MASTER WINE Revista de Vinos y Comidas Año 6 Número 52- 2005 QUISIERON REVALORIZAR LO PROPIO. CON MÁS DE CINCO MIL AÑOS, LA PRECOLOMBINA ES UNA DE LAS COCINAS ÉTNICAS MÁS ANTIGUAS. COCINA DE ALTURA "Si vas a cocinar, hacelo con altura", es la premisa que llega desde Salta. La idea surgió doce años atrás, cuando un grupo de cocineros decidieron poner el alma en la antigua cocina de los andes incaicos, para así transformar los productos precolombinos en platos de alta cocina. "Tratamos de respetar su filosofía. Para los incas, la comida no sólo servía para alimentar el cuerpo: también lo era para llenar el alma. Y cada uno de los ingredientes tiene un significado distinto; por eso no fusionamos ningún producto autóctono", cuenta Abelardo Lalo Angelina, uno de los creadores de esta corriente. Lalo tuvo un hobby desde los 14 años: estudiar todos los tipos de cocina que le fueran posible. Creció y decidió que la ingeniería en sistemas sería una carrera acorde para él. No la terminó, pero trabajó desarrollando sistemas durante ocho años, tiempo en que no abandonó su hobby. Hasta que con su amigo de la infancia (hoy socio) Lisandro Meyer, descubrieron las cocina precolombina. Ahí fue cuando el pasatiempo de Lalo pasó a ser la computadora y el trabajo en serio, la cocina. El restaurante José Balcarce, la perla de Salta, junto a la escuela de gastronomía Salamanca, son los sitios desde donde se dan el gusto de investigar con mayor profundidad los productos, familiares para ellos, exóticos para quienes todavía no se han dado una vuelta por allí. Para conocer las propiedades de la quinua, los beneficios de la llama o la exhuberancia de la papa andina, nada mejor que leer lo que sigue. Visitar las casas naturistas de 1 cualquier punto del país, o estar atento en los supermercados que ofrecen variedad y calidad, pueden favorecer la llegada de estos productos a nuestra mesa. Las jornadas gastronómicas donde se presentan estos platos que esperan ser descubiertos, son una opción incomparable. Esta vez fue el turno de Angelina, quien, como chef representante de la Casa de Turismo de Salta, brilló durante todos los jueves de junio en el Hotel Emperador junto a Luciano Ratti, su Chef Ejecutivo. Allí, Master Wine descubrió que Salta tiene un motivo más para sentarse con gusto a la mesa: tamales, humitas y empanadas salteñas no son los únicos hallazgos del noroeste argentino, Con la ayuda de arqueólogos, nutricionistas, química y tecnología, continúan surgiendo nuevos aportes que forman esto que se presenta con el nombre de Cocina de Altura. De descubrirla y saber cómo prepararla nos ocuparemos en esta nota. De llamas y tubérculos andinos Podría decirse que la carne de llama es el producto central de la cocina de altura. El carpaccio de llama (ver receta), por citar un alto en el que se luce, resulta un producto de excelencia por tratarse de una carne muy magra, suave, de un sabor apenas dulzón. Su producción se concentra casi en su totalidad en el NOA (en un 95%) y se divide entre pequeños productores que poseen entre 50 y 60 ejemplares. Por eso es que en esta zona se consume más que cualquier otra carne. Y los beneficios que aporta no son LALO ANGELINA en acción CARPACCIO DE LLAMA pocos: por empezar, su grasa, que es muy blanca es de bajo colesterol, tanto como diez veces menos que la carne de vaca o cordero, por lo que su consumo sería recomendable y más saludable. En cuanto a proteínas, también le gana a estos animales, y su producción también es para destacar: no requiere de instalaciones especiales, ni de sistemas complejos de crianza, y son famosos por su carácter dócil. Pueden criarse consumiendo forrajes de bajos niveles de calidad y difíciles de digerir (tal es así que otros rumiantes no podrían sobrevivir consumiéndolos). Eso sí, necesita de grandes extensiones de tierra, ya que a gran altura el pasto es escaso, y por eso su carne se vuelve tan magra: tienen que caminar mucho en busca del alimento y agua. También se luce por ser el camélido de mayor altura y tamaño, es doméstico y puede alcanzar un peso vivo de 125 kilos. Si después de saber que se trata de un bichito tan dulce no le da culpa probarlo, hágalo; no se va a arrepentir. Puede dosificar sus ansias carnívoras acompañando la llama con unas regias papas, y de eso sí que tiene para elegir. "La papa andina es muy estética. Algunas son más amargas, otras más dulces, otras parecidas a la papa tradicional; en definitiva, lo más llamativo es la presentación que tienen", cuenta Luciano Ratti. Además de embellecer los altos, se dice que la papa es la madre de los tubérculos andinos, logrando a través de la historia un desarrollo y una importancia únicos como alimento gracias a que en esta zona pueden obtenerse productos de elite, dadas sus características organolépticas. LALO ANGELINA y LISANDRO MEYER, junto a un horno solar. 2 Por eso las papas indígenas han logrado ser más digestivas y con un contenido diferencial de calcio y potasio. Su hábitat natural se da entre los 2500 y 4200 metros, en la provincia de Jujuy, Salta y Catamarca. Allí conviven una 35 variedades. Se destacan la kollareja, churqueña, rosada, colorada, chacarera, tuni, azul, runa, papa oca y lisa, estas dos últimas de lo más buscadas por ser lindas, ricas y exóticas. La papa lisa, también conocida como olluco, es de colores de lo más llamativos (morados, verdes y amarillo overo) ideal para decorar platos. De origen sudamericano, resiste a la perfección las peores heladas y es ideal para suelos profundos y orgánicos. La oca es de sabor dulce, por lo que puede competir frente a la batata. Al igual de la lisa, también cuenta con varias presentaciones: amarilla, rosada, colorada y overa. De consistencia harinosa, tiene alto contenido de almidón, minerales y ácidos orgánicos, y su contenido de casi 9% de proteínas hacen de este tubérculo un alimento nutritivo popular no sólo entre la población andina. Es por todas estas propiedades que pueden verse con tanta frecuencia en la cocina gourmet, y los supermercados ya las lucen entre sus mejores productos. Sobre la quinoa y otras semillas La materia prima, la investigación y la técnica forman los pilares de la cocina de altura. El resultado son los variados y exquisitos platos que surgen de semillas ancestrales como la quinoa y la kiwicha (también conocida como amaranto). Ambas plantas tienen alto contenido de proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas, lo que las hace ideales para personas que realizan grandes esfuerzos físicos, atletas, niños y mujeres embarazadas. Tratadas con desprecio como "comida de indios", los españoles llegaron a prohibirlas bajo pena de muerte o amputación de manos. ¿Por qué tanta bronca hacia estas semillas? La respuesta se encuentra en las propiedades mismas del producto, ya que convertía a los miembros del imperio incaico en verdaderos fortachones, y despertaba la idolatría de estos alimentos. Hoy la quinoa o quinua es tan valorada que lleva a pensar que podría contribuir a paliar el hambre en las zonas más desfavorables del planeta y ser uno de los cultivos más promisorios del siglo XXI. Pasa disfrutarla en la mesa, no hay que olvidarse de lavarla para eliminarle la saponina, una especie de jabón adherido a la cáscara que protege el grano del ataque de parásitos o insectos (con esa agua los LUCIANO RATTI, Chef Ejecutivo indígenas se lavaban el cuerpo y la ropa). Su sabor puede recordar al arroz integral, aunque su textura es mucho más fina, parecida al cuscus. Siempre es necesario darle un hervor, y queda especial como ensalada tipo tabule, cortando en concassé tomates, pepinos, pimientos, perejil y hierba buena, acompañándola con un aliño lo más neutro posible, como ser sal, pimienta, limón, aceite de maíz u oliva. Otra opción imperdible es la quinoa crocante inflada, "una de las preparaciones que guardamos más celosamente", según las palabras de Lalo, y consiste en, una vez cocida, dejar secarla al sol durante un día, freírla en aceite caliente y salar. El amaranto, por su parte, supo ser uno de los alimentos básicos en América, casi tan importante como el maíz y el frijol. Su grano, una vez limpio y seco, puede ser guardado durante años sin ver alteradas sus propiedades. Al igual que la quinoa, se considera un pseudocereal porque tiene propiedades similares a los cereales, aunque botánicamente no lo es. Sus hojas ricas en hierro (inclusive más que las espinacas) también pueden comerse en sopas y guisos. Y si de hojas se trata, cabe hacer una mención especial a unas malezas que no son tan malas. Malezas comestibles Cinco mil años atrás, a las malezas no se las calificaba con ese adjetivo y eran usadas en preparaciones a modo de hierbas y medicinas, ya que se las recolectaba fácilmente. La definición de maleza es "una planta que crece en un sitio que el hombre considera inadecuado", y suena bastante peyorativo si tenemos en cuenta que existen más de dos mil especies comestibles en el mundo, que muchos pueblos basan su alimentación en ellas, y hasta las cultivan y comercializan. De hecho, la avena, acelga, rúcula e incluso la quinoa y el amaranto, fueron malezas hasta que el hombre aprendió a cultivarlas. Sin embargo, la agricultura se ha concentrado en un poco más de cien, que precisamente coinciden en ser especies comercialmente redituables. Pero en rigor de verdad, parece ser que la quinoa liga mejor que la espinaca con la harina, ya que tiene menor porcentaje de agua, y esto la haría muy útil para fabricar, por ejemplo, tallarines verdes. La ortiga es una sopa deliciosa dentro del menú de cocina de altura. Como sus hojas pinchan, es importante usar guantes o un trapo para juntarlas y limpiarlas. Y a la hora de llevárselas a la boca, despreocúpese: la cocción hace desaparecer totalmente los pelitos urticantes. Las salsas y los acompañamientos también tienen importancia. "Me encantó aprender a hacerlos. Mote, kiwicha batida, llaswa (ver recetas) son salsas fabulosas. La achoscha también me pareció muy atractiva. Es como un pimiento con un racimo de semillas hermoso que nosotros quitamos para rellenar con queso de cabra", cuenta Luciano Ratti. Lalo Angelina, por su parte, destaca el valor de los vinos: "Salta, al ser una provincia de muy buenos vinos, crea el maridaje ideal: por eso en José Balcarce elaboramos las 3 cartas pensando en esto. La Cocina de Altura es tan variada en sabores y sensaciones táctiles que la podemos acompañar con toda la gama de varietales que se producen aquí. Por ejemplo, a un Malbec salteño, con su concentración característica y descriptores como pimientos, lo acompañaría con una pierna de llama confitada, quinoa crocante y papas kollarejas rellenas con mousse de pimientos y queso de cabra. O una trucha asada en aromas de cedrón con un Torrontés de Mounier" Los valles calchaquíes cuentan con numerosas bodegas artesanales que trabajan arduamente para convertir los racimos en exquisitos vinos regionales como el dulce y embriagador mistela, conocido también como "vino de misa", y los pateros dulces y secos, que tan bien pueden degustarse en territorio salteño y que nos hacen ingresar en el terreno de los postres. Allí sólo queda dejarse sorprender por una espuma de api (harina de maíz morado) una explosión para el paladar que acompañada con caramelo, kiwicha tostada y rodajas de mango se convierte en el final ideal de una noche de altura. ROLLS DE QUESILLO, vino sugerido, Torrontés LOMO DE LLAMA CON PAPINES ANDINOS, ACHOSCHA RELLENA CON QUESO DE CABRA Y LLASWA, vino sugerido, Tanac o Malbec ENTRADA Preparación Dore los cubos de carne de cordero en una sartén. Retire y reserve. Rehogue el ajo y la cebolla en la misma sartén hasta que estén transparentes. Agregue el pimiento y la zanahoria. Vuelva a colocar el cordero y levante el fondo con el vino blanco. Deje evaporar el alcohol por unos minutos. Coloque los champiñones cortados en cuartos. Cubra con caldo de cordero. Tape con papel aluminio y lleve a horno suave por dos horas. Retire y agregue la papa lisa blanqueada previamente. ROLLS DE QUESILLO Preparación Arme los rollos de quesillo disponiendo hojas de espinaca, panceta desgrasada crocante, pimientos y cebollas salteadas en juliana. Salpimente y salsee con aceite de albahaca. Para el aceite de albahaca: blanquee un puñado de hojas de albahaca, seque bien y licúe con un pocillo de aceite de maíz. LOMO DE LLAMA CON PAPINES ANDINOS, ACHOSCHA RELLENA CON QUESO DE CABRA Y LLASWA CARPACCIO DE LLAMA Preparación Preparación Para la llama: se cortan medallones de llama de 200 gramos, se sellan vuelta y vuelta en sartén y se terminan en horno por cinco minutos. Limpie los lomos y deles forma cilíndrica con un film. Lleve al freezer. Corte en láminas redondas, muy finas. Disponga en el plato. Aderece con limón, oliva, sal, pimienta negra y láminas de parmesano. Decore con verdes tiernos, las alcaparras y bastones de yacón. Para los papines: corte los papines en cuartos, hervirlos y saltéelos con manteca y plus de hierbas. Para la achoscha rellena: blanquee y lleve a baño maría invertido las achoschas. Rellene con queso de cabra rallado y un poco de crema. Gratine y sirva. PLATO PRINCIPAL CALDERETA DE CORDERO Para la llaswa: licúe en crudos tres tomates, una cebolla, medio locoto, una cucharada de aceite de maíz y sal a gusto. Ingredientes 2 Kg recortes de carne cubeteada de cordero 30 gr. de ajo 200 gr. de cebolla 200 gr. de pimientos 200 gr. de zanahorias 1.5 l. de caldo de cordero 0.5 l. de vino blanco 0.1p. de crema de leche 0.5 Kg de papa lisa 0.4 Kg de champiñones sal y pimienta, cantidad necesaria AGRADECIMIENTOS Hotel Emperador Buenos Aires Restaurante Maximus Restaurante José Balcarce (Salta) Escuela de gastronomía Salamanca (Salta). 4
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