VOLUMEN II DE LAS PRIMERAS VANGUARDIAS AL INFORMALISMO 7 DE LAS PRIMERAS VANGUARDIAS AL INFORMALISMO 1921 - 1961 Marcelo E. Pacheco A MANERA DE INTRODUCCIÓN internos: las posiciones son, necesariamente, re- Para entender el desarrollo de las vanguardias laciones de lucha que buscan conservar o cam- en el Río de la Plata a partir de los años 20, es biar el orden existente. necesario tener cierta información sobre la or- Cada campo cultural aspira a la mayor autono- ganización que para entonces había adquirido mía posible con respecto al campo de poder; el el mundo del arte. grado de ésta varía, y los pactos con el afuera El cambio histórico fundamental se relaciona prestan ayuda temporaria a ciertas posiciones con lo que Pierre Bourdieu denomina campo internas. Las posiciones y sus capacidades de artístico. Esbozado para el Centenario, su con- enfrentamiento y dominio se definen según la formación se hizo visible en Buenos Aires cerca distribución del capital simbólico. Éste, para de 1918. Bourdieu, es cualquier propiedad –cualquier Uno de los principios que identifican a las obras tipo de capital físico, económico, cultural y so- culturales en el mundo moderno es el grado de cial– que la percepción de determinados agen- autonomía y profesionalización que adquiere tes reconoce y distingue, y a la que confiere el territorio en el que se producen. Dentro del valor. Las luchas son contiendas de valores; lo campo de poder, se distingue otro campo que es que se disputa es la jerarquía de los capitales autónomo en su funcionamiento y que tiene su dispuestos en el territorio, que, por lo general, propia lógica que lo estructura. Las reglas del son culturales y económicos. campo artístico son singulares y se reconocen en Para 1920, el campo artístico porteño estaba en su microcosmos social como un espacio de po- funcionamiento: había una crítica especializa- sibilidades que señala el universo de diferencias, da, y artistas, galeristas y coleccionistas profe- problemas y referentes que se articulan en su in- sionalizados; existía un lenguaje distintivo para terior, una red de coordenadas que es necesario referirse al campo, para describirlo y presen- conocer –lo que no significa tener conciencia de tarlo; las jerarquías de valor entre los diferentes ellas– para participar en el juego del arte. Los capitales eran resultado de la percepción de de- agentes e instituciones adoptan posiciones que terminados agentes internos; las relaciones de son relaciones objetivas que están conectadas luchas entre actores e instituciones por el do- entre sí. Las tomas de posición son constituti- minio de las posiciones se veían en el enfrenta- vas del campo y las que provocan sus cambios miento de conservadores y modernos; la lejanía 1 9 del campo artístico con respecto al campo de futurista, con una amplia presentación del movi- poder era variable. Saber quién era quién en miento italiano y citas sobre el cubismo. el campo, sus disposiciones, intencionalidades, Obviamente, para la segunda década del siglo, estrategias y tomas de posición resultaba clave. los impresionistas franceses eran accesibles en Uno de los problemas que el espacio de posibili- las salas del propio Museo Nacional de Bellas dades ponía en juego era el caudal de informa- Artes (MNBA), igual que la vanguardia catalana ción que sobre el arte europeo circulaba en las con Casas, Nonell y Rusiñol, y las audacias mo- primeras décadas del siglo. La mayor parte de dernistas de Hermenegildo Anglada Camarasa. la historiografía insiste en la ausencia de datos En 1925, en un reportaje a Raquel Forner, el antes de los años 50, basada en los testimonios periodista le había preguntado qué pintor le de artistas y críticos de la época. gustaría conocer y ella, sin dudarlo, respon- Una serie de galerías parisinas –Georges Petit, dió: “A Anglada Camarasa”. También conta- Bernheim, Bernheim-Jeune, Boussod Valadon, ban los artistas locales que habían pasado parte Allard, Mancini–, desde 1908, una vez al año, de la Primera Guerra Mundial en París, como arribaban al Río de la Plata con exposiciones de Ramón Silva y Valentín Thibon de Libian. Del pintores modernos, mezclados con una mayoría primero, El bosque, de 1912, y El pavo azul, acua- de artistas oficiales que mantenían su suprema- rela, de 1915, ambas del MNBA, mostraban un cía. Es difícil imaginar que los jóvenes artistas lenguaje más allá del posimpresionismo, conec- no visitaran las galerías de la calle Florida para tado con el fauvismo en sus ensayos posteriores ver a Bonnard, Vuillard, Monet, Renoir, Sisley, a 1910. Thibon, por su lado, exhibía empastes y Pissarro y, excepcionalmente, a Gauguin y Van colores influenciados por el mismo movimiento. Gogh. La circulación de la información sobre Además, estaban las revistas europeas especia- lo que ocurría en el medio internacional llegaba lizadas que circulaban en el medio, como The a Buenos Aires con rapidez. Unos pocos ejem- Studio, The Burlington Magazine, L’Art vivant, L’Éventail. plos bastan. El manifiesto del futurismo, apare- En el período de 1921 a 1961, fueron vitales cido, en 1909, en Le Figaro, París, pocos meses las instituciones privadas que influyeron en los después era traducido por La Nación; en 1912, diferentes momentos. Entre 1924 y 1942 fun- Desnudo bajando la escalera, de Marcel Duchamp, cionó la Asociación Amigos del Arte (AAA), causaba escándalo en Nueva York, mientras fundada por Adelia Acevedo y Bebé Sansine- La Semana Universal lo comentaba y reproducía; na de Elizalde, mujeres de la elite de la pampa, en 1919, Augusta escribía sobre el “dadismo” [sic] que hizo más de quinientas exposiciones que que se extendía por Europa; en 1920, se edita- incluyeron arte moderno francés e italiano; en ba en Buenos Aires Los Raros. Revista de orientación 1949 surgió el Instituto de Arte Moderno (IAM), 10 dirigido y financiado por Marcelo De Ridder, cuya sección de artes plásticas cerró en 1952, y cuya postura fue clara: la abstracción era sinónimo de lo moderno; en 1954, alrededor de Jorge Romero Brest, se integró la Asociación Ver y Estimar, que, en 1960, creó el Premio Ver y Estimar, apoyando con fuerza al informalismo; de 1958 a 1971, actuó el Instituto Torcuato Di Tella (ITDT) –también con Romero Brest–, que entre 1960 y 1961 fue clave para el informalismo, al organizar en el MNBA muestras de Burri y Tàpies y otorgar su Premio Nacional a Mario Pucciarelli y, luego, a Clorindo Testa. Romero, en el MNBA, había llevado a cabo, en 1958, una muestra de Vasarely, central para los jóvenes inclinados por el arte óptico. Ramón Gómez Cornet, Acción de arte, 1921. Óleo sobre madera, 64 x 54 cm. Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, Buenos Aires TRES CASOS DE ESTUDIO El inicio de las vanguardias en Buenos Aires parece no generar dudas: Emilio Pettoruti, de regreso de Europa, en 1924, presentó en la galería hacen difícil establecer su grado de renovación. Witcomb obras abstractas, futuristas y cubistas. Romualdo Brughetti recordaba la contradic- Sin embargo, la historia registra acontecimien- ción entre colores y fondos, uno ajedrezado, tos previos que, aun sin tener el mismo impacto, otro cubista, otro con circunferencias. En algu- ya habían puesto en circulación a las vanguar- nos cuadros había palabras escritas.2 dias. Tres nombres fueron claves: Ramón Gómez En 1989 apareció en el mercado un Gómez Cornet, Norah Borges y Pedro Figari. Cornet, hasta entonces desconocido, fechado en En 1921, el santiagueño Ramón Gómez 1921 y con la inscripción, sobre la imagen del Cornet (1898-1964) expuso en la galería Chan- título, “Yo Ramón”. Se trataba del autorretrato dler trabajos realizados en Europa, que la críti- presentado en Chandler, con su fondo fragmen- ca identificó con el cubismo y el fauvismo. Las tado, los ojos vacíos y la cabeza monumental. pocas noticias sobre la muestra y la destrucción, El artista estuvo en Europa entre 1915 y 1920, por parte del artista, de aquellas piezas iniciales estudiando en Barcelona y París. En los años de 11 la Gran Guerra la capital de Cataluña se había bién, al orfismo de Sonia y Robert Delaunay. convertido en un refugio para artistas extran- Su cabeza remitía a las realizadas en carbonilla jeros. Vivían en ella Sonia y Robert Delaunay, o lápiz por Barradas, en 1919 y 1920. Los ojos Arthur Cravan, Marie Laurencin, Olga Sacha- vacíos, el facetado de rostros y cuellos tenían fi- roff, Albert Gleizes. Gómez Cornet pudo fre- liaciones con el clownismo, practicado entonces cuentarlos, mientras concurría al Taller Libre por el inquieto uruguayo. Ars. En París, cerca de 1918, asistió a la Acadé- Después de 1921 Gómez Cornet desconoció mie Ranson, donde los tutores eran Pierre Bon- estos primeros trabajos. Su segunda exposición, nard, Édouard Vuillard, Aristide Maillol, Félix en 1927, estuvo dedicada a los niños pobres de Vallotton, Maurice Denis, todos de las vanguar- Santiago del Estero, y a figuras y retratos. Aun- dias de fines del XIX. Ciertos autores ubican al ar- que preocupado por temas sociales y retratos, tista en Italia en 1920, lo que explica su contacto no olvidó la lección fundamental de las van- con los futuristas. El mismo año regresó a España. guardias: la autonomía del lenguaje artístico. Teniendo en cuenta la cronología y los lugares Sus changos y figuras tenían estructuras geomé- de estadía, Yo Ramón se acerca, más que al cu- tricas, deformaciones en rostros, manos y pies, bismo, a los fondos geométricos e irregulares y algunos fondos planos con recortes artificiales. a los colores contrastantes del vibracionismo. La modernidad de sus planteos lo mantuvo cer- El manejo cromático puede asimilarse, tam- ca de los renovadores. Norah Borges (1901-1998) comenzó su carrera, en 1918, ligada a las vanguardias, con pinturas y grabados realizados en Madrid y la ilustración del manifiesto del ultraísmo, aparecido en la revista Grecia. El rescate de su producción se debe al trabajo hecho por Patricia Artundo desde mediados de los años 80. Hasta entonces la historiografía le había asignado a la artista el lugar complaciente de la pintura femenina de ángeles, de hermana de Jorge Luis Borges y esposa del poeta español Guillermo de Torre.3 El óleo La anunciación, ca. 1919, del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) de Norah Borges, Composición, ca. 1923. Óleo sobre tela montada en madera, 52 x 54 cm. Colección privada Madrid, muestra sus relaciones con el expresio- 12 nismo. Las distorsiones de figuras y espacio, la convivencia de deformaciones curvas y ascendentes con visiones en ángulos agudos y contornos triangulares, se repetían en grabados como Cristo apaciguando las aguas y La Verónica. Junto con Barradas, fue la principal ilustradora de revistas ultraístas como Grecia, Reflector, Tableros y Ultra. Entre 1921 y 1923, los hermanos Borges estuvieron en Buenos Aires. La actividad de Norah en el terreno de las vanguardias se concentró en las Pedro Figari, Después del rapto. Óleo sobre tela, 62 x 82 cm. Museo de Bellas Artes Juan Manuel Blanes, Montevideo ilustraciones, sobre todo para Prisma Revista Mural y Proa (primera época). Su xilografía Buenos Aires, aparecida en Prisma, era un caso claro de los comprometida con Martín Fierro (segunda épo- modelos de mezcla de los artistas locales.4 Cu- ca) y Proa (segunda época), ilustrando libros de bismo, expresionismo y primitivismo se combi- diferentes autores, multiplicando pinturas y di- naban en casas con sus patios embaldosados, bujos. En 1926 realizó su primera muestra indi- planos rebatidos, visiones en espejo de facha- vidual en la AAA. El mismo año había partici- das, particiones del espacio en rombos y trape- pado, con Pettoruti y Xul Solar, en Exposición de zoides. La misma modernidad que se vio en las pintores modernos, también en la AAA, organizada ilustraciones para el primer libro de su herma- por la estadía de Filippo Marinetti en la ciudad. no, Fervor de Buenos Aires. Los óleos y témperas Tobías y el ángel, de 1925; En 1923 pintó al temple un ejemplar de El herbario, de 1928, y San Juan Evangelista, de 1931, Hélices, el volumen de poesías de Guillermo de son buenos ejemplos de su nuevo estilo. Su presen- Torre, encuadernado en cuero. La pieza perte- cia en Martín Fierro fue fundamental, con ilustracio- nece a Malba - Fundación Costantini. La base nes, reproducciones y una colaboración en texto e del motivo coincide con obras de Sonia y Robert imágenes, “Un cuadro sinóptico de la pintura”, de Delaunay. El trabajo combina semicircunferen- 1927, síntesis teórica del retorno al orden. cias a la manera de arco iris con colores verde, La introducción del uruguayo Pedro Figari rosa, amarillo y malva, alternando con rojos y el (1861-1938) se apoya en el impacto que tuvo en el cuero, más el plata de las letras del título. medio su exposición de 1923 y en su constante re- Los Borges partieron a Europa por un año. A lación con protagonistas e instituciones porteñas.5 su regreso, en 1924, Norah, más cercana al re- El abogado, político y pensador rioplatense se torno al orden, volvió de inmediato a la escena había instalado en Buenos Aires en 1921, para 13 dedicarse por completo a la pintura. Tenía más tos, cuarenta y seis se vendieron. Entre diarios y de 60 años. Su primera presentación fue en la revistas, sumaron más de una veintena de notas galería Müller. La indiferencia y los comentarios sobre la exhibición. En 1925, Figari ya estaba dejaron en claro el desinterés por sus escenas de instalado en su taller parisino. negros, la vida rural, la colonia y lo federal. Antes de su partida, en 1924, su actividad en Su manera moderna estaba en la falta de dibu- Buenos Aires fue intensa: participó de la crea- jo, el uso de una paleta intensa, lo frenético de ción de la AAA, expuso en Witcomb, colaboró las texturas, las deformaciones en personajes y en Proa y Martín Fierro; con Oliverio Girondo animales, las composiciones intuitivas. Mucho impulsó el Frente Único de la Joven Intelectua- se ha dicho sobre el modelo de mezcla del uru- lidad Argentina, una red de contactos entre ar- guayo: las influencias de Bonnard y Vuillard, las tistas y escritores de La Habana a Buenos Aires. cercanías con Anglada Camarasa, los contactos Figari fue el moderno de mayor éxito de los con posimpresionistas y la vanguardia catalana. años 20 y 30. El pintor entró en las colecciones La muestra en Müller fue un fracaso, pero un de la clase alta y fue uno de los preferidos de la suceso inesperado cambió la historia del artis- clase media acomodada. ta. Manuel Güiraldes, padre de Ricardo Güiraldes y coleccionista, que vivía en su estancia EMILIO PETTORUTI Y XUL SOLAR, “La Porteña”, estaba de visita en la ciudad. VANGUARDIAS Y NEOCRIOLLISMO En su recorrido por las galerías visitó Müller. Emilio Pettoruti (1892-1971) tuvo básica- La obra de Figari lo deslumbró. Güiraldes com- mente una formación autodidacta. En 1913, partió su descubrimiento con otro coleccionista gracias a una beca, vivía en Florencia.6 de la elite, Alfredo González Garaño. El ingre- Metódico y autoexigente, sus visitas diarias a los so del pintor a la sociedad local fue inmediato. museos para el estudio de los mapas cromáticos Güiraldes y González Garaño fueron sus princi- de los pintores del Trecento y Quattrocento italianos pales coleccionistas y protectores. le dieron un especial conocimiento del color sin En 1923, Figari presentó en la Comisión Nacio- intervención de la representación, ya que solo nal de Bellas Artes (CNBA) su segunda muestra. abstraía de los cuadros sus campos de tonos, La exposición tuvo un gran impacto. La Nación y independientes de la figuración. Estudió estruc- La Prensa publicaron notas favorables. El interés turas y composiciones en Masaccio y Uccello. por Figari fue tal que un grupo de coleccionistas Aprendió las técnicas del mosaico y el vitral: le organizó, el mismo año, una presentación en éste le sirvió para ensayar con campos de colo- París. En noviembre, el uruguayo inauguró en res y luces, y los mosaicos, para observar la geo- Galerie Druet. De los sesenta cartones expues- metría con sus fondos de luz oro; eran técnicas 14 que, desde su abstracción de teselas y recortes En 1916 llegaron sus piezas armadas con for- de vidrio, configuraban las imágenes dentro de mas de color-luz como Élan-Lumière, retrato un sistema de formas color-luz. abstracto de Xul Solar; Vallombrosa, en dos ver- Pettoruti fue creando una “forma para pensar” siones –método típico del artista, utilizar una la pintura que lo acompañó siempre: la tensión misma estructura visual con combinaciones di- entre la abstracción del vocabulario pictórico, ferentes de colores para ver las variaciones de la gramática clásica del discurso y la narración las relaciones cromáticas y de luz–; de 1917, figurativa del lenguaje artístico, estructura que Bambino nel giardino, La inglesa y Angolo de un giar- actuó como soporte de sus obras. dino (Malba) son buenos ejemplos de formas En Florencia conoció a los futuristas. En 1914 ex- color-luz unidas por gruesos trazos negros, que puso con ellos y frecuentaba a Marinetti, Balla, duplican el plomo de los vitrales. Entre 1918 Boccioni. Entre 1914 y 1916 realizó unos di- y 1920, pintó Los alrededores de Milán (Museo bujos abstractos con solo energía girando, en- Municipal de Bellas Artes de Rosario, MBAR), trelazándose y yuxtaponiéndose; ilusiones del La gruta azul de Capri, Autorretrato (MNBA), La Pensie- movimiento de una partícula invisible en un rosa, Bailarines (Museo Provincial de Bellas Artes espacio. Entre ellos figuran Expansión dinámi- de Córdoba, MBAC). Algunas figuras se ubica- ca I, Forze centripete y Armonía, movimiento, espacio, ban en el espacio urbano indicado por sintéticos las dos últimas colección Costantini; Luces en el edificios que eran modelos comunes en los bo- paisaje (MoMA, Nueva York) y Dinámica del viento cetos escenográficos del cubismo y el futurismo. (MNBA), casos raros donde los títulos señalaban la fuente de energía en la naturaleza. En paralelo aparecieron paisajes al óleo construidos por la superposición, enlace y penetración de cuerpos geométricos, unos sólidos y otros transparentes, como Città Paese, Le ombre, Forma statica y Costruzione antica, dos abstracciones a partir de la pintura etrusca del siglo VI a. C. En 1915 hizo el collage Lacerba (MNBA), de sintaxis cubista. Pettoruti absorbía información de publicaciones y exposiciones. Viajó por toda Italia y tuvo largas estadías en Milán, otro centro de la renovación. En 1923 presentó una exposición en Berlín. Fre- Emilio Pettoruti, Mi ventana en Florencia, 1917. Tinta sobre papel, 28 x 36 cm. Malba - Fundación Costantini, Buenos Aires cuentó a Zadkine, Archipenko, Schwitters. 15 Desde su regreso al país, en 1924, Pettoruti siguió Visionario y utopista confeso, su acercamiento a investigando el cubismo. Trabajó series de arle- las propuestas estéticas de las denominadas van- quines, naturalezas muertas, copas, retratos; pasó guardias históricas estuvo signado por [su] ne- por un período en el que partió sus imágenes en- cesidad de indagar su propia interioridad y si su tre un sector de resolución neocubista y otro de lenguaje plástico estuvo ligado indisolublemente a un realismo objetivo extremo, como en El timbre ellas, sus pinturas trascendieron la pura investiga- (MNBA); en los 40, se destacaron sus luces sólidas, ción formal para actuar como verdaderos textos un hito en la lucha entre la estructura cubista y el narrativos en imágenes.7 plano de luz que altera cosas y direcciones espa- Los años transcurridos en Europa estuvieron ciales, como en Mi florero (ex Payró). determinados “por la necesidad de alcanzar un A partir de 1953, instalado en París, donde vivió conocimiento superior”. Algunas de las discipli- hasta su muerte, comenzó su última etapa, decidi- nas que Xul estudió en el viejo continente fue- damente abstracta. Sus experiencias se sintetiza- ron filosofía, metafísica, astrología, esoterismo, ron en una abstracción extraña y original, con la hinduismo, las religiones del Antiguo Oriente y que obtuvo el Premio Continental Guggenheim: precolombinas. Sérénité, Pájaro herido, Crepúsculo marino. La consideración de Xul como visionario y Pettoruti compartió gran parte de su estadía en de su producción como textos narrativos de Europa con Xul Solar (1887-1963). Se habían sus visiones transformó su relación con las conocido en 1915, juntos estuvieron en Italia, vanguardias. Sus imágenes surgían de sus Alemania y Francia, y juntos regresaron a la búsquedas interiores, eran parte de una cos- Argentina en 1924. movisión que lo llevó a trabajar en invencio- Los conocimientos de Xul sobre las vanguardias nes para un mundo mejor donde los hombres y los contactos con algunos de sus protagonistas, pudieran confraternizar en libertad e igua- sus piezas asimiladas a los lenguajes renovadores, litarios. Su vocabulario pertenecía a la esfe- ubicaron al pintor dentro de las vanguardias por- ra de lo trascendente, y no a la adopción de teñas. Sus participaciones en los salones moder- programas estéticos. Xul jugó en el terreno de nos de Guttero y la exposición en la AAA en 1929 los modernos, no como agente que buscaba fueron señales de su actividad en el campo. cambiar el territorio, sino como un actor del Desde los años 90, Patricia Artundo comenzó a campo religioso, que intervenía desde los lími- estudiar su archivo, correspondencia, biblioteca y tes del terreno. En 1911, cuando sus primeras diarios. Labor cuidadosa que, en simultáneo, llevó pinturas, había escrito: “[quiero] fundar una a la revisión de la obra del pintor. La figura y las pie- nueva religión sobre mi arte y crear un mundo zas del artista dieron un giro en su marco de lectura. para mis seguidores”. 16 En 1914, en París, comenzó a leer a Rudolph estudios del lenguaje, religiones antiguas, mito- Steiner –el filósofo austríaco creador de la an- logía islandesa, filosofía, metafísica. troposofía– y el Book four de Aleister Crowley, un Xul Solar reflexionó acerca de la relación en- ocultista, místico y mago ceremonial. En 1923, tre el arte europeo y el latinoamericano. Sus concurrió en Stuttgart a un ciclo de conferencias textos sobre el tema, dedicados a la pintura de de Steiner. Pettoruti, no impactaron en la escena. Era Sus cuadros se movían entre visiones interiores, un programa artístico regional y moderno. mitos precolombinos y cosmogonías europeas. Los borradores iniciales fueron de 1923, y en Desde sus primeras piezas recorrió diferentes Martín Fierro se publicó un texto para la muestra caminos: Nido de fénices (1914), cercano a los de Pettoruti en Witcomb. planteos de El Jinete Azul; sus primeras acua- Somos y nos sentimos nuevos, a nuestra meta relas montadas sobre otro papel de color, como nueva no conducen caminos viejos y ajenos. Di- Cara, idolatrada (1918); Podré (1919), con frases y ferenciémonos. Somos mayores de edad y aún no palabras en neocriollo. Desde 1923, utilizó el re- hemos terminado la guerra pro independencia. curso de anatomías transparentes –Ña Diáfana, Acabe ya la tutela moral de Europa. Asimilemos Hipnotismo, Pareja, Jefa honra y Tlaloc–. sí, lo digerible, amemos a nuestros maestros: pero En 1924, en París, Xul se relacionó con Crowley, no queramos mas nuestras únicas Mecas en ultra con quien convivió durante un mes, tiempo que mar. No tenemos en nuestro corto pasado genios duró su proceso de iniciación. Crowley le enseñó artísticos que nos guíen (ni tiranicen) los antiguos un método formal para alcanzar sus revelaciones. Cuzcos y Palenques y Tenochtitlanes se derruye- Uno de los motivos de los escándalos del “mago ron (tampoco somos más de una sola raza roja). negro” era el uso de medios como el sexo tántrico y Veamos claro lo urgente que es romper las cade- el consumo de sustancias para liberar la conciencia. nas invisibles (las más fuertes son) que en tantos La visión humanista de Xul lo llevó a crear dos campos nos tienen aún como COLONIA, a la gran idiomas –el neocriollo y la panlengua–, una es- AMÉRICA IBÉRICA con 90 millones de habitantes. cala musical de cinco tonos, un panajedrez de Hurguemos en nosotros y rumiemos lo ya admiti- base astrológica, arquitecturas, etc. Después do y busquemos lo antojado, pero ante todo que- de 1930, realizó series con palacios y ciudades, ramos hacer patria…8 grafías estenográficas, cavernas ocres y negras Xul aspiraba a un arte legítimo para América con escaleras, puentes y figuras con sus auras, y Latina, resultado de la fermentación de lo antiguo, las últimas grafías. lo histórico y lo moderno, lo local y lo extraño. Desde 1926, el principal interlocutor de Xul Él vio en Pettoruti un modo que no respondía a fue Jorge Luis Borges, con quien compartió la copia de tipologías ajenas, sino a un proceso 17 de digestión, donde lo americano y sus cuando conoció a Pío Collivadino, direc- ingredientes deglutían lo prestado, convertido tor de la Academia Nacional de Bellas Ar- en un arte propio y original. Hurgar en no- tes (ANBA) y miembro del antiguo grupo sotros, rumiar, o sea, masticar en la boca, por Nexus –pintores conservadores enfrentados en segunda vez, lo ya triturado en el estómago, y los años iniciales del siglo con Malharro–, que buscar lo antojado, lo deseado. se transformó en su protector. En 1919 expuso en el Jockey Club y Witcomb. MODERNOS ANTES DE LLEGAR A EUROPA A partir de 1922 se convirtió en el pintor En el panorama de la renovación de los 20, se de origen humilde protegido por Marcelo agregaron jóvenes que, antes de sus viajes a Eu- T. de Alvear, presidente de la Nación y miembro ropa, hicieron sus carreras en Buenos Aires, con de una de las familias más antiguas de la lenguajes llamativamente modernos. Ellos fue- elite ruralista, quien le dio un cargo en la le- ron Benito Quinquela Martín, Raquel Forner y gación argentina en España. En 1924 regresó Juan del Prete. a Buenos Aires. Rápidamente, una muestra Benito Quinquela Martín (1890-1977), pin- individual en la AAA y un catálogo con no- tor de la Boca por excelencia, fue artista, bo- tas de críticos españoles dejaron en claro las hemio y filántropo en el barrio sur, tema casi credenciales obtenidas. En 1925 expuso en excluyente de su obra. París. Entre 1927 y 1930 viajó a Roma, Lon- Participó del Salón de Recusados de 1914, y en dres y Nueva York. 1918, del Salón de los Independientes, sin jura- Pronto se convirtió en el héroe de su barrio. dos y sin premios. Sus ideas artísticas y sociales Cientos de óleos, grabados, cerámicas salieron lo acercaron a los Cinco Artistas del Pueblo, de de su taller. Alberto Collazo, con lucidez, acu- filiaciones anarquistas y socialistas –José Arato, ñó el término “quinquelismo” para referirse a Abraham Vigo, Adolfo Bellocq, Guillermo Facio su producción posterior a 1923.9 Un amanera- Hebequer y Agustín Riganelli–. Compartieron miento de sí mismo, con empastes sucios, un noches leyendo a Guyau, Plejanov y Tolstoi. color empobrecido y abuso de la espátula, de- Después de estudiar con Alfredo Lazzari, finió centenares de vistas del Riachuelo. Popu- Quinquela se dedicó a una pintura muy origi- larmente, Quinquela es conocido por la obra nal en sus combinaciones cromáticas de ama- de este largo período, de 1923 a su muerte. rillos, blancos, azules-verdes, rojos y ocres, Así como en los 20 fue “el pintor humilde” audaz en sus deformaciones y en la aparición protegido por Marcelo T. de Alvear, desde de la espátula, la improvisación y la man- 1944 fue proclamado por el peronismo como cha. Su carrera dio un giro inesperado en 1918, “el pintor del pueblo”. 18 Raquel Forner (1902-1988) fue una de las Entre 1929 y 1931, Forner estudió en París con principales protagonistas de la Escuela de Friesz. Las vanguardias académicas domestica- París local, grupo que dominó la escena ron la violencia previa y le dieron un lenguaje de los años 30 y 40 como sinónimo de lo mo- estricto en sus normas. derno. Sus integrantes fueron Aquiles Badi, Al volver a Buenos Aires, pudo verse una nueva Héctor Basaldúa, Horacio Butler, Lino Enea manera. El uso del claroscuro y el modelado, con- Spilimbergo, Antonio Berni, Pedro Domín- tornos delineados, el óleo en superficies lisas, com- guez Neira y el escultor Alfredo Bigatti. For- posiciones estrictas y espacios frontales y perspec- ner se les unió en 1929, al llegar a París. tivas tradicionales, una paleta de tonos quebrados. Fueron artistas que crearon modelos de mezcla, Desde los años 30, la artista estableció que su en parte por su nomadismo por Italia, España, obra debía ser estudiada a partir de la serie de la Francia y Alemania, pero, sobre todo, por sus Guerra Civil Española, de 1936 a 1939, y des- estudios con André Lhote y Othon Friesz, los truyó los óleos de la década del 20. Redes, La vic- dos talleres más concurridos de París, que im- toria, Para qué, Destinos se convirtieron en el inicio pusieron sobre sus alumnos versiones académi- de su carrera. Lo que se conoce hoy de los 20 cas de las vanguardias históricas de principios son las pocas obras que se salvaron de su deci- de siglo. sión, y algunas reproducciones. Cuando Forner arribó a Europa venía de ac- El cambio había sido radical. Sin embargo, tuar en la renovación porteña. Desde los ini- Forner no esperó mucho tiempo para empe- cios su estilo se mostró ligado a “lo nuevo”.10 zar a liberarse de la academia moderna: series Forner pintaba personajes callejeros y margina- como Las rocas, La farsa, Los estandartes, Piscis les, desnudos y bañistas: El ciego (Museo Provin- comenzaron un recorrido que, en 1959, con el cial de Bellas Artes de Santa Fe, MBASF), El judío, informalismo como guía, abrieron el ciclo de sus Desnudo, Bañista (MNBA). series espaciales. Colores estallantes, deformaciones en cuerpos Juan del Prete (1897-1987) expuso de 1926 y rostros, espacios inestables, óleo abundan- a 1929 en la AAA. En 1930, en Galerie Zak de te, encuadres absurdos. La crítica identificó París, hizo una muestra, auspiciado por la mis- sus piezas con el fauvismo y el expresionismo. ma institución. Para Forner las fuentes pudieron ser locales y Rafael Crespo, vinculado a la Asociación Ami- cosmopolitas. Por ejemplo, Anglada Camarasa gos, vivía en París desde 1919. Era coleccio- y su modernidad; Thibon de Libian más allá nista de la Escuela de París con Modigliani, del posimpresionismo; para el expresionismo, Chagall, Soutine, Vlaminck y otros. Él le ofreció a Borges ya había ilustrado Prisma y Proa. Del Prete una mensualidad para estudiar en 19 Europa. Así, el joven pudo frecuentar los círculos preocupada en el hacer, el estilo rápido y libre, parisinos. En 1931 ingresó a Abstraction-Création, casi desaliñado, son incómodos para el gusto el grupo de Mondrian, Vantongerloo, Calder, porteño e inestables para la crítica. Su experi- los Delaunay, Van Doesburg, Pevsner, Torres- mentación compulsiva se movió entre la figura- García y otros. En 1933, en el segundo número ción y la no figuración; pintura, collage, escultu- de la revista de este grupo, Abstraction-Création ra, objetos y fotografía. art non figuratif, apareció una de sus obras. Del A pesar de todo, Del Prete obtuvo reconoci- Prete se unió al arte concreto. Junto a Berni mientos: en 1958, el Premio Palanza y el Gran con el surrealismo, fueron los dos jóvenes de Premio Internacional de Bruselas; en 1959 la los 20 que optaron por vanguardias europeas Bienal de San Pablo le dedicó una sala; en 1961 contemporáneas. el Museo de Arte Moderno (MAMbA) organizó Desde 1930, la Gran Depresión y las tensiones su retrospectiva. políticas europeas provocaron el regreso de los extranjeros a sus países de origen. Del Prete, en AÑOS 20: DINÁMICA DEL CAMPO ARTÍSTICO 1933, ya estaba en Buenos Aires e inauguraba Durante la tercera década del siglo, las dispu- una exposición de óleos, collages y fotomonta- tas en el territorio se concentraron en tres líneas jes, junto con unas maquetas, en las salas de la que interactuaron: las vanguardias estéticas, la AAA. Fue la primera muestra de arte concreto vanguardia ideológica y los conservadores. realizada en el país, un arte concreto proleta- Las vanguardias estéticas estuvieron represen- rio que se diferenciaba del orden, la precisión y tadas por Xul y Pettoruti; los jóvenes pintores la pureza de Abstraction-Création. A pesar de que estudiaban en Europa, como Spilimber- las críticas, al año siguiente la institución le ce- go, Butler y Berni; independientes como Del dió, nuevamente, sus salas, y mostró esculturas Prete, Forner, Augusto Schiavoni, Víctor realizadas con materiales cotidianos retorcidos Cúnsolo y Miguel Carlos Victorica. Se trataba a mano, unos mascarones y unos yesos, ambi- de una escasa vanguardia y de diferentes mo- guamente abstractos, tallados a machete. Fue dos de lo moderno. En segundo lugar se ubicó otro fracaso. La mayoría de la obra de los 20 y el arte social, expuesto en sindicatos y fábricas, los trabajos concretos fueron destruidos por el pero también en la AAA: los Cinco Artistas del artista, pero no sin antes fotografiarlos, lo que Pueblo fueron el frente más visible, con la permite hoy su estudio.11 participación política en la izquierda y su Del Prete es una figura difícil para el arte ar- producción gráfica. La tercera propuesta fue la gentino. Su inusual capacidad de trabajo, sus pintura nacional de origen vernáculo y ru- mudanzas estilísticas, y siempre esa manera des- ralista, con algunas iconografías urbanas. 20 Su discurso sobre lo nacional fortaleció sus luga- había conocido la obra de Édouard Manet, res de combate. El clima de época identificado cuyo modo pictórico transmitía a sus alumnos. con lo moderno no debe confundir el carácter En los retratos de Schiavoni hay cierta planime- dominante que mantuvieron las líneas tradi- tría, una manera de plantar las figuras y un uso cionales. de las líneas de contorno, por cambio de color o La distribución dual de fuerzas –modernos/ por dibujo, que recuerdan las piezas del francés conservadores– en el territorio abre el interro- de mediados de 1860. gante sobre la posición que ocuparon artistas El lenguaje del rosarino se caracterizó por la alejados de los tradicionalistas y, también, de las relación nítida entre figura y fondo, las defor- vanguardias. En los 20, Eugenio Daneri y Emi- maciones de las anatomías, los espacios compri- lio Centurión, por ejemplo, funcionaban como midos, la síntesis formal en personajes y objetos, renovadores frente a Luis Cordiviola y José imágenes de rostros y cuerpos que se sienten ale- Malanca, pero escasos en “lo nuevo” en función jados; sus composiciones combinaron ortodoxia de Del Prete o Cúnsolo. Eran pintores que con- y renovación; sus relaciones cromáticas fueron, vivían en un espacio intermedio del territorio, en especial, extrañas. señalaban una posición híbrida. Del verismo italiano del siglo XIX la única figu- Los intermedios o híbridos tenían una figura- ra que parece haberle impactado fue Giovanni ción fácil de reconocer que era la base de su Fattori, pero no como jefe de los macchiaioli, ni personalidad, una representación dispuesta a por sus obras sobre Garibaldi, sino por sus pe- ser identificada pero intervenida por deforma- queñas maderas, sacadas de cajas de cigarros, ciones y colores arbitrarios, perceptibles geo- pintadas al óleo. Las fuertes restricciones que metrías en formas y figuras, escenografías y imponían las dimensiones de los soportes –su- espacios ambiguos, pero todo anclado sobre la perficies de 15 x 13 centímetros– obligaban a visión inconfundible del motivo y una gramáti- estructuras ajustadas. ca artística oficial. La visibilidad de la obra de Schiavoni fue constante por sus envíos al Salón de Otoño de Rosa- ALGUNOS PROTAGONISTAS MODERNOS rio, sin interrupciones, desde 1918. En 1932 or- Augusto Schiavoni (1893-1942) nació en Ro- ganizó una muestra en Buenos Aires en Signo, sario. Estudió en Italia de 1914 a 1917. Al llegar el espacio de Leonardo Estarico. a Florencia se dedicó a los maestros de los siglos Entre sus obras figuran La mujer del libro (1917), XIV y XV. Son varios los contactos con Taddeo Niña con vestido amarillo (1919), Naturaleza muerta (con Gaddi, Antonello da Messina, Piero di Cosimo. frutera) (1926), Con los pintores amigos (1930), La niña Concurrió al taller de Giovanni Costetti, quien de la boina blanca (1930), Ciruelo florecido (1934). 21 Víctor Cúnsolo (1898-1937) fue protegido perficiales. La clave en su imaginario está en la por la AAA. Hizo dos individuales en sus salas, elección de distintos fragmentos de la Boca y en y a su muerte, junto con el Ateneo Popular de sus construcciones espaciales y puestos de ob- la Boca, esa institución organizó una retrospec- servación artificiales. Entre 1928 y 1929, optó tiva, a cargo de Eduardo Eiriz Maglione, autor por encuadres muy ajustados y la tensión entre además del catálogo. espacios curvos y líneas de casas o repeticiones Cuando apareció, en 1928, en la AAA, estaba apretadas de mástiles; composiciones que unían concentrado en paisajes de la Boca. Entre 1928 planos rebatidos y quebrados, o puntos de vis- y 1931 hizo lo más significativo de su produc- tas altos con zonas frontales; vínculos espaciales ción. De 1933 a 1936 la tuberculosis lo obligó complejos, articulados debajo de imágenes sim- a retirarse a Chilecito. Barcazas (colección Are- ples, envueltas por atmósferas grises o lumino- na), Vuelta de Rocha (1929, MNBA, ex A. Larco), sas. Los recortes eran cerrados y con tendencia Desde mi estudio (1930), Calle de Magallanes (1930, al close-up, y usaba falsas proporciones, sutiles gi- MNBA, ex Cires), Día gris (1930), Niebla en la isla gantismos con enanismos en barcos y casas. De Maciel (1931, ex Norrié), Atardecer gris (1928, ex 1929 a 1931, los cuadros tienen algo de frisos, Alvear) son títulos destacados de su inventario. con multitud de cosas distribuidas en la escena; Siempre la bibliografía lo ha relacionado con la son miradas abiertas del puerto o el Riachuelo, segunda metafísica de Carrà y el realismo del cuadras de casas, galpones, depósitos, una cur- Novecento. Las relaciones que se señalan son su- va acelerada con el tren avanzando; restos de barcos encallados, junto a barcazas y embarcaciones de gran porte; un orden de horizontales y verticales; el río como protagonista, casi sólido. Al irse cerrando el ciclo realizó, en 1931, varias telas con cuatro o cinco botes, vibrantes en sus colores, y el Riachuelo arenoso; un mundo simple, mínimo, pequeño, más que nunca real y, al mismo tiempo, juguetes infantiles. Los cortes de sus paisajes están construidos como maquetas con alteraciones imperceptibles; su realismo se siente cercano a la vista de casas, barcos y calles con una lupa, el tiempo no está suspendido sino atrapado, y la mirada no inquieta, sino que permanece do- Víctor Cúnsolo, Botes en reposo, 1931. Óleo sobre tabla, 59,5 x 69,5 cm. Colección privada méstica y cotidiana, con desvíos ocultos. 22 Patricia Artundo, en un giro sobre el tema, propuso la fotografía como material para las imágenes del pintor. Fotos de revistas como Plus Ultra y Atlántida, postales de la Boca e ilustraciones de diarios. Las postales de Bourquin y O.H./B.A. tuvieron una serie dedicada a la Boca, la última fechada en 1920, en la que las similitudes con Cúnsolo resultan llamativas. Miguel Carlos Victorica (1884-1955) trabajó en una antigua casona de la Vuelta de Rocha. Su formación en Europa (1911-1917) incluyó dos años en el taller de Désiré Lucas en París, varios via- Miguel Carlos Victorica, Naturaleza muerta, 1930. Óleo sobre tela, 81,5 x 100,5 cm. Colección privada jes a España, estadías en Italia, Suiza y Bélgica. Victorica visitó los museos estudiando, más que a A partir de 1930, Victorica demostró ser un ar- sus propios contemporáneos –intimistas, simbolistas tista más moderno que su propia generación, y fauvistas–, el barroco italiano –Giorgione, Tinto- hasta quedar frente al umbral del arte contem- retto, Tiziano, el Veronés– y el español –Zurbarán, poráneo. En Naturaleza muerta (1930, ex Acqua- Ribera, Velázquez–, a Rembrandt y Fragonard, y rone), todo es blanco, la luz, el espacio, la mesa, a modernos como Delacroix, Courbet y Manet. el mantel y el fondo; los blancos ponen lo pictó- Lucas no lo marcó con su estilo, pero sí en la for- rico en el límite, un gesto extremo que el artista ma de trabajar. El francés describió su método: detiene modelando peras y manzanas en ocres, una vez elegido el motivo del cuadro, lo primero verdes y rojos, y sombras de color. Flores (1954, era pintar en una tela pequeña el croquis de la colección Nagel) está compuesta por trazos aé- imagen con sus indicaciones de color. Ensegui- reos de colores que caen sobre la tela, casi dilui- da, en otra tela de igual tamaño, buscaba retener dos o con el espesor de pétalos y tallos, en ritmos las sensaciones que habían llevado a la elección de pinceles libres; floreros, cristales y porcelana- de ese tema, una mancha que permitiera revivir tos; lirios, rosas, pensamientos, follaje; toques es- en el taller, frente a la tela blanca, la experiencia beltos o desaliñados, y la tela casi desnuda. emocional original. El doble boceto fue adopta- Son numerosas las piezas que asombran por su do por Victorica, a veces fundiendo en un solo modernidad: El médico (1933, MBAR), el desnu- soporte ambas experiencias. Pintor controverti- do Otoño (1938), Modelo mirándose al espejo (1940, do, llegó a tener gran éxito, consagrado por los ex Garmendia Uranga), Balcón (1946, ex García críticos y buscado por los coleccionistas. Victorica), Catedral de Córdoba (ca. 1950), el balcón 23 Otoño (1952, ex Garmendia Uranga), Autorretrato Su compromiso como operador cultural no le (1953) y Jesús Nazareno (1952). impidió pintar. Paisajes de la isla Maciel, vistas de Córdova Iturburu lo vio con claridad: fábricas, Anunciaciones, La playa (1928), Alegoría La pintura libre, suelta, espontánea, sin ataduras del Río de la Plata (1928), Desnudo rojo (1931), Natu- mentales cobra vigencia entre nosotros con el arte raleza muerta con faisán (1932, MNBA), Pietà (1932), de Victorica y da nacimiento por los caminos de la que se sumaban a lo europeo, Autorretrato (1924), figuración inicialmente, a toda esa vasta, a toda esa Bañistas (1925), Cargadores ligures (1926), Mujeres in- caudalosa corriente, que asumiendo cada vez ma- dolentes (1927, MNBA), Composición (1927). yores libertades en la transfiguración creadora de La producción de Fortunato Lacámera las formas y en la obediencia a las inspiraciones (1887-1951) puede agruparse en tres temas: los de la sensibilidad y del instinto, ha de desembocar interiores del taller, el río con sus embarcacio- finalmente en las tendencias manchistas de la no nes, y mesas con cosas varias, frutas sobre pape- figuración actual [1966]. les arrugados y algún malvón. 12 Alfredo Guttero (1882-1932) vivió en Europa Este universo, al que solo se agregaron algunas entre 1904 y 1927, sobre todo en París, pero con figuras y autorretratos, fomentó la visión del mudanzas a España, Austria, Alemania, Ingla- artista aislado en su taller, pintando su mundo terra, Bélgica e Italia. Concurrió a la Academia más inmediato en un realismo cotidiano, a la Ranson con Maurice Denis, jefe de los Nabis. búsqueda de lo esencial de lo material, lectura Guttero fue variando en sus elecciones: el art discutible. nouveau, la Sezession austríaca y alemana –artistas En Lacámera el espectador se pierde en los de- como Kolo Moser–, el suizo Ferdinand Hodler; talles que distribuye el pintor en sus óleos –plan- en Italia se vinculó con el retorno al orden. tas, botellas, muebles, espejos– y no detecta los Desde 1927, instalado en Buenos Aires, fue un engaños perceptivos que introduce en la estruc- factor clave para los artistas modernos. Fue ase- tura de las obras. El uso de reflejos inventados sor de la AAA; obtuvo en 1929 el primer premio en los vidrios de las puertas, las perspectivas en- del Salón Nacional de Bellas Artes (SNBA) con gañosas con líneas de fuga con saltos ocultos, las su yeso cocido Feria; preparó un programa para fuentes de luz varias y cambiantes, los puntos de llevar el arte a los barrios; diseñó una estrategia vista altos, frontales y rebatidos en un mismo in- activa para reformar los salones de bellas artes; terior, proyecciones falsas de puertas y postigos, manejó un espacio alternativo en el hall de la el orden del espacio en resoluciones triangulares Wagneriana; creó el Nuevo Salón y el Salón de y puntos de encuentro ambiguos. Pintores Modernos; fue cofundador de los Cur- El realismo estricto y austero que se supo- sos Libres de Arte Plástico. ne utilizó Lacámera se deshace en una visión 24 pictórica de la realidad que lo conecta con la mino. En sus búsquedas descubrió a los surrea- imaginación moderna y lo aleja de los intentos listas. Conoció a su jefe y teórico, André Bre- por anclarlo en el retorno al orden. ton, y a Paul Éluard, Max Jacob, Louis Aragon, En las marinas, recurrió a herramientas simi- Guillaume Apollinaire y Henri Lefebvre. Sus lares, mediante la geometrización máxima y la lecturas sobre el psicoanálisis y el marxismo se conformación abstracta de las embarcaciones, y intensificaron. los reflejos de sus perfiles sobre el río. Sombras En 1929 aparecieron sus primeras experiencias que duplicaban la presencia de los barcos en re- surrealistas. El pintor aprendió a descubrir en el laciones imposibles en la realidad física. El pintor mundo asociaciones subterráneas. El conflicto encontró la manera de moverse entre la simula- con el movimiento, y lo que lo condujo a aban- ción de la realidad material e imágenes prepara- donarlo, fue que el surrealismo privilegiaba la das para ser vistas como reales. marca individual sobre la acción colectiva. Sus Antonio Berni (1905-1981), cuando llegó a óleos, collages y témperas se sucedieron con figu- París, se incorporó al grupo de argentinos que ras descuartizadas, paisajes imaginarios, arqui- ya trabajaban en Francia –Butler, Basaldúa, tecturas y formas orgánicas y recuerdos infanti- Pissarro, Badi, etc.–. La tradición lo llevó a los les. Landrú en el hotel, La puerta abierta, Objetos en el talleres de Lhote y Friesz. Pero no era su ca- espacio, Napoleón III, Susana y el viejo. En 1930, en la Argentina, el gobierno de Yrigoyen había sido derrocado por un movimiento cívico-militar encabezado por el general José F. Uriburu. La preocupación por el país y la Gran Depresión decidieron el regreso. En 1932 realizó una muestra en la AAA. Fue la primera exposición surrealista hecha en el país, aunque Aldo Pellegrini venía difundiendo el movimiento desde 1926. Frente a la realidad social, Berni comenzó a pensar en el Nuevo Realismo, que afirmaba que la obra de arte era una unidad indisoluble de forma-contenido, resultado de una dinámica dialéctica entre una primera imagen, tempera- Alfredo Guttero, Motivo campestre, 1927. Pigmento industrial, yeso y cola sobre celotex montado en madera, 180 x 177 cm. Colección privada mento del artista, y una segunda que contenía las relaciones objetivas y materiales de la realidad. 25 En 1933 llegó al país David Alfaro Siqueiros para exponer en la AAA y dar unas charlas.13 Berni, Spilimbergo, Juan Carlos Castagnino y Enrique Lázaro, dirigidos por Siqueiros, pintaron un mural, Ejercicio plástico, en la quinta de Natalio Botana, dueño de Crítica.14 En aquellos meses surgió la polémica Berni-Siqueiros. El mexicano afirmaba que el único arte de la revolución era el muralismo, mientras que Berni consideraba la pintura de caballete como una alternativa válida para países como la Argentina, donde los muros Antonio Berni, La muerte acecha en cada esquina, 1932. Óleo sobre tela, 53 x 72 cm. Colección privada públicos estaban en manos de la burguesía. En 1934, el rosarino realizó dos grandes tem- en 1940 recibió el primer premio con una Figura ples sobre arpillera, Desocupación –título original y el MNBA adquirió Primeros pasos; en 1943, con de Desocupados– y Manifestación, para demostrar Lily, llegó el gran premio. la posibilidad de la obra de caballete. Según al- En 1944, junto a Spilimbergo, Castagnino, gunos autores, Berni pensó en sus temples como Demetrio Urruchúa y Manuel Colmeiro, fundó pancartas callejeras para protestas populares. el Taller de Arte Mural, que, un año después, En 1935, Desocupación fue rechazada en el SNBA. recibió el encargo de pintar la cúpula de Gale- Al año siguiente hizo Chacareros. El nuevo cuadro rías Pacífico. optó por un escenario frontal, donde distribu- Berni empezó a trabajar en Santiago del Estero yó a los personajes, el embaldosado del piso en sobre los cosecheros de algodón y sobre los ha- perspectiva central y arquitecturas con arcos de cheros en el Chaco. En 1959, con la difusión del medio punto; la pieza estaba cruzada por icono- informalismo, realizó una serie sobre los barrios grafías religiosas y clásicas: la “sacra conversazione” de emergencia de la capital. Telas manchadas del Renacimiento con la Virgen y el Niño, y el con diversos colores, con formas irregulares que monumento ecuestre romano. Estas transforma- imitaban las casillas de las villas miseria. Imáge- ciones le dieron a la imagen un voltaje político nes que rozaban la no figuración. controlado. Chacareros, en el SNBA, obtuvo el se- Este conjunto marcó el umbral de su ingreso gundo premio adquisición de la Municipalidad. al arte contemporáneo con los collages, ensam- La recompensa fue el inicio de una acelerada blados, pinturas y grabados dedicados a sus carrera oficial dentro del SNBA: en 1937, con dos personajes inventados, Juanito Laguna, Jujuy, ganó el premio a la mejor composición; el chico de la villa miseria, y Ramona Montiel, 26 la prostituta. La vida de ambos ocupó la aten- a un pueblo que vivía en la miseria, las supers- ción de Berni hasta fines de los años 70. ticiones, el miedo a la ira divina; sobrevivientes Alfredo Gramajo Gutiérrez (1893-1961), tra- perdidos en una memoria que no podía recor- bajando entre Catamarca y Tucumán, combinó dar otra existencia. una gramática moderna e histórica y la imagine- Lo renovador puede incluir entre sus actores a ría popular, en ceremonias, fiestas, velorios, car- pintores que, a pesar de su aparente lejanía con navales. Los colores de las vestimentas y el paisaje respecto a “lo nuevo”, reunían cualidades mo- explotaban bajo el sol. Pintó la selva milenaria, dernas. Dos buenos ejemplos de los años 20 fue- el desierto seco, recorrió Santiago del Estero, el ron Carlos Giambiagi y Miguel Burgoa Videla. Chaco, los pueblos del interior tucumano. En Carlos Giambiagi (1887-1965), ilustrador de 1920 Leopoldo Lugones lo proclamó “nuestro publicaciones anarcosindicalistas, fue parte del pintor nacional”. Fue el detonante del debate so- grupo Canning con Atalaya. Pintó en San Igna- bre su estilo tosco, fuera de toda academia. cio, en Misiones, donde vivió varios años. Paisa- Atalaya, Rinaldini, Pagano se movieron entre jes de pequeñas dimensiones, hechos en el me- el elogio y la crítica: sus temas hacían estallar la dio del monte, se destacaron por el refinamiento realidad de indígenas explotados durante cien- en sus relaciones de colores –verdes intermina- tos de años, pero las torpezas del pintor eran bles, azules, naranjas, amarillos, tierras– y la luz evidentes en el color y el dibujo. Gramajo era que atravesaba árboles, matas silvestres, zonas un interrogante para el arte culto. Así llegó al frondosas, en fricción con una especie de fau- Primer Salón Universitario de Artes Plásticas vismo primitivo, concentrado en colores y luces organizado por la Universidad de La Plata, blancas. De vez en cuando, algún personaje. con obras que se vieron en Madrid, París, Lon- Un artista contemporáneo nacido en Posadas, dres, Roma y Venecia.15 En plena euforia de los Oscar Bony, solía recordar que en el origen de modernos franceses por Pedro Figari, ciertos su trabajo estaba la “luz alucinatoria” de su críticos afirmaron que el verdadero pintor del infancia. Giambiagi, absorbido y mojado por “gauchismo argentino” era el tucumano. En aquel sol de San Ignacio, pintó algunos de los la búsqueda de filiaciones, Gramajo fue pues- mejores paisajes de “lo nuevo”. Puede pensarse to junto a Cándido López. Hacia el pasado, en un trance, cuando hombre y naturaleza se su realismo ingenuo llegaba hasta el arte de encuentran en el “extrañamiento moderno”.16 la América precolombina y, con la conquista, Miguel Burgoa Videla (1888-1955) pintó a la imaginería colonial. En numerosos artistas parques, paisajes, jardines botánicos, plazas. Lo hay una manera primitiva que la historia del mejor de su trabajo se vio en pequeños soportes, arte convirtió en ingenua. Gramajo le puso voz óleos y pasteles. 27 Vivió en la miseria y la indigencia. Una enferme- muchachos de la bohemia parisina que en los dad mental lo mantuvo internado por largos pe- 20 se habían presentado en el SNBA y en 1928 ríodos. Una paleta amplia que envolvía las imáge- habían inaugurado, en la AAA, su primera ex- nes con una luz peculiar, por momentos dorada, a posición. Finalmente, el medio porteño, en los veces azulada, llena de reflejos de árboles, cante- 30, tenía una toma de posición homogénea ros floridos, caminos de piedritas o humus naranja identificada con lo moderno: los alumnos de y sombras tornasoladas, con fuentes y esculturas; Friesz y Lhote triunfaban en Buenos Aires y li- algunos personajes apenas sugeridos. Puede pen- deraban los sectores de la renovación. El grupo sarse en el simbolismo, en Odilon Redon, que uti- exitoso entre crítica, público y coleccionistas fue lizó la misma lluvia de colores. el relacionado con los realismos de entreguerras Hizo cuatro muestras individuales; en 1926 en y las vanguardias académicas del neocubismo, el Witcomb, en 1927 y 1928 en la AAA, y en 1934 neoexpresionismo y el posfauvismo. Estos artistas en Müller. Concurrió al SNBA desde 1919. Ha- determinaron el perfil de la cultura visual moder- bía estudiado en la Academia Real de San Fer- na argentina más allá del cambio de paradigma nando en Madrid. Murió en la cárcel de Villa que generó la abstracción en los años 40. A su Devoto, recluido por un “error administrativo”. alrededor aparecieron independientes como Raúl Soldi, Jorge Larco, Enrique de Larraña- AÑOS 30, CONTINUIDADES Y NOVEDADES ga, March y Pacenza, Demetrio Urruchúa, Juan Así como en la década anterior la tensión máxi- Carlos Castagnino. Entre los híbridos, otra vez ma se registró entre conservadores y modernos, numerosos, figuraron Faggioli, Arcidiácono, en los años 30 el eje de debate se desplazó hacia Gubellini, Pronsato, R. Rossi, Tiglio y otros. arte y política, aunque brevemente. Berni atacó Conjunto al que se le sumaban “tradicionalis- con fuerza al grupo liderado por Guttero. Su tas modernosos” como Gigli, De la Rosa, Scotti, acercamiento al Partido Comunista abrió aún Jarry, Ballester Peña, Mazza, Vidal, que con más la brecha que lo separaba de los “mucha- geometrías y facetados entraron en el territorio. chos de París”. La contienda fue corta por la Aún hoy hay autores que insisten en mostrar muerte inesperada de Guttero, en diciembre de en ellos algo de modernidad; por ejemplo, “lo 1932. Para 1936, el rosarino había comenzado nuevo” adjudicado a Lorenzo Gigli y sus icono- su carrera en el SNBA, y exponía con los inte- grafías religiosas subterráneas como la Sagrada grantes de la Escuela de París en el Salón de Familia y la Virgen y el Niño; la exaltación del Pintores Argentinos, en la AAA. trabajo, el orden superior de la familia, todo con Sin duda, los protagonistas de la década fueron el Novecento italiano, imágenes clasicistas ligadas los miembros de la Escuela de París, aquellos a las virtudes de la raza. 28 Fue una etapa con las vanguardias ausentes, en contacto con el cubismo y la Escuela de París unos pocos interesados por lo nuevo, partidarios con Zak, Blanchard, Gleizes, Metzinger y otros.18 de las vanguardias académicas francesas, híbri- Entre 1927 y 1928, pintó telas clave: Campesi- dos y conservadores.17 na italiana, Meditando, Catedral de Chartres (MES). Con los pintores de la Escuela de París lo curio- En 1928 regresó al país. Se relacionó con so fue cómo perdieron los impulsos renovadores Guttero, participó de sus salones modernos y ex- que habían exhibido en sus estadías europeas. puso en la Wagneriana. En la AAA presentó un Sin duda, la imposición de los talleres france- par de muestras individuales. Estuvo activo du- ses fue lo que aplanó y terminó con las prome- rante la estadía de Siqueiros en Buenos Aires, y sas que habían mostrado en un comienzo. Las fue parte del equipo polígrafo de Ejercicio plástico. enseñanzas de Lhote y Friesz fueron decisivas. Siqueiros lo llamó el “mejor pintor argentino”. Un solo caso: Butler, en los 20, ensayó construc- En el SNBA recibió el primer premio por una ciones con estructuras independientes de planos Naturaleza muerta de 1932. y colores –La siesta (1926, MNBA) y Decoración mu- Entre 1928 y 1940 realizó lo más significativo de ral (1928)–, y en los 30 llegó al amaneramiento su producción pictórica y La breve historia de Emma, de Flores con fondo rojo (1929), Desnudo junto al mar su mayor aporte a la gráfica. Su itinerario poste- (1930), El pianista (1931); el artista se movió del rior estuvo marcado por una repetición de figu- lenguaje pictórico a la pintura de temas. ras monumentales, de grandes ojos almendrados, Lino Enea Spilimbergo (1896-1964) formó cercanas al realismo del Novecento y su figuración parte del grupo de París, pero de manera inter- neohistoricista del clasicismo romano. mitente. Con sus envíos al SNBA entre 1920 y Entre 1930 y 1933 se concentró sobre una serie 1925 ganó varias recompensas que le permitie- de óleos, temples y monocopias con misterio- ron viajar a Europa. Su primer destino fue Italia. sos temas de terrazas, motivos religiosos, ani- Los museos, palacios, colecciones y ruinas de la mismos de la naturaleza y estados emocionales, península lo marcaron. Comenzó con los mo- con la presencia de desnudos femeninos, bos- saicos bizantinos, Duccio, Giotto, los maestros ques y mares. Unas veinte piezas resueltas entre del siglo XV, Miguel Ángel, los venecianos del De Chirico, Carrà y Marussig. Las terrazas no 500 y el 600; entre los modernos, De Chirico, ocultaban sus orígenes en la obra de Giovanni Carrà y Piero Marussig. En 1926, instalado en Bellini del siglo XV. Los trabajos respondían al París, se integró al grupo de argentinos que vi- enigma de lo moderno.19 vían en la ciudad, e ingresó al taller de André Spilimbergo descubrió sus terrazas observando Lhote. Mientras tanto, descubrió a El Greco y el las plazas de De Chirico: el misterio de las arqui- barroco español, a Delacroix y Cézanne; se puso tecturas del italiano surgían de su tensión entre lo 29 clásico y lo moderno. Plazas y terrazas mostraban Lhote, de los cuales fue aprendiendo modos di- cualidades plásticas y de sentido que eran viven- ferentes de resolver sus conflictos entre la figu- cias de lo clásico, como lo permanente y lo eter- ración y la no figuración, entre la realidad y su no, pero arrinconadas por una conciencia mo- trama constructiva. El dibujo fue su herramien- derna del tiempo y el espacio. Eran un universo ta fundamental en los bocetos, y ese gusto por la imaginario situado en ningún lugar, salvo el espa- línea y su modulación se trasladó a sus cuadros. cio pictórico: tierras aún no descubiertas, mundos A pesar de la lejanía, su trabajo se vio en la es- desconocidos, vivencias del imaginario moderno. cena local. En 1933 presentó una retrospectiva Por eso la insistencia alrededor de las terrazas de en la galería Müller. títulos como Asombro, Revelación, La ilusión. En 1943, Desnudo (MNBA) mostró una manera Entre el ciclo de terrazas, desplegó piezas im- nueva. La evidencia de la estructura comenzó a portantes: Figura (1931, MNBA), Paisaje de San ser más sutil y la trama de líneas en arabescos re- Juan (1929), Figura (1932, MNBA, ex Scheim- corría toda la superficie, combinando curvas y rec- berg), Arrabal de Buenos Aires (1933), Naturaleza tas y definiendo las formas de cuerpos y objetos. muerta (con busto) (1933), Figuras (mujer y mucha- La paleta se iluminó con sugerentes azules, junto a cho) (1940), Figura (muchacho) (1943). algunos colores cálidos con bases de blancos. Domingo Candia (1897-1976) llegó a Italia En la Argentina, obtuvo en 1958 el primer pre- en 1914. En Florencia estudió con Giovanni mio del SNBA y, en 1966, el Palanza. Su último Costetti. Lo entusiasmó el futurismo, y frecuen- viaje al país fue en 1970, cuando el MBAR orga- tó a escritores y músicos. En 1920, la Bienal de nizaba su retrospectiva. Venecia presentó a Cézanne. Para Candia fue Raúl Soldi (1905-1994) estudió en la Accade- una revelación.20 Después de dos años en Bue- mia di Brera de Milán hasta 1932. El artista se nos Aires, en 1924 se instaló en París, donde integró con pintores interesados en lo moder- pasó la mayor parte de su vida. no: Campigli, Carena, Tosi, Morandi, De Pisis. Sus mejores años fueron los 30 y 40. En El man- Al regresar al país su primera individual fue en tel blanco (1932, MNBA) y Modelo acostado (1930, la AAA, en 1933. Los años 40 fueron decisivos: MNBA) se advertía una trama geométrica que en 1944 y 1945 hizo tres muestras, y en 1947 ordenaba el motivo pictórico por debajo de la obtuvo el primer premio del SNBA. figuración; una paleta baja de grises, amarillos El límite por el que transcurrió su figuración, y algunos toques de ocre; la materia variaba entre lo tembloroso de las figuras y una paleta entre untuosidad y superficies casi ásperas. sutil en matices y luces, dio sus mejores piezas. En París, Candia se relacionó con el escultor La hamaca (1932, MNBA), Las tres Gracias (1932), argentino Sesostris Vitullo, Metzinger y André Adolescente vestida y desnuda (1933), El baño en el lago 30 (1933), La escalera (1937), La playa (1941, ex Ariño). energético”. El objeto plástico surgía de la pene- El artista no pudo sostener sus composiciones tración de la energía en la imagen. más allá de mediados de los 40. Su pintura se A los collages siguieron paisajes con humanoides, hizo minuciosa en detalles y toques cortos de máquinas, cielos estrellados, animales mecáni- pincel; sus anatomías optaron por lo superfluo, cos, escaleras y rocas facetadas. Entre otros, se todo resultaba puro encaje pictórico. Soldi apa- destacaron El mensaje, Descubrimiento de la lluvia, reció ligado a lo bonito, exitoso con abundan- El lama. Su surrealismo fue complejo por sus va- cia de paisajes y rostros de niñas o adolescentes. rias áreas de estudio. El pintor había agotado sus cualidades moder- Miguel Diomede (1902-1974) comenzó a nas y se convirtió en una leyenda del arte argen- actuar en 1930. Su manera de resolver flores, tino, culto y popular, que culminó con sus telas frutas, figuras, retratos y paisajes, entre la re- para la cúpula del Teatro Colón, en 1966. presentación y el no terminado, caracterizó su Juan Batlle Planas (1911-1966), de origen ca- estilo. El artista había empezado dentro de una talán, en 1937 trabajaba en collages cercanos a figuración característica de los años 30, con las Max Ernst y Francis Picabia, con combinacio- libertades de lo moderno. Avanzando en su tra- nes entre el humor, las imágenes encontradas bajo descubrió lo enigmático de la pintura para y la fricción de palabras. Algunos ejemplos son Trato de mujeres y Benzolimar. Los papeles cortados y pegados eran de revistas de la época o antiguas, enciclopedias, diarios, libros y láminas. Las tareas de Batlle se nutrieron de varias fuentes teóricas: la filosofía zen, el psicoanálisis, las ideas de Wilhelm sobre la energía cósmica y la lectura de Breton. Antes de los collages, había exhibido sus Radiografías paranoicas. Formas negras que mostraban partes del interior del cuerpo, que se completaba, gracias al color del soporte, en ambigüedades entre figura-fondo. Las piezas tomaban el principio de Reich, que Batlle resumía en la idea de que el automatismo psíquico era, en realidad, un proceso de cristalización de la energía Juan Batlle Planas, Pintura, 1936. Tinta sobre papel, 35,5 x 30,5 cm. Malba - Fundación Costantini, Buenos Aires y la materia. De ahí el término “automatismo 31 captar, al mismo tiempo, las relaciones emotivas Únicamente la plástica más supersensible es ca- y las relaciones objetivas de la realidad. Locali- paz de realizar lo super-real. zado el punto de tensión, Diomede se dedicó a Los casos de Horacio March (1899-1978) y perfeccionar imágenes que, entre luces y colo- Onofrio Pacenza (1904-1971) son muy singu- res, creaban la sensación de algo en proceso. Así lares en el panorama del arte local. De largas sus cuadros quedaban en el campo de la ilusión, trayectorias, el primero vivió en Lima durante eran visiones por venir. No se desvanecía la rea- varios años y Pacenza, egresado de la ANBA, lidad, sino que se constituía en figuración pictó- también estudió arquitectura. Sus principales rica. Se trataba de invertir la lógica del devenir temas fueron barrios populares, vistas urbanas artístico: desplazándose de la abstracción a los y paisajes boquenses, motivo que identifica con rastros iniciales de la figuración, que se desper- más fuerza sus trabajos. Sus pinturas de calles taba sobre el soporte. Diomede les arrancaba a desoladas y el horizonte del Riachuelo fueron los colores y la luz una figuración latente, que características de la modernidad porteña. Pa- sabía cuándo detenerse en su presentación. cenza siguió su actividad hasta la década del 60, Algunas obras: Naranjas (1945, MNBA), Estefanía manteniendo un fuerte perfil en la escena local. (1946, colección Neuman), Desnudo (1957) y Paisaje con lilas y violetas (los dos colección Lifschitz), AÑOS 40, ABSTRACCIÓN Y ARTE CONCRETO Mujer con violetas (1955, Museo Municipal de Ar- En los 40 la batalla se movió entre figuración tes Plásticas Eduardo Sívori, MES). y abstracción. La abstracción no era una nove- En 1939 apareció el grupo Orión, reunido por dad, pero tenía una posición casi invisible en el Ernesto Rodríguez, que hizo su primera expo- campo. Las muestras abstractas habían provo- sición en la AAA. Sus actividades se prolonga- cado la reacción de crítica y público, pero sin ron solo durante dos años. Algunos de ellos fue- mayores consecuencias, como la exposición en ron Luis Barragán, Leopoldo Presas, Orlando Moody, en 1936, de artistas italianos no figurati- Pierri, Ideal Sánchez. Aunque insistieron sobre vos, entre ellos Lucio Fontana. Las experiencias la diversidad entre los lenguajes de sus partici- previas eran Pettoruti y sus dibujos futuristas en pantes, la tendencia surrealista fue clara. Pierri Witcomb, en 1924, y las dos muestras de arte escribió en su presentación del catálogo del 39: concreto de Del Prete. El arte desde que pudo apartarse de la razón En 1945 los artistas que habían comenzado exclusiva tiene un gran campo de desarrollo: lo juntos con la publicación de Arturo. Revista de ar- irracional. […] Aquí los sueños más extravagan- tes abstractas, por razones estéticas, ideológicas tes, los objetos que pudieran ser más absurdos, y personales, dieron origen a dos grupos que la acción más incomprensible, todo es posible. polarizaron el arte concreto rioplatense, la 32 Asociación Arte Concreto-Invención (AACI) y Arturo había sido fundamental, entre otras cosas, Madí.21 La AACI fue creada por Lidy Prati, Tomás por el artículo del uruguayo Rothfuss titulado Maldonado y Enio Iommi, a los que se sumaron “El marco: el problema de la plástica actual”, Alfredo Hlito, Juan Melé, Gregorio Vardánega y donde enunciaba el tema del marco recortado, Claudio Girola. En 1946 presentaron su primera o sea, no ortogonal, para liberar a la pintura de muestra y el “Manifiesto invencionista”. su condición de ser figura puesta sobre la pared. La materia prima del arte representativo ha sido En 1944, Kosice creó la escultura articulada siempre la ilusión. Royi. Un año después Iommi mostraba sus es- Ilusión de espacio. culturas “direccionales”. Ilusión de expresión. A pesar de sus diferencias, ambos grupos tenían Ilusión de realidad. enemigos en común; por un lado, la pintura Ilusión de movimiento. figurativa que seguía dominando el terreno, y, El arte concreto, en cambio, exalta el Ser, pues lo por otro, un marco político adverso. En 1948, el practica. peronismo había fijado su posición, a través de Arte de acto: genera la voluntad del acto. su ministro de Educación, Oscar Ivanissevich, […] que en la apertura del SNBA había proclamado los valores de un “arte sano” contra “las nefas- 22 Ni Buscar ni Encontrar: Inventar. Mientras tanto, Roth Rothfuss, Gyula Kosice, tas manías del cubismo, del futurismo, del fau- Carmelo Arden Quin y Grete Stern, la fotógra- vismo y del surrealismo”. fa formada en la Bauhaus, habían expuesto, en Con los concretos, el arte se convertía en 1945, con el título El movimiento de Arte Concreto- participativo y en un campo comunitario, so- Invención. El mismo 46 se inauguró en Van Riel bre todo; los Madí crearon esculturas y objetos la primera muestra Madí con Kosice, Arden articulados que el público podía manipular; Quin, Martín Blaszko y Diyi Laañ. Entonces cambiaron la noción del contexto expositivo al dieron a conocer su propio manifiesto. cuestionar la pared y avanzaron en sus estruc- Se reconocerá por arte Madí la organización de turas coplanares; unieron ciencia y arte; fueron elementos propios de cada arte en su continuo. críticos de lo autorreferencial del arte; utiliza- En ello está contenida la presencia, la ordenación ron materiales industriales como la baquelita, dinámica móvil, el desarrollo del tema propio, la esmaltes, acrílicos, tubos de neón. Madí se ludicidad [sic] y pluralidad como valores absolu- extendió a otras disciplinas, danza, fotografía, tos, quedando por lo tanto abolida toda injerencia música. La AACI se volcó al diseño gráfico. de los fenómenos de expresión, representación y En 1947, la AACI sufrió otro cisma en la figura significación. de Raúl Lozza, que creó el perceptismo, para 23 33 seguir las investigaciones de las estructuras aristas, triángulos y dobleces, que pronto fue- coplanares desechadas por la Asociación, que ron visiones curvilíneas inmensas y de colores consistían en un conjunto de formas geométri- vibrantes en formas y fondos. cas recortadas y pintadas, unidas por varillas y En su última muestra deslumbró con las Efigies colocadas sobre la pared. Para Lozza el percep- convertidas en rostros y cuerpos casi abstrac- tismo lograba tos, mudos, quizás vitales, estáticos o cansados. …por vez primera la realidad del plano-color, un Exilio (1991) y Tres efigies sentadas (1992) fueron el nuevo concepto de estructura consustanciado con cierre perfecto para el ser artístico y existencial los medios visibles de creación y la superación de de Hlito. las contradicciones entre forma y contenido.24 La idea de los concretos de mostrar al proleta- AÑOS 40: TRES PINTORES FIGURATIVOS riado “cosas reales” y no “ficciones”, con el ob- Raúl Russo (1912-1984) ya en 1950 mostró su jetivo de generar voluntad de acción, chocaba estilo interesado por una figuración de planos, con el realismo soviético. El PC local sancionó volúmenes y colores. Una extraña paleta de ne- a Maldonado, y él y sus camaradas rompieron gros, grises, amarillos, ocres, blancos, verdes y con el partido. azules. Desde sus primeros trabajos acentuó los Alfredo Hlito (1923-1993) se inició en la AACI. negros y blancos. Hasta 1950 siguió con obras concretas, pero a Los colores, casi siempre saturados o plenos de partir de la nueva década se concentró en el luz, combinados con fuertes, aunque irregu- rombo, el cuadrado y el círculo, investigando lares, contornos negros, organizaban visiones sus desarrollos y derivaciones; la línea fue un sintéticas, pero abarrotadas, de paisajes que elemento independiente hasta que se constituyó eran discursos de la pintura. Es un error pen- en asunto central, con amplias curvas que reab- sar su producción como un progresivo deslinde sorbían formas circulares. figurativo hacia la abstracción. La mirada del Después de 1962, llegaron la libertad del color, pintor veía en la realidad relaciones de formas la sutileza de pinceladas fragmentadas y yux- y figuras, superficies y espacios que sugerían tapuestas, Paul Cézanne y la modulación del otra dimensión expresiva y una percepción color. Las series avanzaron entre Simulacros y de lo real transfigurada en líneas y colores. El Efigies. Fuertes construcciones monumentales proceso fue interno, una puesta en acción de o abanicos facetados, todos cubiertos de tonos la independencia de los elementos pictóricos. transparentes con matices teñidos por blancos, Russo mostró que la figuración había incorpo- azules, verdes y negros. Las Efigies culmina- rado la abstracción como recurso propio de su ron en estructuras verticales con interiores de gramática. 34 Juan Grela (1914-1992) se formó en la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos de Rosario, con Berni, entre 1935-1939, y siguió los cursos de Spilimbergo. La siesta (1941) y Maternidad en el campo (1942) mostraron close-ups monumentales, formas macizas, escorzos, perspectivas aceleradas y encuadres sorpresivos.25 En los 40 leyó el tratado sobre el paisaje de André Lhote y en los 50 estudió la obra de Cézanne, Gris y Braque, a Torres-García y su libro Universalismo constructivo. Ya no se preocupó Luis Seoane, Naturaleza muerta, 1953. Óleo sobre tela, 50 x 61,5 cm. Colección privada por la realidad; la fantasía y lo imaginario lo llevaron a signos inventados, reflejos de su mundo interior. Planimetría y síntesis de figuras y ani- síntesis de rostros, brazos, senos, piernas, frutas, males; colores azules, verdes, rojos, naranjas y verduras, mesas. amarillos; disposiciones simples y ordenadas, Los colores eran, en especial, rojos, amarillos, con simetrías y tamaños artificiales, una figura- verdes, azules, violetas. Las imágenes resulta- ción sensible entre lo culto y lo popular. ban, al mismo tiempo, austeras y expresivas, Luis Seoane (1910-1979) fue un artista múlti- por la personal combinación de la figuración y ple: pintor, grabador, ilustrador, muralista y di- la abstracción. El dibujo no era una línea de en- señador, y teórico, escritor, fundador y director cierro ni un límite de formas y figuras, transcu- de revistas y editoriales, que trabajó entre Bue- rría dentro de colores que lo excedían; el color nos Aires y la Galicia de su infancia y primera no era una cualidad visual que se sometía a los juventud. bordes de los trazos negros que lo delimitaban, Comenzó a pintar en los 30, pero su personal sino que funcionaba expansivo e independiente. estilo se vio a fines de los 40. Sus temas fueron las figuras y algunas naturalezas muertas. Tra- AÑOS 50: VARIANTES Y bajó sobre amplias superficies de colores satura- DINÁMICA DEL CAMPO dos, intervenidas por otros colores y articuladas Para 1950 el arte concreto, el perceptismo y el en su figuración por gruesos trazos de líneas ne- Madí habían acumulado credenciales locales e gras, moviéndose sobre la base cromática con internacionales, y se habían convertido en si- total libertad. Las líneas en arabescos y entre- nónimo de “arte nuevo”.26 Un tejido espeso de cortadas creaban volúmenes, perfiles, ángulos, grupos reforzó las posiciones de dicho arte y las 35 relaciones de lucha entre sus propios agentes, y en- Macció, Martha Peluffo, Víctor Chab, Josefina tre figurativos y no figurativos. El territorio estaba Miguens [Robirosa], Kazuya Sakai y Clorin- dominado por el eclecticismo de propuestas y las do Testa, en la galería Pizarro, exhibió piezas migraciones de los artistas. hechas con manchas, fuertes texturas, trazos al En 1952 apareció, impulsado por Aldo Pellegri- azar. El grupo derivó en Boa, la propuesta de ni, el Grupo de Artistas Modernos Argentinos Julio Llinás que buscaba impulsar, sobre las su- (GAMA), que abarcó a artistas de la AACI y de pervivencias de dadá y el surrealismo, un “nue- la abstracción libre como José Fernández Muro, vo universo pictórico poético”. Sarah Grillo y Miguel Ocampo. Funcionó hasta ¿Qué cosa es el coso?, en la Sociedad Estímulo de 1955; sus principales cambios fueron el ingreso Bellas Artes (SEBA), se aventuró a trabajos abs- de Clorindo Testa y Rafael Onetto y la ida de tractos con materiales no ortodoxos como are- Maldonado a Alemania, a la escuela de Max na, brea, cartón, plumas. Uno de los participan- Bill, en Ulm. tes fue Jorge López Anaya. El mismo año, agrupado por Ernesto B. Rodrí- A todas estas posiciones se agregaron Grupo guez, se había constituido 20 Pintores y Esculto- Arte Joven, liderado por Víctor Magariños D., res Argentinos. Se trató de un proyecto múltiple, y Arte Madí Internacional, en París, con Arden con ex integrantes del grupo surrealista Orión Quin. Ya sobre el límite del período, interesa- de 1939, como Barragán e Ideal Sánchez, todos do por la abstracción geométrica, apareció Arte figurativos, y las abstracciones geométricas de Generativo, con Miguel Ángel Vidal y Eduardo Luis Tomasello y Julián Althabe. Mac Entyre, e Ignacio Pirovano como teórico. Arden Quin, en 1955, creó la Agrupación Arte Para 1958 también podía verse a los ópticos Nuevo, abierta a todas las personas de inten- y cinéticos como Julio Le Parc, Martha Boto, ción moderna y producción abstracta, inclu- Horacio García Rossi y Vardánega, que pronto yendo pintores, escultores, músicos, fotógrafos y se mudaron a París. Le Parc, en 1959, era artista arquitectos. Sus salones fueron multitudinarios. exclusivo de Denise René, y en 1960 constituía En 1956 se sumó Artistas No Figurativos Ar- el Groupe de Recherche d’Art Visuel. gentinos (ANFA), y en 1958, Arte No Figurativo Los grupos, en especial, relacionados con la abs- (ANF), con Pellegrini. tracción geométrica o constructiva comenzaron En 1957, dos sucesos mostraron con fuerza los a mostrar un academicismo que se alejaba del inicios de corrientes alternativas, que combina- paradigma inicial del “arte nuevo”. Siete pintores ban la abstracción geométrica con el surrealis- abstractos y ¿Qué cosa es el coso? eran señales de la mo, la abstracción libre y el neodadaísmo. Siete necesidad de un cambio, que los informalistas pintores abstractos, con Osvaldo Borda, Rómulo trajeron en 1956. 36 De las posibilidades que ofrecían los 50, fue propias fueron todas novedades que cambiaron la personalidad y obra de Martha Peluffo el perfil del terreno. La expansión de la clase (1931-1979) la que se impuso con más fuerza, media y su ingreso en el área específica creó hasta la aparición de Greco o Kemble. Militan- una nueva manera de entender las relaciones te constante de “lo nuevo”, cuando no creadora de lucha dentro del campo. El repliegue de la de algo diferente, la artista apareció con su pri- elite frente al peronismo, al igual que de gran mera individual en Antú, en 1952. Su carrera parte de la intelectualidad, obligó a pensar ba- fue frenética; expuso en Buenos Aires, Santa tallas y estrategias independientes del Estado y Fe, Caracas, Bogotá, La Plata, Río de Janeiro, la clase alta. Nueva York, Washington, México D.F., París, El SNBA repartía sus recompensas entre los mo- Dallas, Ottawa, Córdoba, Illinois, y la lista si- dernos de los años 30, conservadores e híbridos: gue. Se movió entre versiones alteradas del ta- Jarry, Bernareggi, Faggioli, Mazzone, Basaldúa, chismo, el informalismo, la abstracción lírica, la Ferrarotti, Vasileff, etc. Los premios alternativos neofiguración, el pop, el hiperrealismo. Siem- como Ver y Estimar, ITDT y Kaiser surgieron pre un paso adelante, en 1956 presentó obras después. El MNBA, en la etapa del peronismo, informales que confirmó al año siguiente en la se relacionó con “lo nuevo” a través de una muestra de los Siete. Sus abstracciones están lle- fuerte oposición en la época de Ivanissevich, nas de material denso, desordenado, sin sentido, o a través de acciones forzadas en su apertura, que fluye sobre el soporte, casi carne o trazos de como Exposición de la pintura y la escultura argen- la locura. La furia y la intensidad de sus mode- tinas de este siglo, en 1952, donde aparecieron los pictóricos han sido expulsadas de la historio- Lozza, Maldonado, Hlito, Fernández Muro, grafía del arte argentino.27 Yente, Grillo, Blaszko, Ocampo, casi todos con La explosión de grupos y actores y sus ambi- una obra, frente a nueve Fader, seis Larrañaga, guos programas estéticos permite una visión siete Quirós. Juan Zocchi, en 1948, organizó general de la década. La manera colectiva fue Algunos maestros de la pintura argentina, con pocos re- un síntoma distintivo. La multiplicidad de di- novadores, muchos oficiales y un concreto, Del recciones que proponía “lo nuevo” explica lo Prete, falseado en su presentación, variado de las alianzas y la movilidad de los Practicó el “collage” –papel pegado– y ensayó otros artistas. La cantidad de galerías que fomenta- medios constructivos componiendo con alambre ron el arte nuevo, el compromiso de los críticos, toda una serie de ideaciones figurativas. Se ejercitó la tendencia a la autogestión, la aparición de con éxito en al [sic] escultura regido por las normas grupos marcados por negociaciones de convi- adoptadas en su labor pictórica y con ello evidenció vencia, la creación de salones y publicaciones su nada común capacidad creadora.28 37 MOVIMIENTO INFORMALISTA Dentro del grupo, Alberto Wells (1939) se Si bien el grupo informalista se constituyó en proyectó con sus objetos iniciados en el 59, que 1959 y presentó sus dos únicas exposiciones ese marcaron el origen del arte objetual argentino. mismo año, la presencia de gestos relacionados En 1964 el MAMbA presentó Objetos 64, muestra con su estética se puede rastrear desde 1956. organizada por Parpagnoli con la participación, El grupo estuvo integrado por Alberto Greco, entre otros, de Wells, Margarita Paksa, Rubén Kenneth Kemble, Fernando Maza, Luis Wells, Santantonín, Marta Minujín, León Ferrari, Towas, Enrique Barilari y Olga López.29 Fue el Delia Cancela, Roberto Aizenberg y Emilio Museo de Arte Moderno (MAM), fundado sin Renart. El objeto recorrió el pop, el minimal sede, en 1956, por Rafael Squirru, la institución y el conceptualismo. Los objetos de Wells, con que intervino para difundirlo. sus formas geométricas y motivos constructivos Este movimiento fue central en el pasaje de la pintados en sus caras, se trasladaron en 1965 al modernidad hacia el arte contemporáneo o campo de las instalaciones, con construcciones poshistórico.30 Fueron las expansiones del in- de madera y telas aplicadas en cielos rasos. formalismo las que anunciaron la ruptura de Kenneth Kemble (1923-1998), con forma- lo moderno y el fin del dominio de las bellas ción múltiple en Buenos Aires y frecuentes via- artes dentro del campo artístico. Como señala jes al exterior, pronto ingresó al mundo de la Arthur Danto, el fin del ciclo se produjo cuando abstracción. el arte se liberó del mandato histórico que im- En pocos años, entre 1956 y 1961, antes de la ponía su proceso y su deber ser. Alrededor de ruptura clave con la experiencia colectiva del 1960 la obra de arte dejó de parecerse “a una Arte destructivo, Kemble mostró un conjunto nu- obra de arte”, ya no hubo condiciones a priori meroso de piezas alrededor del informalismo y de cómo debía ser. El fin de la narrativa mo- la abstracción gestual, los inicios de los cuadros derna significó que no había un arte verdadero, objeto y el tachismo. En 1956 ya estaba trabajan- un arte que fuera más arte que otro. Se puso do sus primeros collages con trapos rejilla, man- en crisis el proyecto histórico que caracterizó a chas de pintura, frazadas, hojas de malvón, papel la modernidad, que buscó distinguir lo esencial de empapelar, dentro de esquemas compositi- del arte de sus cualidades accidentales. Decir vos concretos y estructuras del neocubismo de que la historia había terminado era decir que Lhote. Kemble marcaba el fin de “la tiranía del ya no existía un linde de la historia para que las gusto” como supuesta cualidad esencial del arte. obras de arte quedaran fuera de ella. Todo era Una serie de papeles carbónicos, plateados, de posible. Todo podía ser arte. Ya no había una lija, Canson y offset pegados sobre cartón fue- narrativa maestra. ron su material de trabajo, mientras los trapos 38 se diversificaban en telas de algodón, arpille- Christian Dior, quien lo contrató para diseñar ras, trapos de piso y lanas, y hacía con chapas telas para su colección. oxidadas sus primeros “paisajes suburbanos” Al mismo tiempo, Greco exponía en París y en sobre las villas miseria de alrededor de la ciu- Londres como pintor tachista y abría un local dad de Córdoba. de empanadas, El Cactus, con una cocinera 31 Entre 1959 y 1961 realizó óleos en grises donde tucumana que había encontrado vagando por se veían los contactos con el tachismo. la ciudad. El negocio resultó un fracaso. Como A las exposiciones del informalismo envió pin- todo en la vida de Greco, no se sabe qué corres- turas con manchas monumentales de negro. ponde a la realidad y qué a la ficción.32 Después La serie dio origen a los homenajes a Motherwell, de tres años regresó a Buenos Aires. los óleos con el agregado de ocres, las grafías Quiso inaugurar en la galería Antígona una japonesas. Entre 1960 y 1961 mostró otra no- muestra de cartulinas monocromas que fue re- vedad: arpilleras, telas y papeles encolados con chazada por los dueños del local, entonces colgó óleo, pintura sintética e industrial y yeso para unos gouaches tachistas hechos en París. El mismo modelar las telas con relieves tridimensionales. año abrió otra muestra en Rubbers y trabajó en Las aproximaciones de Kemble al informalismo un mural de cemento en la Facultad de Dere- fueron variadas; trabajó las series de manera si- cho; meses después estaba exponiendo en Río de multánea y en diversas versiones. Janeiro. Se instaló en San Pablo. En el Museu de Alberto Greco (1931-1965) formó parte del gru- Arte Moderna dio unas charlas y presentó una po informalista, pero desde años antes era una de exposición. Supuestamente el museo le compró las figuras más fuertes de la escena porteña. una obra y le encargó la realización de un mural. En 1954, después de estar relacionado con el ám- En 1958 estaba de vuelta en Buenos Aires. bito de la literatura, Greco decidió ser artista. Ese Participó en 1959 de las muestras informalistas año partió a Europa para asistir a un congreso en Van Riel y de la organizada por el MAMbA, en de videntes. En París, trabajó como vidente y las salas del MES. En 1960 expuso, en el VI Salón reunió el dinero para recorrer el viejo continen- de Arte Nuevo, dos trapos rejilla enmarcados y te. En 1955, de regreso en París, se convirtió en un tronco de árbol encontrado en una plaza, uno de los personajes de la bohemia nocturna según cuenta Kemble en el Buenos Aires Herald. del Quartier Latin y los cafés de Saint-Germain. Colgó en Pizarro sus cuadros informalistas ne- Fue predicador en los jardines de Luxemburgo, gros hechos con pintura y brea y puestos a la hizo dibujos para los turistas, conoció a Audrey intemperie al sol, el viento y la lluvia, o, direc- Hepburn, que le ofreció un papel como extra tamente, orinados para que la materia siguiera en su película Funny Face y lo llevó a la casa de actuando. Empapeló la ciudad con dos carteles 39 de publicidad; uno decía: “Greco, el pintor in- La polaridad funcionó dentro de un campo ar- formalista más grande de América”. Antes de tístico ya activo, cuyas disputas de valores deter- acabar 1960, según ciertas versiones, el comité minaban el mantenimiento o el cambio del or- de selección del Premio Guggenheim lo eligió, den instituido. Pettoruti, con la fuerza moderna junto con Fernández Muro, para competir en de sus obras, puso en crisis el privilegio del que el certamen “como informalista creador de un gozaba la tradición heredada sobre el modelo de estilo argentino personal”. una pintura conservadora en su estilo y conte- En 1961 llegó a Pizarro la muestra Las monjas, nidos ruralistas que remitían al pasado, apoyado su última actividad en Buenos Aires, antes de en el ideal de una Argentina que aún dominaba partir, nuevamente, para Europa. En 1962, en gran parte del mercado internacional de los ce- París, comenzó con sus vivo ditos, cuyo manifies- reales y la carne. El imaginario fundacional de to presentó en Génova, en julio del mismo año. un país rico por la explotación de la tierra asegu- Greco había dejado atrás sus gestos informalis- raba, en el terreno artístico, la base de una pintu- tas y había cruzado el umbral de lo moderno ra ligada a la representación de paisanos que cui- hacia el arte contemporáneo y la avanzada del daban el ganado y sembraban el campo. Por eso arte conceptual. Fernando Fader lideraba el mercado, era elegido por los principales coleccionistas de la época y te- EL CIERRE DE UN CICLO nía visibilidad en revistas como Plus Ultra y Caras “De las vanguardias al informalismo” abarca y Caretas. Con él actuaban Quirós, Ripamonte, cuarenta años centrales en la historia del arte Bermúdez y otros. argentino: el inicio del arte moderno, con la La exposición de vanguardia de Pettoruti puso conformación del campo artístico y el ingreso en peligro el privilegio y la jerarquía que du- de las vanguardias, y la clausura del ciclo con el rante décadas habían sostenido el modelo ru- fin de la narrativa moderna y el umbral del arte ralista como reflejo de las ilusiones colectivas poshistórico. de un país que había sido la séptima economía Gómez Cornet, Norah Borges y Figari abrieron del mundo. La pintura moderna no ofrecía, en la década y anunciaron el desembarco de las van- este contexto, ninguna variable criollista, salvo guardias en el Río de la Plata. Cuando Pettoruti la del campo y la vida de los paisanos hecha por expuso en la galería Witcomb sus trabajos euro- Figari con su estilo de avanzada. peos relacionados con la abstracción, el cubismo, Si bien las primeras vanguardias porteñas no la metafísica y el futurismo, Buenos Aires vivió el habían desechado del todo el tema, sus inte- escándalo que dividió a la crítica, los coleccionis- reses en la representación aludían a otros mo- tas y el público entre modernos y conservadores. tivos. Entre las vanguardias de Pettoruti y de 40 Xul Solar, los planteos del neocriollismo como tuviera mayores repercusiones, y la prédica de un arte nacional surgido de la deglución de lo Siqueiros, durante 1933, impuso cierta tempe- propio, lo ajeno, lo local, lo regional y lo inter- ratura en el ambiente, pero sin grandes conse- nacional, lo moderno y lo nuevo, la creación de cuencias. Finalmente, Ejercicio plástico había sido un lenguaje nacional quedaba muy separada la concesión del zar de la prensa porteña en el del mito criollo de la pampa. Xul apuntaba a bar del subsuelo de su quinta de Don Torcuato, una cuestión de debate estético, como el nativis- sin duda poco efectiva para la revolución. mo y el criollismo de Figari, que eran preocupa- Para los 30 la Escuela de París y sus alrededo- ciones entre la intelectualidad y que se leían en res ocuparon el lugar de lo moderno con pro- revistas como Martín Fierro. cedimientos de representación ya superados, Los muchachos de París, presentes en casi to- y cada vez más relacionados con la academia dos los salones, estaban dedicados a las típicas modernoide. Gramajo Gutiérrez y su primiti- iconografías de taller que iban desde los desnu- vismo popular fueron anulados por el título de dos hasta las naturalezas muertas, y los paisajes Lugones de “pintor de nuestra nación” y por su eran vistas de la campiña o ciudades europeas. ubicación entre los artistas ingenuos de la colo- En esta dirección de la recepción de la produc- nia junto a Cándido López. ción artística, un fenómeno interesante fue el de El original arte concreto en collages, pinturas y Quinquela Martín. Convertido en el héroe del objetos que mostró Del Prete en 1933 y 1934 barrio de la Boca y con un estilo cada vez más fue ignorado y motivo de críticas. Al dejar de ex- reiterativo, logró cautivar a la elite, la clase alta poner en las salas de Amigos en 1937, el artista y la clase media, y exponía al mismo tiempo en tuvo que esperar hasta 1944 para conseguir un el Jockey Club, Witcomb o Roma. lugar comercial donde exhibir su producción. Los vanguardistas y los modernos identificados El espacio que le ofreció hacer una muestra fue con lo nuevo, aun avanzando en el campo ar- Comte, la casa de mobiliario de Ignacio Piro- tístico, no pudieron más que participar de las vano, pintor, coleccionista, miembro de la elite disputas con la toma de parte de las posiciones, ruralista, ex integrante de la AAA, casado con pero sin superar el impacto que provocaban las Lía Elena de Elizalde, una de las hijas de Bebé serranías cordobesas de Fader o la aclamación Sansinena de Elizalde, ex presidenta de Amigos de los gauchos entrerrianos de Quirós. y protectora de Del Prete desde 1926. En los años 30, la disputa ideológica entre los En 1944, con la revista Arturo, empezaron las modernos representados por Guttero y la van- experiencias concretas de la nueva generación, guardia surrealista de Berni quedó restringida a proyecto que fue muy breve, por cuestiones esté- una batalla dentro del campo específico, sin que ticas y personales. Para 1945 se habían dividido 41 en Madí y AACI. Estos últimos, en 1947, sufrieron trando desde 1956 habilitaron las rupturas que, fiel retiro de Lozza, para fundar el perceptismo. nalmente, mostraron las obras de Kemble y Greco. Madí, a su vez, se fracturó por las disidencias de Sin embargo, la batalla contra los medios de reArden Quin. presentación tradicionales seguía vigente. En La abstracción de la década del 50 optó por un 1963 una ley del Congreso de la Nación obligó al modelo de nomadismo entre grupos y propuestas MNBA a aceptar en donación, para su exposición cada vez más laxas en sus planteos, pero al mismo permanente en una sala exclusiva, el conjunto tiempo expansivas en su disputa con los sectores de los gauchos entrerrianos pintados por Quirós figurativos. Las mezclas y la dinámica efímera de en los años 20. El modelo nacionalista y vernáculos grupos no impidieron que en el transcurso de la lo aún dominaba el territorio, o, al menos, conserdécada se hicieran visibles posiciones cada vez más vaba el poder suficiente para imponer sus decisioradicales dentro del mismo campo de la abstrac- nes corporativas. ción. Los gestos del informalismo que se fueron fil- NOTAS Internacional de Historia del Arte, Instituto de 1. Pierre Bourdieu, Las reglas del arte, Barcelona, Anagrama, Investigaciones Estéticas UNAM, 1994, tomo III, pp. 789-802; 1995, pp. 348-365; Razones prácticas, Barcelona, Anagrama, Edward Sullivan y Nelly Perazzo, Emilio Pettoruti 1892-1971, 1997, pp. 38-65. Buenos Aires, Fundación Pettoruti, 2004; Pettoruti y el 2. Romualdo Brughetti, Ramón Gómez Cornet, Buenos Aires, arte abstracto 1914-1949 (cat.), Malba - Fundación Costantini, Poseidón, 1945, p. 16. Buenos Aires, 2011, curadora Patricia Artundo. 3. De la abundante bibliografía sobre la artista producida por la 7. Patricia Artundo, “El libro del cielo. Cronología biográfica investigadora, véase Patricia Artundo, Norah Borges. Obra gráfica y crítica”, en Xul Solar (cat.), Museo Nacional Centro 1920-1930, Buenos Aires, Fondo Nacional de las Artes, 1993; de Arte Reina Sofía, Madrid, 2002, p. 201. Las citas Artistas modernos rioplatenses en Europa 1911-1924 (cat.), y la información sobre el camino recorrido por Xul Malba - Colección Costantini, Buenos Aires, 2002. han sido extraídas de dicho trabajo. 4. Sobre el concepto de modelo de mezclas, véase Beatriz Sarlo, 8. Patricia Artundo (org.), Xul Solar. Entrevistas, artículos Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920-1930, Buenos Aires, y textos inéditos, Buenos Aires, Corregidor, 2005, Nueva Visión, 1988. p. 99 (la ortografía de la cita corresponde a la versión 5. Véanse Gabriel Peluffo Linari, Historia de la pintura original presentada en el libro). uruguaya. El imaginario nacional-regionalista (1830-1930), 9. Alberto Collazo, Quinquela, colección Pintores Argentinos Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental, 2000, tomo I; del Siglo XX, fascículo nº 12, Buenos Aires, CEAL, 1980, p. 6. Patricia Artundo y Marcelo Pacheco, “Cronología biográfica”, 10. Sobre este período de la obra de Forner, véase Marcelo en Figari. XXIII Bienal de San Pablo (cat.), Banco Velox, 1996. Pacheco, “Raquel Forner: una renovación olvidada”, 6. Para visiones actuales sobre la obra de Pettoruti, véanse en II Jornadas de Teoría e Historia de las Artes, CAIA, Marcelo E. Pacheco, “La Argentina, una mirada travestida: Buenos Aires, Contrapunto, 1990, pp. 156-165. Emilio Pettoruti entre los espejos”, en Arte, historia e identidad 11. Véase Yente y Juan del Prete, Obras destruidas en América. Visiones comparativas, XVII Coloquio de Del Prete, Buenos Aires, 1971. 42 12. Cayetano Córdova Iturburu, Victorica, Buenos Aires, en diálogo con la colección Ignacio Pirovano, Buenos Aires, Codex, 1966, colección Pinacoteca de los Genios, nº 101, MAMbA, 2012. sin paginar. 22. Perazzo, op. cit., 1983, p. 176. 13. Véase Marcelo Pacheco, “Antonio Berni: un comentario 23. Kosice, op. cit., 1982, p. 36. rioplatense sobre el muralismo mexicano”, en Otras rutas hacia 24. Perazzo, op. cit., 1983, p. 179. Siqueiros, Instituto Nacional de Bellas Artes, CURARE, 25. Véase Ernesto Rodríguez, Juan Grela, Rosario, México D.F., 1996, pp. 227-247. Ediciones Biblioteca Popular, 1968. 14. Sobre el mural, véanse Héctor Mendizábal y 26. Para años 50, véase MAMbA, op. cit., 2012; del ensayo Daniel Schávelzon, Ejercicio Plástico. El mural de Siqueiros en de Cristina Rossi proceden parte de los datos del presente texto. la Argentina, Buenos Artes, El Ateneo, 2003, y Ana Martínez 27. El rescate de su figura solo cuenta con la batalla de Quijano, Siqueiros, muralismo, cine y revolución, Victoria Verlichak, con su libro Martha Peluffo, Buenos Aires, Buenos Aires, Ediciones Larivière, 2010. Fundación CEPPA, 2007. 15. Para un recorrido de la obra del pintor y para su fortuna 28. Algunos maestros de la pintura argentina (cat.), crítica, véase Romualdo Brughetti, Alfredo Gramajo Gutiérrez Subsecretaría de Cultura, Buenos Aires, 1948, p. 51. y el realismo ingenuo, Buenos Aires, ECA, 1978. 29. Nelly Perazzo, El grupo informalista argentino (cat.), 16. Simón Marchán Fiz, Contaminaciones figurativas, Buenos Aires, MES, 1978; Jorge López Anaya, Informalismo, Madrid, Alianza, 1986, pp. 106-109. la vanguardia informalista en Buenos Aires 1956-1965, Buenos Aires, 17. El arte concreto de Del Prete y el surrealismo de Berni, por Sendrós, 2000. Para Kemble, véanse Marcelo Pacheco, parámetros temporales, corresponden al proceso de los 20 que La gran ruptura 1956-1965, Buenos Aires, 2000; se cierra alrededor de 1933, por el eje arte y política, con Berni Florencia Battiti (ed.), Entre el pincel y la Underwood, y Siqueiros, ya muerto Guttero y con los becados en Europa Kenneth Kemble crítico de arte del Buenos Aires Herald, de regreso en el país. Buenos Aires, JK, 2012. Para Greco, véase Alberto Greco (cat.), 18. Para imágenes de obras, véanse AA.VV., Spilimbergo, Valencia, IVAM; Madrid, MAPFRE; Buenos Aires, Buenos Aires, ANBA, 1967; Diana B. Wechsler (dir.), MNBA, 1992, exposición y textos Francisco Rivas. Spilimbergo, Buenos Aires, Fondo Nacional de las Artes, 1999. 30. Arthur Danto, Después del fin del arte, Barcelona, 19. Las ideas sobre la metafísica de De Chirico al Novecento Paidós, 1999. fueron tomadas de Marchán Fiz, op. cit., 1986, pp. 110-114. 31. La serie de estos paisajes fue expuesta en 1958; 20. Los datos del pintor proceden de Osvaldo Svanascini, seguramente Berni la conoció y la tuvo presente Candia (cat.), Buenos Aires, MNBA, 1978. cuando, en 1961, hizo sus primeros collages y 21. Véanse Kosice, Arte Madí, Buenos Aires, Ediciones ensamblados sobre Juanito Laguna. de Arte Gaglianone, 1982; Nelly Perazzo, El arte concreto 32. Véase Jorge Bonani, “Greco”, en París en América, en la Argentina, Buenos Aires, Ediciones de Arte Gaglianone, nº 52, Buenos Aires, 1960. 1983; Cristina Rossi (cat.), Jóvenes y modernos de los años 50, 43
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