Ni a Palos

A PALOS
SUPLEMENTO JOVEN DE
TIEMPO ARGENTINO
Domingo 22 de febrero de 2015
Buenos Aires, Argentina
Año 5 Nº306
Mauricio Kartún
El teatro dentro del teatro
La era de la clase media
Muerte y transfiguración
de la utopía
A 10 años de la muerte de Pappo
Además: Rimbaud en la CGT | La joya de las inferiores | La fanática de Cincuenta sombras de Grey |
Canasta escolar | Julio y Agosto | 107 Faunos | Bigote falso | Teorema de Althusser
año 5 | nº 306 | 22 de febrero de 2015
2
FUTBOL PARA EXTRATERRESTRES
La joya de las inferiores
Por Zambayonny
Ilustración: Daniel Caporaletti
En un pequeño club de barrio, famoso por sus prodigiosas canteras de las cuales brotaron como por arte de
magia decenas de futbolistas extraordinarios que luego
triunfaron en Europa y en la Selección Nacional, jugaba
hace muchísimo tiempo un pibe que se destacaba entre
sus compañeros debido a la calidad asombrosa con la que
había sido dotado para este deporte.
Los entrenadores de las divisiones formativas de esta institución eran viejos conocedores del ambiente y sus ojos se
encontraban más que calificados para reconocer diamantes
en bruto de un solo golpe de vista. Por este motivo cuando
la futura joya de las inferiores se fue a probar aquella mañana fría de invierno acompañado por su padre entre un
centenar de niños similares a él, bastó que parara la pelota
envenenada con el pecho y la dejara muerta con elegancia
en su botín prodigioso sacándose de encima al marcador
en un solo movimiento para que supieran que estaban ante
alguien diferente. No hizo falta que terminara aquella primera práctica en la que convirtió varios goles e hizo lo que
quiso dentro del campo de juego para que su destino de gloria quedara a la vista de todos los presentes. Al día siguiente
firmó su incorporación al club y enseguida empezó a jugar
de titular en los certámenes infantiles.
A poco de comenzar a disputarse el campeonato de su categoría (en el que demostró ser aún mejor jugador de lo
que se esperaba de él), se corrió la voz sobre este fenómeno lleno de talento y los dirigentes empezaron a recibir
llamados de representantes, intermediarios y allegados a
entidades deportivas importantes del país y también del
exterior que querían llevarse a la joya a toda costa y sin pelear mucho el precio. Sin embargo los integrantes de aquella comisión directiva estaban acostumbrados a no marearse con las primeras ofertas y siempre preferían formar al
futbolista, no solamente como jugador sino también como
persona, por lo que decidieron no venderlo enseguida y
disfrutarlo un poco mas.
Tres años consecutivos salió campeón y goleador de su clase
hasta que pegó el estirón y pasó directamente a jugar con
chicos que eran casi dos años más grandes que él. Ahí también fue la figura indiscutible obteniendo el trofeo al mejor
jugador juvenil. Su carrera era meteórica y las ofertas que
llegaban eran cada vez más tentadoras y difíciles de recha-
zar. Tanto fue así que finalmente los dirigentes tuvieron que
aceptar un preacuerdo con un poderoso equipo italiano al
verse obnubilados por la cantidad de obras que se podrían
concretar con ese dinero entrante. Según los cálculos que
se hicieron en aquel momento, con la venta de la joya de
Teorema de Althusser
WHISKYPEDIA
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1. Definición
2. Orígenes
3. Transmisión
4. Críticas
El teorema de Althusser es una invención
del periodista del diario Clarín, Marcelo
Birmajer, que asegura la transmisión directa entre las características personales
de un autor y su lector. Es decir, el teorema postula que la lectura de un autor
transmite las características biográficas y
psicológicas al posible receptor.
Orígenes
El teorema se publicó por primera vez en
el diario Clarín y tomó el nombre de la hipótesis que allí esbozó el prestigioso pensador Birmajer, donde aseveró que el rasgo psiquiátrico del kirchnerismo, que empíricamente por supuesto demostró, no
se debe a un rasgo propio sino más bien
las inferiores se podían construir las famosas dos tribunas
de cemento que reemplazarían a las gradas de tablones que
venían sosteniendo los saltos de la hinchada desde principios de siglo, edificar los nuevos vestuarios y modernizar
el sistema lumínico del estadio que permitiría televisar los
encuentros que se disputasen de noche.
Sin embargo el diablo metió la cola y el champagne se destapó antes de tiempo. En el último partido de la temporada
la joya ya había hecho dos goles e iba con la pelota dominada a toda carrera rumbo al área rival cuando enganchó hacia adentro y la rodilla le quedó trabada haciendo un crack
desolador. El grito del jugador se escuchó hasta en la fábrica
donde trabajaba su padre.
En aquella época la rotura de meniscos truncaba la carrera de cualquiera pero si encima se le agregaba ligamentos
cortados, una operación mal hecha y una recuperación apurada lo que se obtenía además era una renguera crónica,
adicción a los calmantes y depresión.
Aquel trofeo al mejor jugador juvenil que aún descansa
en el modular de su casa fue el único que levantaron sus
manos, esas mismas manos que debieron haber alzado
la Copa del Mundo.
Algunos años después intentó volver a jugar pero ya no era
el mismo, había perdido velocidad, confianza y estado físico. Algunos pocos partidos terminaba sin dolor pero en la
mayoría de los casos las lágrimas de bronca le asomaban en
los ojos como una tormenta inevitable.
A los 20 años dejó embarazada a una noviecita del barrio
y se mudaron al fondo de la casa de ella. El club los ayudó
bastante económicamente sin embargo con el correr de
los meses se hizo inevitable que buscara un trabajo. Fue
entonces que su padre se jubiló y aprovechó para hacerlo
entrar a la fábrica en su lugar como si se tratase de una
carrera de postas donde no hay a donde llegar.
Enseguida nació su segundo hijo, luego el tercero, y el
cuarto ya no supo si era suyo.
Envejeció 100 años de golpe, fumando solo, sentado a
contraviento en los eternos tablones de madera mirando la cancha vacía.
Cada vez que en la cantina del club los más viejos se ponen a recordar las glorias del pasado, su nombre emerge
naturalmente en la conversación y todos coinciden en que
fue el mejor jugador que vieron en sus vidas. Entonces él
sale de su mundo por un instante, los mira con una sonrisa
triste y les agradece el elogio levantando el vaso.
La Selección de los cracks que no llegaron era invencible. x
a la excesiva lectura de un autor como
Althusser. Así fue que logró demostrar una
verdad manifiesta que nadie había descubierto sino AB, es decir antes de Birmajer:
que la excesiva lectura de un autor que,
como Althusser, había matado a su mujer,
no provocará en su lector sino una locura
semejante cuando no igual.
con el autor que incluso se llegan a adoptar
sus propias actitudes. De esa manera, por
ejemplo, lectores de Bukowski caen inmediatamente en el alcoholismo o lectores de Joyce
no pueden frenar el momentáneo deseo de
mudarse a Dublin, Irlanda.
Críticas
Transmisión
Claro que dicha correlación debió demostrar,
para ser una teoría científica seria como la
que propuso Birmajer, causalidad. Es decir,
no sólo explicar que la lectura de Althusser
podía enloquecer a un gobierno entero, sino
más bien explicar cuál es el mecanismo. Fue
así que este teórico contemporáneo demostró
la existencia de un mecanismo psicológico de
transmisión, a partir del cual la lectura produce un momento de identificación tan alto
Algunos teóricos, ninguno de la talla de
Birmajer, resaltaron cierto sesgo de falacia
ad hominem que representa el teorema de
Althusser, toda vez que no ven verificada la
hipótesis de causalidad a partir de la cual se
produce el fenómeno de transmisión autorlector. En ese sentido, entonces, destacaron
que lo que se esconde tras un teorema no es
sino una falacia por la cual A lee a B, B cometió asesinato; luego, A cometió asesinato,
poniendo en jaque el carácter teórico de la
afirmación birmajeriana.
22 de febrero de 2015 | año 5 | nº 306
3
ESTEREOTIPOS
HOY: La fanática de
Cincuenta sombras de Grey
» »Estuvo a full con Lavezzi
el año pasado.
» »Empieza pilates al menos
seis veces al año.
» »Tiene la bibliografía
completa de Alessandra
Rampolla.
» »Tiene sobrinos a los que
llama “sobris”.
» »Le recomendó a sus
amigas el libro pero no se
coparon.
»»Fue a ver la peli sola y
mandó una selfie al whatsapp grupal con un emoticón de lengüita, otro de un
policía, dos diablitos, una
boca femenina, un perro
con corazones en los ojos
que ella pensó que era un
zorro y tres muy poco sugerentes gotitas de agua.
» »“Ufff lo que se pierden
chicaasss!!”
»» Dos tildes azules y silencio.
» »Es quizás una de las
principales responsables
del sostenimiento de la
marca Avón.
» »Dice tener un PhD en
juguetes sexuales.
»»Es la que a cualquier
reunión de mujeres, ya sea
despedida de soltera o baby
shower, cae con al menos
una banana de goma.
»»Su Facebook es un álbum
permanente de “sobris”.
» »Tiene los juegos de Ted
en el celu.
»»Fue muy fan de Maitena.
» »Lee mucho EntreMujeres
de Clarín.
» »Cuando leyó Mujeres que
corren con los lobos le
dieron ganas de ser libre
y feliz pero le duró un fin
de semana.
» »Agita el baile grupal del
meneaito en todos los
casamientos.
» »Sigue bancando a Sex
and the city.
» »Los fines de semana almuerza en Tea Connection
pero se queda manija y
mete 1/4 de helado.
» »Toma frizzé azul con sus
amigas; con su pareja
cosecha tardía
» »Abusa -mal- del concepto
“chongo”.
» »Sueña con que Grey la
domine pero cuando el
novio tachero y medio
parecido al marido de
Fatima Florez le propuso
subir una foto dedicada a
Poringa! le agarró vergüenza y se negó.
»»Tiene el cajón de la mesita
de luz lleno de esposas,
vibradores, anillos genitales y lubricantes con sabor
a frutilla.
» »Después le dijo que sí
y terminó subiendo una
foto en la que se le veía
una berruga y una teta
demasiado deprimida.
» »Todo intacto.
» »En su versión letrada
usa colores vivos y aros
tejidos y se piensa latinoamericana.
» »Se comió el verso de
Multi-O.
»» En los 90 era la fanática de
La casa de los espíritus; en
los 2000 de La Pianista.
» »De La Pianista solo vio
la peli.
» »Viene medio chocada.
»» No puede parar con el
doble sentido en el laburo.
» »Mucha plataforma.
» »Se hizo un tatuaje donde
termina la espalda.
» »Le queda como el orto.
»»Habitué de Vinicius, Pinar
de Rocha y el Club del Golf.
» »En su versión orillera trabaja de administrativa en
una obra social sindical.
» »Puede hacer el gesto
border de abanicarse la
entrepierna frente a las
amigas cuando aparece
un hombre que le gusta
en la tele.
» »Dice que es multiorgasmica pero es chamuyo.
Estereotipo que viene
«La que está en contra de Cincuenta sombras de Grey»
Si se te ocurre cómo describirlo, mandá tus ideas a
[email protected] o vía Twitter a @niapalos así
lo publicamos.
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ruido de fondo | Rimbaud en la CGT, de Julián Axat (Libros de la talita dorada)
La palabra y las cosas
Por Damián Huergo
“Soy abogado, sólo me interesan los
hechos”, dice el actor ruso Vladimir
Vdovichenckov en Leviatán, la película que debería evitar que Darín dé un
discurso pre-electoral en la tarima de
los Oscar. La misma frase podría sintetizar la obra del poeta y abogado Julián
Axat. En Rimbaud en la CGT, su último
libro, lo sólido es lo único que persiste,
los hechos son lo sagrado; la búsqueda
del lenguaje necesario para nombrarlos, también. En su poesía la palabra
no es liviana, tampoco espuma aguachenta ni efervescencia política de
ocasión. En las primeras páginas, a
modo de haiku-manifiesto, se lee: todo
el aire / se desvanece / en lo sólido.
Lo sólido en Rimbaud en la CGT es el Estado, lo que ocupa el espacio público y
el privado; el Leviatán heredado de la
modernidad que produce ciudadanía
y que -a la par- la consume. Desde allí
habla el poeta, desde una de sus cientos
de bocas que se muerden entre sí. En
“Ars Poética pos 2001”, escribe: la Poesía
/ habla / todo el tiempo / del Estado. Axat
utiliza su lenguaje formal e informal, lo
desborda, lo convierte. “AUH”, “Campaña electoral”, “Rosca”, “Fierros”, “Dios”,
“democratización”, “Registro”, “Sala”,
“Código Civil”, son palabras centrales
de la jerga estatal. Axat, como poeta y
agente del Estado, las transforma en
piezas de barricada, las descubre marginales en el mismo centro del universo
de bienestar que habita.
Al igual que en Ministerio de Desarrollo
Social de Martín Rodríguez o MEcon de
Mara Pedrazzoli, la sombra de Rimbaud transita pasillos ministeriales
con aire acondicionado, comisarías
del conurbano y barro militante. El
poeta cobra del Estado pero no vende
su organicidad. Se burocratiza pero no
se despersonaliza. El Estado pasa a ser
un medio para la poesía. El poeta, un
medio del mismo Estado para lo que
el burócrata no puede o no sabe decir.
Axat escribe sobre las cosas que lo
desvelan. A simple vista parecen incompatibles. Sin embargo, en su voz
se enhebran y multiplican el sentido.
En Rimbaud en la CGT vuelve sobre la
versión soprano del micro-camping
poético, nacido y criado en los noventa.
Aparecen los pibes silvestres (“yo salgo / de
caño / y a la vez / cobro la AUH” // dijo uno de
mis asistidos / antes de declarar ante el Fiscal)
cazados como zombies por las sirenas
azules. Arañan los tentáculos del pulpo
peronista y ladran los caniches del Ge-
neral. Se indaga de modo bolañesco sobre Miguel Ángel Bustos. Sobrevuelan
los cuervos del pasado y las ausencias
eternas. Se convive con la rosca de amigos y con la historia del barro y el oro.
Y, sobre todo, en cada unas de sus páginas se aspira a la justicia -en sus formas
sociales, constitucionales y poéticascomo el único territorio posible.
Axat no es un poeta más. De procedencia materialista y detectivesca,
continua el linaje de aquellos que
apostaron y apuestan por la palabra
justa. Al fin y al cabo, parafraseando al
personaje de Dmitri en Leviatán, Axat
podría decirnos “Soy poeta, sólo me
interesan los hechos”. ×
falsa escuadra
Canasta escolar, yo te conozco
Por Romina Sánchez
El 2 de marzo comienzan las clases, así que por estos días ya se ven
deambular por Buenos Aires a muchos padres con sus hijos en búsqueda de precios, de buenos precios. Es
que, aun a sabiendas de los caprichos
de los más chicos ante la elección de
la cartuchera, la mochila y así con la
lapicera y el resto de los útiles, los
adultos deberán tener en cuenta –
mucho cuidado– un dato: el aumento
del 27 por ciento de la canasta escolar
en los negocios minoristas, respecto a
febrero de 2014, la avivada de varios.
Entre los artículos que observan los
aumentos más escandalosos figuran
la carpeta negra de oficio escolar con
un 44,83 por ciento (de 14,50 a 21 pesos); el paquete de fibras escolares
por seis unidades con un 36,36 (de
11 a 15 pesos); el lápiz de grafito de
primera marca con un 42,86 (de 5 a
7 pesos); el infaltable bolígrafo azul,
negro, rojo, o verde, con un 42,86 (de
3,5 a 5 pesos). Y los ejemplos más
llamativos, por lo elevados, los representan la regla de 20 centímetros con
un incremento de 60,71 por ciento (fue
de 2,80 el año pasado a 4,40 en este);
la tijera escolar económica, ya sea
plástica o de metal, que subió de 9,50
a 15 pesos (un 57,89 por ciento), o el
famoso sacapuntas metálico: del año
pasado a 2015, fue de 5,50 a 9 pesos,
incrementándose un 63,64 por ciento
y tentando a varios, así, con la idea de
volver a afilar cuchillos y sacar punta a
lo criollo, en todos los sentidos.
Es por eso que, ante este panorama,
resultará de lo más práctico seguir
algunos consejos que brindan, por
estos días, las asociaciones de defensa de consumidores y usuarios.
Por ejemplo, apuntan, más hacia
lo macro, a que padres y docentes
impulsen el armado de cooperativas
y mutuales escolares, siguiendo el
artículo 90 de la ley 26.206 de 2006,
de educación nacional. Al comprar
los artículos escolares en grandes
cantidades se defiende el poder de
compra logrando una reducción de
precios, dicen. Y que es saludable
tener presente que el cooperativismo y el mutualismo escolar constituyen una herramienta pedagógica
que forma a la niñez y juventud en
la práctica de nuevos valores y comportamientos solidarios, humanistas, participativos y democráticos.
Para el acto concreto de compra, ahora bien, recomiendan llevar armada
la lista de útiles y artículos a comprar,
para evitar tentaciones por ofertas y
promociones que podrían aumentar
los gastos innecesariamente. Si la
compra se realiza a crédito, además,
debe quedar clara la tasa de interés
efectiva anual, el total de intereses a
pagar y el costo financiero total, incluidos seguros o adicionales si los
hubiera. Y si la compra se realiza por
internet, hay que verificar que el sitio
del proveedor contenga su identidad,
domicilio, precio final e incluidos los
gastos de entrega, impuestos y seguro. Y siempre –siempre– se debe
exigir la entrega de factura y comprobante de pago.
Acerca de la orientación de compra,
Guido Mercado, papá separado,
cuenta luego de recorrer una tarde el
barrio de Once junto a su hijo Julián,
de 11 años: “Creo que hacer la listita
de compra es clave. Y otra cuestión no
menor es buscar las cosas con tiempo.
De todos modos, es complicado lidiar
con una industria que se parece a la
del juguete por la variedad y lo vistosa: los chicos no se cansan de pedir”.
Y María del Carmen Guirado, maestra
de Liniers, parece tenerla clara: “A mi
nena, que tiene 8 años, le compro algo
como para conformarla, como una
linda mochila o cartuchera. Después,
solo me atengo a lo necesario. Me
fijo que la ecuación precio-calidad me
cierre. Y si el producto es lindo, mejor.
No hay que dejarse llevar por las falsas ofertas ni por los abusos, hay que
comparar precios. Hay que caminar.
Lo decía Lita de Lazzari, ¿no?”. ×
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4
Tendré que ser historia
Nota
Fue criado entre talleres mecánicos y cuerdas de guitarra, entre la distorsión y el rugido de motores V8. Parte del grupo de bohemios
habitués de Plaza Francia y La Cueva que consolidarían el rock argentino en los sesenta, conformó un estilo propio nutrido del
más puro blues y del hard rock. Sucio y desprolijo, era famoso por sus bromas, su estilo irreverente ante la prensa y su casi nula
preocupación por agradar. En los setenta, con Pappo's Blues y otras bandas paralelas, dejó canciones que se convertirían en himnos.
Héroe de la guitarra, en los ochenta creó Riff y volvió a marcar el tempo rabioso de la época: camperas de cuero, tachas y música
pesada como banda de sonido de la todavía encorsetada Argentina de la post dictadura. A 10 años de su muerte en un trágico
accidente en la Ruta 5, un balance sobre la historia y el legado de Norberto Aníbal Napolitano, aquel que supo tocar tanto en sótanos
como en el Madison Square Garden junto a BB King.
Por Pablo Díaz Marenghi
Cuenta la leyenda que, a los 15
años, Norberto Napolitano, eternizado como Pappo, se le plantó a su
padre y le dijo que se quería dedicar a la música. “Muy bien -contestó este- pero si no te hacés famoso
antes de los 20 te ponés a estudiar
para contador.” Quizás fue la tenacidad de cumplir con sus objetivos,
la terquedad del joven o el talento
que le chorreaba de entre los dedos
cuando hacía sonar las seis cuerdas
pero cuatro años después el Carpo
estaría tocando con Los Gatos -banda furor de la época y pionera del
rock en la Argentina- y brindándole
su impronta bluesera a un conjunto que era más cercano al folk y a
la balada. Antes, en 1967, participó
del primer simple de Los Abuelos
de la Nada tocando la guitarra en
“Tema en flu sobre el planeta”. Pappo comenzaba a imprimir su marca
en la música popular y, como afirma el historiador y crítico musical
Sergio Pujol: “ocupa en la historia
del rock argentino el lugar del gran
solista. En un panorama dominado
por el sonido grupal, Pappo destacó
por su precisión, su swing, su delicadeza para hacer de su fraseo un
relato interesante. Fue un campeón
del riff, lo que es decir un virtuoso
de lenguaje acotado. El único guitarrista del rock argentino que encendió pasiones.”
Adónde está la libertad
Su primer proyecto propio, que continuaría -con idas y venidas- hasta
1999, fue Pappo's Blues. Con cambios de formación casi constantes,
grabaría nueve discos en ese formato. El primero, Pappo's Blues Volumen 1
(1971), contendría canciones que se
convertirían en hits como “El hombre suburbano”, “El viejo” o “Algo ha
cambiado”. El volumen 2 también
aportaría gemas como “Desconfío
de la vida” y “Tren de las 16” con un
solo que, según el periodista Claudio
Kleiman es “como un libro de texto
para los guitarristas. Si lo sabés tocar
es como que te graduaste.” El volumen 3 -para gran parte de la crítica
y de los fanáticos, el mejor- contó
con Pomo Lorenzo en batería y Machi Rufino en bajo; la futura formación de Invisible junto a Luis Alberto
Spinetta que los convocó después de
haberse quedado extasiado tras un
recital del trio.
Machi recuerda a Pappo con mucho
afecto y cree que "quizás le debo mi
carrera musical. Antes de tocar con
él yo era un desconocido.” Luego
de zapar junto con Black Amaya, el
Carpo y su amigo en común Hector
Starc, surge la propuesta de grabar
juntos y allí se gestaría el volumen
3. “Sucio y desprolijo”, “Caras en el
parque” o la hilarante “Sandwiches
de miga” son algunos de los temas
que consolidaron a una formación
que tocaba, según Machi, “entre 4 y
5 veces por fin de semana.” El bajista
justifica el peso del legado musical
de Pappo en la invitación que le hiciera BB King para tocar junto a él en
el Madison Square Garden en 1993:
“Un tipo con tanta trayectoria no necesitaba invitar a un argentino por
ninguna razón que lo beneficie a él.
O sea que si lo hizo era porque consideraba que estaba a la altura. Eso
creo que define lo que significó Pap-
po como músico.” También recuerda
anécdotas: “A veces compraba un helado en el kiosko de la esquina de la
casa, lo tiraba al piso, lo pateaba hasta llegar, lo levantaba y se lo comía.
También se pegaba en la frente las
milanesas que le cocinaba la mamá.
Muchas no se pueden contar.”
No detenga su motor
En los ochenta, luego de viajes
por Europa y bajo la influencia de
bandas pesadas como AC/DC, Pappo fundaría Riff junto con Vitico,
Boff Serafine y Michel Peyronel.
En tiempos en donde la definición
"Pappo’s Blues Volumen 3 -para gran parte de la crítica y de
los fanáticos, el mejor- contó con Pomo Lorenzo en batería y
Machi Rufino en bajo; la futura formación de Invisible junto
a Luis Alberto Spinetta que los convocó después de haberse
quedado extasiado tras un recital del trio"
22 de febrero de 2015 | año 5 | nº 306
de rock en la Argentina giraba en
torno a Serú Girán, Pappo arremete con camperas de cuero, tachas,
cadenas y melodías pesadas lindantes al hard rock y al metal, aunque ellos preferían llamarlo “rock
metálico”. Ruedas de Metal (1981)
sentaría un antecedente para el
crecimiento de grupos como V8,
Horcas, Logos y Hermética. Peyronel, baterista de Riff y compositor
de gran parte de sus temas, sostiene que la banda “tenía un sonido
muy poderoso y un tipo de música
que no existía en el país.” Convocado por el Carpo para sumarse al
proyecto, lo conoció en los setenta
cuando este tocó la guitarra con la
banda Conexión N° 5 en el Liceo
Naval donde Peyronel estudiaba.
Grabaron seis discos; canciones
como “Susy Cadillac”, “Macadam
3,2,1,0” o “Maquinación” perturbaron a más de uno con un rock
rabioso y pesado en pleno contexto
post dictatorial. Peyronel recuerda:
“Vitico decía que quizás no eramos
los mejores amigos pero que ha-
nostalgia, la última propuesta musical de Pappo: “Poco tiempo antes
de morir me había dicho de ir a su
quinta. Teníamos ganas de retomar
lo de Riff. Me dijo que tenía unos
temas que podíamos terminar
juntos y desgraciadamente no fui.
Hasta me había dicho cómo llegar
y todo. Y bueno, pasó eso. Una lástima. Siempre me voy a arrepentir de no haber ido. Quizás habría
cambiado algo.”
Vamos a buscar la luz
El 25 de febrero de 2005, Norberto
Nappolitano manejaba su Harley
Davidson por el kilómetro 71 de
la Ruta Nacional N° 5 a la altura
de Luján. Iba junto a su hijo, Luciano Napolitano, a tocar a un
Moto Encuentro. Luciano publicó
en su cuenta de Facebook personal
su propia versión del accidente:
“Norberto desaceleró bruscamente intentando virar en sentido contrario al que llevábamos, nunca
sabré si él quiso volver a la quinta
que ya habíamos pasado para cam-
"El legado de Pappo, como todo músico emblemático
y de una trayectoria tan basta, está en su música, sus
letras, su estilo único de tocar la guitarra y también en su
manera de cantar"
bíamos nacido para tocar juntos.
Cada vez que volvíamos a juntarnos, en el primer ensayo, por más
que estuviéramos medio oxidados
enseguida estaba sonando algo que
te pasaba por arriba. Una aplanadora.” Peyronel revive, masticando
biarnos (estaba en short y mocasines), si quiso cruzase al cabaret o
qué fue lo que le pasó para hacer
esa incomprensible maniobra. Lo
que sí sé es que cuando lo estoy
alcanzando, el brusco movimiento me sorprende, su moto roza la
5
mía haciéndola cruzarse a la mano
contraria (…) Él se cae en el asfalto
con su Harley, corro para ayudarlo
a levantarse y un auto a gran velocidad con sus luces encendidas
golpea primero la moto y luego lo
arrolla arrastrándolo y pasando su
cuerpo por encima.”
El legado de Pappo, como todo
músico emblemático y de una trayectoria tan basta, está en su música, sus letras, su estilo único de
tocar la guitarra y también en su
manera de cantar. Kleiman afirma
que “les enseñaba a muchos que
no eran cantantes cómo se podía
cantar. Como en el rock internacional Bob Dylan o Lou Reed, fue
la tabla de salvación para aquellos
que no eran dotados en el sentido
ortodoxo para el canto.” Pujol lo
describe en cuanto a las temáticas contenidas en sus letras como
una “especie de “Garufa” en clave
rockera: los fierros, la noche, la
velocidad. Pero también su recurrencia al barrio y las primeras fidelidades, su identificación con la
vida suburbana y la frágil virilidad
de la ideología tanguera.”
Emiliano Scaricaciottoli es docente
de Teoría Literaria III (UBA) y coautor del libro Las letras de rock en Argentina. De la caída de la dictadura a
la crisis de la democracia (1983-2001).
Cree que Pappo “era un anticipado a su época y discutía con esa
categoría homologadora y falsa de
‘rock nacional’. La aparición de Riff
en 1980 o su ruptura con Miguel
Abuelo implicaron la afirmación de
nuevas micropoéticas (entiéndase,
géneros): pienso en el heavy metal
-aunque a Pappo y a Vitico siempre
les gustó la categoría de “rock metálico”- y en el blues”. Coordinador
del Grupo de Investigación Interdisciplinaria sobre el Heavy Metal
Argentino (GIIHMA) piensa que el
Carpo “repensó el lugar de la mujer
en un género que, injustamente, se
difundió machista (el heavy metal).
Canciones como ‘Susy Cadillac’ o
‘Pueblo del Norte’ no solo reivindican la identidad libertaria de la
mujer sino que también se permiten una crítica social dura.” Sergio
Marchi, periodista y autor de la
biografía de Pappo, El hombre suburbano, cree que “fundó dos nuevas
dimensiones en el rock nacional.
La primera fue la dimensión de
lo pesado; el blues argentino ya
había sido inventado por Manal.
Pappo fue más allá: le agregó distorsión y salió del blues puro por
una tangente que lo llevó a crear
a Pappo's Blues. La segunda fue
la dimensión de lo metálico; con
Pappo's Blues agotado, cambió de
vehículo y formó Riff.”
Pappo supo cantar, cual payador
"Pappo era un anticipado a
su época y discutía con esa
categoría homologadora y
falsa de ‘rock nacional’. La
aparición de Riff en 1980 o
su ruptura con Miguel Abuelo
implicaron la afirmación de
nuevas micropoéticas"
perseguido. “Cuando escucho mi
guitarra, siento que todo es mejor, y que todo se me aclara, todo
a mi alrededor, es como escuchar
distinto, es como escuchar mi
voz.” Pappo hablaba a través del
instrumento y su música no pasó
desapercibida por la historia del
rock argentino. Pappo era blues,
pero también hard rock y heavy
metal. Fue el condimento necesario para evitar el ablande en la
música popular. La banda sonora
de cualquier llamado rutero. Su
rock and roll no morirá jamás. x
¡Es Pappo Blues la
puta que lo parió!
Machi recuerda el momento exacto en el que se enteró
de la muerte de su amigo: “Ni
bien lo escuché empecé a llorar. Después me fui al cementerio pero no fui por la entrada
principal. Me quedé paradito
al lado de un árbol esperando
que venga el cortejo fúnebre
y cuando pasa, el coche se
queda ahÍ parado. No lo podía
creer. Parece que la gente se
dio cuenta de que yo estaba
y empezó a cantar ¡Es Pappo
Blues la puta que lo parió!. A
mi se me cayeron las medias."
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año 5 | nº 306 | 22 de febrero de 2015
Por Sebastián Scigliano
Fotos: Emiliano De Bin
¿Cómo es volver a escuchar un texto
tuyo en un reestreno?
La obra bajó sólo un mes y medio
desde marzo del año pasado,
así que, de todos modos, estaba
bastante fresca. Pero pasa lo que
pasa con toda comida recalentada:
en principio, le cambia el gusto.
Lo cierto es que es el momento
ideal para corregir, porque aparece
algo que sedimentó, algo que no
venía en el ritmo del cucharón
que revuelve, sino que paró y ahí
hay algo nuevo. Mi tarea ahora es
observar todos estos sedimentos y
ver qué valorizamos, qué tomamos
y a qué cosas hay que volver a
cambiarles el gusto.
¿Ya tenés un patrón de mirada para
estas cosas?
Siempre es distinto en función de
la obra. La verdad, es que el acto de
dirección tiene mucho de dirección
de orquesta, en el sentido de que,
es cierto, hay una pequeña parte
matemática que responde a cierta
lógica forma; en la música serían
las notas, los ritmos, los tiempos,
que también hay algo de eso en
el teatro, cierta formalidad, como
ciertas decisiones de estilo de los
personajes. Pero después también,
como en los directores de orquesta,
hay mucho del temperamento, de
observar qué es lo que está pasando
ahí, el clima que se genera, que es
inaprensible, y entonces nunca se
puede crear un patrón rígido, al
menos yo nunca he podido hacerlo.
Más bien lo que hago es observar y
dejarme llevar por lo que observo.
¿Por qué aparece ahora en tu obra el
Mauricio Kartún
«Uno no elige los mitos,
sino que se revelan en su
verdad frente a los ojos»
Acaba de reestrenar en el mítico Teatro del Pueblo Terrenal, pequeño misterio ácrata, un texto que relee el mito de
Caín y Abel en clave de grotesco y en un fantasmal “terrenito” suburbano de la década del '50. Y no solo eso: lo hace,
además, para leer “una especie de cambio de accionar de los distintos sistemas que forman al sistema capitalista”. Sin
embargo, la fórmula que Mauricio Kartún encuentra para resolver ese desafío, lejos de la pomposidad circunspecta,
recala en las formas compinches del teatro popular, a medio camino entre el escenario y la pista de un circo. Eso es
sólo posible gracias a su inagotable saber de baqueano de las tablas, después de 40 años de escribir, enseñar y
dirigir. Una charla sobre el teatro, los artificios y las formas de interpretar un mundo mutante.
mito de Caín y Abel?
Tengo la convicción de que uno no elige
los mitos, sino que se revelan en su
verdad frente a los ojos. Son como una
especie de epifanía. Uno se encuentra
de pronto con esa metáfora, que es
lo que en definitiva son los mitos, y
por alguna razón aparece el “¡bingo!”.
Lo que hizo que tome sentido ese
mito para mí ahora es, seguramente,
cierta observación del devenir del
capitalismo en el mundo: saber que
está pasando, sobre todo en los últimos
20 años, una especie de cambio de
accionar de los distintos sistemas que
forman al sistema capitalista y, por
otro lado, un cambio de mirada del
hombre sobre ese sistema. Me refiero
a lo que está pasando en Europa y
aquí, esa necesidad del capitalismo por
encontrar un enemigo, desaparecido
el enemigo de la Guerra Fría. Una
de las pocas ventajas que te da la
edad es poder mirar el pasado en
perspectiva, pasado por tu propio
cuerpo. El capitalismo yo lo he vivido
en el cuerpo, y los años te permiten
ver cómo se rearma, cómo busca
nuevos elementos de supervivencia,
nuevos enemigos, nuevas formas
de anidar y también nuevas formas
para defender aquello indefendible
que tiene el capitalismo, que es la
injusticia. Hasta un chico entendería
la falta de justicia social que implica
este sistema en el que vivimos y,
sin embargo, encuentra siempre
nuevas expresiones, nuevas formas,
nuevos argumentos. Seguramente
esa preocupación haya coincidido
con esta especie de mito original del
pensamiento propietario, el conflicto
entre el sedentario, el tipo que se
queda, engorda el culo, se rodea de
familia, hijos y capital a ser heredado,
y el nómade, que lleva sólo aquello
que puede cargar en sus brazos.
En todo caso, la extensión de las fronteras
del capitalismo, la desaparición de sus
enemigos, vuelve más dramático eso de
llevar en su propia sangre el germen de
su condena, que es un poco también de
lo que habla el mito de Caín y Abel.
Y el problema del castigo, también, que
es lo que la obra esboza sobre el final, eso
de que “en el pecado está la penitencia”,
como dice La Biblia. En el propio hacer
del hombre con función propietaria
está su castigo. A mí me llamó mucho
la atención descubrir esto en el mito
original; en las viejas leyendas hebreas,
Caín dedica su vida, después de cometido
el asesinato y del castigo, a construir
« En principio, yo trabajo con una búsqueda de verosimilitud y no de verdad. Hace muchos años que abandoné, si alguna vez lo tuve, el deseo de acercarme a la verdad escénica; disfruto más del teatro que trabaja con
un artificio manifiesto »
22 de febrero de 2015 | año 5 | nº 306
«Cuando la asimetría es muy grande, y sin embargo
se sostiene, es cuando yo siento que la obra consiguió el mejor resultado, es decir, cuando es, en términos reales, absolutamente irreal y, sin embargo,
en términos escénicos, creíble»
enormes ciudades amuralladas en las
que guarda aquello que gana a partir de
su invención de los pesos y las medidas;
una especie de paradoja cómica: un
hombre descubre cómo ponerle peso y
valor a las cosas, comienza a venderlas,
se enriquece y debe dedicar toda su vida
a proteger aquello que gana. Es decir,
pierde su libertad en la decisión de vivir
de esa manera.
No hay mortaja con bolsillos.
Exactamente. Es una paradoja tan
cómica que, vista así, uno podría
hasta dudar de la efectividad de
ese pensamiento, y sin embargo
venimos viviendo en él durante
siglos. Efectivamente, vivimos en
esa contradicción, en algo que no
nos hace felices y que impugnamos
todos los días y que, sin embargo, no
encontramos manera de reemplazar.
Marx decía eso de “no saben lo
que hacen pero lo hacen”; Zizek lo
reformuló: “saben lo que hacen y, aun
así, lo siguen haciendo”. Por ahí puede
entenderse esa incomprensión del
castigo y la eficacia del sistema.
Es así. Es el dulce castigo, como la
sensación de que es un castigo, pero que
tiene virtudes, y frente a las virtudes de
otra manera de vivir, se elige lo que ya se
conoce. Es injusto, siempre excluyente
del otro, pensándolo siempre como
fuente de divisas propias, agobiante en
la carga de trabajo y de responsabilidad,
excluyente de una vida en la que se
permita el placer, y mucho menos el
ocio y, sin embargo, predominante. En
ese mundo vivimos.
¿Con qué se conecta eso en el espacio
y el tiempo en el que ubicás la trama,
como en una especie de conurbano
semi rural de la década del '50?
No tiene un valor significante expreso;
hay signos que la llevan a cierto
tiempo anacrónico, algunas cosas de
la música, eso del loteo, que nos puede
llevar a los '50 o los '60. En realidad,
en términos constructivos reales, no
es otra cosa que una estrategia para
encontrar lenguaje, o no quiso ser
otra cosa que eso. Se trata de volver
verosímil ese universo de los loteos,
de los terrenitos, y los loteos en mi
imaginario están muy vinculados a mi
infancia. No fue más que encontrar un
lenguaje pertinente para ese universo.
En relación con el lenguaje, decís por
ahí que el texto de esta obra es una
mermelada, por lo espeso, y al mismo
tiempo hay en la obra una reflexión
sobre la palabra y sus trampas.
¿Cómo te llevás con ese artificio que
es la escritura de una obra?
En principio, yo trabajo con una
búsqueda de verosimilitud y no
de verdad. Hace muchos años que
abandoné, si alguna vez lo tuve,
el deseo de acercarme a la verdad
escénica; disfruto más del teatro que
trabaja con un artificio manifiesto.
Ahora, el artificio no es otra cosa
que una propuesta de negocio, una
convención que uno hace con el
espectador en la que le dice “mirá, esto
es artificial, pero para que vos aceptes
esto como una realidad temporaria, lo
voy a hacer verosímil”. Esto es: no es
verdad, pero es creíble. Yo trabajo con
eso, con que algo sea creíble cuando, en
su construcción, es manifiestamente
artificial. Cuando la asimetría es muy
grande, y sin embargo se sostiene, es
cuando yo siento que la obra consiguió
el mejor resultado, es decir, cuando
es, en términos reales, absolutamente
irreal y, sin embargo, en términos
escénicos, creíble. En ese sentido me
gusta mucho trabajar con el artificio,
por un lado, y con cómo volver natural
eso que es artificial.
La música en vivo, por ejemplo, es un
modo de hacer evidente el artificio,
como en algunas formas del momento
inicial del teatro.
O de ciertas formas del teatro que
incorporan al espectador como
un elemento más. Por ejemplo, el
sonido en vivo resaltando ciertas
palabras, o ciertos chistes.
Como un radio teatro.
O como en un varieté, en el que el
músico apoya con sonidos la relación
entre el cómico y el espectador. Me gusta
mucho eso, justamente porque la batalla
estética, en general, la ganó el realismo.
¿En el teatro también
Y… si hablamos de la zona de gran
producción del teatro, la zona
comercial, la batalla la ganó el realismo.
Sigue sosteniéndose un teatro que hoy
uno podría pensarlo hasta cercano
al cine, o la televisión, incluso.
Efectivamente, en el campo del capital,
en el campo de la guita, en el campo del
poder, ganó el realismo. En el otro, en
el campo alternativo, independiente,
da batalla el otro procedimiento, un
procedimiento de ruptura de ese
realismo. Y lo que es curioso es que
uno lo encuentra en cosas anacrónicas,
en cosas que ya han estado, y son estas
formas de teatro popular. El varieté no
es otra cosa que un circo domesticado a
un escenario. Son los cómicos de circo
que encuentran lugar para trabajar en
un escenario, a veces tan pequeño
que se transforma en un tablado.
Pero en realidad lo que hacen es
trabajar para el público. Y esto crea
una forma interesantísima para
tomar esos procedimientos y crear
otra cosa con ellos. Yo trabajo desde
hace mucho con eso. Creo que en
mis últimas cuatro obras, incluyendo
esta, está presente la relación con el
espectador de manera explícita; las
cuatro son manifestaciones del teatro
dentro del teatro.
En todo caso, parece ser en el teatro
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donde más permiso hay para poner en
evidencia el conflicto con el realismo.
Probablemente, su propia situación
crítica lleva al teatro, en la
desesperación, a una zona virtuosa,
que es la de la creación original.
Porque en realidad todo esto sucede
en el siglo XX, cuando el teatro entra
en crisis porque pierde su monopolio
de veintitrés siglos de contar una
historia. De pronto, lo pierde, y en la
desesperación empieza a buscar qué
cosa de su fenomenología le permite
seguir en acción. Y lo encuentra
en lugares insólitos, en viejos
procedimientos, volviendo al ritual; lo
encuentra porque lo busca. Durante
veintitrés siglos el teatro no buscó
nada porque ya lo había encontrado,
y reproducía ese mecanismo. Ahora
empieza el teatro a buscar y a
encontrar otras alternativas, y esto lo
lleva, curiosamente, después de 2400
años, a ser un arte de una vigencia
contemporánea extraordinaria.
¿Y por qué en Buenos Aires tiene
tan especial fuerza esa vigencia
contemporánea del teatro?
Es un ecosistema y, como en todo
ecosistema, hay un montón de cosas.
Yo veo las que se manifiestan, y esas
son, en principio, la presencia en
nuestro país de inmigraciones muy
fuertes de españoles, italianos y judíos
que traen la tradición teatral, la bancan
económicamente, esto es, construyen
salas, pero también traen directores
que luego quedaron trabajando aquí y
crearon su propia escuela y esto armó
como una especie de parque nacional
del teatro. Se cuidó mucho eso y eso
hizo que mucha gente se dedicara a
eso. En los últimos años ha pasado
que, como mucha gente de teatro no
puede vivir del teatro independiente,
se ha dedicado a enseñar, y entonces
construye espacios de enseñanza
que se transforman, con el tiempo,
en pequeñas salas. Emerge además
una generación muy joven, con
«Efectivamente, en el campo del capital, en el campo
de la guita, en el campo del poder, ganó el realismo.
En el otro, en el campo alternativo, independiente, da
batalla el otro procedimiento, un procedimiento de
ruptura de ese realismo. Y lo que es curioso es que
uno lo encuentra en cosas anacrónicas, en cosas que
ya han estado, y son estas formas de teatro popular»
ganas de crear, que coincide, en los
últimos 13, 14 años, con el Instituto
Nacional del Teatro, Por Teatro y
los subsidios del Fondo Nacional de
las Artes que te dan una guita para
que hagas, independientemente
de tu experiencia, para que puedas
estrenar. Esto crea una especie de
potrero interminable.
¿A qué le decís Ni a palos?
A cualquier forma de teatro que no me
permita trabajar con las condiciones que
quiero. No quiero ponerme fastidioso,
en el sentido de ponerle nombre a eso.
Simplemente, ni a palos a cualquier
forma de teatro que me obligue a
aceptar que hacer teatro no es crear,
sino ejercer de manera burocrática una
artesanía, y no porque crea que está mal,
sino porque ya he padecido ese hacer y
no hay guita que te lo compense. El
teatro es ritual, y para entenderlo, hay
que pasarlo a otro ritual. Yo voy muchas
veces a casamientos, y me conmueven
mucho, incluso a veces termino
llorando. Pero no necesariamente por
las personas que se casan, sino por cierta
instancia dramática en la que el padre
entrega a la hija, que hasta ahí caminó
de su brazo; eso es un relato de la vida,
conmovedor. Pero también puede pasar
que un día es uno al que vas porque sí y
no te pasa nada de nada. En el ritual, las
cosas pasan o no pasan, y cuando pasan,
es tremendo, porque hay un lugar en
el que te quiebra el relato, y si eso no
sucede, algo te falta. x
año 5 | nº 306 | 22 de febrero de 2015
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Muerte y transfiguración
de la utopía
Por Martín Rodríguez
“Entiendo que la Argentina es un país
de una enorme intensidad política,
donde la gente habla de política por todas partes. Tiene unas especificidades
que para los que estamos acostumbrados a los fenómenos europeos son algo
tremendamente extraño. Muchas veces
un fenómeno como el peronismo nos resulta extraterrestre en Europa.” (Pablo
Iglesias, líder de Podemos).
El boom latinoamericano de la primera década del siglo 21 fue político. Coincidió con el crecimiento de
las economías basado en la explotación del petróleo, el gas, la soja y demás recursos obtenidos del suelo o
subsuelo soberanizados por los Estados. Ese reequilibrio del poder económico de las naciones sirvió para
impulsar, no con todo éxito, la industrialización de estos países retrasados. Más allá del debate vidrioso
sobre las cifras de pobreza, desarrollo o igualdad, se presenta en estos
países un empoderamiento estatal
que contrapesó el ciclo de reformas
liberales de la década anterior. Los
Estados pobres de ayer son los Estados ricos de hoy, parafraseando a
Perón. Incluso en Argentina, donde
en el balance será inevitable medir
la soberanía estatal en el dominio
de recursos públicos obtenidos por
el Poder Ejecutivo: retenciones, ley
de medios o reforma de la carta orgánica del Banco Central son ejemplos en el sentido de un Estado con
más poder y más instrumentos de
poder. Gobiernos reformistas, experiencias de izquierdas nacionales,
particulares antes que universales,
y un mundo de transición en el que
se cayó el “Consenso de Washington”, se derrumbó por un instante
el sistema financiero, donde EEUU
empantanó sus borceguíes en Medio Oriente, e irrumpió China, India, Rusia, Brasil (el BRICS) como
contrapesos del orden mundial.
¿Cuál es el dato de este conjunto de
cambios y transiciones que significó el pasaje entre el siglo 20 y el
siglo 21 en muchos de estos países?
La clase media. La posibilidad de
hacer a más gente de clase media.
Se repite que la República Popular
de China incorpora la proporción
demográfica de una Argentina por
año (40 millones de personas) a las
ciudades. Del campo a las ciudades.
¿Qué pasa en Europa? Su crisis económica comienza a trasladarse a la
hegemonía inflexible de la Troika
y las reacciones a esa intransigencia se dejan oír incipientemente.
Leemos al tocayo Martín Rodríguez
Yebra en el diario La Nación: “Al líder de Syriza, el primer partido de
izquierda radical que llegó al poder
en la Unión Europea (UE), lo elogia
la ultraderechista, anticomunista y
xenófoba francesa Marine Le Pen.
Le levanta la mano Pablo Iglesias,
indignado de la Puerta del Sol,
‘ferviente europeísta’ formado en
la escuela del chavismo. Le desean
suerte el aislacionista británico Nigel Farage y también un viejo líder
de la extrema izquierda forjado en
la lucha por la unificación de Irlanda como es Gerry Adams. Despierta
ilusiones en el antisistema italiano
Beppe Grillo y en el islamófobo
holandés Geert Wilders. (…) Es lo
que el politólogo José Ignacio Torreblanca, director en Madrid del European Council on Foreign Relations
(EFCR), llama el eje de la soberanía.
‘Europa se está reconfigurando en
torno a un eje soberanista-populista, o lo que es lo mismo, en torno
a un resurgir de los nacionalismos’,
sostiene.” (…) “El fervor de Iglesias
con Syriza se equipara al de Le Pen
y su Frente Nacional. ‘Estoy encantada por el enorme cachetazo que el
pueblo griego le dio a la UE’, dijo la
líder ultraderechista, proclive a salir del euro y volver a las fronteras
nacionales.”
El peronismo nos hace endogámicos, poseedores de una suerte de secreto universal. Hay quienes miran
desde afuera con simplificación o
extrañamiento, tal la frase de Iglesias que encabeza esta columna, u
otros, como el gran Pepe Mugica,
quien en recientes declaraciones
dijo que “pobre Argentina si no la
gobiernan los peronistas”, en declaraciones que se completaban
como guiño al candidato peronista,
el “moderado” Daniel Scioli. Los argentinos no nos ponemos de acuerdo sobre el peronismo y a la vez nos
encanta descalificar a los que no entienden el peronismo. Sean de acá o
del extranjero.
El mundo cambió: no fue el fin de
la historia, pero sí su reactivación
sobre utopías más modestas. ¡Seamos imposibles, pidamos realismo!, fue la respuesta al grito viejo
de Mayo, aunque no menos ilusoria. Y ese cambio hacia utopías
modestas supone una tensión en
el centro del orden mundial consumado en la obtención de billonarias riquezas que “nadie produce”.
Meter gente en la clase media, en
las ciudades, en el consumo: utopía reformista, moderada, realista,
que hace a una política con ideas
más complejas y contradictorias. El
problema está en ese misterio que
llamamos “clase media” porque la
revolución proletaria fue sustituida
por el intento reformista de meter
clase baja en la media. Agregarle
consumidores al capitalismo. Convencer a los capitalistas de vivir
en un mundo de producción. El
mundo se hizo más peronista por
lo misterioso, confuso y contradictorio que eso significa. X
La salidera
Eventos, lanzamientos, recomendaciones
Julio y Agosto + 107 Faunos
Decir que tal o cual banda es una de las de “mayor crecimiento”
dentro de la escena local, es un recurso habitual dentro del
reducido lexicón de la prensa gráfica. ¿Qué implica crecer en
la música? ¿Es una forma de graficar la llegada a un punto
abstracto y siempre intermedio, una suerte de adolescencia
del rock en la cual no se es ni demasiado conocido ni
demasiado desconocido, pero ya con el suficiente kilometraje
como para obtener cierto tipo de reconocimiento? ¿Y qué es
una escena? ¿Cómo se crece? Si se rompe el automatismo
de la frase hecha y se negocia que el crecimiento es trabajar,
grabar, encontrar un sonido y una identidad que permita
identificar a aquello que viene del escenario, entonces Julio
y Agosto y 107 Faunos son, efectivamente, dos bandas que
crecieron mucho en estos últimos años, y escucharlas -en
vivo y en estudio- es casi una obligación, o al menos algo
que no quisiéramos dejar de recomendar. Dentro del muy
buen ciclo de recitales que programó el Konex para este
caliente verano 2015, está el primer show conjunto de estas
dos “grandes” bandas. Los JyA vienen de editar Canciones
del desastre, siete tracks llenos de cajones, contrabajos y
vientos donde destacan “Lee Harvey Oswald” y “Las siestas
al sol”, adaptación de “Sunny afternoon” de The Kinks. Los 107
Faunos también salieron con un disco nuevo en 2014, en este
caso, el muy recomendado Últimos días del tren fantasma, del
cual ya hablamos en estas páginas. La cita es este viernes
27 de febrero en Sarmiento 3131. Las puertas abren a las 19
horas y el show arranca a las 20. Entradas anticipadas: $70.
En puerta: $90. No se suspende por lluvia.
Bigote falso
Lo primero que llama la atención de Bigote falso -o lo
segundo, o lo tercero, no importa, está ahí, y llama la
atención- es la leyenda “Ni un blog impreso, ni una revista
virtual”, lo que vendría ser una forma de admitir lo extraño de
un proyecto de revista impresa en plena era digital. ¿Pero qué
es Bigote falso? Según ellos, una “revista de humor impreso”,
que a su vez reúne los contenidos publicados en bigotefalso.
com.ar (¡un blog!), sitio que, otra vez, insiste con que no es ni
un blog, ni un fanzine, ni una revista virtual, sino una “combi
sin papeles y medio abollada” -una metáfora, convengamos,
mucho más sólida que la del remanido “colectivo”- que
traslada a periodistas, escritores e ilustradores. Quizás
tampoco sea, necesariamente, una “revista impresa en plena
era digital” sino otra cosa inclasificable, algo que, al igual
que un bigote falso, puede parecer real o absurdo según
el ángulo. En cualquier caso, Bigote falso (que también es
una editorial, responsable, por ejemplo, de la publicación de
Periodismo pop de Hernán Panessi, colaborador a su vez de
la revista) lanzó a fines del año pasado su segundo número,
que incluye cuentos, un interesante top 5 de películas
sobre voyeurismo, la presencia siempre estelar de Ayar B., y
una entrevista a Silvio Soldán que amenaza con romper el
manoseado bizarrómetro pero que entrega algunos buenos
Staff
Director
Federico Scigliano
Editor
Diego Sanchez
Redactores
Pablo Móbili
Martín Rodríguez
Emiliano Flores
Franco Dorio
Julián Eyzaguirre
Romina Sánchez
Arte de tapa
Diego Paladino
Diagramación
Florencia Acosta
Fotografía
Patrick Haar
momentos como su descripción pudorosa de la cárcel de
Devoto -en la que estuvo dos meses-, o el instante en que la
entrevista se interrumpe porque alguien le avisa que Adrián
Suar lo acaba de nominar para el Ice Bucket Challenge. En
bigotefalso.com.ar pueden leer algo del material y, si les
gusta, comprar la revista, que sale $40, y se consigue en
distintos puntos de venta.
Redacción:
Amenabar 23 (C1426AYB)
Ciudad Autónoma de
Buenos Aires
Contacto:
[email protected]
Departamento
comercial:
Tel.: 4776-1779
Internos: 156 y 159
Venta de ejemplares
atrasados:
Azopardo 455.
Tel.: 4342-8476
Impresión: Editorial
AMFIN S.A. Paseo Colón
1196. Ciudad Autónoma
de Buenos Aires
Distribución en Capital
Federal y Gran Buenos
Aires: New Site. Baigorri
103, CABA
Distribución
en el interior: Inter Rev
S.R.L. Av. San Martín
3442. Caseros Pcia.
de Buenos Aires