A PALOS SUPLEMENTO JOVEN DE TIEMPO ARGENTINO Domingo 22 de febrero de 2015 Buenos Aires, Argentina Año 5 Nº306 Mauricio Kartún El teatro dentro del teatro La era de la clase media Muerte y transfiguración de la utopía A 10 años de la muerte de Pappo Además: Rimbaud en la CGT | La joya de las inferiores | La fanática de Cincuenta sombras de Grey | Canasta escolar | Julio y Agosto | 107 Faunos | Bigote falso | Teorema de Althusser año 5 | nº 306 | 22 de febrero de 2015 2 FUTBOL PARA EXTRATERRESTRES La joya de las inferiores Por Zambayonny Ilustración: Daniel Caporaletti En un pequeño club de barrio, famoso por sus prodigiosas canteras de las cuales brotaron como por arte de magia decenas de futbolistas extraordinarios que luego triunfaron en Europa y en la Selección Nacional, jugaba hace muchísimo tiempo un pibe que se destacaba entre sus compañeros debido a la calidad asombrosa con la que había sido dotado para este deporte. Los entrenadores de las divisiones formativas de esta institución eran viejos conocedores del ambiente y sus ojos se encontraban más que calificados para reconocer diamantes en bruto de un solo golpe de vista. Por este motivo cuando la futura joya de las inferiores se fue a probar aquella mañana fría de invierno acompañado por su padre entre un centenar de niños similares a él, bastó que parara la pelota envenenada con el pecho y la dejara muerta con elegancia en su botín prodigioso sacándose de encima al marcador en un solo movimiento para que supieran que estaban ante alguien diferente. No hizo falta que terminara aquella primera práctica en la que convirtió varios goles e hizo lo que quiso dentro del campo de juego para que su destino de gloria quedara a la vista de todos los presentes. Al día siguiente firmó su incorporación al club y enseguida empezó a jugar de titular en los certámenes infantiles. A poco de comenzar a disputarse el campeonato de su categoría (en el que demostró ser aún mejor jugador de lo que se esperaba de él), se corrió la voz sobre este fenómeno lleno de talento y los dirigentes empezaron a recibir llamados de representantes, intermediarios y allegados a entidades deportivas importantes del país y también del exterior que querían llevarse a la joya a toda costa y sin pelear mucho el precio. Sin embargo los integrantes de aquella comisión directiva estaban acostumbrados a no marearse con las primeras ofertas y siempre preferían formar al futbolista, no solamente como jugador sino también como persona, por lo que decidieron no venderlo enseguida y disfrutarlo un poco mas. Tres años consecutivos salió campeón y goleador de su clase hasta que pegó el estirón y pasó directamente a jugar con chicos que eran casi dos años más grandes que él. Ahí también fue la figura indiscutible obteniendo el trofeo al mejor jugador juvenil. Su carrera era meteórica y las ofertas que llegaban eran cada vez más tentadoras y difíciles de recha- zar. Tanto fue así que finalmente los dirigentes tuvieron que aceptar un preacuerdo con un poderoso equipo italiano al verse obnubilados por la cantidad de obras que se podrían concretar con ese dinero entrante. Según los cálculos que se hicieron en aquel momento, con la venta de la joya de Teorema de Althusser WHISKYPEDIA Contenido [ocultar] 1. Definición 2. Orígenes 3. Transmisión 4. Críticas El teorema de Althusser es una invención del periodista del diario Clarín, Marcelo Birmajer, que asegura la transmisión directa entre las características personales de un autor y su lector. Es decir, el teorema postula que la lectura de un autor transmite las características biográficas y psicológicas al posible receptor. Orígenes El teorema se publicó por primera vez en el diario Clarín y tomó el nombre de la hipótesis que allí esbozó el prestigioso pensador Birmajer, donde aseveró que el rasgo psiquiátrico del kirchnerismo, que empíricamente por supuesto demostró, no se debe a un rasgo propio sino más bien las inferiores se podían construir las famosas dos tribunas de cemento que reemplazarían a las gradas de tablones que venían sosteniendo los saltos de la hinchada desde principios de siglo, edificar los nuevos vestuarios y modernizar el sistema lumínico del estadio que permitiría televisar los encuentros que se disputasen de noche. Sin embargo el diablo metió la cola y el champagne se destapó antes de tiempo. En el último partido de la temporada la joya ya había hecho dos goles e iba con la pelota dominada a toda carrera rumbo al área rival cuando enganchó hacia adentro y la rodilla le quedó trabada haciendo un crack desolador. El grito del jugador se escuchó hasta en la fábrica donde trabajaba su padre. En aquella época la rotura de meniscos truncaba la carrera de cualquiera pero si encima se le agregaba ligamentos cortados, una operación mal hecha y una recuperación apurada lo que se obtenía además era una renguera crónica, adicción a los calmantes y depresión. Aquel trofeo al mejor jugador juvenil que aún descansa en el modular de su casa fue el único que levantaron sus manos, esas mismas manos que debieron haber alzado la Copa del Mundo. Algunos años después intentó volver a jugar pero ya no era el mismo, había perdido velocidad, confianza y estado físico. Algunos pocos partidos terminaba sin dolor pero en la mayoría de los casos las lágrimas de bronca le asomaban en los ojos como una tormenta inevitable. A los 20 años dejó embarazada a una noviecita del barrio y se mudaron al fondo de la casa de ella. El club los ayudó bastante económicamente sin embargo con el correr de los meses se hizo inevitable que buscara un trabajo. Fue entonces que su padre se jubiló y aprovechó para hacerlo entrar a la fábrica en su lugar como si se tratase de una carrera de postas donde no hay a donde llegar. Enseguida nació su segundo hijo, luego el tercero, y el cuarto ya no supo si era suyo. Envejeció 100 años de golpe, fumando solo, sentado a contraviento en los eternos tablones de madera mirando la cancha vacía. Cada vez que en la cantina del club los más viejos se ponen a recordar las glorias del pasado, su nombre emerge naturalmente en la conversación y todos coinciden en que fue el mejor jugador que vieron en sus vidas. Entonces él sale de su mundo por un instante, los mira con una sonrisa triste y les agradece el elogio levantando el vaso. La Selección de los cracks que no llegaron era invencible. x a la excesiva lectura de un autor como Althusser. Así fue que logró demostrar una verdad manifiesta que nadie había descubierto sino AB, es decir antes de Birmajer: que la excesiva lectura de un autor que, como Althusser, había matado a su mujer, no provocará en su lector sino una locura semejante cuando no igual. con el autor que incluso se llegan a adoptar sus propias actitudes. De esa manera, por ejemplo, lectores de Bukowski caen inmediatamente en el alcoholismo o lectores de Joyce no pueden frenar el momentáneo deseo de mudarse a Dublin, Irlanda. Críticas Transmisión Claro que dicha correlación debió demostrar, para ser una teoría científica seria como la que propuso Birmajer, causalidad. Es decir, no sólo explicar que la lectura de Althusser podía enloquecer a un gobierno entero, sino más bien explicar cuál es el mecanismo. Fue así que este teórico contemporáneo demostró la existencia de un mecanismo psicológico de transmisión, a partir del cual la lectura produce un momento de identificación tan alto Algunos teóricos, ninguno de la talla de Birmajer, resaltaron cierto sesgo de falacia ad hominem que representa el teorema de Althusser, toda vez que no ven verificada la hipótesis de causalidad a partir de la cual se produce el fenómeno de transmisión autorlector. En ese sentido, entonces, destacaron que lo que se esconde tras un teorema no es sino una falacia por la cual A lee a B, B cometió asesinato; luego, A cometió asesinato, poniendo en jaque el carácter teórico de la afirmación birmajeriana. 22 de febrero de 2015 | año 5 | nº 306 3 ESTEREOTIPOS HOY: La fanática de Cincuenta sombras de Grey » »Estuvo a full con Lavezzi el año pasado. » »Empieza pilates al menos seis veces al año. » »Tiene la bibliografía completa de Alessandra Rampolla. » »Tiene sobrinos a los que llama “sobris”. » »Le recomendó a sus amigas el libro pero no se coparon. »»Fue a ver la peli sola y mandó una selfie al whatsapp grupal con un emoticón de lengüita, otro de un policía, dos diablitos, una boca femenina, un perro con corazones en los ojos que ella pensó que era un zorro y tres muy poco sugerentes gotitas de agua. » »“Ufff lo que se pierden chicaasss!!” »» Dos tildes azules y silencio. » »Es quizás una de las principales responsables del sostenimiento de la marca Avón. » »Dice tener un PhD en juguetes sexuales. »»Es la que a cualquier reunión de mujeres, ya sea despedida de soltera o baby shower, cae con al menos una banana de goma. »»Su Facebook es un álbum permanente de “sobris”. » »Tiene los juegos de Ted en el celu. »»Fue muy fan de Maitena. » »Lee mucho EntreMujeres de Clarín. » »Cuando leyó Mujeres que corren con los lobos le dieron ganas de ser libre y feliz pero le duró un fin de semana. » »Agita el baile grupal del meneaito en todos los casamientos. » »Sigue bancando a Sex and the city. » »Los fines de semana almuerza en Tea Connection pero se queda manija y mete 1/4 de helado. » »Toma frizzé azul con sus amigas; con su pareja cosecha tardía » »Abusa -mal- del concepto “chongo”. » »Sueña con que Grey la domine pero cuando el novio tachero y medio parecido al marido de Fatima Florez le propuso subir una foto dedicada a Poringa! le agarró vergüenza y se negó. »»Tiene el cajón de la mesita de luz lleno de esposas, vibradores, anillos genitales y lubricantes con sabor a frutilla. » »Después le dijo que sí y terminó subiendo una foto en la que se le veía una berruga y una teta demasiado deprimida. » »Todo intacto. » »En su versión letrada usa colores vivos y aros tejidos y se piensa latinoamericana. » »Se comió el verso de Multi-O. »» En los 90 era la fanática de La casa de los espíritus; en los 2000 de La Pianista. » »De La Pianista solo vio la peli. » »Viene medio chocada. »» No puede parar con el doble sentido en el laburo. » »Mucha plataforma. » »Se hizo un tatuaje donde termina la espalda. » »Le queda como el orto. »»Habitué de Vinicius, Pinar de Rocha y el Club del Golf. » »En su versión orillera trabaja de administrativa en una obra social sindical. » »Puede hacer el gesto border de abanicarse la entrepierna frente a las amigas cuando aparece un hombre que le gusta en la tele. » »Dice que es multiorgasmica pero es chamuyo. Estereotipo que viene «La que está en contra de Cincuenta sombras de Grey» Si se te ocurre cómo describirlo, mandá tus ideas a [email protected] o vía Twitter a @niapalos así lo publicamos. web www.niapalos.org mail [email protected] twitter facebook @niapalos niapalos ruido de fondo | Rimbaud en la CGT, de Julián Axat (Libros de la talita dorada) La palabra y las cosas Por Damián Huergo “Soy abogado, sólo me interesan los hechos”, dice el actor ruso Vladimir Vdovichenckov en Leviatán, la película que debería evitar que Darín dé un discurso pre-electoral en la tarima de los Oscar. La misma frase podría sintetizar la obra del poeta y abogado Julián Axat. En Rimbaud en la CGT, su último libro, lo sólido es lo único que persiste, los hechos son lo sagrado; la búsqueda del lenguaje necesario para nombrarlos, también. En su poesía la palabra no es liviana, tampoco espuma aguachenta ni efervescencia política de ocasión. En las primeras páginas, a modo de haiku-manifiesto, se lee: todo el aire / se desvanece / en lo sólido. Lo sólido en Rimbaud en la CGT es el Estado, lo que ocupa el espacio público y el privado; el Leviatán heredado de la modernidad que produce ciudadanía y que -a la par- la consume. Desde allí habla el poeta, desde una de sus cientos de bocas que se muerden entre sí. En “Ars Poética pos 2001”, escribe: la Poesía / habla / todo el tiempo / del Estado. Axat utiliza su lenguaje formal e informal, lo desborda, lo convierte. “AUH”, “Campaña electoral”, “Rosca”, “Fierros”, “Dios”, “democratización”, “Registro”, “Sala”, “Código Civil”, son palabras centrales de la jerga estatal. Axat, como poeta y agente del Estado, las transforma en piezas de barricada, las descubre marginales en el mismo centro del universo de bienestar que habita. Al igual que en Ministerio de Desarrollo Social de Martín Rodríguez o MEcon de Mara Pedrazzoli, la sombra de Rimbaud transita pasillos ministeriales con aire acondicionado, comisarías del conurbano y barro militante. El poeta cobra del Estado pero no vende su organicidad. Se burocratiza pero no se despersonaliza. El Estado pasa a ser un medio para la poesía. El poeta, un medio del mismo Estado para lo que el burócrata no puede o no sabe decir. Axat escribe sobre las cosas que lo desvelan. A simple vista parecen incompatibles. Sin embargo, en su voz se enhebran y multiplican el sentido. En Rimbaud en la CGT vuelve sobre la versión soprano del micro-camping poético, nacido y criado en los noventa. Aparecen los pibes silvestres (“yo salgo / de caño / y a la vez / cobro la AUH” // dijo uno de mis asistidos / antes de declarar ante el Fiscal) cazados como zombies por las sirenas azules. Arañan los tentáculos del pulpo peronista y ladran los caniches del Ge- neral. Se indaga de modo bolañesco sobre Miguel Ángel Bustos. Sobrevuelan los cuervos del pasado y las ausencias eternas. Se convive con la rosca de amigos y con la historia del barro y el oro. Y, sobre todo, en cada unas de sus páginas se aspira a la justicia -en sus formas sociales, constitucionales y poéticascomo el único territorio posible. Axat no es un poeta más. De procedencia materialista y detectivesca, continua el linaje de aquellos que apostaron y apuestan por la palabra justa. Al fin y al cabo, parafraseando al personaje de Dmitri en Leviatán, Axat podría decirnos “Soy poeta, sólo me interesan los hechos”. × falsa escuadra Canasta escolar, yo te conozco Por Romina Sánchez El 2 de marzo comienzan las clases, así que por estos días ya se ven deambular por Buenos Aires a muchos padres con sus hijos en búsqueda de precios, de buenos precios. Es que, aun a sabiendas de los caprichos de los más chicos ante la elección de la cartuchera, la mochila y así con la lapicera y el resto de los útiles, los adultos deberán tener en cuenta – mucho cuidado– un dato: el aumento del 27 por ciento de la canasta escolar en los negocios minoristas, respecto a febrero de 2014, la avivada de varios. Entre los artículos que observan los aumentos más escandalosos figuran la carpeta negra de oficio escolar con un 44,83 por ciento (de 14,50 a 21 pesos); el paquete de fibras escolares por seis unidades con un 36,36 (de 11 a 15 pesos); el lápiz de grafito de primera marca con un 42,86 (de 5 a 7 pesos); el infaltable bolígrafo azul, negro, rojo, o verde, con un 42,86 (de 3,5 a 5 pesos). Y los ejemplos más llamativos, por lo elevados, los representan la regla de 20 centímetros con un incremento de 60,71 por ciento (fue de 2,80 el año pasado a 4,40 en este); la tijera escolar económica, ya sea plástica o de metal, que subió de 9,50 a 15 pesos (un 57,89 por ciento), o el famoso sacapuntas metálico: del año pasado a 2015, fue de 5,50 a 9 pesos, incrementándose un 63,64 por ciento y tentando a varios, así, con la idea de volver a afilar cuchillos y sacar punta a lo criollo, en todos los sentidos. Es por eso que, ante este panorama, resultará de lo más práctico seguir algunos consejos que brindan, por estos días, las asociaciones de defensa de consumidores y usuarios. Por ejemplo, apuntan, más hacia lo macro, a que padres y docentes impulsen el armado de cooperativas y mutuales escolares, siguiendo el artículo 90 de la ley 26.206 de 2006, de educación nacional. Al comprar los artículos escolares en grandes cantidades se defiende el poder de compra logrando una reducción de precios, dicen. Y que es saludable tener presente que el cooperativismo y el mutualismo escolar constituyen una herramienta pedagógica que forma a la niñez y juventud en la práctica de nuevos valores y comportamientos solidarios, humanistas, participativos y democráticos. Para el acto concreto de compra, ahora bien, recomiendan llevar armada la lista de útiles y artículos a comprar, para evitar tentaciones por ofertas y promociones que podrían aumentar los gastos innecesariamente. Si la compra se realiza a crédito, además, debe quedar clara la tasa de interés efectiva anual, el total de intereses a pagar y el costo financiero total, incluidos seguros o adicionales si los hubiera. Y si la compra se realiza por internet, hay que verificar que el sitio del proveedor contenga su identidad, domicilio, precio final e incluidos los gastos de entrega, impuestos y seguro. Y siempre –siempre– se debe exigir la entrega de factura y comprobante de pago. Acerca de la orientación de compra, Guido Mercado, papá separado, cuenta luego de recorrer una tarde el barrio de Once junto a su hijo Julián, de 11 años: “Creo que hacer la listita de compra es clave. Y otra cuestión no menor es buscar las cosas con tiempo. De todos modos, es complicado lidiar con una industria que se parece a la del juguete por la variedad y lo vistosa: los chicos no se cansan de pedir”. Y María del Carmen Guirado, maestra de Liniers, parece tenerla clara: “A mi nena, que tiene 8 años, le compro algo como para conformarla, como una linda mochila o cartuchera. Después, solo me atengo a lo necesario. Me fijo que la ecuación precio-calidad me cierre. Y si el producto es lindo, mejor. No hay que dejarse llevar por las falsas ofertas ni por los abusos, hay que comparar precios. Hay que caminar. Lo decía Lita de Lazzari, ¿no?”. × año 5 | nº 306 | 22 de febrero de 2015 4 Tendré que ser historia Nota Fue criado entre talleres mecánicos y cuerdas de guitarra, entre la distorsión y el rugido de motores V8. Parte del grupo de bohemios habitués de Plaza Francia y La Cueva que consolidarían el rock argentino en los sesenta, conformó un estilo propio nutrido del más puro blues y del hard rock. Sucio y desprolijo, era famoso por sus bromas, su estilo irreverente ante la prensa y su casi nula preocupación por agradar. En los setenta, con Pappo's Blues y otras bandas paralelas, dejó canciones que se convertirían en himnos. Héroe de la guitarra, en los ochenta creó Riff y volvió a marcar el tempo rabioso de la época: camperas de cuero, tachas y música pesada como banda de sonido de la todavía encorsetada Argentina de la post dictadura. A 10 años de su muerte en un trágico accidente en la Ruta 5, un balance sobre la historia y el legado de Norberto Aníbal Napolitano, aquel que supo tocar tanto en sótanos como en el Madison Square Garden junto a BB King. Por Pablo Díaz Marenghi Cuenta la leyenda que, a los 15 años, Norberto Napolitano, eternizado como Pappo, se le plantó a su padre y le dijo que se quería dedicar a la música. “Muy bien -contestó este- pero si no te hacés famoso antes de los 20 te ponés a estudiar para contador.” Quizás fue la tenacidad de cumplir con sus objetivos, la terquedad del joven o el talento que le chorreaba de entre los dedos cuando hacía sonar las seis cuerdas pero cuatro años después el Carpo estaría tocando con Los Gatos -banda furor de la época y pionera del rock en la Argentina- y brindándole su impronta bluesera a un conjunto que era más cercano al folk y a la balada. Antes, en 1967, participó del primer simple de Los Abuelos de la Nada tocando la guitarra en “Tema en flu sobre el planeta”. Pappo comenzaba a imprimir su marca en la música popular y, como afirma el historiador y crítico musical Sergio Pujol: “ocupa en la historia del rock argentino el lugar del gran solista. En un panorama dominado por el sonido grupal, Pappo destacó por su precisión, su swing, su delicadeza para hacer de su fraseo un relato interesante. Fue un campeón del riff, lo que es decir un virtuoso de lenguaje acotado. El único guitarrista del rock argentino que encendió pasiones.” Adónde está la libertad Su primer proyecto propio, que continuaría -con idas y venidas- hasta 1999, fue Pappo's Blues. Con cambios de formación casi constantes, grabaría nueve discos en ese formato. El primero, Pappo's Blues Volumen 1 (1971), contendría canciones que se convertirían en hits como “El hombre suburbano”, “El viejo” o “Algo ha cambiado”. El volumen 2 también aportaría gemas como “Desconfío de la vida” y “Tren de las 16” con un solo que, según el periodista Claudio Kleiman es “como un libro de texto para los guitarristas. Si lo sabés tocar es como que te graduaste.” El volumen 3 -para gran parte de la crítica y de los fanáticos, el mejor- contó con Pomo Lorenzo en batería y Machi Rufino en bajo; la futura formación de Invisible junto a Luis Alberto Spinetta que los convocó después de haberse quedado extasiado tras un recital del trio. Machi recuerda a Pappo con mucho afecto y cree que "quizás le debo mi carrera musical. Antes de tocar con él yo era un desconocido.” Luego de zapar junto con Black Amaya, el Carpo y su amigo en común Hector Starc, surge la propuesta de grabar juntos y allí se gestaría el volumen 3. “Sucio y desprolijo”, “Caras en el parque” o la hilarante “Sandwiches de miga” son algunos de los temas que consolidaron a una formación que tocaba, según Machi, “entre 4 y 5 veces por fin de semana.” El bajista justifica el peso del legado musical de Pappo en la invitación que le hiciera BB King para tocar junto a él en el Madison Square Garden en 1993: “Un tipo con tanta trayectoria no necesitaba invitar a un argentino por ninguna razón que lo beneficie a él. O sea que si lo hizo era porque consideraba que estaba a la altura. Eso creo que define lo que significó Pap- po como músico.” También recuerda anécdotas: “A veces compraba un helado en el kiosko de la esquina de la casa, lo tiraba al piso, lo pateaba hasta llegar, lo levantaba y se lo comía. También se pegaba en la frente las milanesas que le cocinaba la mamá. Muchas no se pueden contar.” No detenga su motor En los ochenta, luego de viajes por Europa y bajo la influencia de bandas pesadas como AC/DC, Pappo fundaría Riff junto con Vitico, Boff Serafine y Michel Peyronel. En tiempos en donde la definición "Pappo’s Blues Volumen 3 -para gran parte de la crítica y de los fanáticos, el mejor- contó con Pomo Lorenzo en batería y Machi Rufino en bajo; la futura formación de Invisible junto a Luis Alberto Spinetta que los convocó después de haberse quedado extasiado tras un recital del trio" 22 de febrero de 2015 | año 5 | nº 306 de rock en la Argentina giraba en torno a Serú Girán, Pappo arremete con camperas de cuero, tachas, cadenas y melodías pesadas lindantes al hard rock y al metal, aunque ellos preferían llamarlo “rock metálico”. Ruedas de Metal (1981) sentaría un antecedente para el crecimiento de grupos como V8, Horcas, Logos y Hermética. Peyronel, baterista de Riff y compositor de gran parte de sus temas, sostiene que la banda “tenía un sonido muy poderoso y un tipo de música que no existía en el país.” Convocado por el Carpo para sumarse al proyecto, lo conoció en los setenta cuando este tocó la guitarra con la banda Conexión N° 5 en el Liceo Naval donde Peyronel estudiaba. Grabaron seis discos; canciones como “Susy Cadillac”, “Macadam 3,2,1,0” o “Maquinación” perturbaron a más de uno con un rock rabioso y pesado en pleno contexto post dictatorial. Peyronel recuerda: “Vitico decía que quizás no eramos los mejores amigos pero que ha- nostalgia, la última propuesta musical de Pappo: “Poco tiempo antes de morir me había dicho de ir a su quinta. Teníamos ganas de retomar lo de Riff. Me dijo que tenía unos temas que podíamos terminar juntos y desgraciadamente no fui. Hasta me había dicho cómo llegar y todo. Y bueno, pasó eso. Una lástima. Siempre me voy a arrepentir de no haber ido. Quizás habría cambiado algo.” Vamos a buscar la luz El 25 de febrero de 2005, Norberto Nappolitano manejaba su Harley Davidson por el kilómetro 71 de la Ruta Nacional N° 5 a la altura de Luján. Iba junto a su hijo, Luciano Napolitano, a tocar a un Moto Encuentro. Luciano publicó en su cuenta de Facebook personal su propia versión del accidente: “Norberto desaceleró bruscamente intentando virar en sentido contrario al que llevábamos, nunca sabré si él quiso volver a la quinta que ya habíamos pasado para cam- "El legado de Pappo, como todo músico emblemático y de una trayectoria tan basta, está en su música, sus letras, su estilo único de tocar la guitarra y también en su manera de cantar" bíamos nacido para tocar juntos. Cada vez que volvíamos a juntarnos, en el primer ensayo, por más que estuviéramos medio oxidados enseguida estaba sonando algo que te pasaba por arriba. Una aplanadora.” Peyronel revive, masticando biarnos (estaba en short y mocasines), si quiso cruzase al cabaret o qué fue lo que le pasó para hacer esa incomprensible maniobra. Lo que sí sé es que cuando lo estoy alcanzando, el brusco movimiento me sorprende, su moto roza la 5 mía haciéndola cruzarse a la mano contraria (…) Él se cae en el asfalto con su Harley, corro para ayudarlo a levantarse y un auto a gran velocidad con sus luces encendidas golpea primero la moto y luego lo arrolla arrastrándolo y pasando su cuerpo por encima.” El legado de Pappo, como todo músico emblemático y de una trayectoria tan basta, está en su música, sus letras, su estilo único de tocar la guitarra y también en su manera de cantar. Kleiman afirma que “les enseñaba a muchos que no eran cantantes cómo se podía cantar. Como en el rock internacional Bob Dylan o Lou Reed, fue la tabla de salvación para aquellos que no eran dotados en el sentido ortodoxo para el canto.” Pujol lo describe en cuanto a las temáticas contenidas en sus letras como una “especie de “Garufa” en clave rockera: los fierros, la noche, la velocidad. Pero también su recurrencia al barrio y las primeras fidelidades, su identificación con la vida suburbana y la frágil virilidad de la ideología tanguera.” Emiliano Scaricaciottoli es docente de Teoría Literaria III (UBA) y coautor del libro Las letras de rock en Argentina. De la caída de la dictadura a la crisis de la democracia (1983-2001). Cree que Pappo “era un anticipado a su época y discutía con esa categoría homologadora y falsa de ‘rock nacional’. La aparición de Riff en 1980 o su ruptura con Miguel Abuelo implicaron la afirmación de nuevas micropoéticas (entiéndase, géneros): pienso en el heavy metal -aunque a Pappo y a Vitico siempre les gustó la categoría de “rock metálico”- y en el blues”. Coordinador del Grupo de Investigación Interdisciplinaria sobre el Heavy Metal Argentino (GIIHMA) piensa que el Carpo “repensó el lugar de la mujer en un género que, injustamente, se difundió machista (el heavy metal). Canciones como ‘Susy Cadillac’ o ‘Pueblo del Norte’ no solo reivindican la identidad libertaria de la mujer sino que también se permiten una crítica social dura.” Sergio Marchi, periodista y autor de la biografía de Pappo, El hombre suburbano, cree que “fundó dos nuevas dimensiones en el rock nacional. La primera fue la dimensión de lo pesado; el blues argentino ya había sido inventado por Manal. Pappo fue más allá: le agregó distorsión y salió del blues puro por una tangente que lo llevó a crear a Pappo's Blues. La segunda fue la dimensión de lo metálico; con Pappo's Blues agotado, cambió de vehículo y formó Riff.” Pappo supo cantar, cual payador "Pappo era un anticipado a su época y discutía con esa categoría homologadora y falsa de ‘rock nacional’. La aparición de Riff en 1980 o su ruptura con Miguel Abuelo implicaron la afirmación de nuevas micropoéticas" perseguido. “Cuando escucho mi guitarra, siento que todo es mejor, y que todo se me aclara, todo a mi alrededor, es como escuchar distinto, es como escuchar mi voz.” Pappo hablaba a través del instrumento y su música no pasó desapercibida por la historia del rock argentino. Pappo era blues, pero también hard rock y heavy metal. Fue el condimento necesario para evitar el ablande en la música popular. La banda sonora de cualquier llamado rutero. Su rock and roll no morirá jamás. x ¡Es Pappo Blues la puta que lo parió! Machi recuerda el momento exacto en el que se enteró de la muerte de su amigo: “Ni bien lo escuché empecé a llorar. Después me fui al cementerio pero no fui por la entrada principal. Me quedé paradito al lado de un árbol esperando que venga el cortejo fúnebre y cuando pasa, el coche se queda ahÍ parado. No lo podía creer. Parece que la gente se dio cuenta de que yo estaba y empezó a cantar ¡Es Pappo Blues la puta que lo parió!. A mi se me cayeron las medias." 6 año 5 | nº 306 | 22 de febrero de 2015 Por Sebastián Scigliano Fotos: Emiliano De Bin ¿Cómo es volver a escuchar un texto tuyo en un reestreno? La obra bajó sólo un mes y medio desde marzo del año pasado, así que, de todos modos, estaba bastante fresca. Pero pasa lo que pasa con toda comida recalentada: en principio, le cambia el gusto. Lo cierto es que es el momento ideal para corregir, porque aparece algo que sedimentó, algo que no venía en el ritmo del cucharón que revuelve, sino que paró y ahí hay algo nuevo. Mi tarea ahora es observar todos estos sedimentos y ver qué valorizamos, qué tomamos y a qué cosas hay que volver a cambiarles el gusto. ¿Ya tenés un patrón de mirada para estas cosas? Siempre es distinto en función de la obra. La verdad, es que el acto de dirección tiene mucho de dirección de orquesta, en el sentido de que, es cierto, hay una pequeña parte matemática que responde a cierta lógica forma; en la música serían las notas, los ritmos, los tiempos, que también hay algo de eso en el teatro, cierta formalidad, como ciertas decisiones de estilo de los personajes. Pero después también, como en los directores de orquesta, hay mucho del temperamento, de observar qué es lo que está pasando ahí, el clima que se genera, que es inaprensible, y entonces nunca se puede crear un patrón rígido, al menos yo nunca he podido hacerlo. Más bien lo que hago es observar y dejarme llevar por lo que observo. ¿Por qué aparece ahora en tu obra el Mauricio Kartún «Uno no elige los mitos, sino que se revelan en su verdad frente a los ojos» Acaba de reestrenar en el mítico Teatro del Pueblo Terrenal, pequeño misterio ácrata, un texto que relee el mito de Caín y Abel en clave de grotesco y en un fantasmal “terrenito” suburbano de la década del '50. Y no solo eso: lo hace, además, para leer “una especie de cambio de accionar de los distintos sistemas que forman al sistema capitalista”. Sin embargo, la fórmula que Mauricio Kartún encuentra para resolver ese desafío, lejos de la pomposidad circunspecta, recala en las formas compinches del teatro popular, a medio camino entre el escenario y la pista de un circo. Eso es sólo posible gracias a su inagotable saber de baqueano de las tablas, después de 40 años de escribir, enseñar y dirigir. Una charla sobre el teatro, los artificios y las formas de interpretar un mundo mutante. mito de Caín y Abel? Tengo la convicción de que uno no elige los mitos, sino que se revelan en su verdad frente a los ojos. Son como una especie de epifanía. Uno se encuentra de pronto con esa metáfora, que es lo que en definitiva son los mitos, y por alguna razón aparece el “¡bingo!”. Lo que hizo que tome sentido ese mito para mí ahora es, seguramente, cierta observación del devenir del capitalismo en el mundo: saber que está pasando, sobre todo en los últimos 20 años, una especie de cambio de accionar de los distintos sistemas que forman al sistema capitalista y, por otro lado, un cambio de mirada del hombre sobre ese sistema. Me refiero a lo que está pasando en Europa y aquí, esa necesidad del capitalismo por encontrar un enemigo, desaparecido el enemigo de la Guerra Fría. Una de las pocas ventajas que te da la edad es poder mirar el pasado en perspectiva, pasado por tu propio cuerpo. El capitalismo yo lo he vivido en el cuerpo, y los años te permiten ver cómo se rearma, cómo busca nuevos elementos de supervivencia, nuevos enemigos, nuevas formas de anidar y también nuevas formas para defender aquello indefendible que tiene el capitalismo, que es la injusticia. Hasta un chico entendería la falta de justicia social que implica este sistema en el que vivimos y, sin embargo, encuentra siempre nuevas expresiones, nuevas formas, nuevos argumentos. Seguramente esa preocupación haya coincidido con esta especie de mito original del pensamiento propietario, el conflicto entre el sedentario, el tipo que se queda, engorda el culo, se rodea de familia, hijos y capital a ser heredado, y el nómade, que lleva sólo aquello que puede cargar en sus brazos. En todo caso, la extensión de las fronteras del capitalismo, la desaparición de sus enemigos, vuelve más dramático eso de llevar en su propia sangre el germen de su condena, que es un poco también de lo que habla el mito de Caín y Abel. Y el problema del castigo, también, que es lo que la obra esboza sobre el final, eso de que “en el pecado está la penitencia”, como dice La Biblia. En el propio hacer del hombre con función propietaria está su castigo. A mí me llamó mucho la atención descubrir esto en el mito original; en las viejas leyendas hebreas, Caín dedica su vida, después de cometido el asesinato y del castigo, a construir « En principio, yo trabajo con una búsqueda de verosimilitud y no de verdad. Hace muchos años que abandoné, si alguna vez lo tuve, el deseo de acercarme a la verdad escénica; disfruto más del teatro que trabaja con un artificio manifiesto » 22 de febrero de 2015 | año 5 | nº 306 «Cuando la asimetría es muy grande, y sin embargo se sostiene, es cuando yo siento que la obra consiguió el mejor resultado, es decir, cuando es, en términos reales, absolutamente irreal y, sin embargo, en términos escénicos, creíble» enormes ciudades amuralladas en las que guarda aquello que gana a partir de su invención de los pesos y las medidas; una especie de paradoja cómica: un hombre descubre cómo ponerle peso y valor a las cosas, comienza a venderlas, se enriquece y debe dedicar toda su vida a proteger aquello que gana. Es decir, pierde su libertad en la decisión de vivir de esa manera. No hay mortaja con bolsillos. Exactamente. Es una paradoja tan cómica que, vista así, uno podría hasta dudar de la efectividad de ese pensamiento, y sin embargo venimos viviendo en él durante siglos. Efectivamente, vivimos en esa contradicción, en algo que no nos hace felices y que impugnamos todos los días y que, sin embargo, no encontramos manera de reemplazar. Marx decía eso de “no saben lo que hacen pero lo hacen”; Zizek lo reformuló: “saben lo que hacen y, aun así, lo siguen haciendo”. Por ahí puede entenderse esa incomprensión del castigo y la eficacia del sistema. Es así. Es el dulce castigo, como la sensación de que es un castigo, pero que tiene virtudes, y frente a las virtudes de otra manera de vivir, se elige lo que ya se conoce. Es injusto, siempre excluyente del otro, pensándolo siempre como fuente de divisas propias, agobiante en la carga de trabajo y de responsabilidad, excluyente de una vida en la que se permita el placer, y mucho menos el ocio y, sin embargo, predominante. En ese mundo vivimos. ¿Con qué se conecta eso en el espacio y el tiempo en el que ubicás la trama, como en una especie de conurbano semi rural de la década del '50? No tiene un valor significante expreso; hay signos que la llevan a cierto tiempo anacrónico, algunas cosas de la música, eso del loteo, que nos puede llevar a los '50 o los '60. En realidad, en términos constructivos reales, no es otra cosa que una estrategia para encontrar lenguaje, o no quiso ser otra cosa que eso. Se trata de volver verosímil ese universo de los loteos, de los terrenitos, y los loteos en mi imaginario están muy vinculados a mi infancia. No fue más que encontrar un lenguaje pertinente para ese universo. En relación con el lenguaje, decís por ahí que el texto de esta obra es una mermelada, por lo espeso, y al mismo tiempo hay en la obra una reflexión sobre la palabra y sus trampas. ¿Cómo te llevás con ese artificio que es la escritura de una obra? En principio, yo trabajo con una búsqueda de verosimilitud y no de verdad. Hace muchos años que abandoné, si alguna vez lo tuve, el deseo de acercarme a la verdad escénica; disfruto más del teatro que trabaja con un artificio manifiesto. Ahora, el artificio no es otra cosa que una propuesta de negocio, una convención que uno hace con el espectador en la que le dice “mirá, esto es artificial, pero para que vos aceptes esto como una realidad temporaria, lo voy a hacer verosímil”. Esto es: no es verdad, pero es creíble. Yo trabajo con eso, con que algo sea creíble cuando, en su construcción, es manifiestamente artificial. Cuando la asimetría es muy grande, y sin embargo se sostiene, es cuando yo siento que la obra consiguió el mejor resultado, es decir, cuando es, en términos reales, absolutamente irreal y, sin embargo, en términos escénicos, creíble. En ese sentido me gusta mucho trabajar con el artificio, por un lado, y con cómo volver natural eso que es artificial. La música en vivo, por ejemplo, es un modo de hacer evidente el artificio, como en algunas formas del momento inicial del teatro. O de ciertas formas del teatro que incorporan al espectador como un elemento más. Por ejemplo, el sonido en vivo resaltando ciertas palabras, o ciertos chistes. Como un radio teatro. O como en un varieté, en el que el músico apoya con sonidos la relación entre el cómico y el espectador. Me gusta mucho eso, justamente porque la batalla estética, en general, la ganó el realismo. ¿En el teatro también Y… si hablamos de la zona de gran producción del teatro, la zona comercial, la batalla la ganó el realismo. Sigue sosteniéndose un teatro que hoy uno podría pensarlo hasta cercano al cine, o la televisión, incluso. Efectivamente, en el campo del capital, en el campo de la guita, en el campo del poder, ganó el realismo. En el otro, en el campo alternativo, independiente, da batalla el otro procedimiento, un procedimiento de ruptura de ese realismo. Y lo que es curioso es que uno lo encuentra en cosas anacrónicas, en cosas que ya han estado, y son estas formas de teatro popular. El varieté no es otra cosa que un circo domesticado a un escenario. Son los cómicos de circo que encuentran lugar para trabajar en un escenario, a veces tan pequeño que se transforma en un tablado. Pero en realidad lo que hacen es trabajar para el público. Y esto crea una forma interesantísima para tomar esos procedimientos y crear otra cosa con ellos. Yo trabajo desde hace mucho con eso. Creo que en mis últimas cuatro obras, incluyendo esta, está presente la relación con el espectador de manera explícita; las cuatro son manifestaciones del teatro dentro del teatro. En todo caso, parece ser en el teatro 7 donde más permiso hay para poner en evidencia el conflicto con el realismo. Probablemente, su propia situación crítica lleva al teatro, en la desesperación, a una zona virtuosa, que es la de la creación original. Porque en realidad todo esto sucede en el siglo XX, cuando el teatro entra en crisis porque pierde su monopolio de veintitrés siglos de contar una historia. De pronto, lo pierde, y en la desesperación empieza a buscar qué cosa de su fenomenología le permite seguir en acción. Y lo encuentra en lugares insólitos, en viejos procedimientos, volviendo al ritual; lo encuentra porque lo busca. Durante veintitrés siglos el teatro no buscó nada porque ya lo había encontrado, y reproducía ese mecanismo. Ahora empieza el teatro a buscar y a encontrar otras alternativas, y esto lo lleva, curiosamente, después de 2400 años, a ser un arte de una vigencia contemporánea extraordinaria. ¿Y por qué en Buenos Aires tiene tan especial fuerza esa vigencia contemporánea del teatro? Es un ecosistema y, como en todo ecosistema, hay un montón de cosas. Yo veo las que se manifiestan, y esas son, en principio, la presencia en nuestro país de inmigraciones muy fuertes de españoles, italianos y judíos que traen la tradición teatral, la bancan económicamente, esto es, construyen salas, pero también traen directores que luego quedaron trabajando aquí y crearon su propia escuela y esto armó como una especie de parque nacional del teatro. Se cuidó mucho eso y eso hizo que mucha gente se dedicara a eso. En los últimos años ha pasado que, como mucha gente de teatro no puede vivir del teatro independiente, se ha dedicado a enseñar, y entonces construye espacios de enseñanza que se transforman, con el tiempo, en pequeñas salas. Emerge además una generación muy joven, con «Efectivamente, en el campo del capital, en el campo de la guita, en el campo del poder, ganó el realismo. En el otro, en el campo alternativo, independiente, da batalla el otro procedimiento, un procedimiento de ruptura de ese realismo. Y lo que es curioso es que uno lo encuentra en cosas anacrónicas, en cosas que ya han estado, y son estas formas de teatro popular» ganas de crear, que coincide, en los últimos 13, 14 años, con el Instituto Nacional del Teatro, Por Teatro y los subsidios del Fondo Nacional de las Artes que te dan una guita para que hagas, independientemente de tu experiencia, para que puedas estrenar. Esto crea una especie de potrero interminable. ¿A qué le decís Ni a palos? A cualquier forma de teatro que no me permita trabajar con las condiciones que quiero. No quiero ponerme fastidioso, en el sentido de ponerle nombre a eso. Simplemente, ni a palos a cualquier forma de teatro que me obligue a aceptar que hacer teatro no es crear, sino ejercer de manera burocrática una artesanía, y no porque crea que está mal, sino porque ya he padecido ese hacer y no hay guita que te lo compense. El teatro es ritual, y para entenderlo, hay que pasarlo a otro ritual. Yo voy muchas veces a casamientos, y me conmueven mucho, incluso a veces termino llorando. Pero no necesariamente por las personas que se casan, sino por cierta instancia dramática en la que el padre entrega a la hija, que hasta ahí caminó de su brazo; eso es un relato de la vida, conmovedor. Pero también puede pasar que un día es uno al que vas porque sí y no te pasa nada de nada. En el ritual, las cosas pasan o no pasan, y cuando pasan, es tremendo, porque hay un lugar en el que te quiebra el relato, y si eso no sucede, algo te falta. x año 5 | nº 306 | 22 de febrero de 2015 8 Muerte y transfiguración de la utopía Por Martín Rodríguez “Entiendo que la Argentina es un país de una enorme intensidad política, donde la gente habla de política por todas partes. Tiene unas especificidades que para los que estamos acostumbrados a los fenómenos europeos son algo tremendamente extraño. Muchas veces un fenómeno como el peronismo nos resulta extraterrestre en Europa.” (Pablo Iglesias, líder de Podemos). El boom latinoamericano de la primera década del siglo 21 fue político. Coincidió con el crecimiento de las economías basado en la explotación del petróleo, el gas, la soja y demás recursos obtenidos del suelo o subsuelo soberanizados por los Estados. Ese reequilibrio del poder económico de las naciones sirvió para impulsar, no con todo éxito, la industrialización de estos países retrasados. Más allá del debate vidrioso sobre las cifras de pobreza, desarrollo o igualdad, se presenta en estos países un empoderamiento estatal que contrapesó el ciclo de reformas liberales de la década anterior. Los Estados pobres de ayer son los Estados ricos de hoy, parafraseando a Perón. Incluso en Argentina, donde en el balance será inevitable medir la soberanía estatal en el dominio de recursos públicos obtenidos por el Poder Ejecutivo: retenciones, ley de medios o reforma de la carta orgánica del Banco Central son ejemplos en el sentido de un Estado con más poder y más instrumentos de poder. Gobiernos reformistas, experiencias de izquierdas nacionales, particulares antes que universales, y un mundo de transición en el que se cayó el “Consenso de Washington”, se derrumbó por un instante el sistema financiero, donde EEUU empantanó sus borceguíes en Medio Oriente, e irrumpió China, India, Rusia, Brasil (el BRICS) como contrapesos del orden mundial. ¿Cuál es el dato de este conjunto de cambios y transiciones que significó el pasaje entre el siglo 20 y el siglo 21 en muchos de estos países? La clase media. La posibilidad de hacer a más gente de clase media. Se repite que la República Popular de China incorpora la proporción demográfica de una Argentina por año (40 millones de personas) a las ciudades. Del campo a las ciudades. ¿Qué pasa en Europa? Su crisis económica comienza a trasladarse a la hegemonía inflexible de la Troika y las reacciones a esa intransigencia se dejan oír incipientemente. Leemos al tocayo Martín Rodríguez Yebra en el diario La Nación: “Al líder de Syriza, el primer partido de izquierda radical que llegó al poder en la Unión Europea (UE), lo elogia la ultraderechista, anticomunista y xenófoba francesa Marine Le Pen. Le levanta la mano Pablo Iglesias, indignado de la Puerta del Sol, ‘ferviente europeísta’ formado en la escuela del chavismo. Le desean suerte el aislacionista británico Nigel Farage y también un viejo líder de la extrema izquierda forjado en la lucha por la unificación de Irlanda como es Gerry Adams. Despierta ilusiones en el antisistema italiano Beppe Grillo y en el islamófobo holandés Geert Wilders. (…) Es lo que el politólogo José Ignacio Torreblanca, director en Madrid del European Council on Foreign Relations (EFCR), llama el eje de la soberanía. ‘Europa se está reconfigurando en torno a un eje soberanista-populista, o lo que es lo mismo, en torno a un resurgir de los nacionalismos’, sostiene.” (…) “El fervor de Iglesias con Syriza se equipara al de Le Pen y su Frente Nacional. ‘Estoy encantada por el enorme cachetazo que el pueblo griego le dio a la UE’, dijo la líder ultraderechista, proclive a salir del euro y volver a las fronteras nacionales.” El peronismo nos hace endogámicos, poseedores de una suerte de secreto universal. Hay quienes miran desde afuera con simplificación o extrañamiento, tal la frase de Iglesias que encabeza esta columna, u otros, como el gran Pepe Mugica, quien en recientes declaraciones dijo que “pobre Argentina si no la gobiernan los peronistas”, en declaraciones que se completaban como guiño al candidato peronista, el “moderado” Daniel Scioli. Los argentinos no nos ponemos de acuerdo sobre el peronismo y a la vez nos encanta descalificar a los que no entienden el peronismo. Sean de acá o del extranjero. El mundo cambió: no fue el fin de la historia, pero sí su reactivación sobre utopías más modestas. ¡Seamos imposibles, pidamos realismo!, fue la respuesta al grito viejo de Mayo, aunque no menos ilusoria. Y ese cambio hacia utopías modestas supone una tensión en el centro del orden mundial consumado en la obtención de billonarias riquezas que “nadie produce”. Meter gente en la clase media, en las ciudades, en el consumo: utopía reformista, moderada, realista, que hace a una política con ideas más complejas y contradictorias. El problema está en ese misterio que llamamos “clase media” porque la revolución proletaria fue sustituida por el intento reformista de meter clase baja en la media. Agregarle consumidores al capitalismo. Convencer a los capitalistas de vivir en un mundo de producción. El mundo se hizo más peronista por lo misterioso, confuso y contradictorio que eso significa. X La salidera Eventos, lanzamientos, recomendaciones Julio y Agosto + 107 Faunos Decir que tal o cual banda es una de las de “mayor crecimiento” dentro de la escena local, es un recurso habitual dentro del reducido lexicón de la prensa gráfica. ¿Qué implica crecer en la música? ¿Es una forma de graficar la llegada a un punto abstracto y siempre intermedio, una suerte de adolescencia del rock en la cual no se es ni demasiado conocido ni demasiado desconocido, pero ya con el suficiente kilometraje como para obtener cierto tipo de reconocimiento? ¿Y qué es una escena? ¿Cómo se crece? Si se rompe el automatismo de la frase hecha y se negocia que el crecimiento es trabajar, grabar, encontrar un sonido y una identidad que permita identificar a aquello que viene del escenario, entonces Julio y Agosto y 107 Faunos son, efectivamente, dos bandas que crecieron mucho en estos últimos años, y escucharlas -en vivo y en estudio- es casi una obligación, o al menos algo que no quisiéramos dejar de recomendar. Dentro del muy buen ciclo de recitales que programó el Konex para este caliente verano 2015, está el primer show conjunto de estas dos “grandes” bandas. Los JyA vienen de editar Canciones del desastre, siete tracks llenos de cajones, contrabajos y vientos donde destacan “Lee Harvey Oswald” y “Las siestas al sol”, adaptación de “Sunny afternoon” de The Kinks. Los 107 Faunos también salieron con un disco nuevo en 2014, en este caso, el muy recomendado Últimos días del tren fantasma, del cual ya hablamos en estas páginas. La cita es este viernes 27 de febrero en Sarmiento 3131. Las puertas abren a las 19 horas y el show arranca a las 20. Entradas anticipadas: $70. En puerta: $90. No se suspende por lluvia. Bigote falso Lo primero que llama la atención de Bigote falso -o lo segundo, o lo tercero, no importa, está ahí, y llama la atención- es la leyenda “Ni un blog impreso, ni una revista virtual”, lo que vendría ser una forma de admitir lo extraño de un proyecto de revista impresa en plena era digital. ¿Pero qué es Bigote falso? Según ellos, una “revista de humor impreso”, que a su vez reúne los contenidos publicados en bigotefalso. com.ar (¡un blog!), sitio que, otra vez, insiste con que no es ni un blog, ni un fanzine, ni una revista virtual, sino una “combi sin papeles y medio abollada” -una metáfora, convengamos, mucho más sólida que la del remanido “colectivo”- que traslada a periodistas, escritores e ilustradores. Quizás tampoco sea, necesariamente, una “revista impresa en plena era digital” sino otra cosa inclasificable, algo que, al igual que un bigote falso, puede parecer real o absurdo según el ángulo. En cualquier caso, Bigote falso (que también es una editorial, responsable, por ejemplo, de la publicación de Periodismo pop de Hernán Panessi, colaborador a su vez de la revista) lanzó a fines del año pasado su segundo número, que incluye cuentos, un interesante top 5 de películas sobre voyeurismo, la presencia siempre estelar de Ayar B., y una entrevista a Silvio Soldán que amenaza con romper el manoseado bizarrómetro pero que entrega algunos buenos Staff Director Federico Scigliano Editor Diego Sanchez Redactores Pablo Móbili Martín Rodríguez Emiliano Flores Franco Dorio Julián Eyzaguirre Romina Sánchez Arte de tapa Diego Paladino Diagramación Florencia Acosta Fotografía Patrick Haar momentos como su descripción pudorosa de la cárcel de Devoto -en la que estuvo dos meses-, o el instante en que la entrevista se interrumpe porque alguien le avisa que Adrián Suar lo acaba de nominar para el Ice Bucket Challenge. En bigotefalso.com.ar pueden leer algo del material y, si les gusta, comprar la revista, que sale $40, y se consigue en distintos puntos de venta. Redacción: Amenabar 23 (C1426AYB) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Contacto: [email protected] Departamento comercial: Tel.: 4776-1779 Internos: 156 y 159 Venta de ejemplares atrasados: Azopardo 455. Tel.: 4342-8476 Impresión: Editorial AMFIN S.A. Paseo Colón 1196. Ciudad Autónoma de Buenos Aires Distribución en Capital Federal y Gran Buenos Aires: New Site. Baigorri 103, CABA Distribución en el interior: Inter Rev S.R.L. Av. San Martín 3442. Caseros Pcia. de Buenos Aires
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