EL MUNDO MÁGICO DEL CUENTO Desde las últimas tres décadas, se ha visto un incremento en los estudios acerca de los factores que afectan el desarrollo escolar, el aprendizaje de la lectoescritura y las relaciones sociales de los niños. El conocimiento acerca del rol crítico que el lenguaje, la narración y la conversación tienen para efectos de aprender matemáticas, lenguas y ciencias, ha resultado en un creciente interés por diagnosticar de modo más completo y tratar desde diversos ángulos alteraciones descritas en niños en edades escolar y preescolar. Estas patologías se agrupan en trastornos de lenguaje (dislalias, trastornos fonológicos, trastornos específicos de lenguaje, déficit pragmático-semántico, etc.) y trastornos de aprendizaje (dislexia, trastornos de la comprensión lectora, etc). Diversas investigaciones y autores han descubierto que el lenguaje, en su capacidad de organizar la experiencia individual y social, aportar los criterios de espacio y tiempo y permitir una rápida recuperación y transmisión de información, contenidos y afectos, permite aunar diversas funciones básicas tales como la atención, la discriminación, la memoria y otras, en situaciones de conversación, descripción o relatos orales, tan típicas y naturales al interactuar con niños. El presente artículo intenta entregar algunas consideraciones generales acerca del rol de la capacidad y habilidad para comprender y producir relatos, su relación con el aprendizaje, el desarrollo social y las formas más simples que tienen los padres para estimular diversas funciones lingüísticas y comunicativas que favorezcan el desarrollo de los niños y niñas. 1. ¿QUÉ ES EL CUENTO? Es un relato breve y artístico de hechos imaginarios. Son esenciales en el cuento el carácter narrativo, la brevedad del relato, la sencillez de la exposición y del lenguaje y la intensidad emotiva. Para nadie es un misterio el gran interés que muestran los niños por el relato de historias. Cuántos de nosotros podemos recordar el inmenso mundo de fantasía al que accedíamos escuchando las historias narradas por nuestros padres antes de dormirnos. Probablemente, este buen recuerdo ha hecho que repitamos esta práctica con nuestros hijos, con la clara intuición al menos, de que al hacerlo estamos estimulando el desarrollo de un gran potencial en ellos. La importancia de esta inocente práctica, que ha sido realizada de manera intuitiva a través de generaciones, ha logrado un asidero teórico en las últimas décadas, con una gran cantidad de estudios que se han centrado en el positivo impacto que tiene el cuento infantil sobre el despliegue de diversas áreas del desarrollo. De manera muy general, podemos decir que el cuento corresponde a un tipo de discurso: el discurso narrativo, y que para su normal desarrollo, es necesaria la confluencia de importantes habilidades lingüísticas y cognitivas, a saber: – Habilidad para organizar eventos en torno a un hilo conductor o tema central. La construcción de este macrosignificado trasciende el contenido particular de cada oración y permite construir un relato coherente (Coherencia). – Habilidad para secuenciar eventos en el tiempo (Manejo de relaciones temporales). – Habilidad para establecer relaciones de causalidad entre los eventos del relato (Manejo de relaciones de causa-efecto) – Habilidades lingüísticas propiamente tales: sintaxis compleja y variedad léxica, especialmente en relación a los verbos. Diversos estudios han demostrado que la estimulación temprana de estas habilidades a través del cuento, es un efectivo preeditor de éxito escolar a futuro, desarrollando áreas tan importantes como las habilidades matemáticas, directamente relacionadas con el manejo de relaciones temporales. Del mismo modo, al desarrollar la coherencia, potenciamos directa e indirectamente la capacidad de análisis y síntesis necesaria para extraer la idea central de un texto, lo cual facilita la comprensión del mismo. Por otra parte, el manejo de relaciones de causalidad estimula y desarrolla áreas tan importantes como el pensamiento diferencial, deductivo, etc. 2. CARACTERÍSTICAS DEL CUENTO Algunas de las características que se deben tener en cuenta para escribir un cuento son: La narración tiene que ser fácil (dependiendo de la edad). Una de las características más importantes del cuento es que debe ser una narración corta. Adecuación a la Edad: El cuento que sirve para una edad o época infantil, puede no convenir para otra. Una vez hacha la elección, en la que juega un papel importante el factor personal, la natural inclinación para dirigirse a los niños o a los mayores. Manejo de la Lengua: Dentro de este se deben considerar dos aspectos: el que se refiere al empleo de palabras según su significado y el que se relaciona con el uso de las mismas eligiéndolas y combinándolas para obtener determinados efectos. Comparación: Por ser mucho más clara y comprensible que la metáfora, es importante preferir su empleo, sobretodo en los cuentos para los niños menores. Las comparaciones con objetos de la naturaleza (cielo, nubes, pájaro, flores, etc.) enriquecen el alma infantil, y los hacen meterse en el cuento. Empleo del Diminutivo: Conviene evitar el exceso de estos en los relatos para niños, pero se considera importante su empleo, especialmente en las partes que quiere provocar una reacción afectiva que puede ir desde la tierna conmiseración hasta la burla evidente. Repetición: La repetición deliberada de algunas palabras , o de frases, tiene su importancia porque provoca resonancias de tipo psicológico. Toda repetición es por si misma un alargamiento, pérdida de tiempo, un tiempo de espera y de suspenso que permite (especialmente al niño) posesionarse de lo que lee y, más aún, de lo que escucha. Título: Deberá ser sugestivo, o sea, que al oírse pueda imaginarse de que se tratará ese cuento. También puede despertar el interés del lector un titulo en el cual, junto al nombre del protagonista, vaya indicada una característica o cualidad. El Argumento: Es aquí donde fundamentalmente el escritor deberá tener en cuenta la edad de sus oyentes o lectores, que será la que habrá de condicionar el argumento. A medida que aumenta la edad, aumentará la complejidad del argumento y la variedad y riqueza del vocabulario. La estructura que deben seguir los cuentos es la siguiente: Presentación de los personajes. De menor a mayor número de personajes según la edad. Trama de la cuestión: desarrollo de lo que va a pasar. Pruebas que pasa el protagonista para llegar a la resolución. Resultado final. El Cuento es globalizador. Cubre una gran variedad de áreas y desarrolla todas las capacidades del niño. Es indiscutible el carácter creativo del cuento, ya que es la base en la que se apoya el niño para inventar historias, acabarlas, imaginar los personajes de sus relatos favoritos. Desde un punto de vista didáctico, diremos que crea hábitos de atención y concentración, apoya a las unidades didácticas y es un medio para establecer confianza entre maestros y alumnos. 3. CLASES DE CUENTOS Cuentos en verso y prosa: los primeros se consideran como poemas épicos menores; los segundos son narraciones breves, desde el punto de vista formal. Los teóricos sajones, atendiendo a la extensión del relato, clasifican como novela corta, toda narración que fluctué entre 10.000 y 35.000 palabras, y como cuento, el relato que no sobrepase las 10.000 palabras. Cuentos populares y eruditos: los primeros son narraciones anónimas, de origen remoto, que generalmente conjugan valores folklóricos, tradiciones y costumbres, y tienen un fondo moral; los segundos poseen origen culto, estilo artístico y variedad de manifestaciones. Tanto unos como otros, los cuentos pueden subclasificarse en: infantiles, fantásticos, poéticos y realistas. Cuentos infantiles: se caracterizan por que contienen una enseñanza moral; su trama es sencilla y tienen un libre desarrollo imaginativo. Se ambientan en un mundo fantástico donde todo es posible. Autores destacados en este genero son Andersen y Perrault. Cuentos fantásticos o de misterio: su trama es más compleja desde el punto de vista estructural; impresionan por lo extraordinario del relato o estremecen por el dominio del horror. Autores destacados en este género son Hoffmann Y Poe. Cuentos poéticos: se caracterizan por una gran riqueza de fantasía y una exquisita belleza temática y conceptual. Autores destacados en este género son Wilde y Rubén Darío. Cuentos realistas: reflejan la observación directa de la vida en sus diversas modalidades: psicológica, religiosa, humorística, satírica, social, filosófica, histórica, costumbrista o regionalista. Autores destacados en este género son Palacion Valdes, Unamuno, Quiroga, etc. 4. VALOR EDUCATIVO DEL CUENTO Nutren y enriquecen la fantasía y amplían el mundo de la experiencia infantil. Favorecen el proceso de maduración global de la personalidad. El cuento introduce al niño en el mundo de la comunicación oral. Crea un vínculo afectivo entre el que lo cuenta y el que lo oye. Introduce al niño en la palabra. Aprende a trabajar el lenguaje (la carga afectiva que tiene el lenguaje: inflexiones). Ofrece modelos de actuación. Nos puede servir para explicar situaciones y fenómenos. Los cuentos constituyen una fuente de enseñanzas. Establecen y refuerzan virtudes y cualidades tales como la lealtad, el valor, la honestidad, la humildad. Podemos utilizar los cuentos también como resolución de conflictos. Ayudan a descargar ansiedad y agresividad, a eliminar tensiones y miedos. 5. ESTRATEGIAS DE SELECCIÓN, UTILIZACIÓN Y NARRACIÓN DE CUENTOS. Criterios para seleccionar cuentos Todos los cuentos han de tener unos elementos. Estos son: Sencillez teñida de misterio: cosas que el niño oye y ve todos los días, teñidas, sin embargo, por una sombra de misterio que las hace más agradables y atrayentes. Elemento reiterativo: elemento característico consistente en una determinada cantidad de repeticiones. Rapidez de acción: los sucesos han de ocurrir de forma rápida. En cada párrafo ha de suceder algo. No es importante lo que piensan los protagonistas; sino lo que hacen. Criterios para utilizar cuentos Selección del tema: según la edad y características de los niños. Adaptación del cuento: siguiendo los principios establecidos por Sara Bryant: Eliminar hechos secundarios, descripciones largas, personajes no muy importantes en el caso de un cuento excesivamente largo. Aumentar detalles si es que es demasiado corto. En ambos casos hay que mantener siempre un estilo sencillo (nunca vulgar) y un desenlace feliz. Preparación del ambiente: es importante crear un ambiente que motive al niño. El narrador debe situarse de forma que todos le vean. Debemos procurar no hacer interrupciones. Si algún niño está molestando podemos captar su atención introduciendo su nombre dentro del cuento. Criterios para narrar cuentos La narración del cuento es muy importante. Para conseguir una buena narración el adulto debe: Aprenderse el cuento (asimilación mejor que memorización). Creerse los personajes (incluso ponerse en su piel). Hacer presentir la broma (en el género burlesco) y dejar saborearla. Mantener los inicios y finales maravillosos: "érase una vez..." y "colorín, colorado". Narrar el cuento de forma natural. Transmitir entusiasmo. Modular la voz, de manera que resulte agradable de oír y facilite la atención. Gustarle el cuento, para transmitir la esencia del mismo. 6. CONCLUSIÓN El cuento infantil no sólo es importante porque sirve como estímulo para el futuro lector, sino también, porque contribuye al desarrollo del lenguaje, de la creación literaria, de la imaginación de mundos posibles, entre otros. Además, porque al recrear la vida de los personajes e identificarse con ellos, le permite vivir una serie de experiencias y situaciones que le ayudarán a adquirir mayor seguridad en sí mismo, a integrarse y formar parte del mundo que le rodea. 7. BIBLIOGRAFÍA Fortún, E. “El arte de contar cuentos a los niños”, edición revisada por Marisol Dorao Sevilla : Espuela de Plata, 2008. Bryant, S. “El arte de contar cuentos”, Barcelona: Biblária, 1995. Gutiérrez Sánchez, G. “Estudio psicoanalítico de cuentos infantiles “. Madrid: Universidad Complutense de Madrid, 1993 www.guiainfantil.com www.relaciones-humanas.net
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