ISSN 1852-5857 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I Encuesta individual, anónima y no vinculante para la evaluación del estado de situación de los Técnicos en Medicina Nuclear en Argentina Volumen 7 • Número 1 • Enero- Abril 2016 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear Volumen 7 nº 1 Comité Editor Directora Dra. Marcela Zubillaga Secretarios de redacción Dra. Mabel Montivero Mg. Carlos Giannone Miembros del Comité Editor Dra. Victoria Soroa Dra. Ana Cristina Zarlenga Lic. Silvia Gómez de Castiglia Dr. Gerardo Rank Dra. Amparo Armesto Dra. Silvia Caramés Dr. Adolfo Facello Dra. María del Huerto Velazquez Espeche Dra. Mariela Agolti Dra. Marta Kaufman Comité Científico Asesor Dr. Degrossi Osvaldo Dr. Estrada Lobato Enrique (México) Dr. Fagin James (E.E.U.U.) Dr. García del Río Hernán Dr. Gerbaudo Víctor H. (E.E.U.U.) Dr. González Toledo Eduardo (E.E.U.U.) Dr. Masoli Osvaldo Dr. Mut Fernando (Uruguay) Dr. Nespral Daniel Dr. Pastore Francisco Dra. Parma Patricia Dra. Salgueiro María Jimena Dr. San Martín Arturo Dr. Santos-Oliveira Ralph (Brasil) Dr. Schneck Silvio Dr. Sporn Víctor Dr. Turjanski León Editor: Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear Luis Saenz Peña 250 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina Tel/Fax: (011) 4382-0583 -E-mail: [email protected] // Web: www.aabymn.org.ar El contenido de los artículos y de los avisos publicitarios no reflejan necesariamente la opinión del Editor. ISSN 1852-5857 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear Volumen 7 nº 1 Sumario Editorial Zubillaga M................................................................................................................................................................ 7 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I Sánchez V.........................................................................................................................................................................................8 Encuesta individual, anónima y no vinculante para la evaluación del estado de situación de los Técnicos en Medicina Nuclear en Argentina Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear (AAByMN)...................................................32 Prohibida la reproducción total o parcial del contenido por medios electrónicos o mecánicos, incluyendo fotocopias, grabación magnetofónica y cualquier sistema de almacenamiento de información sin autorización escrita del editor. Imagen de tapa: Hania Kollenberger - e-mail: [email protected] Diseño y diagramación: Alfredo Repetto - e-mail: [email protected] Sánchez V Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 5 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; página • 2015 Editorial Estimados Lectores: Bienvenidos a un nuevo número de la Revista de Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear. En primer término deseo transmitir el agradecimiento de la Comisión Directiva de la AABYMN a los asociados y empresas que con sus contribuciones y donaciones hicieron posible acceder a la compra del departamento que complementa la sede social, exponiendo el compromiso de todos en favor del desarrollo en todo orden de nuestra Asociación. En este número incluímos un Trabajo presentado y aprobado en la Carrera de Especialización en Medicina Nuclear de la Universidad de Buenos Aires donde la Dra. Sánchez hace una exhaustiva revisión del diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides con 131I. En este trabajo se relatan las actualizaciones en la incidencia de la enfermedad, la clasificación según el riesgo de recurrencia, el sistema de estadificación basado en la clasificación TNM, criterios de seguimiento y el uso del 131I en la ablación, la adyuvancia y la terapéutica. Atendiendo a que la situación actual de los Técnicos en Medicina Nuclear en Argentina es heterogénea, compleja y que requiere un tratamiento prioritario, la Comisión Directiva de la AABYMN encaró una encuesta individual, anónima y no vinculante para la evaluación de ese estado de situación. En este número de la revista se presentan los resultados de esta encuesta haciéndolos disponibles para ser discutidos por todas las partes interesadas. En este punto hago propicia la oportunidad para invitar a todos ustedes a participar del encuentro de discusión que se realizará el día 12 de mayo de 2016 a las 18 horas en la sede de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear. Por último, quiero invitarlos y alentarlos a participar activamente en el XX Congreso de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear, que se realizará en noviembre del corriente año. Dra. Marcela Zubillaga Directora Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 7 • 2016 7 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I Diagnosis and treatment of differentiated thyroid cancer (remains, recurrences and metastases) with 131I Sánchez V Residente Servicio Medicina Nuclear Hospital Cosme Argerich (CABA) Médica especialista Clínica Médica y Medicina Nuclear [email protected] Trabajo presentado y aprobado en la Carrera de Especialización en Medicina Nuclear de la Universidad de Buenos Aires. Resumen El cáncer de tiroides es el cáncer endocrino más común. Su incidencia a nivel mundial ha aumentado exponencialmente y a expensas de tumores de estirpe papilar. En los últimos años, surgió el concepto que un paciente con bajo riesgo de mortalidad puede tener un riesgo elevado de recurrencia de la enfermedad, por lo que la clasificación según el riesgo de recurrencia es uno de los pasos más importantes para establecer cuál será la probabilidad que el paciente se encuentre en remisión o presente enfermedad estructural en el seguimiento. El American Joint Commitee on cancer (AJCC) ha designado un sistema de estadificación basado en la clasificación TNM, que permite una buena estratificación del riesgo de mortalidad. Se debe hacer un seguimiento a corto y largo plazo de los pacientes, ya que aproximadamente 30 % de la totalidad de los casos presentan recidivas. El uso del 131I recae en una de tres categorías:1) ablación, 2) adyuvancia y 3) terapéutica. El rastreo corporal diagnóstico provee información sobre la existencia de tejido tiroideo ávido de iodo, si bien no se recomienda de rutina, 8 vol 7 nº 1 : 8–31 ENERO - ABRIL 2016 ARTÍCULO ESPECIAL se puede realizar en casos especiales. El rastreo corporal posquirúrgico se suele realizar para visualizar metástasis no halladas previamente. El diagnóstico de la enfermedad persistente se realiza por medio de estudios de imagen como ecografía o rastreo corporal. El manejo preferente del tratamiento de la enfermedad metastásica a distancia (en orden) es la escisión quirúrgica, terapia con 131I, radioterapia externa, observación y estudios experimentales. Hay que destacar que el tratamiento con 131I tiene efectos nocivos (tempranos y tardíos), por lo que debería ser aplicado sólo si se va a obtener un beneficio claro para el paciente. Palabras clave: cáncer, tiroides, ablación, recidiva, metástasis, riesgo, dosis, 131 I. Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V Abstract Thyroid cancer is the most common endocrine cancer. The incidence worldwide has increased exponentially at the expense of papillary type tumors. In recent years emerged the concept that a patient with low risk of mortality may have a high risk of recurrence of the disease, so the classification according to the risk of recurrence is one of the most important steps to establish what will be the probability that the patient is in remission or present structural disease tracking. The American Joint Committee on Cancer (AJCC) has designated a staging system based on the TNM classification, which allows good mortality risk stratification. It must keep track short and longterm patient, being that approximately 30% of all cases have recurrencies. The use of 131I falls into one of three categories: a) ablation, b) adjuvant and c) therapeutic. The diagnostic body scan provides information on the existence of iodine avid thyroid tissue, although it is not recommended Introducción En el presente trabajo se abordará como temática principal, el diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides, con especial énfasis en la utilización de 131I para tal fin. El desarrollo de este trabajo se inicia con una breve reseña, a modo de recordatorio, de las características del cáncer de tiroides, tales como la fisiopatología, características moleculares, etc. Luego se expondrá el diagnóstico y tratamiento del mismo y por último se abordará el manejo de la enfermedad residual, de la enfermedad recurrente y metastásica, haciendo hincapié en el diagnóstico y tratamiento de las mismas. Para la recopilación de información se ha realizado una búsqueda bibliográfica de artículos de, en lo posible, no más de 9 años de antigüedad, para conservar la actualización de la información. Se ha realizado la búsqueda en libros de texto, artículos de revistas, internet y consensos nacionales y extranjeros. Es de relevancia realizar esta revisión sobre el cáncer de tiroides, ya que es el cáncer endocrino más común y una de las patologías más frecuentes que el médico nuclear debe manejar. Además su inciden- for routine, can be performed in special cases. The postoperative body scan is usually performed to visualize metastasis previously not found. Persistent disease diagnosis is made by imaging studies such as ultrasound or body scan. The preferred treatment management of metastatic distant disease (in order), is surgical excision, iodine therapy, radiotherapy, observation and experimental studies. It is noteworthy that iodine treatment has harmful effects (early and late), so it should be applied only if you will gain a clear benefit for the patient. Keywords: cancer, thyroid, ablation, recurrence, metastases, risk, dose, 131 I. cia a nivel mundial (excepto ciertos casos puntuales como Suecia, Japón y China) ha aumentado exponencialmente, y a expensas de tumores de estirpe papilar. Si bien la causa de dicho aumento no es del todo clara, podría deberse a la combinación de una mayor detección debido al uso de la ecografía cervical y tiroidea y al mayor acceso al sistema de salud por parte del paciente. Otros factores vinculables a dicho aumento incluyen: la mayor exposición a radiaciones, la presencia de otros carcinógenos ambientales y los cambios dietarios (mayor ingesta de iodo). Es importante destacar que en los últimos años, el cambio en la evidencia demostró la necesidad de lograr un enfoque más individualizado de los pacientes con cáncer diferenciado de tiroides, lo cual no es un detalle menor ya que contribuye a evitar el sobretratamiento, conducta que no siempre causa beneficios para los pacientes. Cáncer de tiroides Es el tumor maligno más frecuente del sistema endócrino. El de tipo papilar es la neoplasia menos Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 9 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I agresiva y representa cerca del 70 % de todas las neoplasias tiroideas. Las foliculares ocupan aproximadamente el 15 %. El resto lo constituyen el cáncer medular, el anaplásico, linfomas y otros tumores raros(7). A lo largo del presente trabajo se abordará especialmente el cáncer diferenciado, el cual se origina del epitelio folicular tiroideo, por alteraciones en el control de la proliferación del tirocito. Se reconocen 2 tipos histológicos principales: papilar y folicular, y se encuentra un subtipo que es el carcinoma de células de Hurtle(3). La incidencia aumenta con la edad y alcanza una meseta después de los 50 años aproximadamente. La edad es un factor pronóstico importante: el cáncer que se presenta en pacientes jóvenes (< 20 años) o ancianos (> 65 años) tiene peor pronóstico. Es 2 veces más frecuente en mujeres, pero el pronóstico es más desfavorable en hombres(3) (Figura 1). Figura 1: Tasas de incidencia (curva roja) y mortalidad (curva verde) relacionadas con la edad del cáncer de tiroides (extraído de LAG Ries et al. (eds): SEER cancer statistics review,1973-1996, Bethesda, National Cancer Institute,1999) Alteraciones moleculares en el cáncer diferenciado de tiroides El genotipo de los cánceres determina su comportamiento biológico, y en algunos casos, su respuesta a tratamientos específicos. Algunas características de los principales oncogenes asociados son (Tabla 1): Oncogen BRAF: Es una proteína kinasa que forma parte de la vía de las MAP kinasas (RAS/ERK). La mutación más común en cáncer papilar es BRAF T1799A , que resulta en un cambio de valina por glutamato en la posición 600. Esta proteína BRAF V600E se encuentra activa constitutivamente, por lo que estimula la proliferación y el crecimiento celular, y se ha asociado a menor captación de iodo y peor pronóstico(2). Oncogen RAS: Los protooncogenes RAS (N, H Y K) codifican para proteínas G pequeñas, que son GTPasas de membrana. En presencia de una mutación, se mantienen unidas a GTP y permanecen activas constitutivamente con lo que inducen el crecimiento y proliferación celular. 10 Translocación del oncogen RET: Normalmente, la expresión de RET en las células foliculares tiroideas es muy baja. La recombinación cromosómica entre el dominio carboxiterminal de RET y el promotor y el dominio amino terminal de genes no relacionados, genera la expresión aberrante de receptores RET/PTC en las células foliculares. Se han descripto 12 formas de estos receptores aberrantes, que activos constitutivamente estimulan el crecimiento y proliferación celular. El oncogen RET/PTC es más común en sujetos expuestos a radiación ionizante y en niños. PTEN Es una fosfatasa implicada en la inactivación de la vía PI3K. Su mutación produce el síndrome de Cowden, patología que se caracteriza por mayor riesgo de cáncer diferenciado de tiroides, tumores mamarios, colónicos y diversas alteraciones cutáneas, entre otros(2). Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V Translocación PAX8/PPARᵧ Es un oncogen recombinante existente en aproximadamente el 35 % de los cánceres foliculares y los papilares, variedad folicular. La translocación ejerce un efecto inhibitorio sobre el supresor tumo- ral PPARᵧ y activa algunos genes dependientes de PAX8, que están involucrados en el desarrollo de la célula folicular tiroidea(2). Tabla 1: Alteraciones moleculares en los distintos tipos histológicos de cáncer de tiroides diferenciado Alteración genética BRAF V600E Tipo de tumor Frecuencia (%) CPT usual 45 CPT-VF 10 CPT células altas 95-100 CFT 30-50 CPT-VF 30-45 CFT 15-30 CPT 01/02/15 RET/PTC CPT 20 PAX8/PPARᵧ CFT 35 RAS (N,H,K) PTEN CPT: cáncer papilar de tiroides; CPT-VF: cáncer papilar variedad folicular; CFT: cáncer folicular El pronóstico del cáncer diferenciado es generalmente favorable, con una sobrevida global mayor al 95 % a 5 años. La sobrevida es altamente dependiente del estadio de la enfermedad, el cual está determinado principalmente por la edad del paciente, el tamaño tumoral y la presencia de metástasis ganglionares y a distancia(2). El cáncer diferenciado puede presentar recurrencia alcanzando valores de 10 a 30 % a 5 años. El riesgo de recurrencia depende de las características del tumor primario pero también del tratamiento realizado. Mortalidad del cáncer de tiroides A nivel mundial, la mortalidad es baja, como se observa en la Tabla 2. Tabla 2: Mortalidad del cáncer de tiroides a nivel mundial Región Mortalidad (muertes/100.000) Europa 0,3 América 0,3 África 0,7 Asia 0,4 Oceanía 0,2 Chile 0,3 En la Tabla 3 se expone la variación en la incidencia y mortalidad en los cánceres diferenciados(1). Tabla 3: Variación en la incidencia y mortalidad en los cánceres diferenciados Tipo de cáncer % de todos los tiroideo cánceres tiroideos Cambio en incidencia en las últimas 3 décadas Cambio en la mortalidad en las ultimas 3 décadas Mortalidad papilar 85,00% Aumentó 3 veces Sin cambios 1-2% a los 20 años folicular 11,00% Sin cambios Sin cambios 10-20% a los 10 años Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 11 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I Por lo general, las medidas de prevención del cáncer de tiroides son escasas. Con respecto a los factores de riesgo, se pueden destacar: • El déficit en el consumo de iodo y habitar en regiones bociógenas se ha asociado al aumento de prevalencia de cáncer folicular de tiroides. • La exposición a radiaciones aumenta el riesgo de tumores malignos de tiroides: ésto se ha demostrado en varias poblaciones luego de la exposición a radiaciones en altas concentraciones (ej. Hiroshima, Nagasaki, Chernobyl). • Exposición a radiación para tratamiento de patologías benignas o malignas: el riesgo se inicia con la exposición a 10 cGy, con un período de latencia de 20 años para el desarrollo, encontrándose una relación lineal entre la dosis de exposición. Los niños parecen tener mayor predisposición a los efectos de la radiación que los adultos(6). • Antecedente familiar de cáncer de tiroides. • Endocrinopatías: pacientes con síndrome de Werner, de Cowden, poliposis colónica familiar así como acromegalia, tienen riesgo aumentado de carcinoma no medular de tiroides(2). Manifestaciones clínicas del cáncer de tiroides El cáncer diferenciado de tiroides es habitualmente asintomático por largos periodos de tiempo y comúnmente se presenta como un nódulo solitario, también puede manifestarse como metástasis ganglionares o a distancia(2-6). Se hallan nódulos palpables en aproximadamente 5 % de los adultos, aunque la prevalencia es variable en todo el mundo. La frecuencia de cáncer en los nódulos tiroideos es del 5 al 10 % y el riego de cáncer es similar cuando existe un nódulo solitario o si existe bocio multinodular(4). Son más frecuentes en zonas con déficit de iodo, en mujeres y con el envejecimiento. En la Tabla 4 se describen los factores de riesgo de cáncer de tiroides, en aquellos pacientes con nódulo tiroideo. Una característica a tener en cuenta es que en la mayoría de los pacientes con nódulos tiroideos, las pruebas de función tiroidea son normales(3). En la Figura 2 se expone el algoritmo de estudio del nòdulo tiroideo. Aproximadamente el 50 % de los nódulos malignos se detectan por examen físico, radiológico o por cirugía de patología benigna, el otro 50 % es detectado por el propio paciente(2). 12 Es importante destacar que si en el examen físico del cuello se identifica por palpación un nódulo se debe realizar el protocolo del mismo. En la Figura 3 se describe el algoritmo de evaluación del nódulo tiroideo según la American Thyroid Association (ATA). En caso de identificar adenopatías duras, con algunas características más, tales como estar adheridas, bordes irregulares, crecimiento lento, se debe realizar el protocolo de estudio de las mismas y búsqueda con ecografía del nódulo. Si se identifica un nódulo en forma incidental menor de 1cm que no presenta antecedentes de riesgo (cáncer familiar, exposición a radiaciones) y no tiene características ecográficas de malignidad, no se requiere el estudio con citología tiroidea(6). Métodos diagnósticos • Examen físico: La palpación es poco sensible e inexacta para evaluar un nódulo tiroideo, ya que por lo general, permite identificar nódulos mayores de 1 cm. Y cuando se palpa un nódulo tiroideo se identifican otros más mediante ecografía en el 50 % de los casos(4). • El centelleograma tiroideo es poco sensible ya que habitualmente detecta nódulos >1,5 cm. Por lo que no debe realizarse al inicio del estudio de pacientes con nódulo, aunque podría ser útil en aquellos nódulos diagnosticados como lesiones foliculares mediante biopsia. • Ecografía tiroidea: Permite detectar nódulos mayores o iguales de 3 mm. Las características de hipoecogenicidad, bordes irregulares, microcalcificaciones (las macrocalcificaciones pueden estar presentes también en lesiones malignas) y el aumento de vascularización dentro del nódulo sugieren la presencia de un nódulo maligno, independientemente del tamaño(4). • Biopsia por aspiración: Es el método con mayor sensibilidad, especificidad y precisión en la evaluación del nódulo tiroideo, aunque existen algunas lesiones cuya malignidad no puede distinguirse desde el punto de vista citológico. A estas lesiones se las llama en la actualidad neoplasias foliculares y lesiones foliculares de significado incierto cuyo riesgo de malignidad es del 20 al 30 % y del 5 al 10 % respectivamente(4). Se deberá realizar en los nódulos detectados por palpación y en aquellos con datos ecográficos que sugieran malignidad. Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V • Biopsia guiada por ecografía: Cuando se realice una PAAF y el resultado sea no diagnóstico, se sugiere que la siguiente sea guiada por ecografía ya que disminuye la posibilidad de una muestra insuficiente y disminuye el riesgo de falsos negativos. Los nódulos menores o iguales de 10 mm; los incidentales con sospecha de malignidad por ecografía, los que tienen biopsia no diagnóstica, los no palpables se deben biopsiar con guía ecográfica. Tabla 4: Factores de riesgo de cáncer de tiroides en pacientes con nódulo tiroideo(3) Antecedente de radiación en cabeza y cuello Antecedentes familiares. Cáncer de tiroides o MEN2 Edad: <20 años y >70 Parálisis cuerdas vocales, voz ronca Tamaño nódulo > 4 cm Nódulo adherido a estructuras vecinas Masa cervical nueva o que aumenta de tamaño Afección de ganglios linfáticos Sexo masculino Déficit de iodo (cáncer folicular) Paciente con Nódulo Tiroideo Historia Clínica Examen Físico Pruebas de Función Tiroidea Ultrasonido de cuello Tamaño ≤1 cm No Sospechoso Tumor >1 cm ó ≤1 cm Sospechoso Biopsia con Aguja Fina Seguimiento en Unidad de Medicina Familiar Benigno TSH normal Nódulo Hipocaptante (Frío) Maligno o Sospechoso TSH suprimida Gammagrama Tiorideo Nódulo Hipocaptante (Caliente) En caso de crecimiento o datos de sospecha enviar nuevamente Cirugía Tramiento para Nódulo Tiroideo Tóxico Figura 2: Algoritmo de estudio del nódulo tiroideo(6) Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 13 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I WORKUP OF THYROID NODULE DETECTED BY PALPATION OR IMAGING Low TSH I or 99Tc Scana 123 Hyperfunctioning Evaluate and Rx for Hyperthyroidism Nondiagnostic Malignant PTC Normal or High TSH History, Physical, TSH Diagnostic US Not Functioning No Nodule on US Nodule on US Do FNA (See R5a-c) Elevated TSH Normal TSH Evaluate and Rx for Hypothyroidism FNA not Indicated RESULTS of FNA Repeat USGuided FNA Pre-op US Non-diagnostic Surgery Suspicious for PTC Hürthle Cell Neoplasm Indeterminate Folicular Neoplasm Benign Follow Close Follow-Up or Surgery (See Text) Not Hyperfunctioning Consider 123I Scan if TSH Low Normal Hyperfunctioning Figura 3. Algoritmo de evaluación en pacientes con uno ó más nódulos tiroideos(6) Características del cáncer diferenciado de tiroides Se puede clasificar el cáncer diferenciado en los siguientes tipos: • Papilar: Es la variedad más frecuente y constituye el 70 a 90 % de los tumores bien diferenciados de tiroides. Cualquiera sea su tamaño puede presentarse al momento del diagnóstico con un 20 a un 50 % de probabilidades de metástasis en ganglios cervicales. Es más frecuente en mujeres y se observa relativamente más en sujetos jóvenes. La incidencia mayor es en14 tre los 40 y los 70 años(7). Las características citológicas típicas ayudan a establecer el diagnóstico mediante PAAF; entre ellas se halla la presencia de esférulas calcificadas y laminadas (Cuerpos de Psamomma) y núcleos escindidos con aspecto de “huérfanas Annie” debido a la existencia de nucleólos de gran tamaño y a la formación de estructuras papilares(3). El cáncer papilar suele ser multifocal y suele invadir localmente la glándula, extendiéndose a través de Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V la cápsula e invadiendo las estructuras adyacentes del cuello. Se disemina por vía linfática pero puede producir metástasis en especial en hueso y pulmones. Es de crecimiento lento y la mayoría se identifican en estadios iniciales (más del 80 % en los estadios I o II) y tienen excelente pronóstico. En la Figura 4 se expone la tasa de supervivencia del cáncer papilar. En pacientes mayores de 50 años, el tumor tiene una diseminación local más agresiva que causa la muerte por invasión local en más del 50 % de los sujetos. Las metástasis a distancia no son frecuentes (2-3 % de los casos). Figura 4: Supervivencia en el cáncer papilar • Folicular: Más frecuente en las zonas con déficit de iodo. A pesar de su baja incidencia, produce más muertes que el tipo papilar, por su diseminación temprana hematógena a pulmón, hueso, cerebro e hígado. Se observan metástasis a distancia en el 20 % de los casos. Su sello característico es la invasión capsular y la extensión a los vasos sanguíneos y en la periferia(7). El porcentaje de pacientes que presentan un estadio IV es mayor. En raras ocasiones este tumor concentra el iodo activamente. El tumor de células de Hurthle es una variante del folicular y es más agresivo que el papilar. En la Figura 5 se expone la tasa de supervivencia del cáncer folicular. Figura 5: Tasas de supervivencia en pacientes con cáncer folicular. Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 15 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I Cáncer diferenciado de tiroides: Manejo inicial La presentación clínica del cáncer diferenciado ha pasado, en las últimas décadas, de los casos avanzados que necesitaban un tratamiento y control intensivos, a tumores detectados por ecografías cervicales fortuitas, que necesitan un tratamiento y seguimiento menos enérgicos(8). La ATA ha actualizado la guía norteamericana, en la cual se ha ido modificando progresivamente la actitud frente al carcinoma diferenciado, en el sentido de hacerla más racional con menos procedimientos invasivos y considerando su verdadera naturaleza, ya que más del 80 % de los tumores tienen muy buen pronóstico y la sobreactuación sobre los mis- mos genera más riesgos que beneficios(10). Con respecto a la determinación preoperatoria del estadio, la evaluación ecográfica de los ganglios linfáticos debe preceder a la cirugía, ya que en el caso del cáncer papilar, éste se suele presentar con metástasis en ganglios linfáticos en cerca del 50 % de los pacientes(8). ¿Qué sistema se debería utilizar para la estadificación del riesgo de mortalidad? Según el panel que realizó el consenso sobre cáncer diferenciado de la SAEM, el sistema que se sugiere para estadificar a los pacientes con carcinoma diferenciado, es el TNM del AJCC/UICC (Figuras 6 y 7). Tumor Primario (T) TX: No se puede determinar T0: No evidencia de tumor primario T1: Tumor de 2 cm o menor limitado a la tiroides. T1a: Tumor de 1 cm o menos limitado a tiroides T1b: Tumor mayor de 1 cm pero no mayor a 2, limitado a tiroides T2: Tumor de más de 2 cm hasta 4 cm, limitado a la tiroides. T3: Tumor de más de 4 cm limitado a la tiroides o cualquier tumor con extensión extratiroidea mínima (ej.: músculos pretiroideos o tejidos peritiroideos) T4 a: Tumor que se extienda más allá de la cápsula tiroidea y que invada tejido celular subcutáneo, laringe, tráquea, esófago, nervios recurrentes. T4 b: Tumor que invada la fascia prevertebral, carótida o vasos mediastinales. Ganglios regionales (N) NX: No evaluable N0: Sin metástasis ganglionares N1: Con metástasis ganglionares N1a: Metástasis al nivel VI (pretraqueales, paratraqueal, y prelaríngeos) N1b: Metástasis laterales cervicales uni o bilaterales, contralaterales, retrofaríngeas o mediastinales superiores Metástasis a distancia (M) M0: Sin metástasis a distancia M1: Presencia de metástasis a distancia. Nota: A todas las categorías se les puede incorporar m cuando los tumores son multifocales. American Joinl Committee on Cancerflntemaliona/ Union againsl Cancer (AJCCIU/CC) 7ma Ed. Figura 6: Sistema TNM de estadificación de pacientes con cáncer diferenciado 16 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V Estadio I II III IVa IVb IVc Carcinoma Papilar o Folicular Paciente menor de 45 años Paciente mayor de 45 años Cualquier T, Cualquier N, M0 T1a, T1b, N0, M0 Cualquier T, Cualquier N, M1 T2, N0, M0 T3, N0, M0 T1, N1a, M0 T2, N1a, M0 T3, N1a, M0 T4a, N0, M0 T4a, N1a, M0 T1, N1b, M0 T2, N1b, M0 T3, N1b, M0 T4a, N1b, M0 T4b, Cualquier N, M0 Cualquier T y/o N, M1 American Joint Committee on Cancer / lnternational Union against Cancer, (AJCC/UICC) 7ma Ed . Figura 7: Clasificación en estadíos Dicho sistema de estadificación postoperatoria permite una buena estadificación del riesgo de mortalidad, aunque no es muy útil para establecer el riesgo de recurrencia(5). La sobrevida de paciente con carcinoma diferenciado alcanza al 95-97 % a los 5 años para la enfermedad localizada, al 97 % para la enfermedad con extensión local y al 56 % para la enfermedad diseminada a distancia(5). En la Figura 7 se muestra la clasificación en estadíos según el AJCC/UICC. Rastreo corporal diagnóstico (RCD) con 131I El rastreo diagnóstico se utilizó en forma rutinaria por algunos endocrinológos desde hace varios años. La ATA indica que el RCD pretratamiento es útil cuando se desconozca la cantidad de tejido remanente y no se pueda precisar por el cirujano o mediante ecografía y cuando pudiera modificar la decisión de tratar o la dosis de 131I que se administrará. Sugiere que se empleen 1a 3 mCi. Aturdimiento de la glándula tiroides Hay varias formas de definir el fenómeno de “stunning” o aturdimiento. La primera se refiere a la disminución de la captación de la dosis terapéutica de 131I inducida por una dosis administrada con fin diagnóstico. La segunda analiza el atontamiento como un fenómeno radiobiológico y lo define como una supresión temporal de la captación de iodo por las células foliculares normales o neoplásicas, como resultado de la radiación dada por una primera dosis de 131I para un centelleograma. El atontamiento ha sido evaluado por estudios cuantitativos de la captación de iodo radiactivo o por estudios cualitativos que hacen una evaluación visual, comparando un rastreo diagnóstico con un rastreo corporal total después del tratamiento. La presencia del atontamiento depende de la dosis que se administra, ya que a mayor dosis absorbida por el tejido, mayor será el efecto de aturdimiento. Diversos estudios han mostrado que cuando se administró una dosis de 2 mCi se observó el efecto en el 7% de los casos, con una dosis de 3 a 5 mCi. La frecuencia del aturdimiento fue del 40 al 74 % y con 10 mCi fue del 89 %. Uno de los factores modificables para evitar la presentación del aturdimiento es el tiempo transcurrido entre la aplicación de la dosis diagnóstica y la administración de la dosis terapéutica. A mayor tiempo se incrementa el riesgo. En estudios cualitativos donde no se demostró aturdimiento, la dosis terapéutica se administró el mismo día o dentro de los 4 días después de la dosis diagnóstica(4). Los estudios que evaluaron la relación entre el intervalo de las dosis diagnóstica y terapéutica de 131I mostraron que los pacientes con menos de 7 días entre ambas Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 17 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I tuvieron una mayor captación (79,6 % del total) en comparación con aquellos que recibieron la dosis terapéutica después de 7 días (59,6 % del total). El principal impacto de este fenómeno es el de no lograr una tasa óptima de éxito en la ablación. En un estudio se demostró que la ablación fue más frecuente cuando se utilizó 1 mCi como dosis diagnóstica que cuando la misma fue de 3 mCi (87 % vs. 50%)(4). El uso de 2 o 3 mCi de 131I puede que evite el atontamiento, pero es menos sensible que dosis más grandes, para identificar restos o metástasis(12). Metas del tratamiento inicial del carcinoma diferenciado de tiroides 1. Remover el tumor primario, así como la enfermedad que se ha extendido mas allá de la cápsula e involucra ganglios linfáticos. Que la resección quirúrgica sea lo más completa posible, es un importante determinante del pronóstico, mientras que los ganglios metastásicos residuales son el sitio más común de persistencia/recurrencia de enfermedad(10). 2. Permitir la estadificación exacta de la enfermedad: la estadificación postoperatoria es un elemento crucial en el manejo. 3. Facilitar el tratamiento posquirúrgico con iodo radiactivo, cuando es apropiado. 4. Permitir el seguimiento exacto a largo plazo de la enfermedad recurrente. 5. Minimizar el riesgo de recurrencia de la enfermedad y la diseminación metastásica. Utilización actual del tratamiento con 131I (11) El cáncer diferenciado de tiroides es ávido por el 131I y puede ser tratado efectivamente con el mismo en la mayoría de los pacientes. El uso del 131I generalmente recae en una de tres categorías: 1. Ablación de restos: Virtualmente, todos los pacientes tendrán algún resto de tejido tiroideo postiroidectomia, y sería deseable ablacionar dichos restos para simplificar el seguimiento futuro, que es el objetivo primario. Si, por ejemplo, un paciente recibe la ablación y luego la TG es indetectable, es sencillo monitorear los incrementos de la misma en el futuro. Si el mismo paciente, no recibe ablación y la TG aumenta, en el futuro es más difícil saber si el aumento se debe al crecimiento de tejido tiroideo normal o a recurrencia del tumor. 18 2. Tratamiento adyuvante: Los pacientes seleccionados para tratamiento adyuvante no tienen evidencia clínica de tumor residual post resección pero tienen riesgo aumentado de recurrencia en el futuro (tienen sospecha de presentar tumor residual microscópico post cirugía). 3. Tratamiento del tumor: La administración de 131I se realiza en un intento de destruir enfermedad macroscópica conocida o sospechada. Este tipo de uso solo ocurre en un pequeño número de pacientes que representan casi toda la pequeña fracción de pacientes con cáncer de tiroides que morirán de su enfermedad. Cabe destacar, que en el caso de la ablación y la adyuvancia, el objetivo primario es facilitar el seguimiento o disminuir la probabilidad de una recidiva futura. En el caso del tratamiento, el objetivo es controlar una enfermedad, que si no esta controlada, tiene una alta probabilidad de ser causa de muerte, el foco debería estar más en la eficacia que en la toxicidad(11). Selección de pacientes La primera selección será determinar que pacientes no requerirán tratamiento en absoluto. Las guías de la ATA definen la población de pacientes que no requieren tratamiento con 131I, principalmente aquellos con pequeños tumores intratiroideos sin evidencia de compromiso ganglionar (lesiones < 1 cm para tipo papilar y < 2 cm para tipo folicular o tumor de células de Hurthle) o invasión vascular y con un nivel POP bajo de TG. Hay pacientes en quienes el 131I está definitivamente recomendado, como aquellos con grandes tumores primarios (>4 cm) ó extensión extratiroidea. Existe un amplio grupo de pacientes en quienes la oportunidad del tratamiento con 131I no es clara, y en quienes su uso está recomendado en casos seleccionados, por ejemplo, pacientes con TG aumentada sin hallazgos imagenológicos (en rastreo diagnóstico, imagen estructural o 18F-FDG PET) de enfermedad macroscópica, a menudo reciben tratamiento empírico con 131I(11). Para el tratamiento con 131I la selección inicial de pacientes es bastante simple e incluirá cualquier paciente con evidencia de enfermedad metastásica activa evidente en un rastreo diagnóstico con 131I. No obstante, existe un área gris de pacientes con enfermedad de pequeño volumen que puede ser di- Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V fícil de detectar en imágenes, que tienen un rastreo diagnóstico negativo, y un área aun más gris en pacientes con evidencia bioquímica de progresión de enfermedad; TG creciente e imágenes negativas. Selección de dosis Existen varios abordajes para la selección de dosis de 131I que están influenciadas no sólo por factores del paciente sino también por restricciones regulatorias. La principal consideración en el tratamiento de tipo ablativo, es minimizar la toxicidad mientras se mantiene una tasa razonable de efectividad. Dos estudios randomizados, publicados en 2012 mostraron esencialmente tasas de ablación exitosas equivalentes si los pacientes eran tratados con 1,1 o 3,7 GBq. El grupo con la dosis menor presentó menos efectos adversos. Estos estudios se basan en la definición de ablación exitosa, que se determina por hallazgos normales en la ecografía de cuello y TG baja (<1ng/ml) luego de administrar TSH con ó sin resultado negativo en un rastreo con 131I a menos de 1 año del tratamiento. Con respecto al tratamiento adyuvante, el rango o dosis potencialmente recomendadas es amplio y la información es escasa para ayudar en la toma de decisión. Muchos profesionales elegirán aumentar la dosis cuando perciben que hay un riesgo aumentado, basado en características clínicas (como ser presencia de extensión extratiroidea o compromiso de ganglios cervicales laterales)(11). Enfermedad refractaria al iodo La refractariedad al iodo fue definida como una combinación de factores, incluyendo una lesión sin captación en un rastreo con 131I (diagnóstico o posterapéutico), progresión de enfermedad dentro de los 16 meses luego del tratamiento, múltiples tratamientos previos antes de los 16 meses, con progresión luego de al menos 2 tratamientos y una dosis acumulada de 131I de más de 22,2 GBq (las guías de la ATA no incluyen una dosis acumulada en su definición). Tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides El tratamiento inicial incluye la tiroidectomía parcial o total con o sin resección profiláctica o terapéutica del compartimiento central del cuello, para remover el tumor primario y los ganglios linfáticos cervicales involucrados(13). La resección terapéutica del compartimiento lateral del cuello se realiza para pacientes con linfadenopatías metastásicas cervicales laterales. Las metástasis cervicales están presentes en 2050% de los pacientes al momento del diagnóstico, aun en los microcarcinomas. Por este motivo, debe realizarse ecografía de cuello en todos los pacientes como evaluación preoperatoria, y debe incluir el compartimiento central (nivel VI) y el compartimiento lateral (niveles II, III, IV y V)(4). Por varios años, el manejo posquirúrgico de los pacientes incluía la administración de iodo radiactivo seguido de un rastreo post tratamiento, no obstante este enfoque fue desafiado por la evidencia que la ablación de restos no incrementa la sobrevida en pacientes de bajo riesgo. Las recientes guías de la ATA ponen énfasis en el manejo posquirúrgico acorde con el estadio y la estratificación de riesgo basado en el criterio clínico-patológico. Una vez realizada la tiroidectomía se deberá diseñar una estrategia integral de manejo del paciente que cumpla, entre otros con los siguientes objetivos: 1. Evaluar las características clínicas e histopatológicas del paciente para precisar el estadio y para situarlo en el grupo de riesgo de recurrencia y/o mortalidad que corresponda. 2. Establecer la dosis de 131I más adecuada. 3. Diseñar un plan de seguimiento prospectivo que considere niveles de TG (en ausencia de anticuerpos antiTG) y los estudios de imagen necesarios para determinar la presencia de persistencia, recurrencia o enfermedad metastásica(4). Se debe poner énfasis en lo que respecta a la estadificación y a la estratificación de riesgo, ya que dichas herramientas se utilizan para evaluar el pronóstico de un paciente, decidir el uso de 131I luego de la cirugía y decidir la frecuencia e intensidad del seguimiento(13). Ya se ha descripto en paginas anteriores, la clasificación según estadios TNM de riesgo de mortalidad en cáncer de tiroides. En los últimos años surgió el concepto que un paciente con bajo riesgo de mortalidad, puede tener un riesgo elevado de recurrencia de la enfermedad(5), por lo que diversas entidades y asociaciones crearon distintas clasificaciones para evaluar el riego de recurrencia. En la Figura 9 se grafica el porcentaje de recurrencia tumoral luego de cirugía + ablación vs. pacientes tratados sólo con T4. Según las distintas publicaciones, se sugiere estra- Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 19 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I tificar a los pacientes en subgrupos de acuerdo a la probabilidad que la enfermedad persista o recurra en el seguimiento a largo plazo. La clasificación según el riesgo de recurrencia es uno de los pasos más importantes para establecer cuál será la probabilidad que el paciente se encuentre en remisión o presente enfermedad estructural en el seguimiento (Figura 8)(5). Riesgo de recurrencia en pacientes con cáncer diferenciado de tiroides Muy Bajo Riesgo -Tumor ≤ 1 cm unifocal (T1a) - Sin invasión capsular Bajo Riesgo -Tumor ≤ 1 cm multifocal (T1am) -Tumor intratiroideo entre 1 y 4 cm (T1b-T2) Riesgo Intermedio Tumor > 4 cm (T3 > 4 cm) Alto Riesgo -Tumor con extensa invasión extratiroidea (T4) -Resección tumoral incompleta -Ausencia de extensión extracapsular o mínima extensión en tumores < 4 cm (T3 < 4 cm) -Histología agresiva (papilar de células altas, -Sin histología agresiva -Sin histología agresiva papilar de células (carcinoma papilar clásico o (carcinoma papilar clásico o columnares, esclerosante papilar variedad folicular) papilar variedad folicular) difuso, carcinoma de células de Hürthle) -Carcinoma folicular mínimamente invasivo ≤ 1 cm -Carcinoma folicular mínimamente invasivo >1 cm intratiroideo -Sin invasión vascular -Sin invasión vascular -Invasión vascular -N0 clínico, y/o por anatomía patológica* -N0 clínico o micrometástasis (< 0,2 cm) o pN1 < 5 ganglios con MTS < 1 cm ** -N1 clínico o pN1 > 5 ganglios con MTS -pN1 con > 3 ganglios con (entre 0,2 - 1 cm) o extensión extracapsular** al menos ganglio con metástasis > 1 cm ** -M0 clínico - M0 clínico -M0 clínico -Carcinoma folicular ampliamente invasivo -M1 T: tamaño tumoral, N: metástasis ganglionares, M: metástasis a distancia. * N0 y M0 clínico considera ausencia de sospecha de metástasis en la semiología o en metodologías por imágenes adicionales (ej: ecografía de partes blandas de cuello). ** Debe considerarse vaciamiento ganglionar completo (no muestreo ganglionar aislado que arroje, por ejemplo, 3 de 3 ganglios metastásicos) Figura 8: Riesgo de recurrencia en pacientes con cáncer diferenciado de tiroides(5) Tratamiento con 131I La ablación se refiere a la destrucción del tejido residual macroscópicamente normal o remanente tiroideo luego que se realiza tiroidectomía total o casi total(4). Su uso se basa en las siguientes premisas: • el tratamiento postquirúrgico de focos tumorales microscópicos con 131I puede disminuir la tasa de recurrencia. 20 • La ablación del tejido tiroideo residual facilita la detección temprana de recurrencia mediante la medición de TG plasmática(8). Las recomendaciones para la ablación difieren entre las distintas entidades y la mayor controversia se relaciona con el uso de 131I en pacientes de bajo riesgo. Aunque la discusión continúa acerca de la ablación Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V en malignas y ocultar un tumor que podría recurrir años mas tarde(12). con 131I luego de la tiroidectomía casi total, hay varias razones para hacerlo: 1. Un gran remanente puede disminuir la captación de iodo en metástasis cervicales o pulmonares. 2. Los altos valores de TSH necesarios para aumentar la captación de 131I no pueden alcanzarse con grandes restos tiroideos. 3. La medición de TG hecha bajo estimulación de TSH, que es la prueba más sensible para cáncer cuando no hay tejido tiroideo normal presente, generalmente requiere ablación de la captación en el lecho tiroideo. 4. Las metástasis pulmonares puede que solo sean vistas en el rastreo postratamiento luego de la ablación. 5. La ablación puede destruir células foliculares residuales normales que pueden convertirse En la Figura 11 se exponen las indicaciones para la ablación posquirúrgica. ¿Que pacientes deben recibir la ablación con I? Ya se ha mencionado anteriormente, cuales son los fines principales con los que se utiliza el 131I. En la mayoría de los casos, el objetivo de la ablación es destruir el tejido tiroideo normal luego de la tiroidectomía total, lo que permite aumentar la especificidad de la TG como marcador tumoral. Actualmente existe mayor evidencia sobre los efectos nocivos del tratamiento con iodo, por lo que es importante identificar bien los pacientes que se beneficiarán con el mismo y seleccionar la mínima dosis para lograr una ablación exitosa. En la Tabla 5 se muestran las dosis de 131I a administrar según la categoría de riesgo de recurrencia del paciente.(5) 131 Tabla 5: Dosis de 131I a administrar según el riesgo de recurrencia(5) Categoría Muy bajo riesgo Dosis de 131I No se recomienda Bajo riesgo 30 mCi Riesgo intermedio 100 mCi Alto riesgo 150-200 mCi Comentario Puede considerarse no efectuar ablación en casos seleccionados Pueden emplearse dosis de 30 o 150 mCi 131I en casos seleccionados Precaución en pacientes ancianos, con metástasis sistémicas o falla renal Figura 9: Recurrencia tumoral (con mediana de 16.7 años) luego de cirugía y ablación con 131 I comparado con pacientes tratados solo con T4 (Mazzaferri, EL, datos no publicados) Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 21 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I Tabla 6: Indicaciones para la ablación según grupos de riesgo(4) Grupo de riesgo Conducta Alto Paciente con enfermedad persistente o alto riesgo de persistencia o recurrencia. Consenso: se indica una dosis alta luego de retirar el tratamiento supresivo. Muy bajo Paciente con microcarcinoma unifocal, sin extensión mas allá de la cápsula y sin metástasis a ganglios. Consenso: no existe beneficio, por lo que no hay indicación de tratamiento con 131I. Bajo Incluye el resto de los pacientes. No hay consenso. Las guías de la ATA recomiendan la ablación en pacientes con enfermedad en estadios III y IV (AJCC/ IUCC 6° Ed.), en todos los pacientes en estadío II de 45 años ó mayores y en pacientes seleccionados en estadío I, especialmente con enfermedad multifocal, metástasis ganglionares, invasión vascular o extratiroidea y/o histología más agresivas. En las guías británicas se recomienda la ablación en la mayoría de los pacientes con tumores mayores o iguales a 1 cm(4) (Tabla 6). En la Figura 10 se exponen los factores que influyen en la decisión de realizar ablación según la ATA. Expected benefit Factors T1 T2 T3 Description Decreased risk of death Decreased risk of recurrence May facilitate initial staging and follow-up RAI ablation usually recommended Strength of evidence 1 cm or less, intrathyroidal or microscopic multifocal No No Yes No E 1–2 cm, intrathyroidal No Conflicting dataa Yes Selective usea I >2–4 cm, intrathyroidal No Conflicting dataa Yes Selective usea C Conflicting dataa Yes Yes B >4 cm <45 years old No ≤45 years old Yes Yes Yes Yes B Any size, any age, minimal extrathyroidal extension No Inadequate dataa Yes Selective usea I T4 Any size with gross extrathyroidal extension Yes Yes Yes Yes B Nx,N0 No metastatic nodes documented No No Yes No I N1 <45 years old No Conflicting dataa Yes Selective usea C >45 years old Conflicting data Conflicting dataa Yes Selective usea C Yes Yes Yes Yes A M1 Distant metastasis present a Because of either conflicting or inadequate data, we cannot recommend either for or against RAI ablation for this entire subgroup. However, selected patients within this subgroup with higher risk features may benefit from RAI ablation (see modifying factors in the text). Figura 10: Factores que impactan en la decisión de realizar ablación de restos(10) Preparación del paciente para la ablación El paciente debería ser evaluado por un especialista en medicina nuclear o un endocrinólogo, para recibir una explicación completa del fundamento del procedimiento, los efectos adversos que pudieran ocurrir, y la radioprotección durante el estudio en el servicio y al egreso del mismo. Se debe ofrecer información escrita. 22 Para que la ablación sea efectiva, se necesita de la estimulación adecuada mediante TSH, por lo que los pacientes deben recibir preparación para alcanzar dicho objetivo(8). Estudios no controlados sugieren que un valor de TSH > 30 mU/L está asociado con captación aumentada de 131I en el tumor(10). Se dispone de 2 métodos de preparación (Tabla 7). Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V Tabla 7: Métodos de preparación del paciente para la ablación. Retiro de hormona tiroidea Se suspende T4 y se rota a T3 durante 2-4 semanas, seguido de la suspensión de T3 por 2 semanas Se suspende T4 durante 3 semanas. No se administra T3 Ambos métodos pueden alcanzar niveles de TSH > 30 mU/L en >90% de pacientes Se reinicia la hormona a los 2-3 días de haber dado la dosis de 131I Además de la preparación antes descripta hay que indicar al paciente una dieta baja en iodo. Se debe sugerir evitar la sal o ingerir sal sin iodo, restringir pescados, mariscos, algas. Debe iniciarse 7 a 10 días antes de recibir la dosis de 131I y mantenerla hasta 48 hs después de la misma. No debe ser estricta para pacientes de bajo riesgo pero si debe serlo para pacientes con sospecha de enfermedad residual local o Ausencia de indicación (bajo riesgo de recidiva o de mortalidad specífica por cáncer) Cirugía completa Histología favorable T unifocal ≤ 1 cm, N0M0. Administración de Tirotrofina alfa Se administra 0,9 mg IM los días 1 y 2 y se da la dosis de 131 I al día 3 Se suele indicar en pacientes sin evidencia clínica y/o por imágenes de metástasis a distancia Tiene la misma efectividad que la suspensión de hormona El pico de TSH se da aproximadamente entre las 16 y 24 hs de la última inyección a distancia(5). Algunas consideraciones a tener en cuenta: • se debe dosar TSH (debe ser >30 mU/L) antes de administrar la dosis de 131I. • se sugiere dosar TG (asociada a aTg medidos por metodología ultrasensible) antes de la ablación. Indicación clara (empleo de gran actividad: ≥ 3,7 GBq [100 mCi]) tras la retirada de hormona tiroidea) Metástasis a distancia o Resección tumoral incompleta o Resección tumoral completa pero alto riesgo de recurrencia o mortalidad: extensión tumoral fuera de la cápsula tiroidea (T3 o T4) o afección de los ganglios linfáticos Indicación probable (empleo de actividad alta o baja: 3,7 o 1,1 GBq [100 o 30 mCi]) Tiroidectomía inferior a total o Ausencia de exéresis de ganglios linfáticos o Edad <18 años o T1> 1 cm y T2N0M0 o histología desfavorable: Papilar: célula alta, célula columnar, esclerosante difusa Sin extensión extratiroidea Folicular: ampliamente invasivo o mal diferenciado Figura 11: Indicaciones para la ablación tiroidea posquirúrgica (estadificación del riesgo)(8) Papel del rastreo corporal diagnóstico El rastreo corporal diagnóstico provee información sobre la presencia de tejido tiroideo ávido de iodo, el cual puede representar restos tiroideos normales ó la presencia de enfermedad residual en el estado postoperatorio(10). Si bien no se recomienda de rutina, puede realizarse en los casos donde no se pueda asegurar la extensión del remanente (por dudas en cuanto a la extensión de la cirugía), en pacientes de alto riesgo, sospecha de metástasis a distancia, si el resultado alterara o la decisión de tratar o la actividad de iodo que se va a administrar. Se sugiere dar una dosis baja de 0,1-1 mCi de 131I para evitar el efecto de stunning de la célula tiroidea(5). La guía de la ATA sugiere dosis de 1-3 mCi con la dosis de tratamiento dentro de las 72 hs de la dosis diagnóstica(10). Papel del rastreo corporal post ablación Se suele realizar para visualizar metástasis ya que se han reportado focos adicionales metastásicos en un 10 a 26 % de pacientes a los que se le realizó el rastreo post tratamiento, comparado con el rastreo diagnóstico. La nueva captación anormal se encontró más frecuentemente en cuello, pulmones y mediastino. La nueva enfermedad descubierta alteró el estadio de la enfermedad en aproximadamente el 10 % de los pacientes(10). Se sugiere realizar el rastreo aproximadamente 5-7 días posteriores a la ablación(5). Estadificación anatomopatológica y clínica tras el tratamiento inicial Por convención, la determinación del estadio del cáncer diferenciado se basa en la evaluación anatomopatológica con la información adicional derivada del rastreo corporal postoperatorio, si se realiza dentro de los 3 meses post-tiroidectomía. La determinación postoperatoria del estadio permite Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 23 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I estadificar el riesgo individual del paciente, lo que a su vez dicta la frecuencia y el tipo de seguimiento(8). En la Figura 12 se expone el algoritmo de seguimiento inicial del paciente con cáncer diferenciado. Figura 12: Seguimiento inicial en pacientes con cáncer diferenciado de tiroides.(10) 24 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V Rol del tratamiento supresor de TSH El cáncer diferenciado expresa el receptor de TSH en la membrana celular y responde a la estimulación de la TSH incrementando la expresión de varias proteínas tiroideas específicas (TG, transportador sodio-iodo) e incrementando las tasas de crecimiento celular. La supresión de la TSH, utilizando dosis suprafisiológicas de T4, es usado comúnmente para tratar los pacientes con cáncer tiroideo, en un esfuerzo para disminuir el riesgo de recurrencia(10). El papel del tratamiento supresor luego del tratamiento inicial es doble: 1. Corregir el hipotiroidismo mediante una dosis adecuada para conseguir una concentración plasmática normal de hormona tiroidea 2. Inhibir el crecimiento dependiente de la TSH, de las células del tumor residual, mediante la disminución de la concentración plasmática de la TSH a < de 0,1 MU/L(8). ¿Cuál es el nivel óptimo de TSH que debe alcanzarse en el posquirúrgico inmediato, acorde al riesgo de recurrencia? La mayoría de los estudios sugiere que el tratamiento hormonal supresivo sólo debe reservarse para los pacientes de alto y probablemente para los de riesgo intermedio de recurrencia(5). Debe realizarse con T4, la dosis inicial debe ser suficiente para disminuir la TSH plasmática a menos de 0,1. El valor de TSH se determina al menos 3 meses luego de iniciado el tratamiento. Al alcanzar la dosis óptima, no se debe modificar. En la Tabla 8 se describen los objetivos de la terapia hormonal inicial según los estadíos de riesgo. Los efectos adversos de la tirotoxicosis subclínica secundaria a la supresión de la TSH se expresa principalmente por complicaciones cardíacas y pérdida ósea(8). Las recomendaciones según el consenso de la SAEM se encuentran detalladas en las Tablas 8 y 9. Tabla 8: Recomendaciones según el consenso de la SAEM. Estadío de riesgo Objetivo de la terapia hormonal inicial Alto riesgo TSH < 0,1 mUI/L con hormonas periféricas normales Riesgo intermedio Idem alto riesgo Bajo riesgo TSH entre 0,1-0,5 mUI/L, con hormonas periféricas normales Muy bajo riesgo TSH normal, menor a 2 mUI/L Tabla 9: Objetivo del tratamiento hormonal durante el seguimiento (luego de evaluar la respuesta al tratamiento inicial), dentro de los 2 primeros años para pacientes en remisión Estadío de riesgo Objetivo del tratamiento hormonal Alto riesgo Mantener TSH < 0,1 mUI/L por 3-5 años Riesgo intermedio Idem alto riesgo Bajo riesgo Mantener TSH < 2 mUI/L Muy bajo riesgo Idem bajo riesgo Para pacientes con persistencia bioquímica y/o estructural se debe mantener la TSH suprimida cualquiera sea el riesgo de recurrencia. Determinación de la respuesta al tratamiento inicial Es de importancia recordar que los objetivos que se plantean en el período de seguimiento difieren de acuerdo al riesgo de recurrencia de cada paciente. En los de muy bajo o bajo riesgo, la meta principal es reconfirmar la ausencia de enfermedad luego del tratamiento inicial, mientras que en los de riesgo in- termedio y alto es detectar en forma temprana si existe persistencia o recidiva de la enfermedad(5). La evaluación inicial puede realizarse desde los 6 meses (para pacientes de alto riesgo), aunque existe la tendencia actual de diferirla hasta dentro de los 2 primeros años luego del tratamiento inicial. Hay que tener claro algunos conceptos que ayudaran en el manejo luego del tratamiento inicial, como ser las definiciones del estado de enfermedad, las cuales se exponen en la Tabla 10. Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 25 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I Tabla 10: Definiciones de estado de enfermedad Remisión de enfermedad (paciente libre de enfermedad) Persistencia estructural - No hay evidencia clínica de enfermedad - ecografía de cuello (6 meses post tratamiento inicial) normal - TG indetectable (<1ng/ml) Enfermedad persistente demostrable clínicamente o por estudios de TG >1 ng/mL sin imagen, en general asociada a valores correlación estructural de TSH > 1ng/ml con aTG (-) Consideraciones con respecto al dosaje de Tg La Tg es un marcador útil para el seguimiento de los pacientes con cáncer papilar y folicular. Se debe descartar primero la presencia de anticuerpos antiTg, éstos disminuyen y desaparecen en los pacientes en remisión completa, así, la persistencia o reaparición de dichos anticuerpos pueden considerarse “indicadores” de enfermedad. La TSH modula la producción de Tg, por lo que la primera debe medirse siempre en el momento de la determinación de la Tg(8). El valor de la Tg estimulada tras la administración de Tirotrofina alfa suele ser menor que tras la suspensión de hormona tiroidea. La Tg puede permanecer detectable durante unos meses tras la cirugía y el tratamiento con 131I, por lo que no se debe medir la Tg antes de pasados 3 meses del tratamiento inicial. Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad recurrente Como se ha mencionado anteriormente, el cáncer diferenciado de tiroides es el de mejor pronóstico entre los de cabeza y cuello. Dos trabajos indican que del 8 al 23 % de los pacientes con dicha patología, libres de enfermedad luego de un tratamiento inicial adecuado, sufre una recurrencia (2/3 de ellos dentro de los 10 primeros años)(9). Hay dos conceptos básicos para destacar: • riesgo de supervivencia: se predice por la estadificación de la AJCC/UICC • recurrencia: se debe a la existencia de metástasis regionales o a distancia, invasión vascular, de tejidos vecinos y captación fuera del lecho tiroideo. Se deben considerar tres puntos: • Los requisitos de una adecuada vigilancia: El seguimiento del cáncer de tiroides exige que no haya evidencia clínica de tumor ni captación dentro o fuera del lecho tiroideo y que la Tg sea indetectable, lo que asegura que el pa26 Persistencia bioquímica ciente no recurrirá. • Evaluación de la enfermedad clínicamente no evidente: La Tg es un marcador altamente sensible y específico luego de la cirugía + ablación. Además se comporta como predictivo de recurrencia en el 40 % de los pacientes con Tg > 5 ng/mL. El rastreo corporal es esencial en los pacientes con riesgo intermedio y alto. La ecografía pudo detectar adenopatías cervicales con Tg – en algunos < 1 cm, la PAAF y el estudio inmunohistoquímico con Tg aumentada, certifican la recurrencia de la enfermedad clínicamente no evidente. El PET scan con 18F-FDG tiene su mayor aplicación cuando la Tg se halla elevada y no se puede localizar la recurrencia por otros medios. • evaluación de enfermedad clínicamente evidente: Es esencial en todos los pacientes el examen físico completo y el conocimiento del tipo histológico. Se agrega ecografía, laringoscopía, TC, RMN, si correspondiera(9). El diagnóstico de la enfermedad locoregional persistente o recurrente se realiza por medio de estudios de imagen como ecografía o rastreo corporal y puede confirmarse mediante biopsia de una lesión ganglionar y cuantificación de Tg en el aspirado. Protocolo de seguimiento luego del tratamiento inicial Si el rastreo corporal realizado luego de la administración posquirúrgica de 131I, muestra pequeños residuos tiroideos sin captación fuera del lecho tiroideo, los pacientes se evalúan al cabo de 3 meses para determinar la TSH y Tg plasmáticas. Al cabo de 6-12 meses, el estado de la enfermedad se evalúa mediante el examen físico, ecografía cervical y determinación de Tg plasmática. Los pacientes de bajo riesgo con ecografía normal y Tg indetectable se consideran curados, ya que las recurrencias posteriores son infrecuentes (<1 % a Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V los 10 años). Los pacientes de muy bajo riesgo, tratados con lobectomía, se siguen periódicamente mediante eco- grafía y medición de Tg plasmática(8). En la Figura 13 se muestra el algoritmo de seguimiento luego del tratamiento inicial. Tiroidectomía total Ablación con 131I y RCT postratamiento 3 meses: control del adecuado tratamiento LT4, TSH, LT4, (3TL) mientras recibe LT4 6-12 meses: TSHhr-Tg* y ecografía cervical mientras recibe LT4 Tg indetectable, sin otras anomalías Tg detectable < límite convencional: sin otras anomalías Tg detectable > límite convencional y/u otras anomalías Disminuir la dosis de LT4; evaluación anual, en tratamiento de LT4, con dterminaciones TSH, T3I, T4I y Tg y ecografía cervical Repetir TSHhr con Tg a intervalos > anuales Retirar LT4; tratamiento con gran actividad de 131I RCT postratamiento (y/o cirugía) Indetectable Disminución, pero detectable: continuar la supresión de TSH, repetir el estudio al cabo de 1 año Aumento Figura 13: Diagrama de flujo de seguimiento tras el tratamiento inicial (cirugía + ablación) *si la Tg basal es detectable no es necesaria la estimulación con TSHhr y el paciente necesita de técnicas de imagen y/o tratamiento. Seguimiento a largo plazo En los pacientes de bajo riesgo sin evidencia de enfermedad en la evaluación al cabo de 9-12 meses, se disminuye la dosis de T4, con el objetivo de obtener un valor de TSH en el límite inferior de la normalidad. En los pacientes considerados de alto riesgo, es más aconsejable mantener la TSH en valores bajos durante 3-5 años. Incluso en estos pacientes el riesgo de recurrencia es escaso cuando no hay evidencia de enfermedad. El seguimiento consiste en determinaciones anuales de TSH y Tg junto al examen físico, siempre que no haya evidencia de enfermedad y debe ser de por vida(8). Tratamiento de pacientes con enfermedad recurrente En el seguimiento prospectivo hasta por 30 años, se puede identificar la presencia de recurrencias locoregionales en un número importante de pacientes, las que representan aproximadamente las dos terceras partes de los casos. La presencia de recurrencia reduce la sobrevida libre de enfermedad e incrementa la mortalidad(4). Las recurrencias pueden ocurrir en el compartimiento central del cuello, o en territorio laterocervical o mediastinal. En las recurrencias cervicales aisladas la cirugía es el tratamiento de elección. Las adenopatías con tamaño < 8 mm en compartimiento central o lateral, estables, no progresivas, aún con características ecográficas sospechosas pueden ser observadas, siempre manteniendo la supresión de TSH(5). El compromiso de la vía aerodigestiva causa entre 30 y 50 % de la mortalidad en el cáncer diferenciado de tiroides, se trata en forma quirúrgica asociado a 131I y/o eventual radioterapia externa posterior. En los casos en que la cirugía no sea posible, las opciones de tratamiento son: • 131I en lesiones ávidas que evidencien respuesta • radioterapia externa en lesiones sintomáticas • control evolutivo en enfermedad estable • inhibidores de tirosina kinasa • procedimientos locales como alcoholización o ablación con radiofrecuencia en lesiones de bajo volumen Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 27 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I Enfermedad recurrente indetectable en estudios de imagen Hay pacientes con cáncer recurrente que se identifica por aumento de la Tg y que no se detecta por medios de imagen. Múltiples estudios han mostrado un efecto benéfico del 131I administrado en forma empírica en estos casos. La ATA considera que estos pacientes podrán tratarse con dosis de 100-200 mCi de 131I(4). Tratamiento del paciente con enfermedad metastásica Las metástasis descubiertas durante el período de seguimiento son la probable manifestación de enfermedad persistente que ha sobrevivido el tratamiento inicial. Ocurren en menos del 10 % de los casos y si están presentes se asocian a una sobrevida a 5 años de un 50 %. Se detectan al momento del diagnóstico de cáncer diferenciado en un 50 % de los pacientes, de los cuales, un 50 % tiene metástasis solo en pulmón, un 20 % en pulmón y huesos, 25 % solo en hueso y un 5-10% en otros sitios(2). El pronóstico es mejor si las lesiones son ávidas por 131 I, lo que ocurre en aproximadamente un 68 % de los casos. Del total de pacientes con metástasis captantes, la terapia con 131I logra una respuesta completa en cerca del 45% de los casos. El manejo preferente del tratamiento (en orden) es la escisión quirúrgica de la enfermedad locoregional en pacientes potencialmente curables, terapia con 131I para enfermedad ávida por el mismo, radioterapia externa, observación para pacientes con enfermedad estable o asintomática lentamente progresiva y estudios experimentales, especialmente para pacientes con enfermedad macroscópica progresiva refractaria(10). Hay localizaciones de metástasis como en hueso y SNC que implican un alto riesgo de morbilidad, y que deben recibir un tratamiento dirigido a evitar complicaciones. En los casos que las metástasis concentren 131I, éste es el tratamiento de primera elección. En la Figura 14 se muestran las distintas maneras de definir la dosis de Iodo a administrar. Si bien el 131I es potencialmente curativo en aproximadamente un 30 % de los casos, su utilidad se suele observar especialmente en pacientes jóvenes, con tumores bien diferenciados y enfermedad micronodular pulmonar. Independientemente de la capacidad de concentrar 131 I, la curación es poco probable en macrometástasis pulmonares o metástasis óseas. 28 El tratamiento con 131I no debería repetirse en ausencia de un beneficio real (reducción del volumen de enfermedad documentado en estudios de imágenes). Selección de dosis Dosis empírica fija Formas de definir la dosis a administrar Dosimetría corporal total Dosimetría lesional Figura 14: Formas de administración de dosis de 131I La dosis fija es el método más simple y más ampliamente usado. En el caso de metástasis a distancia los pacientes son tratados por lo general con 200 mCi. La dosimetría corporal total es la dosis máxima tolerada que permita una radiación a las 48 hs segura para la médula ósea y otros órganos, basado en cálculos dosimétricos. En la dosimetría lesional, se utiliza dosimetría cuantitativa para estimar la captación y retención del tumor. La dosis de tratamiento se calcula para entregar una aceptable dosis de radiación a la lesión sin exceder los limites de seguridad para médula ósea y otros órganos(12). En pacientes mayores de 70 años se recomienda que la dosis no supere los 200 mCi. Método de preparación El método clásico de preparación para el tratamiento es el hipotiroidismo. Aunque en dos estudios retrospectivos sugieren una absorción menor de radiación en las lesiones cuando el paciente fue preparado con Tirotrofina alfa, quedan excluídos de la posibilidad de usar este último, aquellos pacientes que no puedan elevar TSH por tener metástasis funcionantes, en aquellos en quienes sería riesgoso tener el período de hipotiroidismo ó aquellos que no puedan elevar la TSH por patología hipofisaria. Manejo de pacientes con enfermedad metastásica radiorresistente Hasta el momento no hay terapia disponible que logre una respuesta completa y persistente en este grupo de pacientes. Dado que en la mayoría de estos casos las lesiones progresan lentamente, se sugiere la observación seriada con imágenes (cada 6-12 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V meses), medición de Tg en supresión y mantener la TSH suprimida (<0,1 mUI/mL) si la condición cardíaca del paciente así lo permite(2). Manejo de metástasis específicas a cada órgano El manejo general se basa en los siguientes principios oncológicos: 1) la morbimortalidad está aumentada en pacientes con metástasis a distancia, aunque el pronóstico individual depende de distintos factores como: a) histología del tumor primario b) distribución y número de sitios con metástasis a distancia c) volumen total de metástasis d) edad al diagnóstico e) avidez por 131I y por 18F-FDG 2) la respuesta favorable al 131I y/o cirugía se asocia a una mejor sobrevida 3) es importante reconocer cuando el 131I dejo de ser útil en un paciente en particular 4) 5-20 % de los pacientes mueren por enfermedad progresiva cervical, por lo que no se debe descuidar el manejo de una posible enfermedad locoregional en el seguimiento de estos pacientes(2). En la Tabla 11 se resumen los sitios más frecuentes de metástasis y su tratamiento. Pulmón Es el sitio más frecuente de diseminación a distancia. En caso de lesiones únicas se recomienda la resección, aunque la mayoría de los pacientes tienen lesiones múltiples(5). Los pacientes con micrometástasis son los que más se benefician de la terapia con 131I. En general se recomiendan dosis entre 100-200 mCi. El tratamiento se debe repetir cada 6-12 meses, mientras se evidencia respuesta clínica y no exista toxicidad actínica (la dosis acumulada no debe superar los 600 mCi)(5). Macrometástasis pulmonares La respuesta a la terapia con 131I en estos pacientes es en general pobre. No más del 40 % tiene lesiones ávidas y menos del 10 % tiene una respuesta completa. Se prefiere usar dosis de 150-200 mCi o sea, dosis mayores por las siguientes razones: a) Lesiones grandes tienen menor capacidad de captación y requieren mayor dosis intralesional para que el 131I tenga efecto b) A mayor dosis recibida, mayor es la dosis intralesional en pacientes con lesiones captantes. Se puede repetir la dosis siempre que exista captación de 131I, se observe respuesta clínica y la dosis acumulada no supere los 600 mCi. Se sugiere repetir la dosis en un período no menor a 12 meses. La reducción de la captación de las lesiones en el seguimiento no es un claro indicador de respuesta ya que sólo puede significar una pérdida de la capacidad de captar el 131I y no necesariamente una disminución de la masa tumoral(2). Metástasis óseas Algunos de los elementos clave para la toma de decisiones son: a) Presencia de fracturas patológicas b) Presencia de lesiones con riesgo de fractura en sitios de apoyo (cadera, columna, fémur) c) Compromiso neurológico secundario a lesiones vertebrales d) Dolor e) Avidez por 131I f) Riesgo de exposición significativa a radiación en lesiones pélvicas captantes de 131I Las metástasis óseas ocurren en aproximadamente el 10 % de los casos, siendo más frecuentes en pacientes añosos y en el carcinoma folicular. La resección quirúrgica de lesión ósea sintomática se asocia a significativa mejoría de la sobrevida y debiera ser considerado especialmente en menores de 45 años con enfermedad lentamente progresiva. También se puede realizar resección en lesiones asintomáticas en zonas de soporte, donde hay riesgo de fractura. Aunque el 131I rara vez es curativo se ha asociado a mejoría de la sobrevida y se podría administrar una dosis de 200 mCi. Si las metástasis se encuentran en zonas donde un proceso inflamatorio agudo puede causar fractura o complicaciones neurológicas, se sugiere el uso de radioterapia externa y corticoides. No hay evidencia clara que demuestre beneficio del tratamiento de metástasis óseas que no sean ávidas de 131I(2). Metástasis en sistema nervioso central Ocurren en menos del 1 % de los casos. Típicamente aparecen en pacientes con enfermedad avanzada y metástasis ya presentes en otros sitios y se asocian a un mal pronóstico. No hay evidencia clara sobre la eficacia del 131I. En los casos de lesión única se realiza la resección quirúrgica completa, independientemente de la avidez Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 29 Diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides (restos, recidivas y metástasis) con 131I por 131I. Si la cirugía no es posible, debe plantearse radioterapia externa. b) Enfermedad metastásica progresiva en un período < 12 meses desde la última dosis administrada Es importante reconocer aquellos casos en los que c) Pacientes que presentaron algún grado de resse espera un reducido o nulo beneficio del uso de 131I puesta a terapias previas con 131I, pero en los (radioresistentes) ó en quienes el riesgo de nuevas cuales los riesgos de tratamientos posteriores dosis de 131I sobrepase los pocos beneficios espera(2) sobrepasa los beneficios (fibrosis pulmonar ó dos . Entre estos pacientes se pueden incluir: supresión de médula ósea) ó la dosis acumulaa) Pacientes con lesiones no ávidas por 131I da sobrepasa los 600 mCi. Tabla 11: Sitios más frecuentes de metástasis y su tratamiento Sitio de metástasis Tratamiento Pulmón Lesión única: resección quirúrgica micro y macrometástasis: 131I Hueso Lesión sintomática: resección quirúrgica lesión asintomática en zonas de soporte: ídem SNC Lesión única: resección quirúrgica (si no es factible, radioterapia externa) Es importante tener en cuenta que el 131I también tiene efectos nocivos, que se pueden dividir en tempranos y tardíos. En cuanto a las complicaciones agudas del tratamiento con 131I, cerca de 2/3 de los pacientes que recibieron dosis de 200 mCi ó más, desarrollan enfermedad leve por la radiación caracterizada por cefalea, nauseas y vómitos que comienzan cerca de las 4 horas después de la administración de la dosis y resuelve dentro de las 24 hs(12). Efectos tempranos La tiroiditis por radiación, con edema y dolor, es más frecuente en los pacientes con grandes restos tiroideos y se puede aliviar con el uso de corticoides. Las alteraciones del gusto y el olor son frecuentes pero transitorias. La hidratación abundante y la administración de zumo de limón 24 hs luego de la dosis pueden limitar la sialoadenitis. La exposición de la vejiga y las gónadas a la radiación puede limitarse mediante la hidratación, y la exposición del colon mediante un tratamiento laxante. Se ha observado hipospermia luego del tratamiento pero suele ser transitoria. Si se planea realizar numerosas tandas de 131I, se debe ofrecer los servicios de un banco de esperma a los hombres antes del tratamiento. No se debe concebir antes de pasados al menos 4 meses del tratamiento, que es la duración de la vida de un espermatozoide. En la mujer, si se retrasa la concepción hasta por lo menos 6 meses después del tratamiento, no hay aumento del riesgo de un resultado anormal del embarazo. Antes de administrar 131I se debe suspender la lactancia(8). 30 Efectos tardíos Se ha notificado un aumento significativo de daños a las gónadas, médula ósea y pulmones, y la inducción de tumores secundarios, y leucemia en pacientes tratados con grandes actividades acumulativas de 131I (>600 mCi). Conclusión Es de importancia realizar una revisión del cáncer diferenciado de tiroides, ya que es el cáncer endócrino más común y una de las patologías más frecuentes que el médico nuclear debe conocer y saber manejar adecuadamente. Además, su incidencia a nivel mundial (salvo excepciones) aumentó exponencialmente (a expensas de tumores de estirpe papilar). El pronóstico del cáncer diferenciado es generalmente favorable, con una sobrevida mayor al 95 % a 5 años. Puede presentar recidiva, y el riesgo de la misma depende de las características del tumor primario pero también del tratamiento inicial realizado. Con respecto al tratamiento ablativo, la principal consideración a tomar en cuenta es minimizar la toxicidad mientras se mantiene una tasa razonable de efectividad. Se debe enfatizar lo que concierne a la estadificación y estratificación de riesgo, ya que son elementos utilizados para evaluar el pronóstico de un paciente, decidir el uso o no de 131I luego de la cirugía y decidir la frecuencia e intensidad del seguimiento. En el último tiempo surgió el concepto que un paciente con bajo riesgo de mortalidad puede tener un alto riesgo de recidiva de la enfermedad, por lo Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 Sánchez V que la clasificación del paciente según el riesgo de recurrencia es uno de los pasos fundamentales para establecer cuál será la probabilidad que el paciente se encuentre en remisión, o presente enfermedad estructural durante el seguimiento. La ATA actualizó sus guías, en las cuales, se ha ido modificando progresivamente la actitud frente al cáncer de tiroides, haciéndola más racional con menos procedimientos invasivos y teniendo en cuenta su verdadera naturaleza, ya que más del 80 % de los casos tienen muy buen pronóstico, y la sobreactuación sobre los mismos genera en ocasiones, más riesgos que beneficios. Por último, pero no menos importante, se debe reforzar la relación médico paciente en lo que respecta a todo lo que concierne al uso del 131I, ya sea en procedimientos diagnósticos o terapéuticos, brindando al paciente (y a su grupo familiar) toda la información (en forma clara y detallada) sobre sus riesgos y beneficios, para así disminuir la incertidumbre, temores, etc. que pudieran surgir con el tratamiento para poder lograr una buena adherencia al mismo y el cumplimiento de las normas de seguridad radiológica. 7.Cecil. Tiroides. Tratado de Medicina Interna. 21th Ed. Mc Graw Hill, 2002, 1380-1382. 8.Pacini F, Schlumberger M, Henning D y cols. Consenso europeo para el tratamiento de los pacientes con carcinoma tiroideo diferenciado del epitelio folicular, Eur J Endocrinol. 2007; 14: 787-803. 9.Gómez Sáez JM. Toma de posición en relación con el protocolo de tratamiento actual del nódulo y el cáncer diferenciado de tiroides. Endocrinol Nutr. 2010; 57(8): 370-375. 10.Cooper DS, Doherty GM y cols. Revised american thyroid association management guidelines for patients with thyroid nodules and differentiated thyroid cancer. Thyroid. 2009; 19(11): 1167-1199. Disponible en :thyca.org/ download/document/.../dtcguidelines.pdf 11.González Aguilar O, Simkin D, Pardo H y cols. Cáncer tiroideo recurrente. Diagnóstico y tratamiento y riesgo de supervivencia. Rev .Arg.Cir. 2012; 102(1). Disponible en: http:// www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S2250639X2012000100004&script=sci_arttext 1.Brito JP, Morris JC, Montori VM. Detección del cáncer de tiroides. BMJ. 2013; 347: f4706. 12.Pryma DA, Mandel SJ. Radioiodine therapy for thyroid cancer in the era of risk stratification and alternative targeted therapies. J Nucl Med. 2014; 55(9): 1485-1491. 2.Chile: Ministerio de Salud, Santiago de Chile. Homepage en internet. 2013. Disponible en: soched.cl/XXV_congreso/guia-clinica-minsal%202013.pdf 13.Mazzaferri ER, Kloos RT. Current approaches to primary therapy for papillary and follicular thyroid cancer. J Clin Endocrinol Metab.2001; 86(4): 1447-1461. Bibliografía 3.Harrison. Capítulo 320: Trastornos de la glándula tiroides. En: Principios de medicina interna. 17th Ed. Mc Graw Hill, 2006. Disponible en: www.freelibros.org 4.México: Sociedad mexicana de nutrición y endocrinología. Homepage en internet. 2006. Disponible en: www.endocrinologia.org.mx/ descargas/consensos/guia2009.pdf 5.Pitoia F, Califano I, Vázquez A y cosl. Consenso intersocietario sobre tratamiento y seguimiento de pacientes con cáncer diferenciado de tiroides, Rev Asoc Argent Biol Med Nucl. 2014; 5(N° Extr.): 6-35. 6.Mexico: Consejo de Salubridad General. Homepage en internet. 2009 Disponible en: www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/.../ gpc_tumor_tiroideo.pdf Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 8-31 • 2016 31 Encuesta individual, anónima y no vinculante para la evaluación del estado de situación de los Técnicos en Medicina Nuclear en Argentina. Individual, anonymous and non-linking survey for the assessment of the status of Nuclear MedicineTechnicians in Argentina Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear (AAByMN) [email protected] vol 7 nº 1 : 32–38 ENERO - ABRIL 2016 ARTÍCULO ESPECIAL Resumen La situación de los Técnicos en Medicina Nuclear en Argentina es heterogénea. Con el objeto de relevar el estado de situación, se realizó una encuesta virtual, individual, anónima y no vinculante convocada por la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear (AAByMN). En este trabajo se presentan los resultados de esta encuesta para ser discutidos por todas las partes interesadas. Abstract The situation of Nuclear Medicine Technicians in Argentina is heterogeneous. In order to relieve the state of situation, a virtual, individual, anonymous and non-linking survey organized by the Argentine Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear (AAByMN) was performed. This article presents the results of this survey for the discussion by all those interested parties. Palabras clave: Técnicos en Medicina Nuclear, Encuesta Key words: Nuclear Medicine Technicians, Survey 32 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 32-38 • 2016 comisión directiva de la asociación argentina de biología y medicina nuclear (aabymn) Introducción La situación de los Técnicos en Medicina Nuclear en Argentina es heterogénea. Por lo tanto, se decidió investigar el estado de situación de los mismos en nuestro país. El objetivo de esta pesquisa es reportar los resultados de la encuesta virtual, individual, anónima y no vinculante convocada por la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear (AAByMN) en marzo de 2015 para evaluar el estado de situación acerca de ciertos aspectos de la población de trabajadores Técnicos de los Servicios de Medicina Nuclear (SMN) en Argentina. Materiales y Métodos Se confeccionó un cuestionario, a través de la creación de un formulario de Google® conteniendo 15 preguntas de carácter obligatorio y un espacio final de llenado optativo para información de contacto. Las preguntas abarcaron tres aspectos temáticos de interés: i- sobre información general mediante 4 consultas, ii- sobre formación y experiencia en Medicina Nuclear convencional en 5 consultas y iiisobre formación y experiencia en Tomografía por emisión de Positrones (PET) a través de 6 consultas. El esquema del cuestionario se muestra en la Figura 1. El formulario se mantuvo disponible desde el 17 de marzo al 5 de abril del 2015. El acceso al enlace electrónico del formulario se difundió mediante tres estrategias: 1) notificación por correo electrónico a todos los integrantes de la base de datos de Técnicos en Medicina Nuclear de la AAByMN; 2) notificación por correo electrónico a todos los profesionales médicos socios de AAByMN quienes asumieron el compromiso de difundirlo entre sus compañeros de trabajo que se desempeñan en el área técnica del Servicio; 3) publicación del acceso al cuestionario en el grupo de la red social Facebook “Técnicos en Medicina Nuclear”. Cabe aclarar que en este último caso, sólo los integrantes que desempeñan sus funciones en Argentina eran convocados para responder el cuestionario, ya que el sitio cuenta con más de 1000 integrantes de toda Latinoamérica. Los datos obtenidos al cierre de la consulta fueron analizados mediante el uso de Microsoft® Excel® y se muestran en diversos formatos. Figura 1. Esquema del cuestionario. Lugar de residencia Edad ¿Posee permiso individual para el manejo de isótopos radiactivos? ¿Desde que año se desempeña en servicios de Medicina Nuclear? ¿Ha realizado algún curso o carrera de formación específica en Medicina Nuclear? Sí ð ð ð ð No ¿En que institución? Año de egreso del curso o carrera ¿Cuál fue la duración del Curso? ¿Cuál fue el título obtenido? ¿Ha realizado algún tipo de pasantía, reemplazo o trabajo en un servicio PET o PET/CT? Sí No ¿Cuánto duró? ¿Ha realizado algún curso de formación específica en PET o PET/CT? Sí No ð ¿En que institución? ð ¿Cuál fue la duración del Curso? ð Año de realización Si desea ser contactado por alguna información faltante por favor ingrese su teléfono. Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 32-38 • 2016 33 evaluación del estado de situación de los técnicos en medicina nuclear en argentina Resultados Se recibieron y analizaron 299 cuestionarios al momento del cierre. A continuación se muestran los resultados. i) Sobre información general Pregunta 1: Lugar de residencia Pregunta 2: Edad 34 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 32-38 • 2016 comisión directiva de la asociación argentina de biología y medicina nuclear (aabymn) Pregunta 3: ¿Posee permiso individual para el manejo de isótopos radiactivos? Pregunta 4: ¿Desde que año se desempeña en servicio de medicina nuclear ? ii)Sobre formación y experiencia en Medicina Nuclear convencional. Pregunta 5: ¿Ha realizado algún curso o carrera de formación específica en medicina nuclear (MN)? Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 32-38 • 2016 35 evaluación del estado de situación de los técnicos en medicina nuclear en argentina Las preguntas 6, 7, 8 y 9 solo fueron respondidas por quienes contestaron SI en la pregunta 5. Pregunta 6: ¿En que institución? Institución Facultad de Farmacia y Bioquímica - UBA Nro de individuos 57 Porcentaje Localidad 32,76 Buenos Aires Comisión Nacional de Energía Atómica 29 16,67 Buenos Aires Hospital Fernández 30 17,24 Buenos Aires Universidad Nacional de Córdoba 20 11,49 Córdoba Instituto Superior de Tecnología Médica 4 2,30 Rosario Universidad Nacional de San Martín 10 5,75 Buenos Aires Universidad Maimónides 4 2,30 Buenos Aires Di Rienzo 3 1,72 Córdoba Exterior Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear FADEI 3 1,72 Cuba, España, Ururguay 2 1,15 Buenos Aires 2 1,15 Buenos Aires Universidad Tecnológica Nacional Facultad de Ciencias Exactas y Naturales UBA Facultad de Medicina - UBA 1 0,57 Buenos Aires 1 0,57 Buenos Aires 1 0,57 Buenos Aires Htal Eva Perón 1 0,57 Buenos Aires IUDEN 1 0,57 Buenos Aires ATSA 1 0,57 No especifica filial ATSA Tucumán 1 0,57 Tucumán On line 1 0,57 No Aplica Instituto Pinos de Anchorena 1 0,57 Mar del Plata Facultad de Ingeniería 1 0,57 Rosario Pregunta 7: Año de egreso del curso o carrera 36 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 32-38 • 2016 comisión directiva de la asociación argentina de biología y medicina nuclear (aabymn) Pregunta 8: ¿Cuál fue la duración del curso? • Pregunta 9: ¿Cuál fue el título obtenido? Título obtenido Técnico Universitario en Medicina Nuclear Lic. en Producción de Bioimágenes con orientación en Medicina Nuclear de Radioisótopos Menor o igual a 0,5 39 14 Mayor a 0,5 y menor a1 6 1 1 Mayor o igual a 1 y menor a 2 12 21 1 Mayor o igual a 2 y menor a 3 1 29 Mayor o igual a 3 Metodología Técnico Superior en Me- Técnico en Medicina Nuclear Duración (años) 9 dicina Nuclear Técnico en diagnóstico por imágenes Otros No finalizó 1 4 3 2 11 9 1 6 1 2 Cabe aclarar que si bien la Pregunta 9 decía específicamente “título obtenido”, se aceptaron como respuestas válidas a aquellos cursos que entregan “certificado de aprobación”. iii) Sobre formación y experiencia en Tomografía por emisión de Positrones (PET) Pregunta 10: ¿Ha realizado algún tipo de pasantia, reemplazo o trabajado en un servicio PET o PET/CT? Pregunta 11: ¿Cuánto duró? (solo fue respondida por quienes contestaron SI en la pregunta 10) Pregunta 12: ¿Ha realizado algun curso de formación específica en PET o PET/CT? Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 32-38 • 2016 37 evaluación del estado de situación de los técnicos en medicina nuclear en argentina Pregunta 13: ¿En qué institución? • Pregunta 14: ¿Cuál fue la duración del curso? Pregunta 15: Año de realización Espacio de llenado optativo Del total de respuestas solo el 60 % ingresaron datos en este ítem, de ellos el 58% ingreso números de teléfono y el 2% ingresó direcciones de mail. Discusión La mayoría de los trabajadores Técnicos participantes no poseen Permiso Individual para el manejo de isótopos radiactivos con propósito Técnico. Analizando la relación entre el lugar de residencia y la tenencia del Permiso Individual entre los participantes, se encontró que el 91.5% de los residentes en el interior y, el 69.3% de los que residen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires, no poseen Permiso Individual. Estos porcentajes representan 232 individuos encuestados que aún no tienen regularizada su situación respecto a la norma AR 8.2.4. Dado que los resultados ponen de manifiesto aspectos de importancia relevante para la realidad profesional diaria de los profesionales Técnicos consideramos oportuno que el análisis de los mismos debería ponerse a consideración en el marco multisectorial que comunicación. Por ello proponemos un taller de participación y discusión abierto a la comunidad de la Medicina Nuclear: técnicos, médicos, asociaciones, entidades educativas, entidades regulatorias, y cualquier interesado en la problemática. Allí, conjuntamente, podremos revisar los resultados, sacar conclusiones y elaborar posibles estrategias para la adecuación más inmediata a los requerimientos de la norma AR 8.2.4. Para tal fin, proponemos su realización para el día 12 de mayo de 2016 a las 18 horas en la sede de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear sita en la calle Luis Sáenz Peña 250, 6to piso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 38 Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 32-38 • 2016 Reglamento de la Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear La revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear es el órgano oficial de difusión de la AABYMN. La versión impresa se distribuye gratuitamente a los miembros de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear y la versión electrónica es de acceso totalmente libre, con el objetivo de difundir los artículos entre todos los miembros de la comunidad científica para fines de investigación, de docencia y de la práctica clínica. Es una publicación periódica cuya base se cimenta en dos principios fundamentales: a) Publicar las investigaciones más interesantes en lo que respecta a los temas de y relacionados con la Biología y Medicina Nuclear siempre que se ajusten a los requerimientos científicos y técnicos establecidos por el Comité Editor. b) Proporcionar una rápida respuesta a los autores en la revisión y publicación de los artículos. Todos los trabajos originales serán sometidos al arbitraje de dos revisores independientes de trayectoria reconocida en el tema que permanecerán anónimos. Así mismo los revisores no tendrán acceso a conocer los nombres de los autores ni el lugar o lugares donde fue realizado el trabajo hasta la publicación del mismo. Los revisores se expedirán dentro de los treinta (30) días de recibidos los artículos como trabajo “aceptado sin modificaciones”, “aceptado con modificaciones” o “rechazado”. El fallo es inapelable. La Dirección se reserva el derecho de introducir – con el conocimiento de los autores- las modificaciones que considere necesarias. Se admitirá la publicación de trabajos de autores de habla no hispana en idioma inglés. Las secciones a desarrollar por la revista son: 1) Editorial 2) Artículos originales 3) Actualizaciones y/o revisiones 4) Artículos especiales (compuestos por Comunicaciones Breves, Ateneos Anatomoclínicos, Resolución de problemas clínicos, Reporte de casos) 5) Imágenes en Biología y Medicina Nuclear 6) Información General (Comentarios de libros, revistas o material informativo, congresos, jornadas, información sobre las actividades de interés científico de la especialidad). 7) Correo de lectores o Cartas al Editor Los trabajos deberán remitirse acompañados por una solicitud de publicación firmada por uno de los autores, por correo electrónico a la dirección: [email protected] Formato gráfico: La presentación de los artículos se realizará en castellano (en inglés para autores de habla no hispana) en un archivo de Word, tamaño de página A4, en tipografía Arial tamaño 10 con un interlineado de 1,5 pudiendo incluir tablas e imágenes. Las referencias a las citas bibliográficas deberán estar expresadas en superíndice. Las ilustraciones correspondientes al trabajo deberán presentarse en archivos en cualquiera de los formatos siguientes: jpg, tiff o psd pudiendo ser en escala de grises o en color (CMYK), con adecuado contraste, en tamaño de 9 x 12 cm o mayor y con una resolución de 300 dpi. Cumplidas las condiciones anteriores podrán estar insertadas en su correspondiente caja de imagen dentro del archivo de Word en el que se envía el trabajo colocando a continuación de cada una el epígrafe de la misma y en la ubicación correspondiente. Las tablas deberán ser confeccionadas en forma clara, numeradas en caracteres romanos y con su título correspondiente. Las abreviaturas y símbolos deberán estar especificados al pie de las tablas. Deberán tener como máximo una extensión de 1 página. Los artículos se desarrollarán según el siguiente ordenamiento: a) Título; en todos los casos en español e inglés. b) Resumen (en castellano y en inglés). Debajo de cada uno colocar 3 palabras claves (en castellano e inglés); c) Introducción; d) Materiales y métodos; e) Resultados; f) Discusión; g) Conclusiones; h) Bibliografía. Título: Deberá ser consignado sin abreviaturas, será breve y preciso. En renglón aparte se detallará la nómina de autores, separados por comas, comenzando por el apellido completo, seguido de las iniciales de los nombres. En el párrafo siguiente el nombre de la/s institución/es u hospital/es (sin abreviaturas) donde se realizó el trabajo. En caso que el trabajo haya sido realizado en más de una institución, agregar atrás del nombre de cada autor un número en superíndice que lo relacione con la institución declarada en el párrafo siguiente. Aclarar en todos los casos el autor a quien se deberá dirigir la correspondencia mediante la inclusión del domicilio postal (mencionando el país de origen), Tel/Fax y el e-mail del autor. Resumen (castellano e inglés): Cada trabajo deberá presentar un resumen en castellano y otro en inglés los cuales proporcionarán por sí mismos una idea concisa de cada uno de los puntos antes mencionados; no deben ser más extensos de 250 palabras cada uno. Deberán consignarse 3 palabras claves en español y 3 en inglés, utilizando términos del Medical Subjects Headings del Index Medicus. Introducción: Deberá incluir los fundamentos y objetivos del trabajo. Materiales y métodos: Detallará claramente la población utilizada en el trabajo (grupos controles y pacientes), las características del material, la metodología empleada y el método Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 39-40 • 2016 39 estadístico utilizado en la evaluación de los resultados. En el caso de los estudios clínicos, se debe incluir una declaración que indique la aprobación del Comité de Ética Institucional o autoridad competente y además se debe dejar constancia que se obtuvo de cada paciente el consentimiento informado por escrito y que el protocolo de estudio se realizó conforme a las normas éticas de la declaración de Helsinki 1975. Resultados: Deberán estar expresados con claridad en forma cualitativa o cuantitativa (utilizando valores numéricos expresados en las unidades internacionales habituales) en forma de texto, tablas y/o gráficos. Discusión: Analiza los resultados y los hechos que tengan relación directa con los mismos, las relaciones entre éstos y el objetivo inicialmente propuesto y su confrontación con los conocimientos establecidos previamente. Conclusiones: Deberá ser concreta expresando claramente las conclusiones del trabajo. Referencias: Los autores son responsables de verificar la exactitud e integridad de los referencias. Sólo se incluirán las referencias que hayan sido consignadas en el artículo, ordenadas numéricamente en forma correlativa. Se hará figurar inicialmente la nómina de autores separados por comas, comenzando por el apellido, seguido por las iniciales de los nombres. Cuando el número de autores sea mayor de 6, se hará mención sólo a los primeros 3 seguidos de la sigla «y col.»; a continuación se consignará el título del trabajo seguido del nombre de la revista en forma abreviada, según lo establezca por el «Index Medicus»; año de publicación, punto y coma, número de volúmen dos puntos, página inicial, guión, página final. Ejemplo: Kaldor JM, Day EN, Clarke EA y col. Leukemia following Hodgkin’s disease. N Engl. J Med 1990; 322:7-13. Cuando se trate de libros se harán figurar el nombre del autor/es, título del capítulo, título del libro, editor/es, año de aparición, páginas separadas por guión, agregando el número de edición si no fuera la primera edición, editorial, y ciudad. Ejemplo: Hughes TP and Goidman JM. Chronic myeloid leukemia. Hematology: Basic Principles and Practice. R. Hoffman, El Benz, Sj Shatill, B Ftirie y EJ Coben 1991, p 854-869. Churchill Livingstone, Edinburgh Las Editoriales serán consideradas para su publicación exclusivamente las realizadas a solicitud del Comité Editor. Tendrán título y texto con características de monografía, en lo posible con una extensión no mayor de 2 páginas (respetando el formato gráfico detallado más arriba), con un máximo de 5 referencias bibliográficas, figurando al final el nombre del autor y su e-mail. Los Artículos originales deben ser originales e inéditos en el país. Se podrán publicar en este ítem aquellos trabajos de autores argentinos que fueron publicados en revistas extranjeras, siempre que cuenten con la debida autorización del Editor responsable de la revista en la que fuera publicado originalmente. En lo posible con una extensión no mayor de 10 páginas (respetando el formato gráfico detallado más arriba). Las Actualizaciones y/o revisiones serán solicitadas por el Comité Editor. En lo posible con una extensión no mayor 40 de 10 páginas (respetando el formato gráfico detallado más arriba). Artículos especiales estarán compuestos por Ateneos Anatomoclínicos, Reporte de casos, Resolución de problemas clínicos y Comunicaciones breves. Los reportes de casos no deberán exceder de 3 páginas, con un máximo de 3 ilustraciones. En el caso de los ateneos anatomoclínicos se procederá de la misma forma que en los artículos originales. Imágenes en Biología y Medicina Nuclear destinados a exponer claramente temas de diversa índole. Ocuparán 1 página (respetando el formato gráfico detallado más arriba) y se desarrollarán según el orden siguiente: Título, texto conciso, imagen, nombre del autor/es. Podrá agregarse 1 cita bibliográfica haciendo constar sólo el nombre de la revista y su identificación. Información General: En lo posible tendrán una extensión no mayor de 4 páginas (respetando el formato gráfico detallado más arriba) En el Correo de lectores o Cartas al editor se publicarán opiniones sobre situaciones clínicas y experiencias que puedan relacionarse o no con los artículos publicados en la revista, con sentido crítico, objetivo y/o educativo, aceptándose derecho a réplica en caso de opinar sobre algún trabajo publicado. En lo posible con una extensión no mayor de 2 páginas (respetando el formato gráfico detallado más arriba) y se aceptarán hasta 4 citas bibliográficas. El Comité Editor acusará recibo de los artículos presentados, informando acerca de la aceptación, modificación o devolución dentro de los 30 días de la recepción. El Comité Editor se reserva el derecho de introducir las modificaciones que sean necesarias para una mejor compaginación de la Revista o por razones económicas. La responsabilidad por el contenido, afirmaciones y autoría de los artículos publicados pertenece exclusivamente a sus autores. Estos deberán retener una copia del original pues la Revista, no acepta responsabilidad por daños o pérdidas del material enviado. Conflicto de Interés: Los autores deben aclarar por escrito si existe algún conflicto de interés con la institución o algún miembro del equipo de trabajo. Asimismo, podrán recusar alguno de los evaluadores explicando las razones de la recusación. El trabajo que se envíe para su publicación en esta revista no podrá ser enviado a ninguna otra. Cesión de derechos de autor Todo el material publicado en la revista está cedido a la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear. De conformidad con la ley de derecho de autor (ley 11723) se les enviara a los autores de cada trabajo aceptado el formulario de cesión de derechos de autor que deberá ser firmado por todos los autores antes de la publicación. Los autores deberán retener una copia del original pues la revista, no acepta responsabilidad por daños o pérdidas del material enviado. Comité Editor Revista AABYMN Revista de la Asociación Argentina de Biología y Medicina Nuclear: vol 7 nº 1; 39-40 • 2016
© Copyright 2024