Tema 1: Historia de las Técnicas Cognitivo Conductuales Profesora: Marta Beranuy Fargues 24/02/15 Evolución de la terapia de Conducta Estadios (Rachman) o Generaciones (O´Donohue) que explican el desarrollo de la TCC: Primera generación o primer estadio: estrecha y exclusiva relación con las teorías del aprendizaje. Segunda generación o segundo estadio: marcada por la heterogeneidad de la TC y recoge a los terapeutas que intentan superar las diferencias y limitaciones de las teorías del aprendizaje (más clínico y menos investigadores). Tercera generación o tercer estadio: volver a los orígenes buscando alternativas terapéuticas y explorando nuevos desarrollos de la psicología del aprendizaje y psicología experimental. Fomentar nuevamente la relación entre investigación básica y aplicación clínica. PRIMERA GENERACIÓN PRIMERA GENERACIÓN Sudáfrica (J. WOLPE) Insatisfecho con la eficacia de los tratamientos para la neurosis empieza a usar los principios del aprendizaje para abordar estos problemas. Propuso el principio teórico de la inhibición recíproca como base de la intervención que desarrolla para la neurosis: la desensibilización sistemática. Que la técnica fuese explicada con detalle, protocolizada, facilitó la replicación de los resultados y la generación de nuevas investigaciones. PRIMERA GENERACIÓN Inglaterra (Grupo de Maudsley) Grupo que centra el interés en el tratamiento de neurosis, fobias, agorafobias, tics, tartamudez, etc. mediante el uso de técnicas como la exposición, aproximaciones sucesivas o la práctica negativa: contexto de atención a problemas clínicos. Se caracterizó por su enorme énfasis en la metodología de investigación rigurosa, la evaluación de la eficacia de los tratamientos y la crítica al diagnóstico psicoterapéutico. H.J. Eysenck Tenía mucho interés por construir conceptualmente la “Terapia de conducta”. Se interesó por aspectos centrales de la intervención clínica, como la psicopatología y la personalidad. M.B. Shapiro Se centró en casos individuales (más que grupales) y se ocupó de aspectos más clínicos y menos teóricos. Fomentó técnicas conductuales como aproximaciones sucesivas para el tratamiento de la agorafobia o la práctica negativa para los tics. PRIMERA GENERACIÓN Estados Unidos (SKINNER) Intenta integrar los paradigmas de Pavlov y Thorndike, pero descarta completamente apelar a constructos emocionales mediadores. Distingue condicionamiento clásico y operante. Dirige interés al estudio de la conducta operante dando importancia a lo que ocurre tras la respuesta, más que a lo que ocurre antes. El interés de la psicología debe ser la conducta y su función sobre el ambiente. El método para estudiar la conducta funcional es el análisis experimental de la conducta que se basa en diseños experimentales de caso único. Dio lugar al surgimiento del análisis conductual aplicado: aplicación del análisis experimental de la conducta a problemas de relevancia social (la educación, el retraso en el desarrollo, la conducta infantil, el comportamiento antisocial…). Cambio a segunda generación: resumen 4.1.4. (p. 58) SEGUNDA GENERACIÓN SEGUNDA GENERACIÓN Debido al éxito de la aplicación de los principios del aprendizaje a problemas clínicos, emerge una intención de atender el problema clínico y buscar, posteriormente, modelos explicativos. La incapacidad para encontrar explicaciones y alternativas adecuadas basadas en teorías del aprendizaje en otros trastornos provoca la búsqueda en otras fuentes explicativas. La Terapia de Conducta se abre hacia aspectos cognitivos y sociales. Son bienvenidas otras fuentes de influencia provenientes de otros campos. Lazarus (estudiante de Wolpe) es de los primeros en argumentar que los principios del aprendizaje eran insuficientes y que los terapeutas de conducta deben interesarse por otras áreas. Todos los conocimientos psicológicos son de interés para la Terapia de Conducta y toda técnica es bien recibida siempre y cuando sea eficaz. SEGUNDA GENERACIÓN Aprendizaje social (BANDURA) Plantea el aprendizaje a través de la observación (imitación). Teoría cognitiva social, refleja la contribución de los procesos cognitivos de pensamiento a la emoción y la conducta humana. Condicionamiento vicario: los eventos estimulares que se presentan como modelo (input), se retienen y transforman en representaciones simbólicas que, ante determinadas señales ambientales, se reproducen conductualmente (output). Entre input y output se interponen procesos internos como atención, retención producción y motivación. La mayor parte de la conducta se adquiere mediante condicionamiento vicario. Determinismo recíproco: existe una influencia recíproca entre el comportamiento y el medio ambiente en el que está. El entorno tiende a hacer cambios en el comportamiento del individuo y el comportamiento también es responsable de cambiar el medio ambiente. Auto-eficacia: expectativas de eficacia, juicios de cada individuo sobre su capacidad para realizar la conducta necesaria para producir un resultado. La percepción de la auto-eficacia determina la elección de actividades, el esfuerzo y la persistencia y está basada en cuatro fuentes básicas de información: los logros de la ejecución, la experiencia vicaria, la persuasión verbal y el estado fisiológico o actividad emocional. SEGUNDA GENERACIÓN Terapias cognitivas El rasgo común es considerar la cognición como elemento determinante de la conducta. Las terapias cognitivas diseñan siempre tratamientos basados en una formación cognitiva del problema y en una conceptualización cognitiva del paciente. Consideran que el aprendizaje es mucho más complejo que la formación de asociaciones E-R. Desde la intervención terapéutica, se insiste en abordar los procesos cognitivos (por ser el determinante principal del comportamiento). Las terapias son diversas y carecen de un marco teórico unificador que las cohesione como modelo teórico general, no obstante es frecuente que se recojan dentro de un mismo grupo: terapias cognitivo conductuales. Una de las clasificaciones más conocidas (Mahoney y Arnkoff, 1978): • Técnicas de reestructuración cognitiva • Técnicas para el manejo de situaciones • Técnicas de solución de problemas SEGUNDA GENERACIÓN Terapias cognitivas • • • Técnicas de reestructuración cognitiva: - Identificación y cambio de cogniciones (creencias irracionales, pensamientos distorsionados, autoverbalizaciones negativas…) que mantienen el problema. - Enseñan al paciente a pensar de manera correcta. - Terapia Racional Emotiva de Ellis o Terapia Cognitiva de Beck, son ejemplos. Técnicas para el manejo de situaciones - Persigue enseñar habilidades para que una persona pueda afrontar adecuadamente situaciones problemáticas. - Entrenamiento en inoculación de Estrés de Meichenbaum, técnicas de manejo de la ansiedad de Suinn y Richardson, son ejemplos. Técnicas de solución de problemas - Dirigidas a corregir el modo en que la persona aborda los problemas, facilitándole un método sistemático para resolver este tipo de situaciones. - Terapia de solución de problemas de D´Zurilla y Golfried. TERCERA GENERACIÓN TERCERA GENERACIÓN Terapias cognitivas (estado actual) Panorama heterogéneo donde las técnicas de la primera generación conviven con las que progresivamente se han ido añadiendo. Los nuevos desarrollos del análisis conductual aplicado (terapias contextuales) versus las nuevas derivaciones de los modelos cognitivos influidos por teorías del aprendizaje constructivistas. Actualmente, el modo de intervenir más frecuente se fundamenta en dictámenes de eficacia y efectividad. Tres metáforas básicas de Meichenbaum (1995) que describen la naturaleza de las cogniciones de los pacientes y el proceso terapéutico adoptado: El condicionamiento El procesamiento de la información La narración constructiva TERCERA GENERACIÓN Terapias cognitivas (estado actual) Tres metáforas básicas de Meichenbaum (1995): El condicionamiento: se explican técnicas de primera generación y algunas de segunda. Dirigidas a desarrollar estrategias para enseñar habilidades cognitivas específicas. El pensamiento es un conjunto de auto-enunciados encubiertos que pueden verse influidos por las mismas leyes del condicionamiento que controlan la conducta manifiesta. El procesamiento de la información: propia de la segunda generación. Considera la mente como una computadora y es la base de las terapias de reestructuración cognitiva. Los problemas emocionales de los pacientes se deben a distorsiones en la percepción de la realidad. La narración constructiva: propia de la tercera generación. Los humanos construyen activamente sus realidades personales, crean sus modelos representativos del mundo. No existe una realidad objetiva. El papel del terapeuta es el de guiar y ayudar al paciente a ser consciente de cómo crea su realidad y de las consecuencias de esta construcción. La historia que construyen es lo realmente importante para el proceso adaptativo. Entre las terapias constructivistas citamos la Terapia Cognitivo-Estructural de Guidano y Liotti (1983), la Terapia de los Constructos Personales (Neimeyer, 1986), la psicoterapia constructiva de Mahoney (1995, 1997). TERCERA GENERACIÓN Terapias contextuales En estas se enfatiza el peso del contexto en la determinación y explicación de la conducta. Las terapias surgidas a partir de aquí son las específicamente conocidas como terapias de tercera generación. Este enfoque reconoce especialmente el importante papel de la conducta verbal que pasa a ocupar un lugar preeminente en las teorías de aprendizaje. El lenguaje tiene importancia en sí mismo y no solo como herramienta para actuar. Los tres acercamientos desde este enfoque son: La psicoterapia funcional analítica La terapia de aceptación y compromiso La terapia dialéctica conductual La terapia dialéctica conductual: Dirigida a facilitar (moldear) formas adecuadas de expresión emocional en personas con déficit en este ámbito. Toma como referencia la actividad terapéutica desarrollada en las sesiones con el psicólogo y va dirigida a trastornos de personalidad limite (esencialmente). TERCERA GENERACIÓN Terapias contextuales La psicoterapia funcional analítica: Resalta la capacidad terapéutica de la interacción psicólogo-paciente. La situación terapéutica es una situación comportamental más, en la que el intercambio de respuestas y su valor funcional constituyen elemento principal de la terapia. El psicólogo debe responder al paciente en su interacción con el de un modo similar a como ocurre en el medio ambiente del paciente. La consideración de la situación terapéutica como semejante a cualquier otra situación facilita su potencial terapéutico. Especialmente útil en problemas recurrentes o difíciles (como trastornos de personalidad). • La terapia de aceptación y compromiso (ACT): Intento de eliminar (o reducir) el control que los pensamientos y emociones tienen sobre la conducta, y pretende dar más importancia a las contingencias externas de la conducta. No va dirigida a un trastorno concreto si no a casos con excesivo control cognitvo-emocional.
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