Bosques comestibles de Juán Anton: Cultivando sin talar

Bosques comestibles de Juán Anton: Cultivando sin talar
http://bosquedealimentos.wordpress.com/
Bosques comestibles
Adriana Pérez Pesce
Un bosque comestible es un ecosistema que produce alimentos y
otros productos de gran utilidad como leña o plantas medicinales. Se trata de un sistema perenne con un
mantenimiento mínimo que permite el ahorro de agua, energía y dinero. Pero sobre todo, crea belleza,
bienestar, salud y contribuye a incrementar la biodiversidad y a frenar el calentamiento de la Tierra.
Los bosques comestibles imitan el funcionamiento de reservas naturales, en el que se pueden encontrar frutas, hierbas
medicinales, hojas comestibles, raíces y hongos. Las propias plantas ayudan con el control de las plagas y malezas, por lo que
no se necesitan químicos ni fertilizantes.
En este marco, uno de los creadores del Parque Ecológico Urobia, Javier Herrero, organiza un taller sobre bosques
comestibles que se desarrollará desde el miércoles 7 hasta el sábado 10 de marzo de 2012 en las instalaciones de Orba,
Alicante. Una introducción a la permacultura, con sus éticas y principios, sistemas de captura del agua de escorrentía, línea
clave, swales, creación de suelos, abonos verdes, compost, bosques comestibles y prácticas sobre el terreno serán algunos de
los temas que se tratarán durante el encuentro.
Herrero ha concedido una entrevista a Noticias Positivas en el que detalla los múltiples beneficios de los bosques
comestibles:
Noticias Positivas: ¿Cómo surge la idea de ofrecer un curso específico sobre bosques comestibles?
Javier Herrero: Hace 13 años soñamos con fusionar educación y naturaleza de una manera muy peculiar. Nuestra visión de la
educación se enfoca en el despliegue del potencial humano desde su interior en contacto con el entorno exterior. Esto
significa que prácticamente el 100% de la actividad de nuestro espacio educativo deriva de la iniciativa de los propios niños y
jóvenes. Nuestra misión como adultos es crear entornos adecuados a las necesidades de los niños y jóvenes. La situación
ecológica, económica y social es tal que consideramos que es urgente reformular las prioridades de la educación. Hemos
definido como una prioridad lo que denominamos alfabetización ecológica, esto es, aprender los principios de funcionamiento
de la naturaleza que nos permitan crear comunidades ecológicamente sostenibles. Para lograrlo, creemos que la herramienta
más útil con que contamos son los bosques. Y esta es una oportunidad para todos nosotros: niños, jóvenes y adultos, pues
todos juntos podemos y tenemos que aprender esta nueva cultura de relación con el Bosque.
El bosque comestible nos permite vincularnos con los procesos de la naturaleza, nos ofrece alimentos, nos enseña el
funcionamiento de la vida, nos provee de materias primas. El propósito final es ofrecer a los niños, jóvenes y a sus familias
herramientas y oportunidades para crecer como personas y desarrollar micro negocios sostenibles. Así, logramos transformar
la educación en un camino de autoconocimiento y en una vía para lograr una economía más limpia que nos permita dejar a
nuestros hijos un mundo mejor.
N+: ¿Qué espacio mínimo se necesita para crear un bosque comestible?
J.H.: Puedes crear un bosque comestible en cualquier lugar: en el jardín de tu casa, en tu terraza, en tu casita de campo, en
terrenos agrícolas o en la plaza de tu barrio. La permacultura es una disciplina que desarrolla técnicas de aprovechamiento
máximo de los espacios de plantación. Por ejemplo, si cuentas con poca superficie, puedes plantar en vertical. Hay un
principio de la permacultura que es muy significativo: “El problema es la solución.” Ya hay consenso en cuanto a que uno de
los problemas es el CO2 y es –precisamente- CO2 el alimento de estos bosques comestibles que, además, nos alimentan a
nosotros mismos física y espiritualmente. Para crear un bosque comestible lo que verdaderamente importa es tu voluntad y un
sentimiento de formar parte del bosque, de formar parte de la naturaleza.
N+: ¿Cuánto tiempo se necesita para crear un bosque comestible? ¿Y para ver los primeros resultados?
J.H.: Depende de cada caso. No es lo mismo planear en la parcela de una vivienda unifamiliar que en un terreno de 2,5
hectáreas como el nuestro. Como trabajamos con el enfoque sistémico de la permacultura es necesario un trabajo previo de
diseño en el que planificar concienzudamente las relaciones entre todos los elementos del sistema, agua, energía, vivienda,
terrenos, tipo de suelo y especies, entre otros tantos. También es importante la preparación previa del suelo antes de la
plantación propiamente dicha, enriqueciendo el suelo biológicamente. De la misma manera que creamos entornos adecuados
para el desarrollo de los niños y jóvenes; también el bosque necesita de un entorno adecuado en el que crecer.
Estos trabajos previos en nuestro caso nos están llevando entre 1 y 2 años. En torno a los 5 años el bosque ya está
comenzando a dar sus primeros frutos y en torno a los 15 años ya está maduro.
Sin embargo, desde el primer día, la plantación ya está ofreciéndonos beneficios porque está comenzando a absorber dióxido
de carbono de la atmósfera y a fijarlo en el suelo. Los expertos calculan que si se plantaran bosques comestibles en forma
masiva en todo el planeta, se podrían reducir las concentraciones de los tan temidos gases de efecto invernadero a niveles
anteriores a los de la revolución industrial, además de producir una ingente cantidad de recursos naturales para una
producción económica que elimina residuos, produce local y fomenta la biodiversidad.
N+ ¿Cuál ha sido vuestra experiencia en Urobia? ¿En qué ha cambiado vuestro entorno?
J.H.: Nuestra experiencia está siendo tremendamente interesante. Ya hemos plantado en torno a unos 700 ejemplares entre
frutales, maderables, arbustos, medicinales, aromáticas y condimentarias. En el taller del mes de marzo plantaremos en torno
a 200 ejemplares más. En febrero, construiremos un lago a cielo abierto para capturar los excedentes de agua de lluvia que
recogemos (en torno a 450.00 litros/año) y que nos proporcionará más agua para el riego de la plantación y una mayor
afluencia de mamíferos y aves, como ya hemos vivido con la piscina natural que hicimos hace 3 años.
Estamos desarrollando en estas primeras etapas un estudio de biodiversidad que nos permita definir el estado del lugar para
repetirlo cuando la plantación ya esté madura y nos permita detectar las mejoras en biodiversidad. Todo esto ya lo estamos
haciendo en colaboración con profesores de la Universidad Politécnica de Valencia. Sin embargo, cualitativamente, ya
percibimos un incremento significativo en el número de aves e, incluso, la llegada de especies que antes no veíamos.
Fuente: http://permatelemaiz2.wordpress.com/