Comportamiento reproductivo de las Ballenas: Aspectos sobre canto, migración y competencia Sofía Serrano*, Emilia Ulloa* (*) Estudiantes de la clase de Zoología General de la Universidad San Francisco de Quito Abstract Esta monografía trata el orden Cetácea, enfocándose en el suborden de los misticetos y las familias Balaenidae, Balaenopteridae, y Eschrichtiidae con respecto a la reproducción. Los estudios muestran que las ballenas tienen un comportamiento reproductivo complejo constituido por la interrelación de factores como el canto, los patrones de migración y la competencia entre machos por las hembras. Se menciona la complejidad de los cantos, los mecanismos de migración y los diferentes tipos de agresión corporal que realizan los machos para asegurar el apareamiento. Introducción Los cetáceos son un orden de mamíferos marinos que se dividen en dos grupos taxonómicos de acuerdo a los tipos de aparatos bucales que utilizan para alimentarse; se dividen en los subórdenes Mysticeti (con barbas) y los Odontoceti (con dientes) (Dando, Burchett & Waller, 1996). Los cetáceos provienen de un grupo ancestral de mamíferos placentarios que originó también a los ungulados, animales que caminan con el extremo de los dedos, los cuales están revestidos de una pezuña como la cabra, los camellos, hipopótamos, cerdos, vacas y ciervos. Estos datos se basan en los fragmentos de fósiles, no obstante existen todavía muchos vacíos. El fósil más antiguo conocido es Pakicetus, que vivió hace 50 millones de años en la zona del Golfo Mediterráneo Arábigo; fue un arqueocetos que es un suborden de cetáceos del que provienen los cetáceos modernos (Dando et al., 1996). Los cetáceos se desarrollan en diferentes ambientes fluviales, estuarios y hábitats marinos. Se los encuentra desde aguas superficiales, océanos tropicales cristalinos hasta aguas gélidas polares. El tipo de hábitat determina en gran medida aspectos del estilo de vida y comportamiento de los cetáceos, como el tipo de alimentación, el apareamiento o la distribución geográfica, entre otros (Dando et al., 1996). El grupo moderno del suborden Mysticeti se trata en relación con su comportamiento reproductivo. Las ballenas tienen una tasa de reproducción baja y largos intervalos entre partos, producen un óvulo cada dos años, por lo tanto pueden ser fecundadas únicamente al cumplirse este ciclo. La madurez sexual, dependiendo de la especie, ocurre entre los 2 a 20 años . En este período, la hembra responde segregando un olor que le permite al macho encontrarla (Dando et al., 1996). Las hembras en la mayoría de las especies son sexualmente activas hasta la muerte, aunque su rango de partos se reduce con los años (Jones, n.d.). El rango de alumbramientos también tiene que ver con la disponibilidad de comida (Greene & Pershing, 2004). Las relaciones sexuales se producen de vientre a vientre. En las especies más gregarias la actividad sexual se da frecuentemente en toda temporada. Generalmente, muchos cetáceos tienen un comportamiento sexual promiscuo (Clapham, & Paisboll, 1997). Las ballenas muestran un largo periodo de cuidado parental que puede ser de varios meses que pueden ser de 10 a 11 meses (Sardi, Weinrich, & Connor, 2005), puesto que producen solamente una cría cada par de años, a diferencia de otros grupos de mamíferos. Las ballenas pueden alcanzar la edad de 20 a 40 años y algunas especies son consideradas viejas a los 10 o 15, pero dependiendo de la especie pueden llegar a vivir mas de 90 años, como el caso de la ballena azul (Balaenoptera musculus) (Stuijvenberg, 1976 y Dando et al., 1996). Se han observado a las ballenas azules saltando fuera del agua con los vientre muy pegados y flotando unos segundos en el aire. Aparentemente, en una fracción de segundo tiene lugar el apareamiento en esta acción. El pene del macho es muy elástico y lo saca en forma alargada para poder inyectar el semen en la hembra en un breve instante (Wendt, 1965). La migración de cetáceos La migración responde a diferentes cambios en la temperatura, la disponibilidad de alimento o por requerimientos reproductivos. Las ballenas jorobadas y las grises migran en la época de invierno desde los polos a lo largo de las líneas costeras por el océano abierto a través de miles de kilómetros (Dando et al., 1996). Se menciona que los ciclos de las ballenas grises cubren distancias aproximadas de entre 6.000 a 18.000 Km. (Fleischer, 2002). Estas dos especies poseen migraciones predecibles ya que aparentemente siguen las mismas rutas cada año (Dando et al., 1996). Sin embargo, podría considerarse a las ballenas jorobadas que habitan en el Mar Arábico como una excepción debido a que son residentes, es decir, no siguen el patrón de migración de los otros individuos de la especie; en vez de ello, permanecen en el norte del océano Índico (Dando et al., 1996). Se sabe que las ballenas son fieles a sus áreas de alimentación (Acevedo, Aguayo & Pastene, 2006). Las ballenas del suborden Mysticeti migran anualmente entre latitudes polares de agua fría, al ser más productivas en plancton, y las latitudes bajas en aguas tropicales para la reproducción y crianza de los neonatos. Las ballenas migran hacia los polos en los veranos en los dos hemisferios, época en que las hembras embarazadas se atiborran de plancton y el crecimiento fetal aumenta rápidamente. No obstante, las crías no pueden resistir las aguas gélidas de los polos, lo que obliga a las hembras a migrar a aguas más cálidas para el alumbramiento (Brown, Corkeron, Hale, Schultz, & Bryden, 1995). Este comportamiento se observa en las especies migratorias a excepción de la ballena boreal, que alumbra en aguas polares. Los machos adultos migran para encontrarse con hembras adultas una vez que han dado a luz, buscando una oportunidad de apareamiento (Bron, & Corkeron, 1995). La migración de las ballenas hacia los polos representa una inversión energética considerable durante los seis a nueve meses que dura esta travesía hacia las áreas de alimentación; durante este periodo consumen poco o nada de alimento subsistiendo únicamente con las reservas de grasa almacenadas (Dando et al., 1996),. En consecuencia, los requisitos energéticos requeridos para las ballenas de diferentes edades o especies reproductivas ejercen una influencia sobre el comportamiento migratorio (Craig, Herman, Gabriele & Pack, 2003). Los grupos para el viaje suelen ser de 1 o 2 individuos, pero varía mucho de acuerdo a las condiciones. En las migraciones hacia las zonas de alumbramiento se forman grupos de ballenas con diferentes estructuras. En general hay una hembra nuclear, un macho guía o escolta principal y un grupo de machos escoltas secundarios, todos buscando acceder a la hembra. Al parecer estos grupos competitivos, con comportamientos agonísticos, no siempre tienen una hembra. Lo que es común es ver un macho que acompañe a una hembra en toda la migración hasta la zona de reproducción para asegurarse el apareamiento con ella (Bron & Corkeron, 1995). Los individuos que se alimentan en laz zonas en el Atlántico Norte en diferentes áreas desde Estados Unidos al Mar de Barents, migran para aparearse y alumbrar en la zona del Mar Caribe. Se conoce estas interacciones por medio de indicadores genéticos (Stevick, et al., 2003). Existe una ventaja en la oportunidad de apareamiento dependiendo de la zona de alimentación de origen de la ballena, ya que las de las costa de Norteamérica llegan más temprano que las de Noruega (Stevick, et al., 2003). La única área de reproducción de ballenas jorobadas conocida es la Isla Gorgona en Colombia. Las demás áreas de alumbramiento conocidas en el Pacífico tropical son: la Isla Coco en Costa Rica, Panamá y las Islas Galápagos en Ecuador, no existe evidencia de que sean áreas reproductivas pero no se descartan como tal (Scheidat, Castro, Denkinger, González & Adelung, 2000). Las áreas de reproducción de las ballenas jorobadas se caracterizan por ser de aguas superficiales de menos de 60m y tener temperaturas entre 19 y 28° C (Scheidat, et al., 2000). Los machos tienen dos tipos de comportamientos que predominan en la época de reproducción. El primero es el de competir para defender y acompañar a las hembras y también pueden cantar que es un tipo de lucha que puede durar varias horas (Helweg, Cato, Jenkins, Garrigue, & McCauley, 1998). Competencia entre machos Se conoce que existe un número desigual entre hembras y machos, con predominancia de machos en relación a hembras lo que deriva en comportamientos de lucha y competencia entre los mismos para aparearse (Best et al, 2003). Además, varios patrones de comportamiento se encuentran directamente relacionados con el cortejo y apareamiento y pueden incluir agresiones físicas entre machos o aumento en la producción de esperma (Mann, Connor, Tyack, & Whitehead, 2000). En consecuencia hay tres tipos de selección sexual: la primera es la competencia intersexual que está relacionada con el aumento en la producción de esperma y el incremento en el tamaño de los testículos, que aumenta en la temporada de apareamiento y coincide con la ovulación de la hembra. La segunda es la selección de pareja, es exclusiva de la hembra, las cuales escogen al macho de acuerdo a sus destrezas de lucha. La última es la coerción de pareja en la cual los machos exhiben comportamientos agresivos hacia las hembras (Mann, et al., 2000). Las ballenas jorobadas realizan movimientos con las aletas pectorales, colocan su vientre y su cabeza hacia arriba sobre la superficie del agua y hacen giros circulares, incluyendo extensión de aletas y movimientos verticales de la cola (Chu & Harcourt, 1986). Estos movimientos de cortejo son de orden jerárquico y pueden incluir comportamientos agonísticos con otros machos. Estas interacciones incluyen variedad de demostraciones con desplazamientos y choques bruscos del cuerpo, y golpes horizontales de la cola sobre la superficie; esto generalmente sucede cuando el macho dominante lanza la tercera parte del cuerpo fuera del agua realizando golpes estrepitosos hacia arriba y hacia abajo, provocando chapoteos en el agua. Se sabe que estos choques bruscos no solamente ocurren al momento de la lucha sino que pueden darse en otros contextos (Tyack,1981). Cuando se trata de un enfrentamiento agonístico, las ballenas macho sacan su cola fuera del agua y la golpean contra la superficie con la parte ancha, de manera rápida y potente, sin realizar movimientos oblicuos, este desplazamiento es conocido como “Lobtailing” (Carwardine, 1995). Una de las formas en las que los machos pueden causar daño a sus oponentes es cuando los envisten con la cola, puede haber casos en los que se producen estocadas de cabeza, en las cuales la garganta se hincha, exhalaciones submarinas, y actos más explícitos como nadar en picada en contra del oponente con gran fuerza (Tyack,1981 y Cartwright, & Sullivan, 2009 ). Adicionalmente, se menciona que existen dos distinciones entre los machos los que son socialmente maduros que pueden luchar con otros machos para conseguir una hembra y los machos físicamente maduros que producen más esperma y pueden recurrir a otras tácticas como el canto (Mann, et al., 2000). El Canto De Las Ballenas El sonido viaja por el agua 4.5 veces más rápido que en el aire. Por lo tanto, las ballenas poseen estructuras para emitir y recibir sonidos muy diferentes a las de los animales terrestres. El oído interno y el medio están aislados acústicamente del cráneo por un espacio espumoso, lo que les permite discernir la direccionalidad del sonido bajo el agua. Algunos poseen un muy complejo arsenal de sonidos. Los misticetos producen sonidos con frecuencias subsónicas no mayores a 5kHz. En ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) y boreales (Balaena mysticetus) se han grabado sonidos con patrones melódicos de gemidos y lamentos. Los misticetos no poseen la estructura del melón y la mandíbula inferior que les permite realizar sonidos como click de ultrasonido asociados con el sonar de los odontocetos. Por otro lado, la ballena de minke común (Balaenoptera acutorostrata) y la ballena gris (Eschrichtius robustus) hacen sonidos de click, pero es desconocido cómo los producen (Dando et al., 1996). Las ballenas jorobadas son consideradas como el único cetáceo que emiten sonidos complejos y una serie de vocalizaciones definidos como cantos, los cuales pueden prolongarse por varios minutos que pueden ir desde 6 a 25 (Tyak & White, 1982). Las canciones se dan principalmente en aguas poco profundas (Norris, McDonald & Barlow, 1999). El canto es característico de los machos, aunque se menciona que las hembras también pueden emitirlos (Darling, 2001) y ocurren solamente durante la temporada de reproducción (Tyack, 1981). Se menciona que el canto podría ser utilizado para llamar la atención de las hembras en época de apareamiento, es decir, como una forma de cortejo o también para establecer determinada jerarquía mediante comportamientos agonísticos con otros machos (Clapham, Palsbøll, Mattila, & Vasquez, 1992). El canto puede transmitir información acerca del sexo, especie, edad, ubicación y disposición al apareamiento (Tyack, 1981). Las hembras se encuentran atraídas y se acercan únicamente a los machos que cantan e incluso pueden utilizar el canto como un criterio al momento de elegir pareja. Las ballenas jorobadas cantan durante el invierno y la primavera, el invierno es considerada la temporada de apareamiento, principalmente porque la mayoría de los neonatos nacen durante el invierno, puesto que el periodo de gestación es de alrededor de un año, y el apareamiento debe ocurrir durante la misma temporada. Se sabe que las ballenas jorobadas ovulan durante el invierno mientras que, en esta época, en los machos se da un aumento en el peso de los testículos (Craig, et al, 2003). La duración del canto en los machos es variable, cuando se encuentran cerca varias hembras el macho suele emitir sonidos de menor duración que pueden ser escuchados a varios kilómetros de distancia (Clark y Clapham, 2004). La duración de los cantos demuestra la resistencia y condición física del macho asegurando, de esta forma, el éxito en la competencia por el apareamiento. Un macho con mayor resistencia es capaz de contener la respiración durante más tiempo y que su canción sea más larga, se considera que estos cantos son similares a los que realizan los pájaros cantores (Tyack, 1981). Además, los cantos de las ballenas jorobadas son emitidos casi invariablemente en solitario, es decir, si otras ballenas se unen, la ballena cantante dejará de hacerlo (Tyak & White, 1982). Las ballenas jorobadas tienen canciones diferentes por población y pueden cambiar con el tiempo (Clark, & Clapham, 2004). Los cantos son emitidos durante época de apareamiento, es decir en invierno pero también durante la época de alimentación en migraciones a finales de invierno y comienzos de primavera (Clark, & Clapham, 2004). A pesar de que las funciones del canto no están totalmente determinadas, varias hipótesis sugieren que es utilizado principalmente para atraer a las hembras y tiene como función secundaria incitar a otros machos a competir, también se menciona que puede relacionarse con funciones fisiológicas que incluyen cambios hormonales para que el macho se sincronice con la ovulación de la hembra (Darling & Bérubé, 2001). Discusión Los cetáceos, de acuerdo a los tipos de aparatos bucales que utilizan para alimentarse, se dividen en dos grupos taxonómicos, los subórdenes Mysticeti y Odontoceti. En cuanto a los cantos, Tyak & White, (1982) mencionan que las ballenas jorobadas emiten las vocalizaciones más complejas, realizados generalmente en solitario, y que estas puede transmitir información acerca del sexo, la ubicación y la disposición al apareamiento. Clark, & Clapham, (2004) explican que cada población de ballenas jorobadas tiene canciones diferentes y que estas pueden cambiar con el tiempo. Darling, (2001) propone que el canto es característico de los machos, sin embargo (Darling, 2001) alude que las hembras también pueden realizarlos. Darling & Bérubé, (2001) sugieren que posiblemente las funciones del canto estan relacionadas con cambios hormonales que ocurren para sincronizar al macho con los periodos de ovulación de la hembra. Varios investigadores, Clapham, Palsbøll, Mattila, & Vasquez, (1992), relacionan el canto con un mecanismo para llamar la atención de las hembras en época de apareamiento. Generalmente, la duración de los cantos se encuentra estrechamente relacionada con la resistencia y condición física del macho, Tyack, (1981) menciona que este hecho asegura el éxito de la competencia por el apareamiento. Varios autores (Chu & Harcourt, 1986; Tyack,1981) concuerdan en que posiblemente el comportamiento se encuentre directamente relacionado con el cortejo y el apareamiento; por ejemplo, las ballenas jorobadas realizan movimientos complejos de cortejo que pueden ser de orden jerárquico. En cuanto a la competencia entre machos, Best et al (2003) mencionan que el hecho de que exista mayor cantidad de machos deriva en comportamientos agonísticos de lucha y competencia con el fin de conseguir hembras maduras para aparearse. Sin embargo, Tyack, (1981) enfatiza que estos enfrentamientos no ocurren solamente al momento de la lucha sino que también pueden ocurrir en otros contextos. Existen también ocasiones en que los machos pueden provocar daño a sus oponentes mediante movimientos más agresivos y explícitos, como nadar en picada en contra de sus contrincantes (Tyack,1981 y Cartwright & Sullivan, 2009). Además, Mann, Connor, Tyack, & Whitehead (2000) establecen tres tipos de selección sexual: la competencia intersexual, la selección de pareja y la coerción de pareja. De acuerdo a los autores Dando et al., (1996) la migración responde a diferentes cambios como la temperatura, el alimento o por exigencias reproductivas. Asimismo, los autores Brown et al., (1995) enfatizan la necesidad de las ballenas de migrar hacia los polos para la alimentación y a los trópicos para el proceso reproductivo. De igual manera, Fleischer (2002), afirma que las migraciones de las ballenas, como las grises y las jorobadas, son desde los polos hacia otras latitudes a través de miles de kilómetros. Bron & Corkeron, (1995) aluden a la migración de los machos adultos para una oportunidad de apareamiento con las hembras que ya han terminado el ciclo de gestación. Scheidat, et al., (2000) dicen que las áreas de reproducción de las ballenas jorobadas son de aguas superficiales lo que significa que coincide con la especulación de que el canto es parte del ritual de apareamiento ya que las canciones se dan principalmente en aguas poco profundas según Norris, McDonald & Barlow, (1999). Por lo tanto es visible como los eventos de reproducción tienen una gran repercusión en el comportamientos de las ballenas. Conteo de palabras: 2997. Literatura Citada: Acevedo, J., Aguayo., A. & Pastene L. (2006). Filopatría de la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae Borowski, 1781), al área de alimentación del estrecho de Magallane. Revista de Biología Marina y Oceanografía, 41(1): 11 – 19. Best, P., Schameff, C., Reebj, D. & Palsboll, P. (2003). 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