Sumario Editorial 83 El análisis multigénico desvela distintos perfiles de expresión de genes relacionados con células T-helper en la mucosa intestinal que discriminan entre colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn Revisiones 59 Es necesaria alguna medida para prevenir o detectar precozmente los tumores que puedan sufrir los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal en tratamiento inmunomodulador? Miriam Mañosa i Ciria 71 Paciente con tratamiento inmunomodulador al que se le diagnostica un tumor en la piel, ¿debo modificar en algo mi actitud? Juan Luis Mendoza, Raquel Lana, Carlos Taxonera Artículos relevantes en investigación clínica y básica y azatioprina es superior a la monoterapia con cualquiera de estos agentes en colitis ulcerosa 89 ¿Es razonable emplear ya biosimilares de primera opción en pacientes con EII? Miquel Sans Cuffi, Fernando Muñoz Enfermería Marta Gallego Barrero, Laura Marín Sánchez 96¿Deberían implantarse programas de educación terapéutica con el fin de mejorar resultados en cuestión de salud en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal? Lectura crítica en busca de la evidencia Antonio López San Román la determinación de calprotectina fecal en pacientes adultos entre 16 y 50 años que consultan por primera vez en un servicio de gastroenterología Debate Investigación clínica 78 Utilidad clínica y exactitud diagnóstica de Manuel Barreiro de Acosta, Javier P. Gisbert 85 El tratamiento combinado con infliximab 64 Paciente con enfermedad inflamatoria intestinal que precisa tratamiento inmunomodulador: ¿deberían los antecedentes de neoplasia sólida modificar mi actitud? Ana Gutiérrez Casbas Lectura crítica de la literatura Casos clínicos Manuela Roger Ibáñez, Ana Gutiérrez Casbas 99 Displasia en el reservorio ileoanal de un paciente intervenido por colitis ulcerosa Investigación básica Luis Menchén Viso 81La Escherichia coli asociada a Crohn sobrevive en los macrófagos mediante la supresión de señal de NFκB Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 57 57 18/12/14 16:24 Editorial “La constancia es la virtud por la que todas las otras dan su fruto” Arturo Graf E n la editorial del primer número de este año 2014 hablábamos “…del inicio de un proceso de renovación que busca conseguir a medio plazo la indexación en PUBMED de la revista” y se indicaba la puesta en marcha de un plan estratégico para conseguir este objetivo. En la reunión de GETECCU de octubre el Dr. Marín presentó los pasos que se han seguido durante este año para poder alcanzar el objetivo planteado, señalando que va a ser Elsevier la editorial que por capacidad y experiencia nos ayude a desarrollar este proceso. Queremos, asimismo, agradecer desde aquí a Ergon toda la dedicación y cuidado que ha tenido para que la revista llegara puntualmente a nuestras manos durante estos últimos años. También queremos agradecer desde GETECCU la ayuda que desde los comienzos de la revista nos ha proporcionado Ferring, sin la cual difícilmente la hubiéramos consolidado y que, al margen de los cambios que en los aspectos de colaboración se van a realizar a partir del próximo año, va a mantenerse. Empieza, pues, ahora una etapa en la que se requiere la mayor implicación por parte de todos, médicos, enfermeras, investigadores clínicos y básicos, para que a partir de este año 2015 colaboren enviando trabajos originales, ya que son el eje fundamental sobre el que se articulará el reconocimiento de la revista y facilitará el proceso de indexación. Por otra parte, tal y como se indicó en la misma reunión, la revista se ha convertido en el órgano oficial de GETECCU y en ella se publicarán todas aquellas recomendaciones / revisiones que el grupo de trabajo establezca. Con este último número de 2014 finaliza, pues, una etapa de la revista “EII al día”. Han pasado 12 años desde que el primer número vió la luz y desde entonces no ha hecho más que crecer y consolidar su prestigio hasta convertirse en el principal referente para los gastroenterólogos españoles, con o sin dedicación preferente a la enfermedad inflamatoria intestinal, tal y como quedó reflejado en la encuesta realizada en el 2013. Damos las gracias a todas las personas que han colaborado durante estos años en cada una de las diferentes secciones de la misma y, al mismo tiempo, las animamos a que sigan haciéndolo para que en el futuro próximo consigamos los objetivos marcados. También queremos pedir la colaboración de todos, pues es la única forma de convertir en realidad lo que ahora es una gran ilusión. Ignacio Marín y Joaquín Hinojosa Rev EII 13/2.indb 58 18/12/14 16:24 EII Revisiones ¿Es necesaria alguna medida para prevenir o detectar precozmente los tumores que puedan sufrir los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal en tratamiento inmunomodulador? Míriam Mañosa i Ciria Servicio de Gastroenterología. Unitat de Malalties Inflamatòries Intestinals. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol. Badalona Resumen Las neoplasias extraintestinales en pacientes con EII asociadas al uso de inmunomoduladores, sobre todo las tiopurinas, son los linfomas, cáncer cutáneo y el cáncer de cuello uterino. Una gran parte de los linfomas asociados al uso de tiopurinas están asociados al VEB y a la edad por lo que alguna de las medidas para disminuir el riesgo de linfoma podría ser plantear monoterapia con anti-TNF alfa en lugar de iniciar tiopurinas en pacientes jóvenes seronegativos para el VEB y valorar retirar la inmunosupresión en pacientes de edad avanzada con la enfermedad en remisión. En relación al cáncer cutáneo es aconsejable que los pacientes con EII y tratamiento inmunomodulador utilicen protección solar de por vida así como que se realicen exploraciones cutáneas anuales. Para disminuir el riesgo de displasia cervical, todas las mujeres con EII en tratamiento inmunosupresor deben realizar controles anuales con citologías cervicales y aquellas pacientes jóvenes con EII son candidatas a recibir la vacunación del VPH. Asimismo, aquellas pacientes que ya presentan displasia cervical deberían abandonar el hábito tabáquico así como evitar el uso prolongado de anticonceptivos orales. Summary Extraintestinal malignancies in IBD patients associated to the use of immunomodulators, especially thiopurines, are lymphomas, skin cancer and cervical cancer. Most of lymphoma associated with the use of thiopurines are related to EBV and age. Measures for reducing the risk of lymphoma could be avoiding thiopurines in young patients seronegative for EBV and evaluate to withdraw immunosuppression in elderly patients in remission. Related to skin cancer, IBD patients currently or previously treated with immunosuppressive therapy should use lifelong sun protection and do yearly dermatological screening. To reduce the risk of cervical dysplasia, yearly screening for uterine cervix abnormalities is recommended in IBD women on immunosuppressive therapy, along with HPV vaccination in young girls. Also, those patients who already have cervical dysplasia should give up smoking and avoid prolonged use of oral contraceptives. Palabras clave Enfermedad inflamatoria intestinal, inmunosupresores, neoplasia, prevención. Keywords Inflammatory bowel disease, inmunosupressors, cancer, prevention. Introducción La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad crónica que afecta predominantemente a pacientes jóvenes. El objetivo del tratamiento de mantenimiento de la EII es conseguir la curación mucosa mediante el control de la inflamación. El tratamiento inmunosupresor utilizado para Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 59 mantener la remisión en pacientes con EII son las tiopurinas, metotrexate, y los agentes biológicos anti-TNFalfa(1-3). Sin embargo, estos fármacos no están exentos de efectos adversos y uno de ellos y que provoca mayor preocupación tanto a pacientes como a médicos, es el riesgo potencial de 59 18/12/14 16:24 EII desarrollar un cáncer. En general, los fármacos inmunosupresores pueden desencadenar neoplasias mediante varios mecanismos: disminución de la inmunovigilancia(4), facilitan la acción de virus oncogénicos(5) y por alteración directa del ADN(6). Diversos estudios describen que la población con EII presenta un mayor riesgo de tumores por la misma inflamación crónica –como en el caso del cáncer colo-rectal y del colangiocarcinoma– y, por otro lado, por el uso de inmunosupresores(7-11). Los cánceres extraintestinales relacionados con el uso de inmunosupresores descritos en pacientes con EII son las enfermedades linfoproliferativas, los cánceres cutáneos y el cáncer de cuello uterino(7,12). De los fármacos inmunomoduladores utilizados en la EII, las tiopurinas son las que se han asociado a un mayor riesgo de presentar neoplasia. Los agentes biológicos anti-TNF alfa se utilizan con frecuencia asociados a las tiopurinas por lo que conocer con exactitud el riesgo asociado de presentar neoplasias únicamente por los fármacos antiTNF no está bien evaluado. Por último, el metotrexate es uno de los inmunosupresores de 2º línea y disponemos de pocos datos sobre el riesgo de neoplasia que genera en pacientes con EII, sin embargo, el metotrexate es un fármaco ampliamente utilizado en pacientes reumatológicos y trasplantados por lo que se puede extrapolar algún dato. En esta revisión comentaremos qué factores de riesgo modificables se han de tener en cuenta y qué medidas se deben tomar para prevenir o detectar precozmente los tumores asociados al tratamiento inmunosupresor. Linfomas Las enfermedades linfoproliferativas son un conjunto heterogéneo de entidades que se producen por la proliferación clonal de células B, T y NK(13). Los pacientes con EII bajo tratamiento con tiopurinas tienen un riesgo entre 3 y 5 veces mayor de desarrollar una enfermedad linfoproliferativa(11,14,15) y este riesgo aumenta con la edad y el tiempo de evolución de la enfermedad(15). Tras retirar el tratamiento con tiopurinas, la incidencia de linfoma regresa a la incidencia basal de la población que nunca ha sido tratada con tiopurinas. En este sentido, recientemente se ha publicado un estudio americano de una serie muy amplia de pacientes con colitis ulcerosa que demuestra que, al retirar el fármaco, el riesgo de linfoma se reduce al de la población normal tras una media de 3 años y medio(11,15). Este aspecto es muy importante, ya que una de las posibles medidas para minimizar el riesgo de linfoma sería retirar el tratamiento a aquellos pacientes con un mayor riesgo (hombres de edad avanzada) una vez la enfermedad estuviera en remisión(15-18). Sin embargo, la evidencia es escasa por lo que sería necesario un estudio controlado que evaluara la retirada del tratamiento con tiopurinas en aquellos pacientes en remisión prolongada antes de dar indicaciones en este sentido. Los linfomas descritos asociados a la EII en tratamiento inmunosupresor son los linfomas de células B (linfoma folicular 60 Rev EII 13/2.indb 60 o linfoma de células grandes) mientras que los linfomas de células T o linfomas de Hodgkin son menos frecuentes. Asimismo, se han descrito tres tipos específicos de linfomas en pacientes bajo tratamiento inmunosupresor con tiopurinas, que presentan una base patogénica específica sobre la que se puede realizar alguna estrategia para minimizar el riesgo. Linfoma asociado al VEB El virus de Epstein-Barr (VEB) se ha asociado al desarrollo de linfomas en pacientes tratados con tiopurinas(19). Un defecto en la inmunovigilancia del VEB latente induciría el proceso linfoproliferativo(20). Los pacientes adolescentes y adultos jóvenes pueden adquirir la infección al inicio del tratamiento con tiopurinas por lo que este grupo de pacientes representa un grupo de riesgo. En teoría, los linfomas asociados al VEB y a las tiopurinas se pueden prevenir al retirar el fármaco en el momento del estado “pre-linfoma”. Sin embargo, no hay un método estandarizado para identificar el estado “pre-linfoma”. En el paciente trasplantado, los hematólogos monitorizan la carga viral del VEB para identificar el estado pre-linfoma e iniciar tratamiento preventivo, aunque aún no disponen de consenso en el método a utilizar para detectar la carga viral y en el nivel de carga viral del VEB considerada límite. Esta técnica no está validada en pacientes con EII y además se ha observado un incremento de carga viral del VEB durante los brotes de actividad de la enfermedad(21) que podría dificultar la interpretación de los niveles de la carga viral. No obstante, en pacientes bajo tratamiento inmunosupresor que presenten fiebre de origen desconocido, adenopatías periféricas palpables, astenia o síndrome hemofagocítico es necesario determinar los niveles virales de VEB para descartar un linfoma asociado al VEB en fase precoz. Linfoproliferación post-mononucleosis En los últimos años se ha descrito una entidad, linfoproliferación post-mononucleosis asociada o no a una linfohistiocitosis en pacientes jóvenes tratados con tiopurinas(11,22) con un desenlace fatal. Aunque su riesgo es muy bajo en la población general con EII, el riesgo crudo en pacientes hombres menores de 35 años seronegativos para el VEB y expuestos a tiopurinas es elevado. Por este motivo, parece razonable evitar tiopurinas en este grupo de pacientes e iniciar monoterapia con anti-TNF alfa, tratamiento que no se ha asociado a este tipo de complicación(23). Sin embargo, a día de hoy las guías no recomiendan aún solicitar la serología del VEB de manera rutinaria en pacientes previo al tratamiento(23). Linfoma hepatoesplénico de células T (LHECT) El LHECT es un tipo de linfoma muy poco frecuente que no se ha asociado al VEB y que presenta una evolución fatal y rápida. De los casos descritos en la literatura, una proporción considerable es en pacientes con EII bajo tratamiento con tiopurinas o combinado con anti-TNF alfa durante un tiempo medio de 6 años(24,25). La mayoría de los pacientes ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 REVISIONES Tabla I. Medidas para disminuir el riesgo de neoplasias en pacientes con EII en tratamiento con tiopurinas. Linfoma Cáncer cutáneo Cáncer de cérvix • Evitar tiopurinas en pacientes jóvenes con • Protección solar de por vida • Citología cervical anual serología del VEB negativa • Exploración dermatológica anual • Vacunación del VPH en menores de 26 años • Valorar retirar tiopurinas en pacientes • Pacientes con displasia cervical: abandonar el de edad avanzada en remisión hábito tabáquico y evitar anticinceptivos orales durante periodos prolongados afectados por este tipo de linfoma son hombres y menores de 35 años. Aunque el riesgo general de LHECT es muy bajo, los pacientes jóvenes en terapia combinada durante más de dos años presentan un mayor riesgo. En relación a otro tipo de inmunosupresores, no disponemos de información sobre el riesgo de linfoma asociado al metotrexate en pacientes con EII y los datos procedentes de pacientes con artritis reumatoide y metotrexate son controvertidos(26,27), aunque parece que el riesgo es bajo(23). Por otro lado, los agentes biológicos anti-TNF alfa tampoco parecen estar asociados a un mayor riesgo de linfoma(28), aunque la mayoría de pacientes tratados con biológicos han utilizado tiopurinas previamente o asociados a estos, por lo que son necesarios estudios más extensos para identificar con más exactitud el riesgo real de la monoterapia con biológicos. El tratamiento combinado (tiopurinas y anti-TNF) no se ha asociado a un mayor riesgo de desarrollar linfomas respecto a la población tratada únicamente con tiopurinas(16). En general, no existen medidas preventivas para evitar los linfomas, aunque es importante tener en cuenta algunos aspectos como la edad del paciente y el sexo, ya que los linfomas son más frecuentes en hombres que en mujeres y su riesgo aumenta con la edad. Evitar tiopurinas en adultos jóvenes con serología del VEB negativa y valorar retirar la inmunosupresión con tiopurinas en pacientes de edad avanzada sería una de las estrategias a implementar. En caso de sospecha de enfermedad linfoproliferativa, se debe determinar la carga viral del VEB. Cáncer de cuello uterino El cáncer de cuello uterino representa el segundo cáncer más frecuente en mujeres. Se ha demostrado que prácticamente todos los cánceres de cérvix se relacionan con el virus del papiloma humano (VPH). Existen unos 40 tipos de VPH que infectan el epitelio escamoso del tracto ano-genital. Los tipos 16 y 18 son los más comunes y los responsables del 60-80% de todos los cánceres de cérvix. Aunque la infección por el VPH está presente siempre, existen otros factores de riesgo asociados al desarrollo de displasia cervical, como el tabaquismo, el uso de anticonceptivos orales durante periodos prolongados, promiscuidad, coinfecciones por otras enfermedades de transmisión sexual (VIH, Herpes simple o Chlamydia trachomatis), una elevada paridad, clase social baja(29-31). Estudios en mujeres con enfermedades crónicas(32) y tras trasplante(33,34) bajo tratamiento inmunosupresor muestran una Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 61 mayor incidencia de cáncer cervical. Sin embargo, estudios en mujeres con EII han aportado datos heterogéneos(29,31,35,36) sobre la incidencia de displasia cervical bajo tratamiento inmunosupresor, por lo que el papel de los inmunosupresores en el riesgo de displasia cervical en la EII no queda claro. La recomendación general en pacientes bajo tratamiento inmunosupresor es realizar dos citologías el primer año y si el resultado es normal seguir controles posteriores anuales(37). Asimismo, dada la clara relación entre el cáncer de cuello cervical y la infección persistente por el VPH y la relación entre esta y el uso de inmunosupresores parece lógico aconsejar un seguimiento exhaustivo de las pacientes con EII que reciben tratamiento inmunomodulador mediante citologías periódicas aunque los datos al respecto sean contradictorios. La citología ginecológica periódica ha demostrado reducir la incidencia de cáncer cervical en la población general(38). Sin embargo, datos recientes muestran que únicamente un 20% de las pacientes con EII realizan los controles citológicos(39) por lo que es importante insistir y recomendar los controles ginecológicos a nuestras pacientes. Otra medida más coste-eficaz es la vacunación en mujeres antes del inicio de relaciones sexuales. Hay dos vacunas disponibles en el mercado, Gardasil® que es una vacuna cuadrivalente y Cervarix®, que es una vacuna bivalente. Ambas vacunas son muy eficaces en la reducción de lesiones del tracto genital inferior causadas por el VPH 16 y 18 y han demostrado protección cruzada con otros tipos de VPH, sin observar diferencias entre ellas en relación a la eficacia y seguridad(40,41). Las dos vacunas son bien toleradas aunque pueden causar dolor y enrojecimiento en el punto de inyección, fatiga, cefalea y mialgias(40,41). La vacunación se recomienda a mujeres entre 9 y 25 años si es posible antes del inicio de las relaciones sexuales, aunque si ha existido exposición al VPH también deberían vacunarse. De modo que, para disminuir el riesgo de presentar una neoplasia del cuello uterino, es aconsejable que aquellas pacientes con EII que presentan displasia cervical abandonen el hábito tabáquico y eviten anticonceptivos orales durante un periodo prolongado. Los gastroenterólogos debemos recomendar a nuestras pacientes con EII realizar los controles citológicos periódicos y en aquellas pacientes bajo tratamiento inmunosupresor (tanto tiopurinas o metotrexate como agentes biológicos) realizar dos citologías el primer año y, posteriormente, anual, así como la vacunación. 61 18/12/14 16:24 EII Cánceres cutáneos Los cánceres cutáneos engloban los melanomas y los cánceres cutáneos no melanomas (CCNM). El CCNM es el cáncer más frecuente y engloba el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas. Los factores de riesgo para desarrollar un melanoma son la historia familiar o personal previa, sexo masculino, edad avanzada, caucásicos, múltiples nevus benignos o atípicos (>100), fototipo cutáneo I, exposición solar, CCNM previo, inmunosupresión y el tratamiento con agentes biológicos. Los factores de riesgo para el desarrollo del CCNM son también el sexo masculino, edad avanzada, tipo cutáneo I y II, la radiación solar UV, uso de lámparas de bronceado, lesiones precursoras (queratosis actínica, enfermedad de Bowen, úlceras crónicas), infección por VIH, tabaco, pacientes trasplantados, y tiopurinas. Las tiopurinas producen citotoxicidad en el epitelio cutáneo e inducen daño en el ADN por el acúmulo de 6-tioguanina potenciando el efecto carcinogénico de la radiación ultravioleta A(42,43). Datos procedentes de series amplias de pacientes trasplantados asocian el riesgo de CCNM al uso de tiopurinas(44). De hecho, estudios recientes(45,46) muestran un riesgo incrementado de CCNM en pacientes con EII respecto a controles. Aunque la mayoría de datos sobre la incidencia de este tipo de cáncer cutáneo en pacientes con EII procede de series retrospectivas, también disponemos de los resultados del registro CESAME(47) que demuestra un mayor riesgo de CCNM en población con EII respecto a la población general, mientras que el riesgo de melanoma es similar. Al analizar a los pacientes con EII en tratamiento con tiopurinas, el riesgo aumenta tanto en aquellos pacientes bajo tratamiento activo como en los pacientes expuestos a tiopurinas en el pasado. Recientemente se ha publicado un metanaálisis que muestra que el riesgo de CCNM observado en pacientes con EII tratados con tiopurinas no es tan elevado como se ha descrito(48). En relación al riesgo de desarrollar un melanoma, datos del registro CESAME muestran que este no está incrementado en los pacientes bajo tratamiento con tiopurinas(49). En relación al resto de fármacos inmunomoduladores utilizados en la EII, el metotrexate y los agentes anticalcineurínicos, como la ciclosporina y el tacrolimus, no se han asociado a un mayor riesgo de CCNM ni de melanoma(45) aunque la literatura al respecto es escasa. El uso de agentes anti-TNF alfa se ha asociado a un riesgo aumentado de melanoma en pacientes con EII(50) y de CCNM en pacientes con enfermedad de Crohn(45). El tratamiento combinado con biológicos e inmunosupresores se ha asociado a un mayor riesgo de CCNM en aquellos pacientes con enfermedad de Crohn en algún estudio(45), sin embargo son necesarios estudios prospectivos y con mayor número de pacientes para conocer el riesgo real. Asimismo, es importante tener en cuenta factores adicionales que pueden incrementar el riesgo en algunos pacientes como en aquellos pacientes con piel clara en que el riesgo de presentar un CCNM es 2-3 veces mayor que en los pacientes con piel oscura(51), que presentan lunares atípicos, edad avanzada, antecedentes de quemaduras solares grave, historia familiar de cáncer cutáneo. Dado que los fármacos inmunosupresores utilizados en pacientes con EII están claramente asociados a un mayor riesgo de CCNM y también, aunque menor, de melanoma, es recomendable realizar una exploración cutánea por un dermatólogo, aunque un médico de familia o gastroenterólogo entrenado en este tipo de lesiones también podría hacer la revisión(23,52). Es importante explorar zonas escondidas como el cuero cabelludo, espalda, áreas entre los dedos de las manos y de los pies, plantas del pie… Las lesiones cutáneas pigmentadas deben ser evaluadas mediante la regla del ABCDE que valora la asimetría de la lesión, los márgenes-bordes irregulares, las lesiones con distintos colores en la misma lesión, el diámetro mayor de 6 mm y la evolución en el tiempo. Las lesiones cutáneas que cumplen cualquiera de estos criterios así como aquellas lesiones que sangran, no cicatrizan, o son dolorosas, deberían ser biopsiadas para diagnóstico histopatológico. Como prevención del cáncer cutáneo, junto a la exploración cutánea anual, es importante recomendar protección solar durante toda la vida a aquellos pacientes bajo tratamiento con tiopurinas y a los que alguna vez hayan recibido tiopurinas durante un mínimo de 6 meses(23). No conocemos, sin embargo, el impacto real de estas medidas en el riesgo de cáncer cutáneo por lo que deberían ser evaluadas en estudios prospectivos. Bibliografía 1. Neurath MF, Travis SP. Mucosal healing in inflammatory bowel diseases: a systematic review. Gut. 2012;61:1619-35. 2. Dignass A, Lindsay JO, Sturm A, Windsor A, Colombel JF, Allez M, et al. Second european evidence based consensus on the diagnosis and management of ulcerative colitis pat 2: current management. J Crohn Colitis. 2012;6:991-1030. 3. Dignass A, Van Assche G, Lindsay JO, Lémann M, Söderholm J, Colombel JF, et al. The second european evidence based consensus on the 62 Rev EII 13/2.indb 62 diagnosis and management of Crohn’s disease: current management. J Crohns Colitis. 2010;4:28-52. 4. Zitvogel L, Tesniere A, Kroemer G. Cancer despite immunosurveillance: immuniselection and immunisubversion. Nat Rev Immunol. 2006;6:715-27. 5. Munz C, Moormann A. Immune escape by Epstein-Barr virus associatedmalignancies. 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En este sentido, si el antecedente de neoplasia sólida de los pacientes candidatos a estos tratamientos es un factor limitante para los mismos, es objeto de controversia dada la ausencia de estudios clínicos específicos al respecto. Summary The use of immunomodulators and biological agents is necessary in a number of patients with inflammatory bowel disease. Among its potential adverse effects is the risk of developing malignancies. In this sense, if the history of solid tumor in patients candidates for these treatments is a limiting factor for them is controversial, given the absence of specific reporting clinical studies. Palabras clave Enfermedad inflamatoria intestinal, inmunosupresores, antiTNF, tumor sólido, seguridad. Keywords Inflammatory bowel disease, immunomodulators, anti-TNF therapy, malignancy, safety. Introducción La cuestión planteada acerca de si un paciente con EII y antecedente de neoplasia sólida puede recibir un tratamiento inmunosupresor o terapia biológica es compleja de responder. Los datos clínicos y la evidencia son escasos por diversas razones. En primer lugar, el antecedente de una neoplasia sólida constituye un criterio de exclusión en los ensayos clínicos controlados, impidiendo analizar el efecto de estos fármacos en este subgrupo de pacientes. Por otra parte, en muchas ocasiones los pacientes reciben más de un fármaco con efecto inmunosupresor, siendo difícil asignar completamente el riesgo a cada uno de los fármacos de la combinación terapéutica. Finalmente, aunque como veremos a continuación, disponemos de datos recientes de estudios epidemiológicos acerca de pacientes con estos antecedentes tratados con inmunomoduladores y fármacos biológicos, el nú- 64 Rev EII 13/2.indb 64 mero global de pacientes en esta situación es escaso, lo que limita las conclusiones extraídas de los mismos. Sin embargo, se trata de una duda planteada cada vez con más frecuencia en la práctica clínica puesto que los consensos y guías de práctica clínica han ido ampliando las indicaciones de uso de inmunosupresores y fármacos biológicos en EII. A continuación analizaremos si los pacientes con EII presentan per se un riesgo incrementado de neoplasias sólidas, si el uso de fármacos con efecto inmunosupresor es un factor de riesgo para el desarrollo de estos tumores, sin analizar las neoplasias linfoproliferativas, y posteriormente, basándonos en los datos de la literatura trataremos de responder si la población de pacientes con antecedente de neoplasia sólida pueden recibir inmunosupresión en el contexto de su EII, si así lo precisan. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 REVISIONES Riesgo de neoplasias no hematológicas independientemente del tratamiento en pacientes con EII Es complejo determinar el riesgo de neoplasias asociado a la propia EII pues la mayoría de estudios diseñados a este respecto incluyen pacientes con historia previa de exposición al menos a un tipo de inmunosupresor. Sabemos que la EC y CU se asocian a un riesgo aumentado de neoplasias gastrointestinales, incluyendo cáncer colorrectal, especialmente en el caso de la CU, tumores hepatobiliares y carcinoma del intestino delgado (EC)(1). El riesgo basal de otras neoplasias extraintestinales y hematológicas está menos claro. Un metaanálisis de estudios poblacionales de cohortes determinó el riesgo de cáncer extraintestinal en EII(2) comparado con la población general. Los pacientes con EC presentaban un riesgo incrementado de cáncer cutáneo de células espinosas (SIR=2,35, IC 95%,1,43-3,86), cáncer gástrico (SIR=2,05, IC 95%, 1,06-3,97), de pulmón (SIP=1,82, IC 95% 1,18-3,63) y de vejiga (SIP=2,03, IC 95% 1,14-3,63). Los pacientes con CU presentaron un riesgo aumentado en la incidencia de leucemia (SIR=2,00 IC 95%, 0,20-0,74), mientras que el riesgo de incidencia de cáncer de pulmón fue inferior al de la población general (SIP=0,39, IC 95% 0,20-0,74). Estas diferencias podrían ser explicadas por los diferentes hábitos en cuanto al consumo de tabaco entre los dos grupos, sin poder excluir completamente efectos asociados a los fármacos o a la propia enfermedad. Un estudio de Singh(3) no encontró evidencia de riesgo aumentado de cáncer de piel de células escamosas en pacientes con EC o CU en una cohorte de 9.618 pacientes. En este mismo trabajo los autores encuentran un aumento del riesgo de cáncer de células escamosas en varones con EC que nunca habían consumido inmunosupresores (HR=1,68, IC 95%, 1,21-2,34), sin evidencia de este riesgo en mujeres con EC o pacientes con CU. Finalmente, si existe un aumento de riesgo de anomalías en la citología cervical de mujeres con EII es objeto de controversia(4-6). Carcinogénesis asociada a terapia inmunosupresora De la experiencia obtenida en el trasplante sabemos que las terapias inmunosupresoras pueden favorecer, de modo dosis y tiempo dependiente, la aparición de neoplasias de novo, así como acelerar el crecimiento tumoral, una vez que el tumor ha aparecido, y favorecer el desarrollo de metástasis(7). Este proceso está favorecido por la disminución de la inmunovigilancia(8), la facilitación de la acción de los virus oncogénicos y el efecto oncogénico directo de ciertos fármacos(7). Cáncer cutáneo no melanocítico (CCNM) •Riesgo asociado a tiopurinas solas o asociadas a antiTNF. Existe una clara asociación entre los CCNM, las tiopurinas y la EII demostrada por varios estudios recientes(9-12). La exposición actual a tiopurinas se asocia a un incremento Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 65 de 4 a 6 veces del riesgo de CCNM. Ambos subtipos están incrementados: cáncer de células basales, es el más frecuente en la población general y cáncer de células espinosas, asociado a peor pronóstico y mayor efecto asociado a inmunosupresión(13). Las tiopurinas incrementan el daño inducido en el DNA de las células cutáneas por la radiación UVA, mediado por la generación de especies reactivas de oxígeno(14,15). Las tiopurinas también causan mutaciones en el gen supresor tumoral PTCH que está alterado en los carcinomas de células basales, siendo este mecanismo independiente de la exposición solar(16). Las mutaciones inducidas por las tiopurinas en las células cutáneas tiene efectos deletéreos a largo plazo. Así, los pacientes de la cohorte CESAME expuestos en el pasado a tiopurinas tenían incremento del riesgo de cáncer cutáneo de modo similar a los pacientes expuestos en el momento del estudio(10). Ello apoya el consejo a los pacientes con EII de usar protección solar y someterse a screening dermatológico de por vida si recibieron en algún momento de su evolución tratamiento con tiopurinas durante un período superior a 3 meses. •Riesgo asociado con el uso de anti-TNF. En EII el riesgo de CCNM asociado el uso exclusivo de antiTNF no está adecuadamente establecido. Un estudio de casos controles realizado por Long(9) encontró un riesgo 2 veces superior en pacientes con EII expuestos a antiTNF en monoterapia. No obstante, el efecto carcinogénico persistente de las tiopurinas puede tener impacto en el riesgo de CCNM en pacientes tratados con antiTNF en monoterapia si previamente han sido expuestos a tiopurinas. En estudios observacionales de cohortes realizados en pacientes con artritis reumatoide (AR) la exposición a antiTNF se asoció con un aumento del riesgo de CCNM (RR:1,45, IC 95%, 1,15-1,76)(17). Melanomas A diferencia de los CCNM, los melanomas son tumores de difícil curación y la mortalidad asociada a los mismos se ha mantenido inalterable a pesar de los esfuerzos para la detección precoz de estas lesiones. Los pacientes con EII tienen un riesgo basal mayor de desarrollar melanomas(3), existiendo pocos datos referentes al riesgo asociado al tratamiento con fármacos biológicos. El estudio de casos controles de Long(18) mostró que el uso de biológicos se asociaba a un mayor riesgo de melanomas (OR 1,88, IC 95%, 1,08-3,29) no sucediendo así con el uso de inmunomoduladores (OR 1,1, IC 95%, 0,72-1,67). Al efectuar un subanálisis se observó que los pacientes con terapia biológica prolongada tenían un riesgo aumentado de presentar melanomas mayor que los no expuestos a tratamientos durante períodos prolongados de tiempo (OR 3,93, IC 95%, 1,82-8,50). A diferencia de los resultados del estudio de Long, el grupo CESAME(19) no halló un riesgo aumentado de melanoma asociado al tratamiento con tiopurinas (SIR 1,09, IC 95%, 0,13-3,94) o a terapia anti-TNF (SIR 2,57; IC 65 18/12/14 16:24 EII Tabla I. Riesgo de CCNM e inmunosupresión. Tratamiento Long et al. 2010(9) Uso reciente (<90 días) OR IC 95% - Biológicos 2,47 1,29-4,73 - Inmunomoduladores 3,71 2,74-5,02 - Terapia combinada 5,85 3,2-10,8 - Biológicos 3,23 1,24-8,45 - Inmunomoduladores 4,45 2,94-6,75 - Terapia combinada 6,75 2,74-16,65 Peyrin-Biroulet, 2011(10) Tiopurinas 5,92,1-16,4 Long et al. 2012(18) Uso persistente (>365 días) Riesgo global - Biológicos 1,14 0,95-1,36 - Inmunomoduladores 1,85 1,66-2,05 - Biológicos 1,63 1,12-2,36 - Inmunomoduladores 2,72 2,27-3,26 Uso persistente (>365 días) - Terapia combinada 3,89 2,33-6,46 Osterman et al. 2014(21) 3,46 1,08-11,06 Terapia combinada Ariyaratnam et al. 2014(12)Tiopurinas 95%, 0,06-14,33). Menos de un 10% de los pacientes en el estudio de CESAME(19) recibieron fármacos no tiopurínicos por lo que es difícil estimar el riesgo de melanoma asociado a la terapia antiTNF en este estudio. En la tabla I se resumen los principales estudios acerca de la asociación entre neoplasias cutáneas e inmunosupresión en EIIC. Otras neoplasias •Terapia AntiTNF. Las investigaciones específicas en EII no han demostrado un incremento del riesgo de neoplasias asociadas al uso de infliximab apoyado por los datos de un estudio observacional con una importante cohorte (Registro TREAT)(20). Este registro estadounidense enroló a 6.273 pacientes con una media de seguimiento de 5,2 años/ paciente y no halló que la monoterapia con inmunomoduladores (HR;1,43, IC 95%, 0,92-2,21) ni la monoterapia con infliximab (HR;0,59;IC 95%, 0,28-1,22) o su combinación (HR;1,22; IC 95%, 0,81-1,86) se asociaran de modo independiente a un incremento en el riesgo de malignidad. Un metaanálisis reciente investigando el riesgo de neoplasia asociado al uso de adalimumab(21) encontró que el uso de este antiTNF en combinación con un inmunomodulador conllevaba un aumento del riesgo de neoplasias (CCNM u otros tumores) (SIR, 4,59; 95% CI, 2,51-7,70), sin embargo el uso de adalimumab en monoterapia no asoció una incidencia de neoplasias mayor de la esperada. Este 66 Rev EII 13/2.indb 66 2,28 1,50-3,45 hallazgo fue corroborado por un metaanálisis reciente(22) de distintos estudios con todos los agentes antiTNF usados en EII (infliximab adalimumab, golimumab, certolizumab). Esta revisión sistemática incluyó 22 estudios, con un total de 7.045 pacientes y mostró un RR de neoplasias de 0,77(IC 95%, 0,37-1,59) en los pacientes tratados con antiTNF frente a los controles tratados con placebo. Los CCNM no fueron incluídos en el análisis. No obstante, los autores concluyen que estos resultados se obtuvieron de estudios realizados a un año de seguimiento y que, por tanto, no se puede excluir el riesgo de neoplasia a más largo plazo. •Otros biológicos. Es muy importante conocer el riesgo de neoplasias asociado a los nuevos agentes empleados en el tratamiento de la EII, especialmente el papel que las nuevas dianas terapéuticas tienen en la función inmune y en la transformación neoplásica. La mayor parte de los datos respecto a su potencial neoplásico provienen de poblaciones de pacientes no afectos de EII o se han obtenido de estudios preliminares. •Anti-integrinas (natalizumab y vedolizumab). Natalizumab es un anticuerpo monoclonal recombinante humanizado IgG4 contra la subunidad a4, que bloquea los receptores a4b7 en el tracto gastrointestinal y a4b1 en el sistema nervioso central. Natalizumab fue la primera molécula antiadhesión desarrollada y aprobada para su uso en EII, sin embargo su utilización ha quedado muy restringida por el riesgo de desarrollo de leucoencefalopatía multifocal progresiva, una ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 REVISIONES infección cerebral oportunista, a menudo fatal, ocasionada por la reactivación del poliomavirus latente JC. Si bien inicialmente se describió la asociación entre linfoma cerebral y el tratamiento con natalizumab en esclerosis múltiple(23), datos de estudios posteriores no parecen confirmarlo(24). Respecto al riesgo de melanoma un metaanálisis de ensayos clínicos con natalizumab(25) mostró que la incidencia de melanoma fue similar entre pacientes que recibieron natalizumab (3 de 4.250 [0,07%]) respecto a los que recibieron placebo (2 de 2.059 [0,10%]). Además, los datos de vigilancia postmarketing entre más de 21.000 pacientes tratados con natalizumab no parecen indicar un aumento de riesgo de melonoma (datos no publicados). Vedolizumab es un anticuerpo humanizado IgG1 que se une exclusivamente a la integrina a4b7 específica del tracto gastrointestinal e inhibe el tráfico de leucocitos a la mucosa gastrointestinal. Existen estudios recientes en fase 3 que demuestran su eficacia en EC y CU(26,27). Dado que el fármaco no está aprobado para ninguna indicación, estos estudios son la única fuente de datos respecto a su perfil de seguridad. Estos estudios, junto a otros que todavía están en curso, suponen un total de 3.129 pacientes tratados de los que extraer datos sobre su seguridad(28). En esta cohorte se detectaron 1 linfoma de células B , 3 CCNM (2 de células escamosas y 1 de células basales) y 2 melanomas. Cabe destacar que el paciente que desarrolló el linfoma había sido tratado previamente con infliximab y azatioprina y continuaba en tratamiento con azatioprina y esteroides cuando fue incluido en el estudio. De los 5 cánceres cutáneos, solo 2 se consideraron relacionados con vedolizumab. •Anti IL12/23 ustekinumab. Ustekinumab es un fármaco antiIL12/23 aprobado para su uso en psoriasis. Una revisión sistemática reciente y un metaanálisis(29) evaluaron los datos de seguridad de ustekinumab en pacientes con psoriasis tratados durante 5 años. Este análisis incluyó a 3.117 pacientes con 8.998 paciente-años de seguimiento y el 48% de los pacientes tenían una exposición al tratamiento superior a 4 años. La tasa observada de neoplasias en los pacientes tratados con ustekinumab fue similar a la esperada en la población general (SIR, 0,98 IC 95%, 0,741,29). Esta cohorte presentó una tasa de cáncer cutáneo significativamente superior comparado con otros agentes, con un total de 47 pacientes que desarrollaron un CCNM (5 in situ, 1 invasivo) durante el tratamiento. La tasa de melanomas no fue superior a la de la población general (SIR, 1,42; 95% CI, 0,52-3,09). Aunque la tasa de CCNM parece superior a la asociada a otros biológicos, cuando se comparan los pacientes tratados con ustekinumab y PUVA (soralenos y ultravioleta A) este subgrupo de pacientes tuvieron un riesgo de CCNM mayor que los tratados sólo con ustekinumab con significación estadística. •Inhibidores de la janus kinasa. Tofacitinib. Además de la inhibición de la producción de citocinas y de los receptores de éstas, otro mecanismo para modular la inflamación bajo investigación en EII es el bloqueo de las rutas de señalización mediadas por estas citocinas. Las janus kinasas (JAK) juegan un papel crucial en el crecimiento celular, supervivencia, desarrollo y diferenciación de las células inmunes. JAK 1 y JAK 2 están expresadas ubicuamente pero JAK 3 se encuentra sólo en las células hematopoyéticas y es parte de la ruta de señalización activada por varias citocinas fundamentales. Tofacitinib, es una pequeña molécula inhibidora de JAK3, aprobada para su uso en AR, si bien se están desarrollando ensayos en fase II y III para su uso en EC y CU. Su eficacia parece limitada en EC(30), sin embargo parece bien tolerada y efectiva en pacientes con CU moderada o grave(31). Estos ensayos clínicos no recogen datos más allá de la semana 12ª respecto a seguridad y, por tanto, no podemos extraer conclusiones acerca de su potencial riesgo de malignidad. No obstante, los datos de dos ensayos clínicos en fase 2 y 3 en AR junto a los proporcionados por 2 estudios de extensión a largo plazo en marcha aportan datos de casi 5.000 pacientes, con un total de 6.921 paciente-año exposición (PAE)(32). La tasa de incidencia para todas las neoplasias (excluyendo los CCNM) fue de 94/10.000 PAE y la tasa de neoplasias fue mayor a mayores dosis del fármaco y a exposiciones más prolongadas al mismo. Respecto a los cánceres de piel, 2 pacientes desarrollaron melanomas y 31 CCNM, 89/10.000 PAE en el grupo tratado con 10 mg frente a 37/10.000 PAE en los tratados con 5 mg. La tabla II muestra la asociación entre neoplasias extraintestinales y fármacos biológicos en EII. Tabla II. Tasa de neoplasias extraintestinales con biológicos. Tasa global Incidencia esperada (población general) AntiTNF (infliximab, adalimumab, Pulmón Vejiga Mama Próstata Leucemia 463/100.000 PAS 61/100.000 PAS 21/100.000 PAS 124/100.000 PAS 152/100.000 PAS 13/100.000 PAS 69/10.000 PAS 8,6/10.000 PAS 4,3/10.000 PAS 4,3/10.000 PAS 4,3/10.000 PAS 3,3/10.000 PAE 58/10.000 PAS 6,5/10.000 PAS 3,3/10.000 PAS 6,5/10.000 PAS Anti.IL12/23 (ustekinumab) 67/10.000 PAS 1,1/10.000 PAS 2,2/10.000 PAS 4,5/10.000 PAS 15/10.000 PAS Inhibidores JAK (tofacitinib)a 94/10.000 PAE 23/10.000 PAE 2,2/10.000 PAE 19/10.000 PAE 2,2/10.000 PAE certolizumab, golimumab) Antiintegrinas (vedolizumab) a 2,2/10.000 PAS PAS: paciente año de seguimiento; PAE: paciente año exposición; a: datos en población no EIIC. Adaptada de Siegel 2014. Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 67 67 18/12/14 16:24 EII Riesgo de cáncer bajo inmunosupresión en pacientes con antecedente de neoplasia Es un hecho constatado en pacientes trasplantados que la recurrencia de los tumores está favorecida por la inmunosupresión(7). El riesgo de recurrencia de un cáncer depende del subtipo de neoplasia y del tiempo transcurrido entre la finalización de la terapia oncológica y el inicio del tratamiento inmunosupresor(33,34). Considerando la experiencia obtenida en el trasplante renal, podemos extrapolar el riesgo de recidiva de los tumores y categorizarlos en tumores de bajo, medio y alto riesgo de recurrencia. Según este riesgo, las recomendaciones temporales de evitar la inmunosupresión son variables. Todo ello se resume en la tabla III. En la población general los pacientes con una historia previa de cáncer tienen un riesgo escaso de desarrollar una segunda neoplasia además del riesgo de recurrencia de la neoplasia inicial(35). El riesgo de desarrollar un segundo cáncer es superior si los pacientes fueron diagnosticados de la primera neoplasia a una edad temprana. En enfermedades inflamatorias crónicas tenemos pocos datos acerca del riesgo de cáncer en pacientes expuestos a inmunosupresión y con historia de cáncer previa. Los datos de 2 cohortes de pacientes con artritis reumatoide (AR) y antecedente de neoplasia sugieren que el riesgo de recurrencia o aparición de un nuevo tumor no fue significativamente mayor en los tratados con antiTNF y metotrexate respecto a los tratados sólo con metotrexate(36,37). La primera de ellas(36) recoge los datos del registro de biológicos de la Sociedad Británica de Reumatología. De un total de 14.000 pacientes con AR, 10.735 fueron tratados con antiTNF frente a 3.412 tratados con otros fármacos, excluyendo inmunomoduladores. Un total de 293 pacientes tenían antecedentes de neoplasia, de ellos 177 recibieron posteriormente antiTNF. El tiempo medio desde el diagnóstico del cáncer al inicio del tratamiento inmunosupresor fue de unos 10 años. La tasa de incidencia de neoplasias fue de 25,3/1.000 pacientes/ año en el grupo tratado con antiTNF frente a 38,3/1.000 pacientes /año en el grupo tratado con otros fármacos. El ajuste por edad y sexo no modificó los resultados (OR:0,58, IC 95% 0,23-1,43). La conclusión de los autores fue que el antecedente de neoplasia en pacientes con AR que deben recibir biológicos no aumenta el riesgo de desarrollo de una nueva neoplasia. No obstante, llaman a la prudencia, destacando que es básica una adecuada selección de pacientes, pues en esta serie la mayoría de pacientes se encontraban libres de enfermedad tumoral durante unos 10 años. Recientemente se han publicado los datos de un estudio francés(38) que nos aportan la información más específica e interesante hasta la fecha, acerca del riesgo del tratamiento inmunosupresor en EII con antecedente de neoplasia. Este estudio del grupo CESAME ha evaluado el riesgo de desarrollar una nueva neoplasia o recurrencia de la previa en pacientes con EII e historia de cáncer. Se incluyeron 17.047 pacientes de manera prospectiva y observacional, 68 Rev EII 13/2.indb 68 Tabla III. Riesgo de recurrencia de cánceres preexistentes tras inmunosupresión postrasplante. Riesgo Órgano Evitar inmunosupresión hasta Bajo (0-10%) Riñón (asintomático) Un año en remisión Linfoma Testículo Cérvix Tiroides Intermedio Mama (10-25%) Cuerpo uterino Dos años en remisión Colon Próstata Alto (>25%) Vejiga Riñón (sintomático) Cinco años en remisión Sarcoma Melanoma CCNM Mieloma de ellos 405 (2,4%) tenían historia personal de cáncer. La mediana de seguimiento fue de 36 meses. La tasa de incidencia de cáncer en el seguimiento fue de 21,1/1.000 pacientes año y 6,1/1.000 pacientes año en pacientes con o sin historia previa de cáncer, respectivamente. En el análisis multivariante, la HR ajustada para cáncer incidente entre pacientes con o sin neoplasia previa fue de 1,9 (IC 95%, 1,2-3). Cuando se estratificaba a los pacientes por el uso de inmunosupresores el riesgo de cánceres nuevos fue numéricamente, pero no estadísticamente superior en los pacientes que recibieron inmunosupresores comparados con aquellos que no lo hicieron (23,1/1.000 pacientes año vs 13,2/1.000 pacientes año), sin embargo el cáncer recurrente fue similar (3,9 vs 6/1.000 pacientes año). Cabe destacar que la mayoría de los pacientes de esta cohorte CESAME que habían sido tratados con inmunosupresores recibieron monoterapia con tiopurinas. Por tanto, este es el primer estudio prospectivo acerca del riesgo de cánceres nuevos o recurrencias en pacientes con EII que tienen antecedente de neoplasia. Los resultados muestran que estos pacientes presentan un riesgo aumentado de cualquier cáncer (nuevo o recurrente), con una incidencia superior de cánceres nuevos respecto a recurrencias. Otra de sus conclusiones fue que el uso de inmunosupresores no tenía un impacto cuantitativo per se en el riesgo. La principal limitación del estudio fue el escaso tamaño de la muestra de pacientes con antecedente de neoplasia, lo que limita el poder estadístico de sus resultados. Con respecto al posicionamiento de las principales guías y consensos en EIIC en esta materia cabe destacar, pues son las más recientes y son nacio- ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 REVISIONES nales, las recomendaciones de GETECCU(39) sobre el uso de fármacos antiTNFa en la EII publicadas en 2013. Estas indican literalmente: “la toma de decisiones en esta situación requiere coordinación multidisciplinaria con oncólogos y hematólogos, y debe tener en cuenta diversos factores, como el tipo histológico de la neoplasia, su estadificación, la edad, las comorbilidades añadidas a la EII y a la neoplasia, el grado de actividad inflamatoria de la EII y, finalmente, la opinión del propio paciente”. Control de los factores de riesgo para malignidad En la intención de minimizar en la medida de lo posible el riesgo de malignidad en los pacientes con EII se han de considerar una serie de factores de riesgo a la hora de seleccionar la mejor estrategia de manejo con un adecuado perfil de seguridad. Algunos de ellos son modificables, sobre los que es posible actuar, y otros son inmodificables. Respecto a los factores modificables destacan el consumo de tabaco, la fotoprotección, el déficit de vitamina D y la terapia combinada biológicos-inmunomoduladores. Existe evidencia reciente de que pacientes con EII y déficit de vitamina D presentan un riesgo aumentado de cáncer(40). En el estudio de Ananthakrishnan el incremento en los niveles plasmáticos de 25-OH-vitamina D se asoció a disminución del riesgo de cáncer colorrectal en un 6% (OR, 0,94; IC 95%, 0,88-0,6) y de pulmón en un 5% (OR, 0,95; IC 95%, 0,0-0,99). La terapia combinada parece añadir un aumento al riesgo de malignidad cuando se asocia un inmunomodulador al antiTNF. Debemos valorar determinados escenarios tales como el del paciente varón joven con enfermedad limitada (enfermedad no extensa sin afectación perianal) en los que parece más apropiada la monoterapia antiTNF. La duración de la terapia combinada es otro aspecto controvertido, pero puede considerarse la suspensión del fármaco inmunosupresor en pacientes con bajo riesgo de recaída(41), siempre que se encuentren en remisión y bajo vigilancia estricta pues esta estrategia se asocia con descenso de los niveles plasmáticos del antiTNF. Un punto también debatido es la sustitución de las tiopurinas por metotrexate en la terapia combinada con el fin de disminuir el potencial riesgo neoplásico de la asociación. No obstante, Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 69 existe evidencia reciente de riesgo neoplásico asociado a metotrexate en otros contextos clínicos, AR(42) y, por otra parte, carecemos de evidencia de beneficio clínico en EII con esta combinación(43). Entre los factores no modificables se encuentran las características del paciente (edad) y de su enfermedad (extensión, patrón del comportamiento y manifestaciones extraintestinales). La edad es un factor de riesgo per se para el desarrollo de neoplasias, sobre todo a partir de los 65 años. Se ha establecido, asimismo, una correlación entre la mayor extensión de la enfermedad, mayor carga inflamatoria y manifestaciones extraintestinales y riesgo de neoplasia(44). Es lógico pensar, por tanto, que un control clínico enérgico y precoz podría ayudar a disminuir este riesgo. Conclusiones Los pacientes con EII y antecedente de cáncer presentan un riesgo aumentado de neoplasias de novo y recurrencias, sobre todo de las primeras. El uso de inmunosupresores no parece tener un impacto mayor en este riesgo. Por tanto, no existe una contraindicación generalizada para el uso de inmunosupresión en pacientes con antecedente de neoplasia sólida. Ahora bien, estos pacientes deben ser evaluados para despistar otro cáncer latente, sobre todo si son mayores (mediante TC toracoabdominal y despistaje de cáncer de mama y próstata) si van a recibir inmunosupresión. Parece razonable, además, controlar los factores de riesgo modificables: adecuado nivel de vitamina D, evitar la terapia combinada, abandono del tabaco, seguir los programas de screening de cáncer poblacionales y usar fotoprotección. Ante el escaso nivel de evidencia y la ausencia de guías clínicas específicas se trata de una decisión compleja que debe ser evaluada caso a caso, teniendo en cuenta: estadio, tipo histológico, pronóstico, tiempo desde la finalización del tratamiento oncológico, opinión consensuada del oncólogo, gravedad de la EII, impacto esperado de la terapia inmunosupresora en el cáncer previo y la propia opinión del paciente. En general, en pacientes con tumores con riesgo de recurrencia intermedio o alto se debe considerar un período libre de inmunosupresión de 2-5 años, usando esquemas de tratamiento en monoterapia y en cooperación con los oncólogos. 69 18/12/14 16:24 EII Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 70 Rev EII 13/2.indb 70 Bernstein CN, Blanchard JF, Kliewer E, et al. Cancer risk in patients with inflammatory bowel disease: a population-based study. Cancer. 2001;91:854-62. Pedersen N, Duricova D, Elkjaer M, et al. Risk of extra-intestinal cancer in inflammatory bowel disease: meta-analysis of population-based cohort studies. Am J Gastroenterol. 2010;105:1480-7. Singh S, Nagpal SJ, Murad MH, et al. Inflammatory bowel disease is associated with an increased risk of melanoma: a systematic review and meta-analysis. Clin Gastroenterol Hepatol. 2014;12 (2):210-8. Kane S. Abnormal Pap smears in inflammatory bowel disease. 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Madrid Resumen La utilización de inmunomodulares y antiTNF puede incrementar el riesgo de ciertos tumores malignos de piel, estos riesgos deben ser sopesados cuidadosamente frente al potencial beneficio que ofrecen estos tratamientos. Los inmunosupresores y antiTNF pueden ser iniciados tras el tratamiento del cáncer cutáneo. Esta decisión debe ser realizada de forma individualizada, en colaboración con el oncólogo, de acuerdo a las características y pronóstico del cáncer cutáneo, la gravedad de la enfermedad inflamatoria intestinal, el impacto de los inmunosupresores en el cáncer cutáneo y el deseo del paciente. Summary Immunomodulators and biological agents may be associated with an increased risk of skin cancer. This risk should be weighed carefully against the substantial benefits offered by these therapies. Immunosuppressive and antiTNF agents may be initiated after the cancer treatment. This decision should be made individualized, together with the oncologist, according to the characteristics and prognostic of the skin cancer, and intrinsic severity of inflammatory bowel disease, impact of immunosuppressive therapies on skin cancer and the patient’s desire. Palabras clave Neoplasias malignas cutáneas, inmunosupresores, agentes biológicos. Keywords Skin malignant cancer, immunosuppressive, biological agents. Introducción Los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) sólo por el hecho de padecer esta enfermedad crónica tienen un mayor riesgo de desarrollar tumores del tracto digestivo. Entre ellos se incluyen las neoplasias del intestino grueso, cuando está afectado el colon, tanto en la colitis ulcerosa (CU) como en la enfermedad de Crohn (EC), y las neoplasias del intestino delgado en la EC con afectación ileal. Además, en la última década se ha producido un uso cada vez más frecuente y precoz de los fármacos inmunomodulares (azatioprina, mercaptopurina y metotrexate) y de las terapias biológicas [anticuerpos frente al factor de necrosis tumoral (anti-TNF) como son infliximab, adalimumab, certolizumab y golimumab] para controlar estas enfermedades crónicas. El uso de estos tratamientos en la EII aunque produce im- Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 71 portantes beneficios en los pacientes puede estar asociado con un incremento del riesgo para desarrollar tumores malignos, si bien parece que el riesgo global para desarrollar una enfermedad neoplásica en los pacientes con EII no está significativamente elevado en relación con la exposición con las medicaciones utilizadas(1,2). Sí existen evidencias que sugieren que el uso de inmunomodulares tiopurínicos (azatioprina y mercaptopurina) y anti-TNF, sobre todo cuando se usan de forma combinada podría incrementar el riesgo de padecer algunos tipos de linfomas y de tumores cutáneos. Actualmente existe poca evidencia para afirmar que exista una asociación entre los tratamientos utilizados en la EII y otros tipos de tumores hematológicos o el resto de neoplasias extraintestinales sólidas(3). 71 18/12/14 16:24 EII Las neoplasias cutáneas malignas son los tumores más frecuentes. El cáncer cutáneo se origina a partir de las diferentes células de la piel, a partir de los queratinocitos (carcinoma basocelular y carcinoma escamoso) que definiremos como neoplasias cutáneas no melanocíticas (NCNM) y, a partir de los melanocitos, los melanomas. Existen otras muchas neoplasias de piel, mas infrecuentes que los anteriores, como son los linfomas cutáneos, el sarcoma de Kaposi, el dermatofibrosarcoma protuberans, etc. En este trabajo nos vamos a centrar en cual es el riesgo para padecer una neoplasia cutánea, fundamentalmente las NCNM y los melanomas, en pacientes con EII que son sometidos al tratamiento con inmunosupresores. Y, además, intentaremos ayudar a decidir cuál es la mejor estrategia a tomar en los enfermos que son tratados con inmunosupresores y/o antiTNFs cuando son diagnosticados de una neoplasia cutánea maligna. ¿Existe un mayor riesgo de padecer una neoplasia cutánea en pacientes en tratamiento con inmunosupresores? Históricamente, el tratamiento con inmunosupresores tiopurínicos en pacientes que han recibido un trasplante de órgano sólido, sobre todo de riñón, se ha asociado con la aparición de neoplasias cutáneas malignas(4) y, en menor medida y con estudios de menor calidad, también en los pacientes reumatológicos expuestos durante largos periodos de tiempo a inmunosupresión(5). Aunque debemos remarcar que estas observaciones no son extrapolables de una forma directa a la EII dado que el grado de inmunosupresión es menor que en los pacientes trasplantados. En pacientes tratados con tiopurinas la acumulación cutánea de la 6-tioguanina (6-TG), se considera un factor carcinogénico. La exposición a la luz ultravioleta da lugar a la creación de mutaciones del ácido desoxirribonucleico (ADN) y, por lo tanto, provoca la aparición de NCNM(6). Respecto al uso de los inmunosupresores tiopurínicos, en pacientes con EII, la mayoría de los datos que tenemos son retrospectivos y muchas veces limitados a series de casos(7). Parece existir un incremento de la incidencia de carcinoma epidermoide en la EII cuando se compara con la población general, si bien estos estudios no controlaron la presencia o no de tratamientos inmunosupresores. Un estudio retrospectivo de casos-controles(8) que incluyó a 53.377 pacientes con EII encontró un mayor riesgo de sufrir una NCNM en pacientes expuestos durante mas de 90 días a terapia combinada y el riesgo se incrementa si los pacientes están expuestos durante mas de 1 año a tiopurinas. El principal estudio prospectivo es la cohorte CESAME(9), que incluye a 19.486 pacientes con EII y se realiza un seguimiento de 49.719 pacientes-año. La mayor incidencia de NCNM fue en individuos caucásicos mayores de 65 años que habían sido tratados previamente con tiopurinas o estaban de forma activa con tiopurinas en el momento del diagnóstico. 72 Rev EII 13/2.indb 72 Menos datos tenemos respecto a la incidencia del melanoma cutáneo asociado a las tiopurinas(7), actualmente no tenemos suficiente evidencia para pensar que las tiopurinas incrementen el riesgo de melanoma cutáneo de una forma significativa(3). Respecto al uso de los antiTNFs, parece que predisponen a la aparición de las neoplasias por las modificaciones que provocan en el mantenimiento del sistema inmune. Un meta-análisis publicado en el año 2011(10) en el que se incluyeron 74 ensayos clínicos aleatorizados, concluye que existe un riesgo relativo de 2,02 (intervalo de confianza 1,11-3,95) para padecer una NCNM, lo que indica que la aparición de estos tumores cutáneos, sí son una potencial complicación del uso de las terapias biológicas en la EII aunque su incidencia es baja(8). Este riesgo se incrementa cuando utilizamos terapia combinada, el anti-TNF asociado a cualquier inmunosupresor (tiopurinas, inhibidores de la calcineurina, micofenolato o metotrexate)(8,11). Un estudio retrospectivo también ha encontrado que los pacientes con EC, y no con CU, tratados con anti-TNF, podrían tener un mayor riesgo de presentar melanoma cutáneo OR=1,88 (IC 95%, 1,08-3,29) sin encontrar asociación con las tiopurinas(12). Finalmente el uso de metotrexate no parece que incremente el riesgo de padecer una neoplasia cutánea(3). Por lo tanto, es importante que cuando pensamos en las NCNM en pacientes expuestos a tiopurinas y/o anti-TNF se debería recomendar a los enfermos utilizar la máxima fotoprotección y realizar vigilancia rutinaria de la aparición de lesiones cutáneas, sobre todo en pacientes con terapia combinada, ya sea creando protocolos de actuación junto con los dermatólogos o recomendando realizar autovigilancia a los pacientes expuestos. ¿Existe un mayor riesgo de recurrencia de neoplasias en pacientes tratados con inmunosupresores? La mayor información sobre el riesgo de recurrencia de neoplasia en personas tratadas con inmunosupresores viene de los estudios realizados en pacientes trasplantados. La intensidad y la duración de la inmunosupresión parece que se correlaciona con el riesgo de una NCNM(3). Un estudio clásico es el realizado por Penn(13), que incluye a 823 individuos con historia previa de neoplasias malignas antes de recibir un trasplante de riñón. El 22% (185) de los pacientes padecieron una neoplasia postrasplante. Las neoplasias cutáneas, tanto los melanomas como las NCNM, presentaron un riesgo elevado de recurrencia que se estimó en mas del 25% junto con los tumores de vejiga, los sarcomas, el mieloma y los carcinomas renales. En el otro extremo estaban los tumores de bajo riesgo (estimado en <10%), entre los que se incluyeron, los linfomas, los tumores testiculares, del cérvix uterino o del tiroides. Y en el riesgo intermedio entre el 11 y el 25% estaban los tumores del ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 REVISIONES cuerpo del útero, colon, próstata, y mama. Esta clasificación llevo a recomendar que en el grupo de pacientes con bajo riesgo se debía evitar la inmunosupresión un año, en los de riesgo medio dos años y en los de alto riesgo, entre los que se encuentran los cutáneos, no se debía incorporar la inmunosupresión hasta los 5 años en remisión del tumor(14). La experiencia que se tiene en la EII es con muestras pequeñas y con seguimientos relativamente cortos. Los datos relacionados con los inmunosupresores tiopurínicos viene reflejado por el estudio CESAME(15), donde se siguieron a 405 pacientes que habían tenido un tumor previo. Este grupo tiene un mayor riesgo de desarrollar cualquier tumor (nuevo o recurrente), y con mayor frecuencia son tipos nuevos de cáncer. Otros factores de riesgo para desarrollar cáncer son la edad y la exposición a los inmunosupresores. Pero el tratamiento con inmunosupresores tiopurínicos no tiene un impacto importante, por si mismo, sobre este incremento del riesgo a padecer una neoplasia maligna. Los datos que tenemos con los antiTNFs son en artritis reumatoide(16), y de nuevo el número de pacientes incluidos es pequeño. Este registro no observó un mayor riesgo de recurrencia de neoplasias en los pacientes tratados con antiTNF. Aunque conviene destacar un mayor riesgo de recurrencia tumoral en personas con melanoma. Este hallazgo no se ha reproducido en otros estudios con un menor número de pacientes. En general, tenemos poca información sobre el papel de los antiTNF en la diseminación metastásica de pacientes previamente diagnosticados de melanoma cutáneo donde se considera que la enfermedad está controlada. Son casos clínicos aislados. Un paciente trasplantado presentó metástasis del melanoma treinta años después de permanecer con azatioprina y prednisona(17) y otros dos casos que estuvieron mas de 10 años con azatioprina y el otro más de 18 meses(18), en estos dos casos se describe la regresión de la enfermedad metastásica cuando se suspende el tratamiento con inmunosupresores, poniendo de relieve el papel negativo de la inmunosupresión en paciente con melanomas en estadio avanzado de la enfermedad. Escenarios tras el diagnóstico de un tumor cutáneo en un paciente en tratamiento con inmunosupresores Cuando se diagnostica una neoplasia cutánea en un paciente con inmunosupresores se pueden dar dos posibles situaciones(19): •La primera situación es que la neoplasia cutánea sea completamente extirpada y el riesgo de recurrencia de esta neoplasia sea inexistente a pesar del tratamiento con inmunosupresores. Esta situación es mas fácil de identificar en las NCNM. •La segunda situación es que el riesgo de recurrencia de la neoplasia sea cuantificable y que el papel de los in- Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 73 munosupresores pueda empeorar este pronóstico. Esta situación es mas frecuente en el melanoma. El mayor problema y que hace que tengamos importantes niveles de incertidumbre es que muchas veces estas dos situaciones son indistinguibles clínicamente. Por este motivo, ante el diagnóstico de una neoplasia, es acertado suspender, al menos transitoriamente, el tratamiento con inmunosupresores hasta conocer los diferentes factores que participan en el pronóstico de la enfermedad neoplásica. Factores a tener en cuenta para la toma de decisiones al diagnosticar un tumor cutáneo mientras están en tratamiento con inmunosupresores Los aspectos que tenemos que tener en cuenta son: el tipo y características del tumor cutáneo, la situación de la EII y la decisión que tome el paciente en relación a esta situación. Lo primero que tenemos que valorar es la naturaleza de la neoplasia cutánea, el estadiaje de la enfermedad, el pronóstico a largo plazo de la neoplasia y las posibilidades de la recurrencia del tumor de forma individualizada teniendo también en cuenta las características del paciente (edad, sexo, raza, etc.). Para valorar adecuadamente esta situación, que es la más importante, es clave el papel del oncólogo. Por lo tanto, no se debe tomar una decisión sin ser consensuada con el oncólogo(20). El papel del gastroenterólogo también es muy importante puesto que debe de valorar la necesidad de mantener el tratamiento con inmunosupresores para controlar la EII. Esta decisión debe incluir aspecto como el curso evolutivo de la EII, la gravedad de la enfermedad, el motivo de indicación de la inmunosupresión, las complicaciones previas de la EII, y la situación clínica del paciente(21). Y es importante intentar evitar la terapia combinada(8,11). Y, finalmente, es fundamental tener en cuenta la opinión del paciente una vez que conozca el riesgo potencial de recurrencia de la neoplasia y la necesidad de continuar utilizando inmunosupresores para controlar la EII. Las neoplasias cutáneas malignas no melanocíticas (NCNM) (espinocelular y basocelular) El carcinoma espinocelular, o escamoso es una neoplasia maligna que se genera en los queratinocitos de la epidermis. Estas neoplasias pueden provocar la destrucción del tejido local o metástasis, sobre todo en los ganglios cercanos, que pueden incluso llevar a la muerte. El tratamiento precoz que consiste en la extirpación por diferentes técnicas suele ser curativo. En la tabla I se pueden ver los factores pronósticos de recurrencia y que se deben tener en cuenta a la hora de pensar en mantener el tratamiento con inmunosupresores. Estas características permiten clasificar los tumores en bajo y alto riesgo de recurrencia. En general el pronóstico del carcinoma espinocelular es excelente, con 73 18/12/14 16:24 EII Tabla I. Factores de riesgo identificados para la recurrencia de las carcinomas espinocelulares. •Localización/tamaño •Bordes de resección bien o mal definidos •Tumor recurrente •Uso de inmunosupresores •Lugares de tratamiento con radioterapia o inflamación crónica •Crecimiento del tumor rápido •Síntomas neurológicos •Tumor pobre o moderadamente diferenciado •Profundidad del tumor >2 mm. Niveles 4 y 5 de Clark •Afectación perineural o perivascular una supervivencia a los 5 años mayor del 90%(22). Cuando el tratamiento inicial no tiene éxito la enfermedad recurre en los nódulos linfáticos regionales, y muy raramente, se producen metástasis a distancia que habitualmente se relacionan con tumores no tratados durante mucho tiempo, o mal diagnosticados. El porcentaje de carcinomas espinocelulares que metastatizan es del 2 al 5 por ciento(23). En cambio, el carcinoma basocelular, que surge de la capa basal de la epidermis, excepcionalmente presenta metástasis(24), tiene un crecimiento lento y, por lo tanto, un pronóstico excelente, siendo curativa la extirpación de la lesión en la mayoría de las ocasiones. Es el tumor cutáneo mas frecuente. Suele aparecer en zonas que habitualmente están expuestas al sol. Los mayores problemas los genera cuando crecen cerca de los orificios como la nariz, los ojos y las orejas, porque puede provocar importante lesiones que desfiguran el rostro y pueden destruir la piel, el cartílago e incluso el hueso. Los pacientes con una historia de NCNM tienen una mayor incidencia de tener un segundo tumor cutáneo (basocelular, espinocelular o melanoma), el riesgo de tener otra NCNM es del 50% a los 5 años(25). Esto provoca la necesidad de realizar una mayor vigilancia de estos pacientes y de que eviten la luz solar sobre todo si además están en tratamiento con inmunosupresores. Tumores cutáneos melanocíticos El melanoma es el tumor cutáneo mas grave y es la sexta causa de muerte por tumores en los Estados Unidos(26). A diferencia de las anteriores neoplasias descritas, los melanomas son tumores agresivos que se pueden extender sin que podamos predecir esta situación y pueden afectar a cualquier órgano. El diagnóstico y el tratamiento precoz son las claves para disminuir la mortalidad asociado a este tumor. No todos los melanomas tienen la misma gravedad. Existen 4 tipos histológicos de melanomas que son el lentigo maligno, el extensivo superficial, el acrolentiginoso y el nodular. No todos tienen la misma agresividad. El pronóstico en los pacientes con melanoma viene determinado por el grosor del tumor primario, el grado de ulceración, el rango mitótico y la presencia y extensión de enfermedad metastásica. La base de datos de la American Joint Committee on Cancer (AJCC) con más de 25.000 pacientes con melanoma en estadios I y II ha servido para desarrollar y validar una herramienta de predicción electrónica para los pacientes que presentan una enfermedad localizada(27). Esta herramienta de investigación está disponible en Internet para ayudar en la evaluación de riesgos y la toma de decisiones (www. melanomaprognosis.org). El estadiaje y el pronóstico están basados en las características del tumor (T), la presencia de infiltración linfática por la neoplasia (L) y la presencia de metástasis (M). Esta clasificación permite correlacionar el estadio de la enfermedad con la supervivencia a los 5 años (Tabla II). A pesar de todo, no hay un consenso general en cuanto a cómo debería realizarse la estadificación y el seguimiento de los pacientes con melanoma cutáneo, con el objeto de detectar las recaídas de la enfermedad. Hay una gran variabilidad en cuanto e estas recomendaciones entre los distintos consensos o guías internacionales y hay pocos datos bibliográficos que las soporten. ¿Qué dicen las guías clínicas respecto al tratamiento con antiTNF e inmunosupresores en pacientes con historia de neoplasia? Actualmente no existen guías de consenso para ayudar a manejar los pacientes con historia previa de tumor y el uso de inmunosupresores para controlar la EII(28). Respecto a los tumores cutáneos las guías de la European Crohn’s and Colitis Organisation (ECCO), indican que el uso de antiTNFs está contraindicado en los pacientes con historia previa de linfoma, y que se debe de considerar cuidadosamente e individualmente cada caso el iniciar el Tabla II. Tabla de supervivencias en función del estadio del melanoma según la clasificación TNM. Estadio Características Supervivencia a los 5 años 0 Solo capa externa sin invadir tejidos I En epidermis. No afectación ganglionar. Grosor menor de 2 mm 90-95% II Hasta la dermis. No afectación ganglionar. Grosor 2-4 mm 45-85% III Afecta debajo piel. Tumores satélites. Afectación ganglionar cerca del principal. Grosor >4 mm 45% IV Afectación ganglionar alejado del tumor original 10% 74 Rev EII 13/2.indb 74 97% ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 REVISIONES Resección completa del tumor cutáneo no melanocítico Azatioprina Mercaptopurina Reiniciar tratamiento Infliximab Metotrexate Raramente parar el tratamiento En caso de haber parado, reiniciar No reiniciar tratamiento inmunosupresor -Recurrencia significativa del tumor -Secuelas que desfiguren al paciente -Enfermedad metastásica -No claro si al suspender los tiopurínicos disminuye el riesgo -Control por dermatólogo relativamente fácil: examen cutáneo y evitar el sol (cremas protectoras y gorra) Figura 1. Propuesta de algoritmo en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal en tratamiento con inmunosupresores que son diagnosticados de una neoplasia cutánea no melanocitica (basocelular y escamoso). tratamiento con antiTNF en aquellos pacientes con historia previa de cánceres extraintestinal y no hematopoyéticos(29). Por otro lado, tenemos las pautas dadas de inicio de inmunosupresores en los pacientes trasplantados con historia previa de neoplasia que se han comentado previamente(14) y que no deberían ser extrapolables a los pacientes con EII por el diferente nivel de inmunosupresión y las características de los pacientes. Por estos motivos es difícil dar unas pautas de actuación en estos pacientes, pero en el siguiente apartado propondremos un algoritmo de actuación para enfermos que debutan con una neoplasia cutánea y se encuentran en tratamiento con inmunosupresores. Una vez que se ha confirmado que el paciente está libre de enfermedad se puede comenzar a realizar el tratamiento con los inmunosupresores o antiTNF, intentando evitar la combinación de ambos tratamientos para el control de la EII. En caso de que exista enfermedad locorregional con afectación ganglionar, la presencia de metástasis a distancia, o la presencia de lesiones que desfiguren de forma muy importante al paciente no debería reiniciarse el tratamiento con los inmunosupresores o antiTNF. Además, existe otra situación en la que no se deberían reintroducir, que es cuando se producen recurrencias continuas de la enfermedad neoplásica, dado el alto índice que tienen estas neoplasias en individuos inmunosuprimidos. Algoritmos propuestos Propuesta de algoritmo en pacientes diagnosticados de melanoma (Fig. 2) Ante la situación clínica de un paciente con EII en tratamiento con inmunosupresores y/o antiTNF y la aparición de una neoplasia maligna. Lo primero que se propone, y que está aceptado de una forma general, es suspender el tratamiento con inmunosupresores y/o antiTNF hasta que se tenga adecuadamente estadiado y tratado el tumor maligno diagnosticado. Propuesta de algoritmo en pacientes diagnosticados de NCNM (basocelular y escamoso) (Fig. 1) En este tipo de neoplasias, no todos los autores están de acuerdo en la retirada de los inmunosupresores tiopurínicos en el manejo rutinario habitual de estos pacientes(7). Incluso se propone mantener el tratamiento con los antiTNF. Si bien es probable que sea más cauto retirar el inmunosupresor y/o el antiTNF hasta tener adecuadamente controlada, estadiada y tratada la NCNM. Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 75 De nuevo aquí se propone no suspender los inmunosupresores tiopurínicos dada la baja asociación con el melanoma, sin embargo sí se propone la suspensión de los antiTNF. De nuevo consideramos que deberían suspenderse ambos tratamientos hasta tener adecuadamente estadiado y determinado el pronóstico del paciente. En los estadios 0 y I y algunos estadios II (en función del riesgo de recaída) se podría reiniciar de forma inmediata el tratamiento con inmunosupresores, mientras que para los antiTNF se debería de retrasar esta decisión entre 1 y 2 años después de haber realizado el tratamiento del melanoma y, viendo la evolución del paciente, tomar la decisión. Incluso se podría proponer no reiniciarlo hasta los 5 años como se hace en los pacientes trasplantados por ser tumores con alto riesgo de recurrencia en personas inmunosuprimidas. En los estadios II, III y IV no debería reiniciarse el tratamiento con inmunosupresión, ni el uso de antiTNF. 75 18/12/14 16:24 EII Resección completa del melanoma No (metástasis afectación ganglionar, II, III y IV) Sí (alta probabilidad curación, 0, I, II?) Azatioprina/mercaptopurina metotrexate? Reiniciar tratamiento Infliximab Reiniciar tratamiento 1-2 años libre enfermedad No reiniciar tratamiento inmunosupresor, ni anti TNF Incluso no necesario suspender por baja asociación en el momento del diagnóstico? Figura 2. Propuesta de algoritmo en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal en tratamiento con inmunosupresores que son diagnosticados de un melanoma. Conclusiones Los pacientes tratados con inmunosupresores tiopurínicos tienen un mayor riesgo de padecer una NCNM y son un cofactor de riesgo más a tener en cuenta con otros como son la edad, el sexo, la raza y la exposición solar. Este riesgo se incrementa si se utilizan los antiTNFs combinados con inmunosupresores. Los antiTNF podrían incrementar el riesgo de sufrir melanomas. Los pacientes tratados con inmunosupresores tienen un mayor riesgo de desarrollar cualquier tipo de tumor (nuevo o recurrente), si bien es más frecuente la aparición de nuevos tumores, que la recurrencia de una neoplasia ya tratada. Es difícil cuantificar cuál es el riesgo real de recurrencia en un paciente con una neoplasia cutánea al que se le mantiene en tratamiento con inmunosupresores. El tratamiento en los pacientes con una historia de neoplasia cutánea debe ser individualizado y se debe tener en cuenta el tipo de tumor, el estadio de la enfermedad, la necesidad de uso de inmunosupresores para controlar la EII y la opinión del oncólogo y del paciente. Las neoplasias cutáneas no melanocíticas (NCNM) tienen un pronóstico excelente, el tratamiento local suele ser curativo y los mayores problemas están relacionados con la aparición de metástasis locales y con las lesiones que desfiguren a los pacientes. Es habitual que presenten una segunda neoplasia con el tiempo y por esto es importante realizar medidas preventivas en estos pacientes. Los melanomas son neoplasias cutáneas más agresivas y con peor pronóstico. No existe un claro consenso de cómo 76 Rev EII 13/2.indb 76 detectar las recaídas de la enfermedad. Incluso en aquellos pacientes en estadios I y II con enfermedad localizada en la piel se debe evaluar el riesgo de recaída. Por lo tanto, el mantener el tratamiento con inmunosupresores y/o antiTNF debe ser evaluada de una forma mas individual y con ayuda del oncólogo. No existen guías clínicas para el manejo de las pacientes con EII con neoplasias cutáneas en tratamiento con inmunosupresores. El diagnóstico de una neoplasia cutánea no melanocítica en general va a permitir seguir con el tratamiento inmunosupresor, intentando evitar la terapia combinada excepto en las situaciones en las que exista extensión de la enfermedad, ya sea local linfática o metastásica, enfermedad muy deformante o recurrencia muy significativa de la neoplasia. En los pacientes diagnosticados de melanomas en los estadios con buen pronóstico se podría iniciar el tratamiento con tiopurinas de forma inmediata, y retrasar la incorporación de los antiTNF unos 2 años y, en caso de enfermedad más avanzada, no reiniciar la inmunosupresión, ni el uso de antiTNF. Abreviaturas Ácido desoxirribonucleico (ADN); American Joint Committee on Cancer (AJCC); anticuerpos frente al factor de necrosis tumoral (anti-TNF); colitis ulcerosa (CU); enfermedad de Crohn (EC); enfermedad inflamatoria intestinal (EII); European Crohn´s and Colitis Organisation (ECCO); neoplasias cutáneas malignas no melanocíticas (NCNM); 6-tioguanina (6-TG). ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 REVISIONES Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Armstrong RG, West J, Card TR. Risk of cancer in inflammatory bowel disease treated with azathioprine: a UK population-based case-control study. Am J Gastroenterol. 2010;105(7):1604-9. 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J Crohns Colitis. 2010;4(1):28-62. 77 18/12/14 16:24 Artículos más relevantes en investigación clínica y básica EII INVESTIGACIÓN CLÍNICA Antonio López San Román Servicio de Gastroenterología. Hospital Ramón y Cajal. Madrid Clinical utility and diagnostic accuracy of faecal calprotectin for IBD at first presentation to gastroenterology services in adults aged 16-50 years Utilidad clínica y exactitud diagnóstica de la determinación de calprotectina fecal en pacientes adultos entre 16 y 50 años que consultan por primera vez en un servicio de gastroenterología Kennedy NA, Clark A, Walkden A, Chang JCW, Fascí-Spurio F, Muscat M, Gordon BW, Kingstone K, Satsangi J, Arnott IDR, Lees CW. Western General Hospital, Edimburgo. Escocia, Reino Unido J Crohns Colitis. 2014. pii: S1873-9946(14)00218-9. Resumen ANTECEDENTES. Diferenciar la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) de los trastornos gastrointestinales funcionales (GI) sigue siendo un problema importante para los gastroenterólogos y médicos de Atención Primaria, y puede ser difícil si se emplean únicamente elementos de juicio clínicos. La calprotectina fecal (CF) es un marcador de inflamación intestinal, aunque no de cáncer, que puede ser útil en este contexto. OBJETIVO. Este estudio retrospectivo tuvo como objetivo determinar el uso más eficaz de la CF en pacientes entre 16 y 50 años de edad, que consultaron por presentar síntomas gastrointestinales atribuibles al tracto bajo. MÉTODOS. Se recuperaron los resultados del análisis de CF de los pacientes que acudieron a las consultas de Aparato Digestivo en Edimburgo entre los años 2005 y 2009, procedentes del Registro de CF de Edimburgo, que contiene muestras de 16.000 pacientes. Se examinaron las historias clínicas para identificar los datos demográficos, las investigaciones llevadas a cabo con posterioridad y los diagnósticos finales. RESULTADOS. Se incluyeron 895 pacientes en el análisis principal, 65% mujeres, con una mediana de edad de 33 años. El diagnóstico final fue de EII en el 10,2%, de otra enfermedad orgánica digestiva en el 7,3% y de enfermedad funcional en el 63,2%. Las medianas de los valores de CF en estos tres grupos fueron, respectivamente, de 1.251, 50 y 20 µg/g (p 0,0001). En el análisis ROC, el área bajo la curva para la determinación de CF como predictor de EII frente al trastorno funcional fue de 0,97. Utilizando un umbral de ≥50 µg/g para la distinción entre EII y enfermedad funcional, se obtuvieron una sensibilidad de 0,97, una especificidad de 0,74, un valor predictivo positivo de 0,37 y un valor predictivo negativo de 0,99. Combinando la determinación con el juicio basado en la presencia de síntomas de alarma, la sensibilidad fue del 1,00. CONCLUSIONES. La aplicación de la determinación de CF en el estudio diagnóstico inicial de pacientes jóvenes con síntomas gastrointestinales, particularmente en aquellos sin síntomas de alarma, es muy precisa en la exclusión de la EII, y puede ser un elemento que tranquilice tanto a pacientes como a médicos. Summary BACKGROUND. Distinguishing inflammatory bowel disease (IBD) from functional gastrointestinal (GI) disease remains an important issue for gastroenterologists and primary care physicians, and may be difficult on the basis of symptoms alone. Faecal calprotectin (FC) is a surrogate marker for intestinal inflammation but not cancer. AIM. This large retrospective study aimed to determine the most effective use of FC in patients aged 16–50 presenting with GI symptoms. METHODS. FC results were obtained for patients presenting to the GI clinics in Edinburgh between 2005 and 2009 from the Edinburgh Faecal Calprotectin Registry containing FCs from N16,000 patients. Case notes were interrogated to identify demographics, subsequent investigations and diagnoses. RESULTS. 895 patients were included in the main analysis, 65% female and with a median age of 33 years. 10.2% were diagnosed with IBD, 7.3% with another GI condition associated with an abnormal GI tract and 63.2% had functional GI disease. Median FC in these three groups were 1,251, 50 and 20 μg/g (p b 0.0001). On ROC analysis, the AUC for FC as a predictor of IBD vs. functional disease was 0.97. Using a thres- 78 Rev EII 13/2.indb 78 ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 ARTÍCULOS MÁS RELEVANTES EN INVESTIGACIÓN CLÍNICA Y BÁSICA hold of ≥50 μg/g for IBD vs. functional disease yielded a sensitivity of 0.97, specificity of 0.74, positive predictive value of 0.37 and negative predictive value of 0.99. Combined with alarm symptoms, the sensitivity was 1.00. CONCLUSIONS. Implementation of FC in the initial diagnostic workup of young patients with GI symptoms, particularly those without alarm symptoms, is highly accurate in the exclusion of IBD, and can provide reassurance to patients and physicians. Palabras clave Calprotectina fecal, enfermedad inflamatoria intestinal. Keywords Fecal calprotectine, inflammatory bowel disease. La calprotectina es una proteína presente en los neutrófilos. Determinando la calprotectina fecal (CF) conseguimos tener un correlato directo de la presencia de estas células en las heces y, por lo tanto, en cualquier proceso patológico que en ese momento pueda estar afectando a la pared intestinal. En nuestro día a día, podremos emplear la determinación de CF con diversas intenciones. Mucha de la información médica que consultamos a este respecto corresponde al papel de la CF en la monitorización del tratamiento, ya sea como medida de sus resultados o como predictor de su necesidad. Sin embargo, hay un terreno en el cual esta determinación se desenvuelve muy bien, y este es la diferenciación de la causa de los síntomas de presentación en una persona que consulta por trastornos digestivos atribuibles al tracto bajo (es decir, diferentes a la dispepsia en todas sus formas). Es de sobra conocido para todos que las enfermedades que denominamos funcionales (concretamente la esfera del síndrome del intestino irritable), son extraordinariamente prevalentes en nuestro medio. Además, también sabemos que los síntomas del síndrome del intestino irritable pueden en algunos casos ser muy parecidos a los de la enfermedad inflamatoria intestinal. Sin embargo, ahí se acaban las similitudes. La mayoría de los estudios que estudian el papel de la determinación de CF en la diferenciación entre un cuadro de síntomas funcionales y una enfermedad inflamatoria intestinal proceden de la comparación de series de pacientes ya diagnosticados y, por lo tanto, son una versión “domesticada” de lo que es la realidad. A pesar de ello, han emergido datos que nos indican que es un aliado nada despreciable en el diagnóstico, con una sensibilidad del 95% y una especificidad del 91% a la hora de diferenciar a personas con EII de controles sanos. La CF, en este sentido, podría tener un papel interesante como filtro inicial de alta sensibilidad no para diagnosticar, sino para separar a aquellos pacientes que deben ser sometidos Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 79 a pruebas diagnósticas más agresivas y caras. Fundamentalmente, la indicación de la prueba más importante en este contexto, la ileocolonoscopia, podría refinarse considerablemente. Una salvedad necesaria que hay que hacer es que la clínica no pierde su importancia: la CF tiene una sensibilidad y una especificidad nada satisfactorias en el diagnóstico del cáncer de colon, si se emplea de manera aislada. Todos estos datos teóricos o semiteóricos deben ser contemplados en una situación en la que el análisis de CF no se dedique a la comparación de valores entre series de pacientes ya diagnosticados. Las preguntas que se nos ocurren son trascendentes. ¿Puedo trasladar esto a mi práctica clínica? Si dispongo de CF en mi consulta, ¿me permitirá esto distinguir con un grado de confianza suficiente a los pacientes que requieren investigaciones más profundas? ¿Me inducirá a error? El presente estudio coloca a la CF en una situación real y en el momento al que nos estamos refiriendo: el empleo de esta determinación en personas sin diagnóstico previo, que acuden por primera vez a un Servicio de Aparato Digestivo a consultar por una serie variada de síntomas atribuibles al tracto digestivo bajo. Los autores analizaron un registro de la ciudad de Edimburgo, que incluye determinaciones de CF correspondientes a 16.267 pacientes. Se incluyeron casos determinados entre 2005 y 2009, para dar un adecuado tiempo de evolución antes de evaluar el diagnóstico final. La consideración de síntomas digestivos en personas mayores de 50 años tiene una calidad diferente, pues esta es la frontera que las guías de diagnóstico marcan como aquella a partir de la cual el diagnóstico de neoplasia debe pasar a un primer plano; a partir de este momento de la vida, el dato aislado de la edad va a determinar la elección de pruebas diagnósticas, con mucho menor peso de los síntomas. Por esta razón, los autores seleccionaron, de entre las aproximadamente 6.500 determinaciones que ya tenían un seguimiento adecuado, 79 18/12/14 16:24 EII 1.544 correspondientes a personas entre 16 y 50 años. De estas, 895 correspondían a CF solicitadas con intención diagnóstica en personas que consultaban con síntomas de reciente comienzo y que no padecían otras enfermedades que pudieran actuar como factor de confusión. También se excluyó a los pacientes bajo tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos. Se investigaron los diagnósticos finales o los resultados de la ileocolonoscopia hasta un mínimo de tres años después de la determinación de CF. Aproximadamente 2/3 de los pacientes eran mujeres, con una edad media en torno a los 33 años. El límite de normalidad se situó en los 50 µg/g de heces. Para el análisis de costes, se consideró que la CF tenía un precio de unos 30€, por 700€ de la colonoscopia y 450€ de la rectosigmoidoscopia. De los pacientes estudiados, 566 (63%) se diagnosticaron finalmente de síndrome de intestino irritable/trastorno funcional, 91 (10,2%) de EII, aproximadamente un 15% tuvo otros diagnósticos orgánicos, en un 5% los síntomas desaparecieron y solamente en un 3% de los casos se interrumpió el seguimiento. La variación de los valores de CF no tuvo relación ni con la edad, ni con el sexo ni con el uso de tabaco. Fueron muchísimo más altos (1.251 µg/g de mediana) en pacientes con diagnóstico final de enfermedad inflamatoria intestinal que en pacientes con otros diagnósticos orgánicos (mediana 50) o con diagnóstico final de cuadros funcionales (mediana 20) (p 0,0001, en ambos casos). Dentro de los pacientes con EII, hubo proporciones similares de colitis ulcerosa y de enfermedad de Crohn, en torno a un 45% cada uno, correspondiendo el 10% restante a colitis no clasificada. En los pacientes con enfermedad de Crohn, la CF fue más alta si había participación del colon (L2-L3) que si la enfermedad era solo ileal (L1) (mediana de 1.280 vs 485 µg/g). sin embargo, entre las diferentes extensiones de la colitis ulcerosa no hubo diferencias. En el análisis de curvas ROC, el área bajo la curva fue de 0,85 para predicción de organicidad y de 0,97 para predicción de enfermedad inflamatoria intestinal frente a trastorno funcional. Hemos dicho antes que no se debía quitar a la clínica su papel. Pues bien, se detectaron síntomas de alarma (sangrado rectal, diarrea sanguinolenta, síntomas nocturnos, pérdida de peso, anemia) en un 25% de los casos que finalmente se diagnosticaron de trastorno funcional, un 86% de los 80 Rev EII 13/2.indb 80 pacientes que terminaron con diagnóstico de enfermedad inflamatoria intestinal y en un 54% de los otros trastornos orgánicos (p < 0,0001). El valor predictivo positivo de los síntomas de alarma para enfermedad inflamatoria intestinal u otro trastorno orgánico versus trastorno funcional, fue de 0,45 y el valor predictivo negativo de 0,91, con sensibilidad de 0,72 y especificidad de 0,75. La asociación de ambos elementos, CF y síntomas de alarma, mejora la diferenciación de los casos funcionales y orgánicos. Ninguno de los pacientes sin síntomas de alarma y con CF < 50 µg/g se diagnosticó finalmente de enfermedad inflamatoria intestinal. La regresión logística múltiple identificó como predictores de enfermedad inflamatoria intestinal y no de enfermedad funcional a la CF o la proteína C reactiva elevadas, el sexo masculino, los síntomas de alarma y la albúmina baja. Como estrategia, la determinación aislada de CF tuvo la mejor especificidad para el diagnóstico de enfermedad inflamatoria versus trastorno funcional. La mejor combinación de sensibilidad y especificidad se obtuvo mediante la exploración conjunta de síntomas de alarma y la presencia de una CF ≥ 50 μg/g. Con esta estrategia, la sensibilidad de enfermedad inflamatoria intestinal versus trastorno funcional fue de 1,00, con una especificidad de 0,54. En el periodo estudiado, 395 pacientes consultaron sin síntomas de alarma y con CF normal. Un 51% se exploró mediante colonoscopia o sigmoidoscopia, encontrando tan solo pólipos adenomatosos en tres de ellos. Si se hubiera descartado hacer la prueba por la calprotectina normal, el ahorro en costes en ese periodo hubiera sido de unos 105.000€. Por lo tanto, esta serie tan amplia demuestra que la incorporación del análisis de CF al estudio de los pacientes con síntomas atribuibles al tracto digestivo inferior puede disminuir la presión asistencial mediante la identificación de pacientes que pueden ser seguidos en Atención Primaria y que no necesitan más investigaciones. La especificidad que este estudio encuentra es menor que la descrita por otros autores, pero aquellos usaban controles sanos, y no una población real de pacientes como estos. La determinación de proteína C reactiva no es superior a la de CF. De hecho, hay que remarcar el valor predictivo negativo para enfermedad inflamatoria intestinal del 99,0% para una calprotectina menor de 50 µg/g, que sube a 1,00 si el paciente no tiene síntomas de alarma. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 EII Artículos más relevantes en investigación clínica y básica INVESTIGACIÓN BÁSICA Luis Menchén Viso Sección de Gastroenterología. Servicio de Aparato Digestivo. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid Crohn’s disease-associated Escherichia coli survive in macrophages by suppressing NFκB signaling La Escherichia coli asociada a Crohn sobrevive en los macrófagos mediante la supresión de señal de NFκB Rahman K, Sasaki M, Nusrat A, Klapproth JA. Emory University, Atlanta, EE.UU. Inflammatory Bowel Diseases. 2014;20:1419-25. Resumen El objetivo del trabajo es analizar los mecanismos por los cuales Escherichia coli adherente-invasiva (AIEC) –una bacteria que coloniza la mucosa ileal de pacientes con enfermedad de Crohn– es capaz de sobrevivir en macrófagos infectados y desencadenar la liberación de elevadas cantidades de TNFa. El estudio demuestra que AIEC sobrevive en macrófagos mediante la supresión inicial de la activación de NFkB; su persistencia, no obstante, desencadena una activación crónica de este factor de transcripción que da lugar a un incremento mantenido de la secreción de TNFa. Abstract The aim of the study is to analyse the mechanisms by which adherent-invasive Escherichia coli (AIEC) survives within macrophages, on which induces the secretion of high concentration of TNFa. The study demonstrates that AIEC –that colonizes the ileal mucosa of patients with Crohn’s disease– survives within macrophages by initially supressing NFkB activation; but its persistence within the cells induces chronic activation of this transcription factor, which in turns increases macrophage TNFa secretion. Palabras clave Enfermedad de Crohn, Escherichia coli adherente-invasiva, macrófagos, NFkB, TNFa. Keywords Crohn’s disease, adherent-invasive Escherichia coli, macrophages, NFkB, TNFa. Comentario En el número anterior de “EII al día” comentamos un trabajo que demostraba que la infección por Escherichia coli adherente-invasiva (AIEC) –un serotipo que coloniza la mucosa del íleon terminal de pacientes con enfermedad de Crohn (EC)– altera la respuesta inmunitaria innata del huésped mediante la modificación de la expresión de microARNs. AIEC es capaz de invadir las células epiteliales intestinales, y pasar a la lámina propia y a la submucosa, Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 81 donde es fagocitado por los macrófagos; en condiciones normales y mediante un proceso de autofagia adecuado, las células epiteliales intestinales y los macrófagos del huésped son capaces de impedir la replicación intracelular de este microorganismo y, por tanto, contribuir al control de la infección. Sin embargo, los pacientes con EC muestran de manera característica una disminución de la capacidad de eliminar bacterias intracelulares, debido a una respuesta 81 18/12/14 16:24 EII inmune innata defectuosa; este fenómeno desempeña un papel clave en la patogenia de la cronicidad que caracteriza la entidad. En la misma línea, un grupo de investigadores norteamericanos analizan en este trabajo los mecanismos por los cuales dos cepas de AIEC, aisladas del íleon (cepa LF82) y del colon (cepa 13I) de pacientes con EC, son capaces de sobrevivir y multiplicarse en el interior de una línea de macrófagos murinos en cultivo. Para ello, corroboran en primer lugar la capacidad que muestran las cepas de AIEC asociadas a la EC –y no las cepas control– de invadir y replicarse en el interior de los macrófagos y las células epiteliales intestinales en cultivo, sin inducir su apoptosis, así como de inducir la secreción por parte de los macrófagos de TNFa e IL-6. Curiosamente, los investigadores también demuestran que una cepa comensal de E. coli (no asociada a EII) indujo de forma significativa la secreción de IL-10 –una molécula clave en el mantenimiento de la tolerancia fisiológica– en comparación con las cepas de AIEC aisladas de pacientes con inflamación intestinal. Pero el trabajo analiza, además, los mecanismos responsables de los fenómenos descritos con anterioridad y se centra en el estudio de las vías de las MAPK (mitogenactivated protein kinases) –ERK1/2, p38 y JNK– que es sabido median el desarrollo de señales proinflamatorias en respuesta a infecciones bacterianas. Pues bien, la infección de macrófagos en cultivo con todas las cepas de E. coli analizadas dio lugar a un incremento de la fosforilación (i.e., activación) de ERK1/2 (extracellular signal-regulated kinases 1 y 2); el rango de activación resultó mayor y más 82 Rev EII 13/2.indb 82 precoz en los macrófagos infectados con la cepa de AIEC 13I aislada del colon de pacientes con EC. De la misma forma, la fosforilación de p38 aumentó tras la incubación de los macrófagos con todas las cepas de E. coli estudiadas, siendo de mayor rango con la cepa LF82 aislada del íleon terminal de pacientes con EC. Y, por último, todas las cepas indujeron también la fosforilación de JNK aunque, en el caso de LF82, resultó de mayor rango. En resumen, y a la vista de estos resultados, AIEC 13I regula la expresión de citoquinas predominantemente mediante la activación de ERK1/2, mientas que la cepa LF82 ejerce un efecto pro-inflamatorio a través, principalmente, de la activación de p38 y JNK. Por otra parte, el estudio demuestra que AIEC 13I y LF82 – pero no las cepas no invasivas aisladas de individuos sanos– suprimen de forma transitoria la activación y la translocación nuclear del factor de transcripción NFkB durante las fases iniciales de la infección, pero promueven su activación persistente durante los estadios tardíos del proceso infeccioso, lo que sugiere la persistencia y replicación de estas cepas bacterianas en el interior de los macrófagos y, por tanto, su contribución a la perpetuación del proceso inflamatorio. En suma, los datos que presenta este trabajo apoyan la hipótesis de la persistencia de microorganismos –en concreto, ciertas cepas de AIEC, cuya relevancia en la patogenia de esta entidad parece cada vez más evidente– en el interior de diferentes estirpes celulares intestinales (epitelio y macrófagos, en este caso) como responsables, al menos en parte, de la cronicidad del proceso inflamatorio que caracteriza la EC. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 ARTÍCULOS MÁS RELEVANTES EN INVESTIGACIÓN CLÍNICA Y BÁSICA Multigene analysis unveils distinctive expression profiles of Helper T-cellrelated genes in the intestinal mucosa that discriminate between ulcerative colitis and Crohn’s disease El análisis multigénico desvela distintos perfiles de expresión de genes relacionados con células T-helper en la mucosa intestinal que discriminan entre colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn Iboshi Y, Nakamura K, Ihara E, Iwasa T, Akiho H, Harada N, Nakamuta M, Takayanagi R. Kyushu University, Fukoka, Japón Inflammatory Bowel Diseases. 2014;20:967-77. Resumen El objetivo de este estudio es la evaluación del perfil de expresión mucosa de genes relacionados con los linfocitos T en biopsias endoscópicas de mucosa inflamada y aparentemente indemne de pacientes con enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa. Los autores demuestran que la mucosa inflamada de ambas entidades muestra unos patrones de marcadores de células T cooperadoras bien diferenciados, reflejando su diferente patogenia. Abstract The aim of this study is to evaluate mucosal expression profiles of T cell-related genes in endoscopic biopsies from inflamed and non-inflamed colonic and ileum mucosa from patients with Crohn´s disease and ulcerative colitis. The authors demonstrate that inflamed mucosa from both diseases exhibits well-differentiated patterns of T helper cell-related markers, reflecting distinct pathogenesis. Palabras clave Enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, linfocitos T. Keywords Crohn´s disease, ulcerative colitis, T cells. Comentario El balance entre las diferentes subpoblaciones de linfocitos T CD4+ ejerce un papel esencial tanto en la homeostasis del sistema inmune asociado a mucosas –y, en particular, en el proceso de tolerancia– como en el desarrollo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Clásicamente se ha considerado la enfermedad de Crohn (EC) una entidad mediada principalmente por células Th1 –que secretan principalmente interferón gamma (IFNg)– y la colitis ulcerosa (CU) una enfermedad mediada principalmente por células Th2 (que secretan IL-4 e IL-13 e inducen inmunidad humoral); sin embargo, este concepto, quizás excesivamente simplista, está siendo revisado en los últimos años a raíz de la caracterización de subpoblaciones de células T reguladoras con actividad tolerogénica (Treg) y de células T efectoras Th17 con actividad pro-inflamatoria. La subpoblación de lin- Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 83 focitos Th17 –que requiere para su diferenciación a partir de linfocitos T CD4+ naïve la acción combinada de IL-6 / TGFb, y para su proliferación y mantenimiento la acción de IL-23– se caracteriza por la expresión específica del factor de transcripción ROR-gt, la expresión de los marcadores de superficie IL-23R y CCR6, y la síntesis de las citoquinas proinflamatorias IL-17, IL-21, IL-22 e IL-26, así como de la quimioquina CCL20. Las células Th17 son determinantes en la defensa del huésped frente a ciertos patógenos –especialmente bacterias y hongos extracelulares en las superficies mucosas– y en la patogenia de diversas enfermedades autoinmunes, al menos en parte merced a la mencionada capacidad de inducir la expresión de metaloproteasas, de otras citoquinas proinflamatorias, y de quimioquinas esenciales en el reclutamiento y activación de células de estir- 83 18/12/14 16:24 EII pe inmune innata (macrófagos y neutrófilos) y adaptativa (linfocitos Th1, por ejemplo). Se ha descrito la asociación tanto de la EC como de la CU con variantes alélicas del gen que codifica IL-23R, y en la mucosa del colon de pacientes con EII (tanto EC como CU) existe un incremento de la producción de IL-23 y del número y activación de linfocitos Th17 en la mucosa del colon; de hecho, el tratamiento con anticuerpos dirigidos frente a la subunidad p40 de IL-23 es eficaz en el tratamiento de diferentes modelos murinos de colitis y en la EC. En este trabajo japonés se analiza de forma simultánea la expresión mucosa de múltiples genes que codifican moléculas implicadas en la respuesta inmune en las superficies mucosas, con un posterior análisis multivariante que tiene el fin de explorar sus interacciones in vivo en el contexto de la EII, determinar su utilidad como biomarcadores y contribuir al diagnóstico diferencial entre la EC y la CU, así como al mejor conocimiento de la patogenia de cada una de las enfermedades. El estudio de expresión génica mediante PCR cuantitativa en tiempo real se ha llevado a cabo utilizando biopsias endoscópicas del colon e íleon terminal –tanto de mucosa inflamada como de mucosa aparentemente sana–, de una serie consecutiva de 47 pacientes con CU y 20 pacientes con EC, así como en 14 controles sanos. No se especifica el motivo de la realización de endoscopia en los pacientes con EII. Los investigadores demuestran en primer lugar las diferencias de expresión entre la mucosa inflamada y la mucosa indemne tanto de pacientes con CU como con EC. Con respecto a la mucosa aparentemente sana, la mucosa inflamada de la CU mostró un incremento significativo –con elevado poder de discriminación– de la expresión del ARN mensajero de IL-6, IL-17A, IL-17F, IL-21 e IFNg. Por su parte, y también con respecto a la mucosa sana, en la mucosa 84 Rev EII 13/2.indb 84 inflamada de la EC se demostró un incremento significativo principalmente de IFNg, IL-6, IL-17A, IL-33 y TNFa. En un análisis univariante, ninguno de los genes explorados se correlacionaron de forma significativa con índices clínicos y endoscópicos de actividad de la CU o la EC. Globalmente, no se observaron claras diferencias en la expresión génica de marcadores de inflamación entre las mucosas inflamadas de EC y CU. Solo IL-21 e IL-13 de entre los 17 marcadores individuales analizados mostraron un significativo aumento de expresión en la CU, lo que indicaría unos patrones de expresión de marcadores individuales marcadamente superpuestos entre ambas entidades. En cambio, las proporciones Th1/Th2 y Th1/Th17, en función de la expresión de conjuntos de 4 marcadores, sí mostraron diferencias entre las mucosas inflamadas de pacientes con EC y CU, observándose un predominio de marcadores de expresión Th1 en la EC, por un lado, y Th2-Th17 en la CU, por otro. Posteriormente, y de manera escalonada, se calcularon ecuaciones combinando diversos conjuntos de hasta 7 marcadores moleculares que incrementaron de forma significativa la capacidad de discriminación entre la mucosa inflamada de la CU y la EC; en concreto, el análisis de la expresión del ARN mensajero de un conjunto de 5 marcadores (IFNg, IL-12 p35, IL-21 y los factores de transcripción T-bet y GATA3) mostró un área bajo la curva mayor de 0,94, con un porcentaje de clasificación errónea de tan solo un 8,3%. En resumen, este interesante trabajo muestra por primera vez que la EC y la CU pueden diferenciarse con elevada precisión mediante el análisis multivariante de los niveles de expresión génica en la mucosa inflamada del colon de citoquinas y factores de transcripción relacionados con las células T cooperadoras. Este hecho, no solo refleja una patogenia diferente de las dos enfermedades, sino que además podría ser útil para su diagnóstico diferencial. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 EII Lectura crítica de la literatura Manuel Barreiro de Acosta1, Javier P. Gisbert2 1Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario de Santiago. Santiago de Compostela. A Coruña, 2Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario de la Princesa. IIS-IP y CIBEREHD. Madrid Combination therapy with infliximab and azathioprine is superior to monotherapy with either agent in ulcerative colitis El tratamiento combinado con infliximab y azatioprina es superior a la monoterapia con cualquiera de estos agentes en colitis ulcerosa Panaccione R, Ghosh S, Middleton S, Márquez JR, Scott BB, Flint L, van Hoogstraten HJ, Chen AC, Zheng H, Danese S, Rutgeerts P. Gastroenterology. 2014;146:392-400. Resumen Los autores de este artículo comparan la eficacia de tres pautas de tratamiento: monoterapia con azatioprina (a dosis de 2,5 mg/kg), monoterapia con infliximab (a dosis de 5 mg/kg con tratamiento de inducción a las 0, 2 y 6 semanas y tratamiento de mantenimiento cada 8 semanas) y tratamiento combinado de ambos fármacos (a las mismas dosis que cuando se administraron individualmente). En el estudio SUCCESS se evalúan las tasas de remisión (score de Mayo ≤ 2) sin corticoides en la semana 16ª en pacientes con colitis ulcerosa con actividad moderada-grave que previamente nunca hubiesen recibido terapias biológicas. Se trata de un ensayo clínico aleatorizado y doble ciego en el que se incluyeron 239 pacientes distribuidos en los tres brazos de tratamiento. En cuanto a la variable principal, los autores observaron que en la semana 16ª se encontraban en remisión sin corticoides el 39,7% de los pacientes tratados con terapia combinada, el 22,1% de los pacientes con infliximab en monoterapia y el 23% de los que solamente recibían azatioprina, concluyendo que la terapia combinada era la estrategia más eficaz. No observaron diferencias en cuanto a efectos adversos. Los autores concluyeron que la combinación de infliximab, junto con azatioprina, es superior a infliximab en monoterapia y a azatioprina sola para alcanzar la remisión sin corticoides en pacientes con colitis ulcerosa. Summary The authors of this paper compare the effectiveness of three treatment regimens: azathioprine monotherapy (at doses of 2.5 mg/kg), infliximab monotherapy (at doses of 5 mg/kg induction therapy at 0, 2 and 6 weeks and maintenance therapy every 8 weeks) and combination therapy of both drugs (at same doses). The SUCCESS study evaluated the remission rates (Mayo score ≤2) without corticosteroids at week 16 in patients with ulcerative colitis with moderatesevere activity that previously had never received biological therapies. This is a randomized, double blind study which included 239 patients divided into three treatment arms. As for the primary endpoint, the authors found that at week 16 were in remission without corticosteroids, 39.7% of patients treated with combination therapy, 22.1% of patients with infliximab monotherapy and 23.7% of those who received only azathioprine. They did not find differences in adverse effects. The authors concluded that patients with moderate-to-severe ulcerative colitis who were treated with infliximab plus azathioprine were more likely to have a corticosteroid-free clinical remission than those receiving azathioprine monotherapy or infliximab monotherapy. Palabras clave Infliximab, azatioprina, terapia combinada, colitis ulcerosa. Keywords Infliximab, azathioprine, combination therapy, ulcerative colitis. Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 85 85 18/12/14 16:24 EII Comentario Desde la introducción de las terapias biológicas en la enfermedad inflamatoria intestinal, una de las grandes dudas que hemos tenido los clínicos ha sido si debemos emplear estos fármacos en monoterapia o combinados con inmunomoduladores. Los primeros datos publicados procedentes de la enfermedad de Crohn (EC) sugerían que los pacientes que eran tratados con monoterapia tenían una mayor probabilidad de producir anticuerpos anti-infliximab, con la consecuente mayor pérdida de respuesta y una mayor tasa de reacciones infusionales(1,2). En cuanto a la mayor eficacia de la terapia combinada, a pesar de que en un primer estudio se concluyó que la presencia de inmunomoduladores concomitantes era un factor pronóstico de mejor respuesta a infliximab(3), en los ensayos clínicos controlados para evaluar la eficacia de infliximab en el tratamiento de mantenimiento de la EC, tanto luminal (ACCENT I)(4) como fistulizante (ACCENT II)(5), y en la colitis ulcerosa (CU) (estudios ACT)(6), no se observaron diferencias en cuanto a eficacia entre el grupo de pacientes que recibieron inmunomoduladores y los que no, si bien es cierto que estos datos se obtuvieron de análisis post-hoc, al no haber sido la evaluación de los inmunomoduladores concomitantes una de las variables principales de dichos estudios. Otro argumento que ha alimentado la polémica es la reciente aparición de casos de linfomas hepatoesplénicos de células T (una rara forma pero incurable de linfoma noHodgkin) en pacientes jóvenes con enfermedad inflamatoria intestinal que habían sido tratados con la combinación de terapias biológicas e inmunosupresores(7). Toda esta controversia pareció disiparse con la publicación del estudio SONIC, que fue exclusivamente diseñado para evaluar las tres estrategias de tratamiento (combinación infliximab-azatioprina, infliximab en monoterapia y azatioprina en monoterapia) en pacientes con EC de debut reciente sin tratamiento previo con ninguno de los dos fármacos, concluyendo que la terapia combinada era más eficaz(8). Una vez más, los clínicos nos veíamos obligados a extrapolar datos de pacientes con EC a CU, de ahí la relevancia de la publicación del estudio SUCCESS, que revisaremos críticamente a continuación. A pesar de que el mencionado estudio no logró alcanzar el tamaño muestral previsto, sus resultados, como analizaremos a continuación, fueron contundentes ya que, en el objetivo principal –la remisión clínica sin esteroides– se observó una mayor eficacia de la terapia combinada que con cualquiera de las estrategias en monoterapia. La relevancia de los datos preliminares del estudio SUCCESS, presentados en forma de resumen en congresos, junto a los datos ya comentados del estudio SONIC, han influido en que en las nuevas recomendaciones para uso de biológicos de GETECCU, se recomiende el uso de la terapia combinada(9). El presente artículo añade la novedad de que, además del texto, se han añadido unos apéndices que nos aportan una 86 Rev EII 13/2.indb 86 serie de datos de gran importancia y que nos han ayudado a la hora de evaluar el mismo. Para la evaluación crítica de este artículo seguiremos la metodología propuesta por el grupo CASP (Critical Appraisal Skills Programe o programa de habilidades en lectura crítica), que tiene por objetivo ayudar a desarrollar habilidades para efectuar una lectura crítica de la literatura científica. ¿Se orienta el ensayo clínico a una pregunta claramente definida? Sí. Este estudio evalúa las tasas de remisión (Mayo score ≤2 sin ningún subescore de la clasificación que excediera 1 punto) sin corticoides en la semana 16ª, en pacientes con CU con actividad moderada-grave (definida por el score de Mayo, confirmado con una rectosigmoidoscopia en las 2 semanas previas), que previamente nunca hubiesen recibido terapias biológicas y que, en el momento de la inclusión, llevasen al menos tres meses sin inmunosupresores (a diferencia del estudio SONIC, aquí se permitía incluir a pacientes que en algún momento hubiesen recibido azatioprina). El estudio compara la eficacia de tres pautas de tratamiento: monoterapia con azatioprina (a dosis de 2,5 mg/kg), monoterapia con infliximab (a dosis de 5 mg/kg con tratamiento de inducción a las 0, 2 y 6 semanas y tratamiento de mantenimiento cada 8 semanas) y tratamiento combinado de ambos fármacos (a las mismas dosis que cuando se administraron individualmente), en los tres grupos hasta la semana 16ª. Debido a las características del ensayo (comparación de fármacos con eficacia previamente demostrada) no fue necesario que se emplease un grupo placebo. Inicialmente, estaba previsto que los pacientes del estudio SUCCESS tuvieran la opción de continuar con el tratamiento al que hubieran sido aleatorizados en un estudio de extensión; sin embargo, el estudio debió suspenderse prematuramente debido a la aparición, en un estudio similar realizado en pacientes con psoriasis, de un mayor número del esperado de reacciones infusionales en el subgrupo de pacientes a los que se reintrodujo infliximab en monoterapia tras haberlo recibido previamente de forma episódica. Por lo tanto, solo 13 pacientes entraron en el estudio de extensión y no se analizaron los datos. La población del ensayo está bien definida: se incluyeron pacientes de al menos 21 años (tras una enmienda, pues en principio la edad mínima era de 18) con CU con actividad moderada-grave sin respuesta a esteroides en las 12 semanas previas, definida por un score de Mayo de entre 6 y 8 puntos para el moderado y de entre 9 y 12 puntos para el grave. También se incluyeron pacientes corticodependientes (debían tener una dosis mínima estable menor o igual a 30 mg de prednisolona o equivalente). Se excluyeron los pacientes con uso de medicación rectal, metotrexato o ciclosporina en el momento de la inclusión. También se excluyeron pacientes con brote grave que requiriera hospi- ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 LECTURA CRÍTICA DE LA LITERATURA talización, pacientes con resecciones colónicas, displasia, infecciones oportunistas, hepatitis B y C, tuberculosis y cáncer. Tampoco fueron incluidos aquellos que hubieran recibido previamente tratamiento con fármacos anti-TNF. ¿Fue aleatoria la asignación de los pacientes a los tratamientos? Sí, la aleatorización fue central y metodológicamente correcta. Los pacientes que cumplían criterios de inclusión fueron aleatorizados 1:1:1 a cada brazo de tratamiento (azatioprina, infliximab o terapia combinada), recibiendo los grupos de monoterapia, tanto infusiones de placebo (los de monoterapia con azatioprina) como comprimidos de placebo (los de monoterapia con infliximab), para conseguir un correcto enmascaramiento de los fármacos empleados. La aleatorización se realizó de forma centralizada, teniendo en cuenta si los pacientes habían recibido previamente o no azatioprina, y/o ciclosporina. ¿Fueron adecuadamente considerados hasta el final del estudio todos los pacientes que entraron en él? Sí. Todos los pacientes fueron adecuadamente valorados hasta el final del seguimiento. Los autores refieren detalladamente en la figura 1 del artículo (página 395) el flujo de pacientes, con las pérdidas y los motivos de las mismas. Sin embargo, cabe recordar que, por la repentina suspensión del ensayo (debido a las circunstancias previamente mencionadas), solo se aleatorizaron 239 pacientes de los 600 previstos, y no se pudo realizar el estudio de extensión. ¿Se mantuvieron ciegos al tratamiento los pacientes, los clínicos y el personal del estudio? Los pacientes y los clínicos desconocían el tratamiento asignado pero, a pesar de que nosotros lo presuponemos, no se especifica en el artículo si el personal del estudio y el endoscopista eran ciegos o no. Tampoco se especifica si las endoscopias eran grabadas y revisadas por un comité central externo. Mantener el ciego en este estudio es especialmente complicado, pues todos los pacientes debían tomar medicación oral y todos recibían infusiones, si bien en el grupo de azatioprina éstas eran infusiones con placebo y, en el grupo de infliximab en monoterapia, se administraban comprimidos de placebo. ¿Fueron similares los grupos al comienzo del ensayo? Sí. Este aspecto está muy bien especificado en la tabla 1 (página 395). Los autores refieren que los tres grupos de tratamiento fueron similares en cuanto a edad, sexo, duración de la enfermedad, extensión de la misma, actividad clínica, niveles de calprotectina fecal, gravedad clínica y endoscópica y tratamientos concomitantes. A pesar de Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 87 que la proporción de pacientes que estaba recibiendo corticoides basalmente en el grupo randomizado a azatioprina era menor que el que fue aleatorizado a la terapia “combo”, las diferencias (34 vs 47%) no fueron estadísticamente significativas (P=0,09). Al margen de la intervención en estudio, ¿los grupos fueron tratados de igual modo? Sí. En el apartado de “Métodos” se especifica que todos los pacientes recibieron azatioprina a dosis de 2,5 mg/kg o placebo diariamente y una infusión de infliximab a dosis de 5 mg/kg o placebo a las 0, 2 y 6 semanas y, posteriormente, cada 8 semanas hasta la semana 16ª. La dosis de corticoides se retiró progresivamente hasta su total eliminación en la semana 14ª, empleándose la misma estrategia de retirada en los tres grupos. El tratamiento con mesalazina y otros fármacos concomitantes se mantuvo estable durante todo el estudio en aquellos pacientes que recibían estos fármacos. ¿Cuál es la magnitud del efecto del tratamiento? La variable principal de valoración en este estudio fue la tasa de remisión sin corticoides en la semana 16ª. Se consideraron análisis secundarios la curación mucosa (definida como un subscore de Mayo endoscópico de 0-1), la respuesta clínica, tanto en la semana 8ª como en la 16ª (descenso de 3 o más puntos en el score de Mayo o de más del 30% con respecto a la puntuación basal), la calidad de vida, las dosis de corticoides en diferentes períodos y los cambios en los niveles de calprotectina fecal en la semana 16ª con respecto a la basal. El análisis del objetivo primario se realizó por intención de tratar. En cuanto a la variable principal, los autores observaron que, en la semana 16ª se encontraban en remisión sin corticoides el 39,7% de los pacientes tratados con terapia combinada, el 22,1% de los pacientes con infliximab en monoterapia y el 23% de los que solamente recibían azatioprina. Con estos resultados obtuvieron diferencias estadísticamente significativas entre el grupo de terapia combinada y el tratado con azatioprina (p=0,032), así como entre el grupo de terapia combinada y el de infliximab en monoterapia (p=0,017). Sin embargo, entre los dos fármacos en monoterapia no se observaron diferencias estadísticamente significativas (p=0,813). Los autores explican que, al no demostrarse diferencias entre estos grupos en el objetivo principal, los resultados de las variables secundarias entre los grupos de monoterapia deben ser interpretadas con cautela. ¿Cómo es la precisión de la estimación del efecto del tratamiento? Los resultados se presentan como porcentajes y sus respectivos intervalos de confianza (IC) del 95%. De este 87 18/12/14 16:24 EII modo, en la semana 16ª se encontraban en remisión sin corticoides el 39,7% (IC 95% 28,8-50,6) de los pacientes tratados con terapia combinada, el 22,1% (IC 95% 12,831,3) de los pacientes con infliximab en monoterapia y el 23% (IC 95% 14,1-33,2) de los que solamente recibían azatioprina. Como puede observarse, los IC del 95% son relativamente amplios, lo que traduce que, probablemente como consecuencia del limitado tamaño muestral, la precisión de la estimación (eficacia) no es muy alta. En este sentido, debido a que no se alcanzó el tamaño muestral previsto (solo se incluyeron 239 pacientes de los 600 inicialmente previstos), el estudio tenía una potencia estadística del 54% (en lugar del 80% habitualmente exigido) para detectar una diferencia del 15% (considerada como clínicamente relevante) entre las tasas de remisión de los grupos de tratamiento “combo” y azatioprina en monoterapia; no obstante, puesto que esta última comparación fue, finalmente, estadísticamente significativa (P=0,032), el problema del tamaño muestral queda minimizado. ¿Pueden aplicarse estos resultados en tu medio o población local? Sí, la población del estudio es similar a un porcentaje relevante de pacientes que reciben biológicos en nuestro medio, esto es, aquellos con CU moderada-grave con fracaso a esteroides o corticodependencia. Quizá la única limitación (en cuanto a la extrapolación de los resultados) es que, si bien el uso de azatioprina previa no era una contraindicación, los pacientes debían estar al menos 3 meses previos al inicio del ensayo sin dicha medicación. Esta circunstancia no es común en nuestro medio, pues normalmente la azatioprina suele mantenerse, a no ser que haya producido efectos adversos. Incluso en los pacientes en los que la azatioprina no es efectiva, suele mantenerse a la espera de añadir la terapia biológica. ¿Se tuvieron en cuenta todos los resultados de importancia clínica? Sí. Además de la variable principal de estudio (remisión sin corticoides en la semana 16ª) se tuvieron en cuenta otros aspectos de interés, como la curación mucosa, la calidad de vida, los valores de la calprotectina fecal, la seguridad del tratamiento y, aunque solamente en un subgrupo de pacientes, los niveles de infliximab y los anticuerpos anti-infliximab. ¿Los beneficios a obtener justifican los riesgos y los costes? En el grupo de pacientes a los que está orientado el estudio (CU moderada-grave), pensamos que se podría justificar el empleo de la terapia combinada. Sin embargo, solo podemos confirmar este beneficio a corto plazo, donde los resultados parecen claros. En cuanto a las reacciones adversas, no se han observado diferencias entre ninguno de los grupos, pero en este aspecto es donde el hecho de no haberse alcanzado el tamaño muestral previsto es más limitante a la hora de extraer conclusiones de seguridad. Además, para establecer definitivamente el balance riesgo-beneficio debería realizarse un seguimiento a más largo plazo, puesto que evaluar el efecto de la azatioprina a las 16 semanas se nos antoja demasiado pronto; así, es bien sabido que el tiempo medio de acción de este fármaco es de aproximadamente 12 semanas, por lo que algunos casos de respuesta “tardía” podrían beneficiarse de la terapia con inmunosupresores sin necesidad de recurrir a tratamiento biológico, con el consiguiente ahorro económico. En resumen, el estudio SUCCESS aporta una valiosa información adicional de la que previamente no se disponía sobre el empleo de fármacos biológicos en la CU y, con la limitación de no haber alcanzado el tamaño muestral previsto, pero con el objetivo principal alcanzado a pesar de ello, quizá su mayor aportación sea que demuestra una mayor eficacia de la terapia combinada tanto sobre la monoterapia con infliximab como sobre la monoterapia con azatioprina. Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 88 Rev EII 13/2.indb 88 Baert F, Noman M, Vermeire S, Van Assche G, D’ Haens G, Carbonez A, et al. Influence of immunogenicity on the long-term efficacy of infliximab in Crohn’s disease. N Engl J Med. 2003;348:601-8. Vermeire S, Noman M, Van Assche G, Baert F, D’Haens G, Rutgeerts P. Effectiveness of concomitant immunosuppressive therapy in suppressing the formation of antibodies to infliximab in Crohn’s disease. Gut. 2007;56:1226-31. Parsi MA, Achkar J, Richardson S, Katz J, Hammel JP, Lashner BA, et al. Predictors of response to infliximab in patients with Crohn’s disease. Gastroenterology. 2002;123:707-13. Hanauer SB, Feagan BG, Lichtenstein GR, Mayer LF, Schreiber S, Colombel JF, et al. Maintenance infliximab for Crohn’s disease: the ACCENT I randomised trial. Lancet. 2002;359:1541-9. Sands BE, Anderson FH, Bernstein CN, Chey WY, Feagan BG, Fedorak RN, et al. Infliximab maintenance therapy for fistulizing Crohn’s disease. 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ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 EII Debate ¿Es razonable emplear ya biosimilares de primera opción en pacientes con EII? A FAVOR Miquel Sans Cuffí Servicio de Aparato Digestivo, Hospital Quirón Teknon, Barcelona La llegada de los biosimilares es, sin ningún tipo de duda, la principal novedad en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en el último año. Si bien faltan todavía unos meses para que se puedan utilizar en nuestro país, no hay congreso, curso o simposio de EII en que no se le haya dedicado ya una presentación para informar a los asistentes, interesados en la EII, sobre la llegada de estos nuevos fármacos. En las siguientes líneas revisaremos qué son los biosimilares, qué fármacos biosimilares tendremos en la EII y cuáles son los argumentos en favor de una rápida incorporación de estos fármacos al manejo diario de los pacientes con EII. ¿Qué son los biosimilares? Los biosimilares son nuevos fármacos que imitan, tanto como es posible con la tecnología actual, a los fármacos “biológicos”. No hace muchos años, en Gastroenterología asistimos a la llegada de las “copias” o fármacos genéricos de medicamentos de uso tan común para nosotros como el omeprazol y otros fármacos inhibidores de la bomba de protones. Lo que en su momento fueron muchas dudas sobre la eficacia de las “copias” y un notable debate entre los gastroenterólogos sobre la conveniencia o no de usar estos fármacos en lugar de los omeprazoles “originales”, se ha transformado hoy día, no solo en una amplia aceptación de estos fármacos genéricos, sino incluso en la recomendación expresa de su uso por parte del sistema público de salud y, muy especialmente, por los médicos de Atención Primaria. No hay duda de que esta recomendación se debe a la combinación de una acción terapéutica equivalente y un precio claramente inferior al de los fármacos de referencia. Los biosimilares son, pues, “los genéricos de los fármacos biológicos” y su llegada se sustenta en la mencionada combinación de “misma eficacia a menor precio”, que ha motivado la implantación de muchos fármacos genéricos. Dicho esto, es lícito argumentar que los fármacos biológicos, como infliximab o adalimumab en el caso de la EII, son mucho más complejos, tanto a nivel estructural como en su mecanismo de acción, que el omeprazol. Y es, por tanto, lógico pensar que dicha complejidad se debe de traducir Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 89 en una mayor exigencia por parte de las entidades reguladoras, a la hora de demostrar que un fármaco biosimilar es “equivalente” a un biológico original. Antes de abordar cómo se demuestra dicha equivalencia, es importante destacar algo que muchos gastroenterólogos desconocen: los diferentes lotes de un fármaco biológico varían a lo largo del tiempo, debido a su forma de producción. Esto ha llevado a afirmar que los diferentes lotes de un fármaco biológico original, producidos en momentos diferentes, acaban siendo “biosimilares unos de otros”, ya que no son 100% idénticos entre sí. De hecho, estas modificaciones debidas al sistema de producción de un fármaco biológico original son estrechamente vigiladas, clasificadas y reportadas a las autoridades pertinentes. En el caso de infliximab (Remicade®), se han comunicado 36 cambios en la producción de este biológico, desde su aprobación hasta la actualidad (Schneider AK, 2013). ¿Cómo se demuestra la “equivalencia” de un biosimilar? El proceso que debe seguir un fármaco biosimilar para ser autorizado y comercializado es muy diferente al que siguen los fármacos convencionales. En el caso de éstos, después de la fase preclínica, realizada en animales de experimentación, el fármaco debe seguir una compleja serie de ensayos clínicos, consecutivos, para establecer su seguridad, dosis óptima y eficacia. Se trata de un largo proceso que puede llegar a durar 10 años o incluso más. En el caso de los biosimilares, el esquema es completamente diferente. De hecho, se habla de “invertir la pirámide”, de forma que la mayor parte del tiempo y esfuerzo se destinarán a demostrar la similitud a nivel molecular y funcional incluyendo, no solo la secuencia de aminoácidos, sino también su grado de glicosilación, su estructura tridimensional y otras muchas características físico-químicas de esta compleja macromolécula. A continuación, se completará la fase preclínica con estudios funcionales in vitro y utilizando modelos animales de experimentación. Todo este conjunto de estudios formará la base de la pirámide y es donde se concentrará la mayoría del tiempo de desarrollo. La Unión 89 18/12/14 16:24 EII Europea considera que un fármaco puede considerarse biosimilar a su fármaco de referencia cuando su variabilidad por lo que se refiere a las características físico-químicas y funcionales se encuentra dentro del rango observado para el fármaco de referencia. Una vez logrado un fármaco realmente “similar” al biológico original, se realizará uno o más ensayos clínicos para confirmar que, también a nivel clínico, en lo que se refiere a eficacia y seguridad, existe equivalencia. Estos estudios se consideran meramente confirmatorios y no será preciso que sigan la clásica secuencia fase I, fase II, fase III, etc., propia de los fármacos convencionales. Un aspecto que ha sido motivo de controversia es la extrapolación de indicaciones, que consiste en asumir que, una vez demostrada la equivalencia a nivel molecular y clínico en una indicación concreta, el biosimilar pueda ser utilizado en el resto de indicaciones en las que el fármaco biológico original había demostrado ser eficaz y seguro. De hecho, la Agencia Europea del Medicamento ha aceptado este principio de extrapolación de indicaciones para el fármaco biosimilar de infliximab recientemente aprobado, que ha demostrado ser eficaz y seguro en pacientes con artritis reumatoide y espondilitis anquilosante y, en base al principio de extrapolación, ha sido aprobado también para otras indicaciones de infliximab, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. La Agencia Europea del Medicamento ha aceptado el principio de extrapolación al considerar que en este caso se ha demostrado la equivalencia existente entre fármaco biosimilar e infliximab original, incluyendo entre otras propiedades su estructura físico-química, acción inhibidora del TNF-α soluble y unido a la membrana e inhibición de la síntesis de citocinas pro-inflamatorias. ¿Qué biosimilares estarán disponibles en EII? En septiembre de 2013, la Unión Europea autorizó el uso de CP-P13, un fármaco biosimilar de infliximab desarrollado por Celltrion. Este fármaco será comercializado en Europa con los nombres de Remsima® (por Celltrion) y de Inflectra® (por Hospira). La caracterización físico-química y funcional de CP-P13 demostró que este fármaco es altamente similar a Remicade®, tanto en los estudios de tipo más analítico (estructura primaria, otros órdenes de estructura, glicosilación, contenido, pureza, etc.), como en los estudios de unión mediada por los fragmentos Fab y Fc y los de actividad biológica (neutralización del TNF-α, fijación del complemento, señalización intracelular, síntesis de citocinas pro-inflamatorias, apoptosis, proliferación de células T, función macrofágica, etc.). Por lo que a su desarrollo clínico se refiere, disponemos de 3 estudios efectuados en pacientes con patología reumatológica inflamatoria: 1) un primer estudio piloto, para caracterizar la farmacodinámica de CP-P13, en el que se incluyeron 19 pacientes con artritis reumatoide (AR) tratados simultáneamente con metotrexato y que tuvo una 90 Rev EII 13/2.indb 90 duración de 2 años, 2) el Estudio Planet-AS, para completar el estudio farmacodinámico y caracterizar la eficacia a largo plazo, que incluyó a 250 pacientes con espondilitis anquilosante (EA) en monoterapia, durante 1 año, y 3) el Estudio Planet-RA, para evaluar la eficacia a largo plazo y seguridad, en el que se incluyeron 606 pacientes con AR co-tratados con metotrexato, durante 1 año. Considerados de forma conjunta, estos estudios han confirmado la equivalencia entre CP-P13 y Remicade®. Así, por lo que a eficacia se refiere, en el Estudio Planet-RA se alcanzó respuesta clínica (ACR20) en el 60,9% de los pacientes tratados con CP-P13 y el 58,6% de los pacientes tratados con Remicade®. La misma equivalencia se observó en el resto de parámetros clínicos y analíticos, incluyendo el porcentaje de pacientes que desarrolló anticuerpos anti-fármaco, en diferentes momentos del estudio. ¿Qué opinan los gastroenterólogos europeos de la llegada de los biosimilares? Recientemente se ha publicado una encuesta realizada por la ECCO (European Crohn’s and Colitis Organization), para saber tanto el grado de conocimiento que los gastroenterólogos europeos tienen de los biosimilares como su opinión respecto a los mismos. Esta encuesta, que incluyó 15 preguntas de respuesta múltiple, fue enviada a 1.000 miembros de la ECCO elegidos al azar y respondida por 307 de ellos. El 70% de los participantes tenían un conocimiento correcto de lo que son los fármacos biosimilares, un 19% respondieron que se trata de copias idénticas al fármaco de referencia, y el 8% confundieron biosimilar con otro fármaco anti-TNF-α, como adalimumab. En relación a las ventajas que la incorporación de los biosimilares pueden aportar al manejo de los pacientes con EII el 89% señalaron el ahorro económico como el factor más relevante. Una de las principales preocupaciones de los participantes fue la posible inmunogenicidad de estos fármacos. Además, una proporción importante de ellos se mostró favorable a la realización de estudios en pacientes con enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa y a la implantación de medidas post-marketing y de farmacovigilancia. Argumentos en favor del uso de los biosimilares Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, podemos concluir que son muchos los argumentos en favor de una rápida incorporación de los biosimilares en general y, más concretamente, de los biosimilares de infliximab (Remsima® e Inflectra®), que muy pronto estarán disponibles en enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa. Dichos argumentos se pueden sintetizar en los siguientes puntos: •Similitud/equivalencia: los biosimilares son fármacos que demuestran ser similares a su fármaco biológico de referencia. De hecho, los diferentes lotes de un biológico original son distintos entre sí, de forma que la variabilidad ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 DEBATE del biosimilar, por lo que se refiere a sus propiedades físico-químicas y funcionales, cae dentro del rango de variabilidad de los diferentes lotes del biológico original. Es importante recordar que, a diferencia de los fármacos convencionales, es la demostración de dicha equivalencia (y, en menor grado, los resultados de los ensayos clínicos) los que sustentan el uso de un biosimilar. •Precio: el ahorro económico será, sin duda, la principal ventaja resultante de la incorporación de los biosimilares de inflixiimab a la EII. En un momento de crisis económica, recortes en el sistema público de salud y presión para reducir el número de pacientes tratados con biológicos en nuestros hospitales, el uso de los biosimilares de infliximab permitirá, no solo un importante ahorro económico, sino poder mantener (o incluso aumentar) el número de pacientes que se benefician de la terapia biológica en un determinado centro. •Autorización: Remsima® e Inflectra® han sido aprobados por la Unión Europea para su uso en todas las indicaciones de infliximab, incluyendo la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Dicha aprobación ha requerido, lógicamente, la presentación de una documentación exhaustiva sobre las características físico-químicas, funcionales y clínicas, incluyendo la eficacia y seguridad, de estos fármacos, que ha sido validada por un amplio panel de expertos europeos. Dicha autorización constituye, por sí misma, un argumento en favor de la pronta implantación de estos biosimilares en nuestro país. •Apoyo a la investigación vs beneficio para el sistema público de salud: es evidente que la oportunidad de negocio es un requisito imprescindible para que las compañías farmacéuticas inviertan grandes cantidades de dinero en el desarrollo de nuevos fármacos. Podría parecer que la sustitución de un biológico original por su biosimilar va en contra de dicho esfuerzo y, en general, de la investigación clínica. Esto no es del todo cierto. Al igual que sucede con los fármacos convencionales, el hallazgo de un fármaco novedoso, eficaz y seguro va unido a una oportunidad de negocio que, en la mayoría de los casos, reporta importantes beneficios económicos (como ha de ser) a la compañía farmacéutica que lo desarrolló. Pero esta oportunidad de negocio no es ilimitada en el tiempo, sino que está limitada por la duración de la patente. Una vez expirada esta, la aparición de fármacos genéricos, de biosimilares en el caso de los fármacos biológicos, representa un ahorro económico muy importante que, obviamente, beneficia al sistema público de salud (y a los que lo pagamos, que somos todos). Bibliografía 1. Ebbers HC. Biosimilars: In support of extrapolation of indications. J Crohns Colitis. 2014; 8 (5): 431-5. 2. Danese S, Fiorino G, Michetti P. Viewpoint: Knowledge and viewpoints on biosimilar monoclonal antibodies among members of the European Crohn’s and Colitis Organization. J Crohns Colitis. 2014. pii: S1873-9946(14)00190-1. Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 91 3. Danese S, Gomollon F, Governing Board and Operational Board of ECCO. ECCO position statement: the use of biosimilar medicines in the treatment of inflammatory bowel disease (IBD). J Crohns Colitis. 2013; 7 (7): 586-9. 91 18/12/14 16:24 EII EN CONTRA Fernando Muñoz Servicio de Aparato Digestivo. Complejo Asistencial Unviersitario de León Resumen El primer biosimilar en la enfermedad inflamatoria intestinal está próximo a comercializarse y se discute si podría constituir una primera elección en esta enfermedad. La principal limitación es que la evidencia disponible deriva de estudios de equivalencia en otras enfermedades, no habiéndose ensayado específicamente en la EII. Por otro lado, la inmunogenicidad es diferente y puede condicionar un espectro de efectos adversos distinto y, sobre todo, impedir la monitorización con los métodos existentes. Por último, es posible que se contemple la sustitución del fármaco de referencia en pacientes ya tratados por el biosimilar, lo que podría comprometer la durabilidad del fármaco. Summary The first biosimilar in inflammatory bowel disease is close to the market and is being discussed discusses if could be a first choice in this disease. The main limitation is that available evidence is extrapolated from equivalence studies in other diseases, without specific studies in IBD. Furthermore, the immunogenicity is different determining a potentially different spectrum of side effects. Drug monitoring could not be done with existing methods. Finally, there is the possibility of replacing the reference drug in patients already treated by biosimilar which would compromise the durability of the drug. Palabras clave Biosimilar, infliximab, CT-P13, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa. Keywords Biosimilar, infliximab, CT-P13, inflammatory bowel disease, Crohn’s disease, ulcerative colitis. Un fármaco biosimilar es un medicamento biológico similar a otro biológico ya autorizado (referencia) y que no muestra diferencias clínicas importantes en calidad, seguridad y eficacia(1). Obviamente el punto clave de su empleo es que supone un ahorro con respecto al fármaco de referencia. Sin embargo y en el caso concreto de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), no siempre está demostrada esa equivalencia y el beneficio económico, si se tienen en cuenta otros aspectos además del coste farmacológico, podría no ser tan claro. ¿Son realmente necesarios los biosimilares? Aunque el número de prescripciones de estos fármacos es relativamente pequeño, el coste es muy importante, representando el 18% del gasto farmacéutico mundial en el año 2012, siendo biológicos 5 de los 10 fármacos mas vendidos(2). Además, el acceso a estos fármacos es considerablemente inferior en los países emergentes(3). En el caso concreto de la EII, la mayor parte de los costes de la 92 Rev EII 13/2.indb 92 enfermedad tradicionalmente lo constituían los ingresos hospitalarios [63% en la enfermedad de Crohn (EC) y el 45% en la colitis ulcerosa (CU)](4). Sin embargo, esta situación ha cambiado y en la actualidad los biológicos representan la parte más importante de los costes asociados, con un 64% del gasto en la EC y un 31% en la CU(5). Por todo ello, parece claro que la introducción de los biosimilares con un coste inferior al fármaco de referencia facilitará el acceso a estos tratamientos y probablemente expandirá sus indicaciones en un momento en que el tratamiento precoz podría ser el más eficiente. Sin embargo, los costes de desarrollo de los biosimilares son elevados, entre 100 y 250 millones de dólares, y lleva tiempo, unos 7-8 años de media(6), por lo que el ahorro con respecto al producto de referencia se sitúa en un 15-30%, muy alejado del 80% de los genéricos. Además, los biológicos de referencia probablemente ajusten el precio para poder ser competitivos, por lo que el impacto económico podría ser menor de lo esperado. De hecho, en una reciente ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 DEBATE encuesta realizada a médicos afiliados a la ECCO (European Crohn’s and Colitis Organisation) solo el 50% piensa que representan un ahorro real y un 33% que tendrá un impacto marginal o incluso un sobrecoste(7). ¿La regulación actual garantiza una eficacia y seguridad similares? La normativa de la EMEA para la aprobación de un biosimilar se refleja en la tabla I. Actualmente existe un único biosimilar anti-TNF aprobado por esta organización en septiembre de 2013 similar al infliximab y que se comercializará por dos empresas bajo los nombres Inflectra® y Remsima®. En los estudios realizados se detectan pequeñas diferencias de estructura primaria (extremo C-terminal), de glicosilación, y de afinidad por el receptor Fc(8) que probablemente no tengan relevancia clínica, aunque, eso sí, le confieren diferente inmunogenicidad. Los estudios clínicos publicados son dos(9,10) (Tabla II). El primero es un fase I que se realiza en espondilitis anquilopoyética y encuentra un perfil farmacocinético muy similar al infliximab de referencia. El segundo estudio es un estudio fase III llevado a cabo en artritis reumatoide activa con más de 600 pacientes. No hay diferencias significativas entre ambos fármacos en los parámetros habituales de eficacia de esta enfermedad. La inmunogenicidad y seguridad también son similares aunque el estudio no tiene suficiente poder estadístico como para detectar diferencias, por lo que con los datos actuales asegurar que la seguridad es similar es arriesgado. Por otro lado, hay algunas consideraciones metodológicas que hacer. En primer lugar, el ensayo clínico publicado es un estudio de equivalencia cuyo objetivo es determinar si el biosimilar es equivalente o no al infliximab de referencia, asumiendo que lo es si las diferencias entre ambos no exceden del 15% (delta). Este diferencial o delta en la EII es muy amplio porque en alguno de los fármacos aprobados la diferencia con el placebo es menor(11). Además, probablemente el tipo de estudio tipo más adecuado para valorar las diferencias entre dos fármacos sea el de no inferioridad, que es el recomendado por la FDA, porque permite detectar, no solo equivalencia sino también superioridad o inferioridad de alguno de los fármacos comparados. La EMEA probablemente no se inclinó por este diseño porque el número de pacientes a incluir y el coste global es mayor. ¿Es suficientemente razonable su empleo en la EII? Una de las principales críticas que ha recibido la aprobación del infliximab biosimilar por la EMEA ha sido la extrapolación de los resultados de los estudios en artritis reumatoide y espondilitis anquilopoyética al resto de indicaciones y, en concreto, a la EII. De hecho, la ficha técnica aprobada es idéntica a la del infiximab de referencia. Hay diferencias importantes entre la indicación evaluada en el ensayo clínico y la EII. En primer lugar la dosis empleada es diferente, 3 mg/kg vs 5 mg/kg y no eficaz en la EII. La respuesta al placebo es menor en la artritis reumatoide por lo que podría ser más sencillo encontrar diferencias(1) y, por otro lado, se utiliza asociado al metotrexato y en los ensayos clínicos de la EII con el infliximab de referencia el tratamiento combinado no es obligado y la asociación mas Tabla I. Requisitos para el desarrollo de un anticuerpo monoclonal biosimilar. FaseDescripción Estudios no clínicos • In vitro Estudios de farmacodinámicos comparativos • Decisión sobre la necesidad de estudios in vivo • Estudios in vivo en animales Estudios farmacocinéticos, farmacodinámicos o de seguridad Estudios clínicos • Farmacocinética y farmacodinámicaDemostrar comparabilidad farmacocinética en una población sensible y homogénea Estudios de farmacodinamia: dosis-concentración-curva respuesta • Estudios de eficaciaEnsayos clínicos de equivalencia con suficiente potencia, aleatorizados en grupos paralelos y preferentemente ciegos • Extrapolación Se estudiará caso a caso • SeguridadDemostrar perfil de seguridad comparable, incluyendo inmunogenicidad. Se recoge durante todo el desarrollo • Farmacovigilancia y trazabilidadEl biosimilar debe presentar un programa de farmacovigilancia y un plan específico de gestión de riesgos, diferentes a los del biológico de referencia Trazabilidad: es preferible la prescripción por nombre comercia para garantizarla Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 93 93 18/12/14 16:24 EII Tabla II. Ensayos clínicos publicados con el biosimilar CT-P13 (infliximab). NombreDiseño Objetivos Tratamiento Pacientes Planetas Fase 1, prospectivo, Equivalencia farmacocinética IFX o CT-P13 (infliximab) 5 mg/kg 250 pacientes con espondilitis controlado (1:1) y doble ciego Secundario: eficacia y seguridad (0,2,6 sem y luego cada 8 sem) anquilopoyética activa durante 30 semanas Planetra Fase 3, prospectivo, controlado Primario: equivalencia en eficacia IFX o CT-P13 (infliximab) 5 mg/kg y doble ciego Secundario: eficacia, farmacocinética, (0,2,6 sem y luego cada 8 sem) inmunogenicidad y seguridad habitual es con azatioprina. De hecho, en el ensayo que valora el tratamiento combinado con metotrexato frente a monoterapia en la EC la eficacia de ambas opciones es similar(12). Por todo ello, las principales sociedades científicas de la especialidad están en contra de esta extrapolación(13,14). Aunque es cierto que probablemente esta crítica se resuelva con el tiempo porque hay en marcha estudios en la EII para lograr su aprobación por la FDA que no acepta esta extrapolación. Otro de los potenciales problemas del empleo del infliximab biosimilar es precisamente que, de acuerdo con la OMS, la denominación del principio activo es el mismo que para el infliximab de referencia. Esto puede ocasionar problemas de trazabilidad y dificultar el reconocimiento de efectos adversos específicos del biosimilar porque la notificación puede no hacerse necesariamente por el nombre comercial, de hecho hasta un 86% de los médicos lo hacen por principio activo(15). La inmunogenicidad de ambos fármacos es diferente y son múltiples los factores que pueden influir sobre ella como genéticos, tipo de enfermedad, tratamiento combinado o excipientes empleados, por este motivo es esencial un programa de farmacovigilancia estricto y diferente para cada infliximab. En este sentido, hay ejemplos con otros biosimilares de efectos adversos graves por cambios en la inmunogenicidad del fármaco por un simple cambio de estabilizante como la anemia aplásica asociada al empleo de eritropoyetina(16). Otro aspecto que no se puede pasar por alto, consecuencia de la diferente inmunogenicidad es que los métodos de determinación de anticuerpos neutralizantes del infliximab de referencia no son aplicables al biosimilar con lo que la monitorización del fármaco puede 94 Rev EII 13/2.indb 94 606 pacientes con artritis reumatoide activa durante 30 semanas + metotrexate verse comprometida, al menos hasta que estas técnicas estén disponibles. Por último, otro aspecto determinante es la posible intercambiabilidad entre ambos fármacos como medio para fomentar el empleo del biosimilar. La FDA así lo contempla, tras los estudios pertinentes, mientras que la EMEA establece que se valorará caso por caso, lo que probablemente se traduzca en que se sigan directrices locales en los diferentes países o autonomías. En este sentido, recordar que no son fármacos iguales y que en los pocos estudios que existen de cambio de biológico en pacientes estables los resultados no apoyan esta estrategia. Así, en el estudio SWITCH en el que 73 pacientes estables con infliximab se randomizan a seguir con el fármaco o a cambiar a adalimumab, un mayor porcentaje de pacientes que cambian el tratamiento precisan ajuste de dosis (47 vs 16%; p=0,006) o retirada del fármaco al año de seguimiento(17). De acuerdo con esto datos, de nuevo, las principales sociedades científicas no están de acuerdo con este aspecto tampoco(13,14). En conclusión, la introducción de los biosimilares en la EII tras la finalización de las patentes de los biológicos existentes permite generar competencia y probablemente un ahorro del gasto. Sin embargo, en la actualidad, la extrapolación de los resultados de estudios en otras indicaciones a la EII compromete que estos fármacos constituyan una primera elección, aunque este aspecto probablemente se resuelva una vez se publiquen los resultados de los estudios en marcha. Otros aspectos que pueden limitar la prescripción son la inmunogenicidad diferente que limita la monitorización y los problemas para la trazabilidad y farmacovigilancia al utilizar el mismo nombre para el principio activo que el fármaco de referencia. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 DEBATE Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Gecse KB, Khanna R, van den Brink GR, Ponsioen CY, Lowenberg M, Jairath V, et al. Biosimilars in IBD: hope or expectation? Gut. 2013;62(6):803-7. RICKWOOD S, DI BIASE S. 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Switch to adalimumab in patients with Crohn’s disease controlled by maintenance infliximab: prospective randomised SWITCH trial. Gut. 2012;61(2):229-34. 95 18/12/14 16:24 Enfermería EII ¿Deberían implantarse programas de educación terapéutica con el fin de mejorar resultados en cuestión de salud en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal? Lectura crítica en busca de la evidencia Marta Gallego Barrero1, Laura Marín Sánchez2 Hospital Clínic de Barcelona1. Hospital Universitario Germans Trias i Pujol2 Effects of formal education for patients with inflammatory bowel disease: a randomized controlled trial Can J Gastroenterol. 2005;19(4):235-44. Numerosos estudios ponen de manifiesto que la actuación de enfermería juega un papel clave en las intervenciones y programas encaminados a mejorar la calidad de vida y el cuidado del paciente con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en las diferentes fases de la enfermedad(2). En este sentido y durante el transcurso de la enfermedad, es muy importante establecer un proceso de ayuda, educación y seguimiento para favorecer la adaptación de la nueva situación a las necesidades y actividades cotidianas de cada paciente. Asimismo en varios estudios se describe la trascendencia del profesional de enfermería especializado como parte esencial de equipos multidisciplinares dedicados a la EII(3). La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) de los pacientes con enfermedades crónicas tales como la EII se ve afectada por varios factores relacionados y no relacionados con la enfermedad. Algunos de estos factores incluyen la actividad de la enfermedad, la eficacia de los tratamientos, la personalidad del paciente, las habilidades de afrontamiento de la persona(4). En el contexto de la creación de una consulta de enfermería de EII surge la necesidad de obtener evidencia científica en cuanto a la implantación de programas de educación para la salud con el fin de mejorar los resultados en cuestión de salud de dichos pacientes y conocer de qué manera los programas de educación terapéutica estructurados podrían ayudar a mejorar el estado de salud y la calidad de vida de estos pacientes. Es necesario basar nuestra práctica clínica en la evidencia, para ello generamos una pregunta clínica que contribuya a fomentar la organización de nuestros cuidados e intervenciones con efectividad; la pregunta es la siguiente: ¿los programas de educación terapéutica estructurados en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal proporcionan un mayor beneficio de salud y una mayor adhesión al tratamiento que las intervenciones educativas no estructuradas? 96 Rev EII 13/2.indb 96 La no adhesión al tratamiento está relacionada con una menor eficacia de la medicación, un peor control de la enfermedad, una mayor predisposición a presentar complicaciones y, por tanto, un mayor coste económico. Por este motivo, la pregunta planteada tiene gran relevancia en el cuidado de estos pacientes y nos sirve para intentar conocer cómo las intervenciones educativas de los profesionales de enfermería pueden contribuir a mejorar el control de la enfermedad y la calidad de vida de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal. El artículo(8) escogido a analizar en relación a la pregunta clínica que se plantea hace referencia a un ensayo clínico aleatorizado sobre los efectos de la educación para la salud estructurada en pacientes con EII. La búsqueda de la evidencia se ha realizado a través del buscador PubMed con la siguiente estrategia de búsqueda: “Patient Education as Topic”[Mesh]) AND “Inflammatory Bowel Diseases”[Mesh] Se han obtenido 19 resultados con un filtro de búsqueda de Clinical trial. Se escogieron 12 artículos(5-16) en los que se contemplaran en el título intervenciones educativas y resultados de salud. Finalmente, se ha escogido el siguiente artículo(8): Effects of formal education for patients with inflammatory bowel disease: a randomized controlled trial. Evaluación crítica del artículo seleccionado Con el fin de obtener una evidencia clínica, hemos evaluado la validez de los resultados del ensayo planteado en el artículo, sus resultados y si dichos resultados obtenidos pueden ayudarnos en nuestro medio habitual. El ensayo clínico define claramente sus objetivos y define explícitamente: •Las características de los pacientes incluidos: pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 ENFERMERÍA •La intervención estudiada: educación formal o educación terapéutica estructurada. •La intervención frente a la que se compara: cuidado estándar (folletos informativos y educación en las visitas médicas). •Los resultados: efecto de la educación sobre los conocimientos de la enfermedad, la calidad de vida, la adhesión al tratamiento, el uso de recursos de salud y la satisfacción del paciente. En cuanto a la asignación de los pacientes a la intervención, se trata de un ensayo clínico aleatorizado ya que en el apartado de métodos se especifica que los pacientes fueron randomizados durante la visita de inclusión. La asignación de los pacientes en cada grupo ha sido al azar pero no se especifica el sistema que emplean para la aleatorización. Por otro lado, tampoco se especifica si existe un cegamiento de la aleatorización, es decir, no se describe si el investigador conocía a qué grupo iba a ser asignado el próximo paciente que se iba a incluir en el estudio clínico. El investigador conoce cuál es la intervención que se va a realizar en cada grupo (grupo educación y grupo control), por lo tanto no se trata de un diseño ciego. Es importante que todos los pacientes incluidos en el estudio fueran adecuadamente considerados hasta el final, y en este caso el seguimiento fue completo ya que se han tenido en cuenta todos los pacientes hasta la conclusión del estudio. En el artículo se describen pérdidas post-aleatorización, por ejemplo, en el grupo de educación se han excluido del análisis a 11 pacientes porque no asistieron a la sesión educativa en más de 1 ocasión y otros 3 pacientes fueron excluidos del análisis porque no rellenaron algunos de los cuestionarios. En el caso del grupo control fueron excluidos 6 pacientes por no rellenar algunos de los cuestionarios. Aquellos que no completaron todos los cuestionarios o no asistieron a más de una clase fueron excluidos del análisis. Por tanto, las pérdidas post-aleatorización aparecen en el informe del ensayo clínico. Los pacientes fueron analizados en el grupo al que fueron asignados aleatoriamente ya que en el informe no describe análisis de ningún paciente que se haya cambiado del grupo previamente asignado, ni tampoco ningún análisis de paciente asignado en un grupo pero que finalmente no ha recibido la intervención. En relación a mantenerse ciegos al tratamiento los pacientes, los clínicos y el personal del estudio, tanto el paciente como el investigador conocen la intervención que se está aplicando a lo largo del estudio y, por tanto, no se trata de un diseño ciego. Ambos grupos (grupo educación y grupo control), son similares en factores que pueden tener efecto sobre el resultado obtenido, nos referimos a términos epidemiológicos y demográficos. En la tabla I Baseline comparison of participant characteristics se muestra que los grupos no tienen diferencias significativas en las variables demográficas. La actividad de la enfermedad era similar en los dos grupos y no cambió Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 97 a lo largo del estudio. Había más pacientes en el grupo de educación que eran miembros de la asociación Crohns and Colitis Foundation Canada (CCFC) que en el grupo control, pero en el trabajo se explica que esta diferencia no tuvo efecto sobre los resultados del estudio. Al margen de la intervención en estudio, los grupos deben haber sido tratados de manera similar puesto que no se especifica si alguno de ellos recibió mayor atención, fueron visitados con mayor frecuencia o recibieron otras intervenciones educativas complementarias dentro del estudio. Por todo esto debemos pensar que los resultados obtenidos en el estudio son validos pero, ¿cuáles son los resultados? En la tabla II Comparison of mean knowledge scores y tabla III Comparison of mean patient satisfaction scores with mean medical care scores se muestra el impacto de las intervenciones educativas en ambos grupos. Para el análisis estadístico se ha utilizado el análisis de la varianza (ANOVA). En relación a la mejoría del nivel de conocimientos en el grupo de educación el análisis apoya claramente el valor de una educación estructurada y, además, cabe añadir que se muestra invariable a lo largo del tiempo. Asimismo, el programa de educación mejora los índices de percepción del conocimiento. No hubo correlación entre el nivel de percepción del conocimiento y la calidad de vida a través del cuestionario Rating Form for IBD Patients Concerns (RFIPC). Índices altos de conocimiento percibido se correlacionan con una mayor calidad de vida a través del indicador IBDQ (Inflammatory Bowel Disease Questionnaire) y una mayor satisfacción del paciente. No se ha encontrado una mejoría en los índices de calidad de vida a través de los cuestionarios IBDQ y RFIPC para el grupo de educación. La percepción de salud no mejora con la educación. El programa de educación mejora los conocimientos, el conocimiento percibido y la satisfacción del paciente. Existe una tendencia positiva hacia una mayor adhesión al tratamiento y un menor uso de recursos de salud en los pacientes que reciben educación estructurada. En cuanto a la precisión del efecto, los intervalos de confianza se muestran en la tabla II y tabla III del estudio. El nivel de conocimientos aumenta en el grupo de educación en el tiempo T2 y T3 con KQ: F:20.16, P=0,000; CCKNOW: F:14.22, P=0,000). Niveles mayores de satisfacción se correlacionan con un mayor conocimiento percibido (P=0,01), niveles actuales de conocimiento (P=0,01), mayor puntuación en el IBDQ (P=0,05) y menor calificaciones en RFIPC (P=0,01). Tras evaluar los resultados, se plantea si estos pueden ayudarnos. Creemos que sí se pueden aplicar estos resultados en nuestro medio o población local porque los pacientes son lo suficientemente parecidos. Las características de nuestros pacientes de la Unidad de EII se ajustan a los pacientes incluidos en el estudio ya 97 18/12/14 16:24 EII que cumplen los criterios de inclusión y ninguno de los de exclusión y, en consecuencia, podrían haber formado parte del estudio. Además, las características son similares a las que se muestran en la tabla de características basales de los pacientes analizados en el ensayo clínico. Se trata de un ensayo que tiene en cuenta y mide los resultados de importancia clínica. Los indicadores de evaluación de conocimientos (CCKNOW; KQ), calidad de vida (IBDQ; RFIPC), conocimientos y salud percibida (VAS), gravedad de la enfermedad (CDAI; AI) y cuestionario de satisfacción (Likert Scala) son variables significativas para demostrar el efecto de la educación estructurada en los pacientes con EII. Además no es un ensayo de costes elevados por lo que tanto los riesgos como los costes quedan justificados con los beneficios obtenidos, dado que los programas de educación mejoran los conocimientos de la enfermedad, conocimiento percibido y satisfacción del paciente. Sin embargo, contemplar la puesta en marcha de programas de educación terapéutica en diferentes sesiones educativas, sería difícil en el medio en que trabajamos por falta de infraestructura, recursos humanos y experiencia en técnicas de educación terapéutica que se aplican en la educación para la salud. Conclusiones La evidencia clínica obtenida de la lectura crítica del ensayo escogido sostiene que la implantación de programas de educación terapéutica estructurada mejora el conocimiento y satisfacción de los pacientes, sin embargo se necesitan estudios más amplios para demostrar el efecto positivo sobre la adhesión al tratamiento, el aumento de la calidad de vida y el impacto sobre el uso de recursos de salud. Este artículo no aporta suficiente evidencia para resolver de una manera significativa el escenario planteado acerca de implantar programas de educación terapéutica en una consulta de enfermería de EII ya que, según el estudio, la educación estructurada no proporciona un mayor beneficio de salud y una mayor adhesión al tratamiento que la educación sanitaria no estructurada. Si bien es cierto que aporta un aumento en la satisfacción y los conocimientos de los pacientes. La alternativa a la implantación de un programa de educación para la salud con el fin de mejorar los resultados en cuestión de salud de dichos pacientes sería diseñar un estudio piloto propio en nuestro centro y realizar un análisis con pacientes de nuestra Unidad teniendo en cuenta nuestro entorno social, demográfico y económico además de la infraestructura y de los recursos humanos de los que disponemos. La adecuación de las intervenciones educativas de los pacientes diagnosticados de EII podrían mejorar los resultados en cuestión de salud y aumentar la calidad asistencial, sin embargo se necesitan más estudios para conocer qué intervenciones educativas son las más efectivas y aplicables en las consultas de enfermería especializadas en EII. Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 98 Rev EII 13/2.indb 98 Cabello JB. por CASPe. Plantilla para ayudarte a entender un Ensayo Clínico. En: CASPe. Guías CASPe de Lectura Crítica de la Literatura Médica. Cuaderno I. 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Alicante Resumen La proctocolectomía restauradora con reservorio ileoanal (RIA) es el procedimiento de elección para reconstruir la continuidad intestinal en la mayoría de pacientes con colitis ulcerosa (CU) y poliposis adenomatosa familiar. Alrededor de un 10% de reservorios deberán ser extirpados por diversas razones. La reservoritis representa, después de la sepsis pélvica, la segunda causa de exéresis del RIA. Otras causas menos frecuentes son la aparición de displasia o cáncer en el manguito rectal, la inflamación persistente del mismo o la reclasificación como enfermedad de Crohn (EC). La displasia puede presentarse a nivel del reservorio y de la mucosa de la transición anorrectal. Los factores de riesgo asociados al desarrollo de displasia en el reservorio no han sido claramente identificados. Asimismo, no se ha establecido de manera universal cuál debe ser el programa de control idóneo del reservorio. Presentamos el caso de un paciente afecto de CU y portador de RIA que desarrolló displasia en el reservorio. Summary Restorative proctocolectomy with ileoanal reservoir (IAR) is the procedure of choice to rebuild the intestinal continuity in most patients with ulcerative colitis (UC) and familial adenomatous polyposis. About 10% of pouches must be removed for several reasons. Pouchitis represents, after pelvic sepsis, the second cause of IAR excision. Other less common causes are the appearance of dysplasia or cancer in the rectal cuff or pouch, persistent inflammation or reclassification as Crohn’s disease (CD). Dysplasia can occur at of pouch or anorectal mucosa. Risk factors associated with the development of pouch dysplasia have not been clearly identified. Likewise, there are no well stablished pouch surveillance guidelines. We report the case of a patient with UC and RIA carrier who developed pouch displasia. Palabras clave Colitis ulcerosa, reservorio, displasia, neoplasia. Keywords Ulcerative colitis, pouch, displasia, cancer. Caso clínico La proctocolectomía con RIA o pouch se considera el tratamiento quirúrgico de elección en los pacientes afectos de CU con refractariedad al tratamiento médico o que presentan neoplasia asociada a la colitis. El RIA mejora significativamente la calidad de vida de estos pacientes, preservando la ruta natural de defecación y evitando la necesidad de ileostomía permanente. Sin embargo la transformación neoplásica del zona de transición anal (ZTA) o Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 99 del reservorio persiste, a pesar de la extirpación del colon enfermo. Se presenta a continuación el caso de un paciente varón de 39 años, fumador, diagnosticado de CU en la infancia, sin manifestaciones extraintestinales acompañantes. A los 12 años se le efectuó colectomía con preservación del muñón rectal por brote refractario al tratamiento médico. Posteriormente, en el año 2005, se le realizó una reconstrucción 99 18/12/14 16:24 EII la existencia de un adecocarcinoma sincrónico en estadio I junto a DBG grado en la ZTA, sin evidencia de lesión macroscópica en la reservoroscopia y sin progresión a DAG en el seguimiento endoscópico. El paciente se encuentra actualmente asintomático, bajo seguimiento, no habiendo precisado quimioterapia adyuvante. Discusión Figura 1. Adenocarcinoma tipo intestinal que invade la capa muscular. Marcado infiltrado linfoplasmocitario. del tránsito intestinal y creación de un RIA. En el año 2010 presentó un aumento del número de deposiciones basales, de unas 5-7 diarias habituales pasó a presentar unas 9-10, así como dolor hipogastrio, sin rectorragia ni fiebre. Se le practicó una colonoscopia observándose una mucosa del reservorio granular, con pérdida de patrón vascular, eritema y friabilidad al roce. Se realizó toma de biopsias que mostraron inflamación aguda con infiltrado de predominio polimorfonuclear, concordantes con reservoritis aguda. El paciente siguió tratamiento antibiótico, presentando mejoría clínica y retorno a su situación basal. En 2013 presentó un nuevo episodio de reservoritis de duración prolongada, cumpliendo criterios de reservoritis crónica. Se le indicó tratamiento con mesalazina que hubo de ser suspendido pues el paciente presentó una miopericarditis como efecto adverso del fármaco, recibiendo tratamiento antibiótico y VSL#3 en los 12 meses siguientes. Se le realizó entonces una colonoscopia con toma de biopsias aleatorias en la que se observó, además de datos histológicos y endoscópicos de reservoritis, la presencia de displasia de bajo grado (DBG) en la ZTA sin evidenciar ninguna lesión sospechosa de neoplasia. En el seguimiento posterior del paciente se efectuaron otras 3 revisiones endoscópicas del reservorio confirmándose en todas ellas la presencia de DBG e infiltrado de polimorfonucleares en un período de seguimiento de 12 meses, sin progresión a displasia de alto grado (DAG). Se decidió la escisión del RIA ante la persistencia en el tiempo de la DBG. El paciente fue sometido a extirpación definitiva del RIA con ileostomía terminal. La pieza quirúrgica mostró la presencia de un adenocarcinoma intestinal de bajo grado en la transición ileoanal de 1,8 cm que infiltraba la capa muscular (Fig. 1). Las TAC toracoabdominopélvicas realizadas preoperatoriamente y durante el ingreso de la intervención quirúrgica no mostraron evidencia de enfermedad tumoral locorregional o a distancia. Por tanto, el presente caso muestra 100 Rev EII 13/2.indb 100 La neoplasia del reservorio es una complicación infrecuente pero potencialmente letal en pacientes con CU que han sido intervenidos. Se ha descrito aparición de adenocarcinoma, mayoritariamente, pero también de linfomas y carcinoma de células escamosas en el RIA. Una revisión publicada por Liu(1) en 2011 señalaba la existencia hasta esa fecha de 50 casos de neoplasias publicados. En la serie de Fazio(2), de Cleveland, el análisis de seguimiento de 3.707 portadores de RIA encontró una incidencia de cáncer/displasia del 2,6% (97 pacientes), con una incidencia acumulada de neoplasia a los 5, 10, 15, 20 y 25 años del 0,9, 1,3, 1,9, 4,2 y 5,1%, respectivamente. La localización topográfica del adenocarcinoma del RIA puede ser la ZTA (65%), el cuerpo del reservorio (19%), ambos (5%) y las asas intestinales aferente y eferente (2%). Respecto a la displasia, algunas series describen una prevalencia de un 1,9% en la ZTA y del 4,2% en el cuerpo del reservorio. Este dato llama la atención pues, como se describe previamente, la zona donde más frecuentemente asientan las neoplasias en la ZTA. Estos datos sugieren que la displasia del RIA tiene consecuencias menos claras que la de la ZTA, siendo además los datos de su prevalencia muy variables(3,4) entre los distintos estudios. La serie de Liu(1) encontraba una incidencia acumulada de displasia del RIA a los 5, 10, 15, 20 y 25 años de 0,8, 1,3, 1,5, 2,2 y 3,2%, respectivamente. Se ha discutido si la técnica quirúrgica de la creación del RIA tiene influencia en el riesgo de neoplasia. La sutura manual con mucosectomia de la ZTA es técnicamente más compleja pero disminuye, sin eliminar completamente, el riesgo de neoplasia. De hecho, el 18% de los neoplasias del reservorio (ZTA) recogidas en un serie tenían historia previa de mucosectomía(5). En cuanto a otros factores de riesgo(3) descritos destacan: diagnóstico preoperatorio de displasia o cáncer asociados a CU, CU de larga evolución (>10 años), colangitis esclerosante primaria(6), mucosa del reservorio de tipo C(7) (atrofia vellositaria marcada), historia familiar del cáncer de colon e ileítis por reflujo. Si la inflamación crónica del reservorio, la EC del reservorio y la cuffitis crónica refractaria pueden aumentar este riesgo, no está claro. Nuestro paciente se había sometido a la creación de RIA 7 años antes de la detección de la displasia y la CU había sido diagnosticada hacía 30 años, sin presentar ningún otro de los factores de riesgo sugeridos. De todos estos factores de riesgo comentados previamente, el más importante probablemente sea la existencia de displasia o cáncer en el colon antes o en el momento de la colectomía. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 CASOS CLÍNICOS Reservorio en pacientes con CU Alto riesgo Neoplasia/displasia precirugía Reservorioscopia y biopsia anual Riesgo posiblemente aumentado CU > 10 años Reservoritis crónica/Cuffitis Mucosa tipo C Historia familiar de cáncer de colon Colangitis esclerosante primaria Ileítis por reflujo Sin factores de riesgo Reservorioscopia y biopsia cada 3 años tras 10 años de CU Reservorioscopia y biopsia cada 1-3 años Figura 2. Algoritmo de vigilancia del reservorio en CU. Pacientes con displasia/neoplasia en el reservorio Displasia no definitiva Tratamiento médico de la inflamación Repetir biopsia en 3-6 meses DBG DBG unifocal DAG Cáncer Multifocal Persistente DBG plana Persiste indefinición de displasia Repetir biopsia cada 3-6 meses durante 2 años, entonces anual Cirugía Figura 3. Algoritmo de manejo de la displasia/neoplasia del reservorio en CU. (DBG: displasia del bajo grado; DAG: displasia alto grado). Se ha estimado que el riesgo de desarrollar displasia en la ZTA es el 10% si había displasia y del 25% si había cáncer en la pieza de colectomía(8). El diagnóstico de la neoplasia del RIA se efectúa por reservorioscopia, recomendándose 4-6 biopsias de la ZTA y 2-6 del asa aferente y del cuerpo del reservorio. La displasia o cáncer puede ser detectada en mucosa plana, lesiones ulceradas o en masas(10). En el caso de nuestro paciente, las endoscopias efectuadas durante el seguimiento no mostraron ninguna masa o lesión ulcerada sospechosa pero sí una mucosa de aspecto inflamado compatible con reservoritis. La historia natural de la neoplasia del RIA no está establecida completamente. Existen datos que apoyan la secuencia carcinogénica clásica: inflamación crónica-DBG-DAG-carcinoma(11). No obstante, no todas las DBG progresan e incluso se han descrito casos de regresión que podrían deberse a la va- Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 101 riación interobservador en la valoración de la histología o a la existencia de otra vía carcinogénica no tradicional. El pronóstico de la neoplasia del reservorio es pobre, con una tasa de supervivencia a los 5 años del 49%(5). Si bien la endoscopia de vigilancia no es capaz de detectar y prever todos los adenocarcinomas, sí parece detectar los tumores en un estadío más precoz, con el consiguiente impacto en la supervivencia. Por ello, un punto clave a establecer es la periodicidad adecuada en el seguimiento endoscópico de los reservorios con el fin de prevenir la neoplasia, dada su baja pero no nula incidencia. Algunos autores han sugerido por ello que la vigilancia endoscópica es innecesaria(12). Otros abogan por el inicio de la vigilancia a los 10 años de la creación del reservorio en pacientes sin neoplasia en la pieza de colectomia(13). Las figuras 2 y 3 esquematizan un algoritmo de vigilancia y manejo propuesto por el 101 18/12/14 16:24 EII grupo de Shen(1). El manejo de la displasia del reservorio también es controvertido. La DAG asociada a DALM es indicación de escisión del reservorio. En caso de localizarse en el cuff algunos autores recomiendan la mucosectomía y procedimiento de avance del reservorio, mientras que otros indican que el reservorio debe ser extirpado si la DAG persiste tras múltiples biopsias a intervalos de 3 o 6 meses. Respecto a la DBG, como era el caso de nuestro paciente, requiere tratamiento quirúrgico si es persistente y multifocal, mientras que la unifocal puede seguirse bajo un estricto control endoscópico. Conclusiones La creación del RIA en pacientes con CU no elimina completamente el riesgo de desarrollo de neoplasia. Si bien la incidencia de la neoplasia del RIA es baja, se ha estimado en un 5% a los 25 años de seguimiento. La vigilancia endoscópica del RIA puede mejorar el pronóstico, mediante la detección de lesiones en estadios más precoces. La detección de displasia en el RIA durante el seguimiento endoscópico de los pacientes nos debe hacer plantearnos el tratamiento quirúrgico con escisión del RIA en caso de persistencia o progresión de la misma. Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. Liu ZX, Kiran RP, Bennett AE et al. Diagnosis and management of dysplasia and cancer of the ileal pouch in patients with underlying in -ammatory bowel disease. Cancer. 2011;117:3081-92. Fazio VW, Kiran RP, Remzi FH et al. Ileal pouch anal anastomosis: analysis of outcome and quality of life in 3707 patients. Ann Surg. 2013;257:679-85. Remzi FH, Fazio VW, Delaney CP et al. Dysplasia of the anal transitional zone after ileal pouch-anal anastomosis: results of prospective evaluation after a minimum of ten years. 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ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 EII Normas para el envío de trabajos Los manuscritos presentados a la revista ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA se adecuarán a las recomendaciones del Comité Internacional de editores de revistas Médicas en su última revisión de octubre de 2008. http://www.icmje.org/ A continuación se exponen unas normas generales para presentación de originales, y seguidamente, aparecerán las normas específicas para cada una de las secciones de esta revista. NORMAS GENERALES Entrega de originales Los textos se entregarán sobre un soporte informático de uso extendido o se enviarán por correo electrónico y se realizarán con un procesador de textos tipo Word. El soporte deberá venir correctamente identificado, reseñando el nombre del autor y el título de artículo. Complementariamente se adjuntará un juego impreso en hojas de tamaño DINA4, escritas en tipo de letra Arial y tamaño 12 pt a doble espacio, con las páginas numeradas. Contenido del manuscrito El contenido del manuscrito deberá ajustarse al siguiente esquema: a) Carta de presentación En esta carta de presentación se hará mención expresa del título propuesto para el artículo, así como el nombre completo de todos los autores, entendiéndose que todos los autores firmantes del manuscrito han aceptado los contenidos del mismo. Además, se hará mención expresa de la originalidad del artículo, indicando que éste no ha sido publicado en ninguna otra revista o libro. b) Primera página • En la primera página deberá aparecer el título del artículo, el nombre completo y filiación de todos y cada uno de los autores, así como una dirección de correo electrónico y teléfono de contacto de los mismos. • A continuación, aparecerá un resumen en español que no deberá sobrepasar las 10 líneas de texto, así como su correspondiente traducción en inglés. • También se recogerá un listado de entre 2 y 5 palabras clave en español y en inglés. Vol. 13 | Nº 2 | Año 2014 Rev EII 13/2.indb 103 c)Artículo La extensión y estructura del artículo dependerá de lo previsto en cada una de las secciones. d) Figuras y tablas Las figuras y las tablas, deben ser originales y se introducirán al final del manuscrito, en hojas aparte. Dentro del texto deberán aparecer referenciadas en su lugar correcto. Tanto las figuras como las tablas estarán numeradas correlativamente, pero de forma independiente. Las tablas serán claras y con un diseño simple donde se deje muy claro dentro de su estructura la jerarquización de sus contenidos. Las figuras han de tener muy buena calidad técnica e ir acompañadas de su correspondiente pie. Si se aportan originales en papel o diapositivas, estas deberán ser originales y muy nítidas, y si se aportan originales en formato electrónico, estos han de tener, como requisito, una resolución mínima de 300 ppp al tamaño real al que vayan a ser reproducidas. Su número dependerá del establecido en cada una de las secciones de la revista. e)Bibliografía Las citas bibliográficas deberán ir referenciadas dentro del texto y adecuarse a las normas de Vancouver. NORMAS POR SECCIONES Sección Revisiones • La estructura del manuscrito será la siguiente – Carta de presentación (véase Normas generales) – Primera página (véase Normas generales) • Estructura del texto – Extensión máxima 16 páginas (alrededor de 4.000 palabras) 103 18/12/14 16:24 EII Normas para el envío de trabajos – Límite de tablas y algoritmos: 10 – Límite de figuras: 10 – Límite de referencias bibliográficas: 90 Sección Artículos relevantes en investigación clínica y básica en EII • La estructura del manuscrito será la siguiente – Carta de presentación (véase Normas generales) – Primera página (véase Normas generales) • Estructura del texto – Extensión máxima 6 páginas (alrededor de 1.500 palabras) – Límite de referencias bibliográficas: 15 Sección Lectura crítica de la literatura • La estructura del manuscrito será la siguiente – Carta de presentación (véase Normas generales) – Primera página (véase Normas generales) • Estructura del texto – Extensión máxima 6 páginas (alrededor de 1.500 palabras) – Límite de referencias bibliográficas: 15 Sección Debate • La estructura del manuscrito será la siguiente – Carta de presentación (véase Normas generales) – Primera página (véase Normas generales) • Estructura del texto – Extensión máxima 7 páginas (alrededor de 2.000 palabras) – Límite de tablas y algoritmos: 3 – Límite de figuras: 3 – Límite de referencias bibliográficas: 20 104 Rev EII 13/2.indb 104 Sección Enfermería • La estructura del manuscrito será la siguiente – Carta de presentación (véase Normas generales) – Primera página (véase Normas generales) • Estructura del texto – Extensión máxima 16 páginas (alrededor de 4.000 palabras) – Límite de tablas y algoritmos: 10 – Límite de figuras: 10 – Límite de referencias bibliográficas: 90 Sección Casos clínicos • La estructura del manuscrito será la siguiente – Carta de presentación (véase Normas generales) – Primera página (véase Normas generales) • Estructura del texto – Extensión máxima 6 páginas (alrededor de 1.500 palabras) – Límite de referencias bibliográficas: 15 Sección Trucos de la experiencia • La estructura del manuscrito será la siguiente – Carta de presentación (véase Normas generales) – Primera página (véase Normas generales) • Estructura del texto – Extensión máxima 4 páginas (alrededor de 1.000 palabras) – Límite de tablas y algoritmos: 2 – Límite de figuras: 2 – Límite de referencias bibliográficas: 10 ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL AL DÍA 18/12/14 16:24 NOMBRE DEL MEDICAMENTO. Pentasa 2g granulado de liberación prolongada. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA. Cada sobre contiene 2g de mesalazina. Para consultar la lista completa de excipientes ver sección 6.1 FORMA FARMACÉUTICA. Granulado de liberación prolongada. Granulado blanco grisáceo/ blanco marrón pálido. DATOS CLÍNICOS. Indicaciones terapéuticas. Colitis ulcerosa leve a moderada. Posología y forma de administración. Posología. Colitis ulcerosa: Adultos: Enfermedad aguda. Dosis ajustada individualmente, hasta 4 g de mesalazina al día dividida en 2-4 dosis. Tratamiento de mantenimiento. Dosificación recomendada 2 g de mesalazina al día una vez al día. Población pediátrica: Existe limitada evidencia sobre el efecto en niños y adolescentes (de 6 a 18 años de edad). Niños y adolescentes (de edad igual o mayor de 6 años): Enfermedad aguda: La dosis deberá determinarse individualmente, empezando con 30-50 mg/kg/día a dosis divididas. Dosis máxima: 75 mg/kg/día a dosis divididas. La dosis total no debe superar los 4g/día (dosis máxima en adultos). Tratamiento de mantenimiento. La dosis deberá determinarse individualmente, empezando con 15-30 mg/kg/día a dosis divididas. La dosis total no debe superar 2g/día (dosis recomendada en adultos). La dosis habitual recomendada en los niños y adolescentes con un peso corporal de hasta 40 kg, es la mitad de la dosis habitual recomendada en adultos y para aquellos niños y adolescentes con un peso superior a 40 kg, es la misma dosis habitual recomendada en adultos. Forma de administración. No se deben masticar los gránulos. Se debe vaciar el contenido del sobre en la lengua, e ingerirlo con agua o zumo de naranja. Contraindicaciones. Hipersensibilidad a la mesalazina, o a los salicilatos o a alguno de los excipientes incluidos en la sección Lista de excipientes.Pacientes con insuficiencia renal y/ó hepática grave. Advertencias y precauciones especiales de empleo. Debe tenerse especial precaución en el tratamiento de pacientes alérgicos a la sulfasalazina (riesgo de alergia a salicilatos). Se deberá interrumpir el tratamiento inmediatamente en caso de síntomas agudos de intolerancia, por ejemplo calambres abdominales, dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza intenso y erupción. Deben tomarse precauciones especiales en pacientes con la función hepática deteriorada. Los parámetros de función hepática tales como ALT o AST deberán evaluarse antes y durante el tratamiento, a criterio del médico encargado del tratamiento. No se recomienda el uso del fármaco en pacientes con la función renal deteriorada, y en pacientes con diátesis hemorrágica. Se debe monitorizar la función renal a intervalos regulares (por ej. creatinina sérica), especialmente durante la fase inicial del tratamiento. Deberá determinarse el estado urinario (tiras reactivas) antes y durante el tratamiento a criterio del médico encargado del tratamiento. En los pacientes que desarrollen una alteración renal durante el tratamiento se debe sospechar nefrotoxicidad inducida por la mesalazina. El uso concomitante de otros fármacos nefrotóxicos conocidos, tales como AINEs y azatioprina, puede aumentar el riesgo de reacciones renales. Debe tenerse precaución en pacientes con úlcera péptica activa. Los pacientes con enfermedad pulmonar, asma en particular, deberán vigilarse cuidadosamente durante el curso de un tratamiento. Se han comunicado raramente reacciones de hipersensibilidad cardiaca inducidas por mesalazina (mio- y pericarditis). Se han descrito muy raramente casos de discrasias sanguíneas graves con mesalazina (ver sección Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción). Se recomienda realizar análisis sanguíneos para recuento sanguíneo diferencial antes y durante el tratamiento a criterio del médico encargado del tratamiento. Debe interrumpirse el tratamiento cuando exista sospecha ó evidencia de la aparición de dichas reacciones. Como pauta orientativa, se recomienda realizar análisis de seguimiento 14 días después del inicio del tratamiento, y después dos o tres análisis adicionales a intervalos de 4 semanas. Si los resultados son normales, los análisis de seguimiento deberían realizarse cada tres meses. En caso de que aparezcan síntomas adicionales, estos análisis deberían realizarse inmediatamente. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción. No se han realizado estudios de interacción. El tratamiento combinado con Pentasa y azatioprina o 6-mercaptopurina o tioguanina han mostrado una mayor frecuencia de efectos mielosupresores y no se puede descartar una interacción, sin embargo, no se ha establecido el mecanismo de interacción. Se recomienda un seguimiento regular de las células blancas sanguíneas y, en consecuencia, se deberá ajustar el régimen de dosificación de tiopurina. Existe poca evidencia de que la mesalazina pueda disminuir el efecto anticoagulante de la warfarina. Fertilidad, embarazo y lactancia. No se debe utilizar Pentasa granulado de liberación prolongada durante el embarazo y la lactancia, excepto cuando según la opinión del médico especialista el beneficio potencial supere al riesgo. Embarazo: Se sabe que la mesalazina atraviesa la barrera placentaria. Los datos en un número limitado de mujeres embarazadas expuestas indican que la mesalazina no produce efectos adversos en el embarazo o en la salud del feto/recién nacido. Hasta la fecha no hay otros datos epidemiológicos de interés disponibles. Los estudios en animales con mesalazina oral no indican efectos perjudiciales directos o indirectos en el embarazo, desarrollo embrionario/ fetal, parto o desarrollo postnatal. Se han reportado trastornos sanguíneos (leucopenia, trombocitopenia, anemia) en recién nacidos de madres tratadas con Pentasa granulado de liberación prolongada. En un caso aislado de utilización a largo plazo de dosis altas de mesalazina (2-4g, vía oral) durante el embarazo, se notificó fallo renal en el neonato. Lactancia: La mesalazina pasa a la leche materna. La concentración de mesalazina en la leche materna es mucho menor que en la sangre materna, mientras que su metabolito, acetil mesalazina, aparece en concentraciones similares o superiores. No se han realizado estudios controlados de Pentasa granulado de liberación prolongada durante la lactancia. Hasta la fecha, solo existe una experiencia limitada tras la administración oral en mujeres durante el periodo de lactancia. No pueden excluirse reacciones de hipersensibilidad como diarrea. En caso de que el lactante presente diarrea, la lactancia deberá interrumpirse. Fertilidad: Los datos de mesalazina en animales muestran que no tiene efecto sobre la fertilidad masculina o femenina. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. La influencia de Pentasa granulado de liberación prolongada sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas es nula o insignificante. Reacciones adversas. Las reacciones adversas observadas más frecuentemente en los ensayos clínicos son diarrea (3%), náuseas (3%), dolor abdominal (3%), dolor de cabeza (3%), vómitos (1%), y erupciones cutáneas (1%). Ocasionalmente pueden aparecer reacciones de hipersensibilidad y fiebre medicamentosa. Frecuencia de reacciones adversas, basada en los ensayos clínicos y notificaciones espontáneas obtenidas de la experiencia post-comercialización: Clasificación por órganos y sistemas Trastornos de la sangre y el sistema linfático Trastorno del sistema inmunológico Trastornos del sistema nervioso FTs Pentasa OK.indd 2 Rev EII 13/2.indb 105 Frecuentes ≥1/100 a < 1/10 Dolor de cabeza Raras ≥ 1/10.000 a ≤1/1.000 Mareo Muy raras ≤ 1/10.000 Eosinofilia (como parte de una reacción alérgica) Hemograma alterado (anemia, anemia aplásica, leucopenia (incluida granulocitopenia y neutropenia), trombocitopenia, agranulocitosis, pancitopenia Reacciones de hipersensibilidad tales como exantema alérgico Pancolitis Neuropatía periférica Hipertensión intracraneal benigna en adolescentes Trastornos cardíacos Trastornos respiratorios torácicos y mediastínicos Miocarditis* Pericarditis* Trastornos Diarrea gastrointestinales Dolor abdominal Náuseas Vómitos Pancreatitis aguda* Aumento de la amilasa (sangre y/u orina) Flatulencia Reacciones pulmonares alérgicas y fibróticas (incluida disnea, tos, broncoespasmo, alveolitos alérgica, eosinofilia pulmonar, enfermedad pulmonar intersticial, infiltración pulmonar, neumonitis, pleuritis) Trastornos hepatobiliares Trastornos de la piel y el tejido subcutáneo Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo Trastornos renales y urinarios: Derrame pericárdico Erupciones (incluida urticaria, erupción eritematosa) Aumento de las enzimas hepáticas, parámetros colestásicos y bilirrubina, hepatotoxicidad (incluida hepatitis*, hepatitis colestásica, cirrosis, fallo hepático) Alopecia (reversible) Edema de Quincke Mialgia, Artralgia, Reacciones de pseudolupus Fallo función renal (incluida nefritis intersticial* (aguda y crónica), síndrome nefrótico), insuficiencia renal (aguda/ crónica) Decoloración de la orina Oligospermia (reversible) Trastornos del aparato reproductor Trastornos geneFiebre medicamentosa rales y alteraciones en el lugar de administración (*) No se conoce el mecanismo de la mesalazina para inducir mio- y pericarditis, pancreatitis, nefritis y hepatitis, pero puede tener un origen alérgico. Es importante resaltar que varias de estas alteraciones pueden también atribuirse a la enfermedad inflamatoria intestinal en sí misma. Notificación de sospechas de reacciones adversas. Es importante notificar las sospechas de reacciones adversas al medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación beneficio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano. Website: www.notificaRAM.es. Sobredosis. Experiencia aguda en animales: La administración de una dosis única intravenosa de mesalazina de 920 mg/kg en ratas ó de dosis orales únicas de mesalazina de hasta 5 g/kg en cerdos no dio lugar a mortalidad. Experiencia en humanos: Hay escasos datos de sobredosificación (por ejemplo, el suicidio con altas dosis orales de mesalazina), que no indican toxicidad renal o hepática. No existe un antídoto específico y el tratamiento es sintomático y de mantenimiento. Se han comunicado casos de pacientes que toman dosis orales diarias de 8 gramos durante un mes sin efectos adversos. Tratamiento en caso de sobredosis en humanos: Tratamiento sintomático en el hospital. Monitorización cuidadosa de la función renal. DATOS FARMACÉUTICOS. Lista de excipientes. Etilcelulosa, Povidona. Incompatibilidades. No procede. Período de validez. 2 años. Se deben utilizar los gránulos inmediatamente después de la primera apertura del sobre. Precauciones especiales de conservación. Este medicamento no requiere condiciones especiales de conservación. Naturaleza y contenido del envase. Sobres de poliéster/ aluminio/polietileno para una única dosis. Tamaño de envase: Sobres de 2 g: 1 x 60 sobres, 1 x 10 sobres. Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases. Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones. La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en contacto con él, se realizará de acuerdo con la normativa local. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. FERRING S.A.U. C/ Orense 4- 7º derecha. 28020. Madrid. NÚMERO DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. 77.668. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/ RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN. Junio 2013. 10. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO. Junio 2013. PRESENTACIÓN Y PVP: PENTASA 2g granulado de liberación prolongada, envase con 60 sobres monodosis. PVP.: 102,43 € PVP IVA.: 106,53 €. CONDICIONES DE PRESCRIPCIÓN Y DISPENSACIÓN: Medicamento sujeto a prescripción médica, tratamiento de larga duración. Financiado por el Sistema Nacional de Salud, aportación reducida. NOMBRE DEL MEDICAMENTO. Pentasa 1g granulado de liberación prolongada. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA. Cada sobre contiene 1 g de mesalazina. Para consultar la lista completa de excipientes ver sección Lista de excipientes. FORMA FARMACÉUTICA. Granulado de liberación prolongada. Granulado blanco grisáceo/ blanco marrón pálido. DATOS CLÍNICOS. Indicaciones terapéuticas. Colitis ulcerosa leve a moderada. Posología y forma de administración. Colitis ulcerosa: Adultos: Enfermedad aguda: Dosis ajustada individualmente, hasta 4 g de mesalazina una vez al día o dividida en 2-4 dosis. Tratamiento de mantenimiento: Dosificación recomendada 2 g de mesalazina al día una vez al día. Población pediátrica: Existe limitada evidencia sobre el efecto en niños y adolescentes (de 6 a 18 años de edad). Niños y adolescentes (de edad igual o mayor de 6 años): Enfermedad aguda: La dosis deberá determinarse individualmente, empezando con 30-50 mg/kg/día a dosis divididas. Dosis máxima: 75 mg/kg/día a dosis divididas. La dosis total no debe superar los 4g/día (dosis máxima en adultos). Tratamiento de mantenimiento: La dosis deberá determinarse individualmente, empezando con 15-30 mg/kg/día a dosis divididas. La dosis total no debe superar 2g/día (dosis recomendada en adultos). La dosis habitual recomendada en los niños y adolescentes con un peso corporal de hasta 40 kg, es la mitad de la dosis habitual recomendada en adultos y para aquellos niños y adolescentes con un peso superior a 40 kg, es la misma dosis habitual recomendada en adultos. No se deben masticar los gránulos. Se debe vaciar el contenido del sobre en la lengua, e ingerirlo con agua o zumo de naranja. Contraindicaciones. Hipersensibilidad a la mesalazina o a los salicilatos o a alguno de los excipientes incluidos en la sección Lista de excipientes. Pacientes con insuficiencia renal y/ó hepática grave. Advertencias y precauciones 09/12/14 17:10 18/12/14 16:24 especiales de empleo. Debe tenerse especial precaución en el tratamiento de pacientes alérgicos a la sulfasalazina (riesgo de alergia a salicilatos). Se deberá interrumpir el tratamiento inmediatamente en caso de síntomas agudos de intolerancia, por ejemplo calambres abdominales, dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza intenso y erupción. Deben tomarse precauciones especiales en pacientes con la función hepática deteriorada. Los parámetros de función hepática tales como ALT o AST deberán evaluarse antes y durante el tratamiento, a criterio del médico encargado del tratamiento. No se recomienda el uso del fármaco en pacientes con la función renal deteriorada, y en pacientes con diátesis hemorrágica. Se debe monitorizar la función renal a intervalos regulares (por ej, creatinina sérica), especialmente durante la fase inicial del tratamiento. Deberá determinarse el estado urinario (tiras reactivas) antes y durante el tratamiento a criterio del médico encargado del tratamiento. En los pacientes que desarrollen una alteración renal durante el tratamiento se debe sospechar nefrotoxicidad inducida por la mesalazina. El uso concomitante de otros fármacos nefrotóxicos conocidos, tales como AINEs y azatioprina, puede aumentar el riesgo de reacciones renales. Debe tenerse precaución en pacientes con úlcera péptica activa. Los pacientes con enfermedad pulmonar, asma en particular, deberán vigilarse cuidadosamente durante el curso de un tratamiento. Se han comunicado raramente reacciones de hipersensibilidad cardiaca inducidas por mesalazina (mio- y pericarditis). Se han descrito muy raramente casos de discrasias sanguíneas graves con mesalazina (ver sección 4.5). Se recomienda realizar análisis sanguíneos para recuento sanguíneo diferencial antes y durante el tratamiento a criterio del médico encargado del tratamiento. Debe interrumpirse el tratamiento cuando exista sospecha ó evidencia de la aparición de dichas reacciones. Como pauta orientativa, se recomienda realizar análisis de seguimiento 14 días después del inicio del tratamiento, y después dos o tres análisis adicionales a intervalos de 4 semanas. Si los resultados son normales, los análisis de seguimiento deberán realizarse cada tres meses. En caso de que aparezcan síntomas adicionales, estos análisis deberán realizarse inmediatamente. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción. No se han realizado estudios de interacción. El tratamiento combinado con Pentasa y azatioprina o 6-mercaptopurina o tioguanina han mostrado una mayor frecuencia de efectos mielosupresores y no se puede descartar una interacción, sin embargo, no se ha establecido el mecanismo de interacción. Se recomienda un seguimiento regular de las células blancas sanguíneas y, en consecuencia, se deberá ajustar el régimen de dosificación de tiopurina. Existe poca evidencia de que la mesalazina pueda disminuir el efecto anticoagulante de la warfarina. Fertilidad, embarazo y lactancia. No se debe utilizar Pentasa granulado de liberación prolongada durante el embarazo y la lactancia, excepto cuando según la opinión del médico especialista el beneficio potencial supere al riesgo. Embarazo: Se sabe que la mesalazina atraviesa la barrera placentaria. Los datos en un número limitado de mujeres embarazadas expuestas indican que la mesalazina no produce efectos adversos en el embarazo o en la salud del feto/recién nacido. Hasta la fecha no hay otros datos epidemiológicos de interés disponibles. Los estudios en animales con mesalazina oral no indican efectos perjudiciales directos o indirectos en el embarazo, desarrollo embrionario/fetal, parto o desarrollo postnatal. Se han reportado trastornos sanguíneos (leucopenia, trombocitopenia, anemia) en recién nacidos de madres tratadas con Pentasa granulado de liberación prolongada. En un caso aislado de utilización a largo plazo de dosis altas de mesalazina (2-4g, vía oral) durante el embarazo, se notificó fallo renal en el neonato. Lactancia: La mesalazina pasa a la leche materna. La concentración de mesalazina en la leche materna es mucho menor que en la sangre materna, mientras que su metabolito, acetil mesalazina, aparece en concentraciones similares o superiores. No se han realizado estudios controlados de Pentasa granulado de liberación prolongada durante la lactancia. Hasta la fecha, solo existe una experiencia limitada tras la administración oral en mujeres durante el periodo de lactancia. No pueden excluirse reacciones de hipersensibilidad como diarrea. En caso de que el lactante presente diarrea, la lactancia deberá interrumpirse. Fertilidad: Los datos de mesalazina en animales muestran que no tiene efecto sobre la fertilidad masculina o femenina. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. La influencia de Pentasa granulado de liberación prolongada sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas es nula o insignificante. Reacciones adversas. Las reacciones adversas observadas más frecuentemente en los ensayos clínicos son diarrea (3%), náuseas (3%), dolor abdominal (3%), dolor de cabeza (3%), vómitos (1%), y erupciones cutáneas (1%). Ocasionalmente pueden aparecer reacciones de hipersensibilidad y fiebre medicamentosa. Frecuencia de reacciones adversas, basada en los ensayos clínicos y notificaciones espontáneas obtenidas de la experiencia post-comercialización: Clasificación por Frecuentes ≥1/100 a órganos y sistemas < 1/10 Trastornos de la sangre y el sistema linfático Raras ≥ 1/10.000 a ≤1/1.000 Trastorno del sistema inmunológico Trastornos del sistema nervioso Trastornos cardíacos Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos FTs Pentasa OK.indd 3 Rev EII 13/2.indb 106 Dolor de cabeza Mareo Miocarditis* Pericarditis* Muy raras ≤ 1/10.000 Eosinofilia (como parte de una reacción alérgica) Hemograma alterado (anemia, anemia aplásica leucopenia (incluida granulocitopenia y neutropenia), trombocitopenia, agranulocitosis, pancitopenia) Reacciones de hipersensibilidad tales como exantema alérgico Pancolitis Neuropatía periférica Hipertensión intracraneal benigna en adolescentes Derrame pericárdico Reacciones pulmonares alérgicas y fibróticas (incluida disnea, tos, broncoespasmo, alveolitis alérgica, eosinofilia pulmonar, enfermedad pulmonar intersticial, infiltración pulmonar, neumonitis, pleuritis) Trastornos gastrointestinales Diarrea Dolor abdominal Náuseas Vómitos Trastornos hepatobiliares Trastornos de la piel Erupciones (incluida y el tejido subcuurticaria, erupción táneo eritematosa) Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo Trastornos renales y urinarios Pancreatitis aguda* Aumento de la amilasa (sangre y/u orina) Flatulencia Aumento de las enzimas hepáticas, parámetros colestásicos y bilirrubina, hepatotoxicidad (incluida hepatitis*, hepatitis colestásica, cirrosis, fallo hepático) Alopecia (reversible) Edema de Quincke Mialgia Artralgia Reacciones de pseudolupus Fallo función renal (incluida nefritis intersticial* (aguda y crónica), síndrome nefrótico), insuficiencia renal (aguda/crónica) Decoloración de la orina Oligospermia (reversible) Fiebre medicamentosa Trastornos del aparato reproductor Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración (*) No se conoce el mecanismo de la mesalazina para inducir mio- y pericarditis, pancreatitis, nefritis y hepatitis, pero puede tener un origen alérgico. Es importante resaltar que varias de estas alteraciones pueden también atribuirse a la enfermedad inflamatoria intestinal en sí misma. Sobredosis. Experiencia aguda en animales: La administración de una dosis única intravenosa de mesalazina de 920 mg/kg en ratas ó de dosis orales únicas de mesalazina de hasta 5 g/kg en cerdos no dio lugar a mortalidad. Experiencia en humanos: Hay escasos datos de sobredosificación (por ejemplo, el suicidio con altas dosis orales de mesalazina), que no indican toxicidad renal o hepática. No existe un antídoto específico y el tratamiento es sintomático y de mantenimiento. Se han comunicado casos de pacientes que toman dosis orales diarias de 8 gramos durante un mes sin efectos adversos. Tratamiento en caso de sobredosis en humanos: Tratamiento sintomático en el hospital. Monitorización cuidadosa de la función renal. DATOS FARMACÉUTICOS. Lista de excipientes. Etilcelulosa, povidona. Incompatibilidades. No procede. Período de validez. 2 años. Se deben utilizar los gránulos inmediatamente después de la primera apertura del sobre. Precauciones especiales de conservación. Este medicamento no requiere condiciones especiales de conservación. Naturaleza y contenido del envase. Sobres de láminas de aluminio para una única dosis. Tamaño de envase: Sobres de 1 g: 1 x 50 sobres, 2 x 50 sobres ó 1 x 100 sobres, 3 x 50 ó 1 x 150 sobres. Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases. Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones. La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en contacto con él, se realizará de acuerdo con la normativa local. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. FERRING S.A.U. C/ Orense 4- 7º derecha. 28020. Madrid. España. NÚMERO DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. Pentasa 1 g granulado de liberación prolongada: Nº REGISTRO: 62.670. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN. Pentasa 1 g granulado de liberación prolongada: fecha de autorización: 9 Agosto 1999. Fecha de revalidación: 11 mayo 2011. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO. Agosto 2013. PRESENTACIÓN Y PVP: PENTASA 1g granulado de liberación prolongada, envase con 50 sobres monodosis. PVP.: 42,67 € PVP IVA.: 44,38 €. PENTASA 1 g granulado de liberación prolongada, envase con 100 sobres monodosis. PVP.: 85,35 € PVP IVA.: 88,76 €. CONDICIONES DE PRESCRIPCIÓN Y DISPENSACIÓN: Medicamento sujeto a prescripción médica, tratamiento de larga duración. Financiado por el Sistema Nacional de Salud, aportación reducida. NOMBRE DEL MEDICAMENTO: PENTASA 1 g suspensión rectal. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA: Un envase de 100 ml contiene 1 g de mesalazina. Excipientes: Metabisulfito sódico (E-223) 100 mg. Para consultar la lista completa de excipientes ver sección Lista completa de excipientes. FORMA FARMACÉUTICA: Suspensión rectal. Suspensión blanca a ligeramente amarilla. DATOS CLÍNICOS: Indicaciones terapéuticas: Tratamiento de la colitis ulcerosa localizada en recto y colon sigmoideo. Posología y forma de administración: Dosis recomendada: Adultos: Se recomienda una dosis de 1 g de mesalazina 5-ASA (un envase de suspensión rectal de 100 ml) al acostarse durante 2-3 semanas. Se puede reducir la dosis según el peso corporal del paciente. Población pediátrica: Hay poca experiencia y sólo existe documentación limitada del efecto en los niños (6-18 años). Se recomienda realizar una evacuación intestinal antes de la administración de la suspensión rectal y los supositorios. Véase las instrucciones de uso adjuntas. Agitar bien el envase antes de usar. Los envases de suspensión rectal están protegidos por una bolsa de aluminio y deben ser utilizados inmediatamente después de su apertura. Contraindicaciones: No debe administrarse PENTASA 1 g suspensión rectal, en los siguientes casos: Hipersensibilidad a la mesalazina, o a los salicilatos o a algunos de los excipientes incluidos en la sección Lista completa de excipientes. Pacientes con insuficiencia renal o hepática grave. Advertencias y precauciones especiales de empleo: Debe tenerse especial precaución en el tratamiento de pacientes alérgicos a la sulfasalazina (riesgo de alergia a salicilatos). En caso de reacciones de intolerancia agudas, tales como calambres abdominales, dolor abdominal agudo, fiebre, dolor de cabeza intenso y erupciones se debe interrumpir el tratamiento inmediatamente. Deben tomarse precauciones especiales en pacientes con la función hepática deteriorada. Se deben evaluar, antes y durante el tratamiento, a criterio del médico, los parámetros de la función hepática como ALT o AST. No se recomienda el uso de Pentasa en pacientes con insuficiencia renal. Se debe monitorizar la función renal a intervalos regulares (creatinina sérica), especialmente al inicio del tratamiento. Se debe determinar el estado urinario (tiras reactivas) antes y durante el tratamiento, a criterio del médico. En los pacientes que 09/12/14 17:10 18/12/14 16:24 14 17:10 desarrollen una alteración renal durante el tratamiento se debe sospechar nefrotoxicidad inducida por la mesalazina. El uso concomitante de otros fármacos nefrotóxicos conocidos, debe aumentar la frecuencia de monitorización de la función renal. Los pacientes con enfermedad pulmonar, en particular asma, deben ser monitorizados cuidadosamente durante el tratamiento. Se han comunicado raramente reacciones de hipersensibilidad cardíaca inducidas por mesalazina (mio- y pericarditis). Se han descrito muy raramente discrasias sanguíneas graves. Se recomienda realizar análisis de sangre para el recuento diferencial antes y durante el tratamiento, a criterio del médico. Como se señala en la sección 4.5, el tratamiento concomitante con mesalazina puede incrementar el riesgo de discrasia sanguínea en pacientes que están siendo tratados con azatioprina o 6-mercaptopurina o tioguanina. Debe interrumpirse el tratamiento cuando exista sospecha ó evidencia de la aparición de dichas reacciones. Como pauta orientativa, se recomienda pruebas de seguimiento 14 días después del inicio del tratamiento y posteriormente 2 ó 3 pruebas adicionales a intervalos de 4 semanas. Si los resultados son normales, las pruebas de seguimiento se deben realizar cada 3 meses. Si se producen síntomas adicionales, estas pruebas se deben realizar inmediatamente. Se debe utilizar con cuidado en ancianos y solamente en pacientes con la función renal normal. Por contener metabisulfito sódico (E-223) raramente puede provocar reacciones de alergias graves y broncoespasmos (sensación repentina de ahogo). Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción: En varios estudios se ha mostrado una mayor frecuencia de efectos mielosupresores en el tratamiento combinado de Pentasa y azatioprina, 6-mercaptopurina o tioguanina, y parece existir una interacción, sin embargo, no se ha podido establecer el mecanismo de interacción. Se recomienda una monitorización de las células blancas sanguíneas y en consecuencia se deberá ajustar la dosificación de tiopurinas. Existe una evidencia débil de que la mesalazina podría disminuir el efecto anticoagulante de la warfarina. Fertilidad, embarazo y lactancia: Pentasa se debe utilizar con precaución durante el embarazo y la lactancia, y solo cuando según la opinión del médico especialista el beneficio potencial supere al riesgo. Embarazo: Se sabe que la mesalazina atraviesa la barrera placentaria. . y la concentración en el cordón umbilical es una décima parte de la concentración en el plasma materno. El metabolito acetil mesalazina se encuentra en la misma concentración en el cordón umbilical y en el plasma de la madre. No se han reportado efectos teratogénicos y no existe evidencia de riego importante en seres humanos conforme a varios estudios observacionales. Los estudios en animales con mesalazina oral, no muestran efectos perjudiciales directos o indirectos en relación al embarazo, desarrollo embrionario/ fetal, parto y desarrollo postnatal. Se han reportado trastornos sanguíneos (pancitopenia, leucopenia, trombocitopenia, anemia) en recién nacidos de madres tratadas con Pentasa. En un caso aislado de utilización a largo plazo de dosis altas de mesalazina (2-4g, vía oral) durante el embarazo, se notificó fallo renal en el neonato. Lactancia: La mesalazina pasa a la leche materna. La concentración de mesalazina en la leche materna es mucho menor que en la sangre materna, mientras que su metabolito, acetil mesalazina, aparece en concentraciones similares o superiores. Hasta la fecha, solo existe una experiencia limitada tras la administración oral en mujeres durante el periodo de lactancia. No se han realizado estudios controlados de Pentasa durante la lactancia. No pueden excluirse reacciones de hipersensibilidad como diarrea. En caso de que el lactante presente diarrea, la lactancia deberá interrumpirse. Fertilidad: Los datos de mesalazina en animales muestran que no tiene efecto sobre la fertilidad masculina o femenina. Efectos sobre la capacidad de conducir y utilizar máquinas: No hay indicios de que Pentasa suspensión rectal, tenga efecto sobre la capacidad para conducir o utilizar máquinas. Reacciones adversas: Las reacciones adversas observadas más frecuentemente en los ensayos clínicos son diarrea, náuseas, dolor abdominal, dolor de cabeza, vómitos, y erupciones cutáneas. Ocasionalmente pueden aparecer reacciones de hipersensibilidad y fiebre medicamentosa. Tras la administración rectal pueden aparecer reacciones locales como prurito, molestias rectales y urgencia de defecar. A continuación se incluye una tabla con la frecuencia de las reacciones adversas, basada en los ensayos clínicos y estudios epidemiológicos: Clasificación Frecuentes Raras (≥ de órganos (≥1/100 a < 1/10) 10/10.000 a < del sistema 1/1.000) MedDRA Trastornos de la sangre y del sistema linfático Trastornos del sistema inmunológico Trastornos del sistema nervioso Trastornos cardíacos Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos dolor de cabeza mareos No conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles) eosinofilia (como parte de una reacción alérgica). Hemograma alterado (anemia, anemia aplásica, leucopenia (incluida granulocitopenia y neutropenia), trombocitopenia, agranulocitosis, pancitopenia. pancolitis reacción de hipersensibilidad neuropatía periférica miocarditis*, pericarditis* Trastornos gas- diarrea, dolor ab- aumento de la trointestinales dominal, náuseas, amilasa, panvómitos creatitis* aguda*, flatulencia FTs Pentasa OK.indd 4 Rev EII 13/2.indb 107 Muy raras (< 1/10.000) reacciones pulmonares alérgicas o fibróticas (incluida disnea, tos, broncoespasmo, alveolitis alérgica, eosinofilia pulmonar, enfermedad pulmonar intersticial, infiltración pulmonar, neumonitis). Trastornos hepatobiliares Trastornos de la erupciones piel y el tejido (incluida urticaria, subcutáneo erupción eritematosa) Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo Trastornos renales y urinarios aumento de las enzimas hepáticas, parámetros de colestasis y bilirrubina, hepatotoxicidad (incluida hepatitis*, hepatitis colestásica, cirrosis, fallo hepático) alopecia reversible mialgia, artralgia, casos aislados de reacciones semejantes al lupus eritematoso. alteración de la función renal (incl. nefritis intersticial* aguda y crónica, síndrome nefrótico, insuficiencia renal, decoloración de la orina oligospermia (reversible) Trastornos del aparato reproductor Trastornos fiebre medicagenerales y mentosa alteraciones en el lugar de administración (*) No se conoce el mecanismo de la mesalazina para inducir mio- y pericarditis, pancreatitis, nefritis y hepatitis, pero puede tener un origen alérgico. (La forma de presentación y resolución de los cuadros citados dentro de su posible origen alérgico están sujetos a una alta variabilidad inter e intraindividual, por lo que es imposible prever la gravedad y la evolución de los mismos.). Es importante resaltar que varias de estas alteraciones pueden también atribuirse a la enfermedad inflamatoria intestinal en si misma. Sobredosis: Experiencia aguda en animales: La administración de dosis orales únicas de mesalazina de hasta 5 g/kg en cerdos o una dosis única intravenosa de mesalazina de 920 mg/ kg en ratas no dieron lugar a mortalidad. Experiencia en humanos: Existe una experiencia clínica limitada en relación a la sobredosis con Pentasa, que no indica toxicidad renal o hepática. No hay un antídoto específico y el tratamiento es sintomático y de mantenimiento. Existen informes de pacientes que han tomado dosis diarias de 8g durante un mes sin efectos adversos. Tratamiento en caso de sobredosis en humanos: Tratamiento sintomático en el hospital. Monitorización de la función renal. DATOS FARMACÉUTICOS: Lista de excipientes: Edetato disódico, metabisulfito sódico (E-223), acetato sódico, ácido clorhídrico para ajuste del pH y agua purificada. Incompatibilidades: No se conocen. Período de validez: 2 años. Precauciones especiales de conservación: No conservar a temperatura superior a 25ºC. Conservar en el envase original para protegerlo de la luz. Naturaleza y contenido del envase: Envase de polietileno con un aplicador rectal, envuelto en una bolsa de aluminio. Cada caja contiene 7 envases de suspensión rectal de100 mililitros. Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones: La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en contacto con él, se realizará de acuerdo con la normativa local. Los envases de suspensión rectal están protegidos por una doble capa de aluminio y deben de ser utilizados inmediatamente después de su apertura. Se adjunta a cada envase unas instrucciones de uso detalladas. INSTRUCCIONES DE USO: 1. Agitar el envase de plástico antes de ser utilizado. 2. Girar 360 º la pequeña parte superior del envase de una sola vez como se indica. 3. Cubrirse la mano con la bolsa de plástico que se adjunta y agarrar el frasco. 4. Adoptar una posición adecuada para la administración de la suspensión rectal, por ejemplo, sobre el costado izquierdo. 5. Insertar cuidadosamente el extremo del aplicador en el recto. Mantener una presión suficiente y constante mientras se dispersa el contenido del envase. 6. Extraer el aplicador con el frasco aún presionado. 7. Permanecer en la misma posición durante 5-10 minutos ó hasta que haya desaparecido la urgencia de defecar. 8. Antes de desechar el envase vacío envolverlo con la bolsa de plástico. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN: FERRING S.A.U. C/ Orense 4- 7º derecha. 28020. Madrid. NÚMERO DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN: Nº Registro: 60.853. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN: Fecha de la primera autorización: enero 1996. Fecha de la última renovación: julio 2010. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO: Septiembre 2012. PRESENTACIÓN Y PVP: PENTASA suspensión recta 1g 7 envases PVP.: 16,39 € PVP IVA.: 17,05 €. CONDICIONES DE PRESCRIPCIÓN Y DISPENSACIÓN: Medicamento sujeto a prescripción médica, tratamiento de larga duración. Financiado por el Sistema Nacional de Salud, aportación reducida. NOMBRE DEL MEDICAMENTO: PENTASA 1g Supositorios. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA: Cada supositorio contiene 1g de mesalazina. Para consultar la lista completa de excipientes ver sección Lista completa de excipientes. FORMA FARMACÉUTICA: Supositorios. Supositorios blancos a marrón claro, moteados y forma ovoide. DATOS CLÍNICOS: Indicaciones terapéuticas: Tratamiento de la proctitis ulcerosa. Posología y forma de administración: Posología: Durante la terapia de mantenimiento a largo plazo, el paciente debe seguir rigurosamente el tratamiento establecido por el médico para asegurar el efecto terapéutico deseado. La dosificación deberá ajustarse en función de la respuesta del paciente. Se recomienda la siguiente dosificación: Adultos: Uno a dos supositorios al día vía rectal. Ancianos: La administración de Pentasa 1g supositorios en ancianos debe realizarse con precaución y siempre limitada a aquellos pacientes con la función renal normal. Población pediátrica: Existe poca experiencia y documentación limitada sobre el efecto en niños. Forma de administración: Se recomienda realizar una evacuación intestinal antes de la administración de la suspensión rectal y los supositorios. Contraindicaciones: No debe administrarse Pentasa 1g Supositorios en los siguientes casos: Hipersensibilidad a la mesalazina o a los salicilatos, o a algunos de los excipientes incluidos en la sección Lista completa de excipientes. Pacientes con insuficiencia renal o hepática grave. Advertencias y precauciones especiales de empleo: Debe tenerse especial 09/12/14 17:10 18/12/14 16:24 precaución en el tratamiento de pacientes alérgicos a la sulfasalazina (riesgo de alergia a salicilatos). En caso de reacciones de intolerancia agudas, tales como calambres abdominales, dolor abdominal agudo, fiebre, dolor de cabeza intenso y erupciones se debe interrumpir el tratamiento inmediatamente. Deben tomarse precauciones especiales en pacientes con la función hepática deteriorada. Se deben evaluar, antes y durante el tratamiento, a criterio del médico, los parámetros de la función hepática como ALT o AST. No se recomienda el uso de Pentasa en pacientes con insuficiencia renal Se debe monitorizar la función renal a intervalos regulares (creatinina sérica), especialmente al inicio del tratamiento. Se debe determinar el estado urinario (tiras reactivas) antes y durante el tratamiento, a criterio del médico. En los pacientes que desarrollen una alteración renal durante el tratamiento se debe sospechar nefrotoxicidad, inducida por la mesalazina. El uso concomitante de otros fármacos nefrotóxicos conocidos, debe aumentar la frecuencia de monitorización de la función renal. Los pacientes con enfermedad pulmonar, en particular asma, deben ser monitorizados cuidadosamente durante el tratamiento. Se han comunicado raramente reacciones de hipersensibilidad cardiaca inducidas por mesalazina (mio- y pericarditis). Se han descrito muy raramente discrasias sanguíneas graves. Se recomienda realizar análisis de sangre para el recuento diferencial antes y durante el tratamiento, a criterio del médico. Como se señala en la sección 4.5, el tratamiento concomitante con mesalazina puede incrementar el riesgo de discrasia sanguínea en pacientes que están siendo tratados con azatioprina, 6-mercaptopurina o tioguanina. Debe interrumpirse el tratamiento cuando exista sospecha ó evidencia de la aparición de dichas reacciones. A titulo orientativo, se recomienda pruebas de seguimiento 14 días después del inicio del tratamiento y posteriormente otras 2 a 3 pruebas a intervalos de 4 semanas. Si los resultados son normales, las pruebas de seguimiento se deben realizar cada 3 meses. Si se producen síntomas adicionales, estas pruebas se deben realizar inmediatamente. Se debe utilizar con precaución en ancianos y siempre limitada a aquellos pacientes con la función renal normal. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción: En varios estudios se ha mostrado una mayor frecuencia de efectos mielosupresores en la terapia combinada con Pentasa y azatioprina, 6-mercaptopurina o tioguanina, y parece existir una interacción, sin embargo, el mecanismo no se ha podido establecer. Se recomienda una monitorización de las células blancas sanguíneas y en consecuencia debería ajustarse la dosificación de tiopurinas. Existe una evidencia débil de que la mesalazina podría disminuir el efecto anticoagulante de la warfarina. Fertilidad, embarazo y lactancia: No se debe utilizar Pentasa 1 g supositorios durante el embarazo y la lactancia, excepto cuando según la opinión del médico especialista el beneficio potencial supere al riesgo. Embarazo: Se sabe que la mesalazina atraviesa la barrera placentaria y la concentración en el cordón umbilical es una décima parte de la concentración en el plasma materno. El metabolito acetil mesalazina se encuentra en la misma concentración en el cordón umbilical y en el plasma de la madre. No se han reportado efectos teratogénicos y no existe evidencia de riego importante en seres humanos conforme a varios estudios observacionales. Los estudios en animales con mesalazina oral, no muestran efectos perjudiciales directos o indirectos en relación al embarazo, desarrollo embrionario/ fetal, parto y desarrollo postnatal. Se han reportado trastornos sanguíneos (pancitopenia, leucopenia, trombocitopenia, anemia) en recién nacidos de madres tratadas con Pentasa. En un caso aislado de utilización a largo plazo de dosis altas de mesalazina (2-4g, vía oral) durante el embarazo, se notificó fallo renal en el neonato. Lactancia: La mesalazina pasa a la leche materna. La concentración de mesalazina en la leche materna es mucho menor que en la sangre materna, mientras que su metabolito, acetil mesalazina, aparece en concentraciones similares o superiores. Hasta la fecha, solo existe una experiencia limitada tras la administración oral en mujeres durante el periodo de lactancia. No se han realizado estudios controlados de Pentasa durante la lactancia. No pueden excluirse reacciones de hipersensibilidad como diarrea. Fertilidad: Los datos de mesalazina en animales muestran que no tiene efecto sobre la fertilidad masculina o femenina. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas: No hay indicios de que Pentasa tenga efecto sobre la capacidad para conducir o utilizar máquinas. Reacciones adversas: Las reacciones adversas observadas más frecuentemente en los ensayos clínicos son diarrea, náuseas, dolor abdominal, dolor de cabeza, vómitos y erupciones cutáneas. Ocasionalmente pueden aparecer reacciones de hipersensibilidad y fiebre medicamentosa. Tras la administración rectal pueden aparecer reacciones locales como prurito, molestias rectales y urgencia de defecar. A continuación se incluye una tabla con la frecuencia de las reacciones adversas, basada en los ensayos clínicos y estudios epidemiológicos: Clasificación de Frecuentes Raras (≥ órganos del sis- (≥1/100 a < 1/10) 10/10.000 a < tema MedDRA 1/1.000) Muy raras (< 1/10.000) Trastornos de la sangre y del sistema linfático: eosinofilia (como parte de una reacción alérgica). Hemograma alterado (anemia aplásica, leucopenia (incluida granulocitopenia y neutropenia), trombocitopenia, agranulocitosis, pancitopenia. pancolitis reacción de hipersensibilidad Trastornos del sistema inmunológico Trastornos del sistema nervioso: Trastornos cardíacos FTs Pentasa OK.indd 5 Rev EII 13/2.indb 108 dolor de cabeza mareos miocarditis*, pericarditis* neuropatía periférica No conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles) Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos Trastornos gas- diarrea, dolor ab- aumento de la trointestinales dominal, náuseas, amilasa, panvómitos creatitis aguda*, flatulencia Trastornos hepatobiliares Trastornos de la erupciones piel y el tejido (incluida urticaria, subcutáneo erupción eritematosa) Trastorno musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo Trastornos renales y urinarios reacciones pulmonares alérgicas o fibrótica (incluida disnea, tos, broncoespasmo, alveolitis alérgica, eosinofilia pulmonar, enfermedad pulmonar intersticial, infiltración pulmonar, neumonitis). aumento de las enzimas hepáticas, parámetros de colestasis y bilirrubina, hepatotoxicidad (incluida hepatitis*, hepatitis colestásica, cirrosis, fallo hepático) alopecia mialgia, artralgia, reacciones semejantes al lupus eritematoso. alteración de la función renal (incl. nefritis intersticial* aguda y crónica, síndrome nefrótico, insuficiencia renal), decoloración de la orina oligospermia (reversible) Trastornos del aparato reproductor Trastornos Fiebre medicagenerales y mentosa alteraciones en el lugar de administración (*) No se conoce el mecanismo de la mesalazina para inducir mio- y pericarditis, pancreatitis, nefritis y hepatitis, pero puede tener un origen alérgico. (La forma de presentación y resolución de los cuadros citados dentro de su posible origen alérgico están sujetos a una alta variabilidad inter e intraindividual, por lo que es imposible prever la gravedad y la evolución de los mismos.). Es importante resaltar que varias de estas alteraciones pueden también atribuirse a la enfermedad inflamatoria intestinal en sí misma. Sobredosis: Experiencia en animales: La administración de una dosis única intravenosa de mesalazina de 920 mg/kg en ratas ó de dosis orales únicas de mesalazina de hasta 5 g/kg en cerdos no dieron lugar a mortalidad. Experiencia en humanos: Existe una experiencia clínica limitada en relación a la sobredosis con Pentasa, que no indica toxicidad renal o hepática. No hay un antídoto específico y el tratamiento es sintomático y de mantenimiento. Existen informes de pacientes que han tomado dosis diarias de 8g durante un mes sin reacciones adversas. Tratamiento en caso de sobredosis en humanos: Tratamiento sintomático en el hospital. Monitorización cuidadosa de la función renal. DATOS FARMACÉUTICOS: Lista de excipientes: Macrogol 6000, povidona, estearato magnésico, talco. Incompatibilidades: No se conocen. Período de validez: 3 años. Precauciones especiales de conservación: No conservar a temperatura superior a 25ºC. Conservar en el envase original para protegerlo de la luz. Naturaleza y contenido del envase: Blister de doble lámina de aluminio cada uno conteniendo 7 supositorios. Cajas de: 28 supositorios y 56 supositorios. Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases. Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones: La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en contacto con él, se realizará de acuerdo con la normativa local. Se recomienda evacuar antes de la administración del supositorio. Sacar un supositorio del blister. Utilizar los protectores de goma para la administración. Introducir el supositorio hasta que desaparezca la resistencia. Si se expulsa el supositorio durante los primeros 10 minutos, debe administrar uno nuevo. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN: FERRING S.A.U. C/ Orense 4- 7º derecha. 28020. Madrid. NÚMERO DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN: Nº Registro: 60.151. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN: Noviembre 2002. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO: Septiembre 2012. PRESENTACIÓN Y PVP: PENTASA 1g 28 supositorios. PVP: 45,60 € PVP IVA: 47,73 €. CONDICIONES DE PRESCRIPCIÓN Y DISPENSACIÓN: Medicamento sujeto a prescripción médica, tratamiento de larga duración. Financiado por el Sistema Nacional de Salud, aportación reducida. 09/12/14 17:10 18/12/14 16:24
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