Presentación Revista Economía colombiana 345

PRESENTACIÓN REVISTA ECONOMÍA COLOMBIANA No345
FORO
SITUACIÓN DE LAS FINANZAS PÚBLICAS:
¿MÁS IMPUESTOS?
Saludo protocolario.
Agradezco a todos ustedes su presencia en este evento
convocado por la Contraloría General de la República para que
debatamos la naturaleza de las dificultades fiscales que hoy
afronta la nación colombiana, así como las soluciones que
habrán de adoptarse para superar las mismas.
De igual manera expreso nuestra gratitud a los distinguidos
conferencistas por ilustrarnos con sus análisis sobre el tema que
nos convoca, y, por haber atendido nuestra invitación a pesar de
sus múltiples obligaciones y compromisos, de manera especial
agradezco al Ministro Cárdenas, por incluso, aplazar su viaje a
las reuniones del FMI por acompañarnos hoy.
Auspiciamos la realización de esta reunión convencidos de la
importancia que para el buen uso de los recursos del erario, y el
buen ejercicio del control fiscal, tienen los análisis de las
políticas estatales, el examen sobre la correcta asignación y
apropiado manejo del gasto público. A lo primero se le conoce en
el lenguaje especializado de nuestra institución como control
fiscal macro, mientras que lo segundo es del resorte del control
micro.
Ambas áreas de nuestro trabajo encuentran un vehículo para su
difusión en la Revista Economía Colombiana, la publicación de la
Contraloría General de la República que ostenta el honroso título
de ser la más antigua en su género de las que circulan en nuestro
país.
Por lo que ella ha significado como medio de difusión de ideas e
iniciativas sobre nuestro transcurrir económico; por lo que
representa para la sana controversia de ideas en un clima de
riguroso respeto intelectual; y, por ser un medio apropiado para
difundir el trabajo que realizan los funcionarios de la CGR, la
Revista ha venido contando y seguirá teniendo
un apoyo
irrestricto de la alta dirección de la entidad.
Propósito para el cual hemos decidido estar acompañados por
un selecto grupo de colombianos como miembros del Consejo
Editorial de la publicación. Por su formación, por su experiencia
y por el servicio que le han prestado a nuestra institucionalidad,
su orientación es prenda de garantía de que la Revista analiza
desde una perspectiva amplia y pluralista las distintas temáticas
que en ellas se abordan. A los miembros del Consejo editorial
expresamos igualmente nuestra gratitud por su dedicación, por
su guía y por su consejo.
Con la asesoría de ellos acordamos que cada número de la
Revista contendrá tres grandes módulos o secciones. En la
primera se abordará, bajo distintas perspectivas temáticas y
enfoques metodológicos, un tema central sobre el cual la
Contraloría esté interesada en llamar la atención del gobierno
nacional, de las demás ramas del poder público y de la
ciudadanía, a fin de que sobre el mismo se repiensen acciones de
política pública que contribuyan a solucionar el problema de que
se trate o a fortalecer aquellas líneas de acción en las que ya se
venga trabajando. En la segunda gran sección se dará a conocer
el trabajo que en distintas áreas adelantan los funcionarios de la
CGR, los cuales bajo su responsabilidad expondrán la fortaleza y
debilidades de las políticas públicas que ellos analicen.
Finalmente, en la tercera sección se insertará un texto que
recoja, con vocación histórica, el recuento de un episodio que
por su significación constituya un hecho digno de conservarse
con especial ahínco en la memoria de los colombianos.
El tema central de la edición
345 de la revista, que hoy
presentamos, está dedicado precisamente al debate sobre las
dificultades fiscales que estamos enfrentando por la caída en los
precios internacionales de los principales bienes exportables del
país, producto de múltiples factores en la escena internacional.
Eventos que han tenido y tendrán profundas implicaciones
sobre la economía colombiana en los próximos años.
En el plano de la economía real se modificará la composición del
Producto Interno Bruto, al tiempo que se verán afectadas las
principales variables macroeconómicas como las exportaciones,
la inversión extranjera, el tipo de cambio, el nivel de la inflación
interna, el valor de las regalías y de manera más amplia los
demás ingresos fiscales, los cuales tenderán a disminuir tanto
por la menor renta que generarán en especial el carbón y el
petróleo, como por los menores dividendos que recibirá el
gobierno nacional a consecuencia de la reducción de las
utilidades de Ecopetrol.
Frente a esas circunstancias resulta imperioso preguntarse cuál
es el rumbo más conveniente que se debe dar a la política fiscal
de la nación, fin para el cual solicitamos la colaboración de muy
reconocidos y calificados expertos para que con sus análisis nos
ayudaran, en este número de la Revista, a resolver ese
interrogante. Algunos de estos exámenes se centraron en los
efectos estructurales que sobre las finanzas del país tendrá la
nueva realidad que hoy afrontamos, mientras que otros hacen
énfasis en los impactos de más corto plazo.
Sin pretender adelantarme al debate que tendrá lugar en breve,
permítanme compartir con ustedes algunos de los temas que
encontrarán analizados los lectores de nuestra publicación.
Sobre el nivel de la tributación que pagamos los colombianos, en
su
trabajo
el
doctor
Miguel
Urrutia
anota
que
“las
comparaciones internacionales y las recurrentes crisis fiscales
sugieren que los niveles actuales de tributacion no son
compatibles con las ambiciosas metas de cumplimiento de los
derechos economicos de la Constitucion de 1991”. Similar es el
parecer del doctor Julio Roberto Piza, quien en su documento
anota que “las necesidades fiscales del país no se garantizan con
el recaudo actual”. De igual opinion son otros autores que se
ocupan de este asunto en nuestra publicacion.
Así las cosas estos tratadistas contradicen, con solida
informacion,
la
muy
popular
afirmacion
de
algunos
comentaristas de los medios de comunicacion –en especial
radiales- quienes afirman, una y otra vez, que el nivel de la
tributacion en Colombia es exorbitante.
La discordancia entre la realidad que muestran las cifras y esa
erronea percepcion se explica, en ocasiones, por el interes de
algunos sectores de seguir manteniendo en extremo baja su
contribucion al funcionamiento de nuestra sociedad. Las
mayoría
de las veces, sin embargo, la difundida creencia
obedece a lo inequitativo del sistema tributario que, contrario a
lo que aconseja la tecnica y la justicia, da un tratamiento
diferencial a contribuyentes cuya situacion de ingresos es
similar.
Por eso es cierto, al tiempo, que el nivel de tributacion, medido
por estandares internacionales, es bajo en comparacion con el
tamano de la economía y es en extremo alto para algunos grupos
sociales.
Si a ello se agrega que ademas existen problemas de eficiencia en
el recaudo, pues la evasion es tolerada socialmente; que la
administracion tributaria no tiene el nivel de eficacia que se
requeriría; y, que es vulnerable a las manipulaciones de
funcionarios y contribuyentes corruptos, se debe concluir que es
imperioso que el poder ejecutivo someta en breve a la
consideracion del Congreso de la Republica una reforma
tributaria que subsane tan notorias deficiencias en nuestro
sistema impositivo y avance en una estructura tributaria con
mayor equidad
Escucharemos y debatiremos hoy aquí los lineamientos que la
nueva normatividad debería tener y diferentes analisis sobre los
aspectos que merecen honda correccion.
Condicion necesaria para lograr que la reforma cumpla su
cometido es que el debate se centre en la estructura de los
impuestos directos e indirectos, en la equidad, en la eficiencia,
en la supresion de los privilegios indebidos, en las normas anti
evasion y anti elusion y en la expedicion de un codigo tributario
que contemple, con vocacion de permanencia, los aspectos
procedimentales sustantivos sobre la forma de cumplir con las
obligaciones, los derechos de los contribuyentes y las
competencias y facultades de la administracion. Al igual que el
regimen de infracciones y sanciones de tal manera que se
garantice
el
principio
de
seguridad
jurídica,
como
apropiadamente sostiene el doctor Piza en su artículo de la
Revista.
Muchas, como se ve, son las materias que debera estudiar,
tramitar y ordenar el Congreso de la Republica al abordar el
contenido de la reforma. Desde luego que elevar sustancialmente
el recaudo debe ser un proposito de la nueva normatividad, pero
ese no puede seguir siendo el criterio predominante al expedir
las nuevas disposiciones. Bajo ese rasero, casi unico, se expidio
la legislacion tributaria en las ultimas dos decadas y el resultado
como se ha senalado es profundamente insatisfactorio. De ahí el
reto que enfrenta el Congreso de la Republica pues la ciudadanía
no entendería que ante tan manifiestas deficiencias se siguiera
por el mismo camino.
Seguramente por la complejidad de las materias el gobierno no
incluira en la reforma las modificaciones al regimen tributario
territorial. Esa sera una tarea pendiente cuando termine este
ano. Sin embargo ojala, mas temprano que tarde, se examine ese
otro tema pues como tambien se pone de presente en la Revista
que hoy entregamos, la tributacion territorial es aun mas debil
que la nacional, en especial la de los departamentos, si se toma
en cuenta que muchos de esos impuestos se manejan de manera
anti tecnica y algunos de ellos son claramente anti economicos.
Sin contar con el efecto que tendra en las finanzas territoriales,
la disminucion de las regalías y el posible efecto del cambio en el
calculo de asignacion de las transferencias territoriales como el
Sistema general de Participaciones.
Todas las materias que dejamos senaladas en relacion con el
nivel de tributacion y su composicion deberan ser estudiadas,
mas temprano que tarde, por el Congreso de la Republica pero es
igualmente cierto que se precisa un examen severo sobre el
destino del gasto. Ello es así pues si bien en los ultimos anos el
que se asigna para educacion, salud, agua potable y otros bienes
sociales basicos se ha incrementado notablemente y ello ha
incidido en la reduccion de la pobreza, tambien resulta
verdadero que –a diferencia de lo que acontece en países que
tienen una política fiscal con vocacion redistributiva - la
desigualdad en nuestro país es casi la misma antes y despues de
ejecutado el gasto publico.
La brevedad de esta exposicion no nos permite ahondar en las
razones de ese fenomeno que es manifiestamente contrario al
espíritu de nuestra Carta Constitucional. No obstante se debe
senalar que esa situacion esta asociada a la falta de claras
definiciones sobre las prioridades del gasto publico y al hecho de
que la guerra subversiva y la lucha contra el narcotrafico nos han
obligado a destinar cuantiosas sumas del erario a mantener la
seguridad nacional y al equipamiento y sostenimiento de una
fuerza publica de tamano mayor, en terminos internacionales,
del que tendría si no hubiesemos tenido que soportar esas
perturbadoras circunstancias durante mas de medio siglo.
Por eso es tan importante el llamado que se hace en nuestra
publicacion para que se conforme un grupo de estudio que
analice desde ya la composicion del gasto publico, las
prioridades que el debe tener y su focalizacion hacia los grupos
mas pobres y desvalidos de nuestra sociedad.
Si las conversaciones sobre la paz terminan con la firma de un
acuerdo que conduzca a la dejacion definitiva de las armas por
parte de la subversion –y ojala ello sea así de manera prontaademas del dividendo humanitario de la paz debemos obtener el
dividendo
político
y
el
dividendo
fiscal.
El
dividendo
humanitario significara la disminucion radical de las muertes,
del secuestro, de la extorsion y de la inseguridad. El dividendo
político del fin del conflicto debera expresarse en el hecho de
que nadie pretenda imponer sus creencias partidistas por la
fuerza de las armas. El dividendo fiscal debera traducirse en mas
y mejor gasto publico para el cuidado y bienestar de los infantes
de Colombia sin distincion alguna, en el fortalecimiento de la
infraestructura y la calidad de la educacion en todos sus niveles,
en un sistema de salud que preserve el derecho de los
ciudadanos a un buen cuidado medico y en una política fiscal
que apoye a los sectores productivos para que tengamos una
economía menos dependiente de la explotacion de los recursos
naturales y por lo tanto mas diversificada tanto para atender el
consumo interno como las exportaciones.
Un mayor nivel de tributacion destinada a un gasto que procure
la inclusion social y genere fortalezas en el aparato productivo es
una esperanza que tendra visos de certidumbre si el Congreso de
la Republica aprueba una buena reforma tributaria y si somos
capaces de re-direccionar el gasto publico al tiempo que
hacemos un buen uso de los recursos del erario.
De nuestra parte en la Contraloría, para garantizarle al país que
el control que ejercemos para el buen uso de los recursos
publicos lo seguiremos haciendo con ponderacion y sin
aspavientos, hemos disenado un plan estrategico cuyas bases
buscan fortalecer el modelo de vigilancia y control fiscal;
construir una ciudadanía solidaria con ese propósito y que se
muestre activa en el desempeño de estas tareas; luchar contra la
corrupción y la inadecuada gestión de los recursos y ampliar la
cobertura del control fiscal micro y fortalecer el control fiscal
macro. Todo ello con el fin último de alcanzar una gerencia
pública que, a través del mejoramiento continuo, busque la
excelencia en su gestión. Tarea que debe sustentarse en la
idoneidad, la experiencia y la transparencia de nuestros
funcionarios, de suerte que se asegure un buen funcionamiento
de la institución y el aprecio que por ella debe tener la
ciudadanía.
Esas tareas se verán fortalecidas en las próximas semanas
cuando terminemos de superar las dificultades logísticas que
hemos tenido que afrontar al tener que trabajar en múltiples
sedes durante casi un año y medio. Cuando en el mes de agosto
estemos todos en el nuevo edificio de la Contraloría nuestros
funcionarios van a disfrutar de las comodidades y las facilidades
logísticas para realizar su trabajo de una mejor manera y tendrá
allí la ciudadanía un mejor sitio para acompañarnos en las
tareas del control fiscal participativo. Lo que todos veremos es
que, con el nuevo edificio se comienza a materializar el cambio
en el ejercicio del control fiscal de la Contraloría de lo cual se
beneficiarán todos los colombianos.
Tanto al ocuparnos del control fiscal micro como al llamar la
atención del país sobre la calidad de la tributación en particular
–y en general de toda política pública- en la Contraloría General
procuramos tener una visión integral de nuestras tareas
misionales en un todo acorde con los mandatos constitucionales
y legales. Es por eso que nos proponemos, de ahora en adelante,
que cada número de la Revista Economía Colombiana sea
difundido ampliamente en un foro similar al del día de hoy.
Además de dar a conocer nuestras tareas y nuestras opiniones,
de contribuir a que la ciudadanía esté más informada y mejor
formada y de propiciar análisis serenos y pluralistas, aspiramos
que el respeto por la opinión entre los contradictores sea
ejemplo de lo que en una Colombia en paz debe ser el debate
civilizado entre quienes no necesariamente tenemos que estar
de acuerdo para defender el derecho de cada quien a expresar
libre, abierta y profusamente sus opiniones.