XII EMBARAZO CAPÍTULO XII EMBARAZO M.ª Victoria de Rojas Silva, Manuel Sánchez Salorio El embarazo puede causar cambios en el funcionamiento del ojo tanto en situación normal como en estados patológicos. El conocimiento de estos cambios es útil para tratar enfermedades oculares en mujeres embarazadas y para conocer mejor la fisiopatología de algunas enfermedades. Los efectos del embarazo sobre el ojo pueden clasificarse en tres grupos: 1. Cambios oculares fisiológicos del embarazo son aquellos atribuíbles al embarazo en sí mismo y no se consideran patológicos. 2. Situaciones patológicas que aparecen durante el embarazo son aquellas que se considera que son causadas por o asociadas con el embarazo en sí mismo. 3. Efectos del embarazo sobre enfermedades o situaciones patológicas previas (principalmente retinopatía diabética, tumores y alteraciones inmunológicas) cuyo curso puede modificarse en el embarazo. En el embarazo se producen cambios hormonales, metabólicos, hematológicos, cardiovasculares e inmunológicos. Los cambios hormonales derivan de la producción de hormonas de la placenta, la glándula adrenal fetal y los cambios de la producción de las glándulas endocrinas maternas. Entre los cambios metabólicos se encuentran el aumento de peso (11 Kg) y la retención de unos 6.5 l de agua. La osmolalidad sérica disminuye y se produce una alcalosis respiratoria compensada con niveles bajos de bicarbonato en suero. La aparición de diabetes está favorecida por la actividad hPL, niveles elevados de estrógenos, progesterona y cortisona. También puede existir actividad insulinasa en la placenta. El volumen sanguíneo se incrementa durante el primer trimestre, sigue aumentando más rápido en el segundo trimestre y aumenta más lentamente en el tercer trimestre para estabilizarse en las últimas semanas (aumento total 45%). Se produce un aumento de la frecuencia cardíaca y una disminución de la presión arterial, así como la venosa, pudiendo aparecer hipotensión en decúbito supino debido a la presión del útero en la vena cava y venas pélvicas. Finalmente, en el embarazo se da un estado de inmunosupresión relativa con una depresión tanto de la inmunidad celular como de la humoral. Tal estado se manifiesta en el cambio del comportamiento de varias alteraciones inmunológicas durante el embarazo. 1. CAMBIOS OCULARES FISIOLÓGICOS EN EL EMBARAZO 1.1. La presión intraocular desciende durante el embarazo tanto en pacientes normotensas como en hipertensas. El descenso afecta a todo el embarazo o a la segunda mitad y continua 2 meses después del parto debido a una mayor facilidad de drenaje a través de la vía uveoescleral por el descenso de presión venosa epiescleral. 1.2. Alteraciones del campo visual Se han descrito alteraciones del campo visual tales como contracción bitemporal y retracción concéntrica, pero los últimos estudios muestran que no existen alteraciones en el campo visual en los embarazos normales. Por ello, cualquier síntoma de alteración del campo visual en una mujer embarazada debe ser estudiada. 1.3. Refracción y acomodación Pueden darse cambios refractivos menores y dificultad en la acomodación. Tales cambios se han asociado con retención de líquidos en córnea y cristalino y se resuelven alrededor de 6 semanas postparto. Debido a ello deben retrasarse las nuevas refracciones o adaptación de lentes de contacto hasta pasadas unas semanas después del parto. 398 Manifestaciones oftalmológicas de las enfermedades generales 1.4. Párpados — Cloasma: Hipermelanosis probablemente relacionada con niveles elevados de MSH. — Angiomas en araña en la cara y parte superior del cuerpo, se relacionan con niveles elevados de estrógenos. 1.5. Conjuntiva — «Gránulos» en las venas subconjuntivales, debido a disminución del flujo. — Espasmos leves de las arteriolas conjuntivales en el tercer trimestre. 1.6. Lágrima — La distribución de factores de crecimiento y de células inmunes están alteradas en la glándula lagrimal durante el embarazo y la lactancia. 1.7. Cambios corneales — Disminución de la sensibilidad corneal a partir del 4.º mes que se recupera unos dos meses después del parto. — Discreto aumento del grosor corneal probablemente por edema del parénquima debido a la retención de líquidos. Se acompaña en ocasiones de cambios en el índice de refracción y en el radio de curvatura corneal. Estas modificaciones remiten al terminar el período de lactancia. — Huso de Krukenberg: Es más frecuente y puede aumentar en el tercer mes, generalmente sin otros signos de aumento de dispersión pigmentaria en el segmento anterior. — Empeora la tolerancia al porte de lentillas, probablente en relación con alteraciones en la composición de la lágrima, cambio en la curvatura corneal, etc. 1.8. Retina — Tanto las venas como las arterias retinianas aparecen normales y sin tortuosidad. 2. SITUACIONES PATOLÓGICAS QUE APARECEN DURANTE EL EMBARAZO 2.1. Coriorretinopatía serosa central Puede aparecer en cualquier trimestre de embarazos normales. Generalmente de evolución favorable, se resuelve después del parto dejando sólo un leve moteado del epitelio pigmentario. Puede recidivar en MODIFICACIONES OCULARES INDUCIDAS POR EL EMBARAZO — Cambios oculares fisiológicos — Situaciones patológicas causadas por el embarazo — Efectos del embarazo sobre enfermedades previas nuevos embarazos. Se ha relacionado con alteraciones hormonales, hemodinámicas, disminución de la presión osmótica y estados de hipercoagulabilidad. 2.2. Hemorragias retrohialoideas o prerretinianas. Pueden observarse en embarazos normales, ya sea espontáneamente, maniobras de Valsalva (vómitos, esfuerzo del parto, tos) y generalmente evolucionan favorablemente. 2.3. Melanoma uveal Aunque el número de casos estudiados es pequeño, existen datos que sugieren que existe una tendencia mayor de la esperada a la presentación de melanomas oculares en el embarazo, así como a un mayor crecimiento durante el mismo. Parece en relación con la hormona MSH ya que en estos tumores no se han encontrado receptores para estrógenos ni progesterona. La supervivencia en mujeres embarazadas es comparable con la de las mujeres no embarazadas. El embarazo no aumenta el riesgo de metástasis en mujeres jóvenes con melanoma uveal diagnosticado previamente al embarazo. No hay datos de que se hayan producido metástasis en el feto. 2.4. Hipertensión: eclampsia y preeclampsia La hipertensión inducida por el embarazo es la hipertensión que ocurre durante el embarazo en una mujer previamante normotensa. Este concepto incluye la preeclampsia y la eclampsia. La preeclampsia consiste en hipertensión, proteinuria y edema que generalmente no se presentan antes de la 20 semana de gestación. La eclampsia es la aparición de convulsiones generalmente más tardías en una mujer que cumple criterios de preeclampsia. La toxemia se refiere tanto a la presencia de preeclampsia como de eclampsia. La hipertensión coincidente es la presión arterial elevada en una mujer con hipertensión crónica previa. La hipertensión agravada por el embarazo es la aparición de eclampsia o preeclampsia en un cuadro de hipertensión crónica. HELLP es un acrónimo que designa un síndrome caracterizado por dolor abdominal alto, hemólisis, enzimas hepáticos elevados y trombocitopenia durante el embarazo y que generalmente, pero no siempre, se asocia a hipertensión, proteinuria y coagulación intravascular diseminada. La incidencia de preeclampsia en el primer embarazo es de un 5%. Es más probable su aparición en mujeres muy jóvenes o mayores, multíparas con embarazo múltiple, enfermedad hemolítica del recién nacido y también embarazos en mujeres con diabetes, hipertensión crónica y enfermedad renal. Las manifestaciones clínicas son el resultado de un vasospasmo arteriolar generalizado y pérdida de la integridad capilar. Los cambios fisiopatológicos pueden afectar cualquier sistema del organismo materno, incluyendo el ojo y sistema visual. Un 30-50% de pacientes con eclampsia y un 20-25% de pacientes Capítulo XII. con preeclampsia sufren trastornos visuales tales como escotoma, diplopia, disminución de agudeza visual y éstos pueden ser un signo de alerta de convulsiones en una paciente con preeclampsia. Los efectos de la preeclampsia o eclampsia se dan principalmente en retina, coroides y nervio óptico. 2.4.1. Retinopatía en la toxemia Los cambios que aparecen con más frecuencia en la toxemia son los correspondientes a la retinopatía hipertensiva: — Espasmos arteriolares: signo más precoz y frecuente, aparece en 40-100% de los pacientes con preeclampsia y es generalmente reversible. — El estrechamiento difuso es frecuente y reversible tras el parto. — Pueden aparecer también hemorragias, exudados, edema retiniano difuso y papiledema pero son infrecuentes en pacientes sin otra enfermedad sistémica. — Rotura de la barrera hematoacuosa y hematorretiniana demostrada por fluorofotometría. Sólo se produce cuando existe cambio en el diámetro arterial. Existe correlación entre el grado de retinopatía y la severidad de la preeclampsia, así como entre la frecuencia de cambios retinianos y la tensión arterial. También existe correlación entre la severidad de los cambios retinianos y la mortalidad fetal. Además, dado que se considera que los cambios retinianos reflejan la insuficiencia placentaria, varios estudios recomiendan la inducción del parto en presencia de retinopatía severa. Un prematuro tiene más posibilidades de sobrevivir que si permaneciese intraútero en tales condiciones. La persistencia de cambios arteriolares y exudados algodonosos pueden indicar el desarrollo de daño vascular y renal materno permanente. La inducción del parto en el momento adecuado puede hacer que regresen los cambios sistémicos maternos. Los cambios retinianos hipertensivos en presencia de hipertensión crónica, diabetes o enfermedad renal indican un incremento del riesgo de mortalidad fetal. 2.4.2. Infartos localizados de coroides y epitelio pigmentario de la retina. Manchas de Elschnig: Son una de las alteraciones más frecuentes de la toxemia. La fisiopatología de la eclampsia y preeclampsia afecta principalmente la microvascularización, por lo que la coroides, muy vascularizada, se altera con frecuencia. Los infartos, en su forma aguda, aparecen como lesiones focales profundas amarillo-blanquecinas en la retina. Dejan como secuelas pequeñas cicatrices amarillentas con depósitos de pigmento central. Las manchas de Elschnig representan infartos coroideos antiguos. 2.4.3. Desprendimientos de retina en la toxemia El desprendimiento seroso exudativo se produce en un 10% de pacientes con eclampsia y en un 1-2% de pacientes con preeclampsia severa. Son generalmente bilaterales y bullosos. Si la mácula no está afectada pueden ser asintomáticos. Embarazo 399 CAMBIOS OCULARES FISIOLÓGICOS — — — — — — — — — Descenso presión intraocular Cambios en refracción y acomodación Hipermelanosis palpebral Angiomas en araña Espasmos arteriolas conjuntivales Alteración película lagrimal Disminución sensibilidad corneal Aumento del grosor corneal Huso de Krukenberg El daño de la coroides puede ocasionar un acúmulo de líquido que a su vez puede causar un desprendimiento exudativo de retina. Se han producido desprendimientos exudativos en ausencia de cambios arteriales retinianos y la existencia de un desprendimiento exudativo no se asocia con un aumento del riesgo fetal. Incluso se han publicado casos raros de resolución espontánea. La angigrafía con fluoresceína durante el embarazo y en el postparto inmediato muestra áreas de no perfusión coroidea y muchos focos de «escape» subretinianos. En la anatomía patológica se han encontrado infartos isquémicos coroideos en pacientes con desprendimiento de retina exudativo. Generalmente, el desprendimiento de retina se resuelve totalmente después del parto y la agudeza visual vuelve a lo normal pocas semanas después del parto. En algún caso raro se producen alteraciones del epitelio pigmentario macular o atrofia óptica, lo que conduce a una disminución de agudeza visual permanente. 2.4.4. Se han publicado casos de ceguera cortical transitoria en eclampsia y preeclampsia severa, generalmente reversible. Se cree que la disminución de agudeza visual se debe a microinfartos en el cerebro, generalmente en la unión de la sustancia blanca con la gris. 2.4.5. Otras alteraciones oculares inducidas por la toxemia: — Aumento del grado y número de espasmos e isquemia de la conjuntiva. — Trombos en los vasos de la conjuntiva. — Pequeñas hemorragias subconjuntivales. — Tortuosidad de los vasos de la conjuntiva — Nistagmus, parálisis pupilar y ptosis en eclampsia. — Papiloflebitis isquémica. — Neovascularización periférica. — Parálisis oculomotoras. 2.4.6. Las siguientes alteraciones visuales han sido descritas en asociación con el síndrome HELLP: ceguera cortical transitoria, desprendimiento de retina seroso bilateral con opacidades amarillentas subretinianas que se resolvió en 48 horas, desprendimiento de reti- 400 Manifestaciones oftalmológicas de las enfermedades generales na bulloso bilateral, hemorragia vítrea unilateral, ceguera reversible asocida a trombosis de seno venoso cerebral y trombosis de vena central de la retina. 2.5. Otras causas de ceguera o disminución severa de la agudeza visual durante o inmediatamente después del embarazo con o sin toxemia. Algunas de ellas son publicaciones anecdóticas en las que la asociación con el embarazo puede ser casual. — Oclusión de arteria o vena retiniana. — Trombosis venosa intracraneal. — Oclusiones arteriolares retinianas del postparto que generalmente evolucionan favorablemente. — Neuropatía óptico isquémica. — Neuritis óptica. — Hemorragia vítrea. — Trastorno psicológico. 2.6. Pseudotumor cerebral (PTC) (hipertensión intracraneal benigna). Aunque se ha relacionado el embarazo con una mayor incidencia de PTC, estudios recientes han concluido que la PTC no es más frecuente en mujeres embarazadas de lo que uno podría esperar en una población de mujeres de la misma edad. Si aparece durante el embarazo suele presentarse durante las 20 primeras semanas. Su curso y la afectación del campo visual son iguales que en mujeres no embarazadas. Estas mujeres necesitan un seguimiento estrecho y realización de campos visuales seriados. SITUACIONES PATOLÓGICAS CAUSADAS POR EL EMBARAZO — Coriorretinopatía serosa central — Hemorragia retrohialoidea o prerretiniana — Mayor frecuencia de presentación de melanomas oculares — Toxemia: • Retinopatía de la toxemia • Manchas de Elschnig • Desprendimiento exudativo de retina • Ceguera cortical transitoria — Coagulación intravascular diseminada • Desprendimiento seroso de la retina — Púrpura trombocitopénica trombótica • Desprendimiento seroso de la retina • Edema de papila — Embolismo de líquido amniótico • Obstrucción arteriolas retinianas — Ptosis — Neuritis óptica — Endoftalmitis endógena por Candida postparto — Síndrome de Horner (anestesia epidural) — Fístula carótido-cavernosa 2.7. Alteraciones de la coagulación 2.7.1. Coagulación intravascular diseminada Puede aparecer en casos obstétricos complicados. Puede ocasionar una obstrucción trombótica de la coriocapilar con alteraciones generalmente limitadas a la coroides submacular y peripapilar que ocasionan alteraciones del epitelio pigmentario sobre la zona de coroides afectada y desprendimientos serosos del epitelio pigmentario. En el caso de que la paciente se recupere de la coagulación intravascular diseminada, la visión generalmente retorna a lo normal, quedando como secuela leves cambios pigmentarios. 2.7.2. Púrpura trombocitopénica trombótica Puede aparecer durante el embarazo. En un 10% de los casos se acompaña de alteraciones visuales, probablemente debidas a desprendimiento seroso de retina, constricción arteriolar y edema de papila. Pueden producirse hemorragias retinianas, exudados, anisocoria, hemorrragia subconjuntival, escotoma centelleante y alteraciones del SNC (hemianopsia homónima) o trombosis en los vasos del nervio óptico. 2.8. Embolismo de líquido amniótico Tiene una mortalidad estimada del 86% y las pocas pacientes que sobreviven desarrollan coagulación intravascular diseminada. Se ha comunicado un caso de obstrucción arteriolar retiniana bilateral. 2.9. Miscelánea 2.9.1. Ptosis: puede aparecer durante y después del embarazo. A veces es unilateral. Parece de tipo aponeurótico, debido a la retención hídrica de causa hormonal y raras veces necesita corrección quirúrgica. 2.9.2. La hiperemesis gravídica con efectos adversos significativos es mucho más rara ahora que en el pasado. Se han dado casos de encefalopatía de Wernike, neuritis óptica y hemorragias retinianas. 2.9.3. Neuritis óptica: Aunque se ha relacionado con la lactancia, su asociación parece casual. La neuritis óptica puede ser menos frecuente durante el embarazo debido al estado de inmunosupresión relativa. La esclerosis múltiple se puede exacerbar en las primeras semanas postparto. 2.9.4. Se han publicado casos aislados de endoftalmitis por Candida tras un parto normal. 2.9.5. Cirugía refractiva. Debido a los posibles cambios refractivos, de la lágrima, grosor y curvatura corneal durante el embarazo, cualquier cirugía refractiva debe postponerse hasta después de finalizada la lactancia, lo cual, además, evita el uso de medicación durante el embarazo que podría tener riesgos para el feto. Por otra parte, el embarazo parece inducir efectos sobre la curación de las heridas que afectan a los resultados de la PRK, habiéndose comunicado casos de haze y regresión importantes en asociación con el embarazo. Capítulo XII. 2.9.6. Vogt-Kayanagi-Harada: Se han comunicado casos aislados de embarazo durante la fase activa de la enfermedad con mejoría de la misma y de aparición del síndrome durante el embarazo y mejoría tras el parto. 2.9.7. Síndrome de Horner. Puede aparecer en relación con la anestesia epidural y es más frecuente en mujeres embarazadas que en no embarazadas. 2.9.8. Neovascularización coroidea: El embarazo y el período postparto inmediato pueden estar asociados con el desarrollo o recurrencia de neovascularización coroidea en el síndrome de presunta histoplasmosis ocular o en casos idiopáticos. Esto podría estar relacionado con cambios hormonales durante el embarazo, o los casos descritos podrían reflejar tan sólo una asociación casual. 2.9.9. Obstrucciones arteriales retinianas. 2.9.10. Flebitis retiniana. 2.9.11. Síndrome de Devic. 2.9.12. Fístula carótido-cavernosa: aparecen más frecuentemente durante el embarazo. 3. EFECTOS DEL EMBARAZO SOBRE ENFERMEDADES O SITUACIONES PATOLÓGICAS PREVIAS 3.1. Retinopatía diabética Varios investigadores han demostrado que el embarazo afecta de manera adversa el curso de la retinopatía diabética. Klein y Klein (1984) estudiaron la tasa de progresión de la retinopatía diabética en 171 mujeres embarazadas y 298 diabéticas no embarazadas. Después de tener en cuenta el control de la glucemia, presión arterial y duración de la diabetes, descubrieron que el embarazo era el mayor factor de riesgo para la progresión de la retinopatía. La progresión de la retinopatía diabética durante el embarazo depende de una variedad de factores tales como la severidad de la retinopatía en el momento de iniciarse el embarazo, tratamiento adecuado, duración de la diabetes, control metabólico previo al embarazo y la presencia de daño vascular añadido (HTA). Los avances en el seguimiento oftalmológico y obstétrico de las mujeres diabéticas embarazadas han mejorado el pronóstico del embarazo y la visión. El seguimiento oftalmológico de las mujeres diabéticas embarazadas depende del grado de retinopatía en el momento de la concepción y de la progresión de la misma durante el embarazo. Existe acuerdo en que el buen control de la glucosa durante el embarazo es importante para la madre y el feto. Las mujeres diabéticas deben intentar tener familia tan pronto como sea posible, ya que la duración de la diabetes es el factor de riesgo más importante para la presencia, severidad y progresión Embarazo 401 de la retinopatía en la mujer diabética. El número de embarazos previos no aumenta el riesgo de retinopatía diabética cuando se tiene en cuenta la duración de la diabetes. La diabetes gestacional no presenta riesgo de retinopatía. La respuesta a la fotocoagulación con láser de las mujeres diabéticas embarazadas no se diferencia de la de las no diabéticas y los embarazos previos no afectan la efectividad de la fotocoagulación panretiniana. Las pacientes diabéticas con remisión completa de la retinopatía proliferante antes del parto, no experimentan progresión de la retinopatía durante el embarazo. 3.2. Tumores intracraneales 3.2.1. La glándula pituitaria normal sufre un ligero aumento de tamaño durante el embarazo con un aumento del número de de células secretoras de prolactina pero tal aumento no causa cambios en los campos visuales de una mujer embarazada normal. El embarazo puede estimular el crecimiento de un adenoma pituitario. En un estudio de mujeres embarazadas con microadenomas previamente no tratados sólo 5% desarrollaron síntomas (cefalea, alteración del campo visual, diabetes insípida) durante el embarazo frente a un 35,7% de macroadenomas. Otros estudios no han encontrado esta tasa de complicaciones. 3.2.2. Los meningiomas, debido a que muchos de ellos contienen receptores para estrógenos, pueden aumentar de tamaño y hacerse sintomáticos durante el embarazo, generalmente en el tercer trimestre y los síntomas pueden remitir tras el parto. 3.2.3. Otros tumores intracraneales — La hipofisitis linfocitaria puede aparecer en postparto y tercer trimestre. Su comportamiento en similar al de un adenoma pero con signos de hipopituitarismo, más que hipersecreción. — Se ha publicado un caso de crecimiento rápido de un craneofaringioma durante el embarazo. — Según un estudio de registro de tumores intracraneales en la población en Alemania, los tumores intracraneales no se presentan con mayor frecuencia durante el embarazo. 3.3. Enfermedad de Graves Puede agravarse o presentarse en el primer período del embarazo, puede mejorar en la última mitad y recurrir en el postparto. Dado que el estado de embarazo se acompaña de cambios que podrían parecerse a una tirotoxicosis, la presencia de signos oculares ayuda a hacer el diagnóstico diferencial. 3.4. Miopía elevada Existe controversia en la lieratura respecto a las indicaciones de parto por cesárea en pacientes con miopía elevada en relación a un posible aumento del riesgo de aparición de hemorragia macular o desprendimiento de retina con los esfuerzos de un parto vaginal. Sin embargo, las revisiones y estudios más recientes encuentran que desde el punto de vista 402 Manifestaciones oftalmológicas de las enfermedades generales — EFECTOS DEL EMBARAZO SOBRE ENFERMEDADES PREVIAS — — — — Efecto adverso sobre la retinopatía diabética Aumento de tamaño de meningiomas Alteraciones curso enfermedad de Graves Efecto beneficioso sobre el curso de la sarcoidosis — Puede precipitar síntomas producidos por tumores vasculares — — — — oftalmológico, no existe indicación de cesárea en las pacientes con esta patología. 3.5. Retinitis pigmentaria Los resultados de dos estudios sobre cambios subjetivos de pacientes con retinitis pigmentaria embarazadas muestran que la mayoría de las pacientes no notan cambios y sólo un pequeño porcentaje notan empeoramiento. 3.6. Sarcoidosis Puede producirse un efecto beneficioso con exacerbación tras el parto. Se asocia con la supresión inmunológica relativa y con los niveles elevados de corticoides durante el embarazo, con una rápida vuelta a niveles de no embarazo después del parto. 3.7. Uveitis La severidad de las uveítis puede disminuir durante el embarazo por el aumento del nivel de cortisol en sangre. Los fenómenos de rebote después del parto podrían explicarse por la disminución del nivel de colesterol tras el parto. 3.8. Miscelánea 3.8.1. Muchos de los tumores vasculares oculares (tanto si están en retina, coroides, órbita o cerebro) producen síntomas por primera vez en el embarazo debido al aumento del volumen sanguíneo materno. 3.8.2. Es posible que se produzca un aumento de las complicaciones cardíacas así como de hemorragias gatrointestinales durante el embarazo en mujeres con pseudoxantoma elasticum pero no se ha observado un empeoramiento de las estrías angioides en el embarazo. 3.8.3. La frecuencia de las crisis de miastenia gravis durante el embarazo no se modifica pero estas crisis pueden ser más difíciles de tratar. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA — — Blodi BA, Johnson MW, Gass JD et al. Purtscher’s-like retinopathy after childbirth. Ophthalmology 1990; 97: 1654-1659. Burke J, Whyte I, MacEwen C. Bilateral serous retinal detachments in the HELLP syndrome. Acta Ophthalmol (Copenh) 1989; 67: 322-324. — — — — — — — — — — — — — — — — — Capoor S, Goble RR, Wheatley T, Casswell AG. Whitecentered retinal hemorrhages as an early sign of preeclampsia. Am J Ophthalmol 1995; 119: 804-806. Egan KM, Walsh SM, Seddon JM, Gragoudas ES. An evaluation of the influence of reproductive factors on the risk of metastases from uveal melanoma. Ophthamology 1993; 100: 1160-1165. Foss AJ, Alexander RA, Guille MJ et al. Estrogen and progesterone receptor analysis in ocular melanomas. Ophthalmology 1995; 102: 431-435. Gonzalvo FJ, Abecia E, Pinilla I et al. 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