso que implica una tarea éticamente vinculante porque es permanente. Paralelamente a este problema ambiental, la necesidad de generar fuentes de trabajo genuinas que tiendan a incluir a los sectores sociales excluidos, es un objetivo prioritario para nuestro desarrollo democrático. La crisis del empleo afecta hoy a todos los jóvenes y no solamente a los más desfavorecidos social y educativamente. Sin embargo, la situación de éstos últimos pone en cuestión de modo mucho más agudo las tendencias a la integración/exclusión social de nuestra sociedad. En algunos ambientes haría mucho bien optar por la protección del medio ambiente con la creación de una industria sólida del reciclaje que de respuesta a una necesidad social, ambiental y económica en donde los jóvenes pueden ser tomados en cuenta e insertados en ese proceso. El compromiso que nace del cuidado de la casa común según la Laudato Si, se proyecta incondicionalmente al prójimo, quien en paridad de oportunidades nunca debe quedar excluido de la mesa abundante de los frutos de la tierra y requiere de nosotros asumir los postulados fundamentales de la Laudato Si hasta la consecuencia última, aquella que toca nuestra conciencia y nuestro modo de vivir y nos compromete hasta la radicalidad de una auténtica conversión del corazón, a la que el Santo Padre llama “conversión ecológica” y que supone un amor que “ ...lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo, es también civil y político, y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor. El amor a la sociedad y el compromiso por el bien común son una forma excelente de la caridad, que no sólo afecta a las relaciones entre los individuos, sino a « las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas ». (LS, 231). 5.Ecoeducación para convivir en “nuestra casa común” Concluyo mi exposición, citando literalmente el pensamiento social del Papa Francisco sobre la corresponsabilidad que tenemos todos en la ingente tarea de salvar “nuestra casa común”: 8 “En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades y cada vez son más las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos, el principio del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres” (LS, 158). “Para afrontar los problemas de fondo, que no pueden ser resueltos por acciones de países aislados, es indispensable un consenso mundial que lleve, por ejemplo, a programar una agricultura sostenible y diversificada, a desarrollar formas renovables y poco contaminantes de energía, a fomentar una mayor eficiencia energética, a promover una gestión más adecuada de los recursos forestales y marinos, a asegurar a todos el acceso al agua potable” (LS, 164). “Urgen acuerdos internacionales que se cumplan. Hacen falta marcos regulatorios globales que impongan obligaciones y que impidan acciones intolerables, como el hecho de que países poderosos expulsen a otros países residuos e industrias altamente contaminantes” (LS, 173). Agradezco la atención de todos y la valiosa oportunidad que me dan de compartir con Ustedes este momento estupendo. Les deseo mucho éxito en el desarrollo de estas preciosas jornadas del Congreso de la CIEC de la Región Centroamericana. P.Walter Guillén Soto, SDB Tegucigalpa, 29.07.2016 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS - S.S. FRANCISCO. Exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Recuperado en http://www.aciprensa.com/Docum/evangeliigaudium.pdf el 9 de enero de 2014. - BERGOGLIO J. (2005) Ponerse la patria al Hombro. Editorial Claretiana. - BERGOGLIO J. (2007) El verdadero poder es el servicio. Editorial Claretiana. - BERGOGLIO J. (2005) la nación por construir. Utopía - Pensamiento – Compromiso. 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