Jueves Santo - Misa vespertina de la Cena del Señor

Aportes
C e le
l eb r ac i ó n
p ar a l a
Homilía y guión para la Santa Misa
Jueves Santo - Misa vespertina de la Cena del Señor
Ciclo C. Color: Blanco
24 de marzo de 2016
Año XX - Nº 1130
Aportes para la homilía
¡Cuánto anhelaba cenar
con ustedes esta Pascua!
Éx 12, 1-8. 11-14; Sal 115, 12-13.
15-18; 1Cor 11, 23-26; Jn 13, 1-15
Pascua… Dios que pasa salvando y
rescatando al hombre de la pobreza y
miseria, sacándolo de su autosuficiencia,
cuando cree que no necesita de Dios, que
puede prescindir de él, que por sí mismo
todo lo puede, y mejor aún, en contra de
cuanto él enseña para nuestro mayor bien
y felicidad. ¡En cuánta insensatez y locura
nos ahoga el pecado! Y Dios bien lo sabe,
porque como Papá, él no puede ver que
sus hijos caigan en el pozo sin fondo de
la nada. ¡Así lo vivió su Hijo bendito!: He
venido para que ustedes tengan vida en
abundancia. Quiero que vivan lo que yo
vivo con mi Padre, por eso doy mi vida
por ustedes.
Hoy es Jueves Santo, primer día del
Triduo Pascual, cuando Jesús se sienta
a la mesa con sus discípulos para recordar y celebrar aquella pascua que,
siglos atrás, recordaba la liberación de la
esclavitud de Egipto y el pueblo de Dios
se puso en marcha rumbo a la tierra prometida. Era la Pascua judía que ahora se
hace Pascua Cristiana en torno al pan y
el vino de una nueva alianza, la definitiva,
que se consumará el día en que Dios sea
todo en todos por los siglos de los siglos.
Y todo esto, ¿por qué?, sencillamente
porque Dios es amor y nos ama hasta la
locura, como todo papá gozoso y feliz de
ver a sus hijos crecer y madurar en el bien
y la verdad, en caridad, esperanza y paz.
Un Dios Papá que, en su Hijo Jesucristo, se abaja a lavarnos los pies, sucios
del polvo y el barro de este mundo, a
condición de que tomemos ejemplo, nos
amemos y nos tratemos entre nosotros
como el mismo Jesús nos enseña. Esta
entrega no es fácil, pero que con Cristo
todo lo bueno es posible, y por eso él nos
deja su testamento en el Sacramento de
su Cuerpo y Sangre, como memorial y
como permanente alimento para fortalecer nuestra debilidad e inconstancia. ¡Oh
sagrado convite en el que recibimos a
Cristo, recordamos su Pasión y se nos da
el anticipo de la eterna salvación y gloria!
Cuando aquella vez, junto al pozo de
Jacob, Jesús le pidió agua a la samaritana
y ella no sabía qué decir, entones Jesús
le dijo: ¡Ah, si conocieras el Don de Dios
y quien es el que te pide de beber! Hoy
Jesús está ansioso por darnos a conocer
y entender el infinito amor de él y de su
Padre; tanto él los ama que me mandó a
mí, que soy su Hijo, para que todo el que
crea en mí y me siga tenga vida eterna
y yo lo resucite el último día. Es Jueves
Santo para una respuesta acorde con el
(Continúa en la p. 4).
Aportes - 1
Guión para la Santa Misa
1) Introducción
Hermanos: Nos congregamos con
Jesús recordando aquella Última
Cena pascual judía y primera eucaristía pascual de los cristianos. Hoy
es la noche del amor, en la que Cristo, el
rostro de la Misericordia del Padre nos
ama hasta el extremo. Agradecemos
también al Señor la institución del sacerdocio ministerial y poner como primera
ley el mandamiento del amor. Con esta
celebración vespertina iniciamos el Triduo
Pascual, culmen de todo el año cristiano
y de nuestra vida. Iniciamos nuestra celebración cantando…

2) Saludo de bienvenida
La entrega del Hijo amado inaugura la Nueva y eterna Alianza y
da plenitud a la Antigua Alianza, la
cual alcanza a toda la humanidad. Miremos cuánto amor nos ha tenido Dios que
nos ha dado a su propio Hijo.
nuestros pecados y nos lleve a la vida
eterna. Amén.
4) Liturgia de la palabra
Primera lectura (Éx 12, 1-8, 1114): El relato nos remite a la primera
y Antigua Alianza; en ella reconocemos la predilección de Dios hacia el
pueblo judío y la prefiguración de la Nueva
Alianza con el nuevo pueblo.
Salmo responsorial (Sal 115, 12-13.
15-18): Agradecidos por los favores recibidos respondamos a cada estrofa: R.
¿Con qué pagaré al Señor todo el bien
que me hizo?
Segunda lectura (1Cor 11, 23-26):
El apóstol Pablo relata el acontecimiento
de la Última Cena, un suceso transmitido
como verdadero tesoro de la comunidad
cristiana.
Lectura del Evangelio (Jn 13, 1-15):
El evangelista nos remite a la intimidad
del Cenáculo y con ello contemplamos a
Cristo actuando, enseñando, amando e
invitándonos a hacer lo mismo.

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión
del Espíritu Santo estén con todos
5) Oraciones de los fieles
ustedes.
La caridad de Cristo nos interpela
3) Acto penitencial
y nos invita también a donarnos.
Pidamos al Padre esta gracia y
Antes de celebrar la Cena del
Señor, abandonémonos en su presentémosle nuestras necesidades.
Decimos juntos:
insondable misericordia.

– Tú, el Camino hacia el Padre, que
eres ejemplo de docilidad: Señor
ten piedad.
– Tú, la Verdad, que enseñas con
tu vida la obediencia: Cristo ten
piedad.
– Tú, la Vida, que nos has amado
hasta el fin: Señor ten piedad.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
Aportes - 2

Padre, que podamos ser más
hermanos.
4 Por nuestra Iglesia, Pueblo peregrino; para que experimentando
tanto amor, intensifique su labor misionera, especialmente por aquellos que
no conocen a Cristo o han dejado de
creer. Oremos.
4 Por nuestros pastores, que hoy celebran el don de poder participar del
sacerdocio de Cristo; para que con cre-
ciente fidelidad puedan reflejar con su
vida a Cristo, Maestro y Pastor. Oremos.
que vive y reina por los siglos de los
siglos. Amén.
4 Por la reconciliación de nuestra patria 6) Presentación de las ofrendas
y la de sus habitantes; para que cese
Con el pan y el vino presentémosle la
la indiferencia, la falta de solidaridad
pequeñez de nuestro corazón: que
y las discordias, y así construyamos
él lo potencie, y que la fe y el amor
juntos un mundo mejor. Oremos.
de los cristianos sea la fuerza que
4 Por los que padecen enfermedad o
mueva al mundo. Cantemos…
violencia; para que la caridad que
experimentamos y celebramos llegue 7) Comunión
hasta ellos y así, puedan sentir el Somos invitados a la Mesa del Señor, a
consuelo de Dios. Oremos.
recibir su Cuerpo y Sangre, entregados para nuestra salvación.
4 Por nosotros, ya adentrados en la
Que al acercarnos renovemos el
vivencia del Triduo Pascual; para que
compromiso
de lavarnos los pies unos a
no perdamos de vista lo único esencial:
otros;
es
decir,
de ponernos al servicio de
la entrega de Cristo que nos invita a
nuestros
prójimos.
hacer lo mismo. Oremos.

Padre compasivo y misericordioso,
escucha las oraciones que hoy tus
hijos dirigimos a ti, confiados en las
enseñanzas de tu Hijo Jesucristo. Él,
Donde mañana se celebra la Pasión y Muerte del
Señor, esta misa concluye, sin bendición final, con el
traslado del Santísimo Sacramento al monumento.
Donde mañana no habrá celebración, todo concluye
con la despedida y bendición final.
EUCARISTÍA, SACERDOCIO Y MANDAMIENTO DEL AMOR
Adoración
P. Gustavo Jamut, omv
Diego A. González Rivera
Canciones y oraciones surgidas de la
experiencia de adoración para unirse
a Jesús Eucaristía.
Nueve visitas
al Santísimo Sacramento
P. Fernando Teseyra
Nueve esquemas que son guías para
adorar al Señor en su presencia
eucarística.
El orden sacerdotal
Vida sacerdotal
Anselm Grün
Son reflexiones sobre el sacerdocio
ministerial y motivaciones para
decidirse por esta forma de seguimiento de Jesús.
Rosario por los sacerdotes
Gustavo E. Jamut
El libro es una oración a Jesús, buen
Pastor, que ha querido guiar a su
pueblo mediante el ministerio de
los sacerdotes.
El poder sanador del amor
Gustavo E. Jamut
Ser discípulos de Jesús significa
tomarnos el tiempo necesario para
sentarnos a los pies del Maestro
y aprender de él todo aquello que
tiene para trasmitirnos y enseñarnos
sobre el amor.
Por el camino de la justicia y
de la solidaridad
Jorge Lozano
El autor propone superar la fragmentación y el individualismo, para
Delante de tí
que nuestro andar de discípulos y
Celebración de Adoración y
Sacerdotes para nuestro tiempo misioneros interpele la aceptación
Alabanza
Juan Pablo II y Benedicto XVI cómoda de las situaciones injustas.
Martín Valverde
hablan sobre el sacerdocio
En el desierto brota el amor
Dos cd´s en los que el autor, acom- José A. Martínez Puche, O. P.
pañado por sus músicos, familia y El libro presenta el magisterio de Carlos Carreto
una asamblea, celebran, alaban y Juan Pablo II y Benedicto XVI, que Esta obra es una rica compilación
actualiza la doctrina de la Iglesia de algunos de los textos de Carlos
adoran a Jesús Eucaristía.
sobre la vida sacerdotal.
Carretto que constituyen una valiosa
guía espiritual para adentrarnos en
la dimensión del amor.
Aportes - 3
(Viene de la p. 1).
inmenso amor de Dios que no se mide en
gastos, como cuando Pablo nos asegura
que donde abunda el pecado del hombre
¡sobreabunda el amor y la misericordia
divina! Es que si bien estábamos como
de espaldas a Dios, su Hijo se hermanó
con nosotros y, a su vez, él nos hizo hijos
del Padre, ¡y así nos trata el Padre, como
hijos suyos muy amados, en quienes tiene
sus complacencias!
Y una consideración final: Si Dios se
complace en nosotros como se complace
en su amado Hijo Jesucristo, nosotros,
¿nos complacemos en Dios, lo amamos
como hijos que gozan en amar y obedecer a su Padre, como que él es el todo
absoluto de nuestra pobre humanidad?
Es Jueves Santo, el comienzo de un triduo
en que el Señor es el centro de cuanto
somos, tenemos y podemos, al punto de
que sin él la vida no tiene sentido. Por eso,
tratemos de ahondar en el conocimiento
y la vivencia de cuanto rememoramos en
estos tres días, de modo de morir a nuestras insensatas rebeldías de hombre viejo
y resucitar con Cristo a una vida nueva. Y
de esta manera saludemos a todos con
la alegría de la vida resucitada: ¡Pascua
de Cristo, resurrección, paso del hombre
a la vida de Dios! Amén.
SACERDOTE SERVIDOR
Dos principios para ustedes sacerdotes, consagrados y consagradas: todos los días
renueven el sentimiento de que todo es gratis, el sentimiento de gratuidad de la
elección de cada uno de ustedes, –ninguno la merecimos–, y pidan la gracia de
no perder la memoria, de no sentirse más importante. Es muy triste cuando uno
ve a un sacerdote o a un consagrado, una consagrada, que en su casa hablaba el
dialecto o hablaba otra lengua, una de esas nobles lenguas antiguas que tienen los
pueblos […], y es muy triste cuando se olvidan de la lengua, es muy triste cuando
no la quieren hablar. Eso significa que se olvidaron de dónde los sacaron. No se
olviden de eso, pidan esa gracia de la memoria, y esos son los dos principios que
quisiera marcar.
Y esos dos principios, si los viven –pero todos los días, es un trabajo de todos los
días, todas las noches recordar esos dos principios y pedir la gracia–, esos dos principios, si los viven, les van a dar en la vida, los van a hacer vivir con dos actitudes.
Primero, el servicio. Dios me eligió, me sacó ¿para qué? Para servir. Y el servicio
que me es peculiar a mí. No, que tengo mi tiempo, que tengo mis cosas, que tengo
esto, que no, que ya cierro el despacho, que esto, que si tendría que ir a bendecir
las casas pero… no, estoy cansado o… hoy pasan una telenovela linda por televisión y entonces –para las monjitas–, y entonces: Servicio, servir, servir, y no hacer
otra cosa, y servir cuando estamos cansados y servir cuando la gente nos harta.
Papa Francisco (Ecuador, 8/7/2015).
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