¿QUIEN SOY? DESCUBRIENDO MI IDENTIDAD Por: Sofía

¿QUIEN SOY? DESCUBRIENDO MI IDENTIDAD
Por: Sofía Moreno
Apuntes de la conferencia “¿Quién soy? Descubriendo mi identidad” impartida por el Mtro. Luis Oggier
Kuchen el jueves 2 de septiembre en el marco del ciclo Educar, Educándonos
Si no sé quién soy, entonces no tiene sentido lo que hago aquí ni cómo lo hago y voy a vivir un
vacío existencial.
Por temporadas puedo estar tranquilo y podré hacer mis actividades diarias, ocupado en mi
quehacer de cada día y la vida va pasando en automático. Pero basta con que llegue una crisis,
económica por ejemplo, y entonces ahí llega el momento de cuestionarme quién soy. Las crisis son
oportunidades de revisión a fondo de lo que estamos viviendo.
La vida es corta y llega el momento en que todo va irá cayendo y me tendré que enfrentar a
reflexionar qué significa todo lo que he vivido y si me siento satisfecho con lo que he hecho
durante mi vida.
Si me siento con un vacío interior es porque he descuidado los valores esenciales de la vida. Para
evitar esto y no repetir las lecciones de la vida no aprendidas, debo identificar y enfocar toda mi
atención en la dirección que viene desde mi ser. Mi verdadero ser será quién me guiará y me
dejará saber que estoy en el camino correcto, para que cuando termine mi vida, pueda sentirme
satisfecho y saber que he vivido en plenitud y me voy en paz.
Si sé quién soy, cada lección de vida la podré encarar con la visión de mi ser, y la podré enfrentar
con gozo. Al contrario, si en algunas situaciones me siento sin paz e intranquilo, es una señal de
que me he desconectado de mi verdadero ser.
Soy un ser espiritual de naturaleza divina que está viviendo esta experiencia humana terrena. Mi
verdadera definición es Yo Soy. La esencia de Dios, mi esencia y la esencia de cada ser humano es
la misma. Somos uno. Aquí está la verdadera unidad en el ser…
Lo que nos divide son las formas exteriores a las cuales nos identificamos. Falsamente creemos
que somos nuestro cuerpo, nuestras creencias, nuestros pensamientos y éstas son formas
exteriores.
Cuando me identifico en las formas exteriores es cuando me entra confusión, me pierdo y sufro
porque muchas de ellas están guiadas por nuestro ego y no desde el amor. A través de la
conciencia, necesitamos regresar al conocimiento de que soy en la fuente del universo que es
Dios. Para vivir en paz, en amor, y con gozo como en el Cielo… que es la conciencia de perfecta
unidad.
En este plano hemos perdido la conciencia de nuestro ser y de unión perfecta con Dios. Nos
identificamos con nuestro cuerpo, roles, posesiones, bienes materiales y por ello perdemos
fácilmente la paz interior, no somos libres y estamos pegados a situaciones en donde no somos
nosotros; nos cuesta mucho disfrutar y gozar cuando la realidad es la verdad absoluta de la vida y
es que nunca hemos salido de Dios.
Lo que vivimos en este plano es la ilusión de estar separados de todo. Por eso todas las grandes
corrientes espirituales identifican este mundo como el mundo de la ilusión. El trabajo es recordar
quiénes somos, por esto quién es iluminado, vive en la conciencia despierta de quien es
realmente.
Cristo vino a enseñarnos a vivir con la conciencia despierta de quien es. Vino a recordarnos
quiénes somos.
Desde esta perspectiva de mi realidad divina, todo lo que está en Dios está en ti. El trabajo
espiritual es un trabajo que cada uno debe hacer ya sea en forma individual, a través de la
meditación o buscar un grupo de reflexión que nos ayude a conectar con nuestro ser.
Siempre que trabajemos desde el amor, el amor a mí mismo, a la vida, siempre voy a generar
abundancia.
Siempre que la persona está identificada y actúa desde el miedo, el odio, desde resentimientos,
ese no es él. Ahí interviene para sanarnos el perdón; perdonarnos a nosotros mismos para
sanarnos y buscar cómo sería esta misma situación vivida desde el amor.
¿Cómo identificar si estoy viviendo desde mi ego y mis falsas creencias? Si lo que estoy viviendo
me lleva a sufrir. Porque todo sufrimiento viene del apego a creencias, personas, emociones,
situaciones. Apegos a dinero, pertenencias, roles… esto nos lleva a identificarnos con lo que no
somos. Y como todas las identificaciones están sujetas a tiempo espacio y materia van a
desaparecer porque no son eternas.
La mente está al servicio del ego. Siempre que enjuiciamos al otro estamos proyectando algo que
en nosotros no hemos sanado. Lo que vemos en el otro es algo que hay dentro de nosotros.
Cada cosa la puedo vivir desde la mano de Dios o del ego. El ego necesita tener todo bajo control
y mientras tenga al elemento externo que necesito voy a estar en paz, pero si no lo tengo
entonces voy a sufrir. Por el contrario, la paz de Dios es eterna porque no depende de algo
externo… nada ni nadie me lo puede quitar porque es la paz de Dios en mí.
Cuando detectes que algo o alguien te ha quitado tu paz da un paso atrás y revisa qué fue, porque
es sin duda que te identificaste con algo que no eres tú, diferente a tu verdadero ser y lo primero
que debes hacer es perdonarte y volver a elegir de nuevo desde el amor, bajo la guía de Dios.
Cuando estoy en paz veo las cosas con mucha claridad.
La clave está en cuando vivo todo desde el amor. El amor a mi mismo, que es amar a mi ser y lo
que yo realmente soy; cuando me amo, amo a Dios en mí y a los demás en mi. El amor es la
esencia de Dios y por lo tanto mi propia esencia.