VIDA Y MINISTERIO CRISTIANOS GUÍA DE ACTIVIDADES PARA LA REUNIÓN 4 – 10 JULIO SALMOS 60 – 68 Referencias ˙ Canción 64 y oración ˙ Palabras de introducción (3 mins. o menos) TESOROS DE LA BIBLIA (Vea la Guía de Actividades para la Reunión) Pag.3 “Alabemos a Jehová, el Oidor de la oración” (10 mins.): Sl 61:1, 8. Oremos a Jehová acerca de las promesas que le hemos hecho (w99 15/9 pág. 9 párrs. 1-4). (Salmo 61:1) Oye, sí, oh Dios, mi clamor rogativo. De veras presta atención a mi oración. (Salmo 61:8) Así que ciertamente celebraré tu nombre con melodía para siempre, para que pague mis votos día tras día. *** w99 15/9 pág. 9 ¿Por qué cumplir nuestras promesas? *** Cumplamos las promesas que le hacemos a Dios Nuestra dedicación a Dios es sin duda la promesa más importante que podamos hacer. Al dar este paso, demostramos que queremos servir a Jehová para siempre. Aunque los mandamientos de Dios no son gravosos, puede que no siempre sea fácil hacer su voluntad, viviendo, como vivimos, en este malvado sistema de cosas (2 Timoteo 3:12; 1 Juan 5:3). Sin embargo, una vez que hemos “puesto la mano en el arado” y llegado a ser siervos dedicados de Jehová, así como discípulos de su Hijo Jesucristo, nunca deberíamos mirar las cosas del mundo que hemos dejado atrás (Lucas 9:62). Cuando oramos a Jehová, quizás nos sintamos impulsados a prometerle que vamos a luchar por vencer alguna debilidad, a cultivar cierta cualidad cristiana o a trabajar más en algún rasgo de nuestra actividad teocrática. ¿Qué nos ayudará a cumplir con estos compromisos? (Compárese con Eclesiastés 5:2-5.) Las promesas sinceras provienen tanto del corazón como de la mente. Por lo tanto, respaldemos los votos que le hacemos a Jehová abriéndole nuestro corazón en oración y contándole francamente nuestros temores, deseos y debilidades. Orar acerca de lo que prometemos fortalece nuestra resolución de cumplirlo. Podemos ver nuestras promesas a Dios como si fueran deudas. Cuando las deudas son cuantiosas, el pago ha de efectuarse gradualmente. Así mismo, el cumplimiento de muchas de las promesas que le hacemos a Jehová requiere tiempo. Pero al darle con regularidad lo que podemos le mostramos que hablamos en serio y, por consiguiente, él nos bendice. Podemos demostrar que tomamos seriamente nuestras promesas orando a menudo acerca de ellas, quizás todos los días. Esto le indicará a nuestro Padre celestial que somos sinceros, a la vez que nos servirá de recordatorio constante. David dio un buen ejemplo a este respecto. En canción, le suplicó a Jehová: “Oye, sí, oh Dios, mi clamor rogativo. De veras presta atención a mi oración. [...] Ciertamente celebraré tu nombre con melodía para siempre, para que pague mis votos día tras día” (Salmo 61:1, 8). Sl 62:8. Demuestre que confía en Jehová expresándole sus sentimientos más íntimos (w15 15/4 págs. 25, 26 párrs. 6-9). (Salmo 62:8) Confía en él a todo tiempo, oh pueblo. Delante de él derramen ustedes su corazón. Dios es refugio para nosotros. Sélah. *** w15 15/4 págs. 25-26 No deje de confiar en Jehová *** LOS AMIGOS DE DIOS DEBEN CONFIAR EN ÉL 6 Cuando estamos agobiados por un problema, debemos confiar en que, si hacemos todo lo que está en nuestra mano y oramos a Jehová pidiéndole su ayuda, él nos responderá (lea Salmo 62:8 y 1 Pedro 5:7). De hecho, no podemos ser sus amigos si no confiamos en él. Hay que reconocer, sin embargo, que a veces eso no es fácil. ¿Por qué? Entre otras razones, porque Dios no siempre contesta las oraciones inmediatamente (Sal. 13:1, 2; 74:10; 89:46; 90:13; Hab. 1:2). 7 Pero ¿por qué Jehová no responde enseguida todas nuestras oraciones? Recordemos que en la Biblia se compara la relación que tenemos con él a la de un niño con su padre (Sal. 103:13). El niño no puede esperar que el padre le conceda de inmediato todo lo que le pide. A veces, puede que se trate de un deseo pasajero. En otros casos, el padre decide esperar al momento más adecuado. También podría ser que el niño pidiera algo que no le conviene o que pudiera afectar a otras personas. Es más, si el padre le concediera todas sus peticiones, terminaría convirtiéndose en su esclavo. De forma parecida, puede que Jehová decida esperar antes de contestar nuestras oraciones porque entiende que eso es lo mejor para nosotros. Él tiene derecho a hacerlo, pues es nuestro Creador, nuestro Amo y nuestro Padre. Pero también es sabio y nos quiere, por eso podemos confiar en él. Por otro lado, no debemos olvidar que somos nosotros quienes servimos a Dios, no al revés (compare con Isaías 29:16; 45:9). 8 Otro factor que hay que tomar en cuenta es que Jehová conoce a la perfección nuestras limitaciones (Sal. 103:14). Él no espera que salgamos adelante solo con nuestras propias fuerzas; es nuestro Padre y nos ofrece su ayuda. Claro, habrá veces que sintamos que ya no podemos más. Pero Jehová nos asegura que si el problema es tan grande que no podemos soportarlo, nos dará una salida (lea 1 Corintios 10:13). Él sabe lo que podemos y lo que no podemos aguantar. Confiemos en él. 9 No se desespere si ve que la ayuda de Jehová no llega de inmediato. Recuerde que él desea venir en nuestro auxilio, pero espera con paciencia el mejor momento para darnos lo que necesitamos. Es como dice Isaías 30:18: “El Señor espera el momento de apiadarse, se pone en pie para compadecerse; porque el Señor es un Dios de la justicia: dichosos los que esperan en él” (Sagrada Biblia, de la Conferencia Episcopal Española). Sl 65:1, 2. Jehová escucha las oraciones de las personas justas (w15 15/4 pág. 22 párrs. 13, 14; w10 15/4 pág. 5 párr. 10; it-2 pág. 554 párr. 2). (Salmo 65:1, 2) Para ti hay alabanza —silencio—, oh Dios, en Sión; y a ti se te pagará el voto. 2 Oh Oidor de la oración, aun a ti vendrá gente de toda carne. *** w15 15/4 pág. 22 párrs. 13-14 ¿Ve usted a Jehová como un amigo de verdad? *** 13 Antes de venir a la Tierra, Jesús vio desde el cielo cómo respondía Jehová las oraciones de sus siervos. Después, ya en la Tierra, usó la oración para comunicarse con su padre y contarle sus sentimientos y pensamientos. En cierta ocasión, incluso pasó toda la noche orando (Luc. 6:12; 22:40-46). ¿Habría hecho eso si pensara que Jehová no lo estaba escuchando? ¿Habría enseñado a sus seguidores a orar si eso no fuera más que una simple terapia para sentirse mejor? Claro que no. Jesús estaba convencido de que la oración era un medio real para hablar con su Padre. De hecho, le dijo: “Te doy gracias porque me has oído. [...] [Yo sé] que siempre me oyes”. También nosotros podemos confiar en que Jehová es el “Oidor de la oración” (Juan 11:41, 42; Sal. 65:2). 14 La respuesta de Jehová a nuestras oraciones no siempre es evidente. Pero si somos específicos al hablar con él, será más fácil que veamos cómo responde a lo que le pedimos. Contémosle todo lo que nos preocupa. Así Jehová será más real para nosotros y lo sentiremos más cerca. *** w10 15/4 pág. 5 párr. 10 Joven, cultiva el deseo de servir a Jehová *** 10 La oración es la segunda manera de cultivar tu deseo de servir a Jehová. En Salmo 65:2 leemos: “Oh Oidor de la oración, aun a ti vendrá gente de toda carne”. Ya en la época en la que Israel era el pueblo elegido, los extranjeros podían ir al templo de Jerusalén a presentar sus súplicas a Jehová (1 Rey. 8:41, 42). Él no muestra favoritismo y promete escuchar a todo el que le obedezca (Pro. 15:8). Puedes estar seguro de que tú también estás incluido entre la “gente de toda carne”, o procedencia, que Dios acepta. *** it-2 pág. 554 Oración *** Aquellos a quienes Dios oye. Gente “de toda carne” puede acercarse al “Oidor de la oración”, Jehová Dios. (Sl 65:2; Hch 15:17.) Incluso durante el período en que Israel era “propiedad particular” de Dios, su pueblo en relación de pacto con Él, los extranjeros podían acercarse a Jehová en oración reconociendo a Israel como el instrumento de Dios y al templo de Jerusalén como su lugar escogido para presentar los sacrificios. (Dt 9:29; 2Cr 6:32, 33; compárese con Isa 19:22.) Con la muerte de Cristo desapareció para siempre toda distinción entre judío y gentil. (Ef 2:11-16.) En el hogar del italiano Cornelio, Pedro reconoció que “Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto”. (Hch 10:34, 35.) De modo que el factor determinante es lo que hay en el corazón de la persona y lo que este le impulsa a hacer. (Sl 119:145; Lam 3:41.) Los que observan los mandamientos de Dios y hacen “las cosas que son gratas a sus ojos” tienen la seguridad de que sus “oídos” también están abiertos hacia ellos. (1Jn 3:22; Sl 10:17; Pr 15:8; 1Pe 3:12.) BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS (8 MINS.): Sl 63:3. ¿Por qué es la bondad amorosa o amor leal de Jehová mejor que la vida? (w06 1/6 pág. 11 párr. 7). (Salmo 63:3) Porque tu bondad amorosa es mejor que la vida, mis propios labios te encomiarán. *** w06 1/6 pág. 11 Puntos sobresalientes del libro segundo de los Salmos *** 63:3. La “bondad amorosa [de Dios] es mejor que la vida” porque sin ella la vida no tiene ningún sentido. El proceder sabio es cultivar una relación de amistad con Jehová. registro de Crónicas se asigna la victoria a Abisai. Por lo tanto no existe contradicción alguna. Aun hoy día se acostumbra atribuir una hazaña particular a la persona que la ha autorizado o a la que ha tenido una participación prominente en que se llevara a cabo con éxito. Sl 68:18. ¿Quiénes eran los “dones en forma de hombres”? (w06 1/6 pág. 10 párr. 4). (Salmo 68:18) Has ascendido a lo alto; te has llevado cautivos; has tomado dones en la forma de hombres, sí, aun a los tercos, para residir [entre ellos], oh Jah Dios. *** w06 1/6 pág. 10 Puntos sobresalientes del libro segundo de los Salmos *** 68:18. ¿Quiénes eran los “dones en la forma de hombres”? Eran hombres que habían sido tomados cautivos durante la conquista de la Tierra Prometida. Con el tiempo, fueron asignados a ayudar a los levitas en sus labores (Esdras 8:20). Capítulo 61 km 7/96 pág. 1 párrs. 1-2 Cumplamos con nuestro voto día tras día El salmista David se sintió impelido a declarar a Jehová: “Ciertamente celebraré tu nombre con melodía para siempre, para que pague mis votos día tras día”. (Sal. 61:8.) David sabía que hacer un voto era un asunto totalmente voluntario. Pero también comprendía que si lo hacía, tenía la obligación de cumplirlo. De modo que alabó a Jehová por la oportunidad que tenía de cumplir con sus votos día tras día. Cuando nos dedicamos a Jehová hicimos voluntariamente el voto de efectuar su voluntad. Nos repudiamos a nosotros mismos y pusimos el servicio de Jehová en primer lugar en la vida. (Luc. 9:23.) Por eso, también tenemos que pagar nuestro voto día tras día. (Ecl. 5:4-6.) La declaración pública que hicimos cuando nos bautizamos en agua debe reflejarse en nuestro entero modo de vivir, pues sabemos que “con la boca se presenta declaración pública para salvación”. (Rom. 10:10.) Esto incluye predicar las buenas nuevas. (Heb. 13:15.) Aunque las circunstancias de unos son muy distintas a las de otros, todos podemos mantener presente día tras día la importancia de dar a conocer las buenas nuevas. ¿QUÉ ME ENSEÑA SOBRE JEHOVÁ LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA? Capítulo 60 w86 15/1 págs. 17-18 párr. 11 Recobre el poder; no se canse Frente a obstáculos, David siempre comprobó que Jehová era una fuente de nuevo vigor. Revivificado con el espíritu santo, David podía “trepar”, o superar, cualquier clase de oposición. Él dijo: “Por ti puedo correr contra una partida merodeadora; y por mi Dios puedo trepar un muro”. También declaró: “Por Dios conseguiremos energía vital, y él mismo pisoteará a nuestros adversarios”. (Salmos 18:29; 60:12.) Jehová puede hacer lo mismo por usted. w79 1/9 pág. 32 Preguntas de los lectores ● Segundo de Samuel 8:13 declara que David derribó a los edomitas en el valle de la Sal, pero en 1 Crónicas 18:12 se atribuye este logro a Abisai, y en el sobrescrito del Salmo 60 dice que fue Joab quien los derrotó. ¿A qué se debe esto? Es patente que los tres registros presentan la derrota de los edomitas desde diferentes puntos de vista. En 2 Samuel, la victoria se atribuye a David porque era el rey, el jefe supremo del ejército israelita y quien autorizó la batalla. En el sobrescrito del Salmo 60 se le acredita a Joab puesto que era el general principal. Abisai sirvió de comandante de división bajo las órdenes de Joab y sin duda tuvo una participación prominente en la campaña militar. Esto explicaría por qué en el w99 15/9 pág. 9 ¿Por qué cumplir nuestras promesas? Cuando oramos a Jehová, quizás nos sintamos impulsados a prometerle que vamos a luchar por vencer alguna debilidad, a cultivar cierta cualidad cristiana o a trabajar más en algún rasgo de nuestra actividad teocrática. ¿Qué nos ayudará a cumplir con estos compromisos? (Compárese con Eclesiastés 5:2-5.) Las promesas sinceras provienen tanto del corazón como de la mente. Por lo tanto, respaldemos los votos que le hacemos a Jehová abriéndole nuestro corazón en oración y contándole francamente nuestros temores, deseos y debilidades. Orar acerca de lo que prometemos fortalece nuestra resolución de cumplirlo. Podemos ver nuestras promesas a Dios como si fueran deudas. Cuando las deudas son cuantiosas, el pago ha de efectuarse gradualmente. Así mismo, el cumplimiento de muchas de las promesas que le hacemos a Jehová requiere tiempo. Pero al darle con regularidad lo que podemos le mostramos que hablamos en serio y, por consiguiente, él nos bendice. Podemos demostrar que tomamos seriamente nuestras promesas orando a menudo acerca de ellas, quizás todos los días. Esto le indicará a nuestro Padre celestial que somos sinceros, a la vez que nos servirá de recordatorio constante. David dio un buen ejemplo a este respecto. En canción, le suplicó a Jehová: “Oye, sí, oh Dios, mi clamor rogativo. De veras presta atención a mi oración. [...] Ciertamente celebraré tu nombre con melodía para siempre, para que pague mis votos día tras día” (Salmo 61:1, 8). w90 1/3 págs. 8-9 Cómo vencer la depresión A veces la depresión grave pudiera persistir aunque nos esforzáramos por vencerla. El sufrimiento emocional hasta pudiera llevar a algunos cristianos a decir como Jonás: “Mejor es mi morir que mi estar vivo”. (Jonás 4:1-3.) Sin embargo, la angustia de Jonás no fue perpetua. Él la venció. Por eso, si la depresión hace que la vida le parezca insoportable, recuerde que es como la tribulación de que Pablo dijo que era „temporal‟. (2 Corintios 4:8, 9, 16-18.) ¡Será eliminada! Ninguna situación es irremediable. Jehová promete “vivificar el corazón de los quebrantados”. (Isaías 57:15, Editorial Herder.) Nunca deje de orar, aunque le parezca que es en vano. David suplicó: “Oye, sí, oh Dios, mi clamor rogativo [...] cuando mi corazón se haga endeble. A una roca más alta que yo quieras guiarme”. (Salmo 61:1, 2.) ¿Cómo nos guía Dios a una confianza interna que nos parece inalcanzable por nuestra propia fuerza? Eileen, quien ha luchado contra la depresión por años, contesta: “Jehová me ha sostenido y no ha permitido que me rinda. Por eso puedo esperar que si sigo esforzándome él me seguirá ayudando. En realidad el conocer la verdad de la Biblia me ha mantenido viva. De muchas maneras diferentes —mediante la oración, el ministerio, las reuniones, las publicaciones, la familia y los hermanos— Jehová me ha fortalecido para seguir esforzándome”. Vea la depresión como una prueba para su fe. “Pueden ustedes confiar en Dios —nos asegura el apóstol Pablo—, que no les dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar. Por el contrario, cuando llegue la prueba, Dios les dará también la manera de salir de ella, para que puedan soportarla.” (1 Corintios 10:13, Versión Popular.) Sí, Dios le dará el “poder que es más allá de lo normal” para aguantar toda carga emocional. (2 Corintios 4:7.) w09 15/11 pág. 5 párr. 14 ¿Qué revelan sobre usted sus oraciones? Lo que decimos al orar también revela cuánto confiamos en Dios. David le dijo a Jehová: “Has resultado ser un refugio para mí, una torre fuerte frente al enemigo. Ciertamente seré huésped en tu tienda para tiempos indefinidos; me refugiaré, sí, en el escondrijo de tus alas” (Sal. 61:3, 4). La Biblia dice que Dios extiende su tienda sobre nosotros, es decir, que nos cuida y protege (Rev. 7:15). Es muy reconfortante poder hablarle a Jehová sabiendo que él está “de [nuestra] parte” en todas nuestras pruebas (léase Salmo 118:5-9). Capítulo 62 cl cap. 31 pág. 314 párr. 12 „Acerquémonos a Dios, y él se acercará a nosotros‟ Recordemos que Jehová es el único al que se llama “Oidor de la oración”, y que él escucha con verdadera empatía (Salmo 65:2). ¿Se limita a soportar las oraciones de sus siervos fieles? No, pues en realidad se complace en ellas. Su Palabra las compara al incienso que, al quemarse, eleva a lo alto un relajante aroma (Salmo 141:2; Revelación [Apocalipsis] 5:8; 8:4). ¿Verdad que nos tranquiliza saber que, de igual modo, nuestras oraciones sinceras ascienden al Señor Soberano y le agradan? Por lo tanto, si queremos acercarnos a él, orémosle humildemente y con frecuencia, todos los días. Abrámosle el corazón sin reservas (Salmo 62:8). Contémosle nuestras inquietudes y alegrías, y démosle gracias y alabanza. El vínculo que tenemos con nuestro Padre celestial se hará así cada vez más fuerte. bh cap. 17 págs. 168-169 párrs. 11-12 La oración nos acerca a Dios ¿Qué asuntos podemos mencionar en nuestras oraciones? La Biblia responde: “No importa [...] lo que pidamos”, siempre que sea “conforme a su voluntad, [Jehová] nos oye” (1 Juan 5:14). Así que podemos incluir cualquier asunto que esté de acuerdo con la voluntad de Dios. Por ejemplo, ¿desea él que le contemos nuestras preocupaciones? ¡Claro que sí! Orar a Jehová es como hablar con un amigo íntimo. Podemos „derramarle nuestro corazón‟, es decir, expresarle con toda confianza lo que sentimos (Salmo 62:8). También es apropiado pedirle que nos ayude con su espíritu santo a hacer lo que está bien (Lucas 11:13). Además, le rogamos que nos guíe para tomar buenas decisiones y que nos dé fuerzas para aguantar las dificultades (Santiago 1:5). Cuando pecamos, debemos suplicarle que nos perdone, teniendo en cuenta nuestra fe en el sacrificio de Cristo (Efesios 1:3, 7). Pero no oremos solo por nosotros, sino también por otras personas, como nuestros familiares o hermanos cristianos (Hechos 12:5; Colosenses 4:12). En nuestras oraciones debemos dar la máxima importancia a las cuestiones relacionadas con Jehová Dios. Tenemos razones de sobra para alabarlo y darle gracias de todo corazón por su gran bondad (1 Crónicas 29:10-13). En Mateo 6:913 encontramos la oración que Jesús dio como modelo. En ella se nos enseña a pedir que se santifique el nombre de Dios, es decir, que se trate como algo santo o sagrado. A continuación se pide que venga el Reino de Dios y que se haga la voluntad divina en la Tierra como se hace en el cielo. Notemos que Jesús incluye los asuntos personales después de mencionar estas cuestiones importantes relacionadas con Jehová. Si nosotros también dejamos que Dios ocupe el lugar más importante en nuestras oraciones, demostraremos que no estamos interesados solo en nuestro bienestar. g97 8/8 págs. 8-9 Vele por el bien de sus hijos Otra buena manera de expresar amor a sus hijos es obedeciendo el consejo que se da en Santiago 1:19 de ser “presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira”. ¿Motiva a sus hijos a hablar y escucha de verdad lo que dicen? Si ellos saben que va a sermonearles antes de que siquiera hayan terminado de hablar, o que se va a enfadar cuando se entere de lo que sienten, probablemente guardarán para sí sus sentimientos. Pero si saben que los escuchará con atención, es mucho más probable que se abran con usted. (Compárese con Proverbios 20:5.) Ahora bien, ¿y si le revelan sentimientos que usted sabe que no son buenos? ¿Es ese el momento para una respuesta airada, un sermón o algún tipo de disciplina? Cierto, ante algunos arrebatos infantiles cuesta ser “lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira”. Pero piense otra vez en el ejemplo de Dios con sus hijos. ¿Ha creado él un ambiente de temor mórbido que hace que sus hijos tengan miedo de expresarle sus verdaderos sentimientos? No. Salmo 62:8 dice: “Confía en [Dios] a todo tiempo, oh pueblo. Delante de él derramen ustedes su corazón. Dios es refugio para nosotros”. De igual modo, los padres tienen que crear un ambiente en el que los hijos se sientan con confianza para revelar sus sentimientos más recónditos, sin importar lo alarmantes que puedan ser. Así que si su hijo, en un momento de mal humor dice algo fuera de lugar, escúchele. En vez de regañarle, reconozca los sentimientos del niño y anímelo a que le explique por qué se siente de esa manera. Por ejemplo, pudiera decir: „Te noto enfadado con fulanito. ¿Quieres contarme lo que sucedió?‟. g87 22/3 pág. 22 ¿Realmente ayuda el orar? No obstante, Jesús advirtió: “Mas al orar, no digas las mismas cosas repetidas veces, así como la gente de las naciones, porque ellos se imaginan que por su uso de muchas palabras se harán oír”. (Mateo 6:7.) A Dios no le impresionan las oraciones largas y complicadas; tampoco las oraciones que se leen de un libro o se recitan como una rima, como si la selección de palabras fuera lo importante. El salmista dijo: “Delante de él derramen ustedes su corazón”. (Salmo 62:8.) ¿Tienes alguna debilidad que constantemente tratas de vencer, pero que sigue presentándose? ¿Hay algún problema familiar que te cause mucha infelicidad? Estos son asuntos sobre los cuales puedes „derramar tu corazón‟ a Jehová en busca de ayuda divina. w06 1/6 pág. 11 Puntos sobresalientes del libro segundo de los Salmos 62:11. Dios no tiene que depender de ninguna fuente externa de energía. Él es la fuente del poder. “La fuerza [le] pertenece” a él. w05 1/1 pág. 26 Proteja a sus hijos mediante la sabiduría divina Las oraciones de los padres también causan una honda impresión en sus hijos. Escuchar que sus padres se acercan humildemente a Dios para pedir su ayuda y perdón motiva al hijo a “creer que él existe” (Hebreos 11:6). Muchos padres que han tenido éxito en su labor destacan la importancia de las oraciones familiares, entre ellas las que incluyen asuntos relacionados con la escuela y otras cosas que preocupan a sus hijos. Un padre explicó que su esposa siempre ora con los niños antes de que se vayan a la escuela (Salmo 62:8; 112:7). w93 1/8 pág. 12 párrs. 11-12 Evitemos el lazo de la avidez La avidez de dinero o de los objetos que se pueden adquirir con él suele venir camuflada. Tal vez se presente un proyecto para hacerse rico rápidamente, quizás una oportunidad única en la vida de conseguir seguridad económica realizando una inversión arriesgada. O puede que nos veamos tentados a ganar dinero con negocios dudosos o hasta ilegales. Sí, este deseo codicioso puede dominarnos y convertirse en un lazo. (Salmo 62:10; Proverbios 11:1; 20:10.) Algunos miembros de la congregación cristiana han emprendido un negocio propio con la idea de que sus hermanos, que confían en ellos, sean los principales clientes. Si su objetivo no es tan solo ofrecer un producto o servicio necesario efectuando “trabajo duro, haciendo con las manos lo que sea buen trabajo”, sino ganar dinero en poco tiempo a costa de sus compañeros cristianos, entonces están obrando con avidez. (Efesios 4:28; Proverbios 20:21; 31:17-19, 24; 2 Tesalonicenses 3:8-12.) La avidez de dinero ha llevado a algunos a participar en rifas, sorteos o loterías. Otros, dejando a un lado la empatía y el espíritu razonable, se han apresurado a poner demandas con la esperanza de conseguir una gran suma por daños y perjuicios o de acordar una compensación económica. Es apropiado hacerse un examen de conciencia en los citados campos a fin de ver si nos está afectando la avidez. Aunque así fuese, podemos cambiar. Recuerde que Zaqueo cambió. (Lucas 19:1-10.) Si alguien descubre que tiene problemas con la avidez de riqueza y posesiones, debe tener la misma determinación que Zaqueo de escapar de la trampa. (Jeremías 17:9.) w86 15/10 pág. 30 Espere en Jehová David estaba contento con „esperar en silencio‟ para que Dios obrara a favor de él. (Salmo 62:1-7.) Habiéndose sometido a la voluntad de Jehová, se sentía seguro y en silencio tenía confianza en Dios. Si tenemos esa misma confianza en Jehová, “la paz de Dios” guardará nuestro corazón y nuestras facultades mentales mientras esperamos liberación divina de los enemigos y de las tribulaciones. (Filipenses 4:6, 7; Salmo 33:20.) w84 1/8 pág. 16 párr. 19 Cuando enseñe, llegue al corazón Además, uno no puede realmente llegar a conocer a alguien bien sin que haya alguna clase de comunicación. De igual modo, el estudiante no puede disfrutar de una relación íntima con Jehová si no se comunica con él. Porque usted comprende esto, enseñe al estudiante a orar. Ayúdele a ver la amplia variedad de asuntos que son temas apropiados sobre los cuales orar (1 Juan 5:14). Edifique en él aprecio por Jehová como Aquel que oye y contesta las oraciones (Salmo 65:2). Anímelo a expresar sus sentimientos más recónditos, a „derramar su corazón‟ a Jehová. (Salmo 62:8.) Capítulo 63 ¿Por qué es la bondad amorosa de Dios “mejor que la vida”? (Salmo 63:3) w01 15/10 págs. 15-16 párr. 17 ¿Quién nos separará del amor de Dios? ¿Cuánto valoramos el amor de Dios? ¿Opinamos como David, que escribió: “Porque tu bondad amorosa es mejor que la vida, mis propios labios te encomiarán. Así te bendeciré durante el transcurso de mi vida; en tu nombre levantaré las palmas de mis manos”? (Salmo 63:3, 4.) ¿Ofrece la vida en este mundo algo mejor que disfrutar del amor de Dios y de su noble amistad? Por ejemplo, ¿es mejor luchar por una profesión lucrativa que gozar de paz mental y felicidad gracias a una relación estrecha con Dios? (Lucas 12:15.) Algunos cristianos se han enfrentado a la disyuntiva de renunciar a Jehová o arrostrar la muerte, como muchos de los testigos de Jehová internados en los campos de concentración nazis de la segunda guerra mundial. Nuestros hermanos, con muy pocas excepciones, optaron por permanecer en el amor de Dios, dispuestos a morir. Quienes continúan leales en su amor pueden confiar en que recibirán de Dios un futuro eterno, porvenir que el mundo es incapaz de asegurarnos (Marcos 8:3436). Con todo, la vida eterna no es lo único que está implicado. be pág. 18 párr. 4 - pág. 19 párr. 1 Mejore su memoria Además de repasar lo que ha leído y hablar de ello, hallará provechoso reflexionar en las cuestiones importantes que haya aprendido, tal como hicieron los escritores bíblicos Asaf y David. El primero dijo: “Me acordaré de las prácticas de Jah; pues ciertamente me acordaré de tu maravilloso obrar de mucho tiempo atrás. Y ciertamente meditaré en toda tu actividad, y en tus tratos sí me interesaré intensamente” (Sal. 77:11, 12). De igual modo, David escribió: “Durante las vigilias de la noche medito en ti”. “He recordado días de mucho tiempo atrás; he meditado en toda tu actividad.” (Sal. 63:6; 143:5.) ¿Hace usted lo mismo? Reflexionar de forma profunda y detenida en torno a los actos, las cualidades y las expresiones de la voluntad de Jehová no solo le permitirá memorizar datos, sino que, además, tal hábito grabará información crucial en su corazón y moldeará su ser interior. Los recuerdos que se formen constituirán sus pensamientos más íntimos (Sal. 119:16). be pág. 24 párr. 3 Aplíquese a la lectura No obstante, si se trata de información más profunda, mejorará su rendimiento siguiendo otro método. Con respecto a la lectura de las Escrituras, Jehová aconsejó a Josué: “Este libro de la ley no debe apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en voz baja” (Jos. 1:8). Cuando reflexionamos, a menudo hablamos en susurros, por lo que el vocablo hebreo que se traduce por “leer [...] en voz baja” también se vierte „meditar‟ (Sal. 63:6; 77:12; 143:5). Meditar es pensar con detenimiento, sin apresurarse. La lectura meditativa logra que la Palabra de Dios nos cale más hondo. La Biblia contiene información muy valiosa para quienes desean andar en las sendas de Jehová, pues en sus páginas hallamos profecías, consejos, proverbios, poesías, expresiones de juicio divino, aspectos del propósito del Creador y numerosas experiencias de la vida real. Es muy provechoso, por tanto, leer las Escrituras de tal forma que se graben en la mente y el corazón. ip-2 cap. 2 pág. 23 párr. 14 Confortadoras palabras proféticas que nos conciernen En 1918 anhelaban conocer cuál era la voluntad de Jehová para ellos. Ansiaban ser liberados de su cautiverio espiritual. En la actualidad estamos deseosos de que se nos libere de las presiones a las que nos someten Satanás, el mundo y nuestra propia imperfección. Pero entendemos que Jehová sabe precisamente cuándo y cómo debe intervenir en favor de su pueblo. Como niños, nos asimos de su poderosa mano, con plena confianza en que nos ayudará (Salmo 63:7, 8). Jehová estima mucho a los que le sirven. Hoy apoya a su pueblo como lo hizo durante el difícil período de 19181919 y como apoyó a los israelitas fieles del pasado. w06 1/6 pág. 11 Puntos sobresalientes del libro segundo de los Salmos 63:3. La “bondad amorosa [de Dios] es mejor que la vida” porque sin ella la vida no tiene ningún sentido. El proceder sabio es cultivar una relación de amistad con Jehová. w78 15/10 pág. 4 ¿Qué valor tiene la vida para usted? El salmista tuvo presente un pensamiento similar cuando dijo que el amor leal de Jehová valía más para él que la vida misma. Por eso escribió: “Porque tu bondad amorosa es mejor que la vida, mis propios labios te encomiarán.” Su amistad con Dios significaba más para él que toda otra cosa, lo cual da a entender que para mantener el favor leal de Dios él estaba dispuesto a ceder la vida misma.—Sal. 63:3. Es verdaderamente sabio el que comprende que la vida actual debe ser tenida en más valor que cualesquier cosas materiales. Pero más sabio todavía es el que comprende que de valor aún mayor es la vida eterna que Dios ofrece a los que continúan en su favor. w77 15/8 págs. 485-486 ¿Por qué meditar? La meditación desempeña un papel esencial en mantenernos en excelente posición ante el Creador. Por lo tanto, como los salmistas inspirados, hacemos bien en utilizar ocasiones de quietud y soledad para meditar en las cualidades y actividades de Jehová Dios. Declaró el salmista David: “Cuando me he acordado de ti sobre mi canapé, durante las vigilias de la noche medito en ti. Porque tú has resultado ser de ayuda para mí, y en la sombra de tus alas clamo gozosamente.” (Sal. 63:6, 7) Otro salmista declaró: “Ciertamente meditaré en toda tu actividad, y en tus tratos sí me interesaré intensamente.”—Sal. 77:12. Todos los que desean ser siervos aprobados de Dios pudieran preguntarse: ¿Empleo tiempo yo, como los salmistas, en meditar en el Creador y su actividad? ¿Reflexiono con aprecio en lo que ha hecho para mí... al suministrar a su Hijo como rescate, abrir mi corazón para que respondiera a su verdad, ayudarme a hacer frente a los problemas cotidianos de la vida, darme una esperanza sólida para el futuro, y mucho más? ¿Pienso en sus tratos del pasado con la humanidad y en la manera en que demostró amor, misericordia, justicia, sabiduría y tantas otras cualidades admirables? Esa meditación sana puede profundizar el amor que le tenemos a Jehová Dios. Por consiguiente, nuestra relación será como la de un niño que ama a su padre y confía en él y quiere agradarle. Nuestra relación con nuestro Padre celestial será personal, es decir, realmente lo conoceremos a él y a su Hijo dado por Él a favor nuestro. Cuando esto suceda, será una imposibilidad el que nos hagamos practicantes voluntarios del pecado. El apóstol Juan señaló esto cuando escribió tocante al efecto de conocer y de no conocer a Jesucristo: “Todo el que permanece en unión con él no practica pecado; nadie que practica pecado lo ha visto ni ha llegado a conocerlo.”—1 Juan 3:6. w04 15/7 pág. 12 párr. 11 ¿Nos deleitamos en “la ley de Jehová”? “El esclavo fiel y discreto” nos ha animado a leer la Biblia a diario (Mateo 24:45). El intenso deseo de familiarizarnos mejor con el mensaje de Dios a la humanidad debería impulsarnos a leerla “día y noche”, sí, hasta cuando no podamos conciliar el sueño por algún motivo. “Como criaturas recién nacidas —exhortó Pedro—, desarrollen el anhelo por la leche no adulterada que pertenece a la palabra, para que mediante ella crezcan a la salvación.” (1 Pedro 2:1, 2.) ¿Nos deleita leer la Palabra de Dios de día y meditar en ella y en el propósito divino de noche? El salmista nos puso el modelo (Salmo 63:6). w00 15/1 pág. 24 Cultivemos una relación íntima con Jehová La oración también es una manera importante de tomar en cuenta a Jehová. El rey David no dejaba de clamar a él “todo el día” (Salmo 86:3). Muchas veces se pasó la noche orando, como cuando vivía fugitivo en el desierto (Salmo 63:6, 7). “[Ocúpense] en orar en toda ocasión en espíritu”, fue la exhortación del apóstol Pablo (Efesios 6:18). ¿Con cuánta frecuencia oramos? ¿Nos alegra tener una comunicación sincera con Dios? ¿Le solicitamos ayuda cuando nos encaramos a situaciones difíciles? ¿Buscamos su guía en oración antes de tomar decisiones importantes? Las oraciones sinceras que ofrecemos a Jehová nos granjean su cariño. Y tenemos la seguridad de que las escuchará y „hará derechas nuestras sendas‟. w06 1/6 pág. 11 Puntos sobresalientes del libro segundo de los Salmos 63:6. La noche —cuando todo está en silencio y no hay distracciones— puede ser un momento propicio para meditar. w86 15/10 pág. 30 Espere en Jehová ♦ 63:3—¿En qué sentido es la bondad amorosa de Dios “mejor que la vida”? El que se aparta de Dios carece de verdadero propósito en la vida. Pero el amor leal que Jehová le manifestó a David le dio verdadero propósito a su vida. La intimidad con Dios siempre hace que la vida de sus siervos aprobados sea significativa, les asegura la ayuda y guía divina y les permite mirar al futuro hacia una vida eterna en felicidad. Capítulo 64 w07 15/9 pág. 28 párr. 11 ¿De qué maneras practicamos la misericordia? Si damos buen uso a la lengua, demostramos que nos guía la sabiduría que está “llena de misericordia”. Ahora bien, si permitiéramos que la envidia o la rivalidad nos dominaran y nos llevaran a presumir de nuestros logros, decir mentiras o hacer comentarios malintencionados, ¿qué estaríamos dando a entender? Recordemos que “todos los practicantes de lo que es perjudicial siguen vanagloriándose” (Salmo 94:4). Y no olvidemos que quien cuenta chismes echa a perder el buen nombre de gente inocente (Salmo 64:2-4). Igualmente, el “testigo falso [que] lanza simples mentiras” causa daños gravísimos (Proverbios 14:5; 1 Reyes 21:7-13). Por eso, después de hablar del uso egoísta de la lengua, Santiago agrega: “No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera” (Santiago 3:10b). Como vemos, de la boca del misericordioso solo deberían salir palabras puras, pacíficas y razonables. Por su parte, Jesús hizo la siguiente advertencia: “De todo dicho ocioso que hablen los hombres rendirán cuenta en el Día del Juicio” (Mateo 12:36). En vista de este hecho, ¡qué importante es que todo lo que digamos refleje misericordia! w06 1/6 pág. 11 Puntos sobresalientes del libro segundo de los Salmos 64:2-4. El chisme puede dañar el buen nombre de una persona inocente. No debemos escuchar esa clase de habla ni esparcirla. w05 15/2 pág. 20 párr. 13 Protejamos nuestra identidad cristiana Demos a conocer que somos cristianos. La mejor defensa es un buen ataque: este dicho resulta cierto en la lucha por conservar la identidad cristiana. Cuando en tiempos de Esdras los israelitas fieles se enfrentaron a oposición al efectuar la voluntad de Jehová, dijeron: “Somos los siervos del Dios de los cielos y de la tierra” (Esdras 5:11). Si nos intimidan las reacciones y la crítica de los opositores, puede que nos paralicemos de miedo. Tratar de agradar a todo el mundo nos restará efectividad, así que no nos acobardemos. Lo mejor es decir a los demás que somos testigos de Jehová. Expongamos con respeto y firmeza cuáles son nuestros valores, creencias y postura cristiana. Es bueno que sepan que estamos decididos a atenernos a las altas normas de Jehová en asuntos de moralidad. Dejemos bien claro que la lealtad cristiana no admite concesiones, y demostremos que estamos orgullosos de nuestros valores (Salmo 64:10). Destacarnos por ser cristianos firmes puede fortalecernos, protegernos e incluso impulsar a otros a aprender acerca de Jehová y su pueblo. w03 1/3 pág. 16 párrs. 12-13 Confiemos en Jehová con todo el corazón En una ocasión, David oró: “Oye, oh Dios, mi voz en mi preocupación. De lo pavoroso del enemigo quieras salvaguardar mi vida. Quieras ocultarme del habla confidencial de los malhechores, del tumulto de los practicantes de nocividad, que han aguzado su lengua precisamente como una espada, que han apuntado su flecha, discurso amargo, para disparar desde lugares ocultos contra alguien exento de culpa” (Salmo 64:1-4). No sabemos con seguridad qué impulsó a David a escribir estas palabras, pero lo que sí sabemos es que hoy día los adversarios también „aguzan la lengua‟ y la utilizan como si fuera un arma de guerra. „Disparan‟ a los inocentes cristianos „flechas‟ calumniadoras que los representan en falsos colores. ¿Cuál será el resultado si confiamos en Jehová sin reservas? David pasa a decir: “Repentinamente Dios disparará contra ellos con una flecha. Heridas les han resultado, y hacen que se tropiece. Pero su lengua está en contra de ellos mismos. [...] Y el justo se regocijará en Jehová y verdaderamente se refugiará en él” (Salmo 64:7-10). Así es, aunque los enemigos afilen la lengua para usarla contra nosotros, al final „se volverá en contra de ellos mismos‟. Jehová hará que, a la larga, los asuntos tengan un final feliz, de modo que quienes han cifrado en él su confianza se regocijarán en él. w92 15/8 pág. 11 párrs. 6-7 Sigan edificándose unos a otros Otra manera de aplicar Efesios 4:29 es evitando ser demasiado criticones. Es cierto que todos tenemos opiniones y preferencias personales en cuanto a lo que no nos gusta o no consideramos aceptable, pero ¿ha estado usted con alguien que parece tener algo negativo —o muchas cosas negativas— que decir sobre cualquier persona, lugar o cosa que se mencione? (Compárese con Romanos 12:9; Hebreos 1:9.) Esa clase de habla derrumba, deprime o destruye. (Salmo 10:7; 64:24; Proverbios 16:27; Santiago 4:11, 12.) Puede que esa persona no se dé cuenta de lo mucho que se asemeja a los criticones que describió Malaquías. (Malaquías 3:13-15.) ¡Qué sorpresa le causaría si alguien que estuviera a su lado le dijera que de su boca está saliendo una fruta echada a perder o un pescado podrido! Aunque es fácil darse cuenta de que otra persona constantemente hace comentarios negativos o críticos, pregúntese: „¿Tiendo yo a hacer eso? Francamente, ¿lo hago?‟. Sería prudente que de vez en cuando reflexionáramos sobre el espíritu que hay tras nuestras palabras. ¿Suelen ser negativas, encierran crítica? ¿Nos expresamos como los tres falsos consoladores de Job? (Job 2:11; 13:4, 5; 16:2; 19:2.) ¿Podríamos decir algo positivo? Si notamos que la conversación en general es negativa, ¿por qué no cambiamos el tema y hacemos comentarios edificantes? w89 15/10 págs. 13-14 párrs. 19-20 ¡Cuidado con el dañino chismear! Una razón más para no esparcir dañino chisme es que el chismear puede ser asesino. Sí, puede ser mortífero, por destruir la buena reputación de algún inocente. Hay lenguas que son como „espadas agudas‟, y las palabras amargas son como flechas disparadas en una emboscada contra alguien exento de culpa. David oró: “Quieras ocultarme [Jehová] del habla confidencial de los malhechores, del tumulto de los practicantes de nocividad, que han aguzado su lengua precisamente como una espada, que han apuntado su flecha, discurso amargo, para disparar desde lugares ocultos contra alguien exento de culpa”. (Salmo 64:2-4.) ¿Quisiera usted ser responsable de decir cosas tan malas de su prójimo que este se sintiera impelido a orar a Dios por alivio, como lo hizo el salmista? ¿Quisiera ser culpable de lo que equivale a asesinato? El calumniar puede llevar a expulsión de la organización de Dios: uno pudiera ser expulsado por ser mentiroso impenitente. Capítulo 65 es11 pág. 38 Abril Martes 5 de abril Oh Oidor de la oración, aun a ti vendrá gente de toda carne (Sal. 65:2). El Creador jamás hace oídos sordos a las súplicas de sus siervos fieles. Podemos estar seguros de que él nos escucha. Es más, aun si millones de testigos de Jehová le oraran a la vez, ninguno de ellos encontraría, por así decirlo, la línea ocupada. Si queremos que Jehová nos responda, debemos acercarnos a él con humildad (Sal. 138:6). Hemos de pedirle que examine nuestro interior, tal como hizo David con estas palabras: “Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso, y guíame en el camino de tiempo indefinido” (Sal. 139:23, 24). Sin embargo, además de orar, debemos aceptar la dirección de Dios y los consejos de su Palabra. Recordemos que él puede guiarnos en “el camino de tiempo indefinido”, es decir, ayudarnos a vivir de tal forma que alcancemos la vida eterna. w09 15/11 1:1-3 rs pág. 270 Oración ¿Las oraciones de quiénes está dispuesto a oír Dios? Sal. 65:2; Hech. 10:34, 35: “Oh Oidor de la oración, aun a ti vendrá gente de toda carne.” “Dios no es parcial, sino que en toda nación el que le teme y obra justicia le es acepto.” (La nacionalidad, el color de la piel o las circunstancias económicas de uno no tienen nada que ver con el asunto. Pero sí tienen que ver las motivaciones del corazón y el modo de vivir de uno.) ws cap. 21 pág. 175 párr. 9 Restaurado el jardín de Edén... por toda la Tierra La belleza y abundancia de ese jardín de Edén que se extenderá por toda la Tierra está más allá de lo que podemos imaginar. Pero la Biblia ciertamente nos da una descripción profética de él en el Salmo 65, dirigido a Dios. En parte, este salmo dice: “Has dirigido tu atención a la tierra, para darle abundancia; la enriqueces muchísimo. La corriente desde Dios está llena de agua. Tú preparas el grano de ellos, porque así es como preparas la tierra”. ¡No habrá sequías entonces, sino, más bien, “chaparrones copiosos”! (Salmo 65:1, 9-13.) Habrá abundancia de alimento para todos los habitantes de la Tierra. bt cap. 10 pág. 79 párr. 9 “La palabra de Jehová siguió creciendo” ¿Conocemos a alguien que esté pasando por situaciones muy duras, como persecuciones, proscripciones o desastres naturales? Si así es, incluyámoslo en nuestras peticiones. Lo mismo podemos hacer por quien afronte dificultades menos llamativas, como problemas familiares, momentos de desánimo o pruebas de fe. Si meditamos un instante, de seguro recordaremos hermanos por los que podemos rogar a Jehová, el “Oidor de la oración” (Sal. 65:2). ¿No es cierto que a nosotros también nos gustaría que los demás oraran a favor nuestro si nos llegaran malos tiempos? w10 1/10 pág. 5 2 ¿A quién orar? Pero ¿manda la Biblia orar a Jesús, a María, a los santos o a los ángeles? No, solo se debe orar a Jehová. Veamos dos razones. Primero, porque la oración es una forma de adoración y, según las Escrituras, debemos adorar solamente a Jehová (Éxodo 20:5). Segundo, porque él es el “Oidor de la oración” (Salmo 65:2). En efecto, aunque ha delegado muchas de sus responsabilidades, hay una que no ha cedido a nadie: escuchar nuestras oraciones. w97 1/7 pág. 30 ¿Es usted amigo de Dios? Lo que revelan sus oraciones La amistad con Jehová es, efectivamente, un don precioso. Que siempre demostremos cuánto lo agradecemos haciendo nuestras oraciones aún más íntimas, sinceras y personales. Así disfrutaremos de la felicidad a la que se refería el salmista cuando dijo: “Feliz es aquel a quien tú escoges y haces que se acerque”. (Salmo 65:4.) w75 15/7 pág. 444 párr. 20 Cómo se beneficia uno de seguir tras la devoción piadosa Siempre tenemos que permanecer alerta para que este mundo y sus actitudes, punto de vista material y caminos no corroigan nuestro contentamiento. Por eso es bueno tomar tiempo para reflexionar con aprecio sobre la gran ganancia que hemos recibido desde que comenzamos a seguir tras la devoción piadosa. Sea nuestra actitud acerca de haber obtenido una relación aprobada con Dios como la del salmista: “Feliz es aquel a quien tú escoges y haces que se acerque, para que resida en tus patios. Ciertamente quedará satisfecho con lo bueno de tu casa, el lugar santo de tu templo.” (Sal. 65:4) ¡Qué tonto sería ceder esto debido a que algo no salga como queramos! Capítulo 66 w08 15/2 pág. 3 párr. 4 Tengamos siempre presente a Jehová Si tenemos siempre presente a Jehová, él contestará nuestras oraciones (Sal. 65:2; 66:19). Una prueba de ello es el caso del siervo de mayor edad de Abrahán, quien seguramente era Eliezer. Este hombre viajó a Mesopotamia por orden de su amo en busca de una esposa para Isaac, una mujer que sirviera a Jehová. Acudió a Dios, le pidió ayuda y, al ver que Rebeca se ofrecía para dar de beber a sus camellos, supo reconocer la respuesta divina. Debido a que era un hombre de oración, encontró a la que llegaría a ser la amada esposa de Isaac (Gén. 24:12-14, 67). Aunque no estemos en una misión especial, como lo estuvo el siervo de Abrahán, ¿no deberíamos tener esa misma confianza en que Jehová contestará nuestras oraciones? w07 15/5 pág. 19 “Tus planes serán firmemente establecidos” El temor de Dios nace en nuestro corazón como resultado de la admiración y el respeto que sentimos por su imponente poder. ¡Tan solo piense en el poder que se refleja en su creación! El patriarca Job corrigió su modo de pensar cuando se le recordó cómo se manifestó el poder divino en la creación (Job 42:1-6). ¿No nos sentimos igual al leer y meditar sobre la relación de Jehová con su pueblo, tal como se describe en la Biblia? El salmista cantó: “Vengan y vean las actividades de Dios. Su trato con los hijos de los hombres es inspirador de temor” (Salmo 66:5). Jamás demos por sentada la bondad amorosa de Jehová. Cuando los israelitas “se rebelaron e hicieron que su espíritu santo se sintiera herido [...,] él fue cambiado en enemigo de ellos; él mismo guerreó contra ellos” (Isaías 63:10). En cambio, “cuando Jehová se complace en los caminos de un hombre, hace que hasta los enemigos mismos de este estén en paz con él” (Proverbios 16:7). ¡Cuánto nos protege el temor de Jehová! w04 1/6 pág. 14 párrs. 1-2 Dichosos los que dan gloria a Dios Jehová merece la alabanza de toda su creación. A diferencia de la creación inanimada, que le da gloria en silencio, los seres humanos estamos dotados de la capacidad de razonar, comprender, agradecer y adorar. Por lo tanto, el salmista se dirige a nosotros diciendo: “Griten en triunfo a Dios, gentes de toda la tierra. Celebren con melodía la gloria de su nombre. Hagan gloriosa la alabanza de él” (Salmo 66:1, 2). La mayoría de la humanidad no quiere reconocer a Dios ni glorificarlo. Sin embargo, en 235 países, más de seis millones de testigos de Jehová demuestran que ven Sus “cualidades invisibles” por las cosas hechas y que han „oído‟ el testimonio mudo de la creación (Romanos 1:20; Salmo 19:2, 3). Gracias al estudio de la Biblia, han llegado asimismo a conocer y amar a Jehová. w95 15/3 pág. 15 párr. 19 Aprendamos a disfrutar del temor de Jehová En las reuniones también estudiamos relatos de cómo Jehová libertó a su pueblo en el pasado. (2 Samuel 7:23.) Al estudiar el libro bíblico de Revelación con la ayuda del libro Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!, nos enteramos de visiones proféticas que ya se han cumplido en el siglo XX y de sucesos imponentes que están por venir. Respecto a estos actos de Dios, Salmo 66:5 dice: “Vengan y vean las actividades de Dios. Su trato con los hijos de los hombres es inspirador de temor”. Sí, estos actos de Dios, vistos en su debida perspectiva, inculcan en nuestro corazón un temor o profunda reverencia a Jehová. Así podemos comprender cómo Jehová cumple su promesa: “Pondré en su corazón el temor de mí para que no se desvíen de mí”. (Jeremías 32:40.) w87 15/6 págs. 10-11 párrs. 3-4 Un tiempo de pruebas y zarandeos Pero, en primer lugar, ¿por qué expone Jehová a su pueblo a pruebas y zarandeos? Como “examinador de los corazones”, se ha propuesto refinar a su pueblo organizado. (Proverbios 17:3; Salmo 66:10.) En los tiempos bíblicos el proceso de refinar envolvía calentar un metal hasta el punto de fusión y entonces eliminar de la superficie las impurezas, o la escoria. Leemos: “El refinador observa la operación, de pie o sentado, con la mayor solicitud, hasta [...] que el metal [líquido] tiene la apariencia de un espejo bien pulido, que refleja todo objeto a su alrededor; hasta el refinador, al mirar la masa de metal, quizás se vea como en un espejo, y así puede formar un juicio muy exacto de la pureza del metal. Si el refinador queda satisfecho, se aparta el fuego, y se remueve del horno el metal; pero si no se considera puro el metal, se añade más plomo y se repite el proceso”. (Cyclopedia of Biblical Theological, and Ecclesiastical Literature, por J. McClintock y J. Strong.) El oro (o la plata) así refinado era más estimable. (Compárese con Revelación 3:18.) Jehová permite las pruebas y los zarandeos para refinar —o purificar— a su pueblo, como ayuda para que reflejen con mayor exactitud su imagen. (Efesios 5:1.) En el proceso de refinación él elimina la escoria al quitar las enseñanzas y prácticas inmundas. (Isaías 1:25.) También saca por zarandeo de entre su pueblo a los que rehúsan someterse al proceso de refinación y a los que “hacen tropezar, y a los que cometen desafuero”. Esto abre el camino para que “los hijos del reino”, los israelitas espirituales, brillen esplendorosamente de modo que una clase terrestre también pueda ser recogida y se apegue a ellos como organización para sobrevivir. (Mateo 13:38, 41, 43; Filipenses 2:15.) patriarca Job corrigió su modo de pensar cuando se le recordó cómo se manifestó el poder divino en la creación (Job 42:1-6). ¿No nos sentimos igual al leer y meditar sobre la relación de Jehová con su pueblo, tal como se describe en la Biblia? El salmista cantó: “Vengan y vean las actividades de Dios. Su trato con los hijos de los hombres es inspirador de temor” (Salmo 66:5). Jamás demos por sentada la bondad amorosa de Jehová. Cuando los israelitas “se rebelaron e hicieron que su espíritu santo se sintiera herido [...,] él fue cambiado en enemigo de ellos; él mismo guerreó contra ellos” (Isaías 63:10). En cambio, “cuando Jehová se complace en los caminos de un hombre, hace que hasta los enemigos mismos de este estén en paz con él” (Proverbios 16:7). ¡Cuánto nos protege el temor de Jehová! jr cap. 7 págs. 82-83 párr. 6 “Saturaré al alma cansada” Si nos hallamos bajo la presión de vecinos, condiscípulos, compañeros de trabajo o hasta familiares, nos animará saber qué hizo Jehová a favor de Jeremías. “Voy a dirigir mi atención a” los hombres de Anatot, sentenció (léase Jeremías 11:22, 23). Sin duda, saber que Dios tomaría cartas en el asunto contribuyó a que el profeta superara el desánimo que pudiera haberlo invadido. La “atención” de Dios significaría que vendría una “calamidad w08 15/2 pág. 3 párr. 4 Tengamos siempre presente a Jehová Si tenemos siempre presente a Jehová, él contestará nuestras oraciones (Sal. 65:2; 66:19). Una prueba de ello es el caso del siervo de mayor edad de Abrahán, quien seguramente era Eliezer. Este hombre viajó a Mesopotamia por orden de su amo en busca de una esposa para Isaac, una mujer que sirviera a Jehová. Acudió a Dios, le pidió ayuda y, al ver que Rebeca se ofrecía para dar de beber a sus camellos, supo reconocer la respuesta divina. Debido a que era un hombre de oración, encontró a la que llegaría a ser la amada esposa de Isaac (Gén. 24:12-14, 67). Aunque no estemos en una misión especial, como lo estuvo el siervo de Abrahán, ¿no deberíamos tener esa misma confianza en que Jehová contestará nuestras oraciones? w04 1/6 pág. 14 párrs. 1-2 Dichosos los que dan gloria a Dios Jehová merece la alabanza de toda su creación. A diferencia de la creación inanimada, que le da gloria en silencio, los seres humanos estamos dotados de la capacidad de razonar, comprender, agradecer y adorar. Por lo tanto, el salmista se dirige a nosotros diciendo: “Griten en triunfo a Dios, gentes de toda la tierra. Celebren con melodía la gloria de su nombre. Hagan gloriosa la alabanza de él” (Salmo 66:1, 2). La mayoría de la humanidad no quiere reconocer a Dios ni glorificarlo. Sin embargo, en 235 países, más de seis millones de testigos de Jehová demuestran que ven Sus “cualidades invisibles” por las cosas hechas y que han „oído‟ el testimonio mudo de la creación (Romanos 1:20; Salmo 19:2, 3). Gracias al estudio de la Biblia, han llegado asimismo a conocer y amar a Jehová. w07 15/5 pág. 19 “Tus planes serán firmemente establecidos” El temor de Dios nace en nuestro corazón como resultado de la admiración y el respeto que sentimos por su imponente poder. ¡Tan solo piense en el poder que se refleja en su creación! El w95 15/3 pág. 15 párr. 19 Aprendamos a disfrutar del temor de Jehová En las reuniones también estudiamos relatos de cómo Jehová libertó a su pueblo en el pasado. (2 Samuel 7:23.) Al estudiar el libro bíblico de Revelación con la ayuda del libro Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!, nos enteramos de visiones proféticas que ya se han cumplido en el siglo XX y de sucesos imponentes que están por venir. Respecto a estos actos de Dios, Salmo 66:5 dice: “Vengan y vean las actividades de Dios. Su trato con los hijos de los hombres es inspirador de temor”. Sí, estos actos de Dios, vistos en su debida perspectiva, inculcan en nuestro corazón un temor o profunda reverencia a Jehová. Así podemos comprender cómo Jehová cumple su promesa: “Pondré en su corazón el temor de mí para que no se desvíen de mí”. (Jeremías 32:40.) w87 15/6 págs. 10-11 párrs. 3-4 Un tiempo de pruebas y zarandeos Pero, en primer lugar, ¿por qué expone Jehová a su pueblo a pruebas y zarandeos? Como “examinador de los corazones”, se ha propuesto refinar a su pueblo organizado. (Proverbios 17:3; Salmo 66:10.) En los tiempos bíblicos el proceso de refinar envolvía calentar un metal hasta el punto de fusión y entonces eliminar de la superficie las impurezas, o la escoria. Leemos: “El refinador observa la operación, de pie o sentado, con la mayor solicitud, hasta [...] que el metal [líquido] tiene la apariencia de un espejo bien pulido, que refleja todo objeto a su alrededor; hasta el refinador, al mirar la masa de metal, quizás se vea como en un espejo, y así puede formar un juicio muy exacto de la pureza del metal. Si el refinador queda satisfecho, se aparta el fuego, y se remueve del horno el metal; pero si no se considera puro el metal, se añade más plomo y se repite el proceso”. (Cyclopedia of Biblical Theological, and Ecclesiastical Literature, por J. McClintock y J. Strong.) El oro (o la plata) así refinado era más estimable. (Compárese con Revelación 3:18.) Jehová permite las pruebas y los zarandeos para refinar —o purificar— a su pueblo, como ayuda para que reflejen con mayor exactitud su imagen. (Efesios 5:1.) En el proceso de refinación él elimina la escoria al quitar las enseñanzas y prácticas inmundas. (Isaías 1:25.) También saca por zarandeo de entre su pueblo a los que rehúsan someterse al proceso de refinación y a los que “hacen tropezar, y a los que cometen desafuero”. Esto abre el camino para que “los hijos del reino”, los israelitas espirituales, brillen esplendorosamente de modo que una clase terrestre también pueda ser recogida y se apegue a ellos como organización para sobrevivir. (Mateo 13:38, 41, 43; Filipenses 2:15.) jr cap. 7 págs. 82-83 párr. 6 “Saturaré al alma cansada” Si nos hallamos bajo la presión de vecinos, condiscípulos, compañeros de trabajo o hasta familiares, nos animará saber qué hizo Jehová a favor de Jeremías. “Voy a dirigir mi atención a” los hombres de Anatot, sentenció (léase Jeremías 11:22, 23). Sin duda, saber que Dios tomaría cartas en el asunto contribuyó a que el profeta superara el desánimo que pudiera haberlo invadido. La “atención” de Dios significaría que vendría una “calamidad sobre los hombres de Anatot”, y así fue. Nosotros podemos sentirnos tranquilos sabiendo que Jehová presta atención a todas las cosas y actúa al debido tiempo (Sal. 11:4; 66:7). Capítulo 67 km 6/87 pág. 4 párr. 9 ¿Desea usted conducir un estudio bíblico? Si usted en verdad desea conducir un estudio bíblico, esfuércese sinceramente y pida la ayuda de Jehová. Al participar regularmente en el ministerio de casa en casa, busque oportunidades para comenzar estudios bíblicos en su visita inicial. Visite de nuevo a las personas que muestren interés. Sea discernidor, entusiasta y positivo. La promesa inspirada es segura cuando dice: “Dios mismo nos mostrará favor y nos bendecirá [...] para que tu camino sea conocido en la tierra”. (Sal. 67:1, 2.) Capítulo 68 es11 pág. 110 Noviembre Martes 8 de noviembre Las mujeres que anuncian las buenas nuevas son un ejército grande (Sal. 68:11). Al participar de lleno en el ministerio cristiano, aun a costa de sacrificios personales, las hermanas demuestran que tienen en alta estima el papel que desempeñan en la congregación. Pablo le escribió estas palabras a Tito: “Que las mujeres de edad sean reverentes en su comportamiento, [...] maestras de lo que es bueno; para que hagan recobrar el juicio a las mujeres jóvenes para que estas amen a sus esposos, amen a sus hijos, sean de juicio sano, castas, trabajadoras en casa, buenas, sujetas a sus propios esposos, para que no se hable injuriosamente de la palabra de Dios” (Tito 2:3-5). Como vemos, las cristianas maduras ejercen una influencia muy positiva. Ellas respetan a los hermanos que dirigen la congregación, y además toman buenas decisiones en asuntos tales como el entretenimiento y la manera de vestirse y arreglarse. De este modo dan un magnífico ejemplo y demuestran que valoran su lugar en la congregación. w09 15/11 3:13, 14 es12 pág. 13 Enero Sábado 21 de enero Las mujeres que anuncian las buenas nuevas son un ejército grande (Sal. 68:11). Las mujeres desempeñaron un papel clave en la expansión del cristianismo durante el siglo primero. Proclamaron las buenas nuevas del Reino de Dios y realizaron otras labores relacionadas con dicha obra (Luc. 8:1-3). Por ejemplo, en la carta a los Romanos, el apóstol Pablo habla de Febe y la llama “ministra de la congregación que está en Cencreas”. Además, al enviar saludos a sus fieles colaboradores, menciona a otras cristianas, entre ellas a “Trifena y a Trifosa, mujeres que están trabajando con ahínco en el Señor”. Y luego añade: “Saluden a Pérsida nuestra amada, porque ella realizó muchas labores en el Señor” (Rom. 16:1, 12). Entre los más de siete millones de proclamadores que anuncian las buenas nuevas en la actualidad, hay un gran número de mujeres de todas las edades (Mat. 24:14). Muchas de ellas son evangelizadoras de tiempo completo, misioneras y betelitas. Como vemos, Dios valora profundamente el papel que desempeñan sus siervas en la predicación de las buenas nuevas y el cumplimiento de su propósito. w10 15/5 2:14, 15 km 8/09 pág. 4 párr. 9 Predicar a los varones: una importante labor que cumplir Si a los varones que responden al mensaje del Reino se les prepara para que alcancen privilegios en el servicio a Jehová, pueden convertirse en “dádivas en hombres”: ancianos cristianos que utilizan sus habilidades y talentos para el beneficio de las congregaciones (Efe. 4:8; Sal. 68:18). Serán hombres que pastoreen al rebaño con alegría y empeño (1 Ped. 5:2, 3). ¡Qué gran bendición pueden llegar a ser para la entera asociación de hermanos! g 12/07 pág. 9 ¿Acaba todo con la muerte? No obstante, al revelarnos la verdad sobre el estado de los muertos, la Biblia disipa el temor irracional ante la muerte. No hay razón para temer que los demonios nos atormenten en un infierno de fuego, ni para temer a un reino sombrío y fantasmal donde las almas vaguen sin descanso, ni para temer que lo único que el futuro nos reserve sea la inexistencia eterna. ¿Por qué? Porque la memoria de Dios es infinita, y él promete devolver la vida aquí en la Tierra a todos los muertos que se hallen en su memoria. La Biblia nos garantiza esta promesa al decir: “El Dios verdadero es para nosotros un Dios de hechos salvadores; y a Jehová el Señor Soberano pertenecen los caminos de salir de la muerte” (Salmo 68:20). g91 22/4 pág. 10 Cómo ayudar a las víctimas del divorcio ¿Y usted? ¿Podría ser como un hermano, una hermana, una madre, un padre, un abuelo o una abuela para algunos hijos de padres divorciados? Es muy probable que no se lo pidan, pero eso no significa que no le necesiten. Por supuesto, nadie puede jamás desempeñar todas las funciones de una familia intacta, pero sí podemos ser amigos comprensivos y buenos oyentes. También podemos ayudar al joven o la joven para que tenga una mejor relación con nuestro Creador: el verdadero “padre de huérfanos de padre” y el mejor Amigo que se pudiera pedir. (Salmo 68:5.) g77 8/12 págs. 25-26 Graduandos de Galaad reciben consejo sobre el éxito La cualidad de compasión fue subrayada por Ulysses Glass. Hizo notar la manera compasiva en que Jehová habló acerca de las viudas y huérfanos de padre, en Éxodo 22:22-24. Dios dijo: “No deben ustedes afligir a viuda alguna ni a un huérfano de padre.” Les dijo que si los afligieran él los destruiría a ellos, y entonces “sus esposas tendrán que quedar viudas y sus hijos huérfanos de padre.” Jehová mismo llegará a ser “padre de huérfanos de padre y juez de viudas.”—Sal. 68:5. Pablo se refirió a sí mismo como un padre en sentido espiritual de aquellos que en un tiempo estaban alejados de Dios pero a quienes él llevó las “buenas nuevas.” Considerado en este sentido, hay millones de personas por todo el mundo que son huérfanos de padre, pues no conocen a Jehová ni sus propósitos. Glass les dijo a los graduandos que ellos podrían mostrar misericordia a estos “huérfanos de padre” en sentido espiritual, y ayudarlos a conocer a Jehová y hacer que él llegara a ser su padre. Adicionalmente Glass aplicó en este sentido el texto de Santiago 1:27: “La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es ésta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación.” w10 1/12 pág. 23 No olvidemos a las madres que crían solas a sus hijos Por medio de su espíritu santo, Jehová hizo que algunos israelitas compusieran salmos, es decir, canciones sagradas de alabanza a Dios. ¿Cómo se sentirían las viudas y los huérfanos al entonar las letras? Seguro que muy felices, pues estas les recordaban que Jehová era para ellos un “padre” y un “juez” que los protegería (Salmo 68:5; 146:9). Nosotros también podemos brindar palabras de aliento a las madres solas, palabras que tal vez permanezcan años en su memoria. Así le sucedió a Ruth. Ella atesora unas palabras que le dirigió veinte años atrás un cristiano con mucha experiencia como padre. Él le dijo: “Sé que te estás desviviendo por criar a tus dos hijos. Vas bien, sigue así”. Ruth cuenta: “De verdad me llegó al corazón que me dijera aquello”. Y es que, como dice la Biblia, “las palabras que brindan consuelo son la mejor medicina” (Proverbios 15:4, Traducción en lenguaje actual). Así pues, ¿hay algo sincero y animador que podamos decirle a alguna madre que esté en esta situación? w06 1/5 pág. 14 ¡No tenga miedo! Jehová está con usted El salmista David escribió: “El Dios verdadero es para nosotros un Dios de hechos salvadores” (Salmo 68:20). En repetidas ocasiones, Jehová ha demostrado que es capaz de salvar a su pueblo, ya sea librándolo de situaciones peligrosas o dándole las fuerzas necesarias para aguantar (Salmo 34:17; Daniel 6:22; 1 Corintios 10:13). ¿Cuántos de estos “hechos salvadores” recuerda usted de lo que ha aprendido en su estudio de la Biblia? Con la ayuda del Índice de las publicaciones Watch Tower, ¿por qué no investiga acontecimientos históricos como el diluvio universal de los días de Noé, la liberación de Lot y sus hijas de Sodoma y Gomorra, el éxodo de Egipto de los israelitas y su paso por el mar Rojo o el intento frustrado de Hamán de exterminar a los judíos? Leer estos emocionantes relatos y meditar en ellos fortalecerá su fe en que Jehová es un Dios de hechos salvadores, lo que, a su vez, le permitirá soportar las pruebas sin temor. w06 1/6 pág. 10 Puntos sobresalientes del libro segundo de los Salmos 68:13. ¿Por qué estaban “las alas de una paloma cubiertas de plata, y sus plumas remeras de oro verde amarillento”? Ciertas palomas de color gris azulado tienen un brillo iridiscente en algunas de sus plumas, lo que les da una apariencia metálica bajo la dorada luz del sol. David tal vez estaba asemejando a los victoriosos guerreros israelitas que venían de una batalla a una paloma como esa: con alas fuertes y apariencia brillante. Algunos biblistas han sugerido que pudiera ser una descripción de una obra de arte, un trofeo que fuera parte de un botín. De cualquier modo, David hacía referencia a las victorias que Jehová dio a su pueblo sobre sus enemigos. 68:18. ¿Quiénes eran los “dones en la forma de hombres”? Eran hombres que habían sido tomados cautivos durante la conquista de la Tierra Prometida. Con el tiempo, fueron asignados a ayudar a los levitas en sus labores (Esdras 8:20). 68:30. ¿Qué significa la petición de que se “reprend[a] a la bestia salvaje de las cañas”? Refiriéndose en sentido figurado a los enemigos del pueblo de Jehová como bestias salvajes, David pidió a Dios que los reprendiera, o sea, que no les permitiera usar su poder para causar daño. w86 15/10 pág. 30 Espere en Jehová ♦ 68:11—¿Quiénes constituyen el “ejército grande” de mujeres? Después que Jehová utilizó a los hombres de guerra de Israel para aniquilar al enemigo, las israelitas proclamaron las buenas nuevas de la victoria con música, cantos y danzas. (1 Samuel 18:6, 7; compárese con Éxodo 15:20, 21.) En obediencia al “dicho” o mandato de Dios, los israelitas pelearon contra las naciones enemigas de la Tierra Prometida y las vencieron. Esto le dio a las israelitas buenas nuevas que proclamar en las celebraciones de victorias. Hoy día, las ministras desempeñan un papel importante como proclamadoras del Reino al declarar las buenas nuevas respecto a los „dichos‟ de Jehová, que incluye el anunciar a las naciones el hecho de que pronto serán sojuzgadas por el Rey Mesiánico, Jesucristo. ¿QUÉ IDEAS DE LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA PUEDEN SERVIRME EN LA PREDICACIÓN? Lectura de la Biblia (4 mins. o menos): Sl 63:1-64:10 (Salmos 63:1-64:10) Oh Dios, tú eres mi Dios; sigo buscándote. Mi alma de veras tiene sed de ti. Por ti mi carne ha desmayado [de anhelo] en una tierra seca y agotada, donde no hay agua. 2 Así te he contemplado en el lugar santo, al ver tu fuerza y tu gloria. 3 Porque tu bondad amorosa es mejor que la vida, mis propios labios te encomiarán. 4 Así te bendeciré durante el transcurso de mi vida; en tu nombre levantaré las palmas de mis manos. 5 Como con la mejor parte, aun la grosura, mi alma está satisfecha, y con labios de clamores gozosos mi boca ofrece alabanza. 6 Cuando me he acordado de ti sobre mi canapé, durante las vigilias de la noche medito en ti. 7 Porque tú has resultado ser de auxilio para mí, y en la sombra de tus alas clamo gozosamente. 8 Mi alma te ha seguido con apego; tu diestra me tiene firmemente asido. 9 En cuanto a los que siguen buscando mi alma para ruina [de ella], entrarán en las partes más bajas de la tierra. 10 Serán entregados al poder de la espada; llegarán a ser mera porción para las zorras. 11 Y el rey mismo se regocijará en Dios. Todo el que jura por él se jactará, porque la boca de los que hablan falsedad será cerrada. Al director. Melodía de David. 64 Oye, oh Dios, mi voz en mi preocupación. De lo pavoroso del enemigo quieras salvaguardar mi vida. 2 Quieras ocultarme del habla confidencial de los malhechores, del tumulto de los practicantes de nocividad, 3 que han aguzado su lengua precisamente como una espada, que han apuntado su flecha, discurso amargo, 4 para disparar desde lugares ocultos contra alguien exento de culpa. De repente disparan contra él y no temen. 5 Se afianzan en discurso malo; hacen declaraciones acerca de esconder trampas. Han dicho: “¿Quién las ve?”. 6 Siguen escudriñando cosas injustas; han escondido un ardid de sagacidad bien escudriñado, y lo interior de cada uno, aun [su] corazón, es profundo. 7 Pero repentinamente Dios disparará contra ellos con una flecha. Heridas les han resultado, 8 y hacen que se tropiece. [Pero] su lengua está en contra de ellos mismos. Todos los que los miren menearán la cabeza, 9 y todos los hombres terrestres se atemorizarán; e informarán acerca de la actividad de Dios, y ciertamente tendrán perspicacia en cuanto a la obra de él. 10 Y el justo se regocijará en Jehová y verdaderamente se refugiará en él; y todos los rectos de corazón se jactarán. SEAMOS MEJORES MAESTROS (Vea la Guía de Actividades para la Reunión) Pag. 1 Preparemos las presentaciones de este mes (15 mins.): Análisis con el auditorio. Ponga los videos de las presentaciones modelo y comente los aspectos más importantes. Anime a los publicadores a escribir su propia presentación. NUESTRA VIDA CRISTIANA Canción 81 (Vea la Guía de Actividades para la Reunión) Pag. 2 “Llevar una vida sencilla nos ayuda a alabar a Dios” (15 mins.): Empiece analizando el artículo con el auditorio. Luego ponga el video ¡Llevamos una vida sencilla! de JW Broadcasting y coméntelo con el auditorio (vaya a VIDEOS > FAMILIA). Anime a los presentes a analizar sus circunstancias para simplificar su vida a fin de dedicar más tiempo al servicio a Jehová. ESTUDIO BÍBLICO DE LA CONGREGACIÓN: “EJEMPLOS DE FE” cap. 19 párr. 1-16 (30 mins.) Un cabeza de familia ejemplar 1, 2. a) ¿A qué cambios se iban a enfrentar José y su familia? b) ¿Qué mala noticia tuvo que darle José a María? JOSÉ pone el último bulto sobre el asno. Es de noche en el pueblo de Belén. Mira con atención a un lado y otro de la calle mientras da suaves palmadas al robusto animal de carga. Probablemente piensa en el largo viaje que le espera: nada menos que hasta Egipto. Allí, todo será extraño: la gente, el idioma, las costumbres... ¿Logrará adaptarse su pequeña familia? 2 No debió ser fácil para José contarle a María, su amada esposa, el mensaje divino que le transmitió un ángel en un sueño. Pero se armó de valor y le dio la mala noticia: ¡el rey Herodes quiere matar a su hijito! Así que no hay tiempo que perder; deben salir enseguida de Belén (lea Mateo 2:13, 14). María está preocupadísima. Ni a ella ni a José les cabe en la cabeza que alguien quiera asesinar a su pequeño hijo. ¿Qué peligro puede representar un niño inocente e indefenso? Aun así, confían en Jehová y se disponen a huir. (Mateo 2:13, 14) 13 Después que se hubieron retirado, ¡mire!, el ángel de Jehová se apareció en un sueño a José, y dijo: “Levántate, toma al niñito y a su madre, y huye a Egipto, y quédate allá hasta que yo te diga; porque Herodes está para buscar al niñito para destruirlo”. 14 De modo que él se levantó y tomó consigo al niñito y a su madre, de noche, y se retiró a Egipto. . . 3. ¿En qué circunstancias abandonaron José y su familia el pueblo de Belén? (Vea también la ilustración.) 3 Mientras los habitantes de Belén duermen tranquilamente —ajenos a la tragedia que se avecina—, José, María y Jesús abandonan el pueblo en la oscuridad de la noche, en dirección al sur. A medida que los primeros rayos del sol iluminan el cielo por el este, es posible que José piense: “¿Cómo haré yo, un simple carpintero, para proteger a mi familia de enemigos tan poderosos? ¿Podré cubrir siempre sus necesidades? ¿Cumpliré, pase lo que pase, con la tarea que Jehová me ha confiado de cuidar y criar a este niño tan especial?”. José se enfrentó a obstáculos que podrían haber parecido insuperables. Al analizar cómo los venció, veremos por qué es tan necesario que todos en general, y los padres en particular, imitemos su fe. Protege a su familia de los peligros 4, 5. a) ¿Cómo le cambió la vida a José para siempre? b) ¿Cómo animó el ángel a José para que aceptara aquella importante comisión divina? 4 La vida de José cambió para siempre más de un año antes de este episodio, cuando todavía vivía en la ciudad de Nazaret. Allí se había comprometido con María, la hija de Helí, una joven casta y de profunda fe. Pero un día se enteró de que estaba embarazada. Para protegerla de un vergonzoso escándalo, planeó divorciarse de ella en secreto*. Justo entonces, un ángel le explicó en un sueño que Jehová había empleado su espíritu santo para que ella quedara encinta. Respecto al niño, el ángel anunció: “Él salvará a su pueblo de sus pecados”. También pronunció estas alentadoras palabras: “No tengas miedo de llevar a María tu esposa a casa” (Mat. 1:18-21). * En aquella época, estar comprometido se veía casi como estar casado. 5 Como José era un siervo de Dios justo y obediente, hizo tal como se le había indicado. Aceptó la comisión más importante que un hombre podía recibir: criar y cuidar, no a su propio hijo, sino al amado Hijo de Jehová Dios. Posteriormente, en obediencia a un decreto del emperador romano, José viajó con su esposa, que estaba próxima a dar a luz, para inscribirse en Belén. Y fue en este lugar donde nació el niño. 6-8. a) ¿Qué sucesos llevaron a que la vida de José y su familia volviera a dar un giro? b) ¿Cómo sabemos que fue Satanás quien envió la estrella? (Vea también la nota.) 6 En vez de regresar a Nazaret, José se estableció con su familia en Belén, población situada a pocos kilómetros de Jerusalén. Aunque eran pobres, hizo todo lo que estaba en su mano para que María y el niño no pasaran ninguna necesidad. De hecho, poco después de nacer Jesús, se instalaron en una humilde casa. Ahora bien, algún tiempo después, cuando Jesús ya no era un recién nacido, sino un niñito —tal vez de más de un año—, sus vidas volvieron a dar un giro inesperado. 7 Un grupo de astrólogos llegaron a la casa de José y María, siguiendo lo que parecía ser una estrella. Estos hombres procedían del Oriente, probablemente de la lejana Babilonia, y habían llegado hasta este humilde hogar para ofrecer sus respetos al niño que sería rey de los judíos. 8 Lo supieran o no, estos astrólogos pusieron en grave peligro al pequeño Jesús. Aquella supuesta estrella no los había llevado primero a Belén, sino a Jerusalén, donde le revelaron al malvado rey Herodes el objetivo de su viaje: encontrar al niño que se convertiría en el rey de los judíos*. Sus palabras no hicieron más que avivar los celos y la furia del monarca. *Esta estrella no era un fenómeno astronómico normal, ni fue enviada por Jehová. Obviamente, Satanás se valió de esa aparición sobrenatural para llevar a cabo su perverso plan de destruir a Jesús. 9-11. a) ¿Cómo sabemos que intervino alguien más poderoso que Herodes o Satanás? b) ¿Cómo describen algunos mitos y leyendas el viaje a Egipto, pero cuál es la realidad? 9 Menos mal que intervino alguien mucho más poderoso que Herodes o el propio Satanás. Veamos cómo se desarrollaron los acontecimientos. Cuando los visitantes llegaron a la casa y vieron al pequeño Jesús junto a María, les entregaron valiosos regalos, como “oro, olíbano y mirra”. ¡Qué sorpresa debieron llevarse José y María ante tanta generosidad! Sin embargo, como los astrólogos tenían la intención de volver a Jerusalén para decirle al rey Herodes dónde estaba el niño, Jehová tomó cartas en el asunto. En un sueño les ordenó que regresaran a su país por otro camino (lea Mateo 2:1-12). 10 Fue entonces, poco después de la partida de los visitantes, cuando el ángel de Jehová alertó a José: “Levántate, toma al niñito y a su madre, y huye a Egipto, y quédate allá hasta que yo te diga; porque Herodes está para buscar al niñito para destruirlo” (Mat. 2:13). Y, como vimos al principio del capítulo, José obedece de inmediato. Lo más importante para él es la seguridad del niño, así que se lleva a su familia a Egipto. Y gracias a los valiosos regalos de los astrólogos, ahora cuenta con recursos que podrán ayudarle a costear el viaje y la estancia en el extranjero. 11 Ciertos mitos y leyendas describen la huida a Egipto como un viaje lleno de fantasías. Estos relatos apócrifos cuentan que el pequeño Jesús acortó de forma milagrosa el camino, logró que peligrosos bandidos no los atacaran e incluso hizo que palmeras de dátiles se inclinaran para poner sus frutos al alcance de María*. Pero la realidad es muy distinta: aquel viaje fue un trayecto largo y duro por territorios desconocidos. *La Biblia muestra claramente que Jesús hizo su primer milagro —el “principio de sus señales”— después de bautizarse (Juan 2:111). (Mateo 2:1-12) 2 Después que Jesús hubo nacido en Belén de Judea en los días de Herodes el rey, ¡mire!, astrólogos de las partes orientales vinieron a Jerusalén, 2 diciendo: “¿Dónde está el que nació rey de los judíos? Porque vimos su estrella [cuando estábamos] en el Oriente, y hemos venido a rendirle homenaje”. 3 Al oír esto, el rey Herodes se agitó, y toda Jerusalén junto con él; 4 y, habiendo reunido a todos los sacerdotes principales y a los escribas del pueblo, se puso a inquirir de ellos dónde había de nacer el Cristo. 5 Ellos le dijeron: “En Belén de Judea; porque así ha sido escrito por medio del profeta: 6 ‘Y tú, oh Belén de la tierra de Judá, de ninguna manera eres la [ciudad] más insignificante entre los gobernadores de Judá; porque de ti saldrá uno que gobierne, que pastoreará a mi pueblo, Israel’”. 7 Entonces Herodes mandó llamar secretamente a los astrólogos y averiguó cuidadosamente de ellos el tiempo en que la estrella había aparecido; 8 y, al enviarlos a Belén, dijo: “Vayan y hagan una búsqueda cuidadosa del niñito, y cuando lo hayan hallado vuelvan e infórmenme, para que yo también vaya y le rinda homenaje”. 9 Habiendo oído al rey, ellos siguieron su camino; y, ¡mire!, la estrella que habían visto [cuando estaban] en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima de donde estaba el niñito. 10 Al ver la estrella, verdaderamente se regocijaron mucho. 11 Y cuando entraron en la casa vieron al niñito con María su madre, y, cayendo, le rindieron homenaje. También abrieron sus tesoros y le presentaron regalos: oro, olíbano y mirra. 12 Sin embargo, porque en un sueño se les dio advertencia divina de que no volvieran a Herodes, se retiraron a su país por otro camino. 12. ¿Qué pueden aprender de José los padres de hoy día? 12 Los padres pueden aprender mucho del ejemplo de José, quien, sin pensarlo dos veces, dejó su trabajo y sacrificó su comodidad para proteger a su familia. ¡Con cuánta seriedad veía la responsabilidad que Jehová le había encomendado! Hoy día, quienes crían hijos tienen que hacer frente a un mundo peligroso, repleto de influencias que pueden corromper y hasta arruinar la vida de los jóvenes. Sin duda, son dignos de admiración todos los padres y madres que, tal como hizo José, están resueltos a proteger a sus hijos. Cuida de su familia en todo sentido 13, 14. ¿Qué sucesos llevaron a que José y María se establecieran en Nazaret? 13 Al parecer, José y su familia se quedan poco tiempo en Egipto, ya que un ángel no tarda en informar a José que Herodes había muerto. Cabe notar que una antigua profecía señalaba que Jehová llamaría a su hijo para que saliera de Egipto (Mat. 2:15). José colaboró en su cumplimiento al irse de allí y regresar con María y Jesús a su país de origen. Pero ¿adónde los llevará exactamente? 14 José, que es un hombre prudente, tiene razones para temer al sucesor de Herodes, Arquelao, quien también es un cruel asesino. Dirigido por Dios, José lleva a su familia al norte del país, lejos de Jerusalén y sus intrigas. En efecto, José y María regresan a la ciudad de Nazaret, en Galilea, donde echan raíces y crían a sus hijos (lea Mateo 2:19-23). (Mateo 2:19-23) 19 Cuando Herodes hubo fallecido, ¡mire!, el ángel de Jehová se apareció en un sueño a José en Egipto, 20 y dijo: “Levántate, toma al niñito y a su madre, y ponte en camino a la tierra de Israel, porque han muerto los que buscaban el alma del niñito”. 21 De modo que él se levantó y tomó al niñito y a su madre y entró en la tierra de Israel. 22 Mas al oír que Arquelao reinaba en Judea en vez de su padre Herodes, le dio miedo partir para allá. Además, habiéndosele dado advertencia divina en un sueño, se retiró al territorio de Galilea, 23 y vino y moró en una ciudad de nombre Nazaret, para que se cumpliera lo que se habló por medio de los profetas: “Será llamado Nazareno”. 15, 16. ¿Cómo era el trabajo de José, y qué herramientas es posible que utilizara? 15 Aunque la vida que la familia lleva en Nazaret era sencilla, no era nada fácil. La Biblia presenta a José como carpintero, oficio que entonces exigía arduas labores. Los carpinteros debían talar los árboles, cargar los troncos y ponerlos a secar. Con la madera que obtenían construían casas, barcos y pequeños puentes, o fabricaban carretas, ruedas, yugos y todo tipo de utensilios de labranza (Mat. 13:55). Sin duda, era una ocupación que requería gran esfuerzo físico. Estos artesanos a menudo trabajaban cerca de la entrada de su modesto hogar o en un taller junto a la casa. 16 José tenía a mano una amplia variedad de herramientas, algunas de las cuales probablemente habían pertenecido a su padre. Debió contar con escuadra, plomada, cordel entizado, hacha, serrucho, azuela, martillo y mazo, así como distintos tipos de formones y pegamentos. Puede que utilizara un taladro de arco que funcionaba moviendo el arco hacia atrás y hacia adelante. Y es posible que hasta tuviera algunos clavos, aunque eran muy costosos. Repaso de esta reunión y adelanto de la próxima (3 mins.) Canción 88 y oraciónO _ 2 CRÓNICAS 29- 32 TEXTOS ESTUDIO DE LA ATALAYA 1 (Mateo 24:14) Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. 3 (Mateo 28:19, 20) Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”. (Mateo 10:7) Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’. (Lucas 10:3) Vayan. ¡Miren! Los envío como a corderos en medio de lobos. 4 (Mateo 4:18-22) Andando a lo largo del mar de Galilea, vio a dos hermanos: Simón, a quien llaman Pedro, y Andrés su hermano, que bajaban una red de pescar en el mar, pues eran pescadores. 19 Y les dijo: “Vengan en pos de mí, y los haré pescadores de hombres”. 20 Abandonando en seguida las redes, le siguieron. 21 Al seguir adelante de allí también, vio a otros dos [que eran] hermanos: Santiago [hijo] de Zebedeo y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, remendando sus redes, y los llamó. 22 Ellos, dejando en seguida la barca y a su padre, le siguieron. (Lucas 5:1-11) En cierta ocasión, cuando la muchedumbre se agolpaba sobre él y escuchaba la palabra de Dios, él estaba de pie junto al lago de Genesaret. 2 Y vio dos barcas atracadas al borde del lago, pero los pescadores habían salido de ellas y estaban lavando sus redes. 3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le pidió que se apartara un poco de la tierra. Entonces se sentó, y desde la barca se puso a enseñar a las muchedumbres. 4 Cuando cesó de hablar, dijo a Simón: “Rema hasta donde está profundo, y echen sus redes para la pesca”. 5 Pero respondiendo Simón, dijo: “Instructor, toda la noche nos afanamos y no sacamos nada, pero porque tú lo dices bajaré las redes”. 6 Pues bien, cuando hicieron esto, encerraron una gran multitud de peces. En realidad, se les rompían las redes. 7 De modo que hicieron señas a sus socios [que estaban] en la otra barca para que vinieran y les prestaran ayuda; y ellos vinieron, y llenaron ambas barcas, de manera que estas se hundían. 8 Viendo esto, Simón Pedro cayó a las rodillas de Jesús, y dijo: “Apártate de mí, porque soy varón pecador, Señor”. 9 Pues, ante la redada de peces que habían pescado, quedaron pasmados él y todos los que con él estaban, 10 y así mismo Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran partícipes con Simón. Pero Jesús dijo a Simón: “Deja de tener miedo. De ahora en adelante estarás pescando vivos a hombres”. 11 De modo que volvieron a traer las barcas a tierra, y abandonaron todo y le siguieron. 5 (1 Timoteo 4:16) Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan. 6 (Lucas 4:43) Pero él les dijo: “También a otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado”. (1 Corintios 1:10) Ahora los exhorto, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que todos hablen de acuerdo, y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar. 7 (Lucas 17:21) ni dirán: ‘¡Miren acá!’, o, ‘¡Allá!’. Porque, ¡miren!, el reino de Dios está en medio de ustedes”. (Revelación 19:11-21) Y vi el cielo abierto, y, ¡miren!, un caballo blanco. Y el que iba sentado sobre él se llama Fiel y Verdadero, y juzga y se ocupa en guerrear con justicia. 12 Sus ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas. Tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él mismo, 13 y está vestido de una prenda de vestir exterior rociada de sangre, y el nombre con que se le llama es La Palabra de Dios. 14 También, los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos blancos, y estaban vestidos de lino fino, blanco y limpio. 15 Y de su boca sale una aguda espada larga, para que hiera con ella a las naciones, y las pastoreará con vara de hierro. Pisa también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso. 16 Y sobre su prenda de vestir exterior, aun sobre su muslo, tiene un nombre escrito: Rey de reyes y Señor de señores. 17 Vi también a un ángel que estaba de pie en el sol, y clamó con voz fuerte y dijo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: “Vengan acá, sean reunidas a la gran cena de Dios, 18 para que coman las carnes de reyes y las carnes de comandantes militares y las carnes de hombres fuertes y las carnes de caballos y de los que van sentados sobre ellos, y las carnes de todos, de libres así como de esclavos y de pequeños y grandes”. 19 Y vi a la bestia salvaje y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer la guerra contra el que iba sentado en el caballo y contra su ejército. 20 Y la bestia salvaje fue prendida, y junto con ella el falso profeta que ejecutó delante de ella las señales con las cuales extravió a los que recibieron la marca de la bestia salvaje y a los que rinden adoración a su imagen. Estando todavía vivos, ambos fueron arrojados al lago de fuego que arde con azufre. 21 Pero los demás fueron muertos con la espada larga del que iba sentado en el caballo, la [espada] que salía de su boca. Y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos. 8 (Mateo 10:8) Curen enfermos, levanten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios. Recibieron gratis; den gratis. (2 Corintios 2:17) [Nosotros;] porque no somos vendedores ambulantes de la palabra de Dios como muchos hombres, sino que, como movidos por sinceridad, sí, como enviados de parte de Dios, bajo la mirada de Dios, en compañía con Cristo, hablamos. (Hechos 20:33-35) No he codiciado la plata, ni el oro, ni la vestidura de nadie. 34 Ustedes mismos saben que estas manos han atendido a las necesidades mías y a las de los que andan conmigo. 35 En todas las cosas les he exhibido que por medio de laborar así tienen que prestar ayuda a los que son débiles, y tienen que tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’”. (Revelación 17:4, 5) Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y estaba adornada con oro y piedra preciosa y perlas, y tenía en la mano una copa de oro que estaba llena de cosas repugnantes y de las inmundicias de su fornicación. 5 Y sobre su frente estaba escrito un nombre, un misterio: “Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las cosas repugnantes de la tierra”. 9 (2 Corintios 9:7) Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre. (Salmo 110:3) Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar. En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío. 10 (Mateo 10:11) ”En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor, y quédense allí hasta que salgan. (Lucas 8:1) Poco después iba viajando de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando las buenas nuevas del reino de Dios. Y con él iban los doce, (Hechos 5:42) Y todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús. (Hechos 20:20) mientras no me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. 12 (Marcos 13:10) También, en todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas. 13 (Mateo 24:14) Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. (Mateo 28:19, 20) Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”. 14 (Salmo 34:1) Ciertamente bendeciré a Jehová en todo tiempo; constantemente estará su alabanza en mi boca. (Salmo 51:15) Oh Jehová, quieras abrir estos labios míos, para que mi propia boca anuncie tu alabanza. 16 (Hechos 1:8) pero recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”. (1 Pedro 4:14) Si a ustedes los están vituperando por el nombre de Cristo, son felices, porque el [espíritu] de gloria, sí, el espíritu de Dios, descansa sobre ustedes. 18 (Filipenses 2:13) porque Dios es el que, por causa de [su] beneplácito, está actuando en ustedes a fin de que haya en ustedes tanto el querer como el actuar. (2 Timoteo 4:5) Tú, sin embargo, mantén tu juicio en todas las cosas, sufre el mal, haz [la] obra de evangelizador, efectúa tu ministerio plenamente.
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