PROBLEMAS, PERSPECTIVAS Y REQUERIMIENTOS DE LA FORMACION MAGISTERIAL EN EL PERU Tomo I Informe final del diagnóstico elaborado a solicitud del Ministerio de Educación y la GTZ (Subsidio Local No.93.2502.8-031.01 / OZ 11/94) Patricia Arregui, Barbara Hunt y Hugo Díaz Lima, Octubre de 1996 PROBLEMAS, PERSPECTIVAS Y REQUERIMIENTOS DE LA FORMACION MAGISTERIAL EN EL PERU Presentación Terminado el Diagnóstico General de la Educación que llevó a cabo el Ministerio del ramo entre 1992 y 1993, en preparación a la implementación de un programa de mejoramiento de la calidad de la educación peruana, se consideró necesario profundizar más en aspectos específicos pertinentes a la formación de maestros. Dicho diagnóstico debería sustentar la formulación posterior de un proyecto de mejoramiento de la formación magisterial, sobre cuya base deberán apoyarse en buena medida los esfuerzos de los próximos años por mejorar la efectividad, la equidad y la eficiencia del sistema educativo nacional. La Deutsche Gesellschaft fur Technische Susammenarbeit (GTZ) decidió apoyar dicha iniciativa y, en coordinación con el Ministerio de Educación, y tras una convocatoria a diversas instituciones y la evaluación de sus respectivas propuestas, asignó a GRADE la tarea de realizar dicho diagnóstico. El trabajo se inició en octubre de 1995 y se ha llevado a cabo, en la medida de lo posible, siguiendo los términos de referencia anexados al convenio entre GRADE y la GTZ. En este informe se resumen los principales resultados del diagnóstico. Queda aún mucho material recogido sin trabajar o escasamente elaborado, y GRADE se ha propuesto continuar dicho análisis en los próximos meses. Si bien se presentan algunas conclusiones preliminares, el objetivo del documento es más bien propiciar una discusión colectiva sobre los problemas de la formación docente y una reflexión conjunta de muchos sectores de la sociedad civil sobre posibles soluciones parciales e integrales, de corto y mediano plazo, a la situación actual. El cuerpo central del informe consta de tres partes referidas, respectivamente, a (1) las ideas principales sobre la buena docencia que emergen de la revisión de literatura educativa contemporánea, nacional y extranjera, y que han guiado la selección de aspectos problemáticos que se deben confrontar en el Perú; (2) algunas características relevantes de los principales actores de la formación magisterial (las instituciones, los alumnos, sus docentes y sus directores), así como del proceso de enseñanza y gestión pedagógica en dichas instituciones, muchas de las cuales deben ser objeto de atención y reforma; y (3) proyecciones de oferta y demanda de docentes de inicial, primaria y secundaria entre 1995 y el año 2015. Anexos al informe se encuentra una serie de documentos más extensos sobre cada uno de los puntos anteriores, así como información complementaria pertinente. 2 Reconocimientos El documento que aquí presentamos se ha elaborado en base al trabajo y aportes de muchas personas, a quienes los autores desean agradecer y expresar su reconocimiento. En primer lugar están las autoridades y docentes de las instituciones de formación, que sacrificaron su tiempo para proporcionarnos la información e ideas solicitadas. También fuimos atendidos muy amablemente por directivos y funcionarios de todas las Direcciones Regionales y Sub-regionales de Educación cuando buscamos identificar con precisión todas las instituciones donde se forman los maestros peruanos. Muchas de las estadísticas más recientes necesarias para realizar las proyecciones de oferta y demanda fueron gentilmente proporcionadas por funcionarios de la Dirección de Estadística de la sede central del Ministerio de Educación y funcionarios del Instituto Nacional de Estadística e Informática. Infatigables en sus labores de crítica y codificación de las encuestas, así como en el proceso de ingreso y procesamiento de datos, fueron Sandro Marcone y Carola Miyasato. Confiamos en que ellos podrán seguir enriqueciendo la base de datos construida y utilizándola para estudios complementarios. Ernesto Stowers, Claudine Gruenberg y María Fernanda García también brindaron su apoyo en esa actividad, con mucha dedicación y criterio. La rica experiencia de dos educadores y especialistas como son León Trahtemberg y Eduardo Palomino resultó un gran aporte para la discusión de los aspectos más importantes del perfil deseable de un buen docente. Su paciente revisión de algunos de los instrumentos de recolección de datos y de los manuscritos iniciales de este informe ha sido también muy apreciada. Muchas de sus sugerencias y contribuciones no han recibido el tratamiento que merecían, simplemente por falta de tiempo. Dada su importancia y valor, quedan pendientes de tratamiento en un futuro no muy lejano. Los análisis de Norma Eyzaguirre de algunos de los datos de las encuestas y su revisión de los primeros manuscritos del informe han sido incorporados al mismo. Queremos agradecer también muy especialmente su interés y apoyo moral permanentes. El intercambio con Patricia Oliart durante todo el tiempo que estuvo en GRADE realizando su estudio sobre la cultura académica y los valores democráticos en las instituciones de formación magisterial, además de su informe y notas de campo, enriqueció y matizó sustancialmente nuestras percepciones de lo que ocurre dentro y fuera de las aulas de Facultades e Institutos. Los comentarios constructivos y el apoyo permanente de Daniella Gandolfo y Martín Benavides han sido muy apreciados por los autores. La eficiencia y dedicación de Norka Gordillo y Maribel Roda en la labor de conseguir publicaciones de todas partes del mundo en el menor tiempo posible han sido notables, no menos que su capacidad de hallarlas cada vez que era necesario revisar nuevamente algún texto. 3 Montserrat Buxassa se encargó siempre de mantenernos optimistas, de motivar a nuestras contrapartes a proporcionarnos prontamente la información solicitada, de hacer un seguimiento de la cobertura de la muestra, de diagramar, imprimir y revisar múltiples y sucesivas versiones del informe. Le agradecemos eso y todo lo que hizo además para aliviarnos de otras tareas y permitirnos avanzar en este trabajo. Los funcionarios de la Dirección de Formación y Capacitación Docente nos mantuvieron al tanto de interesantes iniciativas y supieron comprender las razones por las cuales el trabajo requirió más tiempo del previsto. Por último, nuestro agradecimiento a la GTZ por la confianza depositada en GRADE y el apoyo financiero proporcionado para el desarrollo del presente trabajo. Los autores 4 Primera Parte Revisión de literatura: algunas ideas sobre cómo sería deseable que se enseñara y se aprendiera en las escuelas y en las instituciones donde se forman los maestros. A lo largo del desarrollo de este diagnóstico, se ha pasado revista a mucha literatura con el propósito de identificar las principales corrientes e ideas actuales alrededor del tema de la educación y de la formación de los maestros en particular. Dicha revisión ha contribuido a la elaboración de un perfil básico deseable para los egresados de instituciones de formación magisterial. Ha servido también como un "telón de fondo" para la selección de algunos aspectos especialmente relevantes referidos a los actuales actores y procesos de la formación docente en el Perú, aspectos que han sido analizados en la parte central de este diagnóstico. La relación de libros y artículos consultados, así como un documento que resume los contenidos considerados como más pertinentes como contexto del diagnóstico, se encuentran adjuntos como anexo 1. Aquí se realiza una presentación más resumida de dicho documento. 1. Los problemas y retos que el sistema educativo peruano confronta, y la formación de los maestros en particular no es una preocupación solo reciente ni es demasiado distinta a la de muchos otros países del mundo. Es importante no dejar de lado las singularidades del caso nacional, pero también es igualmente importante, y potencialmente valioso, el evaluar ideas y experiencias provenientes de otros lugares tanto para analizar nuestra propia situación como para esbozar y afinar alternativas. 2. Investigadores de países latinoamericanos han señalado como rasgos típicos de sus aulas escolares la enseñanza de tipo "frontal", la visión del estudiante como receptáculo pasivo de enseñanzas que "dispensa" el maestro, la invitación a participar combinada con la constante "lucha por el silencio", la "enseñanza" de la democracia y los valores cívicos por la ruta del autoritarismo y los gritos, etc... Condiciones de estudio en las cuales faltan o son de mala calidad los materiales didácticos, maestros sin motivación ni capacitación adecuada, inasistencia de docentes y alumnos, salarios y presupuestos insuficientes contribuyen a deficientes resultados. Lo más saltantes de estos son una pobre comprensión de lectura, dificultades en la expresión oral y escrita, bajos niveles de aprendizaje, tasas altas de repetición y abandono, mala preparación para participar como socios plenos en una ciudadanía moderna y en un mundo globalizado. 3. Una de las principales dificultades para cambiar esos estilos didácticos es que los maestros pasaron muchos años en la escuela "aprendiendo" de esa manera y luego algunos más en la escuela normal escuchando dictados sobre la necesidad de usar métodos más activos. 4. No obstante ello y la evidente gravedad de los problemas, la literatura sobre educación en el Perú hace evidente que hay esperanza de revertir la situación, conciencia fuerte de la centralidad de una educación de calidad para poder lograr el desarrollo y constantes esfuerzos por elaborar propuestas para el cambio (Foro Educativo, 1992 y 1994). 5 5. La importancia de los maestros. Hay cada vez más abundante y contundente evidencia de que hay una fuerte conexión entre lo que los docentes saben y lo que sus alumnos aprenden. Brasil, por ejemplo, Ralph Harbison y Eric Hanushek concluyeron que la preparación de los docentes era la principal determinante del rendimiento diferenciado de los alumnos (1992: 122). Vélez et al.(s/f), haciendo una síntesis de estudios sobre los factores que inciden en el rendimiento escolar encontraron que, de 12 variables "manipulables", 7 tenían que ver directa o indirectamente con la formación y desempeño de los maestros. Más que la capacitación en servicio, respecto al impacto de la cual no se tiene mayor evidencia, es la formación inicial del maestro la que tiene efectos importantes sobre los alumnos. 6. La importancia de saber enseñar. Porque durante largo tiempo no se tenía investigaciones que comprobaran lo anterior y porque mucha gente pensaba que para enseñar no se requiere ningún conocimiento especializado, han habido "generaciones de estudiantes de formación magisterial a las cuales no se les dio suficiente base sobre cómo enseñar. No se les enseñó cómo organizar un curso, cómo planificar una lección, cómo manejar una clase, cómo dar una explicación, cómo despertar interés y motivación, cómo formular varios tipos de preguntas, cómo reaccionar a las respuestas de los estudiantes, cómo hacer correcciones y dar retroalimentación que sea de ayuda, cómo evitar sesgos injustos en la interacción con los estudiantes --en suma, cómo enseñar" (Gage, 1984; 92). 7. Hoy en día se sabe que hay ciertas prácticas docentes que son más eficaces que otras, y, lo que es más importante, que esas prácticas eficaces pueden ser enseñadas a los estudiantes de Educación. Para ello es necesario romper el círculo vicioso por el cual los maestros reproducen los malos métodos con los cuales fueron entrenados y en eso el rol de las actuales instituciones de formación se torna crítico. Es indispensable que los maestros actualmente en formación tengan profesores que modelenel tipo de educación que se desea que los estudiantes impartan luego a sus alumnos. Por ello, dice Trahtemberg, "son los formadores de maestros los primeros que deben cambiar su estilo de enseñanza dogmática, enciclopédica, memorística, repetitiva, etc. (Trahtemberg, 1994: 156). 8. El rol del maestro en el nuevo enfoque. Hoy en día se entiende que el aprendizaje es una actividad "constructiva" en la cual un sujeto activo aprende mejor, idea que ha servido de eje para el nuevo Programa Curricular de Articulación Inicial - 5 años, Primer y Segundo Grados de Educación Primaria del Ministerio de Educación. De aplicarse como sería deseable, el programa ayudaría a transformar a los viejos maestros "dictadores de contenidos" en nuevos "facilitadores del aprendizaje". 9. Desde esta perspectiva, la enseñanza de la lectura, la escritura y las matemáticas se haría de manera bastante distinta a como se da usualmente. El entrenamiento de los futuros docentes para poder luego promover esas habilidades en sus alumnos tendría que hacerse de manera diferente también, atendiendo a los distintos estilos y ritmos de aprendizaje de cada uno de los individuos involucrados, dando inicialmente más importancia a los contenidos que a las formas en que los estudiantes muestran lo que saben y lo que están aprendiendo (o no), promoviendo la expresión de las propias ideas, permitiendo que los alumnos formulen ellos mismos los problemas que luego procurarán resolver de diferentes maneras, tomando los errores como oportunidades de aprender más que como fracasos, etc... 6 10. Estrategias múltiples para la enseñanza. No existe el "mejor" docente, así como no existe el "mejor" método de enseñanza. Un buen docente es aquel que conoce y elige entre una amplia variedad de estrategias de enseñanza aquellas más adecuadas para un grupo determinado de alumnos en un momento específico y para una materia o tema en particular. 11. No obstante lo anterior, es importante recalcar que, a pesar de la amplia variedad de métodos pedagógicos disponibles, hay ciertas técnicas o lineamientos básicos que resultan esenciales al impartir cualquier lección, muchos de los cuales, lamentablemente, no son dominados por los docentes de muchas escuelas e instituciones de formación magisterial en el Perú. Como mínimo, según los expertos Marlaine Lockheed y Adrián Verspoor, un buen docente debería siempre: - presentar el material de manera racional y ordenada, avanzando en clase al ritmo y nivel de los estudiantes; - asegurar que los alumnos sepan qué se espera de ellos; - permitir a los alumnos practicar y aplicar lo que han aprendido, particularmente en relación a su propia experiencia; - acompañar y evaluar el desempeño de los alumnos, de modo que aprendan de sus errores. 12. Colaboración y cooperación. Se ha demostrado que resulta muy efectivo que alumnos mayores actúen como tutores de los estudiantes más jóvenes, o que grupos de estudiantes trabajen juntos en las lecciones y ejercicios, siempre y cuando se establezcan claramente cuáles son las metas colectivas y se asignen responsabilidades individuales para lograrlas. Es importante que los resultados de ese trabajo se evalúen de manera tal que por lo menos parte de la calificación de cada individuo dependa de cuán bien aprendió todo el grupo. Este tipo de enfoque es especialmente valorado por su relación con la necesidad de trabajo en equipo que tienen las empresas y otras organizaciones sociales modernas, para las cuales no hay posibilidad de competir sino se sabe también colaborar. 13. Estilos democráticos. Según los docentes y autoridades de un grupo de escuelas alternativas peruanas, una escuela democrática debe asumir deliberadamente una educación basada en valores como el respeto, la responsabilidad, la tolerancia, la solidaridad, la justicia. Debe fomentar en sus estudiantes una actitud crítica, la capacidad de comunicación, de prever y asumir las consecuencias de sus actos y la capacidad para organizarse y tomar decisiones que apunten al bienestar de todos; debe ejercitar --y no sólo pregonar-- la participación democrática de todos los sujetos de la comunidad educativa. Debe promover la convivencia democrática a partir de nuevos estilos de relación basados en lazos afectivos recíprocos, mutuo conocimiento, respeto, tolerancia, colaboración y la construcción de normas aceptadas colectivamente como las más adecuadas para favorecer un clima de trabajo en un ambiente emocional estable, seguro y exento de arbitrariedades. Debe considerar que sus alumnos son capaces no sólo de poseer conocimientos sino de generarlos a través de una práctica pedagógica basada en la investigación, en la experimentación, en el descubrimiento y en la comunicación. 7 Si se desea que la escuela forme para la convivencia democrática, tiene ella que estar organizada democráticamente. Si se desea que los maestros enseñen democracia, tienen que "modelarla" en su práctica cotidiana y haber aprendido a hacerlo cuando menos durante su formación profesional. Por otro lado, aun si solo se desea que los estudiantes participen activamente en la construcción de su propio aprendizaje, sería necesario que los viejos modelos autoritarios que imperan en los colegios e instituciones de formación docente cedieran el paso a sistemas de organización más horizontales y a métodos que estimulen la participación de todos los involucrados en el esfuerzo educativo. 14. Evaluación. Un buen docente debe saber evaluar el contexto en el cual se insertan la escuela donde trabaja y los niños a quienes enseña. Debe saber evaluar los conocimientos con los cuales esos niños llegan a su aula y debe saber acompañar y verificar sus experiencias de aprendizaje a lo largo del tiempo que los tiene bajo su responsabilidad. Por último, debe saber medir los resultados que se lograron al final de un período. Esta última evaluación, la de tipo "sumativo", reducida las más de las veces a una nota o calificación suscinta, es la que más atención ha recibido tradicionalmente tanto de los alumnos, como de sus padres y sus maestros. En cambio, se ha descuidado la evaluación de seguimiento o "formativa", que es la que mejor le permitiría a los maestros saber qué y cómo están aprendiendo sus distintos alumnos, y ajustar sus estrategias de enseñanza para que todos puedan aprender mejor. Otro aspecto crítico de la evaluación es que esta debe ser seguida de retroalimentación al estudiante individual y diferenciadamente. 15. Hay muchas maneras de evaluar y medir resultados. Hoy en día existe en todo el mundo un gran interés en los métodos alternativos de evaluación que miden el desempeño de los estudiantes en la ejecución de ciertas tareas y su progreso a lo largo del tiempo (como son, por ejemplo, los portafolios con sucesivas muestras de expresión escrita). Hasta hace unos años, en cambio, se daba más importancia a pruebas estandarizadas de opción múltiple con las cuales las más de las veces sólo se comparaba la acumulación de conocimientos de los individuos o de ciertos grupos con respecto a un promedio o norma. Todos los métodos tienen ventajas y limitaciones, y lo importante es que los docentes sepan para qué sirve (y para qué no) cada tipo de medición y las aplique adecuada y prudentemente. 16. Uso efectivo del tiempo. Existe amplia evidencia de que el buen uso del tiempo es uno de los factores clave en el logro académico de los niños. Pero no basta tomar en cuenta la duración de la jornada y el año escolar, ni la asistencia de maestros y alumnos. Es necesario además considerar cómo se usa el tiempo dentro del aula. 17. El tiempo dedicado realmente a una materia está correlacionado positivamente con el aprendizaje de dicha materia. Esa correlación es mucho más alta cuando se cuenta sólo el tiempo durante el cual los niños están más activamente involucrados y trabajando temas y materiales a un nivel de dificultad que, a la vez que los estimula, les permite tener éxito, lo que ha sido denominado "tiempo de aprendizaje académico" por algunos especialistas. Materiales muy difíciles no son necesariamente retos que van a ayudar al alumno a superarse. Además, graduar el nivel de dificultad de manera apropiada no sólo incide directamente sobre el aprendizaje, sino también vía el refuerzo de la autoestima y de actitudes más positivas hacia la escuela. 8 18. Ni el uso de buenos materiales, ni la conciencia del valor del tiempo, ni el recurso oportuno a la evaluación formativa, ni ningún elemento por sí solo garantiza una buena enseñanza. Son tantos los factores que deben ser considerados que es útil que un docente logre que observadores o sus colegas registren como usa él el tiempo durante una hora de clase. Es necesario cuidar la secuencialidad con que se presentan las lecciones, unidades y proyectos a los estudiantes. Planificar bien una clase es la mejor garantía de que se use bien el tiempo. Un tercer elemento de vital importancia es que el docente de aula provea a sus estudiantes de retroalimentación continua y sistemática. En cuarto lugar, a fin de usar el tiempo de manera efectiva, el buen docente debe enseñar a los niños a trabajar independientemente, es decir, a continuar involucrados en sus actividades, ya sea individualmente o en grupos, incluso mientras el docente está atendiendo a otro alumno o grupo. Finalmente, siempre resulta útil concientizar a toda la comunidad escolar sobre la importancia del uso efectivo del tiempo de clase, incluidos los padres de familia, de manera que se minimicen las interrupciones de clase innecesarias. 19. Todo esto que se ha mencionado para el caso del aprendizaje escolar es igualmente pertinente para las aulas de formación magisterial. Es más, si allí no se aplican esos principios, incluyendo la planificación y el buen uso del tiempo, nunca se logrará realmente cambiar las prácticas docentes de la mayoría de maestros. 20. Expectativas del docente. Existe también bastante evidencia de que, aparte de las estrategias de enseñanza de las que un buen docente puede hacer uso, lo que un maestro "espera" de sus alumnos o lo que él "cree" que ellos pueden lograr tiene efectos determinantes sobre su desempeño escolar. Esto ocurre no sólo porque si tiene esa expectativa, se esforzará mejor por enseñar de la mejor manera para lograrlo, sino porque transmite a los alumnos señales estimulantes. Esto es válido no sólo para el caso de los niños, sino para el de cualquier aprendiz. 21. Aprendizaje integrado y vinculado a la vida actual. Cualquiera sea el nivel educativo o la edad de los estudiantes, el consenso en la literatura revisada es que éstos aprenden mejor cuanto más significativa les es la materia, es decir, cuanto más capaces son de ligar el aprendizaje a su propia realidad. Esto no significa obviar el mundo exterior ni pasar por alto los logros de la cultura universal, sino asegurarse de presentarlos relacionándolos con la realidad inmediata, mediante comparaciones que muestren similitudes y diferencias y que rescaten lo valioso de lo local. 22. La dificultad para hacer las materias escolares más significativas estriba en que los problemas del mundo real no suelen presentarse en espacios "puros" como lo serían los marcos de las distintas asignaturas del curriculum tradicional. De allí la importancia del enfoque de los proyectos de aprendizaje diseñados especialmente para permitir la solución de problemas a partir de múltiples disciplinas, algo que el nuevo Programa Curricular del Ministerio de Educación viene promoviendo. Sin embargo, estas experiencias de aprendizaje serán exitosas solo si se consideran y planifican todas las condiciones necesarias para que puedan funcionar: desde el tipo de carpetas, pupitres o mesas que se utilizan, hasta la manera como se parte el horario de clases. 22. De manera similar, en la formación de maestros, la formación pedagógica no debería subordinarse a un programa fraccionado en contenidos organizados según especialidades (y a cargo de distintos "especialistas" cuyos contratos dependen de que se siga "dictando" sus materias). Es necesario que haya áreas fuertes de investigación y desarrollo educativo donde las distintas especialidades converjan 9 de manera natural. Esto, obviamente, exige mucho más trabajo, preparación y experimentación por parte de los formadores y sus supervisores y directores, y por lo tanto es un reto difícil de asumir. 23. Énfasis en el cuestionamiento, la exploración, la solución de problemas y la investigación. Aunque todo el mundo está de acuerdo con la necesidad de promover metodologías activas de enseñanza que privilegien el aprendizaje por descubrimiento y que desarrolle el pensamiento lógico, no es del todo claro si es mejor promover directamente el desarrollo de destrezas de pensamiento mediante cursos o lecciones especiales, o si resulta más efectivo y viable procurar que toda la experiencia educativa promueva el pensamiento analítico. Una manera de promover el desarrollo de esas habilidades es acentuando el rol del docente-investigador, aquél que examina junto con sus alumnos las características de la comunidad en la cual se desenvuelven y las necesidades específicas de aprendizaje de sus alumnos, y que experimenta y evalúa nuevas maneras de enseñar, nuevos materiales educativos, etc.. Para ello, es conveniente que Facultades de Educación e institutos pedagógicos se asocien con otras Facultades universitarias o centros de investigación para la realización de estudios de interés común. 24. Atención a la diversidad. Hay dos temas sobre los cuales se insiste mucho en la literatura de todo el mundo y que se repiten con insistencia en la discusión local. Uno es la necesidad de que los currículos sean de naturaleza intercultural, y el otro es que esos currículos se construyan de manera descentralizada, para asegurar que se adapten a las necesidades de los estudiantes de cada región o localidad. 25. Un currículo multicultural debe contener información y actividades que hagan justicia a la gran diversidad de culturas que componen la mayor parte de las naciones del mundo, y requiere métodos de entrenamiento basados en la interacción, la comunicación, el intercambio, el escuchar y el diálogo. Requiere también la aceptación y el respeto a los otros y la confianza en sus ideas y culturas. 26. A la vez, un currículo adaptado a la realidad local es lo que más reclaman todos los diagnósticos educativos realizados en el país, lo que más recomiendan los organismos encargados de diseñar políticas sectoriales, y lo que pocos parecen saber cómo lograr. Adaptar lineamientos curriculares a realidades específicas (tanto si en ellas conviven poblaciones de distinto bagaje cultural como si ellas son comunidades tradicionales y homogéneas en ese sentido) es una tarea muy difícil y exige tener habilidades especiales. Lograr, además, que los estudiantes conozcan y respeten otras culturas requiere no sólo de prédicas sino de oportunidades de interacción con "lo diferente" y de reflexión sobre el tema, oportunidades que el docente debe saber proporcionar en muchos espacios de la vida escolar. Obviamente, todo docente debe "modelar" actitudes de respeto, tolerancia y reconocimiento a las diferencias. 27. Educación bilingüe. Hay diversas maneras en que un país puede enfocar la cuestión de la multiplicidad de lenguas en su territorio. Algunos lo tratan o trataron como un problema cuya solución estriba en "dotar" a los grupos minoritarios (o a las mayorías subordinadas) con el dominio de la lengua oficial, empezando con una instrucción en lengua materna sólo como un mecanismo de tránsito. En otros lugares prima una postura que concibe el lenguaje como un derecho, y donde se enseña la lengua oficial como segundo idioma. Por último, están aquéllos que conciben el idioma "como recurso" y que 10 consideran que cada idioma adicional es un recurso más para el país y buscan preservarlos todos. En este enfoque se basan los programas bilingües "bidireccionales" en los cuales se enseña el idioma minoritario a aquéllos que tienen la lengua mayoritaria como lengua materna y viceversa. Las políticas oficiales en el Perú han incluido todos estos enfoques, aunque en su aplicación hay aún mucho por hacer y mucho por discutir. 28. En la educación bilingüe (como en la educación especial) se promueven con especial énfasis muchas de las características que la literatura contemporánea enuncia como rasgos de cualquier buen programa educativo: se prioriza la participación oral activa, la lectura para la comprensión, el contenido sobre la forma y el uso de materiales y contenidos que guarden una relación estrecha con la vida cotidiana de los estudiantes. Los métodos y enfoques que se desarrollan para ese tipo de programas, por lo tanto, tienen mucho que aportar a la educación en general. Un programa de formación docente "especializado" en educación bilingüe, si no está aislado de otros programas o escuelas de formación magisterial, puede contribuir significativamente con su experiencia al mejoramiento de la calidad de la educación en todo el país. 29. El género. Dos aspectos de la cuestión del género son particularmente pertinentes para la discusión de lo deseable para la educación peruana. Particularmente en el medio rural, hay que asegurarse que se apliquen una serie de estrategias que han probado ser exitosas para asegurar que las niñas accedan y permanezcan en la escuela tanto como los estudiantes varones. En ese sentido, las estadísticas de cobertura y eficiencia interna del sistema educativo nacional parecen mostrar grandes avances en los últimos lustros. 30. Sin embargo, hay que prestar mucha más atención a cómo el género influye en las técnicas pedagógicas que emplean los maestros en el aula (tanto en las escuelas como, muy especialmente, en las instituciones de formación magisterial) y en los contenidos del currículo, así como a actitudes discriminatorias de las cuales los propios profesores no están conscientes. 31. Las escuelas rurales. Entre las muchas dificultades que tienen que enfrentar los maestros rurales está el hecho de tener que manejar aulas compartidas por alumnos de distintos grados. Sin embargo, se conocen técnicas exitosas para facilitar y mejorar la labor de los maestros de escuelas unidocentes, sin frenar el avance de algunos alumnos ni plantear niveles de dificultad insuperables para otros. Entre esos recursos son particularmente útiles algunos materiales programados, aún no muy comunes en nuestro medio, para que los alumnos avancen a su propio ritmo, recurriendo además a múltiples fuentes locales de conocimiento. El uso de esos materiales ayuda al maestro a convertirse más en un animador de trabajo individual y grupal y le permite atender diferentes intereses, dudas y dificultades. 32. Más difícil de planificar, pero quizás más productivo, es el trabajo simultáneo en proyectos de diferentes niveles de complejidad asignados a grupos de alumnos con habilidades semejantes, pero centrados en un mismo tema. Los resultados de la aplicación rigurosa de estos métodos han probado ser tan estimulantes que en algunos países desarrollados se está creando deliberadamente ambientes multi-grado para "forzar" a los docentes a dejar de pensar en las metas de "la clase" y pensar mejor en las necesidades individuales de los alumnos. 11 33. Relaciones con la comunidad. Si bien todo docente debe saber como vincularse con los padres de familia y otros miembros de la comunidad, es usualmente en el medio rural donde el rol promotor del maestro se torna más central y requiere de un entrenamiento especial. Dicho entrenamiento en observación e investigación debe permitir a los maestros reconocer y aprovechar las características especiales del medio donde trabajan. 34. Por otro lado, está el reto de asegurar un mínimo de permanencia de los maestros rurales, para lo cual muchos piensan que es necesario reclutar a los docentes de entre personas de la localidad que desean permanecer en el medio y que puedan liderar el desarrollo productivo de su zona. Las habilidades necesarias para cumplir este rol requieren también de una capacitación especial que usualmente no está incluida excepto en el discurso en las instituciones de formación. 35. Autonomía y descentralización. Se ha venido reclamando largo tiempo en el Perú mayor autonomía administrativa, pedagógica y financiera para las escuelas y sus directores. Tan importante como ello, sin embargo, es la necesidad de fomentar que los maestros desempeñen creativamente su tarea educativa, sin limitarse al cumplimiento pasivo de las normas. Así como es casi imposible tener un aula democrática en una escuela autoritaria, y muy difícil tener una escuela democrática en un sistema muy autoritario, es difícil que un maestro obligado (o que se cree obligado) a seguir rígidamente planes diseñados por otros actúe creativamente y promueva creatividad en sus alumnos. 36. Rol del director de escuela. En lo que se refiere al rol del director, su principal responsabilidad debe ser asegurar la creación de un ambiente que estimule el aprendizaje activo. Debe ser un líder pedagógico al tanto de los más recientes desarrollos en materia de instrucción y apto para supervisar y apoyar a su personal en la innovación y el mejoramiento del proceso de enseñanza, en lugar de limitarse al cumplimiento de labores administrativas o de control disciplinario, como ocurre en muchas ocasiones. Para ello, debe recibir entrenamiento especial y apoyo técnico vía cursos, talleres y oportunidades estructuradas de intercambio de experiencias con sus colegas. Incluso se ha previsto el requerimiento de un "internado" en alguna escuela modelo para los aspirantes a puestos de directores. Sugerencias para la formación docente. 37. Estrategias para atraer a mejores estudiantes a la carrera de Educación. Dado que actualmente en muchos lugares del mundo está resultando muy difícil atraer al magisterio a los egresados de secundaria mejor dispuestos y más capaces, se están elaborando estrategias activas de revalorización de la carrera docente ante la opinión pública. Parte de ellas consisten en un cambio de imagen de la "buena docencia" como algo que no solo depende de la dedicación y la vocación de servicio, sino que también requiere de muchas habilidades y destrezas que se consiguen solo después de varios años de preparación. Se crean asociaciones de escolares que parecen estar interesados en ser maestros y se les brinda oportunidades de actuar como tutores de alumnos más jóvenes. Se proveen rutas alternativas a la titulación que permiten que graduados universitarios de otras carreras, luego de una preparación cuya duración y características están siendo debatidas y experimentadas, puedan enseñar en las escuelas, particularmente en la secundaria. En otros lugares se está intentando elevar los requisitos para la titulación o certificación inicial, no sólo para mejorar la calidad intrínseca de la 12 formación, sino para elevar el prestigio de la ocupación, lo que se considera indispensable para atraer a personas con mejor potencial a la carrera docente. 38. La titulación inicial en muchos países no es otorgada por la misma institución de formación sino por organismos autónomos de nivel estatal (departamental) o regional que examinan a los egresantes según estándares que ellos diseñan y hacen públicos. Ahora en los Estados Unidos, por ejemplo, se está proponiendo una nueva re-certificación para docentes con experiencia que se someten a evaluación cercana a lo largo de todo un año. Se espera que este nuevo título, además de obtener para sus portadores un mejor salario, contribuya a revalorar la profesión y a atraer a ella a personas cada vez más talentosas y ansiosas de enfrentar la carrera magisterial como un desafío tanto como un servicio. 39. Selección de los formadores de los estudiantes de Educación. Si deseamos que nuestros maestros sean de la más alta calidad posible, no podemos desatender a quienes son los maestros de los que se están formando para ser docentes. No sólo debe procurarse que sean personas con experiencia en aulas escolares, sino también asegurarse que su formación inicial y su capacitación posterior hayan sido de buena calidad, que sean personas que han aprovechado oportunidades de autoformación e, idealmente, que tengan estudios de post-grado y algún entrenamiento para la docencia en el nivel superior. 40. Incentivos para los formadores. En diagnósticos locales se incide frecuentemente en la necesidad de estimular a los docentes de formación magisterial, tanto vía remuneraciones como mejorando sus condiciones de trabajo profesional (disponibilidad de material educativo y fuentes de consulta, suscripciones a revistas profesionales, oportunidades de becas de estudio en centros de calidad, etc.). 41. Formación rigurosa y de buena calidad para los futuros maestros. La formación docente debería enfatizar el pensamiento crítico y la investigación, a la vez que permite un contacto con el mundo escolar real tan temprano como sea posible. La experiencia práctica temprana no sólo proporciona una introducción realista a la enseñanza, sino que brinda oportunidades inmediatas de vincular la teoría con la práctica. Se recomienda que los organismos sectoriales centrales se limiten a dar lineamientos curriculares básicos, y que éstos se afinen y se conviertan en planes de estudio más detallados en las mismas instituciones de formación magisterial o en entes de nivel regional. 42. Sin embargo, para que se pueda hacer esto es indispensable que hayan autoridades y docentes en las instituciones de formación que hayan tenido la oportunidad de desarrollar capacidades en ese sentido. Como es muy posible que ese no sea el caso, se requiere que se generen condiciones mínimas para empezar a experimentar maneras nuevas de hacer las cosas, maneras de evaluar sus resultados, maneras de mejorar lo que se quiso realizar inicialmente. En ese esfuerzo sería conveniente que colaboraran permanentemente con las instituciones formadoras expertos e investigadores externos. 43. Vinculación entre la formación docente y las escuelas. La idea detrás de las escuelas de aplicación o escuelas asociadas a las instituciones de formación magisterial no es sólo la de asegurar que haya un lugar para cumplir con las prácticas que demanda el currículo. Se trata de que hayan lugares idóneos donde los maestros de aulas sean lo suficientemente buenos como para que sea deseable que actúen como tutores de los practicantes, donde los maestros estén dispuestos a dejarse observar por 13 los estudiantes de los primeros ciclos de Educación, a responder sus preguntas, a examinar su propia actuación junto con esos estudiantes y los supervisores de las instituciones de formación que los visitarán con cierta regularidad y a explorar también con ellos las conexiones entre sus acciones y la teoría educativa. Se trata también de garantizar que hayan espacios receptivos donde se pueda investigar e innovar, y desde donde se estimule la actividad pedagógica de toda una zona. El tener una escuela de aplicación permite que la vinculación no sea exclusivamente entre el practicante y un docente en particular, sino que involucre al estudiante de Educación con toda la organización escolar y su entorno. 44. La escuela de aplicación debería ser lo que son los "hospitales docentes" en relación a las buenas escuelas de medicina: centros de excelencia donde se investiga e innova a la vez que se educa a los futuros profesionales. La escuela de aplicación debería ser una escuela de demostración, una escuela donde se modela la buena pedagogía y donde hay investigadores observando y colaborando con los maestros y los practicantes hombro a hombro. A su vez, los practicantes están adscritos a la escuela, y no solo a sus alumnos o sus aulas, y pueden tener una experiencia más rica. 45. La "inducción": apoyo durante el primer año de trabajo docente. La carencia o escasez de experiencia hace que la mayor parte de los docentes encuentren su primer año de trabajo extremadamente difícil y que muchos nuevos profesionales, incluyendo a algunos con potencial para la excelencia, abandonen la carrera. En China, por ejemplo, las instituciones de formación continúan apoyando a sus egresados durante ese período. En otros países, se está discutiendo la conveniencia de que a los egresados se les otorgue tan solo un certificado provisional que les permita trabajar. La titulación definitiva se obtendría luego de un año de trabajo estrechamente supervisado. 46. Prioridad de la formación magisterial en las universidades. Las Facultades de Educación deben de dejar de ser los parientes pobres e ignorados de la comunidad universitaria, particularmente en las instituciones de prestigio. 47. Aprendizaje continúo y desarrollo profesional de los maestros. Los programas iniciales de formación docente son sólo un punto de partida, y la preparación recibida en ellos debe ser reforzada con una capacitación constante y de buena calidad, que se ciña a los principios pedagógicos postulados como deseables para la buena formación inicial e incluso para la educación en general. 48. Organización de programas de formación magisterial. Hay considerables diferencias en la duración de los estudios de preparación para la enseñanza en distintos países del mundo. Mientras que para enseñar en el nivel inicial en China se requieren 3 o 4 años de formación luego de cursas solo parte de la secundaria, en Japón es necesario tener una maestría. Hay una tendencia generalizada a agrupar los "años de infancia" y ofrecer títulos que permitan enseñar, por ejemplo, tanto en el nivel pre-escolar como en los primeros grados de la educación básica. Para el nivel primario, varios países requieren sólo de 3 años de formación postsecundaria. En los Estados Unidos se exigen cuatro años de bachillerato y, en algunos estados, una maestría. En muchos países es posible que profesionales de otros campos académicos interesados en titularse para la docencia lo hagan siguiendo cursos a nivel de postgrado. El caso peruano que exige un mínimo de 14 cinco años de estudios postsecundarios para la formación inicial de un docente parece ser excepcional en este sentido. 49. Estándares para una formación docente exitosa. Casi todos los autores de la literatura revisada que versan sobre el tema de la formación magisterial incluyen su propia lista propia de estándares para una formación docente de calidad. Aquí hemos seleccionado, combinado y adaptado algunos de dichos principios que consideramos pertinentes para promover la formación del "buen docente" en el Perú: (1) Las instituciones que ofrecen programas de formación magisterial deben asumir la educación de los futuros maestros como una responsabilidad importante con la sociedad y, por lo tanto, deben apoyarlos adecuada y vigorosamente. En el caso de las universidades, las facultades de educación deben gozar por lo menos de la misma legitimidad y reconocimiento que los otros programas académicos. (2) No sólo los programas o facultades de educación sino todos los departamentos y programas de la institución deben estar comprometidos en la formación de educadores. En el caso de las universidades, es necesario que el compromiso con la excelencia caracterice tanto a los programas de educación como a las demás carreras que allí se brindan. (3) Los programas de formación magisterial deben asegurarse de proveer condiciones para el aprendizaje similares a aquellas que deseen que los futuros maestros que allí se forman generen luego en los colegios y aulas donde ejercerán su labor docente. (4) El rol del Ministerio de Educación debe limitarse a establecer los grandes lineamientos curriculares y fijar los estándares mínimos esperables de los graduados de las carreras de educación. Las instituciones de formación deben asumir la tarea de diseñar su propio currículo, sus propios estándares de desempeño y sus políticas internas, a la luz de requisitos de acreditación, lúcida y profesionalmente establecidos por algún organismo nacional o regional. (5) Los programas de formación docente deben aspirar a tener un cuerpo docente dedicado a la misión de mejorar la educación y constantemente involucrado en diversas actividades académicas y profesionales. (6) Los programas de formación docente deben caracterizarse por tener expectativas elevadas de aprendizaje y rigurosas exigencias para la graduación. (7) La preparación académica de los aspirantes a la docencia debe incluir un riguroso programa de estudios generales y una buena preparación en filosofía e historia de la educación, así como en teoría educativa. Además, todo estudiante de educación debe ser entrenado en el uso de métodos pedagógicos tanto generales como específicos para ciertos cursos o materias. (8) Los programas de formación docente deben dar amplias oportunidades a los futuros maestros de pasar de ser meros estudiantes o consumidores de conocimientos previamente 15 organizados a convertirse en maestros que exploran y cuestionan tanto el conocimiento mismo como las maneras de enseñarlo. (9) Los programas de formación docente deben reflejar la diversidad del Perú y preparar a los graduados a enseñar en una sociedad multi-cultural. (10) A lo largo del proceso de formación, los estudiantes de pedagogía deben ser expuestos a diversas experiencias "en el campo" cuidadosamente planificadas por sus tutores o supervisores. Deben así tener acceso a un amplio rango de experiencias prácticas y de observación en escuelas regulares y en escuelas modelo donde pueden realizar sus internados o prácticas profesionales. Las instituciones de formación magisterial no deben admitir más alumnos en sus programas que el número al que le puedan garantizar acceso a estas experiencias de calidad. (11) Los programas de formación docente deben asociarse a escuelas y colegios de manera que la formación magisterial sea responsabilidad tanto del cuerpo docente de la facultad o instituto como de los maestros que ya están en servicio y de otros profesionales vinculados al proceso educativo. (12) El que los docentes y otros profesionales de la educación puedan continuar su desarrollo profesional debe ser responsabilidad tanto de los formadores de maestros como de los administradores y supervisores del sector educativo y de las mismas escuelas. (13) Los programas de formación docente necesitan tener suficiente apoyo por parte de su institución y suficientes recursos como para poder implementar estos principios. (14) Los programas de formación docente deben estar protegidos de los vendavales de la oferta y la demanda mediante políticas públicas que prohíban programas improvisados "de emergencia" o licencias temporales para enseñar. (15) El currículo de los programas de formación docente debe ser integrado desde el primer semestre y no sólo durante el último año. Los cursos de formación general, por ejemplo, deben ser planificados conjuntamente por profesores de pedagogía y por especialistas en materias determinadas. (16) Los programas de formación docente deben asumir la responsabilidad de asegurar que los estudiantes que pasen por ellos tengan o adquieran los estándares de lectura y redacción, así como las habilidades de pensamiento analítico y crítico, que se demanda de los mejores estudiantes en los programas más exigentes de las universidades. 16 Segunda Parte Actores y Procesos de la Formación Magisterial en el Perú En la anterior parte de este resumen se describió lo que sería deseable poder observar en la educación peruana y en particular en la formación de los maestros peruanos. En esta parte del estudio se ha caracterizado la variedad de condiciones en que se brinda actualmente la formación magisterial en el país. Las principales fuentes de información para su elaboración han sido las encuestas remitidas a todas las instituciones de formación magisterial (IFMs, en adelante) del país, que incluían un formulario para estadísticas sobre sus recursos humanos y materiales, un cuestionario para los directores y otro para ser llenado por dos o más docentes seleccionados por el director. Respondieron a la encuesta 118 instituciones, poco menos de la tercera parte del total, aunque entre ellas solo habían 6 Facultades de Educación universitarias y faltaban (o abundaban) instituciones de algunos departamentos del país. Pese a ello, y tras contrastar extrapolaciones hechas a partir de la muestra que respondió con estadísticas globales disponibles vía los Censos Nacionales, el Censo Escolar y datos del Ministerio de Educación, se tiene bastante confianza en la representatividad de la muestra para la mayor parte de los aspectos tratados. Cuando ese no es el caso, se ha realizado la anotación respectiva. Otra fuente de gran utilidad ha sido el informe y el material de trabajo de campo de un estudio etnográfico realizado en un ISP y en una Facultad de Educación de Lima Metropolitana en 1995, en el marco de un programa de investigación de GRADE financiado por la Fundación Ford. El informe elaborado para esta parte del diagnóstico, así como los instrumentos de recolección de datos se encuentran anexos a este resumen. Las Instituciones de Formación Magisterial 50. Hacia fines de 1995, funcionaban en el Perú un total estimado de 374 instituciones que brindaban programas de formación magisterial, de las cuales 38 eran universidades. El resto de ellas eran en su mayor parte institutos superiores pedagógicos y unas pocas escuelas superiores de arte, educación física o teología, los cuales contaban con algún programa especializado de formación docente en sus respectivos campos. 51. Gestión. Más de la mitad de las instituciones (52%) son privadas, mientras que sólo pocos años atrás casi todas las IFMs eran estatales. Casi la totalidad del más de un centenar de instituciones fundadas en los dos últimos años son no estatales. 52. Antigüedad de las instituciones. La antigüedad promedio de las instituciones de formación magisterial, 9 años, resulta engañosa. Más de la mitad de ellas no tienen más de 4 años de funcionamiento y menos del 15% alcanza los 30. 17 53. La mayoría de las instituciones que reportan tener muchos años funcionando son del sector público. Tienen en promedio 17 años, mientras que las privadas sólo 3. 54. Crecimiento del número de instituciones. Entre fines de 1993 y fines de 1995 el número de IFMs creció en un asombroso 83%. En los últimos años las IFMs han experimentado un acelerado crecimiento, ya que entre fines de 1993 y fines de 1995 la expansión de éstos alcanzó 83%. Un primer indicador de sobredimensionamiento de la oferta es que mientras en China hay una IFM por cada millón de habitantes, y en Estados Unidos cinco, en el Perú hay dieciséis. 55. Tamaño y financiamiento. El promedio de alumnos por institución es de 477, pero la mitad de las instituciones tienen menos de 300 alumnos y sólo un tercio tiene más de 500, estando el tamaño directamente relacionado con su antigüedad y con el ámbito de gestión (las IFMs estatales cuentan en promedio con 653 alumnos, mientras que los de gestión privada alcanzan sólo 321 alumnos. Muchos de los directores aparentemente desconocen el monto del presupuesto que les ha sido asignado por la dirección regional, el cual asumen sólo es para cubrir las plazas docentes de la institución. Como las remuneraciones son pagadas directamente a los profesores en dicha dirección, las autoridades de las IFMs no parecen tener necesidad alguna ni siquiera de saber el volumen total de recursos que les está entregando el Tesoro Público. Según datos más o menos confiables proporcionados por 13 de las 56 instituciones públicas de la muestra, el presupuesto promedio anual por alumno para 1995 fue 340 soles (unos US$146 dólares), 72% de los cuales provenía del Tesoro. El resto provenía de ingresos propios de las instituciones (cobranzas por servicios a los mismos estudiantes o a asistentes a cursos, principalmente). El rango dentro del cual fluctúan los presupuestos de los institutos privados es muy amplio, pero arrojan un promedio de 494 soles, unos 212 dólares anuales. La mayor parte de esos recursos se obtienen de las matrículas y pensiones que pagan los alumnos, así como por los pagos que estos hacen por certificaciones y otros servicios. También obtienen ingresos vía la provisión de servicios a terceros (cursos de profesionalización y de capacitación, etc.). Unos pocos institutos obtienen una parte importante de sus recursos vía donaciones -- pero no se sabe su fuente. Los montos promedio de recursos financieros disponibles para las instituciones de formación magisterial son a todas luces muy bajos, y contribuyen a explicar buena parte de los problemas descritos a lo largo de este informe. Si bien es mucho lo que hay que hacer en otros frentes, este no puede ser descuidado más tiempo. De lo contrario, será poco lo que se podrá avanzar en cualquier intento de mejoramiento de la calidad de las instituciones. 56. Infraestructura y equipamiento. 77% de las IFMs tienen local propio; 18.5% lo alquilan y 3.7% los tienen prestados. 88% de las instituciones públicas funcionan en local propio vs. 67% de los privados, en una relación que tiene que ver seguramente con la antigüedad, ya que casi todas las IFMs que funcionan más de 5 años lo hacen en su propio local. 57. Disponibilidad de aulas. Dividiendo la matrícula total en formación regular entre el número de aulas, se obtiene un promedio de 53 alumnos por aula, 75 en las IFMs públicas y 34 en las privadas. 18 Sin embargo, la matrícula en algunos casos se divide en varios turnos, aunque esta información no se recogió en la encuesta. Otra aproximación a esta cuestión es el reporte de los 372 docentes que respondieron las encuestas, que informaron tener un promedio de 43 alumnos en uno de los cursos que enseñaban. 58. Servicios básicos. Es rara la IFM que no cuenta con electricidad, agua o desagüe. Sin embargo no lo es el que las instituciones cuenten con un sólo baño en su local. 59. Otra infraestructura y equipamiento. En promedio, las IFMs cuentan con 3 oficinas administrativas, pero la quinta parte de ellas no dispone de una sala de profesores y 9% de ellas no cuenta con una biblioteca. Cabe anotar que aquellas que la tienen, a juzgar por algunas visitas realizadas a instituciones metropolitanas, están probablemente pobremente equipadas, ya que cuentan con libros antiguos y desactualizado y no tienen un sistema establecido de catalogación y búsqueda de información. Resulta preocupante que, mientras que el volumen de matrícula crece, la adquisición de libros por parte de las IFMs no resulte proporcional a este crecimiento. Es así que, si bien en promedio los IFMs han adquirido 51 libros nuevos por cada 100 alumnos, la cuarta parte de ellos no adquirió en dos años más de un libro nuevo por cada 10 alumnos regulares. Es por esto que, entre las diversas lecturas que los docentes recomiendan leer a sus alumnos, muy pocas de ellas son de reciente publicación. 60. Las IFMs tienen en promedio 7 computadoras cada una, y el conjunto de estudiantes de formación magisterial disponen de 2.3 computadoras por cada 100 de ellos. Sin embargo hay que resaltar que 20% de las instituciones no tiene ninguna y 30% de ellos tiene sólo 1 o 2, posiblemente sólo para uso administrativo, y no como apoyo al aprendizaje de los alumnos. Los alumnos 61. Estimados basados en la encuesta de GRADE dan un total de 163,768 alumnos matriculados en programas regulares de formación y 44,684 en programas de profesionalización docente, dando un total general de futuros maestros profesionales equivalente a 208,452. 62. Los egresantes. Suponiendo que el número de matriculados se mantiene estático en los próximos años y que todos culminarán sus estudios en el plazo normativo de 5 años (o 6, si se trata de profesionalización), egresarían 40,201 nuevos maestros cada año; sin embargo, las estadísticas disponibles sugieren que la cifra no llega a los 20,000. Lo que resulta claro es que muchos de ellos no encontrarán empleo como maestros, según el estudio realizado para este diagnóstico sobre oferta y demanda. 63. Distribución por especialidades. Del total de alumnos de las IFMs, 49.3% de ellos estaría formándose como maestro primario, 11.7% en educación inicial y 30.1% están matriculados en alguna subespecialidad para enseñanza secundaria, particularmente en lengua y literatura o en matemáticas. Los demás se distribuyen en educación técnica, educación física y educación especial. Esta distribución 19 no refleja la probable composición de la demanda en los próximos años, ya que el descenso de la tasa de crecimiento de la población hará que haya mayor demanda por profesores secundarios y de nivel superior. 64. Distribución por género. 38% del total de matriculados son hombres y 62% mujeres. Entre los estudiantes de Educación hay un poco más de mujeres que entre el actual personal docente de los centros escolares del país: 56%, porcentaje bastante más bajo que en la mayor parte de los países europeos y americanos, y que ha permanecido bastante estable a lo largo de las últimas tres décadas. 65. Casi la totalidad de matriculados en educación inicial son mujeres y en educación primaria y especial lo son en clara mayoría. En cambio, en las subespecialidades de educación secundaria, sólo en lengua y literatura llegan a ser una leve mayoría. Esto también permite inferir que es probable que no se de una más marcada "femeneización" de la carrera docente en el Perú en los próximos años. 66. Otras características demográficas y socioeconómicas. 81% de los alumnos de los ISPs y Facultades habrían estudiado su secundaria en el mismo departamento donde se encuentra la institución en la cual están actualmente matriculados. Los egresados de colegios secundarios estatales conforman aproximadamente el 83% del total de la matrícula en el conjunto de IFMs, porcentaje que coincide con la matrícula nacional en secundaria de menores cubierta por el sector estatal. En la mitad de las IFMs, casi todos los alumnos (más del 95%, estiman sus directores) provienen de escuelas estatales. Incluso en un tercio de los casos no hay ni un solo alumno egresado de un colegio privado. 67. Las características de un alumnado fuertemente local y la proveniencia casi exclusiva de colegios públicos empiezan a configurar un cuadro de homogeneidad demográfica y social, y posiblemente cultural, al interior de gran parte de las instituciones. Además, como se verá más adelante, 40% de los directores y más de la mitad de los docentes nacieron y se formaron en el mismo departamento donde actualmente trabajan. 68. Según las estimaciones ponderadas de los directores, 41% de todos los alumnos tendría padres con sólo educación primaria, mientras que 23% del alumnado tendría padres con educación superior. 69. 29% del total de alumnos tendría como lengua materna un idioma distinto al castellano, promedio bastante más elevado que el 15.4% de los jóvenes peruanos cuyo idioma o dialecto materno, según el Censo de 1993, son el quechua, aymara u otra lengua nativa. De otro lado, de los 372 docentes que respondieron los cuestionarios, 30% de ellos declararon que en su hogar de infancia se hablaba en alguna lengua quechua o aymara, lo que fortalecen la imagen de cierta homogeneidad, esta vez entre maestros y alumnos, al interior de las IFMs. 70. Casi un tercio de todos los alumnos (30%) estaría trabajando a la vez que estudia, siendo las ocupaciones más comunes el comercio ambulatorio, las labores agrícolas y los servicios personales, seguidos en cuarto lugar por labores de enseñanza o alfabetización. Muchos de ellos dedican parte de su tiempo a labores domésticas y familiares no remuneradas. 20 71. Información proporcionada por los directores sugiere que 43% de los alumnos provienen de familias con ingresos bajos, 34% de familias con ingresos medio bajos, 20% de ingresos medios y 3% con ingresos medio altos (en más de la mitad de las instituciones no hay ni un solo alumno de nivel medio alto). 72. La homogeneidad del alumnado y el predominio de estudiantes de sectores muy empobrecidos y con posiblemente escaso "capital cultural" puede tener consecuencias serias para las posibilidades de lograr que se conviertan en docentes para una educación de alta calidad. Sus propias experiencias escolares pueden haber "fijado" normas no deseables sobre lo que constituye una enseñanza deseable que luego reproducirán en las escuelas donde trabajen. Mientras las IFMs no tengan más alumnos de sectores más altos, que hayan tenido oportunidad de conocer mejores estilos pedagógicos, no se sentirán presionados por las exigencias de sus propios alumnos a mejorar la calidad de la formación que brindan. Además, la legitimidad social de la profesión docente podría requerir que ésta sea vista como deseable por jóvenes de todos los sectores. Por último, si bien la homogeneidad social y cultural al interior de una institución puede hacer menos complicada la integración organizacional, no resulta la mejor manera de preparar a los futuros maestros a enfrentar la diversidad socio-cultural con la cual se toparán cuando, en la mayor parte de los casos, pasen a engrosar las filas de los docentes urbanos. 73. Motivaciones para elegir la carrera. Ponderando las estimaciones de los directores, un tercio de los estudiantes que inician su preparación para el magisterio habría intentado antes ingresar a otra carrera, habiendo instituciones en las cuales la mayoría de los alumnos hubieran preferido otra alternativa. Los alumnos de las instituciones donde se realizó la observación etnográfica confirman el hecho de que la carrera magisterial es percibida como una opción de segunda por buena parte de los que postulan a ella. Esto sin duda refleja los resultados de un estudio reciente sobre el mercado educativo que sugiere que, entre los jóvenes, la docencia es la carrera menos prestigiosa y la que tiene mayores probabilidades de conducir al desempleo, a la vez que es vista también como la más fácil y la más barata. 74. Sin embargo, entre los docentes en ejercicio una abrumadora mayoría declara que optó por la carrera por vocación ("siempre quise ser maestro"), lo que sugiere que se da un proceso de decantamiento a lo largo de los estudios y luego ya en el mundo del trabajo, mediante el cual solo permanecen los que tenían o fueron desarrollando una fuerte identificación con el rol docente. Si bien entre los docentes más jóvenes es algo más frecuente el señalamiento de factores más pragmáticos para su opción, tales como la accesibilidad de las instituciones de formación o la estabilidad y seguridad del trabajo, el predominio (o la reafirmación) de lo vocacional es abrumador. 75. La selectividad de las instituciones de formación docente. Se considera que el tema de selectividad es crucial para la legitimación de la profesión docente y para la mejoría de la calidad profesional de quienes optan por esta carrera. En cualquier concepción y connotación del término selectividad, se trata de limitar el acceso a un número menor de personas que las que desearían tenerlo. En conjunto, algo más de la mitad (52.4%) de los que postulan o solicitan admisión a los programas regular de formación magisterial parecen actualmente lograrlo y buena parte de las instituciones admite a un porcentaje bastante mayor (la tasa promedio es 70%). Esto compara desfavorablemente -- en 21 términos de selectividad -- con el ratio de ingresantes a postulantes de todas las carreras universitarias (30.6% en 1993 o 25% si se excluye a las Facultades de Educación). 76. Más de un tercio de los ISPs son claramente poco selectivos (o no son objeto de mucha competencia), admitiendo a casi todos o no menos de 80% de sus postulantes. Solo una minoría (10%) resulta por lo menos tanto o más selectiva (o es objeto de mayor competencia por el ingreso) que el promedio de todas las Facultades universitarias excluidas las de Educación. 77. En el caso de los programas de profesionalización, el nivel de selectividad parece ser bastante más bajo, siendo admitidos aproximadamente el 91% de los postulantes en 1995. Sin embargo, no parecen haber diferencias importantes, con respecto a la selectividad en dichos programas, entre ISPs y universidades, entre instituciones públicas y privadas, ni difieren tampoco las antiguas de las nuevas o las grandes de las pequeñas. 78. Volviendo al caso de los programas de formación regular, son importantes las diferencias de selectividad entre instituciones públicas y privadas. Las tasas institucionales promedio son 50.7% en las primeras y 85.9% en las segundas. También difieren en cuanto a su nivel de selectividad las instituciones más antiguas (57%, esto es, en las que tienen más de 5 años de operación) y las más nuevas (77%), así como las de mayor o menor tamaño (77% en aquellas con hasta 500 estudiantes y 58% en las más grandes). 79. Este estudio no permite establecer con certeza si la mayor selectividad de las instituciones públicas se debe al mantenimiento de estándares más altos para la admisión o tan solo al hecho de que tienen mucha mayor demanda debido a sus costos menores. También sería interesante averiguar si la mayor o menor selectividad de una institución está asociada a diferencias de calidad, así como si aquélla parece ser un pre-requisito o solo una consecuencia de la segunda. 80. El proceso de selección de los estudiantes. Tanto o más importante que las dimensiones cuantitativas de la selectividad, es preguntarse sobre los criterios de evaluación que se aplican para la selección. La mayoría de los institutos (89%) declaran exigir, entre otros y diversos requerimientos, la aprobación de una prueba de admisión. 81. Las pruebas de admisión. De las pocas muestras remitidas se deduce que (a) los exámenes de los ISPs presentan serios problemas, tanto en la selección de contenidos de la misma, como de la concepción pedagógica que parece subyacerlos, de los cuales un tercio aproximadamente sólo buscan evaluar conocimientos retenidos en la memoria, la mitad de las pruebas incluyen también algún intento de medición de la aptitud académica y sólo una quinta parte incluyen algunos ítemes aparentemente referidos al área psicovocacional; (b) la técnica de construcción de la prueba es bastante deficiente, es frecuente que haya más de una respuesta correcta, muchas de las preguntas están referidas a aspectos legales del sector educativo, que ningún postulante tendría por qué conocer antes de haberse iniciado en la carrera; (c) las maneras en que se pretende medir cuestiones tales como la idoneidad vocacional son francamente pobres; (d) la extensión de las pruebas, y el tiempo que se asigna a su aplicación, son sumamente variables en las diferentes instituciones. Asimismo, los criterios de calificación y las líneas de corte para la aprobación son con frecuencia flexibilizados ex-post, desvirtuándose el propósito de la prueba. 22 82. En el caso de la admisión a las universidades, las líneas de corte para la aprobación en la prueba general aplicada a todos los postulantes son usualmente rebajadas para los postulantes a los programas de Educación, transmitiéndose el claro mensaje de que, para acceder a la oportunidad de ser maestro en el Perú, se requiere bastante menos talento, aptitud y conocimientos que para emprender casi cualquier otra carrera de nivel superior, paradójica laxitud cuando se sabe cuanta capacidad y sabiduría esperamos que tengan quienes han de educar a nuestros hijos. 83. Los efectos de esta falta de selectividad, unidos a los efectos de tener un cuerpo estudiantil que viene de grupos sociales afectados por los déficits sociales, económicos y educacionales que se han revisado líneas arriba son de fácil deducción. En cualquier caso, parecería que los mecanismos instalados para la selección de estudiantes contribuyen poco a que sean los mejores y los más capaces los admitidos a los programas de formación magisterial. 84. Por lo general, los directores se inclinan a opinar que los alumnos de los programas regulares de formación son más capaces, tienen mejor preparación y por ende mejor rendimiento, y están más motivados que los alumnos de los cursos de profesionalización. Estos últimos, según unos pocos directores, serían más responsables, pese a las mayores dificultades que enfrentan en sus estudios. 85. Las opiniones de los docentes sobre las características que distinguen a los estudiantes al interior de las mismas instituciones y sobre las exigencias particulares que esa heterogeneidad, de darse en la realidad, imponen a los programas y docentes, son muy reveladoras. Hacen referencia a diferencias en habilidades básicas (capacidad intelectual, comprensión de lectura, manejo del lenguaje), en rendimiento, en profundidad de su interés por los estudios o en sentido de responsabilidad, pero parecen percibirlas sólo como problemas que afectan la capacidad y ritmo de aprendizaje de los alumnos y les complican a ellos el cumplimiento de su programación curricular, pero son pocos los que especifican cómo deben adaptar sus estrategias de enseñanza para asegurar que todos efectivamente aprendan. De la observación de algunas aulas se desprendería que en no pocos casos los docentes de las IFMs transmiten con fuerza a sus alumnos el mensaje de que les está vedado el acceder a formas más altas del conocimiento (las cuales supuestamente ellos sí han alcanzado). 86. Sin embargo, es interesante observar que, cuando ofrecen recomendaciones para mejorar la formación de los maestros en el Perú o en sus propias instituciones, los docentes y directores de las IFMs otorgan mucho mayor énfasis a mejorar la currícula y los planes de estudio o a la selección y capacitación de los formadores que a mejorar la selección de los estudiantes de la carrera. 87. Resultados probables de una baja selectividad o de una deficiente selección. Son muchas las posibles consecuencias de una selección inadecuada de alumnos para la carrera magisterial: por un lado están los costos personales para los mismos jóvenes de verse embarcados en estudios para los cuales no tienen las condiciones necesarias y, por el otro, el impacto que ello tendrá sobre los futuros escolares, en el caso que lleguen a culminar sus estudios y encontrar un puesto de trabajo. 88. Como ya se mencionó, más de la mitad de los directores reconocen que los actuales requisitos para ingresar a estudiar a la institución que dirigen resultan menos exigentes que hace 10 años y dos tercios de ellos afirman que la capacidad académica actual de los nuevos estudiantes es algo o mucho 23 más baja que entonces. Frente a un supuesto deterioro de la calidad de la educación secundaria, además de las malas condiciones económicas y sociales de las familias (factor que incide en el aprendizaje), la mayoría de cursos que se imparten son "de nivelación", procurando generar capacidades básicas que los estudiantes debieron haber adquirido en su formación previa. 89. Tanto las autoridades y docentes de universidades e ISPs, como diversos observadores externos, perciben que el nivel de madurez intelectual e incluso emocional de los alumnos de la carrera de Educación es inferior al de los alumnos de otras carreras; los mismos alumnos están concientes de ello. 90. Es verdad que muchos de los problemas que confrontan las actuales IFMs pueden en última instancia remitirse a la mala educación básica de sus alumnos. Sin embargo, es claro que hay un proceso de selección que no está siendo diseñado o aplicado para escoger a un grupo con potencial para promover una educación de calidad en el próximo siglo. Los docentes 91. En base a lo reportado por los directores de las instituciones que proporcionaron esta información, puede estimarse que el total de docentes dedicados a la formación magisterial asciende a 9000. 92. Características sociodemográficas. Extrapolando los datos proporcionados por 372 docentes, su promedio de edad estaría en los 44 años, siendo sólo 10% de ellos mayores a 55 años y un porcentaje similar menor de 32. 93. Género. Según las estadísticas proporcionadas por los directores, 72% de los docentes son hombres y 28% mujeres. La muestra autoseleccionada de docentes contiene un pequeño sesgo masculino (78% son hombres). Ambos datos contrastan con la matrícula fuertemente femenina de las IFMs (solo 38% son varones) y con la composición de los actuales docentes en ejercicio (46% de los cuales son hombres). 94. Lugar de nacimiento. 50% de los docentes nacieron en la misma provincia donde funciona el ISP en el cual trabajan. Si se amplía el marco de referencia a todo el departamento, resulta que 76% son lugareños. 95. Motivaciones para opción profesional. La enorme mayoría de los profesores de las IFMs (más del 80%) declara haber elegido originalmente ser educador por un llamado vocacional ("siempre quiso ser maestro" o porque sentía afecto hacia los niños) mientras que unos pocos (5%) lo hicieron empujados por una motivación social. Unos pocos más (7% en cada caso) identifican cuestiones prácticas como "era la única carrera disponible en la localidad" o "era la carrera más económica"; otros indican cuestiones de tipo más coyuntural ("mis amigos me animaron"). La mayoría de ellos no cambiarían hoy en día su decisión original de ser maestros; solo 20 docentes aludieron a los bajos salarios y al poco reconocimiento social de la profesión como factores que los hacen desear ahora haber elegido entonces otra opción. 24 96. En cuanto a la decisión de dedicarse a la formación de maestros, las razones más frecuentemente ofrecidas han sido el deseo de transmitir la propia experiencia y los conocimientos adquiridos a otros maestros (22%). 14% alude a factores tales como el "reunir ya los requisitos", el querer acceder a mejores posibilidades de desarrollo profesional o al mayor prestigio del cargo o del nivel educativo (superior), y parece considerar la labor de formador como el punto "natural" de culminación de la carrera docente. Otros hacen referencia a oportunidades que se presentaron, posibilidad de mejorar o complementar sus ingresos, idoneidad para la actividad, voluntad de contribuir a mejorar la calidad de la educación, y al efecto multiplicador que tiene la labor de formación, entre otras cosas. 97. Localidad, institución y especialidad en que se recibió primera formación. El 63% de los docentes recibieron su primera formación en el mismo departamento en el cual nacieron y 66% de ellos lo recibieron en el mismo departamento en el cual trabajan. Poco más de la mitad de los docentes nació, se formó y trabaja en el mismo departamento. 98. Aproximadamente la mitad de los docentes se formó inicialmente en una escuela normal o en un instituto superior pedagógico y la otra mitad en una universidad. Unos pocos llegaron por rutas alternativas. Sólo 11% de los docentes estudió originalmente en un programa de profesionalización docente, en lugar de un programa de formación regular. 99. La gran mayoría de los docentes recibieron su primera formación en una carrera docente, siguiendo 58% de ellos alguna de las especialidades de educación secundaria (es frecuente observar que estos docentes recibieron su primera formación en universidades antes que institutos superiores, mientras que aquellos que se especializaron en educación primaria o inicial lo recibieron en ISPs o escuelas normales). Sólo 9% de ellos se formaron en una carrera no docente. 100. Apreciación de la calidad de la formación recibida. Con respecto a la calificación que dieron los docentes a su primera formación, 13% de ellos la calificaron como excelente, 44% como muy buena, 38% como buena y sólo 4% la describe como regular o mala. La resistencia a exhibir una actitud crítica es también notoria porque 28% de los docentes no respondió al ítem que solicitaba se identificaran los aspectos de la propia formación que consideraban deficientes. Otro 13% especificó "en ninguno". 101. Los aspectos positivos de la formación recibida que se mencionan con mayor frecuencia son, en primer lugar, los relacionados con lo académico (contenidos de la especialidad) y en segundo lugar lo relacionado a lo formativo general (valores, ética, compromiso social, etc.). Sólo en tercer lugar se mencionan como positivos los aspectos relacionados con la capacidad de enseñar. En cambio son estas cuestiones las que encabezan la lista de los aspectos considerados deficitarios por aquéllos que sí expresaron su opinión al respecto. 102. En la revisión de este punto, como en muchas otras de las preguntas abiertas de la encuesta, se hace evidente uno de los problemas más importantes que afectan la formación docente y a la educación peruana en general. Los docentes demostraron grandes dificultades para expresarse con claridad por medio de la escritura. Hubo gran cantidad de respuestas ininteligibles para un lector distante y muchas que no pasaron de un par de palabras de contenido ambiguo (v.gr., si la principal carencia esta en "la formación general", ¿se está haciendo referencia a los cursos que componen esa parte del curriculum 25 oficial o se está refiriendo a cultura general, formación intelectual, formación en valores, etc..?). No son excepcionales los casos en los cuales varios docentes de una misma institución han dado respuestas exactamente iguales a ciertos ítems del cuestionario ni aquéllos que repiten frases muy formales o aun estereotipadas que se han vuelto clichés en la jerga del sector (v.gr., "falta de adecuación a la realidad", "desactualización con los avances científicos y tecnológicos", etc.). La necesidad de recuperar o adquirir la capacidad de expresarse por medio de la escritura se avizora como una urgencia a ser atendida no solo en las escuelas sino particularmente en las instituciones donde se forman los futuros maestros. 103. Grados y títulos obtenidos. 74% de los docentes tienen un grado académico (aunque sólo cerca de la mitad de ellos se formó originalmente en una universidad) y 99% tiene título profesional. Sólo 5% de los docentes de la muestra tienen un grado académico superior al bachillerato. Este escaso porcentaje de docentes con postgrados resulta sorprendente si se tiene en cuenta que hay por lo menos 37 programas de maestría y 7 programas de doctorado en Educación funcionando en el país. 104. Al momento de la encuesta, 37 % de los docentes de los IFMs se encontraba estudiando, la mayoría de ellos en alguna universidad (89%) para obtener el bachillerato, segundo título profesional o grado superior. Sin embargo, una quinta parte de ellos estaba siguiendo una carrera no docente. 105. Capacitación. La gran mayoría de los docentes encuestados ha recibido uno o más cursos de capacitación en los dos años anteriores a la encuesta, siendo las universidades las principales ofertantes. La mayor parte de estos cursos tienen mediana duración (más de 10 días) y casi todos los docentes los declararon de utilidad para su labor. Es positivo encontrar que 31% de las respuestas al respecto señalan que los cursos los llevaron a modificar sus propias prácticas en el aula. 106. Experiencia como formadores. No fue posible estimar el número total de años dedicados por los docentes a la formación de maestros. Los docentes de la muestra están trabajando en la institución donde actualmente laboran un promedio de 4 años. Además reportan 5 años de experiencia en otras IFMs, quizás simultáneamente a la anterior. En cualquier caso, y dado que el promedio está fuertemente influido por unos pocos docentes dedicados a la formación por muchísimos años, parece que los docentes de los actuales IFMs tienen poca experiencia formando maestros. 107. Experiencia como docentes escolares. A diferencia de su experiencia en formación magisterial, los docentes de IFMs tienen una considerable experiencia como profesores de aulas escolares (13 años en promedio), y la gran mayoría de IFMs consideran dicha experiencia requisito indispensable para la contratación de un docente. 108. Los docentes de IFMs públicas tienen menos años de experiencia que los de instituciones privadas (10 vs.16 años). Asimismo, los docentes de los ISPs más nuevos tienen mayor experiencia escolar que los institutos más antiguos (15 vs.10 años). 109. En el Perú, a diferencia de lo que ocurre y se lamenta en muchos lugares del mundo, los docentes de IFMs tienen considerable experiencia escolar (incluso muchos están simultáneamente enseñando en 26 escuelas). Esa experiencia puede ser un excelente insumo para su rol de formadores, si es utilizada adecuadamente. 110. Requisitos para el acceso a la plaza docente. Lo más común es la exigencia de certificados de estudios superiores y acreditación de experiencia laboral. Sólo algunas veces esa revisión se combina con una entrevista personal de los candidatos con alguno/s de los directivos de la IFM, o con los miembros de una comisión nombrada para el efecto (en 16% de las instituciones públicas y 42% de las privadas). Sólo 16 instituciones (16% de las públicas y 11% de las privadas) señalan como requisito para la contratación, una capacidad pedagógica demostrada, durante, por ejemplo, el dictado de una clase modelo; 6 instituciones toman en consideración buenas referencias y 3 declararon haber exigido algún examen o prueba de conocimientos antes de proceder a su más reciente contratación. 111. La acreditación formal de la experiencia y la formación profesional del postulante, así como de su capacidad o actualización posterior, son los requisitos que más inciden, por lo visto, en su contratación. 112. Condiciones laborales. Sólo 30% de los docentes de instituciones son nombrados y 70% de ellos están contratados. En las IFMs públicas, 49% de docentes son contratados, en las privadas 87% de ellos lo son. Por otro lado, 85% de las instituciones privadas cuentan con más de 75% de sus docentes en calidad de contratados. En las instituciones nuevas (hasta con 5 años de antigüedad) 86% del personal docente es contratado, mientras que la cifra correspondiente para las instituciones más antiguas es 39%. 113. Poco menos de la mitad de docentes trabaja a tiempo completo en la institución en la cual enseñan, mientras que un poco más de la mitad tienen una dedicación a tiempo parcial. Mientras que 83.1% de los docentes de IFMs públicas trabajan 40 horas o más, tan sólo 16.9% de docentes de las privadas lo hacen. 114. 87% de los docentes declaran trabajar el mismo o mayor número de horas que las estipuladas en su contrato. Este nivel de cumplimiento de horas parece ser más alto en las instituciones privadas que en las públicas. 115. 40% de los profesores limitan su actividad docente al dictado de clases, un 28% dedica algunas horas adicionales a otras tareas docentes y 31% de ellos dedican muchas horas adicionales a las sesiones de clases. Es más frecuente que los docentes del sector privado limiten su trabajo únicamente al dictado de clase, particularmente aquellos que tienen contratos a tiempo parcial. En contraparte, aquellos que dedican muchas horas a actividades distintas del dictado de clase, se encuentran con mayor frecuencia en el sector estatal. 116. Remuneraciones docentes. Las remuneraciones promedio de todos los docentes de IFMs a diciembre de 1995 ascendían a 432 soles (186 dólares). Este ingreso es aún más bajo en promedio que el de docentes de escuela. 46% ganan entre 451 a 600 soles; 28% ganan menos de 300 soles y sólo 4% más de 750 soles. 27 117. Los ingresos de los docentes de ISPs ascendían a 415 soles mensuales (179 dólares), mientras que los docentes universitarios que respondieron a la encuesta recibía un promedio de 733 soles (316 dólares). 118. En las instituciones públicas la remuneración mensual promedio es de 515 soles, mientras que en las privadas sólo alcanza 353 soles (152 dólares). Sin embargo, es importante destacar que la mayor parte de los docentes de IFMs privadas trabajan a tiempo parcial, en contraparte de los docentes de instituciones públicas. 119. Los docentes encuestados ganan 4.56 soles (equivalente a 1.97 dólares) por hora de trabajo; en las Facultades de Educación el ingreso horario es 30% mayor al de los docentes de ISPs, diferencial menor al encontrado entre sus remuneraciones totales (77%). Los docentes de instituciones privadas ganan más por hora que los docentes de instituciones públicas. 120. Otros ingresos. La mitad de los docentes tienen otra ocupación aparte de la enseñanza en la Facultad o Instituto de la muestra. Estas actividades son mayormente relacionadas a la docencia, ya sea como profesores o directores de colegio (40%), como profesores en otras universidades o institutos (29%) o como profesores o tutores particulares (8%). Los ingresos que obtienen en estos otros trabajos alcanzan en promedio 438 soles (189 dólares). Si a esto se le suma los ingresos del cónyuge u otros miembros del hogar e ingresos de otras fuentes, el ingreso promedio de los hogares de los docentes asciende a 983 soles (424 dólares). Los directores 121. Características demográficas y sociales. El promedio de edad de los directores y decanos es 50 años, y casi las tres cuartas partes de ellos (74%) están entre los 40 y los 55 años de edad. 122. 79% de los directores son de género masculino, por encima del 72% de docentes varones en los ISPs registrado en el Censo Escolar de 1993 y del 78% de hombres que ejercen la docencia en los institutos y facultades que respondieron los cuestionarios para este estudio. La discriminación o posible auto-exclusión de las mujeres se inicia con las opciones por especialidades durante su propio proceso de formación, reforzándose a lo largo de su carrera. 123. 60% de los directores nació en el departamento donde se ubica su actual centro de trabajo, mientras que 35% nació en la misma provincia, pero tienden a ser más "foráneos" que los docentes en general. 124. Formación profesional Aproximadamente 59% de los directores y decanos recibió su primera formación profesional en el mismo departamento donde nació y 50% se formó en el mismo departamento donde actualmente trabaja. Si a esto agregamos que 40% del total nació y se formó en el mismo departamento donde actualmente se encuentra trabajando, podría considerarse que se trata de un grupo ocupacional de movilidad relativamente reducida. 28 125. 56% de los directores o decanos recibió su primera formación profesional en una universidad, mientras que el resto lo hizo en escuelas normales o institutos pedagógicos. La gran mayoría recibió su primera formación en instituciones públicas, salvo 5 casos. 126. Casi la totalidad de los directores formados como maestros lo fueron mediante programas regulares. Solo 6 de ellos se prepararon originalmente mediante cursos de profesionalización. 127. Grados y títulos obtenidos. De los dos tercios de los directores o decanos de la muestra que tienen algún grado académico universitario, 2% tienen una Maestría y 6% un Doctorado en Educación. Otro 2% tiene doctorados en otros campos. Cinco de los 13 que tienen postgrados los obtuvieron en otros países. Los otros directores graduados tienen bachilleratos en educación (39%) o en otras especialidades (8%). 128. 97% de los directivos declaran tener un título profesional (el resto de ellos no respondieron la pregunta) otorgado por una escuela normal o ISP (37%) o una universidad (56%), en su mayoría instituciones públicas. La cuarta parte de todos los decanos y directores ha obtenido títulos en una segunda especialidad o carrera, un tercio de ellos en carreras no docentes. 129. Capacitación. La gran mayoría (79%) de los directores ha recibido algún o varios cursos de capacitación o actualización en los 2 años anteriores a la encuesta. El principal proveedor de oportunidades en ese sentido son las dependencias del Ministerio de Educación y se trata frecuentemente de cursos de una duración de entre 6 y 10 días, o incluso más, que casi todos los directores (92%) declaran encontrar útiles. 130. 25% de los cursos mencionados por los directores está vinculado a la enseñanza de nivel superior, a la formación de docentes o a la administración y gestión de instituciones educativas. 131. Experiencia en formación magisterial. Buena parte (79%) de los directores y decanos tiene actualmente alguna responsabilidad docente. En promedio, tienen 5 años trabajando en la institución que actualmente dirigen, sólo un año más que el promedio de los docentes. Como en el caso de estos últimos, este promedio también difiere marcadamente entre los directores de instituciones públicas (7.7 años) y privadas (2.4 años). 132. 34% de los directores o decanos tienen un año o menos en la institución, y más de la mitad (56%) sólo acumula un máximo de 3 años de trabajo en el mismo centro. Hay que tener presente, sin embargo, que la mitad de las instituciones no tiene más de 3 años de operación, y que los promedios de años de trabajo en la institución de los directores incrementan con la antigüedad de la institución (2 años de experiencia en las instituciones con menos de 5 años de funcionamiento vs. 10 en las de mayor antigüedad). Aumentan también con el tamaño de la institución: en las que tienen menos de 200 estudiantes, el director sólo lleva 1 año y medio de trabajo, mientras que en las de más de 1000, el promedio es 9 años y medio. 133. Los directores han acumulado en su actual y anteriores puestos alrededor de 11 años a la formación de docentes. A pesar de que un tercio de ellos no tienen más de 5 años de experiencia, más de la mitad lleva por lo menos 10 años dedicados a esta labor. No se observa grandes diferencias 29 entre los directores de instituciones públicas y privadas (10.5 vs 11.7 años). Sí encontramos diferencias significativas entre los de las instituciones más grandes y las pequeñas (13.6 vs 8.9 años) y entre los de las nuevas y las antiguas (9.5 vs 14.6 años). 134. Casi todos los directores (97.5%) han tenido también alguna experiencia como docente de aula. En promedio, han acumulado 14 años de experiencia en algún nivel del sistema escolar (1 año más que el promedio de los docentes de las IFMs) y son sólo unos pocos (9%) los que no enseñaron por lo menos cinco años. En promedio, tienen una diferencia de 2 años de experiencia en aula los directivos de instituciones públicas y privadas. Los directores de instituciones de más reciente creación (menos de 5 años de funcionamiento) tienen bastante más experiencia como maestros de escuela (16 vss 10 años). 135.Condiciones laborales: nombramiento al cargo y dedicación de tiempo. Preocupadamente, solo poco más de la mitad (57%) de los directores declaró contar con nombramiento para el puesto; los restantes estaban asumiendo esa función como encargados (6%), destacados (2%) o contratados (36%). Casi todos (93.4%) tienen una dedicación de por lo menos tiempo completo. 136. Nivel magisterial. Tres cuartas partes de los directores de ISPs que respondieron esta pregunta estaban en el Nivel V o VI del escalafón magisterial (16 directores no respondieron a esta pregunta). De las 6 Facultades que respondieron al cuestionario, 3 de sus decanos tenían categoría de profesor principal, mientras que los otros 3 eran asociados. La enseñanza 137. El deterioro de los procesos de enseñanza-aprendizaje en los centros de formación magisterial se expresa tanto a través de la pobreza de contenidos en la comunicación de los docentes con sus alumnos como a través de un cierto conformismo y casi complicidad de los estudiantes con una formación de baja calidad. Ambos son agentes en la reproducción de la problemática de los centros de formación magisterial. Estos últimos, dado el tipo de rutinas entre profesores y alumnos, terminan anulándose como centros de formación académica. 138. En general, se ha observado que los profesores no tienen mucho material que transmitir a los alumnos. Así, pobreza sea quizás la palabra que mejor describe el medio académico. En primer lugar, hay pobreza de pautas para la adquisición de habilidades así como de recursos para familiarizar a los alumnos con materiales de lectura útiles para su formación. Se les dice a los alumnos lo que deben o no hacer, pero no se les indica cómo hacerlo. 139. En segundo lugar, hay pobreza de pautas para incorporar y comunicar ideas de forma coherente y pedagógica. Los docentes tienen dificultades para leer e interpretar o resumir textos, así como para comunicar conceptos con sus propias palabras. Por lo general, lo que hacen es citar textualmente a algunos autores y algunas veces lo hacen fuera de contexto y de manera confusa. Cuando se trata de conceptos específicos o de definiciones, la mayoría lee fragmentos de libros o separatas que no identifican, debido a que posiblemente desconfían de su capacidad de expresarlos con sus propias palabras. Cuando hablan casi no usan oraciones largas y mucho de lo que se dice apela principalmente 30 a los sentimientos. Al expresar las ideas se suprimen palabras, y se cuenta con la capacidad del otro de interpretar la intención de aquello que se quiere decir. 140. Hay también pobreza de pautas para organizar el dictado de clases. La mayoría de los docentes no tiene programa para su clase, no la prepara y no establece una secuencia lógica entre clase y clase. De otro lado, usan como instrumento principal de trabajo el dictado en la pizarra o las exposiciones encargadas de manera poco específica (y a menudo no escuchadas) a los alumnos. 141. Los docentes no pueden transmitir conocimientos de manera abierta y fluida porque ellos mismos parecen tener una relación rígida con el conocimiento. Más que un aliado o una herramienta, el conocimiento se convierte en autoridad y en un bien que otorga prestigio y poder. Por eso, no se hace circular con generosidad entre los estudiantes. En lugar de proporcionarles información reciente, o bibliografía para los cursos, se les dice que para aprender, lo mejor es la experiencia. 142. Cuando los docentes no han podido culminar una clase se comprometen a abordarla en las clases siguientes; dichos ofrecimientos nunca se cumplen. Asimismo, en la medida en que los docentes no consultan a sus estudiantes, no hay una retroalimentación; no estimulan académicamente a sus estudiantes. Los trabajos escritos son devueltos sin observaciones. Según los estudiantes, a los docentes sólo les interesa la forma cómo son presentados los trabajos. A los profesores más parece interesarles el que un alumno o alumna sea "cumplido" o "preocupado", es decir que presente los trabajos a tiempo y que tenga una actitud sumisa, pero no necesariamente que aprenda. 143. La formación docente parece estarse quedando vacía de contenidos concretos que permitan la adquisición y el desarrollo de de habilidades y técnicas específicas para la enseñanza. Lo que predomina en los contenidos de las clases, y lo que parece quedar en la mente de los estudiantes, es más bien una consigna, que llama a los estudiantes a convertirse en protectores y amigos de los estudiantes, pero para lo cual tampoco se dota de recursos adecuados a los estudiantes. De este modo, la idea de la calidad de la formación docente, guardando coherencia con lo anterior, está más ligada a la formación de valores y a la motivación para querer a los niños, que a la amplitud y solidez de la información recibida, o al manejo adecuado de los métodos para lograr el aprendizaje en los niños. 144. Así, los estudiantes salen a trabajar armados básicamente de su sentido común e inteligencia para lidiar con sus clases. Más que a contenidos relativos a los cursos, los alumnos son expuestos a la repetición frecuente de las características personales que debe tener el maestro para cumplir su rol como agente social activo en las comunidades en las que trabaje. 145. Dicho estilo docente estaría reflejando la inexistencia de corrientes pedagógicas consistentes en las instituciones formadoras de maestros. Dicha inconsistencia podría relacionarse con la forma cómo se implementaron las nuevas corrientes pedagógicas surgidas en los años 70 como parte del proceso de reforma educativa. Si bien había un discurso nuevo, éste se superponía a los métodos tradicionales. Fue una "modernización tradicionalista" de la educación; es decir, se intentó renovar la enseñanza usando los mismos métodos memorísticos y verticales. El resultado fue que los contenidos potencialmente renovadores fueron mutilados de manera contraproducente. Quienes ahora enseñan a los futuros maestros pasaron entonces por una prédica que cuestiona la pedagogía tradicional en el 31 discurso, pero no fueron dotados con recursos ni herramientas para sustituirla efectivamente por otra forma de enseñar. 146. Frente a la falta de calidad de la formación que reciben, los alumnos desarrollan una práctica conformista y de complicidad con la situación en la que se encuentran. Así, no manifiestan un mayor cuestionamiento a su enseñanza. Sus críticas, cuando las hay, son sobretodo formales. Esto se debería a qué no tendrían con que comparar su formación o debido a que no han recibido ningún entrenamiento en la vida para expresar con claridad sus opiniones, asumiendo que éstas pueden ser tomadas en cuenta. 147. Los estudiantes no esperan muchos de sus profesores. Para la mayoría, el docente ideal es aquel que sabe conmover a sus alumnos con la materia que enseña; aquel que es tolerante con sus incumplimientos; aquel que es alegre y que es capaz de establecer una relación de confianza con sus estudiantes. Así como los profesores no evalúan los conocimientos de sus alumnos, estos últimos no aspiran a tener un profesor que sepa y conozca la materia. 148. Siendo la mayoría de los contenidos de los cursos intrascendentes, la interacción académica entre maestros y alumnos queda en un segundo plano, frente a los aspectos más formales como la entrega de trabajos y la apariencia de éstos. De hecho, casi no existen las conversaciones sobre contenidos académicos. 149. En esas circunstancias, el tiempo deja de ser utilizado con propósitos académicos: las horas "efectivas" de clase son menos que las horas perdidas por ausencia del profesor o las horas de clase dedicadas a otros fines. Alumnos y profesores hacen lo posible por evitar las horas de clase, surgiendo acuerdos "informales" que incluso llegan a modificar los acuerdos formales sobre el horario de clases. El trabajo de campo permitió observar cómo las clases planificadas para empezar a una hora determinada empezaban media hora tarde y finalizaban una hora antes. De esa manera, con el acuerdo de los estudiantes, en lugar de dictarse dos horas y media de clase se dictaba sólo una hora. 150. En las "horas libres" e incluso durante el dictado de la clase, los alumnos aprovechan las relaciones en la clase para poder hacer negocios o intercambiar información sobre actividades extraacadémicas. El sentido de la permanencia en la institución deja de ser principalmente académico. El objetivo es otro: hacer vida social, o hacer "negocio". 151. Este relajamiento en el uso del tiempo con propósitos académicos tiene a su vez manifestaciones en rutinas que se dan fuera del aula y que comprometen a la institución en su conjunto: las clases no empiezan el día indicado, hay una burocracia excesiva, se pierde el tiempo haciendo colas innecesarias, etc. Toda la institución, al parecer, ha dejado de valorar "el paso del tiempo". Quizás, esto último sea un reflejo de la ausencia de disciplina en todos los niveles de la institución. Es el trabajo disciplinado el elemento central en la definición del uso riguroso del tiempo. Por lo tanto, donde no existe disciplina, el tiempo tiene otros contenidos, otros usos. Algunos aspectos específicos sobre la enseñanza en las instituciones 32 152. El currículo de formación magisterial. Es práctica común criticar el currículo de formación vigente e incluso dar por descontado que en los cursos de capacitación se tendrá que intentar dar aquellas destrezas básicas que los docentes deberían realmente adquirir durante su formación inicial. Lo observado durante este estudio sugiere que es la manera como se aplica, más que el currículo mismo, lo que es defectuoso. No se descarta la necesidad de mejorarlo, pero debe quedar claro que lo que sucede en las aulas no cambiará fácilmente con la elaboración, publicación y difusión de un documento alternativo. 153. Las observaciones de aula realizadas mostraron la ausencia de todos los elementos de una buena enseñanza resaltados en la primera sección de este informe. No se enseña teoría ni práctica, y el "dictado" suele ser confuso, carente de objetivos y secuencia. No hay syllabus disponibles, y no parece haber conexión entre una sesión de clase y la siguiente o la anterior. No se notó ningún esfuerzo por realizar evaluaciones de tipo formativo. 154. Entre las propuestas que espontáneamente sugiere la observación de la realidad está la inclusión de algunos cursos vinculado directamente a la enseñanza de la lectura y la escritura, no sólo para profesores de educación primaria sino también para los de secundaria. No vendría mal un taller o seminario para que los mismos estudiantes de pedagogía mejoren, junto con sus docentes formadores, sus habilidades en este terreno y que se proveyera lineamientos que aseguren que en todos los cursos se insista en este aspecto. 155. Aunque en el curso de Tecnología Educativa se debe tratar el asunto de la evaluación formativa, pocos maestros parecen utilizar esas técnicas en sus aulas, y posiblemente no tuvieron experiencia con ella durante su formación. 156. Parece que los maestros de inicial y de educación especial están más al tanto de las actuales innovaciones. Es posible que sus programas de formación los dote mejor de las actitudes y teorías pedagógicas necesarias para mejorar la educación primaria, y podría considerarse un rol para ellos en ese proceso. 157. Las cuestiones de planificación, programación y manejo de aula tienen un espacio en el currículo vigente, pero parecería que deben ser más enfatizadas tanto en los cursos como en las prácticas preprofesionales. 158. Pese a los seminarios de investigación, la manera como típicamente enseñan los docentes de las IFMs no promueven el pensamiento crítico ni el cuestionamiento, ni la actitud de "aprender a aprender". Tampoco parecen haber espacios ni sugerencias en el currículo sobre el tratamiento de cuestiones interculturales, ni de cuestiones de género, ni sobre los problemas que se enfrentan cuando los pupilos tienen distintos idiomas maternos. 159. Aparentemente, el currículo no se diversifica (de manera planificada) incluso dentro de los márgenes permitidos por el Ministerio. Gran número de directores no respondió preguntas al respecto y un tercio declaró ceñirse estrictamente a la estructura curricular básica. Otros respondieron con los consabidos "ajustes a la realidad" o "actualización de contenidos". Entre los que sí respondieron con cierta especificidad las adaptaciones más comunes parecen ser cambios en las secuencias de los cursos, 33 la introducción de más o más tempranas prácticas, la introducción de cursos específicos, o un mayor énfasis a la formación religiosa y ética. 160. Aunque no hayan procurado introducir cambios específicos con relación a la estructura curricular básica, la gran mayoría de los directores de las IFMs sí tiene propuestas sobre cómo debe modificarse esa ECB, las más frecuentemente mencionadas siendo: (a) modificaciones en la cantidad y secuencia de algunos cursos, incluyendo la exigencia inflexible de pre-requisitos y la reducción de contenidos que se repiten en varias asignaturas (b) modernización o actualización de contenidos, sin especificar (c) modificación del peso de las distintas áreas curriculares (d) más, mejor supervisadas y más tempranas prácticas (e) adecuación a la realidad regional o local (f) mayor énfasis en la investigación (g) introducción o refuerzo de cursos de computación e informática (h) orientación general más aplicada, énfasis en didáctica, cursos menos "teóricos" (i) introducción o refuerzo de cursos de ecología y recursos naturales (j) fortalecimiento de la formación en valores (k) introducción o refuerzo de la enseñanza de lenguas nativas y programas bilingües Otras sugerencias realizadas por algunos pocos directores incluyen el reforzamiento de competencias básicas que no se adquirieron en la escuela (lenguaje, lectura, matemáticas), la formación para la gestión y/o para la producción, mayor contacto con la comunidad, cambios en sistemas de evaluación y en la enseñanza de la evaluación, y mayor flexibilidad en la selección de contenidos para los docentes. 161. El nivel de exigencia. Según sus propias declaraciones, es frecuente que un docente de IFM solicite a sus alumnos que lean 2 o tres libros por curso, que revisen hasta cuatro artículos de revistas y un par de "separatas". Ellos estiman que alrededor de la mitad de los alumnos leen todo y que hay una quinta parte que lee muy poco o nada de lo indicado. En opinión de los responsables de este estudio, tanto el nivel de exigencia de los docentes como el cumplimiento de los alumnos estén siendo sobreestimados. En las IFMs se lee muy poco y, además, no se lee bien ni de manera comprensiva. 162. Los alumnos tienen grandes dificultades para identificar ideas centrales de un texto y resumirlas. Generalmente copian textualmente párrafos extraídos de un par de fuentes (frecuentemente incurriendo en errores ortográficos en la transcripción) y los articulan de manera bastante rudimentaria, sin mayor análisis o interpretación -- y los docentes parecen no notarlo o no considerar que ello merece alguna mención. Muchos de los mismos profesores, como en el caso de las respuestas concretas que buscaban obtenerse a las preguntas de los cuestionarios remitidos para este estudio, suelen redactar de manera estereotipada, con vocabulario aparentemente sofisticado pero sin mucho contenido efectivamente comunicativo. 163. Por problemas económicos, y por falta de tiempo para la preparación de clase (o para la recreación con la lectura), así como por la ausencia de bibliografía nueva en las bibliotecas de las IFMs, es muy probable que los docentes de las IFMs no lean mucho ellos mismos. 34 164. Las propuestas de lecturas recomendables para todos los estudiantes de la institución que hicieron los docentes de las IFMs son muy sugerentes en ese sentido. Sólo 58% del total de docentes pudo hacer tres sugerencias, y hubo algunos pocos que escasamente pudieron ofrecer una. Muchas de las lecturas propuestas se tratan posiblemente del texto que el docente usa o desearía poder usar para enseñar su curso. Frecuentemente se trata de un texto correspondiente a una especialidad y que difícilmente podría justificarse como recomendación principal para todo el alumnado. La dispersión de los títulos es grande, y no parece haber en nuestro medio textos "esenciales" consagrados, aunque sea temporalmente, como lecturas generales recomendables para todo futuro maestro. Buena parte de los textos o son clásicos de la literatura universal o son alguna de las lecturas obligatorias exigidas en la secundaria. Entre aquellos textos en los cuales concuerdan más de una decena de docentes, solo en cuarto lugar aparece alguno enfocado directamente sobre lo educativo. Otro grupo importante de sugerencias difícilmente se pueden considerar "lecturas recomendables" sino más bien libros de referencia para algunos primeros acercamientos a un tema, tales como Diccionarios, Enciclopedias y hasta el Almanaque Mundial. Es preocupante también que aparezcan muy pocos de los textos producidos en años recientes en el país como resultado de investigaciones de campo, pese a que el listado denota una preocupación sobre el desarrollo de la capacidad de investigación educacional entre el alumnado. Una última característica del listado de lecturas sugeridas parece ser la relativa antigüedad de las publicaciones; sólo una cuarta parte de los títulos habrían sido editados después de 1980. 165. Los directores y su rol en la supervisión y orientación pedagógica. La supervisión pedagógica no parece estar entre las funciones más importantes de las autoridades de las IFMs. Solo poco más de la mitad de los docentes de las IFMs, tanto públicas como privadas, declara haber sido observado en alguna oportunidad por un supervisor durante 1995. A primera vista, y por lo menos a nivel del discurso, y contra lo muchas veces sostenido, parece regir una actitud bastante positiva hacia la supervisión. Sin embargo llama la atención el hecho de que muchos docentes, en lugar de explicar porqué les fue útil la supervisión (cosa que afirmaron mayoritariamente, procedieron a explicar porqué los supervisaron en primer lugar, procurando despejar cualquier sospecha de que fue observado porque estaba en falta o tenía algún problema en particular. De otro lado, las razones articuladas por quienes no fueron supervisados también reflejan concepciones obsoletas sobre el tema, que enfatizan el aspecto "fiscalizador" de la supervisión ("no era necesario", "es cuestión de confianza", etc.) 166. Las prácticas profesionales. Aunque muchos sostienen que lo exigido en este aspecto por la estructura curricular básica es del todo insuficiente, lo que se cumple en la realidad mucho más insatisfactorio aún. Hay muy pocas oportunidades de practicar seriamente hasta el último semestre de estudios y no todos los alumnos llegan a tener una experiencia realmente útil para su formación cuando las efectúan. Hay instituciones bastante prestigiosas cuyos alumnos no reciben otra supervisión durante sus prácticas que la que pueda darle voluntariamente un docente cualquiera en el colegio que le dio facilidades para practicar. No es inusual que el maestro de aula "cooperante" aproveche la presencia del estudiante-docente para realizar sus tareas administrativas, para salir de la escuela, o simplemente para descansar. 167. Aunque 86 de las 118 IFMs encuestadas declararon tener una relación especial con algún centro escolar, sólo 26 tenían su "propia" escuela de aplicación, mientras que otras 30 tienen convenios o están 35 asociados de alguna manera formal a algún colegio. Otras 6 definieron la relación como cercana, amical o tradicional. 168. Según docentes y directivos de IFMs, hay falta de receptividad y apoyo de los directores y docentes de los centros escolares donde se realizan (o podrían realizarse) dichas prácticas. Los maestros de aula se resisten a ser observados o a orientar al alumno practicante, por temor, desconfianza o simple indiferencia. Aparte de la falta de voluntad de colaboración, también está el problema de la mala preparación de los maestros de escuela, muchos de ellos intitulados, que les impide asumir el rol de reales colaboradores en el proceso de formación de los nuevos docentes. Por último, la deficiente preparación de los propios practicantes, tanto en calificaciones básicas como en el desarrollo de habilidades mínimas de enseñanza, hace que los maestros de escuela no estén dispuestos a invertir su tiempo en ellos. 169. Las mismas IFMs están insuficientemente organizadas para el desarrollo de las prácticas: no hay suficientes docentes con tiempo y preparación para supervisarlas, no hay recursos materiales para contratar a profesores para que se dediquen a ello o para cubrir los costos de traslado de los estudiantes y sus supervisores a los escuelas de aplicación o para "incentivar" a los maestros de las escuelas. Por último, las difíciles condiciones de infraestructura, equipamiento y dotación de materiales de los centros escolares aledaños es una situación que desincentiva a los estudiantes y a las IFMs de utilizarlos para mejorar el proceso de formación de los futuros maestros. 170. Para superar estos problemas, muchos directores proponen mecanismos que obliguen o incentiven a los colegios a aceptar y apoyar a practicantes de las IFMs. Algunos incluso proponen que los colegios cercanos a los institutos o Facultades deben convertirse "automáticamente" en escuelas experimentales de aplicación, de modo que todas las IFMs cuenten con su "propia" escuela de aplicación. Se propone que se asigne más horas curriculares a las prácticas y, por otro, que se mejore la supervisión de las mismas, tanto por parte de los docentes de las escuelas cooperantes como por profesores de la IFM. Esto último podría lograrse formando equipos de docentes-supervisores en los institutos y facultades, reduciendo el número de alumnos que cada uno tiene a su cargo y liberándolos parcial o totalmente de otras cargas lectivas, a la vez que mejorando la relación con las escuelas participantes. 171. Buena parte de las recomendaciones de los directores se refieren a un mayor número de semanas o sesiones o a que la práctica final se realice en un semestre en el cual el estudiante-practicante no tenga otros cursos, de manera de poder dedicarse a ella de manera más integral. Hay un grupo que insiste en el inicio más temprano de las prácticas, incluso "desde el primer semestre" de estudios aunque, quizás por una nota de realismo, esa posición parece ser minoritaria. 172. Se sugiere también que las prácticas se estructuren de manera similar a la de los servicios rurales y urbano marginales (SERUM) que deben prestar forzosamente los estudiantes de ciertas carreras antes de recibir el grado o título respectivo, período durante el cual reciben una remuneración que hace factible su sostenimiento. 36 173. Asimismo, algunos directores mencionan que una buena práctica requiere una mejor formación teórica y aplicada que la que se da corrientemente en las IFMs, por lo cual se llama a una profunda reforma curricular y metodológica. 174. Para poder evaluar los resultados de todo ese entrenamiento, se propone que intervengan observadores externos o un jurado durante el desarrollo de una clase demostrativa, que podría ser parte importante del calificativo final del estudiante de Educación o incluso sustituir a un examen de grado. 175. Innovaciones. Si bien muchos docentes de IFMs coinciden en señalar como los rasgos más importantes de un buen formador de maestros la creatividad, el liderazgo y la capacidad de innovación, esto difícilmente se condice con lo observado en aulas de formación docente quizás representativas de buena parte de ellas. Si por innovaciones se entiende cambios en maneras de enseñar y aprender que se deben primero pensar, luego experimentar, evaluar y mejorar hasta que se transformen en nuevas prácticas en el aula propia y en la ajena, y no solo un echar mano al ingenio para subsanar todo tipo de carencias, no parece haber demasiada actividad en este frente. 176. Sólo 40% de los directores de IFMs declaran haber desarrollado algún programa innovativo en su institución en los últimos dos años. Más aun, las descripciones ofrecidas de dichos programas sugieren la fuerte probabilidad de que la mayor parte sean efectivamente actividades "novedosas" para la institución, pero no tengan necesariamente algún elemento que pueda redundar en una renovación de las prácticas pedagógicas más tradicionales, que es lo que realmente interesaría identificar y registrar. Sólo una cuarta parte de los ejemplos ofrecidos parecen realmente contener un elemento innovador, ya sea porque responden a un diagnóstico de una necesidad formativa específica de los estudiantes y docentes de la misma institución (como, por ejemplo, el requerimiento de cursos de lengua en todos los ciclos de estudio), porque se conoce el potencial renovador del tipo de curso o programa mencionado, o porque los directores mismos proporcionan evidencia del aporte innovador del mismo. 177. Dados los límites de la encuesta en este y otros aspectos, sería importante identificar más exhaustivamente las actividades más innovadoras que se están dando actualmente en las IFMs y en algunas ONGs que trabajan en capacitación de docentes, utilizando enfoques nuevos, más cercanos a lo que se consideraría una pedagogía deseable. 37 Tercera Parte Oferta y Demanda de Docentes para la Educación Inicial, Primaria y Secundaria Esta parte del diagnóstico tuvo como objetivo evaluar la adecuación entre la cantidad de nuevos maestros que el Perú posiblemente requerirá a lo largo de los años entre 1995 y 2015 y la cantidad de estudiantes de formación magisterial que actualmente se preparan para ejercer dicha carrera. Son varias las razones que llevaron a incluir este análisis en el presente diagnóstico sobre los problemas y perspectivas de la formación magisterial. La primera tiene que ver con un argumento muchas veces repetido, no sólo acerca de este subsector, sino de muchos otros dentro de la educación peruana: hace ya muchos años que el esfuerzo sectorial se ha concentrado en expandir su cobertura, y ese esfuerzo ha actuado en detrimento de su calidad. No sólo eso, sino que se está generando una sobre-oferta de profesionales que el sistema no podrá absorber y que no estarán necesariamente preparados para asumir otras ocupaciones. En el proceso, se estaría desperdiciando los escasos recursos públicos y privados disponibles, recursos que podrían haberse asignado de manera más racional y útil, tanto para los individuos mismos como para el país. Otra razón importante para tratar de precisar la existencia de algún desajuste en este sentido es que la experiencia internacional ha demostrado que es más viable introducir reformas orientadas a mejorar la calidad de la formación magisterial en momentos en que no se vislumbra un déficit de personal docente para las escuelas de un país. Cuando se hace evidente que la demanda de profesores no va a poder ser atendida con el stock existente y con los alumnos que están cursando la carrera de Educación, los Estados y las sociedades tienden, como medida de emergencia, a echar mano de recursos no calificados y/o a facilitar la preparación rápida o improvisada de los contingentes necesarios de profesores. Este estudio es también una manera de evaluar la conveniencia del momento para lanzar propuestas de reforma en el sistema. Para realizar las proyecciones pertinentes, se han seguido una serie de pasos. Para el caso de la oferta de docentes, se empezó por identificar brevemente algunas características demográficas y laborales del actual magisterio que resulta necesario tener en consideración para definir algunos supuestos sobre su ritmo de renovación. Algunas de esas características son su nivel de formación, edad y sexo, su distribución según niveles del sistema educativo y las diversas especialidades, su tiempo de servicio, etc.. Seguidamente, se revisó la actual situación de la oferta de nuevos docentes, describiendo las tendencias de expansión que se viene observando en lo que respecta al número y tipos de instituciones y programas de formación docente, su matrícula y su número anual de egresados. Paralelamente, se inició el análisis de la demanda, es decir, el esfuerzo por determinar cuántos docentes se necesitarán para satisfacer el crecimiento futuro de la matrícula de educación inicial (escolarizada y no escolarizada) y la de primaria y secundaria de menores. Las fuentes principales han sido el Censo Nacional de Población de 1993, el Censo Escolar realizado por el Ministerio de Educación el mismo año, los Compendios Estadísticos publicados anualmente por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), las estadísticas de la Asamblea Nacional de Rectores y los Bancos de Datos que 38 tienen GRADE y el INIDEN, dos organismos privados que realizan estudios en el área de las políticas educativas. Para estimar esa demanda se siguió el proceso siguiente: (1) Se estimó la población demográfica en edad escolarizable por edades simples, departamentos y áreas urbana y rural, usando las proyecciones del INEI y los Multiplicadores de Sprague para descomponer dichas proyecciones por departamentos y edades simples. POBLACION MENOR DE 20 AÑOS. 1990 - 2015 (En miles de personas) GRUPO DE EDAD 1995 2000 2005 2010 2015 Menos de 1 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 590.8 581.0 578.5 576.8 575.2 574.8 571.5 567.6 563.2 558.6 553.3 547.1 541.7 537.9 534.7 530.7 526.6 519.8 509.1 495.7 587.6 579.3 577.5 576.4 575.5 572.4 571.5 570.6 569.9 569.0 567.7 566.9 564.8 560.8 557.3 549.9 543.3 537.5 533.2 529.4 582.1 575.0 574.1 573.7 573.5 572.1 571.4 570.8 570.3 569.8 569.3 568.5 567.8 567.3 566.7 565.8 564.7 562.3 558.0 552.3 578.4 572.3 571.5 571.1 578.8 568.8 568.3 568.1 568.0 568.1 568.3 568.6 568.7 568.5 568.0 567.3 566.3 565.4 564.6 563.8 573.5 568.6 568.4 568.3 568.3 566.7 566.4 566.1 565.9 565.9 565.9 565.9 565.9 566.2 566.4 566.5 566.6 566.5 566.0 565.4 INDICE CREC 1995=100 .0.971 0.979 0.983 0.985 0.988 0.986 0.991 0.997 1.005 0.987 1.022 1.034 1.045 1.053 1.059 1.067 1.076 1.090 1.112 1.140 Fuente.- Base de datos: INEI-UNFPA. Proyecciones de la Población en el Perú 1995-2025 Estimación: GRADE. Estudio sobre Situación y Perspectivas de la Formación Magisterial en el Perú en base al método del Multiplicador de Karup-King Una de las evidencias más importantes para el estudio es que la población infantil disminuirá incluso en términos absolutos hacia el final del período, reduciendo la presión por servicios de educación primaria, pero incrementándose aquella orientada hacia los niveles superiores, particularmente la educación superior. (2) Se analizó la evolución y tendencias de la matrícula en el período 1981-1994, para proyectar la matrícula para el período 1995-2015 usando supuestos razonables, basados tanto en las metas de las políticas y estrategias sectoriales como en la situación de partida. Se midió los niveles vigentes de escolarización, el número de pobladores no atendidos en cada grupo de edad escolar y la relación alumnos por docente por departamentos y por áreas urbana y rural. (3) En base a lo anterior, y considerando las metas a alcanzar, se estableció los siguientes parámetros para las proyecciones de la matrícula: 39 - la tasa de escolarización bruta de la población entre los 3 y los 24 años de edad mejorará, de 70.3% en 1994 a 85% en el 2015 - avance significativo en la escolarización en los grupos de 3 y 4, hasta alcanzar una cobertura del 71%, aunque en la educación inicial mayor prioridad se centra al principio en el grupo de 5 años, del cual 92% deberá estar asistiendo a un centro de educación inicial o al primer grado de primaria hacia el final del período. De hecho, a partir del año 2000, la tasa más alta de crecimiento anual de la matrícula se dará en la educación inicial. - el promedio nacional de ingreso de los niños de 6 años al primer grado, que en 1993 ascendía a 82.66%, mejorará gradualmente hasta alcanzar al 95% en el año 2015. -considerando las dificultades para incorporar a las poblaciones marginales que aún no tienen acceso a la escuela y las posibilidades de que habrá menos adolescentes en primaria por mejoras en el rendimiento (ver el siguiente punto), se ha asumido que la escolarización primaria (medida como la relación entre la matrícula total en primaria y el tamaño de la población entre 6 y 14 años de edad) sólo aumentará levemente, de 79.6% en 1993 a 82.1% en el 2015. -se reducirá gradual pero fuertemente las tasas de repitencia y abandono y se incrementarán las tasas de promoción de grado a grado, particularmente en los dos primeros grados de primaria, en los cuales la repetición y la deserción bajarán a la mitad de sus actuales niveles. -la escolarización secundaria (medida como la relación entre la matrícula total en secundaria y el tamaño de la población entre 12 y 19 años de edad) se incrementaría de 77.8% en 1993 hasta 88.3% en el 2015 -continuarán mejorando los indicadores de eficiencia especialmente en los primeros grados del nivel secundario, donde aún hay espacio para ganancias significativas. -hacia el final del período, habrá una uniformidad inter-departamental en la cobertura del sistema (es decir, se supone que se invertirá más en los lugares donde existe hoy menor cobertura, conforme a lineamientos de política propuestos) y en los indicadores de eficiencia interna (ingreso oportuno a la escuela, tasas de repitencia, abandono y promoción, etc.) 40 Los resultados de esta fase del estudio se resumen en el siguiente cuadro: MATRICULA TOTAL EN EDUCACION INICIAL, PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MENORES 1995-2015 Nivel Educativo 1995 2000 AÑOS 2005 2010 2015 Mat Total Sistema Educativo (1) Inicial (2) Primaria (3) Secundaria (4) Sub-total 5=(2+3+4) Otros Niveles y Mod Relación (5/1) 8198704 984272 3977203 1904562 6866037 1332667 83.7% 8982180 1073880 4084740 2215796 7374416 1607764 82.1% 9534654 1213271 4120027 2425517 7758815 1775839 81.4% 10096087 1366601 4146544 2580930 8094075 2002012 80.2% 10573477 1541800 4182137 2725323 8449260 2124217 79.9% Tasa de Crecimiento Anual 1995/ 2000/ 2005/ 2010/ 2000 2005 2010 2015 2.3 2.2 0.7 3.9 1.8 4.8 1.5 3.1 0.2 2.3 1.3 2.5 1.4 3.0 0.2 1.6 1.1 3.0 1.2 3.1 0.2 1.4 1.1 1.5 (4) Se calculó los docentes necesarios anualmente para atender la futura matrícula en cada uno de los quinquenios cubiertos por las proyecciones, para lo cual se procedió en cuatro etapas: a. Se planteó tres escenarios sobre la evolución posible de la relación alumnos por docente (carga docente): mantenimiento de la carga actual (relativamente baja: 23 alumnos por profesor en inicial escolarizada, 28 en primaria, 18 en secundaria), incremento hasta el nivel promedio del período 1981-1994 (hipótesis alta: 27 en inicial, 31 en primaria y 21 en secundaria, hacia el fin del período) y un escenario moderado que no es sino el promedio de los dos anteriores. Se calculó el número total de docentes necesarios para atender la matrícula en cada uno de ellos. b. Se estimó necesidades de docentes de secundaria por especialidades, considerando las horas requeridas por las distintas disciplinas en el actual currículum c. Se calculó las necesidades de maestros para sustituir a los que se retiran por diversas razones, usando una tasa anual igual a la registrada en los ochenta (1.5%), y no la más alta observada en los primeros años de este decenio, debido a la composición bastante más joven del actual magisterio y al decreciente número registrado en los dos últimos anos de nuevos retirados. d. Se calculó las necesidades de docentes para cubrir retiros temporales El cuadro siguiente resume las necesidades anuales promedio de nuevos docentes para cubrir la matrícula esperada. 41 PERSONAL DOCENTE PARA EL INCREMENTO DE MATRICULA Y PARA ATENDER NECESIDADES DE SUSTITUCION POR RETIRO. 1995 - 2015 AÑOS PERIODO Plazas docentes 1995 2000 2005 2010 2015 Nuevos docentes 95/20 para incremento 20/05 de matrícula 05/10 (a) 10/15 Promedio Docentes para cubrir retiros (b) 95/20 20/05 05/10 10/15 Promedio Previsión retiros 95/20 temporales, egre 20/05 sados que no 05/10 ejercen docencia 10/15 -20%Promedio (c) Total de reque95/20 rimiento de for20/05 mación docente 05/10 (d)= (a+b+c) 10/15 Promedio MENOR CARGA Prima- SecunInicial ria daria 29421 140762 102587 30829 144567 119441 33217 145811 130855 35966 146781 139375 39816 148071 147415 282 761 3371 477 249 2283 550 194 1704 610 258 1608 480 366 2242 3088 462 2169 1792 498 2187 1963 538 2202 2091 585 2221 2211 521 2195 2014 4730 186 733 1290 244 609 1060 273 703 950 299 721 969 251 692 1062 1978 930 3662 6453 1220 3045 5307 1362 2995 4743 1494 3099 4774 1252 3200 5319 9761 CARGA MODERADA Prima- SecunInicial ria daria 29421 140762 102587 29565 142678 117201 31065 141998 125950 32833 141035 131546 34810 140586 136397 29 383 2923 300 -136 1750 354 -193 1119 395 -90 970 270 -9 1691 1952 443 2140 1758 466 2130 1889 492 2116 1973 522 2109 2046 481 2124 1917 4522 118 637 1164 191 485 909 212 497 774 229 519 749 188 535 899 1617 590 3160 5851 957 2479 4549 1058 2420 3865 1147 2538 3770 938 2652 4509 8099 MAYOR CARGA Prima- SecunInicial ria daria 29421 140762 102587 29724 140545 115092 30759 137792 121968 31578 135043 124566 32676 132166 126889 61 -43 2501 207 -551 1375 164 -550 520 220 -575 465 163 -430 1215 948 446 2108 1726 461 2067 1830 474 2026 1868B 490 1982 1903 468 2046 1832 4346 127 509 1056 167 360 910 160 364 596 177 255 587 158 372 787 1343 633 2574 5284 835 1876 4006 797 1840 2985 887 1662 2960 788 1988 3809 6585 (5) Por último, se contrastó la oferta anual de nuevos docentes (los egresados de las IFMs) con las demandas anuales estimadas de cobertura de plazas. La oferta se estimó usando y manteniendo fijo el número de egresados de Facultades de Educación e Institutos Superiores Pedagógicos de 1994, un estimado conservador, dada la expansión observada en el número de instituciones y el volumen de la matrícula. Aun así, como se apreciará en el siguiente acápite, el creciente exceso de la oferta frente a la posible demanda resulta notorio en todos los niveles educativos y en todos los escenarios planteados. Los resultados más importantes de todo lo anterior pueden resumirse como sigue: Durante el período 1985-1989 el incremento de plazas docentes (por crecimiento de matrícula o por "políticas" de empleo) no podía ser cubierto con los egresados recientes de las IFMs, y se procedió a contratar a personal sin título pedagógico. A principios de los noventa, por el contrario, el número de nuevos profesionales excedió el incremento de plazas y la vacancia de otras. 42 Si se compara la actual oferta anual de nuevos profesores con las necesidades de nuevos docentes para cada uno de los siguientes 20 años, incluso asumiendo que aquélla no va a crecer (lo que es poco razonable, a menos que cambiaran drásticamente las preferencias de los jóvenes o las políticas del sector), se obtiene que desde ya, y crecientemente a lo largo del tiempo, la oferta excede largamente a la demanda. Esto es cierto en todos los distintos escenarios de evolución de la carga docente planteados, pronosticando -- en realidad, reflejando, ya que el problema no es cuestión del futuro -una grave situación incluso bajo las hipótesis más "optimistas". En lo que resta de este siglo, "sobrarán" en el país y se irán acumulando sin poder ejercer su profesión cada año 2000 egresados recientes de Educación Inicial, 2300 nuevos profesores primarios y 500 profesores secundarios. Las cifras van cambiando en direcciones e intensidades distintas para cada especialidad a lo largo de los siguientes quinquenios, pero siempre con miles de redundancias. Incluso si no se incrementa la oferta de nuevos maestros, hacia el final del período, sólo en muy pocos departamentos (asumiendo realistamente que gran parte de los docentes en ejercicio van a seguir siendo oriundos de su región) subsistirían algunos déficits, particularmente si se incrementa la carga docente, como se aprecia en los tres siguientes cuadros, que resumen de alguna manera los resultados de todo este trabajo. 43 COMPARACION DE LA OFERTA Y DEMANDA DE DOCENTES POR DEPARTAMENTOS. 1995-2015. EDUCACION INICIAL OFERTA DEMANDA DE DOCENTES EGRESA MAYOR CARGA MENOR CARGA Departamento DOS 1994 1995 2015 1995 2015 TOTAL 2989 633 887 930 1494 AMAZONAS 19 13 15 17 25 ANCASH 134 29 35 38 60 APURIMAC 12 18 24 19 43 AREQUIPA 63 13 29 32 48 AYACUCHO 52 16 18 20 36 CAJAMARCA 165 50 69 46 102 CALLAO 0 26 29 27 47 CUSCO 106 32 40 39 60 HUANCAVELIC 40 14 17 16 29 A HUANUCO 29 41 75 24 99 ICA 335 17 19 24 36 JUNIN 270 34 46 35 74 LA LIBERTAD 161 54 55 59 82 LAMBAYEQUE 84 49 45 48 74 LIMA 1062 20 139 264 330 LORETO 16 39 54 35 83 M. DE DIOS 0 2 3 3 5 MOQUEGUA 9 7 8 5 13 PASCO 47 6 7 10 14 PIURA 74 31 38 50 67 PUNO 165 15 23 47 44 SAN MARTIN 38 27 31 27 50 TACNA 39 5 9 10 16 TUMBES 56 8 10 11 18 UCAYALI 13 13 26 21 40 DIFERENCIA MAYOR CARGA MENOR CARGA 1995 2015 1995 2015 2356 2102 2059 1496 6 4 1 -7 104 99 96 74 -6 -12 -7 -31 50 34 31 15 36 34 32 16 115 96 119 63 -26 -29 -27 -47 74 66 67 46 27 23 24 12 -12 318 236 107 36 1042 -22 -2 2 41 43 150 11 35 48 -1 -46 316 224 106 40 923 -38 -3 1 39 36 142 7 30 46 -13 6 311 235 102 36 798 -19 -3 4 37 24 118 11 30 44 -8 -69 299 196 79 11 732 -67 -5 -4 33 7 121 -12 24 38 -27 44 COMPARACION DE LA OFERTA Y DEM ANDA DE DOCENTES POR DEPARTAMENTOS. 1995-2015. EDUCACIÓN PRIMARIA DE MENORES OFERTA DEMANDA DE DOCENTES DIFERENCIA EGRESA MAYOR CARGA MENOR CARGA MAYOR CARGA MENOR CARGA Departamento DOS 1994 1995 2015 1995 2015 1995 2015 1995 2015 TOTAL 6005 2581 1759 3662 3099 3424 4246 2343 2906 AMAZONAS 112 61 49 74 65 51 63 38 47 ANCASH 423 59 11 103 53 364 412 320 370 APURIMAC 152 16 -4 32 11 136 156 120 142 AREQUIPA 97 115 72 155 120 -18 24 -58 -23 AYACUCHO 127 -30 -36 7 -11 157 163 120 138 CAJAMARCA 676 127 59 185 118 549 616 491 558 CALLAO 0 120 118 146 162 -120 -118 -146 -162 CUSCO 278 80 25 119 61 198 254 159 218 HUANCAVELIC 105 21 3 46 25 84 102 59 80 A HUANUCO 54 126 100 145 126 -72 -46 -91 -72 ICA 439 65 42 91 73 373 396 347 366 JUNIN 294 83 27 135 79 211 267 159 215 LA LIBERTAD 456 173 123 212 172 283 333 244 284 LAMBAYEQUE 166 151 118 195 177 15 49 -29 -10 LIMA 1119 737 660 1050 1082 382 458 68 37 LORETO 102 144 106 187 163 -42 -4 -85 -61 M. DE DIOS 22 17 12 19 16 5 10 2 6 MOQUEGUA 69 10 9 16 16 59 60 52 52 PASCO 131 -6 -11 9 0 138 143 123 132 PIURA 341 117 52 203 141 224 289 137 200 PUNO 468 116 -13 184 121 351 481 284 347 SAN MARTIN 186 121 90 149 126 65 96 37 60 TACNA 74 49 52 56 65 25 22 17 9 TUMBES 61 32 22 45 39 29 39 16 22 UCAYALI 55 78 72 98 102 -24 -18 -43 -47 45 COMPARACION DE LA OFERTA Y DEMANDA DE DOCENTES POR DEPARTAMENTOS. 1995-2015. EDUCACIÓN SECUNDARIA DE MENORES. OFERTA DEMANDA DE DOCENTES EGRESA MAYOR CARGA MENOR CARGA Departamento DOS 1994 1995 2015 1995 2015 TOTAL 6967 5284 2960 6453 4774 AMAZONAS 122 120 151 135 197 ANCASH 452 218 90 287 184 APURIMAC 45 109 108 124 147 AREQUIPA 691 205 38 264 103 AYACUCHO 172 123 89 144 130 CAJAMARCA 621 357 394 409 525 CALLAO 84 148 76 181 126 CUSCO 254 258 183 302 267 HUANCAVELIC 87 120 119 136 163 A HUANUCO 120 209 278 236 363 ICA 606 100 0 135 33 JUNIN 457 234 76 291 152 LA LIBERTAD 498 313 164 376 268 LAMBAYEQUE 336 225 100 275 172 LIMA 1125 1184 -19 1549 353 LORETO 78 250 317 283 414 M. DE DIOS 27 20 21 23 28 MOQUEGUA 61 20 -2 28 5 PASCO 144 42 8 55 22 PIURA 281 337 184 405 291 PUNO 292 258 135 315 221 SAN MARTIN 114 190 238 214 312 TACNA 163 63 34 76 54 TUMBES 111 52 32 63 50 UCAYALI 26 129 146 145 192 DIFERENCIA MAYOR CARGA MENOR CARGA 1995 2015 1995 2015 1683 4007 514 2193 2 -29 -13 -76 234 363 165 268 -64 -64 -79 -103 486 653 426 588 49 82 27 42 264 228 212 96 -64 8 -97 -43 -4 71 -47 -12 -33 -33 -50 -76 -90 506 223 184 111 -58 -172 7 41 102 -56 35 -76 100 59 -103 -158 606 381 334 236 1144 -239 6 63 136 98 157 -124 128 79 -120 -116 471 166 122 61 -424 -205 5 32 89 -123 -23 -100 87 48 -119 -244 573 305 230 164 772 -336 -1 56 122 -10 72 -198 109 62 -166 Es evidente, por lo tanto, que se deben tomar medidas reguladoras que contribuyan a reducir este desbalance. Estas pueden ir desde el lado de la difusión de esta misma información, de modo de ir contribuyendo indirectamente a ajustar tanto la demanda como la oferta de formación docente hasta la inhibición de inversión pública en nuevas instituciones en los próximos años. Por otro lado, la situación de exceso de oferta constituye un escenario propicio para la introducción de reformas significativas en la calidad de la formación magisterial, ya que no se presentarán coyunturas que puedan justificar la necesidad de preparar rápidamente maestros adicionales o volver a contratar, como se hizo en el pasado, a personas sin calificaciones adecuadas para la enseñanza escolar que luego recurrirán a cursos improvisados de profesionalización que no pueden nunca lograr cubrir los vacíos en la educación básica de esas personas. Es este un buen momento para pensar seriamente en qué se debe y puede hacer por mejorar la formación de esas personas, los maestros, que serán algunos de los principales responsables de las oportunidades que tenga el Perú de desarrollarse social y económicamente en el futuro y de ser un país donde las mayorías puedan gozar de los beneficios intrínsecos de una rica educación. 46 PROBLEMAS, PERSPECTIVAS Y REQUERIMIENTOS DE LA FORMACION MAGISTERIAL EN EL PERU TOMO II Informe final del diagnóstico elaborado a solicitud del Ministerio de Educación y la GTZ 1996 1 I. Introducción: ¿Qué tipo de educación queremos? Antes de describir la situación actual de la formación docente en el Perú y de hacer recomendaciones para futuras políticas educativas, resulta crucial responder esta pregunta aunque sea de manera tentativa. La razón es evidente: cualquier diagnóstico del sistema educativo pierde sentido si no determinamos de antemano y de manera explícita cuáles son los aspectos del proceso educativo que ejercen mayor impacto en el proceso de aprendizaje y que, por tanto, merecen nuestra mayor atención. Mas aún, si queremos que nuestro diagnóstico no sólo sea informativo sino que guíe la formulación de políticas educativas, debemos tener claro qué tipo de educación queremos y cuáles son los aspectos en los que debemos concentrar nuestros esfuerzos y recursos para lograrla. En otras palabras, sin una visión ideal del sistema educativo que se desea, no podemos ni evaluar el sistema vigente ni tomar decisiones sobre cómo queremos que éste cambie. El propósito de esta sección, por tanto, es resumir brevemente las ideas más novedosas sobre pedagogía y didáctica del aula que se vienen debatiendo tanto en el Perú como en el extranjero. Lo que sigue no pretende ser una revisión exhaustiva de la literatura sino un esfuerzo por sintetizar lo que consideramos son las tendencias pedagógicas actuales más relevantes al caso peruano, es decir, aquellas que puedan servirnos de pauta para decidir hacia dónde queremos ir. Finalmente, cabe señalar que los aspectos pedagógicos que a continuación resaltamos como los de mayor importancia --tanto dentro como fuera del aula-- son los que a su vez han servido de base para la elaboración del perfil "ideal" de lo que aquí en adelante llamaremos el "buen docente", para la descripción del sistema actual de formación docente y para las propuestas y recomendaciones, materia de secciones posteriores. II. Una preocupación constante Los problemas y retos que el sistema educativo peruano enfrenta en estos momentos no son completamente ajenos a las realidades de otros países. En efecto, una mirada a la literatura internacional revela que la situación de la educación en otros países es análoga a la del Perú. Esto hace que en muchos casos sea posible sustituir el nombre de algún otro país con el del Perú y el texto conserve su sentido original. Sin embargo, si bien las ideas y experiencias de otros lugares son de extrema utilidad, en nuestra lectura hemos tenido en todo momento presente la singularidad del caso peruano. El Perú comparte muchos de los problemas de los Estados Unidos, por ejemplo, particularmente aquellos que tienen que ver con su gran diversidad cultural. No obstante, muchos de los problemas educativos del Perú, tales como los niveles de aislamiento, pobreza y desnutrición que frecuentemente afectan a las escuelas rurales más remotas del Perú, difícilmente afectan a las ciudades o pueblos norteamericanos. El reto de una revisión bibliográfica como 2 ésta, entonces, consiste en aprender todo lo posible de las experiencias e ideas de otros lugares, aprovechando y adaptando aquéllas que pueden ser útiles en nuestra realidad y evitando así tener que "reinventar la rueda" a lo largo de todo un camino que, evidentemente, es único para cada nación. Además de revelar que muchos de los problemas del sistema educativo peruano actualmente afectan también a otras realidades, nuestra revisión bibliográfica reveló que nuestra preocupación por la educación y por los problemas que ésta enfrenta actualmente no es del todo nueva. Así, hace exactamente 120 años un connotado peruano, después de recorrer un número de escuelas públicas distribuidas a lo largo de varias provincias, hizo el siguiente comentario: ...El número de niños que asisten a las escuelas deja de ser diminuto sólo por intervalos, según la confianza que el preceptor inspire al pueblo y el celo de las autoridades; pero éstas no perseveran en sus esfuerzos y por lo general la asistencia de alumnos es muy reducida, irregular y difícil. En cuanto a los preceptores, casi todos ellos, o en su mayor parte, son personas que encontrándose sin posición social, han buscado en la enseñanza un refugio contra la necesidad y la falta de recursos; raros son los que han regentado la escuela en un mismo pueblo durante un año; muchos los que sólo las han regentado por meses, pasando constantemente de un pueblo a otro; la ociosidad y la relajación de costumbres en los pequeños lugares los han habituado al ocio, al vicio, la informalidad y la mentira. Sin Concejos municipales, sin tradiciones o más bien con tradiciones deplorables, sin reglamento seguro, sin recursos suficientes ni oportunos, sin locales, sin mobiliario, sin útiles de enseñanza, sin regularidad en la asistencia de los alumnos y sin preceptores, salvo honrosas y felizmente no pocas excepciones, ¿qué progresos se habrán realizado ni qué resultados se habrán podido alcanzar en sólo nueve meses, a pesar de mis solícitos y empeñosos esfuerzos. (Luis Benjamín Cisneros, 1939) Es interesante ver que en la Conferencia Mundial sobre la Educación realizada en 1990, se identificaron como problemas de la educación en muchas partes del mundo los mismos que Cisneros describe en la cita anterior para el Perú de hace un siglo: falta de disponibilidad y calidad de los materiales didácticos, maestros sin motivación ni capacitación adecuada y con sueldos deficientes. Los problemas que se presentan dentro de las aulas peruanas no son tampoco del todo únicos. Sobre las aulas en las escuelas de América Latina, Ernesto Schiefelbein (1994) aduce, de manera general, que los estilos típicos de enseñanza son frecuentemente la educación "frontal", "baja participación", y una constante "lucha por el silencio". Schiefelbein argumenta que estos estilos redundan en una falta de comprensión sobre lo que se lee, en bajos niveles de aprendizaje y en altas tasas de repetición. Indica, a su 3 vez, lo que él cree que es el principal obstáculo para la introducción de innovaciones: La mayoría de los maestros de América Latina pasaron por lo menos doce años (y algunos hasta dieciocho) sentados muy quietos en sus escritorios o bancos, mientras su profesor les hablaba o escribía en el pizarrón, describiendo hechos, dando definiciones y afirmaciones que tuvieron que memorizar. Cerca del 80% de los maestros han asistido a escuelas normales o universidades pedagógicas donde se les instruyó (en forma pasiva) en el uso de metodologías de enseñanza activa...Por eso más tarde, usarán los mismos modelos pasivos con los cuales fueron formados y transmitirán información en vez de incitar al descubrimiento. A propósito de sus observaciones de maestros mexicanos, el investigador Carlos Ornelas (1995: 142) nos dice que: A ese maestro se le pone en una aula frente a 30 o más niños y se le pide que los forme para la vida, los eduque para la democracia y les enseñe los elementos fundamentales de una cosa que se llama trabajo. En esas condiciones, no hay más remedio que cumplir por la única vía que conocen los maestros mexicanos: hacerse entender, a veces a gritos, e imponer orden y disciplina en el aula. Pero ese autoritaris mo es endémico, estructural. El maestro sólo es el ojo de ese huracán. El Perú no parece, pues, ser un caso excepcional. El sistema educativo peruano adolece de los mismos problemas a los que Schiefelbein y Ornelas se refieren, aun cuando es cierto que muchas de estas deficiencias fueron exacerbadas por la crisis económica de la década de los ochenta y por los daños producidos por la subversión. No obstante ello y la evidente gravedad de los problemas, la literatura sobre educación en el Perú hace evidente que hay muchísimas esperanzas en revertir la situación y que una gran parte de los esfuerzos en el sector se están concentrando precisamente en elaborar propuestas para el cambio (Foro Educativo, 1992 y 1994). En ese sentido, un denominador común a mucha de la literatura sobre educación es que en estos tiempos de cambio tecnológico acelerado, gran parte de nuestras esperanzas están cifradas en el sistema educativo. En efecto, parece haber consenso sobre el hecho de que los estudiantes de hoy deberán estar preparados para vivir en un mundo muy diferente a aquél en el cual han vivido sus padres. La única manera en que se les puede preparar para vivir en una realidad rápidamente cambiante es enseñándoles a pensar creativamente, a enfrentar nuevos retos y a solucionar problemas con los cuales nunca se antes se habían tenido que enfrentar. Este nuevo reto, en palabras de Ricardo Morales, es el reto de "aprender a aprender", proceso que él mismo define como el de adquirir "una formación humanista y científica que enseñe a pensar y a razonar y adoptar valores congruentes con una sociedad justa" (Morales, 1994: 33). Se trata, pues, no sólo de promover el desarrollo de habilidades de pensamiento más sofisticadas -objetivo en sí mismo bastante desafiante-- sino también de ser capaces de responder a los avances tecnológicos y a nuestra cada vez más compleja sociedad con niveles mucho más altos de alfabetismo, de razonamiento matemático y de conocimientos de carácter general. 4 III. La importancia de los maestros ¿Cuál es el rol que deben asumir los maestros al enfrentar estos desafíos? La evidencia de que hay una fuerte conexión entre lo que los docentes saben y lo que sus alumnos aprenden es cada vez más abundante y concluyente. En el Brasil, por ejemplo,Ralph Harbison y Eric Hanushek (1992) sometieron a un número de maestros a una prueba estandarizada de matemáticas y portugués diseñadas para evaluar a los niños bajo su cargo y observaron que no todos los maestros del 4to grado se desempeñaban aceptablemente. Observaron, además, que los estudiantes cuyos profesores se desempeñaron mejor en la prueba obtuvieron a su vez mejores puntajes. Después de analizar los resultados, considerando distintos factores que pudieran estar incidiendo sobre el aprendizaje y rendimiento de esos alumnos, los investigadores concluyeron que la preparación de los docentes era el principal determinante de los resultados diferenciados de los alumnos (1992: 122). Al respecto, los autores de la investigación afirman que "La evidencia es inequívoca: tener buenos maestros es sumamente importante para el logro de los estudiantes" (1992: 197, cursivas de los autores). En otro estudio, Vélez, Schiefelbein y Valenzuela (s/f), tras revisar 18 informes de investigación, identificaron 12 af ctores "modificables" que se asocian positivamente con mejoras en el rendimiento estudiantil, 7 de los cuales están relacionados con la formación de los docentes o con sus estilos y técnicas didácticas, como puede observarse a continuación: 1. Los métodos de enseñanza activos son más efectivos que los métodos pasivos. 2. La formación inicial es más efectiva que la capacitación tradicional o cursos de actualización para profesores que ya están en servicio. 3. La experiencia de los profesores y su conocimiento...de la materia que enseñan están relacionados positivamente con el rendimiento de los alumnos. 4. La extensión del período escolar y la cobertura de currículo están asociados positivamente con el rendimiento, mientras que el ausentismo de los profesores está relacionado negativamente. 5. Las actitudes de los estudiantes hacia los estudios son importantes para incrementar el rendimiento. 6. La repetición y el ser de mayor edad que lo normado están relacionados negativamente con el rendimiento. 7. La práctica de tareas en casa que incluyen la participación de los padres está relacionada con el rendimiento. (Vélez, Schiefelbein y Valenzuela, manuscrito:13-14) En esta misma línea, en una reciente entrevista otorgada a un diario local, el educador peruano León Trahtemberg sostuvo que "Un asunto vital, insustituible para que el país mejore su educación es la preocupación por el maestro. Un maestro bien seleccionado, formado [y] estimulado...es garantía de un cambio educativo permanente y una mejora de nuestra productividad y competitividad para la nación en su 5 conjunto. El buen maestro es sinónimo de calidad, y ésta es sinónimo de desarrollo económico, social y cultural" (Trahtemberg, 1996). Pero así como hay que resaltar que la preparación académicay práctica de los maestros es decisiva para el buen desempeño de los estudiantes, es importante destacar que la evidencia indica que, por lo general, la educación formal de los docentes--y no tanto así la capacitación de los docentes en servicio-- es la que se correlaciona positivamente con el rendimiento de los alumnos. Esto no quiere decir, sin embargo, que la capacitación docente por definición carezca de efectos positivos en el aprendizaje de los niños. En palabras de los mismos investigadores Vélez, Schiefelbein y Valenzuela: "el entrenamiento en servicio, cuando se da adecuadamente, podría tener efectos significativos en el aprendizaje. Desafortunadamente, los modelos revisados no incluyen indicadores acerca de la calidad del entrenamiento, sino que sólo mencionan que el entrenamiento se ha dado". Aquí podría ser útil darle una mirada a las conclusiones a las que llega otro investigador norteamericano, N.L. Gage (1984), para el caso de la formación docente en los Estados Unidos. Este investigador sostiene que siempre han sido dos los problemas que han afectado la formación de maestros en su país: por un lado, la idea comúnmente sostenida de que para ser maestro no hay nada especial que uno deba saber; y por otro lado, el reiterado fracaso de aquellas investigaciones dirigidas a encontrar relaciones causales entre ciertas prácticas docentes y el logro de los estudiantes. Una de las consecuencias de estos dos problemas ha sido el hecho de que muchas propuestas de reformas educativas han virtualmente pasado por alto la formación de los maestros. Como consecuencia, Gage sostiene que en el caso de los Estados Unidos ha habido generaciones de estudiantes de formación magisterial a las cuales no se les dio suficiente base sobre cómo enseñar. No se les enseñó cómo organizar un curso, cómo planificar una lección, cómo manejar una clase, cómo dar una explicación, cómo despertar interés y motivación, cómo formular varios tipos de preguntas, cómo reaccionar a las respuestas de los estudiantes, cómo hacer correcciones y dar retroalimentación que sea de ayuda, cómo evitar sesgos injustos en la interacción con los estudiantes --en suma, cómo enseñar. (Gage, 1984: 92) Es muy probable que más de un estudiante de pedagogía en nuestro país encuentre muchas similitudes entre los problemas de la formación docente en el Perú y la realidad descrita por Gage para el caso de los Estados Unidos. Si es así, es posible afirmar que las conclusiones a las que llega son de la misma manera aplicables a nuestro medio. Gage argumenta persuasivamente no sólo que ciertas prácticas docentes son más efectivas que otras sino, algo de mayor importancia aun: que esas prácticas efectivas pueden ser enseñadas a los docentes en formación. En el Perú, aunque carecemos de datos que provean información sistemática sobre lo que los docentes aprenden durante su formación, varios estudiosos del tema sugieren que muchos docentes no poseen las destrezas necesarias en materias tan básicas como la lectura y las matemáticas (ver, por ejemplo, Sánchez Carlessi y Vía Zapata, 1981). Sin embargo, si diferenciamos gruesamente entre los "conocimientos" que un docente tiene y su manejo de "técnicas pedagógicas" --ambos de vital importancia para la buena enseñanza-- el problema más grave de muchos docentes podría consistir no tanto en la 6 carencia de conocimientos básicos como en el dominio de técnicas efectivas de enseñanza, de planificación y manejo del aula. Al reconocer la importancia de los maestros se reconoce pues que su entrenamiento es vital. De ahí la necesidad de enfatizar el rol crítico que los centros de formación de maestros juegan en el mejoramiento de la educación en nuestro país. Depende de ellos que se pueda romper el ciclo aquél en el cual cada docente enseña de la misma manera en que a él o a ella le enseñaron, y que pueda iniciarse un nuevo tipo de educación en el Perú. El desafío no consiste sólo en mejorar la educación, la moral y el status de los docentes, sino en entender y darle la centralidad que se merece al rol de los formadores de maestros. Es indispensable que los maestros en formación tengan, como estudiantes, maestros que les modelen el tipo de educación que se desea que impartan a sus futuros alumnos. En palabras de León Trahtemberg, El estudiante de educación debe vivir durante su vida estudiantil todas las experiencias gratificantes y estimulantes que se espera que él provoque luego en sus propios alumnos. Por ello, son los formadores de maestros los primeros que deben cambiar su estilo de enseñanza dogmática, enciclopédica, memorística, repetitiva, etc. (Trahtemberg, 1994: 156) Queremos enfatizar, entonces, que en lo que sigue de este artículo, cuando presentamos lo que consideramos son algunos de los aspectos más importantes de una educación deseable, debe entenderse que es el tipo de educación que se espera poder observar tanto en las escuelas iniciales, primarias y secundarias de todo el país como en los centros de formación magisterial. IV. Mejorando el resultado atendiendo a los procesos de aprendizaje y de enseñanza a. Proceso de aprendizaje Uno de los principios fundamentales que subyacen a muchas de las actuales tendencias innovadoras en educación es el énfasis en el "proceso de aprendizaje". ¿A qué nos referimos con "proceso de aprendizaje" y en qué se diferencia de enfoques pedagógicos anteriores? En el pasado, la actitud general era tratar al estudiante como si fuera un receptáculo pasivo que al exponerse por primera vez a las enseñanzas de un maestro lo hacía con una cabeza vacía. La labor del docente, de acuerdo a esta concepción de aprendizaje, era "llenar" la cabeza de los estudiantes con la mayor cantidad de información posible. El producto o resultado, es decir, la cantidad de conocimientos que el estudiante retuviera en la memoria, era la única fuente de preocupación: ¿sabía o no el estudiante la información que sobre él se vertió? Las únicas respuestas que cabía eran sí o no, desmereciendo la "manera" como ocurrió el aprendizaje, es decir, la naturaleza del "proceso de aprendizaje". 7 En la actualidad, una de las mayores preocupaciones de aquellos interesados en estudiar el proceso de aprendizaje es la medida en que el estudiante participa activamente en su propio aprendizaje. Se entiende ahora que el aprendizaje es una actividad "constructiva" en la cual un aprendiz activo aprende mejor. Un ejemplo claro de "aprendizaje activo" se da cuando un niño aprende a hablar. A los infantes, por ejemplo, no se les da lecciones de lenguaje, comenzando con una vocal cada día para pasar luego a consonantes y a ciertas palabras. Por el contrario, los infantes aprenden a hablar sin instrucción directa: aprenden porque desean y necesitan comunicarse. Aprender a hablar les resulta útil, y cada criatura se enseña a hablar a sí misma con la ayuda de adultos que le brindan apoyo y estímulo y con un entorno que lo rodea de lenguaje. Más aun, ningún niño aprende exactamente de la misma manera, en la misma secuencia, ni al mismo ritmo que otro. El nuevo Programa Curricular de Articulación Inicial - 5 años, Primer y Segundo Grados de Educación Primaria (MED 1996) se basa precisamente en esta idea. El programa ha sido diseñado de manera que los docentes puedan centrarse en el proceso de aprendizaje de sus alumnos, generando ambientes o situaciones en las cuales los niños puedan ser aprendices activos. Con este nuevo programa, el Ministerio aspira a animar a los maestros a transformar su rol tradicional de "dictadores de contenidos", pasando a uno de "facilitadores del aprendizaje". Para ilustrar mejor nuestro punto hablemos brevemente de los procesos de aprendizaje de la lectura, la escritura y las matemáticas considerados bajo esta nueva perspectiva. El proceso de leer es uno de los actos más complicados que un ser humano puede realizar. El propósito final de aprender a leer, sin embargo, como bien señala Juana Pinzás (1995), es el comprender. Ciertamente, los niños que empiezan la primaria deben aprender a dominar las relaciones entre los sonidos y los símbolos. Pero de mucho mayor importancia es que comprendan para qué son la lectura y la escritura y que tengan variadas experiencias con ambas habilidades. Sin embargo, más que la simple experiencia, los niños necesitan desarrollar la capacidad de comprender los contenidos de lo que leen. El consenso en la actualidad es que, para lograr mejores resultados, la lectura de un texto debe ser seguida de una discusión sobre lo leído y de ejercicios escritos sobre el mismo tema. El discutir los contenidos de un texto y el escribir sobre ellos son actividades vitales no sólo para los niños que recién aprenden a leer y escribir; éstos deberían ser ejercicios para estudiantes de todos los niveles, incluyendo a aquéllos matriculados en programas de formación magisterial --lo que, aunque nos sorprenda, no sucede en la realidad. En efecto, la integración de las cuatro actividades más importantes del lenguaje --hablar, escuchar, leer y escribir-- es parte indispensable del proceso de aprendizaje activo y de los niveles más elevados de pensamiento y comprensión en todos los niveles de enseñanza (ver MED, Guía para la estimulación de la lecto-escritura, 1994, donde se puede encontrar muchos ejemplos de actividades integradas de lenguaje). En 1983, el investigador americano Donald Graves llevó a cabo un interesante análisis del proceso práctico de escritura proporcionando rica evidencia sobre la importancia de atender no sólo al producto 8 sino también, y quizás principalmente, a los procesos de aprendizaje. Graves observó el proceso por el cual normalmente pasan los adultos al escribir y encontró que éstos raramente escriben de la manera como tradicionalmente se espera que los niños escriban en la escuela: "Siéntense, manténganse en silencio y escriban un cuento sobre un sapo. Tienen 45 minutos". Los adultos frecuentemente tienen dificultad para empezar a escribir, prefieren escribir sobre temas que les interesan, se toman descansos, dan paseos e incluso comen mientras escriben. A diferencia de lo quecomúnmente se les permite hacer a los niños en el aula, los adultos suelen pensar sobre lo que escriben mientras hacen otra cosa o se despiertan en la noche para anotar una idea. Graves encontró que el proceso por el que pasan los niños al proponerse escribir, si se les da la libertad, es parecido al de los adultos. Por eso, en muchas aulas modernas ahora se permite que los alumnos trabajen en talleres de redacción donde pueden elegir un tema que conocen y que les interesa. En estos talleres, se les permite a los niños trabajar en una misma pieza o composición a lo largo de cierto tiempo, discutirla con otros y someterla a repetidas revisiones (Calkins, 1986). Graves sostiene que el poner más énfasis en el contenido y el pensamiento que están detrás de la escritura y menos énfasis en la forma hace que los niños escriban más y con mucha mayor calidad. En efecto, en los ambientes creados en los talleres mencionados más arriba, los estudiantes producen textos muy interesantes y de alta calidad. La atención dada por el maestro al proceso de escribir es tan beneficioso para los docentes en formación como lo es para los niños. Es por eso que muchos programas de formación magisterial están fomentando que sus estudiantes lleven diarios --en los que anotan sus experiencias, pensamientos, o ideas para ser trabajadas posteriormente-- que comparten con sus compañeros y profesores. Esos diarios son particularmente útiles para registrar sus experiencias en clase y, casi simultáneamente, recibir comentarios de sus profesores. En el caso de las matemáticas, ¿qué beneficios nos trae el observar el proceso de aprendizaje? Al preguntarse porqué los niños asiáticos aprenden matemáticas tanto mejor que los niños americanos, dos investigadores estadounidenses decidieron observar el proceso de aprendizaje de matemáticas en las aulas mismas. Así, James Stigler y Harold Stevenson (1991), al observar a maestros en aulas de Japón, China, Hong Kong y los Estados Unidos, encontraron que los maestros asiáticos pasan generalmente mucho tiempo juntos planificando lecciones excelentes. Estos maestros suelen empezar cada lección presentando un problema realista e interesante para los estudiantes. Luego, la lección es dedicada por entero a la discusión del problema y a los esfuerzos de parte de los niños por resolverlo. A diferencia de los métodos usados por los maestros asiáticos, lo que se observó en muchas aulas americanas --que es de alguna manera lo que ocurre en muchas de las aulas de nuestro país-- es que el concepto matemático a ser aprendido es presentado al principio de manera abstracta y es desarrollado en la pizarra por el propio docente. Luego es copiado por los alumnos en sus cuadernos sin que el maestro se asegure que el proceso fue entendido previamente por ellos. En las aulas asiáticas, por el contrario, los problemas matemáticos son desarrollados por los mismos alumnos, como resultado de su propia consideración sobre el problema. Los niños asiáticos pasan 9 generalmente mucho más tiempo que los niños americanos pensando y hablando sobre matemáticas y muchísimo menos tiempo efectuando operaciones aritméticas rutinarias. Además, los maestros asiáticos usan muchos objetos concretos para ayudar a los niños a desarrollar sus propios conceptos matemáticos y les plantean preguntas para estimularles el pensamiento antes que para recibir respuestas inmediatas. Los docentes asiáticos ponen mucho esfuerzo en que los estudiantes generen varias soluciones posibles para un mismo problema y que evalúen los diferentes resultados. En otras palabras, tienden a ver los errores no como una señal de fracaso, sino como un indicador de aquello que aún queda por aprenderse. b. Estrategias para la enseñanza Está claro que cualquier esfuerzo por entender y mejorar el proceso de aprendizaje quedaría incompleto si no prestáramos la misma atención al "proceso de enseñanza". De manera análoga a lo que hemos descrito más arriba, las tendencias pedagógicas más innovadoras sostienen que cuando se trata de observar y mejorar las estrategias para la enseñanza, tanto o más que atender a qué se enseña se debe atender a cómo se enseña. Nuevamente, las lecciones de matemáticas que dan los maestros asiáticos son un excelente ejemplo de cómo se debe enfatizar tanto o más los procesos que el contenido de lo que se enseña. Al hacerlo, estos maestros han comprobado que prestando mayor atención al proceso es posible asegurar un mejor resultado: los niños asiáticos, con los métodos descritos en la sección anterior, aprenden muchas más matemáticas que los niños a los cuales se les asigna ejercicios repetitivos de aprendizaje. En esta misma línea, la Guía para la Estimulación del Desarrollo Lógico-Matemático publicada por el Ministerio de Educación en 1994 contiene muchos ejemplos de actividades y preguntas que pueden servir para estimular el pensamiento matemático en los niños. Una vez más, queremos enfatizar que esta manera de enseñar es apropiada para estudiantes de todas las edades, incluso para aquellos que están formándose para ser maestros. Un buen docente es aquél que conoce y elige de entre una amplia variedad de estrategias de enseñanza. Como bien señala un documento publicado por el Foro Educativo, los buenos docentes "[obtienen] resultados satisfactorios de la combinación de diversos factores como la enseñanza en equipo, el uso de la micro-enseñanza", etc. Si antes se creía que era necesario identificar y optar por "el mejor" modelo de enseñanza, hoy en día se sostiene que hay una diversidad de estrategias adecuadas que pueden resultar más o menos útiles según el grupo de alumnos, según la tarea y según el momento específico. La idea es que a lo largo de toda sus vidas los maestros continúen ampliando su repertorio de estrategias, mejorando su manejo de viejas estrategias pedagógicas y aprendiendo nuevas. Dicho esto, es importante recalcar que, a pesar de la variedad de métodos pedagógicos, hay ciertas técnicas básicas que resultan esenciales al impartir cualquier lección. Lamentablemente, lo que se observa actualmente en muchas escuelas y programas de formación docente del Perú denotan el poco dominio por parte de muchos maestros de las técnicas más elementales. Por ejemplo, en muchos casos, el objetivo central de la lección no queda del todo claro y la secuencia en que se presenta la información es poco racional y didáctica; en otros, los contenidos de la lección no toman en consideración ni diferencias 10 culturales ni individuales, de manera que lo que intentamos enseñarles a los niños de una localidad resulta irrelevante a su realidad y, por ello, pierden interés. De otro lado, el estilo de enseñanza que prevalece en las escuelas peruanas favorece el dictado y los ambientes poco participativos y, como consecuencia, el desempeño de los estudiantes no es evaluado formativamente (ver más abajo, pg. 14, sección sobre Evaluación). En respuesta a observaciones de aula realizadas en su propio país que indicaban problemas similares a los que acabamos de mencionar, los expertos Marlaine Lockheed y Adrian Verspoor subrayan la importancia de estimular la participación activa para incrementar el aprendizaje y presentan el listado siguiente como lo "mínimo" que debe hacer un buen docente: 1. presentar el material de manera racional y ordenada, avanzando en clase al ritmo y nivel de los estudiantes; 2. asegurar que los alumnos sepan qué se espera de ellos; 3. permitir a los alumnos practicar y aplicar lo que han aprendido, particularmente en relación a su propia experiencia; 4. acompañar y evaluar el desempeño de los alumnos, de modo que aprendan de sus errores. c. Colaboración y cooperación Una de las estrategias de enseñanza más prometedoras en lo que se refiere a promover la participación activa de los estudiantes y mejorar su rendimiento es el "aprendizaje cooperativo". Desde hace ya algún tiempo el consenso es que resulta muy efectivo que alumnos mayores actúen como tutores de los estudiantes más jóvenes, o que grupos de estudiantes trabajen juntos en las lecciones y ejercicios. El aprendizaje cooperativo es particularmente exitoso cuando se establece claramente cuáles son las metas colectivas y se asignan responsabilidades individuales para lograrlas. La responsabilidad individual es lo que diferencia los enfoques de trabajo grupal más innovadores de los más tradicionales en los que algunos estudiantes del grupo solían hacer todo el trabajo. En los nuevos modelos instruccionales, es responsabilidad del grupo en su conjunto garantizar que cada uno de sus integrantes aprenda el material. Se ha demostrado no sólo que con este método los "peores" estudiantes logran avances extraordinarios, sino que los mejores estudiantes aprenden las materias con mayor profundidad a partir de la experiencia de explicárselas y apoyar a sus compañeros. En efecto, hasta los mejores miembros del grupo pueden beneficiarse si contribuyen al mejor aprendizaje y desempeño de los demás miembros del grupo. Un método de calificación consistente con este enfoque sería que cuando los alumnos toman una prueba, cada uno reciba su propio puntaje; pero si todos los miembros del grupo obtienen una nota por encima de un mínimo establecido de antemano, entonces todos reciben puntos adicionales. En relación a este novedoso enfoque de trabajo en grupo, un reporte de Robert Slavin (1991) indica que el aprendizaje cooperativo tiene efectos positivos en todos los niveles escolares, en todos los cursos importantes y tanto en las escuelas urbanas como en las rurales. Más aun, los efectos son similares para alumnos de distintas capacidades y de distintos orígenes étnicos. Su estudio muestra además que las estrategias de aprendizaje cooperativo promueven mejoras en factores tales como la auto-estima, las 11 relaciones entre grupos e, incluso, las actitudes hacia la escuela. El diseño de esta estrategia de enseñanza está estrechamente vinculado a las necesidades de cualquier país que desee tener un sistema productivo eficiente: las industrias necesitan gente que sepa cómo trabajar con otras personas. Han sido ya demasiados los años a lo largo de los cuales los estudiantes han estado sentados en sus carpetas mirándose las nucas unos a otros y compitiendo por su éxito individual. Estos nuevos métodos de enseñanza contribuyen a la formación de individuos calificados para trabajar creativamente en empresas de tecnología de avanzada, así como entrenados para trabajar en conjunto en la generación de nuevas ideas y soluciones para nuevos problemas. En otras palabras, para competir en mercados locales e internacionales, esas empresas necesitan promover tanto el espíritu competitivo como el de colaboración. No obstante, en muchas escuelas se ha hecho evidente que el aprendizaje cooperativo funciona mejor si los maestros también trabajan cooperativamente, creando así una "escuela cooperativa". d. Ambientes democráticos Con respecto a este punto, resulta obvio una vez más la necesidad de que exista un mínimo de coherencia entre la filosofía y la práctica educacionales. Si deseamos que los estudiantes participen activamente en la construcción de su propio aprendizaje --tal como se postula actualmente y tal como sostenemos en el presente artículo-- los viejos modelos autoritarios que imperan en los colegios deben ceder el paso a sistemas de organización más horizontal y a métodos de enseñanza que estimulen la participación y la colaboración de todos aquéllos involucrados en el esfuerzo educativo. Lo mismo debe ocurrir en las instituciones donde se forman los futuros maestros, así como con los estilos pedagógicos utilizados en los programas de capacitación docente. En el Perú, varios autores han enfatizado la importancia de tratar de crear ambientes democráticos en las escuelas. De manera muy resumida, a continuación presentamos lo que los pedagogos Manuel Bello y Mariano Moragues junto a su equipo de investigación (s/f) identificaron como algunos de los rasgos que definen el quehacer de una escuela interesada en formar ciudadanos democráticos: 1. Dentro de la dimensión formativa, humanística y valórica, una escuela para la democracia asume conciente y deliberadamente una educación basada en valores como el respeto, la responsabilidad, la tolerancia, la solidaridad, la justicia y aquellos valores que contribuyan a la construcción de una sociedad más igualitaria. 2. En el ámbito de las competencias básicas o habilidades instrumentales básicas para una vida moderna en democracia, una escuela para la democracia fomenta en sus estudiantes una actitud crítica, la capacidad de comunicación, de prever y asumir las consecuencias de sus actos y la capacidad para organizarse y tomar decisiones que apunten al bienestar de todos. 3. La escuela democrática debe ejercitar --y no sólo pregonar-- la participación democrática de todos los sujetos de la comunidad educativa. Estas formas de participación incluyen el voto, el 12 derecho a la palabra, el libre y desprejuiciado acceso al conocimiento, la evaluación participativa de todos sus miembros y la búsqueda de consensos. 4. La escuela democrática debe promover la convivencia democrática a partir de nuevos estilos de relación basados en lazos afectivos recíprocos, mutuo conocimiento, respeto, tolerancia, colaboración y la construcción de normas aceptadas colectivamente como las más adecuadas para favorecer un clima de trabajo en un ambiente emocional estable, seguro y exento de arbitrariedades. 5. La escuela que forma para la vida democrática es aquella que considera que sus alumnos son capaces no sólo de poseer conocimientos sino de generarlos a través de una práctica pedagógica basada en la investigación, en la experimentación, en el descubrimiento y en la comunicación. 6. Finalmente, una escuela democrática es aquella que confronta los valores antidemocráticos presentes en nuestra realidad. La discriminación cultural y de género, la despersonalización, la inseguridad y la violencia, el autoritarismo y la competencia desleal son algunas de las actitudes antidemocráticas presentes en nuestro medio que la cultura escolar suele asimilar y reproducir. La escuela democrática es conciente de la persistencia de estas actitudes y toma medidas para combatirlas. e. Evaluación La evaluación es uno de los aspectos más importantes del proceso de enseñanza. De las muchas formas y los muchos propósitos para los que un docente puede evaluar a sus estudiantes, la Guía de Evaluación I del Ministerio de Educación (1995: 39-45) prioriza los siguientes 4 tipos de evaluación: 1. Evaluación de contexto: consiste en la evaluación del contexto en el que el niño aprende, es decir, de "todo aquello que rodea al alumno". 2. Evaluación de inicio o de reconocimiento: consiste en "reconocer los saberes y conocimientos previos de los estudiantes". 3. Evaluación formativa o de seguimiento: es el "acompañamiento oportuno que hace el profesor a la experiencia de aprendizaje del niño" que "tomará en cuenta los diferentes ritmos de avances de los niños y adecuará las estrategias metodológicas del proceso de enseñanza y aprendizaje. 4. Evaluación sumativa o de confirmación: es la que "busca confirmar los resultados que se han ido consolidando" a lo largo del proceso de aprendizaje. Tradicionalmente, sólo se ha prestado atención a la evaluación "sumativa". Resulta ahora evidente que un ingrediente importantísimo de la buena docencia es la evaluación "formativa". Dicha evaluación puede ser realizada informalmente durante cada interacción en el aula, por ejemplo, cuando el maestro verifica que el estudiante está entendiendo y delucida qué es lo que está pensando a partir de las respuestas 13 que éste provee. La idea detrás de esta forma de evaluación es que el docente utilice los errores de los alumnos como una "ventana hacia la mente de los estudiantes", aprovechando dicho conocimiento para programar cómo enseñar nuevamente la misma materia o tema, utilizando otros materiales, otras metodologías u otros ritmos. Otro aspecto esencial de la evaluación formativa es el proveer retroalimentación al estudiante. Por ello, este tipo de evaluación debe a su vez ser individualizada o "diferencial", concepto que ha sido definido en un reciente documento de PLANCAD como sigue: La evaluación cumple un papel predominantemente social, pero es muy importante que tenga en cuenta las condiciones personales del sujeto. En este sentido, la evaluación diferencial no sería otra cosa que aquella evaluación en la cual, para juzgar a un sujeto, no se toma como marco de referencia una norma preestablecida sino las posibilidades del propio sujeto. (MED - PLANCAD 1996) La importancia de la evaluación formativa diferencial radica en que puede ser usada para planificar lecciones de manera específica para un determinado estudiante o grupo de estudiantes, sobre la base de sus propias características y necesidades de aprendizaje. Hoy en día existe un gran interés en los métodos alternativos de evaluación que miden el desempeño de los estudiantes en la ejecución de ciertas habilidades más que en la acumulación de conocimientos, típicamente medida a través de pruebas estandarizadas de opción múltiple. Estas últimas, a pesar de simplificar la evaluación y facilitar enormemente la calificación, hacen muy difícil evaluar ciertas habilidades como expresión escrita de los estudiantes. Estas pruebas permiten quizás determinar cuánto saben los alumnos sobre gramática u ortografía, pero no miden realmente cuán bien escriben. La mejor manera alternativa de evaluar la escritura de los estudiantes es, precisamente, haciendo que escriban algo. Así, en muchas aulas, los docentes han empezado a tener portafolios con muestras de la redacción de sus alumnos. En lugar de reportar a los padres una nota u otra calificación que intente reflejar la capacidad de escribir del alumno, el maestro puede mostrarles piezas redactadas por su hijo o hija a lo largo del año, señalando las maneras específicas en que esa capacidad se ha ido desarrollando (Calkins, 1986). f. Uso efectivo del tiempo En esta sección hablaremos con cierto detenimiento sobre el uso efectivo del tiempo en el aula. Dos son las principales razones por las que una sección sobre este tema se hace necesaria. Por un lado, existe amplia evidencia de que el uso del tiempo es uno de los factores clave en el logro académico de los niños: según Martha Montero Sieburth (1989), por ejemplo, el tiempo dedicado por docentes y alumnos al aprendizaje es una de las tres variables que están más fuertemente correlacionadas con el logro estudiantil en los países en vías de desarrollo como el Perú.1 1 Las otras dos variables son la formación de los maestros y la disponibilidad de materiales de enseñanza. 14 De otro lado, una de las características que más llaman la atención de observadores externos de nuestras aulas escolares es la enorme cantidad de tiempo en que allí se desperdicia. Es evidente para cualquiera que el proceso de aprendizaje de un estudiante se puede ver afectado por la duración de la jornada y el año escolar, así como por la asistencia efectiva de maestros y alumnos. Sin embargo, David Berliner (1978) ha mostrado que, incluso cuando la escuela está funcionando y están presentes los docentes y alumnos, es necesario considerar cómo se usa el tiempo dentro del aula. Una de las variables importantes es la asignación de tiempo a las distintas materias --tanto en el número de horas oficialmente establecido como en el tiempo real que le dan los distintos profesores. Berliner encontró que el tiempo dedicado realmente a una materia está correlacionado positivamente con el aprendizaje de dicha materia. Más aun, dentro del tiempo que se le dedica realmente a un curso determinado, Berliner y sus colegas encontraron que los niños aprenden más cuanto más activamente involucrados estén trabajando temas y materiales con los cuales pueden tener éxito. A partir de tal hallazgo, Berliner desarrolló el concepto de "tiempo de aprendizaje académico" ("academic learning time"), que él define como el tiempo en el cual los estudiantes trabajan directamente con materiales o actividades académicas apropiados para su nivel. Dado que algunos padres y maestros aún creen que es importante presionar a los alumnos a trabajar con materiales difíciles, es importante resaltar que el hallazgo de Berliner demuestra que los materiales muy difíciles para un estudiante "no añaden mucho a su adquisición de conceptos o habilidades" (Berliner, 1978: 212). Para entender mejor la afirmación de Berliner uno tiene solamente que imaginarse la situación de un adulto que esté intentando aprender física: si se le coloca en un curso avanzado de física sin tener ningún conocimiento previo sobre la materia, es probable que se sienta totalmente confundido, comprenda poco y no aprenda nada. De otro lado, si empieza en una clase apropiada a su nivel, es decir, consistente con sus conocimientos previos sobre la materia, es muy probable que aprenda exitosamente los nuevos conceptos. Pero veamos en más detalle cómo es que Berliner y sus colegas midieron el "tiempo de aprendizaje académico" para llegar a esas conclusiones. Durante cinco meses, estos investigadores observaron 25 aulas de segundo grado y 21 salones de quinto grado en el estado de California. Luego de calcular el "tiempo de aprendizaje académico" durante varias clases de lectura, encontraron que el rango de variación iba desde 4 hasta 52 minutos al día. ¿Cómo es que un estudiante puede tener sólo 4 minutos diarios de aprendizaje real? Pues si se dedican 50 minutos de clase a la enseñanza de la lectura, pero el estudiante sólo presta atención un tercio del tiempo, entonces los 50 minutos se reducen a 16 2/3. Y si el estudiante sólo trabaja con materiales para su nivel y, por lo tanto, tiene éxito sólo una cuarta parte de ese tiempo, entonces habrá tenido sólo 4 minutos de "tiempo de aprendizaje académico" en lectura. Además de los beneficios que el "tiempo de aprendizaje académico" trae para el aprendizaje real, Berliner y sus colegas encontraron que las tasas de "tiempo de aprendizaje académico" se correlacionan fuertemente con las actitudes positivas y negativas de los niños hacia la escuela. Los estudiantes adquieren mayor auto-estima y gustan más del colegio cuanto más éxito tienen en el aprendizaje. Es muy difícil elevar la auto-estima de los niños y jóvenes con la mera repetición de ciertos discursos o lemas, como tiende frecuentemente a hacerse en muchas escuelas. Por el contrario, la mejor forma de conseguirlo es ayudando 15 a que los estudiantes logren de manera exitosa aquello para lo cual van a la escuela cada día: aprender. Se torna así evidente, pues, que ningún factor en el proceso de aprendizaje --ni el uso efectivo del tiempo ni los materiales utilizados-- por sí solo es garantía de una buena enseñanza. Los distintos componentes del proceso de enseñanza son simplemente inseparables. Entonces, ¿qué técnicas de enseñanza se necesita para usar el tiempo de clase de manera efectiva? ¿Qué puede hacer un maestro para garantizar que en su aula se esté logrando el máximo tiempo posible de aprendizaje académico? En primer lugar, dado que es muy difícil que un docente pueda observarse a sí mismo mientras enseña --registrando cómo distribuye y usa su tiempo y cómo lo hacen sus estudiantes-- resulta muy útil tener observadores, el director o algún colega, que tomen nota de cómo, tanto el docente como los alumnos, usan su tiempo en el aula durante una hora de clase. Esa información resulta crucial para que un buen docente pueda pensar en maneras alternativas más efectivas de distribuir y usar su tiempo. Una segunda manera en que se puede promover el uso eficaz del tiempo tiene que ver con la secuencia en que el docente presenta las lecciones, unidades y proyectos a sus estudiantes. Una buena organización y planificación aseguran una efectiva distribución del tiempo dentro del aula. Es por ello que un buen docente debe ser capaz de escoger los objetivos curriculares más importantes y planificar una secuencia que combine lecciones con proyectos y ejercicios y organice de antemano lo que se va a cubrir tanto a corto plazo (cada día, cada semana) como a largo plazo (cada mes y durante el año escolar). En tercer lugar, como sostiene Berliner, resulta vital que el docente de aula provea a sus estudiantes de retroalimentación continua y sistemática. Nuevamente, esto trae a colación la importancia de la evaluación formativa (ver más arriba, pg. 14). En cuarto lugar, a fin de usar el tiempo de manera efectiva, el buen docente debe enseñar a los niños a trabajar independientemente, es decir, a continuar involucrados en sus actividades, ya sea individualmente o en grupos, incluso mientras el docente está atendiendo a otro alumno o grupo. Finalmente, siempre resulta útil concientizar a toda la comunidad escolar sobre la importancia del uso efectivo del tiempo de clase, incluidos los padres de familia, de manera que se minimicen las interrupciones de clase innecesarias. 16 g. Expectativas del docente Existe mucha evidencia de que, al margen de todas las estrategias de enseñanza de las que un buen docente puede hacer uso, lo que un maestro "espera" de sus alumnos o lo que él "cree" que ellos pueden lograr tiene efectos determinantes sobre su desempeño escolar. Cuando los docentes creen que todos los niños pueden realmente aprender, no sólo es probable que se esfuercen más por ser didácticos y usar su tiempo de manera efectiva, sino que sus expectativas acaban por ser transmitidas a los niños de maneras sutiles y no tan sutiles. Para ilustrar mejor este punto, usemos nuevamente el ejemplo de la educación en los países asiáticos. La perspectiva dominante en estos países es que todos los estudiantes pueden aprender. En Corea, por ejemplo, Douglas Smith (1994) encontró que las fuertes tradiciones que le dan a la educación un valor social muy alto producen expectativas extraordinarias por parte de los padres y de la sociedad en general. Si decidiéramos promover esta misma actitud en nuestro medio, nuevamente debemos enfatizar que esas expectativas deberían tenerse no sólo respecto de los niños sino --y quizás principalmente-respecto de los maestros: todos debemos estar convencidos que quienes eligen ser maestros, pueden y deben recibir una formación excelente, pues luego deberán desempeñarse también de manera excelente y de hecho pueden hacerlo. En el Perú, hay cierta evidencia de que, por el contrario, la sociedad, los formadores de docentes y los maestros mismos son muy pesimistas respecto al potencial de sus alumnos. Una encuesta realizada por GRADE a más de 550 docentes de segundo grado de primaria reveló, por ejemplo, que más de un tercio de los docentes entrevistados creen que al menos el 20 por ciento (y en algunos casos más) de sus actuales alumnos no terminarán la primaria. Más preocupante aun es que más de un cuarto de los mismos docentes cree que menos del 50 por ciento de sus alumnos llegarán a terminar la secundaria. Uno de los más serios riesgos que esta actitud conlleva es que devenga en lo que se conoce como la "profecía autocumplida," es decir, el que los alumnos acaben rindiendo ni más ni menos de lo que sus maestros esperan de ellos. h. Aprendizaje integrado y vinculado a la vida actual Cualquiera sea el nivel educativo o la edad de los estudiantes, el consenso en la literatura revisada es que éstos aprenden mejor cuanto más significativa les es la materia, es decir, cuanto más capaces son de ligar el aprendizaje a su propia realidad. ¿Quiere decir esto que un estudiante de la zona andina peruana no debería nunca ser expuesto, digamos, a la mitología clásica griega? Por supuesto que no, pero sí significa que la mitología resultará más asequible si, al presentarla, se subraya los rasgos que las emociones y problemas humanos representados en la mitología griega tienen en común con todos los mitos --los conflictos entre el bien y el mal, la ambición, los celos, etc. Más aun, podría uno imaginarse unidades de instrucción fascinantes en las cuales los estudiantes pudieran realizar comparaciones entre la mitología andina y la de otras partes del mundo. En otras palabras, es indispensable que el docente realice regularmente evaluaciones de contexto (ver más arriba) para determinar cómo hacer de una lección un 17 material significativo y relevante para sus estudiantes. Es cierto que los problemas del mundo real a menudo no son fácilmente clasificables dentro del currículo oficial. Por ejemplo, los problemas de la contaminación ambiental o la pérdida gradual del bosque amazónico incluyen elementos de muchos cursos tradicionales: ciencias naturales, historia, ciencias políticas, etc. Si bien la organización del currículo por cursos o disciplinas hacen difícil la incorporación de áreas temáticas claramente interdisciplinarias como las mencionadas anteriormente, es indudable que cualquier esfuerzo en ese sentido haría el aprendizaje más interesante y significativo para los estudiantes. Por eso, el nuevo Programa Curricular del Ministerio de Educación (MED, 1996) sugiere un acercamiento al aprendizaje de temas interdisciplinarios vía proyectos: los alumnos estudian los aspectos más importantes de los cursos tradicionales y paralelamente van trabajando en un proyecto de carácter interdisciplinario a lo largo del tiempo. Sin embargo, para que este intento de integración temática tenga éxito, la manera tradicional en que se asigna el tiempo para las diferentes materias tiene que cambiar y los docentes deben aprender a planificar estas unidades y a integrarlas cuidadosamente. El objetivo principal de la planificación de unidades integradas, tal como lo propone el nuevo Programa Curricular, es brindar a los estudiantes experiencias de aprendizaje particularmente significativas. Estas experiencias de aprendizaje serán exitosas si, como la pedagoga peruana Shona García ha señalado elocuentemente, no sólo pregonamos sino también llevamos a la práctica nuestras ideas del aprendizaje activo e integrado en todos los aspectos del proceso de enseñanza: Defendemos en todos los tonos una metodología activa y luego establecemos planes de estudio con horas impares y encargamos de nuevo carpetas bipersonales, hechos ambos que hacen casi imposible una dinámica grupal o una clase que no sea frontal. Es decir, fallamos a la hora de las estrategias de ejecución". (García, 1994: 6) Respecto a la nueva práctica docente, el educador peruano Kenneth Delgado señala que, efectivamente, estos nuevos métodos de enseñanza activa e integrada exigen considerablemente más trabajo por parte de los maestros y, por lo tanto, de los programas de formación docente. Este nuevo estilo de trabajo, de acuerdo a Delgado, "requiere de una larga, compleja y rigurosa preparación". En efecto, para emprender exitosamente este nuevo reto, los maestros en formación deben ser educados "desde una perspectiva de trabajo interdisciplinario, capacitándolos para la tarea de ser integradores sociales y agentes de cambio de actitudes". Delgado le da tanta importancia al propósito integrador de este novedoso estilo pedagógico que incluso sugiere "obviar el sistema de formación [docente] por especialidades, para pasar a un esquema que se base en áreas de investigación y desarrollo educacional". En otras palabras, la formación especializada2 debe, según Delgado, quedar subordinada a la pedagogía y 2 La formación profesional de los docentes en el Perú introduce la "especialización" (en educación inicial primaria, lengua y literatura, ciencias naturales, etc.) relativamente temprano en la carrera, desde el segundo semestre de estudios. 18 no a la inversa (Kenneth Delgado a quien alude Trahtemberg, 1993) De otro lado, para hacer que los contenidos educativos se adecúen a las realidades de nuestros estudiantes, muchos autores peruanos han sugerido que se cambie totalmente el rol de la escuela de manera de vincularla más estrechamente con la comunidad y el mundo del trabajo, especialmente en las áreas rurales. Carlos Gallardo et al., por ejemplo, se refieren a este vínculo entre los contenidos educativos y la realidad de los estudiantes como "la relación escuela-producción" (1992: 205). En sus "Lineamientos de una Estrategia de Educación para la Producción", estos autores definen esta relación como "un proyecto de nueva escuela que considere las actividades centrales de la vida como parte del mundo escolar, del contenido de la educación". Al proponer que la escuela asuma un rol más determinante como "unidad productiva", Gallardo et al. explican que: Para ser unidad productiva no es necesario habilitar talleres en todas las escuelas. La escuela puede ser unidad productiva de otros procesos también, pero para que esto sea posible [la escuela] tiene que abrirse a la comunidad e iniciar una serie de interrelaciones con los sujetos sociales, económicos y políticos que allí actúan. (Gallardo et al., 1992: 206) i. Énfasis en el cuestionamiento, la exploración, la solución de problemas y la investigación Shona García es una de las más elocuentes propulsoras de la necesidad de fomentar en los estudiantes peruanos el hábito del pensamiento crítico. Para García, el propósito central de todo buen currículo es el de "privilegiar el desarrollo de [las] habilidades intelectuales". Asimismo, debe asegurar una metodología activa que privilegie el aprendizaje por descubrimiento...que desarrolle el pensamiento lógico" (1994: 7). En la actualidad, es materia de discusión si es mejor promover directamente el desarrollo de destrezas de pensamiento mediante cursos o lecciones especiales, o si resulta más efectivo procurar que toda la experiencia educativa de un estudiante promueva el pensamiento analítico (Costa, 1985). Pero nadie discute la importancia del tema y la necesidad de confrontarlo. El pensamiento crítico, el aprendizaje por descubrimiento y el pensamiento analítico son todas habilidades indispensables para la investigación. En toda la literatura revisada hay un creciente énfasis en la necesidad de que nuestros estudiantes desarrollen habilidades para la investigación y las capacidades de pensamiento que la investigación requiere se desarrollan mediante la resolución de problemas y preguntas abiertas. Se insiste, asimismo, en que los docentes de aula asuman el rol de investigadores. Un docente puede realizar, por ejemplo, un estudio de la comunidad donde vive (es decir, una evaluación de contexto), estudios sobre las necesidades específicas de aprendizaje de sus alumnos o experimentos de nuevas estrategias de enseñanza o materiales de instrucción. De acuerdo a Graves, los resultados son particularmente fructíferos cuando los docentes se asocian con académicos universitarios para realizar investigaciones de interés compartido (1986). 19 j) Atención a la diversidad 1. Adaptación del currículo a las necesidades de los estudiantes Respecto a la diversidad cultural en la escuela, la propuesta de Shona García coincide con las tendencias pedagógicas de mayor aceptación actualmente en el mundo. García sostiene que todo currículo "debe ser fundamentalmente intercultural" (1994: 7). En su opinión, los currículos en el Perú deberían ser descentralizados de manera que respondan a las necesidades de los estudiantes en cada área local. De hecho, en nuestro medio el consenso es que un currículo escolar intercultural es de vital importancia. Es más, la literatura local comúnmente asocia muchos de los problemas más graves del sistema a la poca adecuación de los contenidos curriculares a las diferentes realidades locales. Por eso, desde hace ya buen tiempo, el Ministerio de Educación viene recomendando que los docentes adapten el currículo a las necesidades de cada localidad. Sin embargo, la adaptación de un currículo general a una realidad específica no es tarea fácil y exige tener habilidades especiales. Para adaptar exitosamente un currículo a las necesidades específicas de un grupo de estudiantes, un buen docente debe ser capaz de seleccionar objetivos curriculares específicos y planificar lecciones utilizando recursos locales e información relevante a los estudiantes de la localidad. La dificultad de diseñar lecciones como éstas --particularmente, aunque no exclusivamente, en áreas urbano-marginales donde la diversidad suele ser mayor-- radica en que con ellas se debe satisfacer las necesidades de alumnos no sólo de distinto bagaje cultural y distintos intereses sino, en muchos casos, de distintos niveles educativos y ritmos de aprendizaje. Para el caso específico de la educación multi-cultural --es decir, una educación cuyo currículo contenga información y actividades que hagan justicia a la gran diversidad de culturas que componen la mayor parte de las naciones del mundo-- la UNESCO ha publicado una serie de interesantes informes sobre diferentes programas multi-culturales. El informe sobre la educación multi-cultural en Jordania, por ejemplo, señala que La educación multi- e intercultural requiere el uso de métodos de entrenamiento basados en la interacción, la comunicación, el intercambio, el escuchar y el diálogo. Requiere también la aceptación y el respeto a los otros y la confianza en sus ideas y culturas. (Zouqqan, 1994: 27) En otras palabras, no basta tan solo con predicar o dictar que otras culturas deben ser respetadas y honradas. Por el contrario, el objetivo es que los estudiantes participen activamente en un ambiente en que prevalezcan actitudes consistentes con esas ideas. A este respecto, los hallazgos de un estudio sobre la 20 educación multi-cultural en Checoslovaquia llevado a cabo por Kotasek y Ruzik (1994) revela que los cursos especiales con contenidos multi-culturales de hecho son valiosos, pero que tanto o más valiosos son las actitudes transmitidas, es decir, modeladas por el docente en cada uno de los cursos del currículo. De este estudio se puede concluir que es difícil que un solo curso, no importa cuán excelente sea, pueda revertir actitudes y modos de pensar basados en toda una vida de experiencias que además es posible que sean continuamente reforzadas en otros cursos y por otros maestros a los que el alumno está expuesto. Estos informes de la UNESCO mencionan varias maneras en que los temas y, principalmente, las actitudes multi-culturales pueden ser introducidos en una amplia variedad de cursos. Los autores del informe sobre el caso checo, por ejemplo, estaban preocupados principalmente por la minoría rumana que vive en Checoslovaquia. El informe propone, por tanto, que el curso de música incluya unidades sobre el folclore musical rumano, el de literatura alguna unidad sobre la cultura rumana y que los profesores de primaria lleven cursos sobre el idioma de ese grupo étnico. Los autores también sostienen que para promover actitudes multi-culturales positivas las actividades de simulación de situaciones y los juegos de roles han demostrado ser particularmente útiles. 2. Educación bilingüe En 1988, Nancy Hornberger publicó un estudio de los programas bilingües quechua-español del proyecto PEEB del departamento de Puno. Allí, Hornberger (1988c) se refiere a tres actitudes típicas hacia los idiomas minoritarios: En primer lugar, los idiomas que se hablan minoritariamente en una región o país son tratados "como problema". Con mucha frecuencia, esta actitud conlleva la idea de que aquéllos que hablan la lengua minoritaria tienen un problema que, además, se extiende al resto de la sociedad que tiene que "lidiar" con grupos de personas que hablan un idioma diferente al oficial. La única solución admisible para los que mantienen esta posición es la erradicación del "problema" del lenguaje y la generalización del idioma oficial o "nacional". Es desde este enfoque que muchos optan por la versión "transicional" de la educación bilingüe, sugiriendo que la educación bilingüe debe hacer las veces de "puente" entre uno y otro idioma. Es decir que, en el caso del Perú, los niños hablantes de alguno de los idiomas minoritarios empiecen su educación en la lengua materna para así pasar gradualmente a la instrucción en español, siendo esta última el objetivo y fin de la educación bilingüe transicional. En segundo lugar, están aquéllos cuya postura se basa en una concepción del lenguaje "como derecho" desde la cual sostienen que aquéllos que hablan un idioma minoritario tienen el derecho de hacerlo. En aquéllos lugares en que prevalece este enfoque los programas bilingües enseñan la lengua oficial como segundo idioma. Por último, están aquéllos que conciben el idioma "como recurso" y que consideran que cada idioma adicional es un recurso más para el país y buscan preservarlos todos. En este enfoque se basan los programas bilingües "bidireccionales" en los cuales se enseña el idioma minoritario a aquéllos que tienen la lengua mayoritaria como lengua materna y viceversa. Al respecto, Hornberger señala que todas estas perspectivas han estado representadas en sucesivas políticas oficiales peruanas y concluye alabando la "valerosa visión e iniciativa" que representa la 21 política peruana en torno al Quechua. Esta conjuga el enfoque sobre el idioma "como derecho" y el enfoque del idioma "como recurso". Como resultado de sus estudios, Hornberger (1988a) también ofrece un conjunto de criterios para evaluar programas de educación bilingüe. Estos criterios se basan en lo que la autora considera que son las características de un buen programa de educación bilingüe y, como veremos a continuación, coinciden con los que en este artículo venimos promoviendo como características deseables de cualquier programa educativo. Hornberger afirma que todo programa de educación bilingüe debe priorizar la participación oral activa, la lectura para la comprensión, el contenido sobre la forma y el uso de materiales y contenidos que guarden una relación estrecha con la vida cotidiana de los estudiantes. Así, cualquier evaluación de programas de educación bilingüe, en su opinión, debería centrarse en la medida en que el programa prioriza las características recién mencionadas. La importancia que merecen estos criterios, principalmente para la evaluación de programas de educación bilingüe, radica en que la participación oral activa y el énfasis en los contenidos significativos no pueden ser logrados a menos que la instrucción sea en un lenguaje que le sea familiar al niño y con el cual se sienta cómodo. Entonces, parece posible concluir que si la instrucción escolar se da en el idioma nativo del estudiante, todos los otros criterios mencionados en este artículo como deseables para cualquier programa educativo son válidos también para los programas bilingües. ¿Qué hacer, entonces, cuando coexisten distintas lenguas en la misma aula y no hay programas bilingües disponibles? En ese caso, la concepción del "idioma como recurso" es el que resulta más útil. Esta aproximación al lenguaje tiene como objetivo ayudar a los estudiantes a respetar y a aprender el idioma y cultura de otros. En otras palabras, la diversidad idiomática y cultural debe ser vista como algo que enriquece la clase y no como deficiencia o "problema". Es imperioso, sin embargo, que tanto los docentes como los padres de familia compartan esa visión y que en las instituciones de formación magisterial se enseñe tanto a promover esa actitud como a aplicar técnicas de enseñanza apropiadas. 3. El género De manera muy general, en el presente artículo abordaremos dos de los aspectos del componente "género" que pensamos son relevantes para nuestra discusión de la educación ideal. Estos aspectos son el de cobertura y el de contenidos o de carácter pedagógico. En primer lugar, como bien señala Bárbara Herz (1991), los beneficios sociales de educar a las mujeres tan bien como a los hombres son enormes. Herz resume varias estrategias que han demostrado ser efectivas para animar a los padres a enviar a sus hijas al colegio. Estas estrategias incluyen campañas de concientización, la reducción de los costos familiares de educar a las niñas por medio de becas o provisión de materiales educativos y la admisión en la escuela de adolescentes embarazadas que deseen continuar su educación. De otro lado, el fácil acceso al local escolar suele ser un factor determinante, pues es más probable que los padres envíen a sus hijas al colegio cuando la escuela está cercana a su residencia. En este sentido, es reconfortante saber que las diferencias en permanencia escolar entre niños y niñas tienden a reducirse en el Perú, aun en el medio rural. 22 Además de las estrategias que aseguren que las niñas sean enviadas a la escuela y permanezcan en ella, es también necesario prestar atención a cómo el género influye en las técnicas pedagógicas que emplean los maestros en el aula y en los contenidos del currículo. De crucial importancia es que se preste atención a cuestiones de género no sólo en las aulas de educación primaria y secundaria sino también, y principalmente, en la formación de los maestros mismos. Muchos docentes no son concientes de sus propios comportamientos y sesgos en el tema, y desgraciadamente es poco lo que se ha hecho hasta ahora por fomentar la actitud contraria entre los maestros peruanos. Por eso, el ser observados por algún colega puede ayudar a que aquellos docentes que estén dispuestos a cambiar lo hagan y fomenten el cambio de actitudes discriminatorias --como por ejemplo el dar la palabra a los niños con más frecuencia que a las niñas o tener mayores expectativas para unos que para otros. La concientización y la discusión entre los maestros en formación y los maestros en ejercicio sobre cuestiones de género se torna así esencial para el logro de una educación más equitativa y justa para todos y que propugne valores democráticos. 4. Las escuelas rurales Como bien sabemos, uno de los principales problemas que tienen que afrontar los docentes de escuelas rurales es el de tener aulas "multi-grado" a su cargo. Al respecto, existen varias técnicas demostradamente exitosas para facilitar y mejorar la labor de los maestros de escuelas unidocentes. La "Escuela Nueva" colombiana (Schiefelbein, 1993) combina varias estrategias interesantes para las escuelas multi-grado. Por ejemplo, se ha desarrollado un conjunto de materiales que utilizan recursos locales con los cuales los alumnos pueden avanzar a su propio ritmo. El que cada estudiante pueda avanzar según su propio nivel adquiere especial importancia en aulas multi-grado, donde los esfuerzos por mantener la atención de niños de diversas edades frena el aprendizaje de los más avanzados e impide el de los menos avanzados. Como bien afirma Trahtemberg, Las clases frontales funcionan relativamente bien cuando uno se encuentra con un grupo homogéneo de alumnos, con poca varianza entre ellos, de modo que el conjunto puede asimilar mensajes similares en forma similar. Sin embargo, la realidad enseña que la mayoría de los grupos de alumnos son heterogéneos, especialmente en el sector estatal donde no hay mucha selección previa en aspectos como edad, maduración, estimulación previa, cultura familiar, etc. Por lo tanto, se requiere de estrategias no frontales que asuman la diversidad como una realidad. Para ello, el maestro debe convertirse más en un animador del trabajo individual y grupal de alumnos y atender los diferentes intereses, dudas y dificultades de cada uno. (Trahtemberg, 1994: 156) En efecto, los resultados de la "Escuela Nueva" colombiana demuestran que la naturaleza misma de los materiales diseñados en el marco de ese programa convierte automáticamente a los maestros en "facilitadores" del aprendizaje, eliminando así muchas de las dificultades que puede conllevar el sistema de aulas multi-grado. 23 La utilización de materiales programados y de buena calidad es una de las maneras más eficientes en que un docente puede lidiar con estudiantes de distintos grados en una misma aula, pero no es la única estrategia posible. Los docentes de aulas multi-grado pueden agrupar a sus estudiantes de manera que niños del mismo nivel o con semejantes habilidades puedan trabajar juntos en proyectos o unidades. Si bien todos los niños del aula estarán trabajando el mismo tema, una vez agrupados, el docente asigna las actividades, instrucciones y materiales de lectura de acuerdo al nivel de cada grupo. Otros investigadores interesados en el tema, Christopher Thomas y Christopher Shaw (1992) incluso afirman que las escuelas multi-grado tienen en realidad muchas ventajas. En muchos países desarrollados hay escuelas en las cuales se han creado deliberadamente ambientes multi-grado porque en ellos los docentes se ven forzados a dejar de lado los requerimientos estrictamente del grado y atender a las necesidades individuales de los alumnos. Estas clases con alumnos de diversas edades, cuando funcionan bien, pueden incluso promover buenas relaciones personales entre los alumnos. A menudo se desarrolla un entorno "familiar" en el cual los alumnos mayores ayudan a los más jóvenes o donde los pares se ayudan entre sí. Sin embargo, es necesario señalar que el manejo efectivo de un aula multi-grado requiere de docentes expertos. El planeamiento y la organización de las lecciones son de considerable complejidad. De otro lado, los maestros de escuelas rurales juegan un rol especial en relación a la comunidad. A fin de fomentar la escuela "productiva" mencionada por Gallardo et al., los docentes rurales necesitan un entrenamiento especial en su rol de "promotores de la comunidad". López de Castilla (1990), por ejemplo, subraya la necesidad de que los maestros rurales sean entrenados en investigación de manera que aprendan y aprovechen las características especiales de las comunidades en las cuales trabajan. En la escuela rural ideal, el docente proviene de la misma comunidad y desea permanecer allí formando vínculos fuertes con los niños, padres y demás miembros de la comunidad. Para López de Castilla, la escuela puede y debe convertirse en una escuela productiva que ayude a preparar a sus estudiantes a permanecer en la comunidad como ciudadanos productivos orgullosos de ella. IV. Descentralización y autonomía En una de las presentaciones de Foro Educativo sobre el sistema educativo "ideal" se mencionó repetitivamente la importancia de la participación activa en el quehacer educativo de los diferentes miembros de la comunidad educativa. En esa oportunidad, María Amelia Palacios señaló la necesidad de darle al maestro "mayor autonomía". Para Palacios Esto significa optar de una vez por maestros que desempeñen creativamente su tarea educativa antes que por aquellos que cumplen normas pasivamente. (Palacios, 1992: 53) Así como las escuelas y sus directores requieren autonomía para funcionar, los maestros y 24 estudiantes también requieren autonomía para llevar a cabo su labor con la creatividad e iniciativa que venimos proponiendo en este artículo. Queda claro que no se puede esperar tener un aula democrática en una escuela autoritaria, ni una escuela democrática en un sistema autoritario. Como es de imaginarse, no podemos esperar que un docente a quien no se le permite más que seguir rígidamente los planes diseñados por otros actúe creativamente para satisfacer las necesidades particulares de sus propios alumnos en su propia comunidad. De otro lado, en el caso del dir ector, el consenso es que éste cumple un rol de vital importancia en la creación de un ambiente que estimule el aprendizaje activo. Idealmente, el o la directora debería ser un líder pedagógico al tanto de los más recientes desarrollos en materia de instrucción y apto para supervisar y apoyar a su personal en la innovación y el mejoramiento del proceso de enseñanza (Lockheed y Verspoor, 1991; Smith y Andrews, 1989). Así como cada vez el reconocimiento de la importancia del rol del director es mayor, se reconoce asimismo la necesidad de que éstos reciban un entrenamiento especial y apoyo técnico para desempeñarse bien en este rol tan exigente. En la Universidad de Harvard, por ejemplo, se ha creado el "Centro de Directores" que ofrece talleres continuos para directores y otras oportunidades para que ellos compartan con otros sus experiencias e ideas. Más aun, muchos nuevos programas de entrenamiento para directores que se vienen desarrollando incluyen prácticas de internado como uno de los requisitos para la certificación; esto es similar a las prácticas que tienen que realizar los maestros antes de poder asumir una clase por sí solos. En estos nuevos programas de entrenamiento, los directores en formación pasan algún tiempo en la escuela bajo la asesoría de un director con mayor experiencia antes de certificarse (Tryneski, 1993). En el Perú parece estar desarrollándose clara conciencia de esto, ya que en los últimos años varias instituciones (Tarea e IPAE, por ejemplo) han iniciado programas de formación de directores. Asimismo, el Ministerio de Educación se ha propuesto diseñar programas especiales de capacitación para directores de escuelas y colegios. V. Sugerencias para la formación docente Como hemos señalado en repetidas oportunidades a lo largo de este artículo, todas las sugerencias para una buena educación deben también aplicarse, y con mayor ímpetu, a la formación docente. No es necesario redundar en lo que creemos que son las características de un "buen maestro", así que en lo que sigue de este artículo limitaremos el análisis a las propuestas y recomendaciones que se refieren específicamente a la formación docente. 1. Atraer a estudiantes con las mejores calificaciones posibles En uno de los artículos antes citados, el educador León Trahtemberg plantea una delicada pero importante pregunta: "¿Cualquiera que desea ejercer la docencia puede ser capaz de hacerlo?". Seguidamente, el autor aventura una respuesta y procede a sustentarla: "Posiblemente no", admite y continúa diciendo que "El desafío de contar con buenos maestros empieza con el mismo proceso de selección de postulantes que tienen condiciones innatas para ser maestros, en aspectos de personalidad, estado físico, psicológico, 25 intelectual y moral y, sobre todo, su capacidad de auto-aprender permanentemente de sí mismos y de su entorno" (1994: 154). Como se verá en otra sección de este informe, son muchas las limitaciones del actual proceso de "reclutamiento" de futuros maestros en el Perú. Esta es pues un área que merecería una mayor atención de parte de las autoridades del sector. Ahora, ¿cómo se puede atraer a los estudiantes mejor dispuestos y más capaces hacia la enseñanza en el sistema educativo público? Al respecto, John Goodlad sugiere la necesidad de estrategias activas de reclutamiento de mejores postulantes. Una estrategia sería, por ejemplo, la creación en escuelas secundarias de clubes de futuros profesores que impulsen una imagen de la "buena docencia" como una profesión que requiere no sólo dedicación y vocación de servicio sino también de muchas habilidades y años de preparación. Asimismo, una estrategia de este tipo proporcionaría a los estudiantes oportunidades para que ejerzan el rol de tutores de alumnos más jóvenes en las escuelas públicas. De otro lado, el experto Richard Murnane (1991) sugiere que se proporcione vías alternativas a la titulación con el fin no sólo de permitir sino de fomentar que graduados calificados, provenientes de otras áreas académicas, se vean atraídos a la enseñanza escolar. Esta propuesta viene siendo debatida intensamente en nuestro medio, estando las opiniones al respecto bastante divididas. Muchos afirman que para que la calidad de los maestros mejore, es indispensable que la enseñanza, como ocupación profesional, adquiera o recupere su prestigio. Sólo al convertirse en una carrera prestigiosa, la docencia se volverá una profesión deseable entre los estudiantes más aplicados de secundaria. En los Estados Unidos, por ejemplo, se ha tomado una serie de iniciativas de titulación alternativa. Normalmente, el título de docencia es otorgado por cada estado y los contratos se realizan a nivel local. Pero en los últimos años se ha activado el nuevo "Organismo Nacional de Nivel Profesional" dedicado a ofrecer un título nacional especial de enseñanza asequible sólo a maestros con experiencia. Este organismo ha encargado a grupos de profesionales --incluyendo a muchos docentes de aula-- el desarrollo de un conjunto de estándares profesionales nuevos para cada nivel y especialidad. Los maestros que solicitan el nuevo título son evaluados a lo largo de un año y esta evaluación incluye observaciones de aula, carpetas sobre su trabajo, ensayos escritos sobre la forma como abordan ciertas situaciones y problemas de la enseñanza y otras mediciones novedosas que evalúan su verdadera capacidad para enseñar. Con la creación de este organismo, las autoridades educativas americanas esperan que la posesión de este título adicional se traduzca en un mayor reconocimiento y, tal vez, un mayor salario. 2. Formadores con las mejores calificaciones posibles Si deseamos que nuestros maestros sean de la más alta calidad posible, el formular la siguiente pregunta se torna inevitable: ¿qué hay sobre la calidad de los maestros de los maestros? Al respecto, uno de los documentos publicados por Foro Educativo (1992: 128) sugiere la implementación de ...incentivos para los docentes que forman maestros. El gobierno central y los gobiernos regionales 26 deben incrementar la remuneración de los docentes de los institutos pedagógicos. Asimismo, deben ofrecer diversos incentivos como mejoramiento del material educativo, incremento de la biblioteca docente, suscripciones a publicaciones especializadas y becas de estudio. En otras palabras, si esperamos que nuestros maestros continúen aprendiendo a lo largo de toda sus vidas, no podemos esperar menos de quienes son sus maestros. Los formadores de los futuros maestros deben pues estar constantemente expuestos a tales incentivos y a oportunidades de capacitación. En el Perú, son pocos los formadores de docentes que cuentan con estudios de postgrado, por ejemplo, y las remuneraciones de aquellos que cuentan con algún título de postgrado son muy similares a las de cualquier docente escolar. Urge, pues, atender y corregir situaciones como la recién mencionada. 3. Educación rigurosa y de alta calidad para el maestro Además de los requerimientos formales de selección y titulación de docentes, Shona García (1992) hace sugerencias diversas e importantes en relación al currículo de los programas de formación docente. En primer lugar, García afirma que éste debería enfatizar el pensamiento crítico y la investigación. En segundo lugar, el currículo debería exigir que los estudiantes de educación estén en contacto con el mundo escolar real tan temprano como sea posible. La experiencia práctica temprana no sólo les proporcionaría una introducción realista a la enseñanza, sino que les daría oportunidades inmediatas de vincular la teoría con la práctica. Por eso, García sugiere que en lugar de esperar hasta el tercer año o el final de la carrera para involucrarse en la enseñanza, los futuros pedagogos se vean comprometidos desde el primer año en experiencias de tutoría con escolares. Resulta interesante observar la similitud que existe entre las políticas para el mejoramiento de la formación magisterial que se proponen para los Estados Unidos y aquellas que se formulan para el caso del Perú. Foro Educativo (1992), por ejemplo, recomienda que los currículos de los institutos de formación docente deberían ser diseñadas de forma autónoma. Al respecto afirma que: El Ministerio de Educación debe limitarse a dar orientaciones básicas: duración, componentes fundamentales y áreas básicas. Las demás decisiones corresponden al nivel regional o a los institutos superiores pedagógicos. Estos deben tener la posibilidad de adecuar y experimentar el currículum de modo que responda mejor a las características culturales y socio-económicas de su zona de influencia. (Foro Educativo, 1992: 129) De otro lado, un estudio de cinco años sobre la formación magisterial llevado a cabo en los Estados Unidos (Goodlad, 1991) halló que los formadores de maestros se sentían limitados por las excesivas regulaciones del Estado hasta el punto que muchos creían que no tenía ningún sentido proponer ideas nuevas pues pensaban que el estado inevitablemente interferiría con la posibilidad de ponerlas en práctica. 27 Ahora bien, si esperamos que los formadores de maestros sean capaces de reformular el currículo de manera creativa, se torna indispensable que en su formación y capacitación se enfatice el desarrollo de esas capacidades. Como bien dice Berliner (1984: 96), ...deberíamos transformar nuestras salas de estudio en verdaderos laboratorios donde los estudiantes puedan manejar el contenido de una determinada área temática, examinar la distribución del tiempo necesario para enseñar partes específicas del currículo, estudiar las pruebas o ejercicios que acompañan esos materiales curriculares específicos, dictar clases modelo que, además, sean analizadas y criticadas por maestros expertos, por otros estudiantes y por los niños...También necesitamos videocámaras y fondos para pagar a expertos que analicen la enseñanza de la misma forma como los entrenadores analizan el rendimiento de los atletas. De manera similar, la Comisión Norteamericana sobre la Educación de Maestros para el Siglo XXI (1990) sugiere que se fomente la investigación sobre procesos y resultados en los institutos de formación docente y que la evaluación de los maestros, una vez que estén en ejercicio, se base en los resultados de esa investigación. Advierte Goodlad que la investigación en los programas de educación requiere del trabajo conjunto o de la colaboración entre las facultades de educación y otros departamentos académicos. Sólo así, en opinión de Goodlad, las primeras adquirirán la base académica necesaria para llevar a cabo su propia investigación y usar apropiadamente sus resultados. 4. Vinculación entre la formación docente y las escuelas En el Perú, Raúl González Moreyra ha sugerido que Toda facultad o escuela pedagógica debería contar con una escuela o una red de escuelas de aplicación asociadas a ella en las cuales no sólo se cumplan las prácticas indispensables en la formación docente, sino que sean los espacios de investigación e innovación del centro, de tal manera que funcione además como un centro de animación de la actividad pedagógica de un área territorial determinada. (Foro Educativo, 1992: 109) Para Goodlad, la asociación entre los centros de formación magisterial y los colegios o "distritos escolares" (lo que en el ámbito peruano vendría a ser la USE o ADE) no sólo es de utilidad sino que frecuentemente evita muchos de los problemas que actualmente enfrentan los docentes americanos en ejercicio. Según Goodlad, y esta es una realidad nada ajena a los actuales docentes peruanos, una de las principales deficiencias del sistema de prácticas pre-profesionales es que muchas veces los practicantes son asignados a profesores cuya capacidad docente deja mucho que desear. Así, muchos practicantes se encuentran en la difícil y perjudicial situación de haber aprendido quizás teorías y técnicas pedagógicas innovadoras pero, a la hora de la práctica, tener que trabajar con un docente que utiliza prácticas educativas caducas e inefectivas. 28 Esta es una de las muchas razones por las que Trahtemberg afirma que El "año de prácticas" en el modelo peruano está muy desconectado de la deliberación teórica de los temas educativos, por lo que el egresado de los actuales institutos y facultades de educación queda indefenso para lidiar con la realidad educativa. Para Trahtemberg, pues, el problema no sólo radica en que los programas de estudio de los docentes en formación son preponderantemente teóricos, sino que los estudiantes de pedagogía tienen muy pocas oportunidades de exponerse a situaciones reales de la actividad docente. Si a esto le sumamos la preocupación de Goodlad en el sentido de que la poca experiencia del docente durante sus años de formación muy a menudo ocurre bajo la supervisión de maestros no calificados para este tipo de trabajo, la seriedad del problema se hace patente: es muy probable que los docentes en formación adopten las prácticas de los docentes a quienes observan, perpetuando así estilos y métodos pedagógicos cuyos resultados han demostrado ser ineficientes y hasta negativos. Para explicar mejor esta situación, Goodlad compara el sistema prevalente con el que existía en el campo de la medicina en 1910: los estudiantes de medicina se entrenaban en la práctica con médicos mayores que ignoraban las teorías más modernas y los hallazgos más recientes en su campo. En cambio, en el actual modelo de formación médica, las escuelas de medicina están afiliadas a "hospitales docentes" que son centros de excelencia donde se investiga e innova a la vez que se educa a los futuros profesionales de la salud. El objetivo que Goodlad tiene en mente, pues, es crear "escuelas de demostración" en las cuales tanto investigadores educacionales como maestros de aula trabajen hombro a hombro para mejorar la práctica docente. Realizar sus prácticas en ambientes como éstos, enriquecería sustancialmente la experiencia de los estudiantes de pedagogía. En la misma línea de lo que sugiere Goodlad, Lynne Paine (1990) describe las prácticas docentes que suelen tener los estudiantes de educación en China. Los practicantes son enviados en grupos a diferentes colegios donde son objeto de la atención de muchos maestros, en lugar de que cada practicante sea asignado a un sólo docente. Para desarrollar sus primeras lecciones, los practicantes trabajan tanto con los supervisores de su propio centro de formación como con los maestros de la escuela donde están practicando. Los practicantes son luegoobservados en sus primeros esfuerzos de enseñanza tanto por sus supervisores y por otros docentes como por sus compañeros practicantes y reciben muchas sugerencias sobre cómo mejorar su docencia. Goodlad (1991) señala que uno de los problemas más graves de los sistemas de formación magisterial es que los estudiantes suelen egresar de sus programas con una perspectiva bastante estrecha, preocupados tan solo por el aula y los alumnos de los cuales será responsable. En su formación no han aprendido a pensar ampliamente sobre la escuela y su relación con la comunidad, ni han aprendido a pensar en los problemas que se les presentan como parte del sistema educativo en su conjunto. Entonces, una de las ventajas de asignar a los docentes practicantes no a aulas específicas sino, al estilo chino, a una escuela, 29 es que los futuros educadores adquieren la experiencia de manejo de aula siempre en relación al resto del colegio y tienen la oportunidad de interactuar con padres de familia y otros miembros de la comunidad. 5. Apoyo durante el primer año de trabajo del docente La misma carencia de experiencia hace que la mayor parte de los docentes encuentren su primer año de trabajo extremadamente difícil. Los aspectos en los que más dificultades encuentran son el manejo de aula y la disciplina. Es por tanto muy común que muchos profesionales de la docencia, aun aquellos con excelente potencial, abandonen la enseñanza durante su primer año. Resulta de suma importancia, pues, que busquemos maneras de brindar apoyo a los docentes en ese período crítico. En el artículo sobre China antes mencionado, Paine (1990) nos informa que es justamente por las dificultades que los maestros novatos enfrentan en su primer año que éstos reciben una carga académica menor. Más aun, durante su primer año de docencia, los maestros chinos continúan recibiendo apoyo de sus programas de formación, de sus colegas y de sus profesores-supervisores de la escuela en la cual trabajan. Considerando los problemas y los nuevos retos que la falta de experiencia conlleva, Wise (1987) sugiere incluso que a los graduados de los programas de formación magisterial se les otorgue tan solo un certificado provisional y reciban su titulación definitiva sólo luego de haber cumplido un año de docencia y de haber sido observados y aprobados por sus supervisores. 6. Prioridad de la formación magisterial en las universidades Si estamos de acuerdo en que la carrera docente debe recuperar prestigio, esta recuperación debería empezar con el apoyo y reconocimiento a las facultades e institutos de educación por parte de las universidades. En este tema, las sugerencias de activistas y estudiosos peruanos y estadounidenses nuevamente coinciden. En el Perú, González Moreyra (Foro Educativo, 1992) sostiene que para que la profesión magisterial adquiera el prestigio y el respeto que merece "Los recursos humanos de las universidades deben respaldar fuertemente la formación docente". Goodlad explica el hecho lamentable de que muchas universidades se sienten avergonzadas de su pasado como escuela normal e incluso tratan de ocultarlo. Si la misión de formar docentes no es revalorizada por las instituciones de mayor prestigio académico, tanto a nivel del discurso como con apoyo sustantivo y enérgico, difícilmente se logrará que la sociedad le de el valor que corresponde a la profesión de maestro. 7. Modalidades alternativas de formación Echemos una mirada ahora a las sugerencias que se han hecho respecto a formas alternativas de formación docente. En las zonas rurales del Perú, por ejemplo, la carencia de maestros titulados es un problema ampliamente reconocido. Al respecto, López de Castilla (1990) ha hecho varias propuestas concretas sobre programas alternativos de entrenamiento para educadores rurales. En primer lugar, sugiere que se creen programas de especialización en educación rural. Esto incluiría técnicas especiales para lidiar con aulas multi-grado y para que el docente ejerza exitosamente su rol de "promotor de la comunidad". En la 30 opinión de López de Castilla, por lo menos uno de estos programas debería ser implementado en cada una de las regiones del país. López de Castilla propone, además, que los mejores alumnos que se gradúen de la secundaria en cada región tengan la posibilidad de ingresar automáticamente a las facultades o institutos que ofrezcan formación en la especialidad de educación rural. Si además estos estudiantes se comprometen a enseñar en escuelas rurales por un mínimo de cinco años y a entrenar a quien venga a sustituirlo, la carencia de docentes preparados en las zonas rurales podría disminuir. En el caso de que no se pueda encontrar un docente titulado, López de Castilla recomienda Seleccionar jóvenes de la comunidad que demuestren inclinación y condiciones para la docencia, y adjudicarles las plazas vacantes que se presenten en centros educativos unitarios con el compromiso de trabajar en ella durante un mínimo de diez años. (López de Castilla, 1990: 151) Debe diseñarse programas de profesionalización especiales para este grupo, sostiene López de Castilla, de calidad comparable con la de los programas de formación regular, de manera que con el tiempo los cursos de profesionalización devengan en la titulación de estos docentes. Además de las sugerencias de López de Castilla, existen otras opciones viables para entrenar a docentes en y para localidades remotas. Los investigadores Joao Araujo y Oliviera y Greville Rumble (1992), por ejemplo, proponen la educación a distancia. Estos autores pasaron revista a muchos de esos programas en América Latina y observaron que rara vez se adopta programas a distancia porque sean realmente considerados la mejor manera de formar maestros. Por el contrario, se implementan como una manera de satisfacer una urgencia o necesidad especial. Así, estos programas usualmente adolecen de financiamiento restringido, lo que atenta contra su efectividad. En su estudio también encontraron que ...el acceso abierto y la tendencia a admitir a personas con calificaciones deficientes, que no están preparadas para enfrentar las dificultades que supone el estudiar por su cuenta, producen altas tasas de deserción con demasiada frecuencia. (Araujo y Oliviera, 1992: 9) Los buenos programas de educación a distancia se caracterizan por la alta calidad de sus materiales instruccionales, de los servicios que se prestan a los educandos (particularmente servicios de tutoría) y de sus sistemas de evaluación, que son equitativos pero rigurosos. De otro lado, en su evaluación de diferentes experiencias de formación de especialistas en educación bilingüe en otros países latinoamericanos, Luis Enrique López (s/f) hace muchas referencias 31 halagadoras a los programas peruanos. Al respecto escribe: Producto de varios años de búsqueda en este campo es el modelo curricular para la formación y profesionalización docente en educación bilingüe intercultural, aprobado y publicado por el Ministerio de Educación del Perú, a fines de 1993. El mencionado documento fue producto de tres talleres de elaboración colectiva de la propuesta en los cuales participaron dirigentes indígenas, maestros de formación docente y especialistas en las disciplinas respectivas. La propuesta reduce el tiempo de formación presencial de 10 a 6 semestres académicos, dedicando los 4 últimos al ejercicio de la docencia, combinada con el desarrollo de investigaciones, la elaboración de la tesis y el desarrollo de algunos cursos en la época de vacaciones. La propuesta "posibilita una diversificación en programas curriculares según las necesidades de cada Instituto Superior Pedagógico o Universidad de acuerdo a las poblaciones que tienen que atender, por tratarse de un programa general, abierto y sin fragmentación". Entre los objetivos de esta propuesta están los de "conjugar las formas indígenas de transmisión de conocimientos con los aportes de las distintas corrientes pedagógicas que permitan al docente elaborar y manejar una metodología y técnicas adecuadas a la realidad educativa donde se va a desenvolver...promover la participación en el proceso educativo...e integrar en el currículo la cosmovisión de las culturas, sobre la relación hombre-naturaleza". El modelo...que incluye la presentación y descripción de la organización curricular en áreas...y funciones que deberá desempeñar el futuro maestro (investigador, promotor comunal y conductor del proceso de enseñanza y aprendizaje), la manera en la que la investigación, la promoción comunal y la práctica profesional se articulan durante los 10 semestres de la formación, las tablas de alcances y secuencias de objetivos y contenidos así como la manera en la que éstos se integran y las recomendaciones metodológicas para su implementación, debió ser puesto en práctica en 10 Institutos Superiores Pedagógicos de las regiones andina y amazónica peruanas. Sin embargo, parece ser que éste propósito no se ha logrado en todos ellos, seguramente por no contar con los recursos humanos requeridos para ello. (López, s/f: 18-19) Como podemos apreciar en la cita anterior, el Perú es percibido claramente como un líder en el mundo de la educación bilingüe. Llama la atención, por otro lado, cuántas de las características de una buena formación magisterial que se han venido promoviendo en los párrafos anteriores de este documento se encuentran en el modelo al que López hace referencia. 8. Aprendizaje continuo y desarrollo profesional de los maestros Los programas iniciales de formación docente, debemos insistir, son sólo un punto de partida, y la preparación recibida en ellos debe ser reforzada con una capacitación constante. Al respecto, Schaefer (Citado por Farrell, 1993) señala que una capacitación que fomente la activa participación de los docentes 32 suele rendir muy buenos resultados, es decir, que los principios pedagógicos que sostenemos aquí como deseables para programas de formación, también lo son para los programas de capacitación. Schaefer menciona asimismo la necesidad de que los maestros en servicio se comprometan a la reflexión y la introspección, basadas en sus experiencias reales y concretas en el aula. Los maestros que participan en grupos de estudio o en círculos de docentes pueden beneficiarse de las buenas o malas experiencias y de la sabiduría que otros han acumulado. Parte del ejercicio docente debería consistir en ayudarse a crecer mutuamente, para así convertirse en mejores maestros. Hace mucho tiempo ya es práctica convencional en muchos países el pagar salarios más altos a aquellos docentes que han llevado cursos o especializaciones adicionales o que han obtenido un título de maestría o doctorado. En algunos lugares hoy en día se viene experimentando con distintos tipos de estímulo al desarrollo profesional de los maestros. En el estado de Massachussetts, por ejemplo, se está instituyendo un nuevo sistema en el cual la licencia de un docente debe ser renovadacada cinco años y sólo podrá ser renovada si el docente ha completado ciertos cursos adicionales de capacitación (Departamento de Educación del Estado de Massachusetts, 1995). 9. Organización de programas de formación magisterial Las diferencias entre los distintos programas de formación magisterial en el mundo son muchas y considerables. En los países vinculados a la Cuenca del Pacífico, por ejemplo (ver APEC, 1995), los requisitos para ser profesor de educación inicial van desde la culminación de algunos años de secundaria más 3 o 4 años de formación docente, como ocurre en China, hasta la necesidad de tener una maestría, como sucede en el Japón. Hay una tendencia generalizada a agrupar los "años de infancia" y ofrecer títulos que permitan enseñar, por ejemplo, tanto en el nivel pre-escolar como en los primeros grados de la educación básica. De otro lado, para la instrucción primaria, varios países requieren sólo de 3 años de formación postsecundaria. En Australia, por ejemplo, la formación docente consta de 3 años de educación formal, aunque últimamente se están haciendo esfuerzos para extenderla a 4 años. En Hong Kong, además de los 5 años de secundaria, también se requiere 3 años de entrenamiento, mientras que en los Estados Unidos se requiere 4 años de formación y en algunos casos se exige un quinto año de estudios o, específicamente, una maestría (tanto para primaria como para secundaria). Para la enseñanza secundaria, muchos países requieren 4 años de formación magisterial o de universidad en el área de especialización, mientras que varios países sólo exigen un año adicional de preparación. Para aquellos profesionales de otros campos académicos interesados en titularse para la docencia, muchos países sólo exigen estudios de postgrado en educación que en algunos casos supone la obtención de una maestría. El caso peruano que exige un mínimo de cinco años de estudios postsecundarios para la formación inicial de un docente parece ser excepcional en este sentido. 10. Estándares para una formación docente exitosa 33 Casi todos los autores de la literatura revisada que versan sobre el tema de la formación magisterial incluyen una lista propia de estándares para una formación docente exitosa. Aquí hemos seleccionado, combinado y adaptado principalmente dos de ellas, la lista de Goodlad (1991: 54-64) de 19 postulados y la Declaración de Principios del Grupo Renacimiento (1994), generando la siguiente lista de principios que consideramos pertinentes para la formación del "buen docente" en el Perú: 1. Las instituciones que ofrecen programas de formación magisterial deben asumir la educación de los futuros maestros como una responsabilidad importante con la sociedad y, por lo tanto, deben apoyarlos adecuada y vigorosamente. En el caso de las universidades, las facultades de educación deben gozar por lo menos de la misma legitimidad y reconocimiento que los otros programas académicos. 2. Es más, no sólo los programas o facultades de educación sino todos los departamentos y programas de la institución deben estar comprometidos en la formación de educadores. En el caso de las universidades, es necesario que el compromiso con la excelencia caracterice tanto a los programas de educación como a las demás carreras que allí se brindan. 3. Los programas de formación magisterial deben asegurarse de proveer condiciones para el aprendizaje similares a aquellas que deseen que los futuros maestros que allí se forman generen en colegios y aulas donde ejercerán luego su labor docente. 4. El rol del Ministerio de Educación debe limitarse a establecer los grandes lineamientos curriculares y fijar los estándares mínimos esperables de los graduados de las carreras de educación. Las instituciones deben así asumir la tarea de diseñar su propio currículo, sus propios estándares de desempeño y sus políticas internas, a la luz de los requisitos de acreditación, lúcida y profesionalmente establecidos por algún organismo nacional o regional. 5. Los programas de formación docente deben aspirar a tener un cuerpo docente dedicado a la misión de mejorar la educación y constantemente involucrado en diversas actividades académicas y profesionales. 6. Los programas de formación docente deben caracterizarse por tener expectativas elevadas de aprendizaje y rigurosas exigencias para la graduación. 7. La preparación académica de los aspirantes a la docencia debe incluir un riguroso programa de estudios generales y una buena preparación en filosofía e historia de la educación, así como en teoría educativa. Además, todo estudiante de educación debe ser entrenado en el uso de métodos pedagógicos tanto generales como específicos para ciertos cursos o materias. 8. Los programas de formación docente deben dar amplias oportunidades a los futuros maestros de pasar de ser meros estudiantes o consumidores de conocimientos previamente organizados a 34 convertirse en maestros que exploran y cuestionan tanto el conocimiento mismo como las maneras de enseñarlo. 9. Los programas de formación docente deben reflejar la diversidad del Perú y preparar a los graduados a enseñar en una sociedad multi-cultural. 10. A lo largo del proceso de formación, los estudiantes de pedagogía deben ser expuestos a diversas experiencias "en el campo" cuidadosamente planificadas por sus tutores o supervisores. Deben así tener acceso a un amplio rango de experiencias prácticas y de observación en escuelas regulares y en escuelas modelo donde pueden realizar sus internados o prácticas profesionales. Las instituciones de formación magisterial no deben admitir más alumnos en sus programas que el número al que le puedan garantizar acceso a estas experiencias de calidad. 11. Los programas de formación docente deben asociarse a escuelas y colegios de manera que la formación magisterial sea responsabilidad tanto del cuerpo docente de la facultad o instituto como de los maestros que ya están en servicio y de otros profesionales vinculados al proceso educativo. 12. El que los docentes y otros profesionales de la educación puedan continuar su desarrollo profesional debe ser responsabilidad tanto de los formadores de maestros como de los administradores y supervisores del sector educativo y de las mismas escuelas. 13. Los programas de formación docente necesitan tener suficiente apoyo por parte de su institución y suficientes recursos como para poder implementar estos principios. 14. Los programas de formación docente deben estar protegidos de los vendavales de la oferta y la demanda mediante políticas públicas que prohíban programas improvisados "de emergencia" o licencias temporales para enseñar. 15. El currículo de los programas de formación docente debe ser integrado desde el primer semestre y no sólo durante el último año. Los cursos de educación general, por ejemplo, deben ser planificados conjuntamente por profesores de pedagogí a y por especialistas en materias determinadas. 16. Los programas de formación docente deben asumir la responsabilidad de asegurar que los estudiantes que pasen por ellos tengan o adquieran los estándares de lectura y redacción, así como las habilidades de pensamiento analítico y crítico que se demanda de los mejores estudiantes en los programas más exigentes de las universidades. A manera de resumen de lo dicho hasta este momento en materia de formación profesional docente, veamos lo que la APEC, organización que agrupa a varios países de la Cuenca del Pacífico, recomienda para los programas de formación docente de los países miembros: 35 - Elevar el nivel de calidad de los programas de formación magisterial. - Promover mayores vínculos entre la formación académica y las experiencias prácticas. - Proveer apoyo para los períodos iniciales o transicionales de la carrera. - Proveer oportunidades de desarrollo profesional continuo. - Crear marcos nacionales que guíen la formación inicial de docentes y su desarrollo profesional continuo. - Crear foros que garanticen a los docentes mayores oportunidades de contribuir a la discusión sobre cuestiones de formación y desarrollo profesional. (APEC, 1995: 16) ANEXO 2 PERFIL DE UN BUEN EGRESADO 36 EL PERFIL DE UN BUEN EGRESADO (Propuesta construida a partir de una revisión los problemas, perspectivas y requerimientos de la formación magisterial en el Perú) Entre las múltiples maneras en que se podría organizar las características de un buen maestro, parece muy apropiada una que propone tres conjuntos de aspectos esenciales para un docente: ¿Qué es lo que debe SABER? ¿Cómo debe SER? ¿Qué debe HACER y cómo debe hacerlo? los cuales se pueden resumir como SABER, SABER SER, SABER HACER. Consideramos que hay seis ejes esenciales para la formación de un educador profesional. Aunque en la vida real, y en las personas mismas, suelen presentarse de manera muy integrada, podemos para nuestros propósitos organizarlos de la siguiente manera: SABER · Pensamiento cuestionador y analítico · Dominio de la materia de enseñanza 37 SABER SER · Confiabilidad ética y salud mental · Capacidad para vínculo y tolerancia SABER HACER · Adaptabilidad al cambio y espíritu de innovación · Capacidad práctica, con expectativas altas En lo que sigue, se describe brevemente algunas de las características y capacidades que el sistema de formación docente debería asegurar tuvieran los futuros maestros del Perú. 1. Saber. El docente debe saber: a) Pensar i) Pensar con profundidad y sentido analítico. Ser capaz de reflexionar sobre lo que se vive, escucha o lee, con espíritu cuestionador y crítico. ii) Reflexionar sobre su trabajo. Analizar lo que se hace, evaluar su propia actividad identificando éxitos y problemas, y saber reflexionar en grupo,aprendiendo de las ideas de los otros a fin de mejorar la eficacia en el aula y la escuela. iii) Resolver problemas. Recolectar información, analizarla, integrarla, considerar diversas alternativas de acción y tomar decisiones al respecto, sólo o conjuntamente con otras personas. Pensar creativamente frente a situaciones inéditas o novedosas. b) Comunicarse i) Hablar claramente. Hablar de manera ordenada y comprensible, usando expresiones lingüísticas correctas, a fin de facilitar la atención, aprendizaje y comportamiento del alumno. ii) Escuchar con atención e interés. Escuchar con empatía, comprensión y tolerancia, a fin de facilitar las relaciones en el aula, la escuela, y con la comunidad local. iii) Leer comprensivamente. Poder entender y analizar una variedad de textos y temas, y tener el hábito de leer frecuentemente con y por placer. 38 iv) Escribir claramente. Poder extraer ideas de varias fuentes y sintetizarlas de manera organizada. Tener la capacidad de expresar por escrito ideas propias y originales. c) Aprender permanentemente. Haber "aprendido a aprender" y tener la capacidad, organización mental y deseo de seguir aprendiendo toda la vida. d) Investigar, experi mentar y utilizar los resultados. Tener nociones básicas sobre investigación educativa y social, de manera de poder identificar la problemática personal, cultural, familiar y socioeconómica de los alumnos y de los otros agentes educativos, y poder aplicar estrategias adecuadas para su solución. Ser capaz de entender informes de investigación realizados por otros cuyos resultados pueden serle de utilidad. e) Aspectos esenciales de una cultura general. Comprender distintas formas de cultura y sociedad, ser capaz de apreciar la literatura y las artes, y los conocimientos científicos y tecnológicos. f) Los conocimientos fundamentales de la educación. i) Filosofía, historia y sociología de la educación. Comprender las relaciones que existen entre el mundo de las ideas, el sistema educativo y la sociedad. ii) Las teorías de la educación. Conocer la teoría de la educación y sus derivaciones prácticas a fin de asumir unos lineamientos propios para orientar eficazmente el proceso educativo. iii) La psicología y desarrollo de niños y jóvenes. Conocer las etapas normales del desarrollo y la forma de pensar de los estudiantes, a fin de planificar y facilitar los aprendizajes. iv) La psicología del adulto. Saber analizar y entender las relaciones con otros, a fin de entender las relaciones con la autoridad, poder resolver conflictos interpersonales y relacionarse bien con el profesorado y los padres. g) Su especialidad i) Los contenidos. Conocer bien los contenidos de las asignaturas que piensa enseñar, saber cómo pueden ser organizados y cómo se conectan con los de otros temas y especialidades. 39 ii) Métodos de enseñanza. Conocer las formas de aprender de los alumnos y saber escoger en base a ello cómo debe enseñarse en cada caso, para lo cual debe conocer distintas estrategias y técnicas didácticas. Estar familiarizado con los problemas de enseñanza-aprendizaje especialmente presentes en la disciplina que él enseña. 2. Saber Ser. El docente debe: a) Reconocer la centralidad de la persona. Reconocer que la persona y su dignidad constituyen el aspecto esencial del universo, de lo que deriva su propio valor como persona y las relaciones con los otros, respetando la dignidad y los derechos de los demás. b) Ser una persona con madurez personal y auto-estima. Poseer un buen equilibrio psicológico, lo que permite realizar acciones eficaces y constituirse en modelo apropiado para los estudiantes. c) Ser poseedor de múltiples y sólidos valores. Es decir, ser conocedor y facilitador del proceso que lleva al desarrollo de valores, y preocuparse por que sus alumnos los adquieran. Debe haber una evidente coherencia entre sus valores y lo que dice y hace. d) Ser capaz de establecer relaciones sólidas: i) Con sus alumnos. A fin de permitir una acogida favorable de sus enseñanzas y lograr una confianza y estima que faciliten una enseñanza personalizada. ii) Con el profesorado. A fin de lograr un ambiente gratificante de trabajo, facilitar la obtención de los objetivos y demostrar ante los alumnos una forma concreta de entendimiento y vida fraterna. iii) Con los padres o tutores. A fin de lograr una empatía, un intercambio de información valiosa para la educación de los hijos y una permanente y leal colaboración educativa. iv) En la comunidad. A fin de entender las costumbres y necesidades locales, procurar la mutua colaboración y propiciar el aprecio de los alumnos hacia la comunidad local. e) Ser responsable 40 i) Trabajando con dedicación. Evidenciar su esfuerzo por educar y su auténtica vocación de maestro. ii) Cumpliendo cabalmente un horario. Cumple con asistencia y puntualidad permanentes, y aprovecha plenamente cada hora pedagógica. iii) Cumpliendo los objetivos y la reglamentación escolar. Sigue los lineamientos generales de la escuela y sus reglas específicas, de manera de realizar una tarea educativa eficaz. f) Tener actitudes que faciliten el aprendizaje i) Preocupación por los alumnos. A fin de que logren todo tipo de aprendizajes, particularmente aquellos básicos en los que muestran más deficiencias. Incluye su salud y su bienestar. ii) Interés en generar aprendizajes. Darle preferencia al aprendizaje sobre la enseñanza, manejar hábilmente el aprendizaje activo y disminuir sustancialmente el rol "expositivo". iii) Tener altas expectativas para los alumnos. Confiar en que pueden aprender y tener alto rendimiento, lo que suele traer como consecuencia un aumento de la autoestima de los educandos y una mejora en sus logros educativos. iv) Tener en cuenta las diferencias entre sus estudiantes. Conocer, comprender y valorar las diferencias de sexo, idioma, religión, origen étnico y otros. Debe llevar a actitudes de tolerancia y aprecio mutuo. v) Gozar y alegrarse con el trabajo y con lo que se aprende. El maestro debe estar alegre, optimista y disfrutar con lo que sus alumnos y él mismo aprenden, actitudes que contribuyen mucho a que una escuela sea eficaz. 3. Saber hacer. El docente debe poder: a) Planificar 41 i) Basándose en los objetivos del currículo. El maestro debe diseñar situaciones de aprendizaje basándose en esos objetivos, procurando una secuencia lógica y una integración de los contenidos de las distintas materias. ii) Para varias unidades de tiempo. Debe saber elaborar planes diarios, semanales y anuales para sus lecciones, unidades y proyectos. iii) Adaptando y diversificando de acuerdo a las necesidades de sus estudiantes. Los maestros deben adaptar los objetivos curriculares a sus propios contextos y desarrollar lecciones usando materiales y temas apropiados a su localidad y necesidades. iv) Para diversos niveles y necesidades. Debe saber organizar la clase para alumnos con diferentes niveles de conocimientos y características de aprendizaje, lo que incluye el debido manejo de aulas multigrado con alumnos que cursan distintos grados de estudio. b) Seleccionar información y material didáctico i) Usar y aprovechar información de diversas fuentes. El maestro debe saber seleccionar información pertinente de textos variados, de los periódicos, la televisión y de recursos locales tales como entrevistas a miembros de la comunidad o los trabajos escritos por otros estudiantes. ii) Evaluar, seleccionar y utilizar materiales didácticos. El maestro debe saber criterios con qué evaluar y seleccionar materiales didácticos de calidad y saber cómo utilizar textos y otros materiales. iii) Elaborar materiales didácticos usando elementos locales. El maestro debe saber diseñar y crear sus propios materiales, usando recursos locales, con propósitos instruccionales claros. c) Crear un ambiente estimulante en su aula. El maestro debe saber construir espacios que hagan visibles los trabajos y avances de los alumnos y que estimulen el aprendizaje y la creatividad. d) Enseñar para facilitar el aprendizaje activo de los estudiantes i) Enseñar con claridad y secuencia. Presentar materiales que estén al nivel de los estudiantes, explicar con claridad y ayudar al estudiante a relacionar lo que está aprendiendo consu trabajo anterior y con lo que viene. ii) Propiciar el desarrollo intelectual. Promover activamente el desarrollo de un pensamiento crítico y la capacidad de los estudiantes de resolver problemas, proporcionándoles algunas técnicas para "aprender a aprender". 42 iii) Emplear estrategias de enseñanza apropiadas para cada objetivo y grupo de estudiantes. Saber seleccionar lo más pertinente para cada caso de entre todo un repertorio de estrategias, tales como el trabajo cooperativo en grupos, el trabajo independiente, la enseñanza en equipo, la exposición por el maestro, viajes al campo, actividades especiales con padres, tutorías entre los mismos estudiantes o de alumnos mayores, uso de tecnología nueva, etc.. Fomentar mucho el trabajo grupal, pero a segurando que la evaluación realmente estimule tanto el desempeño individual como la contribución de cada miembro al mejor desempeño de los otros. iv) Responsabilizar al estudiante por su propio aprendizaje y auto-evaluación. Ayudar a los alumnos a que se fijen metas y que aprendan a evaluar su propio desempeño, a fin de que asuman ellos mismos la responsabilidad por su aprendizaje y el deseo de seguir aprendiendo. e) Evaluar de manera formativa y diferencial. Utilizar las tareas diarias y las respuestas de los estudiantes a fin de afinar la enseñanza a las necesidades de los estudiantes. i) Dar retroalimentación continua. Usar la evaluación formativa para informar a los estudiantes y a los padres del progreso de cada estudiante. ii) Reformular y re-enseñar material que los estudiantes no comprendieron. El maestro debe usar la evaluación formativa para comprender cómo piensan los estudiantes y presentarles de nuevo el material, de manera más comprensible, dando más tiempo cuando sea necesario. iii) Evaluar su propio desempeño. Un maestro debe evaluar todos los aspectos de su propio desempeño, así como fijarse metas para su desarrollo profesional. f) Manejar el aula i) Con liderazgo. Ser una persona que guía y lidera su aula, con una organización adecuada, una programación eficaz y una disciplina positiva. ii) Con uso eficiente del tiempo. Usar plenamente cada hora para el aprendizaje, y cumplir con todas las horas y semanas de clase del año lectivo, a fin de que los alumnos estén activamente involucrados en aprendizajes significativos durante todo el tiempo escolar. iii) Con actitudes positivas. Reaccionar de manera positiva ante los esfuerzos y los errores de los estudiantes, promoviendo simultáneamente sus talentos especiales, a fin de desarrollar su autoestima y el deseo de asumir nuevos desafíos. 43 iv) Promoviendo la socialización de los alumnos. Es responsabilidad del maestro facilitar las relaciones entre alumnos, ayudándolos a relacionarse y promoviendo la colaboración entre ellos. v) Con trato justo para todos. El maestro debe asegurar una oportunidad igual para todos, sin perjuicio a cualquier alumno, apreciando y resaltando las diferencias de manera positiva. g) Colaborar con otros. i) Colaborar con el profesorado. Trabajar con otros para mejorar su programa educacional, experimentando con técnicas innovadoras, así como con observación por pares o enseñanza en equipo. 44 45 ii) Asumir el Proyecto Educativo del colegio. Significa expresarlo y vivirlo, así como colaborar activamente en su preparación, mejoramiento y ejecución. iii) Trabajar con los padres de familia. El maestro debe conocer técnicas que le permita trabajar bien con los padres y hacerles ver la importancia de nuevos estilos o metodologías que emplee la escuela, a fin de que los padres se involucren positivamente en la educación de sus hijos. 45 46 ANEXO 3 ACTORES Y PROCESOS DE LA FORMACIÓN MAGISTERIAL EN EL PERÚ 46 47 1. LOS ISPs y FACULTADES DE EDUCACIÓN Hacia fines de 1995, estaban funcionando en el Perú un total estimado de 374 instituciones que brindaban programas de formación magisterial, 38 de las cuales eran universidades. Las otras 336 eran en su mayor parte Institutos Superiores Pedagógicos, mientras que unas pocas eran escuelas superiores de arte, educación física o teología, con algún programa especializado de formación docente en sus respectivos campos3. Cuadro 1.1 Instituciones con programas de formación de docentes en funcionamiento en 1995 - Institutos Superiores Pedagógicos - Escuelas Superiores (Arte, Música, Educación Física, Educación 309 Religiosa) - Universidades Total 27 38 374 Fuente: ver nota 1 Aproximadamente un tercio de ellas, 118, respondieron a una encuesta4 de la cual se desprende buena parte de la información que se ha analizado para esta parte del estudio5. Si bien el alto porcentaje de 3 Este estimado ha sido establecido contrastando y combinando distintos listados proporcionados por diversas oficinas del Ministerio de Educación y mediante consultas directas a las Direcciones Regionales y Subregionales del sector. Originalmente, se confeccionó un listado de 570 supuestas instituciones, frecuentemente duplicadas con nombres o direcciones distintas. Tras reiteradas consultas a las direcciones regionales y subregionales del sector, se ha eliminado instituciones duplicadas o actualmente desactivadas, y se ha corregido direcciones y otros datos básicos incorrectos, hasta llegar a las 374 aquí consignadas. En el anexo 1 están listadas todas esas instituciones. Subsiste un cierto nivel de incertidumbre respecto a la exhaustividad del registro compilado, siendo posible que el número real sea ligeramente distinto al aquí estimado. La velocidad a la cual se han estado creando instituciones explica esta incertidumbre, así como la (muy) ligera inconsistencia con los datos sobre número de instituciones con los cuales se ha trabajado la cuestión de la oferta y demanda de docentes. 4 Ver los instrumentos de recolección de datos incluidos como anexo 2 a esta informe. 5 El listado de las instituciones que colaboraron respondiendo a la encuesta aparece como anexo 3 a este informe. 47 48 respuesta garantiza la presencia en la muestra de organizaciones representativas de casi todo tipo posible de institución, es necesario hacer notar algunos sesgos introducidos por la auto-selección. 48 49 En primer lugar, ha respondido un tercio de los institutos y escuelas superiores, pero solo 16% de las universidades que cuentan con Facultades de Educación. Esto obliga frecuentemente a restringir las generalizaciones, allí donde es conveniente hacerlas, a los ISPs. En segundo lugar, las instituciones que respondieron no parecen estar distribuidas a lo largo y ancho del país de manera semejante a como están repartidas el total de ellas. Mientras que, por ejemplo, en nueve departamentos cerca o más de la mitad de las instituciones respondieron, en seis de ellos menos de la quinta parte lo hizo, como se aprecia en el gráfico 1.1. En otros aspectos, sin embargo, elconjunto de instituciones que colaboró con el estudio se asemeja tanto al universo que pretende representar6, que resulta razonable derivar algunas generalizaciones al respecto, como se hace a continuación. 6 Los estimados de matrícula y egresados realizado a partir de la muestra, por ejemplo, así como la distribución de las instituciones según tipo de gestión y la distribución de los estudiantes según género y por especialidades son notoriamente similares a datos estadísticos compilados de diversas fuentes y a estimados o proyecciones realizados por otros analistas, con métodos distintos. 49 50 50 51 Gestión Hasta hace relativamente poco tiempo, la formación magisterial era responsabilidad casi exclusiva del Estado. Incluso apenas dos años atrás, solo 36% eran de gestión privada. En la actualidad, por el contrario, más de la mitad de las instituciones (52%) son privadas7, debido a que ese sector ha promovido la creación de casi la totalidad del más de un centenar de instituciones fundadas desde 1993. Antigüedad de las instituciones La "antigüedad promedio" de las actuales instituciones donde se forman los maestros peruanos asciende a 9 años. Una enorme mayoría empezó a operar a partir de los años ochenta8, pero un tercio del total apenas alcanza su segundo año de vida y más de la mitad no tiene más de 4 años de funcionamiento. Solo unas pocas instituciones, no más de 15% del total, tienen una historia que abarca más de treinta años. 7 De las instituciones que respondieron la encuesta, 47.5% son entidades públicas, mientras que 52.5% son privadas, distribución casi idéntica a la del listado general de IFMs. 8 Se desconoce cuántas de estas instituciones puedan haber existido antes como Escuelas Normales. 51 52 Como se desprende de lo anteriormente ya señalado, las instituciones de más larga trayectoria son, salvo excepciones, las del sector público. Estas tienen en promedio 17 años de funcionamiento, mientras que el promedio de las privadas no llega a 3. Ni una sola de las instituciones de la muestra con más de 30 años de funcionamiento es privada y solo 3 de las que tienen más de 10 años de antigüedad lo son. 52 53 Crecimiento del número de instituciones El ritmo de crecimiento de las instituciones ha sido realmente vertiginoso, ya que su número se ha triplicado durante los años noventa. Entre fines de 1993 y fines de 1995, la expansión solo de los ISPs alcanzó un 83%. Es difícil justificar -- y posiblemente sostener -- este ritmo de crecimiento, como se evalúa con mucho mayor detenimiento en la parte de este diagnóstico referida a la oferta y demanda de docentes. Baste aquí con señalar que las 372 instituciones de formación magisterial sirven a una población nacional estimada en 23 millones. Resulta ilustrativo comparar esta relación con la vigente en otros países para los cuales se dispone de información, tal como se aprecia en el siguiente cuadro. Cuadro 1.3 Relación entre el tamaño de la población nacional y el número de instituciones de formación docente (IFDs) en países seleccionados ca. 1994 País Población IFDs China 1,130'510,638 1201 Japón 125'000,000 827 Canadá 29'100,000 49 E.E.U.U. 260'800,000 1279 Perú 23'500,000 372 Fuente: APEC 1995 y Population Reference Bureau 1994 IFDs x millón de habitantes 1.1 6.6 1.7 4.9 15.8 Cierto es que la estructura de edades y el ritmo de expansión de la escolaridad de estos países podrían ser muy distintos, como podrían serlo el grado de dispersión y accesibilidad geográfica de sus poblaciones. Aun así, no puede sino llamar la atención que en China, cuya población es 50 veces mayor que la del Perú, haya un número solo 3 veces mayor de instituciones donde se preparan los futuros docentes y que en todo Canadá, con un volumen de población bastante similar al caso peruano, todos los maestros se formen en solo 49 universidades o "colleges". En los Estados Unidos, el número de instituciones de formación no alcanza a triplicar el número de las IFMs peruanas, pero sirven a una población que es 11 veces mayor; y en Japón poco más que el doble de las instituciones peruanas forman maestros para una población 5 veces mayor. 53 54 54 55 Tamaño La proliferación reciente de instituciones explica su relativamente pequeño tamaño. Si bien el promedio general es de 477 alumnos por institución, la mitad de las instituciones tienen menos de 300 alumnos. Solo un tercio tiene más de 500, y apenas una décima parte tiene más de 1000 estudiantes. Las pocas Facultades de Educación que respondieron la encuesta incluyen a algunas bastante pequeñas, pero, en promedio, tienen una matrícula bastante mayor. Otras estadísticas disponibles arrojan un promedio de más de 1500 alumnos por Facultad9. Hay una fuerte relación entre tamaño y antigüedad, ya que las instituciones con menos de 500 estudiantes tienen un promedio de 3 años y medio de operación, mientras que el promedio correspondiente a las instituciones más grandes alcanza 19 años y medio. Igualmente, hay una asociación marcada entre el sector de gestión de las IFMs y su tamaño: el promedio de las instituciones estatales es 653 alumnos, mientras que el de las instituciones privadas alcanza solo a 321. Estas diferencias se dan al parecer tanto en universidades como institutos. Financiamiento y gasto por alumno En la mayoría de los casos, tanto de instituciones públicas como de privadas, la información obtenida sobre este punto fue muy incompleta y poco confiable. En el caso de los institutos estatales, por ejemplo, muchos de los directores aparentemente desconocen el monto del presupuesto que les ha sido asignado por la dirección regional el cual asumen sólo es para cubrir las plazas docentes de la institución. Como las remuneraciones son pagadas directamente a los profesores en dicha dirección, las autoridades de las IFMs no parecen tener necesidad alguna ni siquiera de saber el volumen total de recursos que les está entregando el Tesoro Público. 9 Banco de Datos de Educación de GRADE, con información provista directamente por las universidades y la Asamblea Nacional de Rectores. 55 56 Sólo 13 de las 56 instituciones públicasproporcionaron información adecuada en este sentido. Según esos datos, el presupuesto promedio anual por alumno para 1995 fue 340 soles (unos US$146 dólares)10, 72% de los cuales provenía del Tesoro. El resto provenía de ingresos propios de las instituciones (cobranzas por servicios a los mismos estudiantes o a asistentes a cursos, principalmente). Cabe mencionar que las facultades universitarias no suelen contar con un presupuesto propio para sus gastos rutinarios, razón por la cual ninguna de ellas proporcionó la información respectiva. El rango dentro del cual fluctúan los presupuestos de los institutos privados es muy amplio: desde casi inverosímiles montos de 32 soles por alumno por año hasta los 3012 soles, siendo el promedio 523 soles, unos 225 dólares anuales. La mayor parte de esos recursos se obtienen de las matrículas y pensiones que pagan los alumnos, así como por los pagos que estos hacen por certificaciones y otros servicios. También obtienen ingresos vía la provisión de servicios a terceros (cursos de profesionalización y de capacitación, etc.). Unos pocos institutos obtienen una parte importante de sus recursos vía donaciones -- pero no se sabe su fuente. Los montos promedio de recursos financieros disponibles para las instituciones de formación magisterial son a todas luces muy bajos, y contribuyen a explicar buena parte de los problemas descritos a lo largo de este informe. Si bien es mucho lo que hay que hacer en otros frentes, este no puede ser descuidado más tiempo. De lo contrario, será poco lo que se podrá avanzar en cualquier intento de mejoramiento de la calidad de las instituciones. 10 En 1993, estimados del gasto público en educación superior no universitaria arrojan un monto de 122 dólares anuales por alumno. Este promedio era seguramente más alto para los institutos tecnológicos y más bajo para los pedagógicos, pero las cifras obtenidas no están desagregadas de maneras que permitan confirmarlo. Desde entonces el gasto social se ha incrementado, pero el retraso cambiario se ha mantenido, lo que da fuerza a la confiabilidad de la cifra obtenida a través de las encuestas. 56 57 Infraestructura y equipamiento 77% de las IFMs tienen un local propio; 18.5% lo tiene alquilado y 3.7% funciona en un edificio prestado. Hay diferencias al respecto entre instituciones públicas y privadas y, como cabría anticipar, entre las más antiguas y las de reciente creación. En promedio, las IFMs tendrían 53 alumnos matriculados en programas de formación regular por cada aula de la cual disponen, siendo el promedio de las instituciones públicas 75 alumnos por aula y el de las 57 58 privadas 34. Sin embargo, este cálculo supone el funcionamiento de las IFMs en un solo turno, situación que, al menos en los institutos privados de Lima, no parece ser la más común. Desafortunadamente, no se recogió información sobre el número de turnos en los cuales funciona el ISP, pero es pertinente señalar que los docentes entrevistados señalaron tener 43 alumnos en promedio11, cifra algo más reducida y razonable, en la sección a la cual estaban enseñando un curso en el semestre en que se realizó la encuesta. Como se aprecia en el gráfico siguiente, un tercio de las instituciones tiene más de 45 alumnos por aula y una quinta parte de las IFMs tienen por lo menos 65 alumnos por salón. Una institución, dedicada a la formación de docentes de educación física, dispone de losas deportivas y gimnasio, pero tiene una sola aula para 596 alumnos! Son frecuentes las aulas improvisadas con planchas de triplay en azoteas de viejas casonas. No es inusual la simultánea presencia de un auditorio12 con muebles tallados y tapizados en terciopelo. Muy raramente se da el caso de una institución que no disponga de energía eléctrica, agua potable o conexiones de desagüe. Por otro lado, si bien prácticamente todos los IFMs parecen contar con servicios higiénicos, no es raro que haya un solo baño para todos los varones y otro para las mujeres. 11 48 en las IFMs públicas y 39 en las privadas. 12 57% de las IFMs lo tienen. 58 59 En promedio, las IFMs cuentan con 3 oficinas administrativas, pero la quinta parte de las IFMs no dispone de una sala para sus profesores, y 9% de ellas carece de una biblioteca. De las que la tienen, muchas están pobremente implementadas, con colecciones reducidas y desactualizadas y sin un sistema establecido de catalogación y de búsqueda de información. En 9 de las 118 instituciones participantes en el estudio no se adquirió ni un solo libro nuevo para la biblioteca a lo largo de los dos años anteriores. En la cuarta parte de las IFMs no se agregó en ese lapso más de 20 a la colección total y en la mitad de las instituciones se añadió un máximo de 80 textos. Si se toma en cuenta el volumen de la matrícula, la imagen emergente es aun más preocupante. Si bien en promedio las IFMs habrían adquirido 51 libros nuevos por cada 100 alumnos13, lo cierto es que en la cuarta parte de las IFMs no se adquirió en dos años más de un nuevo libro por cada diez alumnos regulares. Causa o efecto de ello es que, entre las muy diversas lecturas que los docentes encuestados recomendarían leer a todos los alumnos de su institución, apenas una mínima porción sean publicaciones recientes14. Pasando a tecnologías más modernas de información, se encuentra que las IFMs tendrían un promedio de 7 computadoras cada una y, que el conjunto de estudiantes de formación magisterial disponen de 2.3 computadoras por cada 100 de ellos. Sin embargo, hay que resaltar que 20% de las instituciones no tiene ninguna máquina, y que otro 30% solo tiene 1 o 2. Otros datos ilustrativos de la situación de la infraestructura y equipamiento de las IFMs se resumen en el cuadro siguiente. Cuadro 1.4 Disponibilidad de infraestructura y equipamiento en las IFMs Tiene televisor Tiene teléfono 75% 75% Tiene grabadora Tiene videograbadora 71% 62% Tiene fotocopiadora Tiene proyector de vistas fijas 54% 45% Tiene retroproyector Tiene fax 45% 17% 13 No se dispone de información sobre la pertinencia de los nuevos títulos agregados a las colecciones. 14 De un total de 588 títulos diferentes, se identificó la fecha de publicación original de 145. Sólo 12 de ellos fueron editados en los años noventa, mientras que el grueso data de los años setenta, quizás los años cuando se estaban formando los actuales docentes de las IFMs. 59 60 Tiene grupo electrógeno Promedio de computadoras por IFM Promedio de computadoras por IFM por cada 100 alumnos 23% 7 Porcentaje promedio de aulas en buen estado Promedio de carp etas/sillas por alumno 2.3 86% Porcentaje promedio de carpetas/sillas en mal estado 1.4 19% Lo único que "sobra" en los institutos parecen ser las carpetas, pero hasta en esto hay ocasionales carencias. En una universidad limeña cada sesión de clases se inicia con el "robo" (o el "rescate") de pupitres de otros salones para los alumnos. Los estándares de orden y limpieza son sin duda heterogéneos. Sin embargo, solo en dos instituciones observadas cercanamente en Lima, se detectaron múltiples insuficiencias en este sentido. El cuasi heroico decorado de aulas y pasadizos puede asemejarse notablemente al imperante en jardines de infancia y escuelas primarias: personajes de tiras cómicas de Disney, ilustraciones tipo tarjeta postal de Día de la Madre o dibujos de héroes nacionales calcados de textos escolares. El informe del trabajo etnográfico realizado en algunas de esas aulas, uno de los anexos de este documento, contiene una rica descripción del ambiente físico en que se desenvuelven las actividades de dos instituciones limeñas. 60 61 61 62 2. LOS ALUMNOS Cuántos son Los alumnos matriculados en 1995 en programas regulares de formación docente en las 118 instituciones que respondieron la encuesta suman 51,948, mientras que los matriculados en sus 37 programas de profesionalización alcanzan a 14,174. Si las IFMs que no respondieron no se diferencian demasiado de esta muestra, puede estimarse que la matrícula total en formación regular alcance a 164,649 estudiantes, la de profesionalización a 44,859 y el total de futuros profesionales docentes a 209,50815. Si se supone momentáneamente que el número de matriculados se mantiene estático en los próximos años y que todos ellos culminarían sus estudios en el plazo normativo de 5 años (o 6, si se trata de los cursos de profesionalización), egresarían cada año 40,201 nuevos maestros. Sin embargo, estimados tanto a partir de la muestra como de una variedad de datos oficiales sugieren que la cifra efectiva está cerca de los 19,00016. Aun así, como se desprende del estudio sobre oferta y demanda realizado para este diagnóstico, resulta claro que muchos de ellos no encontrarán empleo como maestros, aun bajo escenarios poco presumibles de mayor crecimiento poblacional y aulas con menor número de alumnos. Esto constituye una cuestión a ser tomada muy en serio en la planificación o regulación de la evolución de este subsector de la educación superior peruana. 15 Cabría suponer que esta cifra subestimara la matrícula total, dada la baja tasa de respuesta a la encuesta de los programas universitarios, que suelen tener mayor matrícula que los ISPs. Sin embargo, los datos registrados en el Censo Escolar de 1993 para las IFMs (114,376), sumados a los registros del Banco de Datos de GRADE sobre la matrícula regular en Facultades de Educación para ese mismo año (55,540) arrojan un total de 169,916 estudiantes, mientras que la matrícula en ISPs reportada por la Dirección de Estadística del Ministerio de Educación y un estimado conservador de la matrícula regular en programas universitarios en 1994 (132,250 y 55,540, respectivamente)VER SI CONSIGO UN DATO MEJOR) arrojan un total de 187,790, sin contar a los alumnos matriculados en programas universitarios de profesionalización. Así, pues, la matrícula total estimada a partir de la muestra del estudio resulta muy consistente con la evolución de los datos oficiales disponibles hasta la fecha y refuerza la aplicabilidad de los resultados de la encuesta a todo el universo de las IFMs. 16 18,827 en 1994 según Hugo Díaz (ver el anexo sobre oferta y demanda de docentes y la sección correspondiente en el resumen de este diagnóstico) y 18,703 según proyecciones basadas en la muestra que participó en la encuesta realizada para este estudio. 62 63 Distribución por especialidades Casi la mitad del total de alumnos de las IFMs (49.3%) estaría formándose como maestro primario. Poco más que la décima parte (11.7%) está en educación inicial y algo más de la cuarta parte (30.1%) está matriculado en alguna subespecialidad para enseñanza secundaria, particularmente en lengua y literatura o en matemáticas. Los demás se distribuyen entre educación técnica, educación física y educación especial. Esta distribución por niveles y especialidades es bastante distinta a la de los docentes titulados en servicio, 41% de los cuales se formaron como maestros secundarios y sólo 38% para primaria. Parece que los estudiantes se guían para su opción más por una lectura sobre las plazas actualmente existentes, ocupadas tanto por titulados como por intitulados, las cuales reflejan la actual estructura de edades de la población escolar. Estas plazas se distribuyen en los distintos niveles educativos de manera parecida a la de la actual matrícula en los programas de formación, tal como se aprecia en los gráficos siguientes. 63 64 Sin embargo, la distribución de las plazas va a cambiar muy pronto, y resulta preocupante que, además del evidente exceso de estudiantes de Educación, su matrícula se esté concentrando en primaria, en momentos en que, debido al descenso de la tasa de crecimiento poblacional, la poca demanda por maestros adicionales en los próximos lustros se concentrará casi exclusivamente en la secundaria y luego en el nivel superior. Características demográficas y socioeconómicas de los estudiantes Origen geográfico En promedio, y según los estimados ofrecidos por los directores encuestados en referencia a sus propias instituciones, 81% de los alumnos de los ISPs y Facultades estudiaron su secundaria en el mismo departamento donde se encuentra la institución en la cual están actualmente matriculados. En más de la mitad de las instituciones todos o casi todos los alumnos (95% o más) son "lugareños". Incluso hay buen número de IFMs donde no hay ni un solo alumno proveniente de otro lugar. Inversamente, son muy pocas las instituciones que reciben números importantes de alumnos de otros lugares; apenas 4 de la muestra tienen más de la mitad de "foráneos". Distribución por género 64 65 Como se aprecia en el cuadro 2.1, 38% del total de matriculados en las instituciones de la muestra son hombres y 62% mujeres. La proporción femenina es algo menor, aunque aun mayoritaria, entre los inscritos en programas de profesionalización17. Hay que destacar, en primer lugar, que entre los estudiantes de Educación hay más mujeres que entre el actual personal docente de los centros escolares del país. En 1993, sólo 56% de los maestros en ejercicio eran mujeres, porcentaje que ha permanecido bastante estable a lo largo de las últimas tres décadas. La 17 Esta distribución coincide estrechamente con la distribución por género de la matrícula en Facultades de Educación para 1993 registrada en el Banco de Datos de Educación de GRADE: 37.2% varones y 62.8% mujeres, aunque difiere un poco de la matrícula en formación magisterial no universitaria registrada en el Censo Escolar de ese mismo año: 45.5% hombres y 54.5% mujeres. 65 66 docencia es una de las carreras más femeninas del medio18, aunque, en comparación con la mayor parte de los países europeos y americanos, la proporción femenina del magisterio peruano resulta bastante menor. Sin embargo, la fuerte tendencia aún prevalente en el Perú de una baja tasa de actividad incluso entre las mujeres que tienen educación superior, no permite anticipar una mayor "femeinización" de la carrera docente en el corto plazo. Casi todos los matriculados en la especialidad de educación inicial son mujeres, y éstas son una amplia mayoría entre los futuros maestros primarios y profesores de educación especial. En cambio, en educación secundaria, sólo hay una ligera mayoría de mujeres en las subespecialidades de educación secundaria. Esto sugiere que la actual composición por género de los docentes escolares de los distintos niveles tampoco tiene visos de cambiar en el futuro próximo. 98% de los actuales docentes de educación inicial son mujeres, como también lo son 99% de los estudiantes de esa especialidad. 62% de los docentes en ejercicio que trabajan en el nivel primario son de sexo femenino, al igual que 66% de los estudiantes de Educación Primaria. Finalmente, sólo 46% de los profesores de secundaria son mujeres, como lo son 47% de los estudiantes de las distintas especialidades de ese nivel. Lo anterior es válido tanto para los de formación regular como para los de profesionalización docente, excepto que en secundaria no es en el área de lengua y literatura sino, algo sorprendentemente, en la especialidad de educación técnica que las mujeres alcanzan una leve mayoría. Tipo de colegio secundario donde estudiaron 18 La matrícula universitaria total, por ejemplo, está constituida sólo en un 42% por mujeres. 66 67 En promedio, 83% de los alumnos de las IFMs estudiaron en colegios secundarios públicos o estatales, lo que coincide con el 83% del total de la matrícula nacional en secundaria de menores que está cubierta por el sector público o estatal19. En la mitad de las IFMs20, todos o casi todos los alumnos (más del 95%, estiman sus directores) provienen de escuelas públicas. Incluso en un tercio de los casos no hay ningún alumno egresado de un colegio particular o privado. Sólo una de cada 14 instituciones tendría por lo menos un tercio de ese tipo de alumnos. Cabe reflexionar sobre el posible impacto de que tan pocos egresados de secundarias privadas estén optando por hacer una carrera magisterial. En primer lugar, es posible que esto afecte la calidad de la formación que ofrecen las IFMs, por la siguiente razón. Muchos expertos en educación sostienen convincentemente que la mayor parte de los maestros no hacen sino replicar el estilo de enseñanza que recibieron mientras eran alumnos de escuela. Es razonable suponer que en los colegios privados, donde se concentran buena parte de los reducidos sectores medios y medios-altos de la población escolar peruana, se concentran también las oportunidades de recibir una educación de mejor calidad, incluyendo estilos pedagógicos más acordes con lo que hoy en día se considera mejores maneras de enseñar y aprender. Los egresados de las escuelas privadas, 19 En este documento se utiliza indistintamente ambos términos para referirse a las escuelas financiadas principalmente por el Estado. Asimismo, se utilizan indistintamente los términos privado, particular o no estatal para referirse a las instituciones de gestión no estatal, aun cuando puedan contar con algún financiamiento gubernamental. 20 Tanto públicas como privadas. 67 68 particularmente las que atienden a diversas elites locales, están más acostumbrados a enfoques y técnicas de enseñanza más innovadores que los que suelen aplicarse en la mayoría de los colegios públicos. Preocupa, por lo tanto, que en el Perú pocos de quienes han tenido el privilegio de estar expuestos a mejores oportunidades de aprendizajes estén hoy en día preparándose para poder proporcionar tales oportunidades a otros niños peruanos. Peor aun, ni siquiera habría una presencia suficientemente importante de ellos en las instituciones de formación magisterial como para poder presionar para que los estilos de enseñanza en esas instituciones mejoren y para que su formación profesional y las de sus compañeros de estudios sea de mejor calidad. En segundo lugar, la legitimidad de la profesión docente podría requerir, entre otras cosas, que ésta sea vista como deseable no solo por jóvenes provenientes de los estratos sociales más bajos o por grupos motivados principalmente por la búsqueda de una movilidad social (ya que definitivamente no económica) ascendente. Por último, debe mencionarse que las dos características anteriores (un alumnado fuertemente "local" y la proveniencia casi exclusiva de colegios públicos) empiezan a configurar un cuadro de homogeneidad sociodemográfica al interior de las instituciones. Si bien esto podría facilitar en alguna medida la integración organizacional, podría también no ser la mejor manera de preparar a los futuros maestros a enfrentar la diversidad socio-cultural con la cual se toparán cuando, en la mayor parte de los casos, pasen a engrosar las filas de los docentes urbanos. Además, como se verá más adelante, 40% de los directores y más de la mitad de los docentes nacieron y se formaron en el mismo Departamento donde actualmente trabajan. Incluso la cuarta parte de los docentes nació, se formó profesionalmente y ejerce su actividad actual en una misma provincia21. Si en sus anteriores experiencias de trabajo no salieron fuera del ámbito local, es posible que tampoco los formadores de los futuros docentes hayan estado expuestos a la diversidad cultural del país y del mundo, cuyo conocimiento podría ser casi un requisito para poder expandir el horizonte de sus propios alumnos. No son éstas las únicas características del alumnado respecto a las cuales, si bien hay ciertas diferencias entre instituciones, parece darse una tendencia a la homogeneidad al interior de las mismas, como se verá a continuación. Nivel educativo de los padres A diferencia de lo que ocurre con los estudiantes universitarios en general, la distribución de los estudiantes de Educación según los niveles educativos de sus padres es solo ligeramente "mejor" que la de la población total del país. Según las estimaciones ponderadas de los directores, 41% de todos los alumnos tendría 21 Cabe anotar que en la muestra no hay casos de directores y solo pocos docentes que estén dirigiendo o enseñando en la misma institución en la cual se formaron. 68 69 padres con sólo educación primaria. Esto compara algo favorablemente con el 45.6% de la población nacional entre 45 y 54 años, grupo de edad al cual probablemente pertenecen los padres de los estudiantes. De otro lado, 23% del alumnado tendría padres con educación superior, mientras que sólo 18.5% de la generación mencionada tuvo acceso a ese nivel educativo. Sin embargo, en muchas de las IFMs, son mayoría los alumnos cuyos padres solo estudiaron primaria y, en muchas también, no más de 10% de los padres de familia tienen educación superior. 69 70 Lengua materna Sobre la base de las estimaciones ponderadas de los directores, un 29% del total de alumnos tendría como lengua materna un idioma distinto al castellano. Este promedio es bastante más elevado que el 15.4% de los jóvenes peruanos cuyo idioma o dialecto materno, según el Censo de 1993, son el quechua, aymara u otra lengua nativa. Esto claramente incrementa -- aunque no garantiza -- las posibilidades de que en el futuro hayan docentes suficientes para atender adecuadamente a la población de lengua vernácula, pero también incrementa la probabilidad -- y las dificultades -- de que el docente originalmente vernáculohablante tenga que enseñar a alumnos cuya lengua materna es distinta a la suya. Cabe resaltar que de los 372 docentes de las IFMs que respondieron los cuestionarios22, 30% declaró que en su hogar de infancia se hablaba en alguna lengua quechua o aymara23. No se sabe si en las instituciones con más alumnos quechua hablantes hay más docentes que conocen la lengua, pero no puede sino llamar la atención la similitud de la composición "lingüística" de alumnos y docentes. Este es un sugerente indicador adicional de cierta homogeneidad social y cultural, esta vez entre maestros y alumnos, al interior de las IFM, homogeneidad que muy posiblemente no se repetirá en las aulas escolares. Las diferencias entre instituciones sí son mayores, tal como aparece en el gráfico siguiente. 22 Se desconoce los criterios que guiaron su selección, la cual fue dejada a decisión del decano o director de la institución. 23 Según sus declaraciones, en los hogares de 3% de ellos se hablaba sólo quechua o aymara; en los del otro 27%, se hablaba tanto una de esas lenguas como el español. 70 71 Se aprecia que en la quinta parta de las IFMs no habría ningún alumno cuya lengua materna no sea el castellano, mientras que en otro grupo, algo mayor, los que tienen otra lengua son una pequeña minoría. Ambos grupos abarcan la mitad del total de IFMs. Por el otro lado, hay más de una quinta parte de las IFMs con casi la totalidad de su alumnado proveniente de hogares donde se hablaba lenguas vernáculas y otro número considerable donde este tipo de alumno conforma la mayoría de la matrícula. Actividad económica Casi un tercio de todos los alumnos (30%) estaría trabajando a la vez que estudia. En una cuarta parte de las instituciones esa proporción asciende a más de la mitad y en unas pocas (10% del total), a más del 70%, si bien lo usual es que esas labores no les tome más que media jornada. Las ocupaciones más comunes de los estudiantes, en opinión de los directores, son el comercio ambulatorio, las labores agrícolas y los servicios personales, seguidos en cuarto lugar por labores de enseñanza o alfabetización. En un reciente estudio etnográfico de dos instituciones limeñas24 era particularmente llamativa la venta (en plena clase) de cosméticos y de tickets para polladas y otras actividades para generación de ingresos personales o colectivos, además de una considerable dedicación de tiempo a labores domésticas y familiares no remuneradas. Niveles de ingresos familiares Se pidió a los directores que compararan la distribución de los ingresos familiares de sus alumnos con la de las familias de todo el país. Los promedios ponderados sugieren que 43% de los alumnos de todas las 24 Ver el trabajo de Patricia Oliart (1996), anexo 4 de este informe. 71 72 IFMs provienen de familias con ingresos bajos, 34% de familias con ingresos medio bajos, 20% de ingresos medios y 3% con ingresos medio altos25. En la mitad de las instituciones, más de la mitad de los alumnos provienen de los estratos más pobres, mientras que en la mitad de las instituciones, también, no hay ni un solo alumno de nivel medio alto. Esto confirma la imagen bastante difundida de la carrera docente como un espacio que en el pasado estuvo ocupado por sectores emergentes, incluyendo a mujeres de niveles socioeconómicos medios que la encontraban una alternativa de desarrollo personal y profesional, y que actualmente se ha convertido más en un reducto de sectores que luchan por mantener un (aunque sea precario) nicho en los penúltimos estratos de la estructura socioeconómica nacional. Puede ser negativo que la profesión docente se convierta principalmente en un refugio para quienes, por razones económicas, sienten que no tienen otras opciones. La carrera necesita ser, más que refugio, puesto de avanzada para personas con espíritu de liderazgo e innovación. Ciertamente, el hecho de que los futuros maestros provengan de familias pobres puede contribuir a que tengan luego una mayor sensibilidad hacia las dificultades que puedan enfrentar muchos de sus alumnos. Es importante, por lo tanto, que las IFMs provean situaciones de aprendizaje que fortalezcan esa sensibilidad, a la vez que promuevan las actitudes positivas que a veces la "cultura de la pobreza" tiende a apagar. Cuando se solicitó a los directores que señalen cambios recientes en las características generales de su alumnado, muchos indicaron su menor disponibilidad de recursos económicos pero un fuertemente manifiesto deseo de superación social y económica. Sus respuestas a preguntas abiertas fueron por lo general muy parcas, y no permiten leer entre líneas si esto implica que piensan que hoy en día están optando por la carrera personas más pobres que ven en la profesión una de las pocas maneras accesibles de salir de su situación o si, como a veces parece, los directores compararon no las características socioeconómicas de distintas generaciones de alumnos sino la actual situación de los ya egresados con la de las familias de sus actuales estudiantes. 25 Aunque se pidió a los encuestados que tomaran como referencia la distribución de ingresos de todo el país, no es posible saber cuáles fueron sus referentes reales (v.gr., los cuartiles o quintiles de ingresos). Aun así, es claro que, en promedio, los estudiantes se concentran en los niveles más bajos de la distribución. 72 73 Motivaciones para elegir la carrera Ponderando las estimaciones de los directores, un tercio de los estudiantes que inician su preparación para el magisterio habría intentado antes ingresar a otra carrera. En las universidades, ese porcentaje podría ser más bajo, pero quizás porque los ingresantes piensan intentar después trasladarse a otra carrera. Quizás por no sentir un llamado vocacional, o bien, teniéndolo, estar conscientes de los costos que indefectiblemente encierra esa opción, muchos egresados de secundaria postulan a una Facultad de Educación o a un ISP solo como segunda opción o como un canal de tránsito hacia otras alternativas. Desafortunadamente, no se sabe en qué medida este caso es similar o difiere al de otras carreras profesionales. Pero un estudio reciente sobre el mercado educativo sugiere que la docencia podría ser uno de los casos más extremos, debido a que aparece como la carrera menos prestigiosa y la que tiene mayores probabilidades de conducir al desempleo, a la vez que es vista también como la más fácil y la más barata26. No es sorprendente, por lo tanto, que haya una institución cuyo director cree que todos sus estudiantes intentaron antes ingresar a otra carrera ni que en buen número de ISPs más del 60% del alumnado lo habría intentado. Por el contrario, sí llama la atención que en otro buen número de IFMs menos de 20% (1 de cada 5 ingresantes) habría antes postulado a otro programa. Evidencia adicional de esta situación la provee el estudio etnográfico realizado por Oliart. Allí, de 46 alumnos que fueron entrevistados, la mitad prefería otra carrera, pero o bien había fracasado en su intento 26 APOYO 1995. 73 74 de ingresar, o la tuvieron que abandonar por el nivel de dificultad académica o económica que les planteaba continuarla o, más aun, ni siquiera postularon por estar convencidos de que no lograrían el ingreso27. Todo esto parecería confirmar una percepción muy extendida en la actualidad de la docencia como un "reducto de jóvenes postergados de otras profesiones...." (Bello, Pinto y Torres Llosa 1994: 52), visión muy poco reconfortante para quienes se plantean como imperioso e ineludible el que sean los mismos maestros quienes lideren una reforma a fondo de su sistema de formación. Sin embargo, es importante anotar que parece darse un proceso mediante el cual el contingente inicial de estudiantes se va decantando ya sea durante el proceso de formación o posteriormente, cuando se ingresa al mercado de trabajo. El resultado de ello es que los docentes que ya están en ejercicio, al ser interrogados sobre las razones por las cuales decidió ser maestro, suelen abrumadoramente responder que "siempre quiso enseñar", o que ello "era su vocación". Sumando a ese grupo a todos aquellos que manifiestan haber sido empujados por su amor a los niños o por el interés que la profesión misma les generaba, se cubre a un estimado 86% de los docentes, según un estudio reciente28. 27 Oliart 1996. Ver el anexo 4. 28 Arregui 1996: 5 74 75 Como se aprecia en el cuadro anterior, entre los docentes más jóvenes es algo más frecuente el señalamiento de factores más pragmáticos tales como la accesibilidad de las instituciones de formación o la estabilidad y seguridad del trabajo docente. Aun así, el predominio o la reafirmación de lo vocacional es fortísimo. Existe cierta evidencia de que a lo largo del proceso de formación se invierte mucho esfuerzo -- aunque sea principalmente a nivel del discurso -- en reafirmar lo vocacional y el valor de la profesión entre los estudiantes. Sea como resultado de ello, o porque los que no empezaron con la motivación adecuada suelen abandonar la carrera más temprano, los docentes en servicio expresan con vehemencia su identificación vocacional. Si bien algunas prácticas docentes bastante difundidas podrían desmentir la sinceridad o profundidad de tal identificación, lo cierto es que sin compromiso y mística difícilmente se lograría un buen desempeño en una profesión como el magisterio. Por lo tanto, es positivo saber que parecen ocurrir procesos que neutralizan en alguna medida la inicial "selección adversa" de estudiantes sin vocación. Aun así, es necesario mejorar en el proceso de selección de postulantes, de manera de asegurar que solo ingresen personas con vocación y capacidad comprobadas. Al margen de las dificultades que encierra el implementar correctamente esa sugerencia, es claro que el tema de la selectividad merece algo más de atención. La selectividad de las instituciones de formación docente Consideraciones preliminares 75 76 Selectividad es un término que tiene muchas connotaciones y lecturas distintas, con algunos tufillos claramente elitistas. Sin embargo, se ha decidido no evadir este tema, por considerarlo crucial para la legitimación de la profesión docente y para la mejoría de la calidad profesional de quienes opten por esta carrera. Para algunos, una institución selectiva es una que discrimina y perjudica, negándoles el acceso, a grupos de personas que tienen ciertas características consideradas no deseables por sus actuales miembros. Para otros, es selectiva una institución que tiene mecanismos finos y eficaces que le permiten seleccionar y dar acceso solo a las personas que realmente tienen las características que mejor aseguran la continuidad y el fortalecimiento institucional, características que facilitan su identificación con los objetivos y, por lo tanto, su inserción en la organización. En ambos casos, se trata de limitar el acceso a un número de personas menor al total de aquellas que desearían tenerlo. En el segundo caso, se enfatiza el lograr reclutar al grupo a personas con características deseables; en el primero, se da más importancia a características secundarias de los aspirantes, quizás no vinculadas directamente con los objetivos explícitos de la organización, pero que se considera atentan contra la posibilidad de que el candidato se integre fácilmente a las estructuras y actividades con que se busca lograr dichos objetivos. Así, pues, para algunos una institución selectiva es aquella que busca a "los mejores" o que filtra a "los no idóneos"; para otros, no es sino una organización que cierra el paso a "los diferentes". En este trabajo se utiliza la primera acepción, con plena conciencia de que, a menudo, ese tipo de selectividad no logra evitar tener efectos del segundo tipo. Sin embargo, mientras no puedan introducirse y legitimarse mecanismos de discriminación positiva (de manera de asegurar una heterogeneidad representativa de la sociedad), lo peor que puede ocurrir es lo que se ha venido dando, al parecer, en el país: la apertura indiscriminada. Esa apertura tan amplia da señales claras de una baja valoración social de la profesión, a la cual puede acceder "cualquiera", con solo haber culminado oficialmente la secundaria, sin necesidad de haber sido un alumno aplicado ni tener característica especial alguna que lo califique para realizar una labor realmente especializada, como es la de formar a niños y adolescentes. Niveles actuales de selectividad Agregando toda la información proporcionada por los institutos y facultades de la muestra, y proyectándola al universo de instituciones de formación magisterial del país, parecería que actualmente algo más de la mitad (52.4%) de todos los que postulan o solicitan admisión a algún programa regular de formación magisterial lo logra. Esta tasa de ingreso es bastante más alta que la que se viene registrando en los años noventa para el conjunto de los postulantes a todas las carreras que ofrecen las universidades peruanas. Menos de un tercio de los que postulan a alguna universidad logran ingresar. Si además se elimina para este cálculo a los 76 77 que ingresan a Facultades de Educación29, la tasa podría reducirse varios puntos porcentuales más, con lo cual resulta que solo poco más de la cuarta parte de los postulantes universitarios logran ser admitidos, aumentando el contraste con lo que se ha observado en las IFMs. En conjunto, pues, las instituciones de formación magisterial son claramente menos selectivas en sus políticas de admisión: la "tasa institucional promedio" de admisión, incluso, es de 70%, mientras que la tasa equivalente para las universidades para 1993 fue de 46.7%30. Sin embargo, y como también sucede en el caso de las universidades, el grado de selectividad varía mucho de institución en institución, y entre tipos de ellas. Hay casos en que aparentemente ingresan mayor número de personas incluso que las que figuran registradas como postulantes, varios casos en que ingresan todos los que postulan y, en el otro extremo, algunos en que ingresan menos del 20% de los aspirantes, tal como se observa en el siguiente cuadro, referido sólo a los institutos pedagógicos: Cuadro 2.3 Selectividad de los programas de formación regular en los Institutos Superiores Pedagógicos: número de ISPs según porcentaje de los postulantes que lograron ingresar en 1995 Ingresantes x 100 Postulantes ISPs Hasta 20% 5.1% 21 a 40% 18.4% 41 a 60% 16.3% 61 a 80% 21.4% 81 a 100% 34.7% Más de 100% 4.1% Total 100.0% Nota: 98 ISPs que proporcionaron información estadística completa para este cuadro Más de un tercio de los ISPs son claramente poco selectivos (o no son objeto de mucha competencia), admitiendo a casi todos o no menos de 80% de sus postulantes. Otro tercio podría considerarse 29 La selectividad de las Facultades de Educación suele ser menor en promedio que la del resto de programas universitarios. Así, por ejemplo, los estimados del Banco de Datos de Educación Superior de GRADE para 1993 revelan que en ese año, cuando sólo 30.6% de todos los postulantes lograron ser admitidos a alguna universidad, a las Facultades de Educación ingresaron 43.7% de los que postularon. 30 Las diferencias entre estos "promedios institucionales" y las tasas generales señaladas anteriormente para el conjunto de postulantes e ingresantes a todas las IFMs se deben a que los niveles de selectividad de las instituciones están frecuentemente vinculados a su tamaño, siendo las más pequeñas (que son las más numerosas) menos selectivas en términos relativos que las pocas instituciones grandes. 77 78 moderadamente selectivo, dando acceso a entre 40 y 80% de sus aspirantes. Solo una minoría (10%) resulta por lo menos tanto o más selectiva (o es objeto de mayor competencia por el ingreso) que el promedio de todas las Facultades universitarias, excluyendo las de Educación (a las cuales, como ya se señaló, ingresan en conjunto aproximadamente 25% de todos los postulantes). Otro indicador de la baja selectividad de las instituciones de formación magisterial es el que en la mitad de los institutos no hay más de 4alumnos en total que hayan ocupado los tres primeros puestos en sus colegios de procedencia. De otro lado, una mayoría de los directores (65%) opinó que la capacidad académica de los actuales ingresantes es más baja que la de los estudiantes de diez años atrás. Simultáneamente, opinan (55% del total de directores) que los niveles de exigencia para la admisión a sus programas también se han reducido. En el caso de los programas de profesionalización, el nivel de selectividad parece ser bastante más bajo, aunque el escaso número de instituciones que reportó tener programas de esa naturaleza y brindó información suficiente impide generalizar al respecto31. Casi 91% de los postulantes de 1995 fueron admitidos a los mencionados programas, los cuales no parecen diferir mucho unos de otros en este aspecto. De hecho, no parecen haber diferencias importantes en este sentido entre ISPs y universidades, entre instituciones públicas y privadas, ni difieren tampoco las antiguas de las nuevas o las grandes de las pequeñas. Volviendo al caso de los programas de formación regular, suelen ser mucho más selectivas las instituciones públicas que las privadas. En 1995, según lo reportado en las encuestas, la tasa promedio de admisión a alguna institución pública fue de 51% de los postulantes, mientras que el promedio para las privadas estuvo en 86%. También difieren en cuanto a su nivel de selectividad las instituciones más antiguas (57% promedio de ingresantes en las que tienen más de 5 años de operación) y las más nuevas (77%), así como las de mayor o menor tamaño (58% en las que tienen 500 o más estudiantes y 77% en alas más pequeñas). Como se mencionó anteriormente, ambas características están fuertemente relacionadas con el régimen de gestión. Puede haber razones de fondo para esta regularidad. Sin embargo, hay cierta evidencia proveniente del sector universitario de que, con el correr del tiempo, instituciones que empezaron por admitir a todo aquel que postulara (y pudiera cubrir los costos de los estudios) fueron luego incrementando sus exigencias para el ingreso a la vez que, en algunos casos al menos, iban mejorando la calidad de sus programas (ver los gráficos 2.9 y 2.10). Sería deseable que esa situación se repitiera en el caso de los centros de formación docente, pero el distinto "capital cultural" con que llegan los aspirantes a estas instituciones (comparado con los que postularon a aquellas universidades privadas 30 años atrás), no asegura que se repita la misma trayectoria. 31 Solo 7 de las instituciones de la muestra que reportaron ofrecer dichos programas proporcionaron información suficiente para hacer este cálculo. 78 79 79 80 Es necesario un trabajo más fino que el que permite el marco de este estudio para establecer con certeza si la mayor selectividad de las instituciones públicas se debe al mantenimiento de estándares más altos para la admisión o tan solo al hecho de que tienen mucha mayor demanda debido a sus costos mucho menores. Más importante aun sería averiguar si la mayor o menor selectividad de una institución está asociada a diferencias de calidad. No se sabe en qué medida la selectividad es un factor que ha necesariamente antecedido a la emergencia de un programa de calidad (es decir, es casi uno de los requisitos para que exista un buen programa) o si más bien esa selectividad es solo uno de los resultados de una mejor calidad: conocida la excelencia de una institución, la demanda por acceso a la misma se incrementa. Tanto o más importante que las dimensiones cuantitativas de la selectividad, es preguntarse sobre los criterios de evaluación que se aplican para la selección, y los mecanismos mediante los cuales se mide la presencia o ausencia de las características deseables o indeseables de los candidatos. En la siguiente sección se revisa, por lo tanto, el proceso de selección de los estudiantes. El proceso de selección de los estudiantes La mayoría de los institutos (89%) declara exigir, entre otros y diversos requerimientos, la aprobación de una prueba de admisión. Como cabría anticipar, pocos de ellos estuvieron dispuestos a proporcionar una copia de dicha prueba. Esto podría obedecer a razones puramente técnicas (v.gr., la misma prueba o partes de ella se aplican varias veces, y no es conveniente que se filtre sus contenidos), o más bien a una cierta reticencia a hacer público un instrumento de cuya calidad se puedan tener ciertas reservas. Mirando los datos sobre la selectividad del proceso de admisión, no puede descartarse la posibilidad de que en un buen número de instituciones ni siquiera exista dicha prueba. 80 81 Respecto a las pruebas mismas, lo que se puede decir se basa en una pequeña colección32 que puede estar sesgada de varias maneras, cuestión que debe tenerse en consideración al usar estos hallazgos para proponer reformas. En el anexo 5 figura un documento (Eyzaguirre 1995) en el cual se evalúa ese conjunto de pruebas, del cual se desprenden, entre otras, las siguientes apreciaciones: (a) Los exámenes de los ISPs presentan serios problemas, tanto en la selección de contenidos de la misma, como en la concepción pedagógica que parece subyacerlos. 30% de los instrumentos recogidos solo buscan evaluar conocimientos retenidos en la memoria. La mitad de las pruebas incluyen también algún intento de medición de la aptitud académica, pero solo una quinta parte de las pruebas incluyen algunos ítems aparentemente referidos al área psicovocacional. (b) la técnica de construcción de la prueba es bastante deficiente, tanto a nivel de la selección de contenidos y de la concepción pedagógica que los subyacen como en lo que respecta a la elaboración de los ítems y respuestas alternativas (los "distractores"). Aunque son pruebas de opción múltiple, es frecuente que haya más de una respuesta correcta (o no totalmente descartable) posible, aunque los criterios de calificación que se aplican en esas pruebas obviamente excluyen esa posibilidad. Muchas de las preguntas se refieren a aspectos legales y normativos del sector educativo que ningún postulante tendría por qué conocer antes de haberse iniciado en la carrera. Algunos de los datos cuyo conocimiento es evaluado son totalmente intrascendentes y refuerzan la orientación memorística del sistema escolar peruano. Por último, las maneras en que se pretende medir cuestiones tales como la idoneidad vocacional son francamente pobres. (c) La extensión de las pruebas, y el tiempo que se asigna a su aplicación, son sumamente variables en las diferentes instituciones. Asimismo, los criterios de calificación y las líneas de corte para la aprobación son con frecuencia "flexibilizados" ex-post, desvirtuándose el propósito de la prueba. En el caso de la admisión a las universidades, es ampliamente sabido que las "líneas de corte" para la aprobación en la prueba general aplicada a todos los postulantes son usualmente "rebajadas" para los postulantes a los programas de Educación. El mensaje claro que transmite esta situación, así como las características de las pruebas en los institutos y la posible omisión de cualquier tipo de examen, es que, para acceder a la oportunidad de ser maestro, en el Perú se requiere bastante menos talento, aptitud y conocimientos que para emprender casi cualquier otra carrera de nivel superior. Resulta ésta una 32 16 de las 118 IFMs que colaboraron con el estudio remitieron copias de sus pruebas de admisión. 81 82 paradójica laxitud cuando se sabe cuánta capacidad y sabiduría esperamos todos que tengan quienes han de educar a nuestros hijos. Los efectos de esta falta de selectividad, unidos a los efectos de tener un cuerpo estudiantil que viene de grupos sociales afectados por los déficits sociales, económicos y educacionales que se han revisado líneas arriba, son de fácil deducción, y se corroboran en los resultados finales de la formación, como se verá más adelante. En cualquier caso, parecería que los mecanismos instalados para la selección de estudiantes contribuyen poco a que "los mejores y los más capaces" sean admitidos a los programas de formación magisterial. Resultados probables de una baja selectividad o de una deficiente selección Son muchas las posibles consecuencias de una selección inadecuada de alumnos para la carrera magisterial. Obviamente, están los costos personales para los mismos jóvenes de verse embarcados en un curso largo de estudios para los cuales no tienen condiciones necesarias ni talentos especiales. Igualmente grave es el impacto que tendrá ello sobre los futuros escolares, en el caso de que lleguen efectivamente a culminar sus estudios y encontrar un puesto de trabajo. Aquí solo se hará referencia, sin embargo, a los problemas que genera al mismo proceso de formación el hecho de tener como punto de partida un proceso de selección o "reclutamiento" poco riguroso. Como ya se mencionó, más de la mitad de los directores reconocen a partir de su propia experiencia o la de sus colegas que los actuales requisitos para ingresar a estudiar a la institución que dirigen resultan menos exigentes que hace 10 años33, y dos tercios de ellos afirman que la capacidad académica actual de los nuevos estudiantes es algo o mucho más baja que entonces. Un supuesto deterioro de la calidad de la educación secundaria, además de las malas condiciones económicas y sociales que afectaron la vida de las familias peruanas durante los lustros anteriores, ha incidido en que los estudiantes no estén en condiciones óptimas para aprender. Si bien los directores y los docentes no suelen referirse a sus propias capacidades para ayudar a los jóvenes a superar esas deficiencias, lo cierto es que muchos cursos acaban intentando subsanar (con dudoso éxito) esa situación, transmitiendo contenidos mínimos y procurando generar capacidades básicas que los estudiantes debieron haber adquirido en su formación previa. Muchos de los cursos que se dictan en las IFMs son en la práctica cursos remediales o "de nivelación"34, y no de profundización o de entrenamiento para la enseñanza de sus contenidos, como cabría anticipar o desear. 33 Dado que muchas de estas instituciones no tienen 10 años de funcionamiento, muchos de esos directores deben haberse referido a las IFMs en general, y no a aquella en la cual trabajan. 34 No necesariamente se aplica, sin embargo, enfoques o técnicas didácticas apropiadas para un grupo de estudiantes en edad post-escolar. 82 83 El nivel de madurez intelectual e incluso emocional de los alumnos de la carrera de Educación, tanto como la amplitud y diversidad de sus experiencias sociales previas, son percibidos por autoridades y docentes de universidades e ISPs, así como por diversos observadores externos, como inferiores a los de alumnos de otras carreras. Los alumnos están conscientes de ello y procuran neutralizar lo que puede ser una consecuente baja autoestima "enganchándose" con sus maestros en un reiterado discurso sobre la importancia de los maestros para la formación de los futuros peruanos, en el afecto que sienten y esperan transmitir a esos niños, y en la necesidad de brindarles una educación de calidad. Sin embargo, esperan ellos mismos ser guiados en su proceso de formación de manera similar a como lo fueron en el colegio: con instrucciones paso a paso, con directivos verticales y claras, con "verdades" tradicionales y unívocas, con textos coincidentes (y cortos). Las IFMs, de proponerse aplicar el tipo de metodologías activas que hoy en día se propugnan tanto para las escuelas como para el proceso de formación de maestros, tienen que romper resistencias y hábitos de recepción acrítica de ideas y materiales. A veces, ellas mismas no están preparadas para hacerlo bien. Es verdad que muchos de los problemas que confrontan las actuales IFMs pueden en última instancia remitirse a la mala educación básica de sus alumnos. Sin embargo, es claro que hay un proceso de selección que no está siendo diseñado o aplicado para escoger a un grupo con potencial para promover una educación de calidad en el próximo siglo. Otras diferencias entre los estudiantes Por lo general, los directores se inclinan a opinar que los alumnos de los programas regulares de formación son más capaces, tienen mejor preparación y por ende mejor rendimiento, y están más motivados que los alumnos de los cursos de profesionalización. Estos últimos, según unos pocos directores, serían más responsables, pese a las mayores dificultades que enfrentan en sus estudios. Las opiniones de los docentes de las IFMs sobre las características que distinguen a ciertos grupos de estudiantes de otros al interior de las mismas instituciones, y sobre las exigencias particulares que esa heterogeneidad -- de darse en la realidad -- imponen a los programas y docentes no son muy claras. Hacen referencia a diferencias en habilidades básicas (capacidad intelectual, comprensión de lectura, manejo del lenguaje), en rendimiento, en profundidad de su interés por los estudios o en sentido de responsabilidad, pero parecen percibirlas sólo como problemas que afectan la capacidad y ritmo de aprendizaje de los alumnos y les "complican" a ellos el cumplimiento de su programación curricular. Muy pocos parecen enfocar la situación como una realidad que los obliga a ellos, los formadores, a adaptar sus estrategias de enseñanza, si es que todos los estudiantes han de aprender. Peor aun, de la observación de aulas de IFMs, parecería que algunos formadores de docentes no comparten la idea de que todas las personas pueden aprender y de que su rol como educadores los compromete a echar mano a un abanico de distintos métodos y técnicas para asegurar que todos efectivamente lo logren. De la observación de algunas aulas se desprendería que en no pocos casos los docentes de las IFMs transmiten con fuerza a sus 83 alumnos el mensaje de que les está vedado el acceder a formas más altas del conocimiento (las cuales supuestamente ellos sí han alcanzado). Sin embargo, es interesante observar que, cuando ofrecen recomendaciones para mejorar la formación de los maestros en el Perú o en sus propias instituciones, los docentes y directores de las IFMs otorgan mucho mayor énfasis a mejorar la currícula y los planes de estudio o a la selección y capacitación de los formadores que a mejorar la selección de los estudiantes de la carrera. Esto podría interpretarse como que, si bien pueden no estar prestos a reconocer explícitamente algunas limitaciones para el ejercicio de su misión de formadores35, los docentes de las IFMs están conscientes de que un buen lugar para empezar un cambio es por el lado de ellos mismos, algo muy positivo. Sería conveniente, con todo, que cobrara más fuerza la idea de que también hay que trabajar por el lado de la demanda de formación, revalorizando la carrera magisterial de manera de atraer a los mejores candidatos posibles. 3. LOS DOCENTES A partir de lo reportado por 92 instituciones que proporcionaron esta información, puede estimarse que el total de docentes dedicados a la formación magisterial asciende a alrededor de 9,000 personas36. 35 Fueron muy pocos los que hicieron referencia a los problemas de enseñanza que suscitaban las diferentes capacidades y características de sus alumnos, enfatizando más bien los problemas de aprendizaje de los mismos. Como se verá más adelante, la mayoría opina que su formación docente fue excelente o muy buena. 36 Se ha estimado el número total de docentes de 26 instituciones que no proporcionaron esta información, pero que sí respondieron otras partes de la encuesta, asignándoles el número de docentes que tenían en promedio las instituciones de similar tamaño. Luego, se ha asumido que las 118 IFMs que participaron en el estudio son gruesamente representativas de las 374 en funcionamiento a fines de 1995 y se ha extrapolado su dotación total estimada de docentes (2,826) al universo de ellas. El total así estimado (incluyendo a directivos) asciende a 8,957 personas. Para confirmar la confiabilidad de este estimado, se puede recurrir al Censo Escolar de 1993, donde aparece la cifra de 4558 docentes de IFMs, sin incluir a los de las universidades (que no suelen proporcionar sus estadísticas sobre docentes desagregadas por Facultades o programas académicos, ni tampoco por las especialidades en las cuales se formaron sus profesores). Como se ha ya anotado, desde el momento del Censo hasta fines de 1995 el número de IFMs se ha duplicado. Esto de por sí no justificaría la duplicación del número total de docentes, ya que las instituciones nuevas suelen ser más pequeñas, pero si se añade un mínimo de crecimiento del tamaño de las "antiguas" y algún estimado moderado del número de docentes universitarios, se alcanzaría fácilmente la cifra aquí calculada. 84 Los directores y decanos de las IFMs proporcionaron información estadística sobre su cuerpo docente, y también respondieron a diversas preguntas sobre sus políticas y prácticas de reclutamiento de nuevos docentes37. Por otra parte, un total de 372 docentes respondió a cuestionarios diseñados para ellos. Debe anotarse que se dejó a iniciativa de los Directores y Decanos el solicitar a cualesquiera dos o más docentes de la institución llenar los formularios diseñados para ese fin. No se sugirió criterio alguno para la selección de esos docentes, de manera de facilitar el cumplimiento de la tarea, ya que el primer contacto se hizo recién en diciembre,ad portas del fin del año académico. Por lo tanto, pueden haber sesgos de autoselección en direcciones difíciles de imaginar. Características de mográficas y sociales Edad El promedio de edad de los docentes de formación magisterial sería 44 años. Sólo 10% de los que respondieron la encuesta tienen más de 55, y otro tanto está por debajo de los 32. Género 37 La información estadística resultó muchas veces incompleta e inconsistente, quizás por haberse llenado durante diciembre y enero, meses de mucho trabajo administrativo e inicio de vacaciones de verano. Los formularios anotados, con solicitudes de aclaraciones, fueron devueltos a casi todos las autoridades que respondieron en primera instancia, pero solo una reducida proporción cumplió con volver a remitirlos debidamente corregidos. 85 Según la información estadística general enviada por las IFMs, 72% de los docentes serían hombres, y solo 28% mujeres. La distribución de la muestra autoseleccionada de docentes que respondió la encuesta es bastante similar, aunque algo más sesgada aun: 78% varones y 22% mujeres. Esta "maldistribución" contrasta llamativamente con la matrícula en IFMs (38% hombres y 62% mujeres) y con los docentes de inicial, primaria y secundaria en ejercicio (46% de los cuales son hombres y 54% mujeres38). Se volverá sobre este punto en la sección referida a los directores. El promedio de edad de las docentes es 43 años, mientras que el de los profesores de sexo masculino asciende a 45 años, diferencia bastante reducida. Sin embargo, parece ser bastante más frecuente que los docentes varones prolonguen su vida profesional en este campo de actividad más allá de los 50 años. Lugar de nacimiento La mitad de los docentes nació en la misma provincia en la cual está localizada la institución de formación magisterial donde labora en la actualidad. Sise toma como referencia el departamento, 76% es "lugareño", proporción similar a lo encontrado en el caso de los estudiantes. Formación profesional Motivaciones para opción profesional 38 Censo Escolar 1993. 86 Como en el caso de los maestros en general39, la enorme mayoría de los profesores de las IFMs -- más de 80% -- declara haber elegido originalmente ser educador porque sintió un llamado vocacional para ello ("siempre quise ser maestro") o como manera de materializar su afecto hacia los niños. Unos pocos-- 5% -- hicieron referencia al deseo o necesidad de brindar asistencia a poblaciones o comunidades que la requieren o a un impulso de proyección social. Esto es más frecuente entre los docentes de mayor edad y los varones, y aparece expresado con más peso en el caso de los formadores de docentes que entre los maestros de escuela en general40. Unos pocos más (7% en cada caso) identifican abiertamente cuestiones prácticas ("era la única carrera disponible en la localidad" o "era la carrera más económica") o de tipo más coyuntural ("mis amigos me animaron") como los factores que los indujeron a hacer dicha elección. Hay que resaltar que incluso algunos de los que reconocen haber elegido la carrera docente por factores por así llamarlos "pragmáticos", así como la mayoría de los anteriores, no cambiarían hoy en día su decisión original de ser maestros. Solo 20 docentes aludieron a los bajos salarios y al poco reconocimiento social de la profesión como factores que los hacen desear ahora haber elegido entonces otra opción. 39 Ver Arregui (1996). 40 Véase el caso de varios cientos de docentes escolares, urbanos y rurales de Lima y Cuzco en Arregui (1995). 87 En cuanto a la decisión de dedicarse a la formación de maestros, las razones más frecuentemente ofrecidas han sido el deseo de transmitir la propia experiencia -- y, en menor grado, los propios conocimientos o enfoques -- a otros maestros (22%). Un segundo grupo de formadores (14%) alude a factores tales como el "reunir ya los requisitos", el querer acceder a mejores posibilidades de desarrollo profesional o al mayor prestigio del cargo o del nivel educativo (el superior). Sus expresiones sugieren que se percibe la labor de formador de maestros como un punto "natural" de culminación de la carrera magisterial. Otros, en cambio, hacen referencia a oportunidades que se presentaron imprevistamente (7%), o al incentivo de una mejora o complementación de sus ingresos41. Algunos hacen referencia a su idoneidad para la actividad (6%) y a su voluntad de contribuir a mejorar la calidad de la educación en el país y/o específicamente la calidad de la formación magisterial (13%). Un 10% de los maestros hacen referencia al efecto multiplicador que adquiere su trabajo cuando pasan del aula escolar a la formación de otros maestros y otro tanto mencionan aspectos que pueden resumirse como un deseo de contribuir al cambio social o al desarrollo nacional por la ruta que consideran más importante: la educación. Localidad donde se recibió primera formación 35% de los docentes encuestados recibió su primera formación profesional en la misma provincia donde nació; el porcentaje asciende a 63% si se toma como referente el departamento. Asimismo, 39% recibió su formación en la misma provincia en la cual ahora trabaja y 66% en el mismo departamento. Cruzando ambas piezas de información, se obtiene aproximadamente que la cuarta parte de los docentes trabaja en la misma provincia donde se formó y donde nació, mientras que, si se amplía el ámbito de referencia al departamento, se encuentra que poco más de la mitad de los docentes de la muestra encuestada nació, se formó y trabaja actualmente en el mismo lugar. En la sección de este informe referida a los alumnos de las IFMs se ha especulado ya sobre algunas de las implicancias de un cuerpo docente exclusivamente "lugareño", pero no se dispone de información más que de unos pocos docentes de cada institución encuestada, razón por la cual no es aconsejable avanzar conclusiones más tajantes sobre esta cuestión. Institución y especialidad en que se recibió la formación inicial 41 Como se verá más adelante, los actuales salarios de los docentes de las IFMs no son superiores a los del docente de aula escolar promedio, pero muchos de los docentes de las IFMs son simultáneamente maestros de escuela. 88 Aproximadamente la mitad de los docentes de las IFMs se formó originalmente en una escuela normal o en un instituto pedagógico y la otra mitad en una universidad42. Muy pocos iniciaron una ruta vía los institutos tecnológicos u otro tipo de institución, y solo 11% de ellos estudió originalmente en un programa de profesionalización docente, en lugar de un programa regular de formación. Impresiona el abanico tan amplio de instituciones de donde provienen: un total de 123 para solo 372 docentes. Parecería que no hay instituciones líderes que estén formando los maestros que eventualmente se convertirán en formadores de otros docentes. Solo 7 instituciones aparecen como alma mater de una decena o más formadores: la Universidad San Antonio Abad del Cuzco y la Universidad Nacional de Trujillo formaron a 9 y 8% del total de la muestra, respectivamente. Con porcentajes menores al 5% y en orden descendente las siguen la U. San Agustín de Arequipa, la U. de Cajamarca, La Cantuta y San Marcos y la Villarreal. La mayoría de los docentes (58%) se formó inicialmente en alguna de las especialidades de educación secundaria. A diferencia de los directores, muchos más escogieron algunas de las humanidades antes que las ciencias. Sólo 9% se formó originalmente en alguna carrera no docente. El porcentaje de formadores que proviene de las canteras de secundaria es mayor al porcentaje de la actual matrícula en esas especialidades y también mayor al correspondiente a la formación de los actuales docentes en ejercicio. 42 En una muestra de 420 colegios no unidocentes de Lima y Cuzco se encontró aproximadamente la misma distribución, aunque la proporción de universitarios era ligeramente mayor. 89 Por otro lado, es mucho más frecuente que los docentes de las IFMs especializados en educación secundaria, tanto en letras como en ciencias, se hayan formado inicialmente en universidades que en institutos superiores43. En cambio, la mayor parte de los docentes primarios y de inicial estudiaron en ISPs o escuelas normales, como se aprecia en el cuadro siguiente. Cuadro 3.1 Docentes de IFMs: distribución según especialidad y tipo de institución de su formación inicial (en %) Tipo de Institución Especialidad Inicial Primaria Secundaria General Historia, CCSS, Filosofía Literatura y Lenguaje Ciencias Naturales Matemáticas, Física Otras especialidades Carreras no docentes Normal o ISP Universidad Otro 78.6 90.5 0.0 14.3 7.1 33.3 7.1 2.4 66.7 27.5 30.2 35.7 40.8 41.7 2.9 67.5 67.9 64.3 57.1 37.5 82.4 5.0 1.9 0.0 2.0 20.8 14.7 Fuente: 369 docentes que proporcionaron toda la información pertinente. En el caso de los docentes de las Facultades de Educación, la mayor parte se habría formado originalmente en universidades, aunque algunos pocos se habrían entrenado como docentes primarios en algunas de las antiguas Escuelas Normales. Es interesante anotar que a juzgar por lo referido por los directores y decanos para el caso de sus contrataciones más recientes, casi la totalidad de los docentes de IFMs se encuentra enseñando a futuros profesores del nivel y especialidad correspondientes a su formación44. 43 Como se verá más adelante, es de esta cantera que emergerán la mayor parte de los eventuales directivos de las IFMs. 44 93% de los docentes más recientemente contratados en cada uno de los institutos enseñan en niveles y cursos que coinciden ajustadamente con su área de especialización, mientras que sólo en un 3% de los casos podría decirse que no hay coincidencia alguna. En cambio, en las escuelas peruanas, más del 20% de los profesores titulados de inicial, primaria o secundaria se formaron en las especialidades en que se encuentran enseñando. 90 Evaluación de la formación recibida La evaluación general que hacen los formadores de su propia formación es altamente positiva. 13% de los docentes de las IFMs la califican como "excelente", 44% como muy buena y 38% como buena. Solo 4% la tilda de regular o mala. Cierto es que existen factores culturales, sociales y hasta institucionales que puedan afectar la validez y confiabilidad de estas respuestas. Sin embargo, no puede uno sino preguntarse sobre la viabilidad de promover, como lo proponen las nuevas corrientes pedagógicas, el desarrollo de una conciencia crítica y un espíritu evaluativo en la escuela, si la cultura prevalente en las IFMs inhibe a sus principales actores de ejercer cualquiera de ellos45. Es revelador que frente a la pregunta: "En qué aspectos opina Ud. que su formación docente fue deficiente?", 28% de los docentes optaron por la no respuesta, y 13% de los que respondieron especificaron: "En ninguno". Los otros 285 docentes ofrecieron un total de 299 respuestas abiertas, las que podrían clasificarse de la siguiente manera: Cuadro 3.2 Aspectos percibidos como deficientes en la propia formación por los docentes de las IFMs Métodos y técnicas didácticas, así como psicología (el cómo enseñar) Contenidos de cursos básicos o de la especialidad (el qué enseñar) Exceso de "teoría" y/o poca o deficiente práctica Falta de entrenamiento en investigación Capacidades administrativas y gerenciales Formación filosófica, moral y ética Baja calidad de los formadores Problemas institucionales o de infraestructura o equipamiento Proyección comunal Otras 22% 13% 13% 12% 7% 6% 5% 5% 4% 12% Por otro lado, los aspectos positivos de esa formación mencionados con mayor frecuencia (38% del total de menciones), aunque con poca especificidad, tienen que ver con lo académico, especialmente con los contenidos generales o de alguna especialidad. En segundo lugar (30% de las menciones) aparece lo formativo general, es decir, la formación ética, los valores inculcados, el compromiso social, etc.. Por 45 No puede olvidarse que la encuesta puede ser un instrumento poco idóneo para elicitar el tipo de respuesta que aquí se buscaba, y que el hecho de que el estudio fuera promovido por el Ministerio de Educación podría desestimular respuestas que pudieran ser leídas como autocríticas. Aparte de ello, pueden regir actitudes y comportamientos culturalmente determinados que dictan que "los trapos sucios se lavan en casa", y que la crítica debe circunscribirse a ciertos círculos y momentos específicos. 91 último, aunque no muchos más escasas (26% de menciones), aparecen referencias a la satisfacción con los aspectos más técnicos o metodológicos de la formación recibida, es decir, con el desarrollo de la capacidad de enseñar. Esta distribución de respuestas refuerza un poco la preocupación levantada en el cuadro anterior, ya que en los perfiles deseables vigentes el cómo importa tanto, si no más, que el qué se enseña y aprende en la escuela. Si bien la capacidad didáctica es reconocida por un buen grupo de docentes como una de las mayores carencias de su formación, no son pocos los que piensan, por el contrario, que esa fue la mejor parte de su educación. Por otro lado, como se verá más adelante, para muchos observadores de aulas escolares y de instituciones de formación, no pasa desapercibida la pobreza y desactualización de los contenidos curriculares efectivamente tratados en las sesiones de clase. El que muchos formadores no parezcan percibir que eso fue una carencia en su propio entrenamiento revela la dificultad de la tarea de introducir cambios reales en las IFMs. No puede soslayarse aquí -- y es éste un tema sobre el cual se volverá más adelante en este informe -- la poca claridad de las respuestas ofrecidas por muchos docentes de IFMs. Se menciona esto, en primer lugar, porque dificultó mucho la clasificación de las mismas y resta confiabilidad a la clasificación aquí ofrecida. En segundo lugar, y lo que es mucho más importante, porque revela la dificultad que tienen muchos formadores con la expresión escrita -- problema que afecta a todos los niveles y modalidades de la educación peruana. En este, como en muchos otros puntos del cuestionario, hubo una buena cantidad de respuestas ininteligibles para un lector distante y muchas que no pasaron de un par de palabras de contenido ambiguo (v.gr., si la principal carencia esta en "la formación general", ¿se está haciendo referencia a los cursos que componen esa parte del curriculum oficial o se está refiriendo a cultura general, formación intelectual, formación en valores, etc..?). No son excepcionales los casos en los cuales varios docentes de una misma institución han dado respuestas exactamente iguales a ciertos ítems del cuestionario ni aquéllos que repiten frases muy formales o aun estereotipadas que se han vuelto clichés en la jerga del sector (v.gr., "falta de adecuación a la realidad", "desactualización con los avances científicos y tecnológicos", etc.). La necesidad de recuperar o adquirir la capacidad de expresarse por medio de la escritura se avizora como una urgencia a ser atendida no solo en las escuelas sino particularmente en las instituciones donde se forman los futuros maestros. Grados y títulos obtenidos 74% de los docentes tiene un grado académico (pese a que solo cerca de la mitad se formó originalmente en una universidad) y 99% tiene título profesional46. Sólo 19 de los 372 docentes de la muestra tenían un grado académico superior al bachillerato. Esto es, sólo 5% de los docentes de las instituciones de 46 12% de los docentes tiene uno o dos títulos profesionales en otras carreras. Las más comunes están en las áreas de las Letras y Humanidades, seguidas por las Ciencias Sociales y las Ciencias e Ingenierías. 92 educación superior que respondieron a la encuesta han tenido la posibilidad de llevar cursos de alto nivel o hacer una investigación original como parte de su formación profesional. Es difícil generalizar al respecto con referencia al universo de IFMs, debido a la baja respuesta de las universidades, donde sin duda se concentra una mayor proporción de personas con postgrados (aunque solo 3 de esta muestra). Vale la pena mencionar que 15 de los 19 son postgrados en Educación (3 doctorados y 12 maestrías), y que todos ellos fueron obtenidos en el Perú. El escaso número de postgrados resulta llamativo, especialmente si se toma en cuenta que hay por lo menos 37 programas de maestría y 7 programas doctorales en Educación funcionando en el país. No cabe sino preguntarse por el paradero de los egresados de esos programas: si no están haciendo docencia ni, muy posiblemente, investigación, ¿a qué dedican su tiempo? Estudios actuales Es interesante notar que 37% de los docentes de los IFMs se encontraba estudiando al momento de la encuesta, la mayor parte de ellos en alguna universidad (89%), supuestamente para obtener su bachillerato, un segundo título profesional o un grado superior. El mayor número de ellos aparece como matriculado en la Universidad Católica, lo que hace presumir que sea los cursos de segunda especialización en formación magisterial que está brindando dicha institución, combinando cursos presenciales con educación a distancia. Sin embargo, una quinta parte del total de docentes-estudiantes estaba siguiendo una carrera distinta al magisterio47. Capacitación Una abrumadora mayoría (87%) ha recibido algún o varios cursos de capacitación en los dos años anteriores a la encuesta, siendo el principal proveedor las universidades, seguidas en segundo lugar por instancias ministeriales. La lista de cursos en los cuales han participado los docentes es larga y diversa, y no tiene la especificidad necesaria para hacer ningún análisis serio de sus contenidos o enfoques. Solo se puede señalar que, a juzgar exclusivamente por los títulos reportados, son muy raros los cursos distintos a aquéllos que podrían formar la "cartera" de capacitación de cualquier maestro de aula, como sí serían los casos excepcionales de, por ejemplo, de cursos o talleres sobre el Currículum de Formación Docente, Didáctica Universitaria, Formación de Capacitadores o una Convención Internacional de Educación Superior Pedagógica. 47 Las especialidades más mencionadas fueron las de Derecho y Computación e Informática. 93 La mayor parte de esos cursos son de mediana duración (más de 10 días) y casi todos los docentes que respondieron la pregunta (hubo 60 abstenciones) los declaran de utilidad para su labor. Unos pocos (64) procedieron a justificar su opinión respondiendo a la pregunta "¿Porqué?", aunque muchos de ellos (20%) lo hicieron, nuevamente, con poca especificidad (v.gr., "me permitió actualizarme" o "complementó mi formación profesional"). Es reconfortante, sin embargo, que 31% de las respuestas aludieron al hecho de que la capacitación incidió en la modificación o mejoramiento de sus propias prácticas en las aulas de formación magisterial. Experiencia en formación magisterial A diferencia del caso de los directores, no es posible estimar el número total de años dedicados por los docentes de las IFMs a la formación de maestros48. En promedio, los docentes de la muestra de IFMs están trabajando en esas instituciones 4 años. El promedio se eleva a 6 para el caso de las IFMs públicas, desciende a 2 en el caso de las privadas, y parece acercarse a 9 años en el caso de las universidades49. En 1995, en una cuarta parte de las instituciones (muchas de las cuales, claro está, eran de reciente creación y posiblemente de fuerte crecimiento anual de la matrícula) más del 40% de los docentes habían iniciado sus actividades ese mismo año y tres cuartas partes del total, incluyendo a los anteriores, no tenía más de cinco años de labor en el mismo centro. También tienen un promedio de 5 años de experiencia en otras IFMs, pero ese promedio está fuertemente influenciado por el grupo relativamente pequeño que tiene muchísimos años enseñando. Más de un tercio se inició como formador ese mismo año y tres cuartas partes del total, incluyendo a los anteriores, escasamente acumulaban seis años de experiencia en otras instituciones. Es muy posible que buena parte de ambas experiencias se hayan desarrollado simultáneamente, con lo cual resulta razonable inferir que en conjunto, y salvo excepciones, los docentes de las actuales IFMs tienen poca experiencia en su labor de formadores. Experiencia en aulas escolares Por el contrario, los actuales docentes de IFMs tienen acumulada una considerable experiencia como profesores de aulas escolares. En la enorme mayoría de las instituciones (90% de los directores así lo afirman), es requisito indispensable para ser contratado como docente el haber tenido dicha experiencia. En promedio, han pasado 13 años enseñando en algún colegio y solo un tercio de ellos tiene menos de 8 48 Esto, debido a un error de diseño del cuestionario que incluía preguntas separadas sobre el tiempo en la actual IFM y los años de experiencia en otras instituciones. La evidencia de que es muy frecuente el multiempleo simultáneo en dos o más instituciones educativas no permite sumar los datos anteriores para obtener "años de experiencia en formación de maestros", como hubiera sido deseable. 49 Nuevamente, es importante tener en mente la baja representación de las universidades en la muestra. 94 años de trayectoria en ese ámbito. Aunque la muestra pequeña de universidades obliga a mucha cautela en la lectura de los datos, parecería que no hay grandes diferencias en este sentido entre los docentes de ambos tipos de instituciones de formación. Resulta curioso que los docentes de las IFMs públicas tengan en promedio muchos menos años de experiencia en aulas escolares que los de las instituciones privadas (10 vs. 16 años), aunque esta diferencia parece ser característica tan solo de los ISPs, y no de las universidades. Similarmente, los docentes de los ISPs más nuevos tienen mayor experiencia escolar que los de los institutos más antiguos (15 vs. 10 años); no es así en el caso de las universidades, donde la diferencia entre nuevas y viejas parecería ser mayor, pero en sentido inverso (10 vs. 17 años de experiencia en aula). La "natural" sospecha de que la proliferación de nuevas instituciones privadas podría estar haciéndose en base a un cuerpo docente casi sin experiencia (quizás con graduados recientes de ISPs que no han tenido oportunidad de encontrar plazas en los colegios), debería descartarse en base a estos datos. 95 Es solo un grupo relativamente menor, alrededor de la cuarta parte de todos los docentes de las IFMs, el que no dedicó a la docencia escolar más de cinco años de sus vidas. En esto se diferencia quizás el Perú de muchos otros lugares del mundo, donde esta situación parece ser más la norma que la e1cepción. En muchos países suele darse una gran separación entre las instituciones de formación y las escuelas, y los formadores están muy alejados de la experiencia de las aulas escolares -- incluso más que sus alumnos, que por lo menos recién las dejaron --, lo que tiene efectos negativos sobre la pertinencia de su enseñanza. Más aun, aunque pueda sonar paradójico, muchos profesores de Facultades universitarias transmiten a los estudiantes de la carrera de Educación, involuntariamente por cierto, una actitud algo despectiva hacia la práctica pedagógica escolar, en contraste con una alta valoración de la investigación educativa y la actividad académica -- que son las rutas por las cuales ellos optaron personalmente, alejándose por lo general 96 bastante temprano de las aulas escolares (si acaso alguna vez trabajaron en ellas). Esos profesores suelen demostrar su preferencia por alumnos que ven destinados a recorrer trayectorias similares a las propias, y a tener bajas expectativas (e incluso bajas exigencias) para los que adivinan se dedicarán a la enseñanza escolar. Este tipo de profesor por lo general no confía en que la formación inicial ni las prácticas preprofesionales puedan ser de real utilidad en el proceso de formación -- se aprende a enseñar, opinan, recién cuando se tiene responsabilidad sobre la "propia" aula. Esta actitud, y las bajas expectativas sostenidas sobre el proceso de formación inicial de los maestros, afectan la seriedad de los esfuerzos de los formadores e inciden seguramente sobre sus resultados, en una suerte de profecía autocumplida. Es por ello que muchas de las propuestas de reforma de la formación de maestros en esos países, que también ameritarían seria consideración en nuestro medio, giran alrededor de una reestructuración de las relaciones entre los formadores, los estudiantes de las IFMs y los profesores de escuela de una región. En el caso peruano, sin embargo, como se vio anteriormente, los docentes de IFMs peruanas tienen considerable experiencia escolar y muchos de ellos están enseñando simultáneamente en algún colegio. Si se pudiera asegurar que ellos "pongan en valor" -- más allá del simple discurso-- esa práctica profesional, y la integren a su labor formadora de manera crítica y sistemática, esta característica podría proveer una buena oportunidad para la mejora del entrenamiento de los futuros maestros. Podría pensarse en modelos experimentales de sistemas de formación en algunas regiones, en los cuales se involucren activamente en un proceso de reforma instituciones y actores claves relevantes (universidades, institutos, colegios e instancias del Ministerio; autoridades, profesores, académicos y alumnos de las IFMs; directores y maestros de colegios seleccionados). Prerequisito ineludible para poner en marcha un programa de este tipo sería, claro está, el identificar y reclutar para ese esfuerzo una masa crítica mínima de formadores y docentes escolares con motivación y potencial para la búsqueda de la excelencia profesional. Requisitos para el acceso a la plaza docente Las prácticas vigentes para seleccionar a un nuevo docente, inferidas a partir del caso de la contratación más recientemente realizada por las IFMs que colaboraron con el estudio, son algo diversas. En el sector público, lo más común es que el proceso se limite a la revisión de los expedientes (principalmente certificados de estudios superiores y de trayectoria laboral previa). Esto ocurrió en 30% de los casos. Algunas veces -- en otro 16% de los casos -- esa revisión se combina con una entrevista personal de los candidatos con alguno/s de los directivos de la IFM, o con los miembros de una comisión nombrada para el efecto. Esta segunda alternativa es la más frecuente en las instituciones privadas (42% de los casos); sin embargo, el recurso a la mera revisión de expedientes es, desafortunadamente, también bastante frecuente en este sector: 21% de las instituciones no estatales así lo reportaron. En un pequeño número de casos la entrevista se sustituye o combina con otros criterios que implican cierto conocimiento previo de la persona, tales como serían la "identificación con la institución", la "demostrada capacidad" o la "conducta intachable" del candidato. Pese a ello, parecería que no es muy común que 97 personal de planta de la IFM haya tenido la ocasión de observar al candidato ejerciendo su capacidad docente en la "vida real" (como sería el caso de candidatos reclutados de escuelas donde se hacen las prácticas profesionales de los alumnos del IFM, o de candidatos que participaron en algún curso de extensión brindado por la institución) o que se solicite el dictado de una clase modelo para efectos de la selección misma. Solo 16 instituciones (16% de las publicas y 11% de las privadas) lo señalan como uno de los requisitos para la contratación. Resulta algo sorprendente que solo 6 instituciones indiquen tomar en consideración "buenas referencias", omisión quizás inducida por el deseo de mostrarse más "objetivos" en sus criterios de selección. También cabe señalar que solo 3 instituciones declararon haber exigido algún examen o prueba de conocimientos antes de proceder a su más reciente contratación. Al parecer, es la acreditación formal de la experiencia y formación profesional del postulante así como de su capacitación o actualización posterior, tal como se desprendería de la revisión de sus certificados y del expediente en general, lo que más incide en su contratación, Es sintomático que, en promedio, los docentes más recientemente contratados en las instituciones encuestadas solo "compitieron" con 2 otras personas por el puesto, según se desprende de las afirmaciones de los directores. Los directores tuvieron la mayor influencia en la decisión sobre la más reciente contratación (43% de los directores de IFM públicas y 53% de los privados así lo afirman). En algunas instituciones públicas (11%) puede gravitar también el jefe del departamento o el jefe de personal, o una comisión nombrada para ese fin, mientras que en el caso de las privadas son a veces los promotores quienes independientemente (12% de los casos), o conjuntamente con los directores (4%), deciden a quién contratar. Digno de consideración podría ser el hecho de que en 26% de las últimas contrataciones ninguna persona es reconocida por haber tenido especial influencia en la decisión. Aunque el inhibirse de señalar a alguien en particular podría responder a hábitos culturales o al deseo de aparecer como una institución donde se utilizan criterios "objetivos" para la toma de decisiones, cabe especular que, de confirmarse el que nadie en particular "se compró el pleito" de traer a un nuevo docente, éste se podría encontrar desprovisto de un "mentor" especial que pudiera devenir en una suerte de guía en su trayectoria institucional inicial. Casi todos los directores (93%) coinciden en que es difícil encontrar personal docente con buen conocimiento de métodos pedagógicos. Por lo hallado en el estudio etnográfico al que ya se ha hecho mención, y por información derivada de "entre líneas" en la misma encuesta, parecería que muchas veces los responsables no logran superar esa dificultad, y acaban reclutando como formadores incluso a personas con capacidades básicas insuficientemente desarrolladas50, en parte debido a una deficiente formación. 50 La capacidad de responder con claridad a ciertas preguntas, la tendencia a repetir frases estereotipadas como respuesta a muchas de ellas, el estilo general de redacción y el cumplimiento de normas básicas de ortografía y puntuación sugieren mucho al respecto. Más contundente resulta la observación directa de lo que sucede en las mismas 98 Esto, a pesar de que entre las dos principales características de un buen formador de maestros la enorme mayoría de los directores mencionan su preparación y capacitación. Es también curioso constatar las diferencias con respecto a lo anterior entre docentes y directores de IFMs. Cuando a los primeros se les pregunta sobre las características de un buen formador de docentes, menos de la tercera parte (111 de 372) mencionó la buena formación entre las dos más importantes (quizás porque todos o casi todos creen que la tienen o, no estando dispuestos a admitir a otros sus dudas al respecto, la dan por descontada). Mucho más peso (exactamente el doble) se le da a rasgos de creatividad, liderazgo o capacidad de innovación (¿quizás porque las reconocen como sus principales limitaciones? ¿o porque creen que en ello radica su manera de compensar por su deficiente formación). En cambio sólo 8 directores le otorgaron prioridad a estas capacidades. Condiciones laborales Nombramiento al cargo Las estadísticas reportadas por 91 IFMs que proporcionaron los datos necesarios para estos cálculos sugieren que solo 30% de los docentes de esas instituciones están nombrados y 70% contratados51. Hay grandes diferencias en esto entre instituciones públicas y privadas. El promedio de docentes contratados en las IFMs públicas es 49%, mientras que en las privadas la cifra asciende a 87%. Una enorme mayoría de las IFMs privadas (85%) tiene más de las tres cuartas partes de su personal docente en calidad de contratados, cosa que no ocurre en el sector público, salvo en unas pocas instituciones, tal como se aprecia en el gráfico siguiente. aulas de las IFMs. 51 En el caso de los 350 docentes que respondieron las preguntas pertinentes del cuestionario de GRADE, 41% estaban nombrados y 59% estaba en condición de contratado, encargado o destacado. No se dispone de cifras del Censo Escolar que permitan establecer cuál de los dos estimados está más en línea con la situación vigente en 1993. Sin embargo, cabe suponer que los directores hayan elegido preferentemente a docentes nombrados, personas en quienes depositan algo más de confianza, debido a sus mayores años de trabajo en el ISP o mayor experiencia en formación magisterial. Por esa razón aquí se ha optado por asumir que es el primer grupo de cifras (30% nombrados y 70% contratados) el que más se acerca a la realidad. 99 Por otro lado, tanto las IFMs públicas como las privadas, cuando recién incorporan a un docente nuevo, suelen hacerlo en condición de contratados52. Esto contribuye a explicar la fuerte asociación que hay entre antigüedad de la institución y la proporción de sus docentes que son contratados. Las instituciones con hasta 5 años de vida tienen 86% de su personal contratado, mientras que el porcentaje respectivo para las instituciones más "antigüas" solo alcanza a 39% de su personal docente. Ciertamente, hay diferencias al interior de cada grupo, pero, como se aprecia en el gráfico siguiente, la mayor parte de las instituciones "nuevas" tiene más de 3/4 partes de sus docentes como contratados. En cambio, solo pocas de las instituciones con más de 5 años de funcionamiento tienen tan alta proporción de contratados. Las implicancias de tener una mayor o menor proporción de personal sin estabilidad garantizada son materia para especulación, dada la falta de estudios sistemáticos al respecto en nuestro medio. Más adelante, sin embargo, se presentan algunos datos que parecerían desmentir prejuicios bastante extendidos en estos tiempos, respecto de los mayores incentivos al buen desempeño que supuestamente tendrían los trabajadores inestables, ansiosos por lograr un nombramiento. 52 86% de los docentes más recientemente incorporados a cada una de las instituciones que participaron en la encuesta empezaron sus labores en condición de contratados (79% de los incorporados a una institución estatal y 92% de los que empezaron a trabajar en una IFM privada). 100 Dedicación de tiempo y distribución del mismo53 Gruesamente, poco menos de la mitad de los docentes está comprometido a tiempo completo con la institución en la cual enseña, mientras que algo más de la mitad tiene una dedicación parcial54. Es notoria la diferencia entre instituciones públicas y privadas respecto al régimen de dedicación prevalente entre sus docentes, como se aprecia en el siguiente cuadro: Cuadro 3.3 Distribución de los docentes de IFMs según su régimen de dedicación y el régimen de gestión de la institución donde enseñan (%) Dedicación 40 horas o más Menos de 40 horas 83.1 9.3 16.9 90.7 44.2 55.8 Gestión - Pública - Privada Total N=326 de los 372 docentes encuestados para los cuales se dispone de toda la información pertinente 53 Para esta sección se ha necesitado recurrir exclusivamente a la muestra de los 372 docentes que respondieron a los cuestionarios, ya que la información estadística enviada por los directores tenía demasiados vacíos al respecto. 54 Los docentes que reportaron tener contratos por 40 o más horas o tener dedicación a tiempo completo o dedicación exclusiva alcanzan un 44% de la muestra. La mayor parte del restante 56% tiene una dedicación menor a 24 horas semanales. 101 Esto explica en buena parte porqué en las instituciones más nuevas son también menos comunes los profesores a tiempo completo y la relación lineal que hay entre la antigüedad de la institución y el porcentaje de profesores con mayores dedicaciones de tiempo, como se aprecia en el siguiente cuadro. Cuadro 3.4 Distribución de los docentes de IFMs según el régimen de dedicación y la antigüedad de la institución donde enseñan (%) Dedicación 40 horas o más Menos de 40 horas 25.2 34.0 70.0 79.2 74.8 66.0 30.0 20.8 Antigüedad de la IFM 0-3 años 3-5 años 5-10 años 10 + años N=306 de los 372 docentes encuestados para los cuales se dispone de toda la información pertinente Ahora bien, no necesariamente los docentes dictan clase o trabajan activamente durante todas las horas señaladas en sus contratos. El cuadro 3.4 pretende dar luces sobre las variaciones al respecto en el conjunto de IFMs y entre las que responden a distintos regímenes de gestión, así como entre docentes con distintos regímenes de dedicación en ambos sectores de gestión. 102 Inicialmente llama la atención que solo dos tercios de los docentes (66.2%) declaren trabajar el mismo número de horas que el estipulado en sus contratos. Sin embargo, del otro tercio, más son los que prolongan su jornada ligera o sustantivamente55 que los que admiten reducirla en alguna medida en la práctica. Esto significa que 87% de los docentes estaría cumpliendo o excediendo sus compromisos, según sus propias declaraciones en este sentido. El nivel de "cumplimiento" del compromiso formal laboral parece ser ligeramente más alto en el sector privado que en las instituciones estatales. 90% de los docentes de la muestra de instituciones privadas trabajan por lo menos el número de horas a las cuales se han comprometido; la cifra correspondiente en el sector público alcanza a 83.4% de los docentes56. No hay diferencias apreciables en el comportamiento de hombres y mujeres en este sentido. Curiosamente, y contradiciendo afirmaciones bastante difundidas al respecto de que los profesores contratados tienen incentivos para un mejor rendimiento, no parece haber mayor diferencia en el nivel de 55 Se ha considerado que alguien trabajo "algo más" que lo estipulado en el contrato cuando declara dedicar entre 1 y 49% más tiempo que el comprometido formalmente; los que declaran dedicar 50% o más horas adicionales a las comprometidas a su labor docente han sido clasificados como trabajando "mucho más que contrato". El mismo criterio rige para quienes declararon trabajar menos horas que las comprometidas formalmente. 56 El hecho de que son pocos los docentes a tiempo parcial en las IFMs públicas y, en cambio, que abunden en el sector privado hace poco significativa esta diferencia. No obstante, se reporta aquí por considerarse materia que merecería ser analizada en alguna oportunidad. 103 "cumplimiento" entre profesores nombrados (84% de los cuales cumplen y/o se exceden en sus horas de trabajo) y los contratados (88% de los cuales se comportan de la misma manera). Los datos auto-reportados llevarían a pensar que el nivel de "incumplimiento" no parece ser mayor problema. Sin embargo, lo reportado contrasta con muchas observaciones de terceros sobre la inasistencia (por lo menos al salón de clases) y falta de puntualidad de los profesores de los IFMs, tanto públicos como privados. Quizás debido a demoras e ineficiencias administrativas, los cursos pueden empezar a dictarse con mucho retraso respecto a las fechas inicialmente programadas. Una vez iniciados, sin embargo, es absolutamente "normal" el que los docentes inicien una sesión de clase con muchos minutos de retraso, tomen largos descansos intermedios y adelanten la hora de cierre de la sesión, si es que no faltan del todo57. Lo sorprendente es que ni autoridades ni alumnos parecen sentirse particularmente afectados por esta situación; lo toman como una consecuencia "natural" del bajo nivel de las remuneraciones y de la crisis nacional. Ello puede explicar la discrepancia entre la percepción generalizada vigente sobre el escaso cumplimiento de compromisos formales y lo que los mismos docentes declaran respecto a las horas que dedican efectivamente a la institución donde trabajan. Es sintomático que 24% de los docentes contratados a tiempo completo tenga ocupaciones adicionales fuera de la IFM58. Otro aspecto interesante del "cumplimiento" de responsabilidades profesionales de los docentes de las IFMs se aprecia en el cuadro 3.5. De los datos reportados, se deduce que 40% del profesorado limita su actividad en la IFM exclusivamente a las horas de dictado de clases. Un 28% suele dedicar algunas horas adicionales a otras tareas docentes, como serían las de asesorar tesis o investigaciones, brindar consejerías personales y trabajo pastoral, labores directivas, administrativas o de coordinación académica, supervisión de prácticas profesionales, enseñanza en talleres o "academias" de la misma institución59, organización y supervisión de actividades extracurriculares, actividades de proyección comunal, preparación de clases y evaluación del trabajo de los alumnos60. Por último, 31% de ellos declaran dedicar a esas labores muchas horas adicionales a las sesiones de clases (50% o más horas semanales adicionales al solo dictado). 57 De 98 horas de clase programadas en un Instituto y una Universidad, que fueron observadas por Oliart (1996), no estuvo presente el profesor en 30 de ellas. Sobre lo que ocurría cuando sí estaba presente, ver el anexo correspondiente. 58 23% de los docentes a tiempo completo de las instit uciones públicas y 38% de los docentes a tiempo completo de instituciones privadas declararon tener ingresos por trabajo en otra (o similar) ocupación. 59 Son éstas también maneras de generar recursos adicionales para las IFMs que proveen ingresos adicionales para los docentes. 60 Resulta preocupante la escasa mención hecha a estos dos últimos rubros por los docentes encuestados. Se ha elaborado un listado no exhaustivo de las múltiples respuestas, muchas de ellas conteniendo varias actividades, 104 Es bastante más frecuente que los docentes limiten su trabajo a las horas de dictado de clase en el sector privado, particularmente aquellos que tienen contratos a tiempo parcial. En cambio, docentes que dedican muchas horas a labores distintas al dictado de clases se encuentran con mayor frecuencia en el sector estatal, tanto entre los que tienen contratos a tiempo completo como entre los de dedicación parcial. Es algo más común que los profesores varones limiten sus horas de trabajo a las del dictado de clase, mientras que es más frecuente entre las mujeres dedicar más horas a las otras actividades comprendidas en su rol docente, pero esto sucede principalmente en el sector privado y entre los profesionales con contratos de tiempo parcial. ofrecidas a la pregunta: "¿Qué actividades, aparte de dictar clase, absorben su tiempo como docente en esta institución?". De las primeras 209 respuestas, sólo 33 hacen referencia al tiempo dedicado a planificar el trabajo en las aulas, preparar una clase o materiales para ella, o evaluar o calificar pruebas o trabajos realizados por los alumnos. 105 Por último, puede señalarse que sí parece haber diferencias significativas al respecto entre profesores nombrados y contratados, ya que la mayoría (54%) de estos últimos limitan sus horas de trabajo a las del dictado de clases. En cambio, un porcentaje similar de los nombrados (59%) trabaja muchas más horas que las que dedica al dictado. Nivel Magisterial La mitad de los docentes de ISPs que respondieron están en los niveles VI y V del escalafón magisterial (los más bajos) y un tercio se encuentra en los niveles II y III61. Remuneraciones docentes Las remuneraciones promedio de todos los docentes de IFMs alcanzaban en diciembre de 1995 la cantidad de 432 soles (186 dólares)62. No sorprendentemente, este nivel de remuneración se compara muy desfavorablemente con los ingresos mensuales promedio de la mayoría de los profesionales peruanos; llama la atención particularmente el que sea más bajo incluso que el los mismos maestros de escuela 63. El rango de ingresos donde se concentra la mayor parte (45.6%) de los docentes va de 451 a 600 soles, pero no faltan quienes ganan menos de 300 (27.7%) o más de 750 soles (4%). En este último grupo casi todos son varones, pero en general no parece haber diferencias importantes en las remuneraciones promedio percibidas por hombres y mujeres, como tampoco parece haberlas en la distribución de los docentes de cada sexo según niveles de ingreso, como se aprecia en el gráfico siguiente. 61 Entre los profesores universitarios de la pequeña muestra disponible, la mitad era asociado o principal, y la otra mitad era jefe de práctica o auxiliar, pero esta distribución difícilmente puede generalizarse no solo a las otras sino incluso a las mismas Facultades universitarias que enviaron la información. 62 Como suele ocurrir, el nivel de omisión de respuesta a este tipo de pregunta fue bastante elevado. Sin embargo, no hay razón para suponer que haya algún sesgo de selección al respecto entre los que sí respondieron, por lo cual se está generalizando sus promedios al resto de los docentes, sin mayor reserva, excepto en el caso de los profesores universitarios, cuyo número en la muestra es muy reducido. 63 Un año antes, en noviembre de 1994, la remuneración mensual promedio de una muestra de 564 docentes de escuelas urbanas y rurales de Lima y Cuzco encuestada por GRADE alcanzaba el monto de 422 soles (189 dólares americanos de ese entonces), y en junio de 1994, según la Encuesta Nacional de Niveles de Vida, el ingreso promedio de los profesionales que trabajaban en zonas urbanas era 853 soles (389 dólares de ese entonces). 106 Las diferencias de ingresos promedio según grupo de edad son pequeñas, aunque llama la atención que los docentes mayores de 50 años perciben remuneraciones más bajas que los que tienen entre 30 y 50. El haber tenido formación universitaria no parece otorgar particular ventaja en este sentido. Lo único que parece guardar una relación estrecha con la evolución salarial es los años de servicio en la misma institución, y ésto, solo durante los primeros cinco años de labor, momento en el cual parece alcanzarse una suerte de tope no superado sino en casos excepcionales. Sí resulta determinante el tipo de institución donde se ejerce la docencia. Los ingresos de los docentes de los Institutos Superiores Pedagógicos ascendían a 415 soles mensuales (179 dólares americanos), mientras que el pequeño grupo de docentes universitarios que respondió a la encuesta percibía un ingreso promedio de 733 soles (316 dólares), cantidad 77% mayor que la primera64. 64 Como es usual, el nivel de no respuesta a esta pregunta fue bastante elevado. 107 Por otro lado, en las instituciones estatales la remuneración mensual promedio es bastante más alta, ascendiendo a 515 soles (222 dólares), mientras que en las no estatales solo alcanza 353 soles (152 dólares)65. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que, a diferencia de los que trabajan en el sector público, la mayor parte de los docentes de IFMs privadas tienen contratos a tiempo parcial. Más allá del compromiso formal de tiempo, según las propias declaraciones de los docentes, el promedio de horas semanales dedicadas a su labor docente en la misma institución alcanza a 35 horas en las entidades estatales y a solo 19 en las privadas. Remuneración por hora Debido a ello, resulta conveniente estimar y comparar las remuneraciones promedio por hora, tomando dos distintos referentes: las horas comprometidas contractualmente y las horas totales de trabajo docente en la IFM, separando a los docentes de cada tipo de institución y sector de gestión. También se ha considerado ilustrativo incluir como un tercer referente las horas de dictado de clase en el semestre en el cual se realizó la encuesta. Cuadro 3.8 Remuneraciones horarias de los docentes de las IFMs según tipo de institución y sector de gestión (en nuevos soles) a diciembre de 1995 Sector público Sector privado Total Total General ISP UNIV ISP UNIV ISP UNIV 3.92 4.09 7.40 5.14 4.91 14.53 5.13 4.84 6.21 7.51 7.64 13.36 4.56 4.48 6.78 5.93 5.82 14.01 Remuneración: Por hora de contrato Por hora de trabajo docente Por hora de dictado 65 4.63 4.56 7.16 La remuneración promedio en los ISPs estatales era 501 soles y en las no estatales 335 soles. 108 Fuente: 305,345 y 348 de los 372 docentes encuestados que proporcionaron los datos pertinentes para cada una de las variables de referencia, respectivamente Para el conjunto de los docentes encuestados, el ingreso promedio por hora de trabajo (muy similar al ingreso por hora contractual) es de 4.56 soles (equivalentes a US$1.97), suma ciertamente menor al promedio obtenido por todos los profesionales del país, pero aun así, posiblemente mayor al promedio de casi todos los otros grupos ocupacionales urbanos (no profesionales), con excepción de los administradores y gerentes66. Al desagregar de esta manera los datos, el ingreso horario de los profesores de Facultades de Educación resulta 30% mayor al de los docentes de ISPs -- un diferencial bastante menor al estimado anteriormente para el caso de los totales de sus remuneraciones mensuales (77%). Asimismo, se invierte la relación antes observada entre los ingresos de los docentes del sector público y los del sector privado. Los docentes de instituciones privadas ganan más por hora de labor que los profesores del Estado: 55% más en las universidades públicas y 18% más en los ISPs estatales. Las diferencias entre hombres y mujeres siguen siendo poco significativas si se considera las horas contratadas: 4.54 vs. 4.47 soles en promedio, para hombres y mujeres, respectivamente. Pero se hace algo más importante cuando se considera lashoras totales dedicadas a labores docentes: 4.67 vs. 4.13 soles. Por último, cabe mencionar que a diferencia de lo sugerido por el monto global de remuneración, sí parece haber cierto "premio" a la edad, y posiblemente a la experiencia, ya que hay una relación más clara entre esa variable y el ingreso horario. Otros ingresos 66 Los datos de la Encuesta Nacional de Niveles de Vida de junio de 1994, la fuente de información más reciente disponible, confirman esta afirmación. Según dicha fuente, los ingresos por hora de todos los profesores (incluyendo los de nivel superior) ascendían a un promedio de 4.50 soles. Mientras tanto, los profesionales peruanos tenían un ingreso por hora promedio de 5.45 soles (US$2.35), con lo cual se obtiene que los docentes de IFMs tienen un ingreso horario 16% menor al promedio de los profesionales. Si se excluye a todos los docentes del gran grupo ocupacional de los profesionales, se obtiene que el ingreso por hora promedio de todos los otros profesionales ascendía a 6.78 soles, con lo cual la desventaja de los docentes crece hasta alcanzar un 34%. Sin embargo, este cálculo no incluye los períodos vacacionales bastante más prolongados que tienen los maestros, durante los cuales, por lo menos si están nombrados, perciben su remuneración completa. 109 La mitad de los docentes67 tiene otra ocupación, aparte de la enseñanza en la Facultad o Instituto de la muestra. La mayor parte de esas actividades están vinculadas a la docencia: 40% de esos trabajos son como profesores o directores de colegios, 29% como profesores en otras Universidades o institutos y 8% como asesores o tutores particulares. Los ingresos mensuales obtenidos por estos conceptos ascienden en promedio a 438 soles (189 dólares), monto muy similar, aunque ligeramente superior, al ingreso promedio percibido por el empleo en el IFM68. Si se añade a estos montos los ingresos del cónyuge69 u otros miembros del hogar70 y los ingresos de otras fuentes71 que pudieran percibir, se puede estimar el ingreso promedio de los hogares de los docentes de IFMs en 983 soles (424 dólares). Esto colocaría a las familias del docente "típico" en el tercer quintil de ingresos -- es decir, en el nivel medio -- de los hogares urbanos del país72. Los ingresos familiares de los docentes a tiempo completo terminan siendo 11% menores que el de los que tienen una dedicación parcial, y los del sector público son 26% más bajos que los del sector privado. Son también marcadas las diferencias entre el ingreso familiar promedio del docente de un ISP y los del profesor de una Facultad de Educación: el primero asciende a 961 soles, mientras que el segundo alcanza la suma de 1358 soles. Esto coloca a los hogares de los profesores universitarios en un quintil de ingresos familiares superior al ocupado por los docentes de los ISPs. 67 La mayor parte de éstos están empleados solo a tiempo parcial en el IFM, pero también hay un buen número (la quinta parte del total de los que tienen otras ocupaciones remuneradas) que tienen contratos a tiempo completo. 68 Se desconoce el número de horas asignadas a esas labores, por lo cual solo es factible comparar el ingreso mensual. 69 La mitad de los docentes encuestados declararon los ingresos mensuales de sus parejas, que en promedio ascendían a 485 soles (209 dólares, monto más elevado que el promedio de ingresos por trabajo en la IFM y que el promedio de ingresos percibidos por los docentes en sus otras ocupaciones). 70 Sólo 15 docentes reportaron contribuciones a la economía familiar de este tipo, las cuales ascendían en promedio a 301 soles (130 dólares). 71 Ingresos provenientes de fondos de pensiones, rentas, alquileres, etc. fueron reportados por 15% de los docentes, y ascendían a un promedio de 382 soles (165 dólares) mensuales. 72 Se ha utilizado para esto la ENNIV de junio de 1994, convirtiendo los ingresos de diciembre de 1995 a soles reales de la primera fecha. 110 4. LOS DIRECTORES Características demográficas y sociales Edad El promedio de edad de los directores y decanos es 50 años, lo que significa que es muy probable que en la mayor parte de las instituciones sean los docentes de mayor edad y experiencia. Una buena mayoría (74%) está, como podría considerarse deseable, entre los 40 y los 55 años de edad 73. Género Algo más que esa misma proporción (79%) es de género masculino, por encima del 72% que el Censo Escolar de 1993 registra como docentes varones en los ISPs y por encima del 78% de hombres que ejercen la docencia en los institutos y facultades que respondieron los cuestionarios de este estudio. La diferencia, sin embargo, es lo suficientemente pequeña como para no alimentar alguna hipótesis sobre la vigencia de restricciones al acceso de mujeres a cargos directivos en las IFMs. La discriminación o posible auto-exclusión de las mujeres tiene una forma más sistémica, y se inicia con las opciones por especialidades (niveles y disciplinas) durante su propio proceso de formación, reforzándose a lo largo de la carrera, como se ha visto y se verá en otras secciones de este informe. Una mirada a los datos del Censo Escolar de 1993 revela una curiosa regularidad del sector educación: son mujeres 98% de los maestros de nivel inicial, 59% de los docentes de primaria, 43% de los de 73 Solo una autoridad tenía menos de 30 años y solo 3 sobrepasaban los 70. 111 secundaria, 28% de los docentes de formación magisterial (y 22% de sus directores) y 27% de los de educación superior tecnológica. Más aun, y prolongando la imagen de "filtros sucesivos" de la jerarquía institucional del sector con información de otra fuente74, sólo 23% de los docentes universitarios eran mujeres -- estando muchas más de ellas en los niveles de auxiliar o asociadas que como profesoras principales. Lugar de nacimiento 60% de los directores nació en el departamento donde se ubica su actual centro de trabajo, mientras que 35% nació en la misma provincia. Aunque es difícil calificar estos niveles de "localismo", por falta de datos comparativos sobre otras ocupaciones, sí puede afirmarse que tienden a ser más "foráneos" que los docentes en general. Formación profesional Localidad donde se recibió la primera formación 74 Banco de Datos de Educación de GRADE para ese mismo año. 112 59% de los directores y decanos recibió su primera formación profesional en el mismo departamento donde nació y 50% se formó en el mismo departamento donde actualmente trabaja. Si a esto agregamos que 40% del total nació y se formó en el mismo departamento donde actualmente se encuentra trabajando, podría considerarse que se trata de un grupo ocupacional de movilidad relativamente reducida75. Sin embargo, como se verá más adelante, muchos de los directores han tenido largos años de experiencia como docentes de aula. Los docentes peruanos, como posiblemente los de muchos otros lugares del mundo, tienen tasas altas de rotación en sus cargos. Se requiere de información adicional sobre cuán lejos de sus lugares natales suelen migrar, para poder saber si los directores y decanos, además de tender a ser lugareños, son o no personas que han estado expuestos a distintas culturas y modos de vida. Dicha información también podría ayudar a hilvanar argumentos a favor o en contra del mantenimiento de una oferta de formación magisterial bastante dispersa, lo que ha sido frecuentemente justificado como mecanismo necesario para garantizar la disponibilidad de recursos docentes y formativos en todas las regiones del país. Instituciones y especialidades en que se recibió la formación inicial Algo más de la mitad (55.5%) de los directores o decanos recibieron su primera formación profesional en una universidad, mientras que el resto lo hizo en escuelas normales o institutos pedagógicos76. La proporción "universitaria" es algo mayor entre los directores que entre los docentes de las IFMs (49.3%). Como en el caso de los docentes en general, llama la atención la gran dispersión de instituciones de primera formación. De la Universidad San Antonio Abad egresaron 18 (CHECK) de los directivos, de la Universidad de Trujillo 8 y de La Cantuta 6 (aunque de su predecesora, la Escuela Normal Superior de Varones, se formaron otros 5). San Marcos, la Villarreal, San Agustín de Arequipa y el Pedagógico de Monterrico formaron 4 cada uno. 55 instituciones distintas figuran como las alma mater del resto, no 75 No se dispone de información comparable para otros grupos ocupacionales. Sin embargo, si es obvio que la tasa de "movilidad" de los directores es más alta que la de los docentes de los IFMs, más de la mitad de los cuales nacieron, se formaron y trabajan actualmente en un mismo departamento. 76 Salvo 4 que se formaron en seminarios o en España, posiblemente en preparación para el sacerdocio y uno que se formó en una escuela de Bellas Artes. 113 repitiéndose nombres más de 2 veces salvo en una ocasión. Casi todas ellas son instituciones públicas, siendo solo 5 los casos de directores o decanos que se formaron en instituciones privadas. Casi todos los directores se formaron y titularon originalmente como docentes 77, y se distribuyen en proporciones muy similares entre las especialidades de (a) educación primaria, (b) enseñanza secundaria de letras y humanidades y (c) enseñanza secundaria de ciencias naturales y exactas. Comparten con los docentes el hecho de que una mayoría recibió su primera formación en una especialidad secundaria, pero se distinguen de ellos por ser más numerosos los que se formaron en especialidades de ciencias que en las humanidades. Quizás esto confirma el lugar común de que son los estudiantes relativamente más capaces quienes optan por las especialidades de matemáticas y ciencias naturales y físico-químicas78, mayor capacidad que podría estar reflejándose en su acceso a puestos directivos. Casi la totalidad de los directores formados como maestros lo fueron mediante programas regulares; solo 6 se prepararon originalmente mediante cursos de profesionalización. Grados y títulos obtenidos Dos tercios de los directores o decanos de la muestra tienen algún grado académico universitario. 2% tienen una Maestría y 6% un doctorado en Educación. Otro 2% tiene doctorados en otros campos. Cinco de los 13 que tienen postgrados los obtuvieron en otros países. Los otros directores graduados tienen bachilleratos en educación (39%) o en otras especialidades (8%). Casi todos los directivos (96.6%; el resto no respondió la pregunta) declaran tener un título profesional, otorgado ya sea por una escuela normal (24.5%), instituto superior pedagógico (12.7%) o universidad (52.7%), casi siempre estatal79. 4% tiene un título profesional de alguna carrera no docente, mientras que la cuarta parte de todos los decanos y directores ha obtenido títulos en una segunda especialidad o carrera, un tercio de los cuales son de carreras no docentes. 77 Solo 11 se formaron originalmente para el ejercicio de otra profesión y 5 obtuvieron el título respectivo. 78 Al preguntarse a estos mismos directores sobre si perciben diferencias entre los alumnos de la institución que han optado por las distintas especialidades, entre los que optaron por señalar diferencias de capacidades los más opinan en este sentido: "mayor esfuerzo de los de ciencias", "Los estudiantes de matemáticas tienen mejor capacidad de discernimientos" (sic), "En sus capacidades cognoscitivas primero se ubican las especialidades de ciencias...", "los de biología y química son más dedicados al análisis y estudio de contenidos de su especialidad", "la especialidad de matemáticas tienen (sic) alumnos más destacados", etc.. No faltan, sin embargo, directores que los tildan de "acomplejados superiores" o "arrogantes". 79 Solo 5% obtuvo su título de una institución privada. 114 Capacitación Nuevamente, se encuentra que la gran mayoría (79%) de los directores ha recibido algún o varios cursos de capacitación o actualización en los 2 años anteriores a la encuesta. El principal proveedor de oportunidades en ese sentido son las dependencias del Ministerio de Educación80 y se trata frecuentemente de cursos de una duración de entre 6 y 10 días, o incluso más, que casi todos los directores (92%) declaran encontrar útiles para su labor docente81. A diferencia de los cursos llevados por los docentes de las IFMs, en nada distinguibles de los que podría llevar cualquier docente escolar, el listado de temas en los cuales se han capacitado recientemente los directores incluye aproximadamente un 25% de cursos vinculados a la enseñanza a nivel superior, a la formación de docentes o a la administración y gestión de instituciones educativas. Sin embargo, las respuestas dadas por los directores a la pregunta "¿Porqué fue útil para su labor docente el curso mencionado?", echan sombras sobre la capacitación Y las capacidades académicas de muchos de ellos. La abundancia de respuestas estereotipadas y poco específicas resulta abrumadora. Para muestra, algunos botones: - Logro de implementación en el desarrollo de las acciones técnico-pedagógicas en la docencia superior no universitaria - A través de un diagnóstico situacional se tiene que en la modernización educativa, descentralizar y descongestionar la administración educativa, con plena autonomía de los gobiernos regionales y a las direcciones regionales de educación - Nos faculta una administración más fluida y permite un acercamiento general con los elementos 80 En esto se diferencian de los docentes, que recibieron cursos de capacitación mayormente de las universidades. 81 Desafortunadamente, no se preguntó sobre su utilidad para la gestión de la institución. Este grado de consenso resulta sorprendente, dada la extendida percepción de la poca relevancia de la mayor parte de la oferta de capacitación docente. 115 - Mejora labor educacional, en forma sincrónica funcional y estructural para la tarea educativa - Es necesario recordar con ciertas innovaciones ya que todo conocimiento científica es dinámica, es decir esto es constante cambio. Experiencia en formación magisterial (a) En la misma institución Buena parte (79%) de los directores y decanos tienen actualmente alguna responsabilidad docente. En promedio, tienen 5 años trabajando en la institución que actualmente dirigen, sólo un año más que el promedio de los docentes. Como en el caso de estos últimos, este promedio también difiere marcadamente entre los directores de instituciones públicas (7.7 años) y privadas (2.4 años)82. Es algo preocupante que un tercio de las autoridades de las IFMs tenga un año o menos en la institución, y que más de la mitad (56.4) sólo acumule a lo más 3 años de trabajo en el mismo centro. Hay que tener presente, sin embargo, que la mitad de las instituciones no tienen más de tres años de operación, y que los promedios de años de trabajo en la institución de los directores incrementan con la antigüedad de la institución (2 años de experiencia en las instituciones con menos de 5 años de funcionamiento vs. 10 en las de mayor antigüedad). Aumentan también con el tamaño de la institución: en las que tienen menos de 200 estudiantes, el director sólo lleva 1 año y medio de trabajo, mientras que en las de más de 1000, el promedio es 9 años y medio. Aun así, el elevado número de directivos con poco tiempo en la institución de la cual son responsables obliga a preguntarse sobre la experiencia previa de decanos y directores y cuánto pesa en las políticas de reclutamiento de directivos que siguen las instituciones, particularmente las de más pequeñas y de reciente creación, que son mayormente privadas. Cuadro 4.1 Años Promedio de tiempo que el Director/Decano trabaja en la institución según gestión y antigüedad 82 La relación es inversa en el caso de las universidades (9.5 vs. 12.5 años para públicas y privadas, respectivamente) pero, como en muchos otros aspectos, la escasa representatividad de la sub-muestra de universidades no permite generalizar al respecto. 116 Antigüedad Total Públicos Privados Estreno (< de 3 años) Nuevos (4 a 5 años) Medianos (6 a 10 años) Viejos (> de 10 años) 1.4 3.4 4.6 11.6 2.7 2.9 4.8 11.5 1.1 3.6 4.3 12.3 Total 4.9 7.7 2.5 (b) En otras instituciones de formación magisterial Frente a esa intranquilidad, se encuentra que, en promedio, los directores han dedicado alrededor de 11 años de sus vidas a la formación de docentes. Como se aprecia en el gráfico 4.1, hay un grupo de directores que no tienen más de 3 años de experiencia en formación, y un tercio del total tiene cinco o menos años de experiencia en esa labor. Mientras tanto, en el otro extremo, hay 8% que tienen más de 25 años dedicados a ella. Entre ambos polos está la gran mayoría, que tiene un número importante de años de dedicación a la formación magisterial. Más de la mitad lleva por lo menos diez años invertidos en ese quehacer. 117 No es, por lo tanto, la posible falta de experiencia en la actividad formativa de decanos y directores lo que debe preocupar. Por el contrario, es algo preocupante que 6 de los directores y decanos tenga más de 30 años formando maestros! Seria recomendable nombrar en esos puestos a personas con experiencia considerable y simultáneamente asegurar una saludable rotación en esos cargos, que eviten el anquilosamiento de enfoques y actividades, para facilitar que asuman la labor de innovación que cabría esperar de ellas. Por supuesto, queda pendiente una apreciación sobre la calidad de la experiencia obtenida y sobre la capacidad de esos directivos de utilizarla para mejorar sus programas. A diferencia de la variable anterior (años de trabajo en la misma institución) no hay enormes ni particularmente preocupantes diferencias en este aspecto (experiencia en formación) entre los directores de instituciones públicas y privadas (10.5 vs. 11.7 años). Sí son significativas, pero no alarmantes, las diferencias entre los de las instituciones más grandes y las pequeñas (13.6 vs. 8.9 años) y entre las nuevas y las antiguas (9.5 vs. 14.6 años). Experiencia en aulas escolares Al igual que la mayor parte del personal docente de las instituciones de formación, casi todos los directores (97.5%) han tenido también alguna experiencia como docente de aula, muchos de ellos considerable. En promedio, han acumulado 14 años de experiencia en algún nivel del sistema escolar (1 año más que el promedio de los docentes de las IFMs) y son solo unos pocos (9%) los que no enseñaron por lo menos cinco años83. Las diferencias entre instituciones grandes y pequeñas no merecen mayor comentario. Dos años más de experiencia en aula tienen en promedio los directivos de las institución privados que los de las IFMs públicas y, curiosamente, los directores de instituciones de más reciente creación (menos de 5 años de funcionamiento) tienen bastante más experiencia como maestros de escuela (16 vs. 10 años). Parecería que las instituciones nuevas, principalmente privadas, están reclutando como directivos a (o están siendo promovidos por) personas con mayor experiencia en aula que lo que solía ser la práctica en las instituciones de más larga trayectoria. Sería interesante evaluar qué oportunidades tienen estos antiguos maestros de reflexionar sobre su práctica escolar y su experiencia en formación magisterial de manera de desempeñarse mejor en sus actuales responsabilidades en gestión institucional. Cuadro 4.2 Número de años promedio de experiencia en aulas escolares según antigüedad y gestión 83 La cifra correspondiente para los docentes no directivos de la muestra es 23%. 118 Experiencia en aula escolar Antigüedad Hasta 5 años Más de 5 años Gestión Público Privado 16.0 11.1 12.8 15.4 Fuente: 108 directores/decanos que proporcionaron información. Condiciones laborales Nombramiento al cargo y dedicación de tiempo Poco más de la mitad (57%) de los directores declaró contar con nombramiento para el puesto; los restantes estaban asumiendo esa función como encargados (6%), destacados (2%) o contratados (36%). Aunque casi todos (93.4%) tienen una dedicación de por lo menos tiempo completo, la relativamente precaria situación de los tres últimos grupos debe seguramente introducir restricciones a su gestión, cosa que se explorará en otras secciones de este informe. Nivel magisterial Tres cuartas partes de los directores de ISPs que respondieron esta pregunta estaban en el Nivel V o VI del escalafón magisterial84. De las 6 Facultades que respondieron al cuestionario, 3 de sus decanos tenía categoría de profesor principal, mientras que los otros 3 eran asociados. 84 Es curioso que 16 directores no registraran la información solicitada en este aspecto. 119 120 5. LA ENSEÑANZA De la revisión de la literatura local e internacional sobre las nuevas corrientes pedagógicas y sobre lo que ellas exigen de la formación magisterial emergió una imagen, aún no del todo integrada pero sí compuesta por una serie de elementos considerados como deseables para una educación de calidad. Para aproximarse a lo que ocurre actualmente en las instituciones donde se forman los futuros maestros peruanos, en la primera parte de este capítulo se presenta un resumen de algunas de las conclusiones a las cuales se llegó vía un estudio etnográfico en algunas aulas de una Facultad de Educación y de un Instituto Superior Pedagógico de Lima realizado en 1995. El informe completo del trabajo de campo y un análisis de lo recogido por el equipo de investigación se encuentran anexos a este documento. La segunda parte del capítulo trata algunos temas y problemas más específicos que se consideran de particular interés y necesidad de intervención. I. Lo que se puede observar en las aulas de las IFMs. Una de las primeras conclusiones que se puede obtener a partir del trabajo de observación etnográfica ya mencionado, es que el nivel de enseñanza en las instituciones de formación docente está bastante deteriorado y que ese deterioro tiene que ver con la calidad de los docentes y los estudiantes que eligen estudiar educación. Los contenidos que reciben los alumnos son pobres, y empobrecedores hacia el futuro también... Los ingresantes a los centros de formación docente llegan en muchos casos con serias carencias en su formación escolar, tanto porque esta misma fue deficiente como por el hecho de que ellos no hayan estado entre los mejores alumnos en sus centros de estudios. Esto se evidencia por ejemplo en los cursos elementales como matemáticas, lenguaje y ciencias básicas. De acuerdo al currículum de los ISP éstos están planteados como cursos en los que los estudiantes aprenden cómo comunicar sus contenidos a los niños. Sin embargo, deben convertirse en la práctica en cursos para los alumnos mismos, pues dada su deficiente formación escolar, especialmente en el caso de los institutos en los que no hay un efectivo proceso de selección de quienes entran, los niveles de matemáticas y lenguaje son muy pobres. Examinando la expresión escrita de un grupo de alumnos entrevistados se puede observar además que su ortografía es deficiente, que sus nociones sobre puntuación son bastante relajadas y que algunos muestran serias dificultades para estructurar párrafos sencillos. Esto puede ser peor aún fuera de Lima, especialmente en los ISPs, ya que en la universidad la existencia del examen de ingreso hace que los 120 121 alumnos tengan un nivel mínimamente aceptable -- aunque debe recordarse que Educación es una de las carreras que requiere de los puntajes más bajos en los exámenes de ingreso. En cuanto a los docentes, en su mayoría son egresados de diversas especialidades en educación y han dejado la docencia en las escuelas para enseñar en el nivel superior sin un entrenamiento especial para este propósito. Esto hace que muchos de ellos reproduzcan en sus clases los mismos métodos que usaban en las escuelas, es decir, con poco trabajo de investigación, pocos textos o materiales de apoyo, y usando principalmente el dictado de clases, lo que convierte al cuaderno de los alumnos en el principal material de estudio. En general se observa que los profesores no tienen mucho material que transmitir a los alumnos. Pobreza es tal vez la palabra que mejor describe el medio académico observado. Pobreza de pautas para la adquisición de habilidades así como de recursos para familiarizar a los alumnos con materiales de lectura útiles para su formación. Muchas veces se les dice lo que deben hacer, pero no se les explica cómo, o no se les dan recursos o pistas para buscar por ellos mismos el cómo hacer lo que se les está pidiendo. Los alumnos reciben el mandato de sus profesores respecto al rol social que deben cumplir, del compromiso que deben tener con las comunidades en las que trabajarán, pero no reciben ejemplos de cómo llevar esto delante, quedando el cumplimiento de este rol totalmente librado a las características personales del estudiante. El deterioro observado no debe atribuirse solo a la falta de recursos materiales. Hay descuido y falta de dedicación en varios casos, pero más grave que esto parece ser una peculiar concepción de lo que es trabajar con sectores pobres. De acuerdo a esta concepción, la pobreza es un cerco insalvable que condena a los alumnos a seguir siendo pobres no sólo materialmente sino carentes de todo beneficio que los ayude a mejorar o crecer. Hay una dificultad grande de los profesores para plantearles a los alumnos horizontes diferentes o mejores. Cuando les hablan de los avances en las ciencias y la tecnología, o de las posibilidades nuevas en el desarrollo de la pedagogía, el corolario a la información brindada es: "esto es en otros lugares; acá, eso no se puede". Se podría decir que se trata de un realismo paralizante que proviene tal vez de la pobre formación de los docentes y de sus dificultades para comunicar contenidos de nivel superior a los estudiantes, lo que redunda en una generalizada falta de expectativas. El docente de educación superior no espera mucho de sus alumnos, y éstos, a su vez, no esperan mucho de los escolares a los cuales llegarán a enseñar. Algunos docentes tienen una formación académica bastante pobre. Tienen dificultades para leer e interpretar o resumir textos, así como para comunicar conceptos con sus propias palabras. Por lo general lo que hacen es citar textualmente algunos autores y algunas veces lo hacen fuera de contexto y de manera bastante confusa. Tales docentes difícilmente pueden transmitir conocimientos de manera abierta y fluida porque ellos mismos tienen una relación rígida con el conocimiento. Más que un aliado o una herramienta, éste se convierte en autoridad o dogma y en un bien que otorga autoridad, prestigio y poder. Fueron pocos 121 122 los docentes a quienes vimos compartir generosamente sus materiales conlos alumnos. Lo corriente es que no se estimule la lectura ni tampoco las preguntas en clases. Ciertamente hay excepciones, pero inclusive en aquellos que tienen una actitud diferente, los límites del medio se notan y sobre todo la falta de rompimiento con métodos y concepciones tradicionales sobre la enseñanza. Una queja frecuente en los estudiantes fue la ausencia de retroalimentación de parte de sus profesores, particularmente para el caso de los trabajos escritos y los exámenes, para los cuales los criterios de evaluación nunca eran claramente establecidos, y parecían entonces bastante arbitrarios o irracionales. Parte del problema del desempeño pobre de los docentes es tal vez que no existen mecanismos efectivos de evaluación de lo que ocurre en las aulas. Las autoridades cumplen una función sobre todo administrativa, más que vigilante del nivel de calidad en las clases. Más allá de la hoja de firmas, no hay mecanismos efectivos para dar cuenta de la presencia o ausencia de los profesores en clase. De un total de 98 horas de clases observadas, solamente 28 fueron dedicadas al efectivo dictado de clases de parte del docente. Durante el resto, éste no asistió (30 horas), o sólo asignó tareas a los estudiantes sin mayor supervisión o acompañamiento, o fueron horas dedicadas a la exposición de temas asignados por el profesor, sin que este participara. Mucho del tiempo se fue en descansos largos a mitad de las clases, o en tardanzas o finales de clase adelantados. La segunda conclusión, que está muy vinculada a la anterior, es que la enseñanza de nivel superior para la formación docente pareciera estar quedándose vacía de contenidos concretos que permitan la adquisición y el desarrollo de habilidades y técnicas específicas para la enseñanza. Hay habilidades mínimas que no se desarrollan precisamente porque no pareciera existir un perfil claro del maestro como profesional. Lo que predomina en los contenidos de las clases, y lo que parece quedar en la mente de los estudiantes, es más bien una consigna que los llama a convertirse en protectores y amigos de los escolares, pero para cuya realización tampoco se les dota de recursos adecuados. Hay diferencias importantes en la formación brindada a los estudiantes de especialidades de secundaria y la de primaria, principalmente porque para las especialidades de secundaria hay contenidos específicos relativos a la especialidad (matemáticas, historia, lengua y literatura, etc.), que pueden eludirse con mayor dificultad. Para el caso de la especialidad de primaria, sin embargo, esto es diferente. De acuerdo a lo observado los cursos en los que deberían recibir formación para la transmisión de conocimientos en ciencias, matemáticas, lenguaje o historia, entre otros, son bastante pobres, de modo que los estudiantes no reciben una formación solvente en estas materias. Posiblemente, el mejor recurso que tendrán los futuros maestros al enfrentar a sus alumnos cuando trabajen, será la repetición de los textos escolares, y el uso ocasional de los materiales que aprendieron a elaborar. Por otra parte, si bien en el currículum y planes de estudio hay lugar para el aprendizaje de técnicas de enseñanza y de teoría pedagógica, durante las clases se pudo observar la gran dificultad de los profesores 122 123 de estos cursos para comunicar efectivamente tales teorías y su utilidad para la enseñanza, convirtiéndose en cursos antipáticos e incomprensibles para los alumnos. Más que herramientas útiles o nociones claras, lo que los estudiantes obtienen de tales cursos es una terminología confusa que no llegan a comprender y menos manejar para su beneficio. Por ello, terminan por no valorar la importancia de la teoría pedagógica o las técnicas de enseñanza, ya que les son presentadas como ajenas a la realidad y a la práctica docente de sus propios maestros. Tampoco la obtención de conocimientos pareciera ser muy valorada o considerada como una necesidad, mientras que lo que adquiere mayor importancia para ellos -- en términos de tiempo invertido, dinero y dedicación -- son los cursos en los cuales aprenden cosas concretas para usar en el aula, como materiales didácticos (cajas, láminas, formas geométricas, etc.), canciones, danzas folclóricas, etc. (esta última habilidad tiene además importantes resonancias ideológicas respecto al papel de la escuela como formadora de sentimientos patrióticos o nacionalistas en los niños). Así, los estudiantes de pedagogía salen a trabajar armados básicamente de su sentido común e inteligencia para lidiar con sus clases, y sin tener una idea muy clara de lo que están dejando de adquirir. Tanto en los planes de estudios como en las clases observadas no hay referencias a las particularidades del aprendizaje de niños y niñas de acuerdo a su edad. Se repite frecuentemente que el maestro debe saber identificar las particularidades de la comunidad en la que trabaja, pero no se le dota de recursos eficaces para ese conocimiento, ni se trata en las clases el carácter multicultural del país. No hay tampoco referencias o conciencia de la importancia de hacer que la escuela sea un lugar para el desarrollo igualitario entre hombres y mujeres. Lo mismo ocurre con las particularidades culturales del país, pues al tocarse el tema no se piensa en esta diversidad como un valor, sino como un problema que conduce a la discriminación. Más que a contenidos específicos relativos a los cursos, los alumnos son expuestos a la repetición frecuente de las características personales que debe tener el maestro para cumplir su rol como agente social activo en las comunidades en las que trabaje. De acuerdo a lo que detectado entre los docentes y estudiantes entrevistados (docentes y estudiantes), el modelo del maestro amigo de los niños, miembro activo de la comunidad y consejero de los padres, requiere sobre todo de personas cariñosas, pacientes y bien dispuestas a comprometerse con esta misión, más que de habilidades profesionales. Por otra parte, los estudiantes son instruidos en que su labor será tanto más valiosa si se dedican a atender a los niños más pobres que viven en las zonas urbano marginales o en las provincias y zonas rurales. Finalmente, es bastante fuerte la idea de que la práctica será la principal escuela de aprendizaje para ellos. La presencia de estas ideas en la formación docente no sería problemática si es que además los futuros maestros recibieran otro tipo de contenidos formativos que hicieran más provechoso su paso de cuatro o cinco años por instituciones de educación superior. La tercera conclusión puede tal vez ayudar a entender mejor las dos anteriores y es que, salvo muy pocas excepciones, las diversas corrientes pedagógicas contemporáneas no han circulado de manera consistente 123 124 en las instituciones formadoras de maestros. Su divulgación ha sido más bien superficial y simplificada, y lo que en verdad opera en la práctica es una concepción tradicional del ejercicio docente. Esta situación puede atribuirse a diversas causas. Una de las más importantes es que, después de la crítica a la pedagogía tradicional iniciada en los años 70 con el proceso de Reforma de la Educación no hubo un reemplazo efectivo de otras aproximaciones teóricas a la enseñanza, porque las formas en las que éstas se divulgaron fueron las tradicionales. Es decir, que a pesar del concurso de muchos especialistas y de intensas jornadas de capacitación, el esperado efecto de cascada no ocurrió. Entonces, el intento de renovar la enseñanza se llevó a cabo en muchos lugares usando los mismos métodos memorísticos y autoritarios, lo que llevó a que contenidos potencialmente renovadores fueran mutilados y que su uso fuera más bien contraproducente, pues se sustituyó una terminología por otra, sin que el cuestionamiento a la filosofía de la pedagogía tradicional fuera efectivamente asimilado. Muchos de quienes ahora enseñan en instituciones de formación magisterial estuvieron entonces expuestos a una prédica que cuestionaba la pedagogía tradicional en el discurso, pero no recibieron ni desarrollaron recursos ni herramientas para sustituirlas efectivamente por otra forma de enseñar. Lo que ha ocurrido entonces es que los contenidos de esas nuevas corrientes se han simplificado hasta el punto de perder totalmente su sentido primordial. La otra posible razón, tal vez la más importante, por las cuales no las teorías y técnicas pedagógicas que buscan el desarrollo de los individuos no han tenido éxito hasta ahora, es que en esta sociedad las ideas democráticas no son aún valores asumidos por todas las personas. En las instituciones limeñas de formación docente observadas en 1995 hay maltrato verbal, aunque sutil, a los alumnos. Los profesores recurren a su poder, y no a su calidad profesional, para imponer su autoridad sobre sus estudiantes. Desde una postura de aparente solidaridad y simpatía por los pobres, se habla de ellos como seres inferiores condenados a reproducir su lugar en la sociedad. La relación con los libros y la investigación es distante y considerada como el privilegio de unos pocos. En general no se espera nada de los estudiantes, salvo que cumplan con las formalidades que se les encomiendan para cumplir con el requisito de tener una nota. Sus preguntas o inquietudes no son esperadas o valoradas, y menos aún estimuladas. Los meses de observación en estas instituciones y la constatación de la profundidad de la crisis y la gravedad de lo que allí ocurre llevan a la convicción de lo urgente que es iniciar los pasos para una transformación sustancial de esta situación. La información recogida en ese mismo proceso, sumada a las otras fuentes utilizadas para este estudio, permiten también vislumbrar la magnitud de la tarea, cuyos logros recién se vislumbrarán en el mediano y largo plazos. 124 125 II. Algunos aspectos específicos que requieren especial atención Los currículos El Ministerio de Educación aprobó en 1985 una nueva estructura curricular básica para la formación magisterial que, como lo dice su propia presentación, "contiene las orientaciones generales del trabajo curricular, a desarrollarse en los Institutos Superiores Pedagógicos". En muchas discusiones actuales sobre las necesidades de capacitación y actualización docente se da por descontado que los programas de formación docente no están proveyendo ni van a proveer a los maestros con las destrezas necesarias. Recientes esfuerzos importantes como el de PLANCAD tuvieron que dedicarse a intentar desarrollar destrezas básicas de enseñanza que los maestros deberían estar aprendiendo durante su formación inicial. Las prácticas pedagógicas observables en las aulas de formación magisterial no reflejan el currículo propuesto por el Ministerio. Aunque es común criticar este currículo, el estudio sugiere que es la manera como se aplica, más que el currículo mismo, lo que es defectuoso. No se descarta la necesidad de mejorarlo, pero debe quedar claro que lo que sucede en las aulas no cambiará fácilmente con la elaboración, publicación y difusión de un documento alternativo. Las observaciones de aula realizadas mostraron la ausencia de todos los elementos de una buena enseñanza resaltados en la primera sección de este informe. No se enseña teoría ni práctica, y el "dictado" suele ser confuso, carente de objetivos y secuencia. No hay syllabus disponibles, y no parece haber conexión entre una sesión de clase y la siguiente o la anterior. No se notó ningún esfuerzo por realizar evaluaciones de tipo formativo. En el currículo debería incluirse un curso vinculado directamente a la enseñanza de la lectura y la escritura. Esa necesidad es especialmente fuerte ahora que los nuevos lineamientos sugieren enfoques y métodos novedosos para el aprendizaje de la lectoescritura. También convendría añadir un curso para los futuros profesores de secundaria sobre las destrezas de lectura y de redacción que se requieren en ese nivel. No vendría mal un taller o seminario para que los mismos estudiantes de pedagogía mejoren sus habilidades en este terreno y que se proveyera lineamientos que aseguren que en todos los cursos se insista en este aspecto. Aunque en el curso de Tecnología Educativa se debe tratar el asunto de la evaluación formativa, pocos maestros parecen utilizar esas técnicas en sus aulas, y posiblemente no tuvieron experiencia con ella durante su formación. 125 126 En este, como en otros aspectos, parece que los maestros de inicial y de educación especial están más al tanto de las actuales innovaciones. Es posible que sus programas de formación los dote mejor de las actitudes y teorías pedagógicas necesarias para mejorar la educación primaria, y podría considerarse un rol para ellos en ese proceso. Aunque las cuestiones de planificación, programación y manejo de aula tienen un espacio en el currículo vigente, parecería, a partir de lo observado, que deben ser más enfatizadas tanto en los cursos como en las prácticas pre-profesionales. Si bien el currículo incluye seminarios de investigación, la manera como típicamente enseñan los docentes de las IFMs no promueven el pensamiento crítico ni el cuestionamiento, ni la actitud de "aprender a aprender". No parecen haber espacios ni sugerencias en el currículo sobre el tratamiento de cuestiones interculturales, ni de cuestiones de género, ni sobre los problemas que se enfrentan cuando los pupilos tienen distintos idiomas maternos. Por último, parecería que el currículo está muy centralizado y que no se diversifica incluso dentro de los márgenes permitidos por el Ministerio. Se preguntó a los directores de los ISPs y Facultades de Educación en qué aspectos se diferenciaba el programa curricular de su institución de la mencionada estructura curricular básica (ECB). 28% de los directores optaron por no responder a ese ítem o dieron una respuesta poco inteligible o pertinente. 31% manifestó que su institución se ceñía estrictamente a lo sugerido por dicha ECB ("en nada", "se sigue aplicando" o "la dirección regional impone la estricta aplicación a pesar de reiteradas peticiones de flexibilización para una mejor adecuación"), mientras que 5% declaró que sí se hacían cambios, sin especificar su naturaleza ("sólo se ha hecho algunas adaptaciones"). Las respuestas del tercio restante fueron también poco específicas, pero pueden clasificarse gruesamente como sigue: Ajustes a "su realidad" (de los alumnos y/o de la región Cambios en las secuencias de los cursos Más o más tempranas prácticas Introducción de cursos específicos/electivos Mayor o menor peso a ciertas áreas curriculares Actualización de los contenidos de ciertos cursos Mayor énfasis en formación religiosa Otros 27% 10% 6% 17% 11% 19% 10% 1% 126 127 En este punto, como en muchos otros planteados como preguntas abiertas, las respuestas son muy ambiguas, al extremo que no cabe sino preguntarse qué tanto de realidad hay en lo expresado. Expresiones tales como "se ha adaptado a las necesidades de la región", "se han incrementado los conocimientos actualizados" o "se ha modificado los contenidos de todas las asignaturas, acorde con los adelantos científicos, tecnológicos y técnico-pedagógicos, teniendo en cuenta las características psico-bio-sociales del poblador de la región" son las que más abundan y las que menos logran comunicar algo sustantivo sobre lo preguntado. Ahora bien, que los directores no hayan introducido recientemente cambios con respecto a la ECB no significa que la consideren del todo apropiada. Casi todos tienen algunas propuestas al respecto, algunas más específicas que otras. Ellas pueden gruesamente ordenarse, reflejando la frecuencia con que son mencionadas, de la manera siguiente: - Modificaciones en la cantidad y secuencia de algunos cursos, incluyendo la exigencia inflexible de pre-requisitos y la racionalización de contenidos que se repiten en varias asignaturas Modernización o actualización de contenidos, sin especificar Modificación del peso de las distintas áreas curriculares Más, mejor supervisadas y más tempranas prácticas Adecuación a la realidad regional o local Mayor énfasis en la investigación Introducción o refuerzo de cursos de computación e informática Orientación general más aplicada, énfasis en didáctica, cursos menos "teóricos" Redistribución del peso relativo de las distintas áreas curriculares Introducción o refuerzo de cursos de ecología y recursos naturales Fortalecimiento de la formación en valores Introducción o refuerzo de la enseñanza de lenguas nativas y programas bilingües Otras sugerencias realizadas por algunos pocos directores incluyen: - Reforzamiento de competencias básicas que no se adquirieron en la escuela (lenguaje, lectura, matemáticas Formación para la gestión y/o para la producción Mayor contacto con la comunidad Cambios en sistemas de evaluación y en la enseñanza de la evaluación Mayor flexibilidad en la selección de contenidos El nivel de exigencia 127 128 La mitad de los docentes declara pedir a sus alumnos que lean un máximo de tres libros por curso. Lo más frecuente es que pidan que lean dos, aunque no faltan quienes afirman exigir la lectura de 10 o más textos. También les piden que lean artículos o "separatas": la mitad de los docentes piden la revisión de 4 o menos de los primeros y hasta 2 de las segundas. En promedio estiman ellos que 55% de los alumnos leen todo y que hay un 19% que lee poco o nada de lo indicado. No habría diferencias notables en este sentido entre los alumnos de los profesores más o menos "exigentes" en lo que respecta a la asignación de bibliografía para sus cursos. Sin embargo, hay razones para pensar que tanto el nivel de exigencia de los docentes como el cumplimiento de los alumnos estén siendo sobreestimados. Observaciones tanto en aulas de IFMs como en eventos donde participan tanto estudiantes de Educación como docentes en ejercicio, así como la pertinencia de las respuestas a algunas preguntas de la encuesta, dan pie para plantear como hipótesis que en las IFMs se lee muy poco y, además, no se lee bien y de manera comprensiva. No es inusual, incluso, el observar dificultades con la lectura silenciosa. De diversas exposiciones orales realizadas por alumnos en las aulas observadas, así como de la revisión de "trabajos de investigación" presentados en cumplimiento de algunos cursos, resulta evidente que los alumnos tienen grandes dificultades para identificar ideas centrales de un texto y resumirlas. Generalmente copian textualmente párrafos extraídos de un par de fuentes (frecuentemente incurriendo en errores ortográficos en la transcripción) y los articulan de manera bastante rudimentaria, sin mayor análisis o interpretación. En el caso de las respuestas dadas por directores y docentes de las IFMs a los cuestionarios para este estudio, preguntas que demandaban una respuesta específica recibieron con mucha frecuencia respuestas estereotipadas y sumamente breves, y no pocas casi ininteligibles. Incluso cuestiones formales tales como ortografía y puntuación dejaban bastante que desear. Parte de las dificultades que tienen los docentes para estimular eficazmente un mejor desempeño académico por parte de sus alumnos puede deberse a que los profesores no leen mucho ellos mismos. Puede ser que en el pasado las cosas hayan sido diferentes, y que la lectura alguna vez fuera parte de la vida cotidiana y profesional de todo maestro. Pero en los últimos años los costos de publicaciones se han incrementado notoriamente, a la vez que se reducía la capacidad de compra de los profesionales y de las instituciones mismas, y, más que antes, se tuvo que recurrir a los empleos múltiples para asegurar la supervivencia familiar. El poco tiempo disponible para preparar clases se redujo más y también atenta contra la posibilidad de revisar bibliografía, aun si ésta estuviera disponible. El dictado de clases se hace muchas veces en base a notas en papel amarillado por el tiempo, y muy rara vez los profesores mencionan la autoría de alguna idea o teoría expuesta a los alumnos. En el cuestionario respondido por los 372 docentes de IFMs ellos escogieron un máximo de tres títulos que recomendarían para ser leídos por todos los estudiantes de la institución. Sólo 58% del total de docentes pudo hacer tres sugerencias, y hubo algunos pocos que escasamente pudieron ofrecer una. Muchas de las lecturas propuestas se tratan posiblemente del texto que el docente usa o desearía poder usar para enseñar su curso. Frecuentemente se trata de un texto correspondiente a una especialidad y que difícilmente podría 128 129 justificarse como recomendación principal para todo el alumnado (v.gr., Diccionario de Lingüística, La Geografía como Sistema, Matemáticas Básicas I, Cómo Resolver Problemas de Física, Principios de la Anatomía Humana, etc.). El conjunto de recomendaciones permitió reunir una lista de algo más de 800 títulos, de los cuales sólo 200 estaban repetidos -- aunque no muchas veces (el libro más frecuentemente mencionado fue propuesto por 16 docentes). La dispersión es grande, y no parece haber textos "esenciales" consagrados, aunque sea temporalmente, como lecturas generales recomendables para todo futuro maestro. Las tres lecturas que recibieron el mayor número de menciones fueron los Siete Ensayos de Mariátegui, El Hombre Mediocre de Ingenieros y el Quijote de Cervantes. Aunque sin duda todos estos clásicos contienen reflexiones pertinentes dignas de enriquecer la formación de cualquier profesional peruano, es sintomático que sólo en cuarto lugar, con diez menciones cada uno, aparezcan dos libros enfocados principalmente sobre lo educativo (la Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire y Educación, un enfoque integral, de Jorge Capella). Luego, con 8 menciones cada uno, y en quinto lugar, aparecen la Biblia y el Ensayo de Escuela Nueva en el Perú de José Antonio Encinas. Por último, el sexto lugar también está ocupado por un título aparentemente pertinente como texto fundamental: Hacia una Didáctica General Dinámica de Imideo Nerici. Luego de estos siete títulos aparece una enorme variedad de textos, algunos de las cuales sí podrían calificar como "lecturas esenciales" y otros responder a las percepciones de un docente sobre cuáles son los principales vacíos en la formación o cultura general de los alumnos de su institución (muchos libros de lenguaje y gramática, por ejemplo), pero incluyendo también muchos que sólo serían de interés para un grupo pequeño de estudiantes, como los antes mencionados. Buen número de libros, sobre todo los abundantes textos literarios incluidos en la lista, son textos clásicos de lectura obligatoria en la secundaria. No puede descartarse que estén allí quizás por ser los únicos que recuerden de manera inmediata los docentes de las IFMs. Otros, más que "lecturas recomendables", son textos de referencia de potencial utilidad solo para primeros acercamientos a un tema, tales como Diccionarios, Enciclopedias y hasta el Almanaque Mundial. Es preocupante también que aparezcan muy pocos de los textos producidos en años recientes en el país como resultado de investigaciones de campo, pese a que el listado denota una preocupación sobre el desarrollo de la capacidad de investigación educacional entre el alumnado. Una cuarta característica del listado de lecturas sugeridas parece ser la relativa antigüedad de las publicaciones; sólo una cuarta parte de los títulos habrían sido editados después de 1980. Si bien los docentes formadores reconocen la habilidad de lectura como una herramienta importante en la formación de los futuros docentes, no parecen tener ellos mismos una relación con la lectura ni técnicas apropiadas como para motivar y guiar a sus alumnos en el desarrollo de esa capacidad. Los directores y su rol en la supervisión y orientación pedagógica 129 130 Poco más de la mitad de los docentes de las IFMs, tanto públicas como privadas, declara haber sido observado por un supervisor (principalmente el director o subdirector o el jefe de un departamento) durante alguna o más horas de clase a lo largo del año 1995. Casi todos ellos tuvieron oportunidad de conversar luego con el supervisor y encontraron útil dicha conversación. Ante la pregunta "¿Porqué le fue útil la observación?" gran parte de las respuestas refleja una actitud bastante positiva hacia la supervisión. Este hecho contrasta con una corriente de opinión más o menos generalizada sobre que en el Perú (como en muchos otros países del mundo) la supervisión es vista principalmente como método de control o evaluación, siendo ambos procesos de gestión poco valorados por nuestra cultura escolar. Este hallazgo puede estar señalando el inicio de un cambio de actitud o simplemente reflejar cambios en el discurso, aún no del todo "internalizado" por quienes lo enuncian. En apoyo de esta última hipótesis puede señalarse el alto grado de generalidad de muchas de las respuestas positivas y el relativamente alto número de personas que en lugar de explicar porqué le fue útil la supervisión procedió a explicar porqué lo supervisaron en primer lugar, procurando despejar cualquier sospecha de que fue observado porque estaba en falta o tenía algún problema en particular. Las 210 respuestas más o menos pertinentes recogidas pueden clasificarse de la siguiente manera: Oportunidad de comunicación, intercambio de ideas, diálogo, participación Oportunidad de fortalecer confianza en la propia capacidad Resultó estimulante o motivador de mejoría en términos generales Se recibió apoyo, recomendaciones o sugerencias específicas Permitió IDENTIFICAR problemas, limitaciones, deficiencias, errores Permitió SUPERAR limitaciones, deficiencias, corregir errores Porque estaba previsto, es una norma, permite verificar avance programa Otros 18% 6% 18% 9% 11% 12% 20% 5% Particularmente destacable es que tantos docentes vean la supervisión interna como una oportunidad (escasa?) de diálogo y de intercambio de ideas, así como también como una oportunidad de fortalecer su autoestima -- estos últimos en particular fueron bastante específicos al describir lo que sucedió en su conversación posterior con el supervisor ("me felicitó sobre la sesión conducida", "porque es alentador escuchar las opiniones de otras personas, sobre todo si son favorables"). Sin embargo, si la actitud hacia la supervisión --y si la manera en que ésta efectivamente se practica-- fueran tan positivas como lo sugiere de primera impresión el conjunto de las respuestas, se esperaría encontrar un mayor número de encuestados que al referirse al tipo de sugerencia, estímulo o apoyo recibido para mejorar su práctica, hubiera dado respuestas tan específicas como las mencionadas líneas arribas, en lugar de frases más generales tales como "permitieron mejorar el trabajo educativo" o "para superar la calidad del servicio". Abona a la hipótesis de que aún falta mucho por cambiar en esta área el hecho de que el grupo más grande es el conformado por quienes se apresuraron a "excusar" el hecho de haber sido observados, refiriéndose a 130 131 que es parte del programa anual de la institución, que es algo rutinario, o que es parte de las funciones del director. También confirma la impresión general de que la observación en aula es aún una práctica no totalmente legitimada entre los mismos docentes la revisión de las razones ofrecidas gratuitamente por los docentes que no fueron observados para explicar (o justificar) porqué no lo fueron. Algunas de esas respuestas reflejan la sobrevivencia de concepciones obsoletas sobre el tema, que enfatizan el aspecto "fiscalizador" de la supervisión. Esto es altamente inconsistente con el rol crucial que debería tener el personal directivo y la función de supervisión en el mejoramiento de la calidad de la formación, tanto en las aulas escolares como en las de formación magisterial. Otras explicaciones reflejan simplemente la debilidad de la organización para ejecutar acciones necesarias pero complejas. Por último, unos pocos presentan procedimientos alternativos de "promoción de calidad" que algunos consideran más consistentes con una autonomía docente deseable y con estilos más colectivos de formación continua. Las respuestas originales pueden ser clasificadas convenientemente tal como figuran en la tabla siguiente. __________________________________________________________________________ Razones ofrecidas por algunos docentes de IFMs para explicar el no haber sido observados en sus aulas por los directivos de su institución __________________________________________________________________________ No es política institucional 15 Es cuestión de confianza 11 Solo es necesaria cuando hay problemas 5 Hay otras maneras de evaluar (observación=evaluación) 4 No se programó 10 Falta de personal y/o tiempo 18 Cambios y/o inestabilidad organizacional 9 No se cumple (lo quizás planificado) 7 Por cuestión de jerarquías 2 Otros 11 No sabe la razón 13 Los docentes de una institución declararon que la observación de aula por parte de los directivos no era política de la institución ("no corresponde a su orientación pedagógica"). Algunos de ellos informaron sobre la vigencia de una práctica alternativa a la supervisión tradicional: la auto-evaluación grupal. Si bien esto es algo prometedor como mecanismo de formación profesional continua, y sería interesante saber en cuántas instituciones se realiza ese u otro tipo de mecanismo de promoción y/o control de calidad de la formación, parecería estar vigente una concepción particular de la autonomía de los docentes que inhibe a las autoridades de observar directamente el ejercicio pedagógico. Se estaría en esos casos pasando quizás por alto el efecto estimulante sobre el desempeño de ese docente que puede producir el interés manifiesto de los directores en conocer más de cerca su trabajo, así como renunciando a la posibilidad de que el director, que debería ser una persona con más experiencia y conocimientos pedagógicos y un líder de la formación en la institución, pueda proveer una orientación pedagógica focalizada en los logros y problemas específicos que ese docente confronta. 131 132 Las prácticas profesionales El currículo vigente requiere que los estudiantes tengan la oportunidad de aplicar los elementos teóricos y técnico-pedagógicos aprehendidos durante sus primeros años de estudios a situaciones concretas del trabajo docente mediante la realización de prácticas pre-profesionales. La estructura curricular básica ECB prevé su inicio desde el quinto semestre académico, con tres horas semanales que se incrementarían muy gradualmente cada año. Solo en el último semestre se daría una fuerte inmersión en la escuela, con 18 horas semanales, casi una carga completa. En la realidad, hay muy pocas oportunidades de practicar seriamente hasta ese momento final, y no todos los alumnos llegan a tener una experiencia realmente útil para su formación cuando las efectúan. Realizar bien las prácticas hoy en día supone las más de las veces confrontar una serie de problemas, por no estar aún suficientemente institucionalizadas en nuestro medio. Hay instituciones bastante prestigiosas cuyos alumnos no reciben otra supervisión durante sus prácticas que la que pueda darle voluntariamente un docente cualquiera en el colegio que le dio facilidades para practicar. Alumnas de otra institución considerada generalmente como modelo de excelencia en el ámbito local realizan prácticas en escuelas cuyos maestros "cooperantes" aprovechan la presencia del estudiante-docente para realizar sus tareas administrativas, para salir de la escuela, o simplemente para descansar. Pocas IFMs tienen objetivos y regulaciones claras para la realización de las prácticas, y no se han organizado adecuadamente para ellas. La primera evidencia de ello es que aunque 86 de las 118 IFMs encuestadas declararon tener una relación especial con algún centro escolar, sólo 62 pudieron especificar la naturaleza del vínculo. 26 de ellas tienen su "propia" escuela de aplicación, mientras que otras 30 tienen convenios o están asociados de alguna manera formal a algún colegio. Otras 6 definieron la relación como cercana, amical o tradicional. Entre los principales problemas que afectan la viabilidad y la calidad de esas prácticas, los directores mencionan en primer lugar la falta de receptividad y apoyo de los directores y docentes de los centros escolares donde se realizan (o podrían realizarse) dichas prácticas. Los maestros de aula se resisten a ser observados o a orientar al alumno practicante, por temor, desconfianza o simple indiferencia. Algunas autoridades centran el problema, más que en la falta de voluntad de colaboración, en la mala preparación de los maestros de escuela, muchos de ellos intitulados, que les impide asumir el rol de reales colaboradores en el proceso de formación de los nuevos docentes. No faltan algunos otros que hacen referencia a la mala preparación de los propios practicantes, tanto en calificaciones básicas como en el desarrollo de habilidades mínimas de enseñanza. Los maestros de escuela no estarían dispuestos a "perder el tiempo" con personas tan mal preparadas. 132 133 Un cuarto grupo de directores reconoce la insuficiente organización de la IFM para el desarrollo de las prácticas: no hay suficientes docentes con tiempo y preparación para supervisarlas, no hay recursos materiales para contratar a profesores para que se dediquen a ello o para cubrir los costos de traslado de los estudiantes y sus supervisores a los escuelas de aplicación o para "incentivar" a los maestros de las escuelas. Por último, algunos mencionan las difíciles condiciones de infraestructura, equipamiento y dotación de materiales de los centros escolares aledaños, situación que desincentiva a los estudiantes y a las IFMs de utilizarlos para mejorar el proceso de formación de los futuros maestros. Frente a estos problemas, son diversas las sugerencias ofrecidas por los mismos directores respecto a cambios que deberían introducirse en las normas vigentes referidas a las prácticas. Muchos proponen, por ejemplo, mecanismos que obliguen o incentiven a los colegios a aceptar y apoyar a practicantes de las IFMs. Algunos incluso proponen que los colegios cercanos a los institutos o Facultades deben convertirse "automáticamente" en escuelas experimentales de aplicación, de modo que todas las IFMs cuenten con su "propia" escuela de aplicación. Con mucho mayor énfasis y con casi idéntica insistencia se propone por un lado que se asigne más horas curriculares a las prácticas y, por otro, que se mejore la supervisión de las mismas, tanto por parte de los docentes de las escuelas cooperantes como por profesores de la IFM. Esto último podría lograrse formando equipos de docentes-supervisores en los institutos y facultades, reduciendo el número de alumnos que cada uno tiene a su cargo y liberándolos parcial o totalmente de otras cargas lectivas, a la vez que mejorando la relación con las escuelas participantes. En lo referente a la intensidad de las prácticas, la mayor parte de las recomendaciones se refiere a un mayor número de semanas o sesiones o a que la práctica final se realice en un semestre en el cual el estudiantepracticante no tenga otros cursos, de manera de poder dedicarse a ella de manera más integral. Hay un grupo de directores que insiste en el inicio más temprano de las prácticas, incluso "desde el primer semestre" de estudios. Ese grupo es algo más pequeño que lo anticipado por los responsables de este estudio, visto el énfasis que se da a esta propuesta en muchos lugares del mundo85 y en los grupos más activos de reformadores locales. Quizás se considera que son muchas las dificultades por superar hasta que se pueda hacer buenas prácticas en buenas escuelas y con buena supervisión. Pretender que todos los alumnos de la IFM puedan realizar alguna forma de práctica a lo largo de toda la carrera se percibe como 85 Existen propuestas en muchos lugares del mundo de adaptar el modelo de la formación profesional de los estudiantes de Medicina, quienes empiezan a tener contacto con pacientes, sus familias y los hospitales desde sus primeros años de formación, asumiendo responsabilidades directas poco a poco bajo estrecha supervisión de internos, residentes y médicos de turno. Debe tomarse en cuenta, no obstante, que antes de entrar a la escuela de Medicina, los futuros galenos suelen cursar cuatro años de bachillerato en ciencias y que en muchos países la educación escolar es algo más prolongada que en el Perú. Así, los estudiantes de los primeros años de la carrera de Medicina (post-bachillerato) suelen ser bastante mayores y haber tenido una formación general previa bastante más prolongada. 133 134 un problema logístico y pedagógico que excede las capacidades reales de las instituciones, tal como están organizadas hasta ahora. Muchos directores se limitan a reclamar normas o guías claras sobre las prácticas, ya sea provenientes del Ministerio, de un ente intermedio regional o local, o de su propia institución, o cambios específicos en algunos procedimientos (por ejemplo, la manera como se debe evaluar las prácticas o que durante el tiempo de las mismas se puedan llevar algunos cursos a distancia de manera de no retrasar la graduación, etc.). Es sabido que muchas Facultades e ISPs no tienen reglamentos internos al respecto y que hay excesiva flexibilidad al respecto, pero tampoco hay materiales ni preparación especial para que los docentes de las IFMs puedan proceder a organizarse mejor para su participación y contribución positiva a esas actividades. No faltan directores que simplemente responden "que sean obligatorias", lo cual confirma lo poco institucionalizadas que están hasta la fecha. Se sugiere también que las prácticas se estructuren de manera similar a la de los servicios rurales y urbano marginales (SERUM) que deben prestar forzosamente los estudiantes de ciertas carreras antes de recibir el grado o título respectivo, período durante el cual reciben una remuneración que hace factible su sostenimiento. Asimismo, algunos directores mencionan que una buena práctica requiere una mejor formación teórica y aplicada que la que se da corrientemente en las IFMs, por lo cual se llama a una profunda reforma curricular y metodológica. Por último, para poder evaluar los resultados de todo ese entrenamiento, se propone que intervengan observadores externos o un jurado durante el desarrollo de una clase demostrativa, que podría ser parte importante del calificativo final del estudiante de Educación o incluso sustituir a un examen de grado. Innovaciones Como se mencionó anteriormente, muchos docentes de IFMs coinciden en señalar como los rasgos más importantes de un buen formador de maestros la creatividad, el liderazgo y la capacidad de innovación. Esto difícilmente se condice con lo observado en aulas de formación docente quizás representativas de buena parte de ellas. Quizás se entienda por innovación la gran capacidad de improvisación que demuestran quienes, desprovistos de cualquier otro recurso para su labor de formadores que no sean sus propias inteligencias y sus experiencias personales como maestros de escuela, acometen la tarea de educar a otros maestros. Pero ese tipo de ingenio, si bien permite sobrevivir, difícilmente producirá los cambios en maneras de enseñar y aprender que se deben primero pensar, luego experimentar, evaluar y mejorar hasta que se transformen en nuevas prácticas en el aula propia y en la ajena. Por otro lado, que se consideren esos los rasgos más importantes no significa que se les considere que abundan. 134 135 Cuando se pregunta a los directores si en los dos años anteriores se ha desarrollado algún programa innovativo en su institución sólo 40% de ellos responden afirmativamente. Más aun, las descripciones ofrecidas de dichos programas -- casi siempre de manera sumamente escueta y poco precisa -- sugieren la fuerte probabilidad de que la mayor parte sean efectivamente actividades "novedosas" para la institución, pero no tengan necesariamente algún elemento que pueda redundar en una renovación de las prácticas pedagógicas más tradicionales, que es lo que realmente interesaría identificar y registrar. Por ejemplo, casi la mitad de las "innovaciones" descritas parecen ser nuevos cursos, planes de estudios, talleres, seminarios, etc.86, pero no presentan evidencia alguna de ser "de nuevo cuño". Otra cuarta parte, sin embargo, consiste en nuevos cursos o programas que sí parecen contener un elemento innovador, ya sea porque responden a un diagnóstico de una necesidad formativa específica de los estudiantes y docentes de la misma institución (como, por ejemplo, el requerimiento de cursos de lengua en todos los ciclos de estudio), porque se conoce el potencial renovador del tipo de curso o programa mencionado, o porque los directores mismos proporcionan evidencia del aporte innovador del mismo. Entre esas innovaciones se han considerado, por ejemplo, la participación de la IFM en el Plan Nacional de Capacitación Docente (PLANCAD) del Programa de Mejoramiento de la Calidad de la Educación Primaria (MECEP) y la capacitación del cuerpo docente en el nuevo programa de articulación curricular primaria promovido por el Ministerio de Educación, con el cual se está buscando introducir el enfoque constructivista y métodos más activos de aprendizaje en las aulas peruanas. También pueden considerarse potencialmente innovadoras las actividades vinculadas a programas experimentales como el Proyecto Escuela, Ecología y Comunidad Campesina, programas de Educación Bilingüe Intercultural, etc.. Alguna IFM menciona su participación en el concurso organizado por el Ministerio que requirió la formulación de un programa de desarrollo institucional, conforme a lineamientos que equivalen a un planeamiento de mediano plazo muy inusual en nuestro medio. Unas pocas instituciones han modificado la currícula para realizar prácticas en aula más temprano o con mayor intensidad o han logrado por fin tener un centro de aplicación. Otras realizan actividades de proyección comunal que, bien aprovechadas, pueden tener incidencia en el proceso formativo (como la provisión de tutoría a escolares pobres durante las vacaciones escolares), un par ha iniciado un proyecto productivo y alguna ha elevado los requisitos para la titulación. 86 Algunos de ellos brindados a los propios alumnos de la IFM, otros ofrecidos a docentes en ejercicio o a la comunidad en general. 135 136 Dados los límites de la encuesta en este y otros aspectos, sería importante identificar más exhaustivamente las actividades más innovadoras que se están dando actualmente en las IFMs y en algunas ONGs que trabajan en capacitación de docentes, utilizando enfoques nuevos, más cercanos a lo que se consideraría una pedagogía deseable. 6. PROPUESTAS PARA MEJORAR LA FORMACIÓN MAGISTERIAL Propuestas desde las Instituciones de Formación Magisterial Se solicitó a docentes y directivos de las IFMs encuestadas que identificaran las dos principales mejoras que ellos desearían introducir en sus propias instituciones, así como que refirieran como creían posible lograrlas. Para propósitos de organización de sus abundantes sugerencias, se ha considerado pertinente agruparlas primero según los actores institucionales y externos a los cuales ellas principalmente se refieren y en segundo lugar, según el tipo de proceso que se propone modificar, como figura a continuación. _________________________________________________________________________________ Principales mejoras que se desearían introducir en la propia institución de formación magisterial (en porcentajes del total de propuestas) _________________________________________________________________________________ Directores Docentes _________________________________________________________________________________ 1. Vinculadas a la calidad de los docentes Mejor selección Capacitación y/o actualización Oportunidades de especialización o postgrado Evaluación de los docentes Mayor supervisión o control Mejorar relaciones con alumnos Mejor actitud, más responsabilidad Que hagan investigación Oportunidades de intercambio y reflexión 24 28 7 10 1 0 * * 2 2 * 7 11 1 * 1 * 3 2 1 136 137 2. Vinculadas a los currículos, planes de estudio, syllabus y métodos de enseñanza Modificar el currículo en general Más y mejores prácticas Contar con centro de aplicación Formar para la investigación Mejorar métodos de enseñanza Trabajar en equipo Permitir flexibilidad, experimentación Iniciar o mejorar planes y programas Elaborar proyecto educativo propio Formación para ser educadores/gestores de formación para el trabajo Formación más práctica Formación en informática y computación 22 13 5 * 1 * 4 1 4 * * 1 4 2 * * 0 * * * 2 1 3 0 0 0 3. Vinculadas a los alumnos de la institución 4 6 Mejorar la selección de alumnos Mayor control y disciplina Mayor responsabilidad Mayor exigencia Disponibilidad de becas 2 2 0 2 * 1 0 4. Vinculadas a la organización, gestión y administración de la IFM Mejoras salariales para docentes Mayor financiamiento (del gobierno o de otras fuentes) Autonomía para gestión presupuestal Mejorar la administración y gestión Más proyección comunal Convenios con otras entidades educativas Mejorar clima laboral y relaciones internas Mayor identificación con la institución Ampliar oferta de especialidades 5. Mejoría de infraestructura y equipamiento 1 0 * 17 14 3 3 3 * 2 * 1 1 4 0 0 2 2 1 2 1 2 * 27 30 137 138 Mejoría del local o de ambientes específicos Mejoría de materiales educativos y bibliográficos 10 6. Vinculadas al rol del Estado o de la sociedad civil Mayor supervisión y control de IFMs Autonomía académica Dotación de plazas y nombramientos estables Revaloración del papel de los maestros Apoyo a actividades 13 17 17 2 7 0 * 2 0 * * 4 * 0 * 7. Otros 4 3 _________________________________________________________________________________ * Menos de 1% del total de respuestas Los directores ofrecieron un total de 247 propuestas, mientras que las sugerencias de los docentes alcanzaron un total de 979. Es notable la similitud entre los conjuntos de docentes y directivos en el énfasis relativo que dan a las distintas posibles mejoras a introducirse en sus centros de trabajo. Evidentemente, muchas de las propuestas están interrelacionadas, y no podría avanzarse en la implementación de ellas sin introducir cambios entre otras. Sin embargo, consideramos que este listado y alguna versión más finamente desagregada podría servir como instrumento de planificación, para determinar prioridades y acciones viables en el corto y mediano plazos. 138 139 Como se mencionó anteriormente, cuando los docentes o directivos de las IFMs se refieren a los problemas de su institución o del sector, no suelen referirse a los problemas de la calidad de los docentes mismos ni poner en cuestión la calidad de su propia formación. Sin embargo, cuando formulan propuestas para el cambio resulta evidente que sí están conscientes de que es un terreno donde hay mucho que mejorar. Por otro lado, si bien es saludable que el mayor peso se ponga en el mejoramiento de la calidad de la enseñanza, preocupa la escasa consideración que se da a la posibilidad o conveniencia de hacer algo por mejorar la capacidad de aprendizaje, mediante una mejor selección de los alumnos, por ejemplo. La necesidad de mantener o incrementar los volúmenes de matrícula, tanto en instituciones públicas o privadas, de modo de asegurar su supervivencia, podría atentar contra la posibilidad de que se tomen medidas a todas luces necesarias para mejorar la calidad de la formación que brindan. Posiciones frente a otras propuestas Además de las preguntas abiertas referidas a las principales recomendaciones que los directivos y docentes de las IFMs harían para mejorar la formación magisterial, se incluyó en el instrumento dirigido a los directores de las IFMs una sección que recogía 15 propuestas bastante difundidas y/o debatidas entre autoridades sectoriales y expertos en educación, tanto local como internacionalmente. Todas ellas están orientadas a mejorar el status profesional de los maestros y la calidad de los programas de formación. Se pidió a los directores que expresaran en una escala de 1 a 6 su grado de acuerdo o desacuerdo con cada una de esas ideas. En el cuadro siguiente se ha registrado el porcentaje de los directores que estaban claramente de acuerdo con la propuesta (habiendo marcado 1 ó 2 en la escala de opinión) y el porcentaje que estaba fuertemente en desacuerdo (habiendo marcado 6 en la escala) con la medida sugerida. Los resultados, si no sorprendentes, resultan útiles para la evaluación de la viabilidad y los obstáculos que confrontarían ciertas reformas propuestas reiteradamente en nuestro medio en tiempos recientes. 139 140 _______________________________________________________________________________ Posición de los directores de IFMs frente a algunas propuestas para mejorar la formación magisterial (porcentaje del total de directores de la muestra que están de claro acuerdo y en fuerte desacuerdo con cada una de ellas) _________________________________________________________________________________ Claro Acuerdo Fuerte Rechazo ______________________________________________________________________________ - Sería conveniente que los cursos de capacitación y las especializaciones adicionales que puedan tener los docentes sean considerados como criterios para ascender en el escalafón y gozar de una mejor remuneración. 90% 3% - Intensificar y mejorar la supervisión de la práctica pre-profesional requerida por el actual currículo. 89% 2% - Esos directores con certificación especializada deberían recibir una mayor remuneración. 86% 3% - Diseñar un programa de certificación de directores, que sería una segunda especialización o una maestría. 85% 3% - Antes de graduarse, los estudiantes de los Institutos o Facultades de Educación deberían demostrar su capacidad de hacer un buen trabajo en el aula por un año, con asesoría adecuada. 82% 6% - Hacer mucho más intensivos y rigurosos los programas de profesionalización docente. 78% 16% - Dar becas integrales para que los egresados con los primeros puestos de la secundaria puedan asistir a los institutos o Facultades de Educación de su preferencia. 77% 8% - Los estudiantes becados deben comprometerse a enseñar luego en las escuelas estatales por lo menos tres años. 72% 10% - En lugar de una tesis, sería mejor tener como requisito para la titulación un trabajo práctico de aplicación o investigación en aula o en colegios. 71% 10% 140 141 - Incrementar el número de horas de práctica pre-profesional. 69% 3% - Sería conveniente que los profesores especializados en educación inicial tuvieran la opción de enseñar hasta el segundo grado de primaria. 66% 18% - Elevar drásticamente el nivel de exigencia para el ingreso a ISPs o Facultades de Educación. 65% 7% - Diseñar y aplicar una prueba para la titulación pedagógica que mida tanto conocimientos de los contenidos de las diversas especialidades como las capacidades pedagógicas de los estudiantes. 63% 12% - Diseñar un programa de segunda especialización de un año completo de estudios pedagógicos de alta calidad para que un graduado de otro campo profesional pueda tener un título pedagógico y ejercer la docencia. 50% 28% - Antes de recibir su título profesional, un graduado de ISP o de una Facultad de Educación tendría que obtener una nota mínima en una prueba única a nivel regional o nacional. 38% 32% _________________________________________________________________________________ Resulta evidente que algunas de las propuestas que parecen encerrar mayores posibilidades de generar cambios profundos en la calidad de la formación de los maestros, particularmente aquellas que parecen limitar la autonomía de las instituciones para certificar o licenciar docentes, requerirían una intensa labor de previo convencimiento entre los actores del sector. También tienen relativamente menor aceptación aquellas propuestas que quitan el virtual monopolio que actualmente tienen los ISPs y las Facultades de Educación en la formación profesional de los docentes. Por último, se opondrían muchos a la "invasión" de terrenos de ejercicio profesional demarcados para las distintas especialidades o niveles. Para todos estos casos se puede esgrimir argumentos razonables a uno u otro lado del debate, pero no puede sino llamar la atención que todos ellos son casos que se perciben como amenazas a prerrogativas "corporativistas" de ciertos especialistas o ciertas instituciones. Las otras propuestas, que implican principalmente mayores exigencias a los alumnos o estímulos a los profesores, casi no suscitan resistencias. Sería conveniente que cualquier "paquete" de reformas incluya ambos tipos de medidas, de modo que su aceptación gradual sea más viable. 141 142 ANEXO 4 BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA SOBRE FORMACIÓN MAGISTERIAL 142 143 Bibliografía Angell, Alan; "Improving the Quality and Equity of Education in Chile: The Programa 900 Escuelas and the MECE-Básica. (mimeo) Ansión, Juan; La Escuela en la Comunidad Campesina. PEECC APEC Education Forum; Teacher Preparation and Professional Development in APEC Members. May 1995. APOYO; PERFIL del MERCADO ...... 1995 Arancibia, Violeta; "Formación y capacitación de los profesores: impacto en el aprendizaje en los Estados Unidos" en Boletín del Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe 34 (agosto 1994): 54-82. Araújo e Oliviera, Joao y Greville Rumble; Educación a Distancia en América Latina. Washington, IDE (Banco Mundial), 1992. 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Anexo 2 El perfil de un buen egresado Anexo 3 Actores y Procesos de la Formación Magisterial en el Perú -Las instituciones -Los alumnos 2 -Los docentes -Los directores -La enseñanza -Propuestas para mejorar la Formación Magisterial Anexo 4 Bibliografía consultada sobre Formación Magisterial TOMO III Anexo 5 Oferta y Demanda de Docentes para la Educación Inicial, Primaria y Secundaria. TOMO IV Anexo 6 Cultura Académica en la Formación de los Docentes de Primaria. Anexo 7 Listado general de las Instituciones de Formación Magisterial. Anexo 8 Listado de las Instituciones de Formación Magisterial que respondieron a la encuesta. Anexo 9 Cuestionarios 3 ANEXO 5 OFERTA Y DEMANDA DE DOCENTES PARA LA EDUCACIÓN INCIAL, PRIMARIA Y SECUNDARIA Hugo Díaz D. 4 RESUMEN EJECUTIVO a) Universo docente 1. Los docentes representan el 4.6% de la población económicamente activa y en las últimas tres décadas mostraron un crecimiento ampliamente superior al de la matrícula. Producto del descenso del ritmo de crecimiento de la población estudiantil, se espera que en las próximas dos décadas la participación del magisterio en la población económicamente activa se reduzca hasta un 3%-3.5%, dependiendo de la evolución que experimente la carga docente en los diferentes niveles y modalidades. Alrededor del 76% de los docentes trabaja en escuelas públicas y otro tanto en área urbana; 91% lo hace en un centro de enseñanza inicial, primaria o secundaria de menores; 77% se desempeña como docente de aula o docente por horas y 53% son mujeres. 2. La calificación del magisterio fue deteriorándose desde mediados de la década del 80. Dos de cada tres docentes eran titulados en 1960; cuatro de cada 5 en 1980, pero en 1990 lo son uno de cada dos. Influyó en el aumento de docentes no titulados, la indiscriminada creación de plazas docentes y, por largos períodos, una errada política de racionalización de la oferta de formación docente. Para 1995 los docentes con título pedagógico habrían aumentado en 11%, llegando hasta el 60%. 3. En el área urbana los docentes con título son casi el doble que en el área rural (59% vs. 33%). En Ica, la proporción de docentes titulados en el área urbana es 36.5% mayor que en Loreto y Madre de Dios. Si la comparación se hace con docentes del área rural, la diferencia entre esos departamentos llega al 74%. La baja calificación del profesorado es más acentuada en la selva y ceja de selva. 4. Algunos cargos en la estructura de la organización escolar pública están insuficientemente cubiertos. Existen 0.9 y 0.5 directores y sub-directores por cada escuela urbana y rural, así como es insistente el reclamo de muchos directores para que se les dote de plazas para cargos vacantes; por ejemplo, para orientación y bienestar del educando o para auxiliar de educación, especialmente en aquellos colegios de mayor matrícula. 5 5. La población docente es esencialmente joven. En 1990, la mitad de los profesores tuvo un máximo de cuatro años de servicio y 70% llegó a un máximo de nueve. Para 1995 la proporción de los docentes con hasta cinco años es 59% y la de los que tienen menos de diez años de servicio 73%. 6. La estructura del magisterio por años de servicio explica la evolución de los docentes según niveles magisteriales. En el último quinquenio hubo una sensible disminución de la participación del magisterio más calificado y experimentado; es decir, de los que se ubican entre el V y III nivel magisterial. En cambio, aumentaron los que recién se incorporaban al servicio y los que obtuvieron su título estando trabajando (I y II nivel). De otro lado, se mantuvo casi estable la proporción de los que realizan estudios de formación magisterial y de los que tienen educación secundaria como máximo nivel educativo adquirido (estos últimos son más de 31,000). En este panorama influyeron la fuerte tasa de retiro de los más calificados (70% pertenecía al V nivel) y la ampliación de la oferta de programas de profesionalización y regulares de formación docente. 7. Podría decirse que el personal que trabaja en el nivel para el que fue formado es satisfactorio tratándose de la educación inicial y primaria, no así en secundaria donde la tercera parte lo hace en otro nivel. El 37% de los graduados en áreas técnicas son docentes en colegios de secundaria de menores. Si se toma en cuenta las horas de formación laboral en el currículo de secundaria el requerimiento de ese personal estaría siendo satisfecho en menos de la tercera parte. b) Oferta de formación 8. Se aprecia una disminución del interés y expectativas de los jóvenes para seguir la carrera de educación debido a factores como el salarial, el descenso de la imagen social del profesor, las inadecuadas condiciones de trabajo, la falta de perspectiva profesional y la limitada expansión de los nuevos empleos. La vocación, decisiva para el ejercicio de la carrera docente, parece ceder paso a dos fenómenos crecientes: el afán de lograr un empleo rápido -en opinión de jóvenes de los estratos socioeconómicos bajo y medio bajo-; y el hecho que educación se haya convertido en una carrera de “refugio” para los que no logran ingresar a otras carreras, o en un empleo de tránsito para quienes buscan trabajar mientras consiguen otro empleo de mejores perspectivas. 9. Los docentes se forman bajo dos modalidades : (i) regular, de 10 semestres académicos de duración, ofrecida por los institutos superiores pedagógicos y las universidades para quienes ingresan al servicio; y (ii) profesionalización, que combina fases presenciales y a distancia durante un período de seis años, atendiendo la titulación del magisterio en servicio que no tiene título pedagógico. 10. Profesionalización docente. Entre 1985-1994 la matrícula de profesionalización docente se multiplicó por 6.4, la de formación regular de los institutos superiores pedagógicos por 3.7, mientras que la de las universidades aumentó en 37%. El 87% de la profesionalización es ofrecida por institutos superiores pedagógicos públicos, existiendo sólo en ocho departamentos alguna participación privada. De esta situación se desprende que cualquier decisión de 6 regulación de profesionalización está casi íntegramente en manos del propio Ministerio de Educación. 11. La demanda potencial de docentes para profesionalización; esto es, personal en servicio que no tiene estudios concluidos en otra carrera profesional o que tienen secundaria como nivel de instrucción, se estima en 37,350. Entre 1992-1994 los egresados de la profesionalización fueron el 24% de dicha demanda, pero en algunos departamentos son más del 100%; es el caso de Huancavelica, Loreto, Tumbes y Ucayali. Menos del 30% representan en doce departamentos. Sin embargo, a esta oferta habría que adicionar la de las universidades, algunas de las cuales tienen cobertura nacional. 12. Ante las irregularidades de funcionamiento, las críticas a las bondades del programa y el reclamo de una reforma profunda de su concepción, el Ministerio de Educación decidió a principios de 1996 reducir su oferta de profesionalización. Se destina a cualquiera que quiera seguirla y no necesariamente a docentes en servicio; además, los cursos son en su mayoría un negocio de pobre calidad que no contribuyen a elevar la calificación de los docentes no titulados. La política de profesionalización debería evaluarse en función de algunos elementos del diagnóstico de este estudio. La elevación reciente del porcentaje de docentes con título pedagógico tiene como uno de sus factores la profesionalización docente; por otro lado, en varias zonas del país los docentes sin título son el 75% o más y algún esfuerzo hay que hacer por elevar su calificación. Por último, no todas las instituciones que ofrecen profesionalización docente son de pobre calidad. Las que dan un buen servicio, aunque pocas, deberían ser alentadas a continuar prestándolo. 13. Formación regular en los institutos superiores pedagógicos y facultades de educación. El factor que marca el desarrollo de la formación docente son los institutos superiores pedagógicos que entre 1963-1968 se duplicaron para luego reducirse de 139 a 39 en 1975. Un nuevo auge de estas instituciones comienza en 1985 cuando funcionan 86 y continúa hasta 1995 donde los institutos llegan a 312, además de 41 escuelas de educación artística y educación física que también forman docentes. En el último quinquenio su matrícula casi llegó a duplicarse. Los departamentos con mayor alumnado en los institutos superiores pedagógicos son Cajamarca, Ica, La Libertad, Ancash y Puno. 14. Los institutos superiores pedagógicos que más crecieron fueron los privados. Ellos se multiplicaron por más de 10 en últimos cinco años y en 1995 son el 63% del total existente. Este aumento fue alentado por la apertura que dio el Ministerio de Educación a la inversión privada para educación superior no universitaria, flexibilizando requisitos y trámites, y por las expectativas que muchos jóvenes de escasos recursos económicos tienen aún de encontrar empleo docente. 15. Si bien el sector privado concentra la mayoría de institutos, sólo atiende el 19% de la matrícula regular, lo que da idea del escaso alumnado y de las condiciones de sobrevivencia de muchos 7 de ellos (locales precarios, apreciable déficit de equipos y materiales de instrucción, profesores mal pagados y sin suficiente experiencia previa). Entre 1990-1994 el número de alumnos por instituto privado se redujo a la mitad superando en cuatro departamentos apenas los 250 alumnos y seis no llegó siquiera a los 150. En tanto, en los institutos públicos el promedio de alumnos por centro sólo disminuyó en 10% siendo 2.7 veces mayor que en los privados. 16. Mientras tanto, las universidades con programas de educación se mantuvieron en un promedio de 36 en los últimos años y su matrícula se habría elevado en un 20%. Lima y Callao acogen la mitad del estudiantado nacional de la carrera de educación. 17. Existen 111 expedientes en el Ministerio de Educación y alrededor de 90 en la Comisión Nacional de Funcionamiento de Universidades (CONAFU), que solicitan apertura de una nueva institución o facultad de educación. 18. Producción de nuevos docentes. De los programas regulares de formación docente egresaron 48,491 alumnos durante 1985-1989, siendo el requerimiento de nuevos empleos y de sustitución de quienes se retiraron de 73,893. En el período 1990-1993 esa relación se invirtió al exceder en 42% la oferta de egresados a la demanda de nuevos docentes. En Cusco, Lambayeque, Lima y Callao, Loreto, Moquegua y San Martín, los egresados fueron menos que la demanda; en cambio, en Ica, Puno, Ancash y Piura la oferta superó la demanda. Se estima que en 1994 egresaron de programas de educación 18,827 nuevos docentes; de ellos, 37% corresponden a educación secundaria, 32% a primaria, 16% a educación inicial y 15% a otras especialidades. En Lima y Callao están el 36% de los egresados de inicial, el 19% de los de primaria y el 17% de los de secundaria. c) Los factores de demanda docente: población y matrícula 19. La perspectiva poblacional al 2015. En lo siguientes 20 años la población peruana crecerá a una tasa promedio anual de 1.54%, alcanzando los 31.9 millones de habitantes. La población urbana aumentará 7.5 veces más que la rural siendo el ritmo de crecimiento demográfico menor en todos los departamentos, excepto en Apurímac, Huancavelica y Ayacucho. Incrementos superiores al promedio nacional tendrán Callao, Lambayeque, La Libertad, Lima, Tacna, Tumbes, Arequipa, Huanuco, San Martín, Loreto, Madre de Dios y Ucayali. La tendencia futura es la elevación de la edad promedio de la población (de 21.6 a 31.7 años) y un crecimiento concentrado entre los que tienen 20 y más años: 26 veces mayor de lo que lo harán los menores de esa edad. 20. La población de 0-5 años disminuirá en 55,000 y los de 6-7 años en 6,600. En tanto, los de 614 años aumentarán en 110,000 y más dinámicamente los de 15 a 24 años. En el medio rural los menores de 15 años disminuirán en 382,000. Por ello, la presión en el sistema educativo estará por estudios de educación superior, ofertas vinculadas a la educación de adultos y programas destinados a la tercera edad. 8 Amazonas, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Huanuco y Loreto mantendrán una pirámide poblacional de ancha base. En el resto del país disminuirá la participación del grupo de edad 0-4 años. 21. Proyecciones de matrícula y de la tasa de escolarización 1995-2015. El crecimiento de la tasa de escolarización de la población entre 3 y 24 años durante las últimas décadas es reconocido como uno de los más dinámicos de América Latina y el Caribe. En 1980 superaba la escolarización de 16 países y para 1990 la de 20. En América del Sur sólo Argentina, Suriname y Uruguay tenían una tasa de escolarización mayor que la peruana. No obstante, dicho crecimiento no permitió que la población económicamente activa alcance un nivel educativo que garantice un desarrollo sostenible. 22. El sistema educativo atiende 8.1 millones de alumnos; 69% en centros educativos públicos y 95% en modalidades escolarizadas. De la matrícula total, quienes asisten a un centro de educación inicial, primaria y secundaria de menores son el 90% en área urbana y 98% en área rural. El Estado participa del 78% de la matrícula urbana mientras en el campo actúa casi monopólicamente en medio de una enorme cantidad de escuelas unidocentes y multigrado, cuyo número está estabilizado en los últimos años en alrededor de 30,000. La participación privada en secundaria de menores es 16%, una de las más bajas de América Latina. 23. La meta es mejorar la composición de la pirámide educativa incorporando más personas en niveles cada vez más altos. Un segundo objetivo se relaciona con la extensión de la escolaridad obligatoria, no sólo en términos de cobertura sino también de equidad y calidad. Ampliar la obligatoriedad de la educación primaria a la educación inicial y secundaria obligará a mantener la intensidad del crecimiento de las tasas de escolarización. Sin embargo, hacer realidad los objetivos de escolarización universal de los menores en edad escolar exige para la educación la correspondiente prioridad financiera. 24. Se propone que para el 2015 el 85% de la población de 3 a 24 años asista a una institución educativa, lo que equivale a 10.6 millones de alumnos; 2.5 millones más que en 1995. Se lograría una cobertura 2% mayor que la que tenían a principios de la década del noventa los países miembros de la OCDE y 1% menor que la de Estados Unidos y Canadá situada en el 86%. 25. Producto del crecimiento demográfico los alumnos de educación inicial, primaria y secundaria de menores tendrán un crecimiento menor que el resto de ofertas educativas, especialmente la de educación superior. Ellas reducirán su participación en la matrícula total del 83.7% al 79.9%; en cambio, las otras modalidades intensificarán su crecimiento entre el período 2000-2010, para luego tender a estabilizarlo a partir del 2010-2015. 26. La mayor tasa de crecimiento entre 1995-2000 será la de educación secundaria de menores y en el último quinquenio de programación la de educación inicial, que lo hará anualmente en más del doble que secundaria; aún así, los alumnos de esta última aumentarían en 821,000. 9 27. Loreto y Huanuco, tradicionalmente de poco alumnado, tendrán una presencia más significativa debido al fuerte crecimiento de su población demográfica. Lima y Callao tendrán todavía en promedio cinco veces más de estudiantes que Piura y Cajamarca que le siguen en matrícula. 28. La meta en educación inicial es la escolarización casi generalizada de los niños de 5 años y de las 2/3 partes de los de 3-4 años de edad. Para ello la matrícula deberá aumentar de 984,300 a 1´541,800 alumnos, al 2.27% anual en los próximos 20 años. Los servicios del nivel que más se extenderían son los no escolarizados (hasta un 50% de la matrícula total). Ello permitiría a varios departamentos duplicar su tasa de escolarización. 29. En educación primaria habrá que asegurar, en el más breve plazo, la escolaridad universal para todos los niños en edad de recibirla. Para ello, la población de 6-14 años que asista a una escuela primaria pasaría del 79.6% en 1993 al 82% en el 2015. El leve aumento de la escolaridad lo explican dos razones: lo que resta por escolarizar en la educación primaria es casi marginal; y una previsible mejora de la eficiencia académica permitiría que una mayor proporción de niños entre 12-14 años cursen estudios secundarios. 30. El logro de las metas de matrícula requiere mejorar la composición de los ingresantes al primer grado tratando de conseguir una mejor relación grado educativo-edad normativa. En tal sentido, se propone que la escolarización de los niños de 6 años en primer grado pase del 86.6% al 95% en el período 1993-2015 y que la de los niños de 7-9 años se reduzca del 9.76% al 6%. 31. Un segundo requerimiento es la mejora de la eficiencia interna. La proyección no considera la promoción automática sino la progresiva disminución de los índices de abandono y repetición. En el 2015 el índice de promoción en el primer grado sería de 83% y en el sexto del 95%. En el primer grado las tasas de abandono y repetición y las de repetición de segundo y tercer grados descenderían en 50%. 32. En secundaria la meta establece la universalización de su oferta para los que estén en edad de recibirla. En tal sentido, la escolarización de la población de 12 a 19 años, respecto de los alumnos de la modalidad, se elevaría hasta el 88.3% en el 2015. Significará reducir el grupo de no atendidos en casi 600.000 y que parte de ellos estén cursando estudios primarios o de educación superior. 33. El desafío en la educación secundaria es el área rural. Para ampliar la cobertura en dicha área sería necesario poner en práctica modelos de organización administrativa y pedagógica más adecuados y de menor costo. En ese contexto, una alternativa es ampliar la oferta hasta el tercero de secundaria en las escuelas primarias rurales de mayor tamaño. d) Necesidades de personal docente 33. El cálculo de la demanda de nuevos docentes para la educación inicial, primaria y secundaria de menores se siguió el procedimiento siguiente: 10 a) Establecer tres escenarios de evolución de la relación alumnos por docente que corresponden a: • el mantenimiento de la carga actual; • la elevación de la carga docente a lo que fue el promedio entre 1981-1994; y • una alternativa intermedia que es un promedio entre la mayor y menor carga. b) Proyectar las necesidades de sustitución de docentes por retiro (jubilación, muerte, retiro voluntario, etc.). No se espera una tasa de retiro mayor al 1.5% anual ya que gran parte del magisterio tiene menos de 10 años de servicio. c) Estimar una reserva adicional (20% del total) que cubra el reemplazo temporal de docentes (licencias por estudio, maternidad, etc.) y el caso de egresados de formación magisterial que no ejercerían la carrera docente. 34. Las hipótesis de comportamiento de la carga docente toman en cuenta su descenso entre 19811994 hasta un tercio en la educación inicial y 25% en la educación primaria y secundaria de menores. Por esta razón, no se establecen cargas docentes menores a la actual al haber sido su reducción mucho más intensa que la dada en otros países latinoamericanos y del mundo, y por que reducirla más podría traer consecuencias negativas en las políticas de ampliación de oportunidades en el medio rural y de mejora de las remuneraciones del magisterio. Además, el uso de nueva tecnología y métodos de aprendizaje daría margen a una elevación marginal de esta relación sin afectar la calidad. De otro lado, aumentar la carga docente a niveles razonables permitiría reducir costos asignando recursos a otros factores que eleven el rendimiento académico. 35. La tendencia de profesores y padres de familia de preferir secciones con menos alumnos deberá conciliarse con la de los encargados de asignar y administrar recursos que se inclinan por el uso más intensivo del recurso docente. 36. Se propone elevar la carga docente hasta un máximo del 14.3% en el escenario de mayor aumento de la relación alumnos por docente y de 4.9% en el escenario moderado. La decisión de reducir la carga docente en un punto, o de mantenerla en la educación primaria, significaría reducirla en varios departamentos. 37. En las áreas urbanas la carga docente es menor en la educación inicial pero levemente mayor en la educación primaria y secundaria de menores. Metodológicamente se ha supuesto la misma carga docente total y urbana en departamentos que tienen más de 90% de población escolar urbana. 38. En función de la matrícula y la carga docente, para la educación inicial, primaria y secundaria de menores, se requerirá incrementar la población docente de 272.770 en 1995 a 291,731, si se opta por el escenario de mayor carga docente, y a 335,302 si se prefiere el escenario de menor 11 carga. La demanda principal provendrá de secundaria de menores donde anualmente se requerirán entre 2,242 y 1,215 nuevos docentes, dependiendo de la carga docente optada. El mayor crecimiento de los docentes de secundaria permitirá que hacia el 2020 ellos superen en cantidad a los de primaria. La diferencia de 37% en favor de estos últimos en 1995 se reducirá a 4% o menos en el 2015. En la educación primaria sólo si se mantiene la carga actual o se la disminuye habrá demanda de nuevos docentes para atender la matrícula. 39. Frente a una perspectiva de bajo crecimiento de la población menor de 20 años, son los docentes que se retiran del sistema quienes definen mayoritariamente la demanda de formación en las próximas décadas. En los escenarios de moderada y mayor carga docente de educación primaria son el 100% de la demanda de formación ya que por el lado del incremento de matrícula se necesitarán menos profesores. En los mismos escenarios, para la educación inicial la demanda por sustitución es mayor que la del incremento de matrícula; también lo es, a partir del 2010, en todos los escenarios propuestos para la educación secundaria de menores. 40. Del total de necesidades anuales, la del área urbana representará un promedio de 90%. Cabe indicar que las demandas de docentes para el incremento de matrícula en educación inicial y primaria de menores podrían ser menores que la demanda nacional debido a que la población entre 0 y 14 años que vive en área rural tiende a disminuir. e) Balance entre la oferta y demanda de docentes 41. El balance entre la oferta y la demanda se hace comparando la matrícula regular de los institutos superiores pedagógicos y facultades de educación de 1994 con la demanda de docentes para los quinquenios del periodo 1995-2015. 42. En todos los escenarios de carga docente la oferta de egresados de 1994 supera la demanda de profesores de educación inicial, primaria y secundaria de menores. Para la educación inicial, en el escenario de menor carga docente, la demanda en el período 1995-2000 es el 31% de la oferta y en el período 2010-2015 el 50%. En el escenario de mayor carga docente esas proporciones se reducen al 21% y 30%, respectivamente. En los mismos periodos y escenario de menor carga docente, la demanda en educación primaria es el 61% y 52% de la oferta. En el caso de secundaria esas proporciones son del 43% y 29% para el período inicial y final de programación. 43. En la educación inicial y primaria, donde existía en 1994 mayor oferta de formación, es donde se produciría mayor exceso de demanda. En Lima y Callao se necesitarían anualmente como máximo 291 docentes de educación inicial entre 1995-2000 y 377 entre el 2010-2015 pero se están formando 1,062. En Ica las necesidades están entre 24 y 36 docentes por año pero se forman 270. En Puno la demanda está entre 47 y 44 docentes egresando 165. 44. En la educación primaria el exceso de oferta tiende a ser mayor a medida que se avanza en el período de programación. Se forman más docentes que los necesarios en todos los departamentos, excepto en Huanuco, Loreto y Ucayali en el escenario de menor carga docente. 12 Ica y Cajamarca son lo que tendrían mayor exceso de oferta seguidos de Puno, Ancash, La Libertad y Lima. 45. En secundaria la posibilidad de crear oferta en el período 1995-2000 en el escenario de menor carga docente está en nueve departamentos y en siete entre el 2010-2015. El mayor requerimiento de docentes está en los departamentos de la selva y ceja de selva, alcanzando los 172 y 103 en Loreto y Ucayali en el período inicial de programación y los 239 y 158 docentes en Loreto y Huanuco en el período final. Otros departamentos donde habría que ampliar la oferta docente en el escenario de menor carga docente, período inicial de programación, son Apurímac, Cusco, Huancavelica, Huanuco, Lima y Callao, Piura y San Martín. 46. En los períodos inicial y final de programación, el déficit mayor está en el área de formación para el trabajo (298 y 129 por año, respectivamente). Sólo habría exceso de oferta en Ancash y Arequipa. En ambos casos, el déficit podría atenuarse recurriendo a profesionales de carreras no docentes, previa capacitación pedagógica. 47. Las proyecciones muestran igualmente que en otras especialidades el superávit mayor de oferta se presenta en biología, matemáticas, lengua y literatura. f) Conclusiones 47. Los profesores tienen un papel decisivo en el éxito o fracaso de la política educativa general. De nada sirven buenos programas de estudio, materiales renovados, la promoción del uso de nueva tecnología, si la política de formación docente no es apropiada. En ese contexto, el Ministerio de Educación tiene la responsabilidad de conciliar los requerimientos de oferta y demanda y ejecutar un plan de mejoramiento cualitativo del magisterio. 48. Entre las medidas que podrían adoptarse para abordar la problemática de la oferta y demanda de formación docente están las siguientes: a) Reflexionar sobre el rol que en el futuro deberían tener los institutos superiores pedagógicos y facultades de educación en la atención de la demanda, tanto de formación como de capacitación. Concretamente habría que plantearse si tanto centros de formación universitaria y no universitaria deben formar indistintamente para los tres tipos de oferta que cubre el estudio o si la universidad debe reservarse la formación de docentes de secundaria y la relativa a la especialización a nivel de segunda especialización y post-grado. Una medida de este tipo debería implicar el derecho de egresados de los institutos pedagógicos a acceder a cursos de nivel universitario previo cumplimiento de ciertos requisitos (cursos adicionales y experiencia práctica como docente, por ejemplo). b) La misma reflexión debería producirse respecto a la duración de los estudios regulares y ciertas características mínimas que debería lograr el programa de formación: una formación profesional más intensa y exigente, mayor énfasis en el empleo de metodologías activas de enseñanza, el desarrollo de actitudes que favorezcan una educación permanente, la 13 investigación y la lectura. En la mayor parte de países del mundo los docentes de educación inicial y primaria se forman en programas de tres o cuatro años. c) Una tercera reflexión de estrecha relación con el comportamiento de la oferta de formación deberá producirse en relación al empleo de otros profesionales en la docencia de aula. El caso más conocido es el de los profesores de educación técnica, reclutados muchas veces de los graduados de las universidades en las disciplinas correspondientes. Otro ejemplo que puede afectar los niveles de demanda de formación es el de los directores de centros educativos, cuyo cargo, de acuerdo a la Ley para Centros Educativos Privados, puede ser ejercido por cualquier profesional, docente o no. d) Por otro lado, se precisa definir el futuro de la profesionalización docente y las reformas que deberían producirse en de su concepción, en caso de continuarla. El estudio aborda críticamente muchos aspectos de la problemática de esta oferta; sin embargo no deja de tener presente que la demanda potencial de formación es aún grande y que hay que pensar en una estrategia selectiva de formación del personal en servicio menos calificado tomando en consideración criterios como los siguientes: • su orientación exclusiva al personal docente de aula en servicio, • su organización a partir de aquellas instituciones que ofrecen suficiente garantía de calidad. Los pedagógicos administrados por religiosos demuestran, por lo general, prestar un servicio de calidad; y e) Racionalizar la actual oferta pública de formación regular, fusionando algunos institutos en donde se identifica duplicidad de oferta. Existen departamentos donde esa racionalización sería más urgente. En orden de importancia serían: Ica, Cajamarca, Ancash, Junín y La Libertad en donde se concentraría casi el 72% del exceso de oferta. En cambio en Loreto, Huanuco, San Martín y Ucayali habría que aumentar la oferta. La racionalización podría implicar restringir severamente la creación de nuevos institutos superiores pedagógicos y facultades de educación públicos, ser exigente en el cumplimiento de las metas de matrícula autorizadas, en el número de semestres dados durante el año y elevar los estándares de exigencia para autorizar el funcionamiento de los nuevos programas de formación regular y ampliación de los existentes en el sector privado. f) Insistir en el establecimiento de un mecanismo de planificación de la oferta de formación de docentes a partir de grupos donde participen el Ministerio de Educación, las universidades y otras entidades que tengan que ver con la formación y capacitación docente. No ha funcionado en el pasado, pero siendo el Estado el principal generador de empleos docentes la coordinación se hace indispensable para articular oferta y demanda, localizarla y perfeccionar perfiles de formación. g) Orientar la creación de nuevas ofertas a cubrir vacíos de capacitación en servicio en áreas prioritarias de la gestión pedagógica y administrativa; por ejemplo, la dirección de centros 14 educativos, la orientación y tutoría, el uso de la informática como herramienta para facilitar el aprendizaje de otras asignaturas, la enseñanza en escuelas unidocentes y multigrado. Los docentes de áreas técnicas son, de acuerdo a las proyecciones del estudio, el único sector de formación de docentes de secundaria. Sin embargo, parte de la demanda podría ser satisfecha a condición que profesionales de otras carreras que se utilicen reciban previamente una capacitación pedagógica de seis meses de duración como mínimo. h) Crear conciencia entre jóvenes aspirantes a la carrera de educación y promotores sobre las perspectivas de la oferta y demanda docente; las posibilidades de empleo, las ofertas sobre saturadas y aquellas aún deficitarias. i) Diseñar un sistema de supervisión y control de la calidad de la oferta de formación magisterial uno de cuyos objetivos sería ser la acreditación de las instituciones que reúnen un mínimo de exigencias de prestación de servicio. 15 CAPITULO I ASPECTOS CUANTITATIVOS DEL PERFIL MAGISTERIAL a) Universo docente La participación de los docentes en la Población Económicamente Activa (PEA), ha ido en aumento 1 . En 32 años, se multiplicaron por cinco, mientras que la PEA lo hacía por 2.6 y la matrícula por 4.5. No obstante, fue sólo en el periodo 1981-1993 en que la velocidad de crecimiento del magisterio, permitió superar al estudiantil. La razón fundamental fue la progresiva disminución, durante la década pasada, de la relación alumnos por docente en los centros de enseñanza pública. Desde 1972 la tasa de crecimiento anual de los docentes que trabajan en la educación privada son más altas. Ello determinó que los docentes del sector público desciendan levemente en su participación en el conglomerado total. Aún así, representan las dos terceras partes. El aumento de los docentes en la educación privada se debe a la disminución intencionada, en unas escuelas, de la relación alumnos por docente en el afán de brindar un mejor servicio o atraer mayor clientela; y en otras escuelas, a la imposibilidad de elevar dicha relación debido a que las aulas son muy pequeñas, no construidas para fines de enseñanza. CUADRO 1: PEA, DOCENTES Y MATRICULA. AÑOS 1961-1972-1981-1993 (Población en miles) INDICADOR Población Económicamente Activa (1) Tasa de crecimiento Total plazas docentes (2) Tasa de crecimiento • Público • Privado Matrícula (3) 1961 3045.0 1972 3786.2 2.0% 65.3 129.7 1.4% 52.2 13.1 1766.7 106.0 23.7 3725.9 7.0% 1981 5189.7 3.6% 177.6 3.6% 142.9 34.7 5668.3 4.8% Relaciones: (2) / (1) 2.1% 3.4% 3.4% (3) / (2) 27.0 28.7 31.9 Fuentes. INEI. PERU. Compendio Estadístico 1994-1995. Lima, 1995. INP. Estadística Básica de la Educación en el Perú. Lima, 1987 1993 7809.5 2.7% 321.7 5.1% 244.1 77.6 7918.9 2.8% 4.6% 24.4 b) Presencia femenina y concentración urbana 1 Se expresa en plazas docentes y no en personas reales al no haber sido posible obtener dicho dato. Para el caso de docentes que trabajan en más de un centro de enseñanza pública, los técnicos que confeccionan planillas estiman en 4,000 los docentes que tienen doble puesto. Este dato no difiere substancialmente del obtenido por GRADE en la encuesta realiza en 600 colegios de Lima y Cusco en 1994. 16 La participación de la mujer en el magisterio alcanza en promedio el 53%. Su presencia es casi monopólica en la educación inicial escolarizada y especial, mientras en la educación primaria -donde está el mayor número de docentes- superan en 16 el porcentaje de los varones. Según el Censo Escolar de 1993, la mayor participación masculina ocurre en los niveles superiores del sistema secundaria y superior no universitaria- y en las modalidades escolarizadas de adultos. La misma fuente señala que casi las dos terceras partes del magisterio trabaja en área urbana. En la educación especial, ocupacional, superior no universitaria y las modalidades de educación de adultos los docentes de escuelas urbanas son más del 90% del magisterio total. La proporción de los que trabajan en área rural es sólo relevante en la educación primaria de menores y la educación inicial no escolarizada. CUADRO 2: DOCENTES POR SEXO Y AREA URBANA Y RURAL. 1993 NIVEL MODALIDAD Y TOTAL % % % % DOCENTE HOMBRE MUJERE URBAN RURA S S S A L Total 321658 47.0 53.0 73.5 26.5 Escolarizada 317954 46.8 53.2 73.5 26.5 • Inicial 29171 1.9 98.1 77.8 22.2 • Primaria Menores 145396 42.0 58.0 60.8 39.2 • Primaria Adultos 2481 59.5 40.5 96.1 3.9 • Secundaria 105238 60.8 39.2 82.3 11.7 Menores 7474 73.9 26.1 94.7 5.4 • Secundaria Adultos 4558 71.9 28.1 92.2 7.8 • Formación 12207 72.8 27.2 93.1 6.9 Magisterial 3223 17.7 82.3 96.1 3.9 • Superior 8206 41.5 58.5 95.8 4.2 Tecnológica • Especial • Ocupacional No Escolarizada 3704 70.1 29.9 72.1 27.9 • Inicial 1596 82.8 17.2 53.2 46.8 • Primaria Menores 30 40.0 60.0 76.7 23.3 • Primaria Adultos 532 43.8 56.2 69.7 30.3 • Secundaria 5 40.0 60.0 100.0 0 Menores 1314 70.5 29.5 95.1 4.9 • Secundaria Adultos 227 44.1 55.9 76.2 23.8 • Ocupacional Fuente. Ministerio de Educación. Censo Escolar 1993. c) Docentes con título pedagógico 17 Hasta principios de la década de los 80 el magisterio público iba progresivamente elevando su nivel de calificación. Dos de cada tres docentes eran titulados en 1960 y cuatro de cada cinco lo fueron en 1980. Es a partir de ese momento -coincidente con el aumento de los institutos superiores pedagógicos, que el porcentaje de docentes titulados empieza a decaer hasta llegar a un 49% en 1990. En ese entonces, el promedio de docentes titulados en América Latina era del 80% según el Anuario Estadístico de la UNESCO. El aumento de docentes sin título pedagógico en el sector público, a principios de los noventa tiene, entre sus causas, el haber reclutado más docentes que los demandados por el crecimiento de la población escolar. De acuerdo a las estadísticas oficiales, entre 1989-1990, la matrícula pública se incrementó en 229,500 alumnos, para lo cual se necesitaban alrededor de 7,650 profesores; sin embargo, se crearon 43,529 plazas; casi seis veces más. El Censo Escolar 1993 refleja una mejora en tres puntos en relación a 1990 de los maestros titulados, mientras la información derivada de las planillas de pago es mucho más optimista al señalar que casi 64% del magisterio público tiene título. Esa misma referencia indica, para noviembre de 1995, que los docentes con título son el 60%. Alentador desde el punto de vista cuantitativo, pero inquietante en términos de la calidad del egresado que vienen produciendo los institutos superiores pedagógicos y las facultades de educación. GRAFICA 1 Docentes con y sin titulo pedagogico 1963-1995 100 porcentaje 80 67.7 68.1 80.6 70.3 76.9 70.9 50.6 60 32.3 31.9 40 29.7 49.4 47.5 60 40 23.1 19.4 20 0 1950 1960 1970 1980 Titulados 1985 1990 1993 1995 No titulados Es casi mayoritaria la mejora del promedio de docentes titulados en el interior del país, con excepción de Huancavelica, Lambayeque, Loreto y Tumbes, donde aumentan los intitulados. Tacna e Ica ocupan los primeros lugares en cuanto a proporción de docentes calificados y en Madre de Dios y San Martín los docentes que poseen solo estudios secundarios superan el 30%. En general, la baja la calificación de los docentes es característica de los departamentos de la selva o ceja de selva. Loreto y Madre de Dios tienen más del 90% de maestros sin título mientras que en Amazonas y Ucayali hay entre el 80 y 97%. Lima y Callao se incluyen entre los que tienen mayor proporción de docentes sin título. Es una situación que muestra el escaso cumplimiento de las normas de selección de personal que exigen título pedagógico para trabajar en la Capital. 18 Al igual que sucede en América Latina, en el Perú la proporción de docentes titulados que trabaja en área urbana casi duplica la del área rural (59% vs. 33%). Los esfuerzos por titular docentes en servicio en el área rural se han visto muchas veces neutralizados debido a que luego de titulados los profesores migran a las ciudades. CUADRO 3: DEPARTAMENTOS CON MAYOR Y MENOR PORCENTAJE DE DOCENTES CON TITULO PEDAGOGICO, SEGUN ZONAS URBANA Y RURAL. CENSO ESCOLAR 1993 DEPARTAMENTO Más calificados Ica La Libertad Tacna Moquegua Cajamarca Tumbes Ancash URBANO RURAL 80.5 73.8 73.5 73.4 71.1 70.7 82.5 51.9 47.6 58.3 52.5 45.2 DEPARTAMENTO Menos calificados Loreto Madre de Dios Callao Huancavelica Lima San Martín Amazonas Ucayali URBANO RURAL 44.0 44.0 47.4 51.7 52.4 52.9 8.0 8.4 22.4 14.4 19.9 12.6 De otro lado, las desigualdades entre departamentos son bastante acentuadas. Entre el porcentaje más alto de docentes con título en el área urbana, que está en Ica, y los más bajos en Loreto y Madre de Dios, hay 36.5 puntos de diferencia. Si la comparación se hace con la zona rural, la diferencia de docentes titulados de esos departamentos alcanza 74 puntos porcentuales. d) Distribución según niveles magisteriales La importancia de estudiar al docente según sus niveles magisteriales radica en que permite una aproximación más exacta a su problemática de calificación. Entre los que no poseen título pedagógico hay diversas categorías que incluyen profesores en servicio que están en diversos momentos de su profesionalización como docente: desde los que ya han concluido sus estudios y sólo requieren graduarse, hasta los que estudian en algún centro de formación docente. El Reglamento de la Ley del Magisterio clasifica a los docentes sin título pedagógico en las categorías siguientes: A = con estudios pedagógicos concluidos; B = con título profesional no pedagógico; C = con estudios pedagógicos no concluidos; D = con estudios no pedagógicos de nivel superior; E = con educación secundaria. Dos son las características de la composición del magisterio por niveles magisteriales. Entre 1990 y 1995 hubo una marcada disminución porcentual de los docentes del V nivel en todas las modalidades de enseñanza y, con menos intensidad, en el IV y III nivel. También disminuye la proporción de quienes todavía no concluyen sus estudios de educación o les falta titularse. En cambio aumenta el porcentaje de quienes están en el I y II nivel y se mantienen proporciones importantes los docentes situados en las categorías C y E; es decir, de aquellos que no concluyen sus estudios de educación y de los que poseen sólo educación secundaria como nivel de instrucción. 19 CUADRO 4: DOCENTES SEGUN NIVELES MAGISTERIALES. SECTOR PÚBLICO. 1990-1995 Niveles y Modalidades Total (*) 1990 1995 Educ. Inicial 1990 1995 PrimariaMeno 1990 1995 Secund.Meno r 1990 1995 Ed Especial 1990 1995 Total Absoluto SubTo tal % Con título pedagógico Niv eles V IV III II 256468 264017 48.0 60.3 12.7 5.2 5.3 3.6 8.0 7.3 20217 22103 42.3 55.1 5.8 1.0 3.2 2.2 125155 129798 44.0 58.1 11.9 3.2 79574 84659 48.2 62.9 2830 2808 41.0 43.5 % Sin título pedagógico Categorias A B C D % otros I Subto tal 9.1 20.9 12.8 23.4 50.6 38.3 8.3 9.2 2.3 1.5 16.3 15.7 4.4 2.2 19.3 9.7 1.4 1.4 5.0 3.7 9.6 20.0 19.2 28.2 56.4 43.5 8.9 7.6 1.1 0.4 15.1 15.3 2.7 1.1 28.6 19.2 0.8 1.4 4.3 3.3 5.6 6.3 7.8 23.1 14.5 22.2 55.3 40.9 8.8 11.6 1.6 1.1 21.7 21.0 3.8 2.0 19.4 5.2 0.7 1.0 11.5 3.1 5.7 3.9 7.9 8.4 11.5 20.0 11.5 27.5 50.5 35.9 9.4 7.7 3.8 2.1 11.9 10.8 6.2 2.7 19.1 12.7 1.1 1.3 8.3 1.7 3.5 2.4 5.7 5.1 11.0 15.8 12.7 18.5 58.4 55.3 8.7 8.4 7.5 7.6 11.6 10.6 9.5 6.2 21.0 22.5 0.5 1.2 E Fuente. Dirección de Estadística. Detalle de plazas ejecutadas (*) Incluye todos los niveles y modalidades administrados por el Ministerio de Educación Tres factores estarían influyendo en los cambios de la estructura por niveles magisteriales; ellos son: (i) la fuerte tasa de retiro del profesorado producida en 1991 y 1992 especialmente en los niveles V y III; (ii) la titulación de muchos docentes que estaban cursando su programa regular de formación en un instituto superior pedagógico o universidad y que son promovidos hasta el III nivel según sus años de servicio; y (iii) los cursos de profesionalización que, como se verá más adelante, crecieron aceleradamente beneficiando incluso a quienes no estaban trabajando en centros educativos. La segunda característica aborda el caso de los docentes menos calificados. Datos de las planillas muestran una reducción, a casi la mitad, del porcentaje de docentes de las categorías E y D; que tienen educación secundaria como nivel de instrucción o estudios incompletos en otra carrera profesional. En valores absolutos este grupo de profesores descendió de 60,655 en 1990 a 31,470 en 1995. Sin embargo, no deben dejar de preocupar los índices todavía altos de docentes ubicados en la categoría E; especialmente en las modalidades de educación inicial, secundaria de menores y educación especial. Es el grupo en el que tendría que recaer la prioridad de las políticas formación de docentes. El examen de la tasa de retiro refleja una alta movilidad ocupacional de los docentes menos calificados más intensa que el promedio; ellos consideran la docencia como una carrera de tránsito y si se quedan deciden estudiar para titularse en la esperanza de ganar algo más. e) Docentes según cargo desempeñado 20 El Ministerio de Educación ha establecido diversos módulos de organización de centros educativos en función de las modalidades que ofrecen y su matrícula. Sin embargo, políticas de austeridad y racionalización del gasto hacen que muchas plazas que quedan vacantes no se cubran; por ello, el justificado reclamo de directores de centros educativos sobre la falta de personal para algunas funciones básicas como orientación y tutoría o la de auxiliar de educación en los colegios de mayor tamaño. Poco más de las tres cuartas partes del magisterio trabaja como profesor de aula o dictando clases por horas. La interrogante es si ese porcentaje resulta conveniente para la gestión escolar o es insuficiente. La misma pregunta podría formularse en el caso de otros cargos como los de director, coordinador o auxiliar de educación. Como directores y subdirectores se desempeñan 34,942 docentes. Comparar esta cifra con el total de escuelas urbanas y rurales lleva a obtener un coeficiente menor que uno; es decir, hay menos personas para esos cargos que centros educativos. Así, por ejemplo, 0.9 directores y subdirectores por cada escuela urbana y 0.5 directores y subdirectores por escuela en área rural. La intensa práctica del régimen de unidocencia o enseñanza multigrado, así como la existencia de escuelas con reducido número de secciones explica en parte esta situación. CUADRO 5: PERSONAL DOCENTE POR CARGO, SEGUN NIVELES Y MODALIDADES. 1993 NIVEL Y MODALIDAD TOTAL TOTAL ESCOLARIZADO Inicial Primaria Menores Primaria Adultos Secundaria Menores Secundaria Adultos Formación Magisterial Superior Tecnológica Especial Ocupacional NO ESCOLARIZADO Inicial Primaria Adultos Secundaria Adultos Ocupacional 321658 29171 145396 2481 105238 7474 4558 12207 3223 8206 Directores y Subdirector. 10.9% 22.0% 11.4% 9.9% 6.1% 6.4% 14.1% 19.4% 5.5% 15.7% Docente de Aula/ Hora 77.0% 62.2% 81.5% 85.7% 78.6% 84.0% 82.4% 50.5% 63.7% 76.6% Coordinad. Es pecialist.Otro 7.0% 0% 5.4% 3.2% 7.5% 3.2% 2.6% 29.5% 15.4% 6.7% Auxiliares de Educación 5.2% 15.8% 1.7% 1.2% 7.9% 6.4% 0.9% 0.5% 15.5% 1.0% 1596 532 1314 227 0% 16.5% 16.1% 13.2% 0% 83.5% 83.9% 86.8% 100.% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% Fuente. Censo Escolar 1993. CUADRO 6: PERSONAL DOCENTE POR DEPARTAMENTOS, SEGUN CARGO DESEMPEÑADO. 1993 DEPARTAMENTO TOTAL Directores y Subdirectores Docentes de Aula y por horas Coordinad, Auxiliares de EspecialisEducación tas y Otros Docente Coordinad. Especial 21 TOTAL Amazonas Ancash Apurímac Arequipa Ayacucho Cajamarca Callao Cusco Huancavelica Huanuco Ica Junín La Libertad Lambayeque Lima Loreto Madre de Dios Moquegua Pasco Piura Puno San Martín Tacna Tumbes Ucayali 321658 4740 14341 5269 14978 8183 15914 8004 12911 5690 6970 9392 15013 16706 12339 100437 11402 1015 2469 4178 17548 15074 7430 3644 3235 4776 10.9% 18.8% 7.8% 6.7% 12.4% 12.9% 20.2% 7.5% 9.7% 6.2% 17.2% 10.4% 7.8% 12.6% 10.0% 8.2% 22.4% 4.2% 7.5% 10.1% 7.7% 11.6% 20.4% 9.3% 8.5% 17.8% 77.0% 74.8% 83.1% 87.2% 72.1% 78.9% 73.1% 75.8% 81.1% 87.4% 77.2% 75.4% 82.9% 74.5% 77.4% 75.7% 66.1% 86.5% 80.5% 81.5% 83.7% 79.0% 71.1% 75.2% 78.5% 72.6% 7.0% 2.8% 5.0% 3.2% 10.4% 4.8%$ 3.3% 8.5% 5.3% 3.4% 3.2% 9.1% 5.5% 7.7% 7.9% 9.0% 6.6% 5.3% 8.0% 3.5% 5.1% 6.1% 4.7% 10.6% 6.5% 4.7% 5.2% 3.6% 4.2% 2.9% 5.1% 3.4% 3.3% 8.2% 4.0% 3.1% 2.4% 5.1% 3.9% 5.2% 4.7% 7.2% 4.9% 3.9% 4.0% 5.0% 3.5% 3.4% 3.7% 4.8% 6.6% 4.9% 7.7% 4.1% 11.3% 13.6% 6.6% 6.5% 3.8% 11.3% 8.9% 14.7% 4.7% 8.1% 11.4% 6.5% 8.5% 10.3% 3.2% 21.7% 11.7% 8.5% 11.5% 7.3% 3.7% 9.2% 10.0% 4.3% Fuente. Censo Escolar 1993. Tal como lo señala un estudio sobre la realidad educativa latinoamericana, el funcionamiento de centros educativos con poco alumnado en el área rural puede ser factor de elevación de costos o de reducción de la calidad de la enseñanza, salvo en situaciones en que se cuenta con un docente suficientemente capacitado y que dispone de módulos de autoaprendizaje que le faciliten el uso de las técnicas de enseñanza personalizada y otras activas en cursos multigrado. Las escuelas incompletas son además un factor de deserción prematura de muchos niños que deseando estudiar no encuentran donde hacerlo. 2 La mayor proporción de docentes que trabajan en el aula está generalmente en departamentos con alto porcentaje de ruralidad, escuelas unidocentes; es el caso de Apurímac, Huancavelica y Madre de Dios donde ese grupo representa más del 85% del profesorado. En Cajamarca, Loreto y San Martín los directores y subdirectores son más de un quinto del magisterio total, mientras que la proporción más alta de especialistas y coordinadores ocurre en Arequipa y Tacna. En Lima existen 9,528 centros educativos de los cuales 1,019 son unidocentes, 2,174 polidocentes multigrado y 6,335 polidocentes. En el caso de estos últimos, los directores y subdirectores suman 8,272, lo que representa un promedio de 1.3 por escuela. f) Magisterio activo y cesante 2 Schiefelbein, Ernesto; Tedesco, Juan Carlos. Una nueva oportunidad. El rol de la educación en el desarrollo de América Latina. Editorial Santillana. Aula XXI. Buenos Aires, 1995. 22 A inicios de la década anterior, el magisterio público era compuesto, en su mayoría, por jóvenes entre 25 a 44 años de edad y con un tiempo de servicio que fluctuaba entre los 10 y 15 años3. Una década después, la mitad de los profesores tenía un máximo de cuatro años de servicio y el 70% llegaba a un máximo de nueve. Cinco años después, en 1995, esta estructura se mantiene y se acentúa aún más. En efecto, una muestra que cubre 11 departamentos a diciembre de 1995, revela que entre los docentes nombrados no ha variado el predominio de un magisterio joven, básicamente con hasta 5 y 9 años de servicio (59% y 73%, respectivamente). El magisterio más joven está en Madre de Dios y Huancavelica donde más del 90% tiene hasta 9 años de servicio. El de promedio más alto lo tiene Cusco: donde sólo la cuarta parte de los docentes registra hasta 5 años de servicio mientras la tercera parte tiene entre 11 y 15 años. En Moquegua la proporción de docentes con menos de 10 años de servicio no alcanza el 40%. Se destaca que los docentes con más de 25 años participan con porcentajes marginales o inexistentes en la mayor parte del país. Estos datos corroborarían que en el futuro la tasa de retiro docente no será muy alta, confirmándose lo observado desde 1993; además, que hay poca permanencia en el sector del grupo de docentes menos calificados del área urbana. En el área rural podría estar sucediendo lo mismo que otros países latinoamericanos donde las investigaciones sostienen que las expectativas de vida profesional de los docentes de esas zonas podría ser más prolongada que la de los docentes del área urbana. En efecto, entre 1991 y 1992 cesaron o se retiraron del servicio 22,725 docentes; en su gran mayoría con 20 a 30 años de servicios 4 Esa cifra disminuyó a sólo 7,500 para el acumulado de 1993 a 1995. CUADRO 7: DOCENTES DEL SECTOR PÚBLICO POR AÑOS DE SERVICIO. 1995 (*) Departamento Total Ancash Ayacucho Cusco Huancavelica Ica Lambayeque Lima y Callao Loreto Madre de Dios Total Docentes 148546 13220 8815 12949 4940 6950 9851 52264 9839 1146 0-5 años 58.8% 68.7% 22.3% 25.6.% 76.1% 52.2% 52.6% 69.5% 63.8% 82.0% 6-10 años 14.6% 15.2% 24.2% 14.5% 14.7% 18.5% 4.8% 13.8% 19.5% 8.7% 11-15 años 12.0% 7.1% 19.0% 32.8% 4.3% 10.4% 26.5% 6.3% 8.4% 5.4% 16-20 años 8.4% 5.9% 18.0% 10.4% 3.3% 12.7% 10.6% 6.6% 6.4% 2.8% 21-25 años 4.4% 2.4% 12.6 8.8% 1.2% 4.7% 4.2% 2.7% 1.7% 1.1% 26-30 años 1.6% 0.6% 3.7% 7.7% 0.4% 1.3% 1.3% 0.9% 0.2% 0.0% 30 y + años 0.2% 0.1% 0.2% 0.2% 0.0% 0.2% 0.0% 0.2% 0.0% 0.0% 3 Ministerio de Educación. INIDE. El magisterio peruano en la reforma educativa. Estudio evaluativo 1972-1980. 4 Según Datos de la Derrama Magisterial. Palabra del maestro. Nº 9. 23 Moquegua Puno Tumbes Ucayali 2451 16549 3222 5689 17.3% 56.1% 70.0% 74.1% 22.0% 13.0% 16.6% 11.9% 16.4% 13.5% 5.8% 8.9% 14.3% 11.2% 4.9% 4.3% 20.9% 5.3% 2.1%. 0.8% 6.9% 0.9% 0.5% 0.0% 2.2% 0.0% 0.1% 0.0% Fuente: Oficina de Informática. Ministerio de Educación. (*) Incluye solo personal nombrado La casi totalidad de los docentes que se retiraron entre 1993 y 1995 tenía título pedagógico y 70% pertenecía al V nivel magisterial. Los que poseían nivel de instrucción secundaria o estudios superiores incompletos en otra carrera, fueron sólo 2.8%. Las cifras confirman la distribución porcentual del personal ubicado en los niveles más altos de la carrera magisterial. Además, para los no titulados que permanecen en el sector la aspiración es su profesionalización. También indica que de operar una mayor rigurosidad en los procesos de selección de personal podrían continuarse mejorando los niveles de calificación promedio del magisterio nacional. CUADRO 8: DOCENTES CESANTES EN EL PERIODO 1993-1995 NIVEL MAGISTERIAL TOTAL GENERAL Total con titulo V Nivel IV Nivel III Nivel II Nivel I Nivel Total sin titulo Categoría A Categoría B Categoría C Categoría D Categoría E 1993 98,485 93,002 68,616 5,646 4,733 4,734 9,273 5,483 764 647 719 894 2,459 1995 105,985 100,285 73,841 6,077 5,094 5,094 9,979 5,900 822 697 774 962 2,645 INCREMENTO 7,500 7,083 5,225 431 361 360 706 417 58 50 55 68 146 Fuente. Dirección de Planificación Estratégica. g) Régimen de pensiones No se cuenta con datos para todo el país, pero sí de 15 departamentos, para los que el Ministerio de Educación confecciona las planillas de pago. La estructura del magisterio según régimen de pensiones, proporciona elementos de juicio sobre el esfuerzo financiero que hay que hacer respecto de las listas pasivas; asimismo, influye en alguna medida en la mayor o menor disponibilidad presupuestaria que pueda tener el sector para desarrollar programas estratégicos. A diciembre de 1995, 58% está bajo la Ley 19990, el 23.8% en la Ley 20530 y 18.2% bajo el nuevo sistema de las AFP. Ayacucho, Ucayali, Huancavelica y Tumbes tienen más del 80% de sus docentes en la Ley 19990. La mayor proporción de docentes bajo la Ley 20530 está en Lambayeque, Cusco, Ica y Tacna. En 24 cuanto a las AFP, Loreto es el que tiene la mayor proporción de docentes acogidos a dicho sistema: más del 40%. CUADRO 9: DOCENTES SEGUN EL REGIMEN DE PENSIONES: LEYES 20530, 19990 Y 25897 Departamento Total Ancash Ayacucho Cusco Huancavelica Ica Lambayeque Lima y Callao Loreto Madre de Dios Moquegua Piura Puno Tacna Tumbes Ucayali Total Docentes 136619 13220 8815 12949 4940 6950 9851 52264 9839 1146 2451 15869 16549 3419 3222 5689 Ley 20530 23.5% 17.1% 17.5% 34.7% 11.4% 33.4% 40.8% 20.2% 18.0% 12.1% 24.7% 25.4% 29.0% 46.3% 12.6% 12.5% Ley 19990 60.1% 64.7% 82.5% 65.3% 83.7% 48.1% 59.2% 53.7% 38.6% 60.3% 75.3% 48.0% 71.0% 29.1% 80.7% 87.5% Ley 25897 16.4% 18.2% 0.0% 0.0% 4.9% 18.5% 0.0% 26.1% 43.4% 27.6% 0.0% 26.6% 0.0% 24.6% 6.7% 0.0% Fuente: Oficina de Informática. Ministerio de Educación. Datos a Diciembre de 1995 25 CAPITULO II CARACTERISTICAS DE LA OFERTA DE FORMACIÓN DOCENTE a) Instituciones de formación docente El sistema educativo forma docentes bajo dos modalidades: (i) en programas regulares, ofrecidos por las facultades de educación de las universidades y los institutos superiores pedagógicos en cursos de 10 semestres de duración. Estos programas se dirigen a formar docentes que ingresan al servicio; y (ii) en programas de profesionalización, que combinan fases presenciales -dadas en los meses de verano- y a distancia, durante un periodo de 6 años. Atienden esencialmente la titulación de docentes en servicio que no tienen título pedagógico. La oferta y demanda de formación docente fue siempre un tema controvertido y cuya actualidad se retoma periódicamente. Generalmente equivocados procesos de planificación condujeron al sistema en unos momentos a la producción excesiva de egresados y en otros a largos períodos de supresión del ingreso a estudios en educación. La consecuencia de esta última decisión fue la contratación de muchos maestros sin título pedagógico. Hace cuatro décadas la carrera de educación atraía a un tercio de los postulantes a las universidades. Actualmente alrededor del 9% de los postulantes y el 12% de la matrícula universitaria corresponden a programas de educación 5. Es evidente una disminución del interés y expectativas de los jóvenes para seguir la carrera de educación debido a factores como el salarial, el descenso de la imagen social del profesor, las inadecuadas condiciones de trabajo, la falta de perspectiva profesional y la limitada expansión de los nuevos empleos. La vocación, decisiva para el ejercicio de la carrera docente, parece ceder paso a dos fenómenos crecientes: el afán de lograr un empleo rápido -en opinión de jóvenes de los estratos socioeconómicos bajo y medio bajo-; y el hecho que educación se haya convertido en una carrera de “refugio” para los que no logran ingresar a otras carreras, o en un empleo de tránsito para quienes buscan trabajar mientras consiguen otro empleo de mejores perspectivas. Contrariamente al cambio de actitud que viene operándose respecto de la profesión de educador, a la notoria reducción de la capacidad pública de generar nuevos empleos docentes y a una desaceleración del ritmo de crecimiento de la matrícula, el número de instituciones que forman docentes creció impresionantemente en los últimos años. Una expresión de dicho crecimiento es el que el 60% de las instituciones que forman docentes fueron creadas entre 1992-1995. Tres son quizás las características más saltantes del crecimiento reciente de la oferta. La primera es su escasa planificación; especialmente de los institutos superiores pedagógicos. Podría asegurarse que el factor que marca el desarrollo de la formación magisterial son los institutos superiores pedagógicos que entre 1963/1968 se duplicaron; luego se redujeron de 130 a 39 en 1975. Un nuevo aumento de los institutos pedagógicos se inicia en 1985 y se acelera a partir de 1989 en que 5 Banco de Datos de GRADE. Datos correspondientes al periodo 1990-1993. 26 funcionan 86 hasta llegar a 225 en 1994 y 312 en 1995. Además hay 41 escuelas de educación artística y de educación física que también forman docentes. La segunda característica de la oferta docente es el inexistente surgimiento de instituciones de calidad. En su gran mayoría los nuevos centros de formación funcionan en casas alquiladas, sin equipamiento básico, con profesores sin experiencia y mal pagados, ignorando la moderna tecnología educacional y los nuevos roles que en el futuro se asignan a los docentes. La tercera característica es el crecimiento desmesurado de la oferta de institutos pedagógicos privados. Entre 1990-1995 pasaron a 17 a 198 ; es decir, se multiplican por casi 17 veces. A título ilustrativo podría señalarse que muchos institutos pedagógicos privados tienen una matrícula menor al que exigiría el financiamiento de una formación de mínima calidad. El número de alumnos por estudiante se redujo a la mitad entre 1991 y 1994 y sólo en cuatro de 15 departamentos es mayor a los 250 alumnos, Por el contrario, la carga de alumnos por instituto público se acerca a casi el triple de la existente en el sector privado. GRAFICA 2 Universidades e Institutos Superiores Pedagógicos. 1982-1995 198 200 180 ISP Pub 160 ISP Priv 140 Univers número 120 100 80 58 51 60 40 19 19 20 3 5 0 82 83 61 57 21 4 84 125 111 85 63 66 º68 36 36 36 36 6 8 10 9 86 87 88 83 77 36 9 89 89 17 90 91 114 101 36 36 34 36 124 36 30 36 36 34 92 93 94 95 Fuente: INEI. Compendio Estadístico 1994-1995. Datos 1995 : Dirección Nacional de Formación y Capacitación Docente. Ministerio de Educación. La rápida expansión de la oferta privada tiene tres explicaciones: (i) la actitud imperante hasta mediados de los 80, cuando se consideraba la formación en los institutos pedagógicos como una función casi monopólica del Estado, cambia abriéndose la posibilidad de mayor presencia privada; (ii) paralelamente se simplifican, a partir de 1993, los procedimientos de autorización de funcionamiento de instituciones de educación superior no universitaria; y (iii) las altas expectativas de empleo en la carrera de educación para quienes culminaban sus estudios se mantuvo hasta hace poco. Es un fenómeno reciente que jóvenes de todos los estratos económicos perciban que es una de las que más desempleados tiene 6. 6 Datos de APOYO. Opinión y Mercadeo entre 632 jóvenes entrevistados. Mayo de 1995. En el nivel socio-económico A/B, 14% de los jóvenes tenía esa opinión, mientras entre los del nivel socioeconómico C/D uno de cinco jóvenes tenía esa opinión. 27 Según la Dirección Nacional de Formación y Capacitación Magisterial, hasta abril de 1996 existían 111 expedientes en el Ministerio de Educación que solicitaban autorización de funcionamiento; de ellos, con opinión técnica favorable o con proyecto de Decreto Supremo listo para aprobación hay 44. En el caso de las universidades, el Consejo Nacional de Funcionamiento de Universidades (CONAFU) tiene en espera 100 expedientes de creación de universidades, de los cuales 90% consideran la apertura de facultades de educación. CUADRO 10: INSTITUTOS SUPERIORES PEDAGOGICOS EN FUNCIONAMIENTO Y EN TRÁMITE DE CREACION EN 1995 Departamento Amazonas Ancash Apurímac Arequipa Ayacucho Cajamarca Cusco Huancavelica Huanuco Ica Junín La Libertad Lambayeque Lima y Callao Loreto Madre de Dios Moquegua Pasco Piura Puno San Martín Tacna Tumbes Ucayali TOTAL Público En Funcionamiento (*) ISP Otros Total Púb Priv Púb Priv ISP Otros 3 8 6 7 6 15 11 3 5 3 5 9 2 4 1 1 1 1 4 8 6 1 1 3 114 0 11 0 8 3 8 16 1 4 10 17 19 11 53 4 0 1 1 11 12 2 2 1 3 198 1 0 0 4 2 1 1 0 0 2 2 6 1 5 0 0 0 1 2 0 1 0 1 31 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 8 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 10 3 19 6 15 9 23 27 4 9 13 22 28 13 57 5 1 2 2 15 20 8 3 2 6 312 1 1 0 4 2 1 1 0 0 2 3 5 1 13 2 0 0 0 1 2 0 1 0 1 41 En trámite de creación Sin EObser Opinión Proyecto valuar vados favorabl DS e 2 1 1 1 2 2 3 4 3 4 3 2 8 1 1 1 3 10 3 9 2 1 1 4 1 1 1 1 1 1 28 3 7 1 36 1 8 - Fuente. Base de Datos y Archivo de la DIPCGE. 1995 Adicionalmente hay promotores que solicitan ampliar nuevas especialidades o regularizar su oferta. En esta situación se encuentran 119 institutos; de ellos 41 tienen opinión técnica favorable o un proyecto de Resolución Directoral en trámite. La situación se complica cuando se observa que muchas instituciones, en el afán de captar mayor clientela, buscan acelerar la producción de graduados organizando más de dos semestres al año o sacrificar parte de la carga horaria de formación. Ante ello, no hay capacidad de supervisión por parte del Ministerio de Educación ni los organismos intermedios. 28 La demora en la tramitación de expedientes genera, de un lado, malestar entre los promotores de nuevas instituciones o de las existentes que buscan ampliar su oferta; de otro lado, preocupación en la Dirección Nacional de Formación y Capacitación Docente que incurre en el lamado “silencio administrativo” 7 y no cumple con el reglamento de autorización y funcionamiento de institutos y escuelas de educación superior que da plazo de 60 días para tramitar un expediente. Frente a la evidente sobre oferta de instituciones de formación docente, el Ministerio de Educación decidió desde mediados de 1995 suspender la autorización de funcionamiento y estudia la puesta en práctica de requisitos más exigentes en los aspectos de infraestructura para quienes deseen crear o ampliar la oferta. b) Profesionalización docente La profesionalización comenzó a organizarse en 1975 con el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo de la Educación (INIDE). Surge para satisfacer la necesidad de formación de muchos profesores sin título, en un momento en que había creciente demanda de docentes pero insuficientes egresados de programas de educación. En 1984 el Ministerio de Educación firma convenios para titular docentes en servicio con las universidades de Huacho, Ica, San Martín de Porres y Cajamarca. Ellos más tarde se multiplicaron en forma indiscriminada llegándose en 1995 a establecer 15 convenios con universidades y autorizar a 51 institutos superiores pedagógicos públicos a ofrecer programas de profesionalización 8. Con institutos pedagógicos privados el Ministerio de Educación sólo registra dos, pero se sabe de otros que funcionan basándose en el silencio administrativo. También se conoce que entre 1985-1990 varios gobiernos regionales habrían firmado convenios de duración ilimitada y sin conocimiento de la sede central. 7 Por silencio administrativo se entiende una solicitud de autorización para ofrecer profesionalización pero que transcurrido los plazos legales el Ministerio de Educación no dio respuesta. Las instituciones solicitantes lo entienden como autorizado. 8 Existen 7 adicionales que lo brindaron sin autorización. 29 CUADRO 11: INSTITUCIONES QUE OFRECEN PROFESIONALIZACION DOCENTE. 1995 Departamento Amazonas Ancash Apurímac Arequipa Ayacucho Cajamarca Provincia Chachapoyas Bagua Chica Bagua Grande Huari Chimbote Huaraz Chimbote Huaraz Abancay Andahuaylas Abancay Arequipa Ayacucho Coracora Ayacucho Cajamarca Cajabamba Chota Jaén Cajamarca Institución 1. ISP Púb. Toribio Rodríguez de Mendoza 2. ISP Púb. Abraham Valdelomar (*) 3. ISP Púb José Santos Chocano (*) 4. ISP Púb Huari 5. ISP Púb Chimbote 6. ISP Púb Huaraz 7. Universidad Priv. San Pedro 8. Universidad Nac. Santiago Antúnez de Mayolo (**) 9. ISP Púb San Juan Bautista de La Salle 10. ISP Púb José María Arguedas 11. Universidad Tecnológica de los Andes (**) 12. ISP Púb Arequipa 13. ISP Púb Nuestra Sra. de Lourdes 14. ISP Púb Coracora 15. ISP Priv. Jesús Nazareno 16. ISP Púb Hno. Victorino Elorz Goicochea 17. ISP Púb Ciro Alegría Bazán (*) 18. ISP Púb Nuestra Sra. de Chota 19. ISP Púb Víctor Andrés Belaúnde 20. Universidad Nac. de Cajamarca 30 Continúa Departamento Cerro de Pasco Cusco Huancavelica Huanuco Ica Junín La Libertad Lambayeque Lima Loreto Madre de Dios Moquegua Piura Puno San Martín Tacna Tumbes Ucayali Provincia Cerro de Pasco Cusco Urubamba Quillbamba Tinta Sicuani Huancavelica Huanuco La Unión Ica Chincha Chupaca-Huancayo Tarma Huancayo Huancayo Trujillo Huamachuco Santiago de Chuco Trujillo Chiclayo Chiclayo Chiclayo Breña Villa El Salvador Cañete Monterrico Lima Lima Lima Lima Huacho Maynas Yurimaguas Barranca Iquitos Pto. Maldonado Moquegua Piura Sullana Piura Puno Juliaca Moyobamba Juanjui Tarapoto Tacna Tumbes Pucallpa Institución 21. ISP Púb Gamaniel Blanco Murillo 22. ISP Púb Santa Rosa 23. ISP Púb Urubamba 24. ISP Púb Quillabamba 25. ISP Púb Tinta 26. ISP Púb Gregoria Santos 27. ISP Púb Huancavelica 28. ISP Púb Marcos Durán Martell 29. ISP Púb Hermilio Valdizán (*) 30. ISP Púb Juan XXIII 31. ISP Púb Chincha 32. ISP Púb Teodoro Peñaloza 33. ISP Púb Gustavo Allende Llavería 34. Universidad Nac. del Centro 35. Universidad Privada Los Andes 36. ISP Púb Indoamérica 37. ISP Púb José Faustino Sánchez Carrión 38. ISP Púb Víctor Raúl Haya de la Torre (*) 39. Universidad Privada César Vallejo (**) 40. ISP Púb Sagrado Corazón de Jesús 41. Universidad Particular de Chiclayo 42. Universidad Nac. Pedro Ruiz Gallo (**) 43. ISP Púb Educación Inicial 44. ISP Púb Manuel González Prada (*) 45. ISP Púb Cañete 46. IPN Púb Monterrico 47. ISP Priv. Diego Thompson 48. Universidad Nac. Enrique Guzmán y Valle 49. Universidad Privada San Martín de Porres 50. Universidad Privada Inca Garcilaso de la Vega 51. Universidad Nac. José Faustino Sánchez Carrión 52. ISP Púb Loreto 53. ISP Púb Monseñor Elías Olazar 54. ISP Púb R.P. Cayetano Ardanza 55. Universidad Nac. de la Amazonía 56. ISP Púb Nuestra Sra. del Rosario 57. ISP Púb Mercedes Cabello de Carbonera 58. ISP Púb Piura 59. ISP Púb Victorino Elorz Goicochea (*) 60. Universidad Nac. de Piura 61. ISP Púb Puno 62. ISP Púb Juliaca 63. ISP Púb Generalísimo José de San Martín 64. ISP Púb Juanjui 65. ISP Púb Tarapoto 66. ISP Púb José Jimenez Borja 67. ISP Púb José Antonio Encinas 68. ISP Púb Horacio Zevallos Gamez (*) Funcionan sin autorización (**) Convenios en trámite Es así como entre 1985-1994 los cursos de profesionalización se multiplicaron por 6.4, mientras la formación regular en los institutos superiores pedagógicos lo hacía por 3.7 y la de las universidades en 37%. El aumento de la oferta de profesionalización lo facilitó la Ley 25212 y el Reglamento de la 31 Ley del Magisterio, que reduce de tres años a 18 meses el tiempo de servicio oficial mínimo para que el docente no titulado acceda a estos cursos. Estas medidas generaron el interés de varias universidades e institutos superiores pedagógicos al apreciar la profesionalización más como una forma rápida de generar recursos propios que como un servicio a la mejora de la calificación del magisterio. En la práctica, la profesionalización terminó desvirtuando su finalidad destinándose a cualquiera que quiera seguirla y no necesariamente a docentes en servicio sin título. Se da el caso de la Universidad de Huacho que aprovechando la autorización para ofrecer profesionalización, subcontrataba a institutos superiores pedagógicos. En este caso el papel de la Universidad era únicamente otorgar el título. Otro caso es el de la Universidad Ricardo Palma que sin contar con una Facultad de Educación ofreció durante varios años profesionalización docente. CUADRO 12: MATRICULA REGULAR Y EN PROFESIONALIZACION DOCENTE 1963-1968-1975-1980-1985-1994 Institución I.S.P. (%) Universidades (%) Profesionalización (%) TOTAL (%) 1963 7600 (39%) 11999 (61%) - 1968 23000 (44%) 29698 (56%) - 1975 9100 (34%) 17872 (66%) - 1980 4900 (20%) 19165 (80%) - 19599 (100%) 52698 (100%) 26972 (100%) 24065 (100%) 1985 24473 (35%) 38253 (56%) 6320 (9%) 69046 (100%) 1994 91803 (50%) 52500 (28%) 40447 (22%) 188250 (100%) Fuentes.- INP. Estadística Básica de la Educación. 1987. INEI Compendios Estadísticos 1991/1992, 1994/1995. CONUP. Boletín Estadístico Nº 9 y 10. ANR Oficina de Estadística La oferta pública de profesionalización en los institutos superiores pedagógicos es más del 90%. En 15 departamentos sólo hay oferta pública y en ocho oferta privada. Lima y Piura atienden el 9.5% y 9.3% de la matrícula total, en tanto que Junín y Cajamarca lo hacen con el 7.5%. El mayor porcentaje del alumnado de programas de profesionalización está en Lima. Se estima que entre 1992-1994 se graduaron en programas de profesionalización 37,347 docentes. Su número supera la demanda por profesionalización en Loreto, Huancavelica, Tumbes y Ucayali, mientras que en Ica y Lambayeque son más del 70% del magisterio menos calificado. Hay, en cambio, lugares en donde la oferta de resulta insuficiente o inexistente como en Moquegua, Arequipa, Lima, Piura y Apurímac, donde los que siguen profesionalización son el 15% o menos de la necesidad total. Sin embargo, a los datos disponibles habrá que adicionar los de universidades como La Cantuta y Huacho que tienen cobertura a nivel nacional 9. Ante las irregularidades de funcionamiento, las críticas a las bondades del programa y el reclamo de una reforma profunda de su concepción, el Ministerio de Educación decidió a principios de 1996 9 Ministerio de Educación/PNUD/GTZ. El documento Indicadores cuantitativos del sistema educativo. (Documento de Trabajo. 1993), señala que entre 1982 y 1990 los institutos pedagógicos lograron titular 15175 docentes. Para el periodo 1992-1994, tomando como base la cifra de egresados del Censo Escolar 1993 se calcula que el nivel de titulados alcance un acumulado de 8971 docentes. 32 reducir la oferta de profesionalización. Una primera medida fue no renovar los convenios de profesionalización En el caso de los institutos pedagógicos esta medida es viable al estar la profesionalización casi íntegramente a su cargo. Tratándose de instituciones privadas y de universidades el problema resulta más complicado ya que algunas instituciones, al ver concluidos sus convenios con el Ministerio de Educación, que les autorizaban a profesionalizar docentes, y a fin de no eliminar una fuente de ingresos, han comenzado a crear otros tipos similares de oferta: (i) la complementación pedagógica que ofrece licenciatura a un alumno en tres años de carrera; y (ii) la complementación académica, que da título de licenciado en educación a otros profesionales en un programa de tres semestres de duración. CUADRO 13: MATRICULA Y EGRESADOS DE PROFESIONALIZACION DOCENTE 1992-1994 Departamento TOTAL Amazonas Ancash Apurímac Arequipa Ayacucho Cajamarca Callao Cusco Huancavelica Huanuco Ica Junín La Libertad Lambayeque Lima Loreto Madre de Dios Moquegua Pasco Piura Puno San Martín Tacna Tumbes Ucayali Demanda de profesionalizació n a/ 37347 839 2139 991 1554 1366 2351 942 2198 211 2134 499 736 1559 496 8448 204 447 288 394 4291 1717 2690 198 154 670 Matrícula profesionalización docente _______________________________ ___ 1992 1993 1994 36653 37829 40447 1209 1218 1295 2367 2362 2459 850 744 808 1154 1368 1709 1137 1294 1442 3000 2795 3004 0 0 0 2390 2501 2653 629 588 622 1519 1450 1499 1575 1621 1779 2549 2924 3022 2800 2448 2566 1411 945 866 2532 3573 3861 1255 1529 1805 169 157 173 0 317 3297 2065 1706 250 502 1670 0 358 3436 2226 1795 273 522 1702 0 420 3744 2128 1888 396 550 1748 Titulados 1992 - 1994 Titulados92-94/ demanda de profesionalización 8971 376 446 151 122 287 1188 0 468 303 424 363 425 578 370 319 376 92 24% 45% 21% 15% 8% 21% 51% 0 21% 143% 20% 73% 58% 37% 75% 4% 184% 21% 0 110 534 456 539 91 205 768 0 28% 12% 27% 20% 46% 133% 115% Fuente. Ministerio de Educación. Dirección de Estadística. Egresados estimados tomando como referencia la que registra el Censo Escolar 1993. a/ Docentes en servicio que su nivel de escolaridad es educación secundaria o tienen estudios sin concluir en una carrera que no es educación. Se da también el caso de instituciones como el Instituto Pedagógico de Monterrico y las Universidades de Huacho y San Martín de Porres, que analizando las perspectivas del mercado o 33 evaluando su propio desempeño, han decidido suspender a partir de 1996 el ingreso a cursos de profesionalización. Decisiones acertadas de política de profesionalización deberían evaluarse en función de algunos elementos del diagnóstico de la formación magisterial y de la composición de los docentes según su calificación. La elevación reciente del porcentaje de quienes poseen título pedagógico tiene como uno de sus factores la profesionalización docente; por otro lado, en varias zonas del país los docentes sin título son el 75% o más y algún esfuerzo hay que hacer por elevar su calificación. Por último, no todas las instituciones que ofrecen profesionalización docente son de pobre calidad. Las que dan un buen servicio, aunque pocas, deberían ser alentadas a continuar prestándolo. En 1993 la tasa de retiro estudiantil en la profesionalización docente pública fue cinco veces menor que la privada. En la mayor parte del país se sitúa en niveles inferiores al 4%, con excepción de Amazonas, Cusco, Junín, La Libertad, Cajamarca y Lambayeque. En el sector privado, el retiro estudiantil es superior, excepto en un caso, al 5.5%, llegando incluso al 23% en Lima. CUADRO 14: TASAS DE RETIRO EN PROFESIONALIZACION DOCENTE. 1993 Departamento TOTAL Amazonas Ancash Apurímac Arequipa Ayacucho Cajamarca Cusco Huancavelica Huanuco Ica Junín La Libertad Lambayeque Lima Loreto Madre de Dios Moquegua Pasco Piura Puno San Martín Tacna Tumbes Ucayali ________TOTAL_____ _______PUBLICO______ ________PRIVADO____ __ _ _ Matrícula % Matrícula % Retirados Matrícula % Retirados Retirados 35223 3.9 33014 3.1 2209 15.8 1209 12.7 1209 12.7 0 0 2484 3.2 2484 3.2 0 0 850 1.8 850 1.8 0 0 1181 3.4 1181 3.4 0 0 1137 0.3 1137 0.3 0 0 2790 4.1 2790 4.1 0 0 2461 8.9 2461 8.9 0 0 629 1.6 629 1.6 0 0 221 2.3 221 2.3 0 0 1575 4.6 1428 3.9 147 12.2 2897 7.1 2472 6.1 425 12.9 2752 4.5 2424 4.4 328 5.5 1411 4.9 1258 4.1 153 11.1 3178 6.6 2446 1.6 732 23.4 1255 2.9 1255 2.9 0 0 169 0 169 0 0 0 0 0 0 0 0 0 317 2.8 317 2.8 0 0 3297 3.7 2873 1.8 424 16.7 1948 2.6 1948 2.6 0 0 1646 1.6 1646 1.6 0 0 129 0 129 0 0 0 587 1.4 587 1.4 0 0 1100 0 1100 0 0 0 (*) Callao no registra oferta de profesionalización docente c) Matrícula en programas regulares en institutos superiores pedagógicos y facultades de educación 34 La oferta regular de formación docente se dirige esencialmente a satisfacer las necesidades de crecimiento de la matrícula y de reemplazo del personal que cesa o se retira voluntariamente del sistema educativo. Resultado del aumento de los centros de formación docente, la matrícula regular de formación magisterial tuvo en los últimos 15 años un crecimiento acelerado y más recientemente desproporcionado en relación a las demandas del sistema. El alumnado se multiplicó por 2.5 entre 1985-1993 y explica la preocupación de autoridades y especialistas por la planificación de la formación; especialmente respecto del cuántos formar. Si la comparación se hace en tasas de crecimiento, en conjunto, los alumnos de los institutos pedagógicos y facultades de educación universitarias lo hicieron a tasas mayores seis veces mayores a la de la matrícula escolar. Es lo inverso a lo ocurrido entre 1963-1980 cuando la matrícula escolarizada crecía más que la formación docente. Además, al comparar la oferta de formación de profesores con la de educación inicial, primaria y secundaria de menores, lo que se observa es una falta de sintonía en la planificación de ambos crecimientos; por demás evidente entre los años 1968 y 1980 cuando la matrícula de la primera crecía a tasas negativas mientras la matrícula escolarizada lo hacía con tasas positivas. El crecimiento de la matrícula regular es tributario de la oferta de los institutos pedagógicos cuyo alumnado creció anualmente a un promedio de 5,160 alumnos entre 1982-1989; 9,374 entre 19891992 y 10,442 entre 1993-1994. En el caso de las universidades, el crecimiento estudiantil fue más moderado: entre 1982-1993 se duplicó pero desde 1991 se sitúa en valores relativamente estables de alrededor de 53,000 alumnos. GRAFICA 3 Tasas anuales de crecimiento de la matrícula de formación magisterial y matrícula escolarizada. 1963-1993 25 20 21.1 21.9 23.5 16.3 15 10 8.2 5 5.7 3.9 3.5 5 2.6 2.3 1.2 0 63-68 -5 -10 68-75 75-80 80-85 85-93 63-80 80-93 -2.3 -9.1 F.Magist Mat.Escol 35 La oferta muestra que en los institutos superiores pedagógicos se han producido pocas alteraciones respecto de los seis departamentos donde se concentra la mayor cobertura de matrícula. En 1982 lo eran, en orden de importancia, Lima, Cajamarca, Ancash, La Libertad, Piura y Puno. Para 1993 lo son, guardando el mismo criterio, Cajamarca, Lima, Ica, La Libertad, Ancash y Puno. En el caso de las universidades Lima concentró el 60% de la matrícula total en 1985 y 49% en 1993. Lima tuvo en 1994 el 8.2% de la matrícula de formación docente y el 33.3% de la matrícula total escolarizada. En otros departamentos donde la cobertura de la formación docente es significativa sucedíó lo inverso; es decir, la participación del alumnado de formación magisterial fue mayor que la de la matrícula escolarizada. Los casos más notorios son los de Cajamarca e Ica. En el primero, la oferta de formación regular fue el 11.6%; en cambio, la matrícula escolarizada suma menos de la mitad de dicho porcentaje. GRAFICA 4 Matrícula en ISP y Universidades. 1982-1994 100000 81381 90000 91803 76408 70624 80000 69527 alumnos 70000 60000 38253 50000 45515 42443 48357 53209 52546 52500 48286 32770 45225 29710 40000 53173 48762 41546 25323 35853 30000 31038 26316 20000 20763 10000 12166 15486 83 84 0 82 85 86 87 ISP 88 89 90 91 92 93 94 Univers 36 CUADRO 15: MATRICULA EN PROGRAMAS REGULARES DE FORMACION DE MAESTROS ISP Y FACULTADES DE EDUCACION. 1985-1993 Departamento TOTAL Amazonas Ancash Apurímac Arequipa Ayacucho Cajamarca Callao Cusco Huancavelica Huanuco Ica Junín La Libertad Lambayeque Lima Loreto M. de Dios Moquegua Pasco Piura Puno San Martín Tacna Tumbes Ucayali 1985 ISP UNI 1988 ISP UNI 1991 ISP UNI 1992 ISP UNI 1993 ISP UNI 26316 38253 41546 48357 70624 53173 76408 53209 81831 52546 550 0 805 0 1463 0 1719 0 1598 0 1934 85 3257 263 5806 683 5838 673 6371 441 1050 94 1317 155 1374 343 1518 394 1625 545 493 2153 1117 2454 1705 3850 1832 4113 3943 4158 1054 955 1673 1054 2664 855 2674 1123 2723 1101 2465 518 4469 646 7209 799 7888 941 9575 963 0 0 0 0 326 0 452 0 511 0 1066 1987 1492 1839 3038 1939 3233 1779 3962 1738 590 0 925 0 1404 0 1578 268 1480 479 764 1085 1277 952 1907 1046 2002 1273 2071 1375 1561 1917 2708 2863 5234 3134 5630 4324 6495 4775 918 1547 1374 1973 3253 2034 3704 2110 4733 2096 1822 1218 3344 1387 5623 1771 5969 1632 6334 1292 1535 0 2095 41 2503 194 2900 168 3012 615 2702 23093 4199 28992 9376 29153 10544 27219 8663 25759 686 781 1078 1151 1436 963 1541 959 1521 999 92 0 147 0 301 0 317 0 326 0 540 0 659 0 770 0 809 0 752 0 282 1177 521 1742 576 2336 576 2044 787 2044 1672 0 2265 316 3211 359 3598 452 4266 698 1656 1433 3005 1842 5129 2345 5686 2587 5741 2256 700 0 1140 0 2547 0 2094 0 1954 0 553 210 599 687 715 1169 785 1150 1071 1211 937 0 1162 0 1223 0 1341 0 1096 0 676 0 818 0 1831 0 2180 0 771 0 % de Participación ISP ISP UNIV UNIV 85 93 85 93 100 100 100 100 2.9 2.0 0 0 5.1 7.8 0.2 0.8 4.9 2.0 0.2 1.0 0.2 4.8 5.6 7.9 3.6 3.3 2.5 2.1 9.5 11.8 1.4 1.8 0. 0.6 0 0 4.4 4.9 5.2 3.3 3.9 1.8 0 0.9 2.0 2.5 2.8 2.6 3.6 8.0 5.0 9.1 2.9 5.8 4.0 4.0 5.7 7.8 3.2 2.5 4.8 3.7 0 1.2 17.3 10.6 60.4 49.0 2.0 1.9 2.0 1.9 0 0.4 0 0 1.3 0.9 0 0 0.7 1.0 3.1 3.9 4.5 5.2 0 1.3 8.1 7.1 3.7 4.3 2.9 2.4 0 0 3.2 1.3 0.5 2.3 4.4 1.3 0 0 2.3 0.9 0 0 Fuente. Ministerio de Educación. Dirección de Estadística. Asamblea Nacional de Rectores 37 CUADRO 16: PARTICIPACION DEPARTAMENTAL EN LA MATRICULA NACIONAL DE FORMACION MAGISTERIAL Y MATRICULA ESCOLARIZADA. 1982-1985-1990-1994 DEPARTAMENTO Matrícula departamental de formación docente/ total nacional Cajamarca Lima Ica Ancash La Libertad Puno Matrícula escolar departamen-tal/ total nacional Cajamarca Lima Ica Ancash La Libertad Puno 1982 1985 1990 1994 9.5% 17.3% 3.5% 5.1% 5.7% 8.1% 9.3% 10.3% 6.0% 7.3% 6.9% 6.3% 10.7% 13.6% 7.0% 7.9% 7.9% 7.0% 11.6% 10.4% 8.2% 8.0% 7.4% 6.9% 4.9% 31.5% 3.1% 4.7% 5.6% 4.5% 4.9% 30.6% 3.1% 4.6% 5.3% 5.2% 5.2% 29.8% 3.0% 4.5% 5.3% 5.4% 5.1% 33.3% 3.1% 4.6% 5.2% 4.8% Fuente. Ministerio de Educación. Dirección de Estadística Elaboración: GRADE 38 CAPITULO III DEMANDA DE FORMACION DOCENTE 1995-2015 a) El sistema educativo y sus tendencias • Caracterización del crecimiento poblacional La forma cómo se organiza la población por grupos de edad, especialmente la que está en edad de escolaridad obligatoria, define cómo organizar la matrícula. Es además un dato para calcular la escolaridad no obligatoria, aunque en ese caso influyen otras variables como la expectativas educativas sociales y familiares. De otro lado, cada departamento tiene sus propias características de comportamiento demográfico y todos ellos, en un momento u otro, enfrentaron o enfrentarán presiones de crecimiento poblacional en grupos de edad vinculados con la enseñanza obligatoria y no obligatoria. A ello se añaden las demandas de matrícula provocada por fenómenos migratorios. De allí la importancia de tener en cuenta el comportamiento futuro del crecimiento demográfico, cuyas principales características son: 1. Continuación del descenso de la tasa de crecimiento demográfico. El futuro presenta una alternativa mejor que la del pasado en cuanto a la satisfacción de las demandas sociales, al disminuir la presión demográfica como resultado de la aplicación, a partir de 1970, de políticas y programas destinados a moderar el crecimiento poblacional. Según el INEI, entre 1995 y el 2015 la población crecerá a un promedio anual de 1.54%; es decir, cada año habrán, en promedio, 417,200 peruanos más. Los 31.9 millones de peruanos en el 2015 son el doble de los de hace cuarenta años (1975). 2. Envejecimiento de la población. La disminución hasta el 2025 de la mortalidad infantil, de 45 por mil a 22 por mil, y el aumento de la esperanza de vida al nacer de 68 a 75 años, apuntan a un promedio de edad más alto para los peruanos. La edad media pasaría de 21.6 años en 1995 a 31.7 y en el área rural aumentaría en casi 10 años. Hasta el 2015 el crecimiento poblacional se concentrará, en un 96%, en la población de 20 años y más que aumentará 26 veces más (2´886,900 habitantes) de lo que lo hacen los menores de esa edad (97,200). Todos los grupos de edad hasta los 39 años disminuirán su tasa de crecimiento anual respecto del periodo 1975/1995 y la población mayor de 64 años incrementará su participación en el total poblacional de 4.4% al 6.5%. 3. Crecimientos negativos de la población infantil. Entre 1995 y el 2015 se calcula que los menores entre 0 y 5 años habrán disminuido en 55,000 y los de 6 y 7 en 6,600. La población de 10 a 14 años aumentará en 110,000 y el crecimiento será más dinámico a medida que se avanza en edades superiores. La estructura demográfica determinará menores presiones por servicios de educación primaria pero una mayor demanda por educación superior, ofertas vinculadas a la 39 educación y calificación laboral de adultos, así como para atender a la población de la tercera edad. CUADRO 17: POBLACIÓN TOTAL POR GRUPOS DE EDAD Y TASAS DE CRECIMIENTO. 1975-2015 (En miles de personas) GRUPO DE EDAD Pob. 0-4 Pob. 5-14 Pob. 15-19 Pob. 20-24 Pob 25-39 Pob. 40-64 Pob. 65 y + Pob. Urbana Pob. Rural %Pob 0-19 %Pob 20 y + 1975 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2488 4068 1600 1337 2776 2356 536 9380 5781 53.8% 46.2% 2895 5361 2344 2066 4471 3577 857 14814 6755 49.1% 50.9% 2902 5550 2582 2278 5071 4123 1025 16759 6773 46.9% 53.1% 2896 5671 2693 2547 5815 4801 1238 18555 7107 43.9% 56.1% 2878 5694 2803 2672 6617 5661 1479 20425 7379 41.3% 58.7% 2864 5683 2827 2785 7314 6668 1744 22289 7597 38.1% 61.9% 2847 5661 2831 2810 7847 7803 2076 24058 7818 35.6% 64.5% Tasas Crecimiento 1975/95 95/2105 0.8 -0.1 1.6 0.1 2.4 0.5 2.7 1.1 3.1 2.2 2.8 3.2 3.3 3.6 2.9 1.8 0.8 0.7 1.5 0.1 2.9 2.5 Fuente.- INEI-UNFPA. Proyecciones de población del Perú 1995 - 2025. Boletín de Análisis Demográfico Nº 34. Lima, abril de 1995. CUADRO 18: POBLACION MENOR DE 20 AÑOS. 1990 - 2015 (En miles de personas) GRUPO DE EDAD 1995 2000 2005 2010 2015 Menos de 1 590.8 587.6 582.1 578.4 573.5 INDICE CREC 1995=100 .0.971 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 581.0 578.5 576.8 575.2 574.8 571.5 567.6 563.2 558.6 553.3 547.1 541.7 537.9 534.7 530.7 526.6 519.8 509.1 495.7 579.3 577.5 576.4 575.5 572.4 571.5 570.6 569.9 569.0 567.7 566.9 564.8 560.8 557.3 549.9 543.3 537.5 533.2 529.4 575.0 574.1 573.7 573.5 572.1 571.4 570.8 570.3 569.8 569.3 568.5 567.8 567.3 566.7 565.8 564.7 562.3 558.0 552.3 572.3 571.5 571.1 578.8 568.8 568.3 568.1 568.0 568.1 568.3 568.6 568.7 568.5 568.0 567.3 566.3 565.4 564.6 563.8 568.6 568.4 568.3 568.3 566.7 566.4 566.1 565.9 565.9 565.9 565.9 565.9 566.2 566.4 566.5 566.6 566.5 566.0 565.4 0.979 0.983 0.985 0.988 0.986 0.991 0.997 1.005 0.987 1.022 1.034 1.045 1.053 1.059 1.067 1.076 1.090 1.112 1.140 Fuente.- Base de datos: INEI-UNFPA. Proyecciones de la Población en el Perú 1995-2025 Estimación: GRADE. Estudio sobre Situación y Perspectivas de la Formación Magisterial en el Perú en base al método del Multiplicador de Karup-King 40 Tres características destacan en la población por edades simples. Las diferencias de volumen de población entre los menores de 1 año y los de 19 años tienden a reducirse: en 1995 eran de 94,000 y para el 2015 serían de sólo 8,000. En segundo lugar, a partir de los 10 años de edad la tasa de crecimiento de población es positiva y ascendente; por último, hacia el 2010 comienza la disminución de la población en algunas edades, lo que se acentúa en el quinquenio siguiente. Sólo Amazonas, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Huanuco y Loreto mantendrán una pirámide poblacional de ancha base. Allí, el grupo de edad de 0-4 años representará entre el 5.5% y 9% de la población departamental; en cambio, en el resto del país la participación de ese grupo de edad será del 4% y 5%. 3. Crecimiento fundamentalmente urbano. La proporción del crecimiento de la población rural respecto de la urbana es 1 a 7 y 7.5 en los períodos 1975-1995 y 1995-2015. Hasta el 2015 la población rural apenas crecería en poco más de un millón de personas, en tanto que la urbana lo haría en 7.2 millones. En 1993, en Amazonas, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huanuco y Puno la población rural todavía superaba el 50%: Los menores de 14 años en área rural disminuirán en 382,000 mientras la población de 15-19 años aumentará en 89,000. En el área urbana los primeros aumentarán en 437,000 y los segundos lo harán en 159,000 personas. 4. Aumento del número de departamentos con más de un millón de habitantes. No se esperan cambios significativos en la participación relativa de los departamentos respecto del total nacional. Sin embargo, hacia el 2005, Lambayeque y Arequipa se sumarán a Lima, La Libertad, Piura, Ancash, Cajamarca, Puno, Cusco y Junín, que en 1995 contaban con más de un millón de habitantes. En el 2015, Lima mantendrá el 29.6% de la población, mientras que La Libertad y Piura habrán superado los 1.8 millones de habitantes. Cajamarca y Puno serán los departamentos más poblados de la sierra y tanto Loreto como San Martín tendrán más de un millón de habitantes. GRAFICA 5 Departamentos con mayor población. 2015 1098 1186 Loreto 1403 1342 Arequipa 1399 1384 Junín 1374 1647 Cajamarca 1198 1818 Piura 1818 10469 Lim/Callao 0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 Miles de habitantes 41 Las tasas de crecimiento poblacional disminuirán en todos los departamentos con excepción de Apurímac, Huancavelica -que pasan de 0.9% a 1%- y Ayacucho -que va del 0.1% al 0.4%-. Con tasas superiores al promedio de crecimiento nacional -1.7%-, estarán Callao, Lambayeque, La Libertad, Lima, Tacna y Tumbes en la costa; Arequipa y Huanuco en la sierra, y todos los de la selva. Los niños y jóvenes crecerán con mayor dinamismo en la selva y ceja de selva (Loreto, Ucayali, San Martín). Por el contrario, disminuirán en varios departamentos serranos en cantidades que llegan hasta los 25,400 en el caso de los menores de 0-5 años y 23,700 entre los de 6-14 años. CUADRO 19: MAYOR Y MENOR CRECIMIENTO ABSOLUTO DE POBLACION POR DEPARTAMENTOS EN EL PERIODO 1995-2015 Grupo de población 0-5 años Departamentos que más crecen San Martín Lima/Callao Ucayali Loreto 34900 26500 18500 14100 6-14 años Tacna Madre de Dios Loreto 32600 12100 10900 15-19 años Lima/Callao Loreto Huanuco San Martín La Libertad Ucayali 73700 47000 36800 37200 30700 30200 Departamentos con crecimiento negativo Ancash Ayacucho Cajamarca Junín Piura Puno Apurímac Cajamarca La Libertad Huancavelica Pasco Moquegua Ayacucho 25400 22700 21600 20400 5900 23700 23600 22400 16900 16100 2100 1000 300 Elaboración: GRADE, en base a estimaciones de crecimiento de la población del INEI • Evolución y tendencias futuras de las tasas de escolarización No hay discusión respecto al mayor crecimiento de los servicios de educación en relación a otros bienes sociales; tampoco sobre las aspiraciones educativas de la población, por lo general mayores a las posibilidades individuales y las del sistema para satisfacerlas. Esta situación facilitó la adopción de un modelo expansionista que logró casi generalizar el acceso a la educación primaria entre los niños, así como extender otros servicios de enseñanza. La matrícula creció casi siempre a un ritmo mayor que la población en edad escolar. Ello permitió que la escolarización avanzara significativamente en relación a otros países del continente. Según el Anuario Estadístico de la UNESCO, en 1980 de un total de 28 países informantes, el Perú tenía una tasa de escolarización de su población de 4-23 años superior a la de 16 países latinoamericanos y del Caribe e igual a la de México. Para finales de la década superaba a 20 42 países. En América del Sur sólo Argentina, Suriname y Uruguay superaban la escolarización peruana. 10 El Informe sobre el Desarrollo Humano 1995, al comparar las tasas de escolarización de la población entre 6-23 años asigna al Perú un índice de 79 sobre un total de 100, ostentado por Canadá, que en 1992 tenía la tasa de escolarización más alta en el mundo. Para 1991, mientras la escolarización no llegaba al 70%, en los Estados miembros de la OCDE era 78% y en América del Norte (EE.UU y Canadá) 86%. Así, la proporción de personas entre 3 y 24 años que asistían a una institución educativa mejoró sostenidamente entre 1981-1994 en 8.3%, llegando al 70.3%. Sólo entre 1982-1983 y 1990-1992 hubo un retroceso en la tasa de escolarización para luego recuperar su tendencia ascendente. El aumento anual de la matrícula, que fue de 200 mil alumnos en la década de los ochenta, se redujo casi a la sexta parte en los dos primeros años de los noventa. Como en otros países latinoamericanos, el agravamiento de la crisis económica se convirtió en una seria limitación en el avance de la democratización de las oportunidades educativas. La tasa de crecimiento anual de la matrícula escolarizada y no escolarizada en el período 19871994 (1.48%), fue superada por 15 departamentos, destacándose la obtenida por Ucayali que pasó de un crecimiento de 1.7% entre 1987-1990 a 8.2% entre 1990-1994. Le seguían Huanuco que mejoró de 0.6% a 4.5%, Amazonas de 2.1% a 4.3% y Tumbes de 1.4% a 4.6%. En departamentos, como Madre de Dios, la tendencia fue inversa al disminuir de 7.3% a 4.4%. En 1995 se atendieron 8.1 millones de alumnos; de ellos, 69% en escuelas urbanas y 95% en un centro de enseñanza escolarizada. En las áreas urbanas 90% asiste a un centro de educación inicial, primaria o secundaria y en las áreas rurales el 98%. La presencia estatal en la matrícula urbana alcanza el 78% mientras en la rural es casi monopólica en medio de una enorme cantidad de escuelas unidocentes y multigrado, cuyo número -alrededor de 30,000- ha sido más o menos estable en la última década. El sector privado tiene una mayor participación en la matrícula inicial y primaria. En secundaria, aunque no deja de ser importante, la participación privada es 9% menor que en inicial. Arequipa, Ica, Moquegua y Tacna, además de la Provincia Constitucional del Callao, son departamentos donde la totalidad o casi totalidad de la matrícula es urbana. Importante proporción de matrícula rural existe en departamentos serranos como Huancavelica, Cajamarca, Amazonas, Apurímac y Huanuco. La meta será mejorar la composición de la pirámide educativa, incorporando en el sistema educativo a más personas en niveles cada vez más altos; ello demanda superar muchos factores de desigualdad educativa y poner en práctica políticas equitativas orientadas a mejorar las tasas de acceso y rendimiento académico, así como eliminar toda discriminación de sexo, condición económica o grupo social. La prioridad es el área rural, las poblaciones bilingües, los grupos sociales en situación de riesgo, donde se presentan los niveles de escolarización más bajos. 10 UNESCO. Informe Mundial sobre la Educación 1993. París, 1992. 43 Las exigencias constitucionales de extensión de la escolaridad obligatoria plantean continuar con el proceso de expansión de oportunidades de acceso al sistema, pero esta vez teniendo como objetivo contribuir a enfrentar problemas como los derivados de la globalización, el empleo, la consolidación democrática y la pacificación. Además, dentro de una educación abierta a procesos de formación permanente. Es importante ubicar el compromiso asumido por el país en términos de enseñanza obligatoria. En los Estados miembros de la UNESCO se calculaba a principios de los 90 entre 7 y 8 grados, con un mínimo de 6 en África y de 10 en los países desarrollados. Ella comienza a superarse en muchos países desarrollados, siendo la escolaridad real mucho más alta que la legal. Este compromiso influirá en que el crecimiento dinámico de la tasa de escolarización. Sin embargo, dependerá de la prioridad financiera que se asigne a la educación, no sólo para extender la cobertura, sino también para mejorar los factores de calidad sin los cuales no será posible elevar los niveles de retención, promoción de grado y de aprendizaje de los estudiantes. Entre los niños y jóvenes de estratos socioeconómicos más pobres, adicionalmente será indispensable profundizar en el conocimiento de los procesos de toma de decisiones y en la potenciación de la participación de los padres de familia y las comunidades locales en aspectos relativos al futuro de sus hijos. Investigaciones recientes demuestran que los apoyos que familias pobres pueden dar a los aprendizajes de sus hijos, así sean sencillos son muy efectivos. Toda ayuda que signifique una muestra de interés y reconocimiento por los logros escolares, la preocupación por las tareas escolares a realizarse en el hogar, el evitar castigos físicos, entre otros, son estimulantes y fundamentales para un niño que tiene que enfrentar muchas dificultades y complejidades en el mundo de la escuela. En el 2015, la matrícula total del sistema educativo podría alcanzar hasta el 85% de total de la población de 3 a 24 años, es decir, 10´573,477 alumnos. Se lograría una atención mayor en dos puntos porcentuales de lo que tenían a inicios de la década del noventa los países miembros de la OCDE y se estaría a un punto de la tasa registrada por EEUU y Canadá situadas en 86%. GRAFICA 6 80.00 81.27 74.83 74.21 70.00 61.98 60 50 40 30 20 10 15 5 95 85 0 81 miles 80 70 64.13 90 69.14 Tasas de Escolarización de la población de 3 a 24 años. 1981-2015 44 Producto del crecimiento demográfico, en conjunto la educación inicial, primaria y secundaria de menores mostrarán un ritmo de crecimiento menor que el resto de ofertas del sistema educativo; especialmente la educación superior. Ellas tendrían un descenso en la participación total de la matrícula del 83.7% al 79.9% entre 1995-2015; en cambio, las otras modalidades intensificarían su crecimiento entre el 2000 y 2010, para luego estabilizarlo entre el 2010-2015. La secundaria de menores, tiene la mayor tasa de crecimiento en el periodo 1995/2000, mientras que la educación inicial lo tendría entre el 2010-2015. Su tasa superaría en más de dos veces la de secundaria. Aún así, los alumnos de esta última aumentarían en 821,000. CUADRO 20: MATRICULA TOTAL EN EDUCACION INICIAL, PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MENORES 1995-2015 Nivel Educativo 1995 2000 AÑOS 2005 Mat Total Sistema Educativo (1) Inicial (2) Primaria (3) Secundaria (4) Sub-total 5=(2+3+4) Otros Niveles y Mod Relación (5/1) 8198704 984272 3977203 1904562 6866037 1332667 83.7% 8982180 1073880 4084740 2215796 7374416 1607764 82.1% 9534654 1213271 4120027 2425517 7758815 1775839 81.4% 2010 2015 10096087 10573477 1366601 1541800 4146544 4182137 2580930 2725323 8094075 8449260 2002012 2124217 80.2% 79.9% Tasa de Crecimiento Anual 1995/ 2000/ 2005/ 2010/ 2000 2005 2010 2015 2.3 2.2 0.7 3.9 1.8 4.8 1.5 3.1 0.2 2.3 1.3 2.5 1.4 3.0 0.2 1.6 1.1 3.0 1.2 3.1 0.2 1.4 1.1 1.5 La concentración del 55% o más del alumnado de educación inicial, primaria y secundaria de menores en seis departamentos tiene tendencia a disminuir en el futuro, pero más intensamente en secundaria. Loreto y Huanuco, tradicionalmente de poco alumnado empezarán a tener presencia más significativa en la matrícula debido al fuerte crecimiento de su población demográfica. No obstante, Lima y Callao tendrán todavía en promedio cinco veces más estudiantado que Piura y Cajamarca que le siguen en estudiantes. CUADRO 21: DEPARTAMENTOS DE MAS ALTA PARTICIPACION EN LA MATRICULA. 1993 (En porcentajes) Departamento Ancash Arequipa Cajamarca Cusco Huanuco Junín La Libertad Lima/Callao Loreto Piura Puno TOTAL Inicial Escolarizada 1993 2015 4.8 Inicial No Escolarizada 1993 2015 5.6 Primaria de Menores 1993 2015 5.3 Secundaria de Menores 1193 2015 5.1 4.7 4.6 5.9 6.0 7.2 5.8 4.9 6.8 5.7 6.3 4.8 6.0 4.7 4.5 15.8 4.9 23.6 5.5 25.7 5.7 23.9 5.3 5.6 36.5 5.8 25.5 6.1 8.9 54.2 6.7 16.7 55.8 6.2 5.0 54.9 6.0 5.0 63.5 6.2 4.8 53.0 4.9 5.5 31.3 6.0 56.9 5.6 26.4 5.0 5.5 53.3 55.7 Elaboración: GRADE. En base a datos del Censo Escolar 1993 45 • Escolarización y matrícula en educación inicial En 1993 la educación inicial atendió 897,391 alumnos; 65.8% bajo la modalidad escolarizada. La tasa anual de crecimiento de estos servicios, que fue de 1.97% entre 1987-1990, llegó hasta el 3.15% entre 1990-1994. En Amazonas, Ayacucho, Huancavelica, Tumbes y Ucayali la expansión de oportunidades fue superior al 12%. Lima y Callao acogían al 17.4% del alumnado total y en Puno estaba el 16.7% de la oferta no escolarizada. Allí y en Cusco, la cooperación internacional ha mostrado especial interés por apoyar el aumento de la cobertura de la educación inicial a través de modalidades no escolarizadas. La matrícula de educación inicial escolarizada es marcadamente urbana (71% en 1993) y poco más de la mitad de los servicios no escolarizados benefician a poblaciones rurales. No obstante, existen 12 departamentos con menos de 50% de matrícula inicial urbana, esperándose se reduzcan a siete en el 2015. Ellos son Amazonas, Apurímac, Cajamarca, Huancavelica, Pasco, Puno y Ucayali. Los departamentos con más del 70% de matrícula urbana al final del período de programación serán 9, además de la Provincia Constitucional del Callao. El alto ritmo de crecimiento de la matrícula ha permitido que las tasas de escolarización para la población infantil estén entre las que más crecen dentro del sistema educativo. Entre los países de América Latina y el Caribe con más alta tasa de atención de niños entre 0-5 años está el Perú, al igual que México, Argentina, Chile, Uruguay, Venezuela, Cuba y los países del Caribe inglés. Entre la población de 0-2 años se atendía en 1993 al 2.6%; entre los de 3-5 al 51.9% y en los de 5 años al 69.5%. El nivel de ajuste entre la población y la matrícula de educación inicial puede calificarse como aceptable al existir sólo 10.3 miles de alumnos de 6 años asistiendo a un centro educativo del nivel y 51.6 miles de niños de 5 años cursando estudios primarios. Comparadas las exigencias constitucionales de la educación obligatoria y la oferta de matrícula en 1993, la población no incorporada a la educación inicial estaría entre 2.5 millones de niños, si se considera la población de 0-5 años, y 173 mil si sólo son los de 5 años. En los grupos de 6-11 y 12-16 años, los no atendidos en la educación primaria y secundaria de menores suman 112,702 y 446,533 niños, respectivamente. La meta en educación inicial es el acceso casi generalizado de los niños de 5 años y del 71% de los que tienen 3 y 4 años de edad 11. Se asume, por limitaciones de diversa índole, que generalizar ese nivel entre los menores de 6 años resultaría un esfuerzo financiero que conlleva fuertes sacrificios en el desarrollo de los otros niveles de enseñanza. Sin embargo, dentro de las posibilidades de recursos, se tiene en cuenta que la inversión en estimulación temprana es una herramienta para disminuir desigualdades, atenuar el crecimiento demográfico y el de las migraciones internas; asimismo, contribuye a reducir los fracasos escolares posteriores y es un mecanismo de ayuda para muchas madres que trabajan. 11 En la edad de 5 años se alcanzaría una atención del 83%, que añadido al 8.8% que alcanzan los niños de esa edad en el primer grado de primaria, sumaría el 91.8%; es decir, estaría casi universalizado el acceso a la educación para esa edad. 46 La matrícula de educación inicial aumentaría de 984,272 a 1´541,800 alumnos entre 1995-2015, a un ritmo promedio anual de crecimiento del 2.27%. El alumnado urbano lo haría a mayor velocidad al incrementar su participación en el total nacional en 6.3%. Hasta el 2000 la tasa de crecimiento sería de 2.05% y entre el 2010 y 2015 de 2.48%. Los niveles de atención rural bajo la modalidad escolarizada aumentarían en 25,400 y en la no escolarizada en 115,900 alumnos. El aumento de la cobertura de educación inicial no escolarizada hasta un 50% de la matrícula en el 2015, permitiría en varios departamentos duplicar su tasa de escolarización y que todos ellos superen la tasa de Puno (36.7%), la más alta en 1990. Ese departamento y Moquegua atenderían en el 2015 un promedio mayor a 4 de cada 5 niños de 0-5 años. A nivel del país el porcentaje de niños atendidos alcanzaría el 52.2%. Una estrategia para hacer más accesible la educación inicial a los más pobres será aumentar la cobertura de la modalidad no escolarizada, pero en la medida que sea posible poner en funcionamiento un programa escolarizado y se alcancen niveles de costo adecuados, este tipo de oferta podría reemplazarse por otra escolarizada, facilitándose los progresos de articulación entre la educación inicial y la primaria de menores. A fin que sean más efectivos los impactos del servicio no escolarizado, será recomendable afianzar la mejora de la calificación de las animadoras que trabajan actualmente en varios de los programas. GRAFICA 7 Población de 0-2 y 3-5 años no atendida en educación inicial. 1993-2015 355 487 608 737 3 a 5 Grupo de edad 794 875 1517 1581 1629 1643 0 a 2 1699 1710 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800 Miles de personas 1993 1995 2000 2005 2010 2015 CUADRO 22 : PROYECCION DE LA MATRICULA DE EDUCACIÓN INICIAL TOTAL Y URBANA. 1995-2015 47 MATRICULA EDUCACIÓN INICIAL Departamento 1995 2000 2005 2010 2015 1995 TOTAL 984272 1073880 1213271 1366601 1541800 617788 AMAZONAS 18662 21303 24295 27590 31652 7804 ANCASH 49433 53358 57634 62296 67380 24415 APURIMAC 23257 25559 28091 29872 33930 7005 AREQUIPA 39447 42888 46446 51813 58451 31569 AYACUCHO 26811 27986 29241 30583 32018 12143 CAJAMARCA 52528 60106 68881 79062 90889 17439 CALLAO 26105 29154 32971 37815 44036 26105 CUSCO 53214 57817 62846 68346 74362 25665 HUANCAVELIC 22037 24303 26820 29617 32730 8524 A HUANUCO 24459 30591 38272 47898 59967 12821 ICA 28974 31104 33431 35979 38770 21875 JUNIN 40240 46272 53336 61626 70579 17983 LA LIBERTAD 51282 57019 63684 71465 80581 36836 LAMBAYEQUE 32221 37292 43429 50898 60042 24746 LIMA 230061 248664 272328 302545 341247 210184 LORETO 36167 41844 48994 58129 69944 20590 MADRE DE 3792 4326 4983 5792 6794 2854 DIOS MOQUEGUA 7011 7553 8147 8796 9507 4737 PASCO 12358 13340 14448 15702 17124 5374 PIURA 62004 67819 74016 81301 89623 36830 PUNO 74718 78495 82478 86675 91101 23140 SAN MARTIN 25906 30993 38045 48026 52387 12738 TACNA 11729 13302 15299 17856 21132 10418 TUMBES 11947 13337 14992 16973 19353 7920 UCAYALI 19909 24138 29848 37606 48201 8073 MATRICULA URBANA 2000 2005 2010 2015 697456 794142 914181 1064619 9065 10517 12153 14186 26951 29768 32905 36399 8095 9354 10461 12496 34898 38446 43590 49999 13159 14275 15499 16848 20917 25121 30225 36419 29154 32971 37815 44036 28486 31624 35123 39040 9673 10983 12478 14188 16213 20514 25956 23866 26063 28503 21327 25351 30209 41898 47865 54935 29270 34839 41731 230661 256451 289233 24701 29989 36889 3307 3870 4570 5227 5954 40969 26759 15651 11943 9140 10172 5775 6617 45475 30962 19738 13884 10620 13070 6386 7382 50805 35823 25588 16379 12429 17114 32862 31210 35678 63361 50315 331180 46023 5445 7069 8261 56964 41451 34144 19594 14652 22799 GRAFICA 8 Departamentos con mayor tasa de escolarización de la población de 58.1 60.2 25.5 34.3 28.8 30.1 8.1 20 21.6 30 28.5 27.8 40 36.7 50 41.2 60 32.2 Porcentaje 70 64.1 67.7 68.8 80 72.3 76.1 81 90 63.7 0-5 años. 1990-2015 10 0 Moq Pun Tum Pas Anc 1990 Ica Aya Apu SMa Cus 2015 48 • Escolarización y matrícula en educación primaria de menores Si se tuviera que destacar la principal característica del modelo de expansión de la cobertura educativa en las últimas décadas no se puede dejar de hacer referencia al esfuerzo de escolarización de niños en edad de asistir a un centro de educación primaria. Ello permitió que el nivel educativo de la población aumente de 1.9 años de estudio en 1950 a más de 7 grados en 1993. En la educación primaria de menores se atienden más de 4 millones de alumnos. La matrícula entre 1987-1994 tuvo una tasa de crecimiento de 1.3% con tendencia a disminuir. En departamentos como Apurímac, Moquegua, Piura y Puno se han registrado tasas negativas de crecimiento en el período 1990-1994. En 1993 la composición de la matrícula de la educación primaria de menores por edades tuvo la siguiente estructura: 80.4% eran niños entre 6-11 años; 1.2% niños de 5 años y 15.8% adolescentes de 12-14 años. Los desajustes grado-edad en el medio rural aparecen como más evidentes: la proporción de niños de 6-11 años desciende al 74.8%; los de 5 años son el 0.7% y los de 12-14 años el 20.3%. La importancia de la educación primaria de menores en la matrícula de las áreas rurales es un buen indicador del desarrollo de otras ofertas, especialmente de educación secundaria y superior. Ella representa el 46% de la matrícula urbana total y un amplio 72% de la matrícula rural. Estos porcentajes explican el escaso índice de escolarización, en la pirámide educativa rural, de los menores de 0-5 años (9.2%), de los adolescentes entre 12-16 años (33%) y que la proporción de alumnos de 20 a 24 años el área urbana sea cuatro veces mayor que la del área rural. También explica que la matrícula secundaria alcance más de 90% en seis departamentos y que el área rural participe de menos del 15% de la oferta total de esa modalidad. 49 CUADRO 23: DISTRIBUCION DE LA MATRICULA EN EDUCACION INICIAL, PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MENORES SEGUN AREA URBANA Y RURAL. 1995-2015 AREA Urbana 1993 1995 2000 2005 2010 2015 Rural 1993 1995 2000 2005 2010 2015 Población Demo Inicial gráfica Escola1/ rizada Matrícula Inicial PrimaNo Es ria colariza da 15951976 16758691 18555235 20424605 22288701 24057965 419960 441410 466065 498201 534819 575278 141497 176378 231391 295941 379362 489341 6774192 6773104 7106458 7379349 7596646 7817816 170093 178449 186733 190386 192653 195470 165841 188035 204374 228427 257407 281711 % Participación Inicial Inicial PrimaEscolaNo ria rizada Escolarizada Secundaria Poblac. Demo gráfica Secundaria 2334249 2404417 2534212 2620810 2705504 2802668 1469635 1663749 1961477 2176105 2342816 2492312 70.1 71.2 72.3 73.5 74.6 75.5 71.2 71.2 71.4 72.4 73.5 74.6 46.0 48.4 53.1 56.4 59.6 63.5 59.7 60.5 62.0 63.6 65.3 67.0 86.1 87.4 88.5 89.7 90.8 91.5 1578303 1572786 1550528 1499217 1440523 1379469 236879 240813 254319 249412 238114 233011 29.9 28.8 27.7 26.5 25.4 24.5 28.8 28.8 28.6 27.6 26.5 25.4 54.0 51.6 46.9 43.6 40.4 36.5 40.3 39.5 38.0 36.4 34.7 33.0 13.9 12.6 11.5 10.3 9.2 8.5 1/ Fuente.- INEI-UNFPA. Proyecciones de población del Perú. 1995-2025 Entre los departamentos con más bajo promedio de matrícula urbana en la educación primaria están Cajamarca, Huancavelica y Amazonas (entre el 23.8% y 33.1%) y entre quienes tienen 70% o más están Arequipa, Ica, Lambayeque, Moquegua y Tacna, además de Lima y la provincia Constitucional del Callao. Para proyectar la matrícula de educación primaria y secundaria de menores se ha empleado una matriz de flujos basada en la evolución de la tasa de ingreso al primer grado por edades simples, los índices de rendimiento efectivo, la distribución del alumnado por grados y la tasa de reentrantes al sistema. Como lo vienen haciendo otros países, la universalización de 9 a 10 grados; es decir, que vaya más allá de la educación primaria será la meta a buscar en la siguiente década. En ese propósito se propone pasar de una escolarización de la población de 6-14 años en relación a la matrícula de educación primaria de menores de 79.6% en 1993 a 82.1% en el 2015. Este promedio nacional será también el mismo que se busque alcanzar en todos los departamentos del país. El leve aumento de la tasa de escolarización se explica por dos razones: (i) la población que resta por incorporar puede considerarse marginal; y (ii) como producto de la previsible mejora de las tasas de promoción de grado habrán más adolescentes entre 12 y 14 años cursando estudios secundarios. En esa perspectiva, el primer paso debería ser incorporar en los seis primeros grados de primaria a los 187,700 niños de 6 a 11 años de edad que por ahora no van a la escuela sino se quiere que buena parte de ellos pasen a engrosar las filas de los analfabetos. Una escolaridad de doce años tiene que lograrse al finalizar el 2010. 50 GRAFICA 9 Educación Primaria de Menores: Departamentos con mayor y menor escolarización. 1993-2015 96 91.4 100 90 89.2 89.9 90.6 91.5 89.7 82.1 82.1 82.1 Tasa de escolarización 80 82.2 67.7 82.1 71.7 82.1 72.6 82.1 76.9 77.1 82.1 70 60 50 40 30 20 10 0 Hvca Uca Aya MDi Apu 1993 Tac Lam LyC Ica LLi 2015 La observación de la matrícula a nivel departamental muestra que en 1993 algunos departamentos considerados entre los más pobres obtuvieron altas tasas de escolarización en su población de 6-14 años. Entre ellos están Apurímac, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Huanuco, Loreto, Madre de Dios, Pasco, San Martín y Ucayali, con tasas superiores al 85%. Estos altos porcentajes se relacionan más a los elevados índices de repetición de grado que al logro de un mayor nivel educativo de la población. La evolución de la tasa de ingresantes al primer grado deberá mejorar la relación entre la edad escolar y el grado educativo; es decir, que exista una mayor proporción alumnos en edad de estar en un grado de enseñanza. En 1993, la matrícula del primer grado estaba compuesta mayoritariamente por niños de 6 años (82.7%) y en menor proporción por niños de 5 y 6-7 años (casi un 9 y 10%). La meta es elevar la tasa de ingresantes de 6 años a primer grado a niveles como los registrados en países desarrollados; es decir, a un 95%, y reducir la proporción de niños de 7-9 años al 6% 12. Como parte de la matrícula de primer grado los ingresantes pasan de ser 75.6% en 1995 a 87.6% en el 2015. 12 La tasa neta de ingreso al primer grado es alrededor de 98% en EE.UU y Canadá, según el Informe sobre el Desarrollo Humano 1995 de las Naciones Unidas. 51 CUADRO 24: ESTIMACION DE INGRESANTES A LA EDUCACIÓN PRIMARIA DE MENORES POR EDADES. PERIODO 1993/1995-2015 AÑO 1993 1994 1995 2000 2005 2010 2015 5 8.73 8.83 8.97 9.66 10.38 11.16 12.00 Tasas de Escolarización 6 7-9 82.66 9.76 82.94 9.52 83.61 9.19 86.40 7.65 89.18 7.49 92.04 6.70 95.00 6.00 10-14 0.53 0.44 0.36 0.07 0.06 0.02 0.01 5 49634 50535 51577 58568 59397 63489 68019 Ingresantes 6 7-9 466869 163029 471680 160000 477786 155257 506496 130979 509518 128074 512355 125212 538071 101874 10-14 14259 11925 9765 2058 1718 1435 280 Total Ingresantes 693791 694140 694385 698102 698707 699212 708244 Una segunda exigencia en el logro de las metas de matrícula primaria es la elevación del rendimiento académico. Se espera que por cada 1000 alumnos que ingresen al primer grado en 1994, 316 terminen su educación primaria y 187 su secundaria sin repetir un solo grado de estudios. Asimismo, repitiendo una vez de grado culminarían 111 niños su primaria y 68 su secundaria. Repitiendo dos y hasta cuatro veces concluirían su primaria 53 alumnos y su secundaria 34. En una cohorte de alumnos que se inicie en el 2010 la proporción de alumnos que terminen su educación primaria sin repetir grado mejoraría en 72% y su educación secundaria en 224%, en relación a la cohorte de 1994. De esta forma, la matrícula de primaria de menores aumentaría en 205,000 alumnos entre 1995 y 2015. Mejorar la eficiencia haría que la proporción de estudiantes en primer grado disminuya de 23.1% a 19.4% lo que en valores absolutos significa 110,000 alumnos menos. En cambio, los que están en sexto grado aumentarían su participación del 12.7% al 14.7%, creciendo en 112,000 alumnos. La proyección por grados de estudio no considera la promoción automática de grado sino la disminución del abandono escolar a tasas marginales en el 2015. Los índices de promoción van desde el 83% en el primer grado hasta 95% en el sexto grado. En el primer grado las tasas de repetición y abandono se reducirían en 50%, al igual que la repetición de segundo y tercer grados. 52 CUADRO 25: SEGUIMIENTO DE 1,000 ALUMNOS QUE COMIENZAN EL PRIMER GRADO EN 1994 Y EN EL 2010 AÑO 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 TOTAL 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023 TOTAL 1º 1000 344 115 27 9 3 1499 1000 170 29 5 1 1205 2º 656 228 88 18 6 997 830 141 24 4 999 PRIMARIA 3º 4º 506 177 70 14 5 772 717 122 21 4 864 413 145 58 12 4 632 638 109 19 4 770 5º 359 126 51 11 3 550 584 100 17 4 705 6º 316 111 45 10 2 484 542 93 16 4 655 1º 295 104 42 9 2 452 514 88 15 4 621 SECUNDARIA 2º 3º 4º 244 87 35 8 2 376 488 84 14 4 590 217 78 31 7 2 335 464 80 13 4 561 199 72 29 6 2 308 441 76 12 4 533 5º 187 68 27 5 2 290 419 72 11 4 506 53 CUADRO 26: MATRICULA PROYECTADA EN EDUCACIÓN PRIMARIA DE MENORES SEGUN GRADOS DE ESTUDIO. 1995-2015 Grados TOTAL Ingresantes 1º 2º 3º 4º 5º 6 1995 Alumnos 3977203 (694385) 918331 733493 664806 597176 559609 503789 % 100 23.1 18.4 16.7 15.0 14.1 12.7 2000 Alumnos 4084740 (696219) 878761 741355 686354 632496 598628 547146 % 100 21.5 18.1 16.8 15.5 14.7 13.4 2005 Alumnos 4120027 (698707) 847013 738209 692149 647344 618365 576948 % 100 20.6 17.9 16.8 15.7 15.0 14.0 2010 Alumnos 4146544 (701484) 823011 735734 697050 659457 633356 597937 % 100 19.8 17.7 16.8 15.9 15.3 14.4 2015 Alumnos 4182137 (708244) 808931 737086 703236 670567 646361 615956 % 100 19.3 17.6 16.8 16.0 15.5 14.7 La mejora del índice de eficiencia en primaria podría facilitarse si se adoptan medidas como las siguientes: (i) expandir la cobertura de la educación inicial y ampliar los beneficios de los programas de alimentación y salud escolar; (ii) impulsar la puesta en práctica de uno o más modelos de escuela rural donde se combinen las ventajas de la escuela unitaria con la aplicación de métodos personalizados, el uso del texto escolar como herramienta básica de aprendizaje, una actitud positiva frente al niño dirigida a elevar su autoestima y un cambio positivo en el papel del docente ; (iii) promover metodologías adecuadas de trabajo con secciones multigrado; (iv) completar la oferta de seis grados en lugares donde no se ofrezca y convertir progresivamente las escuelas de maestro único en polidocentes; y (v) aprovechar experiencias exitosas de instrucción que impliquen la el adecuado empleo de guías de autoaprendizaje, textos escolares, lecto escritura en la lengua materna con apoyo del castellano como segunda lengua, capacitación docente y fuerte énfasis en la lectura. CUADRO 27: EFICIENCIA ACADEMICA EN EDUCACIÓN PRIMARIA DE MENORES. 1994-2015 Año R 1994 1995 2000 2005 2010 2015 1er. Grado P A 24.4 23.6 19.9 16.8 14.2 12.0 • 65.5 66.6 71.8 76.2 20.1 83.0 10.1 9.8 8.3 7.0 5.9 5.0 2do. Grado R P A 18.0 17.4 14.8 12.5 10.6 9.0 76.5 77.3 80.6 83.5 85.9 88.0 3er. Grado 4to. Grado R P A R P A Educación Primaria de Menores 5.5 15.9 80.9 3.2 11.1 86.0 2.9 5.3 15.4 81.4 3.2 10.8 86.4 2.8 4.6 13.1 84.1 2.8 9.3 88.1 2.6 4.0 11.1 86.4 2.5 8.0 89.6 2.4 3.5 9.4 88.6 2.0 6.9 90.9 2.2 3.0 8.0 90.0 2.0 6.0 92.0 2.0 R 9.3 9.0 7.8 6.7 5.8 5.0 5to. grado P A 86.9 87.3 89.0 90.6 91.9 93.0 3.8 3.7 3.2 2.7 2.3 2.0 6to. Grado R P A 4.6 4.5 4.0 3.6 3.3 3.0 93.0 93.1 93.7 94.2 94.6 95.0 2.4 2.4 2.3 2.2 2.1 2.0 Escolarización y matrícula en educación secundaria de menores En la educación secundaria de menores estudiaban 1.7 millones de alumnos en 1993. El 88% de la oferta era pública y el 86% urbana. La presencia privada en la atención de la demanda está entre las más bajas registradas en la región sudamericana; sólo equivalente a la que tiene Uruguay. En el resto de países supera el 18% y llega hasta el 40% y 41% en Chile y Colombia. 54 La participación de esta modalidad en la matrícula total viene incrementándose, alcanzando el 22.8% en 1994. Las estadísticas muestran una elevación sostenida de esta oferta con excepción del periodo 1990-1992. La tasa anual de crecimiento que entre 1981 y 1990 fue de 3.3%, disminuyó a 0.8% entre 1990-1991 y a -0.3% entre 1991-1992, pero entre 1992-1994 volvió a crecer hasta un 3.7%. La escolarización de la población entre 12-19 años, respecto de la matrícula de educación secundaria de menores, se elevaría de 77.8% en 1993 al 88.3% en el 2015, lo que en valores absolutos significa reducir los no atendidos en casi 600,000 personas. Este porcentaje permitiría asegurar la escolaridad prácticamente universal para la población entre los 5 y 16 años. Como se señaló en párrafo precedente, la proyección para la educación primaria y secundaria busca que al final del período de programación los departamentos tengan niveles muy similares de población incorporada a los colegios secundarios. Ello obliga priorizar las políticas de ampliación de la cobertura en localidades que en 1993 mostraban tasas de escolarización menores al 30% en el grupo entre 12-19 años (caso de Amazonas, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Huanuco, Loreto y San Martín). Podrá darse el caso de departamentos donde la tasa de escolarización de la población entre 6-19 años disminuya debido a que la base de proyección parte de porcentajes muy altos, tal como se expresara al examinar las tendencias de la educación primaria. La disminución de esos niveles de escolarización sería esencialmente el resultado de una mejora de las tasas de eficiencia, tanto en la educación primaria como secundaria. GRAFICA 10 Población no atendida en educación primaria y secundaria de menores en relación a los grupos de edad 6-14 y 12-19 años. 1993-2015 1018 6 a 19 1215 1379 1491 1676 1793 1804 12 a 19 1952 2079 2160 2292 2382 912 6 a 14 969 1002 1009 998 1005 0 500 1000 1500 Miles de personas 1993 1995 2000 2005 2010 2000 2500 2015 55 Los cambios internos que se producirían en la matrícula secundaria estarán influenciados por el comportamiento de los índices de promoción de grado y de la tasa de ingreso a la modalidad. En secundaria los ingresantes, que se definen a partir de las tasas de promoción del último grado de la educación primaria, significan en 1995 el 91.4% de la matrícula del primer grado y alcanzarían el 95% en el 2015. CUADRO 28: INGRESANTES Y MATRICULA EN EDUCACIÓN SECUNDARIA DE MENORES. 1994 - 1995 - 2015 Años 1994 1995 2000 2005 2010 2015 Ingresantes 453258 463242 503059 538928 561934 581962 1º grado 495635 505360 542879 576119 595782 612592 2º grado 387447 426168 468983 509245 536579 562645 3º grado 342140 357678 429214 474477 506906 538545 4º grado 307894 322014 399180 445119 480929 514862 5º grado 280030 293342 375540 420557 460734 496679 TOTAL 1813146 1904562 2215796 2425517 2580930 2725323 De otro lado, en los últimos años las tasas de promoción en secundaria alcanzaron niveles relativamente satisfactorios, especialmente en los grados finales de estudio. De allí que se proyecten tasas de promoción del 88.4% en primer grado y entre el 92.6% y 94.9% del segundo al quinto grado. El desafío en la educación secundaria será la democratización de la oferta para los jóvenes del área rural. Si bien la matrícula secundaria rural nacional disminuiría en 7,800 alumnos, habrán departamentos donde su cobertura debería ampliarse significativamente; es el caso de Cajamarca, Amazonas, Huancavelica, Loreto y Ucayali. Será, en cambio en los departamentos costeros donde su participación tenderá a disminuir. GRAFICA 11 Departamentos donde hay que concentrar el mayor esfuerzo de escolarización en educación secundaria de menores. 60.2 70 60.2 60.2 60.2 60.3 60.3 60.3 60.1 60.3 60.2 60 Porcentaje 50 40 26.2 27.9 26.5 28.8 29.9 29.1 30.5 35.4 35.3 38.6 30 20 10 0 Ama Caj Apu SMa Lor 1993 Aya Hvca Cus Uca Piu 2015 56 CUADRO 29: EFICIENCIA ACADEMICA EN EDUCACIÓN SECUNDARIA DE MENORES. 1994-2015 Año R 8.3 8.0 6.9 6.0 5.2 5.2 1994 1995 2000 2005 2010 2015 1er. Grado P A 79.8 11.9 80.4 11.6 83.0 10.1 85.7 8.4 88.4 6.4 88.4 6.4 2do. Grado R P A 7.6 86.3 6.2 7.3 86.6 6.1 6.0 88.6 5.4 5.0 90.6 4.4 4.2 92.6 3.3 4.2 92.6 3.3 3er. grado P A 90.2 3.1 90.4 3.1 91.5 2.9 92.7 2.6 93.8 2.1 93.8 2.1 R 6.7 6.5 5.6 4.8 4.1 4.1 R 4.2 41 3.7 3.4 3.1 3.1 4to. grado P A 92.6 3.2 92.7 3.1 93.4 2.8 94.1 2.5 94.9 2.1 94.9 2.1 R 2.5 2.6 2.7 2.8 3.0 3.0 5to. grado P A 93.0 4.5 93.1 4.3 93.7 3.6 94.4 2.7 94.9 2.1 94.9 2.1 GRAFICA 12 Departamentos con mayor y menor matrícula urbana y rural en Educación Secundaria de Menores. 2015 100 90 98.9 98.5 98.9 98.9 98.5 70.1 77.2 78.9 80.1 67.7 80 Porcentaje 70 60 50 32.3 40 29.9 22.8 30 19.9 1.5 20 10 21.1 1.1 1.5 1.1 1.1 0 Lim/Cal Areq Ica LLib Tacn Urbana Hvca Caja Amaz Pasc Ucay Rural b) Necesidades de personal docente para el período 1995-2015 • Relación alumnos por docente Las posibilidades de alcanzar las metas de escolarización dependen, entre otros factores, de las tendencias que siga la carga docente, de la existencia de suficientes profesores y de las políticas que se adopten en cuanto al uso de otros profesionales en cargos de docencia o administración escolar. Desde inicios de la década pasada se produce el progresivo descenso de la relación alumnos por docente en todos los niveles y modalidades. Entre 1981 y 1994, esta relación, considerando todo tipo de docentes según cargo desempeñado, descendió en un tercio en educación inicial y en alrededor de 25% en primaria y secundaria de menores. Cabe indicar que la reducción de la carga docente coincidió con el agravamiento de la situación económica del país y la disminución de la 57 participación porcentual del gasto educativo en el presupuesto público, hecho que aceleró la brusca caída del salario real de los profesores. La carga docente muestra las diferencias entre el servicio público y privado. Según el Censo Escolar 1993, en la educación inicial escolarizada pública fue casi 80% mayor que en la privada y en 53% y 39% en secundaria y primaria de menores, respectivamente. No hay diferencias relevantes en escuelas primarias públicas y privadas unidocentes y multigrado, pero sí en las polidocentes donde las escuelas públicas tienen una carga docente mayor en 9.4 puntos. GRAFICA 13 Evolución de la carga docente 1981-1994 37.3 40 36.2 34.9 34.4 34.1 33.2 35 30.5 30 29.2 31.1 30.9 30.1 25 28.7 28.3 28.5 30.7 28.2 24.1 28.7 22 26.9 20 29 32.7 32.4 alumnos por docente 31.8 25 24.7 23.5 22.6 22.2 22.3 21.9 24.6 21.2 20.5 15 19.7 19.8 24.9 19.7 25 19.4 19.1 18.2 10 5 0 81 82 83 84 85 86 87 Inicial 88 89 Primaria 90 91 92 93 94 Secundaria En educación inicial no escolarizada pública Cusco tiene, a pesar de su baja densidad poblacional, la carga docente más elevada del país, seguido de Huanuco, Ica, Apurímac, Piura, Puno, Lambayeque, Ancash y Callao. La menor relación alumnos por docente, en Moquegua y Tumbes, sólo supera a la que obtiene la educación privada en Ayacucho, Huancavelica y Pasco, lugares donde esta relación alumnos por docente es muy similar tanto en la educación pública como privada. En la educación primaria la carga docente más alta está en Huanuco, Cusco, La Libertad y Piura, y las menores nuevamente en Moquegua y Tumbes. En general, las escuelas unidocentes y las multigrado atienden un promedio muy parecido de alumnos pero menor que en las escuelas polidocentes. Hay lugares en donde la diferencia de carga docente en escuelas unidocentes y multigrado respecto de las polidocentes es el doble y hasta casi el triple, como en Tacna y Tumbes. En secundaria la diferencia no es tan evidente como en inicial y primaria. Cusco y Piura se acercan a los 19 alumnos por docente, mientras el menor índice se da en Ayacucho con casi 13. 58 La proyección de la relación alumnos por docente tiene en cuenta, además de su descenso en los últimos años, la observación de los ocurrido en otros contextos, tanto el latinoamericano como en otras regiones del mundo. Con excepción de Asia Meridional donde entre 1980-1989 la carga docente aumentó en 2 puntos, y América del Norte que la mantuvo igual, en el resto de regiones del mundo disminuyó. Sin embargo, en el caso peruano la caída de la carga docente fue mucho más intensa en dicho periodo. CUADRO 30: ALUMNOS POR DOCENTE EN EDUCACION INICIAL ESCOLARIZADA Y PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MENORES. 1993 Departamento TOTAL Amazonas Ancash Apurímac Arequipa Ayacucho Cajamarca Callao Cusco Huancavelica Huanuco Ica Junín La Libertad Lambayeque Lima Loreto Madre de Dios Moquegua Pasco Piura Puno San Martín Tacna Tumbes Ucayali INICIAL ESCOLARIZADA Pública Privada 29.7 16.7 25.3 20.5 30.7 20.3 32.8 18.8 29.3 18.4 28.1 26.8 27.7 12.5 30.7 17.4 34.1 20.3 29.1 28.7 33.7 22.3 32.8 17.8 30.3 20.6 32.3 19.7 31.5 19.2 28.8 15.2 27.1 20.9 25.8 12.3 22.6 15.4 29.8 28.2 32.0 18.7 32.0 25.0 28.2 20.5 25.6 20.9 22.4 17.6 28.4 18.7 TOTAL 30.2 27.9 29.1 30.7 28.9 27.8 30.9 31.1 34.4 30.9 36.0 31.6 31.3 32.8 31.9 28.4 29.4 26.0 22.7 29.4 32.8 28.3 29.8 26.9 24.6 30.7 PRIMARIA DE MENORES_________ UnidoMultiPolidoc. Polidoc. cente grado público privado 29.9 28.2 33.6 24.2 28.6 27.4 28.9 20.9 25.8 26.1 31.9 29.0 29.4 30.2 31.8 15.1 20.6 22.2 32.2 28.6 28.2 25.1 30.0 25.8 32.7 30.2 31.6 23.5 41.5 38.2 21.8 36.5 33.3 35.6 30.3 31.5 30.4 31.8 32.9 37.5 35.2 37.5 30.1 23.5 27.0 34.8 26.7 29.5 27.9 34.8 24.9 31.6 29.3 36.5 31.3 28.3 23.4 35.2 29.1 20.8 22.3 34.2 21.9 28.2 25.4 33.3 29.7 18.9 21.4 31.6 23.0 13.2 13.8 27.7 25.3 26.5 27.2 32.1 29.5 33.4 32.5 35.2 25.9 29.8 26.0 30.8 27.5 28.8 27.6 31.7 22.2 11.8 11.8 30.3 27.8 10.1 12.5 27.8 19.8 25.8 25.0 35.3 17.7 SECUNDARIA 16.2 14.0 15.5 15.3 15.8 12.8 14.8 17.4 18.7 13.5 17.8 16.7 16.2 17.2 18.3 16.2 14.4 14.7 14.1 13.2 18.5 17.2 16.1 14.7 13.3 14.7 Fuente. Censo Escolar 1993. Una de las razones de reducción de la carga docente es la tendencia creciente de profesores y padres de familia de preferir secciones con menor alumnado, lo que no necesariamente ha significado, por lo menos en las escuelas públicas y gran parte de las privadas un mayor desarrollo 59 de métodos de enseñanza más activos y personalizados. El sistema frontal empleado por la gran mayoría de los maestros peruanos es poco eficaz en situaciones como las imperantes en las escuelas menor dotadas, cuando los profesores no están preparados profesionalmente y cuando el grupo de clases es heterogéneo. GRAFICA 14 28 Am Norte Asia/Oce 15 16 15 14 18 17 17 20 18 18 18 24 23 21 25 25 30 23 22 21 Alumnos/docente 35 32 40 32 33 34 38 36 34 Carga docente promedio en algunas regiones del mundo. 1980-1989 10 5 0 A.Lat E.Arab Asia Or Asia Mer Europa Perú Regiones 1980 1985 1989 Sin embargo, en países de mayor desarrollo una carga docente más reducida es objeto de estudio dentro de una estrategia que haga factible una escolarización más amplia en el medio rural y la mejora de la remuneración del magisterio. En el país el poder adquisitivo del salario docente se deterioró en 50% desde julio de 1990, pero su caída viene desde antes. Continuar disminuyéndola sería un escollo capaz de impedir el logro de los objetivos de mejora de la calidad y un factor que agudizaría el conflicto entre el gremio sindical y el gobierno. El dilema futuro será conciliar la tendencia de baja carga docente con la que tienen los encargados de asignar y administrar recursos los que se inclinan por el uso más intensivo del recurso docente. Dentro de ese panorama, los escenarios de evolución de la carga docente a nivel nacional, para las modalidades estudiadas no asumen cargas menores a la actual. Además, el uso de nueva tecnología y métodos de aprendizaje daría margen a una elevación marginal de esta relación sin afectar la calidad del servicio. De otro lado, el aumento razonable de la carga docente permitiría reducir costos asignando recursos a otros factores que eleven el rendimiento académico, como textos y otros recursos didácticos, la capacitación docente y la organización de bibliotecas de escuela y aula. El estudio asume, en la alternativa más alta, aumentar el promedio alumnos por profesor entre 12.3% y 14.3% respecto de 1993 y, en la alternativa moderada de 4.4 a 4.9%. En el escenario de menor carga docente, la decisión de reducirla en un punto en la educación inicial escolarizada o 60 mantenerla en la educación primaria significaría que debe continuar reduciéndose en varios departamentos. 13 Para los programas no escolarizados se propone que el número de animadoras por docente fluctúe en un promedio de 8, como es actualmente, y 7 ó 6 en los escenarios de crecimiento moderado y baja carga docente. Cada animadora atiende alrededor de 20 alumnos. CUADRO 31: RELACION ALUMNOS POR DOCENTE EN EDUCACION INICIAL, PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MENORES. 1995-2015 Nivel/modalidad Inicial Escolarizada 1993 1995 (*) 2000 2005 2010 2015 Inicial No Escolarizada 1993 1995 2000 2005 2010 2015 Primaria de Menores 1993 1995 2000 2005 2010 2015 Secundaria de Menores 1993 1995 2000 2005 2010 2015 Menor carga docente Total Urbana Carga docente moderada Total Urbana Mayor carga docente Total Urbana 24.06 22.77 23.55 23.36 23.15 23.00 18.50 21.39 21.36 21.33 21.31 21.22 24.06 22.77 24.05 24.46 24.83 25.25 18.50 21.39 22.16 22.94 23.72 24.47 24.06 22.77 24.09 24.95 26.22 27.50 18.50 21.39 22.44 23.51 24.61 25.63 152.52 166.00 140.00 140.00 140.00 140.00 166.66 166.00 140.00 140.00 140.00 140.00 152.52 166.00 166.00 166.00 166.00 166.00 166.66 166.00 166.00 166.00 166.00 166.00 152.52 166.00 140.00 140.00 140.00 140.00 166.66 166.00 180.00 180.00 180.00 180.00 28.52 28.25 28.26 28.26 28.25 28.24 28.31 28.68 28.70 28.72 28.72 28.72 28.52 28.25 28.63 29.08 29.40 29.75 28.31 28.68 29.18 29.53 29.91 30.32 28.52 28.25 29.06 29.90 30.70 31.64 28.31 28.68 29.48 30.31 31.16 33.05 19.13 18.57 18.55 18.54 18.52 18.49 19.47 18.995 18.95 18.94 18.93 18.91 19.13 18.57 18.91 19.26 19.62 19.98 19.47 18.95 19.32 19.69 20.08 20.48 19.13 18.57 19.25 19.89 20.72 21.48 19.47 18.95 19.68 20.37 21.26 21.92 (*) En 1994 la carga docente disminuyó hasta 22. En el caso de las áreas urbanas se toma en cuenta la tendencia que registran los datos del Censo Escolar 1993. Son menores en educación inicial pero ligeramente mayores en primaria y secundaria. Como procedimiento metodológico, cuando el porcentaje de matrícula urbana es superior al 90%, se ha tomado la misma carga docente promedio departamental; por ejemplo, en secundaria de 13 Muchos estudios han llegado a la conclusión que el número de alumnos por docente, dentro de un rango amplio, no parece influir en el rendimiento académico, aunque es más cómodo para el docente trabajar con un menor número de alumnos. 61 menores, en Lima y Callao, Ancash, Arequipa, Cusco, Huanuco, Ica, La Libertad, Lambayeque, Madre de Dios, Moquegua, San Martín y Tacna. Los escenarios de comportamiento moderado aparecen como los recomendables ya que no representan un aumento excesivo de la carga docente, no implican un ahorro masivo de personal y pueden facilitar la introducción de nueva tecnología complementaria al trabajo del docente en el aula. CUADRO 32: DEPARTAMENTOS SEGUN CARGA DOCENTE EN EDUCACIÓN INICIAL ESCOLARIZADA, PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MENORES. 1995 Inicial Escolarizada 31.5-27.0 26.9-23.0 22.9-18.6 Apurimac Amazonas Arequipa Cusco Ancash Callao Huancave- Ayacucho Lambayelica Cusco que Huanuco Cajamarca Lima Junín Ica Moquegua La Tacna Libertad Tumbes Loreto M. de Dios Pasco Piura Puno San Martín Ucayali • Primaria de Menores 32.3-30.0 29.9-28.0 27.9-24.0 Cusco Ancash Amazonas Huanuco Apurímac Arequipa La Ayacucho Callao Libertad Cajamarca Lima Ucayali Huancave- Moquegua lica Puno Ica San Junín Martín Lambaye- Tacna que Tumbes Loreto M. de Dios Pasco Piura Secundaria de Menores 23.3-20.0 19.9-17.0 16.9-16.0 Lambaye- Ancash Amazonas que Apurimac Ayacucho M. de Dios Arequipa Arequipa Cajamarca Pasco Callao Tumbes Cusco Huancavelica Huanuco Ica Junín La Libertad Lima Loreto Moquegua Piura Puno San Martín Tacna Ucayali Necesidades totales de nuevos docentes Tres variables definen las necesidades de nuevos educadores: el incremento de matrícula, la relación alumnos por docente y las demandas para sustituir el personal que se retira del sistema. Adicionalmente, habrá que hacer una previsión para reemplazos temporales o para el caso de egresados de formación magisterial que no llegan a ejercer la profesión. Las tendencias demográficas plantean una situación más favorable que en el pasado para establecer adecuadas políticas de reclutamiento y de formación de nuevos docentes. En todos los escenarios planteados las metas pueden alcanzarse prácticamente sin incremento de su participación en la población económicamente activa. Lograr niveles realistas de crecimiento de empleos docentes es fundamental para alcanzar la educación universal; de allí la importancia de establecer índices adecuados de carga docente. 62 Se debate con insistencia la posibilidad de recurrir a un uso más intensivo de otros profesionales para ejercer funciones de dirección de centros educativos y de enseñanza en el aula. El caso más conocido es el de los profesores de educación técnica, reclutados muchas veces de los graduados de las universidades en las disciplinas correspondientes. Otro ejemplo que puede afectar los niveles de demanda de formación es el de los directores de centros educativos, cuyo cargo puede ser ejercido por cualquier profesional, docente o no. El empleo de estos profesionales, siempre y cuando se haga previa capacitación pedagógica, se ha efectuado muchas veces con resultados satisfactorios. Una práctica mayor de este esquema en otras áreas del currículo indudablemente podrá repercutir en el nivel de demanda futura de formación de docentes. El problema, en este tipo de opción dentro del mundo en desarrollo, es que por las bajas remuneraciones del magisterio público, no necesariamente los mejores profesionales de otras carreras son los que deciden ejercer funciones de docencia. Son generalmente los que no consiguen trabajo en sus campos de especialización, los que carecen de perspectiva profesional o no lograron un rendimiento académico satisfactorio. Atraer profesionales de otras carreras al magisterio público es importante, pero el éxito de tal propósito está ligado al factor salarial y otras condiciones de trabajo. En función de la matrícula y la carga docente estimada para la educación inicial, primaria y secundaria de menores se estima que el personal docente pasará de 272,770 en 1995 a 291,731 docentes tratándose de la alternativa de mayor carga docente y 335,302 si se opta por la menor alternativa. La demanda principal por incremento de matrícula en educación inicial irá en aumento a medida que se avanza en los períodos de programación, pero en volumen la más alta estará en la educación secundaria donde el promedio anual de nuevos docentes estaría entre 2,233 y 1,210. El mayor ritmo de crecimiento de los docentes de educación secundaria -aunque disminuyendo en intensidad al igual que en primaria- permitiría que hacia el 2020 ellos superen la cantidad de docentes de la educación primaria. La diferencia de 37% en favor de estos últimos en 1995 se reduciría al 4% o menos en el 2015. Frente a la perspectiva de bajo crecimiento de la población en edad escolar, son los docentes que se retiran del sistema los que mayoritariamente definen la demanda en las dos siguientes décadas. No se espera que la tasa de retiro de personal por cese, jubilación o retiro voluntario sean mayores al 1.5% anual. La estructura del magisterio por tiempo de servicio muestra que su gran mayoría tiene menos de 10 años. Lo que debe preocupar es que la baja remuneración docente siga alentando el retiro de los más calificados. En este sentido hay que poner énfasis en que la demanda de formación excede la mera elevación del porcentaje de docentes con título al alcanzar otras dimensiones como las de la vocación, motivación y dedicación al trabajo. En los escenarios de moderada y mayor carga docente la demanda de personal para sustituir a quienes se retiran son el 100% en la educación primaria ya que no se necesitarán maestros para el incremento de matrícula. En los mismos escenarios para la educación inicial las demandas por 63 sustitución son mayores que el estimado para atender el aumento de la matrícula; como también, a partir del 2010, en todos escenarios los planteados para secundaria. CUADRO 33: PERSONAL DOCENTE PARA EL INCREMENTO DE MATRICULA Y PARA ATENDER NECESIDADES DE SUSTITUCION POR RETIRO. 1995 - 2015 AÑOS PERIODO Plazas docentes 1995 2000 2005 2010 2015 Nuevos docentes 95/20 para incremento 20/05 de matrícula 05/10 (a) 10/15 Promedio Docentes para cubrir retiros (b) 95/20 20/05 05/10 10/15 Promedio Previsión retiros 95/20 temporales, egre20/05 sados que no 05/10 ejercen docencia 10/15 -20%Promedio (c) Total de reque95/20 rimiento de for20/05 mación docente 05/10 (d)= (a+b+c) 10/15 Promedio MENOR CARGA Prima- SecunInicial ria daria 29421 140762 102587 30829 144567 119441 33217 145811 130855 35966 146781 139375 39816 148071 147415 282 761 3371 477 249 2283 550 194 1704 610 258 1608 480 366 2242 3088 462 2169 1792 498 2187 1963 538 2202 2091 585 2221 2211 521 2195 2014 4730 186 733 1290 244 609 1060 273 703 950 299 721 969 251 692 1062 1978 930 3662 6453 1220 3045 5307 1362 2995 4743 1494 3099 4774 1252 3200 5319 9761 CARGA MODERADA Prima- SecunInicial ria daria 29421 140762 102587 29565 142678 117201 31065 141998 125950 32833 141035 131546 34810 140586 136397 29 383 2923 300 -136 1750 354 -193 1119 395 -90 970 270 -9 1691 1952 443 2140 1758 466 2130 1889 492 2116 1973 522 2109 2046 481 2124 1917 4522 118 637 1164 191 485 909 212 497 774 229 519 749 188 535 899 1617 590 3160 5851 957 2479 4549 1058 2420 3865 1147 2538 3770 938 2652 4509 8099 MAYOR CARGA Prima- SecunInicial ria daria 29421 140762 102587 29724 140545 115092 30759 137792 121968 31578 135043 124566 32676 132166 126889 61 -43 2501 207 -551 1375 164 -550 520 220 -575 465 163 -430 1215 948 446 2108 1726 461 2067 1830 474 2026 1868B 490 1982 1903 468 2046 1832 4346 127 509 1056 167 360 910 160 364 596 177 255 587 158 372 787 1343 633 2574 5284 835 1876 4006 797 1840 2985 887 1662 2960 788 1988 3809 6585 De esta manera, las necesidades totales anuales del sistema se sitúan en un promedio de 9,761 y 6,585 nuevos docentes en los escenarios de mayor y menor demanda. El requerimiento de formación será mayor en los dos primeros quinquenios del periodo programado, disminuyendo progresivamente a medida que se avanza en la escolarización de niños y jóvenes. Comparado el crecimiento de la población docente con la matrícula de educación inicial, primaria y secundaria de menores, se observa que esta última crecería a ritmos mayores que los docentes de educación inicial en cualquiera de los escenarios planteados. En primaria y secundaria, en el escenario de menor carga, el incremento de los docentes sería igual al de la matrícula. Los 64 escenarios de carga moderada y alta conllevan un crecimiento menor de los docentes tanto en la educación primaria como secundaria. CUADRO 34: TASAS DE CRECIMIENTO DE LA MATRICULA Y DE LOS DOCENTES DE INICIAL, PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MENORES. 1995-2015 INICIAL PRIMARIA DE MENORES SECUNDARIA DE MENORES Perio- Matric Menor Carga Mayor Matric Menor Carga Mayor Matric Menor Carga Mayor do ula Carga Moder Carga ula Carga Moder Carga ula Carga Moder Carga 19952000 2.2 1.2 0.1 0.3 0.7 0.7 0.3 -0.1 3.9 3.9 3.4 2.9 20002005 3.1 1.9 1.2 0.9 0.2 0.2 -0.1 -0.5 2.3 2.3 1.8 1.4 20052010 3.0 2.0 1.4 0.7 0.2 0.2 -0.2 -0.5 1.6 1.6 1.2 0.5 20102015 3.1 2.1 1.5 0.9 0.2 0.2 -0.1 -0.6 1.4 1.4 0.9 0.4 • Necesidades a nivel urbano-rural y departamental Del total de necesidades anuales docentes, la del área urbana representaría el 88.2% en el escenario de menor carga docente y el 93.5% en el mayor. Cabe indicar que las demandas de nuevo personal para atender el incremento de matrícula podrían ser mayores en el área urbana que a nivel nacional a causa del descenso, en 382,000, de la población entre 0-14 años en el medio rural 14. Al igual que en el análisis nacional, la necesidad de docentes para sustituir los retiros en área urbana serán generalmente mayores que las del incremento de matrícula, con excepción de la educación secundaria de menores donde la necesidad por matrícula podrá ser mayor que la de sustitución en, especialmente en los períodos iniciales de la programación. En todos los escenarios, excepto los de primaria, la participación de Lima y Callao en la demanda de nuevos docentes disminuiría comparando los periodos 1995-2000 y 2010-2015. Las caídas mayores se producirían en la educación secundaria de menores debido al esfuerzo más intenso que deberán hacer muchos departamentos para escolarizar a los jóvenes de 12 a 19 años hoy excluidos del la escuela. Además, por las propias características de la infraestructura escolar, son mayores las posibilidades de alcanzar un crecimiento de la carga docente superior en la Capital que en otros departamentos. En educación inicial, La Libertad y Piura disminuirían su participación en la demanda total nacional y urbana y aumentaría la de Cajamarca. Lambayeque disminuiría su participación en el total nacional pero aumentaría en el urbano. Huanuco incrementaría su participación del 1.9% al 4.1%, Loreto del 4.2% al 5.2% y San Martín del 3% al 4.8% en San Martín. 14 Según el INEI, entre 1995 y el 2015 la población rural de 0-4 años disminuiría en 195,000 ; los de 5-9 años en 135,000 y los de 10 a 14 en 52,000 65 En la educación primaria de menores, por el volumen requerido para sustituir a quienes se retiran, las demandas de nuevos docentes entre 1995-2000 en Lima y Callao podrían alcanzar hasta un 40% y 49% del total nacional y urbano. Serán Cajamarca, Piura y Puno, a nivel nacional y Arequipa, La Libertad y Piura, en el área urbana, quienes le sigan en el requerimiento de nuevas plazas docentes. Aún en el escenario de carga menor, habrían 6 departamentos, en el período 2010-2015, que no necesiten nuevos docentes para atender la matrícula urbana. La explicación está, como en el caso de la población rural, en la disminución de la tasa de crecimiento de la población en edad escolar. Ellos son Ancash, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Junín, Pasco, Piura y Puno. Respecto de 1995, en la educación secundaria de menores, los departamentos que duplicarán su población docente urbana serían nueve, incluidos aquellos ubicados en zonas de selva o ceja de selva. Sólo en Moquegua el número de docentes en el 2015 sería menor al de 1995 en todos los escenarios. También habría un menor número de docentes en el escenario de mayor carga docente en Arequipa, Ica, Lima y Pasco. CUADRO 35: AREA URBANA: PERSONAL DOCENTE PARA EL INCREMENTO DE MATRICULA Y PARA ATENDER NECESIDADES DE SUSTITUCION POR RETIRO. 1995 - 2015 AÑOS PERIODO Plazas docentes 1995 2000 2005 2010 2015 Nuevos docentes 95/20 para incremento 20/05 de matrícula 05/10 (a) 10/15 Promedio Docentes para cubrir retiros (b) 95/20 20/05 05/10 10/15 Promedio Previsión retiros 95/20 temporales, egre20/05 sados que no 05/10 ejercen docencia 10/15 -20%Promedio (c) MENOR CARGA Prima- SecunInicial ria daria 21891 83827 87787 23442 88302 103487 25396 91266 114874 27719 94206 123749 30527 97575 131790 310 895 3340 391 593 2277 465 588 1775 562 674 1608 432 688 2200 3320 352 1325 1552 381 1369 1723 416 1413 1856 458 1464 1977 402 1393 1777 3572 165 555 1171 193 490 999 220 500 906 254 534 903 208 520 995 1723 CARGA MODERADA Prima- SecunInicial ria daria 21611 83827 87787 22288 86850 101510 23303 88744 110490 24581 90447 116662 26170 92440 121718 135 605 2745 203 379 1796 256 341 1234 318 399 1011 228 431 1697 2356 334 1303 1523 350 1331 1657 369 1357 1750 393 1387 1826 362 1345 1689 3396 118 477 1068 138 427 862 155 425 746 177 446 717 147 444 848 1439 MAYOR CARGA Prima- SecunInicial ria daria 21694 83827 87787 22138 85963 99628 22911 86468 106788 23946 86821 110176 25330 87448 113675 89 427 2368 155 101 1432 207 71 678 277 125 700 182 181 1295 1658 332 1289 1494 344 1297 1602 358 1302 1653 380 1312 1705 354 1295 1614 3263 105 430 966 124 350 760 143 343 588 164 359 606 134 371 730 1235 66 Total de requerimiento de formación docente (d)= (a+b+c) 95/20 20/05 05/10 10/15 Promedio 827 965 1101 1274 1042 2774 2452 2501 2672 2600 8614 5865 5001 4539 4481 4972 587 691 780 888 737 2384 2137 2122 2231 2219 7188 5334 4317 3730 3546 4232 526 623 708 821 670 2146 1748 1716 1796 1852 6157 4828 3792 2913 3006 3635 CUADRO 36: PARTICIPACION DE LIMA Y DEPARTAMENTOS DE MAYOR COBERTURA EN LA DEMANDA DE DOCENTES. 1995-2000 Y 2000-2015 (EN PORCENTAJES) DEPARTA MENTO PERIODO AREA Lima y Callao Cajamarca Total Urbana Total Urbana Total Urbana Total Urbana Total Urbana Piura La Libertad Lambayequ e Lima y Callao Cajamarca Piura La Libertad Lambayequ e Total Urbana Total Urbana Total Urbana Total Urbana Total Urbana MENOR CARGA DOCENTE Inicial Primaria Secundaria 1995-2000 31.2 32.7 29.9 32.4 43.8 33.8 4.9 5.1 6.5 3.6 2.5 4.4 5.4 5.5 6.0 5.6 4.4 5.2 6.3 5.8 6.4 7.7 5.4 4.3 5.2 5.3 4.3 4.8 5.2 4.4 2010-2015 25.2 40.1 9.5 27.7 49.1 10.2 6.8 3.8 10.7 5.2 2.2 7.8 4.5 4.5 6.3 4.0 3.6 6.0 5.5 5.6 5.4 7.5 5.1 6.4 5.0 5.7 3.4 6.0 5.3 3.9 MAYOR CARGA DOCENTE Inicial Primaria Secundaria 7.3 38.4 7.9 2.9 4.9 4.6 8.5 5.5 7.7 4.0 33.2 41.9 4.9 2.3 4.5 3.8 6.7 5.9 5.9 6.0 25.2 33.0 6.8 4.0 6.4 5.4 5.9 6.5 4.3 4.5 18.9 19.0 7.8 5.5 4.3 3.9 6.2 7.4 5.1 6.0 44.2 47.4 3.4 1.9 3.0 2.7 7.0 5.7 6.7 6.5 2.1 1.2 13.3 13.9 6.2 6.2 5.5 6.1 3.4 3.5 GRAFICA 15 67 213 246 264 193 228 223 255 220 233 221 225 191 200 194 217 187 Incremento % Docentes 250 232 300 269 269 Departamentos con mayor % de aumento de docentes en educación secundaria de menores. 1995-2015 150 100 50 0 Ama Apu Caj Hvca Mayor Carga • Hua Lor MDi SMa Uca Menor Carga Docentes por especialidades Aproximadamente cuatro de cada 10 docentes con título pedagógico se formaron, en cada caso, para trabajar en los niveles de secundaria y primaria. Podría decirse, a la luz de los resultados del Censo Escolar, que el porcentaje de docentes que trabaja en el nivel para el que fue formado es satisfactorio en educación inicial y la educación primaria (83 y 88%), no así en secundaria donde la tercera parte trabaja en otro nivel. Los docentes de secundaria que más trabajan en su especialidad son los de Educación Religiosa, Ciencias Naturales y Matemáticas y Física. En cambio, sólo el 37% de los docentes formados en áreas técnicas trabajan en secundaria de menores. Si se toma en cuenta las horas del curriculum de secundaria para formación laboral el requerimiento de estos docentes sólo estaría cubierto en menos de la tercera parte 15. 15 En 1993 existían 6532 secciones de secundaria de menores, 15% con variantes técnicas y 85% de ciencias y humanidades. Para las primeras, se fijan en el acumulado de los cinco años de estudio, 46 horas/semana de formación laboral y 11 para las segundas. Por tanto, se estaría demandando 45,070 horas semanales de formación laboral en áreas técnicas y 61,072 en ciencias y humanidades. A 30 horas de trabajo semanal docente se necesitarían 3,310 docentes. 68 CUADRO 37: DOCENTES SEGUN TIPO DE TITULO PEDAGOGICO OPTADO EN EDUCACION INICIAL ESCOLARIZADA Y PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MENORES. CENSO ESCOLAR 1993 Especialidad del Título Pedagógico optado TOTAL Educación Inicial Educación Primaria Educación Especial Educación Física Educación Artística Educación Familiar Educación Secundaria • Lengua y Literatura • Matemática y Física • Matemática • CCSS y Filosofía • CC Naturales • Biología y Química • Historia y Geografía • Idioma Inglés • Educación Religiosa Educación Técnica • Carpintería • Mecánica • Electricidad • Electrónica • Agropecuaria Otros Total (*) 164647 13234 62663 812 6162 3035 869 66946 14104 8217 7524 9314 3591 9623 10768 2141 1664 3125 264 1021 792 500 548 7801 Inicial Escolarizada 13863 10944 1944 38 59 47 90 520 146 34 15 62 17 68 82 84 12 1 0 1 0 0 0 220 Primaria de Menores 71741 1592 55362 423 1906 609 202 9557 2126 757 691 1660 530 1618 1675 389 111 217 17 38 21 35 106 1873 Secundaria de Menores 55361 56 1315 33 3256 1666 471 43879 8847 5551 5294 5509 2503 6193 7398 1233 1351 1155 169 279 261 160 286 3530 (*) El total incluye los docentes que trabajan en otros niveles y modalidades el sistema, excluida la educación superior universitaria A partir de estas estadísticas y de la actual estructura de los planes de estudio, se ha estimado la demanda de docentes para secundaria por especialidades. En el análisis curricular se han excluido las “horas electivas” y se ha integrando asignaturas afines en función del tipo de ofertas que brindan los institutos superiores pedagógicos y las universidades. En la especialidad científico-humanísta, donde está el 83% del alumnado secundario, la mayor demanda de docentes proviene de las áreas de matemáticas, historia y geografía y lenguaje y literatura. En el caso de las áreas técnicas la mayor demanda está en educación para el trabajo, seguida de matemáticas e historia y geografía. En síntesis, se estima que para el área de matemáticas/física, el sistema deberá formar anualmente 942 y 674 docentes en los escenarios de menor y mayor carga docente. En los mismos escenarios, las necesidades para historia y geografía oscilan entre 672 y 481 docentes y en educación para el trabajo entre 536 y 384. 69 CUADRO 38: PLAN DE ESTUDIOS EN EDUCACIÓN SECUNDARIA DE MENORES: DISTRIBUCION DE LA CARGA HORARIA AREA CURRICULAR Lenguaje y Literatura Idiomas Historia y Geografía Ciencias Sociales/Filosofía Religión Educación Cívica y Familiar Matemática y Física Educación Artística Educación Física Ciencias Naturales Biología y Química Educación para el Trabajo TOTAL CIENTÍFICO HUMANÍSTA 14.11 6.13 12.88 3.68 6.13 8.59 18.40 6.13 6.13 4.91 6.13 6.75 100.0 TÉCNICA 8.57 5.71 11.43 3.43 5.71 7.43 11.29 3.43 5.71 3.43 4.57 26.29 100.0 CUADRO 39: EDUCACIÓN SECUNDARIA: REQUERIMIENTOS DE PERSONAL DOCENTE POR ESPECIALIDADES. 1995-2015 AREA MAYOR CARGA 1995 2000 2005 2010 EDUCATIVA 2000 2005 2010 2015 TOTAL 5284 4006 2985 2960 Lenguaje y Literatura 696 528 393 390 Idioma 320 243 181 179 Historia y Geografía 668 506 377 374 CCSS/Filosofía 192 146 109 108 Religión 320 243 181 179 Educ. Cívica/Familiar 443 336 250 248 Matemática/Física 936 709 528 524 Educ. Artística 300 227 169 168 Educación Física 320 243 181 179 Ciencias Naturales 246 187 139 138 Biología y Química 310 235 175 174 Educ. Para el Trabajo 532 403 301 298 CARGA MODERADA 1995 2000 2005 2010 2000 2005 2010 2015 5851 4549 3865 3770 771 599 509 496 355 276 234 229 739 575 488 476 213 165 141 137 355 276 234 229 491 381 324 316 1036 805 684 667 332 258 219 214 355 276 234 229 272 212 180 176 343 267 227 221 589 458 389 380 1995 2000 6453 850 391 815 235 391 542 1142 366 391 300 379 650 MENOR CARGA 2000 2005 2010 2005 2010 2015 5307 4743 4774 699 625 629 322 288 289 671 599 603 193 173 174 322 288 289 445 398 401 940 840 845 301 269 271 322 288 289 247 221 222 311 278 280 534 478 481 70 CAPITULO IV COMPARACION DE LA OFERTA Y DEMANDA DE FORMACION DOCENTE La matrícula de formación docente, en promedio, ha permitido satisfacer la demanda de nuevos empleos para la educación inicial, primaria y secundaria de menores en forma satisfactoria en el período 1990-1993, y deficitaria entre 1985-1989. En efecto, de los institutos superiores pedagógicos y las universidades egresaron durante 1985-1989 a 48,491 docentes, siendo el requerimiento -por creación de plazas y retiro de personal- de 73,893 docentes. El déficit fue cubierto por personal sin título pedagógico. A nivel departamental solamente Ica, Pasco, Tacna y Tumbes mostraron superávit de oferta. En el período 1990-1993, los egresados fueron 59,656 docentes que respondieron en exceso la demanda de 41,930 nuevos docentes. La observación de las cifras por departamentos revela los desequilibrios de oferta y demanda. En Cusco, Lambayeque, Lima y Callao, Loreto, Moquegua y San Martín los egresados de formación magisterial son menos que la demanda de docentes. El mayor déficit corresponde a Loreto seguido de San Martín, Moquegua y Cusco. En cuanto a los superávit de oferta hay unos que persisten desde el período 1985-1989. Los mayores se producen en Cajamarca, Ica. Puno, Ancash, Piura, Ayacucho y Pasco. 71 40: PRODUCCION ACUMULADA DE EGRESADOS EN INSTITUTOS SUPERIORES PEDAGOGICOS Y FACULTADES DE EDUCACIÓN. PERIODOS 1985-1989 Y 19901993 Departamento TOTAL Amazonas Ancash Apurímac Arequipa Ayacucho Cajamarca Cusco Huancavelica Huanuco Ica Junín La Libertad Lambayeque Lima y Callao Loreto M. de Dios Moquegua Pasco Piura Puno San Martín Tacna Tumbes Ucayali 1985 - 1989 EgreIncre- Retiros Necesid Exceso sados mento Docen- ad Do o défiForm. Plazas tes centes cit de Mag Docen (d) = Form. (a) (b) (c) (b+c) (a)-(d) 48491 57620 16273 73893 -25402 493 1336 263 1599 .1106 2249 2280 777 3057 -808 905 1451 302 1753 -848 2154 2143 737 2880 -726 1603 1687 446 2133 -530 3170 3965 851 4816 -1646 1437 2210 698 2908 -1471 445 1018 306 1324 -879 1223 1759 388 2147 -924 4051 1125 481 2206 1845 1394 2415 830 3245 -1851 2854 2593 828 3421 -567 1254 1623 628 2251 -997 14929 17375 5284 22659 -7730 729 2447 511 2958 -2229 55 394 54 448 -393 566 549 130 679 -113 1238 788 225 1013 225 1716 3098 879 3977 -2261 3091 3292 772 4064 -973 420 1949 363 2312 -1892 947 632 183 815 132 1224 760 141 901 323 344 731 196 927 -583 1990 - 1993 EgreIncre- Retiros Necesid Exceso sados mento Docen- ad Do o défiForm. Plazas tes centes cit de Mag Docen (d) = Form. (a) (b) (c) (b+c) (a)-(d) 59656 13017 28913 41930 17726 793 491 237 728 65 3700 770 978 1748 1952 931 257 329 586 345 2981 709 1712 2421 560 1806 (60) 742 682 1124 4924 (532) 743 211 4713 1750 809 1096 1905 -155 711 376 217 593 118 1444 362 439 801 643 6095 516 1163 1679 4416 2080 601 1363 1964 116 4005 1196 2240 3436 569 1494 989 859 1848 -354 14090 1830 12325 14155 -65 727 1060 870 1930 -1203 102 (12) 46 34 68 572 201 116 317 -255 1416 162 157 319 1097 2406 112 1114 1226 1180 4325 469 847 1316 3009 713 777 567 1344 -631 904 504 383 887 17 1189 803 116 919 270 490 627 254 881 383 Elaboración: GRADE. En base a cuadros anteriores El balance entre la oferta y demanda de formación muestra que en 1994 de los institutos superiores pedagógicos y universidades egresaron 18,827 nuevos docentes; de ellos el 37% correspondían a la especialidad de educación secundaria, 32% a primaria y 16% a educación inicial y 15% a otras especialidades. En Lima y Callao está el 20.4% de los egresados de todas las modalidades estudiadas, pero en el caso de la educación inicial esa participación se eleva al 36%. Es también de destacar, aunque en menor medida, la participación de Junín e Ica en la producción de egresados de educación inicial, así como de Cajamarca, Ica, La Libertad y Puno en el de educación primaria y Arequipa, Cajamarca e Ica en secundaria La comparación de la oferta y demanda -incluido todo tipo de concepto- revela que en todos los escenarios de carga docente en la educación inicial, primaria y secundaria de menores, la oferta en 1994 es superior a la demanda promedio anual. Para la educación inicial, en el escenario de mayor 72 requerimiento de docentes la demanda en el periodo 1995-2000 es sólo el 31% de la oferta y en el período 2010-2015 el 50%. En el escenario de mayor requerimiento de docentes esas proporciones se reducen al 21% y 30%, respectivamente. Para la educación primaria, en el escenario de menor carga docente, la demanda en el período 1995-2000 representa el 61% de la oferta y en el período 2010-2015 el 52%. En el caso de la educación secundaria la demanda es el 93% de la oferta en el quinquenio inicial de programación y 69% al final del periodo. Tratándose del escenario de mayor carga docente la demanda anual es, en los períodos inicial y final, el 43% y 29% de la oferta de formación en primaria y el 76% y 42% de la oferta secundaria. CUADRO 41: COMPARACION DE LA OFERTA Y DEMANDA ANUAL DE FORMACION DOCENTE POR NIVELES DE ENSEÑANZA. 1995-2015 INICIAL OFERTA DOCENTE 1995-2000 2000-2005 2005-2010 2010-2015 1995-2000 2000-2005 2005-2010 2010-2015 1995-2000 2000-2005 2005-2010 2010-2015 PRIMARIA SECUNDARI A 2989 6005 6967 DEMANDA MENOR CARGA DOCENTE 930 3667 6448 1220 3038 5301 1362 3011 4749 1494 3075 4746 DEMANDA CARGA DOCENTE MODERADA 590 3160 5848 957 2479 4544 1058 2420 3870 1147 2538 3744 DEMANDA MAYOR CARGA DOCENTE 633 2574 5280 835 1876 4113 797 1840 2979 887 1662 2936 INICIAL PRIMARIA SECUNDARI A DIFERENCIA ENTRE OFERTA Y DEMANDA 2059 2343 514 1769 2960 1660 1627 3010 2224 1495 2906 2193 DIFERENCIA ENTRE OFERTA Y DEMANDA 2399 2851 11164 2032 3512 2418 1931 3601 3102 1842 3481 3197 DIFERENCIA ENTRE OFERTA Y DEMANDA 2356 3424 1683 2154 4110 2961 2192 4160 3982 2102 4246 4007 Una comparación entre la proyección de necesidades docentes y la capacidad de producción de egresados a nivel departamental muestra que donde en 1994 había mayor oferta, por lo general se producirá el mayor exceso de producción anual en la educación inicial y primaria. En Lima y Callao se necesitarían como máximo en promedio 291 docentes de educación inicial por año en el período 1995-2000 y 377 en el 2010-2015, pero se forman 1,062; en Ica las necesidades están entre 24 y 36 docentes por año pero se forman 335; en Junín demanda está entre 35 y 74 docentes formándose 270 y en Puno la demanda bordea los 47 y 44 docentes siendo la oferta de 165 egresados por año. Loreto y Huanuco están entre los departamentos en donde aún existirá alguna demanda potencial de formación de docentes de educación inicial a satisfacer. 73 CUADRO 42: COMPARACION DE LA OFERTA Y DEMANDA DE DOCENTES POR DEPARTAMENTOS. 1995-2015. EDUCACION INICIAL OFERTA DEMANDA DE DOCENTES EGRESA MAYOR CARGA MENOR CARGA Departamento DOS 1994 1995 2015 1995 2015 TOTAL 2989 633 887 930 1494 AMAZONAS 19 13 15 17 25 ANCASH 134 29 35 38 60 APURIMAC 12 18 24 19 43 AREQUIPA 63 13 29 32 48 AYACUCHO 52 16 18 20 36 CAJAMARCA 165 50 69 46 102 CALLAO 0 26 29 27 47 CUSCO 106 32 40 39 60 HUANCAVELIC 40 14 17 16 29 A HUANUCO 29 41 75 24 99 ICA 335 17 19 24 36 JUNIN 270 34 46 35 74 LA LIBERTAD 161 54 55 59 82 LAMBAYEQUE 84 49 45 48 74 LIMA 1062 20 139 264 330 LORETO 16 39 54 35 83 M. DE DIOS 0 2 3 3 5 MOQUEGUA 9 7 8 5 13 PASCO 47 6 7 10 14 PIURA 74 31 38 50 67 PUNO 165 15 23 47 44 SAN MARTIN 38 27 31 27 50 TACNA 39 5 9 10 16 TUMBES 56 8 10 11 18 UCAYALI 13 13 26 21 40 DIFERENCIA MAYOR CARGA MENOR CARGA 1995 2015 1995 2015 2356 2102 2059 1496 6 4 1 -7 104 99 96 74 -6 -12 -7 -31 50 34 31 15 36 34 32 16 115 96 119 63 -26 -29 -27 -47 74 66 67 46 27 23 24 12 -12 318 236 107 36 1042 -22 -2 2 41 43 150 11 35 48 -1 -46 316 224 106 40 923 -38 -3 1 39 36 142 7 30 46 -13 6 311 235 102 36 798 -19 -3 4 37 24 118 11 30 44 -8 -69 299 196 79 11 732 -67 -5 -4 33 7 121 -12 24 38 -27 En la educación primaria los superávit de oferta tienden a ser mayores a medida que se avanza en los períodos de programación, aún en el caso de menor carga docente. La sobre oferta está en todos los departamentos, excepto Huanuco, Loreto y Ucayali en el escenario de menor carga docente. En ese escenario Arequipa requeriría más oferta entre 1995-2000. Ica y Cajamarca son lo que tendrán mayor exceso de oferta, seguidos de Puno, Ancash, La Libertad y Lima. 74 CUADRO 43: COMPARACION DE LA OFERTA Y DEMANDA DE DOCENTES POR DEPARTAMENTOS. 1995-2015. EDUCACIÓN PRIMARIA DE MENORES OFERTA DEMANDA DE DOCENTES DIFERENCIA EGRESA MAYOR CARGA MENOR CARGA MAYOR CARGA MENOR CARGA Departamento DOS 1994 1995 2015 1995 2015 1995 2015 1995 2015 TOTAL 6005 2581 1759 3662 3099 3424 4246 2343 2906 AMAZONAS 112 61 49 74 65 51 63 38 47 ANCASH 423 59 11 103 53 364 412 320 370 APURIMAC 152 16 -4 32 11 136 156 120 142 AREQUIPA 97 115 72 155 120 -18 24 -58 -23 AYACUCHO 127 -30 -36 7 -11 157 163 120 138 CAJAMARCA 676 127 59 185 118 549 616 491 558 CALLAO 0 120 118 146 162 -120 -118 -146 -162 CUSCO 278 80 25 119 61 198 254 159 218 HUANCAVELIC 105 21 3 46 25 84 102 59 80 A HUANUCO 54 126 100 145 126 -72 -46 -91 -72 ICA 439 65 42 91 73 373 396 347 366 JUNIN 294 83 27 135 79 211 267 159 215 LA LIBERTAD 456 173 123 212 172 283 333 244 284 LAMBAYEQUE 166 151 118 195 177 15 49 -29 -10 LIMA 1119 737 660 1050 1082 382 458 68 37 LORETO 102 144 106 187 163 -42 -4 -85 -61 M. DE DIOS 22 17 12 19 16 5 10 2 6 MOQUEGUA 69 10 9 16 16 59 60 52 52 PASCO 131 -6 -11 9 0 138 143 123 132 PIURA 341 117 52 203 141 224 289 137 200 PUNO 468 116 -13 184 121 351 481 284 347 SAN MARTIN 186 121 90 149 126 65 96 37 60 TACNA 74 49 52 56 65 25 22 17 9 TUMBES 61 32 22 45 39 29 39 16 22 UCAYALI 55 78 72 98 102 -24 -18 -43 -47 La posibilidad de crear oferta de formación docente para educación secundaria en el escenario de mayor carga docente está en nueve departamentos en el período 1995-2000 y en siete entre 20102015. El mayor requerimiento de docente estaría en los departamentos de la selva y ceja de selva, alcanzando 172 y 103 por año en Loreto y Ucayali entre 1995-2000 y 239 y 158 docentes por año en Loreto y Huanuco entre 2010-2015. Otros departamentos donde habría que ampliar la oferta docente en el escenario de menor carga docente serían, en el período inicial de programación, Apurímac, Cusco, Huancavelica, Huanuco, Lima y Callao, Piura y San Martín. En Ica el exceso de oferta supera los 500 por año; en Arequipa es de 486 y en Ancash, Cajamarca y Junín alcanza cifras entre los 223 y 264 docentes por año. Si el análisis de oferta y demanda de docentes de secundaria se hace por especialidades se observa que el déficit más importante de formación está, en el escenario de mayor necesidad de docentes, 75 en el área de formación para el trabajo (298 anuales entre 1995-2000 y 129 entre 2010-2015). Sólo habría exceso de oferta en Ancash y Arequipa. En el primer caso, el déficit podría ser atenuado o cubierto recurriendo a profesionales de carreras no docentes, previa capacitación pedagógica. En otras especialidades el mayor exceso de oferta está en las áreas de matemáticas, lengua y literatura y biología; en menor medida, pero siempre importante, en la especialidad de historia y geografía. Sólo Lima y Callao, Loreto, Tacna y Ucayali presentan necesidad de crear oferta de profesores de matemáticas entre 1995-2000. En esa situación, para lengua y literatura están Apurímac, Loreto y Ucayali. CUADRO 44: COMPARACION DE LA OFERTA Y DEMANDA DE DOCENTES POR DEPARTAMENTOS. 1995-2015. EDUCACIÓN SECUNDARIA DE MENORES. OFERTA DEMANDA DE DOCENTES DIFERENCIA EGRESA MAYOR CARGA MENOR CARGA MAYOR CARGA MENOR CARGA Departamento DOS 1994 1995 2015 1995 2015 1995 2015 1995 2015 TOTAL 6967 5284 2960 6453 4774 1683 4007 514 2193 AMAZONAS 122 120 151 135 197 2 -29 -13 -76 ANCASH 452 218 90 287 184 234 363 165 268 APURIMAC 45 109 108 124 147 -64 -64 -79 -103 AREQUIPA 691 205 38 264 103 486 653 426 588 AYACUCHO 172 123 89 144 130 49 82 27 42 CAJAMARCA 621 357 394 409 525 264 228 212 96 CALLAO 84 148 76 181 126 -64 8 -97 -43 CUSCO 254 258 183 302 267 -4 71 -47 -12 HUANCAVELIC 87 120 119 136 163 -33 -33 -50 -76 A HUANUCO 120 209 278 236 363 -90 -158 -116 -244 ICA 606 100 0 135 33 506 606 471 573 JUNIN 457 234 76 291 152 223 381 166 305 LA LIBERTAD 498 313 164 376 268 184 334 122 230 LAMBAYEQUE 336 225 100 275 172 111 236 61 164 LIMA 1125 1184 -19 1549 353 -58 1144 -424 772 LORETO 78 250 317 283 414 -172 -239 -205 -336 M. DE DIOS 27 20 21 23 28 7 6 5 -1 MOQUEGUA 61 20 -2 28 5 41 63 32 56 PASCO 144 42 8 55 22 102 136 89 122 PIURA 281 337 184 405 291 -56 98 -123 -10 PUNO 292 258 135 315 221 35 157 -23 72 SAN MARTIN 114 190 238 214 312 -76 -124 -100 -198 TACNA 163 63 34 76 54 100 128 87 109 TUMBES 111 52 32 63 50 59 79 48 62 UCAYALI 26 129 146 145 192 -103 -120 -119 -166 76 CUADRO 45: EDUCACIÓN SECUNDARIA: COMPARACION DE LA OFERTA Y DEMANDA POR ESPECIALIDADES. 1995-2000 EGRESADOS DEMANDA 1995-2000 DEPARTAMENT MAT MAT LEN HIS FIS BIO EDU TO MAT LEN HIS FIS BIO EDU O FIS LIT GEO QUI TEC TAL LIT GEO QUI TEC TOTAL 1722 97 1816 1430 459 1091 352 6967 857 850 816 361 189 650 AMAZONAS 40 0 28 39 4 11 0 122 18 18 17 8 4 14 ANCASH 111 20 117 74 15 67 48 452 38 38 36 16 8 29 APURIMAC 19 0 4 5 4 13 0 45 16 16 16 7 4 12 AREQUIPA 79 41 113 48 15 72 323 691 35 35 33 15 8 27 AYACUCHO 45 0 52 15 7 52 0 172 19 19 18 8 4 15 CAJAMARCA 124 0 185 187 6 105 14 621 54 54 52 23 12 41 CALLAO 0 0 0 0 0 0 0 84 24 24 23 10 5 18 CUSCO 60 0 53 17 98 21 6 254 40 40 38 17 9 30 HUANCAVELIC 27 0 20 22 9 9 0 87 18 18 17 8 4 14 A HUANUCO 34 0 52 24 10 0 0 120 31 31 30 13 7 24 ICA 209 0 45 179 72 101 0 606 18 18 17 8 4 14 JUNIN 134 0 90 111 68 53 0 457 39 38 37 16 9 29 LA LIBERTAD 122 0 154 91 0 131 0 498 50 49 47 21 11 38 LAMBAYEQUE 113 0 143 20 40 20 0 336 37 36 35 15 8 28 LIMA 161 84 301 345 43 135 56 1125 206 204 196 87 45 156 LORETO 0 0 21 0 0 58 0 78 38 37 36 16 8 28 MADRE DE DIOS 3 0 8 13 0 5 0 27 3 3 3 1 1 2 MOQUEGUA 29 0 13 20 0 0 0 61 4 4 4 2 1 3 PASCO 144 0 0 0 0 0 0 144 7 7 7 3 2 6 PIURA 57 0 87 62 14 53 8 281 54 53 51 23 12 41 PUNO 113 0 108 64 6 1 0 292 42 42 40 18 9 32 SAN MARTIN 37 0 41 10 7 20 0 114 28 28 27 12 6 22 TACNA 0 12 31 37 29 53 0 163 10 10 10 4 2 8 TUMBES 16 0 43 13 15 24 0 111 8 8 8 4 2 6 UCAYALI 2 0 7 7 7 4 0 26 19 19 18 8 4 15 77 CUADRO 46: EDUCACIÓN SECUNDARIA: COMPARACION DE LA OFERTA Y DEMANDA POR ESPECIALIDADES. 2010-2015 EGRESADOS DEMANDA 2010-2015 DEPARTA MA MAT LEN HIS FIS BIO EDU TO MA LEN HIS FIS BIO EDU MENTO TEM FIS LIT GEO QUI LOG TEC TAL TEM LIT GEO QUI LOG TEC TOTAL 1722 97 1816 1430 459 1091 352 6967 634 629 603 181 140 481 AMAZONAS 40 0 28 39 4 11 0 122 26 26 25 7 6 20 ANCASH 111 20 117 74 15 67 48 452 24 24 23 7 5 19 APURIMAC 19 0 4 5 4 13 0 45 20 19 19 6 4 15 AREQUIPA 79 41 113 48 15 72 323 691 14 14 13 4 3 10 AYACUCHO 45 0 52 15 7 52 0 172 17 17 16 5 4 13 CAJAMARCA 124 0 185 187 6 105 14 621 70 69 66 20 15 53 CALLAO 0 0 0 0 0 0 0 84 17 17 16 5 4 13 CUSCO 60 0 53 17 98 21 6 254 35 35 34 10 8 27 HUANCAVELI 27 0 20 22 9 9 0 87 22 21 21 6 5 16 CA HUANUCO 34 0 52 24 10 0 0 120 48 48 46 14 11 37 ICA 209 0 45 179 72 101 0 606 4 4 4 1 1 3 JUNIN 134 0 90 111 68 53 0 457 20 20 19 6 4 15 LA LIBERTAD 122 0 154 91 0 131 0 498 36 35 34 10 8 27 LAMBAYEQUE 113 0 143 20 40 20 0 336 23 23 22 7 5 17 LIMA 161 84 301 345 43 135 56 1125 47 47 45 13 10 36 LORETO 0 0 21 0 0 58 0 78 55 55 52 16 12 42 M. DE DIOS 3 0 8 13 0 5 0 27 4 4 4 1 1 3 MOQUEGUA 29 0 13 20 0 0 0 61 1 1 1 0 0 1 PASCO 144 0 0 0 0 0 0 144 3 3 3 1 1 2 PIURA 57 0 87 62 14 53 8 281 39 38 37 11 9 29 PUNO 113 0 108 64 6 1 0 292 29 29 28 8 6 22 SAN MARTIN 37 0 41 10 7 20 0 114 41 41 39 12 9 31 TACNA 0 12 31 37 29 53 0 163 7 7 7 2 2 5 TUMBES 16 0 43 13 15 24 0 111 7 7 6 2 1 5 UCAYALI 2 0 7 7 7 4 0 26 25 25 24 7 6 19 78 ANEXO DE CUADROS ESTADÍSTICOS 79 No. Título del cuadro 1. Población demográfica de 3 a 24 años. 1981-1994. Matrícula total y escolarización. 2 Matrícula total, urbana y rural escolarizada y no escolarizada según edades simples, 1993. Censo Escolar 1993. 3 Matrícula total, distribución (%) por departamentos y tasas de crecimiento, 1987, 1990 y 1 994. 4. Población demográfica, matrícula en primaria, secundaria y total. Tasa de escolarización y población no atendida por grupos de edad. 1993. 5. Población demográfica de 6 a 19 años. Matrícula en primaria, secundaria y total, tasa de escolarización y población no atendida por departamentos 1993. 6. Matrícula en educación inicial total. Distribución (%) por departamentos y tasas de crecimiento. 1987, 1990 y 1994. 7. Matrícula en educación inicial escolarizada por área urbana y rural según edades simples. 1983. Censo Escolar 1993. 8. Matrícula en educación inicial escolarizada, distribución (%) por departamentos y tasas de crecimiento. 1987, 1990 y 1994. 9. Matrícula en educación primaria de menores por área urbana y rural, según edades simples. 1993. Censo Escolar 1993. 10. Matrícula total, distribución (%) por departamentos y tasas de crecimiento. 19871990 y 1994. 11. Población escolar escolarizada en educación primaria de menores por tipo de gestión y grados; según departamentos. Censo Escolar 1993. 12. Población escolar escolarizada ingresante al primer grado de educación primaria de menores en 1993 por tipo de gestión y edades simples según departamentos. 13. Matrícula total en educación secundaria de menores por área urbana y rural, según edades simples. 1993. Censo Escolar. 80 14. Población escolar escolarizada en educación secundaria de menores, por tipo de gestión y grado, según departamentos. Censo escolar 1993. 15. Población total, urbana y rural. 1975-2015. 16. Población demográfica de 3 a 24 años, matrícula total y tasa de escolarización. 1981-1995-2015. 17. Matrícula proyectada de educación inicial (escolarizada y no escolarizada) y escolarización (%). 1995-2015. 18. Escolarización de la población de 0-5 años y matrícula de educación inicial por departamentos. 1993-1995-2015. 19. Matrícula total y urbana de educación inicial por departamentos. 1995-2015. 20. Estimación de la matrícula en educación inicial por edades, escolarización y población no atendida. 1995-2015. 21. Matrícula en educación inicial escolarizada total y urbana por departamentos 19952015. 22. Matrícula en educación inicial no escolarizada total y urbana por departamentos. 1995-2015. 23. Matrícula de educación primaria y secundaria de menores y población de 6-19 años no atendida por departamentos. 1995-2015. 24. Escolarización de la población de 6 a 14 años de edad y matrícula de educación primaria de menores por departamentos. 1995-2015. 25. Proyección de la matrícula urbana de educación primaria de menores. 1995-2015. 26. Estimación de ingresantes a educación primaria de menores por edades. 19932015. 27. Matrícula 1994 y matrícula proyectada 1995-2015 en educación primaria de menores, por grados de estudio. 28. Matriz de índices de rendimientos proyectados en educación primaria de menores. 1994-2015. 29. Escolarización de la población de 12-19 años de edad y matrícula en educación secundaria de menores por departamentos. 1993-1995-2015. 81 30. Escolarización de la población de 12-19 años de edad y matrícula en educación secundaria de menores. 1995-2015. 31. Proyección de la matrícula urbana de educación secundaria de menores 1995-2015. 32. Matrícula 1994 y matrícula proyectada 1995-2015 en educación secundaria de menores, por grados de estudio. 33. Matriz de índices de rendimientos proyectados en educación secundaria de menores. 1994-2015. 34. Matrícula, personal docentes y relaciones alumnos/docentes en educación inicial, primaria y secundaria de menores. 1981-1994. 35. Carga docente en educación inicial escolarizada 1995-2015. 36. Carga docente en educación inicial escolarizada urbana 1995-2015. 37. Docentes en educación inicial para atender el incremento de matrícula. 1995-2015. 38. Docentes en educación inicial para atender el incremento de matrícula área urbana 1995-2015. 39. Docentes en educación inicial escolarizada para atender el incremento de matrícula escolarizada. 1995-2015. 40. Docentes en educación inicial no escolarizada para atender el incremento de matrícula, 1995-2015. 41. Docentes en educación inicial escolarizada para atender el incremento de matrícula, área urbana. 1995-2015. 42. Docentes en educación inicial no escolarizada para atender el incremento de matrícula, área urbana. 1995-2015. 43. Necesidad anual de docentes en educación inicial por incremento de matrícula. 1995-2015. 44. Necesidad anual de docentes en educación inicial escolarizada por incremento de matrícula 1995-2015. 45. Necesidad anual de docentes en educación inicial no escolarizada por incremento de matrícula. 1995-2015. 82 46. Necesidad anual de docentes en educación inicial por incremento de matrícula, área urbana. 1995-2015. 47. Necesidad anual de docentes en educación inicial no escolarizada por incremento de matrícula, área urbana. 1995-2015. 48. Necesidad anual de docentes en educación inicial no escolarizada por incremento de matrícula 1995-2015. 49. Necesidad anual de docentes para reemplazo por sustitución en educación inicial 1995-2015. 50. Necesidad anual de docentes para reemplazo por sustitución en educación inicial escolarizada. 1995-2015. 51. Necesidad anual de docentes para reemplazo por sustitución en educación inicial no escolarizada. 1995-2015. 52. Necesidad anual de docentes para reemplazo por sustitución en educación inicial, área urbana. 1995-2015. 53. Necesidad anual de docentes para reemplazo por sustitución en educación inicial escolarizada, área urbana. 1995-2015. 54. Necesidad anual de docentes para reemplazo por sustitución en educación inicial no escolarizada, área urbana. 1995-2015. 55. Necesidad anual de docentes de educación inicial por incremento, sustitución y previsión 20%. 1995-2015. 56. Necesidad anual de docentes de educación por incremento, sustitución y previsión 20%. Área urbana. 1995-2015. 57. Carga docente en educación primaria de menores 1995-2015. 58. Carga docente en educación primaria de menores, área urbana 1995-2015. 59. Docentes en educación primaria de menores para atención del incremento de matrícula. 1995-2015. 60. Docentes en educación primaria de menores para atención del incremento de matrícula, área urbana. 1995-2015. 61. Docentes en educación primaria de menores para atención del incremento de matrícula, área rural. 1995-2015. 83 62. Necesidad anual de docentes en educación primaria de menore s por incremento de matrícula, 1995-2015. 63. Necesidad anual de docentes en educación primaria de menores por incremento de matrícula, área urbana. 1995-2015. 64. Necesidad anual de docentes para reemplazo por sustitución en educación primaria de menores. 1995-2015. 65. Necesidad anual de docentes para reemplazo por sustitución en educación primaria de menores, área urbana. 1995-2015. 66. Necesidad total anual de docentes en educación primaria de menores por incremento, sustitución y previsión 20%. 1995-2015. 67. Necesidad total anual de docentes en educación primaria de menores por incremento, sustitución y previsión 20% área urbana. 1995-2015. 68. Carga docente en educación secundaria de menores 1995-2015. 69. Carga docente en educación secundaria de menores, área urbana 1995-2015. 70. Docentes en educación secundaria de menores para atención del incremento de matrícula. 1995-2015. 71. Docentes en educación secundaria de menores para atención del incremento de matrícula, área urbana. 1995-2015. 72. Número de docentes en educación secundaria de menores para atención del incremento de matrícula, área rural. 1995-2015. 73. Necesidad anual de docentes en educación secundaria de menores por incremento de matrícula. 1995-2015. 74. Necesidad anual de docentes para reemplazo por sustitución en educación secundaria de menores. 1995-2015. 75. Necesidad total anual de docentes en educación secundaria de menores por incremento, sustitución y previsión 20%. 1995-2015. 76. Necesidad anual de docentes en educación secundaria de menores por incremento de matrícula, área urbana. 1995-2015. 84 77. Necesidad anual de docentes para reemplazo por sustitución en educación secundaria de menores, área urbana. 1995-2015. 78. Necesidad total anual de docentes en educación secundaria de menores por incremento, sustitución y previsión 20%, área urbana. 1995-2015. 79. Estructura curricular en la educación secundaria. Año 1995. 80. Docentes de educación secundaria de menores, por incremento de matrícula. Especialidad científico-humanista. 1995-2015. 81. Docentes de educación secundaria de menores, por incremento de matrícula. Especialidades técnicas. 1995-2015. 82. Docentes de educación secundaria de menores, por incremento de matrícula y por especialidades. 1995-2015. 83. Incremento anual de docentes de educación secundaria de menores por especialidade s y departamentos. Escenario menor carga docente. 1995-2000 y 2010-2015. 84. Incremento anual de docentes de educación secundaria de menores por especialidades y departamentos. Escenario menor carga docente. 2000-2005 y 2005-2010. 85. Incremento anual de docentes en educación secundaria de menores por especialidades y departamentos. Escenario mayor carga docente. 1995-2000 y 2010-2015. 86. Incremento anual de docentes de educación secundaria de menores por especialidades y departamentos. Escenario mayor carga docente. 2000-2005 y 2005-2010. 87. Matrícula de los institutos superiores pedagógicos por especialidades 1993. 88. Total de institutos superiores pedagógicos 1982-1995. 89. Matrícula en los institutos superiores pedagógicos públicos y privados. 1985-1994. 90. Matrícula de las facultades de educación de las universidades públicas y privadas 1992-1994. 91. Alumnos por instituto pedagógico. Privado y público. 1985-1994. 92. Egresados de los institutos superiores pedagógicos públicos y privados 1992-1994. 85 93. Egresados de las facultades de educación de las universidades públicas y privadas 1992-1994. 94. Egresados de los institutos superiores pedagógicos y las universidades. 1985-1994. 95. Egresados por especialidades en formación regular de los institutos superiores pedagógicos y las universidades. 1994. 96. Comparación de la oferta y demanda de docentes por departamentos. Educación inicial, primaria y secundaria de menores, escenarios mayor y menor carga docente. 1995-2015. 97. Comparación de la oferta y demanda de docentes por departamentos. Educación inicial, escenarios mayor y menor carga docente. 1995-2015. 98. Comparación de la oferta y demanda de docentes por departamentos. Educación primaria de menores, escenarios mayor y menor carga docente. 1995-2015. 99. Comparación de la oferta y demanda de docentes por departamentos. Educación secundaria de menores, escenarios mayor y menor carga docente. 1995-2015. 100. Comparación de la oferta y demanda por especialidades en educación secundaria de menores, escenarios mayor y menor carga docente. 1995-2000. 101. Comparación de la oferta y demanda por especialidades en educación secundaria de menores, escenarios mayor y menor carga docente. 2010-2015. 86 PROBLEMAS, PERSPECTIVAS Y REQUERIMIENTOS DE LA FORMACION MAGISTERIAL EN EL PERU TOMO IV Informe Final del diagnóstico elaborado a solicitud del Ministerio de Educación y la GTZ Lima, Octubre de 1996 Anexo 6 Cultura Académica en la Formación de los Docentes de Primaria. ¿Amigos de los niños?: Cultura académica en la formación del docente de primaria Patricia Oliart Introducción En Perú existe el diagnóstico compartido de que la deficiente formación de los maestros es una de las causas de la actual crisis y devaluación del sistema escolar en el país. En efecto, la creciente disminución o deterioro del nivel académico en las instituciones encargadas de la formación magisterial ha sido notada recientemente en diversas oportunidades.1 Tales señalamientos plantean la necesidad de actuar con celeridad frente a este problema, de modo que la formación magisterial mejore y se renueve, pero para ello es fundamental contar con diagnósticos más claros y sobre todo, comprehensivos, ya que los pocos diagnósticos existentes se basan principalmente en la opinión de quienes conocen el medio, o en la evaluación más o menos sistemática de los planes de estudios. Pero no se ha explorado el efectivo dictado de las clases, ni la vida académica en estas instituciones. Es precisamente en estos dos últimos aspectos en los que nos hemos concentrado en esta investigación, incluyendo además un interés por conocer los valores, la cultura y vida social de los alumnos. El conocimiento de las prácticas académicas de docentes y alumnos, así como las ideas acerca de las actividades que realizan en los centros de formación docente, resulta crucial para cualquier intento de cambio o reforma de la vida académica de estas instituciones, ya que es en el ámbito de lo cotidiano en que cualquier propuesta adquiere concreción. Optamos entonces por un estudio etnográfico que nos permitiera acercarnos a las formas en las que se producen docentes de educación primaria; a los procesos específicos a través de los cuales se transmiten, reciben y procesan los contenidos de los cursos, a las relaciones entre docentes y alumnos, a las condiciones de estudio y trabajo intelectual en estas instituciones, a las prácticas cotidianas que van formando las actitudes y hábitos de los futuros maestros y maestras. El propósito de este ejercicio era poder dar cuenta de las nociones básicas que forman parte de la cultura académica de estas instituciones e identificar aquellos aspectos de ésta que necesitan ser tomados en cuenta en el momento de proponerse cambios en la formación docente. Consideramos pertinente esta aproximación porque el estudio de la calidad de la formación docente debe ir más allá de evaluar la pertinencia y vigencia de los planes de estudios, o las características de la infraestructura de las instituciones en las que se forman los futuros maestros. El asunto es bastante más complejo, e involucra por ejemplo, la devaluación del prestigio social de la carrera docente, la pobre calidad de la educación superior en el país, y la 1 Pontificia Universidad Católica del Perú Formación. capacitación v profesionalización docente Lima, Ministerio de Educación, PNUD, GTZ, 1993. Tovar, Teresa "Política educativa y rol del magisterio". Ser maestro en el Perú: reflexiones y propuestas. Lima, Foro Educativo, 1994. Burgos, Hernando "Maestros: la ultima clase”. Quehacer t 58 Supervivencia de aspectos predemocráticos en nuestra cultura que han interferido fuertemente contra el logro de las transformaciones requeridas por el sistema educativo para convertirse en un efectivo “igualador social”. 2 - La evaluación de la carrera docente La docencia es una profesión sumamente devaluada ante los propios jóvenes; de acuerdo al Perfil del mercado educativo elaborado por APOYO para el año 1995, Educación aparece en primer lugar como la carrera más fácil, la más barata, y la menos prestigiosa, y es mencionada en segundo lugar como carrera que pasó de moda para los jóvenes de los cuatro sectores socioeconómicos encuestados. Ocupa también el cuarto y tercer lugar como la carrera más corta para jóvenes de los sectores A/B y C/D respectivamente. Educación también aparece en primer y segundo lugar como la carrera que más desempleados tiene. A pesar de todo ello los institutos superiores pedagógicos y las facultades de educación siguen recibiendo numerosos alumnos año a año. La vocación de los futuros maestros es una posible explicación para la afluencia de estudiantes a estas instituciones, pero pensamos que son otras razones, menos edificantes, las que atraen estudiantes a esta carrera. Además de que es una carrera barata sin muchas exigencias, los exámenes de admisión en las universidades requieren un puntaje menor para los postulantes a educación. Muchos usan esta vía para incorporarse a una universidad, y luego intentan el traslado a la facultad de su interés. En los institutos pedagógicos, por otra parte, el proceso de selección de los postulantes es prácticamente inexistente, ya que el examen es aún menos exigente, y el puntaje obtenido no es determinante para la admisión de los estudiantes. - La educación superior en el país La pobre calida de la educación brindada por las instituciones a carfo del estado, e incluso por varias instituciones privadas tiene que ver con las características que ha tenido la expansión del sistema educativo en nuestro país. La oferta educativa ha crecido respondiendo sobre todo a la demanda social de amplios sectores que esperaban de ella mayores oportunidades de desarrollo y una inserción ventajosa en la sociedad. Aunque estos objetivos han sido parcialmente satisfechos, la calidad de lo producido por nuestro sistema educativo en todos sus niveles deja mucho que desear. Javier Sota Nadal resume bien parte este proceso al sostener que, si bien la baja calidad promedio de la educación, medida en el nivel de preparación académica, repetición y deserción, puede explicarse por el nivel de pobreza de los educandos, es también resultado de la caída del nivel académico de los profesores, tanto por la velocidad de ampliación de la cobertura que no ha podido ser acompañada con acciones de formación de docentes, como por la inadecuación de los contenidos, estrategias y materiales de enseñanza. Sota considera que el estado peruano es el principal responsable de esta situación por haber abandonado a su suerte a las 2 Lo que se ha estudiado más a este respecto, son las expectativas creadas en la población frente a la educación, así como también se han evaluado las diferencias en la ubicación de la población en el mercado y en los ingresos de acuerdo a los niveles educativos avanzados, pero no se ha hecho aún una evaluación comparativa de la calidad de la educación recibida en instituciones de acuerdo a los sectores sociales que atienden. universidades estatales, de modo que ”este castigo ha operado como un mecanismo de selección hacia abajo empujando a la mediocridad del sistema".3 Si bien es cierto que su descripción es acertada, la atribución de toda la responsabilidad al estado oscurece la posibilidad de comprender la complejidad de lo que ha ocurrido. – La cultura y el sistema educativo Diversas características de nuestra sociedad han intervenido para hacer que el sistema educativo en general y también la educación superior se hayan desarrollado desde el inicio de su masificación con serias deficiencias. La falta de familiaridad con la lectura en una cultura principalmente oral, los rezagas autoritarios de una sociedad estamental y oligárquica, el uso del conocimiento como herramienta de poder y segregación social, y el hecho de ser una sociedad en la que el castellano correctamente hablado y escrito es tratado como privilegio de unos pocos, son características que han dificultado que el sistema escolar y la educación superior en especial, cumplan con su rol de integrar en condiciones de igualdad en la sociedad, a todos aquellos que se beneficien de este servicio. Ahora bien, fenómenos como este no son nuevos. Karl Mannheim y Antonio Gramsci estudiaron en sus respectivas sociedades los procesos de democratización del sistema educativo europeo a principios de este siglo. Ambos atribuyeron el crecimiento del sistema educativo principalmente al esfuerzo y mayor presencia de las clases populares en la sociedad. En su ensayo sobre los problemas de los procesos de democratización Mannheim le atribuye al sistema educativo una importancia crucial para asegurar una efectiva democratización del conocimiento pues de fallar en este propósito, la consecuencia de la mayor cobertura de la educación, sería la de una democratización en la mediocridad.4 Por otra parte, dice el sociólogo húngaro, la escuela tampoco será un efectivo agente divulgador de las ideas democráticas si es que en esa sociedad existen patrones de comportamiento aristocráticos o autoritarios que no hayan sido cuestionados y tengan entre sus portadores, a los maestros. Gramsci por su parte, afirma que la democratización de la educación no será efectiva si es que ésta se limita a la ampliación formal de la oferta de servicios. Lo que hace falta para evitar una dramática disminución en la calidad y nivel de la enseñanza, dice Gramsci, es generar cambios importantes en la cultura de los nuevos beneficiarios de los servicios educativos (hijos de obreros y campesinos), puesto que no provienen de una tradición en la que el trabajo intelectual sea considerado como trabajo productivo, por lo que éste no será suficientemente valorado y no habrá una clara disposición a esperar el retorno lento de los beneficios provenientes de la actividad de estudiar. Así, los nuevos estudiantes no aceptarán fácilmente altos niveles de exigencia académica. Es decir, que las mismas personas que serán capaces de grandes esfuerzos físicos para la producción de un determinado bien, se resistirán a largas jornadas de exigente actividad intelectual. Esta falta de tradición intelectual en los nuevos estudiantes puede resultar entonces, en el fracaso de la efectiva democratización de la educación y de la 3 4 Javier Sota Nadal.- Bácia una educación funcional al desarrollo económico social Cade 94, pp. 8 y 9. Mannheim, Karl "Los problemas en la democratización de la cultura". Ensayos sobre la sociología de la cultura. sociedad, al no existir las condiciones para que los egresados de las mismas carreras – aunque de origen social distinto- tengan iguales oportunidades de acceso a los beneficios integrales de la educación, ya que serán ellos mismos quienes ofrezcan resistencia a las exigencias académicas de una educación de calidad. Nuestro estudio sobre la formación del docente de primaria nos ha permitido constatar que la democratización en la mediocridad que temían Mannheim y Gramsci se ha dado en nuestro país, y no ha habido ningún agente social empeñado en detenerla. Ha ocurrido entonces lo que Bourdieu, y otros plantean con respecto al rol reproductor de las diferencias sociales que tiene el sistema educativo. Para ellos la escuela reproduce la desigualdad social, aun en el caso de sociedades en las que el acceso a la enseñanza es universal. Según Bourdieu, por ejemplo, la escuela no funciona como una instancia efectiva para la democratización de la sociedad porque al masificarse determinados niveles de la educación, las credenciales que se obtiene de ellos se devalúan, por lo que los sectores altos modifican su inversión en la educación de sus hijos, de modo que sigue existiendo una diferencia significativa en el mercado para las calificaciones de los hijos de los grupos económica y culturalmente poderosos, y el resto de la sociedad.5 De este modo, incluso en el caso de sociedades en las que el acceso a la educación es generalizado, las diferencias en la cobertura y la calidad de la educación corresponden con las desigualdades sociales, raciales y de género. Como señalan los norteamericanos Levine y Havenghurst, para el caso de los Estados Unidos, allí persiste aún una fuerte asociación entre el origen de clase y el estatus étnico o racial y el logro educacional, haciéndose relativamente más difícil para muchos ciudadanos el aprovechar de las ventajas económicas que brindaría un nivel educativo más alto.6 Parte del problema se debe a la calidad de la formación que reciben estas personas provenientes de sectores pobres o marginales en la sociedad.7 A pesar de ello, las instituciones en las que estudian siguen produciendo títulos de nivel superior, lo que da origen a lo que el mexicano Carlos Ornelas llama una "ideología credencialista", según la cual los títulos profesionales se toman como la etiqueta de la fuerza de trabajo que sirve como medio de intercambio en el mercado laboral profesional. El titulo significa que se transitó por un proceso escolarizado mínimo de 16 años, pero no garantiza la posesión de conocimientos.8 5 Bourdieu, Pierre Distinction. A social critique of the judgement of taste. Cambridge, Massachsetts, Harvard University Press, 1984 p. 130-137. 6 '. Levine, Daniel y Robert Havinghurst. Society and Education on Boston, Ally and Bacon, 1992, p.71, citado en Morrow y Torres 1994 p. 381. 7 ’. Para el caso del Perú, según Juan Carlos Navarro la situación es similar: "In socio-economic terms in Peru, like in any other society, the socio-economic background of the student has a strong impact on his academic performance, a fact clearly evidenced in the superior performance of those attending private schools. [...] Public school in Peru does little, if anything at all to reduce the difference in academic performance that originates in the socio-economic background of students. Navarro, Juan Carlos. Educational reform in Peru: contributing to the social agenda in the countrv. Informe al Banco Interamericano de Desarrollo, Setiembre de 1994. 8 Ornelas, Carlos El sistema educativo mexicano: La transición de fin de siglo. México D.F., fondo de cultura Económica. 1994. p. 163 Ahora bien, lo que queremos hacer evidente con este trabajo, es que las elites o el estado no son los únicos agentes que definen el rumbo y las características de las instituciones educativas. Docentes y estudiantes no son simples seguidores de los designios de alguien por encima de ellos, sino que juegan un rol fundamental en la definición de las características de la formación impartida en cada institución. EI antropólogo inglés Paul Willis realizó un estudio etnográfico en una escuela de hijos de obreros en Londres a fines de los años 70.9 Desde una aproximación a la relación entre la cultura, la escuela y la reproducción de las diferencias sociales, Willis nos dice que la escuela no es solamente una instancia de reproducción del orden social sino también de producción de cultura, y que es esa "nueva" cultura la que es imprescindible conocer pues es la que termina por reproducir el orden social, no como algo que es solamente impuesto exteriormente y por omisión o exclusión. La propuesta de Willis dice que los hábitos de estudio y en general las actitudes de los estudiantes hacia la institución educativa son parte de la practica social – creada en la escuela por los propios participantes en ella – que, así como podría producir cambios que escapen a las "determinaciones estructurales" también termina por reproducir de manera activa, el lugar de los estudiantes de sectores sociales bajos en la sociedad. En nuestra investigación tratamos de averiguar, conocer y comprender las razones que llevan a algunos jóvenes a elegir la carrera de docente de educación primaria, lo que representa para ellos estudiar, y la idea que tienen de la profesión que están estudiando. Nos interesaba también conocer la dimensión cultural del deterioro de la calidad de la educación superior, es decir cuál es la participación de los profesores y estudiantes en la profundización de este deterioro, en cómo éste es vivido, asumido y reproducido o resistido por quienes participan de él. Nos concentramos entonces en la observación de lo que llamamos la cultura académica de las instituciones de formación magisterial. Es decir el conocimiento y común comprensión de lo que es la vida institucional. la actividad del estudio y la organización de las actividades en las instituciones que hemos investigado. El material obtenido nos permite también acceder a las concepciones de alumnos y profesores sobre la sociedad y su lugar en ella, sobre los patrones de relación entre estudiantes y docentes, entre hombres y mujeres, entre ellos mismos, concepciones que van a permear su forma de relacionarse con los alumnos en el futuro, así como su posibilidad de crear sujetos distintos. Encontramos que la formación profesional que reciben los futuros docentes de las instituciones que observamos, es bastante pobre e ineficaz, y que profesores y alumnos participan de maneras bastante complejas en la reproducción de la vida académica y social. Metodología Elegimos hacer trabajo etnográfico en dos instituciones de formación docente, y decidimos concentrarnos en la especialidad de primaria. Recogimos información sistemática en aulas para dos cursos dictados en cada una de las instituciones observadas, que fueron una universidad y un instituto superior pedagógico. Pensamos 9 ’. Willis, Paul. Learning to labour How working class kids get world class jobs New York, Columbia University Press, 1981. que el recojo de información a través de la observación cotidiana y sistemática nos permitiría una apreciación cercana de la interrelación entre estudiantes y profesores, y una comprensión compleja del espacio académico como uno en el que se comparten códigos comunes de relaciones sociales, y donde también se crean nuevos que suplen o resuelven las diferencias entre los participantes de estas experiencias. Asimismo, podríamos conocer los hábitos de estudio practicados en los institutos de formación docente o las facultades de educación y descubrir qué resultaba de la combinación de las experiencias de estudio previas de los estudiantes, y aquellas que aprenden en estas instituciones, adquiridas de manera formal a través de un profesor, o de algunos textos, o también a través de la observación de los habitas de compañeros de años superiores. Por otra parte, la observación y registro de los diálogos entre los alumnos, así como el establecimiento de relaciones personales con ellos, nos permitiría también apreciar la expresión de valores y patrones culturales usados en sus relaciones interpersonales. Una primera etapa del trabajo de campo consistió en el entrenamiento para la observación etnográfica de aula de las asistentes que se encargarían de hacerla. Para ello revisamos diversos textos teóricos y metodológicos, y observamos las tres, una misma situación de aula durante dos semanas. Finalmente discutimos las observaciones de cada una de las integrantes, las inclinaciones individuales a observar determinado tipo de evento o comportamiento, y discutimos los aspectos en los que debíamos concentrarnos para el presente trabajo. El trabajo etnográfico se hizo durante un semestre académico. Erika Busse y Doris Palomino participaron como oyentes en cuatro cursos, con el conocimiento de los profesores observados. Para cada clase se hizo un registro detallado de lo ocurrido, transcribiendo lo que el profesor dictaba, describiendo el desarrollo de la clase, reproduciendo diálogos y actitudes de los alumnos con el mayor detalle posible. Además se llevó un registro del tiempo usado por cada sesión. Se registraba además la ubicación espacial de los alumnos, asociada a la conformación de grupos sociales o de estudio. También contamos con una guía de observación pedagógica que permite describir los estilos docentes de cada uno de los profesores observados. Además de asistir a los cursos, Erika y Doris participaron de otras actividades de los estudiantes, registrándose sus diálogos en espacios diferentes al aula, así como las formas de estudio y trabajo académico (el uso de materiales en la biblioteca, organización para el trabajo en grupo, y reuniones sociales). Periódicamente revisamos y discutimos los registros, a fin de afinarlos o enfatizar en la observación de determinados aspectos. Además de la observación sistemática de estas cuatro clases, se observó dos o tres sesiones de otros cursos en el instituto superior, y uno en la universidad. Durante los meses de setiembre y octubre observamos también algunas sesiones de clase en otras universidades e institutos para tener una visión comparativa respecto a los dos centros de observación elegidos para la investigación. Observamos en total entonces, las clases de 12 docentes en 6 instituciones de formación docente en la especialidad de primaria. Hicimos uso de las entrevistas grupales con un total de 46 alumnos en 6 sesiones. En cada sesión realizamos cinco diferentes actividades. En una primera parte se les preguntaba a los alumnos por su trayectoria educacional, su opción por la profesión docente, y su opinión acerca de la formación que estaban recibiendo. A parte de algunas preguntas precisas, se usaba como motivación para la conversación, diversas fotos con tomas de áreas de estudio conocidas para ellos o diversas situaciones de la vida estudiantil.10 Una segunda actividad consistía en mostrarles las fotos de 8 profesoras en diferentes actitudes y se les pedía identificar a quien para ellos tenía la mejor y la peor actitud pedagógica, para luego discutir los resultados obtenidos. La tercera actividad era elaborar historias colectivas estimuladas por retratos de diferentes personas. El propósito de esta actividad era explorar de manera proyectiva, sus percepciones sobre personas en diferentes situaciones de vida y en diversos medios sociales. Para la cuarta actividad se le pedía a cada uno que escribiera una historia basada en cuatro o cinco fotografías de su elección. Esta actividad nos ha servido para ver su expresión escrita, así como el manejo del idioma para expresar ideas y emociones, además de como prueba proyectiva. Finalmente llevábamos adelante una conversación más bien libre sobre la situación de la educación en el país, sobre sus aspiraciones profesionales, y sobre el rol social de los maestros. Además entrevistamos a tres de los docentes observados y una docente de las clases de control. El análisis del material recogido se realizó grupalmente discutiendo cada uno de los cursos por separado, tratando de llegar a una descripción colectiva de lo observado, así como de comprender lo ocurrido en cada uno de los cursos. Algunos conceptos útiles La preocupación más amplia que animó esta investigación ha sido la de la masificación de la educación y sus repercusiones en la reproducción de la desigualdad social. El tema se hace particularmente pertinente cuando hablamos de la formación de docentes, que a su vez estarán a cargo de la enseñanza de niñas y niños de bajos recursos en los primeros años de su educación escolar. Pero dentro de este gran tema, hay varios específicos sobre los que hemos trabajado. Entre ellos está el de la circulación del conocimiento y las nociones de estudio y saber manejadas por docentes y estudiantes. Como ya señalamos nos interesaba especialmente conocer el aula como el espacio en el que se producen estos maestros, y para un análisis de las nociones, hábitos y prácticas cotidianas en ella, nos fueron de utilidad diversos conceptos. En primer lugar el de libreto y contralibreto usadas por Kris Gutiérrez, Betsy Rymes y Joanne Larson.11 Para estos autores, que estudian el aula como espacio social en el que se producen relaciones sociales estructurantes entre docentes y alumnos, el libreto del docente es monológico por lo general, pero sin anular por ello la posibilidad de que los alumnos tengan uno suyo, que vendría a ser el contralibreto. Ambos y una tercera posibilidad, que es el libreto de ambos actores en efectivo diálogo, se dan en el espacio del aula. La noción de libreto incluye lo que otros llaman 10 Las fotos fueron tomadas por Erika Busse, quien además seleccionó las que TAFOS gentilmente nos prestó para esta investigación. Usamos cerca de 170 tomas que incluían: Escenas de aula en diversos tipos de escuelas, escenas diversas de la vida estudiantil y ambientes de estudio de instituciones de educación superior. Diversas tomas de Lima, particularmente de zonas cercanas o familiares para los estudiantes de cada institución. Retratos de diferentes tipos de personas, diversos tipos de casas y escenas de la vida diaria de personas de sectores sociales distinguibles. 11 Kris Gutiérrez, Betsy Rymes y Joanne Larson "Script, Counterscript, and underlife in the classroom: James Brown versus Brown v. Board of Education" Harvard Educational Review Vol. 65 No. 3 Fall 1995. también el currículum oculto,12 bastante usado por la crítica feminista a la educación convencional. En efecto, algunas escritoras feministas consideran que el sistema escolar convierte a los maestros en cómplices de una estructura que acoge a las mujeres y a la vez las discrimina a través del llamado currículum oculto,“ definido como "las nociones y prácticas de las maestras y maestros que posibilitan la reproducción ideológica y cultural del patriarcado".13 Extendimos el uso de este concepto para estudiar también las prácticas docentes en general, es decir para estudiar el trato a los alumnos, las formas a través de las cuales los docentes establecen su autoridad, y se separan de los alumnos. Y componente del contralibreto de los alumnos es el "tercer currículum". Tomamos el término de la socióloga Rafaela Best, quien define así a los patrones de relación entre los sexos que los alumnos aprenden a través de sus grupos de pares.14 También extendemos el uso de este concepto a lo que finalmente deciden los alumnos que es estudiar, ser responsable y a las ideas que se forman acerca de lo que es ser maestro. El material que obtuvimos es bastante rico y en este informe presentamos apenas el primer análisis posible que hemos organizado en cuatro capítulos. En el primero presentamos un panorama general de las diferentes instancias que ofrecen formación y capacitación docente, a fin de brindar al lector una idea del tipo de instituciones que hemos investigado en relación con el resto. Este capítulo incluye también una descripción de los dos centros en los que realizamos el trabajo etnográfico. En el segundo capítulo nos concentramos en las características de los estudiantes y en sus percepciones sobre las instituciones en las que estudian y sobre la carrera que están estudiando. El tercer capítulo es sobre lo que ocurre en las aulas, la relación con los docentes, las formas de transmisión de contenidos y los estilos de trabajo. Finalmente, en el cuarto capítulo resumimos lo que denominamos la cultura académica y presentamos las conclusiones que resultan de este primer análisis del material obtenido. 12 Chodorow, Nancy The reproduction of motherine: Psychoanalysis and the gsycholoey of pender. Berkeley, University of California Press. 1978. Katherine Clarriocoates "The experience of patriarchal schooling" Interchanee Fall 1,986. 13 “. Grumet, Madeleine "Pedagogy for patriarchy: The feminiza1ion of teaching". Interchange, 1986. 14 ". Best, Rafaela We all got scars Capítulo l Las instituciones de formación docente En nuestro país hay principalmente dos tipos de institución en la que los futuros maestros reciben la formación que los acredita como profesionales de la educación. Se trata de las universidades y los institutos pedagógicos superiores. En el Perú hay 36 universidades (19 estatales y 12 privadas) que tienen facultades de educación, 18 de ellas forman maestros primarios. Según cifras del año 1992, las universidades tenían en total 60,700 alumnos estudiando las diferentes especialidades de educación. A nivel nacional los institutos pedagógico superiores estatales eran – también en 1992 – 115 y atendían a cerca de 65,000 estudiantes, y los privados eran 143, con 15,840 estudiantes. Por otra parte, y de acuerdo al censo de 1993, el 76% del total de profesionales que estudiaron educación y que se dedican a la docencia son mujeres. Las cifras nos dicen que desde 1990 las universidades vienen produciendo alrededor de 5,000 maestros por año. Si incluimos los egresados de los institutos superiores, la cantidad de egresados llega a 26,000, de acuerdo a los cálculos del investigador Hugo Díaz para 1994. Un problema crucial es, en este respecto, que no todos los egresados son absorbidos por el sistema educativo, ya que se estima que el sistema escolar puede acoger aproximadamente a 6,000 maestros por año. La difi cultad del sistema para acoger a los nuevos docentes se debe en parte a la presencia de los profesores no titulados. Si examinamos la composición del magisterio hoy en ejercicio, veremos que aproximadamente la mitad de los docentes peruanos ha egresado de instituciones de formación magisterial. La otra mitad proviene de otras carreras en el mejor de los casos, y muchos son personas que habiendo tan sólo terminado la secundaria, han comenzado a enseñar. En todo caso, lo común a los profesores de tercera categoría es que no han recibido entrenamiento pedagógico. El siguiente cuadro nos muestra la evolución de la relación entre docentes del sector público titulados y sin título en las 4 últimas décadas. Fuente: ministerio de Educación. Dirección de Estadística, 1991. Para resolver el problema de la creciente desprofesionalización del magisterio, el estado ofrece una alternativa para aquellos que ejercen la docencia sin título pedagógico. Se trata de los cursos de profesionalización, que son programas de duración variada según el caso de cada docente. Los cursos son brindados por instituciones acreditadas por el Ministerio de Educación, principalmente universidades y algunos institutos pedagógicos, y recientemente algunas organizaciones no gubernamentales. Estos cursos se dictan durante los tres meses de vacaciones de verano y el costo de ellos es cubierto por los propios maestros o por algunos centros educativos que quieren promover a algunos de sus docentes sin título. Algunos colegios de élite, por ejemplo, ofrecen becas para los docentes que no han tenido entrenamiento pedagógico, a fin de que puedan aumentar sus ingresos y regularizar su situación como docentes.15 Las características de estos cursos son muy desiguales. Hemos tenido la oportunidad de observar algunos de ellos y comprobar que no hay ninguna institución que supervise su calidad, pertinencia, o niveles de exigencia, por lo que su efectividad está sujeta a la confiabilidad o prestigio de la institución que los brinda. Otros canales de entrenamiento o actualización para los docentes en ejercicio son los cursos que brindan universidades, institutos y ONGs para ofrecerles a los maestros materiales o técnicas nuevas, información y entrenamiento para actualizar sus conocimientos y sus prácticas. Finalmente mencionamos a las casas editoras de materiales didácticos, que ofrecen cursos básicamente para entrenar a los maestros en el uso de nuevos textos que pueden implicar el manejo de técnicas de desarrollo reciente. Finalmente están los cursos de capacitación brindados por el ministerio. El propósito fundamental de estos cursos es familiarizar a los maestros con las modificaciones curriculares o administrativas decretadas por el ministerio. Los cursos son brindados a nivel nacional y el ministerio cubre todos los gastos. La convocatoria a estos cursos es masiva y los centros educativos están obligados a enviar a los docentes para recibir la capacitación. Esta es brindada por funcionarios del ministerio, o por un grupo de instructores capacitados especialmente para estos cursos.16 Este es más o menos, el universo de las diversas instancias en las que los docentes adquieren su entrenamiento, y la calidad y seriedad de ellas es bastante variada. Para el caso de las universidades e institutos, el diagnóstico que se tiene entre los medios interesados en la educación respecto a la formación docente es en general negativo. Es decir, en el Perú se ha generalizado la opinión de que la formación de docentes debe cambiar. El problema en verdad es múltiple, y no será suficiente con modernizar la enseñanza, basándose en la comparación de los planes de educación supuestamente obsoletos, con aquellos más modernos. Cualquier cambio que pretenda realizarse requiere del diseño de planes de estudio que posibiliten el efectivo tránsito de los egresados de una secundaria deficiente a instituciones de educación superior y a la adquisición de habilidades profesionales. Implica por lo tanto, tener un 15 A parte de esto, los colegios de las élites parecen estar contratando cada vez menos graduados en educación y más estudiantes o personas que abandonaron los estudios universitarios pero con alguna experiencia en otras carreras. Esto ocurre especialmente para los casos de Castellano y Literatura y Ciencias Histórico Sociales, así como Matemáticas y Ciencias Biológicas. Pudimos constatar que para tales materias, los profesores de cuatro colegios de élite de Lima no son graduados en educación. 16 Estos programas están en este momento en una fase de redefinición. diagnóstico preciso del nivel académico de los ingresantes y un perfil muy claro del nivel de calidad del maestro que se quiere producir. Los planes de estudio para la formación profesional del docente de primaria. Los planes de estudio de las facultades de educación de cada universidad son diferentes entre sí, y son modificados de acuerdo a las necesidades y posibilidades de cada una de ellas. En cambio, los institutos pedagógicos públicos y privados tienen un plan de estudios único, autorizado por el ministerio de educación. Hay unos pocos institutos que tienen la calidad de experimentales, y cuyo plan de estudios se aplica previa aprobación del ministerio. El rasgo principal de estos centros experimentales es que varían su currícula con más frecuencia, la propuesta curricular es desarrollada con la planta docente de esos lugares, e inclusive con la participación de los propios estudiantes. Varios de ellos tienen un bien merecido prestigio como centros de innovación e investigación pedagógica. Como una actividad complementaría a esta investigación, recogimos, no sin dificultades, los planes de estudio de algunas instituciones de educación superior que forman maestros de primaria. Encontramos en general bastante recelo a mostrar los planes de estudio; se nos hizo una serie de preguntas y requerimientos, para finalmente, en algunos casos, negarnos el acceso a lo que buscábamos. En estos casos lo que hicimos fue intentar reconstruir parcialmente los planes de estudios, gracias a la colaboración de alumnas que nos prestaron los programas de diferentes cursos. Buscábamos tener una idea general de la estructura curricular, el perfil del docente que podía deducirse de este, cuando no era explícito, y nos interesaba en particular saber si en los planes de estudio existen cursos dedicados a crear en los estudiantes alguna noción sobre las particularidades de la educación impartida a niños y niñas, si hay suficiente énfasis en las diferencias en el aprendizaje de los niños y niñas de acuerdo a su edad, y si, por otra parte, se le brinda al estudiante, durante sus años de formación profesional, alguna información sobre la diversidad sociocultural como factor a ser tomado en cuenta en la tarea docente. Esta información era importante para saber qué elementos específicos recibían los estudiantes para tratar a los niños de acuerdo a sus particularidades. Pudimos comprobar que en general este tipo de información está ausente de manera explícita en los planes de estudios, de modo que "el niño" aparece como una abstracción cuya concreción los alumnos conocerán al momento de relacionarse con ellos en su práctica, con pocos recursos para adecuarse a las necesidades específicas de ellos. Solamente encontramos algún espacio para estos temas en el plan de estudios de una universidad privada, en el que además aparecía, aunque como electivo, el único curso de educación y antropología. Pudimos observar también que el peso que tienen los cursos de pedagogía varía mucho, y que en general, el plan de estudios se ve bastante abultado de cursos con pocos créditos y de pertinencia no siempre clara. Un aspecto que es necesario mencionar es que el plan de estudios de los ISP está en revisión y que hay una propuesta de reforma curricular en discusión, a fin de reemplazar el currículum creado en 1978 por uno nuevo. En las universidades por otra parte, también se atraviesa por un momento de cambios, de modo que algunas universidades que visitamos nos manifestaron que su plan estaba en revisión y que por eso no podían dárnoslo. Ahora bien, terminado nuestro trabajo de campo se hizo evidente que es poco lo que se puede inferir sobre las características de la formación docente revisando solamente los planes de estudios. Ciertamente hay instituciones que muestran una mayor elaboración y articulación en los planes que otras, y esto seguramente se haría evidente si comparamos el rendimiento y desempeño de egresados de estos lugares frente a otros. Pero por otra parte pensamos que un mismo plan de estudios será llevado a cabo de manera completamente diferente allí donde exista una dirección que trabaje en base a principios pedagógicos claros y objetivos bien definidos, frente a otra institución en la que este liderazgo pedagógico no exista. Pensamos que es en las universidades estatales y los institutos pedagógicos -salvo contadas excepciones- donde tal vez los problemas de falta de coherencia y articulación son mayores. Lo más probable es que la improvisación y el desorden imperen en la práctica. Por lo que hemos podido observar en diferentes lugares, una vez que existe un documento que determina o guía los cursos que se dictan anualmente, el interés principal estará no en los contenidos específicos de un curso, sino en definir qué profesor lo dicta, no siempre con criterios de eficiencia, sino de cumplimiento con asignar a los docentes determinado número de horas de acuerdo a su condición laboral. Una vez asignada la carga docente, será frecuente que a nadie le preocupe si se cumplen o no los objetivos planteados para cada curso. En el caso de las universidades estatales es posible que, debido a las prácticas políticas y burocráticas, sea incluso difícil que las autoridades de una facultad de educación puedan imprimir alguna dirección en los planes de estudios y en las características de la enseñanza. En las páginas que siguen veremos cómo funcionan y cómo se dictan las clases en una facultad de educación y en un instituto, cómo, en ambos lugares, a pesar de que se está cumpliendo – formalmente- con ofrecer los cursos que aparecen en el plan de estudios, los contenidos no necesariamente cumplen con los objetivos que quienes formularon los planes imaginaron para ellos. Comenzamos entonces describiendo a estos centros de estudios para dar una idea de los ambientes en los que se dictan las clases que observamos. El instituto El instituto funciona con reconocimiento legal desde fines de la década pasada y se ubica en una transitada avenida del Centro de Lima, flanqueado por una tienda de dulces y una óptica, y hasta hace poco tiempo estaba permanentemente rodeado de muchos puestos de vendedores ambulantes. El instituto ocupa una casona antigua de aproximadamente 12 metros de frente y 20 de fondo. Tiene 4 pisos construidos, además de algunos salones levantados en la azotea, donde también se encuentra una pequeña cafetería. El viejo local es intensivamente usado por los dueños. En su interior, el edificio combina ambientes de quincha y madera junto a los cuales se han construido aulas de cemento. Los trabajos no han terminado, por lo que en algunos pisos hay una sensación de permanente desorden, con trabajadores moviendo pailas de cemento de un lado a otro, mangueras que cuelgan por las escaleras, y sobre todo, ruido de construcción. Estos afanes de renovación contrastan, por otro lado, con el descuido y abandono general del edificio: las aulas sucias, instalaciones eléctricas deficientes, cables pelados asomando por las paredes y baños malolientes. De hecho, una de las impresiones más fuertes para el visitante que traspase el control del vigilante, es el penetrante olor a úrea, polvo y monóxido de carbono que se siente al subir al segundo piso. Recientemente la última promoción de estudiantes habilitó un sótano bastante amplio, con el fin de crear un centro de investigación. Mientras tanto los dueños del instituto le dan varias funciones a este espacio. Por ejemplo, han comenzado a celebrar algunas fiestas institucionales, para las que el instituto vende las entradas y las cervezas. También es usado los sábados para clases de karate, música y danza. Las fotocopiadoras, cuyos servicios compran los estudiantes, están en este nivel. Las máquinas están protegidas por un minúsculo cubículo de triplay, en el que apenas puede moverse una delgada operaria. Las "paredes" de tripley están adornadas con fotocopias de dibujos de personajes de Disney, que algunos alumnos compran. En el primer nivel está la puerta principal que conduce a unas viejas escaleras de mármol. Al costado de éstas, hay un corredor angosto desde el que se controla el ingreso de los alumnos y otras personas. Allí suelen haber 3 mesas pequeñas y algunas sillas para la secretaria o recepcionista y el vigilante. La principal función de éste último es controlar el ingreso de los alumnos revisando sus tarjetas de pago. El segundo piso alberga principalmente las oficinas del personal administrativo. Además están el consultorio jurídico, un aula, la caja, el servicio de cómputo, la SubDirección Académica y, en el ala izquierda, el único baño de mujeres. En el tercer piso a la derecha, hay una sala en la que se producen los materiales y separatas. Allí está el mimeógrafo y otros instrumentos destinados a tal fin. Frente a las escaleras está el auditorio, que ocupa todo el frente del edificio. Este ambiente es tal vez, el único permanentemente aseado, con muebles bien cuidados y de buena calidad, y un decorado bastante solemne. A su izquierda está la sala de computación, especialmente protegida por rejas a través de las que se ve una decena de computadoras. En el mismo piso está el baño de hombres, la sala de profesores, un aula y la secretaría académica. En el cuarto piso, ocupando la misma área que el auditorio, se encuentra una gran sala algo abandonada que parece haber sido el antiguo auditorio. Una parte de este ambiente es ocupada por la biblioteca del instituto. Hay seis mesas de lectura, que resultan a veces insuficientes para la cantidad de alumnos que podrían necesitarla. La biblioteca no tiene un fichero donde los alumnos puedan hacer sus búsquedas de material. Ellos deben pedir a la persona que atiende el tipo de libro que buscan, o bien darle un título específico y él con su habitual desgana, traerá algún libro en el mejor de los casos, o dirá que no lo tiene. Este ambiente es poco adecuado para estudiar, No está bien iluminado ya que los enormes ventanales que dan a la calle, dejan pasar poca luz, pero todo el ruido que proviene de la céntrica avenida. Al otro lado de este piso se encuentran cuatro aulas. En la azotea o quinto piso hay varias aulas, la mayoría de ellas tienen dimensiones mucho menores que las aulas de los pisos inferiores. Al parecer también había un baño pero éste está en desuso. Se observan algunas habitaciones por construir, o en reparación. La cafetería ocupa un cuarto pequeñísimo, y allí se vende bebidas, sandwiches, platos del día así como golosinas. A diferencia de las oficinas, las aulas están generalmente sucias. Las paredes recibirían bien pintura nueva, mientras tanto, ellas exhiben los horarios de todas las clases que se reúnen en cada aula, así como la distribución de las horas de clase para cada turno. Por otro lado, los alumnos pegan figuras de papel lustre o cartulina, como patitos, hormiguitas, flores y corazones. Como adelantando la ambientación que darán a sus futuras aulas. En los estrechos pasillos suele haber paneles en los que se ofrece información sobre alguna actividad, citación, llamado de atención o algún evento que pueda interesar a los alumnos de la institución. Toda esta realidad que puede ser observada por cualquiera contrasta fuertemente con la propaganda difundida por esta institución. Para comenzar, una frase que se repite varias veces en el prospecto es: "somos los primeros en profesores, medios educativos e infraestructura". Por otra parte, en unos volantes que se distribuyen en las semanas cercanas al examen de admisión se anuncia que el local tiene "modernas instalaciones, computadoras y cafetería". De acuerdo a las estadísticas que el instituto lleva de sus alumnos, el 60% de los alumnos del programa regular proviene de provincias. Los ingresantes tienen entre 18 y 19 años en su mayoría, y egresan en promedio entre los 25 y los 26 años. Para el caso de la especialidad de primaria, de los 513 estudiantes en todos los ciclos, 404 son mujeres. La facultad de pedagogía La facultad de pedagogía en la universidad que elegimos tiene en total 1,066 alumnos, pertenecientes a 10 grupos de ingreso repartidos entre las especialidades de educación primaria, educación de adultos y educación especial. La especialidad de primaria tiene 586 alumnos y el grupo que observamos tiene 49 matriculados. Frente a la entrada a la universidad, además de los puestos de comida y de libros hay un paradero de colectivos. En la puerta, hay una reja para ingresar y otra para salir, y la gente debe formar fila para que los guardias privados revisen -sin mucho rigor- la documentación y las mochilas de cada persona que ingresa. A la mano derecha en la entrada, hay jardines y un sendero ancho que lleva al campus. Dejando atrás el Rectorado, jardines bien cuidados contrastan con lo descolorido y sucio de algunos pabellones. Poco antes de que empiecen los pabellones de aulas está el asta donde se observa el Pabellón Nacional. En el edificio de Pedagogía se encuentran las oficinas del Decano y el Secretario de la Facultad, las oficinas administrativas, la sala de profesores y una pequeña biblioteca que también es usada como salón. El aspecto de este edificio es, en general, bastante descuidado. El pabellón de aulas es contiguo al de oficinas. Hay un hombre encargado de la limpieza y es quien tiene las llaves de todos los salones y a quien se le paga para usar los baños. Este empleado llega a las 8:00 aproximadamente y abre el pabellón y los salones. El edificio es de un solo piso con salones a ambos lados de un amplio corredor; hacia el fondo a la izquierda, están los baños. En la parte trasera está el Centro de Estudiantes, donde hay una pequeña biblioteca organizada por los propios estudiantes; lamentablemente son pocos los que tienen acceso a ella, ya que la mayor parte del tiempo está cerrada. Al fondo a la derecha, hay un corredor cerrado con una reja, que conduce al pabellón de Educación Inicial. En esta parte de la construcción hay una escalera clausurada que conduciría a un piso inferior. Este espacio es usado como un cementerio de carpetas y muebles. Cada promoción de ingresantes hace uso de una sola aula que comparte alternativamente con otra promoción. Los salones tienen una puerta de ingreso que por lo general se encuentra en la parte posterior. La iluminación es bastante buena, ya que toda una pared lateral tiene un ventanal. La apariencia de las paredes depende de las iniciativas de los estudiantes. En algunas se observan múltiples inscripciones: corazones, dibujos, frases diversas, fórmulas de álgebra y matemáticas, pero es frecuente que poco antes de terminar los estudiantes hagan una colecta para pintar el salón para dejarlo listo para una nueva promoción. Las carpetas son unipersonales, y no hay un escritorio para el profesor. En cada salón hay una larga pizarra verde, casi del ancho del salón. En las mañanas, las carpetas suelen estar arrimadas hacia las paredes. Al llegar, los alumnos las ponen nuevamente en sus lugares. La decoración es variada, pero priman dibujos y afiches con motivos pueriles; hechos con papel lustre y materiales similares. La Universidad ofrece varios servicios a los alumnos y al personal docente y administrativo. Entre los más importantes están el transporte y alimentación gratuitos. Muchos de los alumnos viven en diferentes distritos de Lima, como San Juan de Lurigancho, Chorrillos, San Juan de Miraflores, San Martín de Porras, Comas, o Independencia. Otros viven entre Ate-Vitarte y Chosica. Parte importante de las condiciones de estudio, es el tiempo invertido por los alumnos en actividades conducentes a la realización de las clases. En una de las entrevistas realizadas el tema de su viaje diario a la universidad adquirió gran intensidad emocional. Nuestros entrevistados venían de diversos puntos de Lima, usando en promedio más de una hora para llegar a su centro de estudios, es decir, que para llegar a las ocho de la mañana a clases, algunos tenían que haber salido a las seis de sus casas, algunas de las chicas, se levantaban a las cuatro de la mañana, ya que además de prepararse para salir, debían dejar listas algunas cosas en casa para otros miembros de la familia. Al llegar a su destino deben hacer una cola de media hora aproximadamente para tomar su desayuno el comedor universitario, y luego se apresuran para asistir a sus clases. La razón del apuro no es solamente el llegar a tiempo a la clase, sino que es posible que de llegar tarde, alguno no encuentre una carpeta donde sentarse porque a veces no hay suficientes en los salones, entonces deberá deambular por otras aulas y casi literalmente hurtar una carpeta para poder estar sentado el resto del día. La primera clase dura de 8:30 a 12:30. Al terminar la clase los alumnos que quieran comer en el comedor salen para hacer la cola para el almuerzo, terminado éste, regresan al mismo salón para continuar con sus clases. Cerca de las 5:30 muchos deben salir corriendo para hacer dos colas más: La de la cena en el comedor y la del ómnibus que los regresa a casa. La cantidad de tiempo empleado en las colas y el poco descanso que tienen entre clase y clase y en las clases en sí, son extenuantes. Una chica que vive bastante lejos del campus nos comentó que al llegar a su casa en la noche no tenía energía "ni para llevarse la cuchara a la boca". Son muchas las diferencias entre los ambientes del instituto y la universidad. Contrastan no solamente por su ubicación en la ciudad y el tipo de construcción, sino por la organización misma de ambas instituciones, y a partir de ella, por el tipo de relación establecida con el personal docente y el estudiantado. El instituto es un negocio de propiedad familiar cuya fuente principal de ganancia es lo que se les quita a los alumnos en inversión en calidad. Los profesores son contratados por horas, no hay un cuerpo académico que se interese por los contenidos de los cursos y por lo que efectivamente estén recibiendo los alumnos. Lo que cuenta son las horas empleadas por unos y pagadas por otros. A pesar de ser una institución privada por cuyos servicios los estudiantes pagan, éstos son bastante maltratados, y es poco el esfuerzo puesto en hacer eficientes los servicios o ventajas para ellos. La universidad estatal es bastante más compleja, pero en esta estructura, los alumnos tampoco son los mejor considerados. Hay bastante desorden y descuido en los servicios educativos, sin embargo, aquellas demandas que son urgentes para los alumnos, como transporte y alimentación son generalmente atendidas por su potencial explosividad. Sin embargo, la biblioteca es pobre, la infraestructura está deteriorándose rápidamente sin que se hagan esfuerzos por renovarla o siquiera mantenerla en buen estado. La relación entre docentes y autoridades es tensa y propensa al conflicto, y de todo ello, son los estudiantes, y sobre todo, sus futuros alumnos, los grandes perdedores. Capítulo II Los futuros maestros Parte fundamental de la vida de cualquier centro educativo son sus estudiantes. Pese a la situación de subordinación formal y al rol pasivo que por lo general los esquemas educativos les atribuyen, de ellos también depende lo que resulta de las instituciones de formación docente, no solamente a través de su rendimiento, sino de la relación social que establecen con el centro de estudios. Hemos observado en total tres grupos de alumnos: Un grupo de la especialidad de primaria por cada institución, y un grupo en el instituto al que asistían alumnos de educación inicial, primaria, y de las especialidades de Educación Física y Lengua y Literatura para secundaria. El grupo observado en la facultad de pedagogía estaba terminando su segundo año de cursos (cuarto ciclo), mientras que el grupo de primaria en el instituto estaba en la mitad del cuarto año (séptimo ciclo). El grupo mixto cursaba la mitad de su segundo año. En total, hemos observado de manera consistente aproximadamente a 90 estudiantes y hemos entrevistado a 46 de ellos. Del total de alumnos entrevistados 10 son hombres, y están sobre-representados, ya que la proporción de varones por salón es bastante menor en la especialidad de primaria en ambos lugares (menos de 3 varones por cada 10 alumnas). La mayoría se encuentra entre los 20 y los 25 años de edad y parece provenir de sectores medios bajos y bajos. Decimos esto porque todos los entrevistados provienen de barrios populosos de Lima (San Martín de Porras, Breña, Vitarte, Santa Anita, Independencia, El Cercado entre otros). Por otra parte, el dinero (o la falta de éste) es un tema recurrente entre los alumnos de ambas instituciones. Sacar las cuentas sobre los pasajes, hablar sobre el costo de un trámite, de una fotocopia, o de cuánto gastaron en materiales para sus clases, son temas de conversación que pueden oírse en pasillos y aulas en cualquier momento. En cuanto a la procedencia, 31 son de Lima y 15 de provincias, pero la mayoría de los limeños son hijos de migrantes. Algunos estudiantes son migrantes recientes, y han venido principalmente para estudiar educación. Este último grupo es posiblemente el de origen social menos pobre o más instruido. Los estudiantes de los grupos observados fueron mayoritariamente mestizos, con solamente dos alumnas negras y ningún caucásico. Caminos a la docencia Una de nuestras inquietudes iniciales tenía que ver con la naturaleza de la motivación de los alumnos que deciden estudiar educación primaria. Considerando el desprestigio social de la docencia y los bajos sueldos que ofrece el estado, (cerca de U.S. $170.00 al mes) pensamos que quienes optan por la carrera docente lo hacen no por haber sentido "el llamado de la vocación", sino más bien por otras razones. Nuestra sospecha fue confirmada por la mitad de los entrevistados (23 de 46). De ellos, 8 intentaron ingresar a alguna universidad o institución para estudiar otra carrera; tras fracasar eligieron educación. Yo te digo que no me gusta la educación aya? y yo quería estudiar teatro, o ciencias de la comunicación, y para eso postulé a La Cantuta, pero qué pasó, que me faltaron 20 puntos para entrar, entonces, ya qué me quedaba... estudiar educación y venir acá al instituto... (mujer, ISP).17 Yo postulé a San Marcos, a la primera fue por dar gusto a mis padres (...) postulé a comunicación social, una amiga y yo nos aventuramos. Ella ingresó y yo no. El 93 me preparé mitad de año en mi casa y postulé con la seguridad de que iba a ingresar, por eso me dolió bastante cuando no ingresé a derecho. Ya no quería saber nada de universidad, nada de estudios, y mi mamá fue la que me animó a estudiar educación en la universidad. Ingresé. (mujer, FE) Sin embargo esta no era la única situación posible a parte de haber elegido la carrera por vocación. Encontramos que cinco estudiantes eligieron estudiar educación sintiendo que su vocación era otra, pero sin haber postulado en otros lugares convencidos de que no lograrían ingresar: Yo pensaba que entrar a la universidad sería difícil, y que no iba a poder entrar, así que me presenté acá y entré y estoy contenta. (mujer, ISP). Tres de los que postularon a educación como primera opción fueron inducidos o incluso forzados por algún pariente a estudiar pedagogía, como una chica del instituto, a quien su madre le dijo al terminar la secundaria: "tienes que estudiar educación. Cuando termines tu carrera y consigas trabajo, entonces puedes estudiar cualquier otra cosa que quieras", ante esto, ella nos dice: "Bueno, entonces me tiene que gustar la educación ¿no?, ya estoy estudiando y trabajar con niños debe ser bonito... " En diez casos, (casi todos en el instituto) los futuros maestros son desertores de otras carreras que les resultaban muy difíciles, muy caras, o simplemente descubrieron que no les gustaba. Pero el problema fue tan grande que no pude seguir estudiando ahí, porque... al estudiante lo hacen que averigüe en varios libros, que se dedique más al estudio, y en el caso mío que estaba trabajando, no tenía tiempo, entonces mi primo me dijo postula acá, y como lo vi que era fácil, ya pues... (hombre, ISP) Yo nunca había pensado en estudiar educación, yo quería estudiar turismo, pero en realidad el turismo es una carrera económicamente bien alto, no? yo tenía esa intención de estudiar, pero primero unía que estudiar inglés, comencé, pero no culminé y de ahí ya decidí por educación (mujer, ISP), Mira, yo estudié primero enfermería, pero no me sentía que era mi profesión, lo que me gustaba era enseñar (mujer, ISP). Primero estaba estudiando contabilidad, pero no me llevaba bien con los números. Decidí dejarlo porque estaba gastando plata por las puras... (mujer, ISP). Unos pocos (7), tuvieron primero la experiencia de enseñar y allí descubrieron su gusto por la docencia, y solamente 16 eligieron la carrera por vocación sin ninguna 17 En adelante las referencias sobre los citados indicarán sexo e institución. ISP para el instituto y FE para la facultad de educación. experiencia previa. Es interesante entonces preguntarse cómo es que, dado que la mitad no tenía esta carrera como su primera opción, se desarrolla la vocación en esos alumnos en las instituciones de formación docente. Los profesores son conscientes de la falta de vocación inicial en muchos de sus alumnos, y saben que deben invertir energía en generar esta vocación. Lo interesante es que el énfasis al realizar esta tarea no está puesto en comprometer a los alumnos con la tarea de lograr el aprendizaje en los niños, sino en la posibilidad de ganarse su cariño y el de los padres, y en el prestigio social que pueda provenir de allí. Así, además de este cariño y’ reconocimiento, la realización personal del maestro se daría a través de lo que los alumnos puedan lograr. El profesor es parte de la familia del niño, poco a poco uno se va integrando esa familia. Cuando eL niño nos va conociendo a nosotros (habla en su casa) "mi profesor, mi profesora" y uno ya es miembro de esa familia. /...J mi papá ha sido profesor y ha dado 35 años en el magisterio y yo veo a sus alumnos que lo saludan con efusividad: "Profesor cómo está usted", y eso es bonito... (mujer, FE). En Ayacucho, en Arequipa en la zona del fuego, o los valles. cualquier profesor (que vaya de esta universidad) ahora es tratado como el rey, porque como yo estaba viajante, veíamos cómo a los profesores tenían que llevarle gallinita, que "el profesor está solito. la profesora está solita, ahí, acompáñalo"... siempre estaba alguien ahí (mujer, FE). ... y entonces mi mayor gusto es encontrarme con ex-alumnos míos que ahora son funcionarios en las USES, inclusive directores de USES, o regiones. (Profesor del Instituto)Así, una vez en la carrera, los estudiantes desarrollan su identificación con la docencia a través de la asimilación de un discurso que remarca principalmente la importancia del rol social del maestro. De hecho, una de las cosas que ellos más parecen valorar sobre su futuro, es la posibilidad de ser queridos y reconocidos por las comunidades en las que trabajen. La otra fuente que alimenta su vocación es el contacto afectivo con los niños. Esto sobre todo para quienes han tenido o tienen alguna experiencia con ellos, sea en un grupo de catequesis, como auxiliares en un colegio, o inclusive como profesores de aula no titulados: Pero, realmente, uno en clases se da cuenta de que realmente tú has venido para algo ¿no?, que estás ahí por algo, y es hermoso, es hermoso ver que los niños te llamen profesor los niños aunque no lo eres todavía, pero que te digan profesor, te sientes importante y muy valioso para los niños corren, te abrazan, te dan besos y muchas cosas, es bonito, la carrera es hermosa... (hombre, FE). En mi caso cuando salí del colegio estuve en un programa de catequesis donde trabajábamos con niños y ese ambiente era bien bonito, porque a mí me gusta trabajar con niños, hablarles, jugar, ¿ no? enseñarles cosas nuevas, y de paso los niños también te enseñan cosas. Tú aprendes y también te enseñan (mujer, ISP). Yo digo que si vamos a ser maestros aunque sea sacrificio hagámoslo, porque hemos escogido una carrera de educación y la carrera de educación no... en ningún sitio te van a pagar bien si va a trabajar al magisterio, es bonito ser maestro. Es bonito cuando alguien te dice gracias profesora, es bonito cuando ese niño que no sabía sonreír ahora sonríe, y es tan bonito cuando esos niños siquiera abre su corazoncito a los demás, porque un niñito de verdad es un niñito muy bonito; por eso decía, para mí, el niño es lo más bello que pueda erigir en la tierra (mujer, FE). /Trabajar con niños es tan difícil, tenemos que manejar la psicología y todo lo demás (...) el segundo año trabajé con vacaciones útiles en provincias con niños y fue una experiencia única, que la verdad, me gustó más mi carrera, empecé a tener cariño empecé a sentir vocación, tal vez eso estaba dentro de mí pero no podía descubrirlo yo mismo hasta que con la experiencia lo tuve (hombre, ISP). En varios de nuestros entrevistados se da entonces, desde su condición de estudiantes, lo que Dominique Motte identifica como la "alta idea" que los maestros cusqueños tienen sobre su profesión, y asocia a esta con la noción de vocación.18 A partir de sus entrevistas con maestros, Motte identifica en ellos tres formas de hablar sobre su vocación: la "natural", ("siempre quise ser maestro") la "adquiri da" (”nunca pensé ser maestro, pero con la práctica me gustó") y la "implícita”, (según Motte corresponde con quienes no tienen un compromiso permanente con la carrera, pero que tratan de hacer bien su trabajo). A pesar de sus diferencias, según Motte, estas ideas se convierten en el principal sostén del ejercicio docente, del "apostolado del magisterio", ya que no existen otros estímulos. Los estudiantes parecen comprender bien esto desde muy temprano. 18 Motte, Dominique. Enseñar en el Perú ¿un pacto cultural o un trueque mercantil?: El ejemplo de los docentes del Cusco. Cusco, Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de las Casas, 1995. El buen maestro Una cuestión imprescindible a tratar con quienes saben que están estudiando una carrera poco prestigiosa y en instituciones poco prestigiosas, son sus estándares de calidad y la idea que tienen de los lugares en los que van a trabajar. Usamos tres diferentes rutas para obtener información sobre lo primero. Apelamos a su experiencia como alumnos, les preguntamos sobre los buenos y malos profesores en su centro de estudios, y las razones por las cuales preferían a unos frente a otros. 19 También preguntamos sobre sus profesores de colegio, los que recordaban como buenos y malos. Finalmente, los llevamos a un plano más normativo, y les ofrecimos fotos de varias maestras en acción, para que eligieran entre ellas a quien representara a la mejor y la peor actitud pedagógica. Luego, cada uno decía por qué había elegido determinada profesora. Un primer hallazgo es que la idea de calidad está más ligada a la formación de valores y a la motivación para querer a los niños, que a la amplitud y solidez de la información recibida, o a los métodos para lograr el aprendizaje en los niños. De hecho, esto parecería ser una elaboración que parte de su percepción de la formación que reciben, en la que estos aspectos están ausentes. También notamos que hay diferencias en las cualidades pedagógicas del docente que los estudiantes mencionan desde su experiencia como alumnos frente a aquellas que proyectan como maestros. Una de las cualidades más mencionadas por los alumnos al evaluar a sus profesores era que el maestro supiera "llegar a los alumnos", es decir que los pudiera emocionar, que usara no solamente un lenguaje claro, sino que apelara a sentimientos y situaciones con las cuales los alumnos se pudieran identificar. Asociada a esta cualidad está la de "expresarse bien", que, como pudimos comprobar no necesariamente se refiere a un uso correcto y adecuado del castellano. El hablar con propiedad y sin errores tiene importancia solamente para algunos alumnos, pero para otros, el uso de otros recursos como el humor, los gestos elocuentes, o el manejo del lenguaje de los jóvenes también es altamente valorado si es que produce el impacto emocional que ellos buscan. Yo tenía mi profesora de Historia del Perú en el colegio. Me enseñaba bonito, lindo, lindo, o sea, te contaba la historia como si ella la hubiese vivido ahí en ese momento, igualito nos hacia vivir a nosotros. Mujer, ISP. Durante las observaciones pudimos comprobar también que aquellos momentos en los que los docentes lograban la efectiva atención de los alumnos era cuando contaban anécdotas o episodios diversos de sus vidas, y que aquellos profesores a quienes más estiman o respetan, son quienes les hablan "de la vida real" en clases. 19 La pregunta era: "Piense cada uno en el o la profesora que más les gusta en el instituto o la universidad, no me digan su nombre, ni el curso que enseña, sino en las cualidades por las cuales lo o la prefieren" y luego repetíamos la pregunta pero para el que menos les gustara. Otra cualidad esperada de los maestros, mencionada con más frecuencia en el instituto que en la facultad de pedagogía, es que el docente o la docente, sea amigo de sus estudiantes. La profesora que más me gustaba era la de educación física, era bien chévere. Nos paraba aconsejando, veía que estuviéramos bien en los cursos, siempre se preocupaba por nosotros, nos aconsejaba, nos llevaba a paseos, era buena profesora. Mujer, ISP. En el caso del instituto pareciera que esa última cualidad esta relacionada con la posibilidad de establecer cierta complicidad con el profesor para no tener que estudiar, ya que va asociada al adjetivo "comprensivo", que en el contexto en el que es usado, podría ser también "concesivo". Es interesante señalar que en la universidad los entrevistados nunca se refirieron a ésta como una cualidad esperable en un profesor, aunque si fueron importantes el orden en la enseñanza, la capacidad pedagógica, el cumplimiento de responsabilidades. Extrañamos sin embargo referencias al saber y el conocimiento de la materia de parte del profesor en ambos lugares. Solamente tres estudiantes (dos universitarias y uno del instituto) las mencionaron y apenas dos chicas de la universidad mencionaron como valioso el tener profesores exigentes. Los estudiantes aprecian a un profesor que conozca bien su tema, pero eso no es lo que más les atrae. Por ejemplo, en el instituto hay una profesora cuya calidad todos reconocen, sin embargo, mucho más popular es otro docente que es joven, apuesto, simpático y amable, y de hecho, varias alumnas dicen que es un excelente profesor porque pone ejemplo de la vida real y porque se hace entender. Por nuestra parte, pudimos comprobar que el material que este profesor ofrece es pobre y escaso, bastante simplificado, lo que hace los exámenes muy fáciles, ya que cubren muy poco. Por otra parte, sus clases son muy cortas, y por lo general siempre está dispuesto a ceder sus horas de clase para actividades extra-académicas. Si intentamos un resumen de lo que es el docente ideal para la mayoría de nuestros entrevistados, el o ella debería reunir las siguientes cualidades: Saber conmover a sus alumnos con la materia que enseña, debe ser además tolerante con sus incumplimientos, mejor si es alegre, y si es capaz de establecer una relación de confianza y diálogo con sus alumnos, si además de estas cualidades es ordenado/a y les hace comentarios a sus trabajos este profesor será considerado excelente. Al comentar las fotos de las maestras, las cualidades más apreciadas son algo diferentes. La profesora que fue elegida por más entrevistados como la que tenía la mejor actitud, fue una que estaba sentada en una silla pequeña, junto a un grupo de alumnos sentados alrededor de una mesa, revisando con ellos una lección. Se valoraba de ella que se ponía "al nivel de sus alumnos", que les daba atención y cariño, que les tenía paciencia, y que le preocupaba que entendieran. La que fue casi unánimemente señalada como la de la peor actitud pedagógica, fue una maestra que, con una mano en la cintura y las piernas separadas, señalaba con la otra mano en alto, a una niña pequeña. La mayoría la calificó de autoritaria, y varios argumentaron que esa actitud era anti-pedagógica y dañina para los niños. Dos fotos provocaron controversia y fueron valoradas de manera opuesta por personas del mismo grupo. Una es una maestra negra que muestra un libro a los alumnos. Algunos niños sonríen mientras otros miran hacia la cámara. Quienes la eligieron por una actitud correcta valoraron que el ambiente en la clase fuera relajado y tranquilo, que los niños se vieran contentos, e interpretaron mucha paciencia en el rostro de la profesora. Quienes la criticaron, dijeron que no sabía imponer el orden, que los niños hacían lo que querían mientras ella mostraba el libro a quien quisiera atenderle, y dijeron que su rostro reflejaba indiferencia hacia la clase. Otra foto con comentarios opuestos es bastante sugerente. En el centro aparecen dos dedos índices encontrados, el de un niño y el de la profesora. Ambas personas están en movimiento y parecen estar hablando al mismo tiempo. El resto de la clase mira la escena con atención. Quien la evaluó positivamente fue un alumno que dijo que esa era una clase democrática en la que la profesora estimulaba a los alumnos a expresarse con libertad, que se veía actividad y dinamismo. Quien la criticó fue una mujer que interpretó en el gesto de la maestra un acto de represión contra el niño, una forma casi violenta de callarlo. Lo interesante en ambos casos, es que la preocupación de los estudiantes era que la profesora supiera tratar bien a los niños y que pudiera generar un ambiente de confianza en la clase. Finalmente, hubo una foto que fue valorada de manera opuesta en cada lugar. Se trata de una maestra ensayando una danza con niños. En la universidad, quienes la eligieron apreciaban el hecho de que la maestra supiera enseñar una danza folclórica, y elogiaron lo concentrada que se le veía en el ensayo. En el instituto quienes le atribuyeron una actitud negativa interpretaron que se encontraba dando una clase de educación física sin tener la ropa adecuada, y por ende, por dar mal ejemplo a sus alumnos. Para la mayoría de los entrevistados la idea del buen maestro se vincula principalmente a características personales como la paciencia, la comprensión y la solidaridad con los problemas de los niños, así como al desinterés económico y la disposición al sacrificio. En cuanto a las actitudes pedagógicas, éstas se evalúan en función de la habilidad de las maestras para atraer y mantener la atención de los niños, sin necesidad de imponer la disciplina de manera autoritaria. Las características de la paciencia y el cariño, así como la capacidad de generar confianza en los niños están relacionadas con el tipo de alumnado que todos, menos una de las entrevistadas, piensan tener. En efecto, respecto a los lugares en los que piensan que van a trabajar, 45 de los 46 entrevistados dijeron que se preparan para atender a alumnos de zonas rurales o zonas urbano marginales, o en todo caso en provincias. Quienes ya tienen alguna experiencia enseñando o trabajando cerca de estos sectores tratan de comunicar su emoción y compromiso con las vidas de esos niños: Si en el rato de recreo tú te sientas con él, te enteras de su realidad ¿ no? Te cuenta que no ha comido, que su papá vino borracho, que le ha pegado a su mamá, a él y a sus hermanos; que su papá no tiene trabajo, o que lo han despedido recién ayer o antes de ayer... Son tantos problemas que tienen los niños y lo más difícil es saber llegar a esos niños que tienen los problemas... más que nada problemas afectivos... Hombre, FE. Mientras que aquellos que no han tenido estas experiencias todavía, se preparan para ellas: ... sí, yo tengo la vocación de enseñar, tratar con mucho amor al niño... (pero trabajar en lugares donde' no hay carpetas, muchas veces no hay agua, entonces yo creo que en mí misma va a estar /el sobreponerme... porque no voy a estar en colegios bien... /yo quiero estar donde la educación haga falta, una parte donde estén los más marginados, los más pobres. No va ha ser muy fácil, /la miseria no se va a calmar con decir al niño escribe... no se va a calmar con eso, para enfrentar la pobreza /hace falta bastante lucha bastante sacrificio, es más allá del afecto, (pero hay que ser fuerte y seguir adelante... Porque /el trabajo que yo ponga va a ir cambiando siquiera un poquito la situación en algo... No hay que pensar que todo brilla, hay piedras en el camino y hay que saber brincarlas... Mujer, FE. La vida en las aulas Algunas veces, al evaluar la situación de las instituciones de educación superior se asume que el desempeño de los alumnos depende solamente de la habilidad e interés individual, y se ignora la complicada red de relaciones sociales, definiciones grupales y obligaciones y compromisos en los que se encuentran los estudiantes. Es decir, se yerra al darle poco peso a las condiciones sociales que actúan de manera determinante sobre las características de los alumnos. Dicen Becker y sus co-autores que los alumnos llegan a construir su perspectiva del trabajo académico a partir de su situación de subordinación en la universidad, de sus posibilidades de acción colectiva, y su relativa autonomía.20 Pues bien, hemos visto más o menos quienes son los estudiantes que observamos, y cuáles son sus condiciones para el trabajo académico, veremos ahora algo de sus prácticas y actitudes en sus centros de estudio. Nuestras observaciones de aula nos indican que la calidad de la formación que los alumnos reciben es bastante pobre, sin embargo, la reacción de los alumnos frente a esto merece ser examinada. Sus críticas, cuando las hay, son sobre todo formales o a estilos docentes. Pero no parece haber mucha preocupación por la formación deficiente que reciben, tal vez porque no tienen con qué comparar, o porque no han recibido ningún entrenamiento en la vida para expresar con claridad sus opiniones asumiendo que estas puedan ser tomadas en cuenta.21 Algo que nos sorprendió fue que en diversas oportunidades los profesores decían algunas cosas inexactas o inclusive poco verosímiles o coherentes, ante lo cual, la reacción de los alumnos nunca fue de crítica abierta o por lo menos de cuestionamiento. Por ejemplo, en una clase sobre el proceso de aprendizaje en los niños, de pronto la profesora, en tono bastante duro comienza a hablar de las 20 21 Op. cit. p. 133. ’. Es más, se ha podido constatar en diversos trabajos, que una característica de la educación más tradicional apunta a lograr el silencio de los niños como la situación ideal, tanto en la casa como en el aula creencias comunes entre las chicas acerca de métodos abortivos al inicio de un embarazo: (... Le dicen las amiguitas: ”Date golpes en las posaderas, /toma pastillas, mejorales"... Y qué piña, las cosas siguen... El ingerir daña a los niños, produce síndrome de Down, parálisis, problemas con el aprendizaje... En otra clase en la que el profesor intentaba -con mucha confusión- explicar a los alumnos que el buen maestro puede aprovechar cualquier circunstancia para incorporarla a su clase les pone el siguiente ejemplo: (Si hoy día durante el simulacro de temblor) llega un helicóptero a la escuela, el profesor tiene que tener control y no salir corriendo, entonces con lo del helicóptero hay que adecuar la clase para aprovechar la situación. Lo que es la aprensión sensorial externa. ; Qué nos podría servir el helicóptero en el sismo? (Señala a una chica, que está sentada adelante, cerca a él, para que responda la pregunta. No la llama por su nombre y tampoco se lo pregunta). Alumna: Para llevar a los alumnos Prof: Para las matemáticas también lo podríamos utilizar. Si falta gasolina, se podría preguntar cuál es la capacidad para llevar heridos, y ahí estaríamos utilizando la percepción de los alumnos. Finalmente, en una clase sobre la comunicación y la cultura, en un monólogo interrumpido otro profesor dijo casi textualmente.22 Hace 2 años estuve en Chile y no había un solo pucho en el suelo. Porque si uno lo arroja al suelo, el carabinero da un pitazo indicando que uno lo debe recoger y qué vergüenza recoger el pucho porque te han visto. Igual el cine, cuando estás viendo una película aparece el cartel que dice que está prohibido fumar, Entonces la gente que lo desea pasa al hall, ahí hay sillas, hay ceniceros. Acá, aparece el cartel que indica su prohibición por disposición municipal, pero igual la gente fuma. Allá los ambulantes están fuera de la ciudad. Chile se jacta de comprar cacao, melaza de caña y azúcar a Perú y luego vendernos el chocolate. Sólo tienen sus patas secas y galletas. Aquí tenemos la idea de "compro lo importado", está presente eso que dice que lo importado es lo mejor; nosotros tenemos la mejor alpaca... Nosotros no tenemos salario ni incentivos, ¿por qué no/ porque el presidente aprista aún nos tiene pagando la deuda externa. Yo soy profesor y abogado, tengo que pagar mis impuestos... 22 . Reproducirnos este extenso fragmento para dar una idea clara de lo que fueron las clases de este profesor. El uso el mismo monólogo en la clase siguiente, y esas fueron las dos únicas veces que "dictó" clase. Las siguientes sesiones estuvieron dedicadas a exposiciones de los alumnos sobre temas sin ninguna conexión entre sí. En lo social-político, la comunicación del Perú ha sido muy incómoda. En Chile dicen de nosotros que somos “tontos porque se matan entre sí". Chile quiso hacer una segunda guerra con Perú. En Chile, el estado les paga la educación a los 10 mejores alumnos. En Perú, el primer lugar no da examen de ingreso. Julio Ramón Ribeyro (JRR), cuando Velasco estaba en el poder, se presentó ante él y le ofreció su material. Velasco dijo que para qué, y lo dejó ir. JRR se fue a Alemania, ahí fue bien tratado. Los alumnos de la primera promoción de Literatura de esta institución fueron los primeros que le hicieron su misa en la Iglesia La Merced. Me dijeron que querían que su promoción se llamara JRR y que querían hacer una misa, y que le dijera a la viuda de JRR para que asista y sea su madrina. Ella, vive en el extranjero, me dijo que sí aceptaría y que sólo le pasara la voz con un mes de anticipación. Mario Vargas Liosa tiene una casa en Barranco pero por problemas políticos vive fuera: tiene 3 casas en Europa: en Italia, Francia y España. Martín Adán murió en un cuartucho de Jr. Huallaga... No hay cultura, porque éste es ingeniero, el otro: un abogado vivo y el otro, influido por sus ministros. El único fue Velasco, botó a los millonarios y dio tierras a los campesinos. El problema fue que los campesinos no sabían cómo manejar la tierra, chupaban. Con la plata, Velasco compró armamento pues quería hacerle la guerra a Chile. Y se olvidó de la cultura, el agro se vino abajo. El desfile de 28 de julio sigue mostrando los armamentos que se compraron en la época de Velasco. Pinochet agarró a los terroristas, los metió al Covadonga y los fondeó en el mar. Allí hubo toque de queda de verdad, la gente no salía de sus casas; aquí, la gente se asoma con cuidado y va a comprar tocando la pena. En Chile, un profesor rural gana $600.00, un profesor de secundaria gana $900.00 y un catedrático gana $1,200. En Perú gana entre $150-200. El alumno peruano no puede comunicarse ni actualizarse. Las computadoras están acá hace 2 años, allá hace 15 años. Ahí uno ve en una clase que cada alumno, o cada dos, tiene una computadora para trabajar y ahí escriben, luego imprimen y se llevan su clase. El profesor está delante con su computadora y un ecran donde proyecta y explica su clase. En ninguno de estos casos los alumnos dijeron nada, sin embargo, su nivel de atención era pobre, algunos dormitaban, otros hacían otras tareas, y algunas chicas recurrían a los siempre presentes catálogos de Yanbal. Cuando realizamos las entrevistas con los estudiantes ya llevábamos algún tiempo observando sus clases y teníamos una opinión bastante crítica de la calidad de sus cursos. Durante las entrevistas intentamos conocer alguna valoración de la formación que recibían y encontramos una fuerte resistencia para ello. Lo interesante es que en la mayoría de estudiantes parece haber una conciencia más o menos clara de la baja calidad de la formación que reciben, al mismo tiempo que saben que no están en otro lugar porque no podrían pagarlo o porque dudan de su capacidad para cumplir con las exigencias de otro centro de estudios. Tal vez por esto les cueste tanto expresar sus críticas a la formación que reciben. Pocos podían expresar abiertamente su descontento frente a varios de sus compañeros, y aquellos que iniciaron algún tipo de crítica fueron rápidamente acallados por los demás.23 En la universidad por ejemplo, en un grupo de nueve estudiantes, uno de ellos se refirió a su desilusión paulatina ante el incumplimiento de algunos profesores, el desorden con los horarios y lo fácil de los cursos. Su intervención provocó que varias chicas dijeran que la calidad de la universidad dependía de sus alumnos, que eran ellos quienes tenían que exigirse y exigir a los profesores, y que "poner en alto" el nombre de su universidad dependía de ellos. En el instituto, por otra parte, las alumnas no querían hablar de su centro de estudios. En ambos lugares obtuvimos opiniones más críticas en entrevistas o conversaciones con menos de tres personas. Sin embargo aún después de haber terminado el trabajo etnográfico no me atrevo a calificar de conformista o pasiva la actitud de los alumnos. El que no expresen con palabras su descontento no es señal suficiente para extraer tal conclusión. Ocasionalmente hay muestras explícitas de resistencia o rechazo al descuido de los profesores, o a su mediocridad. En una ocasión por ejemplo, el profesor apareció por primera vez luego de varias semanas de iniciado el semestre académico, tenía media hora de atraso y mostró además no estar enterado del número de horas que debía dictar, ni del ciclo al que le estaba dictando el curso ("¿ Ustedes son del quinto ciclo?"). No hizo ni una sola mención a un programa del curso, o a la necesidad de recuperar horas ni cosa parecida. Una hora después de iniciada su clase pregunta: "¿Hasta qué hora tenemos clase?" Dos alumnas le responden que hasta las 4 p.m., cuando la clase debía durar hasta las 5 p.m. Nadie las corrigió y el profesor terminó a las cuatro. Doris les preguntó a las alumnas sobre el por qué de su respuesta y contestaron: "Es que ha llegado tarde". El resto del semestre las clases terminaron a esa hora... En la universidad supimos de una manifestación explícita de resistencia o rechazo hacia un mal profesor. Los alumnos decidieron unánimemente no presentarse al examen final de un curso que había sido muy malo debido a constantes ausencias del profesor, un dictado deficiente y pobre del curso e insuficiente material cubierto durante el semestre. Preferían perder todo el curso y matricularse de nuevo en él cuando lo dictara otro profesor. La universidad no les dejaba otra alternativa a parte de este mecanismo indirecto y burocrático sobre el que después nadie comentaría. Nunca vimos que una clase suscitara comentarios más allá de la hora de clase, excepto cuando el material tratado los tocaba personalmente. Solamente los trabajos de cuya presentación depende la nota transcendían el espacio del aula en el interés de los alumnos, aunque también de manera bastante formal y sumaria. En la práctica, la mayor preocupación cotidiana de los estudiantes era la elaboración de materiales didácticos en los cuales invierten tiempo, dedicación y dinero. Estos cursos de producción de materiales terminan siendo en verdad los más exigentes para ellos, y también los más valorados por la mayoría, ya que o l s otros demandan muy poco trabajo intelectual y su utilidad no es clara. 23 Solamente un grupo en el instituto reunió al azar a cuatro alumnos algo mayores que el resto que fueron abiertamente críticos del instituto, pero las demás personas presentes solamente callaron mientras ellos hablaban. En la universidad la distancia entre profesor y estudiantes está marcada por varios aspectos. Hay problemas políticos entre los docentes, hay cierta tensión entre estudiantes y profesores debido al descontento del alumnado por algunos semestres perdidos, y una crítica velada de algunos profesores que parecen añorar un tipo de estudiante "más comprometido" con la política. Se ve a pocos estudiantes conversando con los profesores fuera de aulas. El trato entre alumnos y profesores, al menos en la facultad que observamos, es más bien frío y distante. Pero por otra parte, la identificación de los estudiantes con la universidad es muy fuerte, para ellos el ser de esa universidad les da hasta un gentilicio, con el que se llaman y reconocen a sí mismos. Esta identificación con su centro de estudios es bastante compleja, porque por un lado, está llena de referencias a un pasado prestigioso ganado por la calidad de los egresados de este lugar que "han dejado en alto" el nombre de la universidad. Por otra parte, parecen tener una percepción bastante realista frente al presente, marcado sobre todo por el desorden, la falta de recursos y la dudosa dedicación de los profesores. Frente a ello, algunas de las estudiantes con quienes conversamos sostienen que son los estudiantes actuales quienes deben mejorar la imagen de la universidad con su esfuerzo y dedicación para volver a "dejar en alto" el nombre de su universidad. La función de este discurso para estar destinado más a prevenir depresiones que a mejorar efectivamente la calidad de la formación que reciben. Hay un elemento más que posterga la necesidad de enfrentar su formación profesional, que es la idea de que la práctica es la mejor escuela, y que en ella aprenderán aquello que no recibieron en la universidad. El compromiso o identificación emocional de los estudiantes con el instituto en cambio, es mucho menos intenso, si es que no inexistente. Además, las relaciones entre estudiantes y profesores son mucho menos rígidas. Hemos visto a alumnas piropear a un profesor y mandarle besitos volados, o a un alumno decirle "papá" a un profesor en son de broma. Las estudiantes saludan a sus profesores dándoles la mano, tal como hacen con sus compañeros, y si bien no usan el tuteo, se dirigen a ellos como "profe". El ambiente es bastante más relajado e informal en general, tal vez porque la relación de los profesores con la institución no es tan fuerte y porque ellos, al igual que sus alumnos son "exigidos" y vigilados por el personal del instituto, con lo que profesores y alumnos terminan estando del mismo lado, en una suerte de relación de complicidad, que silencia o neutraliza a los pocos críticos que puedan surgir entre los alumnos. Las chicas y los chicos Uno de los grandes atractivos de pasar por la experiencia de la educación superior es la vida social que ésta ofrece a los estudiantes. De hecho, la realización de actividades extra-académicas toma gran parte de su tiempo y observar algunas de ellas, así como aquellos aspectos a través de los cuales los estudiantes se vinculan entre sí nos da información valiosa sobre ellos como personas y sobre todo nos permite conocer sus intereses y valores. Teníamos muchas preguntas, y ciertamente no logramos encontrar respuesta para todas. Queríamos saber qué es lo que aprenden unos de otros, qué espacios crean para desarrollar sus relaciones interpersonales fuera del aula o en ella. Encontramos que fuera de las horas de clases los alumnos establecen entre sí una enorme gama de relaciones sociales y económicas que consolidan los vínculos entre ellos. Como ya dijimos, en ambas instituciones funciona un sistema de estudios bastante escolar. Es decir que los grupos ingresantes avanzan como una promoción tomando los mismos cursos en el mismo horario y en la misma aula todos los años. Esto hace que las relaciones entre ellos sean bastante intensas y que a través de ellas se pueda observar la concreción de muchos de sus valores y concepciones. Uno de nuestros mayores intereses al observar la vida social de los alumnos era el conocer tanto sus concepciones, como las características que tomaran las relaciones entre los hombres y las mujeres. La razón de este interés es que, como ya señalamos, pudimos constatar que los planes de estudios de los ISP y las facultades de educación no tratan en ningún momento el tema de las diferencias entre niños y niñas como educandos, o el del papel de la escuela en la formación de los futuros ciudadanos y ciudadanas, ni tampoco presentan ningún tipo de cuestionamiento al trato discriminatorio hacia las mujeres, y menos aún, pautas para superarlo. Nos preguntamos entonces sobre cuáles son las ideas que los futuros maestros tienen sobre los hombres y las mujeres, ya que ellas guiarán finalmente su interrelación con sus estudiantes, formando parte de su "currículum oculto". Tanto en el instituto como en la universidad, la especialidad de primaria acoge más mujeres que hombres, lo que convierte a éstos últimos en centro de atención de las chicas por un lado, y por otro hace que todo contacto social con chicos de otras especialidades sea bastante valorado.24 En el instituto los grupos son de 20 a 30 alumnos aproximadamente y el trato entre hombres y mujeres no es del todo fluido. Por un lado, pareciera haber mucha intimidad y confianza entre chicos y chicas dado el tipo de temas que tocan en sus conversaciones25. Por otro lado sin embargo, ellos mismos controlan mucho las interacciones entre hombres y mujeres, por ejemplo fastidiando a una chica si pregunta por algún muchacho, o haciendo sorna o bulla si alguna chica conversa con un chico mucho rato. Esta actitud alcanza también a los profesores. Si un grupo de alumnos observa a una profesora y un profesor conversando, inmediatamente hacen como que los estuvieran sorprendiendo en un romance o algo así. Aulas y pasillos son un espacio para el cortejo abierto, que toma formas bastante candorosas como quitarse y/o esconderse mutuamente las cosas, perseguirse por ello y de paso, robarse alguna caricia. Los chicos galantean abierta y constantemente a las chicas, y éstas piropean a los profesores jóvenes a manera de juego, aunque también juegan a provocar la cercanía física entre algunas chicas y chicos.26 24 En la universidad por ejemplo, pudimos ver cómo una chica de la especialidad de educación para adultos "administraba” sus contactos con chicos de otras facultades para ejercer algún tipo de control sobre sus compañeras. 25 . En momentos previos a las clases se pudo registrar conversaciones sobre relaciones de pareja, consejos para el matrimonio feliz, situaciones familiares difíciles, etc . 26 En el mes de julio en una fiesta en el sótano del instituto una chica estaba bastante desabrigada, con apenas una blusa muy delgada. Su grupo de amigas comenzó a "exigir” en tono de broma que uno de los chicos la "abrigara", a lo que el respondió con un gesto que invitaba a la chica a "meterse" en su chompa o dejarse abrazar por el, cosa que fue festejada con risas por el grupo de chicas. Las chicas, que son la gran mayoría, hablan frecuentemente sobre sus cuerpos, su ropa y el maquillaje que usan o compran." 27 En grupos mixtos en algunas oportunidades hablan de lo que a las chicas les gusta de los hombres y viceversa. Son conversaciones relajadas y de mucha confianza, aunque por otra parte, con ideas bastante conservadores y estereotipadas acerca de la belleza y las cualidades masculinas y femeninas. En general, parece haber dificultades para establecer relaciones amicales entre hombres y mujeres sin pasar por la censura o el control de la clase que sancionará la relación de otra manera, asumiendo que hay intereses sexuales o románticos de por medio.“28 En la universidad las conversaciones de las chicas no son muy distintas a la citada en el instituto. La preocupación por el cuerpo o por la ropa y el maquillaje está siempre presente.29 De hecho, algo que llamó nuestra atención es la incomodidad a la que someten sus cuerpos con ropa tan ceñida que pereciera que apenas las deja respirar o moverse, y que llevan por jornadas bastante largas. Pero hay algunas diferencias en las relaciones entre chicos y chicas con respecto al instituto. Por ejemplo, en la universidad pareciera que las relaciones de pareja entre estudiantes no son tan centrales para la atención de los alumnos, al ser más grande el espacio y mayor la población estudiantil, los compañeros de estudios no parecen estar tan pendientes (o por lo menos no lo demuestran como en el instituto) de "quién está con quién". Por otra parte, parece haber una mayor facilidad para el establecimiento de relaciones de amistad más libres y fluidas entre hombres y mujeres. El grupo no ejerce el tipo de control o intervención activa sobre las interacciones entre hombres y mujeres que es tan evidente en el instituto. La universidad ofrece además mayores posibilidades para que los estudiantes desarrollen actividades comunes fuera de las aulas. Hay grupos de danzas, grupos de música, equipos deportivos, y sobre todo, espacio físico amplio que propicia la interacción. En el instituto pudimos ver que los estudiantes realizan sobre todo actividades económicas dentro del salón, como colectas o rifas para distintos propósitos, organizan también comidas pro-fondos para su viaje de promoción o 27 Este es un fragmento de una conversación acerca del uniforme que el instituto les exigió llevar: -Ch: La falda me queda grande, es (talla) mediana. -N: No lo has metido. Yo he tenido que meterla porque sino parecía un costal. -Ch: Sí lo he metido, mira. Un montón. -M: ¿Qué, tú eres más flaca que yo? A mí la falda me queda justo, no le he hecho nada. -N: Lo que pasa es que tú eres caderona. -Ch: No sé, nunca te he visto en pantalón. -N: No, María, tú eres caderona. -Ch: Yo tengo caderitas. -M: No hay nada que hacer, tú (Ch), eres un palo. 28 “. Pese a todo esto, en momentos difíciles los estudiantes pueden tomar actitudes que en la práctica denotan una mayor madurez de la que muestran cotidianamente mientras juegan. En el semestre en el que hicimos la observación supimos de un caso de acoso sexual en el instituto. Una de las alumnas que entrevistamos fue víctima de las insinuaciones de un profesor, frente a lo cual ella tuvo una reacción adecuada: lo convirtió en un asunto colectivo al informárselo a todo su grupo y fueron todos a hablar con las autoridades del instituto, quienes tuvieron que sancionar al profesor implicado. 29 En una oportunidad una alumna expresó con cierta angustia que tendría que meterse pronto a hacer gimnasia porque al semestre siguiente le tocaba hacer sus prácticas pre-profesionales, a las que debía asistir con falda y tenía las piernas demasiado delgadas para eso. alguna otra actividad (como cebichadas, polladas, o salchipapadas). A parte, y sobre todo grupos de chicas de ambos centros de estudios, organizan salidas ocasionales a discotecas cercanas. El siguiente es el fragmento de una historia escrita por una de las alumnas de la universidad. Nos da una idea de su vida social con los compañeros de estudio y de los espacios en los que ellos se mueven. La historia comienza con la descripción de un día de clases luego del cual un grupo de estudiantes planea celebrar algo. Juan siempre alegre y con ganas de festejar dijo: vamos a festejar en la noche en la discoteca todos deciden que sí que tenían derecho y se verían en la puerta de la discoteca "El bote" en Lima en la avenida Wilson y que no debían de faltar. Vanessa tenía que comprarse ropa puesto que su vestuario estaba un poco desactualizado y necesitaba algo que la hiciera ver más delgada pues había subido de peso, decidió ir acompañada de su prima para pedir una segunda opinión de lo que – pidiera – eligiera. Hizo cálculos Vanessa de su presupuesto con sus ahorros y propinas sólo le alcanzaba para comprar un pantalón y una blusa pero no en tienda si no en ambulantes. Su prima le aconsejó que se dirigiera ha mesa redonda donde estaba cómodo y había variedad de vestimenta. Vanessa y su prima Laura llegaron a mesa redonda y vieron que había cosas muy bonitas y que todo le provocaba comprar y había buenas ofertas pero a la vez tenían que volver temprano a su casa para alistarse para ir a la reunión de la noche. Finalmente Vanessa se decidió por un conjunto de un pantalón palazo con su blusita de seda que combinaba con sus zapatos negros charol que tenía en casa. Se dirigieron rápidamente a Chosica a su casa a cambiarse y le pidió permiso – para ir – a su Mamá y que por la mucho que se iba demorar la reunión se iba quedar a dormir en la casa de su tía. Su mamá para asegurarse llamo por teléfono a su hermana recomendando que su hija iba llegar después de una reunión a las 12 pm, y que la dejará dormir en su casa Entonces Vanessa se fue con todos los permisos posibles y autorización de su mamá y de su papá. Llegó puntual a las 6 p.m. a la discoteca bailamos nos divertimos sanamente y fue inolvidable. Como ya señalé, era de interés para nosotros conocer la opinión de los alumnos sobre las niñas y los niños en la escuela. Encontramos que el cuestionamiento o examen de las repercusiones sociales y culturales de la supuesta inferioridad de la mujeres o de la natural autoridad masculina es aun tan incipiente entre estos estudiantes, que constatamos más de una vez que cuando se toca el tema de las diferencias de género, o cualquier asunto relacionado con hombres y mujeres, el tema deriva en algo que parece llamar fuertemente la atención de los hombres en particular: Se trata de las conductas sexuales desviadas, de la promiscuidad sexual y la pornografía, que tal vez representen la única forma que ellos encuentran para hablar de la sexualidad. Es decir, sus nociones sobre las relaciones entre hombres y mujeres y sobre el lugar de ambos en la sociedad no han sido suficientemente cuestionadas, y llegan apenas a la idea, que afortunadamente ya es sentido común, de la igualdad de atributos intelectuales y laborales entre hombres y mujeres. En una ocasión, solamente una de las entrevistadas respondió a nuestra pregunta con argumentos sobre las ventajas de tener juntos a niños y niñas y sobre la necesidad de tratarlos con equidad. Dos alumnas se refirieron al machismo en nuestra sociedad como un problema que la educación podía ayudar a resolver, pero el tono dominante de la conversación sobre el tema lo dieron los hombres y terminaron bromeando sobre los desnudos de Ojo. Los universitarios y los del instituto Tanto en las sesiones que observamos, así como durante las entrevistas el tema de las diferencias entre estudiar en un instituto superior y una facultad universitaria estuvo presente varias veces, sobre todo en el instituto. La percepción generalizada es que haber estudiado en un instituto es menos prestigioso que haberlo hecho en una universidad, hay una especie de consenso de que el instituto es más fácil, pero este hecho es visto por los alumnos de dos formas diferentes. Para unos es la solución que encontraron para poder hacer estudios superiores de acuerdo a sus limitadas posibilidades, pero sienten que es en una universidad en donde les hubiera gustado estar, mientras que para otros es, pragmáticamente, la manera más fácil de obtener un título. Una circunstancia muy concreta marca una diferencia significativa entre los estudiantes. Quienes están en el instituto no han pasado por un proceso de selección previo a su ingreso, mientras que los de la universidad sí. Tal vez sea esa la explicación principal al hecho de que, comparando con mayor detalle el contenido de nuestras conversaciones, podemos decir que las respuestas de los estudiantes de la facultad de pedagogía eran más elaboradas o complejas, denotaban un mayor entrenamiento con el estudio como actividad, y con el uso de conceptos. Por otra parte, los universitarios parecían además menos conservadores en cuanto a las ideas acerca de los niños y mejor informados sobre algunos planteamientos pedagógicos recientes. En el instituto por ejemplo, al ver las fotos de las maestras de primaria, tres personas dijeron no gustar de una profesora por estar dando clase sin uniforme y asociaron este hecho a la calidad de su enseñanza.30 Asimismo, recogimos allí más referencias a la capacidad del maestro de mantener la disciplina dentro del aula como criterio para considerarlo un buen o mal maestro. Durante una entrevista, por otra parte, una alumna del séptimo ciclo, desdeñó los materiales de enseñanza por considerarlos distractores y por inducir a los niños al juego, en vez de al aprendizaje. En suma, parece ser que las nociones más contemporáneas en pedagogía han circulado con más consistencia en la universidad que en el instituto. Recordemos que hay una diferencia de tres ciclos entre los alumnos que observamos, sin embargo, teniendo los de la facultad de pedagogía menos tiempo de estudios, tienen interiorizadas muchas más nociones pedagógicas que los alumnos que entrevistamos en el instituto, quienes parecen estar más cercanos al sentido común o a una visión de la educación bastante tradicional. 30 La foto en cuestión parece más un ensayo de alguna danza en una cancha deportiva. Los alumnos visten ropa de educación cívica y la profesora, que se encuentra bailando, lleva zapatos de taco, un pantalón oscuro bastante apretado, una blusa ceñida y el pelo suelto. En general, los estudiantes de la universidad parecen mejor informados -o más interesados-acerca de lo que ocurre en el país. Aunque no lean mucho, tal vez el hecho de estar en un espacio académico más activo, que los expone a charlas, seminarios, y diferentes discursos, hace que su vocabulario sea más amplio y su escritura más fluida, y contribuye a que el tipo de conversaciones que tienen, o sus argumentos durante las entrevistas, sean más complejos. A pesar de la pobreza del medio en la universidad, ésta tiene muchos más recursos que el instituto, y el ambiente es diferente. El espacio físico es bastante más amplio, con muchas áreas para el estudio, la socialización y la reunión, la biblioteca, aunque no se renueve con frecuencia, es más grande, y los profesores, con todos los límites que puedan tener, están más dedicados a la enseñanza y a mayor disposición de los alumnos. En el instituto hay pocos profesores de planta, la mayoría son contratados por horas, y su permanencia en el lugar está sujeta a que tengan clases o no. Las excepciones, es decir aquellos profesores que por diversas razones pasan más tiempo allí y son asequibles, son bastante apreciados por los alumnos, independientemente de su calidad. Más allá de una sala de videos, ocasionales charlas sobre aspectos muy generales de psicología y sexualidad, y una biblioteca muy pobre y mal organizada, el instituto no ofrece nada más a sus alumnos. Tal vez el hecho de que las universidades públicas estén mucho más expuestas a los problemas del país, hace que sus estudiantes vivan de otro modo la realidad. Durante las entrevistas por ejemplo, algunos de ellos nos expresaron con pesar el que debido a la situación de los últimos años se les asociara con el terrorismo. "Nos han pintado de rojo" dijo una chica en la entrevista, y señaló que como estudiantes tenían el reto de limpiar esa imagen y "dejar en alto" el nombre de su universidad siendo buenos profesionales. La apertura a la discusión de temas políticos es mayor allí, y pareciera haber, con los límites del caso, una mejor comprensión de la sociedad que la que hay en el instituto. Por ejemplo, en el curso del instituto en el que se hacían exposiciones sobre temas de actualidad, uno de los estudiantes, ex-dirigente sindical y bastante mayor que el resto, tenía siempre comentarios bastante críticos a la sociedad o en algunos casos de cuestionamiento de los valores y percepciones de sus compañeros. La incomodidad expresada por sus compañeros ante sus comentarios no se hizo esperar, y es que en general, había un rechazo muy grande a cualquier cosa que pareciera ser política o crítica. La diferencia entre las formas de pensar de los estudiantes en ambos lugares se hace mucho más evidente a través de las historias que escribieron para nosotros. Una de las cosas que hicimos con los entrevistados fue pedirles que escribieran historias cortas en base a cuatro o cinco fotos de un total de 120 que les ofrecíamos. Cada uno elegía sus fotos y en base a ello construía su historia. En el manejo del español hay diferencias grandes entre ambos. El vocabulario y la redacción son más fluidos en el caso de la universidad. Los argumentos son más fáciles de seguir. A continuación transcribimos fragmentos de algunas historias. Hemos mantenido la ortografía y la puntuación de los originales. El señor José para tener lo que tiene hoy tuvo que pasar frío, hambre, miseria, vivir en la intemperie. Se vino a Lima dejando a sus hijos con su madre abandonados en medio de la pobreza, sus hijos para llegar a su centro de estudio tienen que cruzar cerros para recibir un poco de conocimiento. Al llegar a lima el Señor José pensó que tenía que trabajar la pregunta que el hacia era; Dónde trabajo? ; Qué será de mi vida? Empezó vendiendo caramelos en los carros, cargando huiros o cargas en la parada, en su camino se encontraba con gente de mal vivir, con alcohólicos, fumones, rateros, prostitutas con gente mala y buena que hoy en día hay más gente mala que buena. (Ada, instituto, VII ciclo). Carta a mi Madre Esto ocurría o mejor dicho comenzó, una familia que tenía preocupaciones económicas y por surgir cada día. Entonces ellos decidieron irse de viaje de provincia hacia Lima. Así que empacaron y emprendieron rumbo. Esta familia contaba de 5 integrantes. Esta familia se apellidaba Pérez León. El esposo se llamaba Rubén, la madre Greta y sus tres hijos (Henry, Rolando, Alberto Yessica). En efecto esta (esta) familia salió adelante. Tenía buenas condiciones económicas; Esta familia le daba de todo a sus hijos, no les faltaba nada, tanto que le daban cariño y todos sus gustos. Así que paso los días; meses; años; Cuando el mayor de sus hijos Henry terminó el colegio, la madre quería que estudiara en una universidad, el tenía que escoger el curso o la profesión que quería seguir. Henry escogía Abogacía. La madre no dijo nada y acepto y le pagó la universidad. Luego de dos años terminó Rolando lo mismo escogió la profesión que quiso es Doctor. Médico. Luego la madre y su esposo estaban felices por que sus hijos quería ser alguien y se esforzaban por ello. Para que esto sea más completo sólo faltaba Yessica para que terminará, pero la madre ya tenía un a profesión decidida el de ser una profesora. En efecto terminó Yessica, la escribieron en la Cantuta. Ella no quería, pero la madre se entercó que estudiara educación. Paso los 5 años en efecto termino la universidad, todos estos años pasados ella culminó sus estudios sólo por cumplir. Inmediatamente estaba trabajando en un colegio, pero no lo hacía por que le gustaba sino por que su madre lo decía y para ella eso era ley. Había momentos en que le daba ganas de estudiar otra cosa, la mamá en sí no quería solo quería esa profesión y que la desempeñará bien. Ella no entendía por eso, por que si alguien quiere desempeñar bien una cosa tiene que gustarle, pero a ella no. Conoció a un joven, que después de 2 años se casaron. Y tuvo una niña, al momento de tener a la niña todo cambio para ella, comenzó a renacer en ella un amor por los niños, les enseñaba con cariño. Ella estaba antes en 5to grado enseñando, luego la cambiaron a segundo grado. Todo le iba de maravilla, los niños se habían encariñado tanto con ella, que estaba en todos sus problemas. En el aula que le tocaba que tenía problemas psicológicos, ella no pudo cohibirse en ayudarse. Como esa familia tenía pocos recursos económicos, así que lo ayudo a la pobre niña. Ahora la niña tiene 23 años y esta por el 4to año de estudiar educación. Esto es lo que Yessica escribe a su madre que no le entiende. Judy, instituto, VII ciclo. Es una mañana fría, sale de su casa una niña con muchas ganas de ir a su colegio, en el colegio, ella es muy cumplida y quiere mucho a su maestra; porque, es muy "divertida" y comprensiva. En el pequeño colegio donde estudia aprende mucho. Sus padres la quieren mucho y aceptan lo que ella desee estudiar; cuando es mayor de edad, decide estudiar lo que su profesora hacía, que es la docencia, donde se convierte en una profesional y maestra. Ayudándose ella misma (económicamente) y colaborando con sus padres, como es: Darles alegría y hacerles sentir orgullosos de que la pequeña niña ya es una profesional. Ella se compra lo que necesite y lo que necesitan sus alumnos, colabora y quiere mucho a sus niños, los comprende y los respeta. Ahora la joven docente se siente realizada y comparte alegrías con sus padres, amigos y demás. Pues su carrera le entregó satisfacción después de mucho esfuerzo y dedicación, y tiene su casa preparada para atender a sus niños y las fuerzas necesarias de enseñarles donde la necesiten más sea en un lugar cerca o alejado; Pues ella estará dispuesta a formar y educar adecuadamente a los niños; porque eso le enseñaron, porque eso le nació por vocación. Cristina, FE, IV ciclo. Aquella Mañana después de recibir, la noticia de que ya debía empezar mi trabajo Como profesora, me detuve un instante en la ventana de la universidad, para Ser exacta estaba en el segundo piso y desde ahí, pude observar un amplio horizonte, que parecía abrirme sus brazos para recibirme, sentía un mundo de preguntas que se me aglomeraban, en mi mente. Dios me preguntaba: Como serán los niños?, les agradaré? Como profesora? ¿ les podré comprender/ llegaré a todos ellos? En' todo paso, cuando regrese a mi realidad, y me di cuenta que debía preparar mi primera clase y baje las escaleras aún pensaba que mi carrera estaba empezando. Al llegar a mi Casa mi madre que me esperaba ansiosa me recibió Con la Cena Servida, yo claro se lo agradecí y luego pase a Contarle que ya mañana empezaba mi trabajo, ella se alegro tanto o más que en mi graduación y claro no era para menos, ya que el fruto de tanto Sacrificio tantas amanecidas me decía era ya recompensado, en fin aquella noche luego de la reunión familiar el brindis y las felicitaciones, me dirigí a mi cuarto y me puse a leer todo mi programa curricular, realicé mi tema era para el cuarto grado y debía hablarles de naturaleza y Comunidad, Matemática, lengua y religión. Todo estaba preparado revisé, una y otra vez hasta el último detalle, y cansada ya de hacerlo decidí por fin irme a dormir, les Confieso que aquella noche no pude pegar un ojo ya que cada que lo hacia algo me despertaba de sobresalto, y la verdad así me llego el amanecer. Fue mi mamá quien toco la puerta, de mi cuarto para despertarme, la pobre pensaba que aun yo dormía, rápidamente me dí un baño, no planche por que todo ya estaba planchado, mi madre lo había hecho por mi, tome desayuno, me despedí de todos, y empecé ha andar hacia mi futuro, eso creo... El colegio que me asignaron, quedaba en un asentamiento humano en ventanilla, y Como estaba un poco lejos yo debía llegar temprano, y así lo hice. No conocía exactamente el lugar pero fui preguntando, a los vecinos del lugar quienes rápidamente Supieron darme información, el colegio estaba ubicado en una pampa casi desierta y yo al verlo quise regresarme, no era eso lo que yo imaginaba, ahí estaba la escuelita primaria, sólo tenía Construido tres salones, para el primer, segundo y tercer grado, y el mío me pregunte donde esta; el director un Señor bonachón muy amable me indico Cual era mi salón, al ir caminando él iba explicándome Como era el método de trabajo en esa escuela me dijo que no tuviera miedo, que los niños eran casi todos de provincia y que por lo tanto no tenían la malicia inocente de los niños limeños y creó que eso me tranquilizó mucho. En ese momento nos detuvimos y vi como un grupo de niños me miraban unos Sonrientes otros un tanto Sorprendidos, otros se escondían detrás de Sus compañeros; el director se dirigió a ellos y les dijo que yo era su profesora, y que estaría a cargo de la sección luego se despidió de mi y vi Como se marcho, lentamente al darme la vuelta, los niños aún me observaban, yo no sabía que hacer de pronto pude dar el primer paso y les dije que pasaran para presentamos y Comenzar las clase, los niños al recibir la orden pasaron, aún el Silencio reinaba en el aula. Luego que todos entraron me dirigí yo a entrar también, y fue en ese que la realidad golpeo fuertemente todo mi Ser, el aula era una pequeña casucha, mal forrada con papel que no llegaba cubrir los agujeros, Sus trabajos de años anteriores aún Colgaban de un cordel, no los habían guardado al parecer a nadie les importaban, la pobreza y las Condición humilde de cada niño se hacía presente en aquel lugar. Trate de no sentirme incómoda, mande que cada niño tomará su lugar, hubieron algunos que hicieron desorden pero logre calmarlos. De pronto en la puesta del aula se detiene una niña al verla ahí tan tímida le pregunte si buscaba a alguien me respondió que no, que ella estudiaba en esta aula. Me sorprendí mucho y digo esto por que no era lo usual, la niña no vestía uniforme es mas sólo algunos lo hacían, pero y es que la niña traía un polito muy muy viejito, que estaba descolorido por tantos lavados un pantalón que también estaba muy gastado y traslucía, su ropita interior, y eso no era todo esta niña tenía Como calzado unas chancletas que le quedaban grandes, pero por lo menos traía medias. Después de un rato y cuando ya todos lograban hacer Silencio me presente a ellos, les pregunte Sus nombres, y dimos inicio a un nuevo año escolar. Al terminar la clase, todos me presentaron Sus trabajos y se despidieron, En mi había quedado una inquietud la que se la hice Saber al director, le pregunte Sobre la niña, que dejo una fuerte impresión en mi, el director me dijo que esa niña se llamaba Lourdes, era huérfana de padre y madre, que vivía Con su tía una Señora muy pobre Con sus hijos y que Como Lourdes era mayorcita y ella no tenía dinero para el uniforme la mandaba con lo que podía. Al regresar a mi casa y con mi primera experiencia de trabajo me dieron ganas de no volver nunca más pensé que no era ese mi lugar pensé que yo debía estar enseñando a niños de mejores Condiciones, pero recordé a Lourdes esa niña que tanto necesitaba de mí y digo esto por que estaba en mi hacer que Lourdes no odiara ni tomara rencor a la vida por lo que estaba viviendo, tenía que hacerle entender a través de la educación que ella podía lograr todas las cosas bonitas que Soñaba, por que Como profesor no debemos dejar que la Sonrisa de un niño muera, y era solo Lourdes eran todos mis alumnos por ya eran parte de mí todas esas caritas tristes. Ya de regreso a mi casa, en el ómnibus; pensaba jamás me imagine una realidad tan cruda, sabía que existía pobreza, pero no a tales extremos. Entonces recordé rodos aquellos fantasías de niños Sonrientes, Con vidas alegres y casi Sin problemas, pero nada era así, y era ahora donde empezaban ****** mis verdaderas experiencias de trabajo donde todo no sería felicidad ni risas y había que esforzarse mucho, pero mucho mas cada día. Nora, FE, IV ciclo. Las historias de los estudiantes del instituto son muy variadas y es difícil encontrar un patrón en ellas. La tercera parte son historias sobre la escuela, y coincidentemente, en casi la mitad de ellas el narrador de la historia es un niño o niña, tal vez porque una de las alumnas preguntó en voz alta si podía hacer algo así. Las otras historias tratan de personas que tuvieron éxito en salir de la pobreza en condiciones difíciles y una de ellas no es una historia, sino una descripción de las fotos. La caligrafía es pobre, con muy raras excepciones. La ortografía en general es mala, pero los errores más frecuentes son de puntuación. Otra característica bastante extendida es el uso arbitrario de mayúsculas y minúsculas dentro de un texto. También hay algunos problemas con el vocabulario, así como con la construcción de oraciones y la conexión de ellas entre sí. En las historias recogidas en la universidad encontramos algunos rasgos repetidos que vale la pena comentar. – La pobreza es un tema constante excepto en una oportunidad, en la que los personajes elegidos son de clase media alta y no "han llegado" allí luego de haber sido pobres, como en los otros casos. – El cariño, la familia y el afecto son altamente valorados, sobre todo el cariño. En los relatos aparece como un bien escaso que los protagonistas anhelan. Con él presente, incluso la pobreza se hace más llevadera y superable. Encontramos una continuidad entre la importancia del afecto en sus narraciones y la constante presencia de este elemento en las entrevistas, ya que una de las razones dadas por todos para ir a trabajar en provincias o en pueblos jóvenes al hablar de su futuro, es que al maestro se le quiere y se le reconoce. Entonces, hay un afán muy grande de reconocimiento y de afecto, pero también el considerar que el maestro afectuoso está brindando a los niños un bien que para ellos es escaso. Ciertamente, este no es un rasgo generalizado, pero sí bastante presente, ya que ha salido varias veces expresado por algunos, pero reconfirmado o aceptado por los otros, particularmente muchachos de provincias. – Hay una mayor identidad entre ellos y la profesión, esto se nota porque varios de los relatos están vinculados a la escuela, a los maestros, al papel de los maestros. En general parece que la experiencia formativa en la universidad es emocionalmente de mayor impacto para ellos que para los otros, que casi no se refieren en sus historias a estas situaciones. – Son muy pocas las historias ambientadas en el medio social del cual provienen los entrevistados. En la mayoría de las historias los personajes son muy pobres, al menos en un principio, y luego cambian su situación en base a su esfuerzo, sacrificio y trabajo, pero además este cambio sólo es posible cuando hay amor y cariño. - Todas son historias con final feliz. – Los trabajos dependientes (vendedores, empleados) solamente son asociados al éxito cuando se trata de gente joven, como un estadio intermedio, necesario para pasar a otra etapa superior en la vida, ya que "el verdadero éxito" parece ser llegar a triunfar o prosperar a través de un negocio independiente, o del ejercicio independiente de una profesión. En este sentido, las nociones de éxito para un maestro son difíciles de imaginar, a menos que sea a través del éxito de los alumnos. Capítulo lll Los docentes y la academia Muchas veces al hablar de educación superior se asume que todos estamos entendiendo lo mismo, como si el solo hecho de que exista este nivel educativo lo hiciera uniforme en cualquier parte, admitiendo a lo sumo diferencias en la calidad de los recursos o infraestructura, según los casos. Pensamos que esto no es así, y que las características formativas de la educación superior (entre otras: adquisición de habilidades específicas para el ejercicio de una profesión, capacidad de inventiva y desarrollo a partir de la información recibida, etc.) no son otorgadas por todas las instituciones destinadas a impartirla, siendo tal vez uno de los casos más dramáticos el de la formación del docente de educación primaria, donde la desprofesionalización de la carrera parece ser la tendencia predominante. En este capítulo nos dedicaremos a la descripción y comentarios sobre las prácticas docentes y los contenidos que reciben los alumnos que hemos observado. Para tener una idea más precisa de este proceso de desprofesionalización de la docencia y del deterioro del rol formativo de las instituciones de educación superior es necesario analizar con detalle las formas de circulación del saber en tales instituciones, así como las habilidades que se adquieren para transmitir y reproducir conocimientos. Entre las características comunes a varios docentes encontramos una noción muy relajada del valor del tiempo y el orden dentro del aula, además de serias dificultades para comunicar contenidos específicos relativos a la materia de los cursos, e involucrar a los alumnos en la comprensión, asimilación y uso de ellos. Frente a estas carencias, pareciera que en las instituciones de educación superior que hemos observado bastara con señalar una y otra vez que los principales requisitos para ser un maestro de primaria son: ser una persona sensata y de buen corazón, y con alguna sensibilidad para tratar a niños menores. Lo demás se adquiere en la práctica y por lo tanto, no hace falta esforzarse por brindar otro tipo de conocimiento a los alumnos, con lo que los planes de estudio se convierten en mero formalismo cuyo cumplimiento hay que simular durante los más de cuatro años que suele durar la carrera. Durante los meses que tomó nuestra investigación hicimos esfuerzos conscientes para que la realidad observada no llegara a parecemos "normal" o esperable. Mantener la capacidad de sorprendernos era lo que nos permitiría afinar nuestra capacidad de registro y reflexión. Otra cosa que es necesario aclarar es que fuimos sensibilizadas por la participación en un curso bastante intenso y útil sobre tecnología educativa antes de iniciar el trabajo, lo que nos dotó de algunos parámetros importantes de evaluación de las técnicas docentes, aparte de nuestras propias experiencias e ideas sobre lo que es enseñar. También es necesario precisar que somos conscientes de que provenimos en general de una experiencia educativa, escolar y universitaria, diferente a la de la mayoría de los alumnos y profesores observados. Por otra parte, provenimos también de disciplinas distintas a educación, y es posible que la sorpresa sobre el nivel de simplificación de la enseñanza, así como el trato autoritario y casi escolar hacia los alumnos, tenga su origen en esa experiencia diferente. Decimos esto último porque además de los dos centros de estudios en los que realizamos el trabajo etnográfico, observamos clases de la especialidad de primaria en otras tres universidades y un instituto, y salvo una clara excepción y algunas diferencias en el manejo lingüístico de los profesores y los alumnos según el centro de estudios, los estilos pedagógicos son parecidos, así como el tipo de relación que los docentes establecen con sus alumnos. El ambiente de estudio Un hecho que llamó fuertemente nuestra atención fue el desorden para iniciar el año académico. En ambos lugares las dos primeras semanas de clase fueron perdidas.31 Algunos profesores no tenían su carga completamente definida, y en ambos lugares hubo casos de cambio de profesor y el curso comenzó a ser dictado un mes después del inicio oficial del semestre. Eso hizo que al principio hubiera para nosotras una sensación de desorientación muy grande. En el instituto, las aulas, e incluso los nombres de los cursos eran confusos, ya que figuraban de una manera en las pizarras, y de otra en la secretaría académica. Asimismo, los horarios eran poco claros, habiendo a veces diferencias de hasta una hora en la duración de las clases según el horario publicado y lo que efectivamente ocurría en el aula. Durante la primera semana de clases, por ejemplo, luego de casi 20 minutos de espera al profesor, se acercó el coordinador académico a decir que las clases de la especialidad de primaria no comenzaban regularmente porque de 1000 alumnos matriculados solamente 300 estaban asistiendo. Esta explicación colocaba el problema en los alumnos y no en la organización misma de la institución. Durante varios días los alumnos de este curso dicen varias veces: "nos han abandonado" porque durante dos o tres días de la primera semana no habían tenido ninguna clase. Uno de ellos le dijo a Doris: "Ya te dije amiga, has venido por gusto a calentar el asiento". Pero a parte de estas expresiones, entre resignadas y cínicas, frente a la ausencia de clases el clima en el grupo era de tranquila pasividad. Finalmente, el día que llega el profesor a dictar su primera clase, lo hace media hora tarde, mientras los alumnos ya habían comenzado la 31 Esto en contraste con el segundo semestre, en que tanto en el instituto como en la universidad, las clases comenzaron puntualmente y con bastante más orden. organizaci6n de una rifa de canastas con víveres por el día de la madre. Luego de la breve clase con este profesor, continuó la organización de la rifa. El profesor de la siguiente clase llegó, pero al ver a los alumnos embarcados en la rifa fácilmente renunció a dictar. Los alumnos rifaron tres canastas bien adornadas y llenas de víveres, las ganadoras fueron aplaudidas y se les pidió que dijeran algunas palabras, la delegada improvisó un pequeño discurso acerca de la importancia de la madre en nuestras vidas que fue seguido por el del profesor, quien resaltó el calor humano que se percibía en el grupo. Finalmente, la clase le pidió a una de las ganadoras que abriera una botella de vino espumante que tenía en su canasta. Ella accedió y la clase entera participó del brindis con el que terminó el día de clases. Un ambiente parecido había en la universidad. Las fechas anunciadas en las pizarras y comunicados no eran las mismas que la gente manejaba como información acerca de cuándo comenzarían las clases. Inclusive a Erika le dijeron: ”las primeras semanas son de relax". Ya en la tercera semana, había cursos que aun no comenzaban, y la informalidad frente a los horarios era bastante frecuente. En la universidad cada promoción tiene asignada un aula en la que pasan todo el día. Esto elimina todo tipo de presión para iniciar temprano una clase o termi narla a la hora asignada, ya que los alumnos "siempre están allí". En ambos lugares los horarios parecen estar hechos en función de los profesores y no de los alumnos. De hecho, un alumno se refirió a ellos como "antipedagógicos". Las clases en algunos casos, especialmente en la universidad, duran aproximadamente cuatro horas. Esto propicia el incumplimiento de los horarios a través del inicio retrasado de la clase, de los largos descansos intermedios y por último, del final adelantado. Por lo general los horarios no se respetaban, usándose menos del tiempo programado para el dictado de clases, sin que jamás apareciera la preocupación acerca de cómo recuperarlo. Observamos en total 98 horas de clases. De estas horas solamente 28 fueron dedicadas al efectivo dictado de clases de parte del profesor o profesora. El resto o no asistió (30 horas), a asignó tareas a los estudiantes sin mayor supervisión o acompañamiento, o fueron horas dedicadas a la exposición de temas asignados por el profesor. No contamos la presencia de los docentes en estas últimas porque por lo general se dedicaban a corregir trabajos de otros cursos y no participaban de las exposiciones. Algo que llamó nuestra atención es que a nadie parecía importarle mucho el que se perdiera tiempo. Los alumnos no se mostraron alarmados en ninguno de los cursos respecto al mal uso del tiempo una vez que las clases ya habían comenzado. Lo que sigue son fragmentos de una observación en una de las clases de control en el instituto: Son las 5:30, ha pasado media hora del supuesto inicio de clases cuando el profesor llega. Algunas personas se han retirado pensando que ya no vendría. – Alumna 1: Muy tarde profe. Ya se han ido algunos. – Prof: ¿Ya se fueron? – Alumna 2: ¡Sí! – Prof: Voy a tomar lista (Saca unos papeles de su maleta). Mientras pasa lista, los presentes le indican los nombres de los que estuvieron en clase pero que se fueron, esperando tal vez que el profesor los marque como presentes. – Prof: (a la vez que cierra su lista) A ver, hagamos algo breve sobre la adolescencia. – Clase: ¡Nooo! - Prof: (Se ríe) – Clase: ¡Nooo! – Prof: ¿10 minutos más? – Clase: ¿Nooo! – Prof: Ahí lo dejamos. Después de un momento, se va pero, a los 5 minutos regresa. - Alumno: ¿Cuándo va a ser el examen? – Prof: La próxima semana. – Alumno: ¿El viernes, profesor? - Alumna 2: ¡No, el martes! – Prof: (piensa) Vamos a hacer la Adolescencia y la próxima vez tomamos el examen. – Alumna 2: ¡El martes, profe! El profesor saca unos papeles de su maletín, los lee, mira su reloj cada cierto rato. A las 5:40 p.m., el profesor se despide de los alumnos y se va. En general el ambiente en las clases era bastante relajado. Pocas veces lograba el o la profesora mantener la atención de los alumnos con el tema que se estuviera exponiendo. Los niveles de atención aumentaban en el momento de asignación de tareas, o bien si el profesor estaba contando alguna anécdota. Tanto en la universidad como en el instituto, la gente pasaba gran parte del tiempo de una clase haciendo los trabajos para otra, particularmente para las clases de materiales didácticos, conversando entre ellos, o comprando cosas dentro de la misma aula a los alumnos dedicados a diferentes negocios (como las alumnas vendedoras de productos Yanbal o Avon, de golosinas, y en el caso de la universidad hasta de sandwiches y kekes). Los estilos docentes En cuanto al dictado y la organización de los cursos, la impresión gruesa que tenemos es que eran bastante improvisados. Por ejemplo solamente en uno de los cuatro cursos observados sistemáticamente se entregó un programa al comenzar el semestre, aunque lo ofrecido en este era bastante general, poco coherente, y finalmente tampoco fue seguido ni en la secuencia planteada, ni cubierto en los contenidos que ofrecía. En general, los alumnos nunca sabían cuál sería el contenido de la siguiente clase, a menos que estuviera anunciado algún tipo de evaluación; pero inclusive en esos casos todo parecía ser incierto antes de la llegada de los profesores. Usaremos seudónimos para referirnos a los ocho docentes observados (cuatro sistemáticamente y cuatro ocasionalmente). Erika asistió en la universidad a las clases de Jorge y Mercedes, y observó algunas horas de las clases de Javier. En el instituto Doris asistió a las clases de Rogelio y Pedro, y presenció algunas sesiones con Irene, Angel y Tomás. Complementariamente, entrevisté a Jorge, Mercedes, Rogelio e Irene, acerca de su centro de trabajo y sus ideas sobre la docencia a nivel superior y el futuro de sus alumnos. El cuadro que sigue resume algunas de las características que observamos en el desempeño en aulas de los cuatro docentes observados. En general observamos que los profesores no tienen mucho material que transmitir a los alumnos. Pobreza es tal vez la palabra que mejor describe el medio académico que hemos observado. Pobreza de pautas para la adquisición de habilidades así como de recursos para familiarizar a los alumnos con materiales de lectura útiles para su formación. Por ejemplo, en cuanto a lo que a pautas se refiere, se les dice lo que deben o no deben hacer, pero no se les indica cómo hacerlo. En un curso destinado a desarrollar las habilidades verbales de los alumnos a cargo de Pedro, al darles indicaciones sobre cómo debían ser las sesiones en las que se expusieran trabajos grupales les dice: "las exposiciones duran una hora. Todos preguntan. Tienen que saber preguntar porque sino... 05". En la misma clase, Pedro designó a un alumno que es un obrero puneño bastante mayor que el resto, para que leyera un texto. Ante sus dificultades y nerviosismo le dice: "A ver, bonito. Vamos a perder el miedo. ¿Cómo te estás comunicando?". Mientras el alumno lee, el profesor sonríe y varios alumnos ríen burlonamente. En general el conocimiento no se hace circular con generosidad entre los alumnos, mas bien pareciera mezquinarse. Antes que proporcionarles información reciente, o bibliografía para los cursos, se les dice que para aprender, lo mejor es la experiencia. Mercedes nos dijo esto con mucha claridad, al valorar el esfuerzo de los alumnos para "aquilatar las experiencias de los profesores y en función a eso ya ellos definen su trabajo". Para Jorge, lo central en el proceso de formación docente es "comunicar la importancia de la experiencia práctica". Su curso es de suma importancia para la formación docente porque se supone que dentro del plan de estudios ofrece la oportunidad de aprender algo sobre pedagogía, sin embargo, al momento de dictar se refiere a la teoría del aprendizaje como "palabrería" o "bla bla bla teórico" o menciona algún autor y dice: "Sobre x se puede hablar mucho..." y es todo lo que dice, y no expone a los alumnos sus planteamientos, tampoco les da ninguna referencia bibliográfica sobre dicho autor, ni escribe su nombre en la pizarra. En sus clases, gran parte del tiempo era dedicada a que él contara su experiencia de aula como maestro de primaria. De este modo, él y otros profesores se muestran a sí mismos como portadores de algo sobre lo cual los alumnos difícilmente podrán tener alguna ventaja. El saber académico, es decir el manejo de una materia, el conocimiento sólido no parecen ser tan importantes como forma de legitimarse ante los alumnos. El "libreto" que Jorge les propone a sus alumnos en sus clases de teoría pedagógica podría resumirse como sigue: La teoría es complicada y no tan necesaria, además, ustedes no van a entenderla. Yo ya la conozco; a pesar de los cambios aparentes es siempre la misma cosa y puedo explicársela. Mi experiencia me permite entenderla. Para algunas de las chicas, Jorge es "un lenteja". Para otros alumnos sin embargo, Jorge "sabe llegar a los alumnos /...J la clase es tan interesante /...J su metodología es muy buena". "Nunca nos enseñan nada" dijo a Erika una de las pocas alumnas críticas durante una clase de Jorge en la que él estaba repitiendo lo mismo que había dicho en otra oportunidad, y esa sensación de clases fallidas, vacías de contenido asible era las que nos quedaba generalmente luego de las clases que pudimos observar. Para dar una idea del sin sentido de algunas de las pocas horas dictadas por los profesores reproducirnos algunos fragmentos de clases: Mercedes (dictando) : El aprestamiento se basa en las leyes del desarrollo del hombre que se van a caracterizar cada una de ellas por etapas bien marcadas. Tenemos el desarrollo, maduración, interés y el aprendizaje. (Leyendo) Trabajamos ahora con el desarrollo: Es un proceso que comienza con la concepción y continua mediante ordenadas sesiones, etapa por etapa, representada cada una de ellas por un nivel de maduración... Jorge: (Hablando de la relación entre propósito, meta y objetivo) Propósito: El fin es un propósito último, extremo, en todo caso, es lo que no puede ser más. Es algo que se desea alcanzar. Meta: que los alumnos se preparen bien para que lleguen bien a la práctica pre-profesional. Es el propósito, pero intermedio como punto de llegada y a la vez punto de partida. El objetivo es... el objetivo tiene un objetivo. No confundan lo anterior. (Entonces lee de sus copias) : Copien por favor: Los objetivos deben especificar en forma clara y precisa los resultados, logros que se desea alcanzar para seleccionar los factores que permiten hacer realidad lo formulado. Tomás: Escribe en la pizarra mientras la mayoría de la clase conversa: MODELO PROPUESTO PARA REDACTAR OBJETIVOS COGNITIVOS Tomás revisa unos papeles mientras hay alumnos de pie conversando en la clase. Luego copia de un papel en la pizarra: 1. Elija la variable institucional adecuada. alumno docente directivo especialista familia sociedad 2. Elija la variable de conducta adecuada: – recibe – responde en forma positiva o negativa – manifiesta gran interés por – manifiesta el nivel de organización media – manifiesta el nivel de caracterizar Mientras escribe esto, la alumna que vende caramelos en la clase es solicitada por sus clientes. Mientras, dos alumnos juegan a ver quién compra más wafers. La gente copia y conversa. 3. Elija la variable enseñanza adecuada: organización contenido métodos instalaciones costo 4. Elija el test o técnica de medición adecuado: – Escala de Likert – Diferencial Semántico – Test estandarizado Ejemplo: 1. Los maestros de 2do. grado 2. aceptarán de forma positiva 3. el sistema de coeducación 4. como podrá medirse por una escala de Likert, elaborada por el ámbito nuclear. – Prof: A ver, qué hay. Vean la pizarra, el título. – Clase (en coro): Objetivos cognitivos. – Prof: Tiene elementos (menciona los que ha anotado). - Clase: (No dicen nada) – Prof: Entonces el objetivo es afectivo (borra la palabra "cognitivo "del título). – Karina: Se confundió profe... – Prof: No, lo he hecho a propósito (dice esto con seriedad). Se ve que no saben ver, han caído psicológicamente. – Prof (dando una orden): Hacer un objetivo afectivo, en este momento. – Clase (varias chicas): ¡Ay, profe! – Prof: En 5 minutos. ¡Rápido! – Clase: ¡Nooo! – Clodoaldo, uno de los alumnos mayores de la clase, dice con timidez: Profesor, no sé si podría repetir... Tomás no repite, pero da dos ejemplos muy confusos de cómo hacer el ejercicio. Nadie parece entender, pero tampoco hay repreguntas. Suena el timbre y se escucha en la clase: "Salida!!" En diversas oportunidades, ante clases inconclusas o temas tratados de manera incompleta, los profesores hicieron ofrecimientos de futuras sesiones en las que cierto tema se desarrollaría mejor, o de alguna actividad que ayudaría con tal o cual parte del curso. La norma fue que estos ofrecimientos no se cumplieran nunca. En uno de los cursos que observamos con fines comparativos conocimos a Irene, que notoriamente se distinguía de los demás por cuanto efectivamente trataba de enseñar algo, haciendo grandes esfuerzos por luchar contra el bajo nivel de los alumnos en la clase. A pesar de su estilo tradicional de enseñanza, fue por ejemplo, la única que llamaba a los alumnos por su nombre, que comentaba individualmente sus trabajos, y que se molestaba en explicar en la pizarra y con paciencia, aquello que le parecía que no estaba siendo entendido.32 Tal vez ella sea la única que tiene algún tipo de legitimidad ganada frente a los alumnos por sus conocimiento y actitud docente, ya que, aunque no establece con ellos un trato horizontal, les da consejos, lleva libros, les manda ejercicios que después revisa individualmente, etc. El resto de profesores no mira a los alumnos al momento de dictar, se refieren a ellos como "señores", cuando hay solamente un hombre en la clase, o nunca mencionan a las maestras al momento de poner sus ejemplos. Por otra parte, casi nunca observamos en los docentes ningún interés en explicar nada, a parte de que los alumnos tampoco preguntaban. Cuando había preguntas, éstas eran para pedir aclaraciones sobre detalles formales respecto a las tareas asignadas, y aunque algunas tareas a veces no tenían mayor relación con lo que se trataba en el curso, nadie cuestionó abiertamente nunca la pertinencia pedagógica de la tarea en sí misma. Tal vez el ejemplo más claro sea el siguiente. Mercedes asignó en una clase una "práctica" para la cual los alumnos debían usar tres documentos que ella tenía consigo. Eran aproximadamente 42 personas en la clase, y repartió los tres únicos ejemplares para que fueran trabajados en grupos. Uno de los grupos tenía cerca de veinte personas. Tras dejar instrucciones muy imprecisas, Mercedes salió del salón. Erika pudo recoger entre los estudiantes cuatro interpretaciones diferentes de lo que era la tarea asignada. Nadie tenía idea del propósito pedagógico de tal ejercicio y después de entregarlo nunca hubo ningún comentario de Mercedes acerca de Este. Ante la característica común de una enseñanza de mala calidad, nos preguntamos por las formas usadas por los docentes para legitimarse ante los alumnos. Vimos que éstas varían en cada caso, pero pudimos constatar que uno de los principales recursos es el hacer que los alumnos siempre se sientan en falta.33 Son pocos los estímulos 32 ’. Es interesante comentar que el compromiso con la decencia en Irene es bastante distinto al de los demás. Es una profesora jubilada del sistema estatal que no solamente sigue trabajando, sino que desarrolla investigación en educación, asiste a eventos sobre la mejora de la calidad en la educación, se compra libros y asiste a cursillos de capacitación. Otro caso excepcional en cuanto a la retroalimentación individual lo encontramos en una profesora que dictaba en una de las universidades privadas que observamos al final de la investigación. Esta profesora tenía extensos comentarios bastante instructivos y estimulantes para sus alumnas. Señalaba los aciertos del trabajo y planteaba sus observaciones críticas en forma de preguntas. 33 'Son varias las formas de lograr esto: pedirles de improviso materiales que no se habían anunciado, burlarse de sus actitudes o formas de trabajar, decir que son flojos, que no estudian, etc. que los alumnos reciben. De hecho, una de sus quejas más fuertes en las entrevistas realizadas a grupos de ambas instituciones, es la falta de retroalimentación de parte de los profesores. "Ni siquiera nos corrigen las faltas de ortografía en los trabajos" decía un alumno. ”Sólo les importa si el trabajo está a máquina o si el folder tiene adornos" decía otro. De hecho, salvo en las dos excepciones antes mencionadas, nunca vimos a un profesor comentar trabajos individuales, refiriéndose a errores precisos. En los casos en los que comentaban las exposiciones, las apreciaciones de Mercedes y Pedro eran bastante generales y poco estimulantes. Como este comentario de Mercedes luego de una exposición: Sus compañeras han utilizado láminas, se han usado mal. Le falta vida a la lámina, las traen sin pintar. /...J Las voces son muy bajitas, ¿quién las va a escuchar? El uso del papelógrafo está mal... Los alumnos parecen apreciar con alguna ambigüedad a los profesores "exigentes", pero el concepto mismo es equívoco. Por ejemplo, nos dijeron que Pedro era exigente, sin embargo, hemos podido comprobar que académica o intelectualmente no les exige nada. Su curso consistió en dos clases dictadas, luego de las cuales asignó tres actividades y un examen. Una de las actividades era ver programas de televisión para luego exponer en grupos lo visto, y discutirlo en clase. La otra era exponer grupalmente información sobre diferentes departamentos del Perú. Finalmente, los alumnos presentaron monografías, que tenían de 6 a 10 páginas a mano, sobre temas diversos y que él parece no haber leído, pero que calificó entre 13 y 16.34 Pero Pedro actúa como si le importara la disciplina en clase. Está lleno de una serie de gestos típicos que lo hacen parecer estricto, aunque solamente ejerce su autoridad con algunos alumnos, particularmente hombres. 35 Con alguna frecuencia menciona "gente importante" o famosa a quien conoce, viste con formalidad y mantiene con los alumnos una relación bastante fría y distante, aunque también algo agresiva. Al parecer, este conjunto de características suyas, junto a su fluidez en el hablar, intimida a algunos alumnos y lo hace aparecer como "exigente" o serio. En su segunda clase Pedro escribió lo siguiente en la pizarra: LA COMUNICACIÓN Y LA ORTOGRAFÍA 1. ACENTUACIÓN. LA ORTOGRAFÍA 2. PUNTUACIÓN. 3. USO DE LAS DIFERENTES LETRAS DUDOSAS. La etimología de "ortografía": 34 Decimos esto porque tres alumnos nos regalaron sus trabajos una vez corregidos. Pedro no hizo ni una sola anotación en ellos, a parte de numerosas rayas horizontales, a modo de "vistos", hay fallas de ortografía no corregidas, y los 'textos son bastante incoherentes ya que son un collage de transcripciones de fragmentos de diferentes libros. 35 ’. En un momento dado, había mucho ruido y el profesor comentó: "Hay un gracioso que voy a botar", cosa que efectivamente hizo. En otra oportunidad, dirigiéndose a otro chico le dijo: "cuidadito, tengo lentes de contacto y te tengo bien cerca". ORTHOS: correcta. GRAPHEI: escritura. COMUNICACIÓN HUMANA. Luego dice: Nosotros, como maestros, debemos saber escribir correctamente. Es vergonzoso escribir en la pizarra incorrectamente, sabemos que errar es humano, pero no pues... El resto de la clase giró en torno al monólogo suyo, de la clase pasada.36 Un caso opuesto en cuanto a administración de imagen y autoridad es el de Rogelio. El trabajó para una universidad estatal de provincias hasta jubilarse. Por razones involuntarias tuvo que migrar a Lima y trabaja desde hace dos años en el instituto. Su sociolecto lo distancia fuertemente de los alumnos, quienes a veces le corrigen las discordancias de género o número, sobre todo cuando las escribe en la pizarra. A diferencia de Pedro, Rogelio tiene contenidos concretos que transmitir y es bastante más articulado que Jorge o Mercedes. Se nota que lleva años haciendo lo mismo, y, aunque bastante elementales, sus dictados pueden ser de alguna utilidad para sus alumnos cuando tengan que enseñar tales contenidos. Sin embargo, su curso no cuenta con un programa estructurado, ni tampoco hay continuidad entre una clase y la siguiente. Los alumnos no parecen valorar lo que él enseña, y la actitud general en clase es de indiferencia. Y es que en realidad sus clases no capacitan a los alumnos para enseñarles ciencias a los niños; son más bien clases que podrían estar siendo dictadas a niños de cuarto o quinto de primaria. Tal vez por eso nadie responde a sus preguntas o a sus intentos de lograr algún nivel de participación en clase. Al entrevistarlo me dio la impresión de ser alguien bastante cansado, que a estas alturas espera muy poco de los alumnos. El piensa que los alumnos no van a aprender nada, y los alumnos piensan que no tienen nada que aprender de él. Rogelio no se enfrenta a los alumnos. Simplemente dicta, tolera y concede. Jamás habla de sí mismo, trata a los alumnos con amable suavidad, y no castiga el incumplimiento de tareas, tardanzas y las conversaciones en clase. Durante los exámenes se sienta en una esquina y dormita mientras los alumnos copian directamente de sus cuadernos en la hoja del examen, o *se ayudan" hablando a un volumen de voz normal. Califica los trabajos entre 14 y 16 y los exámenes entre 13 y 15. Su forma de llevarse bien con los alumnos es no exigirles nada, y así los ellos tampoco le exigen a él. Lo que sigue ocurrió en una clase de 10:30 a 12:30 en la que se suponía que los alumnos debían traer diversos materiales de desecho para trabajar en la fabricación de materiales de enseñanza. Menos de la mitad de los alumnos había traído sus materiales y Rogelio tampoco trajo las herramientas necesarias para trabajar con ellos. El inicio de la clase entonces fue bastante dilatado. El profesor daba vueltas por el aula mirando cómo los alumnos trabajaban materiales para otros cursos. Finalmente decide iniciar su clase aproximadamente veinte minutos después de la hora. Con los alumnos que han traído el material reciclable y gracias a una o dos alumnas que tienen la herramientas como para iniciar la fabricación de los materiales, inicia el dictado de los procedimientos para aquellos que no cumplieron con traer materiales y que por lo tanto no podían fabricar los objetos asignados. Así, lo que 36 Parte de este monólogo fue reproducido en la sección anterior. tendría que haber sido una clase en la que todos produjeran estos materiales termina siendo una en la que los alumnos copian los pasos para elaborar los materiales mientras miran cómo los hace el profesor. Mercedes es la más joven de los docentes que observamos. Tiene aproximadamente 35 años. Estudió en la misma universidad en la que enseña y a parte ha sido maestra de aula en primaria por diez años. Al igual que Jorge y Javier, frecuentemente recurre a su experiencia para afirmar su posición en la clase. Su curso ha sido bastante desordenado, y luego de Pedro, es la que tuvo menos horas de trabajo efectivo con los alumnos, pues llegaba tarde, o salía durante la clase por largos ratos, o no iba. No mostraba mayor interés por la clase ni por lo que ocurriera en ella, aunque mantenía algunos gestos de firmeza (como el no dejar pasar a los alumnos a clase luego de que ella hubiera llegado). También "se molestaba" con los alumnos, hablándoles como si fueran niños malcriados. Su actitud era algunas veces amenazante, y lograba la atención de sus alumnos al plantearles las tareas para otro día casi a gritos. El círculo de la pobreza Como ya se dijo antes, la pobreza de contenidos es lo que caracteriza las clases observadas. Pero pensamos que ello no se explica solamente por la carencia de recursos materiales. Pareciera que, detrás del descuido y la falta de dedicación a la preparación de las clases, se aloja una concepción peligrosa de lo que es trabajar con sectores pobres, como si ellos estuvieran condenados a seguir siendo pobres no sólo materialmente sino carentes de todo beneficio que los ayude a mejorar o crecer. Como si por ser pobres merecieran menos. Hay una dificultad grande de los profesores, especialmente en la universidad, para plantearles a los alumnos horizontes diferentes o mejores. El mensaje permanente parece ser el de la condena a la pobreza total. 37 Cuando se les habla de los avances en las ciencias y la tecnología, o de las posibilidades nuevas en el desarrollo de la pedagogía, el corolario a la información brindada es: "esto es en otros lugares, acá eso no se puede". En una entrevista con Mercedes ella manifestó lo siguiente: Nosotros trabajamos sobre todo para educar al pueblo, no estamos trabajando pues para educar a la clase media, sino de la clase media para abajo en el sentido que la mayor parte de estudiantes también son de ahí, y los profesores también, la mayor cantidad de profesores que están trabajando acá también son del pueblo. No son de... clases sociales elevadas ;no/ /Por eso cuando llevamos los curso de medios y materiales, tratamos de elaborar materiales de acuerdo a los medios de su comunidad, materiales en desuso /..J si bien existe la tecnología avanzada, los medios auxiliares también y ahora que está en plena moda pues los videos, pero hay lugares que no los tiene, entonces nosotros en eso tratamos de que los chicos avancen, trabajen. Es decir, que la concresión mayor de su propósito de trabajar con sectores pobres es que los materiales que usen sean pobres. Lo paradójico, es que los estudiantes se 37 En una clase Jorge les dijo a sus alumnos: La gente de la Pacífico, de la Católica, ellos reciben otra preparación, [pero] en esas universidades un profesor gana S/. 1,200.00 la hora semanal... quejan permanentemente del dinero que invierten en comprar los supuestos materiales de desecho. De hecho, gastan mucho más tiempo y dinero en sus trabajos con cartulina, goma, paja, papeles de diversa calidad, y otras cosas para producir materiales didácticos, que lo que usan en libros o separatas. Tanto en el instituto como en la universidad hay recursos para hacer las clases más "ricas", es decir menos pobres. Sin embargo esos recursos no se usan para beneficiar a los alumnos. Por ejemplo, los libros no son considerados como un apoyo para el aprendizaje o la adquisición de información. Los profesores no sugieren bibliografía a los alumnos, ni se les da información sobre dónde o cómo conseguir libros, tampoco estimulan el uso de las bibliotecas asignando por ejemplo lecturas de libros que se encuentren en ellas, sino que les llevan una fotocopia para reproducir, y cuando esto ocurre no se menciona ni siquiera el autor o el título del libro, de modo que si los estudiantes quisieran más información podrían ubicar al autor y otros de sus trabajos. Solamente Irene les recomienda leer cosas específicas, lleva libros a la clase, los muestra a las alumnas. Los alumnos usan libros prestados, comprados en mercados de segunda mano como los de la Avenida Grau y el jirón Paruro, y el uso que les dan es muy instrumental y pragmático. Los alumnos no tienen familiaridad con el uso de los libros, Estos no son usados como fuente de información o conocimiento.38 Para el caso del instituto pudimos observar con detalle el uso dado a los libros de parte de los alumnos. Uno de los grupos de la clase de Pedro hizo lo siguiente para realizar una "investigación" que sería la base de su exposición en clase. Primero, buscar el libro por el tema, una vez con el libro en la mano, seleccionar rápidamente, de acuerdo al índice, cuáles eran las partes que podían servir para hacer el trabajo. Una vez identificadas las partes procedieron a transcribir, cada uno de ellos, los fragmentos correspondientes con "su parte" en la exposición. Otro grupo no llegó a completar este proceso, de modo que cuando fue su turno, llevaron consigo un libro que pasaban entre ellos para que cada uno leyera el fragmento que le correspondía. La nota del grupo que hizo eso fue 14. En el grupo observado en la universidad había una alumna que actuaba como intermediaria de su hermano quien ofrecía sus servicios como mecanógrafo. Pues bien, para los trabajos grupales cada integrante le entregaba su parte a esta muchacha. Ella le llevaba todas las secciones al hermano, que terminaba siendo la única persona a parte del profesor, que veía el trabajo completo. Su hermana llevaba los trabajos el día de entrega al profesor, o sea que ninguno de los integrantes del grupo tenía una idea del producto final o de los errores que pudiera haber. En general no notamos en los estudiantes un esfuerzo por redactar los trabajos en sus propios términos, de modo que éstos terminan siendo un collage de diferentes fragmentos no muy conectados entre sí. En los dos grupos de alumnos observados vimos solamente dos personas con una actitud diferente. El resto, inclusive los más aplicados, tenían esta relación con los libros, y esta forma de hacer los trabajos como la norma. Por otra parte, no vimos a nadie leyendo novelas o poesía, salvo una vez en 38 Creo que podemos decir que los materiales impresos que hemos visto con más frecuencia son los folletos de venta de Avon y Yanbal, que circulan profusamente no solamente en pasillos o jardines, sino que son observados por chicos y chicas durante las clases. la que una alumna llevó a la universidad una selección de poemas editada en mimeógrafo, que pasó por varias manos mientras esperaban una clase. Las referencias entusiastas a obras literarias, por ejemplo, han sido de gente que nos contaba que les gustaba su profesora de literatura en la secundaria porque "les contaba los libros". Volviendo entonces al uso de materiales de apoyo para el dictado de las clases, estos son muy escasos. Al momento de dictar, algunos profesores lo hacen de memoria, pero cuando se trata de conceptos específicos o de definiciones, la mayoría lee fragmentos de libros o separatas que no se identifican nunca. Una vez, mientras hacía antesala para entrevistar a alguien en la sala de docentes, vi a una profesora "preparar" su clase. Tenía consigo un libro de texto del cual copiaba rápidamente fragmentos cortos. Faltando más o menos veinte minutos para el inicio de su clase dejó de escribir para solamente marcar páginas apuradamente. Ante la casi nula utilización de recursos didácticos que no sean fragmentos de libros y la pizarra, el lenguaje del profesor termina convirtiéndose en el vehículo principal de transmisión de conocimientos. Ahora bien, en nuestra sociedad la propiedad en el uso del castellano se convierte en un canal importantísimo para la separación irremediable de unos profesionales de otros, más aun si es que para algunos es el principal canal para la circulación, distribución y asimilación del saber. En nuestras observaciones hemos registrado una forma de hablar el idioma que no requiere de muchas palabras o de construcciones complejas y que se basa sobre todo en el impacto emocional que se pueda lograr no solamente con las palabras, sino con el cuerpo y los gestos. Casi no se usan oraciones largas y mucho de lo que se dice apela a los sentimientos de los otros. Al expresar las ideas se suprimen palabras, y se cuenta con la capacidad del otro de interpretar la intención de aquello que se quiere decir. Jorge es el ejemplo más impactante sobre este uso del lenguaje. Si se leen con detenimiento las transcripciones de sus clases, es poco lo que se entiende de ellas. Están llenas de frases incompletas, de giros bruscos en los temas, de términos "mal" empleados e ideas confusas: "Nosotros tenemos un ideal, se va a introducir en el diagnóstico, realidad, sociedad. Sociedad aparentemente tranquila pero estamos en crisis económica: no hay poder adquisitivo. Existe poder, pero no hay plata para adquirirlo. O sea, no hay capacidad adquisitiva. " En otra oportunidad les dijo a sus alumnos: Quiero tener una ligera idea de cómo va el curso. Yo debo tener bastante interés que el curso sea clase teórica. Darles el marco conceptual y la siguiente práctica. Hoy vamos a empezar a ver el tipo de procedimiento: concepto/práctica Se forma un triunvirato: Método – – ->lenguaje – -> acción educativa... Lenguaje adecuado a alumnos.../si J no entienden... en su cuaderno tienen que poner, colocar el vocabulario. A través de la enseñanza se envía mensajes, contenidos al proceso de aprendizaje. Hay una acción recíproca. general – – – > Asignatural – – – > Propuesta – – – > Plan Como lo de hoy y lo de la próxima clase: veremos metodología. Quiero hacer un paralelo con el "bla, bla, bla ", teórico. Por ejemplo: Aprehensión Sensorial: se producen cambios en el alumno, "bla, bla, bla” eso ya está escrito. Acción Educativa debe completar con lenguaje y material educativo. Llegar a ese objetivo. Así ya no llegan ciegos. Si este es el tipo de lenguaje que los estudiantes reciben de sus profesores, y si no son exigidos a elaborar sus ideas con propiedad en casi ninguna instancia durante su formación profesional, esta es una habilidad que no tendrán dónde desarrollar después, ya que no tienen cómo adquirirla. Sorprende por ejemplo, que a pesar del lenguaje lleno de vacíos que los alumnos de Jorge deben llenar, ellos ríen en sus clases, le atienden, y lo identifican como el que les infunde la vocación de maestros y el aprecio por su casa de estudios. Durante sus clases, cuando es inevitable que utilice algunos conceptos, necesita dictarlos, porque posiblemente desconfía de su capacidad de expresarlos con sus propias palabras. El resto del tiempo, habla mucho, gesticula, juega con el tono de su voz, y sobre todo ilustra con historias sacadas de su propia práctica docente, lo que quiere decir. El caso de Pedro es diferente. El parece tener mayores recursos lingüísticos que los demás, y esa parece ser la razón por la que le han dado el curso de teoría de la comunicación. Habla mucho, puede llenar el tiempo diciendo y reciclando la poca información que maneja y por otra parte, gracias a la construcción de su imagen como recto y exigente, aunque en realidad intelectualmente no exija nada, alcanza cierta legitimidad entre sus alumnos. En suma podemos decir que de los cuatro cursos que hemos observado los alumnos podrán obtener muy pocos recursos útiles para su ejercicio profesional. Ahora bien, dos cursos en un semestre representan más o menos la tercera parte de lo que los alumnos llevan en promedio. Para el caso de la universidad, el curso de Jorge y el de Mercedes fueron prácticamente inútiles. En el primero, el mensaje más claro del profesor es que la teoría es palabrería, que el único criterio de verdad es la práctica, y que el profesor debe ser activo y estar involucrado en todos los aspectos de la vida escolar más allá de su clase. En el currículum oculto los contenidos básicos son que la experiencia es lo que les dará prestigio, que los estudiantes de educación de su universidad no pueden aspirar al conocimiento y a la ciencia que proviene de otros lugares, que el saber cuesta dinero, y que ellos deben hacer las cosas a su manera, es decir acostumbrándose a la pobreza de recursos. El otro mensaje que Jorge les dio es que mientras sean estudiantes, la nota es lo más importante, lo que finalmente cuenta, aunque ésta no sea necesariamente el reflejo de lo que hayan aprendido, sino del cumplimiento de requisitos formales. Jorge no evaluó a los alumnos respecto a los contenidos del curso. Hubo una nota basada en observaciones de aula que en verdad no se discutieron. A esto hay que añadir que los ítemes de la ficha de observación que les repartió para llenar durante sus observaciones en realidad no correspondían con lo que Jorge les había pedido. La ficha parecía fotocopiada de un ejercicio que tuvo otro propósito en un curso diferente. Les tomó también un examen final cuyas preguntas no vimos, pero tampoco pudimos ver un examen resuelto porque no devolvió ninguno. La nota final circuló entre los alumnos en forma de fotocopia del reporte final publicado por el profesor. Es decir que los alumnos nunca supieron cuál fue su nota y menos aún se enteraron de qué pudo haber estado mal en sus respuestas. En el caso del curso de Mercedes la cosa es por el estilo. Ella dictó solamente cerca de cinco clases cuyos contenidos no tenían relación con el programa que entregó y no tenían mucha continuidad entre sí. Luego de esas clases, siguieron las exposiciones de los alumnos, a las que nadie ponía mucha atención. Las notas finales no estuvieron para nada basadas en el impacto que las exposiciones pudieran haber tenido en los alumnos. Se calificaba la exposición y los comentarios de la profesora luego de las exposiciones no se referían a los contenidos, sino a si el papelógrafo había estado bien puesto, si las láminas eran lo suficientemente atractivas, o si el tono de voz era adecuado o no. El otro criterio de evaluación era la elaboración de materiales, es decir, que no hubo ningún tipo de evaluación de la asimilación de contenidos de parte de los estudiantes. Como ella misma me dijo durante la entrevista, su mayor interés está en que los alumnos aprendan a elaborar materiales didácticos, (aunque no tengan pautas muy claras de cuándo o para qué edades usarlos). Si a esto añadimos el curso de evaluación del cual todos se quejaron, y el curso de artes que todos también calificaron como malo, y recordamos que en las entrevistas Jorge resultaba ser el mejor profesor del semestre, este período podría considerarse como uno perdido en cuanto a la adquisición de conocimientos útiles para la carrera docente de estos alumnos. Algo que si debe haber ocurrido en todo caso, es que recordaron una vez más que su papel es enseñar a niños pobres y que el maestro egresado de su universidad es el que llegará con la escuela, a los niños más necesitados del país. En el instituto por otra parte, Pedro, Tomás y Angel enseñan en el tercer ciclo, Rogelio e Irene en el séptimo. El primer grupo entonces, ha tenido un curso improvisado, prácticamente carente de contenidos, a cargo de Pedro, un profesor como Tomás a quien nunca entendieron y un profesor como Angel que no hacía ningún esfuerzo por cumplir con sus clases, y cuyos contenidos además eran muy pobres y de mala calidad. El segundo grupo tuvo tal vez mejor suerte, ya que cuatro de sus seis cursos fueron llevados por Irene y Rogelio, quienes a pesar de su tradicionalismo en el trato a los alumnos, por lo menos tienen más oficio enseñando. Finalmente podemos preguntarnos ¿qué valoran los profesores de los alumnos? Definitivamente, no es su capacidad de aprender, ya que no hemos visto que busquen eso con sus evaluaciones. Pareciera más bien que lo que aprecian más es la respuesta emocional de los alumnos a los estímulos que ellos ofrecen. Valoran más el que un alumno o alumna sea "cumplido", "preocupado”, es decir que presente los trabajos a tiempo, que tenga una actitud sumisa, pero no necesariamente que aprenda. Un alumno "dedicado" no es necesariamente un alumno inteligente y la inteligencia o capacidad fue mencionada como deseable solamente por uno de los profesores entrevistados. Entonces, la adquisición de conocimientos, de conceptos y la habilidad de aplicar estos conocimientos en la práctica no son perseguidos ni apreciados por ninguno de nuestros docentes observados, a no ser en el discurso. Así se entiende por ejemplo la falta de retroalimentación o correcciones a los errores de los alumnos y la importancia desproporcionada de los aspectos formales en las exigencias de los profesores, frente a su desinterés por evaluar si aprendieron algo o no a lo largo del semestre. Capítulo IV La cultura académica A pesar de haber representado un efectivo canal de movilidad social para muchas personas, el proceso de expansión de la oferta de la educación superior en nuestro país no ha funcionado como un efectivo democratizador de la cultura y el conocimiento. Esto no solamente debido a la falta de recursos económicos para extender la cobertura a mayores sectores de la población, sino a la ausencia de una estrategia que explícitamente buscara traducir la cultura académica de las instituciones de educación superior accidentales a las particularidades sociales y culturales de nuestra heterogénea realidad. De todos modos, se ha generado una cultura académica específica en nuestras instituciones de educación superior, cuyas características trataremos de exponer y discutir en este capítulo, recogiendo lo presentado en las secciones anteriores de este trabajo. Pese a basarnos principalmente en el estudio de dos instituciones, creemos que los rasgos encontrados en ellas son fácilmente imaginables en muchos otros centros de formación docente en el país, e incluso en otras instituciones de formación superior y facultades universitarias. En primer lugar, podemos decir que existe en estos centros un doble discurso sobre la educación superior. Por un lado, se la considera algo deseable por el prestigio social que aun otorga, independientemente de la carrera elegida, como se expresa en la percepción de un ex-dirigente sindical que estudia en el instituto luego de haber fracasado en sus dos intentos de ingresar a una universidad a estudiar Derecho. Para él, lo importante es "lograr una profesión" y "elevar" su educación. El único posible peldaño siguiente al de haber sido secretario general de su sindicato y miembro dirigente de su federación, es ser un profesional. Por su parte, una estudiante que es a la vez dueña de un pequeño negocio dice: Tu puedes tener dinero, comodidades, pero a veces no es todo eso. a veces siempre te llama la profesión y uno quiere aspirar a más... Mujer, ISP Pero por otro lado está el problema de la pobre calidad de lo que se recibe, frente a lo cual, los alumnos parecen tener mayor lucidez que los profesores y ven las formas de sobrellevar su desilusión ante la constatación de que están recibiendo una formación pobre. Esto queda ilustrado en las impresiones que causaron el examen de ingreso y los primeros días de clase en dos alumnos: ...porque en letras... yo también domino letras, en números no, soy muy flojo en esa parte, incluso cuando vi el examen ya me sentía adentro, (pensé) ya has ingresado por el nivel académico bajo. Hombre, FE. (Una vez que ingresas) uno espera más de la universidad ¿ no?... 0ero J tú vas y un día no encuentras nada, o no tienes profesores entonces no era lo que tú esperabas, (...) todos lo toman como un relajo (...) uno lo toma como broma si no llevas tus cursos como debe ser, no te están preparando como debe ser... Hombre, FE. Ya que el contenido de varios cursos termina siendo intrascendente para los alumnos, la adquisición de conocimientos a través de ellos queda en un segundo plano frente a los aspectos más formales tales como la entrega de trabajos y la apariencia de éstos, lo que por lo menos garantiza la obtención de una nota. De hecho, por ejemplo, casi nunca escuchamos una conversación entre los alumnos acerca de los contenidos de un trabajo realizado, o una investigación hecha. Sin embargo, sí se preguntaban por el precio de los materiales utilizados, por los colores de las hojas de papel o el lugar en el que habían sido comprados. El desinterés por los contenidos es reforzado o promovido por la práctica de los propios docentes, que en muy raras ocasiones retroalimentan a los alumnos comentando o corrigiendo los contenidos de sus trabajos o exámenes. Así la educación superior en estas instituciones se convierte en una serie de trámites burocráticos por los que hay que pasar para lograr algún prestigio o en todo caso la credencial que habilita a una persona para postular a ciertos puestos, aunque no la capacite o dote de habilidades para el ejercicio profesional. Asumiendo que una de las preocupaciones básicas de quien transita por una institución de educación superior tendría que ser la adquisición de conocimientos, nos interesamos en la noción de saber. Encontramos que alumnos y profesores valoran diversos tipos de saberes. Por una parte hay referencias casi míticas a la ciencia y el conocimiento científico; se "cree" en su verdad, son casi una divinidad y como tales, cercanos y distantes a la vez, pero de ninguna manera pertenecen a su mundo. Sin embargo, para los efectos prácticos de tomar un curso, por ejemplo, pocos alumnos valoran el que sus profesores "sepan" (teoría educativa, o la materia de su especialidad). Predomina más bien el cálculo de lo fácil que pueda resultar el aprobar los créditos correspondientes. Es importante entonces "saber" qué tipo de profesor es quien dictará cada curso. La tipología que manejan los alumnos incluye categorías principalmente referidas a las características personales del profesor, al nivel de demandas o exigencias en la calidad y cantidad de los trabajos y a su tolerancia. Muy pocos de los alumnos que conocimos parecían estar ávidos de adquirir conocimientos o de realizar los esfuerzos necesarios para ello. Tal vez porque la mayoría entiende que ya hay bastante esfuerzo invertido en lo que hacen, pero también porque son los propios docentes quienes -como parte del currículum oculto- les presentan a la ciencia y el saber como algo que no está a su alcance por su bajo nivel intelectual, la carencia de recursos suficientes para recibir una educación solvente, o porque la pobreza no permite nada mejor de lo que están recibiendo. Un tipo de saber altamente valorado es el de las formalidades necesarias para pasar por el proceso de adquisición del título pedagógico, o el de los gestos requeridos para aparentar ciertos saberes supuestamente importantes para el ejercicio docente, como es el caso de la terminología pedagógica, aunque no necesariamente implique su manejo. Algunos profesores por ejemplo, emplean ciertos términos como si fueran una suerte de bienes suntuarios a los que han tenido acceso privilegiado, aunque su significado y pertinencia no les sea del todo clara. Porotra parte, entre los alumnos, los saberes más apreciados son aquellos que permitan llenar horas de clase, como los contenidos específicos de los cursos, juegos, canciones y bailes, más que las habilidades para llevar adelante con éxito la tarea de lograr el aprendizaje efectivo de los niños. Hemos visto que el conocimiento que transmiten los docentes observados es pobre y fragmentado, particularmente en los cursos sobre pedagogía y psicología. Sus clases están llenas de retacitos mal cortados de textos leídos al apuro. Y posiblemente, la formación que transmiten es la misma que ellos han recibido. La gran dificultad para comunicar conceptos de modo que sean útiles para los alumnos, proviene seguramente de su propia experiencia como estudiantes, de su falta de entrenamiento para leer y resumir, para elaborar conceptos en sus propios términos. Por otra parte, tal vez por la inseguridad que sienten respecto a su capacidad de renovarse o aprender, hay entre algunos profesores una actitud de desconfianza hacia lo que viene de fuera, a las posibilidades y propuestas externas que inviten al desarrollo y el crecimiento de sus alumnos, lo que puede resultar amenazante para ellos. Pareciera entonces que los docentes han desarrollado una estrategia para producir maestros que no exija el aprendizaje de contenidos difíciles de transmitir, sino el desarrollo de facultades o habilidades que ya existen en la cultura de los alumnos. De allí el énfasis sobredimensionado en la capacidad de emocionar a los alumnos como la principal virtud en el desempeño de un profesor en el aula. La idea del buen maestro se vincula además a características personales como la paciencia, la comprensión y la solidaridad con los problemas de los niños, así como al desinterés econ6mico y la disposición al sacrificio. De este modo, la idea de la calidad de la formación docente, guardando coherencia con lo anterior, está más ligada a la formación de valores y a la motivación para querer a los niños, que a la amplitud y solidez de la información recibida, o al manejo adecuado de los métodos para lograr el aprendizaje en los niños. La adquisición de conocimientos, de conceptos y la habilidad de aplicar estos conocimientos en la práctica parecen ser perseguidos por muy pocos. Ahora bien, en el discurso formal, lo que diferencia a un profesor no titulado de uno que sí lo es son los estudios pedagógicos, el supuesto conocimiento de la teoría pedagógica. Por esta razón la relación con la teoría es ambigua y difícil de manejar para los profesores de nivel superior, y para los propios estudiantes y egresados, ya que junto a la alta valoración de ésta, se puede percibir en docentes y alumnos una inseguridad muy grande frente a la teoría pedagógica y la investigación como actividad académica. Ambas parecieran ser consideradas como patrimonio de unos pocos peruanos, cuyos trabajos y méritos se citan una y otra vez. Esta actitud en el fondo distante y ajena al desarrollo teórico, entorpece las posibilidades de los futuros maestros de crear sus propios materiales, de desarrollar sus propias técnicas de enseñanza y los obliga a depender de pautas muy precisas cuya lógica no siempre les es clara. A la larga, la falta de autonomía intelectual que esta formación les impone puede terminar por contribuir con la frustración frente a la profesión, ya que reduce sus expectativas de crecimiento personal, de enriquecimiento de sus saberes y capacidades en el futuro, al dificultar sus posibilidades de desarrollo intelectual. Un maestro de primaria necesita poder leer y saber entender un texto como habilidades mínimas indispensables que le permitirán aprender y procesar información de modo que pueda comunicarla efectivamente a sus alumnos. Tanto las prácticas de estudio de los alumnos, como las prácticas docentes que hemos observado no contribuyen para el desarrollo de estas habilidades a un nivel satisfactorio o suficiente. Esto no tendría porqué demandar grandes inversiones de dinero, o el empleo de recursos muy sofisticados,39 sin embargo, hemos encontrado también que una forma de explicar o 39 De hecho, un docente de otro ISP a quien entrevistamos nos comentó acerca de los estimulantes resultados que obtuvo en un curso en el que se dedicó a mejorar las habilidades de comprensi6n de lectura y redacción de sus alumnas de manera sistemática con recursos asequibles y técnicas sencillas, pero rigurosamente aplicadas . justificar la deficiente formación brindada en estos centros de estudios es la asociación entre educación de calidad y dinero. Pareciera que estamos frente a una cultura -de cuya reproducción participan los propios estudiantes- que escamotea los recursos para el desarrollo del intelecto y el saber a los más pobres. De acuerdo a Isaia y Mosquera40 la ausencia de posibilidades de mejora en la vida intelectual y el crecimiento personal a través del ejercicio profesional trae consigo frustración, depresión y la consiguiente pérdida de motivación para el trabajo. Esto nos hace pensar en la constatación de diversos estudiosos y observadores de la educación primaria41’ quienes dicen que es frecuente observar maltrato hacia los niños en las aulas, proveniente por lo general de maestros poco motivados por su trabajo, quienes además presentan rasgos de frustración y depresión en relación con su quehacer profesional. Es recurrente explicar estas características por las bajas remuneraciones y el poco reconocimiento social de la labor docente, pero los psicólogos brasileños Isaia y Mosquera sugieren que sentimientos y cogniciones deben estar estrechamente vinculados en el ejercicio docente, ya que de lo contrario, la práctica pedagógica se desvirtúa. Un discurso que enfatiza los aspectos emocionales de la docencia pero deja descuidada la adquisición de habilidades para renovar el conocimiento y desarrollar profesionalmente, estaría preparando el camino de la frustración y la pérdida de motivación en los futuros maestros, a parte de las previsibles consecuencias de una deficiente formación en sus alumnos. La combinación de emotividad y formalismo vacío de contenidos claros que hemos observado como rasgos centrales de la formación magisterial, es la forma que ha tomado esta empresa como resultado de las características de la expansión de la educación en el país y de los recursos que estudiantes y docentes han encontrado para existir, sin alejarse de sus orígenes y el medio del cual provienen, reproduciendo una educación pobre para los pobres, y manteniéndose al margen de los nuevos discursos pedagógicos. Es así como las diversas corrientes pedagógicas contemporáneas no han circulado de manera consistente en las instituciones formadoras de maestros. Su divulgación ha sido más bien superficial y simplificada, y lo que en verdad opera en la práctica es una concepción tradicional del ejercicio docente. Pensamos que esta situación se debe a diversas causas. Una de las más importantes, es que después de la crítica a la pedagogía tradicional iniciada en los años 70 con el proceso de reforma de la educación no hubo un reemplazo efectivo de otras aproximaciones teóricas a la enseñanza porque las formas en las que éstas se divulgaron fueron las tradicionales. Es decir, que a pesar del concurso de muchos especialistas y de intensas jornadas de capacitación, el esperado efecto de cascada no ocurrió. Entonces, el intento de renovar la enseñanza se llevó a cabo en muchos lugares usando los mismos métodos memorísticos y autoritarios, lo que llevó a que contenidos potencialmente renovadores fueran mutilados y que su uso fuera más bien contraproducente, pues se sustituyó una terminología por otra, sin que el cuestionamiento a la filosofía de la pedagogía tradicional fuera efectivamente asimilado. Entonces, muchos de quienes ahora enseñan en instituciones de formación 40 ¿Silvia María de Aguilar Isaia y Juan José Mouriño Mosquera "Professores universitários: a dinamica dos sentimientos e das cogniçoes em seu fazer pedagógico". Caesura N. 5 jul/dic. 1994 pp 42-51. 41 Varios autores Desarrollos en educación primaria Lima, CEDAPP, 1993. magisterial han sido expuestos a una prédica que cuestiona la pedagogía tradicional en el discurso, pero sin recursos ni herramientas para sustituirlas efectivamente por otra forma de enseñar. Lo que ha ocurrido entonces es que los contenidos de esas nuevas corrientes se han simplificado hasta el punto de perder totalmente su sentido primordial. La otra posible razón, tal vez la más importante, para que teorías y técnicas pedagógicas que buscan el desarrollo de los individuos no hayan tenido éxito, es que en nuestra propia sociedad las ideas democráticas no se han convertido aún en valores asumidos por todas las personas. En las instituciones limeñas de formación docente que hemos observado en 1995 hay maltrato verbal, aunque sutil, a los alumnos; los profesores recurren a su poder, y no a su calidad profesional para imponer su autoridad sobre sus estudiantes; desde una postura de supuesta solidaridad y simpatía por los pobres, se habla de ellos como seres inferiores condenados a reproducir su lugar en la sociedad. La relación con los libros y la investigaci6n es distante y considerada como el privilegio de unos pocos. En general no se espera nada de los estudiantes, salvo que cumplan con las formalidades que se les encomiendan para cumplir con el requisito de tener una nota. Su preguntas o inquietudes no son esperadas o valoradas, y menos aún estimuladas. El aula como espacio social es una construcción teórica usada para ayudar a entender las formas en las que profesores y estudiantes interactúan en la clase, y para conocer la manera en la que se influyen mutuamente, aunque aparentemente se relacionen de manera excluyente. En esta relación se expresa un libreto, propuesto por el profesor, y un "contralibreto", propuesto por los estudiantes. Ambos se elaboran y reelaboran en los espacios oficiales (el aula, las celebraciones formales) y las no oficiales (encuentros fuera, pasillos, fiestas, momentos previos a clases) de la institución académica.42 Pues bien, frente al libreto de varios profesores que parece tener como idea central el que la docencia es una carrera pobre porque los futuros docentes y los escolares que van a atender son pobres y no merecen nada más, podemos decir que nuestros observados tienen un contralibreto silencioso. Ellos, en vez de cuestionar, se quedan callados, y en aquellas clases que no despiertan su interés o sus expectativas se dedican a hacer otras cosas. Su posición de subordinación en las instituciones no les permite mucho más. Así, durante las clases "malas" se dedican a hacer otras tareas, dormir, hacer negocios, en suma, viven su propia vida mientras el profesor les habla. Y esto es así porque, en el libreto de los profesores no hay mucho terreno para el intercambio, para la creación del "tercer espacio", que según Gutiérrez, Rymes y Larson, es el que se crea cuando hay efectiva sintonía entre maestros y alumnos. 43 Algo parecido solamente parece producirse cuando hay emociones de por medio, cuando el profesor es capaz de comunicar una emoción que dignifique a los alumnos, o que recree, o haga sentir que están recibiendo información útil, poseedora de algún valor social. El asumir que existe una cultura académica con determinadas características debe hacernos pensar que no basta con proponer cambios formales en las instituciones de 42 Kris Gutiérrez, Betsy Rymes y Joanne Larson "Script, Counterscript, and underlife in the classroom: James Brown vs. Brown v. Board of education". Harvard Educational Review vol. 65 No. 3 Fall 1995, pp. 445-471. 43 Ibíd. formación docente si es que no se tienen en cuenta también los mecanismos que se emplearán en su implementación y las maneras en las que docentes y estudiantes participarán de estos cambios. Una aproximación desde la cultura a las instituciones de educación superior nos permite ver los límites de propuestas formales que se basan exclusivamente en datos como el rendimiento o los niveles de matrícula. Hay múltiples aspectos a tomar en cuenta más allá de los medibles a través del rendimiento académico u otros indicadores. Los meses de observación en estas instituciones y la constatación de la profundidad de la crisis y la gravedad de lo que allí ocurre nos llevan a la convicción de lo urgente que es iniciar los pasos para una transformación sustancial de esta situación. Tal vez sean los estudiantes, los futuros maestros, los pri ncipales aliados de este proceso. Anexo 7 Listado general de las Instituciones de Formación Magisterial. Anexo 8 Listado de las Instituciones de Formación Magisterial que respondieron a la encuesta. Anexo 9 Cuestionarios DOCENTES PERSPECTIVAS Y REQUERIMIENTOS DE LA FORMACION MAGISTERIAL EN EL PERU Estudio encargado por el Ministerio de Educación y la GTZ a GRADE CUESTIONARIO PARA CADA UNO DE LOS DOCENTES DEL ISP O FACULTAD 1. Fecha de nacimiento: ________________ (día/mes/año) 2. Lugar de nacimiento: 3. Sexo: Masculino Femenino 4. Condición: Nombrado Contratado (subrayar) ________________ (distrito) ________________ (provincia) ________________ (departamento) (subrayar) 5. Número de horas de contrato y/o régimen de dedicación _________ 6. (a) Nivel magisterial (para docentes de ISPs) _______________________ (b) Categoría académica (para docentes universitarios)_______________ 7. ¿Enseña en el programa regular de formación magisterial? 8. ¿Enseña cursos de profesionalización en esta institución? Sí 9. ¿Qué cursos enseñó A ALUMNOS DE FORMACIÓN REGULAR durante todo el año 1995? ¿A qué grupos de estudiantes están dirigidos? Asignatura Nivel y Especialidad Sí No No Semestre o Ciclo No. Horas Semanales 10. ¿Cuántos años ha enseñado en otro ISP o Facultad? _______(años) 11. ¿Desde cuándo enseña en este ISP o Facultad? (año) _______ 12. ¿Cuántas horas semanales en total dedica a todas sus labores COMO DOCENTE en este Instituto? ___________ horas semanales. 13. ¿Cuántas horas semanales dictó clases en el segundo semestre de 1995? _________ horas semanales 14. ¿Qué actividades, aparte de dictar clase, absorben su tiempo como docente en esta institución? (mencione 2 actividades y el número de horas semanales que le demandaron en promedio durante este último semestre) _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ 15. ¿Ha sido Ud. docente escolar? Sí No 16. ¿Por cuántos años ejerció como maestro de escuela? inicial __________ años primaria __________ años secundaria __________ años 17. ¿En qué institución recibió su primera formación profesional? (en cualquier especialidad o carrera) ___________________________________________________________________ Tipo y nombre de la institución Provincia Departamento 18. ¿En qué profesión y especialidad? ___________________________________________________________________ (Responder las siguientes 5 preguntas sólo si cursó una carrera docente) 19. ¿Fue ese un programa regular de formación? No Sí 20. ¿Fue un programa de profesionalización docente? No Sí 21. ¿Cómo calificaría Ud. la formación que le fue brindada? (subrayar) Excelente / Muy Buena / Buena / Regular / Deficiente / Pobre / Muy mala 22. ¿En qué aspectos opina Ud. que su formación docente fue mejor? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 23. ¿En qué aspectos opina Ud. que su formación docente fue deficiente? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 24. ¿Tiene Ud. un grado académico? No Sí Indique el más alto grado obtenido y la institución que se lo concedió ___________________________________________________________________ 25. ¿Tiene Ud. un título profesional? Sí No Indique la especialidad y la institución que lo concedió ___________________________________________________________________ 26. Si tiene más de un título profesional, especificar qué otra carrera y que institución concedió el título: ___________________________________________________________________ 27. ¿Está Ud. cursando estudios en la actualidad? No ___________________________________________________________________ Especialidad e institución Sí 28. ¿Ha recibido Ud. algún curso de capacitación/actualización en los últimos dos años? Sí No ¿Cuáles? Nombre o tema del curso Institución que lo ofreció Duración ________________________ ________________________ horas /días (subrayar) ________________ ________________________ ________________________ ________________ horas /días (subrayar) ________________________ ________________________ ________________ horas /días (subrayar) 29. Cuán útil le fue para su labor de docente el primer curso mencionado? (subrayar) Muy útil Útil Poco útil Totalmente inútil ¿Por qué?__________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 30.¿Cuáles son para Ud. las dos características más importantes de un buen formador de maestros? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 31.Por favor, asignar un order de importancia a las siguientes características de un buen maestro escolar (1 para la característica más importante hasta 9 para la de menor importancia): _________Responsabilidad/cumplimiento de normas _________Innovador/líder _________Buen carácter/personalidad idónea _________Eficacia/saber enseñar/manejar aula _________Vocación/dedicación _________Autoridad/autoridad moral/cualidades morales _________Buena preparación/formación/capacitación _________Otro (especificar)___________________________________ _________Otro (especificar)___________________________________ PARA RESPONDER LAS SIGUIENTES PREGUNTAS (#32 A 40) POR FAVOR REFERIRSE AL PRIMER CURSO QUE MENCIONÓ EN LA PREGUNTA 9 DE ESTE CUESTIONARIO: 32. ¿Cuántos alumnos había en la sección?___________ ¿Aproximadamente cuántas lecturas pidió a sus alumnos que leyeran, de estos tipos: 33. libros ________ 34. artículos ________ 35. separatas ________ 36. ¿Cuántos alumnos cree leyeron todo lo indicado? 37. ____________ ¿Cuántos alumnos leyeron la mitad o más? ____________ 38. ¿Cuántos alumnos leyeron muy poco o casi nada de lo asignado? ____________ 39. Entre los alumnos de ese mismo curso, ¿notó Ud. algunas importantes? ¿Cuáles? diferencias ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 40. ¿Qué problemas de enseñanza surgieron debido a esas diferencias? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 41. ¿Si tuviera que recomendar a lo más 2 o 3 libros para ser leídos por todos los estudiantes de este Instituto o Facultad, cuáles escogería? Autor Nombre del libro 42. En 1995, ¿algún directivo del ISP o Facultad observó una hora de clase dictada por Ud.? Sí No (saltar a la pregunta 47) 43. ¿Quién/es?______________________________________________________ 44. ¿Cuántas veces en 1995?_________________________________________ 45.¿Tuvo Ud. la oportunidad de conversar con esa persona sobre lo observado? 46.¿Le fue útil dicha conversación? Sí No 47.¿Por qué?_______________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 48. ¿Por qué eligió ser maestro? (responder sólo si su formación profesional fue en una carrera docente) ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 49. ¿Y por qué eligió ser formador de docentes? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 50. Si pudiera volver a elegir, ¿cambiaría su decisión? Sí No ¿Por qué? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 51. ¿Cuáles serían sus principales recomendaciones para mejorar la formación de maestros en el Perú? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 52. ¿Cuáles serían sus principales recomendaciones para mejorar este Instituto o Facultad? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ __________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 53. ¿Tiene Ud. otra ocupación, aparte de la docencia en este ISP o Facultad? Sí No (especificar lo mejor posible) ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ¿Podría informarnos sobre los ingresos totales aproximados de su hogar en un mes típico de 1995? 54. Su trabajo en este ISP o Facultad S/.____________ 55. Sus otros trabajos S/.____________ 56. Ingresos de su cónyuge S/.____________ 57. Ingresos que sus hijos u otros familiares aportan al hogar S/.____________ 58. Otras fuentes de ingreso (rentas, alquileres, etc.) S/.____________ 59. ¿En qué lengua/s se hablaba en su hogar durante su infancia? ___________________________________________________________________ Muchas gracias por su colaboración. DIRECTORES / DECANOS PERSPECTIVAS Y REQUERIMIENTOS DE LA FORMACION MAGISTERIAL EN EL PERU Estudio encargado por el Ministerio de Educación y la GTZ a GRADE CUESTIONARIO PARA EL/LA DIRECTOR/A DEL INSTITUTO SUPERIOR PEDAGOGICO O EL/LA DECANO/DECANA DE LA FACULTAD DE EDUCACION O JEFE DE DEPARTAMENTO 1. Fecha de nacimiento: _______________ (día/mes/año) 2. Lugar de nacimiento: _______________ (distrito) _______________ (provincia) _______________ (departamento) 3. Sexo: Masculino Femenino 4. Condición: Nombrado Contratado (subrayar) 5. Número de horas de contrato y/o régimen de dedicación__________ 6. (a) Nivel magisterial (para docentes de ISPs)______________________ (subrayar) (b) Categoría académica (para docentes universitarios)______________ 7. ¿Enseña en el programa regular de formación magisterial? No 8. ¿Enseña cursos de profesionalización en esta institución? Sí 9. ¿Cuántos años lleva dedicados a la formación de maestros? ____ años Sí No 10. ¿Desde cuándo trabaja Ud. en este ISP o Facultad? ________ (año) 11. ¿Ha sido Ud. docente escolar? 12. ¿Por cuántos años ejerció la docencia en aulas escolares? inicial: _____(años) primaria: _____(años) secundaria: _____(años) 13. ¿En qué institución recibió su primera formación profesional? (en cualquier especialidad o carrera) ___________________________________________________________________ Tipo y nombre de la institución Provincia Departamento 14. ¿En qué carrera y especialidad? ___________________________________________________________________ (Responder las siguientes 5 preguntas sólo si cursó una carrera docente) Sí No 15. ¿Fue ese un programa regular de formación? Sí No 16. ¿Fue un programa de profesionalización docente? Sí No 17. ¿Tiene Ud. un grado académico? Sí No Sí No Indique el grado más alto obtenido y la institución que lo concedió: ___________________________________________________________________ 18. ¿Posee Ud. un título profesional? Indique la especialidad y la institución que lo concedió: ___________________________________________________________________ 19. Si tiene más de un título profesional, especificar en qué carrera y el nombre de la institución que concedió el título _________________________________________________________________ 20. ¿Ha recibido Ud. algún curso de capacitación/actualización en los últimos dos años? Sí No ¿Cuáles? Nombre o tema del curso Institución que lo ofreció Duración ________________________________ __________________ _______________ horas/días(su brayar) ________________________________ __________________ _______________ horas/días(su brayar) ________________________________ __________________ _______________ horas/días(su brayar) 21. ¿Cuán útil fue para su labor docente el primer curso mencionado? (subrayar) Muy útil Util Poco útil Totalmente inútil ¿Por qué? ___________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _________________________________________________________ Respecto a los actuales estudiantes DE FORMACION REGULAR de este Instituto o Facultad, nos interesa conocer sus siguientes características: 22. Aproximadamente _______ % estudiaron su secundaria en este departamento. 23. Aproximadamente ______ % son egresados de escuelas o colegios estatales. 24. Aproximadamente ______ % son hijos de personas con educación superior. 25. Aproximadamente ______ % tienen padres con sólo educación primaria. 26. Aproximadamente ______ % tienen padres que son docentes. 27. Aproximadamente ______ % tienen como idioma materno una lengua distinta al castellano. 28. Aproximadamente ______ % trabajan a la vez que estudian. 29. Aproximadamente ______ % de los que trabajan, trabajan más de veinte horas a la semana. 30. Las ocupaciones más comunes con las que nuestros estudiantes ganan su sustento son: (a)_____________________________________________________________ (b)_____________________________________________________________ (c)_____________________________________________________________ 31. Comparándolos con las familias de todo el país, y usando la siguiente escala, cómo distribuiría Ud. a las familias de las estudiantes de este ISP o Facultad según sus niveles de ingresos? ____ % Bajo + ____ % Medio Bajo + _____ % Medio + _____ % Medio-Alto = 100% o Alto 32. Con respecto a los aspectos anteriores u otras características socioeconómicas de los estudiantes, ¿cuáles son los cambios más importantes que ha notado Ud.en los últimos años? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 33. ¿A qué cree Ud.que se deba ese cambio? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 34. ¿Cuántos de los actuales alumnos del primer año (primero y segundo semestres académicos) ocuparon alguno de los tres primeros puestos de sus promociones en secundaria? ___________ (por favor indique un número aproximado) 35. ¿En su opinión, que porcentaje de los actuales alumnos del primer año de formación magisterial intentó antes ingresar a otra carrera (en esta u otra institución)? ___________ (por favor indique un % aproximado) 36. (Responder sólo en aquellos casos en que la Facultad o el Instituto ofrece distintas especialidades pedagógicas) ¿Encuentra Ud.algunas diferencias notables entre los alumnos de los distintos niveles o especialidades docentes? De ser así, ¿cuáles? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 37. (Responder sólo si la Facultad o el Instituto ofrece programas de profesionalización docente) ¿Encuentra Ud. algunas diferencias notables entre los alumnos del programa regular de formación magisterial y los de profesionalización docente? De ser así ¿Cuáles son éstas? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 38. En base a su propia experiencia y a las opiniones que ha recogido Ud. de sus colegas, compare a los actuales alumnos del primer año de formación regular con los de 10 años atrás, ¿Diría Ud. que la capacidad académica de los actuales estudiantes es: (encerrar en un círculo la opción elegida) Más alta Igual Más baja Mucho más baja 39. ¿Qué requisitos deben poseer los postulantes para ser admitidos al programa regular de formación de su institución? (marcar con “X” todos los requerimientos) _____ presentar certificados de estudios _____ presentar otros certificados ¿Cuáles?)_______________________ _____________________________________________________________ _____ tener rendimiento satisfactorio en secundaria _____ rendir una prueba objetiva de habilidades y/o conocimientos (ADJUNTAR COPIA DE UNA PRUEBA RECIENTE) _____ sostener una entrevista satisfactoria con directivos o personal docente de la institución _____ satisfacer otros requisitos (¿Cuáles?)_______________________ _____________________________________________________________ 40. En su opinión,los requisitos actuales para ingresar a su programa o Facultad, comparados con los que se exigían hace 10 años, son ahora: (encerrar en un círculo la opción elegida) Más exigentes Iguales Menos exigentes Mucho menos exigentes. 41. En su opinión, ¿cuáles son las dos características más importantes que debe tener una persona para que pueda convertirse en un buen maestro? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 42. ¿Es requisito indispensable para enseñar en este Instituto o Facultad tener años experiencia como docente de aula escolar? Sí No 43. ¿Cuántos docentes nuevos empezaron a trabajar en el año 1995 en esta institución o facultad?____________ Con respecto al DOCENTE MAS RECIENTEMENTE INCORPORADO: 44. ¿Qué cursos está enseñando en la actualidad? ___________________________________________________________________ 45. ¿Cuál es su especialidad? (especialidad docente u otra carrera profesional, si la tiene) ___________________________________________________________________ 46. ¿Qué originó su contratación o nombramiento? (marque el factor más importante) _____ _____ _____ _____ retiro de otro docente apertura de un nuevo curso crecimiento de la matrícula otro (especificar)__________________________________________ 47. Ha sido: elegida) contratado nombrado (encerrar en un círculo la opción 48. ¿Tuvo que rendir algún tipo de examen? No Sí 49. ¿Qué tipo de examen fue? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 50. ¿Qué otros requisitos tuvo que satisfacer para ser considerado para el puesto? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 51. ¿Por quiénes fue entrevistado? ___________________________________________________________________ 52. ¿Cuántos otros candidatos fueron considerados para el puesto?__________ 53. ¿Qué persona tuvo la mayor influencia en la decisión sobre su selección? ___________________________________________________________________ 54. En su experiencia, ¿cuán difícil es encontrar personal docente con buen conocimiento de métodos pedagógicos? (encerrar en un círculo la opción elegida) Muy fácil Fácil Difícil Muy difícil 55. En su opinión, ¿cuáles son las dos características más importantes en un buen formador de maestros? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 56. Por favor, asigne un orden de importancia a las siguientes características de un buen docente escolar. (1 para la característica más importante; 9 para la de menos importancia): _________ Responsabilidad/cumplimiento de normas _________ Innovador/lider _________ Buen carácter/personalidad idónea _________ Eficacia/saber enseñar/manejar aula _________ Vocación/dedicación _________ Autoridad/autoridad moral/cualidades morales _________ Buena preparación/formación/capacitación _________ Otro (especificar)____________________________________ _________ Otro (especificar)____________________________________ Con respecto al docente con MAYOR remuneración de todo el Instituto o Facultad: 57. ¿Cuál es su nivel magisterial? (sólo para instituciones públicas) ___________________________________________________________________ 58. ¿Cuál es su más alto grado académico? ___________________________________________________________________ 59. ¿Por cuántas horas semanales está contratado, o a qué régimen de dedicación está sujeto? ___________________________________________________________________ 60. ¿A cuánto ascendía su remuneración bruta mensual en octubre 1995? ___________________________________________________________________ Con respecto al docente con MENOR remuneración de todo el Instituto o Facultad: 61. ¿Cuál es su nivel magisterial? (sólo para instituciones públicas) ___________________________________________________________________ 62. ¿Cuál es su más alto grado académico? ___________________________________________________________________ 63. ¿Por cuántas horas semanales está contratado, o a qué régimen de dedicación está sujeto? ___________________________________________________________________ 64. ¿A cuánto ascendía su remuneración bruta mensual en octubre de 1995? ___________________________________________________________________ 65. En los últimos dos años, el Instituto o Facultad ha obtenido nuevos: ¿Cuántos? ______ ______ ______ ______ ______ ______ ______ ______ libros especializados para la biblioteca _________ suscripciones a revistas profesionales _________ videos _________ video-grabadoras _________ televisores _________ retroproyectores _________ computadores _________ conexión a Internet (Red Científica Peruana u otra) 66. ¿A cuánto asciende el presupuesto total (de toda fuente)de su Instituto o Facultad para 1995? _______________________________ 67. ¿Cómo se distribuye ese presupuesto de gastos de 1995 según fuente de financiamiento? Tesoro Público _________% Pensiones _________% Otros Ingresos Propios_________% (especificar)__________________________________________________ ______________________________________________________________ 68. ¿A cuánto ascienden los gastos del Instituto en lo que va del año, aproximadamente? (Indicar período que cubre esta estimación v.gr., enero-setiembre, abril octubre, etc) ______________________________________________________________ 69. ¿Cómo se distribuyen los gastos totales de este año según las siguientes partidas? (o según las partidas según las cuales tiene información disponible) Remuneraciones Bienes y servicios Mantenimiento Construcción Otro __________ % _______________ __________ % _______________ _____ __________ % _______________ _____ __________ % _______________ _____ __________ % _______________ _____ % % % % _____ % 70. Ha desarrollado su institución algún programa innovativo o experimental en los últimos dos años? Sí No 71. (Si contestó "sí" a la anterior pregunta:) Por favor describa el programa en un párrafo. ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 72. ¿En qué aspectos se diferencia el programa curricular de esta institución de la Estructura Curricular Básica de 1985? ___________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _________________ 73. ¿Qué cambios específicos sugeriría Ud. introducir en la estructura curricular básica? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ _________________________________________________________ _________________________________________________________ _________________________________________________________ _________________________________________________________ _________________________________________________________ 74. ¿Tiene su institución relación especial con alguna escuela primaria o secundaria? Sí No 75. (Si contesto "sí" a la anterior pregunta) ¿Qué tipo de colegio es (escuela de aplicación, escuela experimental, etc.) y cuál es la naturaleza de la relación con el ISP o Facultad? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 76. ¿Cuáles son los principales problemas que afectan la práctica preprofesional de los estudiantes de este Instituto o Facultad? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________ ___________________________________________________ 77. Considerando la experiencia de su institución, ¿qué cambios concretos sugeriría introducir en las normas vigentes sobre la práctica preprofesional? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 78. ¿Cuáles serían sus DOS principales sugerencias para mejorar la formación magisterial en el Perú? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ 79. ¿Cuáles son las DOS principales mejoras que quiere introducir Ud. en su institución y cómo podría lograrlas? ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ ___________________________________________________________________ Diferentes personas vienen proponiendo diversos cambios para mejorar el status profesional de los maestros peruanos y la calidad de los programas de formación. Agradeceríamos que señale Ud. su grado de acuerdo o desacuerdo (en una escala que va de 1 = totalmente de acuerdo a 6 = totalmente de desacuerdo) con las siguientes ideas: 80. Elevar drásticamente el nivel de exigencia para el ingreso a ISPs o Facultades de Educación. 1 Totalmente de acuerdo 81. 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo Incrementar el número de horas de práctica pre-profesional. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 82. Intensificar y mejorar la supervisión de la práctica pre-profesional requerida por el actual currículo. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 83. Antes de graduarse, los estudiantes de los Institutos o Facultades de Educación deberían demostrar su capacidad de hacer un buen trabajo en el aula por un año, con asesoría adecuada. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 84. Antes de recibir su título profesional, un graduado de ISP o de una Facultad de Educación tendría que obtener una nota mínima en una prueba única a nivel regional o nacional. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 85. En lugar de una tesis, sería mejor tener como requisito para la titulación un trabajo práctico de aplicación o investigación en aula o en colegios. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 86. Dar becas integrales para que los egresados con los primeros puestos de la secundaria puedan asistir a los Institutos o Facultades de Educación de su preferencia. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 87. Los estudiantes becados deben comprometerse a enseñar luego en las escuelas estatales por lo menos tres años. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 88. Diseñar y aplicar una prueba para la titulación pedagógica que mida tanto conocimientos de los contenidos de las diversas especialidades como las capacidades pedagógicas de los estudiantes. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 89. Sería conveniente que los profesores especializados en educación inicial tuvieran la opción de enseñar hasta el segundo grado de primaria. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 90. Hacer mucho más intensivos y rigurosos los programas de profesionalización docente. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 91. Diseñar un programa de segunda especialización de un año completo de estudios pedagógicos de alta calidad para que un graduado de otro campo profesional pueda tener un título pedagógico y ejercer la docencia. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 92. Diseñar un programa de certificación de directores, que sería una segunda especialización o una maestría. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 6 Totalmente en desacuerdo 93. Esos directores con certificación especializada deberían recibir una mayor remuneración. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 4 5 94. 6 Totalmente en desacuerdo Sería conveniente que los cursos de capacitación y especializaciones adicionales que puedan tener los docentes sean considerados como criterios para ascender en el escalafon y gozar de mejor remuneración. 1 Totalmente de acuerdo 2 3 Muchas gracias por su colaboración. 4 5 las una 6 Totalmente en desacuerdo
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