La Compañía American Express y su Campaña Promocional “NO SALGA DE CASA SIN ELLA” No creo que eso le habría funcionado al ‘hijo pródigo’, cuando él decidió “salir de casa”. “Abandonar el hogar paterno” nunca es fácil. “No hay sitio bajo el cielo más dulce que el hogar.” El alejarse de Dios siempre traerá consecuencias desastrosas a nuestra vida, y nada podrá evitar que esas consecuencias nos alcancen tarde o temprano. “… el camino de los transgresores es duro.” (Proverbios 13:15b.) ¿Qué podríamos aprender este día de esta tan conocida historia? No podemos hacer una exposición exhaustiva de esta parábola en un solo mensaje pero sí podemos reflexionar sobre algunos aspectos importantes de ella. ¿Por qué decimos esto? Porque en esta frase el apóstol Pablo no sólo nos dice qué es lo que no debemos hacer, con la declaración negativa… A. EL PADRE EN LA HISTORIA REPRESENTA A DIOS, NUESTRO PADRE CELESTIAL. B. TAL PARECERÍA QUE DIOS TIENE UNA POLÍTICA DE “NO INTERVENCIÓN” CUANDO SE TRATA DE NUESTRAS VIDAS. A veces nosotros quisiéramos que Dios interviniera un poco más. Lo cierto es que Dios quiere nuestra obediencia voluntaria, y si Él tiene que obligarnos a obedecerlo, esa “obediencia” ya no significa nada para Él. Pero cuando verdaderamente obedecemos a Dios, cuando le obedecemos de corazón, entonces Él recibe honra y gloria a causa de nuestra obediencia. C. EN LA CULTURA DE LOS TIEMPOS DE JESÚS, LOS HIJOS NO ABANDONABAN LA CASA PATERNA AL LLEGAR A LA EDAD ADULTA. Cuando un hijo se iba de casa, dejaba todo -familia, relaciones, trabajo, futuro, ¡TODO! 1. El padre en esta historia no quería que el hijo se quedara en casa si el hijo no quería quedarse; no quería que se quedara sólo por obligación. Seguramente el padre pensó que si su hijo podía llegar a percibir el vacío de vivir lejos del hogar paterno, tal vez decidiese volver a casa voluntariamente. Quizás al experimentar lo que se siente viviendo lejos del amor paternal podría renacer en él el deseo de volver a casa y verse envuelto, una vez más, en ese amor que sólo un padre puede sentir y mostrar a su hijo. Esto podría funcionar …, pero también había el riesgo de que no funcionase. 2. En la historia que estamos considerando, el padre no fue a aquella provincia apartada a buscar a su hijo. En su búsqueda de placer, aquel joven tendría que aprender que el dolor sería su constante compañero, y esas experiencias tendrían que continuar -- cada vez más intensas y dolorosas -- …hasta que las imágenes tan atractivas que había imaginado fueran reemplazadas con las imágenes del hogar que había abandonado, donde él era verdaderamente amado y apreciado. D. NOSOTROS VEMOS LA HISTORIA Y PERCIBIMOS DE INMEDIATO LA INSENSATEZ DE ESTE JOVEN. Pero cuando se es joven, y rebelde, y se encuentra uno en medio de una situación como ésta, no es fácil aceptar que las cosas podrían no salir como nosotros las habíamos planeado. En una palabra, te sientes ¡invencible!, y estás seguro que esas cosas no te pasarán a ti. Pero, ¿sabes qué? Si tú actúas como el joven de nuestra historia, esas cosas también te pasarán a ti. No hay manera de evitarlas. La persona insensata insiste en aprender la lección por sí mismo antes de creerla. Eso fue lo que hizo el hijo menor, el “hijo pródigo”. Pero hay un hecho muy claro que se desprende de la historia. A pesar de todo, desde que el hijo se fue, el padre ha estado esperando el regreso de su hijo. No lo dejó que se fuera porque no lo amara. Lo ha amado todo el tiempo, por eso ha estado esperando ansioso su regreso. Y cuando la silueta de su hijo finalmente apareció en la distancia, al reconocerla, el padre, movido a misericordia, corrió a encontrarlo. No hay una sola palabra de queja o de reclamo; no hay acusaciones de ninguna clase; tampoco se habla del dinero dilapidado ni se menciona deuda alguna por pagar. Lo único que hay es un gran gozo por el retorno voluntario del hijo. Y dispuso todo para tener una gran fiesta por el regreso de su hijo. ¡Ese es el padre! A. UN HIJO QUE DECIDIÓ ABANDONAR LA CASA PATERNA. Ésta es una situación que se da con demasiada frecuencia. Es un hecho que los padres siempre quieren lo mejor para los hijos pero también es un hecho el que los hijos llegan a una edad en la que se sienten muy restringidos respecto de lo que pueden hacer, se sienten demasiado controlados, y se quieren liberar. ¡Y se van! Y cuando ya están viviendo solos, se dan cuenta que las cosas no son exactamente como ellos lo habían pensado. El dolor se convierte en su constante compañero, y comienzan a buscar maneras para hacer desaparecer ese dolor, pero el dolor no desaparece porque no es un dolor físico sino emocional. Los hijos intentarán cualquier cosa para aminorar ese dolor, excepto la cosa que verdaderamente lo hará desaparecer: VOLVER A CASA, donde son verdaderamente amados y apreciados por lo que son. B. ¿VIVIENDO POR SU CUENTA? El joven de nuestra historia realmente pensaba que estaba viviendo “por su cuenta”. “Es mi vida y es mi dinero, y yo puedo hacer con ello lo que yo quiera”, seguramente pensaba. ¡Qué tragedia la de este joven! APLICACIÓN: Pero, ¿acaso no es esa la historia de cada uno de nosotros? Dios nos ha dado la vida, una mente para pensar, libertad para actuar, salud, recursos, prosperidad, habilidades, un buen hogar, apariencia y tantas cosas más. ¿Y qué es lo que hemos hecho con todo ello? ¿Hemos usado esos recursos como Dios quería que los utilizáramos o los hemos dilapidado igual que el joven de nuestra historia? C. CARENCIA DE RELACIÓN CON SU PADRE. Lo peor es que este joven jamás desarrolló una relación personal con su padre. Si la hubiera tenido, no se habría ido de la casa paterna. Él jamás entendió cuánto lo amaba su padre. Él nunca pudo entender que lo que tenía a su disposición en casa era mucho más que todos los placeres que el mundo le podía brindar. Él nunca pudo entender los grandes y preciosos planes que su padre tenía para él, ni pudo creer que su padre sólo quería lo mejor para él. No, el joven de nuestra historia había rechazado a su padre sin razón alguna. Había vivido con él todos estos años y jamás había aprendido a conocerlo. Aquel joven jamás había podido entender lo que el padre deseaba para él. Pero finalmente “volvió en sí”, y entonces pudo aceptar que se había equivocado rotundamente. Reconoció su error y decidió volver a la casa de su padre y decirle, “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.” ¿Y sabes una cosa? Eso es todo lo que se necesita para volver a casa y ser gloriosamente recibido. Sólo se necesita reconocer nuestro pecado, mostrar arrepentimiento y decidirnos a volver a casa. ¿Te puedes ver a ti mismo en el papel del hijo con relación a Dios? ¿Puedes ver tu gran error, el de la rebelión en su contra, y las consecuencias que eso te ha traído? ¿Tendrás la humildad y la decisión que se requiere para volver a casa, confesar tu pecado, y pedir perdón y misericordia de tu Padre Celestial? Como el padre de la historia, Él también está esperando tu regreso. ¿Estás listo? ¿Tendrás la humildad y la decisión que se requiere para volver a casa, confesar tu pecado, y pedir perdón y misericordia de tu Padre Celestial? Como el padre de la historia, Él también está esperando tu regreso. ¿Estás listo? A. ÉSTE ERA EL OTRO HIJO, EL MAYOR, EL HIJO BUENO, EL QUE NUNCA SE HABÍA IDO DE CASA. Él esperaba que algún día se convertiría en la cabeza de la familia y heredaría todo lo que había quedado, ya que su padre había dado a su hermano menor la parte de los bienes que le correspondían. Él realmente se sentía contento de que su hermano se hubiera ido; las cosas deberían ser más fáciles para él ahora. Él realmente se sentía ‘orgulloso’ de sí mismo, ya que él siempre había sido obediente a su padre, y realmente sentía pena por su hermano menor; bueno, más que pena, sentía desprecio. B. PERO HABÍA UN PEQUEÑO PROBLEMA. Él tampoco había llegado a conocer bien a su padre. Jamás había llegado a desarrollar una relación personal con él. Él no podía entender que aquello no se trataba de ver quién había sido bueno y quién había sido malo, sino que se trataba de que alguien a quien se había considerado muerto, había revivido. No se trata de ver quién merecía algo y quién no, sino de quién era el que tenía necesidad. Pero al hermano mayor sólo le interesaba que se hiciese justicia, y nunca se interesó en ver que lo que a su padre le interesaba era mostrar su gracia. C. EL PROPÓSITO DE JESÚS AL DECIR ESTA PARÁBOLA FUE EL DE DEJAR BIEN CLARO QUE… HAY ESPERANZA PARA TODOS,… …y que no es cuestión de definir quién merece estar en la casa del Padre y quién no, porque en el análisis final ninguno de nosotros lo merece. D. APLICACIÓN: Y esto, mis amados hermanos, me hace pensar en algunos de nosotros. ¿Cómo cree usted que fue el verdadero final de esta historia? A. UN POSIBLE FINAL PARA LA HISTORIA… Es que el hijo pródigo, quien volvió a casa, volviese sólo como un sirviente. B. UN SEGUNDO POSIBLE FINAL… El que presentara al hermano mayor perdonando por completo a su hermano menor, compartiendo con él posición, honores y aun los bienes que aun quedaban. B. UN SEGUNDO POSIBLE FINAL… El que presentara al hermano mayor perdonando por completo a su hermano menor, compartiendo con él posición, honores y aun los bienes que aun quedaban. C. EL FINAL MÁS PROBABLE FUE QUE EL HERMANO MAYOR TERMINÓ AMARGADO EN CONTRA DE SU PADRE POR LA FORMA EN QUE LO TRATÓ Y UN BUEN DÍA SE FUE DE CASA; …el hermano menor, entonces terminó heredándolo todo. Esto es exactamente lo que pasó, desde el punto de vista histórico. Aquellos que quisieron merecer el favor de Dios, gracias a su obediencia, rechazaron Su gracia y la posibilidad de establecer una relación basada en la gracia. Se amargaron en contra del Padre Celestial y lo acusaron de actuar equivocadamente. Rechazaron a Cristo, la encarnación de la misma gracia de Dios. Odiaron a Cristo por amar a los publicanos y pecadores y acompañarlos en sus reuniones en sus casas. Y terminaron crucificándolo, pensando que así lo heredarían todo. Pero al actuar así, realmente lo perdieron todo, porque el reino es de Dios, y de los que lo siguen por amor. ¿En dónde, exactamente, aplica esta parábola a tu vida? Tú necesitas tomar decisiones hoy. A. ¿Puedes aprender alguna lección viendo al Padre cómo actúa? B. ¿Acaso te has visto retratado en la conducta del hijo menor? C. ¿O eres tú como el hermano mayor, interesado en la justicia, mas no en la gracia? ¿Has pensado cómo te gustaría que te trataran si tú hubieras sido el hermano menor? ¿No crees que agradarías más al Señor si tú también te alegraras por el regreso de tu hermano descarriado, a la vez que agradeces a Dios por tu propia fidelidad y obediencia para con Él? Cualquiera que sea tu situación, El Padre te está esperando. Ven y permítenos orar por ti y contigo.
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