Centenario de Edmundo Valadés l Birdman l Enrique Gómez Carrillo, promotor del haikú en Iberoamérica l El espejismo de la industria cultural Recuerdo de Abigael Bohórquez l Para comprender a Kafka Colaboraciones de Roberto Bañuelas, Martha Chapa, Roberto Bravo y Carlos Bracho El Búho está de luto, ha muerto uno de nuestros más asiduos colaboradores y un amigo entrañable: el gran cantante de ópera Roberto Bañuelas. Te extrañaremos, pero esta revista seguirá publicando tu obra con la que siempre estaremos recordándote. > Nació en ciudad Camargo, Chihuahua. Estudio canto y composición en el conservatorio nacional de música. Fue un intelectual completo, que no sólo fue compositor y cantante sino pintor y escritor. Debutó como concertista en La Creación de Haydn, y en ópera con La bohème de Puccini, interpretando el papel de Marcelo, en 1958. En 1959 formó parte del grupo Nueva Música de México, con el cual presentó obras de su inspiración como el poema sinfónico Avenida Juárez, piezas para piano y canciones. A partir de 1961 actuó en temporadas de ópera en México y los Estados Unidos, especialmente con la Dallas Civic Opera, y en 1968 y 1969, con la New York City Opera. De 1971 a 1979 participó en más de 500 funciones de ópera en los más importantes teatros europeos, principalmente en Hamburgo, Múnich, Fráncfort del Meno, Turín, Hannover, Manheim, Karlsruhe, Sofía, Praga, Amberes, Tel Aviv, entre otros. Como primer barítono ha alternado con destacados cantantes contemporáneos como Franco Corelli, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, Gianni Raimondi, René Kollo, Martí Talavera, Boris Christoff, Montserrat Caballé, Mirella Freni, Gundula Janowitz, Gwyneth Jones, Teresa Stratas, Katia Ricciarelli, Cristina Deutekom y Fiorenza Cossotto. Fue dirigido por los más importantes directores de nuestro país, entre ellos: Carlos Chávez, Luis Herrera de la Fuente, Fernando Lozano, Sergio Cárdenas, Francisco Savín, Enrique Diemecke, Héctor Quintanar, Enrique Bátiz, Enrique Barrios y José Guadalupe Flores, entre otros. Publicó cuatro libros de cuentos: Ceremonial de cíclopes (CV Editores), Los inquilinos de la Torre de Babel (Universidad Autónoma de Tamaulipas), Memorias del exilio interior (Tintanueva Editores) y Memorial de poetas entre lobos (Fundación René Avilés Fabila y el IPN). Las novelas El valle de los convidados de piedra (Universidad Autónoma Metropolitana) y Templo iluminado de la soledad (Editorial Doble Sol); el libro de poesía Trashumancia del amor cautivo (Tintanueva Editores); así como El canto y Diccionario del cantante, (Editorial Trillas) y Nueve canciones, publicadas por la UNAM. En 2007 fue el estreno mundial de su primera ópera de la Trilogía La muerte de Agamenón; en 2008, la segunda, con el título de El regreso de Orestes, y en febrero de 2009, la tercera, titulada El juicio. Entre los premios más importantes que recibió destacan la Medalla Mozart por obra y trayectoria (2007) y la Medalla de Oro por 50 años de trayectoria otorgada por el INBA (2008). Visita el Es único en el mundo a pesar de su pequeñez física. Actualmente tiene bastante más de lo exhibido. Cuenta con alrededor de 200 fotografías, caricaturas, grabados de escritores famosos, principalmente mexicanos. Tiene más de 100 primeras ediciones firmadas por sus autores, entre ella están libros de Gabriel García Márquez, José Saramago, Mario Vargas Llosa, Edgar Allan Poe, Carlos Fuentes, Alejo Carpentier, Evtushenko, Isidro Fabela, Juan Rulfo, Juan José Arreola, Rafael Solana, Fernando Vallejo, José Revueltas, José Emilio Pacheco, Carlos Mosiváis, Elena Poniatowska y muchos más. Cuenta también con objetos pertenecientes a escritores relevantes como plumas, máquinas de escribir, lentes, cartas documentos diversos... Faro del Saber Bicentenario Av. Parque Lira No. 94 Col. Observatorio Tel 5276.7700 www.museodelescritor.org.mx Consejo editorial: José Agustín Griselda Álvarez (>) Raúl Anguiano (>) Carlos Bracho José Luis Cuevas Martha Chapa Alí Chumacero(>) Alberto Dallal Beatriz Espejo Gelsen Gas David Gutiérrez Fuentes Andrés Henestrosa (>) Luis Herrera de la Fuente(>) Dionicio Morales Carlos Ramírez Ignacio Retes (>) Bernardo Ruiz Sebastián Fernando Sánchez Mayans (>) Leticia Tarragó l l l l l l l l l l l l l l l l l Director: Aída Emart René Avilés Fabila Subdirectora: Rosario Casco Montoya Coordinación de arte: Félix Acevedo Diseño: Osam Malja García Colaboradores: Manuel Aceves Pulido(>) Eugenio Aguirre Héctor Anaya Hugo Argüelles (>) Roberto Bañuelas (>) Martha Bátiz Roberto Bravo Salvador Bretón Rodolfo Bucio Salvador Camelo(>) Elsa Cano Emmanuel Carballo (>) Marco Aurelio Carballo Antonio Castañeda (>) Jesús A. Castañeda Joaquín Armando Chacón Leonardo Compañ Jasso Marcela del Río Adán Echeverría Javier Esteinou Sergio Fernández Citlali Ferrer Martha Figueroa de Dueñas Silvia Fong Robles Luz García Sandra García Enrique Gastélum Eve Gil Otto-Raúl González (>) Francisco Javier Guerrero José Antonio Gurrea Humberto Guzmán Saúl Ibargoyen Josu Iturbe Marco Aurelio Ángel Lara Daniel Leyva Roberto López Moreno Froylán M. López Narvaéz Andrés de Luna Ramón I. Martínez María Eugenia Merino Mayté Noriega Carmen Nozal Juan Luis Nutte Anabel Ochoa(>) José Luis Ontiveros Gregorio Ortega Federico Ortiz Quesada Francisco Prieto Jorge Ruiz Dueñas Rafael Ruiz Harrel (>) Hugo Enrique Sáez Alejandro Sandoval Perla Schwartz Ignacio Solares Ignacio Trejo Fuentes Francisco Turón Roberto Vallarino (>) Liborio Villalobos Calderón Marcos Winocur Patricia Zama Silvio Zavala l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l Artistas plásticos: Gilberto Aceves Navarro Juan Alarcón Iris Aldegani Rocco Almanza Alonso Luis René Alva Jesús Anaya Javier Anzures Irene Arias Luis Argudín Carlos Bazán Sergio Ángel Beltrán María Emilia Benavides Ángel Boligán Philip Bragar Alejandro Caballero Alberto Calzada Margarita Cardeña Alfredo Cardona Chacón Estrella Carmona Jesús Castruita Martha Chapa Guillermo Ceniceros Edgar Clement Felipe de la Torre Luis de la Torre Juan Román del Prado Lourdes Domínguez Aída Emart Francisco Eppens (>) Francisco Espino Perla Estrada José Fernández Carmen Flores Olivia Fuentes Héctor García (>) Joaquín García Quintana Luis Roberto García Gelsen Gas Luis Garzón Jaime Goded Esther González Gabriel Gómez Pizano Renato González Juan José Gurrola Víctor M. Hernández Rigel Herrera Jazzamoart José Juárez Lilia Luján Fernando Leal Audirac Antonio Ledesma Miguel Ángel Ledesma Jorge López Luckie Leonel Maciel Elsa Madrigal Francisco Maza Ángel Mauro(>) Pepe Maya Mel Edgar Mendiza Raúl Méndez Adolfo Mexiac Arturo Miranda Jesús Miranda Hugo Navarro Octavio Ocampo Ofloc Sebastián Carmen Parra Soid Pastrana Carlos Pérez Bucio Alejandro Pérez Jesús Portillo Neri Felipe Posadas Laura Quintanilla Ma. del Carmen Razo Carlos Reyes Alejandra Ríos Vicente Rojo Javier Roldán Teódulo Rómulo Gregorio Rosas Guadalupe Rosas Rruizte Oswaldo Sagástegui Max Sanz Peter Saxer Fernado Silva Luciano Spano Antonio Tadeo Raúl Tame Leticia Tarragó M. Tarbados Francisco Tejeda Jaramillo Mauro Terán Miguel Ángel Toledo Mauricio Vega Roger Von Gunten Daniel Zamitiz Enrique Zavala e-mail para envío de colaboraciones:[email protected] l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l Instituto Verificador de Medios l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l [email protected] [email protected] Circulación certificada por el Instituto Verificador de Medios Registro No. 285 / 01 l l l Nació en México Distrito Federal el 19 de Enero de 1962. Hizo estudios de grabado en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado ¨La Esmeralda¨. Estudió pintura con el Maestro Guillermo Zapfe. Llevó a cabo un curso sobre Pintura Mexicana del Siglo XX en la Universidad del claustro de Sor Juana. Y otro sobre Vertientes, ruptura y arte joven en la Escuela Mexicana de Pintura del Museo de Arte Moderno. Mary Stoppert comenta lo siguiente de nuestra portadista: “El bello arte de Aída Emart nos introduce hábilmente a su mundo privado de paisajes figurativos y de narrativas implícitas que evocan tiempos y lugares distantes. El arte de Emart tiene muchos ambientes y frecuentemente incluye un aspecto de dualidad. El espectador puede encontrar a una de sus voluptuosas mujeres posada y posando simultáneamente. Estas mujeres parecen estar en espera de algo, anticipándolo o perdidas pasivamente en la narrativa, con frecuencia con un animal cómplice. “Aída Emart sigue evolucionando como una maravillosa artista/pintora. Ella se conecta con el medio en el que trabaja, ya sea dibujo o pintura, con tanta fuerza como su amor por sus temas. Utiliza colores fuertes, texturas ricas y líneas atrevidas para crear dramatismo en cada obra. Emart se conecta de manera muy personal a cada pieza y parece ser ella quien está en la pintura, respondiendo a nuestra mirada.” Su Obra ha estado presente en ferias internacionales en Miami, Nueva York y Vancouver, donde obtuvo Mención Honorífica. Hasta la fecha Aída Emart cuenta con 23 exposiciones individuales y más de 60 colectivas. Su obra se ha reproducido y utilizado en varios medios como portadas de discos, revistas y libros. El Búho. Año 16. Marzo 2015. Número 169 Es una publicación mensual. Publicado por María del Rosario Casco Montoya. Calle Yácatas 242. Col. Narvarte. CP. 03020, Delegación Benito Juárez. Teléfono y fax: 56395910 y 56393266. Celular: 04455 20959228. www.revistaelbuho.com. [email protected]. Editora responsable: María del Rosario Casco Montoya. Reserva de Derechos al uso exclusivo: 04-2013-050811215600-203. Fecha de la última modificación, 30 de Abril de 2014. ISSN: en trámite. Ambos realizados en el Instituto Nacional de Derechos de Autor. Responsable de la última actualización de este Número, Dra. María del Rosario Casco Montoya, Yácatas 242, Colonia Narvarte, Delegación Benito Juárez, CP. 03020, Responsable de la versión electrónica: María del Carmen Castillo Z. Boulevard Ignacio Zaragoza, condominio Granero casa 36 Col. Hacienda del Pedregal CP. 52910 Atizapan de Zaragoza, Estado de México, Celular 04455 2516 2928 Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la editora. Contenido Editorial La encantadora ninfa llamada Lolita René Avilés Fabila 4 l De nuestra portada ¿Día del amor y la amistad o de la violencia? Daniel Dueñas 6 Bohórquez: una voz que se niega al olvido Ramón I. Martínez 8 Birdman o la virtud de dialogar cinemáticamente Joel Gustavo Rodríguez Toral 11 El centenario de Edmundo Valadés José Miguel Naranjo Ramírez 15 El espejismo de la industria cultural Manu de Ordoñana 23 Trashumancia del amor cautivo Roberto Bañuelas 27 De utopías andantes… Julio César Ocaña 31 l l l l l l l Confabulario El holandés loco Francisco del Castillo Lozano 39 El viejo profesor de narrativa Oscar Martínez Molina 41 Poemas Primeros Ignacio Martín 45 EL WHITE Roberto Bravo 47 Un minuto… cartas de amor Ylia Kazama 49 La calle Edgar Aguilar Farías 67 Diez Haikus de la memoria Marco Mora 62 Cinco sueños para Sandra Lorenzano Ulises Velázquez Gil 64 Carta de amor: me acorde de ti Rafael Martínez de la Borbolla 66 Haikús María Teresa Rodríguez Almazán 69 El muerto singular Gabriel José Vale Valera 71 Haikús Camelia Moreno 74 Textos muertos Yurazzy 75 Elías lujurias Fajardo... Mi amigo Benjamín Torres Uballe 77 l l l l l l l l l l l l l l Clave de sol Pero sigue siendo el rey Salvador Quiauhtlazollin l 85 Letras, libros y revistas La Biblioteca de David recomienda… David Figueroa 88 Enrique Gómez Carrillo: Promotor del haikú en Iberoamérica Ángel Acosta Blanco 90 Las constelaciones poéticas de Miguel Ángel Muñoz Jorge Sifuentes Cañas 96 Martínez Ocaranza y el sagrado averno Roberto López Moreno 100 l l l l Apantallados Una manzana podrida Francisco Turón 103 l Arca de Noé Adiós al dirigente campesino Francisco Carranza Francisco Javier Carranza Romero 106 El ejercicio del poder y su significado democrático Francisco J. Carmona Villagómez 108 Los trancos Carlos Bracho 114 Cumbre de sabores y aromas Martha Chapa 117 ¿Qué hacer? Hugo Enrique Sáez A. 120 La culta polaca Por Supuesto 123 l l l l l l Para la memoria histórica (archivo coleccionable) Cuentos de Franz Kafka l Páginas centrales editorial . .La encantadora ninfa l amada Lolita L a maravillosa novela erótica de Vladimir Nabokov, Lolita, fue elogiada por Denis de Rougemont y Graham Greene y sacudió a muchos lecto- res del orbe. En México, donde no cabía la literatura de amor-pasión, fue recibida como una obra revolucionaria. Las descripciones de la hermosura, gracia de la jovencita y su delicada piel son perturbadoras. La adolescente es una joven atrevida, perversa y poco común, que resucita la pasión de su padrastro. Al principio fue acusada de pornográfica. Fue un escándalo y ha sido llevada dos veces a la pantalla, la primera con James Mason en el papel de Humbert-Humbert, y la segunda con Jeremy Irons. La mejor Lolita fue sin duda Sue Lyon y ninguna otra como Shelley Winters para el papel de la madre. Sin embargo, ambos filmes fueron fallidos debido a la mojigatería de la época. La novela es un clásico de la literatura universal y como tal se anticipó a su tiempo. Criticada y censurada, hoy es estudiada y analizada no sólo por su atractivo tema, un triángulo poco frecuente aún en nuestra época, sino también porque muchos la consideran un monumento al idioma inglés. Ahora, cada vez que alguien se topa con una niña precoz en cuestiones amorosas es calificada --con ironía o precisión-- como una Lolita. Carmen Parra El tacto es uno de los elementos del amor. El principio del erotismo. Acariciando la piel comienza en lo profundo a gestarse El Búho el orgasmo. Un beso (lo sabían los antiguos griegos y pero ¡la quería! Con cuánto anhelo deseó acariciar su los latinos, más recientemente Klimt y Rodin) desata piel brillante bajo la luz neón del anuncio de un des- una explosión que el corazón apenas nota y el cerebro lustrado hotel. Con cuánta ternura se hinchó su pecho tarda en digerir. La literatura amorosa lo ha propaga- al imaginarse sorbiendo sus lágrimas, gimiendo en su do y la realidad es todavía más explícita. En todo gran pelo, explorando el más diminuto rincón de su frágil poema o novela de amor, aparecen alusiones a la piel. cuerpo hasta quedar transido de azul éxtasis.” Imposible concebir la pasión sin pasar por ella. Tersa, La piel juega un papel destacado en los textos suave, morena, bruñida, rubia, negra, blanca, delicada, literarios amorosos, a veces el principal: la belleza fe- nacarada, son calificativos frecuentes. Cleland, Shakes- menina comienza por dos sentidos básicos: la vista y peare, Sade, Neruda, D. H. Lawrence, Bukowski, Anaís el tacto. Humbert-Humbert, al perder a Lolita, va en- Nin, Henry Miller, son algunos que le han dado forma a loquecido en su busca, añora la piel marmórea de la los sueños y fantasías eróticas de los lectores. Nabokov jovencita. Cuando al fin la encuentra, es otra mujer: fue claro en sus descripciones femeninas: nos presentó ha cambiado: la metamorfosis es degradante y así la a una criatura angelical, de belleza perfecta, con un describe: “…y allí estaba mi Lo, con su belleza estro- espíritu renovador y agresivo, un tanto cruel y desde peada, sus manos adultas y venosas, sus brazos de luego lujurioso. Lolita será siempre más avanzada que piel de gallina, sus orejas chatas.” Todo está perdido cualquier niña faunesa o ninfeta. No obstante, el final para el amor-pasión: Lolita ha dejado su deslumbrante desconcierta: Lolita convertida en Dolores encuentra el y pícaro pasado para convertirse en hacendosa ama amor en un hombre común y la felicidad en la familia de casa. convencional. El gran perdedor es Humbert-Humbert, el Lolita es una novela que ha probado sus valores hombre que fue subyugado por la niña y luego abando- estéticos y la niña pecaminosa capaz de provocarnos nado. Destacan en la novela las descripciones sensua- pasiones encontradas. Humbert-Humbert, después les y sexuales, acaso lo que mayor escándalo produjo de esa experiencia, vivirá eternamente deslumbrado y que, hoy, ante los excesos de la cinematografía y la por el pubis blanco y pecoso de Lolita. No importa que televisión, palidecen de asombro. su futuro sea el de un hombre lastimoso y nostálgico. En una parte, Nabokov escribe: “Humbert-Hum- La literatura se ha hecho más audaz, allí está Philip bert arrebató la manzana. Dámela, suplicó mostrando Roth con El Animal moribundo, donde un viejo profe- las palmas de mármol. Le tendí la deliciosa fruta. Lolita sor universitario es capaz de conquistar a sus alumnas la tomó y la mordió. Mi corazón fue como nieve bajo y correr amores ardientes. Pero para muchos quedará esa piel carmesí…” Enseguida hace una excitante y el recuerdo imborrable de Lolita, la niña que ha inquie- hermosa descripción del cuerpo de la joven. tado a millones de lectores. En otro momento, el narrador señala: “H-H: era un monstruo pentápodo, pero la quería. Era despreciable y brutal y depravado y cuanto pueda imaginarse, René Avilés Fabila Editorial de nuestra portada Daniel Dueñas N i de lejos celebramos el día del Amor y la Amistad, nada del catorce de febrero de los enamorados, de los que cultiva- mos la amistad, ni hablar de chocar las copas de la franca hermandad, ni nosotros los mexicanos agobiados por la ola, por el tsunami de la violencia y la muerte, como tampoco los creyentes de Alá que matan en su nombre a judíos y a todo aquél que no profese su fe, sean europeos, norteamericanos, asiáticos, o en represalia, las bombas, misiles, balas de aquellos ofendidos, lastimados, muertos, merced a la furia religiosa de Talibanes asesinos bajo la protección, sí, divina de Mahoma y el Islam escrito en el Corán, aunque, para desgracia de la humanidad toda, no sólo sean estos la única amenaza, el único mal que sufre y padece, sino que existen otras que asolan a hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños en otras latitudes de la tierra, en el Medio Oriente entre los mismos mahometanos que interpretan de diferente forma Jazzamoart El Búho al profeta y pelean entre sí, jordanos que ametrallan común denominador que nos une, el de la violencia, sirios, iraníes que ametrallan iraquíes, balas que vie- ya sea por cuestiones religiosas, políticas o económi- nen y van en nombre del mismo dios, del mismísimo cas, o, como sucede en México, violencia y muerte, Alá, muerte también entre la multitud de naciones in- desasosiego y franco terror a esta ola desatada por el dependientes que conforman la otrora África Colonial, Soma del que hablaba Huxley en su Mundo Feliz, o repartida por siglos por los imperios europeos de in- sea, la cocaína que seda de sus angustias a las na- gleses, franceses, españoles, portugueses, italianos y ciones, a los ciudadanos, mejor dicho, de países lla- demás que hicieron del continente negro, un vasto, mados mega desarrollados, principalmente los Esta- inacabable manantial de esclavos que vinieron a fun- dos Unidos con más de tres mil kilómetros de frontera dar la raza afroamericana, que hoy, siglos más tarde, con México, cuya ciudadanía en grandes proporciones forman parte medular de Brasil y los Estados Unidos, requiere, necesita, del Soma cultivado y procesado así como de otros países como Colombia, Venezuela y, en Perú, Colombia y Bolivia, enviado a México para en gran proporción, en todas las islas del Caribe; seres ser introducido, merced a esa kilométrica frontera, al que fueron esclavos y hoy ciudadanos de cada una de mercado estadunidense, tráfico que se ha convertido esas naciones, ven con horror las matanzas que ocu- en un verdadero manantial de riqueza anhelado por rren en la tierra de su origen, donde el fratricidio arra- las bandas de delincuentes, que en su afán de con- sa con millones. Europa, la colonizadora por excelen- trolarlo han desatado un conflicto que no pocas vidas cia, tanto en África como en el Oriente Medio y el Asia ha segado, sino que también se ha convertido en una Lejana, sufre en carnes y territorios propios, la vio- real amenaza para la estabilidad de la nación, merced lencia de los que fueron esclavos, hoy ciudadanos de a que estos grupos delictivos han expandido sus accio- las naciones colonizadoras, que siglos después pagan nes criminales, al secuestro, el asalto a bancos, a insti- in situ propio los desmanes del coloniaje que se llevó tuciones privadas, emboscadas a las fuerzas de seguri- no sólo las riquezas naturales, sino las humanas, son dad y, como consecuencia, al asesinato cuyas víctimas sus descendientes convertidos en ciudadanos fran- se cuentan ya por decenas de miles, situación que ceses, ingleses o españoles, quienes ahora cobran no sólo nos preocupa, sino que nos aterra, al tiempo venganza y abiertamente anuncian que Europa será de unirnos y colaborar con las autoridades que día con africana o bien parte del Islam que, les vaticinan los día exponen la vida en nuestra defensa. Ayatolas visionarios del mundo entero, que el islam dominará al mundo. Pero el porqué de tamaño rollo, se preguntará us- Por ello, por el escenario que tenemos al frente, nos fue imposible celebrar el 14 de febrero el día del Amor y la Amistad. ted, paciente lector, a qué viene todo ello, viene de un *Aparecido en La Jornada de Morelos el 15 de febrero de 2015. de nuestra portada Ramón I. Martínez H aciendo una relectura del libro de ensayos Abigael Bohórquez. La creación como catarsis, de Ismael Lares (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2012), es posible encontrar entrelíneas el espíritu indómito del poeta, dramaturgo y promotor cultural Abigael Bohórquez (Caborca 1936Hermosillo 1995). Abigael aceptó, rebelde pues a todo límite, la dura suerte de ser un poeta en la semipenumbra del siglo veinte, que empieza a ser reconocido en estos inicios del siglo veintiuno. Poeta de culto, su obra ha sido escasamente abordada por la crítica. Tenemos por ejemplos el trabajo de tesis de maestría de Ana Álvarez, el libro Abigael Bohórquez: Pasión, cicatriz y relámpago del Dr. Miguel Manríquez, así como el ensayo que Hernán Bravo Varela dedica al poeta en su libro Los orillados. En efecto, Jesús Anaya El Búho Bohórquez ha sido orillado por las principales an- comunica y es en el lector donde ocurre la catarsis, tologías de poesía del pasado siglo y por la crítica, un purgar sus propias inquietudes para identificarse académica o no, a permanecer casi oculto. Es una con el poema y, como dice Lares, busca Abigael “re- voz que se niega al olvido. De ahí el valor del libro nacer a una nueva vida que se le brinda en el ejerci- de Ismael Lares, joven crítico que da fe del descu- cio poético”, a la manera de los misterios de Eleusis brimiento de una voz que se niega al olvido. de la antigua Grecia. “Poeta a imagen y semejanza de la poesía” como lo calificara Efraín Huerta en el poema-prólogo de Hace cincuenta años Las amarras terrestres (1969), poemario fundamen- que nací pedigüeño de amor, tal en la obra del caborquense. Fue un poeta hijo de y voy de paso la modernidad, por lo mismo relegado, a la vez que al paso crítico de la injusticia y desigualdad sistemáticas. antojadísimo Cantó su amor, abiertamente homosexual, lo que le de que al menos tú, Muerte, acarreó no pocas malquerencias y ninguneos. Fue la no me abandones. suya una poesía de múltiples influencias, como los Siglos de Oro, la Generación de Contemporáneos, la Generación de 1927. Estos versos de Poesía en limpio (1990) son un testimonio del recurrente memento mori que tuvo La poesis aristotélica es un concepto que Lares Abigael Bohórquez desde su primer poemario, En- toma como preámbulo en el ensayo inicial de este sayos poéticos (1955). Ya desde joven perfilaba el libro, “La creación como catarsis” y señala: “Un ele- amor y el desamor, así como la denuncia y la pro- mento necesario en la creación poética es la capa- testa, en un poema tan celebrado como “Llanto por cidad para desbordar la conciencia, aceptar la cre- la muerte de un perro” (1957). Éste es un poema ación como una catarsis (catharsis para definir el antológico, que es un canto de amor, es una elegía, acto de purgación de las emociones) del pensam- una protesta y una denuncia social. En palabras de iento innovador” (p. 10) No sé hasta qué punto ex- Ismael Lares, es “el poema entonces un punto de ista una purgación de las emociones en la poesía reconciliación. La catarsis como liberación y reen- bohorquiana, puesto que “catarsis” es un término cuentro. Muerte y renacimiento cotidiano. La expul- que Aristóteles liga más con la poesía dramática que sión y liberación de sentimientos es una catarsis. con la poesía lírica, pero es notable que ésta es ad- Abyección como método catártico para la puri- mirada como dadora de vida, de renovada vigencia ficación del ser”. La abyección puede ser tomada y avasalladora. Más que purgar las emociones, las en el sentido de humillación. Aquí Lares habla de de nuestra portada la “escisión elemental entre lo agradable y lo desa- dalizó a la conservadora sociedad mexicana de en- gradable”. (p. 19) Fue Abigael un ser desagradable o tonces. Y de hoy. incómodo para la cultura oficial: abyecto. Pero él lo “Quizá la verdadera vocación de Abigael haya eligió así, al alzar la voz para manifestarse tal cual sido la de rebelde” (p. 25) Así pues, decidió ser era, levantando su amor a plena luz, en media calle. un transgresor consuetudinario a las normas Abiertamente gay, con un homoerotismo que escan- de comportamiento convencional, según lo declara en su texto “Corazón de naranja cada día” (1993), donde el ya maduro poeta hace una rescisión de su propia trayectoria, que no desentona con sus declaraciones de principios anteriores, incluidas en su poemario Acta de confirmación (1966). Dentro de su amplio registro temático, Abigael tiene no sólo el homoerotismo y la poesía de protesta. También están los poemas civiles (donde se canta a héroes olvidados), el amor al desierto natal y a la aquilina tribu, y destaca el amor a Sofía, su madre. De todo esto pasa revista Ismael Lares, quien aunque no pretenda hacer un tratado exhaustivo de la poesía bohorquiana, sí ofrece una panorámica bastante interesante de la misma. Pertenece Ismael Lares a la estirpe de los críticos que se abocan al descubrimiento de Abigael Bohórquez. Un libro que se agradece y que han de agradecer las nuevas generaciones de lectores del vate sonorense. Demos tiempo al tiempo. 10 El Búho Ismael Lares Joel Gustavo Rodríguez Toral A Para Betssy lejandro González Iñarritu nos presenta una película que dentro de su filmografía es indudablemente la mejor, pero que no deja de mostrarnos la asimilación de propuesta americana en todo momento, demostrándonos quizá que se vistió sin ninguna duda para sacarse la espina de ganar el Oscar, cosa que no sabremos hasta que pase, lo que sí sabemos es lo que vemos en ella. Hay indudablemente un gran trabajo tanto en la producción como en el actoral, en donde Emma Stone en su personaje de Sam Thompson resulta ser un personaje clave en el conflicto interpretado por Michael Keaton quien actúa como Birdman/Riggan Thompson. La película es intimista e invita a un laberinto en la vida de una celebridad y del impacto del valor o valores buscados, sobre todo el del reconocimiento (en esto bien puede ser un es- Cruzitos de nuestra portada 11 pejo del mismo director). Un gran acierto es contar personaje de Michael Keaton: Riggan Thompson. Lo la historia en camerinos tras bambalinas y hacer la que nos deja ver una buena dinámica actoral entre representación de una obra de Raymond Carver, esto ambos logrando sensaciones inevitables en el espec- le da un sentido de identidad, de lucha por la vida y tador, un verdadero Qua pro Quo. Pero lo verdadera- de mera representación. Las actuaciones de Naomi mente inesperado es el alter ego de Riggan Thomp- Watts son arteras pero en el caso de la histrión es son con su Birdman paranoia y psicosis parlanchina, algo acartonada, mientras que en el caso del actor que lo pone a prueba a partir de cualquier duda Edward Norton, su actuación forma parte de choque, al respecto de lo que puede ser un éxito. Quienes relevancia, ya que entra en escena para enriquecerla, se vuelven una revelación en Birdman es Zach y se vuelve el amor de su hija Sam Thompson (Emma Galifianakis, actor más especializado en comedías, Stone), provocando sentimientos encontrados en el como la famosa secuela de: ¿Qué paso ayer? Sin em- José Juárez 12 El Búho bargo en Birdman realiza una actuación más sobria, pretar a la LaMota De Niro se operó para demostrar consistente y bien lograda como el socio y abogado la obesidad del personaje como se volvió a operar de Riggan Thompson en la puesta en escena de la para quedar como Robert De Niro, siendo que pagó obra de Raymond Carver. Y bueno la que es para mi más en sendas operaciones que lo que ganó por gusto personal realmente la revelación de la película hacer la película, esto da el tono con Michael Keaton es Emma Thompson, es quien da mucho sentido al al volarse la nariz, para demostrar que su persona- drama personal de Riggan Thompson, y representa a je en la puesta de teatro daría sangre. Cabe seña- la persona con quien tiene tanta culpa como padre. lar el sentido de confesión íntima en los principales Por otro lado y dentro de esta quizá desesperada monólogos de Robert De Niro, para hablar de la vida búsqueda del reconocimiento de la celebridad, en de LaMota, (en esto hay mucho en los momentos de que cae Riggan Thompson, en una serie de nuevas duda de Riggan Thompson) y ese interesante diálogo valoraciones acerca de la frivolidad que se da en re- que realiza al final de la película en donde menciona des con celebridades provocadas como Miley Cyrus, el parlamento de Nido de Ratas (1958) interpretado Kim Kardashian, o Paris Hilton que por hacer algo por el gran Marlon Brando, y dirigido magistral- insignificante como mostrar su trasero se vuelven mente por el cineasta Elia Kazan. En segundo lugar trading topic en las redes sociales. En esto y de una voy a poner en definitiva a Woody Allen quién en sus manera muy sugerente, González Iñarritu logra una películas siempre existen esos extraños diálogos fi- aguda crítica a las mismas de las cuales él mismo losóficos que son combinados con bromas, algunos en su persona, ha sido afortunado como víctima, y arteros y muy bien logrados, en Birdman González más ahora que se den los ganadores de los Oscares. Iñarritu hace uso de ello, tanto con finesa como con Ahora bien Birdman no se queda ahí solamente maestría, sobre todo con las actuaciones de la re- no, González Iñarritu como buen cineasta e intelec- presentación teatral entre Naomi Watts y Edward tual aprovecha a su Birdman, para hablarnos de su Norton, principalmente. De las películas que recuer- propia mirada y hacernos un diálogo y una disección do en el manejo del chiste filosófico de Woody Allen de las películas y directores que de algún modo han y que muy probablemente están de algún modo rela- inferido en su quehacer cinematográfico, en mi caso cionadas con Birdman son las siguientes: Crímenes y personal he de hablar de a quienes reconozco en la pecados de 1989, Maridos y esposas de 1992 y que es propuesta de Birdman/González Iñarritu: En primer la última que realizó al lado de Mia Farrow, película lugar y de un modo directo y quizá no muy evidente que apareció en medio del escándalo de su separa- es a Martin Scorssesse con la película Toro Salvaje de ción; Mighty Aphrodite (Poderosa Afrodita) con la 1985 en donde Robert de Niro da vida a Jake LaMota hermosa y gran actriz Mira Sorvino quien por su pa- boxeador en donde la paradoja es que para inter- pel de la prostituta Linda Ash obtuvo el Oscar como de nuestra portada 13 mejor actriz en 1995; y la que me parece que tiene Iñarritu en la película es sobre la filosofía del ser el lazo más directo con Birdman dirigida por Woody y sus valores, la angustia es drama en donde hay Allen es Celebrity de 1998 acá conocida como: El una especie de distancia, un drama que quizá sólo precio del éxito, en donde Kenneth Branagh con pesa en la apariencia, la subconsciencia manejada Leonardo Di Caprio, Wynona Ryder y la espectacular con el Birdman nos remite al cine de: Walt Disney Charlize Theron realizan una película con altas y ba- con: Pepe Grillo, de Pinocho y cuando vuela por la jas dentro de la búsqueda de un primer espectador ciudad y ese túnel a toda velocidad indudablemente que quería ser escritor y que realiza un periodismo a Peter Pan, en esto hay una metáfora con la ver- del espectáculo, y que a su vez le toca vivir con las dadera inmadurez de Riggan Thompson, un persona- celebridades sus caprichos, manías y su falta de soli- je que tiene distorsionados los valores reales de ser daridad y compromiso con los semejantes. Celebrity amado con el de ser célebre y festejado. a su vez está conectada con la película del director La percusión de jazz a base de un solo virtuoso de cine de autor italiano y gran exponente de una mi- incluso imaginativo de la batería, me remite a la bo- rada crítica y feroz del mundo: Federico Fellini quien hemia de los beats como a Otto Preminger el cineasta debiera ser el primero de la lista pero lo ponemos en austrohúngaro y su filme El Hombre del brazo de oro, el tercer lugar, porque Birdman es una cinta más a realizado por Frank Sinatra quien era un apostador la idiosincrasia norteamericana que al cine universal compulsivo y que además es adicto a la heroína, en per se. En el caso de Fellini la película que homenajea donde la música de Jazz está presente. de algún modo y que dialoga de manera intrínseca Alejandro González Iñarritu nos demuestra una González Iñarritu es. La Dolce Vita (La Dulce Vida) gran broma también, ya que nos despierta una ex- de 1960 actuada por el gran Marcelo Mastroianni y pectativa que le permite que la película termine 20 con la recién finada actriz sueca: Anita Eckberg. Esta minutos antes y nos acrecienta un morbo como es- película nos habla del glamour de la celebridad, de pectador esperando algo fatal, y el final con la gran su soledad y de lo que tiene que vivir esas personas sonrisa y divertida cara de Emma Stone en primer que viven en la pantalla de los paparazzi, pero que plano nos dice el final. no pueden ser personas normales. En Birdman tam- A mi me parece que Birdman es con mucho, la bién se da una revisión de una vida disipada, y de mejor película de González Iñarritu, sin embargo su la irresponsabilidad de traer hijos y de no criarlos. fortaleza también puede ser su principal enemigo He nombrado una y otra vez la filosofía en el cine ante la premiación del Oscar ya que por muy ameri- relacionado con Birdman supongo que habrá más cana que sea, las reflexiones del cine americano con las que haya dialogado o coqueteado González nunca llegan a ser profundas y aristotélicas, son re- Iñarritu; sin embargo de lo que nos habla González flexiones por entero mediáticas. 14 El Búho José Miguel Naranjo Ramírez La muerte tiene permiso E n el Estado de Sonora nacieron caudillos que diseñaron y dirigieron los destinos del México postrevolucionario, de sus aciertos y errores la historia ya se ha encargado. Pero los sonorenses tienen un caudillo del cual pueden sentirse completamente orgullosos, porque fue un caudillo de la cultura, me refiero a Edmundo Valadés (1915-1994) quien es un destacado cuentista, periodista, editor, un escritor que sigue siendo un referente en la narrativa mexicana del siglo XX. La labor literaria de Edmundo Valadés es de un valor incalculable en la vida intelectual de México. Fundó y dirigió la revista El cuento mediante la cual divulgaba la producción mundial del género cuentístico y difundía los cuentos de los escritores mexicanos. Por lo antes señalado, la mejor manera de celebrar el centenario Rocco Almanza de nuestra portada 15 del nacimiento de Edmundo Valadés es conociendo “Asunto de dedos”, “Adriana”, “Un gato en el ham- su obra cuestística. bre”, “La infancia prohibida”, “El pretexto”, “Se so- El primer libro de cuentos de Edmundo Valadés licita un hada”, “Todos se han ido a otro planeta”, se publicó en 1955 y se titula: La muerte tiene per- “Las raíces irritadas”, “Un hombre camina”, “El gri- miso el cual está integrado por los siguientes cuen- tar absurdo”, “Qué pasa, Mendoza”, “En cualquier tos: “La muerte tiene permiso”, “Estuvo en la gue- ciudad del mundo.” rra”, “No como al soñar”, “Como un animal, como Son cuentos cortos y magistrales, aparente- un hombre”, “Al jalar del gatillo”, “La grosería”, mente de lectura sencilla, la mayoría de sus temas nos hacen reflexionar. Lo que Valadés escribió en 1955 tristemente son temas tan reales y vigentes en el contexto que está viviendo México, su lectura asombra la realidad del contenido y trataré de ejemplificarlo explicando brevemente el cuento: “La muerte tiene permiso.” En este cuento está por realizarse una Asamblea ejidal, los ingenieros son los que conducen la Asamblea; antes que dé inicio, estos destacados líderes de manera burlesca, reflexionan sobre la vida de los campesinos: “-Sí, debemos redimirlos. Hay que incorporarlos a nuestra civilización, limpiándolos por fuera y enseñándolos a ser sucios por dentro…” El Presidente inició la Asamblea y después de los clásicos discursos y promesas realizadas a los ejidatarios, cedió la palabra a los campesinos para que expusieran sus quejas, peticiones, sueños, etc. Mayra Armijo Ugalde 16 El Búho Al inicio nadie se animaba a hablar, de pron- no estaban convencidas, Sacramento antes de rea- to Sacramento se hizo de valor y pidió la palabra lizar la petición expuso el último punto: “Si todo que le fue concedida, la petición que realizaría a la esto fuera poco. Salió el Presidente Municipal con Asamblea se justificaba en los siguientes hechos: los suyos, que son gente mala y nos robaron dos “Quiero hablar por los de San Juan de las Manzanas. muchachas: a Lupita, la que se iba a casar con Her- Traimos una queja contra el Presidente Municipal minio, y a la hija de Crescencio. Como nos tomaron que nos hace mucha guerra y ya no lo aguantamos. desprevenidos, que andábamos en la faena, no pudi- Primero les quito sus tierras a Felipe Pérez y a Juan mos evitarlo. Se las llevaron a fuerza al monte y ai las Hernández, porque colindaban con las suyas. Tele- dejaron tiradas. Cuando regresaron los muchachas, grafiamos a México y ni nos contestaron. Hablamos en muy malas condiciones, porque hasta de golpes le los de la congregación y pensamos que era bueno ir dieron, ni siquiera tuvimos que preguntar nada.” al Agrario, pa la restitución. Pos de nada valieron los Después de todo lo narrado como era de espe- vueltas ni los papeles, que las tierritas se le quedaron rarse el pueblo se cansó de tan mala autoridad que al Presidente Municipal.” promueve la injusticia, el autoritarismo, el abuso del Derivado del conflicto antes señalado, el Presi- poder, la corrupción, la delincuencia, el cobro in- dente Municipal enojado porque esta gente ruin, justo de impuestos, el descaro, etc. y buscó hacerse baja, pobre y malagradecida se le habían rebelado, justicia por sus propias manos, fue en ese contexto empezó a cobrar los diversos prestamos que debían que se solicitó el permiso para matar al Presidente los campesinos y que según él estaban muy atrasa- Municipal, y la primer respuesta de las autoridades dos. Como era de esperarse el cobro era mucho más de la Asamblea es la siguiente: “-Pero somos civi- elevado de lo que realmente debían y esto ocasionó lizados, tenemos instituciones; no podemos hacer- lo que a continuación Sacramento seguía exponien- las a un lado. Sería justificar la barbarie, los actos do en la Asamblea: fuera de la ley.” A esta argumentación válida se le “-Pos luego lo de m´ijo, siñor. Se encorajinó el muchacho. Si viera usté que a mí me dio mala idea. respondió: “¿Y qué peores actos fuera de la ley que los que ellos denuncian.” Yo lo quise detener. Había tomado y se le enturbió la Fue tal la presión que se hizo sobre la petición, cabeza. De nada me valió mi respeto. Se fue a buscar que al Presidente de la Asamblea no le quedó otra al Presidente Municipal, pa reclamarle… lo mataron opción más que llevar la propuesta a votación: “Se a la mala, que dizque se andaba robando una vaca pone a votación la proposición de los compañeros de del Presidente Municipal. Me lo devolvieron difunto, San Juan de las Manzanas. Los que estén de acuerdo con la cara destrozada.” en que se les dé permiso para matar al Presidente Por si todavía las autoridades de la Asamblea Municipal, que levanten la mano…” Mi estimado de nuestra portada 17 lector, como era de esperarse la votación fue a favor de Valadés. La vida sencilla, rutinaria, ordinaria, de manera unánime, una vez obtenido el resultado la encontrará en la lectura de los cuentos que in- favorable de la votación, Sacramento declaró: “Pos tegran el libro Las dualidades funestas, los cuales muchas gracias por el permiso, porque como nadie son: “Rock”, “Los dos”, “El compa”, “El verdugo”, nos hacía caso, desde ayer el Presidente Municipal “El cuchillo”, “La cortapisa”, “La incrédula”. de San Juan de las Manzanas está difunto.” En este libro de cuentos es recurrente encon- Edmundo Valadés es un cuentista genial, por trar temas que abordan la pasión, el erotismo, el supuesto que no se está promoviendo la barbarie, deseo, la sensualidad, el machismo, la cobardía, el quisiéramos que esto solo fueran cuentos, pero vandalismo, la venganza, el concepto de amistad, tristemente se confirma que lo único que hacen los los celos, etc. y por supuesto que escribir esas rea- verdaderos artistas es desnudar la realidad, mejor lidades como crítica social no siempre serán bien dicho, una pequeña parte de la realidad. recibidas. Es importante aclarar, que no todos los cuentos tienen el objetivo de juzgar una conducta, Las dualidades funestas hay cuentos que buscan enseñarnos a comprender que el enorme deseo y necesidad sexual que todos La obra cuentística de Edmundo Valadés podría ser tenemos, es tan natural y no tendría que ser visto tachada de negativa, pesimista, inmoral e incluso como una perversión, ejemplo de esto es el cuento antipedagógica. La realidad es que todos los cuen- “La cortapisa”. tos de Valadés solo reflejan parte de la condición Un aspecto interesante de los cuentos que inte- humana, y la principal función de la literatura es gran Las dualidades funestas es la sencillez con la describir esa realidad. Por eso en el segundo libro que son tratados los temas, verbigracia es el cuento de cuentos titulado Las dualidades funestas el cual “El compa”, en el cual nos encontramos con un se publicó en el año de 1966, Valadés transcribió la personaje primero obsesionado y después comple- siguiente reflexión de Mario Vargas Llosa, que nos tamente enamorado de la Bicha. Él, le prometía ayudará a comprender de manera más clara parte amor eterno, ella si bien le agradaba la idea de irse de la función de la literatura: a vivir con su enamorado, tenía la clásica duda que “…Pero quienes lo condenan afirmando que la solo la quisiera para el “acostón”. literatura debe ser edificante y ejemplar, se equivo- En el contexto en que el personaje enamorado can, pues la literatura nada tiene que ver con la peda- se desvivía por conseguir el sí de la Bicha, el compa gogía. Ella es un reflejo de la realidad y sus límites con el que siempre convivía en las borracheras y en son los de la realidad que no tiene límites.” las cantinas acompañados de mujeres, empezaba La realidad antes mencionada está en la obra 18 El Búho a notar que su compa lo estaba abandonando por la Bicha, un día habían quedado de ir a beber al Agua Ya vas, pensó. Y luego luego se la llevó por ay. Azul con unas nuevas mujeres y sucedió lo siguiente: Caminaron en la noche, sin atender más que a sus “Ni modo. Dejó de nuevo al compa, tragándose el ganas, escabullendo borrachos, a los vendedores, a sentimiento. La Bicha lo esperaba para irse de baila- las mujeres pintarrajeadas que pasaban casi entre da. Ella estaba respirando muy fuerte, diciendo que ellos, sin que los inquietara este o aquel policía que si a todo, a sus ganas desbocadas de irla apretando se les quedaba viendo. más y más entre paso y paso de Nereidas. Hasta sen- Ya sus manos la iban hurgando ávidamente, tir debilitar su vergüenza, poco a poco. Luego se la como si ambos fueran los únicos en pasar por esa acomodó muy bien, toda apretadita, sin disimular calle y no existiera sino su deseo y como si todos la calentura. -¿Nos vamos por ay? Ella nomás se le los demás, la ciudad entera, hubiera sido hecha para repegó, muy calladita, y él se sintió a todo dar, muy que ellos se acostaran donde mejor les pareciera. dueño de todo, capaz de cualquier cosa. Llegaron a la puerta del hotel, discreta, tentadora. -¿Dónde me llevas? -Aquí nomás linda, a estar solitos tú y yo. -¿No te digo que llevas mucha prisa? Hoy no. -Ándale, Vidita, si al cabo nos queremos bien. -Pero un ratito nomás y sólo para platicar.” Estimado lector, como podrá imaginarse ¡entraron al motel solo para platicar!, pasaron los días y la Bicha ya vivía en un cuarto con su enamorado. Él, ¡como todo gran caballero! le presumía mucho a su compa lo buena que estaba: “-Bueno ya me enredé con la Bicha. Le puse su cuarto. Un día te vas a comer con nosotros. El compa no dijo nada pero bien que se le Soid Pastrana de nuestra portada 19 notaba la molestia. A ver cómo te sale la muchacha. era una mujer que no merecía ser tratada con tanto Ya ves cómo son las viejas de aprovechadas. No la amor, los motivos del compa no son muy claros, tal vayas a regar por todos lados. Le habría explicado vez, eran celos de amistad, compañerismo, envidia, que con ella todo era pura vida, mejor que con las algún rechazo de la Bicha, la verdad es que no lo del Agua Azul. ¡Qué agarrones! Como para estarse sé. Lo que sí se puede comprender en el cuento es encima de ella a todas horas.” esa naturaleza desviada, perversa, sucia, machista, Entre más pasaban los días mayor era la feli- egoísta, porque el compa le dijo al enamorado que cidad de los enamorados, pero más grande era to- él había visto a la Bicha con otro, siendo esto una davía la infelicidad del compa, éste pensaba que ella mentira, y como era muy su amigo estaba obligado a decírselo, se emborracharon y bueno, el final lo podrá leer Usted, pero le anticipo que es un final trágico. Es parte de la narrativa de Edmundo Valadés, un cuentista original, diferente, quien en el libro La muerte tiene permiso nos describió la realidad de la vida rural, y en Las dualidades funestas nos presenta la vida de la ciudad con todas sus grandezas y miserias, teniendo el único propósito de enseñarnos a no convertirnos en “El Verdugo” o “El compa.” Solo los sueños y los deseos son inmortales, Palomita Toda la obra de Edmundo Valadés se integra en tres libros de cuentos, el tercer libro con el que se esta celebración por el centenario de su nacimiento, se titula: Solo los sueños y los deseos son inmortales, Palomita, publicado en el año de 20 El Búho Tere Palacios 1980. Con tan poca creación el sonorense nos dijo Después de tantos años de ausencia, “el ex- demasiado, porque en todos sus cuentos el lec- traño” regresó a su pueblo donde había nacido y tor siempre encontrará una parte donde se identi- crecido, quería reencontrarse con su pasado para fique. Los cuentos abarcan el nacimiento, infancia, que le ayudara a vivir o entender mejor su presente, adolescencia, juventud, adultez, vejez y finalmente pero, ¿por qué él ya era un extraño? Podría ser que la muerte. nadie lo reconociera o incluso el lugar ya no fuera Este libro se compone de cuentos nuevos y el mismo, sin embargo, “el extraño” llegó a expre- cuentos que ya habían sido publicados en Las duali- sar: “Tenía la sensación de haber perdido para siem- dades funestas(1966). El contenido es el siguiente: pre lo mejor que pudo haber en mí mismo. El re- “Palomita”, “Rock”, “Las Piernas”, “El cuchillo”, “La cuerdo no encaja. Intento acercarme lo más posible incrédula”, “El compa”, “La cortapisa”, “Los dos”, a mi infancia. Voy al callejón, en el que empecé a “La marioneta”, “¿Por qué?”, “El verdugo”, “El ex- vivir. Reconozco la casa de los dos pisos, los barrotes traño”, “Fin”. donde un niño metió la cabeza. Las banquetas ya Después de esta publicación de cuentos llegó el silencio de Edmundo Valadés, ¿Será que ya no había no son altas.” ¿El problema será de un cambio en la estructura física? más que decir? Puede ser que con el transcurso de los De pronto “el extraño” ve a un niño que es años nuestras vidas se van convirtiendo en recuer- su álter ego (otro yo) el cual le dice lo siguiente: dos que añoramos, y como el diario caminar solo es “Desde aquí te veo. No me gustas. No eres lo que un rápido recorrido hacia la nada, tal vez, mejor val- yo era. Tus ojos no son los míos. Tú eres otro. Yo dría la pena dedicar los pocos años que nos queden soy feliz, no tengo ningún fardo, ningún complejo, por vivir a dejar de ser “El extraño”. ninguna frustración. Este callejón es mi ciudad, mi “El extraño” es un personaje que intenta re- sueño, mi juego. Vivo feliz en este puerto. Soy parte cordar cómo fue su infancia, recuerda a su padre de él. Todos me conocen. Voy al muelle, soy amigo y algunas anécdotas: “Debo haber sido callejero. de los marineros, de los pescadores, me dejan subir Escapaba a las calles o casas vecinas, donde podía a sus barcos. No, ése en que estás tú, no soy yo. ¡En pasarme el día jugando con mis amigos. Tendría yo eso me has trastocado! Te inicié en la libertad de vivir tendencia a la libertad. Mi madre me ataba a veces y te dejaste imponer grilletes. Te di una maravillosa a su máquina de coser. Ella es una desvaída imagen, infancia. La has perdido. Vete eres un extraño.” una fugacidad inconcreta, una ternura incumplida. “El extraño” es un precioso cuento que nos hará ¿Qué me queda además de la visión irreal de su traje reflexionar y respondernos si hemos evolucionado blanco, bordado? Puro desarraigo de mi primera in- o involucionado, cada quien tendrá su respuesta. Lo fancia. Me ha dolido siempre.” que sí puedo compartir desde mi “egotismo” es que de nuestra portada 21 entre más crecemos menos libres somos, nos con- “La marioneta -un payaso en cuyo rostro de vertimos en esclavos de todo, incluyendo nuestros madera asoma, tras el guiño sonriente, una nos- prejuicios y no olvidemos que el rápido caminar, el talgia infinita- ha observado el drama de quien le día a día, es un camino hacia la nada, por lo tanto, da transitoria y ajena locomoción. Sus ojos parecen no perdamos el tiempo en un correr tan apasionado concebir lágrimas concretas, incapaz de ceder al hacia lo incierto, mejor reflexionemos en lo único marionetista la trama de los hilos con los cuales él concreto que tenemos, es decir, yo y el otro. adquiere movimiento.” Una vez que desterremos de nuestras vidas a La muerte es un sentimiento trágico con el que “El extraño”, no significa que ya resolvimos el pro- se nace, es algo inevitable, irreparable, por años Fa- blema trágico del hombre. Dejar de ser “el extraño” cundo Cabral y Alberto Cortez cantaron: “solo aquel es para vivir mejor esta vida terrenal, pero cuando que ha vivido, tiene derecho a morir” y le agregaría a estemos cerca del final, nos encontraremos con la la letra que los que realmente viven, nunca mueren, problemática existencial planteada en el cuento “La porque hoy a cien años de su nacimiento, estamos marioneta”. Este cuento se compone de dos párra- recordando, escribiendo y meditando, sobre el in- fos, para ser más concreto, en 9 renglones Edmun- mortal Edmundo Valadés. Finalmente, solo los li- do Valadés, nos está planteando unamunianamente bros, la literatura y la cultura son inmortales, esti- el sentimiento trágico de la vida que es dejar de ser, mado lector. [email protected] de existir. “El marionetista, ebrio, se tambalea mal sostenido por invisibles y precarios hilos. Sus ojos, en agonía alucinada, no atinan la esperanza de un soporte. Empujado o atraído por un caos de círculos y esguinces, trastabillea sobre el desorden de su camerino, eslabona angustias de inestabilidad, oscila hacia el vértigo de una inevitable caída. Y en última y frustrada resistencia, se despeña al fin como muñeco absurdo. Teódulo Rómulo 22 El Búho Manu de Ordoñana E l neoliberalismo que se puso en práctica en la segunda mitad del siglo pasado produjo una feroz transformación de la sociedad en que vivimos. Su plan de devolver a los estamentos privilegiados el poder perdido tras la segunda guerra mundial lleva camino de convertirse en realidad, al tenor del crecimiento de la desigualdad social que ha experimentado el planeta en los últimos años, no tanto por las crisis, sino porque el Estado ha descuidado su misión de redistribuir la riqueza. Ha sido un cambio lento, pero profundo, que está pasando desapercibido, pero encierra un enorme perjuicio para las clases más desfavorecidas. Está basado en la liberalización de la economía, la privatización de los servicios, el recorte del gasto social y la reducción de impuestos, además de una tolerancia encubierta a la “no competencia” para favorecer las cuentas de resultados de Lilia Luján las compañías multinacionales que, a cambio, se comprometen a financiar a los partidos políticos, con el consiguiente incremento de la corrupción y la sumisión de la justicia. de nuestra portada 23 Tras el hundimiento que sufrió la economía oc- til, teledirigida para amaestrar al pueblo hacia el “no cidental con la desindustrialización que siguió a la pensar”, un modelo que, con el tiempo, ha creado crisis del petróleo en 1973, la ideología liberal se una minoría adinerada cuyo fin es derribar esa bur- apoderó de la cultura con la esperanza de convertirlo guesía culta que ha sostenido la democracia en los en uno de los motores para recuperar el brío. Surgió últimos sesenta años. Esa “industria cultural” se ha así la “industria cultural”, una expresión seductora adueñado del mercado y ejerce un cuasi monopo- que esconde una mercantilización descarada de los lio en la distribución de los bienes culturales y, por bienes culturales diseñados para divertimiento de la ende, el derecho a “sugerir” a los creadores el tipo plebe, pensada exclusivamente para entretener, en- de mercancía que conviene a sus objetivos. cubriendo cualquier ideología contraria a los intere- Este proceso de industrialización provocó la ses de la clase dominante para perpetuar su modelo fusión de todas las manifestaciones artísticas, desde económico. las más populares a las más exquisitas, para crear Pasamos de una “cultura de masas” que surgió un fruto único de fácil acceso para el consumidor, de forma espontánea en el pasado a una “industria convertido en sujeto acrítico por la influencia de un cultural de producción masiva” de carácter mercan- discurso inocente, pero cargado de intención. La 24 El Búho Perla Estrada Unesco definió en 2005 la “industria cultural” como Creativa 2014-2020”, con un presupuesto de 2,300 el conjunto de empresas que trafican con bienes o millones de euros, a fin de recuperar el espacio servicios dotados de un atributo, uso o fin espe- perdido, no sólo frente a potencias como EE.UU y cífico que incorpora o transmite expresiones cul- Japón, sino también ante países emergentes como turales, con independencia de su valor comercial, China y Corea. acogiendo en el mismo paquete a las siguientes: Esta estrategia de crecimiento inteligente pre- patrimonio, archivos y bibliotecas, artes escénicas tende mejorar el rendimiento de los europeos en y visuales, música, cine y video, radio y televisión, materia de educación y desarrollo de la era digital, libros y prensa. con objeto de estructurar una nueva cultura que fa- Más tarde, la crisis económica mundial que es- cilite la adaptación a los cambios tecnológicos pre- talló en 2008 aceleró el cambio que nos había traído sentes y venideros. Hasta aquí, nada que objetar. la tercera revolución industrial, reduciendo la im- Pero, a continuación, uno se pregunta: ¿y dentro de portancia de la producción fabril en beneficio de este mogollón de dominios, en qué lugar queda el otras actividades que utilizan como materia prima mundo de las ideas? En el furgón de cola… difumi- la capacidad de crear y de innovar, lo que obligó nado, escondido, olvidado. a los gobiernos a apoyar la reconversión de sus Al parecer, no se trata de alentar la instrucción, economías hacia lo que se dio en llamar “sociedad sino estimular un modelo cultural descafeinado del conocimiento”, un enjambre de profesiones de que sirva para reactivar una economía arruinada diferente pelaje, que se encuentran en la frontera por los excesos de un capitalismo demoledor, que entre la cultura y la industria, con aforo para pro- se ha llevado por delante los avances conseguidos mover el empleo y generar riqueza de forma más en la segunda mitad del siglo XX. Y si este proyecto igualitaria. fuera transitorio, ahora que los recursos públicos Surgió así el concepto de industrias cultura- son escasos, hasta se podría admitir como apto, les y creativas (ICC), añadiendo a la definición de pero no parece el caso. La cultura ha dejado de ser la la Unesco otros sectores como la publicidad, la ar- herramienta apropiada para formar personas libres, quitectura, el diseño gráfico, la moda y la artesanía, capaces de vivir en comunidad y aceptar la diversi- a los que más tarde se unieron los videojuegos, la dad, para convertirse en disfraz de lo que postula. fabricación de instrumentos musicales, las agencias Las naciones presumen de avivar la oferta de bie- de noticias y los servicios de traducción e inter- nes culturales, pero sin preocuparse de su calidad in- pretación, a los que la Unión Europea se propone telectual, para atraer a un público iletrado, ávido de apoyar y potenciar mediante el programa “Europa artículos superfluos cuyo consumo apenas exige es- de nuestra portada 25 fuerzo pensante. Su intención no es instruir al indi- Si, de acuerdo, pero ¿no se podría invertir el viduo en las esferas superiores del saber, sino dotarlo argumento? Si desde la infancia, no se fomenta el de ese conocimiento positivo que lo haga competi- estudio de materias que, de por sí, son arduas y difi- tivo y, de paso, procurarle el poder adquisitivo para cultosas, en la adultez, resulta casi imposible ad- que disfrute de un ocio prestidigitador que le ayude quirir el hábito. Entonces, ¿no sería mejor dedicar a sobreponerse de los sinsabores de su explotación. recursos a guiar la sensibilidad del niño hacia las Con sus necesidades básicas satisfechas, el ser artes y las letras, en todo su recorrido educativo, en humano ha devenido un animal dócil que consume lugar de utilizarlos para subvencionar a la industria? de manera convulsiva los objetos culturales que Seguramente así, con el tiempo, veríamos la ciudad le son ofrecidos como diversión, ha optado por el sembrada de hombres y mujeres ilustrados, versa- sometimiento —en línea con las ideas expuestas dos en disciplinas múltiples, de donde surgirían ta- por Hegel en su dialéctica del amo y el esclavo— ha lentos capaces de crear bienes culturales de vuelo cedido su libertad a cambio de una existencia sim- alto, así como un colectivo suficiente de demandan- ple, sin compromisos, asumiendo los valores y las tes que los apetezcan. Promover el conocimiento, formas de vida de las estrellas que los medios de co- el arte y la cultura desde la infancia provoca un en- municación, al servicio de la ideología, se afanan en riquecimiento de todos los sectores de la sociedad. presentar como referentes irrenunciables. ¿Estare- En esas condiciones, sí haría falta la compare- mos abriendo de nuevo el camino de la servidumbre? cencia de la industria para organizar el mercado, En esa dirección van las reformas educativas pero una industria subordinada, al servicio de la en muchos países que se consideran civilizados. En cultura, no al revés. La tarea de dar forma y distri- España, el ministro de cultura ha hablado de “ma- buir el objeto cultural necesita ese eslabón entre el terias que distraen” para defender más horas lecti- artista y el consumidor, un tipo de negocio abierto vas a los saberes instrumentales (ciencias, lenguas a iniciativas privadas de tamaño mediano, incluso y matemáticas), en detrimento de otros más pres- familiar, en las que se abriría la puerta a multitud cindibles como las artes y la filosofía, que pasan a de emprendedores con vocación innovadora, a los segundo plano, y la música, que queda relegada al que ahora los poderes públicos podrían financiar, último escalón de las asignaturas formativas en la ya que estarían contribuyendo al desarrollo inte- enseñanza primaria. Los medios de comunicación gral del ciudadano, a hacerlo más libre y, de paso, a —salvo excepciones— nos han hecho creer que, en crear empleo y a repartir la riqueza. estos momentos de crisis, el gasto público en cultura es prescindible, porque hay otras prioridades. http://serescritor.com 26 El Búho Roberto Bañuelas XXXI Los amantes siempre somos dos aunque cada uno sea el espejo del otro en la contemplación de la marea del amor. Somos la guerra, la victoria y la paz al mismo tiempo en que celebramos el triunfo de los volcanes del alba. Te amo más allá de las palabras que aún no nacen para no invocarte con las frases fenecidas de los amantes fantasmas del pasado remoto. Creador obstinado de un testimonio signado junto a la luz en fuga de este atardecer, reduzco el decálogo a las cifras ardientes de tu nombre. Roberto Bañuelas de nuestra portada 27 XXXII XXXIII En la libertad condicionada por tu hechizo, La tarde prefiere las espigas a los fósiles segura del encuentro con la luz, que emergen a morder los frutos del presente. rasgas con un grito al silencio congregado. Indiferentes a la línea invisible entre la caída y el infinito, Estación terminal de profecías incumplidas, los montes custodian te ostentas en la mar, sirena, la vigencia de albas y ocasos. y en la tierra, donde resplandecen las cumbres de tu cuerpo, Anclado testigo eres esfinge que huye en la noche del presente de ayer y del futuro de hoy, al encantamiento del amor que inspiras. contemplo cómo vaticinas en tu vuelo la fuga de signos promisorios. Mis sueños y delirios te creyeron torre abandonada, En una morada para gnósticos disidentes, sin la luz del faro, aprovecho la altura de sus atalayas sin el grito del último náufrago. para maravillarme con las acrobacias Mientras algunas plantas carnívoras de un pájaro gimnasta que se divierte sueñan en devorar contra la inconmovible gravedad del cielo. a pertinaces y puntuales vegetarianos, los bosques absorben el atardecer y, sin detenerse hasta dar con la noche, XXXIV caminan silenciosos con su sombra. Insomne y cautivo guardián Con las últimas señales de claridad, ante la puerta de tu entrega, vaga en espiral apasionada abandono el testimonio y la presencia la táctil magnitud de tu recuerdo. de victorias que marchan fenecidas. Elijo los emblemas vibrantes de tu cuerpo que me alumbran y me conducen a penetrar en el templo tripartita de un dios compartido. 28 El Búho En la llanura desolada Carne de la imagen, dialogan las torres y el espacio; tiemblas en mi alma abajo, con paciencia nutrida de siglos, como el viento de la tarde los capullos de piedra proliferan que hace gemir de amor frente a la convergencia de enigmas fatigados. a los sauces que se olvidan de llorar. En la guerra silenciosa del olvido y la esperanza, surge la revelación migratoria del eco armonioso de tus pasos. Junto a la pétrea elevación que rinde su tributo al horizonte, tu nombre se vuelve jubiloso campanario, y de los campos florecientes del crepúsculo comienzan a germinar emisarios nocturnos. XXXV Con pasos de gacela en primavera, emigras con los fulgores del día y el canto nuevo de cada amanecer. Cuando retornas de los bosques, fundas con tu presencia el altar encantado del deseo; cuando te vas, me dejas en herencia la magia febril de tu recuerdo. María Emilia Benavides de nuestra portada 29 A la imantación de tu piel florida, en el insomnio nutrido por tu ausencia. como peregrino cautivo de tu hechizo, Recuerda que en cada estación espero, siempre, deposito en tus manos el rumor de tus pasos de gacela en primavera. la ofrenda amorosa de mis besos. XXXVI ¡Por qué tus labios prefieren el silencio si todo tu ser me da el canto apasionado Hay un coro de lejanos peregrinos, de la vida? mensajeros fervientes Gacela nocturna: no corras más en la llanura que marchan hacia la floración del canto. de mis sueños diurnos ni te aposentes La locura duplicada de predicar la armonía en el desierto, dejó atrás la ceremonia del crepúsculo que se reunió en el bosque mientras las torres se inclinaban como espigas. Cuando el deseo embiste contra el cuerpo inmenso de tu ausencia, la luna me hipnotiza y me compensa por la espera. Desde el círculo de angustia que proyecta el espejismo de una cuadratura lejana, retorno a la mansión que atesora las mutables iridiscencias de tu forma. Situado en la vital sincronía de los cálidos atributos de tu ser, el amor sigue como el guardián victorioso, timonel audaz de este barco embriagado de olas, brumas, arrecifes y nostalgia. Margarita Cardeña 30 El Búho Julio César Ocaña “ No son éstos, tiempos propicios para la utopía”, nos recuerda don Adolfo Sánchez Vázquez (†). —Más aún, don Adolfo, sepultureros de la utopía abundan, y son bien pagados por cierto… “Utopía” es un concepto renacentista (si bien ya de utopías etéreas escribía Platón). Pienso en “Utopía”, la clásica de Tomas Moro, pero también en las utopías de Campanella y Bacon, y en la de Morelly, en el siglo de las luces. Por supuesto, en las de los socialistas utópicos, ya entrado el siglo XIX (Saint-Simon, Owen, Fourier y Cabet). Pero, sobre todo, pienso en la Aída Emart utopía comunista de Marx y Engels, la única realmente posible, la única apalancada científicamente; la utopía en la cual creo, en la que sueño; la que me alienta... “El hombre libertario seguirá creando sueños y tramando utopías hasta el fin de sus días” (Cartas desde Berlín, p. 20).... Aunque no es de nuestra portada 31 guisar enchiladas, eso de tramar utopías. Ya sabe- Pero, sigamos con el discurso de Don Quijote a mos eso, dolorosamente lo sabemos. Por eso, creer los cabreros hospitalarios y generosos que, azora- en utopías no es cosa de hombres comunes, es mi- dos, escuchaban palabras tan descabelladas: sión histórica de Caballeros andantes… “Eran en aquella santa edad todas las cosas co- Acabo de releer, una vez más, El ingenioso Hi- munes: a nadie le era necesario para alcanzar su dalgo don Quijote de la Mancha, esta ocasión en la ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la práctica y funcional versión digital, esa bella que mano y alcanzarle de las robustas encinas que lite- anda navegando por allí, gratuitamente, en el ci- ralmente les estaban convidando con su dulce y sa- berespacio… zonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, Como todas las veces, me sumergí en la loca y en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes sutil, aunque profundísima sabiduría de su protago- aguas les ofrecían. En las quiebras de las peñas y nista, y me solacé con su cándido humor, con ese en lo hueco de los árboles formaban su república humor que para Octavio Paz es “el gran invento” las solícitas y discretas abejas, ofreciendo a cual- de los tiempos modernos, invento que debemos a quiera mano, sin interés alguno, la fértil cosecha Cervantes, fundador del arte de la novela (junto con de su dulcísimo trabajo. Los valientes alcornoques Rabelais), y padrino de la era moderna, en opinión despedían de sí, sin otro artificio que el de su cor- de Kundera (al menos en la literatura, reflejo elabo- tesía, sus anchas y livianas cortezas, con que se co- rado de la realidad). menzaron a cubrir las casas, sobre rústicas estacas Pues bien, me detuve un poco más en el Capí- sustentadas, no más que para la defensa de las in- tulo XI (I), a pensar y a repensar el discurso de Don clemencias del cielo. Todo era paz entonces, todo Quijote, donde se refiere a esa “dichosa edad y si- amistad, todo concordia; aún no se había atrevido glos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que entrañas piadosas de nuestra primera madre; que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se ella, sin ser forzada, ofrecía, por todas las partes alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, de su fértil y espacioso seno, lo que pudiese har- sino porque entonces los que en ella vivían ignora- tar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la ban estas dos palabras de tuyo y mío…” poseían. Entonces sí que andaban las simples y her- Discurso que da pie a esta aventurada reflexión mosas zagalas de valle en valle y de otero en otero, que gustoso comparto, de la mano, debo decir, de en trenza y en cabello, sin más vestidos de aquellos los preclaros encaminamientos del respetable filó- que eran menester para cubrir honestamente lo que sofo hispano-mexicano Adolfo Sánchez Vázquez. la honestidad quiere y ha querido siempre que se 32 El Búho cubra, y no eran sus adornos de los que ahora se ni ofender los del favor y los del interés, que tanto usan, a quien la púrpura de Tiro y la tantos modos ahora la menoscaban, turban y persiguen. La ley del martirizada seda encarecen, sino de algunas ho- encaje aún no se había asentado en el entendimien- jas verdes de lampazos y yedra entretejidas, con lo to del juez, porque entonces no había que juzgar, ni que quizá iban tan pomposas y compuestas como quien fuese juzgado. Las doncellas y la honestidad van agora nuestras cortesanas con las raras y pere- andaban, como tengo dicho, por dondequiera, solas grinas invenciones que la curiosidad ociosa les ha y señeras, sin temor que la ajena desenvoltura y las- mostrado. Entonces se decoraban los concejos amo- civo intento las menoscabasen, y su perdición nacía rosos del alma simple y sencillamente, del mesmo de su gusto y propia voluntad…” modo y manera que ella los concebía, sin buscar He aquí la utopía del caballero andante: Un mun- artificioso rodeo de palabras para encarecerlos. No do dichoso, una edad dorada, que algún día exis- había la fraude, el engaño, ni la malicia mezclán- tió, aunque fuese en su imaginación, pero que, en la dose con la verdad y llaneza. La justicia se estaba visión de otros quijotes más modernos, no sólo es en sus propios términos, sin que la osasen turbar deseable, sino posible. Adolfo Mexiac de nuestra portada 33 En su fantasiosa y fantástica reseña, don Quijote apunta tres aspectos dignos de resaltar: a) La ignorancia del “tuyo” y del “mío”; es decir, la ignorancia de la propiedad privada. me bastaría para afirmar categóricamente que en lo más profundo de los anhelos quijotescos anidaba esta grandiosa idea. Es verdad que el manchego atolondrado hablaba mirando hacia atrás en el tiempo, b) La comunidad de bienes, y en tanto que los marxistas lo hicieron (lo hacen, lo c) La liberación del trabajo. hacemos) mirando hacia adelante en la historia. Justamente son estos tres elementos las piedras Lo importante para este caso es la existencia de la angulares de la sociedad comunista, visualizada idea, de lo posible pasado, en un caso, y de lo po- por Carlos Marx y por Federico Engels. Esto solo sible futuro en el otro. Pero no es mi intención adjudicar semejantes pensamientos, locos o no, a unos cuantos precisos. Si somos curiosos, veremos que tanto en el antiguo Platón como en el renacentista Moro, o en el ilustrado Rousseau, sin pasar de largo a los predicadores del socialismo utópico, aparecen, una y otra vez, en distintos pasajes de sus magnas obras, o incluso en varias de ellas, los mismos conceptos, más remarcados en unos que en otros, pero presentes siempre en todos ellos. No es pues ocurrencia de uno el sueño de una sociedad que ignore el “tuyo” y el “mío”, que viva en comunidad de bienes y que se halle liberada del trabajo. Tan no es ocurrencia de uno o dos iluminados, preclaros, visionarios, que ya los humildes y auténticos primeros cristianos habían hecho de estas locas ideas forma de vida y convivencia, tal y como nos narra el evangelista Lucas en los Hechos de los apóstoles. Si bien, el último elemento, el 34 El Búho Carlos Pérez Bucio de la “liberación del trabajo”, sólo lo encontramos del interese, que tanto ahora la menoscaban, turban en Carlos Marx y en Don Quijote, aunque distintos y persiguen. La ley del encaje aún no se había sen- por su contenido y por sus formas. tado en el entendimiento del juez, porque enton- En su obra fundamental, Das Kapital, el funda- ces no había qué juzgar ni quién fuese juzgado. Las dor del materialismo dialéctico e histórico y de la doncellas y la honestidad andaban, como tengo di- economía política marxista concibe la generación de cho, por dondequiera, sola y señera, sin temor que “tiempo libre” como escenario propio de la libertad. la ajena desenvoltura y lascivo intento le menosca- ¿Pero, de dónde sale el tiempo libre? Pues de la pro- basen, y su perdición nacía de su gusto y propia ductividad del trabajo. Ésta, a su vez, es resultado voluntad.” de un desarrollo colosal de las fuerzas productivas Así era la imagen de la sociedad utópica (pasa- del hombre: de la ciencia, de la técnica, de la tec- da) que soñaba don Quijote, una sociedad que exis- nología, del desarrollo organizacional… Al liberarse tió en los tiempos dichosos de una Edad de Oro su- el hombre del trabajo, de la necesidad de trabajar, puesta… o al lograr la posibilidad de dedicar cada vez me- Es de resaltar que la utopía de nuestro entra- nos tiempo al trabajo, sin por ello ver menoscabada ñable deschavetado implicaba también una crítica la producción de bienes y servicios en su beneficio, de su entorno, de su realidad circundante. Crítica pasa del reino de la necesidad al reino de la libertad. que percibimos claramente cuando se refiere a la Esto es, en la visión de Marx (en resumidas cuen- “Edad de Hierro”, en la que impera el fraude, el en- tas) el comunismo. O sea: ¡Riqueza! ¡Tiempo libre! gaño y la malicia; en la que no existen la paz, la ¡Libertad! (mas, para todos, no para unos cuantos, amistad ni la concordia, y en la que el entendimien- como sucede en las sociedades de clases). Me re- to del juez se asienta en la “ley del encaje”. fiero, esencialmente, a lo mismo de lo que hablaba Me vienen a la mente, por analogía, las palabras don Quijote a los cabreros. Resulta interesante ob- pesimistas, pero tristemente verídicas, de Octavio servar cómo el héroe manchego no se queda en lo Paz en La llama doble: económico (como tampoco Marx), sino que va más allá todavía. Veamos: “Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia... No había la fraude, el engaño ni “Si pensamos en términos históricos, vivimos en la edad del hierro, cuyo acto final es la barbarie; si pensamos en términos morales, vivimos en la edad del fango.” la malicia mezclándose con la verdad y la llaneza. La crítica cervantina en El Quijote va más allá, La justicia se estaba en sus propios términos, sin pues, del plano económico (propiedad privada) que la osasen turbar ni ofender los del favor y los de la “Edad de Hierro”. Se extiende a lo político, de nuestra portada 35 a lo social, a las instituciones (Iglesia, Estado), y a la moral imperante que dicta, que prescribe, Bien podría haber agregado, digo yo: ¡Cabreros de todos los países, uníos! que prejuzga, y que juzga y condena… Sin querer La Edad de Oro es posible, mas no por arte de queriendo, sin decir diciendo, nos aclara don Quijote magia o por milagro divino, sino fruto de la lucha, que todas esas inhumanidades del hombre derivan de la batalla, de la aventura, del milagro de la acción. de un pecado original: La propiedad privada, y en Don Quijote teoriza, pero demuestra que su con- esto coinciden (¿curiosamente?) ambas visiones, la vicción es, también, un asunto de hechos. Teoría y quijotesca y la marxista. Si acaso hubo una dichosa Praxis, diría Marx. Por ello afirma Sánchez Vázquez “Edad de Oro”, se debió a la ignorancia del “tuyo” y que la utopía cervantina “no es sólo asunto de ideas del “mío”. Si acaso habrá una dichosa nueva, futura o de ideales, sino de acción y actividad práctica. La “Edad de Oro”, se deberá entonces a la abolición de utopía es aquí no sólo la visión de un mundo ideal, ese “tuyo” y de ese “mío”. sino de un mundo que debe existir, y este ‘debe’, Y, otra coincidencia más: al igual que en Marx, Don Quijote no se detiene en la proclamación de la como imperativo moral, es el que empuja a Don Quijote a la acción.” superioridad y la grandeza de la Edad de Oro. Este Y, sin embargo, Don Quijote fracasa una y otra último se propone, ferviente y apasionado, desinte- vez en su incansable afán libertario y justiciero. ¿Por resado por supuesto (como corresponde a todo ca- qué fracasa nuestro héroe? ¿Acaso porque construir ballero andante), mediante sus temerarias hazañas, utopías no es “enchílame otra”? Creo que eso lo hacer realidad esa Edad de Oro. sabemos de sobra, y de allí se afianzan, de ahí se Poner en práctica los postulados de justicia, agarran con uñas y hasta con dientes, los sepulture- equidad, honradez y solidaridad, es para nuestro ros del ideal socialista, los enterradores de la utopía héroe manchego un imperativo moral, una cuestión comunista. “¿Ven? El socialismo ha fracasado, el de honor; y, sobre todo, una cuestión de amor… Y socialismo no sirve, el socialismo no es posible”, por ello y para ello fue que “se instituyó la orden de nos escupen en el rostro. “¿Lo ven?: Marx estaba los caballeros andantes, para defender las donce- equivocado”. “Déjense, de una vez por todas, y para llas, amparar las viudas y socorrer a los huérfanos y siempre, de sueños, de utopías… La Edad dorada es a los menesterosos….” quimera quijotesca…” “¿Abolición de la propiedad Y remata contundente, digno y orgulloso: privada? ¡Jamás!” “Un mundo sin propiedad privada “Desta orden soy yo, hermanos cabreros, a es inconcebible…”, pregonan histéricos. quien agradezco el agasajo y buen acogimiento que hacéis a mí y a mi escudero…” 36 El Búho ¿Es imposible la utopía, acaso porque es contraria a la naturaleza humana? ¿Existe una “naturaleza humana”? O existen, más bien, circunstancias…, y bastara. Fracasa, prácticamente, por ser un héroe por tanto, situaciones moldeables, modificables, su- solitario. perables… Si me preguntan, yo digo que el hombre Y nos preguntamos preocupados: ¿El fracaso no es ni bueno ni malo por naturaleza; el hombre, de Don Quijote equivale, acaso, al fracaso de la en cambio, puede elegir ser bueno o ser malo, o sus utopía? circunstancias lo pueden predisponer para lo uno o Una lección importantísima, entre muchas más, para lo otro. Y aquí hallamos otra razón para el fra- de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Man- caso de Don Quijote: Él quería transformar el mundo como resultado de su lucha solitaria; mas, al contrario, tan colosal y tan compleja tarea no puede ser una tarea individual, sino colectiva. He aquí una de las diferencias entre ambas intenciones “utópicas”, la de Don Quijote y la de Carlos Marx. Miguel de Cervantes Saavedra, el prohombre renacentista, iniciador de la Edad moderna, nos enseña más y nos demuestra, aunque de manera subliminal, que fue un tan genial como sublime precursor de la concepción y de la visión marxista del hombre y de la historia. El Manco de Lepanto insinúa que la utopía de su Quijote está condenada a fracasar una y otra vez; sí, pero siempre y cuando no se ofrezcan determinadas condiciones para su realización. Don Quijote fracasa, entre otras cosas, porque toma ventas por castillos y molinos por gigantes; y porque cabalga en un jamelgo escuálido, y porque sus armas son rudimentarias, y porque tiene por acompañante a un único y pobre hombre ignorante y mal comido, por si lo anterior no Leticia Ocharán de nuestra portada 37 cha, es que la locura de transformar el mundo será de su visionaria obra como sueño deseable y po- una locura perdurable en tanto no entendamos sible, como utopía realizable. A saber: que un em- que transformar nuestras circunstancias debe ser la prendimiento como el de don Quijote de la Mancha, obra de muchos quijotes individuales, pero unidos está, ciertamente, destinado a fracasar. Que esto, en pensamiento, en palabra y en acción. La transfor- sin embargo, no representa el fin de la utopía. Que, mación de nuestra “Edad de Hierro” en una “Edad por el contrario, la utopía es tan necesaria e ineludi- de Oro”, será fruto de la unión, de la cooperación, ble como lo es el anhelo de una vida digna, justa y de la organización y la solidaridad de muchos Qui- libre; de una vida en armonía, paz y amor. Que esta jotes y, entre más seamos, mejor. O, simplemente, utopía es no sólo necesaria sino apremiante, y que no será… bien vale, por la altura de sus miras, por la nobleza El fracaso concreto, al pretender realizar no- de su intención, enfrentar todos los escollos que se bles ideales, como bien apunta el maestro Sánchez opongan a su realización y correr todos los riesgos Vázquez, no significa, por ello, que hay que renun- que implique, que no serán ni pocos ni pequeños. ciar a la utopía en nombre del más craso realismo. Finalmente, me resta decir, parafraseando al “No se puede vivir sin utopías”, nos dice, “como su- recientemente fallecido maestro Adolfo Sánchez gieren los agoreros que hoy proclaman su fin.” Vázquez, uno de los filósofos marxistas contem- Por eso Cervantes, a pesar del trágico fracaso poráneos más preclaros y consecuentes, que esta de su personaje ficticio, no renuncia a ella, a la utopía, necesaria para trascender el mundo exis- utopía. tente y vivir una vida mejor, será, sí, una locura qui- En el capítulo final: “De cómo Don Quijote cayó jotesca, siempre y cuando quienes pretendamos rea- malo y del testamento que hizo, y su muerte”, así lizarla no tomemos en cuenta la realidad que nos nos lo confirma. hemos propuesto transformar. Tal premisa es una Al volver Don Quijote a ser de nuevo Alonso Qui- de las tantas enseñanzas que nos brinda la lectura jano; o sea, al despertar de su locura, al final de sus de El ingenioso Hidalgo en tiempos en que, ante el días, pareciera que, luego de tantísimos desastres y fracaso de una utopía histórica concreta, los apolo- penurias, sus sueños se disiparían y morirían con él. gistas de la propiedad privada y de la explotación Y sin embargo, no sucede así. Sancho Panza, su fiel del hombre por el hombre proclaman el “fin de escudero, toma entonces la estafeta y se hace cargo la utopía”. del legado utópico de su Señor, y le dice: “Levántese desa cama, vámonos al campo…”. Y con ello, Cervantes reafirma lo que se desprende de la lectura 38 El Búho ¡El comunismo es una utopía andante, viva y andante! confabulario Francisco del Castillo Lozano L a vida de Vincent Van Gogh fue una vorágine de creatividad desbordada, pero también un drama intensamente humano en el que se enredan la pobreza, el rechazo social, la marginación y finalmente la locura que el artista adoptó como un escape a la frustración de sentirse aislado, incomprendido y por su permanente insistencia en expresar con colores todas las maravillas que su exaltada sensibilidad percibía en la naturaleza. “Anhelo de vivir” (i. Stone, Diana, 1953) es una estrujante narración de la vida de Van Gogh. A lo largo de cuarenta años, la he leído tres veces. Cada vez me han asaltado nuevas angustias, quizá ahora, a mis setenta y seis años, matizadas por mi propia experiencia de vida encaminada también, entre otras actividades, por el sendero del arte. Hoy tenemos la suerte de ver las pinturas de este gran artista y así, tratar de entender su apasionada intención de recrear todo aquello que veía. Pero ahora el autor también nos dice Enrique Zavala confabulario 39 lo que expresaba con palabras para decirnos cómo “La materia de que estás hecho, Gauguin, es la percibía su trabajo y su relación con la vida misma. misma que forma a la uva, pues tú y la uva no son Durante una discusión con Paul Gauguin, Van Gogh, mas que uno. Cuando pinto a un labrador en su cam- le dijo: po, quiero hacer sentir la unidad que existe entre el “Cuando pinto el retrato de un hombre, quiero uno y el otro. Quiero que se sienta el sol que vivifica que se refleje en él toda su vida, todo lo que ha visto, el campo, a su campo, al trigo y a los caballos por luchado y sufrido. igual. Recién cuando sientas ese ritmo universal en “Los campos en que crece el trigo, el agua que medio del cual se mueve todo el mundo, recién enton- corre tormentosa por las gargantas, el jugo de la ces comenzarás a comprender la vida. Eso es Dios” fruta y la vida que se desliza del hombre son todo la El camino de la creación, lleva al artista por misma cosa. La única unidad en la vida es la unidad senderos a veces sinuosos y a veces con incursio- de ritmo. Un ritmo al son del cual todos bailamos, nes y revelaciones luminosas hacia lo profundo de hombres, manzanas, campos, casas, caballos y sol. la condición humana. Aída Emart 40 El Búho Oscar Martínez Molina L a tarde es fría con una estruendosa lluvia golpeando los cristales. El viejo profesor se arropa con una raída frazada. Sorbe con presteza el café. Afuera, el cielo cayéndose en goterones. Acerca su rostro al ventanal, y el vaho de su aliento empaña el cristal. Su rostro ajado se refleja tenue, aun así, el surco en la frente y las arrugas alrededor de los ojos, le vuelven a recordar que ya no es un joven. Cierra los ojos. Aspira el aire. En su memoria vuelve a revivirla paso a paso, alejándose. El color de sus ojos, cafés claro. El sonido y la alegría de su voz. Su figura delgada y esbelta. Un sorbo al expreso que invade sus sentidos. Imagina el beso en los labios El cuerpo desnudo. Las manos y su boca recorriéndolo todo. Los senos. El vientre plano. El abrazo enredado en los cabellos húmedos. La blanca, y tersa espalda. Nenúfar que se ofrece a su boca y a sus dedos. Cuerpos que se encienden. Espasmos y suspiros. La entrega hacia la muerte. Edward Munch confabulario 41 Se aleja del cristal. Se sienta. Otro sorbo al café. el cielo cayéndose en grandes goterones. Se molesta Ahora escribe la historia que ha llegado a su mente, un poco al pensar que la lluvia estropee su salida. precedida de una tímida dedicatoria ¿para Elena?, y Ajusta la falda suelta. Amolda con cuidado las cade- borra el nombre, ¿para Rebeca?, y también lo borra. ras y las nalgas. Ahora la blusa, de algún modo, deja Finalmente decide: que sus senos se muestren apenas. El timbre del ce- -Para Lolita. lular. El novio ha llegado y la espera abajo. Un día Y enseguida empieza la escritura. más de atar y desatar angustias. Camina resuelta. La tarde es fría, húmeda. Afuera viento y lluvia. Ahora la lluvia se vuelve más densa. Piensa en el im- Es joven, inquieta y hermosa. Apura una taza de permeable, en el paraguas. Se asoma al ventanal. La café. Se asoma al espejo. Ve el reflejo de sus ojos, tibieza de su aliento deja un vaho en el cristal. Vis- cafés claro. Arregla sus largos cabellos. Se aplica gel lumbra el reflejo de su rostro y justo en ese instante, para darles la apariencia de verse húmedos. Deli- en su memoria, el rostro del viejo profesor de na- nea con delicadeza el carmín de sus labios. Afuera, rrativa. Afuera la tempestad bien puesta, el golpe de Alonso 42 El Búho las gotas en los cristales, el sonido lejano del timbre del celular en su bolso. Ve el reflejo de su rostro en -Ansiedad y locura-, dijo el viejo, y enseguida las explicó con besos en la espalda y en los muslos. el ventanal, distorsionado por los hilillos que dejan El toque de caricias en las nalgas. Aprovechó las gotas al deslizarse hacia abajo. En su mente la también los suspiros que brotaban del alma de la claridad del rostro del profesor. Sonríe tímida. Lo re- joven, para puntualizar algunos detalles de estos cuerda, y vuelve a vivir aquel encuentro. Las manos sentimientos. Suspira profundamente, y brinca so- acariciando sus ojos. El beso en los labios. Las ma- bresaltada. El timbre del celular, y la voz del novio. nos recorriendo la espalda, las caderas, los muslos. -Bajas. El cuerpo entero. El recorrido de su boca. La inquieta Una mueca en los labios. Nuevamente su reflejo perseverancia de los dedos. Se estremece trémula. en el cristal. Los goterones golpeteando con ritmo En su bolso el celular timbrando y de nuevo vela- pausado. No contestó el celular, canceló la llamada do, ahora con el estruendo de un trueno, precedido deslizando la tapa. Pegó la cabeza, el hombro y el del culebreo del relámpago. El cosquilleo y la cálida pecho izquierdos al ventanal. Se llevó la mano dere- humedad que recorre la entrepierna. El maestro de cha a la entrepierna. narrativa, y la narrativa que describió en su cuerpo. -Lujuria-, recordó en la narrativa, y un escalofrío La necia tentativa de escribir el cuento. El detalle de hizo temblar su cuerpo. Apretó con fuerza las pier- la técnica. Los personajes plasmados en sus carac- nas, atrapando su propia mano entre ellas. El viejo teres. La ira, el enojo, el deseo, el coraje; y el maes- y su destreza con los dedos y la lengua. La humedad tro con una serie definida de conceptos. El caminar cálida. El temblor violento. De nuevo el timbre del que la llevó sin más, a la habitación del profesor. La celular, y al mismo tiempo el claxon del auto. charla y el café, el cigarrillo. Interpretar -delicadeza- había dicho el viejo maestro. Y para mostrarlo, le cerró los ojos con los besos. -Ternura-, y entonces mordisqueó sutil sus labios. -Tersura-, y el maestro deslizaba suave, las manos por su cuello. -Ya, ya. Gritó molesta. Tomó su bolso. Canceló la llamada. No podía dejar el temblor en las piernas. Se acordó de la risa del viejo, ante los movimientos convulsos de su cuerpo. La amenaza ahora mismo de volver a explotar como en aquella hora. La narrativa aplicada en su piel. -¡Pinche viejo! había exclamado, al abrir la puerta. Afuera el aguacero bien puesto. Primero el brutal Esta tarde, afuera la lluvia, relámpagos y true- estremecimiento al contacto con el agua. La explo- nos. El celular y su monótono timbrar. Su cuerpo y el sión de su cuerpo y el grito prolongado que nace es- calor que ahora la recorre. pontaneo, gracioso. El espasmo desde la punta de confabulario 43 los pies a los cabellos. El fuego naciendo desde su Ella aún esta extasiada, riendo. vientre. La risa en un orgasmo sucesivo. -¡Pinche viejo cabrón! -vuelve a repetirse. -Pinche viejo. Repitió. Pensando que aquella res- Da un portazo tras de sí y exclama violenta puesta de su cuerpo, volvía de nuevo con sólo pensar -Pinche noviecito pendejo-. en él. Mientras lento, recuperaba el aliento. El viejo profesor, sonríe al ponerle punto final a -¡Que rico! alcanzó a murmurar, abrazada por el su cuento. tenaz aguacero. II Golpea con los nudillos la ventanilla del auto. Empapada de los pies a la cabeza. -Sube a cambiarte. Dice el joven. -Paraguas e impermeable. Alcanza a escuchar, mientras vuelve a casa. El curso se llama Conceptos interpretativos en la narrativa actual. -¿Lolita, cómo vas con tu cuento?, pregunta con ansiedad el profesor. -Enredada con el carácter de algunos personajes. Responde ella con rapidez. Él, como cada tarde desde que la vio al inicio de su clase, vuelve a preguntarse si ella aceptaría una larga caminata para charlar de aquellos conceptos indescifrables. Y triste retoma su camino, mientras ve que ella y el novio, que ha venido a recogerla, se alejan en sentido contrario. -Pinche noviecito pendejo. Murmura el profesor, por lo bajo. -¿Que se trae?, pregunta a la vez el novio -Es mi profesor, dice ella. -Necesito que me oriente en algunos conceptos indescifrables. -Acota después. Él, la mira intrigado, y ella agrega, -De la narrativa, ¡ehh! A menos que se anime… piensa para sus adentros. Ángel Boligán 44 El Búho Ignacio Martín I LETRILLA Siento la luna volverse fuego cuando tus manos se vuelven viento; te siento cerca, me vuelvo centro. Siento que somos aguas y sueños, siempre nosotros y los recuerdos. ¿No será que eso somos? Árboles, tiempo, labios, recuerdos, un verso en una piedra, un pedazo de sueño. Martha Chapa confabulario 45 II Fuego de amor; ternura incandescente que nos llena... Lucha de paz; suavidad encendida que nos une... Sangre de versos; poesía de tu amor que nos recorre... Calma de amor; presente que nos llena el horizonte... III Niño en mí dentro, si caigo alguna vez, si me siento vencido en el presente, si llega a parecer que no hay más sueños, si los golpes... Niño, hijo, no hace falta que vayas a buscarla, ella siempre está ahí; coge su mano... Luis Garzón 46 El Búho ...y anda... Roberto Bravo A unque cuando estoy alegre corro de un lado a otro yo no hablo con mis movimientos sino con mis ojos, mis ojos son el espejo de lo que entiendo, sufro y deseo y nada quiero más en las mañanas sino que llegue Rosendo y me de tripas de leche, que disfruto como pocas otras cosas. No somos fieles los perros sino agradecidos con quien consideramos nuestro, no me refiero a una camada que nos haya nacido ni a otra perra, sino a quien vive donde nosotros vivimos y nos procura. Tampoco diferenciamos el tiempo, nuestra vida es un presente perpetuo. Rosendo, sin ser afectuoso, me ha demostrado que adentro de él existe un alma que ama en todas las direcciones hacia donde ven sus ojos y siente su corazón, y yo sería completamente feliz el día que pueda dominar a Chano, el mozo y le rocíe alcohol alcanforado en los huevos como él lo hace conmigo. Cuando siento al alcohol quemar mis atributos, se me crispa el cerebro porque la exasperación contrae mi pensamiento y tengo que hacer algo desesperadamente, porque si no estallaría mi ser, nadie a quien no se lo Hugo Navarro confabulario 47 han hecho podrá entenderlo y Chano, a nadie se lo autoritarios, pero no lo son, interiormente no pue- hizo sino a mí. Asocié el dolor a sus carcajadas des- den coexistir con oposiciones porque sufren dema- pués de hacerme enloquecer. Eso duró hasta que siado, enferman y mueren si no encuentran una so- Rosendo tiró el esparcidor con alcohol alcanforado lución para su conflicto. y Chano no se tomó el trabajo ni el dinero de comprar otro. Una tarde vio Rosendo al peluquero que arreglaba el pelo a un cliente. La peluquería estaba a Desde que llegó Rosendo la vida cambió en el un lado de la farmacia. Observó los movimientos negocio, don Manuel está más relajado, Pupa está que hacía el barbero mientras pasaba una toalla por alegre casi todo el tiempo y Chano falta cuando se la nuca y la barbilla a una persona sentada en la le antoja. A Rosendo le pone de mal humor lavar silla. Miró cómo después tiró el agua de la bande- el mingitorio y cuando lo hace, lo hace bastante mal. ja en la calle y escupió a la tierra. Regresó con el Tampoco le gusta barrer el frente de la calle ni la cliente, a quien le mostró su nuca con un espejo. acera, porque enfrente están Laura y Beatriz, las de El hombre sonrió y después de pagarle se paró del la farmacia, y como le gustan no quiere que lo vean sillón y se fue. El peluquero salió a la acera, escupió con la escoba. Cuando don Manuel viene por las otra vez sobre la tierra y bostezó extendiendo los mañanas y le dice que limpie la calle, lo hace dan- brazos tanto como pudo. El barbero tenía cincuenta do la espalda a la botica para no ofrecerles la cara años y Rosendo catorce, pero ese peluquero fue un a las muchachas. Cuando Rosendo se fue las cosas espejo en el que se vio cuando tuviera esa edad si tomaron el curso de antes. Las tardes sin clientes se quedaba en el pueblo, e inmediatamente escribió no volvieron a ser las mismas. Rosendo leía el libro una carta a su padre explicándole que quería seguir de los milagros de los santos, o levantaba edificios estudiando. No dijo a nadie nada, solo escribió la con las fichas de dominó. Los perros percibimos a carta y cuando llegó Chano le pidió que la llevara la persona en su interior y el de Rosendo fue el más al correo. fino de los que conocí, estando con él se sentía una Amaba la vida que llevaba con sus abuelos y los placidez que experimenté solamente poco antes amaba como a nadie, pero se dio cuenta que él no de morir. Reaccionaba a cualquier estímulo, pero era como ellos y tuvo que dejarlos. cuando no había motivos era la paz absoluta. Yo morí una noche de la que no recuerdo otra Se fue porque, aunque a esa edad no sabía lo cosa que la oscuridad en la que me tendía después que quería, supo lo que no quería y un espíritu de- que cerraban la cantina. Para mí es lo mismo aquí licado como el suyo no podía vivir en contradicción que allá, somos los animales parte de la naturaleza consigo mismo. Personas como él pueden parecer y para nosotros no existen diferencias. 48 El Búho Ylia Kazama Y me quedé en silencio, en medio de la tormenta, pensando a qué poco sabe todo. Año de gracia 2000, mes séptimo, día 4. Carta en cuatro respiros y tiempos... en el tiempo ¿48 horas bastan para mirar? De Galicia al Paseo de los Melancólicos La vida son dos minutos y este minuto es para el amor. La ofrenda que hacemos es darnos protección y delicadeza. El plan es darnos tiempo, abrir el corazón y la vida. ¡Sea!, dijimos uniendo nuestros corazones en un rito de amorosa entrega. A mor mío: He sacado de la cajita de roble, aquélla que tallaste con tus manos con nuestras iniciales entrelazadas en lapislázuli. La he sacado y acariciado su contenido, porque en días como hoy, ver tus fotografías o letras me es tan necesario como respirar. Tengo visiones de otros tiempos. Ahora, los momentos oscuros y luminosos me enseñan a contemplar tus cartas y manos de otro modo; cuando me las dabas, cuando me tomabas de la mano eran días que a veces no vivíamos sino que nos vivían. Carmen Parra confabulario 49 ¿Qué veías cuando caminabas por esta ciudad Eres todas las ausencias... azulverdosa? ¿A qué jugabas de niño? ¿Dónde abando- Aquellos eran nuestros días inmortales, faltó tanto naste la inocencia para vestirla de grisáceo? ¿Quién te por decir y tanto por combatir; alrededor de tu cabello dio a gotas diarias el miedo que tomaste como si fuera estaban mis dedos tejiendo tus sueños, abrigando tu parte de tu vida? ¿Cuántos pasos había hacia nuestra cuerpo mis derroteros; compartíamos el aliento acla- cama desde la entrada? ¿Cuándo liberaste todo eso rando el mensaje de la permanencia efímera y eterna. para vestirte de sombras? La faz de la tierra era verte Guardabas celosamente mi música, mis pasos, dormido y tu mano, tocando siempre mi muslo, era el mis secretos y dibujabas con todo lo tuyo un mundo paso a soñar en el asombro de este encuentro causal de curiosidades. con un destino. Al recorrer con mis dedos tu rostro en las fotografías, ríos de recuerdos fluyen intactos de ti, de tus insubordinaciones tejidas en el revés de los relatos; eras terco pero al mismo tiempo eras una entonación dulce. Eras la mañana que florece con los juegos, eras el insomnio acongojado y el acontecer de lo que no podíamos vivir por el caos de las valentías ante lo inevitable. Tus cartas lo dicen todo, tu relación filosófica, las correlaciones semánticas de nuestra amistad amorosa y la gratitud hacia lo que te daba era precisamente el tormento de no poder ser congruente con tus palabras. Sin embargo, ahora que leo tus cartas, sé que era inútil que negaras el amor, porque en cada insignificancia está labrado tu abrazo largo hacia mis preguntas. El tiempo no ha desteñido tus letras, la forma en que las anotabas y la paciencia para mecer conversaciones parpadea en cada hoja. 50 El Búho Juan Román del Prado La primera vez que nos amamos, dejaste una car- ferías marcharte y enseñarme a vivir sin ti. Es en lo ta pegada a la lámpara amarilla, estaba llena de de- único que te he llevado la contraria... esta vez no diré: monios, de sombras, de las vendimias de tus tiempos “¡...si tú lo dices!”. Me enseñaste a vivir contigo y vivi- tristes; no supe adivinar en ese momento que había un rás conmigo por siempre y para siempre... ¡ya te digo! gran amor en la negación de tus detalles. Hay promesas de vida, ésta es una de ellas. Cuando regresaste del trabajo y viste mi maleta Aún arde la cera de la vela, la luna llena anuncia en el borde de la puerta, desembarcaste en mis brazos silentes pulsos en nuestra cama; sigue siendo nuestra para decirme, con besos de sangre, que no me mar- porque nadie más que tú la ha habitado. Los ojos cam- chara. Que aunque no querías quererme, la profundi- bian los tiempos verbales, distantes para no consumir dad de nuestras noches estaba por escribirse y que yo la tierra de Dios y la poesía. podía darle una oportunidad a ese nacimiento. Nada está de más en ninguna de estas ciudades, Esa noche la maleta se quedó durmiendo allí y cada cosa pertenece y se desintegra de manera per- la siguiente y la siguiente. Nunca desempaqué, pero fecta para consumir y renovar los días. Dios está en tampoco la cerré para marcharme. Desde el fondo de cada experiencia amorosa, sin este punto de unión no mis lágrimas vi tu memoria confundida. La eternidad podríamos habitar el espíritu. Estás en mí como yace de tus ausencias, el miedo a perderme, el dolor de la la oración, dibujando con harina los sobresaltos para certidumbre de que no podías quedarte. Por eso, des- de un soplo volarlos hacia la media tarde. Es saludar, nudaste el amor para dormir a mi lado con tu cuerpo, como hacíamos, a la mañana y reír con los párpados que parecía desierto; sin embargo, estabas floreciendo. sin tener confusiones en los pómulos. Llenamos de amor dulce cada pedazo de piel, pero ¿Te das cuenta de lo que vivimos sin escándalos? más que nada desnudamos el alma para dormir fundi- La esencia de los humanos es saber volar, aunque se dos en una cama de nubes. Construimos una escalera tenga una nariz imperfecta, o un cuerpo de pecado. Y infinita hacia los sufrimientos; olvidé el conocimiento nosotros volamos, dispersamos las perfecciones para para descubrir en ti que el amor, el verdadero, es matar habitar balcones civiles recurrentes en cada herida. los deseos, la piel de borrasca, los sueños, para des- Y no sé por qué, esta carta escrita en español, debe pertar al gesto familiar y reescribir una historia sin ha- llevar estas dos palabras que son capaces de decirte la lagos, pero con el Verbo tomado de nuestras manos. gloria de los tañidos incomprensibles para los demás La ofrenda era el modo de adaptarnos, de rasgar que la lean: “after all”... ¡¡Ya te digo!!... “Después de lo que dicen que debe ser, para hacerlo nuevo. Y tus todo”, julio me encuentra sentada sola canturreando, promesas eran precisas, escribías en mis vestidos que viendo la vida sin detenerla, apreciando el ser sin sa- tenías tanto miedo de morir y dejarme sola que pre- ber si lo merezco; no queriendo ocupar un sitio que confabulario 51 no me corresponde pero sabiendo que ser tu cómplice presencia, pero me quedo con la fundación de la ciu- como decías, es ser aceptada desde toda mi feminei- dad religiosa que eras tú; porque en cada acto estaba dad y desde todo tu ser masculino. Y amándote más, la fe como estandarte. de una y mil formas diferentes, llorando de tristeza, Era Rut, ¿recuerdas?, la que decía: “No me ruegues pero sonriendo al saber que el amor trasciende la ma- que te deje y me aparte de ti, porque a dondequiera teria y las distancias. No hay muchas ocasiones en la que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. vida en que uno puede amar así, me doy cuenta. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú Nosotros encontramos una lucha común, un sen- murieres, moriré yo, y allí seré sepultada”. tido real del amor y de vida, un viento que nos guía, a Y eras tú, siempre, el que me motivaba a repetir pesar de todo, en este sabernos sin que los demás nos este pasaje, golpeando el muro de nuestro tiempo. sepan. Y en este reconocimiento de ser los mejores, Formulabas negaciones temblando y eras serio pero sin serlo, está la aceptación de lo que perdura en la risueño; un corazón invisible pero lo llenabas todo. prosperidad y en la austeridad a lo largo de los días Me enseñaste que el amor se cuenta por la unidad en y noches complicadas o sencillas; en la ausencia y en tres; era un breve espacio, pero duraba cada minuto la presencia; en un abrazo profundo de lo que fuimos, una eternidad. somos y seremos. Sin embargo, no supimos estar Pienso... mientras veo la tierra, las piedras, el mar, a la altura del amor que labramos, tampoco supimos tus calles, la ciudad, que hay personas que toman los defenderlo, porque ser solo seres humanos es cometer hábitos para amar las congregaciones y para reunir- errores y a veces una de las partes no entiende lo que se a orar. Yo he tomado los hábitos de otra manera, significa amar y perdonar al mismo tiempo. pero finalmente me reúno con tus silencios orando y Bebo una caña en un bar cualquiera de estas dos ciudades. No saben igual y yo tampoco soy la misma. congrego las más claras aflicciones con los mayores milagros. El camino a tu lado me ha enseñado y desenseñado Mi cuerpo, ese cuerpo que redunda en tus manos, pero es este mismo corazón el que ama. Vagabundeo se torna desvalido ante la nota vacía dejada por tu y siento tener la verdad anudada en cada una de mis huella; la ausencia es tan parecida a morir y me duele piernas. La vocación de amar es solo el instrumento este luto al no ser una pareja. Esta no es solo una car- de Dios, para dar el sermón de la montaña al corazón. ta, es una oración mínima a la vida y a tus silencios. A Amar y ser fiel a la sinceridad amatoria no es pensar lo sagrado de las vestimentas, un salmo en medio de que un clavo saca otro clavo. Es saber que ese clavo los jardines que son habitados por las tardes, porque es el que une la vida con el escrito, con la capacidad desde tu ausencia ignoro donde quedan las deshon- de definir que sobrevivo ante la pérdida enorme de tu ras de este mundo desnudo, para vestirlo a diario de 52 El Búho símbolos. Confieso que tengo el hábito de amarte, de zón de ida y... vuelta. Sin embargo, para decirnos tan- consumar el yacer sosteniendo el horizonte solitario, tas palabras, oraciones y marchar sobre tantos silen- porque si el amor no es salvación, ¿cuál sería la espe- cios fue necesario construir un puente entre tu mundo ranza de la promesa eterna? y el mío. Un fértil campo de solsticios y equinoccios, La vida con tu ausencia -no “en”, sino “con”- se una cama de huesos y suspiros. hizo añicos, los cántaros se quedaron solos y vacíos. Éramos como las nubes, como la corteza de los Bebimos nuestras copas pero no las agotamos, acari- árboles que no se equivocan; éramos agrios y dulces. ciamos la mañana, la amistad, el amor, los fragmentos Las charcas de sal y de miel; de sombra y luz viviendo de semanas, de la confianza; arañamos las zozobras, a pesar de las elecciones, de los combates, de la san- el dolor, la luz, la pasión y no quedó nada, pero tam- gre que se derrama entre el norte y el sur. poco se ha agotado. Por eso, absorta, miro lo que me ofrece el ancho No estoy sola porque se que el vino del amor es mundo, pero no hay nada que llene tu espacio, porque una celebración que no tiene muchas fechas de feste- nada hay que llenar. Tu presencia sigue parada entre jo. ¿Dónde rayos encontraría otra existencia espíritual/ las horas, en las esperas de los días, en los campos de material como la tuya? ¿Dónde existe otra trigo; en el mar que nos une y nos sepa- mano que dibuje como tú, teolo- ra y con hilos invisibles sé que gías orgásmicas? Existe, sé que el amor no se hunde en las existe... pero no quiero otra ausencias, no se dis- mano; ¡tengo tu mano!; persa en el olvido me alejo cada día más cuando los suspi- del bullicio y estoy ros aún comple- más comprometida tan la tierra que con la vida; cons- me habita.. truyo otros puentes No he vuel- -como los de Ma- to a amar por- dison... ¿recuerdas?, otros muy que nuestros sigo –se- guiré– amándote. en un tiempo de luz, con Muchas veces vuelvo la luz de la familiar y de la a sentir melancolía de amistad. Hermandad que me es, las noches de luna porque como debe ser, solo lealtad de cora- no camino con tu mano tomando Perla Estrada confabulario 53 mis dedos. Este entreacto es tan largo que preludia la Nada es lo mismo, pero aún convive mi aire con tus muerte que es vida y nítida se dibuja entre los días de camisetas, aun sin tocarte estás junto a mí, abrazan- lluvia. do mis ademanes, mis distracciones; orando con cada A contramano, es inevitable que lea tus cartas, sacramento distante por un momento donde podamos que dé una tregua al dolor de este destino de patria reunir tus recintos y los míos. Sé que esta lección es de destejida. Nada es lo mismo sin ti, la cama yace sola consagrar los desvíos con las partidas, sé que un amor repitiendo tu nombre, el ciprés está sin hojas, mis de- así, no es cotidiano. Sé que justo cuando pretendo seos sonríen y me miran con benevolencia. Las lágri- romper todo esto, salen las cuentas a decirme que con mas acuden en los inventarios diarios y esta grieta del nadie podré compartir cada mañana como contigo. jueves baja a reírse de mí, mirando con sus pupilas de Las manchas en la pared son exactas a tus manos, horas la ternura que aún me llena. envuelven el misterio de mis noches, hacen que las Carlos Bazán 54 El Búho heridas se curen pero retoñen porque aun a la distan- He cambiado, pero la voz para hablarte sigue sien- cia te sigo amando. Tu risa habita hasta los prejuicios do la emanación del principio, tengo una conciencia de mis amigos mientras visto tus pantalones cortos y diferente desde que dejamos el mes de febrero dormi- tu pañuelo se tiende con beneplácito en mi cuello, fir- do tranquilamente en el alma, guardo silencio y pinto mando que este es territorio comanche, donde la ca- en los cristales tu nombre, mientras imagino que te pacidad de firmeza no se pierde ni es devorada por el veo caminando para salir del hogar, como entonces... olvido. como siempre. Éramos ángeles y demonios. También herejes Tu mano saludando mi hambre, tu hambre ali- creyendo en el infinito; soñando que nuestras manos mentando mis días. Tu voz detrás del teléfono para juntas vencerían las fechas. Nuestro lenguaje primi- decirme: tivo invocaba el ocultismo de las siglas. Adán en el paraíso, Eva trasgrediendo la composición de las predicaciones. Eres todas las presencias... –¡Loquita gloriosa!, ¿cómo se te ocurre despertar tan temprano para verme partir? Y mis susurros diciéndote que no sabía que era temprano, solo sabía que era la hora de acompañarte. El amor brinda aún hoy al mundo el espasmo de La resurrección está en cada memoria, en cada los sueños; y yo no los necesito, pero ininterrumpi- marca que tengo en la piel tatuando tu rostro... El mis- damente sueño despierta con tu mar y con la invisi- terio es que el tiempo es obsceno porque edifica clari- bilidad de tus labios. Somos otra manera del lenguaje dades aunque no quiera. del amor. Y me has heredado lo que más amabas y yo Y te amo en todos los hombres, mujeres, niños, me he entregado con tanto amor y agradecimiento árboles, pájaros –cigüeñas, palomas, golondrinas–; que no hay palabras en esta contienda amatoria más te amo en un mar de dulzura, en cada esperanza que que ser en la fe, la luz del destino. No te defraudaré... nace, en cada soledad que desarmo, en cada presagio llevaré la lámpara a todos lados. de tus pasos. Amo cada profecía, cada lugar camina- Ahora, nuestro idioma se ha convertido en el de do contigo, cada beso que no me diste, cada caricia los pájaros. En cada ciudad que camino, eres tú a que no me prodigaste, cada “no quiero quererte”. veces la palabra y el significado; otras, eres el signi- Amo cada amor que has amado, perdono cada dolor ficante en el punto de inicio del pensamiento. No sé que te ha lastimado. Desde mi ser mujer entre estos si donde tú caminas, alguna vez piensas en que soy tres tiempos, sin tiempo, te amo. el viento que está a tu lado, pero tengo la certeza Más allá, en el camino del amor están las respues- que me llevas dentro, aunque no quieras, sabes que tas. En cada estrella se mueven tus manos dibujando como nuestro amor, no habrá otro. amaneceres que asumo como penitencia para salvar- confabulario 55 me. Que yo, por si no te has dado cuenta, he aprendido miserable? ¿Por qué dejaste que el miedo fuera el pro- a verlos como querías, porque no olvidaste que sin ti tagonista de la historia, cuando había tanto amor en vivo pero no vibro; pero con solo pensarte, un arcoiris ambos? ¿De dónde sale esta espera mansa en la in- se esparce en el alma y vibrar no es nada, cuando el sólita ternura de la tarde? Y este rosario en la mano, alma vive. Solo espero por ti, por tu verdad, por el día buscando respuestas en cada cuenta... y encontrando que vendrás por mí, para romper la injusta presencia verdad en el día a día. de tu ausencia. Francamente, no soy una mujer soli- Confieso que aún es tu reflejo el que pasea conmi- taria porque en cada bisagra de la casa estás tú. Cada go, que el destino en fantasía no ha envejecido y que amanecer pongo tus cubiertos y poseo la tierra con tu como Rut ahora repito... “No me ruegues que te deje rostro en la inocencia de que te fuiste, no porque qui- y me aparte de ti, porque a dondequiera que tú fueres, sieras, sino porque era correcto cumplir con la vida. iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo Dejo tu ropa en el respaldo de la silla, como acostum- será mi pueblo, y tu Dios, mi Dios. Donde tú murieres, brabas hacerlo para entonar que aún estás en cada moriré yo, y allí seré sepultada” (Rut, 1.16). humedad de este cuerpo. ¿Dónde terminan las fronteras de la espera? ¿Dónde el exilio de los respiros? ¿Dónde la mano volverá a hacer caricias en tu espalda? ¿Cuándo es el tiempo de reunirnos? ¿Cómo es que me debo vestir para encontrarnos? ¿Cuándo dejaré de sollozar desde este sótano oscuro? ¿Cómo es que vivo con este corazón roto? ¿Cómo es que el oxígeno penetra mis sentidos si mis pulmones son una materia triste? ¿Estaba escrito que yo tomara los hábitos bíblicos y al mismo tiempo fuera la encriptación de los pecados? Y, ¿dónde estaba escrito que tampoco fuera la elegida, ni la visión humilde de la plegaria? ¿Cómo es que escribiendo todo esto no me sienta Leticia Tarragó 56 El Búho Hasta siempre. Te amo y no te digo nada… todavía… Ylia Edgar Aguilar Farías L a calle que lleva a los suburbios asciende entre una alborada de maples cuyas hojas están cambiando sus tonos del verde al naranja por el otoño que ya se anuncia con el viento helado que empieza a soplar. Una camioneta familiar de segunda mano recorre el asfalto y dentro la preadolecente Katherine dormita satisfecha luego de obtener el papel que quería en la obra de teatro de la escuela. Había ensayado todas las noches frente a un espejo viendo sus poses, sus rostros, graduando su voz y entrenándola para una excelente dicción y al parecer todo eso había funcionado, era estrella del teatro, o es lo que a ella le gusta pensar. No era el papel principal (querían una rubia y no una pelirroja pecosa como ella) pero sí obtuvo uno de los importantes de la obra, el de la amiga que desenreda la trama en el momento más necesario y que debe de lucir en sus cortos pero importantes diálogos para que el drama se desarrolle y tenga el final feliz que todos esperan, y con el cual puede presumir entre sus amigas de su colegio. Joaquín García Quintana confabulario 57 Su casa no es distinta a las demás de la cuadra, Katherine se cambia su uniforme del instituto y se de un estilo victoriano, muros teñidos de blanco, un pone una ropa más casual, hoy es un gran día para estilo gastado para la época, pero no por ello ha de- pasear. Baja por las escaleras y ve que su madre está jado de ser cálida. El cuarto de Katherine, en el primer al teléfono, su voz es de angustia y como es su cos- nivel, tiene una enorme ventana que da al este y en el tumbre se esconde en sí misma, como tratando de cual el sol del atardecer inunda con su luz todos los ocultar lo sucedido, cubrirse de su vergüenza, evitar días del año. Afuera las ramas del viejo roble asoman que el miedo ronde por la casa, pero Katherine la co- como seguramente lo hacían desde que la casa fuera noce muy bien y se queda parada en el pasillo que une construida y tal vez como antes una jovencita habitaba la sala con el comedor y va directamente a la salida aquella habitación amplia y blanca. principal, y la mira, sabe ella como su madre de las malas noticias y ambas esperan. Cuelga luego de cinco minutos de Ajumm, sus “si” y mhmmm. Esos sonidos que delatan las malas nuevas. El auricular está en su lugar y la madre de Katherine se cruza de brazos voltea a ver a su hija que ha sentido su presencia como una molesta mosca, pero que irremediablemente tendría que ver para comunicarle lo sucedido. -… tu primo vendrá a vivir con nosotros -dice la madre secamente. -El primo Mauricio ¿Cuándo fue la última vez que hable con él? Y Katherine se da la vuelta y camina a la salida como si tal información no fuera trascendental. En el camino al centro comercial, en el bus, ella empieza a recordar quién era aquel primo. Recordó que la última vez que le vio fue cuando ella tendría unos cinco años casi seis; pues cumple años en enero. En esa época Mauricio tendría su edad y ya en- 58 El Búho Giovani Nieto tonces era un chico alto de alborotada cabellera larga Katherine al verlo llegar con su madre, admitió que Katherine en su inocente percepción le pareció sentir cierta atracción por su físico, como cuando era muy guapo. niña, y rápidamente se levantó para saludarle. Luego de una tarde de curiosear con una amiga Mauricio correspondió el saludo de beso de su suya por las tiendas e ir al cine Katherine regresó a prima, pero Katherine lo sintió distante, confundido su casa, con los últimos rayos del sol a sus espaldas, pues miraba para un extremo y otro como si algo estu- Ya adentro y con la noticia del primo casi olvidada va viera fuera de lugar. a la cocina, como es su rutina; para ayudar en la cena -Ven siéntate a cenar primo debes tener hambre, que les prepara todas las noches su madre con excep- -le dijo Katherine quien lo jalo se su mano a una silla ción de los domingos, que es cuando salen luego de ir y luego ella se fue a sentar a la iglesia presbiteriana a comer en algún lugar bonito de la ciudad. -Si… hambre -dijo el extrañado de aquella chiquilla que le saludaba y lo jalaba. Pero en su lugar estaba su padre, con su rostro Al sentarse se podía sentir cierta tensión, un am- molesto, y colgando su celular. Katherine sabe que biente pesado e incómodo que Katherine ignoraba al aquella cara solo la pone cuando discute con su madre, tener sus ojos puestos sobre aquel bello pariente, el tiene un problema en su trabajo o con ella. cual dejó sus cosas tiradas en algún rincón y se sentó, -No sé por qué aceptó que viniera, y que viva unos tomó una rebanada de pizza pero en vez de empezar a días con nosotros… -dijo entre dientes el padre de comer se le quedó mirando muy extrañado. Katherine que no había advertido de la presencia de -¿Qué pizza es ésta? -Dijo Mauricio. su hija aun. -Es especial de Michelangelo… por lo de la pelícu- -Hola papá como va tu noche -dijo ella fingiendo no la que se va a estrenar; tu come debes de estar cansa- haber oído las palabras que dijese un momento atrás. do, -dijo el padre que no le dirigió la mirada a aquel -Cenaremos pizza del dominio… -dijo el secamente. -Del dominio ¡no! y si mejor del Hut´a. -Rezongó Katherine -Ok, de donde sea pídelas, pero grandes porque tendremos visitas. pariente político. -¡Otra vez! -exclamó Mauricio. -Ya habías comido pizza el día de hoy Mauricio -dijo la madre con un pedazo de queso entre los labios. Fue todo lo que dijo esa noche hasta la llegada -No es la comida, es. Es, la película, la serie, la de Mauricio. Un chico alto de cabellera larga como animación, el comic ¡otra vez! Era un niño y vi sus roquero y una mirada pendenciera, que no le quitaba tres películas, tres, ¿por qué sacar otra luego de tantos su atractivo masculino de rebelde. años? ¿Por qué volver a repetir esta pesadilla? confabulario 59 -No lo sé Mauricio -respondió la madre fastidiada -porqué no te dedicas a comer y a seguir durmiendo. -No, solo no -dijo Mauricio y se levantó de su silla, algo trastornado. Mientras Katherine solo lo miraba como si su comportamiento fuera de lo más habitual. -Al parecer sí consume drogas después de todo -dijo el padre con media rebanada en su plato. -Ya discutimos eso… Mauricio siéntate por favor y dile a mi esposo que no consumes… -Por qué no le dices a mi hija qué no “cuadra”, acaso no te gusta esta vida -dijo la madre de Katherine con una rebanada de pizza entre sus manos. -¿Qué no cuadra primo? -dijo Katherine muy interesada. -Sí explícaselo -dijo el padre. -Detalla porqué te trajimos a vivir aquí, porque tus padres estaban tan urgidos por sacarte de la casa, del estado… -Por favor -dijo suplicante la madre de Katherine mirando fríamente a su marido. -No, no soy un drogo, creo que las vendo y dis- -¿Tuviste problemas con la ley primo? -pregunto tribuyo, no recuerdo -dijo él pero luego se quedó mi- Katherine delante de su primo que era más alto por rando todo y siguió hablando como si fuera una obra cuarenta centímetros. de teatro y delante tuviera al gran público. -Pero eso no es lo importante, o por dios, dónde estoy, que pasa aquí. -Estás de visita en mi casa primo Mauricio, yo soy tu prima Katherine y creo que eres lindoMauricio solo se le quedo mirando aquella chiquilla de relampagueantes ojos, sus cabellos, su juventud. -Sí -respondió fastidiado. -Por qué no te sientas y ya -dijo nuevamente la madre -no me generes más problemas con mi esposo por favor. -No -dijo Mauricio levantando sus manos, negando. -¿Qué pasa primo? Dime a mí lo que te molesta, si eso te hace sentir más cómodo. Luego el comedor, de un estilo antiguo, victoriano, Y Mauricio la miró de cabeza a pies, su sonrisa muy de Norteamérica, con la larga mesa de caoba y la espontánea y despreocupada, su ropa de marca, sus comida rápida contemporánea sobre ella, iluminado zapatillas como de cristal. Nada parecía estar fuera de todo con la luz de una lámpara de vidrio soplado; todo su lugar, ni esa tierna mirada de cachorro que tenía. te decía prosperidad, la vajilla de la abuela en una repisa al fondo, un televisor sobre un mueble con rue- -Bueno -dijo Mauricio más calmado. -Prima lo que pasa es que tú no existes. das, todo declaraba la buena vida. Pero para Mauricio Entonces todo se quedó estático, primero perdió algo no encajaba, todo parecía muy perfecto aun las el color y con ello la sonrisa de Katherine que se volvió caras molestas de sus parientes parecían de programa mórbida y sus ojos se apagaron, luego como devorado de televisión. por la marabunta todo empezó a desvanecerse, los mu- -Algo no cuadra -dijo Mauricio. 60 El Búho ros, los muebles, todo. Solo Katherine pareció no ser afectada por el progresivo desvanecimiento de aquel excrementos, trata de no ser atropellado por los otros comedor y sus habitantes. Pero era claro que aquella malvivientes que tratan de calentarse en ese inicio de verdad la había aniquilado y aquella ilusión como si otoño. tuviera alma bajo la cabeza y trató de resistir, de re- Y por fin Mauricio llega a la ventana y se asoma y sistir a esfumarse pero vio cómo desaparecía también ve al helicóptero de la policía volando bajo en aquel y dejaba lugar a un sucio techo, en un oscuro lugar, barrio suburbano de pobreza. Su luz se enfoca en con un sonido ensordecedor como parte del maldito Mauricio y se ilumina el mismo rostro de la ilusión, ambiente. pero ahora de piel morena y los ojos rojos. Mauricio vistiendo harapos se apretaba la cabeza por el insoportable dolor que tenía, era tan agudo que -Calla, calla -le grita al helicóptero como si fuera un ser viviente -calla y deja de asfixiarnos. el chillido de un recién nacido abandonado por una prostituta era como un taladro en su sien, el zumbido del motor de un helicóptero que sobrevolaba afuera, eran como barrenadoras en su nuca y los murmullos y toses de los miserables y drogadictos como rasguños en un pizarrón. Se arrastró en el sucio piso de aquella casa embargada y abandonada, con la idea e asomarse afuera; como si al salir su cabeza por la ventana todos los ruidos fueran a cesar, algo que muy dentro de él sabe que no sucederá. Aparta las agujas y frascos de plásticos y evita los Jaime Goded confabulario 61 Marco Mora I. LA MIRADA Dueña de atracciones de los ojos, levita en ellos cuando vive algún encanto. II. RECUERDO Breve gota existente en el océano universal del tiempo. III. EL BESO Gran abismo cruel que sangra cuanto es de los labios suceso. IV. CARICIA Cede ante el rose sutil de la caricia, el órgano que recubre la existencia, robándole el cuero a las gallinas. 62 El Búho Gelsen Gas V. AMOR VIII. LÁGRIMA DE MELANCOLÍA Flor que florea sin ser flor. Vienes de noche y de día Llave de puerta sin chapa. a refrescar el recuerdo, Escrúpulos que ocultan el camino. lágrima de la agonía. VI. DOLOR IX. PROYECCIÓN Cuerpo y alma sin compasión Pasa el tiempo la crisálida de dios. ¡Ay tan herido, cuánto duele imaginando el encanto el corazón petulante de dolor! de ser una mujer hermosa. VII. LAMENTO X. REENCUENTRO Suave sexo que se quedó dormido Nos tocamos… Y no sabemos entre los oscuros placeres del olvido quién es quién frente al espejo. de los pétalos de una flor. ¿Eres tú o soy yo el reflejo Roberto Bañuelas confabulario 63 Ulises Velázquez Gil 1 En el Claustro de Sor Juana, un gato mira desconfiado el paisaje y se dispersa en un pacto de silencios; detrás de él resuenan otros pasos: se delata un aire de cruzados centenarios. 2 Óyeme con los ojos, revela en su resonancia una femenina silueta. Óyeme como quien oye llover, responde en tímido lance una sombra desdibujada; luego de una mirada cotejada en sabio contrapunto, Sor Juana y Octavio Paz se sientan a conversar. Roger von Gunten 64 El Búho 3 Tras un furtivo salto, aquel gato delata otra cálida presencia en una jardinera: ¡¡una niña!! “¿Dónde está, dónde se ha escondido?” Los interlocutores de siglos atípicos voltean a verla y su curiosidad los devuelve al Patio de los Gatos. “Busco el cuento perdido… ¿me ayudan a encontrarlo?” 4 Aquella niña, llamada Sandra –de sendos mares en los ojos–, acaricia el gato que la descubrió mientras mira a Sor Juana suscribirse a la risa del poeta: afán solar y subrepticio que se escapa de las manos. 5 Sor Juana y Octavio Paz se le acercan, acarician su cabello y mejillas. Ella cierra los ojos; al abrirlos, solamente el gato le acompaña… Su mirada sabe hacia dónde acudir. (Y colorín colorado, en busca del cuento perdido apenas ha comenzado…). Max Sanz confabulario 65 Rafael Martínez de la Borbolla “Que tan corto es el amor y tan largo es el olvido” T e escribo porque me acordé de ti, no por necesidad ni por soledad o porque te extrañe, o por lo menos de eso me he convencido, aún no defino si tu amor fue una extraña bendición o un castigo. Disciplinado como soy seguí rigurosamente la metodología de la propaganda en su máxima expresión: Una mentira repetida mil veces termina por convertirse en verdad. No te extraño, pero siempre te recuerdo. Te suplico no te hagas de ideas ni que veas moros con trinchetes, simplemente te escribo porque me acordé de ti: en medio de la nada te pienso. Dicen que cuando una relación llega a su fin es porque se vacía el alma, aunque se dio todo de sí las diferencias superaron las coincidencias, causa angustia y a veces miedo pero no hay vuelta atrás, los amantes se separan y a continuar con su vida. Después de derramar una láLuis Argudín 66 El Búho grima se promete no volver a caer en los mismos dadera experiencia de la libertad: Tener lo más im- errores de siempre, nos ponemos de pie apretamos portante del mundo sin poseerlo y que aunque cada los dientes y esperamos lo mejor. Nos convence- quién escribe su propia historia también tiene la li- mos que aunque se cierra una puerta encerrando bertad de contarla como la recuerda; el ser humano muchos recuerdos detrás de ella, también nos da la tiene la inclinación hacia una memoria fragmentada posibilidad de abrir otras y escribir nuevas historias, y selectiva. la vida siempre comienza mañana. Es cierto que no ¿Sabes? En su momento pensé que sería sólo sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, algo pasajero, un “break”, pero la vida nos lleva por pero también es cierto que no sabemos lo que he- caminos inesperados; las circunstancias, personali- mos estado perdiendo hasta que lo encontramos. El dades y tiempos al parecer no estuvieron a nuestro amor comienza con una sonrisa, crece con un beso favor, acepto que me dolió, pero el tiempo lo cura y muere con una lágrima. El brillo del futuro siempre todo, efectivamente hubieron varias noches en las se basará en un pasado olvidado, o al menos eso que moría por respirarte, por hablarte, incluso lle- dice la leyenda. gué a pensar en marcar de un número desconocido Con cierto recelo observo como a otras parejas sólo para escuchar tu voz. Me mantuve firme y no lo les cuesta llegar a ese término. Andan yendo y vi- hice, los sueños desaparecen para las personas que niendo, pelean, discuten, se hacen y deshacen, gritan los abandonan. También llegó el silencio a mi telé- a los cuatro vientos que ya no más; pero al poco rato fono; quizá nunca te lo compartí, pero a mi casa me los vuelves a encontrar juntos riendo y poco des- marcan muy poco, sólo mis familiares muy cerca- pués de nuevo riñendo, encontrándose de vuelta en nos, algunos vendedores de productos tan milagro- esos muros carcomidos que los contienen, la verdad sos como innecesarios, alguna vez un encuestador es que hasta enfado da. Se enfrascan en círculos de pero en realidad solo lo hacías tú. reclamos infinitos que pueden durar años en cons- Cuando llegaba a sonar te imaginaba al otro lado tante represalia: él me lastima yo lo hago más. Para de la línea y ya tenía estructurada en mi mente una nosotros no fue así, dos alertas, algunos sin sabores serie de posibles respuestas a tus cuestionamientos, y así como vibrantemente empezó silenciosamente razones o afirmaciones, ¡tenía tantas!, de distintos terminó. Como si ambos quisiéramos soltarnos; no colores y sabores, haz de saber que eran perfectas hubo aspavientos, tampoco grandes complicaciones para cualquier eventualidad, todos tus argumentos ni duras recriminaciones, sólo las necesarias. Cada caerían como naipes para que regresaras a mis bra- quien en su postura, yo haciéndome el duro para zos, pero al final se quedaron ahí en mi garganta sentirme un poquito más seguro y tú en la de prin- pues esa llamada nunca llegó. cesa impulsiva en un feudo aristócrata. Me quedé como el protagonista del Libro El Co- Ni víctimas ni victimarios, al final nadie pierde ronel no tiene quien le escriba; sentí en carne propia a nadie, por que nadie posee a nadie. Ésa es la ver- esa espera que asfixia, súbitamente aparecieron los confabulario 67 simbolismos que conllevan la nostalgia; las velas de tan platicado que nunca hicimos. Todo a partir de olor que me regalaste y que observaba cómo pau- esa espera, incluso pensé enloquecía pues varios ob- latinamente se consumían a sabiendas que no me jetos que me eran completamente inadvertidos em- regalarías otras, comencé a prenderlas cada vez por pezaron de pronto a cobrar vida; todos me llevaban más breves periodos, hasta que por fin un día des- a ti, la taza donde te servía tu café, el sillón donde aparecieron. Quedaron inconclusas las historias de te sentabas y reías, mi cama donde me enseñaste el vida sobre las personas que te rodean; familiares, paraíso, aquel jabón que te compré solo para tu uso, amistades, conocidos y villanos, también aquel viaje el programa de tele que tanto te gusta, las sábilas de donde te llevaste algunas para plantarlas en tu jardín, esas canciones que te emocionaban, las macetas que compramos juntos. Todos de alguna manera me gritaban de ti. Hoy me queda claro que en la vida la incertidumbre es el mayor de los males, la esperanza es lo que nos hace permanecer vivos y los videntes que anticipan el amor eterno se equivocan. ¿Te estremeces cuando piensas en los hubieras? ¿te acordarás de nuestro primer beso? ¿de nuestro último abrazo? Yo sí. Uno nunca sabe, tendrás que pensar en la posibilidad de que cuando sientas un escalofrío, como una suave brisa que roza alguna parte de tu cuerpo, podría ser una caricia que se me escapa de un sueño. Hoy entiendo que como autoprotección el tamaño de mi indiferencia es comparable con todo lo que te amé y en la proporción de las expectativas que había depositado en ti. En fin, lo importante es que sólo quería escribirte que me acordé de ti. @rafaborbolla Francisco Maza 68 El Búho Franz Kafka murió pensando en que su tarea literaria era baldía y carecía de importancia. El tiempo y la ayuda de su mejor amigo Max Brod lo salvaron del error. El narrador checo de habla alemana dividió en dos a las letras universales: existe un antes y un después. Su obra, aunque fragmentada e inconclusa, es fundamental para todos los escritores. Kafka es un referente indispensable y sus admiradores crecen por el orbe hoy dominado por nuevas tecnologías de comunicación. Existen blogs y páginas web dedicadas a su trabajo y sin Kafka no existirían o no tendrían relevancia multitud de escritores en cuyas obras influyó. Ahora El Búho presenta el trabajo sobre Franz Kafka que escribió el crítico José Rafael Hernández Arias, un exhaustivo trabajo de traducción y compilación de los cuentos completos en versión original y aunque hay muchos académicos y especialistas trabajando en el mismo campo, el suyo es ejemplar y nos saca de errores y confusiones que sus anteriores admiradores dejaron en un paso apresurado por recuperarlo lo mejor posible. Consideramos que el prólogo presentado es un escrito fundamental en la comprensión de la obra de Kafka, él que legó una literatura bella y misteriosa, inteligente y revolucionaria, llena de enigmas y símbolos peculiares y novedosos. Ahora podemos apreciar la riqueza de un hombre que ha influido severamente en la literatura universal, pudo transformarla para siempre y deslumbrar a narradores del tamaño de Jorge Luis Borges. (Archivo coleccionable) obstante, las ediciones de Max Brod obedecen a un criterio de selección muy personal que puede resultar cuestionable en varios aspectos. Sólo algunos ejem- El Búho Cuentos de Franz Kafka* PRÓLOGO José Rafael Hernández Arias L a presente edición se propone brindar al lector la posibilidad de acercarse, en la medida de lo posible, a los textos originales de Franz Kafka. En el volumen reunimos aquellos escritos que pueden ser incluidos en la categoría de «relatos», «narraciones», «piezas narrativas», «poemas en prosa», «historias», «cuentos» o «fragmentos», según se los quiera denominar, traducidos a partir de los textos originales, sin filtros ni retoques. El criterio primordial para elegir estos textos ha sido que formen parte del mundo de la ficción, es decir, no incluimos escritos autobiográficos, como fragmentos de los diarios, ni otros escritos, como la Carta al padre, en los que Kafka elabora claramente situaciones personales desde una perspectiva alejada de la literatura. Es indudable que en parte se debe a Max Brod la extraordinaria divulgación de la obra de su amigo Kafka: sin su dedicación e intenso estudio de los textos no habría sido posible que alcanzase la fama lograda. Este mérito es incontestable. No Max Sanz para la memoria histórica plos. En el caso del relato El cazador Gracchus, Max Brod fundió una serie de fragmentos y creó un texto homogéneo que en realidad no existe. Lo mismo ocurrió con dos versiones del mismo texto, la primera titulada Descripción de una lucha y la segunda sin título. Por otra parte, la titulación arbitraria de algunos relatos o novelas (como América) ha confundido a aquellos que pretendían realizar una interpretación basándose en los títulos de las obras. Por este motivo, presentamos al lector una versión basada en los manuscritos y, cuando éstos no se han conservado, en las ediciones autorizadas por Kafka. En los casos de duda se ha consultado la última edición crítica. De este modo se da un paso más para acercar la obra original de Kafka al lector, siguiendo la tendencia iniciada recientemente en los países de habla alemana de publicar los manuscritos en edición facsímil. No obstante, la mayoría de la obra kafkiana aún no ha gozado de este privilegio. Para que esto ocurra con todos los textos conservados antes tendrán que resolverse los conflictos de intereses y deberán vencerse las resistencias de Sir Malcom Pasley, el curador de la obra de Kafka, custodiada, por voluntad de los herederos, en la «Bodleian Library» de Oxford. Nos tenemos que felicitar, sin embargo, del espíritu que preside las ediciones de la editorial Stroemfeld, que, en el marco de su edición histórico crítica de Kafka, ha publicado el facsímil de El proceso, acompañado de su correspondiente CD-ROM, y en fecha reciente parte de los escritos póstumos bajo el título Descripción de una lucha. De este modo, los editores Roland Reuss, Peter Staengle y Joachim Unseld contribuyen decisivamente a un mejor conocimiento de la obra kafkiana. En esta última edición de los escri- Francisco Maza II El Búho tos póstumos se alternan las páginas del manuscrito con su transcripción, así el lector puede disfrutar contemplando los trazos picassianos de la letra de Kafka y la atmósfera kubiniana que transmiten. A la versión escrita se añade la versión digital en un CD-ROM. Este proyecto, que esperamos siga adelante, sirve de complemento a la edición crítica de Malcom Pasley en la editorial Fischer. Otro problema que acecha a los editores a la hora de publicar la obra de Kafka es la ordenación de los escritos. En este volumen hemos realizado una ordenación atendiendo a un criterio cronológico, lo que, a su vez, también causa dificultades, pues de muchos de ellos sólo disponemos de vagas referencias. Tal vez el ejemplo más significativo sea el breve texto El deseo de ser un indio, del que no existe el menor indicio que permita clasificarlo cronológicamente. No obstante, casi siempre hay pistas que, al menos, pueden ofrecer un periodo de creación fiable. Este método de ordenación tiene la ventaja de que permite un principio interpretativo sólido, posibilidad que no ofrecen las colecciones de relatos arbitrarias, y además nos muestra un friso de la evolución creadora de Franz Kafka en conexión con sus datos biográficos. El que Kafka concibiese la mayoría de sus relatos como obras autónomas, no quiere decir que le fuera indiferente qué relatos podían aparecer en un mismo volumen y cuáles no. Todo lo contrario. En la correspondencia con su editor, Kurt Wolff, y con amigos siempre encontramos referencias a su obra en las que se observa su preocupación por dar a las colecciones de relatos una unidad temática. Por ejemplo, cuando pidió a Kurt Wolff que uniese en un volumen La condena, La metamorfosis y El fogonero bajo el título Los hijos era evidente que consideraba los tres textos vinculados temáticamente. Asimismo, Kafka no se mostró partidario de unir La condena, La metamorfosis y En la colonia penitenciaria bajo el título Penas, ya que, según su parecer, el primer relato era incompatible con el tercero. Así pues, Kafka era consciente del efecto que debían causar en el lector sus libros de relatos; una ordenación selectiva y arbitraria de los textos anula, en cierta medida, la atmósfera literaria que Kafka pretendía crear. Por esta razón, nos hemos decidido por una ordenación cronológica. Además, hemos considerado conveniente incluir al final del volumen algunas observaciones esenciales sobre el origen y la transmisión de cada uno de los textos. Así, el lector puede comprobar en qué periodo se redactaron y cuándo se publicaron. Para que ciertos títulos no lleven a conclusiones o asociaciones erróneas, hemos distinguido los títulos de Kafka de los ideados por Max Brod al escribir estos últimos en cursiva. Otras dificultades que deben afrontarse cuando se toman los manuscritos como materia prima de la traducción son una ortografía irregular, anomalías fruto de la falta de corrección, fragmentos poco claros, reglas sintácticas y gramaticales anticuadas, así como peculiaridades estilísticas de Kafka, que, sin duda, dificultan la legibilidad de los textos y les dan un carácter en cierta medida informal. Por añadidura, la sintaxis de Kafka era bastante peculiar, probablemente porque daba una gran importancia a la oralidad del texto. En la traducción se ha evitado en lo posible, siempre que lo ha permitido la fluidez del español, la simplificación o la manipulación de los pasajes problemáticos. Precisamente aquí radica la diferencia entre emplear una versión virgen y otra, como la de Max Brod, que contiene numerosas enmiendas respecto al original. Y a Ortega y Gasset, en su pequeño ensayo Miseria y esplendor de la traducción, había hecho hincapié en la imposibilidad de identificar la traducción con la obra. Con razón afirmaba Ortega que es imposible la transustanciación por la cual la obra escrita en un idioma surge súbitamente en otro. La traducción nunca es la obra, sino un camino hacia la obra. Y cuando se intenta avanzar en este camino no se hace sin renuncias y sin enfrentarse a decisiones que afectan esencialmente al resultado final. Es evidente que lo ideal en un clásico como Kafka sería transmitir su prosa jurídica y seudocientífica, así como su peculiar forma de emplear el alemán que supone, indudablemente, un goce peculiar para el lector, aunque ha habido críticos que han enjuiciado negativamente esa prosa sentenciosa, fría, casi inhumana. Por desgracia, cuanto más se pretende reproducir la impresión estética en una traducción, por regla general más nos alejamos del original. Así pues, en aquellos pasajes en los que quedaba abierta la vía para una versión más libre, hemos renunciado a ella y nos hemos decidido por una versión más ajustada al texto, aunque quizá menos satisfactoria estéticamen- para la memoria histórica III te hablando, No obstante, tampoco hemos extremado tanto este criterio como para convertir la obra de Kafka en un «aparato bastante enojoso». En realidad, hemos intentado encontrar una dirección intermedia entre las dos direcciones que, según Schleiermacher en su obra Sobre los diferentes métodos de traducir, puede emprender una traducción: o traer el autor al lenguaje del lector o llevar al lector al lenguaje del autor. Kafka constituye un fenómeno único en la historia de la literatura. De pocos escritores se sabe tanto; numerosos simposios de germanistas, judaístas o de filósofos han estudiado su vida y obra hasta en los más recónditos detalles; el saber acerca de Kafka es inmenso, difícil de abarcar aun para el especialista. En 1977 Theo Elm calculó alrededor de 11,000 opiniones de expertos sobre la obra de Kafka. Los coloquios sobre Kafka suelen derivar en auténticas orgías interpretativas. No obstante, esta obra sigue siendo un enigma. No deja de causar perplejidad el abismo existente entre el saber acumulado, una auténtica Torre de Babel de conocimientos, y las pocas certezas que este saber proporciona. Tal vez por esta razón la obra de Kafka mantiene su vigencia, atrae a especialistas y profanos con una fuerza inusitada. Sin embargo, esta complejidad y este halo misterioso de la obra repercuten de manera distinta en los lectores. Los especialistas, por una parte, cada vez ponen listones más altos para la comprensión de la obra de Kafka: el dominio de las mil teorías que interpretan sus obras, la profundización en la Cábala, en el psicoanálisis, el sionismo, la filosofía preexistencialista etc., y, por otra parte, están aquellos que afirman un acceso directo y personal a la obra, siguiendo, por lo demás, las instrucciones del mismo Kafka, que escribía a Felice Bauer: «La verdad interna de un relato no se deja determinar nunca, sino que debe ser aceptada o negada una y otra vez, de manera renovada, por cada uno de los lectores u oyentes». Esta perspectiva colisiona frontalmente con la intención de aquellos especialistas que desean encontrar un principio fundamental, una fórmula mágica que sirva de llave universal para la interpretación de los escritos kafkianos, resistentes hasta el día de hoy a toda fijación hermenéutica. Por añadidura, y para mayor confusión del lector profano, los intérpretes han formado escuelas, por no denominarlas sectas, que cultivan un aisla- IV El Búho cionismo combativo frente a otras teorías y análisis. No obstante, ya parece haber transcurrido el primer periodo interpretativo en el que se intentó reducir la obra kafkiana a un principio rígido. Las intenciones de Max Brod de convertir a Kafka en un pensador sionista fueron rebatidas limpiamente por Walter Benjamin; las interpretaciones psicoanalíticas han resultado insostenibles. Intentos sistematizadores, como el de Wilhelm Emrich en su obra Franz Kafka, parecen demasiado perfectos para ser ciertos y despiertan la impresión de que la obra de Kafka, como un enorme espejo mágico, se limita a reflejar el espíritu del intérprete. Pero si la obra kafkiana evoca la célebre «interpretación infinita», no se puede renunciar, sin embargo, a la búsqueda de un sentido que explique su actualidad. Así, la editorial Valdemar ha querido contribuir a la comprensión de los distintos motivos que inciden en esta obra universal con la publicación de El proceso (2000), tomando en consideración los últimos avances de la investigación, y del volumen Aforismos, visiones y sueños de Franz Kafka (1998), en el que se realiza una sistematización de diversos textos kafkianos bajo determinados epígrafes, correspondientes a los temas fundamentales que han fertilizado su obra. Estos temas, a su vez, proceden de los distintos ámbitos de la investigación. Por ejemplo, el judaísmo de Kafka y la problemática en torno a la Ley y la Cábala han sido investigados por Gershom Scholem y K. E. Grözinger; Walter Benjamin se ocupó primordialmente de las implicaciones sociales y de la frontera entre nihilismo y religión en el pensamiento kafkiano. Estos aspectos, entre otros, son imprescindibles para acercarse a la obra de Kafka, pero no excluyen una lectura subjetiva, simplemente amplían los horizontes del lector. Como manifestó Vladimir Nabokov en su Curso de literatura europea, para leer a Kafka sólo se necesita cierta sensibilidad literaria, poseer la capacidad de trascender la realidad objetiva, de percibir lo indefinible, en definitiva no reducir, por ejemplo, La metamorfosis a la historia de un pobre diablo que se convierte en escarabajo. Ésa es la «célula» o el «gene», como se expresó Nabokov, que ha creado la literatura y que la mantiene en vida. La obra de Kafka ha sido definida como un instrumento ideal para el conocimiento de lo oculto. Esta sensibilidad, que permite captar complejos aspectos de la existencia y expresarlos, se fundamenta en un conocimiento profundo de las múltiples formas en que se manifiesta el poder, en un instinto sutil orientado hacia el discernimiento de lo justo y lo injusto y en un amor insobornable a la verdad. En Kafka encontramos un espíritu penetrante, pero además unas circunstancias únicas. No sólo pertenecía a una minoría por ser judío, sino también por pertenecer a la minoría de habla alemana (un 10% de la población checa). Pero a su vez pertenecía a otra minoría, pues la nación checa representaba un papel modesto en el imperio de los Habsburgo. En realidad no era ni alemán, ni checo, ni austríaco, ni judío, pero era discriminado, o su situación se veía afectada, por hablar alemán, por ser judío y por ser checo. Una existencia tan compleja tenía que desembocar en una crisis de identidad y, al mismo tiempo, en una intensificación de la capacidad perceptiva. No es de extrañar, pues, que Kafka se haya convertido en un símbolo de la inseguridad del individuo en el mundo moderno, de los problemas existenciales y anímicos, de la desolación, de la desesperanza y del desarraigo. Muchos lectores se han identificado con su personalidad atormentada, se han reconocido en su actitud desesperada, pero en esta valoración se olvida un aspecto importante de la obra de Kafka, sobre el que su amigo Urzidil llamó la atención poco después de su muerte, y que no se puede ignorar o dejar que desaparezca bajo el manto del pesimismo y de la angustia. Hablamos del insobornable realismo de Kafka y de su gran ironía, de un humor que posee una fuerza de penetración extraordinaria, capaz de desenmascarar lo falso e inauténtico en la existencia humana. Este realismo y humor, esta ironía, no se puede olvidar, también se encuentran en la obra de Kafka. Forman parte de su estrategia para afrontar una existencia que para él había perdido todo sentido racional e irracional. En los recuerdos de Gustav Janouch sobre Kafka se encuentra un curioso pasaje sobre uno de los autores predilectos del autor praguense, me refiero a G. K. Chesterton, el creador del Padre Brown y el autor de ensayos en defensa de la fe católica. Para Kafka, en una época impía e irreligiosa como la suya, sólo quedaba la jovialidad como remedio contra la desesperación. Por esta razón le gustaba la obra de Chesterton, porque era tan jovial que casi se podía creer que había encontrado a Dios. Mucho se ha discutido entre los especialistas sobre el sentido de la obra de Kafka, ante todo sobre la posibilidad de encontrar un hilo conductor que nos lleve a través de sus textos procurándoles un ordenamiento lógico, tanto desde una perspectiva temática como biográfica. Por desgracia, no se ha llegado aún a una solución satisfactoria. Sin embargo, Perla Estrada para la memoria histórica en Kafka se dan determinadas circunstancias básicas que iluminan, aunque tenuemente, sus escritos. Nos referimos a la tenacidad con que escribía. En pocos escritores encontramos esta hipertrofia de la voluntad, esta obsesión por confundir su ser mismo con la literatura. Se ha hablado de su egocentrismo a la hora de escribir. Y, efectivamente, Kafka apenas escribía para los demás, ante todo escribía para sí mismo. Con esta actividad pretendía otorgar un sentido a su «existencia vacía». Es posible que escribir cumpliese para Kafka en algunos momentos de su vida una función terapéutica, pero no llevemos demasiado lejos esta extendida opinión, escribir también supuso un esfuerzo excepcional que consumió todas sus energías. En Kafka se cumple el mandamiento nietzscheano de «escribir con sangre». Todo lo que obstruía o impedía su dedicación plena a la literatura fue considerado un estorbo, una tortura: la familia, la profesión, el matrimonio. Kafka consideraba la literatura como su forma de existencia natural, pero, en colisión con su vida profesional y familiar, una forma de existencia imposible. A Rudolf Steiner, el fundador de la antroposofía, le confesaba: «No sólo a causa de mis relaciones familiares, tampoco podría vivir de la literatura a causa de la lentitud con que se originan mis obras y de su carácter tan especial; además, mi salud y mi carácter me impiden llevar una vida que, en el mejor de los casos, sería incierta. Por esta razón soy un funcionario en una compañía de seguros. Sin embargo, estas dos profesiones nunca podrán ser compatibles y permitir una felicidad conjunta. La mayor felicidad en la primera supondría la mayor desgracia en la segunda». Así pues, Kafka se definía como una existencia imposible que sólo adquiría sentido en la labor imposible de escribir. Ni su existencia profesional, ni personal, ni familiar, ni literaria poseían un punto de anclaje, su situación sólo se puede explicar como un desarraigo radical. Sus intentos por emanciparse de la familia y dedicarse plenamente a la literatura no eran más que, imitando el estilo heideggeriano, «el arraigo en el desarraigo». Esta tensión anímica le proporcionó la sensibilidad necesaria para, intencionadamente o no, describir en un ámbito literario la transición de la metafísica al nihilismo, la ruptura definitiva de este mundo con la Verdad. La emancipación, el castigo y la pesadilla En los textos de Kafka que hemos seleccionado y que abarcan toda su vida se entreteje una serie de motivos que se repiten una y otra vez. Estos arquetipos del mundo kafkiano son una constante en su actividad literaria. Por desgracia, su interpretación es la que puede hacer de Kafka un teólogo de lo imposible, un poeta del nihilismo o el vate de la caída de la Tradición. Esta variedad de «etiquetas» es, naturalmente, legítima, pero se basa en un aislamiento de los motivos, necesario, por Javier Anzures VI El Búho otra parte, para profundizar en ellos. En una introducción como ésta, sin embargo, reducir todas las narraciones que presentamos a un motivo fundamental sería una tarea desagradecida. Significaría forzar la obra de Kafka, querer ajustarla a uno de los muchos principios interpretativos que se han postulado. Ni las interpretaciones filosóficas, ni las religiosas, ni las psicoanalíticas, ni las materialistas, ni las estructuralistas, ni las políticas pueden aspirar a explicar por completo la obra de Kafka. Tampoco resultaría muy afortunado ir comentando uno por uno todos los textos e ir adscribiéndolos a una serie de motivos escogidos con antelación. Este método sería el más completo pero nos tememos que reiterativo y tedioso. Aquí seremos más modestos. Como hemos comentado, para Kafka no era indiferente qué relatos podían ir juntos y cuáles no. Esto nos permite hacer hincapié, no en los motivos aislados, sino en los vínculos que unen a los distintos textos entre sí. Estos vínculos son las arterias de la obra kafkiana, ellos son los que pueden dar una idea de cómo funciona el corazón. Comenzaremos con tres relatos que Kafka consideró emparentados: La condena, La metamorfosis y El fogonero, a los que quiso unir bajo el título Los hijos. Sobre los tres relatos escribió a su editor Kurt Wolff: «Los tres textos están relacionados interior y exteriormente. Entre ellos existe una conexión evidente, más aún, una conexión secreta, y como no quisiera renunciar a ella, desearía su publicación en un libro titulado Los hijos». ¿A qué vínculos secretos se refería Kafka? En los tres relatos, escritos en 1912, se elaboran, indudablemente, experiencias personales. En ellos se plasma un anhelo de emancipación. En aquel año Kafka albergó esperanzas de lograr una independencia económica gracias a una fábrica que terminó convirtiéndose para él en una trampa. Al final, la fábrica supuso un motivo más de disputa entre el padre y el hijo, que descuidaba sus deberes y no se sentía capaz de cumplir con sus obligaciones. Esto intensificó su complejo de culpa. Pero Kafka no sólo luchaba por su independencia, sino también por su propia identidad, una identidad liberada de la sombra omnipotente del padre. Por esta razón, para la comprensión de estos tres relatos resulta esencial la lectura de la Carta al padre, en la que expresa la naturaleza de sus vínculos familiares. No obstante, esta lucha por su identidad resultó creativa, Kafka fue capaz de verterla en el papel, satisfaciendo, al menos en lo que respecta al texto de La condena, sus elevadas exigencias literarias. Refiriéndose a La condena Kafka escribió que su intención había sido la de describir una lucha. Y precisamente La condena significó para Kafka una cumbre de su actividad como escritor, abriendo un periodo de confianza en su talento literario que, sin embargo, fue remitiendo rápidamente. En los tres relatos aludidos asistimos, pues, a la lucha de tres hijos por su independencia y por su identidad, en La condena y en La metamorfosis con un desenlace fatal, en El fogonero con una puerta abierta a la esperanza. Para describir esta lucha Kafka empleó motivos freudianos y recurrió a algunos autores que concitaban su interés como Franz Werfel, Max Brod, Jakob Wassermann, Gogol, Dostoyevski y Dickens. Pero la emancipación de la familia, sobre todo del padre, no explica completamente los relatos que aquí nos ocupan. En La condena, es cierto, este tema aparece en un primer plano, como en la narración El mundo urbano, pero en los otros dos relatos integra simplemente uno de los elementos. En La condena se puede percibir claramente cómo Kafka dota a las relaciones con su padre de cierto grado de abstracción: eso le permite describir una ruptura de la «autoridad», del vínculo cultural, social, religioso y familiar que une al padre y al hijo. Si nos fijamos en la estructura de los tres relatos descubrimos que son tres variedades de un simulacro judicial. En La condena, el hijo es sometido a juicio por el padre y es condenado a muerte; en La metamorfosis, el juicio, en el que la familia constituye el tribunal, se convierte simultáneamente en sentencia, y en El fogonero se realiza un simulacro de juicio que tiene como resultado la averiguación de la verdadera identidad del protagonista. Es evidente que Kafka recoge aquí una tradición cabalística y un «topos» de la literatura moral judía. En estos textos se afirma que el mundo fue creado según un principio jurídico y que éste es su fundamento. Religión y legislación se funden en una unidad compacta. Por esta razón, el hombre debe cuidarse de pecar, pues nunca sabe cuándo comenzará su juicio. En este juicio todo puede testimoniar contra el hombre, cualquier cosa, una piedra o las paredes de una casa. El mundo se convierte así en un perpetuo proceso, y la existencia de la persona se refleja en un juicio paralelo, en el que los demás asumen sus papeles de reos, acusadores, para la memoria histórica VII defensores, testigos o jueces. Éstos son también los papeles que desempeñan los personajes en los tres relatos que aquí comentamos. Kafka se sintió profundamente atraído por este mundo de la judicatura metafísica, por la posibilidad de que el tribunal celestial pudiera intervenir en la vida terrenal. No en vano, Kafka era un excelente jurista que sólo renuncia a ejercer la profesión de abogado porque deseaba encontrar un empleo que le permitiese escribir. En toda su obra se percibe un profundo interés filosófico jurídico. Muchos de sus temas tienen su origen en los tratados jurídicos judíos y en la argumentación rabínica. Pero Kafka secularizó el tema del tribunal metafísico y lo hizo imperar en una sociedad industrializada que había perdido su vínculo con lo sagrado, generando un sentimiento de culpa, cuyo origen es ignorado por los protagonistas. Cuando Gregor Samsa despierta una mañana convertido en escarabajo, desconoce que en él se ha ejecutado una sentencia; tampoco lo asocia a la tradición judía del «Gilgul», de la transmigración de las almas como castigo; ni lo atribuye a un comportamiento inmoral, a haber llevado una vida inauténtica o a una traición a sus propias inclinaciones existenciales. Se limita a plantear hipótesis causales que puedan explicar su situación e intenta adaptarse a su nueva vida. Incluso, inexplicablemente, trata de ignorar la radical transformación física que ha sufrido y emprender su vida normal. Pero mientras esto ocurre, asiste a la segunda metamorfosis, a la de su familia, que se va haciendo más consciente de sí misma conforme Gregor Samsa se va hundiendo en la animalidad. Al final, su muerte supondrá una liberación para toda la familia. La metamorfosis es, sin duda, la más agresiva de las tres narraciones, la más desesperanzada, y se encuadra perfectamente en la trilogía. En La condena Kafka especula con la posibilidad de que el hijo tenga éxito en los negocios, se case y desbanque al padre, pero fracasa finalmente porque no es capaz de adaptarse a esa vida burguesa y renunciar a la literatura; su debilidad es aprovechada por el padre para destruirle anímicamente. En El fogonero, el hijo se va de casa y busca fortuna en América. Se trata de un viaje incierto y lleno de peligros. No obstante, se observa cómo el hijo se mantiene inmaduro y busca figuras que sustituyan al padre. Finalmente, en La metamorfosis, el hijo ha VIII El Búho logrado tener éxito y ha desbancado al padre, además es él quien alimenta a toda la familia, pero este tipo de vida ajena a sus inclinaciones logra acabar con él. Aquí, sin embargo, la situación se expresa a través de una metáfora animal o de una fábula, aunque la narración parece romper el marco rígido de los dos conceptos, el mismo sistema que Kafka empleará en numerosos relatos, casi todos incluidos en este volumen. Podemos citar Un cruce, En nuestra sinagoga o Investigaciones de un perro. Precisamente bajo el título común Dos historias de animales publicó Kafka en la revista Der Jude los relatos Chacales y árabes e Informe para una academia. Como ha destacado Grözinger, en muchos textos cabalísticos aparecen historias similares con animales que, curiosamente, tratan el tema de la expiación y de la culpa. Además, el empleo de animales para ilustrar comportamientos humanos servía para expresar sentimientos de inferioridad y dificultades de adaptación social. Mediante la metamorfosis, Gregor Samsa queda excluido de la existencia social y privada, ya no puede influir en su entorno, ha perdido la capacidad de vivir en sociedad. Así pues, en las tres narraciones se emiten tres sentencias, pero el reo no entiende por qué se han emitido ni que su vida, en realidad, es un proceso continuo en un tribunal olvidado por su memoria individual y colectiva. En las tres narraciones, la excepción y la normalidad experimentan un estremecimiento que provoca una confusión de sus fronteras. Kafka fingía situaciones en su actividad literaria que tenían una correspondencia en su vida privada. También incluía en sus textos pasajes de crítica social, pues Kafka era un hombre que se interesaba por los movimientos sociales y políticos de su tiempo. Pero en estas elaboraciones había un elemento, llamémoslo onírico, que es peculiar a su obra y que la diferencia de una literatura social o psicológica. Este carácter onírico ha impulsado a varios intérpretes a designar su obra con el nombre de «realismo fantástico», aunque este concepto permanece vago y ambiguo. Para muchos sería ir demasiado lejos, unir bajo un mismo techo, pongamos por caso, la obra de Kafka y la de Jorge Luis Borges. Uno de los principales rasgos de la actividad literaria kafkiana era su nocturnidad. La mayor parte de su obra fue escrita por la noche, aunque ello le robara horas de sueño y dañara gravemente su salud. Aún más, su ideal era escribir una narración completa en una noche, como ocurrió con La condena, obra que escribió entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana. Kafka se interesaba, además, por el mundo de los sueños. En sus Diarios abundan los comentarios acerca de sus pesadillas y solía transcribirlas o convertirlas en pequeños relatos. En este volumen hemos incluido varios ejemplos. Este ambiente onírico se puede apreciar con especial intensidad en textos como La condena, La metamorfosis y Un médico rural. En la obra de Kafka se afirma la existencia de un puente entre el mundo del sueño y el de la vigilia, el mismo Kafka creía que historias o sucesos que comienzan en el mundo real experimentan una continuación en el mundo de los sueños y viceversa. El sueño, desde esta perspectiva, tiene su propia lógica y su propio lenguaje, el «lenguaje del inconsciente», vinculado con la realidad. También podemos encontrar esta noción del sueño en los textos cabalísticos. Por ejemplo, Grözinger cita en su libro Kafka y la Cábala un pasaje de un libro moral cabalístico: «Cuando el hombre duerme en su cama, su alma sale de su cuerpo y presta testimonio sobre él y sobre todo lo que ha hecho ese día. Y se juzga su alma, ya sea para bien o para mal, pues por la noche juzgan los Tribunales de las alturas...» Para Kafka el sueño no era sólo una experiencia más o menos interesante, era una manifestación esencial de su personalidad, una vertiente más de la realidad, como el fenómeno de la enfermedad. Aquí Kafka se encuentra en una sólida tradición literaria, de la que forma parte el motivo del doble, tan presente en la obra de E.T.A. Hoffmann y Dostoyevski. vida psicológica del individuo, de un individuo que vive en una clase social determinada y está sometido a unos complejos vínculos familiares, hay otros relatos que intentan reflejar el «espíritu del tiempo». En ellos Kafka quiso captar la esencia de la época: por lo tanto se trata de testimonios de las huellas que dejaron en Kafka las nuevas corrientes filosóficas, los nuevos movimientos políticos y los grandes acontecimientos históricos. Es indudable que uno de los grandes acontecimientos fue la I Guerra Mundial. En sus albores surgieron varios textos kafkianos que han alcanzado gran fama. Quizá el más conocido sea El proceso, aunque aquí sólo nos interesa la leyenda Ante la Ley, incluida en la novela mencionada, pero El olvido de la Ley En los tres relatos comentados percibimos la permeabilidad entre la vida privada de Kafka y su obra. Ésta es producto de proyecciones psicológicas derivadas de experiencias personales. También observamos cómo Kafka extendió sus vivencias para convertirlas en literatura. Pero si los relatos del epígrafe anterior son el resultado de complejas interacciones emocionales que afectan a la Peter Saxer para la memoria histórica IX también publicada aparte, pues Kafka sintió un afecto muy especial por esta obra. El otro texto que nos interesa es En la colonia penitenciaria, una fantasía penal. La leyenda Ante la Ley fue escrita entre octubre y diciembre de 1914, el mismo periodo en que Kafka concluyó En la colonia penitenciaria. La cuestión que trataremos de dilucidar ahora es hasta qué punto las dos obras, así como otros relatos vinculados temáticamente a ellas y contenidos en este volumen, reflejan los acontecimientos históricos y las corrientes intelectuales del momento. La leyenda Ante la Ley tiene fama de ser uno de los textos más herméticos de la literatura. Hasta ahora se ha resistido a una exégesis convincente, aunque varias monografías han intentado descifrar el enigma. En realidad, el texto consta de varias paradojas que culminan en un «horror vacui», en un El Búho dilema irresoluble: el conflicto entre la generalidad y la particularidad de la Ley, un dilema aparentemente absurdo, pues la Ley es, por esencia, general; ella supone la superación del privilegio. No obstante, al final de la leyenda se afirma la particularidad de la Ley y el sometimiento de la normalidad a la excepción, aunque el protagonista sólo experimenta la verdad en su agonía. Ello significa que vive desconociendo las propiedades de la Ley. Pero, ¿a qué noción de la Ley se refiere Kafka? ¿Qué entiende Kafka por Ley? En el texto no encontramos ninguna pista que nos aclare estas cuestiones, todo lo contrario, la leyenda cuenta precisamente con el olvido de la Ley por parte del lector. Sólo al final leemos sobre un resplandor que surge del interior. En la obra de G. Scholem Sobre algunos conceptos fundamentales del judaísmo constatamos que la Tora, en la tradi- Francisco Tejeda Jaramillo ción judía y en determinadas corrientes cabalísticas, permite una interpretación individual y otra general; esto quiere decir que existen dos caminos para acceder a ella. El camino que lleva a la Tora es, además, un camino que conduce a la luz divina, a la luz de la vida. La Ley se convierte así en la esencia de la vida, en su sentido. El hombre que pretende acceder a la Ley aspira a conocer el sentido de la vida, pues la Ley es el vínculo entre el hombre y Dios, también entre Dios y el mundo. Si se incumple la Ley al hacer uso del libre albedrío, el ser humano comete conscientemente un pecado que genera un sentimiento de culpa. Pero si se rompe el vínculo por olvido o ignorancia es porque el hombre ha perdido su contacto con la dimensión divina y desconoce el sentido de la vida. Su existencia se torna absurda, su sentimiento de culpa no encuentra una explicación. El hombre que desea acceder a la Ley desconoce que hay un camino individual que conduce hasta ella, por eso muere sin haber atravesado la puerta guardada por el centinela. Esta individualización de la Ley no es más que el intento de reconciliar lo general con la excepción, un problema del que ya se ocupó Kirkegaard en La repetición y que también obsesionó a Kafka. La imposibilidad de esta reconciliación es un signo del mundo moderno y es la causa del fracaso del hombre que pretende acceder a la Ley. Aquí hay que matizar, sin embargo, que Kafka no se atreve a interpretar este fenómeno como la muerte o la desaparición de la Ley y, por extensión, de Dios, como hizo Nietzsche, sino que prefiere describir su olvido o su retiro, por consiguiente, su inaccesibilidad. Resulta extraña, sin embargo, esta obsesión de Kafka por la Ley en un mundo que ignora a Dios y en el que se declara que la Verdad es inalcanzable. Por desgracia, en la obra de Kafka no encontraremos una solución a este enigma. Las preguntas que planteó Walter Benjamin respecto a este problema, es decir, cómo se puede pensar la proyección, postulada por Kafka, del Juicio Final en el mundo, si esta proyección hace del juez un acusado, si el proceso se convierte en la pena, si esta proyección supone la ejecución o el enterramiento de la Ley, no encuentran respuesta en la obra de Kafka y dudamos mucho de que ésa fuera su intención. En todo caso, tanto Kafka como Nietzsche alcanzan un pensamiento metafísico negativo que permite una descripción del nihilismo como expresión de su época. Nietzsche desde la muerte de Dios y la voluntad de poder como la experiencia del ser del hombre, Kafka desde una secularización de la Cábala y desde una fenomenología gnóstica de la muerte. Aunque el mundo kafkiano es unidimensional, en él se producen filtraciones incomprensibles de un mundo metafísico que causan una angustia extrema en los personajes, pero éstos no buscan acceso a ese mundo para comprender su situación, ni aspiran a una salvación escatológica, sólo se limitan a someterse, en el estadio final, a una muerte liberadora del dolor, schopenhaueriana, fruto de una causalidad inmisericorde. Kafka recurrió al tema de la Ley con frecuencia, lo que nos muestra hasta qué punto consideraba importante este motivo. En este volumen hay varias narraciones que se ocupan de él. En Sobre la cuestión de las leyes se plantea el esfuerzo de un pueblo por acceder a las leyes que lo gobiernan, unas leyes que, paradójicamente, son mantenidas en secreto. En otras narraciones se describe una situación en que los ciudadanos han olvidado quién los gobierna y viceversa, el gobierno se ha olvidado de ellos, aunque mantienen su orden de vida, sin introducir modificaciones, obedeciendo leyes cuya razón de ser desconocen. Estas fantasías políticas muestran comunidades que han perdido el acceso a sus propias leyes, esto es, a su origen, y que vegetan sin experimentar transformaciones, sometidas a un voluntarismo político, sin que el soberano, caracterizado como «ley viviente», apenas realice actos externos de poder. En realidad, no necesita realizarlos, pues la propia comunidad acepta su situación y se limita a justificar el «statu quo» y a negar la posibilidad de alternativas. Esta existencia política absurda, reflejada en la apatía de los ciudadanos, delata esta ruptura del vínculo con la Ley, una ruptura que tampoco puede restaurarse cuando hay una empresa en la que una comunidad puede descargar todas sus energías. En el relato La construcción de la muralla china, la tarea que la comunidad acomete es un trabajo de Sísifo; aunque absorbe todas las energías físicas e intelectuales de la sociedad, el proyecto deriva en algo ilógico y disparatado. La comunidad vive una ficción y su existencia pende de complejas paradojas que una vez puestas en evidencia muestran la profunda inautenticidad de esa forma de vida. Pero quizá sea en el pequeño texto, El escudo de la ciudad, donde se refleja con mayor des- para la memoria histórica XI esperanza esta carencia de sentido de una vida política que ya no busca el camino hacia la Ley, sino que intenta buscar en empresas técnicas descabelladas una razón para vivir. En la narración mencionada se seculariza el motivo de la Torre de Babel y se describe una sociedad que vive consciente de lo absurdo de una construcción semejante, una sociedad fascinada por la técnica, pero que la aplica preferentemente en las guerras, una sociedad hastiada de sí misma, que, en realidad, ya no cree ni en su pasado ni en su futuro, y cuyas leyendas y canciones presagian, con un tono casi anhelante, su destrucción por un puño enorme. Del periodo de tiempo en que Kafka se dedicó a la redacción de varios capítulos de El proceso y, por tanto, del periodo en que se inició la I Guerra Mundial, data el relato En la colonia penitenciaria. En él se tratan los temas que más le obsesionaron en aquella época: la relación entre la Ley, la culpa, la justicia y la técnica como destino de la humanidad civilizada. Para redactar este texto, Kafka investigó la bibliografía sobre los centros penitenciarios coloniales franceses. Pero en el relato Kafka no pretendió describir las duras condiciones de vida en un centro similar. Su acercamiento es simbólico y permanece en un ámbito europeo, los personajes argumentan en la misma dimensión cultural. No obstante, el verdadero protagonista de la narración es una máquina. El oficial que la sirve y la ha perfeccionado aúna la fascinación por la técnica y la barbarie. Sin embargo, Kafka no se esfuerza en hacerlo antipático al lector, ni tampoco se esfuerza por hacer simpáticos al reo y al viajero que presencia la ejecución, todo lo contrario, el prisionero es descrito como una persona vulgar, instintiva, y el segundo, el cultivado europeo, como un hombre que no se atreve a defender directamente sus convicciones «civilizadas» y que, al final, se convierte en cómplice de un proceso judicial absurdo e inmoral. Pero la clave del relato no se halla en la inmoralidad del procedimiento, sino en la amoralidad de la acción, sobre todo en la amoralidad del espíritu que creó la máquina, concebida para destruir la vida humana con la máxima perfección y para grabar en el cuerpo del reo la ley que supuestamente ha conculcado, en este caso una ley que no coincide con las inadmisibles imputaciones al soldado. Pero para el oficial la ley es algo baladí, así como la culpa, su XII El Búho obsesión se centra en la perfección técnica de la ejecución, en la perfección con que inscribe en la piel la letra incomprensible de la ley. Como ha destacado Hans Dieter Zimmermann, aunque esta narración no trata de la guerra, sí lo hace de la constelación que determina la guerra moderna: el acoplamiento de la técnica y la barbarie. En la I Guerra Mundial se manifestó por primera vez con gran claridad la conexión entre racionalidad y destrucción, entre la técnica como un instrumento neutral y la guerra de material, inhumana en su esencia. El viajante simboliza el fracaso europeo para detener la catástrofe. Este fracaso tiene sus orígenes en las contradicciones del proceso civilizador. Es indudable que en este relato también inciden acontecimientos de la vida privada de Kafka, como su complejo de culpa, sus relaciones con su prometida, pero estos motivos no agotan ni mucho menos el argumento del relato que comentamos, tampoco su interpretación como una crítica de la justicia. La forma en que Kafka relata los acontecimientos, con una prosa fría y distante, ambigua, en los pasajes esenciales de una neutralidad dolorosa, va más allá de una elaboración literaria de la mala reputación del aparato de justicia o de algún problema psicológico. La obra En la colonia penitenciaria se adapta perfectamente a los acontecimientos que sacudían la Europa de principios del siglo xx, su posición en la historia de la literatura es análoga a la obra de Nietzsche Genealogía de la moral y a la de Freud Tótem y tabú en sus respectivos campos. El desarraigo Mucho se ha discutido entre los intérpretes de Kafka acerca de la relación entre su condición de judío y su obra. Las biografías del autor checo abordan este aspecto de su existencia haciendo más o menos hincapié en sus vínculos con el judaísmo: algunos reducen su relación a un interés meramente teórico, otros consideran que fue más apasionada, incluso próxima al sionismo. Lo que se sabe con certeza es que Kafka pertenecía a una familia de judíos asimilados, de lengua alemana, a esos judíos que denominaban de cuatro días, los cuatro días correspondientes a las fiestas judías más significativas, algo análogo a los cristianos «de bodas y bautizos». Como Kafka confesó a Milena, él se sentía el judío más occidental, pero incapaz por su posición de tomar ni la dirección del cristianismo ni la del sionismo. En realidad, consideraba que se hallaba entre Scila y Caribdis, entre la asimilación y la conversión. Al padre le reprochó no haber recibido una educación judía, pero aunque con posterioridad se interesó por distintas manifestaciones de la cultura y de la religión judías, no encontró un pleno acceso a ellas ni se identificó con los movimientos políticos judíos. No obstante, en su obra encontramos a menudo textos que reflejan los problemas a los que tenía que enfrentarse por ser judío o en los que planteaba su profundo desarraigo. Especialmente significativos al respecto son sus aforismos, pero también las anotaciones en sus Diarios y la correspondencia con Max Brod. Entre los cuentos seleccionados para este volumen, destacan dos que tocan esta cuestión con especial sutileza: Informe para una academia y Josefina, la cantora, o el pueblo de los ratones. El primero de ellos fue publicado en la revista Der Jesús Anaya Jude y tuvo un gran éxito. Martin Buber, Franz Werfel y Max Brod se mostraron entusiasmados. Fue leído públicamente por Elsa Brod en el «Club de mujeres judías», y Max Brod hizo una reseña en la que incluía su propia interpretación, que no fue desmentida por el autor: «Franz Kafka narra la historia de un mono, apresado por Hagenbeck, y que se convierte a la fuerza en ser humano. ¡Y vaya ser humano! El último, el más repugnante miembro del género humano lo recompensa por sus esfuerzos de acercamiento. ¿Acaso no es la sátira más genial de la asimilación que se ha escrito nunca? Se puede leer en el último número de Der Jude. El asimilado, que no quiere la libertad, ni la infinitud, sino únicamente una salida, una lastimosa salida. Es a un mismo tiempo grotesco y elevado, pues la indeseada libertad de Dios permanece amenazante detrás de la comedia “humanoanimal”». Esta interpretación de Max Brod fue la que se para la memoria histórica XIII impuso en un principio, frente a otras que se inclinaban más por una crítica de la civilización o un análisis de la sociedad moderna en la misma línea de algunas obras de Freud, como La sexual moral cultural y el nerviosismo moderno o la posterior El malestar en la cultura. Otros han preferido una interpretación social: la elección entre la libertad y la seguridad. Pero no se puede dudar de que en el relato surjan temas con los que Kafka se tuvo que enfrentar debido a su condición de judío asimilado, sobre todo el de su identidad, un problema que le abrumaba. En el texto reflejó no sólo la situación desesperada de una generación de judíos que trataba de insertarse en la sociedad europea, sino también la convicción, al menos para Kafka, de que una asimilación completa era imposible. No es de extrañar que con posterioridad, en el Informe para una academia, se buscaran motivos que hicieran referencia al mundo judío. Así, la jaula en que encierran a Pedro el Rojo se ha interpretado como el gueto, la selva en la que vivía antes de ser capturado, como el Antiguo Testamento. Pero tampoco se deberían exagerar los paralelismos, el problema del judaísmo no agota el espectro interpretativo del texto. Se trata, sin duda, de un relato que, por su temática y por la composición de los motivos, nos lleva necesariamente a un autor que intenta profundizar en su identidad, determinada esencialmente por su condición de judío, y que al hacerlo no puede evitar tocar otros problemas vinculados a éste, como son el de la libertad y el de la civilización. El relato Informe para una academia es el fruto de un sentimiento de desarraigo, un análisis que se esfuerza en mostrar los problemas de un proceso de socialización. Como siempre, Kafka diseñó su texto cuidadosamente, con el fin de proporcionarle tal realismo que la historia resultase creíble. Recurrió para ello a la biografía de Carl Hagenbeck, leyó los informes en los periódicos sobre números de Varieté realizados con orangutanes y chimpancés, consultó manuales sobre comportamiento animal y examinó informes de expediciones. Todo ello lo plasmó con una prosa científica que contrasta vivamente con el contenido del relato, del que no existe ninguna referencia esencial de Kafka, y que aún hoy conserva una gran fuerza de atracción. En el relato Josefina, la cantora se nos cuenta la historia del pueblo de los ratones, y, lo que quizá es más significativo, el narrador mismo es un miembro de ese pueblo. Es casi inevitable pensar, cuando leemos este relato, que con el pueblo de los ratones se hace referencia al pueblo judío. Así lo han interpretado, entre otros, H. D. Zimmermann y K. E. Grözinger. Tal y como lo describe Kafka, esto es, como un pueblo que afronta Luis Garzón XIV El Búho numerosos peligros, que lucha por la subsistencia en un entorno hostil, que depende estrechamente de la solidaridad entre sus miembros, que escoge ocasionalmente a una suerte de salvador, parece indudable que estamos ante una elaboración literaria del destino del pueblo judío. Incluso la paradoja de la alusión al descuido de la historia por parte de la comunidad ratonil, sabiendo el papel tan importante que desempeña la historia en el pueblo judío, puede encontrar puntos de anclaje, como ha destacado Grözinger, en las corrientes místicas y cabalísticas del judaísmo. Sin contar con la posible ironía kafkiana de mostrar al pueblo judío, obsesionado por las genealogías, como un pueblo, en realidad, carente de historia, cuya existencia en la diáspora sólo conoce dos momentos trascendentes, su elección como pueblo elegido y la salvación final. De todos estos motivos encontramos correspondencias en la realidad. Kafka se interesaba por relatos de rabinos que afirmaban ser el mesías o poseer poderes especiales, como se afirma de Josefina, y el poder salvador del canto es un tópico de la literatura popular judía. Todo esto llevó a Max Brod a interpretar el relato como un planteamiento de la «cuestión judía», siempre animado por la intención de acercar a Kafka al sionismo. Sin embargo, resulta difícil decir si Kafka realmente apuntaba tan alto. Es cierto que Kafka toma como inspiración determinadas peculiaridades del pueblo judío, pero una vez más chocamos con la actitud distante del autor que impide una interpretación unívoca y definitiva. El relato es narrado por un miembro del pueblo de los ratones que hace gala de un notorio escepticismo. El mismo escepticismo del que Kafka hizo gala, según nos cuenta Max Brod, cuando visitó a un rabino famoso del que se contaban milagros. Al salir de una ceremonia presidida por este rabino, Kafka confesó a su amigo: «En realidad ha sido como estar en una salvaje tribu africana, pura superstición». Este distanciamiento es el mismo que se observa en el narrador respecto a Josefina. En el texto vierte Kafka su condición de judío europeo, por un lado fuertemente influido por las corrientes religiosas y literarias judías de la Europa oriental, por otro lado distante y frío respecto a los rituales y ceremonias del judaísmo. Su postura al describir el pueblo de los ratones es ilustrada y escéptica: como miembro de la comunidad muestra una actitud ambivalente, la de un hombre que se siente fuera y dentro, la de un hombre que busca una identidad. Este aspecto es el que logra dar a estos relatos la ansiada universalidad, por eso acapara el interés de judíos y no judíos, pues aquí se plantea el problema de las identidades colectivas en la época del individualismo. Fenomenología de la muerte La obra de Kafka se ha definido con frecuencia como una fenomenología de la muerte, como una «tanatología». Y, ciertamente, en la mayoría de sus relatos aparece la muerte con un protagonismo obsesivo, ya sea como telón de fondo o como el final inexorable al que tienden los personajes. En Kafka encontramos, por esta razón, una de las más ricas imaginerías de la muerte en la historia de la literatura. Su acercamiento al problema de la muerte siempre se realiza de un modo simbólico; la muerte, aunque se produce frecuentemente con una vulgaridad y banalidad terribles, supone un tránsito que conduce a una liberación. En este sentido, y a pesar de que conduce a una profunda incertidumbre, la muerte mantiene cierta trascendencia mística. Cuando Gregor Samsa muere, en realidad sufre una última metamorfosis que trae la anhelada tranquilidad a la familia y una humanización de su recuerdo. Gregor, con su muerte, recobra su humanidad y su lugar en la familia. El hombre que espera con el centinela ante la puerta de la Ley percibe el resplandor de la Ley en el momento de su muerte. Para Josef K, en El proceso, la muerte supone el final de una existencia angustiosa. En La condena, Georg Bendemann es condenado a muerte por su padre y él mismo, impulsado por la sentencia, ejecuta la pena, pero su muerte significa también la solución del conflicto padre-hijo. Esta faceta positiva de la muerte, sin embargo, tampoco nos puede hacer olvidar que Kafka la sitúa en una dimensión vacía. La muerte, en su obra, no ofrece ninguna respuesta al hombre, su significado se reduce a «un-dejar-deestar-vivo». Por esta razón, Wiebrecht Ries la opone acertadamente a la muerte de Ivan Ilich, en la obra homónima de Tolstoi, en la cual la agonía forma un proceso continuo con el acto de morir y con la transformación de la muerte en luz. Así pues, la muerte en la obra de Kafka ofrece una imagen ambivalente, fruto de las mismas convicciones del escritor. En sus Diarios y en su correspondencia leemos que para para la memoria histórica XV Kafka la muerte no suponía un trauma, más bien era un fin anhelado. Su miedo no tenía por objeto la muerte, sino el morir, sobre todo el dolor que acompaña al morir. En una carta escribía a Milena: «¿Te asusta pensar en la muerte? Yo sólo tengo un miedo horrible al dolor... Por lo demás, uno se puede aventurar a la muerte». Sin embargo, este deseo de morir desencadenaba a su vez un pánico generado por la conciencia de esa voluntad autodestructiva, lo que le impulsaba a plasmar en sus escritos sus anhelos de muerte, algunas veces envueltos en una atmósfera onírica, como en el relato Un sueño, en el que las fronteras entre la muerte, el sueño y la vigilia quedan indefinidas. O expresaba estos sentimientos confusos con manifestaciones contradictorias, como en el relato Un médico rural, en el que el enfermo suplica primero al médico que lo deje morir y luego le pide que lo salve. En cierto sentido, la obra de Kafka supone un intento de instaurar el mundo del más allá en el más acá o viceversa, es una experiencia en las lindes de lo perceptible y de lo experimentable. Respecto al tema de la muerte en la obra de Kafka, el relato El cazador Gracchus, incluido en este volumen, ocupa un lugar muy especial. No en vano, detrás de Gracchus, «grajo», se encuentra el apellido «Kafka», en checo «Kavka». Se trata de la historia de un cazador de la Selva Negra que muere en un accidente, pero que está condenado a vagar por la tierra ya que su barca no encontró el camino hacia el más allá. Este destino es experimentado por el cazador de forma negativa, como un castigo. Su existencia se desenvuelve en un espacio extraño: como «muerto viviente» no pertenece ni a la tierra ni al cielo, oscila entre el más acá y el más allá, en una desorientación metafísica, entre dos dimensiones irreconciliables. A esta desorientación se añade la simbología mitológica empleada por Kafka, como la barca de Caronte o la historia del cazador Orion, que experimenta una inversión, los motivos mitológicos sólo sirven para expresar una ruptura con la tradición, quedan reducidos a un recurso estético. Lo mismo ocurre con el paralelismo insinuado respecto al pecado original, el cazador comete un error fundamental y este error, que permanece una incógnita, provoca su eterno vagar por la tierra, mientras que con el pecado original entró la muerte en la vida del Hombre. Para el cazador Gracchus ya no hay ninguna verdad, vive en una continua ficción, en una tierra de nadie, pues para él ha desaparecido el sentido físico y el metafísico, su destino es seguir navegando eternamente con el aire de la muerte en las velas, al margen de la vida y desconociendo lo que se oculta detrás de la muerte. Este relato se ha considerado una metáfora del pensamiento kafkiano, un documento fundamental de la literatura moderna, equiparable a las obras de Rimbaud y Baudelaire. *José Rafael Hernández Arias. Franz Kafka cuentos completos (textos originales). Traducción de José Rafael Hernández Arias. Edición Valdemar. 4ª edición 2001. 446 Pp. XVI El Búho Aída Emart María Teresa Rodríguez Almazán Como violeta pequeña y silenciosa llega la tarde Tiempo de lluvia relámpagos de otoño caerá la noche Un grillo canta las luciérnagas brillan llegó el verano Canta una madre hay quietud en la noche se respira paz Eco lejano se escucha en la montaña sólo un camino Monte sagrado la cascada de plata entre la bruma María Emilia Benavides confabulario 69 Las carpas nadan Crece un bambú imagen de añoranza a la orilla del río en el pasado es primavera Templo abandonado Tiempo de olvido de la montaña surge resurge la esperanza como espejismo nace otra estrella Flor de origami La luz rojiza mecida por la brisa alumbra el horizonte en largo viaje la noche espera. Margarita Cardeña 70 El Búho Gabriel José Vale Valera Y me quedé en silencio, en medio de la tormenta, A Suramérica. E l terremoto se sintió muy dentro del cementerio, debajo de las inconmovibles lápidas. Si bien fue leve, su levedad pareció arraigarse de algunos cadáveres ha poco enterra- dos entre un luto tumultuoso e incierto. Como a las tres de la tarde la tierra empezó a sacudirse borrosamente, y toda aquella laboriosa lentitud también parecía combinar el pánico de los que temblaban en una idéntica postergación. Con mejor virtud sea dicho, la tierra salta cuando, por errar su báculo, trastabilla en los pies de quienes así tropiecen. Ya en la noche los noticieros cifraban algunos daños notorios o repetían las testimoniales interjecciones de un silencio que imperiosamente brotaba de todas las lenguas. Se hablaba de algunas supuestas bajas, pero el gobierno no propugnó datos oficiales ese día, y no lo había de hacer en años. Jesús Urbieta confabulario 71 Sucedió que sólo las pocas edificaciones derrui- La tarea de contar los muertos (si los hubiere) se das eran tan evidentes para todos —aunque al parecer le encomendó a una oficina reservada, que presidía ninguno de sus moradores había perecido—, como un perspicaz y a la vez abstruso hombrecillo de ga- para hacerse una idea fundamental o peculiar de lo fas gruesas y sombrero de ala cortísima. Tras haber que no podía verse. En verdad era bastante inverosímil documentado todos los accidentes automovilísticos; que de entre algunas ruinas casi milenarias salieran tras haber pesquisado las urgencias de hospitales y todos ilesos (con apenas magulladuras), pero a pesar clínicas; tras haber buscado en los memoriales de la de las digresiones comprensibles se corroboró que policía y los bomberos; tras haber recibido las cifras aun ciertos ausentes de unos años volvían a manifes- de una morgue centenaria, pues consiguió al fin una tarse entre abrazos compungidos. nulidad más exacta que el redondo de un cero. Nadie murió en el ámbito de ese temblor, cuyo amplio arco fue también su intemporal dominio. Todos los que habrían de morir ese día por circunstancias naturales (ya que no por las agujas de dos minutos fijos) se demoraron entre las réplicas imperceptibles del temblor original. Los desaparecidos que no iban a aparecer, ni en las máculas de tinta aparecieron. Nada pareció darse en aquel terremoto. Nada que lo agitara más de lo que de suyo fue su ritmo; y ni el crimen ordinario pudo extender en él su carácter. El asombro era tal, y tantas las formas de rigor, que se buscaban los muertos hasta debajo de las piedras, aunque fueran muertos del pánico o de la “clandestina tozudez de unos subversivos”. Sucedió que de tanto extremarse según perplejas dudas, hallaron finalmente a un hombre en su deforme hinchazón, Gabriel José Vale Autorretrato 72 El Búho abrillantado y con los botones casi a reventar como gobierno le impuso al comisionado de gafas gruesas el brote de su ya desnudo ombligo. Al infeliz le habían revelar la identidad de aquel hombre, antes de cifrarlo caído unos tapiales en el jardín interior de una casa a su singularidad. vetusta que se refaccionaba por aquel entonces. Pese a A las semanas del terremoto se hizo pasar por las que llevaba algunas herramientas del jornal, ninguno televisoras y la prensa el retrato casi irreconocible de de los demás obreros, comisionados para el otro lado aquel muerto, sin duda para que la hinchazón de cier- del edificio, le reconocía de forma alguna. El capataz ta notoriedad divulgara un vínculo ineludible; tal vez de la obra no recordó haberle contratado ni menos le vieran como un orate que había extraviado a sus precipitarse a las reformas de ese jardín, oculto du- parientes, acaso como un borracho pendenciero cuyas rante décadas bajo un derrumbe para el cual sí que era ojeras no le dejaban despertar del todo. Los chicos de menester de unas grúas especiales. la morgue y la oficina, secretamente conjurados a sus Ningún documento de identidad acreditaba su designios, ya le tenían un nombre; ya le reconocían anonimato; ningún registro dental que pudiera morder en su irreconocible corrupción truncada en seco. Le el anzuelo, y tampoco sus huellas dactilares estaban decían la momia del jardín oculto. reseñadas entre los límites de folio alguno. Era todo Pasaron los meses. Pasaron más años que días un enigma aquel muerto singular, acaso por pertenecer tienen esos años, y después de longevos votos, el co- a un linaje cuyo origen parecía estar precisamente en misionado, casi a tientas, detrás de gruesísimas gafas su fin y a la vuelta de su mismo vórtice. En un cortejo de carey, escribía la última ficha de aquella calamidad. furtivo se le conservó como a una momia. Era verdad Con dedos tartamudos hizo tabletear a una máquina que el gobierno se dilataba en los informes y que la diligente, apenas la ráfaga fugaz de un fusilamiento opinión pública interpretaba aquel silencio con la pa- incógnito: “Terremoto de 19**, sin víctimas fatales.” El reja incertidumbre de todos los días. En cada casa, se mismo día, a la misma hora en que al fin se le daba contaban los parientes indispensables y se apacigua- sepultura al muerto singular, de modo que se perdie- ban todos con una resignación feliz, que, sin embargo, ra entre los despojos de una fosa hondamente cavada no excedía la cuenta de cada cual. para entrampar la revuelta que precedió a un inocuo Pero, entonces, ¿de quién era el muerto? ¿De dón- terremoto. Sólo aquellas letras oficiales fueron el epi- de venía? ¿Cómo se llamaba? ¿Qué hacía y luego por tafio, e incluso por aquellas letras el muerto fue quien qué lo hacía? ¿Para quién trabajaba? ¿Para quién vivía? fue, si bien ya perdido para siempre entre los anóni- ¿Por qué murió? De modo que no se suscitaran desór- mos detractores de una tiranía. denes en torno a un misterio inabarcable y mucho menos se excitara la imaginación estrafalaria del vulgo, el Noviembre, 2012. http://leitmotivale.blogspot.com/ confabulario 73 Camelia Moreno GIRASOL Amanecer amarilla sonrisa de Tonatiuh. CONFUSIÓN Silueta negra Parpadeo continuo: El pensamiento. 74 El Búho Jazzamoart Yurazzy I . El momento muerto fuera y dentro de mí. Invisibles desmayos de la mañana gris, color de la sombra, del polvo, del recuerdo, de la maldición de aquellas mujeres. Puedo describir la simpleza de sus escándalos, al mirar y al sonreír, la muerte del alma se alumbra. Una quietud salvaje, respiro dolor, este lapso de soledad, lo que era y lo que veo. Solo hay una alucinación miserable que vislumbra en el umbral de mi hospital y mi casa. Solo una estimación pequeña de lo que intento hacer cuando te pienso dentro de estos lugares míos. Me perdono, he muerto. II. En mi libro solo se leen comienzos y vacíos (oscuros y claros). Describo las sangres, pecado presente que inunda la nave, la memoria rota. Concibo una perpetua oración para desatarme las yagas, el lastre, la mudez, el impío, este perjurio infinito. Construyo a leguas de José Juárez confabulario 75 mi juventud otras pubertades más desgraciadas que El día, hoy, acontece, me atraviesa sin consenti- nuestras. Murmuro entender que puedo explicar mi miento, no hay leyes, el cielo, lo eterno, lo que guardo vida, mis mañanas, el paisaje, el tercer laberinto, la entre las manos. Aquí espero la entrada del verano y misma mujer de antes. los cálidos aires, en suspiro se me encierra el cami- Decido no estar y no ser, decido dar y perder. Co- no, no hay verdades hechas, construía la pretensión mienzo a andar de pie sobre la sal de los ríos vírgenes, de una y por acierto se borró. Estos finales acometen el desgaste de mis ojos, el ánimo abatido por la misma contra mi crónica enferma, con lo que dudo y lo que línea y la hoja blanca. Estoy leyendo el comienzo, díc- suelo errar. Me equivoco, se suspenden las dudas. tame por favor lo que sigue en voz baja. V. Mi serie de repeticiones, el mismo cuento y el misIII. Mi mutable espera, las horas del café prolonga- mo personaje principal y único. Las manchas en las das a una mediana eternidad, las pertenencias de nubes y esta caída de espíritu. Me atrevo a devolver- todos los arrebatos al sol, las dos estrellas fugaces y le las gracias a la fortuna, aunque hubiera sido más mi clave de música. factible no conocerle el rostro. El punto suspendido de estas telarañas que me La pausa al hablarle de mi amargura, la púrpura conducen hacia la calidez de la flor. La ceguera de mis en sus labios y yo con la mirada fija en lo que fue solo manos cuando rondan tus pies desnudos y la ventana una suerte arrojada a mi senda. sin vergüenza ladrando de par en par, ofreciendo alas al viento. VI. Soy la vuelta del espejo, del pasado, soy las tar- Apuesto mis dudas, cuatro sueños de infancia, la des en ayuno, el silencio cuando duerme, el túnel postal que llegó en tren saturada de garabatos portu- húmedo de las noches. Soy los huesos sin la carne, gueses. Pongo en juego la lata con basura, cien gotas este óvulo sin esperma, la letra ilegible, el mismo de lluvia, este par de palabras, el sexo trasformado, espectáculo que ofrece el circo. mi desidia por amar, el deseo al odio y la sala en don- Entro en zonas que se inventan mis mayores des- de siempre me obsesionan tus mentiras que ya dibujo varíos, se conoce otras formas de actuar (hablo así, a voluntad. miro así, gesticulo así, sonrío así). General desacuerdo con el juicio del año 2000. IV. Historia simple, teñida tontería ésta de imaginar Acudo cada mañana de cada domingo a asisten- que perturbas mis cojines, los terciopelos, los olores cia psiquiátrica, me ha confesado el que escucha mis que perfuman este encuentro. El recuerdo lánguido, revelaciones que realmente es bipolar, pero bueno, yo humo que se desvanece en mis otras personas, la tengo esquizofrenia… respondí luego de doscientos pesadilla explosiva llamando sin destinos. segundos. 76 El Búho Benjamín Torres Uballe Capítulo I N os vimos en el centro del DF ya que coincidentemente atendemos clientes en la misma zona, al terminar las visitas nos dirigimos al “Jekemir” a tomar un capuchino; no es para nada un sitio lujoso, más bien un tanto incómodo ya que el local es pequeño y las mesas están muy juntas, lo cual resulta de la fregada a la hora de chismear porque todo se escucha en las mesas próximas. Sin embargo, la vorágine económica hace un buen rato que nos agarró de sus puerquitos a Elías y a quien escribe estas líneas, así que por lo tanto no podemos ponernos exigentes al momento de tomar café; debo además aclarar amigo lector, que mi célebre amigo posee un aura envidiable la cual ejerce un magnetismo sin igual sobre los meseros con “capacidades diferentes” (léase puñales), cualidad de la cual debo admitir me beneficio, ya que nos atienden con inexplicable prontitud y eficacia, aunque a cambio debo disimular cuando ellos Jesús Portillo Neri confabulario 77 se intercambian miradas lujuriosas o se “cogen de la a nuestras respectivas casas; yo saqué de mi cartera mano”, y le cobran menos de la mitad de la cuenta. “Louis Vuitton” (no amigos lectores, no se hagan bo- Bueno, sucedió que al término de disfrutar nues- las, en modo alguno soy incongruente respecto a mi tro delicioso capuchino y comentar lo jodido que esta- economía, la cartera es obsequio de mi ex, antes de ban las ventas, de que si la empleada de tal cliente está que me mandara a la chin... por infiel, y todo, gracias buenísima, o que la otra está re’cucha; nos dirigimos a los consejos del pinche mostro), bueno, les decía caminando a la estación Juárez del Metro para volver que extraje el boleto, lo introduje y pasé el torniquete, cuando en eso veo a Elías con su tarjeta del INAPAM enseñándosela al policía para que lo dejara ingresar sin pagar, beneficio al que tienen derecho en la ciudad de México los adultos mayores de 60 años. El shock de lo que yo presenciaba, era indescriptible, terrorífico, brutal; mis ojos lo veían, pero mi cerebro, y sobre todo mi ánimo se negaban a creer tal hecho inédito; de pronto el hijo pródigo de Cañitas, el terror de las domésticas de “Tlane”, el experto en concertar citas a ciegas vía telefónica, ese audaz que cuando no tenía pachocha en sus años de juventud, simplemente se metía al Cine Teresa a ilusionar a algún puñalón a cambio de varios billetes; al terror del “Paraíso” y de todos los moteles de la zona de Indios Verdes y Calzada de Tlalpan, ése, el de los 3 diarios, había tornádose en mero despojo. Yo permanecía impávido, totalmente petrificado, aterrorizado. Era innegable, el mostro, mi entrañable amigo se había vuelto un viejillo, la humanidad lo había perdido para siempre. Continuamos platicando puras babosadas, en lo que por cierto ambos éramos expertos, yo Oswaldo Sagástegui 78 El Búho lo hacía de forma automática, realmente no estaba tas “rompe catres”, pasando desde luego por diversos concentrado en la charla de “Elías”, a quien de pron- travestis, cuya base de operaciones se encuentra hasta to no sabía si anteponer el “Don”. Se bajó en la esta- la fecha en el Periférico y Sor Juana, allá por el norte ción 18 de marzo, y yo seguí a Indios Verdes, ahí tomé de la metrópoli, y quienes como homenaje, incluso, el deprimente guajolotero a mi casa; chingao, todo nombraron una posición sexual como la “Monstriña” el trayecto pensativo, me valieron gorro los idiotas en reconocimiento al intelecto y destreza de Elías. que se subieron a vender chicharrones, cacahuates, Testimonio fehaciente de mi dicho, es el hecho de congeladas, chocolates, y hasta la gorda andrajosa cuando en una de sus famosas “citas ciegas”, y encon- que con su guitarra se echó unas rolas de Paquita la trándose en pleno faje con la dama en cuestión, (de la del Barrio, y a quien, en determinado momento sen- cual por razones obvias y en mi incuestionable calidad tí unos deseos irrefrenables y perversos de bajarla a de caballero, no revelaré el nombre) ahí, en conocida patadas en las nalgas; caray... pobre viejillo, ya había discotheque de un lujoso hotel ubicado en Paseo de la dado indicios de declive, sin embargo la neta es que Reforma, una dama de la Liga de la Decencia que se no le había hecho caso. encontraba supervisando el lugar, le exigió a “Elías” que se retiraran del lugar, lo cual mi amigo obedeció Capítulo II sin chistar para evitar un escándalo mayor, única- Desperté y deseé que todo hubiese sido una pesadilla, mente levantó del piso la ropa interior de su “cita”, y sin embargo, en brevísimos instantes caí en la realidad: se fueron a continuar su “labor” en un hotelucho de para nada “habemus mostrus”. Desde que nos conoci- paso, por la zona de Buenavista, donde le daban crédi- mos hace ya más de 35 años hicimos clic para bien, es to, y adicionalmente abonaban puntos a su tarjeta de decir, nos acoplamos excelente para emborracharnos cliente frecuente. juntos; el pretexto era y lo es hoy, incluso, cualquiera, Nuestras parrandas se extendían en tiempo y espa- y cuando no lo había, pues leíamos en algún periódico cio a lo más comodino, claro que sí. Pero no caíamos a la nota de ocho columnas y ése era el pretexto, sí... así cualquier antro, dicho esto en el sentido peyorativo, si de mamones. no mire usted: mi primera tarjeta de crédito la estrena- Mi fogoso amigo siempre ha sido un aventajado mos, sí, correcto, acertó: en el “Nicte Ha” del añorado alumno de “Eros”; lujurioso como pocos en el planeta, Hotel del Prado. Desde luego que la pasamos extraor- y tras de una apariencia delicada, amable, exquisita, di- dinario oyendo a Toño Quirazco, y bebiendo San Mar- ría yo, como de metrosexual, amén de un hábil manejo cos con sidral, aunque la méndiga cuenta tardé casi un del idioma español, eso sí, lo admito; solía engatusar año en pagarla en incomodas mensualidades; pero lo desde inocentes empleadas domésticas, hasta exper- gozado quién nos lo quitaba. confabulario 79 Nuestro cuartel etílico durante varios años, tam- Capítulo III bién se ubicó en el bar de conocida cadena de res- Elías vivió días plenos como play boy internacional, y taurantes, ubicado en la Calzada Vallejo. Tomábamos yo, debo admitirlo amigo lector, viví también colate- peor que cosacos y además cantábamos todas las ro- ralmente en esa burbuja de beneficios inconmensura- las interpretadas por el grupo musical que por cierto bles, y me explico: dada la fama de los “3 diarios” que lo hacía bastante bien; recuerdo particularmente “Ca- pregonaba a los 4 vientos mi amigo, era a mí a quien melia la texana”, e invariablemente a Elías llorando buscaban para concertar una cita con él. Toda clase y cantando “Te voy a olvidar” de Juanga, después de de seres conformaban el grupo solicitante: emplea- la quinta cuba libre; nunca me lo ha querido decir, das domésticas, viudas, feas, y muchos socios de la pero creo le recordaba a un chef al que amó mucho liga del tercer sexo. Por ello tenía que llevar un control y que huyó con un lanchero del lago de Chapultepec, preciso en Excel de todas esas citas, de las cuales nos al que había conocido por Internet. dividíamos las utilidades. A mi mente llegó también la ocasión aquélla en Pero como todo exceso tiene su costo, después de que junto con otro amigo del trabajo nos íbamos a varios meses de surtir tantos “pedidos”, empezaron “Oaxtepec”, donde ya teníamos reservada una cabaña las fallas en dichas entregas, y consecuentemente los y nos dedicábamos a emborracharnos y a tener en- reclamos airados, y a pesar de que le sugerí -como su cuentros con ciertas “señoritas” en Cuautla, a las que manager que ya era de facto- la ingesta de la pastillita para variar, Elías alborotaba a más de una con la pro- azul, ni así levantaba presión, por lo que de común mesa, desde luego infundada, de contraer nupcias y acuerdo decidimos que “el orgullo tlanepantleño” se convertirlas en la flor más bella de su pueblo natal, tomara un amplio descanso en esos menesteres. allá en Zacatecas. Los ingresos en su profesión de vendedor de bi- En otra ocasión le cedí los derechos de una ex no- blias casa por casa, de plano no dejaban lo suficiente via conocida como “Mary la Loca” y, fiera como es él, para mantener el ritmo de gastos acostumbrado en el consideré un hecho que presto la agregaría a su exten- café, los tacos de carnitas en Los Panchos, el pozole sa lista de conquistas, sin embargo, para mi asombro, en La Casa de Toño, los tacos de canasta junto a la “W” delicadamente ella lo bateó; este capítulo en su his- y los caldos de gallina. Ante ello, elaboramos un plan toria de play boy, no es sino ratificar aquel proverbio “B”, consistiendo éste en aceptar citas muy específi- de “al mejor cazador se le va la liebre”, o lo que es cas, que aportaran un modo decoroso de sobrevivir; lo mismo “Al mejor Mostro se le va caperucita”, por algo equivalente a un Fobaproa, sólo que en el caso sagaz que sea. sería un rescate culinario, así es que le prometí una cita a la señora que vendía las tortas, al chef de la ca- 80 El Búho fetería, al policía gay del Eje Central, y a la empleada lo habían asaltado unos malandrines al salir de una gorda y fea de uno de nuestros clientes. biblioteca. Todo marchaba digámoslo, más o menos bien, Después de ese penoso incidente, se acentuó aún hasta que mi amigo empezó a buscar por su cuenta más ya la edad; no cumplía con los deberes hacia su ingresos extras durante la celebración de la Marcha mujer, la que desesperada llegó incluso a amenazarlo del Orgullo Lésbico Gay, a la cual fue disfrazado de Pe- con hacer el amor con su vecino. Pero eso no era todo, dro Pica Piedra, con tamaño garrote en la mano; pero extraviaba cada semana un teléfono celular, se llegaba no contaba que se le iban a juntar dos pretendien- a quedar dormido recargado en algún poste de teléfo- tes; el policía gay y el chef, quienes se lo disputaron no, olvidaba donde había dejado estacionado su auto, a trancazo limpio y al final, entre ambos, lo dejaron se dirigía hacia el sur en lugar del norte. pal’arrastre. Tardó dos semanas en cama para repo- Él, que llegó a ser lo más cercano al anticristo por nerse, y le tuvo que mentir a su esposa afirmando que su terrorífica maldad, ahora tenía la actitud de mona- Edgar Mendoza Mancillas confabulario 81 guillo de pueblo, su mujer lo madreaba con frecuen- en el que la empleada del banco, una jovencita como cia, lo obligaba a lavar los trastes, ir por las tortillas, a de 18 años, le dijo que le daba tanta ternura; caray, yo “lateralizar el dogy” , en fin, ya de aquel temible ma- me salí a carcajear a la calle, no podía creerlo, ¿dónde cho mexicano, no quedaba absolutamente nada. había quedado aquel caballero que inspiraba lujuria, Uno de los momentos más vergonzantes, fue aquél pasiones desenfrenadas? Capítulo IV Torpemente he tratado de encontrar una explicación a la decrepitud de mi amigo, sé que no la hay, pero francamente me resisto a aceptar lo que mi mente entiende ya claramente: sólo quedan despojos de ese gran figurín de fama mundial, ni modo, qué puedo hacer yo, simple y alcahuete mortal; el uso inmoderado de sus facultades don juanescas, de plano lo acabaron. Recuerdo, cuando tal era su fama, que los moteles que se inauguraban en la metrópoli, le regalaban cortesías para que fuera de los primeros, y los recomendara, sabían que así tenían el éxito seguro; entre algunos de ellos recuerdo a: “El caída libre”, “El paso a la noche”, “La gordas’city”, “the hermanos brothers inn”, etc.; les cobrábamos además 5,000.00 pesos, ah, pero eso sí, nada de fotos, aunque él podía firmar algunos autógrafos a otras parejas. Rocco Almanza 82 El Búho Pero hoy ya no hay duda alguna de que engrosó las iniciaron los indicios de que era un prospecto muy filas de la senectud; recién me acabo de enterar, que a avanzado para “El Asilo Mundet”; por ejemplo, en hurtadillas acude a las sesiones de “EVMD”, (esposos vez de pedir en la cantina un tequila doble, ordenaba viejillos mandilones desesperados), de donde ya, se- un atole y una guajolota, o se bebía el ron, sin mez- gún tengo entendido, le han advertido de cancelar su clarlo con la soda, por lo que por poco y se asfixia, de inscripción, si continúa tejiendo durante las charlas, no haber sido porque el chef del lugar le dio respira- ¡hágame usted el cabrón favor! ción de boca a boca, lo que derivó en que “Lulú”, la Durante la época de su mayor esplendor, hubo ne- mesera del lugar le colocara el mote de “El derecho”, cesidad de instalar una línea telefónica 01 900, para o también, cuando para una reunión en mi casa, ya que sus admiradoras (y admiradores), llamaran si pre- no se acordó dónde era, y llegó después de dos horas, tendían una cita amorosa con quien por aquellos días acompañado por un voluntario del “Army Salvation”, era también conocido como “La Ráfaga de Cañitas”; que disponía de GPS. los y las más afortunadas debían esperar en el mejor de los casos, unos tres meses para encontrarse con esa especie de ícono, de gurú sexual. Capítulo V Como los grandes personajes de la vida, mi queri- Pero yo que lo conocía muy bien, sabía que a pe- do amigo no escapó a ese inevitable encuentro del sar de su inimaginable fama de adonis, seguía sien- no retorno con la tragicomedia; hoy en día carente do el tipo sencillo, carismático, amable, despistado, de aquellas facultades eróticas que lo catapultaron a la bebedor de chelas y cubas libres; terror también del grandeza, y a un tris de que lo ignoren todos aquellos café americano, aunque como buen “latino”, apegado que otrora se disputaban sus “favores”, se esmera en a sus costumbres familiares y sociales, lo que, según la quimera de lograr ingresos que según él lo pudie- creo, le privó de trascender a lo más alto del celuloide sen hacer nuevamente atractivo para las damas, tran- mundial; es decir, rechazó la oferta de una compañía sexuales, o “lo que sea”. productora de cine XXX, que le ofrecía un contrato Cierta mañana mi corazón sufrió un nuevo emba- en dólares por 2 años, y una cifra con varios ceros; le te de angustia cuando por casualidad, y mientras me aconsejé que aceptara la oferta, pero se negó, con el dirigía muy pantera en mi convertible rojo a una cita argumento de que si se enteraba su mujer, que perte- laboral, vi a Elías disfrazado de “menonita” vendien- necía a la “Congregación de la Limosna Saqueada”, lo do quesos, en la avenida Juárez; francamente no daba podía no únicamente madrear, sino abandonar, hecho el tipo, pues él es más bien compacto y moreno, no le que por supuesto le horrorizaba hasta la paranoia. hablé para no avergonzarlo; caray, qué tristeza, ya me El hecho es que, de repente -ahora caigo en ello- lo habían dicho, aunque no lo creí; también me habían confabulario 83 llegado varios correos electrónicos anónimos, donde Pobre de mi querido amigo. Yo de noche en no- me advertían de que lo habían pillado en un centro che le visito para alentarlo, pero creo que pronto ya comercial como “viene viene”, y otro donde creían ha- no lo haré más, casi siempre está dormido después berlo visto vendiendo paletas y congeladas a bordo de de tomar su atole sopeado con una concha de choco- un bus; y más alarmante aún ése donde alertaban que late, y exhausto, ya que su mujer le obliga a realizar juraban haberlo visto vendiendo discos piratas en el los deberes del hogar. Además, como que su atrofia metro. cerebral se agrava gradual pero inexorablemente. Una noche intentó venderme a su vieja, contrato de por medio, con el inverosímil propósito de comprar muchas pastillitas azules; desde luego que lo ignoré y le di un buen zape, sobre todo porque su domadora es mayor que yo 17 años, y es más mocha que el cura de mi pueblo allá en Galicia. Esto amigo lector es apenas una probadita de las memorias de “Mi Amigo Elías”, las que serán publicadas en el próximo verano por la “Editorial Alcahuete News”; hasta entonces suplico que sus burlas sean moderadas, en memoria de quien fue, y hoy no sólo no es, sino que no se “haya” a él mismo. BIBLIOGRAFIA. Asociación De Moteles de Pasadena/Capítulo Valle de México. Unión de Fabricantes de Condones Ultrarresistentes/Región Tlane. Club de Travestis & Others, S.A. de C.V Biblioteca de la Congregación de Ancianas del Mandil Inmaculado. Gracias especiales al chef y al policía gay del Eje Central por su colaboración en la historia. ©Benjamín Torres Uballe 84 El Búho Soid Pastrana clave de sol Salvador Quiauhtlazollin E ste mes, el Rey del Rock and Roll cumple 80 años. Analizar un fenómeno mediático como Elvis Presley representa todo un reto para mí como crítico de rock. Sí, sigue en activo y regularmente llena pequeños auditorios, aunque en ocasiones la baja asistencia hace lastimeras sus presentaciones, como la última en el Teatro Metropólitan. Lejos quedaron los estadios llenos y las funciones múltiples en Las Vegas. Ahora, el escaso público que asiste se divide en dos grupos bien diferenciados: los ancianos nostálgicos de sus años dorados, y los adolescentes curiosos que quieren ver, aunque sea en su declive, a la leyenda. Las generaciones intermedias brillan por su ausencia, pues testimoniaron, las últimas tres décadas, la imparable caída del monarca criollo. Aída Emart clave de sol 85 Después de su explosivo regreso a finales 1977 pudo desintoxicarse y quemar decenas de de los años 60 y sus pletóricas presentaciones kilos de grasa. No muchos, pero sí los suficien- en los años 70, Elvis Presley se convirtió en un tes para no morir de otro ataque inminente. chiste en los 80. El primer golpe se lo dio la El segundo gran golpe para la carrera de Elvis realidad: el asesor de Nixon en la lucha contra Presley fue su incongruencia: un día criticaba a las drogas tuvo que reconocer, internándose en Madonna, al día siguiente, adaptaba Like a Vir- una clínica, que él mismo era adicto a decenas gin para sus conciertos en parques de diversio- -o cientos- de medicamentos prescritos. Afor- nes. Sus colaboraciones con Sting, U2, Twisted tunadamente para él, después de su infarto en Sister, The Psychedelic Furs y REM no pasaron Rigel Herrera 86 El Búho de ser cortes anecdóticos en los exitosos ál- ahora quiere cargar el féretro. O es pedófilo o es bumes de los intérpretes. Dijo que odiaba el necrófilo, pero por amor de Dios, que se defina”. ambiente discotequero y las mezclas de bailes; Como dijimos, hoy el Rey del Rock and Roll, y tres semanas después, lanzó un olvidable LP al cumplir 8 décadas, nos mueve más a lástima que sacó remixes de cada uno de sus tracks. que a reconocimiento. Y es una pena. Perso- Criticó el apartheid, pero cantó en Sun City. nalmente, sus conciertos me siguen pareciendo Los noventa vieron un resurgimiento im- impresionantes. De entrada, el grupo telonero presionante para Elvis: el movimiento indie que lo ha acompañado los últimos dos años, lo declaró su inspiración, el grunge quiso co- Natan & The Rebel Teens, son toda una reve- piar sus vocalizaciones, los alternativos imi- lación y una delicia; sin duda, la mejor banda taban sus pasos y los electrónicos lo inclu- de rockabilly del momento. Elvis siempre abre yeron en temas de ritmo contagioso y golpes con Hound Dog. Su voz suena prístina y po- secos. Pero al iniciar el nuevo milenio, se le tente, el slide de la guitarra de Carlos Alomar y hizo completamente a un lado. Y comenzó los riffs de K. K. Downing alegran (y taladran) su precipitada caída. Políticamente, se alineó los oídos, mientras los tambores de Vinny Appi- con los halcones, aplaudió la invasión a Irak ce y el bajo de Abraham Laboriel marcan el rit- y en un desplante conmovedor por lo ridículo, mo. Las voces de los hijos de The Jordanaires pretendió enrolarse de nueva cuenta en el ejér- suenan fantásticas. Dichosamente, Elvis, en cito norteamericano, aduciendo que finalmente sus actuales conciertos, sólo toca temas de los él ya había sido un buen chico enlistado y que 50 y 60, olvidándose de sus fracasos en el hit no necesitaba entrenamiento. Colin Powell le parade de las décadas posteriores. Y cuando dio públicamente las gracias con gesto serio, cierra con El Rock de la Cárcel y el anuncia- pero aguantándose la risa. Tampoco le ayuda- dor dice “Elvis has left the building”, los pocos ron a detener el deterioro a su carrera su im- asistentes nos hemos convertido en unos locos placable oposición a Obama; su pretensión de furiosos, recargados por la energía de este hoy formar un súper grupo vocal junto con Mariah octogenario, pletóricos de puro, total, legenda- Carey, Luis Miguel y Will a.m.; ni su patética rio y absoluto rocanrol. Pero al volver los ojos exigencia, en junio del 2009, de encabezar el y apreciar la menguada audiencia, los poquísi- funeral del Rey del Pop. La declaración al res- mos seguidores que tiene el ya anciano Elvis pecto de Rob Zombie enterró su carrera defini- Presley, uno no deja de pensar: “¡Qué pena, tivamente: “Primero graba con Justin Bieber y mejor se hubiera muerto en 1977!”. clave de sol 87 letras libros revistas La biblioteca de David recomienda… David Figueroa A lfonso Reyes: caballero de la voz errante*. Al hacer mención de la literatura mexicana contem- poránea, sin duda podemos traer a colación escritores representativos como Octavio Paz, José Emilio Pacheco, Carlos Pellicer o Carlos Fuentes, sin embargo, existe uno que merece atención especial, nos referimos al maestro Alfonso Reyes. Alfonso Reyes, hijo del destacado General Bernardo Reyes, ha sido un estandarte de la literatura mexicana e hispanoamericana; a lo largo de su vida encontramos diversos trabajos literarios, periodísticos, poesía, traducciones, correspondencia personal y diplomática. Sin duda, una vida dedicada a las letras y a la literatura que consagró a Alfonso Reyes para ser considerado el más grande literato mexicano. Tal vez lo único que le faltó ganar fue el premio Nobel. Ciudadano del mundo, Reyes comenzó a una edad temprana con una educación Ángel Boligán 88 El Búho cuidada por su culto padre, en el que las enseñan- momento, todos y cada uno de ellos definieron zas en las artes, la esgrima y las lecturas como la vida de este gran intelectual mexicano autor Cervantes, Goethe y los clásicos griegos, harían de obras de gran representatividad como Visión de él un joven que encontraría en el servicio de Anáhuac, Ifigenia cruel y Cuestiones estéticas diplomático el camino de su larga vocación gu- y que el Fondo de Cultura Económica reuniera en bernamental y, en la literatura, su forma de vida 26 tomos de Obras Completas todos sus escritos cotidiana. (sin tomar en cuenta la mayoría de la correspon- Designado como secretario segundo en el ser- dencia personal y dos tomos más de correspon- vicio diplomático enviado a España por el gobier- dencia diplomática que editaría la Secretaría de no del General Victoriano Huerta, Alfonso Reyes, Relaciones Exteriores). aprovecharía esta circunstancia para realizar Promotor de nuevos talentos, el gran admira- amistades que lo acompañaran a lo largo de su dor de Mallarmé y Goethe, Alfonso Reyes siem- estadía posterior a la caída del dictador mexicano pre mostró un dedicado trabajo para apoyar a y tras la cual, él permanecería en la madre Patria las jóvenes promesas nacionales y extranjeras, durante varios años hasta ser designado como tal como los escritores españoles que, exiliados diplomático -nuevamente- durante el gobierno de su país, buscaron refugio en México. Reyes del General Álvaro Obregón. también apoyó decididamente la Casa de España Así, Reyes visitaría España, Francia, Argentina, Brasil y, por supuesto, de regreso a en México que a la postre se transformaría en El México Colegio de México y la creación de una editorial (donde él mencionaba ser “exiliado en su propio vanguardista como lo ha sido el Fondo de Cultura país”), sin embargo, sus relaciones personales Económica. En ambas, su participación fue funda- y oficiales, lo llevarían a mantener amistad con mental para edificar dos enormes portentos de la personajes destacados de la literatura hispano- cultura nacional. americana como José Augusto Trinidad Martínez Finalmente, su trabajo diplomático también Ruiz “Azorín”, Eugenio D’Ors Rovira, Miguel de estuvo asociado a un cariño especial por México, Unamuno, Gabriela Mistral, Jorge Luis Borges, cuando el servicio exterior representaba más que María Zambrano, Luis Cernuda, Jesús Silva Herzog una carta político-burocrática, una labor cultural y Octavio Paz, así como figuras incólumes como y hasta turística de un país creador de grandes co- Alfonso Caso, Jaime Torres Bodet, Pedro Henríquez losos de la literatura nacional. Ureña, Enrique González Martínez, Carlos Pellicer * Alfonso Reyes: caballero de la voz errante. Adolfo Castañón. Academia Mexicana de la Lengua/Juan Pablos Editor/UANL. 2012, 580 pp. [email protected] y Daniel Cosío Villegas, entre otros. En algún letras, libros y revistas 89 Enrique Gómez Carrillo: Promotor del haikú en Iberoamérica Ángel Acosta Blanco Las crónicas de Enrique Gómez Carrillo D e la interesante obra que produjo Enrique Gómez Carrillo (Guatemala: 1873-París, Francia: 1927), la de las crónicas es de las que aportaron datos diversos, no sólo sobre la cultura oriental en general, sino acerca de peculiares transcripciones de distintos relatos, leyendas y mitos a manera de fuentes documentales, asimismo estas últimas tienen la peculiar característica de poseer una complexión concesiva y un desenvolvimiento narrativo, lo que las acerca a lo que hoy conceptualizamos como microficciones. Es a finales de junio de 1905, cuando nuestro relatador viaja del famoso puerto de Marsella a Japón. Su motivo fue captar el espíritu del momento de aquel lugar, el cual se encontraba en circunstancias de posguerra victoriosa contra Rusia. Los canales de enunciación fueron los peAída Emart 90 El Búho riódicos El Liberal y La Nación, en consecuencia, uno tían traducciones de auténticos pergaminos clásicos de Madrid, otro de Buenos Aires. Estas vías permi- del Japón.1 Esta variedad de documentos, junto con tieron a los modernistas locales informarse durante la lectura de los múltiples libros de viajes de escrito- cuatro meses de los aconteceres de la civilización res como Theodere Dreiser, Pierre Loti, Percival Lo- asiática isleña, lo que a la vez proporcionaba a esos wel, Rudyard Kipling o de los estudios e investiga- poetas hispanohablantes cierta actitud equiparativa ciones de autores como Lafcadio Hearn, Basil Hall entre escritores y creativos europeos interesados en Chamberlain y Paul Louis Couchoud, etc., sirvieron el universo japonés. a Gómez Carrillo para enriquecer sus crónicas ja- Gran parte de las cientos de crónicas realiza- ponesas que dentro de algunas de ellas muestra la das por Enrique Gómez Carrillo, están impresas existencia de cancioncillas y jaikus, lo cual ayudó en los libros titulados: De Marsella a Tokio (1906), a interesar e informar también a otros modernistas Sensaciones de Egipto, la India, la China y el Japón hispanoamericanos. (1906), La Rusia actual (1906), El alma japonesa De la actual propagación de El Japón… (Edicio- (1907), Grecia (1908), Notas de Oriente (Turquía) nes del Viento, España, 2009)2, podemos notar que (1912), Jerusalén y Tierra Santa (1912), La sonrisa de la dicho manuscrito está determinado por catorce re- Esfinge (1913). laciones, todas caudalosas en datos y descripciones, De las que constituyen mayor importancia, no retratos y dibujos, citas y referencias; más el cuidado sólo dentro del conjunto escritural del guatemalte- retórico y narrativo -pensados para un público culto co, sino en específico para nuestro tema, están en y para un enunciatario en general curioso, nunca el libro El Japón heroico y galante. Dicho trabajo fue para un receptor masivo e indiferente, por el contra- estampado por primera vez por Editorial Renaci- rio, selecto- es escrupuloso, vivaz y atrayente. Los miento, en Madrid, en 1912. No obstante, para estas relatos evidencian a un viajero moderno y sibarita, fechas, también galos, británicos y estadunidenses, incluso a un indubitable poeta que hurga lo que se desde un interés político, económico y militar, con- le presenta, pero por encima de todo apunta la mi- taban con sus respectivos informantes, cronistas y rada y pluma hacia el detalle en busca del primor y espías, pues ya habían realizado proyectos docu- del arte, donde encuentra jaikus y tankas, y por con- mentales de todo tipo, varios inclusive alrededor del siguiente con ello dispuesto a cautivarnos con mun- arte y la literatura. El mismo Enrique Gómez Carri- dos reales, antes bien distantes y exóticos para el llo, quien estaba bien informado antes, durante y momento, atrayentes y profundamente milenarios y después de sus viajes, nos comenta desde estas cró- humanos de un país que se occidentaliza con base nicas que, por ejemplo, en Francia e Inglaterra, exis- en la industrialización y consumo: el Japón. letras, libros y revistas 91 El jaiku japonés, según Enrique Gómez más breve aún, se compone de un verso de cinco, uno Carrillo de siete y otro de cinco. En cuanto al nagauta o gran En el capítulo IX, dedicado a “La poesía”, Enrique poema, es una composición de dimensiones indetermi- Gómez Carrillo hace especial atención a la “litera- nadas, pero de forma fija. Sus versos son cinco y siete, tura versada”, es donde además de describirnos sus con uno adicional de siete al término.6 apreciaciones en torno a los “tankas” y los “nagautas”, lo hace también sobre los “haikais”.3 Aunque no sólo en el capítulo dedicado a la poe- Al respecto de la lírica en general nipona, el sía, a lo largo de las demás crónicas van citándose guatemalteco la constituye como artilugio de “retó- traducidos tankas, jaikus y otras cancioncillas bre- rica tiránica y complicada. [Donde] las figuras poéti- ves; las cuales como en todos lados del mundo, ha- cas y las licencias gramaticales son invulnerables”4. blan del pasado, hablan sintéticamente de alguna Asimismo comenta que los clisés y ripios son mi- historia ocurrida de amor, desamor, drama, virtud lenarios escaparates tradicionales, cuyos principios o dicha, éstas al mismo tiempo son de dominio pú- serán la base de la “inventiva”; es decir, más que blico por “x” razones que el pueblo, o en algunos inventiva, para crear un actual poema hay que sa- casos sólo en determinados sectores (aristócratas, tisfacerse de las frases existentes: “La rutina es una cortesanas, guerreros, viajeros o marineros, etc.), regla invariable. Así como nadie se atreve a aten- se conservan de forma esmerada y tradicional. Aquí tar contra la majestad del Mikado, nadie toca a los hay que acotar dos cosas con sentido aclaratorio engarces sagrados del verso”.5 No bien, los rasgos para nuestro tiempo, que muy probablemente de de originalidad, autoría y el “yo”, son vislumbrados lo siguiente desconoció Enrique Gómez Carrillo. El por Carrillo como conceptualizaciones distintas en jaiku del que este autor hace mención en sus cró- comparación con los de Occidente. nicas es el referido al tradicional hasta el siglo XIX De los tres principales tipos de poemas que él llamado “Hokku”, el cual procede como extracto identifica, dos muy breves y uno extenso, se anticipa del tanka, quedando la tercina con versos medidos en la investigación y estudios literarios y nos orien- de 5, 7, 5 sílabas, este terceto es el que los jaijin ela- ta a identificarlos de la siguiente manera: boraron con tan esmerado arte objetivo y naturalista y, muy pocas veces, subjetivo-emocional, entre los Una tanka, hoy como ayer, y mañana como siempre, siglos XVI con Arakida Moritake (1472-1542) y los será un poema de cinco versos alternados de cinco y siglos XVII, XVIII y XIX con Matsuo Bashoo (1644- siete sílabas, de manera que, en total, tenga treinta y 1694), Yosa Buson (1715-1783), Kobayashi Issa una sílabas de un modo exacto e invariable. El haikai, (1773-1829) y Daigu Ryookan (1758-1831); enton- 92 El Búho ces al jaiku que se refiere Gómez Carrillo es al que no le otorga el relieve adecuado. No bien, dentro dichos jaijin elaboraron de manera versal y con me- de su elección traductiva nos deja de muestra el si- dida métrica. Sin embargo, la mayoría de los intere- guiente texto: sados del conocimiento del jaiku japonés adoptaron el nombre que Masaoka Shiki (1862-1902) propu- Para todos los hombres so (“Haiku”), refiriéndose con ello al que él mismo la esencia de ensueño experimentó al romper la medida métrica y realizar es la luna de Otoño.7 las tercinas con verso libre. La otra acotación es lo siguiente: aunque Enrique Gómez Carrillo hace bre- Otro dato que apunta es la imposibilidad de po- vemente alusión al axis analógico de la producción der traducir los jaikus, en sí, la poesía en general y de la vida jaikuista con las situaciones temporales, japonesa es intraducible. Nuestro autor se centra Javier Anzures letras, libros y revistas 93 en dos fundamentos en los que en la actualidad de jaiku, conviene aquí hacer mención de otro argu- alguna manera sí podemos estar de acuerdo. Uno, mento que puede completar o reforzar la propues- es porque las obras están diseñadas por un tratado ta de Gómez Carrillo y, que a la vez, nos vuelve a evocativo, tendencioso, sugerente, y no son estrate- enseñar el esfuerzo por interpretar y difundir los gias de creación de imágenes que caractericen una jaikus japoneses, tanto en México como en el resto idea, como lo es en el caso occidental, origen por el de Hispanoamérica; dicho punto de vista proviene cual nos valemos mucho por símiles y metáforas, del vanguardista Manuel Maples Arce, quien dice y en el caso de los poetas modernos (simbolistas y lo siguiente: modernistas) de signos, símbolos, íconos, imágenes concretas o abstractas. Otro motivo es quizá por la La poesía japonesa reclama el compenetrarse de sus re- razón de que la mayor parte de la retórica nipona laciones con la vida misma de este pueblo [del Japón], y termina en vocal, por lo que queda limitada en su el sentir que los poemas mantienen una íntima relación complejo rítmico y sonoro, pues las combinaciones con el paisaje, las leyendas, las creencias religiosas, los en puras vocales limitan a muy escasas posibilida- sitios y personajes célebres, los símbolos que, por ejem- des musicales. Al respecto nos comenta Gómez Ca- plo en el pino y el bambú, perennemente verdes, encar- rrillo: “La poesía japonesa no ha tenido nunca esa nan la larga vida; los ciruelos y cerezas son emblemas suavidad y esa música. La rima no existe en ella, y de la esperanza y de la primavera, del ruiseñor, de la su ritmo mismo es muy ligero”.8 De esto técnico, poesía; y en la emoción fugitiva de una hora, de un lu- no discutiríamos contra Enrique Gómez Carrillo. gar, de un recuerdo experimentado hace tiempo, tienen Sin embargo habría que tener presente en cuanto un carácter durable que se mantiene de generación en que la poesía de los jaijin no tiene como principio generación.9 realizar un artilugio sonoro con base en las propias palabras en el sentido gráfico-fonético, sino una Este acierto se produjo con mejor tino entrada imagen objetiva de la naturaleza, cuya posible so- la primera mitad del siglo XX. Ya varios esfuerzos lo noridad, o cualquier relación con los sentidos, nos permitieron. Maples atiende más certeramente par- la proporcione la imagen misma mediante su narra- te de la temática propia del jaiku tradicional, aun- ción implícita de sucesos, por lo que además de lo que tampoco aclarará si es poesía subjetiva o no, si mencionado por nuestro cronista quizá el jaijin no es poesía de imágenes objetivas y concretas o no, de tiene deparo primordial de la aparición técnica de la situaciones naturales. sonoridad. Así pues y a propósito de la no traducción del 94 El Búho En lo que coinciden es no sólo en subrayar la tradición del jaiku en Japón, sino en señalar el in- tento configurativo de poder sugestivo que los jaikus el guatemalteco Flavio Herrera y el español Rogelio logran tener al captar esos momentos referenciales Buendía, hasta concluir los años sesenta, como pri- del “poeta” y que los muestran como si fueran una mera fase de su construcción y producción en espa- pincelada para sus interlocutores: ñol. Y en estas dos pasadas décadas, resurgiendo de manera paulatina, donde muchos escritores siguen En una rama seca los preceptos de Enrique Gómez Carrillo, otros más, he visto un cuervo. generando enlaces y mezclas con otras miniatu- Esta noche tengo miedo.10 ras poéticas. Siendo esto todavía la continuidad de nuestro modernismo literario iberoamericano. Gómez Carrillo, no obstante, mediante di- chas crónicas aprovecha para aclararnos cómo la poesía es todavía parte total en la vida japonesa de comienzos del siglo XX. El gusto por el arte de la esmerada y paciente hechura de las escrituras enanas es visible en el contexto oriental, por lo que el jaiku, la miniatura gráfica y los bonsáis hablan del culto a la compresión semántica, a la popularización de la forma breve, a la concisa y pulcra belleza. Esto es quizá lo que a más de un modernista despertó la complacencia por crear o imitar o recurrir a tan aristocrática, pero afable, arquitectura; es decir, nada más o nada menos que el logro de la pisca lingüística estilizada que para nosotros corresponde a lo poético, a la poesía. Tanto en España, como en Hispanoamérica, el jaiku también es una de las emisiones chiquitas que se experimentó mucho en el quehacer cultural de la literatura en lengua española, teniendo cierta efervescencia a partir de los años veinte, del siglo XX, con hacedores jaikuistas como el mexicano José Juan Tablada, el ecuatoriano Jorge Carrera Andrade, NOTAS 1Por ejemplo se documentan algunos de los siguientes: Sinkociotoki de Tchikafusa; Anuario del Yosiwara, de Jipensha Ikku; Las lindas mujeres que son poéticas en el Yosiwara o Albun de Masanobu y, por si fuera poco, menciona que existía del editor Yakohama, éste, afincado en París, el proyecto de publicar dos códices enciclopédicos, éstos en verso y de múltiples tomos: Manyoshuu (siglo VIII) y Kokinshuu (siglo X), etc. 2 En 2010, la editorial Renacimiento (España), mediante su colección “Los viajeros, núm. 10”, también ha publicado El Japón heroico y galante, aunque conformado por 17 crónicas y, a la vez, ahí mismo rescata el prólogo que Rubén Darío hizo para el libro De Marsella a Tokio (1906). 3 Aquí el autor usa el término propuesto por los franceses: “Haikai”, y no el que propuso a finales del siglo XIX el japonés Masaoka Shiki (1867-1902): “Haiku”. Esto quizá también muestre la inseguridad por usar un término u otro no identificado o establecido todavía en el mismo Japón y recurrir a las voces autorizadas de europeos. 4 Enrique Gómez Carrillo: El Japón heroico y galante, España, Ediciones del Viento, 2009, (Colección Viento Simún, núm. 43), p. 98. 5 Ibid., p. 99. 6 Idem. 7 Éste y el siguiente jaiku son traducciones de Enrique Gómez Carrillo, según este autor, ambos corresponden a textos populares de origen campesino japonés del siglo XVII: Ibid., p. 112. (En la actualidad hay traducciones que se las atribuyen a Bashoo; es probable que Carrillo los haya compilado del saber popular o de la transmisión oral) 8 Ibid., pp. 102-103. 9 En “Tanka y haiku”, de Ensayos japoneses, México, Ediciones Cultura, 1959, pp. 80-81. 10 Ibid., p. 112. Y posteriormente citado por D. Keenen: “II. La poesía japonesa”, en Op. Cit., p. 56. letras, libros y revistas 95 JORGE SIFUENTES CAÑAS M iguel Ángel Muñoz nació en Cuernavaca, Morelos en 1972, estudió + historia en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y realizó la maestría y doctorado en Historia del Arte en la UNAM. Desde hace un par de años forma parte del Seminario de Cultura Mexicana. Es poeta, historiador y “crítico de arte” -no le gusta el término-. Muñoz acaba de publicar el libro Constelaciones de la mirada* (Universidad Autónoma Metropolitana, México, 2014), donde reúne ensayos críticos sobre arte contemporáneo y los problemas estéticos que plantea la percepción de la obra de arte. Se presentan críticas expositivas y perfiles narrativos e históricos de artistas clave de las últimas cinco décadas, así como revisiones historiográficas de 96 El Búho Leticia Tarragó algunos de los movimientos artísticos del siglo arte Miguel Ángel Muñoz trata con su libro Conste- XX (informalismo, expresionismo abstracto y arte laciones de la mirada, no de dar una visión totali- conceptual). Poeta, lector voraz y exigente. Via- zadora de qué es arte, sino más bien de darnos ar- jero constante, interminable, que ha encontrado gumentos a través de múltiples artistas, corrientes en París, Marrakech, Madrid, Barcelona, Viena, y tendencias estéticas, para adentrarnos al térmi- Praga, Lisboa y Perpeñang, sus ciudades no sólo no. Por ello, Muñoz propone un recorrido, desde recurrentes, sino “preferidas”, aunque no niega finales del siglo XIX con Cézanne y Picasso, hasta su pasión por el Caribe: Puerto Rico, Panamá, Re- las nuevas vanguardias con artistas conceptuales pública Dominicana, Jamaica -“un paraíso”- dice y más vanguardistas como Nan Goldin, Francesc Muñoz… Ha traducido al español la poesía de Yves Torres o Jannis Kounellis, para ir señalando los Bonnefoy, John Berger, John Ashbery, Adonis y Al- jalones que desmantelaron el concepto tradicio- bert Râfols-Casamada. Además es autor de impor- nal del arte hasta hoy. “Al margen del debate de la tantes compilaciones de textos históricos de Gutie- modernidad -dice Muñoz- o de la posmodernidad, rre Tibón, José Hierro y Rubén Bonifaz Nuño, Rafael que parece protagonizar la escena artística con- Canogar, estos tres últimos sobre historia de las temporánea, coexisten hoy diversos acercamien- formas estéticas. Su libro anterior fue El instan- tos a la obra de arte todavía vigentes y activos, que te de la memoria (Editorial Praxis, México, 2013), nos sitúan a una distancia apropiada para enten- donde traduce y recoge la poesía de sus ocho poe- der las calidades estéticas que la singularizan. Fi- tas más cercanos, más próximos no sólo a su poe- gurativo o abstracto, instalación o fotografía, de sía, sino que todos tienen en común un tema recu- contenidos narrativos o gestuales lo cierto es que, rrente en la obra de Muñoz: la pasión por el arte. entre nosotros, el arte prosigue su camino incierto Es frecuente escuchar ante una obra de arte con la condición de siempre. Para el artista, el la- la pregunta “qué significa” o “qué dice”, lo que berinto planteado en cada nueva obra poco tiene sugiere que permanece intacto el concepto -la de que ver con los debates del gusto contemporáneo que un cuadro deba decir o sugerir algo- contra la y menos todavía con la publicidad que los rodea. que los artistas vienen luchando desde hace casi Esta visión demuestra que el arte que se produce un siglo. Sin embargo, el interrogante más radical, en las últimas cinco décadas del siglo XX ha mi- que señala cuál es la inquietud fundamental del nado cualquier noción de arte puramente visual. espectador es si aquello que ve es “arte” o no. Aun- Las instalaciones, los performances y los trabajos que hay que plantear que actualmente hay una lu- en vídeo, pintura, fotografía y escultura muestran cha de términos interminable. El poeta y crítico de su carácter híbrido”. letras, libros y revistas 97 El arte contemporáneo se ha convertido en En los más de 40 textos reunidos en esta pu- un complejo de definiciones y términos confu- blicación, que se puede considerar como segun- sos, que han llevado muchas veces al espectador da parte de Convergencia y contratiempo (Plan C a no tener claro de qué se trata, no sólo lo que se Editores- CONACULTA, 2008) y El espacio vacío ve, sino lo que se explica. Creo que este plantea- (CONACULTA; 2009), anteriores compilaciones. miento es eficaz para hacernos comprender las En ellos se confirman no sólo sus gustos y sus causas profundas de las transformaciones de éste, aversiones, sino también su método historio- pero echamos de menos un análisis más amplio gráfico para “ver ” y “entender ” el arte. Exagerar de sus últimas manifestaciones. Muñoz es claro forma parte de él. También dejarse guiar antes en su definición de cuáles son los artistas para él por la información que transmiten los sentidos, importantes en el desarrollo del arte moderno y que por las ideas recibidas. Tal vez un error o un contemporáneo: Dice: “Creo que lo fundamental acierto, eso sólo él lo sabe. Pero su calidad lite- son los artistas, lo más importante para mí como raria y su crítica, así como los puntuales juicios, historiador y desde luego, como un poeta que ve justifican el entusiasmo de sus lectores, y sobre y escucha el arte. El único movimiento conside- todo, del mundillo del arte. rable es el cubismo. Es lo más grande que nos El primer bloque de escritos versa sobre lo dejó el siglo XX. Los demás son manifestaciones moderno y lo contemporáneo, donde analiza la periféricas. Y figuras clave para mí son Picasso, obra de Antoni Tápies, Roger von Gunten, Mark Gris, Matisse, Braque, en el ámbito francés; y el Rothko, Giacometi, Rubén Leyva, Francis Bacon, genial escultor español Julio González, que es Monet, Magritte, Pierre Bonnard. Es tan brillante para mí una figura fundamental. Sin olvidar, una su visión poética que desluce casi todo lo de- figura única: Marcel Duchamp. Recuerdo que más, incluyendo el análisis histórico. El segundo Octavio Paz me decía que para él Duchamp era reúne una serie de textos monográficos para ca- la contraparte de Picasso, pues también cambió tálogos de exposiciones de artistas más jóvenes y los derroteros de la modernidad. Y sí, Paz tenía en proceso de consagración: Patricia Henríquez, mucha razón. Por otra parte, hay otra tradición, Sandra Pani, Francisco Quintanar, Jesús Reyes la de lo fantástico y lo grotesco, en la que inda- Cordero y Marisa Boullosa. Artistas con los que gan Chagall, Ernst, Mondrian, Balthus, Dalí y comparte no sólo la generación, sino también Joan Miró. Que son también artistas ‘revolucio- por los que ha apostado a lo largo de ya varios narios’; es decir, que cambiaron el rumbo de las años de trabajos compartidos. vanguardias”. 98 El Búho El tercer capítulo lleva por título “Textos dis- persos”, que tiene un interés más teórico, más de Matta, José Luis Cuevas, Rafael Canogar, Igna- historiador, pues aquí ensaya sobre José Hierro cio Iturria que lo han marcado de forma decisiva crítico de arte; sobre la historia de la galería Casa en su trayectoria-, todo resulta importante para Lamm, sobre el grupo El Paso y su influencia en comprender parte del siglo XX. el arte del siglo XXI, etc. El último apartado, son una importante e interesante serie de conversa- * Ángel Muñoz. Constelaciones de la mirada. Universidad Autónoma Metropolitana. México, 2014. ciones con diversos artistas de nivel mundial: Eduardo Chillida, Richard Serra, Francesc Torres, Juan Genovés, Helmut Newton Jannis Kounellis, entre otros. Es importante decir, que el mérito de Muñoz es haber conocido y tratado a muchos de estos artistas que han marcado la escena visual de la mitad del siglo XX. Un logro ejemplar y tal vez único en México. Quizá la única crítica que se le puede poner al libro es la misma que cabe achacarles a otras recopilaciones de artículos, textos de catálogos y conferencias que historiadores y críticos nos brindan. Todo aquí está escrito por encargo y, claro, no todo es igual de trascendental. Aunque hay que reconocer que, dada la preferencia por determinados enfoques, artistas y momentos de la historia del arte -el Impresionismo y sus secuelas, el Surrealismo, el Informalismo o los nombres constantes de Antoni Tápies, Ráfols-Casamada, Roberto letras, libros y revistas 99 Roberto López Moreno En este 2015 se cumplen 100 años del natalicio de nuestro gran poeta Ramón Martínez Ocaranza. El hecho significa un importante encuentro con las nuevas generaciones a la que les fue ocultado durante tanto tiempo. ¿ Y si volviendo a nombrar las cosas fundamos de nuevo el mundo? ¿En qué punto de la novedosa relación habremos de colocar a Dios si es que va a existir otra vez entre nosotros?, ¿en el aire del ave?, ¿en las válvulas y pistones del movimiento?, ¿en el sexo de la flor?, ¿en la erecta furia de la llama?, ¿en la impaciente espera del polvo? ¿En dónde -oh duda- para hacerlo cumplirnos su servicio? Hay una pupila forjada en el zumo de la luz y de la sombra, en la cópula que se funde oxímoron Jaime Goded 100 El Búho para interpretar la luz con el profundo resplandor sagrado amasada desde la comunión de nues- de la tiniebla, para decir que lo sombrío rebulle tro averno. Pregonero de su religión, el poeta de fulgurante en su diamantino centro. Esa pupila se Xiquilpan designa: “En el principio fue el cántico./ hace voz y perdura entre nosotros, con nombre y Y de los días postreros/ fue la elegía del cántico./ apellidos, Ramón Martínez Ocaranza se llama la Y entre el cántico y la elegía del cántico,/ vimos llama que se enllamó poeta. ¿Por qué nos hemos arder los triángulos…” y acto seguido nos abre alejado de la quemadura de su obra? ¿Hasta dón- su catecismo que va desde los acentos prehispá- de llega el descontrol de nuestro miedo? Martínez nicos hasta las tensiones de nuestros días, pla- Ocaranza es realmente uno de los grandes poe- gadas de audacias idiomáticas. En el manejo que tas de nuestro tiempo y sin embargo pareciera el poeta hace de los mitos del origen americano, que nos estuviéramos escondiendo para que no algo encontramos de aquella poderosa voz de pi- nos alcanzara su palabra. Es que el mundo en el rámide y pedernal que fue la de Aurora Reyes, de que vivimos está contrahecho y Martínez Ocaran- quien el poeta colombiano Germán Pardo García za es el mazo que derriba sin contemplaciones dijo que era la más alta voz de la América india lo que ya aceptamos como bueno para no lasti- de nuestros días. Pero aquí está Martínez Oca- marnos tanto la piel del alma. Todos preservan ranza, sólo, inventando desde su soledad el de- su derecho a estar bien dentro del estar mal y rrumbe de la luz amarga para rehacer el recuento acomodan sus litorales plácidamente dentro de de los días, desde su perversa bondad convertida las dimensiones del deterioro. Entonces Martínez en verbo y en bálsamo que arde. Pero su soledad Ocaranza, levanta su letra e incomoda, vuelve a la multiplica, porque finalmente no se trata de un lastimar la llaga que nos estábamos curando con solo poeta sino de varios, del antipoeta, incluso. el ungüento falso. Mistagogo de violentas salmo- En él encontramos al escritor directo, enrabiado dias, devastadoras para fundar lo sagrado con el pleno ante la injusticia del poder, al amoroso, al polvo sin luz de los altares demolidos y redotar- que recurre a las palpitaciones de su paisaje pri- lo con las bondades de nóveda energía, Martínez migenio, el que utiliza vocablos propios de las Ocaranza, sin más remedio, se crece a sí mismo, lenguas autóctonas, al que cita simbologías de la sólo, y se asume Zeus en nuestros días, energía cultura universal, al que vuelve a dar movimiento de su soledad, oh inteligencia, soledad eléctri- a las audacias del vanguardismo, el que escritura ca. Él es la fuerza de su tabernáculo estremecido su oración y la convierte en violencia, el que odia por el terremoto de su propio acento. Aquí está, de tanto amar, el que ama las posibilidades de su el poeta que va a inventar la nueva versión de lo odio. Bellas líneas las de Oralva Castillo Nájera al letras, libros y revistas 101 hablarnos del poeta: “Atreverse a andar con Ra- de palabras para practicar el vuelo? Ahí en el cen- món es atreverse a ver más allá de los ojos -de los tro del centro está el hombre que no le canta a la anteojos- del academicismo vulgar. Es atreverse flor, que la crea desde la espina y desde la fuerza a profanar la oscura escalinata de Chichen- Itzá hidráulica de las savias terribles. Ahí, lleno de luz, que nos lleva al Tigre de oro con los ojos de jade. el sacerdote de la santa destrucción. Ramón Mar- Seguir a Ramón no es fácil. Sólo a unos cuantos tínez Ocaranza, santificado sea tu averno, porque privilegiados nos ha permitido seguir sus hue- de él será el reino de los cielos. Yo conocí, co- llas de prestidigitador. De trastocador del mundo. nozco, a un gran poeta de nuestros tiempos, él Sólo unos cuantos están dispuestos a violar lo era, es, de Michoacán, lugar mítico que nos ha eterno. Lo inmutable. Lo horripilantemente sa- dado milagros y pirecuas, ese poeta ha llegado grado”. ¿Y si volviendo a nombrar las cosas fun- a nosotros en los cables telegráficos que instaló damos de nuevo el mundo? Entonces estamos ya un tal Cervantes por el mundo, se llamó, se llama, en la nueva fase de la creación: “En el principio Ramón Martínez Ocaranza, a él le he llamado, le fue el cántico./ Y de los días postreros fue la elegía llamo, sacerdote de la santa destrucción. Por él del cántico…” Para crear de nuevo el mundo, para lermamos del antiguo ritón mágico el ábrara de hacer su mundo, el poeta de nuestro hálito inven- las sorpresas. En homenaje a él y a ese Cervantes ta la irreverencia -porque él fue que la inventó, que nos lo dio desde su corola de verbos termino no hay más, creo- para derruir los falsos altares mi acto de reconocimiento con estas palabras que en que hemos postrado el proceso aparentemen- estoy seguro, Martínez Ocaranza aceptaría con te irrecusable de nuestra creciente degradación. benevolencia desde su cotidiano hecho de armas: Los editores de su libro Patología del ser, afirman: Don Quijote/ sintió fatiga./ Decidió descansar a “El autor deserta de las filas de los conformistas y la vera/ del manco, ojos enfebrecidos./ El hombre acepta como única consigna válida “fuego en toda ardiendo/ aprovechó el descuido./ Fue por ahí/ a la línea”, y en ese fuego -digo yo- calcinó y fue escudriñar/ vericuetos de la noche./ En un atajo calcinado el poeta fucilante, fuego que destruye dio con Dios./ Reclamó la ausencia de su brazo./ para crear, fuego creado prometeico para destruir ¡Ojo por brazo! -gritó iracundo-./ Atacó a Dios, un mundo corrompido, locura que vive por tal ra- molino de molinos./ Lo hizo cíclope de cíclopes./ zón y para la razón. ¿Quién late desde el fondo Bajó humildemente el punzón oxidado,/ sin san- del averno?, ¿quién habla desde el fondo oscuro gre alguna en el mellado filo./ Desde entonces/ de la ergástula?, ¿quién desde la penumbra de su Dios anda tuerto por donde anda. Salud, Ramón calabozo con sabor al 68?, ¿quién desde su cárcel Martínez Ocaranza. Poeta. 102 El Búho apantallados Francisco Turón E n el efímero universo del teatro ya todo está dicho y hecho. No hay nada nuevo bajo el astro rey teatral. Por lo tanto, en las artes escénicas nada es original. Sin embargo, es innegable que el teatro lo hacemos quienes estamos. El fenómeno “teatro-públicos” ante la inabarcable oferta teatral que despliega una gran diversidad de producciones escénicas, tiene una baja demanda ocasionada por la “crisis en el teatro”; son pocos los montajes que permanecen aún a pesar de tal crisis, a comparación de otras que tuvieron corta temporada. Por eso la cuestión shakesperiana en el show business, debe ser: estar o no estar. En ese sentido, hay teatreros que siguen estando, así como hay teatreros que ya no están. La vida es devastadora en su selección natural, también el teatro. Aunque a veces, por estadística, la naturaleza se llega a equivocar en sus propias elecciones. La prueba de esto es que hay quienes están, pero que por la calidad de sus proFotografía de Pili Pala apantallados 103 puestas escénicas, ya no deberían de estar. Hoy vencionan este tipo de obras? ¿Es sólo un modus en día, continúo con el esfuerzo para responder al operandi para perseguir la chuleta? ¿Lo hacen por por donde sí, y al por dónde no, arrojar las voces encargo? ¿Hacen el mayor número de montajes en que son urgentes de comunicar mediante el uso del el menor tiempo posible para cumplir la demanda de derecho de libertad de expresión. un mercado de consumo cultura oficial de tercera? Ante las innumerables quejas por la situación del ¿Pretenden continuar el vital esfuerzo de mante- teatro mexicano que en la comunidad artística to- nerse vigentes en la cartelera sin importar cuál sea dos compartimos, pero que nadie es capaz de coin- el resultado de la propuesta artística? ¿O será que cidir en la acción, es inevitable que al ver ciertas la simple sensación de inutilidad, es lo que les apa- puestas en escena me pregunte: ¿Cuál es aquí y siona de su trabajo? ahora, la pertinencia de su trabajo? ¿Por qué hacen En realidad, tanto estos, y todos los motivos teatro? ¿Por obstinación de ejercer un oficio? ¿Se que ustedes gusten y manden, como el hacer un trata de un golden boy de esos que engendra el mo- diagnóstico de la situación en la que se encuentra nopolio del teatro oficial? ¿Quiénes y por qué sub- el teatro contemporáneo y los públicos, -no tienen ninguna importancia- cuando ves un deslucido montaje que se siente como algo muy trillado. Tal es el caso de Manzanas basada en la novela Apples de Richard Milward, adaptación de John Retallack, traducción de Antonio Vega, bajo la dirección de Alberto Lomnitz, y coproducida por el CONACULTA, FONCA, INBA, y por las compañías Por Piedad Teatro y el Conejo con Prisa. Sin ningún afán de ofender, y con todo el respeto que me merecen los compañeros teatristas, cada Fotografía de Pili Pala 104 El Búho puesta en escena que veo de Lomnitz, está en de- sociedad mexicana que en la oscuridad de la injusti- cremento de la anterior, pero en esta exageró. cia son secuestrados y desaparecidos, por la policía En primer lugar, la novela escrita por Milward municipal de su propio “gobierno”. Se repelen a cuando tenía tan solo 19 años de edad, en sí misma los inverosímiles personajes interpretados como es un eslabón de una larga cadena que va desde si se tratara de un musical de Vaselina, porque no Rebelde sin causa, la célebre película que cimentó hay reflexión analítica, solo morbosidad. El exceso el estatus del actor James Byron Dean como un íco- de gesticulación de los actores cae en el cliché del no de la desilusión adolescente, o la provocadora hard-drinker y del drug-user, lo cual evidencia la y controvertida película Klip, escrita y dirigida por falta de investigación en el tema de las adicciones. Maja Milos, en un intento de grito cinematográfico Se abusa del único recurso de los elementos esce- sobre los problemas de los adolescentes serbios; nográficos compuestos por decenas de bocinas de la película Kids de Larry Clark que refleja cómo distintos tamaños que predeciblemente se mueven cierto sector de la población urbana de un grupo y acomodan de muchas maneras para ilustrar los de jóvenes neoyorquinos vive su temprana sexua- espacios en los que se desarrolla la historia. Los lidad sumergidos en el alcohol y las drogas, y la in- cuadros de violencia coreografiados para rellenar terminable lista de “pan con lo mismo” sigue hasta el espectáculo diluyen el texto. El ritmo es lento ejemplos como Estrellas o Joven corazón idiota, y repetitivo hasta que en la segunda parte ya no obras teatrales que culminan con éxito la escritura hay progresión dramática. Es una puesta en escena escénica de Anja Hilling. Al final del día, todas son tan incipiente, como pretensiosa e insulsa, de la que la misma historia del adolescente incomprendido, no hay nada rescatable a excepción de las rolas de pero contada con otros nombres y otros elementos los Beatles que acompañan algunas de las escenas. situacionales. Caen en lugares comunes para hablar Cuando no hay posibilidades de desarrollo de de la adolescencia como el universo de la soledad, la una crítica constructiva, entonces no vale la pena aceptación-evasión, la búsqueda del amor verdade- seguir enlistando una serie de fundamentos aunque ro, la disfunción familiar, la paternidad violenta, el estos justifiquen la crítica negativa de ciertos pro- trastorno obsesivo-compulsivo, la irresponsabili- ductos. Insisto en avanzar hacia acercamientos dad, y la satisfacción del deseo. Todas hablan de la progresivamente centrados en el contenido como juventud en medio de una crisis existencial sujeta el análisis factorial de correspondencias. Cualquier a las vías de escape falsas adecuadas a la efectivi- situación de análisis puede ser tomada como críti- dad de cada época. Sin embargo, en esta puesta en ca, y cualquier crítica, puede ser considerada como escena, no hay nada que conecte con la crisis hu- una denigración de la mirada del otro, en el espacio manitaria que viven actualmente los jóvenes de la de las transformaciones sociales. apantallados 105 arca de Noé Francisco Javier Carranza Romero E n la tarde del día de la Navidad, desde Caraz (capital de la provincia de Huaylas, debajo del nevado Huandoy, Perú) me llega la noticia por teléfono e internet que mi hermano mayor ha fallecido el 25 de diciembre de 2014 a las 11.50 am bajo el luminoso y cálido sol andino. Y yo, en Toronto (Canadá) en esos días, comparto el dolor de mi familia desde la lejanía. Entonces recuerdo la vida de mi hermano mayor, más conocido como Pancho Carranza. ¿Qué pasa cuando nace un niño en el campo? Un niño campesino nace porque le llega la hora de nacer. Aunque su casa sea una casucha con techo de paja hay un ayllu (comunidad) que lo recibe con amor. Como testigos tiene a toda la naturaleza: cerros, ríos, animales, plantas, sol, estrellas, viento… Por eso, cuando crece Juan Román del Prado va comprendiendo el amor de su familia y de su comunidad. Además, día tras día explora la naturaleza, y cuanto más la conoce, más la ama y así aprende a respetarla hasta que llega a llamarla patsa mamá o pacha 106 El Búho mamá (madre natura). El campesino, por esta temprana También recordé que en las décadas de 1980 y 1990 experiencia, no será fácilmente comprendido por el cita- retornó a Quitaracsa, nuestro pueblo natal, donde fue el dino que ve a la naturaleza sólo como un objeto para presidente que solicitó la posta médica, un colegio de ganar dinero. Recuerdo a un presidente peruano que en educación secundaria y un teléfono público, construyó 2009 llamó ignorantes a los nativos de Bagua (región canales para irrigar los pastizales y comenzó la arboriza- de Amazonía) que protestaron pidiendo más respeto a su ción en varias áreas… Tuvo discrepancias con los comu- naturaleza. De verdad, ¿quién es el ignorante? neros violentos porque se opuso a tomar los caminos. “El El dirigente campesino Pancho Carranza nació en camino es un bien común, y todos tienen el derecho de el caserío de Quitaracsa (Áncash, Perú) el 11 de octubre transitar”, fue su argumento. En 2013 la Municipalidad de 1929, y desde la infancia exploró su entorno natural, Provincial de Huaylas le concedió el diploma y la medalla por eso llegó a amarlo con emoción y razón. Él, cuando de ciudadano honorífico, el primer campesino que recibió su esposa fue a laborar a Santa Cruz, fue el organizador este reconocimiento. de la Comunidad Campesina de Santa Cruz en la década Si yo, el hermano menor, no mencionara estos de 1970 y el que se esforzó por el cumplimiento de la hechos nadie sabría sobre la trayectoria del dirigente Ley de la Reforma Agraria bajo el principio: La tierra es campesino Pancho Carranza. Por toda su vida dedicada para quien la trabaja. Por esta causa fue odiado, acusado al servicio de sus hermanos campesinos él no desaparece y enjuiciado por algunos terratenientes acostumbrados con su muerte, vive en la memoria de los santacrucinos a vivir de la labor ajena; ellos no se inscribieron como y quitaracsinos. comuneros, respondieron prepotentes: “Nosotros no nos mezclamos con los indios”. “No nos igualamos a los ¿Qué pasa cuando muere un campesino? cholos”. Los cargos que le imputaron fueron: instigador, Los familiares y amistades lo acompañaron hasta el perturbador del orden social y bandido. Por las relacio- cementerio al son de la banda de músicos que tocaba huay- nes y presiones de los terratenientes perdió el juicio en nos y pasacalles… Así se ha marchado Pancho Carranza las instancias provincial y departamental. Pero, gracias a la otra región transparente desde donde contempla la a los buenos asesores del Ministerio de Agricultura apeló historia de sus hermanos campesinos. Wauqi, kananqa, a la Corte Suprema de Lima donde ganó el juicio. Los shuutarillay: Hermano mío, ahora, descansa, por favor. comuneros santacrucinos celebraron la victoria con el (Por seguir el calendario católico él fue llamado reconocimiento de mejores productores de cebada y trigo Francisco. Y yo, por la misma razón, fui llamado Francisco a nivel nacional. Mientras Pancho Carranza luchaba en el Javier. Mi padre, cuando nos juntamos para celebrar sus campo y en las salas del Poder Judicial, sus hijos y dos cien años, nos dijo entre la broma y la seriedad: Ustedes hermanos menores peleaban en las aulas de los centro tuvieron el mismo nombre por si uno se ausentaba el otro educativos donde fueron reconocidos. tomara el cargo de defender a la comunidad). arca de Noé 107 Francisco J. Carmona Villagómez ¿ Quizás la mayor obsesión que ha sentido en carne propia la humanidad, es tratar de encontrar una explicación al fenómeno del poder y encontrar la forma de limitar sus excesos. Ya sea por su ejercicio irracional como una manifestación del uso de la fuerza en un mundo en caos y violencia, o como la proyección de la inteligencia para deliberar y llegar a acuerdos que limiten o sometan los vicios de la naturaleza del hombre y su voraz ambición. En otras palabras, preferir una expresión del poder que garantice a las personas una coexistencia pacífica sin arriesgar o perder todos sus derechos y libertades fundamentales y, al mismo tiempo, estar en posibilidad de acordar las reglas de convivencia o el método más apropiado para gobernarse, a través de recíprocas concesiones, para disminuir los costos de vivir aislados e integrar un espacio público “en sociedad” para poder enfrentar, a través de un sistema de normas e instituciones las con- trariedades de la vida diaria. Enrique Zavala 108 El Búho En ese sentido, ¿cómo puede ese espacio públi- Enfrentar la idea del “darwinismo”, donde sólo co dominar los impulsos del poder y darle un sen- sobrevive el más apto y el más fuerte, para con- tido civilizatorio?, ¿cómo lograr que las personas traponerse a la absurda tesis que se sostiene en el se sientan representadas para cubrir una serie discurso de la competencia en el libre mercado y de expectativas y necesidades más apremiantes?, el capitalismo salvaje, a lo que Francis Fukuyama ¿cómo garantizar su seguridad y el cabal ejercicio denomina la “acumulación sin fin”1, que en su de los derechos y libertades de las personas, así lógica busca eliminar o alienar a los más débiles, como su bienestar?, ¿cómo establecer instituciones contrariando toda noción de un orden justo, digno cuyo propósito sea garantizar a las personas una y democrático. vida digna?, cuestionamientos que en el mundo de Por eso, ante los excesos del poder, algunos los humanos y las bestias son las principales razo- filósofos liberales y contractualistas plantearon, a nes que los hacen diferentes. partir de Hobbes, Locke y Rousseau, la importancia Máxime si consideramos que en el mundo del de la acción del Estado como una especie de garan- caos son tres las principales amenazas que experi- te del pacto social, con el propósito de redimensio- mentan los seres humanos: a) la falta de futuro al nar el ejercicio del poder en razón del consenso y sentirse marginados del cobijo de los otros, por el la representatividad, el gobierno donde los ciuda- rompimiento de los lazos de solidaridad o el senti- danos no abandonan la posibilidad de volverse a miento de vulnerabilidad y riesgo; b) el “despertar congregar y sustituir a sus representantes, a través de la bestia” o la ambición extrema que manifiestan de los comicios, o bien, del ejercicio permanente de los individuos para subyugar y marginar a los otros, la rendición de cuentas y, dado el caso, si se vulneró para justificar el egoísmo y la acumulación sin lími- la confianza, revocar el mandato por los extravíos te de las riquezas y bienes materiales; y, c) el miedo de quienes ejercen el poder. a perder o desconocer la esencia de sí mismo, el Pero, igualmente, recuperar la noción del res- quebranto de la dignidad, al enajenar las libertades peto al soberano legítimo y a las normas, porque y los derechos, ya sea por conquista, dependencia como ha expresado Emmanuel Kant: “Aún en el económica o simplemente, por miseria y falta de mundo de las bestias, éstas buscan tener leyes que oportunidades. los hagan aparecer en comunidad como seres distin- Frente a esas amenazas, el hombre desde tiem- tos a su brutal naturaleza”. pos inmemoriales en todas sus cosmovisiones, Si bien, a lo largo de la historia, las ideas de aquí encuentra sus principales desafíos y, también, democracia y libertad han caminado de la mano, por qué no decirlo, el mayor enigma a resolver. la primera defendiendo la igualdad y la segunda arca de Noé 109 refrendado los derechos fundamentales de las per- Para Bobbio, el asunto de la democracia no sonas. En nuestros días, los excesos que suceden sólo es un problema de mayorías o la existencia de en nombre del libre mercado y la visión hegemóni- un marco legal que acredite la existencia de reglas ca del poder han puesto en riesgo una parte funda- y procedimientos electorales, sino de contenidos y mental del pacto social que refrendan los sistemas garantías que permitan a las personas una noción democráticos, particularmente en tres aspectos: a) básica de dignidad, tanto en el ejercicio de los dere- la satisfacción de necesidades materiales mínimas chos fundamentales (reunión, opinión, expresión y que hacen posible el bienestar y la dignidad de las asociación) como en la posibilidad de un reparto personas; b) la noción de seguridad; y, c) el principio armónico de los bienes y las riquezas, que sólo de solidaridad que debe estar vigente en el proceso pueden ser practicados en el seno del Estado liberal de maduración de las sociedades democráticas. y del Estado Constitucional, aquel que prevé que el Frente a ello, se ha llegado a la conclusión de ejercicio del poder no únicamente debe estar some- que la única forma de conservar la viabilidad de la tido a la ley, sino que además ha de estar limitado democracia, es garantizando que todos los indivi- por una serie de principios constitucionales3 que duos por medio del voto tengan cierto grado de par- permiten una visión integral de las personas. ticipación en el gobierno, o en su defecto, puedan Si bien, esta vertiente de la democracia permite manifestar su inconformidad frente a las decisiones someter todos los intereses de la sociedad a la com- públicas. Quizá se ha pensado que este sistema de petencia política4, también los coloca en equilibrio, gobierno sea el único que se acerca al ideal kantia- en cumplimiento de estándares de calidad que no de ser súbdito y soberano en una república de deben ser observados para tener democracias rea- fines 2; sin embargo, las realidades económicas han les y no sólo procedimientos electorales. Esto es, forzado a que el concepto de democracia se amplié sitúa a los intereses de los distintos grupos organi- y se llene con contenidos sociales, para dejar que zados y de poder en una situación de incertidum- las calidades de vida únicamente sean una ilusión bre5, porque el derrotero de la competencia política para los desposeídos. no es predecible, como tampoco lo es la viabilidad Por lo tanto, la primera exigencia para conse- de un producto en el mercado, donde por decreto guir este propósito es la representación plural de no se puede saber de antemano quién gana y quién la sociedad, con la promesa de que se consiga el pierde, o bien, qué producto es apreciado o depre- empoderamiento de los ciudadanos para que ten- ciado por sus calidades o sus defectos, ni tampoco gan la fuerza suficiente de cabildeo y de opinión, y se puede asegurar que el que pierde estará siempre con ello participen en la toma de decisiones. destinado a fracasar en contiendas futuras. No se 110 El Búho trata pues de monopolios o privilegios diseñados social al momento de decidir y expresar las prefe- de antemano, de reglas a modo que sean favorables rencias electorales. Por eso, siempre ha de cobrar a las oligarquías tradicionales, sino a la posibilidad relevancia, no sólo la calidad del árbitro en la de que se premie o se castigue a los gobernantes en competencia, sino también los contenidos, es decir, razón de los resultados o beneficios colectivos. el cúmulo de decisiones políticas que expresan los Por eso, el paso decisivo hacia la democracia, idearios y plataformas, por una parte y, también, no sólo consiste en el método para determinar pre- el compromiso que tienen los grupos en disputa ferencias en los comicios, éstas pueden ser vanas en cumplir sus promesas y materializarlas en bene- y muchas veces rebasadas por el propio contexto ficios sociales. Juan Hernández Téllez arca de Noé 111 De esta forma, la democracia puede ser vista pues ésta nunca es perfecta y, por lo mismo, no como un fenómeno de poder para contener los excluye la posibilidad de que se presenten fenó- excesos del poder mismo, que trasciende muchas menos que puedan ser calificados como ilegíti- veces al deber ser para soportarse en los hechos mos, que vulneren los fundamentos sobre los que de la realidad cotidiana, en cuya realización se construye el Estado y el propio mercado, ya se expresan los posicionamientos de las elites y los sea por un exceso de ambición, o por quebranto grupos organizados de la sociedad, que han de ser de las reglas mínimas del juego, mismas que si recurrentemente limitados y nuevamente pactados, no las limitáramos de alguna forma, se generaría a fin de resolver sus divergencias dentro del marco el caos, dado que el mercado no es democrático de la Constitución, para evitar que la jauría de lobos porque se sustenta en el desequilibrio y no produ- se den un festín devorando las débiles estructuras del Estado y sus instituciones. Sin embargo, la democracia carecería de sustancia si no garantizara una suma de derechos fundamentales que deben ser inalterables, y que estén por encima de las veleidades de la competencia política, incluso de las propias realidades económicas. En resumidas cuentas, al margen del método y las normas de competencia electoral, la sustancia fundamental de toda explicación posible acerca del poder lo deben constituir los derechos fundamentales, la serie de principios que le permiten a las personas mantener su libertad y acceder a mejores condiciones de dignidad y bienestar. Para algunos autores como Schumpeter, la competencia en el ámbito político presenta conflictos similares al de competencia en la esfera económica del mercado, 112 El Búho Teódulo Rómulo ce igualdad, por eso el arte de la política consiste precisamente en equilibrar los desajustes del poder y del mercado. Si bien, autores como Hayek o Maquiavelo, no recomendarían a los príncipes o los financieros, compartir las ganancias o el ejercicio del poder frente a sus adversarios, lo cierto es que reivindicar una visión humanista del poder crea frutos de prosperidad y armonía que a largo plazo a todos conviene. Por eso creo que en democracia debe haber un orden superior de responsabilidad que le dé viabilidad al Estado para que se reivindique un mayor beneficio para las personas. Aunque el Estado ha sufrido transformaciones importantes para responder a distintas necesidades, tanto en su organización como en sus capacidades institucionales, adquiriendo formas intervencionistas (Estado benefactor) y liberales6. Esto no significa que deba replegarse y abandonar ciertas áreas de intervención económica, ni abdicar de sus facultades reguladoras y normativas. Sobre todo, tomando en cuenta que el Estado moderno se creó para que fuera un agente regulador del mercado con un triple objetivo7: a) para distribuir los bienes por medio de los instrumentos de política económica; b) erigirse en garante del crecimiento económico; y, c) encauzar las relaciones sociales en la lógica de un Estado democrático de derecho. NOTAS 1 Cfr. Fukuyama, Francis. El fin de la historia y el último hombre, editorial Planeta, México, 1992. 2 Según Schumpeter, el método democrático es un arreglo institucional para alcanzar decisiones políticas que ayuden a lograr el bien común y que permita a las personas que decidan por sí mismas en ciertos asuntos mediante elecciones individuales, las cuales en conjunto les ayudarán a realizar la voluntad colectiva. 3 El Estado liberal no solamente es el supuesto histórico sino también jurídico del Estado democrático. El Estado liberal y el Estado democrático han sido interdependientes en dos formas: a) en la línea que va del liberalismo a la democracia, en el sentido de que son necesarias ciertas libertades para el correcto ejercicio del poder democrático, y b) en línea opuesta, la que va de la democracia al liberalismo, en el sentido de que es indispensable el poder democrático para garantizar la existencia y persistencia de las libertades fundamentales. En otros términos: es improbable que un Estado no liberal pueda asegurar un correcto funcionamiento de la democracia y, por otra parte, es poco probable que un Estado no democrático sea capaz de garantizar las libertades fundamentales. Bobbio, Norberto, El futuro de la Democracia, traducción: José Fernández Santillán, Fondo de Cultura Económica, Segunda edición, México, 1984, p. 26. 4 Przeworski, Adam. Democracia y Mercado, Cambridge University Press, Inglaterra, 1995, p.16. 5 Las instituciones democráticas confieren un carácter temporal a los conflictos políticos. Ofrecen una perspectiva de largo alcance a los distintos actores, que les permite pensar en el futuro en vez de preocuparse exclusivamente por los resultados presentes. Las fuerzas políticas aceptan sus derrotas porque están convencidas de que el marco institucional que organiza la competencia democrática les permitirá avanzar en la consecución de sus intereses en el futuro. Przeworski, Adam, op. cit., p. 30. 6 El neoliberalismo es la versión extrema de la economía de mercado, donde el capital adquiere centralidad como factor predominante en el proceso productivo. En esa lógica quedan inscritas las políticas de privatización y desregulación que pretende ampliar el desenvolvimiento del capital para que éste se desarrolle plenamente. Bajo esa lógica se flexibiliza a las instituciones, se reordena la esfera estatal en aras de propiciar la articulación orgánica de la dupla Estado-mercado. El Estado únicamente es un ente con capacidad para garantizar y ordenar los procesos económicos y la democracia es sólo un método que propicia las condiciones para la legitimación del poder, aunque sus contenidos estén acotados. 7 La intervención del Estado en la actividad económica ha sido un tema controvertido en cuanto a su rol como agente económico garante de condiciones equitativas. Para Keynes, el papel del Estado cobra relevancia cuando de manera justificada interviene en los procesos económicos, a través de un conjunto de instrumentos de política económica, por medio de los cuales se pretende tener injerencia en la regulación y formalización de las reglas del juego económico. Al asignársele este papel al Estado, hace pensar que éste tiene la capacidad de generar beneficios en ciertos grupos sociales, lo que conduce a plantear la no neutralidad del Estado en su papel distributivo. El Estado de Bienestar se muestra como la crítica hacia los procesos económicos deshumanizados, inflexibles, omnipotentes y omnipresentes; es una aspiración a la equidad y un llamado a romper con estructuras de mercado de corte circular, impersonales y vasallistas. Manuel Castells plantea que “… la intervención del Estado, democratiza y articula a las sociedades, dinamiza la economía y hace posible que las personas se sientan individuos con futuro y ciudadanos con derechos en la práctica”. Castells, Manuel. “El futuro del estado de bienestar en la sociedad informacional”, en Salvador Giner, et. al., Buen gobierno y política social, Editorial Ariel, Barcelona, 1994, pp. 173-177. arca de Noé 113 Carlos Bracho Tranco I M aría (ya no voy a decir lo guapa que es, no voy a insistir en que tiene un cuerpo que me hace viajar por todo lo viajable, no diré que su boca y sus besos saben a aguamiel, a néctar de frutos prohibidos ni mucho menos diré que sus manos son las más juguetonas con las que me he topado en mi larga vida) María, digo, me puso en mi mesa una ringlera de caballitos de tequila, Rigel Herrera del blanco, del que raspa, del que al tomarlo se le salen a uno las ganas de pelear, de echar bala, de robarse a otra María en la ancas del caballo blanco y a pelo irse a la sierra morena; y luego en el molcajete lucían espléndidos unos chiles toreados, unas rajas de queso Cotija, unas suculentas rebanadas de aguacate, y envueltas en una gruesa servilleta cuatro tortillas de máiz (sí, como 114 El Búho decimos en el rancho: máiz) morado. Y mi tar las caricias y los besos que nos damos adorada María me dijo que este día habían y sentir el palpitar de las pieles y sentir sus preparado en MI OFICINA unas verdolagas roces que producen destellos eléctricos… con quelites y unos frijoles charros que no En fin, termino esta aventura, aventura tenían “abuela”, dijo. Yo, feliz, como lom- que corremos María y yo, cada miércoles. briz, feliz, pues esto me hace sentir lo vivo Sólo un día a la semana. Así que imagínen- que estoy, y más lo soy, viendo el ajetreo se ustedes, lectoras insaciables, tener que cotidiano de María, y claro, le atinó usted, permanecer al alba, despierto, anhelante, y lectora insumisa y viva, ese movimiento viendo con sufrimiento samaritano correr de caderas, ese desplazarse por entre las las horas y los días, ver pasar los jueves mesas me produce “calosfríos ignotos” y los viernes, los sábados y los domingos, (RLV dixit). Ella, la muy mexicana amiga, y ver el frío desfile del lunes y el martes, sabedora de sus dones, sabedora de lo eso, de creerse o no, es un martirio, pero que tiene, conocedora de mis debilidades, como yo ya estoy habituado a tales sacrifi- más se agachaba y aquellos pechos, pari- cios corporales, pues me someto, lo acepto cutines mórbidos, me hacían apurar con y lo asumo con todas la responsabilidad anhelo y con una alegría lúdica, aquellos que el marxismo –sí, dije bien, marxismo- tequilas que más me incitaban a tenerla me ha dado. Vale. cerca de mí. Total, yo esperaría a que ella Y ahora, pisando la tierra, que escu- terminara su turno. Esperaba con pacien- cho en la rokola a Jorge Negrete y no a cia monolítica a que el reloj desgajara las los Rolling, ahora que veo en la pared doce de la noche, para llevarla a buscar una foto de Zapata flanqueado por Villa y el lado oscuro de la luna, para conducirla por Ricardo Flores Magón, ahora que en a la caverna designada para recibir a los mi escritorio están las reseñas del asalto amantes nocturnos, para abrazarla con y la muerte de los hermanos Serdán, y que toda la pasión que Baco y Cupido juntos a un lado está el México a través de los me han dado. Y jugar con ella, juntos, tan siglos, me digo que ese México ya se fue, juntos que podemos escuchar el crujir que ese México de mis recuerdos está ente- de nuestros huesos, y ver, ensimismados, rrado por la ignominia priista y por la infa- incrédulos, la rotación de las estrellas y me derecha que se ha entronizado en este contemplar el vuelo de los abejorros y con- país. Y ahora lo que tenemos es un México arca de Noé 115 entregado a los intereses extranjeros, un barrenderos y las mucamas son los mexi- México que ya nos es nuestro, que se nos canos. Ah, y si algunos de estos obreros se ha ido de las manos, que ha sido vendido atreve a protestar, si osa levantar la voz de a trozos y a trazos por los presidentes en democracia y de libertad y de patriotismo, turno. Ya la tierra es propiedad de las tras- será apabullado por los policías, judicia- nacionales y las minas son de uso exclusivo les y soldados y la cárcel será su dormi- de chinos y canadienses y los esclavos son torio. Y jueces y ministerios públicos lo los mineros mexicas; los mares y las pla- acabarán de hundir en las mazmorras. Sí, yas pertenecen a los grandes consorcios la soberanía es un cuento chino, el honor hoteleros que son propiedad de multina- es producto de la compra y de la venta. El cionales y los peones y los servidores y los dinero es el mandamás, el dinero mueve al mundo. Así, que mejor voy a guardar a Zapata y a Morelos y a Marx muy adentro de mi escritorio, sí, no vaya a pasar un soldado o un guarura y me tilde de “comunista” o me endilgue el “terrorista” categórico y me dé balazos o me someta a un juicio sumario o me “desaparezca” en Iguala. Y si esto sucediera, ¿qué pasaría entonces con María…? Dilema shakesperiano; ser o no ser… Trato de ser… de amar… de vivir con la enjundia de Zapata y de Morelos… En fin, muchas cosas están por pasar en este pobre país… mientras a terminar la ringlera de mis tequilas y echarme unos tacos de nopal y de chile y de aguacate… Vale. Oswaldo Sagástegui 116 El Búho Martha Chapa L a cocina, lo hemos dicho, no sólo significa sentarse a la mesa y degustar ricos platillos. Es, sobre todo, encuentro humano y convivencia fraternal con los demás. Y justo, esa idea regirá en buena medida para mi gusto, un importantísimo evento gastronómico a celebrarse en Cancún, Quintana Roo. Se trata de una convocatoria que si bien reunirá a grandes figuras del ámbito culinario de México y el mundo, conlleva para mí un ingrediente entrañable y de carácter sentimental que lo hará todavía más original y cálido: Hijas y madres juntas en torno al fogón. Encuentro que implica un homenaje o reconocimiento a 10 chefs, investigadoras o empresarias, que en todo caso poseen una destacada trayectoria en el universo de los sabores. Además, se formarán y combinarán parejas entre madres e hijas para ela- Martha Chapa arca de Noé 117 borar recetas extraordinarias. En lo personal, fui Celebro entonces que tengan un programa tan invitada por los organizadores y también por mi completo, ya que además de una serie de homena- talentosa hija Martha, de quien me siento orgu- jes, hay conferencias, catas, clases, cenas y degus- llosísima. Juntas ofreceremos una clase a base de taciones maravillosas. Las flores de México. Y para que tengan una idea y El elenco es de primera línea, pues aparecen se les haga agua la boca desde ahora, que nuestro nombres de gran prestigio como lo dice textual- menú les anticipo se conforma así: Agua cristalina mente el programa, que ahora reproduzco en de flores de azahar y crisantemos blancos, Rosita apoyo de ese magno evento: y para que se sepa ya con Margarita, Aguachile de camarón y mango con que bien organizado y concebido está: chinampa de flores, Gelatina de yogurt y leche agria “Del jueves 12 al domingo 15 de marzo se lle- con manantial de tuna rosa y flores de lavanda. Al vará a cabo por cuarto año consecutivo, en la ciu- final, tendremos una degustación y convivencia con dad de Cancún, el Wine and Food Festival Riviera nuestras asistentes y será algo muy íntimo pues el Maya, icónico evento culinario. cupo se ha pensado como máximo para 25 perso- El festival pone de relieve esta evolución, des- nas y al mismo tiempo se planteó la elaboración de tacándola con la presencia de grandes chefs del platillos fríos de fácil preparación y reproducción. mundo y del país, a la vez que da un lugar privile- También elaboraré, junto a otra gran Chef giado a las degustaciones de vino y los maridajes. como lo es Yerika Muñoz, un suculento y exclusi- Tres cenas estelares dominan la cartelera. La vo mole de coco, de mi autoría, que desde luego de mayor resonancia es un homenaje a la coci- ella mejoró con ingenio e indiscutible capacidad. na española, con la presencia de dos de sus más De paso, contaré brevemente que tal mole surgió afamadas leyendas, el vasco Juan Marí Arzak y el de un ensueño que tuve durante unas vacaciones catalán Joan Roca, acompañados de Eneko Atxa, en la playa, en el momento en que se conjuntaron chef del tres estrellas Michelin Arzumendi, Bruno los aromas de la vegetación tropical, en especial Oteiza y Mikel Alonso, del defeño Biko, y Rafael de las palmeras y sus tan icónicos y representati- Zafra, chef ejecutivo del hotel Oasis Sens Cancún. vos frutos, que a mi vez fui mezclando con otros Será una cena de cinco tiempos maridada con ingredientes de la región centro y sur de México, excepcionales vinos españoles. El año pasado el hasta dar con ese platillo que imaginé con sabor homenajeado fue el chef franco americano Daniel a buena tierra, a mar, a litoral. ¡Un mole de coco”! Boulud. que pienso resultó prodigioso gracias a nuestra bendita y generosa naturaleza. 118 El Búho Divas de la cocina mexicana, por otro lado, homenajearán a 9 destacadas chefs mexicanas de los últimos tiempos. Martha Ortíz, Martha Chapa, autor de Vino de Piedra, y Álvaro Palacios, produc- Carmen Ramírez Degollado, María Teresa Ramírez tor de vinos en Priorato y la Rioja”. Degollado -hija de Carmen y socia fundadora de Sal Asimismo, Patricia Quintana, Martha Ortiz, y Dulce Artesanos-, Yerika Muñoz, chef del capita- Mikel Alonso, Bruno Oteiza y Aquiles Chávez lino Astrid & Gastón, Lula Martín Del Campo, de darán clases privadas en El Dorado Royale and los restaurante Roca y Carbón, Paola Garduño de Spa Resort by Karisma y podrás asistir al Gourmet Café Ó y O2, Susana Palazuelos y Alicia Gironella Tasting Village, un espacio en el que restaurantes De’Angeli, elaborarán una cena de cinco tiempos y hoteles locales ofrecerán una degustación de su acompañada de grandes vinos mexicanos. oferta, acompañados de 35 bodegas de vino mexi- “Elegancia descalza: el sabor de Francia y DJ internacional”, cerrará el festival con una cano e internacional, licores premium y un mercado francés en el Moon Palace Golf & Resort. cena dedicada a la cocina francesa elaborada por El festival contará además con la presencia de los chefs Laurent Cantineaux, Gregory Gourreau, los enólogos Hugo D’Acosta de México y Álvaro Hubert Keller, Laurent Pillard, Henri Charvet y Palacios de España, así como de los sommeliers Bruno Davaillon. En seguida de la experiencia culi- Véronique Rivest, Elyse Lambert y Juan Carlos naria, los comensales tendrán a su disposición la Flores Mazón, quienes participarán en el festi- playa privada del Ritz-Carlton para pasear y bailar val compartiendo sus conocimientos a través de descalzos, además de ser consentidos con vinos y degustaciones y maridajes durante las cenas tri- cocteles diversos. buto y eventos. “Las mejores bodegas de Francia, España, Checa el programa del Wine & Food 2015 y Argentina y México darán a degustar sus vinos en consigue tus boletos en su página web. Puedes catas a cargo de sommeliers reconocidos a nivel adquirir entradas individuales o comprar paquetes internacional como Veronique Rivest (la segunda promocionales para tener acceso a una gran varie- mejor sommelier del mundo en el concurso Best dad de eventos”. Sommelier in The World 2013), Elyse Lambert y el Como ven o verán, queridas lectoras y lectores, mexicano Juan Carlos Flores. Provino, organiza- es toda una cita en la cumbre de los sabores y los ción que congrega a algunas decenas de bodegas aromas, con lo mejor de lo mejor. de Baja California ofrecerá igualmente degustaciones. El festival también rendirá tributo a dos importantes personajes del mundo vitivinícola mexicano y español: los enólogos Hugo D’Acosta, www.marthachapa.net Facebook: Martha Chapa Benavides Twitter: @martha_chapa arca de Noé 119 Hugo Enrique Sáez A. ¿ Qué hacer? La misma lacerante pregunta se formulaba Lenin a principios del siglo XX cuando la soberana voluntad del Zar se imponía en Rusia. Y en un libro esbozó la respuesta: darle forma al partido socialdemócrata clandestino integrándolo por células organizadas en torno a un centro democrático. Después de la toma del poder en 1917, esas buenas intenciones borraron la democracia y se instauró un régimen violento y represivo que a partir de Stalin comenzó a decaer hasta emprender su lento colapso, porque el socialismo que invocaba se había convertido en un significante vacío. En las actuales condiciones de crisis mundial retorna la misma pregunta. ¿Qué hacer frente al abuso del capital financiero que amenaza la existencia de países enteros, como Grecia en estos momentos? ¿Qué hacer frente a la inseguridad que se expande por todos los rincones del planeta mientras que los encargados de la protección son más peligrosos que la propia delincuencia? ¿Qué hacer frente a la desenfrenada acumulación de riqueza en Aída Emart 120 El Búho manos de unos pocos y una desigualdad que condena a la objeto de la preocupación estatal en sus planes de política mayoría de los pobres a una supervivencia en el borde del social. Precisamente, la crisis de violencia afecta con mayor exterminio? ¿Qué hacer con las instituciones que han sido intensidad que nunca a la familia. Un informe reciente de la privatizadas por auténticas mafias corruptas que determi- SEP y la UNAM (diario Reforma, 22-02-2015) revela que el nan la orientación de las políticas públicas a su favor? 84% de los alumnos de primaria son golpeados en su casa. Ahora bien, entre esa multitud de cuestiones un pro- Los feminicidios constituyen un problema de primer orden blema central para quienes habitamos en los países lati- en varias regiones de la república, comenzando por el esta- noamericanos es la violencia que provoca inseguridad y do de México. Se reporta que alrededor de un millón de un creciente deterioro del tejido social. Un síntoma de michoacanos habitan en los Estados Unidos, lo que refleja esta descomposición de nuestro escenario es que cada vez con dramatismo las rupturas emocionales que generan las menos frecuentes son las relaciones humanas desinteresa- migraciones. das, solidarias, gratuitas. En contraste, se impone el inter- Frente a estos fenómenos se aduce que la cultura del cambio basado en un contrato aun en cuestiones íntimas: consumo ha fomentado que el individuo convierta su interés doy esto a cambio de lo otro. Y el contrato no sólo fomenta egoísta en la guía de su conducta. La civilización mundial se la preservación del interés individual sino que el más fuerte apoya en el conocimiento tecnocientífico que reduce todo también se rompe en cualquier momento. Recuérdese que a objeto de explotación mediante el cálculo, y la gente se la palabra gratuito deriva de “gracia”, que en latín está vin- educa en ese modelo vía los medios de programación de culada a “belleza, encanto, placer, favor, regalo”. Por ende, masas. Por lo tanto, también el homo economicus indivi- una relación gratuita está desprovista de interés mezquino, dual emplea el cálculo para lograr sus objetivos sin consi- no se liga con obligación ni intercambio alguno, no persigue deración del interés ajeno y se erige como referente de la beneficios a costa del otro. Se practica con afecto auténtico conducta exitosa. El embarazo adolescente irresponsable se y se borran las fronteras entre los individuos que se unen en ha extendido en el país con fundamento en que “yo decido la calidez del abrazo. No es una utopía y en este punto cada lo que hago con mi cuerpo”. La voluntad personal desligada sujeto es responsable de analizar y transformar la situación de vínculos sociales como justificante y razón de todas las de aniquilamiento social en que transitamos. acciones. Otros jovencitos se incorporan como sicarios del Me explico. Una relación gratuita genera comunida- narcotráfico bajo la divisa “Prefiero vivir cinco años como des en que se materializa la mutua obligación del cuidado rey que cincuenta como güey”. Conste que no se trata horizontal: en el amor de pareja, entre colegas del tra- de la perplejidad moralista sino de una preocupación por bajo, con los amigos, hacia compañeros de estudio. Por encontrar caminos que nos posibiliten salir de esta anomia, supuesto, no es la situación predominante en la sociedad contagiosa como plaga. actual, pese a que la publicidad oficial se enfoca a resaltar En México las cifras de muertos totalizan miles de ase- los valores familiares -una comunidad hoy herida- como sinatos impunes, mientras que las autoridades se conforman arca de Noé 121 con informes llamados “verdad histórica” que nunca inclu- de un estadio motivadas por el color de las camisetas hasta yen a los autores intelectuales de desapariciones forzadas, las guerras mundiales y el terrorismo. como la ocurrida con los estudiantes de Ayotzinapa, cuyos En ese sentido, Beck se opone tanto a la absorción de padres tuvieron que apelar a las Naciones Unidas en busca las diferencias por la radical modernización de los países de comprensión y justicia. De hecho, el grupo transnacional subalternos como al encierro en valores folklóricos de un más poderoso y agresivo en el subcontinente está constitui- nacionalismo chauvinista. Al sacar conclusiones de la polé- do por el narcotráfico, cuyas redes se extienden a Europa y mica que en 1550 tuvieron en Valladolid el aristotélico Ginés Asia. La dificultad para combatir esta organización criminal de Sepúlveda y el dominico Bartolomé de las Casas, puntua- reside en que ha penetrado sectores de los gobiernos nacio- liza que el primero se parapetaba en una visión jerárquica nales merced a las estratosféricas ganancias generadas por para minimizar al otro, mientras que el segundo partía de la el negocio de la droga. En consecuencia, se ha modificado igualdad. No obstante, en ninguno se reconocía la diferencia lo que Weber llamó el monopolio de la violencia legítima en plenitud porque de las Casas, en su actitud bondadosa por parte del Estado, a raíz de que la violencia tiende a hacia los indios, defendía que éstos se hallaban dispuestos privatizarse por funcionarios gubernamentales en alianza a escuchar la palabra de Dios y, por consiguiente, eran vir- con capos de la droga. El resultado de esta situación se tuales clientes para absorberlos y convertirlos en católicos. palpa en una inseguridad que genera miedo prácticamente La igualdad borrando la diferencia desde una cultura hege- en todos los países. Cualquier ciudadano está amenazado mónica. ¿Se puede aceptar que los sujetos sean iguales y como probable objetivo de un ataque demencial, dado que diferentes al mismo tiempo? El proyecto de la globalización paralelo al negocio de la droga se instalan los secuestros, representada por los grandes poderes financieros y políticos la extorsión por el derecho de piso, el robo millonario de es imponer la homogeneización a las naciones, tanto en gasolina y hasta delitos menores en las calles, que también lo económico como en lo político y cultural. Se clasifica cobran sus víctimas. a los países con los indicadores de los más desarrollados El sociólogo alemán Ulrich Beck, muerto el pasado 1 y al practicar pruebas de rendimiento escolar como Enlace de enero, se consideraba defensor de una posición a la que o Pisa, quedan en el piso inferior las escuelas rurales de llamó cosmopolitismo. La fórmula es sencilla: reconocer la escasos recursos, como es obvio. Yo pienso que la igualdad otredad del otro, más allá de nacionalidades, color de piel, se basa en el mutuo cuidado y en el reconocimiento de la género y demás características que conducen a ser víctima diferencia del otro. En cambio, la colonización reduce la de la discriminación. La dificultad estriba en llevarla a cabo singularidad de los pueblos a un paradigma que se muestra frente a la fórmula vigente de los poderosos en que al igual a sí mismo como universal. Ya lo decía Sartre en su crítica se le asigna igual valor, mientras que al diferente se le atri- a la dominación francesa en Argelia: la élite se considera buye una inferioridad crónica, antítesis en que se ha justi- modelo universal. ficado el ejercicio de toda violencia, desde las grescas fuera 122 El Búho Cri-Crí, políticamente correcto T odavía no se les ocurre, más por incultura que por ganas de destacar, a los vividores de la política que se agrupan en la empresa familiar llamada Partido Verde Ecologista de México, llamar a cuentas a Francisco Gabilondo Soler, por sus canciones “políticamente incorrectas”, pero dado que esta sección se distingue por ser indulgente y misericordiosa, les quiere dar a los sobrinos del Dr. Simil, un buen motivo de campaña política, a falta de un verdadero programa que debían haberle exigido al regalarles el registro electoral de partido. ¿Qué tal si ahora fingen ser protectores de los niños –al fin que en sus filas tienen al “Niño Verde”, que con complejo de Peter Pan no ha pasado de los 10 años, por lo menos en edad mental? Podrían arremeter a lo seguro contra Cri-Crí, al cabo que ya no podrá defenderse y en todo Carlos Pérez Bucio arca de Noé 123 caso será fácil llegar a un arreglo con el heredero en sus canciones a ciertos animalitos, como fue el de Gabilondo Soler, Tiburcio Gabilondo, quien por caso de Ché Araña, El ratón vaquero, El chivo ciclis- tal nombre debe guardarle a su padre un rencor ta, El pato bizco, La patita, El jicote aguamielero y soterrado. muchas más. A ver si el Niño Verde es capaz de entender En última instancia podrían acusar a Cri-Crí en qué consistiría el negocio. Podría empezar como alguna vez lo hizo la SEP, de “envenenar las por plantear que en seguimiento de la batalla del mentes infantiles” con canciones racistas, como Partido Verde Ecologista de México, les ha parecido El negrito sandía o de maltrato a niños como La que no deben explotar a un grillo, como lo hizo merienda u otras políticamente incorrectas, como el compositor, quien además exhibió de mala fe La muñeca fea. 124 El Búho Edgar Mendoza Mancillas Para evitarle algún problema a Tiburcio, La en los juegos sexuales, pero como se puso en duda Culta Polaca le ofrece una versión políticamente su honradez, la repudió públicamente con esa correcta de La muñeca fea, que hay que retitular: advertencia. La frase se ha prestado a otras interpretaciones La muñeca de belleza inferior a la media. Esperando a una Oenegé, que la salve de violaciones, y a diferentes aplicaciones, pero seguramente el consejero áulico que le da nortes históricos al ocu- platicaba con los ratones pante de Los Pinos y de La casa blanca, no lo previ- la muñeca de belleza inferior a la media. no de esta situación, por lo que salió con la humo- Un bracito se descapacitó, rada de presentar el 3 de febrero, como renovado ya el smog su carita afectó titular o cabeza visible (nunca mejor utilizada esta Como ser marginal que ya es hoy, expresión) de la Secretaría de la Función Pública a la Pacheco la entrevistó. Virgilio Andrade Martínez. –Muñequita –dijóle en la tele–, No hay en este comentario ningún resquisicio no llores, subgenio, no tienes razón. Tus amigos no son del freemarket de discriminación facial, pero la verdad es que el nombramiento más pareció un regalo para los cari- pues empobrecieron a la población. caturistas (que se dieron vuelo dibujándolo, porque Nosotros no somos así: es tan caricaturizable que hasta a Magú le va a te quieren enseres de salubridad, salir parecido), que un acto intimidatorio contra electrodomésticos de moderno hogar los corruptos y los que manejan mal los dineros y hasta el veliz de la tercera edad. públicos. También yo te quiero y te quiero feliz. Presentado como el que despejaría las especulaciones que circulan en los medios de comu- Aunque sólo falta que Tiburcio quiera demandar al autor de la parodia... nicación y también en Radio Bemba (como dicen los cubanos a lo que se difunde de boca en boca), sobre si hubo conflicto de interés en los casos de Entre ser y parecer las casas de Peña Nieto, Angélica Rivera y Fisco Se atribuye a Julio César –recogida por Plutarco– la Kid Videgaray, al día siguiente el marxista Andrade frase de que “La mujer del César no sólo debe (de la línea Groucho, desde luego), se desmarcó ser honrada, sino parecerlo”, en referencia a que y aclaró que no, que él nada más iba a averiguar Pompeya, la Cesarina, estuvo presente en una si había habido anomalías en la adquisición de las orgía romana, una Saturnalia, aunque no participó casas señoriales, pues las facultades que él tenía arca de Noé 125 no daban más que para indagar los negocios pri- bien para esposo de actriz de telenovela y hasta vados que los señores Hinojosa y San Román han para aparecer en alguna alfombra roja, que tanto hecho con quienes les han entregado contratos gusta a la farándula, ¿pero para Primer Mandatario bien remunerados. Y es que tanto Peña Nieto, como de un país? Ya hasta Carlos Fuentes había anticipa- Videgaray han dejado claro que ellos no organizan do que no tendría presencia para plantarse frente a las licitaciones ni hacen las contrataciones, aunque Obama, Putin o Merker. Videgaray sea el que paga y Peña Nieto sea el que puede hacer guiños que todos van a entender como Hay que rehacer el calendario de puentes “ái te encargo a mis cuates”, a quienes les deben En este país pontificio (para los cultos lectores de los favores de que les hayan dado las casas más esta sección, que hayan olvidado la verdadera acep- baratas o les hayan facilitado créditos, pese a que ción de “pontificio”, se les recuerda que no tiene sus negocios no tienen que ver con financiamientos ningún sentido papista, sino que proviene del latín o préstamos. pons=puente y facere= hacer, o sea el que hace Si es verdad que ya se va aceptando la informa- puentes, el constructor de puentes), en que el máxi- lidad con que aparecen en público los funcionarios, mo estímulo para el trabajo son los días de asueto en mangas de camisa, con chamarra o con traje que provienen de los “puentes”, y donde el santo pero sin corbata y con la camisa desabotonada, el más celebrado es San Lunes, urge una reforma peinado se había conservado más o menos com- legislativa que asegure al primaveral mes de marzo puesto, sobre todo en el sexenio en que el mero como el más patriótico y digno de celebrarse. mero es un bien peinado copetón, que tal vez hasta En este año, sólo hay un San Lunes, el 16 de usa gel en su cabellera, ya disminuida, quizá por marzo, más pagano que político, pues parece rela- enfermedad. cionado con la llegada de la Primavera y no con el Hay hasta pelones entre legisladores, como nacimiento de Benito Juárez. Hay otro día de asue- Ricardo Anaya del PAN (que no tiene parentesco to, el 18 de marzo, pero es exclusivo de los trabaja- con el heterónimo de esta sección, Héctor Anaya), dores de Pemex o de otras dependencias relaciona- pero no se habían visto caireles en la frente y nadie das, como el Instituto Mexicano del Petróleo. había superado al pintoresco voyerista candidato Pero estos dos motivos de festejo y sobre todo de del Panal a la presidencia, Gabriel Quadri, que sólo descanso, puede ser que desaparezcan pronto, pues por su aspecto no merecía la Presidencia del país, desde los tiempos de Fox, el llamado Benemérito ya que también hay que parecer presidente. pasó a segunda división, desde que el vaquero lo Aunque el actual deja mucho que desear. Está 126 El Búho expulsó de la Oficina Cuadrada (aquí no es Oval, como en la otra Casa Blanca), la presidencial de Los bran muchos despistados como fiesta pagana de Pinos, y aunque no pudo cambiar la decoración a homenaje al sol, no podrá integrarse al calendario su pleno gusto, pues no lo dejaron poner un cuadro de puentes, tan deseados por los muy laboriosos de la Guadalupana, resultó evidente que ya Juárez mexicanos. no seguiría rifando en el ánimo político. Lo que hay que hacer, entonces, es planear con Tal vez Benito merezca salir del Calendario qué fiestas sustituir –o ampliar– los asuetos ofi- Cívico, pues ya ha quedado claro que su máxima ciales. La Culta Polaca propone a los neoliberales frase se la birló a Emmanuel Kant; que la “modestia medianía” con que aconsejaba vivir no fue tal, pues si bien no adquirió mansiones, sí se hizo de suficientes casas como para llamarlo casateniente; que su defensa de la soberanía se quebrantó al apoyar las gestiones de otro simulador, Melchor Ocampo, para dar a los gringos paso libre por el istmo de Tehuantepec, por medio del tratado McLane-Ocampo, que si no se concretó fue porque los gringos no quisieron; y que finalmente su ejemplar acto de fusilar a Maximiliano, se debió más a la obediencia del mandato de Monroe: “América para los americanos” y no para escarmentar a los extranjeros que quisieran apoderarse del país. Pero si Juárez va a dejar de ser pretexto para el puente del 21 de marzo, se quedará deshonrado el tercer mes, pues aunque lo cele- Perla Estrada arca de Noé 127 o tecnócratas gobernantes las siguientes efemérides de marzo, susceptibles de originar nuevos puentes, pues son fechas que tal vez les interese conmemorar: 2. Texas se separa de México, en 1836. Puerto Rico queda asociado a los Estados Unidos, en 1917. 3. Se autoriza en 1820 la esclavitud en la Unión Americana, al sur del paralelo 36. 4. Yucatán se separa de México en 1840. 5. La Iglesia Católica condena las ideas astronómicas de Copérnico, en 1616. 7. Las tropas norteamericanas ocupan Veracruz, en 1847. Invención del juego Monopoly, en 1933. 8.- Lyndon B. Johnson, presidente de E.U. manda en 1965 los primeros marines a Vietnam, para defender “el mundo libre”. 9. Creación de la muñeca Barbie, en 1959. 11. Tomás Torquemada es nombrado Inquisidor de España, en 1482. 12. “Nacimiento” en Puebla, de Gustavo Díaz Ordaz, en 1911. 13. Fundación de Tenochtitlan, en 1325. Guillermo Ceniceros 128 El Búho John F. Kennedy decreta en 1961 la “Alianza para el progreso”. Nacieron el mismo año de 1911 y murieron coincidentemente en 1979, a la edad de 68 años, 16. Nace Josef Mengele, en 1911. cifra mágica, esotérica, que en la novela de Héctor 18. Reapropiación de la riqueza petrolera mexica- Anaya, Los cuadernos de Ariadna, próxima a publi- na, a sus verdaderos dueños, “despojados” en 1938. carse, adquiere relevante importancia, pues en ella 21. Día de la Primavera. Las tropas nacionales explica, sin más sustento que la ficción y la intui- y extranjeras de Maximiliano, sitian Puebla en 1863. ción, que el ex-presidente, presentado literaria- Natalicio de John D. Rockefeller, en 1906. mente como “Tavo”, tenía pavor al 68 y un rencor 28. Creación de la Coca-Cola, en 1886. especial al 2 de octubre, que lo persiguieron toda su vida. Díaz Ordaz y el miedo al 68 y al 2 de octubre En la novela, su astróloga Connie Hope le vati- De acuerdo con las cifras oficiales, no muy confia- cina que morirá a los 68 años (y en efecto, falleció bles por cierto, se cumplirán en marzo 114 años en 1979, a los 68 años, como el otro ángel de la del nacimiento de uno de los más represivos pre- muerte, Mengele, que también murió en 1979) y que sidentes que ha tenido el país –probablemente el se verá envuelto en la numerología del 68. único que ha logrado reelegirse subrepticiamente–, El Movimiento Estudiantil de 1968 y el de los el oaxaqueño Gustavo Díaz Ordaz, que Maximino estudiantes agrónomos de Chihuahua, tuvieron el Ávila Camacho convirtió en poblano. mismo número de días: 68. Al de la Universidad Nació en 1911, ya sea en San Andrés Nicolaíta de Michoacán, ocurrido en 1966, le faltó Chalchicomula, Puebla o en Tlacolula, Oaxaca, un día para llegar a los fatídicos 68 días, pues el cuyo nombre en zapoteco es Guillbaan, «pueblo victorioso general Hernández Toledo, el mismo de sepulcros», según lo ha documentado Fabrizio de Tlatelolco, arrasó con todos los estudiantes, Mejía Madrid, en su libro Disparos en la oscuridad. por órdenes de Díaz Ordaz y atacó no sólo la De cualquier manera es el mismo año en que Universidad, sino también las casas donde se nació otro funesto personaje, el médico nazi Josef hospedaban los estudiantes, la casa estudiantil Mengele, a quien no en vano apodaron «El ángel de femenil, Juana Pavón, y hasta los domicilios de los la muerte», mote que igualmente se le podría aplicar estudiantes. a quien asumió la responsabilidad histórica, polí- Pero si no duró los 68 días, el día crucial de esa tica, ética y moral, de haber ordenado la matanza huelga de 1966 fue el 2 de octubre, fecha maldita, de Tlatelolco en 1968, Díaz Ordaz, según él “para pues en un día semejante, de 1911, el padre de Díaz salvar al país” de la amenaza comunista. Ordaz, “don Ramón”, colaborador porfirista, estuvo arca de Noé 129 a punto de morir, cuando el general revoluciona- grandes mujeres de principios del siglo XX, María rio, Cándido Aguilar, lo encañonó en el entrecejo y Asúnsolo, Machila Armida, Ninfa Santos, Consuelo le hubiera metido una bala, de no haber acertado Susín –Charito–, Consuelo Mondragón –Nahui a pasar un perro propiedad de los Díaz Ordaz, que Ollin–, Tina Modotti, Antonieta Rivas Mercado, le gustó al revolucionario y le dijo a Ramón que le Elena Arizmendi –Adriana– y resume a la intelec- canjeaba su vida por la del perro. tualidad de los años 60 de México. Además, la misma astróloga le pronosticó que Creativa e insurgente, justiciera en lo político, su madre, Sabina Ordaz, moriría un 2 de octubre, pero también en la cultura, pues además de dotar lo que ocurrió en 1972, conforme a la novela, pues la trama de erotismo y voluptuosidad, también el escritor Anaya dentro de la ficción sugiere que asume la responsabilidad de exhibir el mito de Díaz Ordaz alteró la fecha y divulgó que había Vasconcelos, de quien expone las fallas garrafales muerto el 30 de septiembre, para contrarrestar el del escritor, con fama de acabado prosista. Pero mal fario del 2 de octubre. también descubre sus embustes de educador, editor En la novela de Héctor Anaya, ahistórica, aun- y político y se exhiben su misoginia, autoritarismo, que enclavada en la historia del país, pero también fobia a los estudiantes, a los jóvenes, a sus hijos, a política y policíaca, pues se prepara un crimen; de su familia y su repulsa a la docencia, no obstante intenso erotismo y de exploración del lenguaje, haber sido proclamado Maestro de América. cargada de humor y de enseñanza de la redacción, Se muestran sus desvaríos como promotor de además de la magia que encierran los cuadernos de la lectura, pues se quedó en las bodegas el 80% de Ariadna, uno de ellos, el Cuaderno Iniciático, dota- los autores clásicos que editó y pretendía distribuir do de una cualidad de predicción inversa. entre personas de escasa cultura, cuando que ni los En el trasfondo figuran personajes históricos: más preparados lectores los entienden bien. un sosías de Díaz Ordaz y otro de López Mateos; un Lo peor es que, dado su carácter impositivo y tercero que sintetiza el brazo represor e inquisidor sus inclinaciones nazifascitas, se especula que de de los gobiernos, dotado de una inteligencia y una haber llegado a la presidencia, habría actuado como cultura perversa, encaminada al mal, aunque siem- el represor Gustavo Díaz Ordaz, ambos mórbidos, pre inspirado en su idea particular de la defensa de fanáticos y fundamentalistas anticomunistas. los altos valores de la patria. Ariadna, la protagonista, desquiciante mujer, tan bella y atractiva como preparada, hija del corrector de estilo de Vasconcelos, rememora la estirpe de las 130 El Búho Seguramente la novela del heterónimo de esta sección, Héctor Anaya, al publicarse motivará polémicas, siempre bienvenidas, por refrescantes.
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