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Número 140
Marzo 2015
“Escuchadlo”
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02/03/2015 08:42:17
Colección
“Lo inédito sobre los Evangelios”
E
sta original obra de monseñor João Scognamiglio Clá Dias, EP, compuesta
por siete volúmenes, tiene el mérito de poner la teología al alcance de todos,
mediante comentarios a los Evangelios de los domingos y solemnidades
del año.
Publicada en cuatro idiomas —español, inglés, italiano y portugués— con un
total de 200.000 ejemplares vendidos, la colección ha encontrado una calurosa
acogida por su notable utilidad exegética y pastoral.
Ciclo A
Vol. I: Domingos de Adviento, Navidad, Cuaresma y
Pascua – Solemnidades del Señor que tienen lugar
durante el Tiempo Ordinario (464 páginas)
Vol. II: Domingos del Tiempo Ordinario (495 páginas)
Ciclo B
Vol. III: Domingos de Adviento, Navidad,
Cuaresma y Pascua – Solemnidades del Señor
que tienen lugar durante el Tiempo Ordinario
(448 páginas)
Vol. IV: Domingos del Tiempo Ordinario (Próximo
lanzamiento)
Ciclo C
Vol. V: Domingos de Adviento, Navidad,
Cuaresma y Pascua – Solemnidades del
Señor que tienen lugar durante el Tiempo
Ordinario (446 páginas)
Vol. VI: Domingos del Tiempo Ordinario
(495 páginas)
Vol. VII: Solemnidades – Fiestas que pueden tener
lugar en domingo – Miércoles de Ceniza – Triduo
Pascual – Otras Fiestas y Memorias (431 páginas)
La colección “Lo inédito sobre los Evangelios” es una publicación
de la Librería Editrice Vaticana
Reservas y pedidos en el teléfono (56 2) 24811255
o por email en [email protected]
También disponibles en formato eBook: www.comentandolosevangelios.com
Encuadernación en rústica (157 x 230 mm) con ilustraciones a todo color
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SumariO
Revista mensual de los
Asociación privada internacional de
fieles de derecho pontificio
Año XIII, nº 140, Marzo 2015
Director Responsable:
P. Fernando Gioia, EP
Escriben los lectores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4
El único y verdadero equipaje (Editorial) . . . .
5
Guy de Ridder, Hna. Juliane Campos, EP,
La voz del Papa –
Obediencia, sabiduría
y carisma
........................
6
Comentario al Evangelio –
¡Escuchadlo!
........................
8
Av. Américo Vespucio Sur 268-D
Las Condes, Santiago de Chile
ISSN:0717-7690
La “octava Palabra”
de Jesús
Tel. (56 2) 227064000 Fax 224810502
......................
......................
......................
16
Ecuador - Quito: Urbanización Campo Alegre
Tel. (593 2) 225 88 40 / Fax (593 2) 244 25 85
Estados Unidos - Mary Queen of the Third Millennium, Inc.
P.O. Box 421128. Houston, TX 77242-1128
Tel. (281) 597-8178 Fax (281) 597-8190
......................
El primer Vía Crucis
de la Historia
......................
19
Tel. 2167-6339/2591-9161.
Rep. Dominicana - Santo Domingo: Lorenzo
Dará únicamente
“cosas buenas”
Despradel nº 59 La Castellana Tel. (1 809) 227 72 65
Uruguay - Montevideo: Iturbe 1920
......................
Tel. (598-2) 2320-0712 / 2601-8890
Montaje: Equipo de artes gráficas de
los Heraldos del Evangelio
Los artículos de esta revista podrán ser reproducidos,
......................
40
46
Los santos de
cada día
22
Heraldos en el mundo
Imprime: Quad Graphics Chile S.A.
38
Historia para niños...
Terrible y misericordiosa
justicia
......................
México - Av. Paseo Lomas Altas #237
Colonia Lomas Altas. México DF - CP 11950
36
Sucedió en la Iglesia
y en el mundo
E-mail: [email protected]
Calle Picaflor 903 y Platero
31
La palabra de los Pastores –
Vida consagrada y
vocación a la santidad
......................
Suscripciones:
Chile - Santiago: Vespucio Sur 250, Las Condes
30
La basílica de la
“montaña sagrada”
Severiano Antonio de Oliveira
Edita: Editorial VERUM S.A.
......................
Una mujer fuerte
Consejo de Redacción:
Luis Alberto Blanco, Hna. Mariana Morazzani, EP,
¿Sabía usted...
......................
48
Somos la fragancia
de Cristo
26
......................
50
indicando su fuente y enviando una copia a la redacción.
El contenido de los artículos es responsabilidad
de los respectivos autores.
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E SCRIBEN
LOS LECTORES
mucho, cada vez más cuando recibo
todos los meses su ejemplar.
José Cascales Albarracín
Murcia – España
DEL OBISPO DE RAJKOT
UN ACTO DE RECONOCIMIENTO
Me ha encantado recibir la revista Heraldos del Evangelio. Aprecio sus esfuerzos por sacar adelante una publicación con tan variada información acerca de la Iglesia Católica y la misión de llevar el
mensaje del Evangelio a todas partes. Realmente, vale la pena leer
esta revista, rica en reflexivas homilías, en noticias católicas de todo
el mundo, en enseñanzas del Santo Padre, etcétera. Asimismo es
una fuente de información sobre su
asociación.
Desearía recibir un ejemplar de
Heraldos del Evangelio todos los meses. Tengan la seguridad de que su
importante misión estará siempre
presente en mis oraciones.
Agradecer es un acto no sólo de
gratitud, sino de reconocimiento.
Por lo tanto, con enorme alegría y
satisfacción queremos agradecerle al Rvdmo. Mons. João Scognamiglio Clá Dias, su consideración
y disponibilidad en ofrecernos Lo
inédito sobre los Evangelios, tan hermoso subsidio que nos ayuda bastante en la reflexión diaria sobre los
Santos Evangelios.
Nosotras, Hermanas Concepcionistas, queremos felicitarle por esa
magnífica colección y por los demás
asuntos que nos viene proporcionando la revista Heraldos del Evangelio. Dios continúe bendiciendo a
Mons. João y al grupo de los Heraldos del Evangelio. Cuenten siempre
con nuestras oraciones.
Mons. José Chittooparambil, CMI
Obispo de Rajkot – India
FIEL REFLEJO DE LA LABOR
DOCENTE DE LA IGLESIA
La revista Heraldos del Evangelio está siendo fiel reflejo de la labor docente de la Iglesia. Importantísima la formación educativa de sus
artículos, que sirven para ir creando el futuro de esta humanidad y un
sentido de la vida y de los valores
humanos y cristianos que consigan
una sociedad más justa, solidaria en
paz y concordia. Al propio tiempo
su labor informativa nos proporciona con fidelidad y acierto toda clase de noticias y hechos actuales del
mundo eclesial y litúrgico, su lectura consigue ser amena y agradable
al lector.
Desde luego para mí es la mejor
revista de Iglesia que conozco, y son
muchas, y es por ello el agradecer
4
Hermanas Concepcionistas
del Monasterio del Sagrado Corazón
y de la Inmaculada
Floriano – Brasil
DE LA PATAGONIA CHILENA
Somos una comunidad de vida
monástica contemplativa que nos
encontramos en la Región de Aysén
(Península de Levicán-Lago General Carrera) y nos encantaría recibir
su revista, si fuera posible. Las hermanas disfrutan mucho de su lectura, por su buen contenido teológico
y espiritual. Muchas gracias, en comunión de oraciones.
Madre Benedicta de María, SV
Comunidad de Schola Veritatis
Coyhaique – Chile
LO QUE SUCEDE EN EL IGLESIA
Deseo felicitarles por la edición
de diciembre de 2014, de su revista
Heraldos del Evangelio, que llevaba
por título “Quieren tornar a sentenciar a Cristo”. Dicho número, así como los anteriores también, me aportaron conocimientos acerca de lo
que sucede en la Iglesia en todo el
mundo, hoy y en otros tiempos, muchos de los cuales, en mi larga vida,
nunca habría podido imaginar que
existieran. Esto es algo muy interesante y emocionante.
Anisia María Baptistella
Guaraciaba – Brasil
PONER EN PRÁCTICA LA
PALABRA DE DIOS
Leo con mucho interés su revista Heraldos del Evangelio, que tengo
el placer de recibir mensualmente.
Me ayuda a conocer mejor el Evangelio y a poner en práctica la Palabra de Dios.
María Serra
Cavallino – Italia
ATRACCIÓN PARA NUESTRA RELIGIÓN
Soy suscriptor de la revista Heraldos del Evangelio desde el primer número y me siento muy feliz
por la oportunidad de tener una
publicación como esta, por sus buenas lecturas y reportajes. La considero como la mejor que conozco. Me siento aún más satisfecho
con las informaciones de la edición
del último mes de diciembre, porque pude contemplar la foto de la
ciudad de Nazaret, donde vivía la
Santísima Virgen, nuestra Madre,
nuestra Señora, y donde Jesús vivió su infancia y juventud, así como otras cosas interesantes sobre
María y Jesús. Estoy muy contento, pues esos temas servirán de base y de atracción para nuestra religión, a personas que buscan la conversión.
Noel Vieira Nery
Altamira – Brasil
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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Editorial
EL ÚNICO Y
VERDADERO EQUIPAJE
“A
140
Número
5
Marzo 201
adlo”
“Escuch
La Transfiguración
del Señor - Vitral
de la catedral
de Cristo Rey,
Hamilton
(Canadá)
Foto: Gustavo Kralj
l principio creó Dios el cielo y la tierra” (Gn 1, 1). Los dos primeros
capítulos del Génesis nos describen con lujo de detalles el paternal
esmero con el que el Creador actuó al realizar su obra, en un prodigio de bondad y de perfección, que es la manifestación de su sabiduría infinita: “Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría; la tierra está llena de tus criaturas” (Sal 103, 24).
Ese magnífico orden creado, reflejo del orden increado (cf. Rm 1, 20),
obedece a un bellísimo proyecto a cuya realización debe cooperar todo ser
(cf. Sb 1, 14), porque todo lo que existe ha sido destinado por Dios a un determinado fin (cf. Santo Tomás de Aquino. Suma Teológica. I, q. 2, a. 3).
Como pináculo de las criaturas materiales, el hombre está llamado a colaborar con esto de una manera muy especial y todavía más perfecta: cada uno
tiene una misión única e irrepetible. Su auténtico éxito en la vida consiste en
haberla cumplido con toda perfección, como el Apóstol: olvidándose de todo
lo demás, corría para alcanzar la meta (cf. Fl 3, 12-14).
Ahora bien, lanzarse hacia la meta exige abandono en las manos de Dios, y en esto consiste precisamente nuestra entrega a Él, porque mil y una solicitudes —algunas legítimas, otras no— tratarán de desviarnos del camino de Cristo (cf. Hb 13, 9).
Por lo tanto, el punto central de nuestra vida está en lograr la totalidad de dicha entrega, aceptando todo lo que nos une a Dios y rechazando todo lo que nos aleja de
Él, como nos enseña San Ignacio (cf. Ejercicios espirituales, n.º 23).
De manera que el mayor obstáculo para la plena realización del plan que
Dios tiene sobre cada uno de nosotros se encuentra en la falta de seriedad.
Hoy en día, en que tanto se aprecian el gozo de la vida y los placeres terrenales
y en que la costumbre de reír en todo momento y por cualquier motivo se ha
vuelto un auténtico vicio, muy poco sitio queda para la seriedad.
La práctica de esa espléndida virtud, tan despreciada en los tiempos modernos, no consiste en demostrar mal humor o vestir ropas de luto... Hija de la
lógica, del método y de la coherencia, la seriedad genera la apetencia estable
por aquello que es más sublime.
La mirada del hombre serio no sólo analiza lo que tiene delante de sus ojos, sino que abarca con su reflexión la realidad total y adquiere el hábito de tratar siempre de conocer el lado profundo de las cosas y su vínculo con un último fin. Al
conformar con la realidad su pensamiento, su conducta y sus afectos, esa persona
llega hasta las últimas consecuencias: ama el bien y lo sirve; odia el mal y lo combate. En una y otra situación mantiene su alma en continuo estado de vigilancia.
En consecuencia, la seriedad de tal modo es la condición para una entrega
fructuosa que, donde hay seriedad, hay entrega; donde no hay seriedad no hay
entrega profunda, duradera, real.
En esta Cuaresma, Nuestro Señor Jesucristo, supremo modelo de esa virtud, nos interpela acerca del grado de entrega de nuestra vida en las manos de
Dios. Porque ése, auténtico fruto de caridad que Él espera de nosotros, es el
único y verdadero equipaje que nos llevaremos a la eternidad. 
Marzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
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LA VOZ DEL PAPA
Obediencia,
sabiduría y carisma
Para un religioso, caminar significa abajarse en el servicio, es decir,
recorrer el mismo camino de Jesús. Y este camino adquiere la forma de la
regla, que recoge el carisma del fundador.
P
ongamos ante los ojos
de la mente el icono de
María Madre que va con
el Niño Jesús en brazos.
Lo lleva al templo, lo lleva al pueblo, lo lleva a encontrarse con su
pueblo.
Los brazos de su Madre son como la “escalera” por la que el Hijo
de Dios baja hasta nosotros, la escalera de la condescendencia de Dios.
Lo hemos oído en la primera lectura, tomada de la Carta a los Hebreos: Cristo “tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser
sumo sacerdote compasivo y fiel”
(2, 17). Es el doble camino de Jesús:
bajó, se hizo uno de nosotros, para
subirnos con Él al Padre, haciéndonos semejantes a Él.
Caminar significa
abajarse en el servicio
Este movimiento lo podemos
contemplar en nuestro corazón imaginando la escena del Evangelio:
María que entra en el templo con el
Niño en brazos. La Virgen es la que
va caminando, pero su Hijo va delante de Ella. Ella lo lleva, pero es Él
quien la lleva a Ella por ese camino
de Dios, que viene a nosotros para
que nosotros podamos ir a Él.
6
Jesús ha recorrido nuestro camino, y nos ha mostrado el “camino nuevo y vivo” (cf. Hb 10, 20) que
es Él mismo. Y para nosotros, los
consagrados, este es el único camino
que, de modo concreto y sin alternativas, tenemos que recorrer con alegría
y perseverancia.
Hasta en cinco ocasiones insiste
el Evangelio en la obediencia de María y José a la “ley del Señor” (cf. Lc
2, 22–24.27.39). Jesús no vino para
hacer su voluntad, sino la voluntad
del Padre; y esto —dijo Él— era su
“alimento” (cf. Jn 4, 34). Así, quien
sigue a Jesús se pone en el camino
de la obediencia, imitando de alguna manera la “condescendencia” del
Señor, abajándose y haciendo suya
la voluntad del Padre, incluso hasta la negación y la humillación de sí
mismo (cf. Flp 2, 7-8).
Para un religioso, caminar significa abajarse en el servicio, es decir,
recorrer el mismo camino de Jesús,
que “no retuvo ávidamente el ser
igual a Dios” (Flp 2, 6). Rebajarse
haciéndose siervo para servir.
Todas las reglas nacen del
seguimiento a Jesús
Y este camino adquiere la forma de la regla, que recoge el caris-
ma del fundador, sin olvidar que la
regla insustituible, para todos, es
siempre el Evangelio. El Espíritu
Santo, en su infinita creatividad,
lo traduce también en diversas reglas de vida consagrada que nacen
todas de la sequela Christi, es decir, de este camino de abajarse sirviendo.
Mediante esta “ley” los consagrados pueden alcanzar la sabiduría, que no es una actitud abstracta sino obra y don del Espíritu
Santo. Y signo evidente de esa sabiduría es la alegría. Sí, la alegría
evangélica del religioso es consecuencia del camino de abajamiento con Jesús... Y, cuando estamos
tristes, nos vendrá bien preguntarnos: “¿Cómo estoy viviendo esta
dimensión kenotica?”.
Dos ancianos llenos del
Espíritu Santo
En el relato de la Presentación
de Jesús, la sabiduría está representada por los dos ancianos, Simeón y Ana: personas dóciles al Espíritu Santo (se los nombra 3 veces),
guiadas por Él, animadas por Él.
El Señor les concedió la sabiduría
tras un largo camino de obediencia a su ley. Obediencia que, por
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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diencia; los ancianos, como Simeón y Ana, ven en el Niño el
cumplimiento de la Ley y las promesas de Dios. Y son capaces de
hacer fiesta: son creativos en la alegría, en la sabiduría.
Obediencia y docilidad al
fundador y a la Iglesia
Y el Señor transforma la obediencia en sabiduría con la acción de su
Espíritu Santo.
A veces, Dios puede dar el don
de la sabiduría a un joven inexperto, pero a condición de que esté dispuesto a recorrer el camino
de la obediencia y de la docilidad
al Espíritu. Esta obediencia y docilidad no es algo teórico, sino que
está bajo el régimen de la encarnación del Verbo: docilidad y obediencia a un fundador, docilidad
y obediencia a una regla concreta, docilidad y obediencia a un superior, docilidad y obediencia a la
Iglesia. Se trata de una docilidad y
obediencia concreta.
L’Osservatore Romano
una parte, humilla y aniquila, pero
que por otra parte levanta y custodia la esperanza, haciéndolos creativos, porque estaban llenos de Espíritu Santo.
Celebran incluso una especie
de liturgia en torno al Niño cuando entra en el templo: Simeón alaba al Señor y Ana “predica” la salvación (cf. Lc 2, 28-32.38). Como
María, también el anciano lleva al
Niño en sus brazos, pero, en realidad, es el Niño quien toma y guía
al anciano. La liturgia de las primeras Vísperas de la fiesta de hoy
lo expresa con claridad y belleza:
“Senex puerum portabat, puer autem senem regebat”. Tanto María,
joven madre, como Simeón, anciano “abuelo”, llevan al Niño en brazos, pero es el mismo Niño quien
los guía a ellos.
Es curioso advertir que, en esta ocasión, los creativos no son los
jóvenes sino los ancianos. Los jóvenes, como María y José, siguen
la ley del Señor a través de la obe-
Los brazos de su Madre son como la “escalera” por la que el Hijo de Dios
baja hasta nosotros, la escalera de la condescendencia de Dios
Un aspecto de la Misa de la Presentación del Señor en la Basílica de San Pedro,
el pasado 2 de febrero
La verdadera “actualización”
es obra de la sabiduría
Perseverando en el camino de
la obediencia, madura la sabiduría personal y comunitaria, y así es
posible también adaptar las reglas a
los tiempos: de hecho, la verdadera “actualización” es obra de la sabiduría, forjada en la docilidad y la
obediencia.
El fortalecimiento y la renovación
de la vida consagrada pasan por un
gran amor a la regla, y también por
la capacidad de contemplar y escuchar a los mayores de la congregación. Así, el “depósito”, el carisma
de una familia religiosa, queda custodiado tanto por la obediencia como por la sabiduría. Y este camino
nos salva de vivir nuestra consagración de manera “light”, desencarnada, como si fuera una gnosis, que
reduce la vida religiosa a una “caricatura”, una caricatura en la que se
da un seguimiento sin renuncia, una
oración sin encuentro, una vida fraterna sin comunión, una obediencia
sin confianza y una caridad sin trascendencia.
También nosotros, como María
y Simeón, queremos llevar hoy en
brazos a Jesús para que se encuentre con su pueblo, y seguro que lo
conseguiremos si nos dejamos poseer por el misterio de Cristo. Guiemos el pueblo a Jesús dejándonos a
su vez guiar por Él. Eso es lo que debemos ser: guías guiados.
Que el Señor, por intercesión de
nuestra Madre, de San José y de los
santos Simeón y Ana, nos conceda
lo que le hemos pedido en la Oración colecta: “Ser presentados delante de ti con el alma limpia”.
Homilía en la
XIX Jornada Mundial de la
Vida Consagrada, 2/2/2015
Todos los derechos sobre los documentos pontificios quedan reservados a la Librería Editrice Vaticana.
La versión original de los documentos reproducidos en esta sección se puede consultar en www.vatican.va
Marzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
7
02/03/2015 08:43:01
Reproducción
La Transfiguración, por Duccio di
Buoninsegna - Museo dell’Opera
del Duomo, Siena (Italia)
a EVANGELIO A
En aquel tiempo, 2 Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos
solos a un monte alto, y se transfiguró delante
de ellos. 3 Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. 4 Se les aparecieron
Elías y Moisés, conversando con Jesús.
5
Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bueno es que estemos
aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti,
otra para Moisés y otra para Elías”. 6 No sabía qué decir, pues estaban asustados.
8
Se formó una nube que los cubrió y salió
una voz de la nube: “Éste es mi Hijo, el amado; escuchadlo”. 8 De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
9
Cuando bajaban del monte, les ordenó
que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. 10 Esto se les quedó grabado y discutían qué quería decir
aquello de resucitar de entre los muertos
(Mc 9, 2-10).
7
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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02/03/2015 08:43:02
COMENTARIO AL EVANGELIO – II DOMINGO DE CUARESMA
¡Escuchadlo!
Los apóstoles, endurecidos por una falsa concepción de la
misión de Jesús, no oyeron su voz. Seamos vigilantes para
que jamás nos suceda lo mismo.
Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP
I – DIOS NO SE RESERVÓ
A SU PROPIO HIJO
Ya en los primeros pasos de la Cuaresma, período dedicado a la penitencia, nos sorprende
el contenido de las lecturas del segundo domingo. Después de una semana centrada en el llamamiento a la conversión y en la lucha contra
las tentaciones, somos invitados a contemplar la
Transfiguración del Señor, un momento de gloria y esplendor. ¿Por qué ese cambio de impostación? El objetivo de la Iglesia al considerar
dicho misterio es el de hacernos reflexionar sobre lo que hay detrás de las apariencias de la vida, las cuales, de hecho, constituyen una parcela
de la realidad, y no la realidad entera, absoluta,
que se oculta a los sentidos. Entenderemos mejor este principio analizando los diferentes textos de la liturgia del día, a la luz de este singular
acontecimiento: la Transfiguración.1
En la raíz de la promesa, Dios exige
abnegación
En la primera lectura (Gn 22, 1-2.9a.1013.15-18) encontramos un hecho de los inicios
del pueblo elegido, sobresaliente en la Historia
de la salvación. Abrahán era un arameo ya ancia-
no, así como su esposa Sara, que no había tenido
hijos. No obstante, Dios le había prometido que
daría origen a una vasta descendencia, más numerosa que las estrellas del cielo (cf. Gn 15, 5),
una auténtica nación (cf. Gn 12, 2). Ahora bien,
ésta no sería un pueblo común, ya que de él nacería el Redentor, Jesucristo. Más adelante el
Señor le anunciaría que Sara daría a luz un hijo (cf. Gn 17, 16). Abrahán creyó y, a pesar de
su avanzada edad, nació de él Isaac. Este niño
—encantador, inteligente e intuitivo, como se
deduce del relato bíblico— creció rodeado del
afecto y la plena admiración de un padre que, en
anteriores tiempos, ya no contaba con llegar a tener un heredero.
En determinado momento, Dios quiso someter a Abrahán a una prueba, pues como retribución a cualquier don o privilegio que Él concede debe existir sacrificio y abnegación. Y cuanto
mayor la dádiva, mayor la donación requerida
a la criatura. Así, para estar a la altura de tan
elevado llamamiento y tener el premio, la luz
y la gloria de ser antepasado del Mesías, de un
hombre que también es Dios, era necesario que
Abrahán fuese probado y que demostrase una
total flexibilidad a los designios de la ProvidenMarzo 2015 · Heraldos
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Las
apariencias
de la vida
constituyen
una parcela de
la realidad, y
no la realidad
entera
del Evangelio
9
02/03/2015 08:43:03
Andreas Praefcke (CC-3)
cia. Sin ese mérito no habría
base suficiente para una vocación de tamaña grandeza.
Una desgarradora
escena marcada por la
probación axiológica
Dios quería
el sacrificio
de la entera
conformidad
de Abrahán a
su voluntad,
por muy desconcertantes
que fuesen las
apariencias
10
Cuando Isaac llega a la
edad de, tal vez, nueve años,
Dios le exige a Abrahán que
se lo entregue en holocausto.
El patriarca tenía verdadero aprecio por el muchacho,
porque era su sucesor, el hijo de la bendición, que proEl sacrificio de Isaac - Iglesia de San Nicolás, Markdorf (Alemania)
cedía de las manos del Señor.
Con todo, ahora Él le estaba pidiendo que se lo causto?” (Gn 22, 7). Su padre, que solía resolver
devolviera. Sabemos hoy que no es recomenda- con cariño las dudas de Isaac en todas las cirble que los médicos operen a sus propios hijos, cunstancias, tratando de aprovechar cualquier
ya que por lo general carecen de la estabilidad ocasión para transmitirle sus conocimientos, se
emocional necesaria para ello; entonces, ¿cómo vio obligado a responderle: “Dios proveerá el
podemos esperar que un padre tenga fuerzas pa- cordero” (Gn 22, 8). Según avanzaban, iba enra sacrificar a aquel que es carne de su carne? treteniendo al niño, pero el corazón le latía con
Sin embargo, Abrahán no titubeó y actuó sin el angustia. Es presumible que Abrahán hubiese
preferido morir en el camino, incluso antes de
menor recelo de hacer la voluntad de Dios.
El Génesis no dice nada acerca de las aflic- alcanzar la falda de la montaña, y, no obstante,
ciones interiores, las perplejidades o problemas sentía que Dios le daba energías para proseguir.
axiológicos que Abrahán hubiera tenido ante tal Al llegar al lugar indicado por Dios, preparó la
situación, pero es evidente que sentiría un dolor leña; quizá Isaac preguntase sobre la víctima
mucho más profundo del que padecería si se hu- por última vez. Por fin, Abrahán lo ató y lo pubiese ofrecido él mismo como víctima y su hijo lo so sobre el altar. Isaac, que había heredado el
apuñalara y lo arrojara a una hoguera para que temperamento de su padre y de él recibió la fe,
las llamas lo consumiesen. ¿Cómo confiar en el en seguida lo percibió todo y, sin decir una pajuramento hecho por Dios, mientras estaba re- labra, se entregó con total obediencia y flexibinunciando a su hijo único? ¿Se había disgustado lidad. ¡Qué escena tan desgarradora! Abrahán
el Señor con él —porque, en definitiva, todo hom- está dispuesto a salpicarse las manos con la sanbre concebido en el pecado original tiene sus im- gre de su único descendiente, que era una dádiperfecciones— y por eso le arrebataba a su he- va del Cielo y la promesa de su futuro.
Pero Dios no permitió que matase al niño,
redero? ¿Habría cometido alguna falta oculta?
¡Qué tormentos inenarrables no le asaltarían con- porque no necesitaba esa ofrenda. Quería, más
forme iba subiendo el monte! Es probable que no bien, el sacrificio de la entera conformidad de
los revelara a nadie, guardando en su corazón es- Abrahán a su voluntad, de la generosidad plena, por muy desconcertantes que fuesen las apate terrible drama habido entre él y Dios.
Abrahán le había propuesto a Isaac que lo riencias, y, al mismo tiempo, la sumisión de Isaac
acompañase a inmolar una víctima en lo alto para dejarse inmolar sin ninguna queja. Cuandel monte, proveyéndose de lo necesario: un as- do Abrahán alzó el puñal con toda la fe, disno, un par de criados, leña (cf. Gn 22, 3). Ahora puesto a clavarlo en Isaac, una voz angélica se
bien, el muchacho, ya en la edad de los porqués hizo oír: “¡Abrahán, Abrahán! [...] No alargues
y poseedor de una inteligencia de mucha lógica, la mano contra el muchacho ni le hagas nada.
tan común a los hebreos, no entendía qué era lo Ahora he comprobado que temes a Dios, porque iba a suceder e indagó: “Tenemos fuego y que no te has reservado a tu hijo, a tu único hileña, pero ¿dónde está el cordero para el holo- jo” (Gn 22, 11-12). Era la orden que ansiaba pa-
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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02/03/2015 08:43:05
ra evitar el momento trágico de la ejecución.
Sin embargo, así como el hombre es condenado por sus intenciones —si trama un crimen,
por ejemplo, y no consigue cometerlo por razones circunstanciales, peca en su interior—,
Abrahán “fue justificado en virtud de las obras”
(Rm 4, 2). En efecto, no sólo aceptó lo que Dios
había determinado, sino que tomó todas las providencias para que el sacrificio de Isaac se consumase. Como recompensa, recibió de vuelta a
su hijo del que se había desapegado, en medio de
una gran alegría, dando gracias a Dios.
Dios, que salvó a Isaac, inmoló
a su propio Hijo
Y “Abrahán levantó los ojos y vio un carnero
enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo” (Gn 22, 13). En este episodio encontramos un indicio del futuro rescate
de los primogénitos prescrito por la ley mosaica después de la salida de Egipto (cf. Ex 13, 13;
34, 19-20), cuando la sangre del cordero sin defecto, rociada en el dintel y las jambas de las puertas, preservó del ángel exterminador a los primogénitos del pueblo elegido (cf. Ex 12, 5-13). Dicho
animal en realidad era un símbolo del Cordero
verdadero, el Cordero de Dios, porque el Señor,
que perdona la vida del hijo de Abrahán, no dispensa la de su propio Hijo, ni lo exime del más
ignominioso de los suplicios, o sea, la muerte de
cruz, para manifestar su amor por nosotros. Así
es, lo que le sucedió a Abrahán no ocurrió en el
Calvario, donde Dios —como dice el Apóstol, en
la segunda lectura (Rm 8, 31b-34)— “no se reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros” (Rm 8, 32). En el Gólgota vemos
al Hijo único de Dios coronado de espinas, flagelado, despreciado y ultrajado por las inmundicias de los verdugos, que le escupieron. Cristo era
una llaga de la cabeza a los pies, hasta el punto de
que se le podían contar los huesos (cf. Sal 21, 18).
Llegada la hora de la crucifixión, tras recorrer
el camino con la cruz a cuestas, cuyo peso le hizo caer tres veces, el Unigénito de Dios muere.
Fue aniquilado por nuestra causa, porque deseaba que fuésemos salvados: “no me complazco en
la muerte del malvado, sino en que el malvado se
convierta y viva” (Ez 33, 11).
¿Cuáles son los designios que hay detrás de
esto? ¿Por qué Dios somete a Abrahán a esa
prueba y permite que su Hijo sea inmolado?
Consideremos un principio infalible: Dios, por
ser el Bien en esencia, no puede pecar 2 y siempre actúa teniendo en vista un beneficio. Si sometió al patriarca a una prueba e hizo pasar a su
Hijo por los horrores de la Pasión, fue porque
deseaba un bien. ¿El Padre no buscaría lo máximo para Aquel de quien afirma en el Evangelio: “Éste es mi Hijo, el amado”? ¿Cómo se entiende entonces que la cruz sea algo excelente?
¿Cómo aceptar que el martirio de su Hijo signifique para Él lo que hay de mejor? Si la razón
humana no fuera auxiliada por la gracia de Dios
y por la fe, no conseguiría captar tal belleza.
He aquí el motivo por el cual la Iglesia medita, en plena Cuaresma, en la Transfiguración del Señor: quiere ponernos ante una nueva impostación, porque así como el Redentor
se transfiguró para dar fuerzas a los apóstoles
y llevarlos a admitir que era Dios y continuaría
siéndolo, incluso muerto y crucificado, debemos
aprender también nosotros que el sufrimiento y
la cruz, por más negro que se presenten, contienen en el fondo una sonrisa divina y una como
que resurrección, un fulgor y una gloria.
II – UNA DEFICIENTE VISIÓN
DEL SALVADOR
La Transfiguración del Señor se dio en un momento de fundamental importancia. Narra el
Evangelio de San Mateo que este misterio ocurrió seis días después de la confesión de Pedro
(cf. Mt 17, 1), con la cual había quedado patente
para los Apóstoles que Jesús era verdadero Dios
y verdadero hombre (cf. Mt 16, 16). Como consecuencia de la unión entre la naturaleza divina
y la naturaleza humana realizada en la segunda
Persona de la Santísima Trinidad, Jesús es enteramente hombre —y en cuanto tal sentía hambre, sed y los efectos de otras contingencias—,
aunque en Él todo es adorable, por ser Dios. En
una aparente paradoja en relación con el reconocimiento de su divinidad, Cristo predijo en clarísimos términos su futura Pasión (cf. Mt 16, 21),
un anuncio que los Doce no habían asimilado,
ya que aún alimentaban toda clase de ilusiones
a respecto de la conquista del poder temporal en
Israel. Deben de haber hablado ampliamente durante esos días sobre una supuesta victoria de alcance extraordinario, cuya máxima expresión
sería un triunfo político, social y financiero. Sucesos con los que los hombres de todas las époMarzo 2015 · Heraldos
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El Señor, que
perdona la
vida del hijo
de Abrahán,
no dispensa la
de su propio
Hijo, ni lo
exime del más
ignominioso
de los
suplicios
del Evangelio
11
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12
Escogidos para sustentar la fe de otros
En aquel tiempo, 2 Jesús tomó consigo a
Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se
transfiguró delante de ellos.
sufriendo: Dios mismo. Así pues, el Señor deseaba asegurarles a los apóstoles que todos los
acontecimientos futuros serían para su gloria.
Gloriosa manifestación
Sus vestidos se volvieron de un blanco
deslumbrador, como no puede dejarlos
ningún batanero del mundo.
3
De este versículo se desprende que, ya en
aquel tiempo, había gente especializada en lavar las ropas primorosamente. Pero el evangelista declara que en ninguna parte del mundo —lo
que, de modo profético, abarca toda la Historia— nadie sería capaz de dejar los vestidos tan
blancos como los suyos. La transformación de la
apariencia de las ropas es un signo evidente de
que Jesucristo, como dice Santo Tomás,3 manifestó en su exterior la gloria de su alma, haciendo resplandecer durante unos instantes la claridad, dote característica de los cuerpos gloriosos.
Ya que el alma es la forma del cuerpo, la gloria
de aquella redunda también en la gloria de éste.
Ahora bien, si en virtud de la unión hipostática
el alma de Jesús fue creada en la visión beatífica, lo normal sería que su cuerpo gozase de igual
perfección. No obstante, Cristo suspendió para sí
esa ley, que Él mismo había establecido, y asumió
un cuerpo padeciente con miras a obrar la Redención. A pesar de esto, encontramos a lo largo
Jesús escogió a tres apóstoles especialmente
amados por Él para que presenciaran la Transfiguración, con el fin de que, posteriormente,
fuesen los testigos de su divinidad. Era necesario que mantuvieran vivo el recuerdo de esta
experiencia mística, para que no perdieran la
fe cuando lo contemplasen orando y sudando sangre en el Huerto
de los Olivos, y después
enfrentando los terribles lances de su Pasión y Muerte. Con tal
sustentación, ni siquiera una realidad tan dramática como la del Getsemaní podría eclipsar
esa certeza plena adquirida en el Tabor —donde les había mostrado
su verdadera figura—,
mediante la cual comJesús camino del Calvario, por Duccio di Buoninsegna prenderían quién era,
Museo dell’Opera del Duomo, Siena (Italia)
de hecho, el que estaba
Reproducción
Los
discípulos,
sin embargo,
no habían
aprendido
esa lección y
continuaban
en la
expectativa
de un reino
terreno
cas sueñan y por los que, a menudo, se dejan embriagar, aunque sólo constituyan el resto que será
concedido siempre que busquemos lo principal,
según la enseñanza de Jesucristo: “Buscad más
bien su Reino [del Padre], y lo demás se os dará
por añadidura” (Lc 12, 31). Los discípulos, empero, no habían aprendido esta lección, a pesar
de toda la doctrina recibida del divino Maestro, y
continuaban en la expectativa de un reino terreno en que todo sería maravilloso, pues, al final,
¿qué no esperar de un Dios hecho hombre, con
dominio sobre la naturaleza? ¡Jesús era el que
tenía la solución para todo y, por lo tanto, la felicidad eterna iría a establecerse sobre la faz de
la tierra! De ahí que la tendencia de los Apóstoles, contrariamente a lo que el Señor les había
comunicado, fuese la de pensar que la etapa del
sufrimiento había terminado... Ilusión. Sólo por
la cruz se llega a la luz: “Per crucem ad lucem”.
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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02/03/2015 08:43:06
de su vida una serie de circunstancias en las que
tuvo, de forma milagrosa, determinadas propiedades del cuerpo glorioso: la sutileza, en su nacimiento, al pasar del claustro interior de la Virgen
a sus brazos sin herirla ni causarle daño alguno; la impasibilidad, cuando habiéndolo echado
fuera de Nazaret, lo llevaron a un precipicio para despeñarlo y escapó ileso (cf. Lc 4 29-30); la
agilidad, al andar sobre el mar (cf. Mt 14, 25); y
la claridad, como hemos visto, en la escena de la
Transfiguración, en la que la blancura de sus vestidos daba “una bella idea de la gloria que nos está prometida: ¡porque ella brilla tanto, que apaga al propio sol! y ¡cuánto es abundante, porque
después de haber completado todo el Cuerpo, sobrepasa hasta las vestimentas!”.4
Los representantes de la profecía y
de la Ley homenajean a Jesús
Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
4
Según la ley de Moisés, bastaba dos testigos
para que existiera certeza judicial (cf. Dt 17, 6;
19, 15). Por eso, en este extraordinario hecho,
el Señor se hace acompañar por Elías y Moisés. Al primero, en cuanto símbolo y exponente máximo del filón de profetas del Antiguo Testamento, le cabía testimoniar que Él era Dios,
la segunda Persona de la Santísima Trinidad encarnada. Por otra parte, la presencia de Moisés
daba a entender que la legislación que éste había promulgado fue, en realidad, inspirada por
el Verbo. El Redentor no venía, por tanto, contra la Ley ni contra los profetas, sino que era la
realización de todos los oráculos y el complemento final y perfeccionado de la antigua Ley.
Estupor ante la magnificencia
de la gracia recibida
Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a
Jesús: “Maestro, ¡qué bueno es que estemos
aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para
ti, otra para Moisés y otra para Elías”. 6 No
sabía qué decir, pues estaban asustados.
5
Hasta tal punto fue grandioso lo sucedido
que San Pedro se quedó estupefacto. Es frecuente que nos encontremos con autores que
interpretan esa petición de montar tres tiendas
como un deseo de prolongar indefinidamen-
te aquella maravilla. En cierto sentido, una observación válida; sin embargo, el texto evangélico es claro al relatar que tuvo miedo y no supo
qué decir. Como era muy comunicativo, se vio
impelido a hacer un comentario. Luego parece
más apropiado admitir que Pedro estaba aturdido porque había visto a la Palabra, sin conseguir
interpretarla; pero después vinieron de lo alto
las luces necesarias para eso.
El Padre ama totalmente al Hijo
Se formó una nube que los cubrió y
salió una voz de la nube: “Éste es mi
Hijo, el amado; escuchadlo”.
7
Cuando amamos a determinada criatura, somos atraídos por el bien que existe en ella. Si
nos gusta, por ejemplo, un paisaje, es porque
vemos la belleza y el bien que Dios ha depositado en él. Esta perfección es anterior al movimiento de nuestra voluntad, que vuela hacia esa
forma de pulcritud. No obstante, con Dios pasa lo opuesto. Su amor hace que el bien penetre en aquello que ama, promoviendo la bondad
de los seres. Ahora bien, esa caridad —que en
Él es infinita— se agotó en su Hijo unigénito,
en quien se complace, como dirá otro evangelista (cf. Mt 17, 5). Dios lo amó sobremanera, porque era su único Hijo.
Nosotros, meras criaturas, somos amados por
el Creador y recibimos la infusión de su bondad,
pero nunca correspondemos a la altura de esos
dones, es decir, siempre estamos por debajo de
aquello que deberíamos dar. A pesar de eso, Él
todavía nos ama. ¡Y cómo nos amaría más si nuestra restitución fuese mayor! Jesucristo, por el contrario, dio absolutamente todo lo que era posible
dar, a cada instante, en retribución al Padre, despertando con eso un amor todo especial, razón de
las palabras: “Éste es mi Hijo, el amado”. En consecuencia de ese amor, Jesús es Aquel que resume y reúne en sí todo lo que salió de las manos divinas. Y en la cruz, al reparar por entero el orden
de la Creación, conquistó, en cuanto hombre, el
título de Rey, Salvador y Redentor nuestro, que
ya poseía por ser Dios, como recuerda San Cirilo de Alejandría: “siendo Dios desde siempre, asciende desde nuestra limitada condición hasta la
gloria excelente de la divinidad”.5 Y así el Padre
le da toda alabanza y honor. En suma, quiso para
Cristo los tormentos de la Pasión porque deseaba
elevarlo a la plenitud de la gloria.
Marzo 2015 · Heraldos
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Hasta tal
punto fue
grandioso lo
sucedido que
San Pedro
se quedó
estupefacto
del Evangelio
13
02/03/2015 08:43:06
El sufrimiento es algo pasajero
De pronto, al mirar alrededor, no vieron
a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
9
Cuando bajaban del monte, les ordenó
que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara
de entre los muertos. 10 Esto se les quedó
grabado y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos.
8
En aquella
manifestación, todo
había sido
hecho para
que los
apóstoles
considerasen
al Maestro
como un
ser divino
Según San Mateo, los apóstoles cayeron de
bruces al oír la voz del Padre (cf. Mt 17, 6). ¡Cómo sería la potencia de esa voz! ¡Con qué ímpetu habría penetrado hasta los huesos! En aquella manifestación, todo había sido hecho para
que los apóstoles considerasen al Maestro como
un ser divino y adquiriesen conciencia de que
era imperioso oírlo, aunque les anunciase, justo después, que iba a morir y resucitar al tercer
día. Pero Jesús quería, sobre todo, mostrar que
las penas del Calvario serían pasajeras.
En el episodio de la Transfiguración el Señor
deja claro que, si eliminar el sufrimiento es imposible, también es cierto que Dios nunca exige algo por encima de nuestras fuerzas: “Deus
qui ponit pondus, supponit manum” —Dios que
pone el peso, coloca su mano debajo—, dice
el proverbio. El dolor existe tanto en el camino de la santidad como en el del pecado; en el
primero es siempre más suave y, al final, todo
sufrimiento bien soportado da en triunfo, como nos lo recuerda San Alfonso María de Ligorio: “Hay que sufrir; todos tenemos que sufrir;
todos, sean justos o pecadores, han de llevar la
cruz. Quien la lleva pacientemente, se salva, y
quien la lleva impacientemente, se condena. [...]
Quien en las tribulaciones se humilla y resigna
con la voluntad de Dios, es grano del Paraíso;
y quien se ensoberbece e irrita, abandonando a
Dios, es paja para el inferno”.6 Tan grande es la
gloria que nos aguarda en la eternidad, en el júbilo de la visión beatífica, que justifica todos los
padecimientos que nos puedan sobrevenir. En
1
14
Para otros comentarios a respecto
de este tema, véase: CLÁ DIAS,
EP, João Scognamiglio. ¿Cómo será la felicidad eterna? In: Heraldos
del Evangelio. Madrid. N.º 55 (Febrero, 2008); pp. 10-17; Comentarios al Evangelio del II Domingo
las palabras del Apóstol: “los sufrimientos de
ahora no se pueden comparar con la gloria que
un día se nos manifestará” (Rm 8, 18).
Este Evangelio nos ayuda a enfocar bien el
problema del sufrimiento. Cuando se abata sobre nosotros un drama o un malogro que no entendamos, que esto sea para nosotros causa de
regocijo, porque indica que llevamos en el alma
el signo de los predestinados: “así como Dios
trató a su amadísimo Hijo, así también tratará
a quien le ame y adopte como hijo”.7 Dilemas,
desilusiones, desentendimientos, reveses de salud, incomprensiones familiares, dificultades financieras o desastres, la Providencia los permite para nuestro bien. Por eso pregunta el mismo
San Pablo, en la segunda lectura: “Si Dios está
con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El
que no se reservó a su propio Hijo, sino que lo
entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con Él?” (Rm 8, 31b-32). “Todo” incluye también el dolor. Llenémonos, pues, de alegría, porque caminaremos a lo largo de esta
Cuaresma, paso a paso, en dirección a la crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo. Confiados en
que la Providencia nunca nos desampara, abandonémonos enteramente en sus manos —como
Abrahán y el mismo Hombre Dios—, para que
haga de nosotros lo que le plazca.
III – OFREZCAMOS EN HOLOCAUSTO
AQUELLO QUE NOS ALEJA DE DIOS
Ante las enseñanzas de esta liturgia, no podemos olvidar que el amor manifestado por el Padre hacia nosotros en la mactatio —inmolación—
de su Hijo merece reciprocidad. Dios espera de
cada uno de nosotros este sacrificio: desapego
de aquello que nos desvía del rumbo cierto, o de
cualquier aprensión que amarre nuestro corazón
a algo que no sea Él, y docilidad en lo tocante a su
voluntad. Una vez que nos ha llamado a la santidad, nos quiere por entero y que estemos constantemente con el cuchillo alzado como Abrahán. Si
Abrahán estuvo dispuesto a entregar a Isaac, ¿có-
de Cuaresma – Ciclos A y C, en los
volúmenes I y V, respectivamente, de la colección Lo inédito sobre
los Evangelios; A Transfiguração
do Senhor e nossa santificação. In:
Arautos do Evangelho. São Paulo.
N.º 8 (Agosto, 2002); pp. 5-10; Co-
mentarios al Evangelio de la Fiesta
de la Transfiguración del Señor –
Ciclos A, B y C, en el volumen VII,
también de la colección Lo inédito
sobre los Evangelios.
2
Cf. SANTO TOMÁS DE AQUINO.
Suma Teológica. I, q. 25, a. 3, ad 2.
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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02/03/2015 08:43:06
Gustavo Kralj
todos tus apegos, los quemo no vamos a estar nomaste y pusiste en un altar
sotros listos para ofrecer
en sacrificio, te bendigo,
aquello que constituye un
porque tú me obedeciste”.
obstáculo para la salvación
La obediencia pertenece a
y para nuestra relación perlas virtudes que más agrafecta con el Señor? ¡Qué
dan a Dios; no aquella que
provechoso sería para nose basa en exterioridades,
sotros si nos afirmáramos
sino la que nace en el fonen un propósito ardoroso
do del corazón, como fue
de poner sobre la leña cala de Abrahán: ésa es la
da uno de nuestros capriauténtica obediencia.
chos, bajar el cuchillo sobre
Una vez más, en la seellos y, en seguida, prengunda lectura, San Pablo
derles fuego, inmolándolos
nos anima a que asumaen holocausto a Dios! De
mos esa postura, por teesta manera, como Abraner un intercesor en el
hán, nos volveríamos libres
Cielo: “Cristo Jesús, que
de cualquier aprecio desormurió, más todavía, resudenado a las criaturas.
citó y está a la derecha de
Es común que oigamos
Dios” (Rm 8, 34). Abraelogios a la fe del santo paJesús con la cruz a cuestas
hán no contaba con Jesutriarca, que realmente es
Iglesia de la condena e imposición de la
cruz, Jerusalén
cristo junto al Padre para
digna de toda alabanza;
que pidiese por él, ni sipero tal vez más bella aún
sea su obediencia, reflejada en la de su hijo Isaac. quiera a María. En cuanto a nosotros, en una
“La obediencia —afirma San Ignacio de Loyo- situación muy superior a la del patriarca, tenela— es un holocausto, en el cual el hombre todo mos la intercesión de un Abogado absoluto y de
entero, sin dividir nada de sí, se ofrece en el fue- una Medianera de impetración omnipotente, lo
go de caridad a su Criador y Señor [...]; es una re- que basta para llenarnos de confianza. No nos
signación entera de sí mismo, por la cual se des- olvidemos, además, que “noblesse oblige” —noposee de sí todo, por ser poseído y gobernado de bleza obliga. Dotados de tantos privilegios, dela Divina Providencia”.8 La obediencia practica- bemos corresponder más que él.
En el Evangelio, la voz del Padre nos exhorta:
da con esa radicalidad nos obtiene la realización
de las promesas, porque Dios aseguró a Abrahán: “Escuchadlo”. Acordémonos entonces que Je“Juro por mí mismo, oráculo del Señor: por ha- sús enseñó: “Si alguno quiere venir en pos de mí,
ber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día
tu hijo único, te colmaré de bendiciones y multi- y me siga” (Lc 9, 23). Esta cruz no es pesada, toplicaré a tus descendientes como las estrellas del do lo contrario, alivia los pesos de nuestra concielo y como la arena de la playa. Tus descendien- ciencia. Significa obedecer a la voluntad de Dios.
tes conquistarán las puertas de sus enemigos. To- El segundo domingo de la Cuaresma nos estimudas las naciones de la tierra se bendecirán con la a tener delante de los ojos aquello que alimentu descendencia, porque has escuchado mi voz” ta nuestra fe, aumenta nuestra capacidad de su(Gn 22, 16-18). Qué consuelo sería poder oír la frir y nos proporciona alegría en medio de todos
voz de Dios diciéndonos: “Una vez que recusaste los tormentos. 
3
4
Cf. Ídem, III, q. 45, a. 2; a. 1, ad 3;
q. 28, a. 2, ad 3.
BOSSUET, Jacques-Bénigne. Ier
Sermon pour le II Dimanche de
Carême. In: Œuvres choisies. Versalles: Lebel, 1822, v. VI, p. 283.
5
6
SAN CIRILO DE ALEJANDRÍA.
¿Por qué Cristo es uno? 2.ª ed. Madrid: Ciudad Nueva, 1998, p. 135.
SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO. Práctica del amor a Jesucristo. In: Obras Ascéticas. Madrid: BAC, 1952, t. I, p. 365.
7
Ídem, ibídem.
8
SAN IGNACIO DE LOYOLA.
Carta 83. A los Padres y Hermanos de Portugal. In: Obras
Completas. Madrid: BAC, 1952,
p. 838.
Marzo 2015 · Heraldos
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Qué consuelo
sería poder oír
la voz de Dios
diciéndonos:
“Una vez
que recusaste
todos tus
apegos, te
bendigo,
porque tú me
obedeciste”
del Evangelio
15
02/03/2015 08:43:07
La “octava Palabra”
de Jesús
Aturdido y sin rumbo, Barrabás camina por las calles de Jerusalén
cuando, de repente, escucha el lúgubre redoble de tambores que
anuncia una crucifixión. Y piensa: “Bien podría haber sido yo...”.
Hna. Mariana Morazzani Arráiz, EP
B
arrabás, famoso ladrón y
asesino, el peor criminal
que Israel había conocido,
se encuentra encarcelado
en la Torre Antonia, en Jerusalén. Por
entonces era costumbre entre los judíos que con ocasión de la Pascua se le
concediera la libertad a algún preso,
en memoria de la salida de los israelitas del cautiverio en Egipto. El prefecto romano de Judea, Poncio Pilato, le
propone al pueblo que eligiera entre
dos nombres: Barrabás o Jesús.
El mayor delincuente de aquella
época, símbolo de la ilegalidad, motivo de terror para todos, cuyo aprisionamiento constituía el alivio y la
seguridad de la región, ¿es contrapuesto a Aquel que perdonaba los
pecados, curaba leprosos, ciegos y
paralíticos, resucitaba muertos y que
por todas partes “pasó haciendo el
bien” (Hch 10, 38)?
¿Dónde está, pues, la gratitud
suscitada por tantas enseñanzas, favores y milagros? El populacho, a
una voz, prefiere a Barrabás...
Sorpresa y pánico del bandido
Podemos adivinar la reacción del
jefe de la prisión al recibir la orden
16
del gobernador romano de liberar
ese mismo día al terrible bandido.
—¿Soltar a ese hombre a causa de una absurda costumbre judía?
¡Ese criminal va a repetir sus locuras! Se van a arrepentir... En fin, yo
sólo cumplo órdenes. ¡Vamos!
Baja hasta el calabozo del pretorio e introduce la llave en la cerradura de una celda. Rechinando,
la puerta del repugnante recinto se
abre y el carcelero lo llama:
—¡Barrabás!
Con el cabello desaliñado, la mirada desvariada y lleno de terror,
masculla el malhechor:
—¿Voy a ser crucificado?
—¡No! ¡Sal de ahí! —le responde
el guardia con rudeza y disgusto.
—Pero... ¿qué vais a hacer conmigo?
—¡Fuera!
Mientras sale, trémulo, pregunta:
—¿Qué está pasando?
—¡Estás libre! ¡Vete a la calle!
—¿Libre yo? Me sentía ya con las
cuerdas en mis muñecas experimentando prematuramente la asfixia de
la crucifixión por la que iba a morir y
¿me sueltan a mí, después de todo lo
que he hecho? ¿A mí, Barrabás, ho-
micida aborrecido por todo el mundo? Me voy a tapar un poco la cara
para que no me reconozcan... Tengo que disfrazarme para salir, porque me pueden matar... Pero, ¡estoy libre! ¿Es posible? Me toco y veo
que... ¡es verdad!
Sin rumbo fijo, camina aturdido por la ciudad cuando, de repente, escucha no muy lejano un lúgubre redoble de tambores:
—¿Qué será eso? ¿El anuncio de
una crucifixión? ¡Están llevando a
alguien hacia el suplicio!
Y experimentando un escalofrío
de pavor suspira:
—Podía haber sido yo... ¡qué susto!
Sigue en dirección hacia la agitada muchedumbre, que está casi llegando al monte Calvario. Al
acercarse, percibe la identidad del
condenado: es Jesús de Nazaret... ¡y
lo van a crucificar!
La “octava Palabra”
Si una gracia fulgurante de arrepentimiento hubiera rasgado la sordidez de su alma endurecida y penetrado en ella, Barrabás, lleno de
compunción, se habría arrojado a los
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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02/03/2015 08:43:09
Sergio Hollmann
Jesús con la cruz a cuestas, por Simone Martini - Museo del Louvre, París
pies de Nuestro Señor Jesucristo, ya
tendido sobre el madero de la cruz.
En ese momento, el divino Redentor estaría sintiendo en sus divinas
manos y adorables pies los inenarrables dolores ocasionados por la perforación de los clavos. Pero esto no le
impediría detener su sacratísima mirada en la horrenda figura de ese a
quien la perfidia de los hombres había
preferido en lugar de Él, Jesús, el Hijo
de Dios, la Belleza infinita.
Bajo el influjo de la gracia, el criminal, arrodillado, diría:
—¡Señor, soy yo el que debería
estar siendo crucificado y no tú! ¡Vas
a morir por mí, cuando soy yo, infame, el que merece tal castigo por
mis pecados! ¡Señor, perdón por
tanta maldad! ¡Señor, me arrepiento, detesto mis crímenes y quiero
asemejarme a ti!
Y el Salvador pronunciaría entonces la primera de las Palabras,
que no serían ya siete, como registran los Evangelios, sino ocho; de
sus divinos labios brotaría esta ma-
Al acercarse
a la agitada
muchedumbre, que
está casi llegando al
Calvario, Barrabás
percibe la identidad
del condenado...
nifestación de poder, bondad y amor
infinitos:
—¡Hijo mío, anda porque tus pecados están perdonados! ¡Anda porque has sabido aceptar las gracias de
penitencia y de arrepentimiento que
yo mismo he suscitado para ti! ¡Anda y no peques más!
Somos también “barrabases”
La Historia no dice cuál fue el
destino de Barrabás una vez fuera de
la cárcel. Ignoramos si continuó en
la estela de los crímenes y desvaríos
que lo caracterizaban, sobresaltando y atemorizando de nuevo a la gente que había aclamado su liberación,
o si hubo una conversión semejante a
la que acabamos de imaginar.
Lo cierto es que cada año, en la
liturgia de la Semana Santa, cuando
se menciona el nombre de ese bandido en la lectura de la Pasión según
San Juan, vibran los corazones y arden en deseos de vengar y reparar
tan grande ignominia.
Sin embargo, ¿es de justicia que
descarguemos toda nuestra ira sobre ese terrible criminal y olvidemos
que hemos sido también nosotros
“barrabases” en algún momento de
nuestra vida? ¿Es que no ofendemos brutalmente al Corazón de Jesús cuando cometemos un pecado o
nos apegamos a un vicio? ¿Y no estamos actuando como el pueblo judío al escoger al famoso malhechor,
cuando cambiamos la obediencia a
los Mandamientos por una transgresión grave y voluntaria de su Ley?
Marzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
17
02/03/2015 08:43:10
David Domingues
Si alguna vez pecamos gravemente contra algún mandamiento de la
ley de Dios, somos comparables a
Barrabás y a los que le prefirieron a
él en lugar de Jesús. ¡Deberíamos estar siendo crucificados mientras es
Él, por el contrario, el que sufre por
nosotros! ¡Qué terrible verdad: al pecar, prefiero a Barrabás como amigo
y crucifico a Jesús en mi alma!
En vista de esto, ¿qué haré?
Formular esa pregunta es fruto de una gracia que parte de Jesús
en dirección hacia mí. Ante ella sólo
cabe una súplica a la Madre del perdón y de la divina gracia, cuyos ruegos me alcanzaron ese beneficio:
“Oh, Virgen Santísima, Madre
mía, dame la convicción de que únicamente existen dos caminos: uno
el de Barrabás y el otro el de Jesús.
“Cuando tu divino Hijo regrese
al final de los tiempos para realizar
el juicio de todos los hombres, reunidos en el valle de Josafat y ya no en el
pretorio de Pilato, la humanidad estará dividida entre los que lo quisieron
crucificar y se entregaron al pecado,
y aquellos que aceptaron la invitación
de su divina y arrebatadora mirada y
quisieron vivir siempre en su gracia y
en la práctica de la virtud.
“Por los méritos infinitos de la
Pasión, ¡haz que me encuentre entre
esos últimos!
La crucifixión - Iglesia parroquial de Matosinhos (Portugal)
“Y si tuviera la desgracia de ofenderte, que me acerque a toda prisa al
sacramento de la Penitencia y pueda, arrepentido y humillado, oír esa
‘octava Palabra’ dirigida al hipotético Barrabás convertido: ‘¡Anda, hijo
mío, hija mía, tus pecados están perdonados!’ ”. 
Adaptación de la conferencia pronunciada por Mons. João Scognamiglio
Clá Dias, EP, el 27/5/1990
¡Señor, soy yo el
que debería estar
siendo crucificado
y no tú! ¡Soy yo,
infame, el que
merece tal castigo
por mis pecados!
APOSTOLADO DEL ORATORIO
MARÍA REINA DE LOS CORAZONES
SEA UD. TAMBIÉN UN COORDINADOR DEL ORATORIO
DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
ARGENTINA: (011) 3221 1401
ESTADOS UNIDOS: (281) 597-8178
CHILE: (2) 227064000
MÉXICO: (55) 2591 91 61
COLOMBIA: (1) 594 86 86
PARAGUAY: (21) 66 03 07
ECUADOR: (2) 225 88 40
R. DOMINICANA: (809) 227 72 65
URUGUAY: (598-2) 2320-0712 / 2601-8890
18
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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MARÍA EN LA PASIÓN DE JESÚS,
SEGÚN LAS VISIONES DE LA BEATA ANA CATALINA EMMERICH
El primer
Vía Crucis
de la Historia
D
urante todo el tiempo en
que los príncipes de los
sacerdotes y los ancianos del pueblo, junto con
la agitada muchedumbre azuzada
por ellos, bramaban frente al pretorio de Pilato, exigiendo la liberación de Barrabás y la crucifixión de
Jesús, ¿dónde se hallaba su Madre
Santísima?
A esta pregunta, los evangelistas no le dan respuesta, y las almas
devotas de María, al meditar sobre
la Pasión del divino Redentor, sienten la necesidad de rellenar ese vacío. La Beata Ana Catalina Emmerich —religiosa agustina alemana,
fallecida en 1824 y beatificada por
San Juan Pablo II en octubre de
2004— satisface ese legítimo anhelo con sus famosas visiones sobre la
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
François Boulay
Antes incluso de que la Pasión se llegara a completar,
María Santísima recorrió los lugares donde Jesús tuvo
algún sufrimiento especial, recogiendo, como si fueran
piedras preciosas, sus inagotables méritos.
De ellas extraemos, con las oportunas adaptaciones, la narración que
sigue a continuación.1
Incluso antes de que la
Pasión concluyera
Cuenta la beata que, mientras se
desarrollaban los sucesivos episodios del juicio, la Madre de Jesús,
con María Magdalena y el apóstol
Juan, permanecían en una esquina
de la plaza, observando y escuchando, sumergidos en profundo dolor. Y
cuando Jesús fue llevado al pretorio
de Pilato, la Santísima Virgen, junto con Juan y la Magdalena, salieron
para recorrer todos los sitios donde
Él había estado desde su prisión.
Regresaron, entonces, a la casa
de Caifás, a la de Anás, al jardín de
Getsemaní y al huerto de los Olivos.
En todos los lugares donde el Señor
Nuestra Señora de los Dolores - Iglesia de
Santa Brígida de Kildare, Montreal (Canadá)
¡Oh, qué compasión!
¡Con qué
violencia la
espada cortante y
penetrante
traspasó su
Corazón!
Marzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
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20
tos de nuestro Salvador, hacían con
María el Camino de la Cruz, se afligían, rezaban, se ofrecían en holocausto en el Corazón de la Madre de Jesús,
la cual es también una tierna Madre
para todos sus hermanos unidos por la
misma fe en el seno de la Santa Iglesia.
Arrepentimiento de la Magdalena
y sufrimientos de Juan
La Magdalena estaba como fuera
de sí, por la violencia del dolor. Te-
Rodrigo Castillo
había caído o había sido sometido a
algún sufrimiento especial, se detenían en silencio, lloraban y sufrían
por Él. Una vez más, la Virgen de las
Vírgenes se postró y besó la tierra en
el sitio donde había caído su Hijo.
La Magdalena se retorcía las manos,
Juan lloraba y trataba de proporcionarles algún consuelo. Después las
conducía hasta otro lugar.
Se iniciaba de esta forma la devoción del Vía Crucis y de los honores
que se rinden a los misterios de la
Pasión de Jesús, antes incluso de
que ésta se llegara a completar.
En la más santa flor de la humanidad, en la Madre virginal del Hijo
del hombre, fue cuando empezó
la meditación de la Iglesia sobre
los dolores del Redentor divino.
¡Oh, qué compasión! ¡Con qué
violencia la espada cortante y penetrante traspasó su Corazón!
Ella, cuyo bienaventurado cuerpo
lo había llevado, cuyos bienaventurados pechos lo habían amamantado, que lo había concebido
y lo había guardado durante nueve meses en ese corazón lleno de
gracias, que lo había conducido y
lo había sentido vivir en sí misma
antes de que los hombres recibiesen de Él la bendición, la doctrina y la salvación, Ella compartía
todos los sufrimientos de Jesús,
incluso su ardiente deseo de rescatar a los hombres mediante sus padecimientos y su muerte en la cruz.
Así fue como la Virgen pura y sin
mancha inauguró para la Iglesia la
devoción del Camino de la Cruz, para recoger en todos los lugares de ese
bendito trayecto, como si se trataran
de piedras preciosas, los inagotables
méritos de Jesucristo y ofrecérselos a
Dios Padre en beneficio de todos los
fieles.
Todo lo que ha habido y habrá de
santo en la humanidad, todos los hombres que suspiraron tras la Redención,
todos los que celebraron con respetuosa compasión y con amor los sufrimien-
Nuestra Señora de los Dolores
Basílica de la Merced, Ciudad de Guatemala
La Virgen Santa
compartía todos
los sufrimientos
de Jesús, incluso
su ardiente deseo
de rescatar a los
hombres mediante
sus padecimientos
nía un inmenso y santo amor a Jesús. Cuando, no obstante, deseaba
verter su alma a sus divinos pies, al
igual que derramó el aceite aromático de nardo sobre su cabeza, veía
como se abría un horroroso abismo
entre ella y su bienamado. Sentía un
arrepentimiento y una gratitud sin
límites, y cuando quería elevar hacia Él su corazón, como el perfume
del incienso, veía a Jesús maltratado, conducido a la muerte, a causa
de los pecados que ella había cometido.
Entonces, le provocaban profundo horror esas faltas por las
que Jesús tanto tenía que sufrir.
Se precipitaba en el abismo del
arrepentimiento, sin poder agotarlo ni rellenarlo. Se sentía de
nuevo arrastrada por su amor a
su Señor y Maestro, y lo veía entregado a los tormentos más terribles. Así pues, su alma estaba
cruelmente atormentada entre
el amor, el arrepentimiento, la
gratitud, la contemplación de la
ingratitud de su pueblo, y todos
esos sentimientos se expresaban
en su modo de andar, sus palabras, sus gestos.
El apóstol Juan amaba y sufría. Por primera vez, llevaba
a la Madre de su Maestro y de
su Dios, que también lo amaba
y por él sufría, sobre esos trazos
del Camino de la Cruz a lo largo del
cual la Iglesia debería seguirla.
“Si es posible, aparta
de mí este cáliz”
Aunque supiera muy bien que la
muerte de Jesús era el único medio
de redimir al género humano —explica la beata—, María estaba llena
de angustia y deseo de librarlo del
suplicio.
De la misma manera que Jesús
—hecho hombre y destinado a la
crucifixión por libre voluntad— sufría como cualquier persona todas
las penas y torturas de un inocente
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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Santas Mujeres, gimiendo y llorando con Marta
y María Magdalena. De
ahí salieron, en número
de diecisiete, para seguir
el camino de la Pasión.
Las veía —decía la beata—, llenas de gravedad y
resolución, indiferentes a
las injurias del populacho
e imponiendo respeto por
su dolor, atravesar el Foro, cubiertas con sus velos,
besar la tierra en el sitio
donde Jesús había cogido la cruz, después seguir
el camino que Él había recorrido. María y otras que
recibían más luces del Cielo buscaban las huellas de
Jesús. Sintiendo y viéndolo
todo con la ayuda de una
luz interior, la Virgen Santa las guiaba en esa Vía
Dolorosa y todos esos lugares se imprimían vivamente en su alma. Contaba todos los pasos e
Desgarrador encuentro
indicaba a sus compañede la Madre con su Hijo
ras los lugares consagrados por alguna dolorosa
Más adelante, la Beata
circunstancia.
Ana Catalina Emmerich
describe la desgarradora
***
La devoción del Vía
escena del encuentro de Jesús se encuentra con su Madre - Capilla de Nuestra Señora del
Crucis nació, por tanla Madre con su Hijo; naBuen Socorro, Montreal (Canadá)
to, del fondo de la naturra cómo, al verlo cubierraleza humana y de las intenciones
to de llagas, con la cruz a cuestas, cade Dios para con su pueblo, no en
yó al suelo, sin sentido; y cómo tres
virtud de un plan premeditado. Por
de las Santas Mujeres, auxiliadas
decirlo así, fue inaugurado bajo los
por el mismo apóstol virgen, la llepies de Jesús, el primero en recovaron hasta la casa de la que poco
rrerlo, por el amor de la más tierna
antes habían salido.
de las madres. 
Viéndose separada una vez más
de su Hijo bienamado, que prosiguió con su pesada carga a los
hombros y cruelmente maltrata1
Artículo basado en la obra La douloureudo, enseguida el amor y el ardiense Passion de Notre Seigneur Jésus-Christ
d’après les meditations d’Anne Catherite deseo de estar junto a Él le diene Emmerich, disponible en http://www.
ron una fuerza sobrenatural. Fue
clerus.org. Obra publicada en portucon sus compañeras a la casa de
gués: EMMERICH, Anne Catherine.
Lázaro, cerca de la Puerta AnguVida, Paixão e Glorificação do Cordeiro
de Deus. São Paulo: MIR, 1999.
lar, donde se encontraban las otras
François Boulay
conducido a la muerte y
en extremo maltratado,
así también María padecía todos los dolores que
pueden mortificar a una
madre a la vista de un hijo santo y virtuoso tratado tan injustamente por
un pueblo ingrato y cruel.
Como Jesús en el huerto
de los Olivos, Ella le decía al Padre celestial: “Si
es posible, aparta de mí
este cáliz”.
Si es posible... En los
designios de amor de la
Santísima Trinidad estaba decidido: el Verbo de
Dios encarnado debería
beber, hasta la última gota, esa copa de dolor. No
fue posible. El Inocente
por excelencia fue condenado al infamante suplicio de la crucifixión. Besó
con amor la cruz y la llevó
hasta el Calvario.
María guiaba a las
Santas Mujeres en
ese camino
de dolor y todos
esos lugares se
imprimían
vivamente en
su alma
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del Evangelio
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Dará únicamente
“cosas buenas”
Recemos con confianza. Si pedimos algo inconveniente o perjudicial
para nuestra salvación, Dios se ocupará de enderezar nuestras
aspiraciones y nos atenderá de forma superabundante y magnífica.
Hna. Ana Rafaela Maragno, EP
Si bajo la antigua
Ley, Dios recibía con
tanta benevolencia
nuestras peticiones,
por ventura, ¿sería
menos bondadoso
después de la
Encarnación?
Ester pide la liberación del pueblo
judio - Museo de Bellas Artes,
Montreal (Canadá)
22
la habrá después, hasta la Encarnación del Verbo, la Sabiduría eterna y
substancial (cf. 1 R 3, 9-12). Todavía
más impresionante es el episodio de
la reina Ester, a cuyos ruegos el Señor se dignó librar del exterminio al
pueblo elegido (cf. Est 14, 1 ss.).
Incluso las peticiones de algunos malvados llegó a atenderlas el
Señor. Ese es el caso del fratricida Caín, cuya vida prometió proteger (cf. Gn 4, 13-15), o del idólatra
rey Acab, a quien se abstuvo de cas-
tigar en vista de la penitencia hecha
(cf. 1 R 21, 27-29).
Nadie se acercó a Jesús sin
ser plenamente atendido
Si en el régimen de la antigua
Ley, Dios recibía con tanta benevolencia las peticiones de sus hijos, por
ventura, ¿sería menos bondadoso
después de la Encarnación de su divino Hijo, que abría la era de la “ley
de amor” o “ley de gracia”?1 Por supuesto que no.
Gustavo Kralj
N
umerosos hechos narrados en el Antiguo Testamento evidencian la solicitud de Dios en escuchar
las plegarias de todos los que a Él se
dirigen con piedad y confianza.
Con ardientes súplicas y profusas
lágrimas, Ana obtuvo un hijo, que
sería un gran profeta y sacerdote:
Samuel (cf. 1 S 1, 10-20). Salomón
imploró sabiduría para gobernar Israel y le fue dada con tanta abundancia como nunca la hubo antes ni
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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Francisco Lecaros
Hecho hombre como nosotros,
Jesucristo tuvo “que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo
que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo” (Hb 2, 17). Durante su convivencia con nosotros en la
tierra, nunca cerró sus oídos al clamor de los necesitados. Jamás despidió a nadie con las manos vacías. Y
antes de marchar al Padre nos hizo
esta sublime promesa: “lo que pidáis
en mi nombre, yo lo haré” (Jn 14, 13).
“La bondad divina —escribe
Mons. João Scognamiglio Clá Dias—
une magníficamente estos dos extremos, la gruta de Belén y el Calvario, a
través de una secuencia riquísima en
acontecimientos de amor desbordante por los miserables [...]. Dentro de
esta atmósfera de amor, jamás se vio
a Jesús, a lo largo de su vida, tomando
la menor actitud de desprecio con relación a nadie, fuera quien fuera: los
samaritanos, el centurión, la cananea,
los publicanos, etc. A todos los atendía invariablemente con divino cuidado y cariño [...]. Ninguna persona se le
acercó en busca de curación, de perdón o de consuelo sin ser plenamente atendida; tal fue su infinito esmero
por hacer el bien, sobre todo a los más
necesitados”.2
Sin embargo, en los Evangelios
encontramos ciertos episodios en
los que el divino Maestro rechaza
la petición, añadiendo, a veces, una
dura reprensión. Recordemos algunos de esos pasajes y tratemos de escrutar en ellos los porqués de la actitud del Redentor.
Ambiciosa solicitud de
los hijos de Zebedeo
El Señor se hallaba recorriendo
las regiones de Perea, al otro lado
del Jordán, cuando tuvo lugar el episodio del joven rico.
Jesús lo miró con amor y le invitó
a ser su discípulo. No obstante, el joven rechazó el llamamiento y se fue
lleno de tristeza. Entonces San Pedro tomó la palabra y le preguntó
al Maestro cuál era la recompensa
reservada a los que lo habían dejado todo para seguirlo. Y Él respondió asegurándoles que se sentarían
en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel (cf. Mt 19, 16-29).
Ahora bien, aún no había bajado el Espíritu Santo sobre los
Apóstoles...; por consiguiente, tenían imperfecciones. Poco tiempo después de haber oído esa promesa, Santiago y Juan solicitaron
por medio de su madre, Salomé,
los primeros puestos en el Reino
(cf. Mt 20, 20-28; Mc 10, 35-45). Pero, como el mismo Cristo había declarado, no sabían lo que estaban pidiendo. Los hijos de Zebedeo, como
la mayor parte de los judíos de esa
época, creían que el Mesías iría a
fundar un reino temporal que conferiría a Israel la supremacía sobre
todos las naciones. Y el deseo que
los animaba en aquel momento no
tenía nada de espiritual.
Si Jesús consintiera, fortalecería
la actitud mundana de los dos hermanos, provocaría celos en los demás discípulos y confirmaría a todos
en el error de creer que su Reino era
de este mundo. Siendo así, los sorprendió con esta respuesta: “sentarse a mi derecha o a mi izquierda
no me toca a mí concederlo, es para
aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre” (Mt 20, 23).
Les negó la solicitud porque les
reservaba premios mucho mayores
que el de un fatuo cargo de ministro. Santiago fue el primer mártir
del Colegio Apostólico y, por tanto, el primero en tomar posesión
del trono reservado para él en el
Cielo.
A Juan, Jesús le dio “su Corazón, le dio a su Madre. [...] le hizo
Ninguna persona
se acercó a
Jesús en busca
de curación,
perdón o consuelo
sin ser plenamente
atendida
La resurrección del hijo de la viuda
de Naín - Catedral de San Julián,
Le Mans (Francia)
Marzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
23
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cada vez más parecido a Él. [...] Fue
echado a una caldera de aceite hirviendo. Pero ese aceite se convirtió
en rocío y salió fortalecido y purificado. Seguidamente fue exiliado
a Patmos, allí se le apareció nuestro Señor glorificado y le reveló sus
secretos, dándole la orden de escribirlos en el Apocalipsis, el más misterioso de todos los libros sagrados.
[...] Sobre todo, Dios dio a San Juan
esa cruz interior del deseo de la gloria de Dios y de la salvación de las
almas”. 3
¿Qué es ser nombrado ministro
de cualquier reino terrenal comparado con eso?
El orgullo de los fariseos
solicita un signo
También a los fariseos y saduceos
Jesús les negó una petición. En efecto, para someter al divino Maestro a
una prueba, esos incrédulos solicitaban un signo del Cielo. Y la respuesta fue terrible: “Esta generación
perversa y adúltera exige una señal;
pues no se le dará más signo que el
de Jonás” (Mt 16, 4).
¿Por qué actuó así el Redentor?
Los fariseos eran hombres sabios y cultos, versados en la ciencia de las Escrituras, conocedores de la Ley y de las profecías,
sabían perfectamente el momento
en el que Cristo nacería. De modo que disponían de todos los elementos para concluir que Él era el
Mesías prometido. Tenían signos
evidentes de que Jesús era el verdadero Hijo de Dios, pero a causa
del odio y de la envidia no quisieron asentir a ellos, asevera Santo Tomás.4
Le habían hecho esa solicitud no
con la buena intención de confirmar
su creencia en la divinidad del Salvador, sino para ponerlo en una situación embarazosa. Jesús no quiso
complacerles su orgullo ni darles un
motivo más de condenación; así que
rehusó atender la petición movido
por amor. Afirma el cardenal Gomá
y Tomás: “Jesús se niega enérgicamente a obrar un milagro ruidoso,
como le piden: Él no hace milagros
para satisfacer la vana curiosidad de
los hombres”. 5
Peticiones perjudiciales
para quien las hace
Cuando Jesús libró de los demonios al infeliz poseso de la ciudad de Gerasa, éste le pidió que le
permitiera acompañarlo. El divino Maestro no lo admitió entre sus
seguidores, aunque le confió una
misión de gran importancia: “Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de
ti” (Mc 5, 19).
Cumplir ese llamamiento no sólo era más beneficioso para la salvación eterna de aquel hombre que seguir de cerca a Jesús, sino también
para difundir el anuncio del Reino
por una región profundamente influenciada por el paganismo. Así
pues, “se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban” (Mc 5, 20).
De la misma manera procedió
Jesús con quien, de entre la multitud, le solicitó que mediara entre él
y su hermano en la división de una
herencia. “Hombre, ¿quién me ha
Condiciones para que la
oración sea infalible
firma un célebre comentarista de Santo Tomás que “la oración, revestida de las debidas condiciones, obtiene infaliblemente lo
que pide en virtud de las promesas
de Dios”.1 Ahora bien, ¿cuáles son
esas “debidas condiciones”?
Santo Tomás de Aquino2 señala
cuatro: que uno pida por sí mismo,
cosas necesarias para la salvación,
con piedad y con perseverancia.
Detengámonos un instante en el
análisis de la segunda condición. Si
un niño le pide a un buen padre algo que puede perjudicar su salud,
24
comprometer su futuro o poner en
peligro su vida, ciertamente que no
será atendido. Del mismo modo actúa Dios con nosotros. Siempre oye
nuestras oraciones, sin duda, pero
teniendo en vista nuestro bien supremo: la salvación eterna.
1
ROYO MARÍN, OP, Antonio. Teología
moral para seglares. Moral fundamental y especial. Madrid: BAC, 2007, v. I,
p. 342.
2
Cf. SANTO TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica, II-II, q. 83, a. 15, ad 2.
Francisco Lecaros
A
Santo Tomás de Aquino - Convento de
Santo Domingo el Mayor, Nápoles (Italia)
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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02/03/2015 08:43:21
Timothy Ring
Jesús se
encuentra presente
en todos los
sagrarios de la
tierra, a la espera
de nuestra visita,
con un infinito
deseo de perdonar
Capilla del Santísimo – Iglesia
del monasterio de San Benito,
São Paulo (Brasil)
constituido juez o árbitro entre vosotros?” (Lc 12, 14), le respondió el
divino Maestro.
La petición iba cargada de egoísmo y avaricia. Las intenciones de
ese hombre eran completamente
ajenas a lo sobrenatural. Si lo atendiera, Cristo le haría mal a su alma, cosa que es incompatible con
su bondad esencial. No podía darle
una piedra a quien se lo estaba pidiendo; si, por el contrario, le hubiera implorando la herencia eterna, ésta no se la habría negado
(cf. Lc 12, 13-15).
“Dios algunas veces no atiende nuestras oraciones, porque no
quiere concedernos lo que sería
perjudicial para nosotros. [...] Rechaza por piedad la súplica de los
que emplean mal el objeto de la petición”.6
1
CCE 1972.
2
CLÁ DIAS, EP, João Scognamiglio. ¿La Ley o la Bondad? In: Lo inédito sobre los
Evangelios. Comentarios a
los Evangelios dominicales.
Domingos de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua –
En el sagrario, a nuestra espera...
Concluida su peregrinación terrena, durante la cual se inclinó amorosamente sobre las necesidades de
aquellos a quienes había venido a redimir, el Señor no regresó al Cielo de
manera definitiva e irremediable, sino que halló un maravilloso medio
de permanecer conviviendo entre los
hombres. “Y sabed que yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el final
de los tiempos” (Mt 28, 20).
En efecto, se encuentra presente en todos los sagrarios de la tierra,
a la espera de nuestra visita. Como
otrora por los caminos de Galileo o
bajo las puertas del Templo de Jerusalén, Jesús se detiene ante el triste espectáculo de la lepra espiritual
o de la ceguera espiritual, que mantiene apartados de su amor a los pecadores, y su mirada misericordiosa
Solemnidades del Señor del
Tiempo Ordinario. Ciclo C.
Città del Vaticano-São Paulo: LEV; Lumen Sapientiæ,
2012, v. V, pp. 235-236.
3
GARRIGOU-LAGRANGE,
OP, Réginald. El Salvador
y su amor por nosotros. Ma-
abarca a todos, en un infinito deseo
de perdonar. Sentado a la derecha
del Padre, en su trono de gloria, lejos de olvidarse de nosotros o de rechazarnos a causa de nuestros pecados, se inclina sobre cada uno, como
si fuera su hijo único, para concedernos, sin mérito alguno de nuestra
parte, toda suerte de bienes. Sólo espera una súplica, un simple suspiro
dirigido a Él, para cumplir su irrevocable promesa: “Si me pedís algo en
mi nombre, yo lo haré” (Jn 14, 14).
Entonces tengamos confianza: si
algo solicitamos de inconveniente o
perjudicial para nuestra salvación, Él
se ocupará de negarnos nuestra petición, enderezar nuestras aspiraciones
y corregir nuestras equivocaciones,
para atendernos, de forma superabundante y magnífica, y darnos únicamente “cosas buenas” (Mt 7, 11). 
drid: Rialp, 1977, pp. 492495.
4
Cf. SANTO TOMÁS DE
AQUINO. Suma Teológica.
III, q. 47, a. 5, ad 1.
5
GOMÁ Y TOMÁS, Isidro.
El Evangelio explicado. Bar-
celona: Rafael Casulleras,
1930, v. II, p. 253.
6
SPIRAGO, Francisco. Catecismo Católico Popular.
6.ª ed. Lisboa: União, 1958,
p. 289.
Marzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
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02/03/2015 08:43:22
Fotos: Leonardo Resende
Vertentes – A primeros de año, los misioneros heraldos visitaron la población de Vertentes, y durante aquellos días
el P. Celio Casale, EP, celebró la Eucaristía en varias comunidades. En la Misa de clausura de la misión el párroco, el
P. Antonio Lucena da Silva, bendijo nuevos Oratorios, que fueron entregados a sus respectivos coordinadores.
2
4
3
5
Fotos: Alexandre Cavalcanti / Sergio Cespedes Rios
1
Nova Friburgo – El 19 de diciembre Mons. Ednay Gouvêa Mattoso inauguraba con una Misa solemne la nueva capilla de la
Casa de la rama femenina de los Heraldos del Evangelio en la ciudad de Nova Friburgo, compartiendo algunos momentos
de convivencia con las religiosas (fotos 1, 2 y 3). El 25 de enero el coro de los Heraldos y sacerdotes de la asociación
participaron en la Eucaristía presidida por el Nuncio Apostólico en Brasil, Mons. Giovanni d’Aniello (fotos 4 y 5) en la catedral.
26
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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02/03/2015 08:43:29
C
1
2
3
4
5
6
on entusiasmo y vivacidad, centenares de jóvenes se
reunieron para participar en los habituales cursos de
formación realizados en las Casas de los Heraldos durante las vacaciones escolares. En Caieiras, más de 800 jóvenes aspirantes de Brasil y del mundo asistieron al curso de
mariología que tuvo lugar del 20 al 24 de enero, cuyo temario incluía: quién es María, los dogmas marianos, las
prefiguras de la Virgen en el Antiguo Testamento y la de-
voción a la Madre de Dios a lo largo de la Historia (fotos 3 y 4). El curso fue clausurado con una solemne procesión eucarística (fotos 1 y 2). A la vez, en la Casa de la
Sociedad de Vida Apostólica Regina Virginum, también
en Caieiras, las jóvenes de la rama femenina participaron
en animadas conferencias (foto 5) sobre costumbres y reglas de la vida comunitaria en los Heraldos del Evangelio,
intercaladas con períodos de oración (foto 6).
Marzo 2015 · Heraldos
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Fotos: Maria Cristina Lisbôa Miranda / Thiago Tamura Nogueira
Formación permanente para jóvenes
del Evangelio
27
02/03/2015 08:43:34
Fotos: Sebastián Cadavid
Fotos: Jesse Arce
El Salvador – El 17 de enero el Nuncio Apostólico en El Salvador, Mons. Leon Kalenga Badikebele, inauguraba
con una Celebración Eucarística el Colegio Patriarca San José, de los Heraldos del Evangelio, en San Salvador (a
la izquierda). Al final de la Misa, Mons. Kalenga bendijo cada ambiente del nuevo colegio (a la derecha).
Colombia – Aunque todavía no está completamente terminada, la iglesia de los Heraldos en Tocancipá, municipio cercano
1
2
Fotos: Anthony Horng
a Bogotá, ya se ha convertido en un centro de espiritualidad. El 25 de enero casi dos mil personas se reunieron para
participar en la Misa dominical. Tras la celebración muchos pidieron que se les bendijeran sus vehículos.
Canadá – El día 4 de enero, el obispo auxiliar de Montreal, Mons. Thomas Dowd, presidió en el Oratorio de San Joséla
Celebración Eucarística durante la cual fueron recibidos seis nuevos Cooperadores de los Heraldos y un grupo de
treinta y tres personas se consagró a la Virgen María según el método de San Luis María Grignion de Montfort.
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Misiones en Puerto Montt y Puerto Varas
2
3
E
4
un sacerdote heraldo bendijo la casa (foto 2), rezó con los
miembros de la familia junto al Oratorio del Inmaculado Corazón de María (foto 3) y los invitó a participar en las actividades en la capilla. También fue visitada la Clínica Alemana
de Puerto Varas, donde el Padre Pablo Beorlegui, EP, celebró la Santa Misa, llevando después el maternal consuelo de
la Virgen Santísima a los enfermos (foto 4).
Fotos: Chantal Uwambajemariya
ntre las actividades evangelizadoras llevadas a cabo durante los meses del verano, cabe destacar las misiones
marianas realizadas en Puerto Montt y Puerto Varas. Convocados por el Padre Leopoldo Olivares, párroco de El Buen
Pastor, se misionó especialmente el sector de Valle Volcanes, donde está ubicada la Capilla del Inmaculado Corazón
de María (foto 1). En cada uno de los 113 hogares visitados
Fotos: Marcelo Vincenti
1
Ruanda – La devoción de los Primeros Sábados es celebrada con especial entusiasmo en la parroquia de Rango,
en Butare. En febrero, como de costumbre, el P. Leon Panhuysen, SDB, presidió la Celebración Eucarística y
Emmanuel Batagata, cooperador de los Heraldos, fue el responsable de los cantos y de la organización del evento.
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del Evangelio
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¿Sabía usted que...?
LAS IMÁGENES DE LA VIRGEN “CUIDAN” EL METRO DE MEDELLÍN
l metro de Medellín, única ciudad colombiana que cuenta con
este medio de transporte, fue inaugurado en 1980 y, desde el año 1996,
“lo cuidan las Vírgenes”. O al menos
así lo afirma el diario El Tiempo, en
un artículo publicado en su edición
del 17 de enero de 1997.
En aquella época los artistas colombianos empezaron a adornar cada una de las estaciones con bonitas
imágenes, pinturas o mosaicos que
representaban diferentes advocaciones de María. Las primeras cuatro estaciones fueron puestas bajo
los auspicios de la Virgen del Rosario, de Nuestra Señora del Perpetuo
Socorro, de María Auxiliadora y de
la Milagrosa. Poco a poco otras estaciones comenzaron a ser “cuidadas”
por alguna imagen de María: La Virgen de los Dolores, de la Candelaria,
de Chiquinquirá, de Fátima, de la
Juan Pablo Cadavid
E
Imágenes de Nuestra Señora de los Dolores, Nuestra Señora de la Candelaria de la Popa
y Nuestra Señora del Carmen, veneradas en las estaciones de Floresta,
Poblado y San Javier, respectivamente
Asunción, del Buen Consejo de Genazzano, de la Esperanza Macarena o la del Silencio, la cual tiene en
su regazo al Niño Jesús y le hace un
gesto para que se calle y duerma.
La realización de cada una de una
de esas obras fue asignada a los artistas mediante convocatoria y está
financiada por la empresa de transportes. La iniciativa refleja la profunda religiosidad del pueblo paisa,
nombre con el que se conoce en Colombia a los habitantes de los departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda y Quindío, cuya capital es
Medellín.
UNA “RECETA ROMANA” PUEDE HACER MÁS RESISTENTE EL
HORMIGÓN MODERNO
É
sta es la conclusión a la que ha
llegado un grupo de científicos
de la Universidad de Berkeley, California, tras un minucioso estudio que
fue publicado en diciembre de 2014
en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), boletín oficial de la Academia Nacional de
Ciencias de Estados Unidos.
Al notar que la argamasa usada
en los edificios construidos por los
romanos durante el período imperial
se conserva desde hace casi dos mil
años sin dar señales de corrosión,
los investigadores decidieron fabri30
car un bloque de cemento siguiendo
la receta de Vitruvio, arquitecto del
primer siglo, y analizarlo a través de
rayos X. El cuidadoso examen que
realizaron les permitió observar una
peculiar estructura interna, que dificulta la aparición de grietas y hace
especialmente resistentes a las zonas
más susceptibles a la rotura.
Al parecer, el secreto está en la
proporción de arena volcánica usada para fabricar la argamasa. Gracias a ella, construcciones como la
del Mercado de Trajano, el Panteón
de Agripa —famoso por tener una
de las mayores cúpulas ya construidas— o el no menos conocido Castillo de Sant’Ángelo mantienen su
estructura intacta después de haber
enfrentado a lo largo de los siglos terremotos de intensidad moderada y
repetidas inundaciones.
No es extraño, por tanto, que los
mencionados científicos recomienden en su artículo aplicar la “receta
romana” para “mejorar la durabilidad del hormigón actual en regiones
sísmicamente activas y aumentar la
vida útil de edificios sostenibles desde
el punto de vista medioambiental”. 
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Reproducción
SANTA MARÍA EUGENIA DE JESÚS
Una mujer fuerte
Alma firme y embebida de fe, no temió esa joven fundadora enfrentar
tormentas y dificultades, sin tambalear, en la consolidación de la obra
que le había sido encargada por la Providencia.
Hna. María Teresa Ribeiro Matos, EP
“A
hora, padre mío, el desánimo está muy lejos
de mí [...]. Creed, por
lo demás, que estamos
muy convencidas de que no hay en
nosotras la santidad que requieren
las obras de Dios, y así, por mi parte, no me asombraría con ningún tipo de fracaso”.1
Estas categóricas palabras, dignas
de un anciano experimentado en mil
y una batallas, fluían, no obstante, de
la pluma de una joven de tan sólo 24
años... Acababa de verse abandonada por su director espiritual y estaba siendo aconsejada por el superior
eclesiástico a suprimir la congregación religiosa que de sus manos nacía, pero trataba del asunto con extraordinario desapego y elevación de
espíritu.
¿De dónde le venía tan grande
firmeza?
Al haber frecuentado desde pequeña ambientes indiferentes o contrarios a la religión, esa joven fundadora supo ver lo vacías e inestables
que son las cosas de esta vida —la ri-
queza o la pobreza, la inteligencia, el
placer e incluso la convivencia familiar—, cuando falta lo esencial: la fe.
Apoyada en ese principio, grabado a fuego en su alma, Santa María
Eugenia de Jesús levantó una magnífica obra en medio de terribles tormentas. Y tal fue su integridad ante
las dificultades que el Papa Pío XII
no dudó en calificarla de “mujer
fuerte, mulier fortis, en toda la extensión del término: siempre dispuesta
a cumplir la voluntad divina, de ánimo profundamente piadoso, de corazón rebosante de amor a Cristo, de
inteligencia vigorosa, brillante, vasta, de carácter firme, resuelto, dirigido siempre hacia el fin perseguido”.2
Una divisa olvidada
por los Milleret
Nihil sine fide —nada sin la fe—,
era, no por casualidad, la divisa de
la familia en cuyo seno nació Ana
Eugenia Milleret de Brou, el 25 de
agosto de 1817. Sin embargo, a principios del siglo XIX, ese lema se había convertido únicamente en una
frase grabada en el blasón familiar.
Jacques Milleret, padre de nuestra
santa, prefería guiarse por las impías
doctrinas de Voltaire, y su esposa,
Eleonor Eugenia de Brou, descendiente de la nobleza de Bélgica y de
Luxemburgo, tampoco parecía empeñada en reavivar dicho ideal.
La infancia de Ana Eugenia transcurría satisfecha y tranquila en Metz,
su ciudad natal. Su padre, aparte de
poseer allí una mansión, era diputado de Moselle, dueño de tres bancos
y de una vasta propiedad en Preisch,
donde una exuberante naturaleza hacía especialmente agradable la estancia en las mejores épocas del año. A la
niña no le faltaban los entretenimientos en compañía de sus hermanos, ni
la sólida educación acorde con su condición social. Hablaba perfectamente
el francés y el alemán, y su madre la
instruía en la práctica de las virtudes
naturales, pues la llevaba a visitar a los
pobres y a los enfermos y le enseñaba
a ser honesta y generosa.
Todos los miembros de la familia
participaban en ciertas ceremonias de
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del Evangelio
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www.chateaudepreisch.com
Aimelaime (CC-3.0)
La familia Milleret poseía una vasta propiedad en Preisch, donde una exuberante naturaleza hacía
especialmente agradable la estancia
Capilla y parque del Castillo de Preisch, Basse-Rentgen (Francia)
la Iglesia, cuya presencia en las mismas era casi una obligación social en
aquella época. No obstante, su vida
de piedad se reducía prácticamente sólo a eso. Los niños recibieron los
sacramentos, pero su educación religiosa había sido descuidada. “Mi ignorancia de los dogmas y de las enseñanzas de la Iglesia era inconcebible.
Sin embargo, había recibido como los
demás las lecciones de catecismo, había hecho la Primera Comunión con
amor, y Dios mismo me había concedido gracias que han sido, junto con
sus palabras, el fundamento de mi salvación”,3 escribiría al P. Lacordaire.
Una de esas gracias le fue dada
al recibir por primera vez a Jesús
en la Eucaristía. En aquel momento sintió la pequeñez de las cosas de
este mundo y oyó en su corazón estas proféticas palabras: “Perderás a
tu madre, pero seré para ti más que
una madre. Llegará un día en que
dejarás todo lo que amas para glorificarme y servir a esa Iglesia que no
conoces”.4 Había quedado depositada en el alma de la joven aristócrata una poderosa semilla. Y en pocos
años la veremos florecer.
Un radical cambio en la
vida de su familia
Ana Eugenia ya había experimentado el amargo sabor del in32
fortunio cuando dos de sus hermanos murieron siendo aún pequeños.
Pero en 1830 una tragedia familiar
provocó un radical cambio en la vida de los Milleret. Gestiones poco
acertadas de su padre hicieron que
perdieran toda su fortuna. Se vieron
obligados a vender todos los inmuebles y bienes. Se acabaron las fiestas y, además, Ana Eugenia, con 13
años, se tuvo que marchar con su
madre a París, mientras su padre
se quedaba en Metz con su hermano Luis, dos años mayor que ella, de
quien era inseparable.
Y le sobrevino otra desgracia. En
1832 una epidemia de cólera arrasó
París y en pocas horas Ana Eugenia
vio perecer a su madre, sin que ni siquiera diera tiempo a que le administraran los últimos sacramentos.
Huérfana a los 15 años, fue acogida por una amiga de su madre,
Doulcet, cuyo marido era recaudador de impuestos en Châlons. Los
placeres mundanos volvieron a formar parte de su vida y la virtud de
la fe, tan poco alimentada, vacilaba
ante las habituales conversaciones
anticlericales de aquellos ambientes. Algunos haces de la luz que había entrado en su alma en el Bautismo y en la Eucaristía, no obstante,
permanecían todavía. “Dios, en su
bondad, había dejado un vínculo de
amor. Podía dudar de la inmortalidad del alma, pero rechazaba involuntariamente todo lo que atacaba
al Sacramento del Altar”.5
A los 18 años las diversiones no le
satisfacían. Su inteligencia, muy viva, le hacía percibir que la vida no
podía ser tan vacía y carente de sentido. “Mis pensamientos son un mar
agitado, que me cansa, me pesa.
Tanta inestabilidad, nunca reposo,
un ardor que siempre sobrepasa los
límites de lo posible. A veces absorbida por cuestiones por encima de
mis capacidades y sobre las cuales
me haría mejor no pensar: las más
altas cuestiones del mundo. Quería
saberlo todo, analizarlo todo, y lanzándome en regiones aterradoras,
voy osadamente cuestionando todas
la cosas, perseguida por no sé qué
necesidad inquieta de conocimiento
y de verdad que nada puede saciar”.6
“Estaba realmente convertida”
A finales de 1835 su padre la envió a casa de una prima, Foulon.
Tanto ésta como sus hijas eran muy
piadosas, hecho que puso a la joven
Milleret en un peligro, tal vez, mayor de perder la fe, pues “eran aburridas, me parecían mezquinas”,7 comentaría la santa.
Sin embargo, había sonado la hora
de la Providencia. Siguiendo la cos-
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Los albores de la fundación
Mientras esperaba, soñaba con
“ser un hombre para, como ellos, ser
profundamente útil”.12 Con “su mirada, llena de vigor varonil y al mismo
tiempo de femenina agudeza”,13 la joven había analizado a fondo los males
de la sociedad laicizada en la que vivía y se lamentaba por la ausencia de
formación religiosa de tantas jóvenes
de la aristocracia liberal de esa época:
“Hija de una familia lamentablemente poco cristiana, educada en una sociedad que lo era menos todavía, quedándome a los 15 años sin mi madre
y habiendo tenido, por las casualidades de la vida y por mi posición, bas-
tantes más relaciones y conocimiento sas y, con tres vocaciones más recludel mundo de lo que normalmente se tadas por el mismo sacerdote, inicia
tiene a esa edad, había podido com- la obra de la Asunción en 1839.
prender la desdicha de la clase social
Educación integral aliada a la fe
a la cual pertenecía, y le confieso que
aún hoy no conozco pensamiento más
En medio al intenso programa
triste que ese recuerdo. Me parece de estudios establecidos por el paque cualquier alma que ama un poco dre director, la Madre María Eugea la Iglesia, y que conoce la irreligión nia de Jesús —nombre que adoptó
de las tres cuartas partes de las fami- como religiosa— estaba convencida
lias ricas e influyentes de París, debe de que la contemplación era la prinsentirse presionada a tratar de hacer cipal fuente de sabiduría de la nuede todo para intentar que Jesucristo va congregación. “La educación era
penetre en ellas”.14
nuestro deber, la vida religiosa nuesDominada ya por el deseo de sal- tra atracción”,17 decía.
var almas, Ana Eugenia encuenHabiendo experimentado por sí
tra, en la iglesia de San Eustaquio, a misma el vacío que deja en el alma
otro predicador cuyo celo le impre- una educación distante de la fe, quesiona y a quien le pide consejo: el pa- ría que las futuras formadoras de la
dre Teodoro Combalot. Éste anhela- Asunción enseñaran, más que con
ba fundar una congregación bajo la palabras, con el testimonio de su viprotección de Nuestra Señora de la da. “La fe proporciona más sabiAsunción, que se ocupara de la edu- duría que la vejez”,18 afirmaba. “Es
cación de las niñas, como base para la necesario formar caracteres firmes
regeneración de la sociedad, y vio en [...]. Nuestra misión: la fe dinámiesa joven de 20 años todas las cuali- ca, la fe dominando el raciocinio, el
dades requeridas para ser fundadora. gusto, así como los afectos”.19
En realidad, sus intenciones eran muEl nuevo instituto tenía por cacho más osadas. Se trataba, le explicó risma dedicarse a una educación inél, de erigir una obra dedicada a “reconstruirlo todo sobre Cristo, hacerlo conocido, así como a su Iglesia, a
extender las fronteras de su Reino”.15
Aunque se siente conmovida con
la propuesta, titubea y le objeta: “No
conozco la vida religiosa. Tengo que
aprenderlo todo. Soy incapaz de
fundar nada dentro de la Iglesia de
Dios”. A lo que el sacerdote le responde con convicción: “Es Jesucristo quien será el Fundador de nuestra
Asunción; nosotros tan sólo seremos
instrumentos, y en las manos de Dios
los más débiles son los más fuertes”.16
Tras cierta resistencia, Ana Eugenia acepta ser dirigida espiritual del
P. Combalot y siguiendo sus orienCon vigor varonil y femenina
taciones espera en las Benedictinas agudeza, había analizado a fondo los
hasta alcanzar la mayoría de edad:
males de la sociedad laicizada
en la que vivía
21 años, por entonces. Después viaja
a Lorena para despedirse de su faSanta María Eugenia de Jesús,
en fecha desconocida
milia, hace el noviciado en las SaleMarzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
Reproducción
tumbre parisiense de su siglo, fue a la
catedral de Notre Dame a escuchar
los sermones dominicales del padre
Henri Lacordaire, en el auge de su
fama como predicador. La joven se
sintió íntimamente emocionada. “Su
palabra —escribiría unos años después al sacerdote dominico— respondía a todos mis pensamientos,
explicaba mis mejores instintos; completaba mi entendimiento de las cosas y reanimaba en mí la idea del deber, el deseo del bien, a punto ya de
marchitarse en mi alma; en fin, me
daba una generosidad nueva, una fe
que nada más haría vacilar”.8
Ana Eugenia había encontrado el
eje de su existencia. “Mi vocación nació en Notre Dame”,9 le gustaba decir.
¿Terminarían ahí las pruebas? ¡No!
Al contrario, se volverían más penosas e intensas a lo largo de su vida; pero había afianzado su fe sobre la roca
eterna y nada más la podía hacer tambalear. “Estaba realmente convertida, y había concebido el deseo de dar
todas mis fuerzas, o más bien toda mi
flaqueza, a esa Iglesia que en adelante sólo ella tenía, a mi ver, el secreto y
el poder del bien”.10
La joven le comunicó al P. Lacordaire sus aspiraciones y éste le respondió: “Reza y espera”.11 Ana Eugenia obedeció.
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tegral, lo que conduce a la “preocupación con la formación del criterio,
del sentido crítico, de la rectitud de
pensamiento, principalmente a la
luz de la fe y la confianza en la gracia”.20 Dichos principios harían que
Pablo VI exclamase al beatificarla:
“¡Qué luz para nosotros los cristianos, que seríamos a veces tentados,
en un mundo secularizado, a separar
la educación humana de la fe!”.21
Abandono a la voluntad divina
Iniciada la fundación de la anhelada obra, sin saberlo, la Madre María Eugenia se preparaba para enfrentar las mayores tormentas de su
vida. Y éstas fueron causadas por
quien menos se lo podía esperar: ¡el
P. Combalot!
Aunque lleno de impulsos generosos, tenía un carácter muy voluble.
“Cambiaba de idea sobre cualquier
cosa cada quince días”,22 escribe la
santa. Por ejemplo, a la orden de estudiar los Salmos y a San Agustín, le
seguía la de abandonar todos los libros; a la de comer carne todos los
días, enseguida se sobreponía la de
hacer duras penitencias, intercaladas
con severas reprensiones. A cada una
de esas directrices, la madre se doblegaba con humildad y obediencia.
A pesar de ser sumisa a las órdenes recibidas, la gracia le inspiraba, no obstante, que no dejara el timón de la fundación en manos de
alguien tan inconstante y comunica la situación al arzobispo de París,
Mons. Dionisio Augusto Affre. El
prelado conocía bien al P. Combalot
—a quien calificaba de hombre de
“noble corazón, pero de cabeza caliente” 23— y enseguida comprendió
lo que pasaba.
Para resolver el problema asigna
un superior para la comunidad, cuyo nombramiento el impetuoso sacerdote no acepta. Decide, por el contrario, que la fundadora y las religiosas lo
acompañen a Bretaña, a fin de escapar de la autoridad del arzobispo. La
situación se vuelve muy tensa. Y el 3
de mayo de 1841 el P. Combalot recoge sus libros y cartas y abandona la comunidad, y nunca más la volverá a ver.
“Que la voluntad de Dios sea hecha”,24 exclama la joven fundadora
que, a los 24 años, se veía sin el apoyo de siempre, con la obligación de
llevar adelante la empresa iniciada.
Y buscaba refugio en la fe concluyendo: “Dios no quita nada sin darse más profundamente en su lugar...
Nos mostró que la obra era de Él y
quiere hacerlo solo”.25
Sin embargo, la Providencia le
envió un nuevo auxilio en la persona
del padre Emmanuel d’Alzon, joven
vicario general de Nimes, con el que
intercambiaba abundante correspondencia. Ambos tenían el anhelo de hacer que Cristo estuviera presente en la sociedad laicizada en la
que vivían y se daban consejos mutuamente en ese sentido. Posteriormente él fundaría la rama masculina
de la Asunción.
Reproducción
“No creo que tenga
yo otra vocación”
Después de que el P. Combalot abandonara la comunidad, la Providencia le
envió un nuevo auxilio en la persona del P. Emmanuel d’Alzon
El P. Teodoro Combalot, el P. Emmanuel d’Alzon y Mons. Jean Nicaise Gros
1
BRETON, Germain. Mère Marie-Eugénie de Jésus: première Supérieure Générale des Religieuses de
l’Assomption. Une fondatrice de congrégation religieuse
au XIXe siècle. Saint-Étienne: J. Le Hénaff & Cie, 1922,
pp. 143; 147.
34
2
3
4
PÍO XII. Discorso alle religiose, alle alune e alle insengnanti dell’Istituto
dell’Assunzione, 19/5/1946.
BRETON, op. cit., p. 31.
RELIGIOSAS DE LA
ASUNCIÓN. Por Jesus e pelo Reino. Maria Eugênia Milleret: Fundadora das Religio-
Dando una prueba más de
su inconstancia, el P. Combalot le había dejado una carta a
Mons. Affre, “tan conmovedora
como desconcertante, pidiéndole que asumiera la dirección de la
obra” 26 de la Asunción. Entonces,
el arzobispo pone a la comunidad bajo su protección y nombra
a Mons. Jean Nicaise Gros —más
tarde obispo de Versalles— como
superior eclesiástico. Siguiendo su
orientación se redactan las consti-
sas da Assunção. São Paulo:
Loyola, 1995, p. 19.
5
BRETON, op. cit., p. 36.
6
Ídem, pp. 36-37.
7
RELIGIOSAS DE LA
ASUNCIÓN, op. cit., p. 25.
8
BRETON, op. cit., p. 38.
Ídem, ibídem.
9
10
POINSENET, Marie-Dominique. Feu vert... Au
bout d’un siècle. Mère Marie Eugénie Milleret de Brou,
Fondatrice des Sœurs de
L’Assomption, apud PABLO VI. Omelia di Beatifi-
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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cazione di Madre Marie-Eugénie Milleret, 9/2/1975.
15
“Sólo puedo agradecerle a Dios las
gracias que os ha concedido”.28
Se va desarrollando
la congregación
Reproducción
tuciones y reglas y en sus manos las
religiosas emiten los primeros votos,
el 15 de agosto de ese mismo año de
1841, recibiendo el hábito definitivo
de profesas.
No obstante, una nueva tempestad se desata sobre la frágil embarcación. Al ver las naturales dificultades de una comunidad que
aún no había alcanzado la madurez, Mons. Gros temió por su futuro y le aconsejó a la fundadora
que volviera a la Orden de la Visitación, donde había hecho el noviciado y de la que conservaba tan
buenas impresiones. En cuanto a
las otras hermanas, que cada una
eligiera libremente el instituto religioso que mejor le conviniera.
La Madre María Eugenia no se
perturbó. Le pidió un breve tiempo para reflexionar, tras el cual redactó una carta respetuosa, pero directa, exponiendo las metas,
el espíritu y las características de
la Asunción. Al final de la misma
declaraba: “Me atrevo a decir que
nuestra propia satisfacción no ha
sido nunca el objetivo de nuestros
pensamientos. Que lo que ha fortalecido nuestra valentía ha sido el oír
de sus propios labios, monseñor, el
testimonio de que nuestra regla es
buena y edificante, y, más tarde, el
haber recibido de sus manos el santo hábito, que llevamos con alegría
y amor. No sé qué es lo que hemos
hecho, en la práctica de esta regla,
para perder la benevolencia que su
excelencia amablemente nos había
concedido; pero si hemos sido consideradas indignas y no se ha de ha-
Con la misma valentía, la incansable
fundadora enfrentó otras tormentas y
obtuvo muchas victorias
Santa María Eugenia de Jesús,
en torno al año 1880
cer con nosotras la obra de celo por
la cual hemos querido trabajar, perdóneme por tomarme la libertad de
decirle que es tan necesaria que se
hará, tarde o temprano, por manos
más santas; y que, por mí, no creo
que tenga yo otra vocación que la de
pertenecer a ella, cualesquiera que
sean los sufrimientos o las dificultades que puedan derivarse de ahí”.27
Mons. Gros no tardó en darle
una respuesta, en la que se manifestaba enteramente convencido de lo
providencial de la obra, y afirmaba:
RELIGIOSAS DE LA
ASUNCIÓN, op. cit., p. 32.
11
BRETON, op. cit., p. 39.
16
Ídem, p. 33.
12
PABLO VI, op. cit.
17
BRETON, op. cit., p. 179.
13
PÍO XII, op. cit.
18
14
BRETON, op. cit., pp. 139140.
RELIGIOSAS DE LA
ASUNCIÓN, op. cit., p. 78.
19
Ídem, p. 82.
Al final, estaba definitivamente
fundada la Asunción, sobre la fe y
la firmeza de la Madre María Eugenia de Jesús. Las niñas llegaban,
las escuelas empezaban a crecer y
la congregación iba desarrollándose, para “formar verdaderas madres
de familia, dar a las mujeres los conocimientos amplios y hábitos sencillos sin los cuales no sabrían ejercer la influencia que el cristianismo
les debe dar”,29 como noticiaba la
Gaceta de Francia, presentando las
esperanzas depositadas en la nueva
institución religiosa.
Con la misma valentía, la incansable fundadora enfrentó otras
tormentas y obtuvo muchas victorias, como la aprobación pontificia de las constituciones de la
Asunción, siempre con vistas a la
implantación del Reino de Cristo. Transcurrido poco más de un
siglo de su muerte —ocurrida el 10
de marzo de 1898—, las religiosas
de la Asunción tienen comunidades
en varios países de Europa, África,
Asia y en las tres Américas, dedicadas a la educación de las niñas de todas las clases sociales.
De esta santa y proficua vida podemos decir con el salmista: “Los
que confían en el Señor son como el
monte Sión: no tiembla, está asentado para siempre” (Sal 124, 1). Puesto que ella confió en el Señor, nada
la hizo temblar. 
20
Ídem, p. 78.
21
PABLO VI, op. cit.
22
RELIGIOSAS DE LA
ASUNCIÓN, op. cit., p. 53.
23
BRETON, op. cit., p. 130.
24
Ídem, p. 132.
25
RELIGIOSAS DE LA
ASUNCIÓN, op. cit., p. 68.
26
Ídem, ibídem.
27
BRETON, op. cit., pp. 147148.
28
Ídem, p. 148.
29
RELIGIOSAS DE LA
ASUNCIÓN, op. cit., p. 77.
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del Evangelio
35
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La basílica
de la “montaña sagrada”
No se puede negar que la mirada de María Santísima se posó
en aquel lugar, haciendo germinar allí gracias, inspiraciones y
anhelos que hoy se materializan en un espléndido santuario.
Hna. Elizabeth Verónica MacDonald, EP
D
cían dibujos, en la arena y en la nieve, representándolo con un crucifijo
en la mano y un rosario en la cintura, rezando en lo alto de la colina.
Cuando, en 1842, granjeros irlandeses se establecieron en ese risueño paraje del centro norte de Estados Unidos, lo llamaron Erin —una
forma poética de evocar su país natal— y le dieron a aquella montaña
el nombre de Holy Hill —Monte Sagrado. Años después, colonos alemanes también llegaron a la región
y continuaron alimentando una re-
ata venia a la Historia, se
puede afirmar que la piedra angular del actual
Santuario Nacional de
María Auxilio de los Cristianos, en
Erin, Wisconsin, no fue puesta en las
primeras décadas del siglo XX, sino
en el siglo XVII. Porque en esa remota época, antes de que Estados Unidos existiera como país, un sacerdote
erigió un altar de piedra en la colina
más alta de la región y la consagró para siempre, como suelo sagrado, en
las manos de María Santísima.
Antiguas tradiciones
indígenas
36
El enigmático ermitaño
de Holy Hill
Tom Noll (PD)
Pocos datos hay a respecto de ese sacerdote. Llegó a ser identificado como el padre Jacques
Marquette, famoso misionero jesuita y explorador
norteamericano, pero esta hipótesis en la actualidad se considera improbable. En cualquier caso, los
indios de la región conservaron entre sus tradiciones la figura de un “jefe de
túnica negra” e incluso ha-
verencia religiosa por ese lugar, al
que denominaron Maria Hilfberg —
Montaña de María.
Seguramente que esos inmigrantes conocían los recuerdos legendarios de los nativos, pero su profundo
sentido religioso —especialmente
de los provenientes de la “isla mística”— debió haberles hecho sentir
en la colina algún designio sobrenatural. Pues no se puede negar que la
mirada de María Santísima se posó
en aquel lugar, haciendo germinar
allí gracias, inspiraciones y anhelos
que hoy se materializan en un
espléndido santuario.
Vitrales, mármoles y mosaicos adornan
el interior del edificio
Interior de la basílica, tras la restauración de 2006
El primer nombre asociado
a Holy Hill es el del francés
François Soubrio. Se dice que,
mientras servía como asistente de un profesor de Quebec,
encontró un mapa y un viejo
manuscrito, datados de 1676,
que describía una región aislada dominada por una alta
colina en forma de cono y narraba su conquista en nombre
de María.
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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Lugar de culto y peregrinación
Ahora bien, cierto día, un sacerdote austríaco, el padre Francis
Paulhuber, encargado de tres parroquias de la región, declaró a un
amigo: “Qué hermosa colina aquella, me recuerda bastante a una que
hay cerca de mi casa, en mi país natal”. Y, a continuación, concluyó el
trivial comentario con una intuición
casi profética: “Estoy seguro de que
un día no muy lejano esa colina se
convertirá en uno de los sitios más
conocidos de estas tierras; será consagrado y santificado; transformado en un lugar de culto y peregrinación; decenas de miles de personas
vendrán a rendir homenaje a la Virgen María y a su Hijo...”.2
El P. Paulhuber no era una persona de construir castillos en el aire, y menos aún iglesias... En 1855 le
compró al gobierno norteamericano
Shoelace414 (CC-3.0)
El descubrimiento hizo que en su
alma naciera el noble deseo de ponerse en camino para establecer su
hogar en ese sitio. Una versión popular de la historia lo describe llegando a la montaña en un estado de
parálisis parcial, causada por el largo viaje, pasando la noche en oración y siendo milagrosamente curado a la mañana siguiente.
Aunque sepamos su nombre, el
“ermitaño de Holy Hill” no deja de
ser una figura enigmática. Algunos
lo describen como un penitente, un
alma que cargaba con un “gran dolor interior y que buscaba consuelo
en Dios”,1 siguiendo las huellas del
salmista: “Si grito invocando al Señor, Él me escucha desde su monte
santo” (Sal 3, 5).
Cuando, alrededor de 1862, los
granjeros de los alrededores se enteraron de la existencia de ese ermitaño, lo acogieron inicialmente
con desconfianza. Pero enseguida
se crearon lazos de amistad: empezaron a llevarle comida e incluso le
construyeron una cabaña.
Rodeado por una vegetación exuberante, el santuario acoge a peregrinos
que buscan pasar algún tiempo de intimidad con María y Jesús
Vista aérea del Santuario Nacional de María Auxiliadora
las poco más de 16 hectáreas de terreno en el que se hallaba la colina,
con la intención de ceder posteriormente el lugar a la arquidiócesis.
Aún vivía el misterioso ermitaño
cuando fue levantado allí mismo, en
1863, el primer edificio de culto: una
rústica capilla, dedicada a María Auxiliadora. Dieciséis años después empezaron los trabajos para la construcción de una iglesia, y algunas décadas
más tarde surgió la necesidad de erigir un templo mayor. Así nacía el actual santuario, en estilo neorrománico, consagrado en 1931 y elevado a
basílica menor en 2006.
Las palabras grabadas en la piedra angular de ese templo dan testimonio del maternal dinamismo de
la presencia de María en Holy Hill.
Traducidas del latín, dicen: “A causa del creciente número de los que
honran a la Auxiliadora, la Bienaventurada Virgen María, soy la piedra angular del tercer templo en la
cima de esta colina”.
El edificio está bellamente adornado con vitrales, mármoles, mosaicos e imágenes. Pero lo más significativo del ornato quizá sean las
muletas alineadas en la entrada, testigos mudos de la gratitud de los que
han sido objeto de una de las incon-
tables formas de auxilio que la Virgen pródigamente concede a sus devotos.
A solas con Dios y María
Los padres carmelitas descalzos, responsables del santuario desde 1906, ofrecen una afable acogida
a los que desean pasar algún tiempo
de intimidad con Dios en Holy Hill.
Al año, 500.000 peregrinos acuden
al santuario buscando ese tipo de soledad en el complejo que actualmente abarca cerca de 175 hectáreas.
El panorama visto desde lo alto de las torres de la basílica descubre kilómetros y kilómetros de magnífica naturaleza. En invierno, la
exuberante vegetación da paso a la
blancura de la nieve, y el santuario
queda envuelto en un sagrado silencio. Remontándonos a las palabras
del salmista, bien podríamos decir
que ésta es la montaña que María,
Auxilio de los Cristianos, ha elegido
para habitar (cf. Sal 67, 17). 
1
HISTORY of the Basilica, c. II. In:
Basilica of the National Shrine of Mary
Help of Christians at Holy Hill:
http://www.holyhill.com.
2
Ídem, c. VII.
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del Evangelio
37
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LA PALABRA DE LOS PASTORES
Vida consagrada
y vocación a la santidad
La primera y más importante consagración es la bautismal. Pero
dentro del pueblo de Dios, algunos han sido llamados a vivir en
un nuevo estado o modo de vida.
Cardenal Orani João Tempesta, OCist
Arzobispo de San Sebastián de Río de Janeiro
E
l 2 de febrero celebramos
la fiesta de la Presentación
del Señor en el Templo. En
dicha fiesta somos llamados a contemplar el misterio que nos
recuerda los cuarenta días del nacimiento del Hijo de Dios en la gruta de Belén, cuando la Santísima Virgen María y su esposo San José, padre
adoptivo davídico de Jesús, fueron al
templo llevando en sus brazos al Niño Dios para presentarlo, ofrecerlo,
consagrarlo al Señor, pues aunque Él
fuera el “Dios con nosotros”, sus padres quisieron, con la profunda práctica religiosa que guardaban, cumplir
lo que la ley prescribía para los primogénitos.
También nosotros debemos
presentarnos en el Templo
Así, también nosotros, cuarenta días después de haber celebrado
la Santa Natividad del Señor, debemos presentarnos en el Templo para
renovar la ofrenda de nosotros mismos al Señor, para que con nuestra
vida siempre demos testimonio de
que somos templos de Dios y que,
por tanto, somos moradas del Se38
ñor, la Trinidad habita en nosotros.
La liturgia que celebramos nos hace
vivir el ya y el no todavía, actualizado en el misterio celebrado.
Haciéndome eco de la convocatoria del Papa, aprovecho la ocasión para anunciar que he preparado, para
este día que tradicionalmente se conmemora a Nuestra Señora de la Luz,
de las Candelas o de la Candelaria,
una carta pastoral con el título: Gratitud, pasión, alegría y esperanza, que espero sea leída y meditada por los fieles
de nuestra diócesis y, sobre todo, por
los consagrados y consagradas en este año dedicado especialmente a ellos.
¡Vivamos, pues, con alegría y gran
compromiso, a invitación y por institución del Papa Francisco, el Año de
la Vida Consagrada en toda la Iglesia Católica! Bajo ese término —vida consagrada— encontramos tanto
a los miembros de los institutos religiosos, de los institutos seculares, como a los fieles que forman parte del
Orden de las vírgenes, de los eremitas, o son miembros de las sociedades de vida apostólica y de las nuevas
comunidades, cada uno a su modo,
consagrados a Dios sea en la vivencia
de los consejos evangélicos (pobreza, castidad y obediencia) a través de
votos públicos o privados, sea consagrados a través de otros vínculos reconocidos por la Iglesia o incluso escondidos a los ojos del mundo, pero
que a los ojos de Dios no lo son.
La vocación de todos:
vocación a la santidad
La primera y más importante consagración, todos lo sabemos,
pero siempre es bueno recordarlo, es la bautismal y, a partir de ésta, la que la Tradición llama Ianua
Sacramentorum, cuando nos convertimos, en el sentido más estricto
y teológico del término, en “hijos de
Dios”; la Iglesia, nuestra Madre que
nos ha engendrado por el Bautismo, nos acompaña en nuestra vida
por los otros sacramentos de iniciación cristiana: Confirmación y Eucaristía; por los sacramentos de curación: Penitencia o Reconciliación
y Unción de los Enfermos; y por los
sacramentos al servicio de la comunidad: Orden y Matrimonio.
Pero dentro del pueblo de Dios
algunos son llamados, clérigos o lai-
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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Gustavo Kralj
En esta ciudad, que en su
fundación contó con la presencia de San José de Anchieta, entre los varios dones que hemos
recibido y que pueden inspirar a
los consagrados en este año especial, es el de tener en nuestra
Iglesia el proceso, que ya está
en Roma, de la Sierva de Dios
Hna. María José, carmelita de
Río de Janeiro, como estímulo
al llamamiento a la santidad de
la vida religiosa en estas tierras
cariocas. Aquí también vivió,
residió largo tiempo y falleció
la Beata Bárbara Maix, fundadora de la Congregación del Inmaculado Corazón de María.
Sabemos también que Zelia, esposa de Jerónimo, cuyo proceso
arquidiocesano está en curso,
terminó sus días como consagrada. Son signos de vida consagrada que pueden ayudarnos
mucho en estos tiempos a agradecérselo a la Historia, a vivir
hoy con pasión la vida y a mirar
“No hay que ceder a la
con esperanza hacia el futuro.
tentación de confiar
Que todos los religiosos de
en las propias fuerzas”
nuestra amada arquidiócesis de
San Sebastián de Río de JaneiEn este Año de la Vida ConLa Jornada Mundial de la Vida Consagrada
ro se empeñen en el Año de la
sagrada el Santo Padre, reliles recuerda a todos los consagrados
Esperanza, y que seamos siggioso de la Compañía de Jesús
la vocación que tienen para vivir una
nos de la esperanza cristiana
(jesuita), quiere que los conauténtica amistad con el Señor
en el mundo. La Iglesia camisagrados evangelicen su vocaNuestra Señora de la Luz - Altar mayor
na, todos juntos, con todos sus
ción, acordándose del pasado
de la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria,
Río de Janeiro
objetivos dirigidos hacia Nuescon gratitud, viviendo el pretro Señor y Redentor Jesucrissente con pasión y abrazando
el futuro con esperanza, confian- momento presente en vigilante vela. to. Jesús, que vino para servir y quido siempre en la Providencia de ese Con Benedicto XVI, repito: ‘No os tar el pecado del mundo, quiere que
Dios nuestro que nos acompaña con unáis a los profetas de desventuras nos sirvamos unos a los otros y proque proclaman el final o el sinsenti- duzcamos frutos de salvación.
amor y fidelidad.
Recemos por el mundo y demos
Y con el Papa Francisco, en la do de la vida consagrada en la IgleCarta Apostólica a todos los consa- sia de nuestros días; más bien reves- testimonio de que es posible ser un
grados con ocasión del Año de la Vi- tíos de Jesucristo y portad las armas signo de santidad. 
da Consagrada, deseo: “No hay que de la luz —como exhorta San Pablo
ceder a la tentación de los números y (cf. Rm 13, 11-14)—, permaneciendo
Publicado originariamente en
de la eficiencia, y menos aún a la de despiertos y vigilantes’. Continuemos
http://arqrio.org, en la sección
confiar en las propias fuerzas. Exa- y reemprendamos siempre nuestro
“Voz do Pastor”, el 2/2/2015
minad los horizontes de la vida y el camino con confianza en el Señor”.
Traducción: Heraldos del Evangelio
cos, y es eso lo que celebramos
en esta jornada, a vivir un estado nuevo de vida: el religioso,
o un modo nuevo de vida: seglar, miembros de sociedades
apostólicas y de nuevas comunidades, respondiendo así, de
forma bien específica, a la única vocación a la que todos son
llamados: la vocación a la santidad.
La Jornada Mundial de la Vida Consagrada, instituida por
San Juan Pablo II, este año celebramos la XIX, les recuerda
a todos los consagrados la vocación que tienen para vivir una
auténtica amistad con el Señor
que los ha llamado a una relación
de profunda intimidad con Él,
en la comunión eclesial y al servicio del mundo. Pero también
nos recuerda a todos nosotros
que recemos por esos hombres
y mujeres de Dios que nos tienen
siempre presentes en su oración.
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del Evangelio
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Conforme la noticia enviada a la
agencia Fides por el padre Emmanuel Parvez, el estado paquistaní de
Punjab cuenta desde el 17 de enero
con una iglesia católica más, dedicada a Santa Teresa Benedicta de la
Cruz.
El templo se encuentra en una zona destinada a familias sin recursos
en el municipio de Pansara, situado a
25 Km de Faisalabad, la tercera ciudad más grande del país. La consagración fue realizada por el obispo
de Faisalabad, Mons. Joseph Arshad, que elogió la alegría de los fieles
y reforzó la “importancia de la formación espiritual de la comunidad”.
Una firma de tecnología
de la India premia
a las Hermanitas de los Pobres
Las diócesis estadounidenses
celebran la semana de
las escuelas católicas
Como viene sucediendo todos los
años, las diócesis de Estados Unidos iniciaron el último domingo de
enero la Semana Nacional de las Escuelas Católicas, destinada a mostrar los valores transmitidos a la juventud a través de una educación
cristiana y la contribución de dichas
40
Desde el 2007, la Fundación Software Paradigms Infotech (SPI),
creada por la empresa tecnológica
del mismo nombre, otorga un premio anual a entidades que se han
destacado por sus servicios a la comunidad en el estado de Karnataka,
al sur de la India.
Este año ha sido concedido a la
Congregación de las Hermanitas de
los Pobres, en reconocimiento por la
valiosa labor realizada desde hace
dos décadas con los ancianos necesitados de la ciudad de Mysore, antigua capital de ese estado. La entrega fue hecha el 8 de enero en la sede
de la empresa, en Hebbal, periferia
de Bangalore.
La presidenta de la fundación,
Sophie Mookerji, así explicaba el
motivo del galardón: “Ha sido concedido a las Hermanitas de los Pobres por sus iniciativas a favor de las
personas mayores de nuestra sociedad. Su casa no tiene ninguna fuente regular de ingresos y depende de
donaciones. Al instituir este premio, queremos animar y reconocer
a las ONG que contribuyen activamente al desarrollo global de nuestra sociedad”.
Fundada en Francia en 1839,
por Santa Juana Jugan, la Congregación de las Hermanitas de los
Pobres inició su presencia en la India con la llegada de dos religiosas
el 30 de abril de 1900. Desde entonces, en un continuo y arduo trabajo de crecimiento y gran entrega
por los más necesitados, la comunidad se extendió por ese país hasta
alcanzar el número de trece casas
en doce ciudades.
Diócesis de Córdoba
Una nueva iglesia es
consagrada en Paquistán
escuelas a la Iglesia, a las comunidades locales y al país.
El tema que orientó la semana
este año fue Escuelas católicas: comunidades de fe, conocimiento y servicio. Las conmemoraciones incluyeron programas de puertas abiertas,
que empezaban con la Celebración
Eucarística, seguida de una visita a
las instalaciones de cada escuela y
una breve explicación de su funcionamiento, de las obras caritativas y
otras actividades realizadas en ellas.
La Asociación Nacional de Educación Católica, organizadora del
evento, resaltó la creciente popularidad de las escuelas católicas en
ese país, indicando que para el curso 2014-2015 fueron inauguradas 27
nuevas escuelas y que el 32% de los
centros de enseñanza católicos tienen lista de espera.
Estados Unidos cuenta con 6.568
escuelas católicas de enseñanza primaria y 1.200 de enseñanza media.
Éstas tienen el índice más alto de
graduaciones por alumno del país:
un 99%, en comparación al 97,2%
de las escuelas de otras religiones y
al 78,2% de las públicas. Tomando
como base el coste medio por alumno de la escuela pública, se calcula
que las católicas le ahorran al Estado, en el año lectivo 2014-2015,
24.000 millones de dólares, al atender a cerca de 2,1 millones de estudiantes.
El cabildo de Córdoba otorga
becas a más de 3.600 familias
Monseñor Demetrio Fernández,
obispo de Córdoba, España, presidió la entrega de becas al estudio
realizada el 3 de enero, en el Patio
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de los Naranjos de la catedral, ante
la presencia de 4.000 personas. Destinadas a familias con recursos insuficientes para costear los estudios de
sus hijos, fueron otorgadas por el cabildo catedralicio como una forma
de celebrar el 775 aniversario de la
existencia del histórico templo cordobés.
En un principio la diócesis había convocado 775 becas, pero felizmente fue posible ampliar el número hasta cubrir las 3.675 solicitudes.
Entre ellas, 485 destinadas a estudios universitarios, 1.054 para ciclos
formativos y Enseñanza Secundaria,
618 para Educación Infantil y 29 de
Educación Especial.
“La Iglesia siempre ha estado
con quienes más lo necesitan, con
aquellas familias que lo están pasando mal y por eso hemos querido aprovechar este 775 aniversario
para conceder estas becas”, afirmó
Mons. Fernández.
La diócesis de Portsmouth crea
22 grupos de evangelización
Monseñor Philip Egan, obispo de
Portsmouth, Inglaterra, anunció un
cambio radical en la organización de
la diócesis para volverla más centrada en la evangelización. Con esa finalidad, los 22 consejos parroquiales serán sustituidos por equipos de
evangelización, compuestos por hasta ocho laicos, un religioso y tres sacerdotes. Actuarán en las respectivas
áreas pastorales realizando tareas específicas, como la distribución de folletos con informaciones sobre Misas
y otras actividades, o la difusión de la
iniciativa Traiga un amigo a Misa.
En el video mensaje en el que es
presentado el proyecto, Mons. Egan
explica: “Deseo que los grupos representen todas las edades y condiciones: jóvenes, personas de mediana edad, ancianos, peregrinos,
hombres y mujeres, quizá profesores
de alguna escuela católica, y también
religiosos”. Y establece que el proceso se inicie con una Hora Santa destinada a pedir por los frutos de dicha
iniciativa, que espera esté en funcionamiento después de la Pascua.
Inminente publicación del
Nuevo Testamento en tzotzil
Para atender mejor a los 350.000
fieles de etnia maya que residen en
El cardenal Filoni visita Vietnam
or invitación de la Conferencia de los Obispos Católicos de Vietnam, el prefecto de la Congregación
para la Evangelización de los Pueblos, el cardenal Fernando Filoni, hizo una visita pastoral de una semana de
duración a ese país asiático, que cuenta con un 7% de
católicos de una población total de 87 millones de habitantes.
El purpurado llegó el 19 de enero a Hanói, donde tuvo un encuentro con sacerdotes y representantes de diversas diócesis y el día 22 presidió una Eucaristía en el Santuario Mariano Nacional de La Vang,
uno de los más conocidos y frecuentados de Asia.
Durante su homilía, el cardenal se dirigió a la Santísima Virgen diciendo: “Como peregrino, también
en nombre de nuestra Congregación Misionera, suplico a María su protección para el trabajo de evangelización en todo el mundo: es la que dio a luz a Jesús, el Evangelio vivo, la Palabra de Dios, y la que ha
acompañado a la Iglesia desde el día de Pentecostés,
por tanto, Madre de incontables hijos de la Iglesia,
especialmente en el continente asiático. Por esa razón, hoy traigo el regalo de tres rosas de plata en perpetua memoria de esta petición a Ella”.
www.asianews.it
P
El Cardenal Fernando Filoni en el exterior del
Santuario Nacional de La Vang, donde
presidió una Misa solemne
Y, evocando las apariciones de la Virgen ocurridas en ese lugar en 1798, añadió: “Conocéis la hermosa historia de los primeros cristianos perseguidos,
que encontraron refugio, ánimo y protección en este
sitio. Se podría decir que María vive aquí, y los obispos acertadamente han declarado que sea este lugar
el Santuario Mariano Nacional”.
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del Evangelio
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02/03/2015 08:44:06
cularmente arduo, porque muchas
palabras y expresiones usadas en el
Nuevo Testamento no tienen equivalente en tzotzil, haciéndose necesario encontrar formulaciones alternativas que mantuvieran la fidelidad
a los conceptos cristológicos, sacramentales y eclesiológicos.
Para completar el laborioso proceso de revisión, un grupo de trabajo de la Comisión de Pastoral Bíblica de la Conferencia Episcopal de
México realizó una visita a la dióce-
Una diócesis mexicana
abre capillas en estaciones
ferroviarias
Obras de Santa Teresa y
San Juan de la Cruz en chino
42
SIAME
P
ara dar mejor asistencia a sus frecuentada por los inmigrantes
propios fieles y a los emigran- centroamericanos, a los cuales
tes centroamericanos que transi- se desea atender especialmente.
tan por ellas, la joven diócesis de Mons. Mondragón destacó tamCuautitlán, erigida en 1979, deci- bién el compromiso de la Casa
dió abrir nuevas capillas en las pla- del Migrante San Juan Diego, en
zas comerciales que dan acceso Huehuetoca, a donde son encaa las estaciones del tren suburba- minadas las personas con partino situadas en su territorio: Cuau- cular necesidad de atención.
La arquidiócesis de Tlalnetitlán, Tultitlán y Lechería. Están
atendidas por sacerdotes de las pa- pantla, de la cual es sufragánea
rroquias vecinas, según el esque- Cuautitlán, anunció la próxima por turnos organizado por el ma apertura de capillas similapadre Mauro García, coordinador res en las estaciones de San Rade la Pastoral de la Comunicación fael y Tlalnepantla, situadas en
la misma línea ferroviaria.
de la arquidiócesis.
Mons. Guillermo Ortiz Mondragón, obispo de Cuautitlán, explicó al semanario Desde
la fe, que la apertura
de esas capillas forma
parte del Plan Pastoral
de la diócesis, empeñada en ir al encuentro de
las personas que necesitan de auxilio. La línea
Aspecto externo de la capilla de la
ferroviaria que atravieestación de Cuautitlán, dedicada
sa la diócesis es muy
a San Juan Diego
sis de San Cristóbal de las Casas, a
fin de conferir in situ la idoneidad de
los textos, analizándolos con jóvenes
y ancianos de la región que dominan
dicha lengua con más fluidez.
Se espera que, una vez finalizado
el trabajo, la Conferencia Episcopal
de México otorgue el nihil obstat para la traducción el próximo mes de
abril.
Francisco Lecaros
el estado de Chiapas y en ciertas zonas del oeste de Guatemala, la Iglesia mexicana viene trabajando desde
hace treinta y cinco años en una versión del Nuevo Testamento en tzotzil, principal lengua hablada por los
indígenas de esas regiones.
La traducción ha sido realizada por Misioneros del Sagrado Corazón y Santa María de Guadalupe,
párrocos de la región de Chiapas y
catequistas de las comunidades locales. El trabajo ha resultado parti-
La editorial católica Xinde, de la
ciudad de Shijiazhuang, Taiwán, publicó a primeros de año la traducción al chino de obras inéditas en
ese idioma: el Libro de la Vida y Camino de Perfección, de Santa Teresa de Jesús; y las poesías Noche Oscura y Subida al Monte Carmelo, de
San Juan de la Cruz.
El Libro de la Vida es una narración autobiográfica compuesta por
primera vez por la santa en 1562 y
rehecha en 1565. En Camino de Perfección, la fundadora de las Descalzas expone las normas espirituales para las monjas del monasterio
de San José, de Ávila. Noche oscura
es el poema místico más famoso de
San Juan de la Cruz, quien, en Subida al Monte Carmelo, describe en
prosa y en verso la unión mística del
alma con Dios. Como es fácil de entender, esas poesías fueron las que
más dificultades presentaron a la
hora de la traducción.
La obra ha sido patrocinada
por la Fundación del V Centenario, creada para conmemorar los
500 años del nacimiento de esa gran
doctora de la Iglesia.
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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02/03/2015 08:44:09
Festividad de Nuestra Señora de
Lourdes en Santiago de Chile
specialmente concurrida y celebrada con devo- la mirada de la Madre y del Padre es la mirada del
ción y recogimiento, fue la festividad de Ntra. amor traspasado y llevado hasta las últimas conseSra. de Lourdes, en el Santuario a Ella dedicado en cuencias.”
Quinta Normal, Santiago de Chile.
Durante toda la semana, pero particularmente el 11 de febrero, los fieles participaron
de las concurridas 15 Misas que se iban alternando entre la Basílica y la Gruta, mientras
había atención permanente de Confesiones,
Adoración al Santísimo Sacramento, Procesiones y Rosarios. Se calcula que participaron
más de 100.000 fieles.
El lema de este año ha sido: “Con Nuestra
Señora de Lourdes volvamos a Dios, retornemos a casa”. En este sentido, cabe destacar la
homilía proferida por el Padre Aldo Gajardo, Religioso Asuncionista y Rector del Santuario, el cual recordó que “cuando nos dejamos alcanzar por la mirada de la Madre, por
Aspecto de una de las Misas celebradas el día
la mirada del Padre, nuestra vida se transfor11 de febrero en la Gruta situada junto a la Basílica
ma, se ilumina, se llena de sentido, porque
El Jubileo de las 40 Horas en
la arquidiócesis de Lima
El 1 de enero se celebraba, en esta ocasión en la basílica de Nuestra
Señora del Rosario, de la capital peruana, el inicio de la adoración eucarística de las 40 Horas, promovida anualmente por la arquidiócesis
de Lima, que se sucederá por turnos durante todo el 2015, en forma
de Jubileo Circular, de parroquia
en parroquia, siguiendo la tradición
que comenzó con el arzobispo Manuel Tovar en 1899.
Explica el sitio web del arzobispado que la práctica de dicha devoción “por su carácter expiatorio,
suplicante y eucarístico, va a ayudar a muchos fieles a configurarse
con Cristo y a estar en sintonía con
su obra redentora. Va a enseñarles también a unirse a Cristo resucitado, presente en el Santísimo Sacramento del Altar, recordando el
momento de su permanencia en el
sepulcro, muerto después de sufrir
por nosotros su dolorosa Pasión”.
Las Dominicas de María editan
un CD para seguir el Rosario
Las Hermanas Dominicas de María, Madre de la Eucaristía, combi-
nan la espiritualidad dominicana y
los desafíos de la Nueva Evangelización. Animadas por ese espíritu,
lanzaron en el 2013 el CD Mater Eucharistiæ, que contiene quince piezas
escogidas de música sacra, el cual se
convirtió en uno de los mayores best
seller de música sacra y religiosa.
“Damos gracias a Dios por habernos dado la oportunidad de haber hecho esa grabación”, afirmaba
la Madre Joseph Andrew Bogdanowicz, OP, una de las fundadoras
de la comunidad. “Desde los tiempos de Santo Domingo hasta el
presente, el Rosario ha llevado a
muchas almas a la sosegada contemplación de Jesús y María. Ha sido una gran bendición reunir los diversos elementos de este proyecto,
Marzo 2015 · Heraldos
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Ricardo Hucke
E
del Evangelio
43
02/03/2015 08:44:13
Procesión de la Divina Pastora
Como todos los años, el 14 de
enero la ciudad de Barquisimeto,
Venezuela, acoge una de las procesiones más concurridas del mundo,
la de la Divina Pastora, equiparable, por el número de participantes,
a la conmemoración de Nuestra Señora de Guadalupe en México, de
Nuestra Señora de Fátima en Portugal o la del Cirio de Nazaret en
Brasil.
La milagrosa imagen, esculpida
en España en el siglo XVIII, salió
al mediodía de la iglesia parroquial
del pueblo de Santa Rosa, donde se venera, y recorrió los 7,5 km
que separan dicho templo de la catedral de Barquisimeto. Avanzaba
lentamente por las pequeñas calles
coloniales de Santa Rosa acompañada por 2 millones y medio de fieles —según las estimaciones del
diario venezolano El Tiempo—, para que todos tuvieran la oportunidad de verla de cerca. A fin de
cumplir una promesa algunas madres visten a sus hijas de pastorcitas; otros caminan descalzos o vestidos de nazarenos.
Por la mañana el arzobispo de
Barquisimeto, Mons. Antonio López Castillo, celebró una Misa conmemorativa en la iglesia parroquial
de Santa Rosa antes de comenzar
la procesión, que se realiza desde
44
el año 1856. También hubo una solemne Eucaristía al llegar a la catedral.
Textos chinos enriquecen
la Biblioteca Vaticana
El 22 de enero se presentaron los
primeros 44 volúmenes de la Colección de las obras históricas y literarias
chinas de la época Ming (1368-1644)
y Qing (1644-1911), conservada en
la Biblioteca Apostólica Vaticana.
Contienen un total de 170 documentos reproducidos con copia anastática, para garantizar la fidelidad al
original.
El laborioso trabajo, iniciado en
2008, está siendo hecho por la Biblioteca Apostólica Vaticana en conjunto con la Universidad de Lenguas
Extranjeras de Pekín, y con el apoyo
de la Universidad La Sapienza y del
Instituto Confucio de Roma. Según
Mons. Cesare Pasini, prefecto de la
Biblioteca Apostólica Vaticana, se
ha dado preferencia a las obras de
las cuales aún no han sido publicadas copias.
Los manuscritos chinos de la biblioteca más antiguos se remontan
al año 1500, y fueron llevados por el
misionero jesuita Matteo Ricci.
“Empresa Orante”: rezar el
Rosario en el trabajo
Con una Misa celebrada en la capilla de la Obra de los Josefinos de
Murialdo, en Turín, Italia, fue lanzada el pasado 20 de febrero una experiencia única, que está logrando mucha adhesión no sólo en esa ciudad,
sino también en el Bajo Piamonte y
en la región de Como.
La iniciativa, denominada “Empresa Orante”, introduce “la oración y, particularmente, el rezo del
Rosario en los sitios de trabajo que
se han abierto a la experiencia de
convertirse en ‘células’ de la Empresa Orante”, aclara María Chiara Martina, una empresaria del
terreno de la moda y de la comuni-
cación, promotora del movimiento.
Y explica: “Nuestros abuelos tenían mucha más confianza en esta ‘herramienta’ y no tenían miedo
de utilizarla para hacer frente a la
cotidianidad concreta. ¡Es hora de
redescubrirlo...!”.
Todos los viernes del año, de 18
a 19 h, cada empresa organizará su
momento de súplica y confiará en la
omnipotente intercesión de María
Santísima, pidiéndole que “transforme la realidad, convierta los corazones de los que tienen las riendas de la economía y proteja a los
que sufren por la falta de trabajo”,
es lo que desea este grupo que quiere conquistar no sólo Italia sino todo el mundo.
Victor M. Domingues
desde las meditaciones hasta la música y, por supuesto, las propias oraciones. Queremos que todos los corazones sepan que, mientras están
escuchando, nosotras estamos rezando por ellos”.
Aumenta el número
de peregrinos a Santiago
Según un análisis realizado por
el Centro de Estudios y Documentación del Camino de Santiago,
238.000 personas hicieron la célebre peregrinación en 2014, lo que
supone un incremento de casi un
11% con relación al año anterior.
De aquellas, un 30% tienen menos
de 30 años de edad y un 12% son jubilados. Estos datos sólo incluyen a
los peregrinos “oficiales”, provistos
de una credencial, que se ha ido sellando y poniendo la fecha a lo largo
del itinerario recorrido.
El Camino de Santiago —que en
realidad está formado por numerosas rutas confluentes— es conocido desde la Alta Edad Media y ya se
mencionaba en el Liber Sancti Jacobi, del siglo XII.
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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02/03/2015 08:44:16
El Pontificio Colegio Norteamericano
inaugura nuevas instalaciones
l Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, inauguró el 6 de enero las
nuevas instalaciones del Pontificio Colegio Norteamericano, construidas con la finalidad de dar una
mejor acogida al gran número de seminaristas estadounidenses que desean concluir sus estudios en
la Ciudad Eterna.
La ampliación acrecentó al edificio un ala de diez
plantas, que suman 10.000 metros cuadrados de área
construida. En ella están incluidos los aposentos del
obispo, suites para huéspedes, aulas de clases —una
de ellas provista de un altar para facilitar el estudio
de la celebración de la Santa Misa—, despachos, un
salón de conferencias, así como una capilla exclusiva
para los seminaristas.
La ceremonia consistió en la bendición de las
nuevas dependencias que fueron recorridas en procesión, desde la parte superior del edificio hasta la
planta baja. Durante el trayecto los seminaristas
iban cantando temas apropiados para la ocasión.
Hablando con los periodistas norteamericanos el
cardenal se manifestó impresionado por el número de
seminaristas que viven en el colegio, “lo que significa
que al menos en ciertas zonas las vocaciones están creciendo”. Y aprovechó para resaltar la importancia de
hacer los estudios en Roma, porque ayuda a comprender la universalidad, la catolicidad de la Iglesia.
El Pontificio Colegio Norteamericano empezó sus
actividades el 7 de diciembre de 1859, con la llegada a
Roma de doce seminaristas diocesanos americanos.
1
2
3
Fotos: Pontificio Colegio Norteamericano
E
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En las fotos: el cardenal Pietro Parolin durante la Santa Misa que precedió a la bendición de las
instalaciones (foto 1); inicio del recorrido procesional en la azotea del edificio (foto 2) y aspectos de la
Misa en la nueva capilla reservada a los seminaristas (fotos 3 y 4)
Marzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
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02/03/2015 08:44:20
HISTORIA PARA NIÑOS... ¿O ADULTOS LLENOS DE FE?
Terrible
y misericordiosa
justicia
Al analizar su impía actitud y acordarse del infinito
amor divino, el joven soldado le pidió perdón a
Dios de su pecado. Entonces fue cuando empezó
el estruendo de los aviones enemigos...
Hno. Jean Murilo de Oliveira, EP
D
isparos, estallidos de bombas y gritos aterradores...
Nos encontramos en una
de las guerras de principios del siglo pasado. En medio de
los enfrentamientos un pelotón se
esfuerza por proteger sus propias vidas.
En cierto momento, empiezan a
oírse estruendosos sonidos de motores y parecía que cada vez estaban
más cerca.
—¿Pero qué es eso? —se preguntaban los jóvenes combatientes.
Se trataba de una de las armas
más temidas de la época: los terribles cazabombarderos. Al sentir que
el ruido de esas máquinas mortíferas se iba aproximando, el pelotón
se dispersó en todas direcciones. Y
al avión no le faltó tiempo para soltar las bombas... En medio de las estrepitosas explosiones se escuchó el
grito desgarrador de uno de los sol46
dados que había sido alcanzado por
los proyectiles del enemigo.
Inmediatamente la Cruz Roja entró en acción y los enfermeros se dispusieron a trasladar sin demora a la
víctima al hospital de campaña. Tras
aplicar los primeros auxilios, cubrieron con una sábana el destrozado
cuerpo del combatiente, mientras una
de las enfermeras salía ágilmente en
busca del capellán. El estado del infeliz soldado era muy grave. Parecía
que le quedaba poco tiempo de vida.
El sacerdote acudió corriendo a
la llamada y enseguida llegó junto al
herido. Al acercarse, se sorprendió
de verlo enteramente lúcido y tranquilo, una actitud poco común en
esas circunstancias. El capellán empezó a charlar con el joven para conocer cuáles eran sus disposiciones
de alma ante la muerte inminente.
Justo al principio de la conversación, el militar le pidió al ministro
de Dios que le retirara la parte superior de la sábana que lo tapaba. Así
lo hizo y constató con asombro que
el joven había perdido los dos brazos. Sin embargo, el moribundo le
rogó que le descubriera por completo y, a pesar de temeroso por lo que
pudiera hallar, el sacerdote atendió
su deseo.
Y se encontró con una escena horrible: ¡ahí estaba un hombre con los
brazos y las piernas amputados! Ante tal tragedia, no se contuvo exclamar:
—¡Pobrecillo!
El joven, no obstante, replicó:
—Padre, usted no debería llamarme pobrecillo, sino bienaventurado. Le voy a contar porqué. Cuando me dirigía al frente de batalla
con mis compañeros, tropezamos
en una encrucijada con un crucifijo y todos empezamos a blasfemar.
Y para demostrar que mi impiedad
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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Marzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
Ilustraciones: Elizabeth Bonyun
era mayor que la de los demás, me
adelanté, saqué mi sable y le corté
los brazos y las piernas al Crucificado, lo que causó horror incluso a
mis colegas.
El capellán lo tapó de nuevo y
abrió más los ojos, imaginando el espantoso acontecimiento.
—Al oír el zumbido de las balas que nos indicaba el primer enfrentamiento de nuestro batallón
—continuaba el combatiente—, mi
conciencia me atormentaba fuertemente por haber cometido tan horrible sacrilegio. Y no se me iba de
la memoria todo lo que había aprendido en mi familia, la cual siempre
fue muy católica, pero sobre todo lo
que me enseñaron en la catequesis:
Jesucristo nuestro Señor nos ama
tanto que si un solo hombre hubiera cometido un único pecado, Él estaría dispuesto a pasar por la muerte
en la cruz para salvarlo...
vo, con la confianza de que María
Emocionado, el sacerdote sonrió,
me había alcanzado el perdón de su
al dar testimonio de la acción de la
divino Hijo. Entonces fue cuando
gracia en el alma de aquel pobre solempezó el estruendo de los aviones
dado.
enemigos... y Dios oyó mi súplica,
—Sin embargo —seguía diciendo
pues aquí me encuentro tal y coel herido—, ¡cuántas veces los hommo dejé al Crucificado con el que
bres reniegan de Él ante una dificulnos topamos en el camino. Me estad o incluso para darse importancia
toy muriendo, padre, y aunque condelante de falsos amigos! Y yo, adefío en que estoy perdonado, le pido
más de blasfemar contra el Hombre
la absolución sacramental y los sanDios, atenté contra su imagen sagratos óleos.
da. En consecuencia, un único penEl capellán lo absolvió, le admisamiento me vino a la mente: estoy
nistró la Unción de los Enfermos y
en pleno campo de batalla, con disle dijo:
paros por todos lados... Si me muero
—Vamos a agradecérselo a la Virahora, ¿a dónde iré? ¿No he de megen Santísima que te ha hecho comrecer ser objeto de la justicia divina,
prender tantas cosas, como enseña el
por muy misericordioso que sea JeLibro de los Proverbios: “no rechasucristo?
ces la reprensión del Señor, no te enEl moribundo, al sentirse exhausfades cuando Él te corrija, porque el
to, se calló y dos enormes lágrimas
Señor corrige a los que ama, como
de arrepentimiento brotaron de sus
un padre al hijo preferido” (3, 11-12).
ojos. Recobró un poco las fuerzas y,
Hijo mío, ahora ya puedes morir en
respirando con dificultad, prosiguió
paz.
su narración:
Poco después, el joven soldado
—Así que, analizando mi imentregaba su alma al Creador, llepía actitud y acordándome del infivando en su corazón la alegría de
nito amor divino de Jesús, dispueshaber sido objeto de la misericorto a enfrentar las atrocidades de la
diosa justicia de Dios, como su verPasión para salvar a un solo pecadadero hijo. 
dor, le pedí al Señor, por intercesión de María, su Santísima Madre
y Auxilio de los Cristianos, la gracia del perdón de tan grave pecado. Y reconociéndome merecedor de un gran castigo, le
rogué que me puniese en
esta vida y no después de
mi muerte.
Se estaban acercando sus últimos momentos... El aliento
pareciera que lo
abandonaba definitivamente, pero aún consiguió
decir:
—Tan pronto
como terminé mi
oración, sentí en
el fondo de mi al“Tan pronto como terminé mi oración, sentí
en el fondo de mi alma un ánimo nuevo”
ma un ánimo nue47
02/03/2015 08:44:28
LOS SANTOS DE CADA DÍA
só clandestinamente a Escocia,
donde ejerció su ministerio sacerdotal hasta ser preso y asesinado en Glasgow.
1. II Domingo de Cuaresma.
San Félix III, Papa (†492).
Antepasado de San Gregorio
Magno. Tras haber quedado
viudo, abrazó la vida clerical
y sucedió a San Simplicio en
la Cátedra de Pedro.
3. Santa Catalina Drexel, virgen (†1955). Fundadora
de la Congregación de las
Hermanas del Santísimo
Sacramento, en Filadelfia,
Estados Unidos. Trabajó
en la educación de indios y
negros.
11. San Sofronio, obispo
(†639). Monje de Palestina,
elegido Patriarca de Jerusalén.
Combatió la herejía monotelista y compuso himnos y cantos
que hoy forman parte de la liturgia oriental.
www.katharinedrexel.org
2. San Ceada, obispo (†672).
Arzobispo de York, Inglaterra. Ejerció su ministerio recorriendo a pie su territorio.
Transferido a la arquidiócesis de Lichfield, edificó la catedral, flanqueada por un
monasterio.
Santa Catalina Drexel, en la década de 1910
4. San Casimiro, rey (†1484 Grodno
- Bielorrusia).
San Basino, obispo (†705). Se
hizo monje en el monasterio benedictino de San Maximino de
Tréveris, Alemania, del que fue
abad. Más tarde fue nombrado
obispo de esa ciudad.
5. Beato Jeremías de Valaquia, religioso (†1625). Franciscano capuchino, que durante cuarenta años
asistió a los enfermos en Nápoles, Italia.
imágenes fue expulsado de su
patria y murió en el exilio en
Bursa, Turquía.
8. III Domingo de Cuaresma.
San Juan de Dios, religioso
(†1550 Granada - España).
San Veremundo, abad
(†c. 1095). Nacido en Estella, España, entró en el monasterio benedictino de Santa María la Real
de Irache, del que fue superior.
6. Santa Coleta Boylet, virgen
(†1447). Religiosa clarisa, que recondujo muchos monasterios de
su Orden a la perfecta observancia de la Regla. Falleció en Gante, Bélgica.
9. Santa Francisca Romana, religiosa (†1440 Roma).
Santo Domingo Savio (†1857).
Discípulo de San Juan Bosco, siguió el consejo que éste le dio
para ser santo: alegría, devoción
a la Virgen, oración, estudios y
hacer el bien a sus compañeros
del Oratorio. Murió con 15 años,
en Mondonio, Italia.
7. Santas Perpetua y Felicidad, mártires (†203 Cartago - Túnez).
San Pablo, obispo (†850). Por
defender el culto de las sagradas
10. San Juan Ogilvie, presbítero y
mártir (†1615). De familia escocesa calvinista, se fue a estudiar a
Francia y se hizo jesuita. Regre-
48
________
12. San Luis Orione, presbítero (†1940). Alumno y dirigido
espiritual de San Juan Bosco,
fundó la Pequeña Obra de la
Divina Providencia y la Congregación de las Pequeñas Religiosas Misioneras de la Caridad. Falleció en San Remo,
Italia.
13. San Eldrado, abad (†c. 840).
Oriundo de una familia de la
aristocracia franca, se hizo monje benedictino en Novalesa, Italia.
Reformó el salterio y promovió la
construcción de nuevas iglesias.
14. Santa Matilde, reina (†968). Esposa del rey Enrique I de Germania, se dedicó a la asistencia
a los pobres y a la fundación de
hospitales y monasterios.
15. IV Domingo de Cuaresma.
Beato Juan Adalberto Balicki, presbítero (†1948). Rector del
seminario de Przemyśl, Polonia.
Se dedicó a la administración del
sacramento de la Penitencia y a
la formación de los jóvenes seminaristas.
16. San Heriberto, obispo (†1021).
Siendo canciller del emperador Otón III, fue elegido contra su voluntad para la sede
episcopal de Colonia, Alemania. Fundó la abadía benedictina de Deutz.
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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_______________________ MARZO
17. San Patricio, obispo (†461
Down - Irlanda).
Beato Juan Nepomuceno Zegri y Moreno, presbítero (†1905).
Fundó la Congregación de las
Hermanas Mercedarias de la Caridad, en Málaga, España.
18. San Cirilo de Jerusalén, obispo
y doctor de la Iglesia (†c. 386).
Beata Celestina de la Madre de Dios, virgen (†1925). Fundó en Florencia, Italia, la Congregación de las Hijas Pobres de
San José de Calasanz.
19. San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María, Patrón
de la Iglesia Universal.
Beato Andrés Gallerani, laico (†1251). Fundó con sus propios
recursos el Hospital de la
Misericordia en Siena, Italia. Allí congregó a varios
compañeros que, como laicos sin votos, se dedicaron
a los pobres y enfermos.
Santa Lucia Filippini, virgen
(†1732). Para promover la formación de las jóvenes y mujeres,
fundó el Instituto de las Maestras
Pías en Montefiascone, Italia.
Juliano fue torturado hasta la
muerte en Ankara, Turquía.
23. Santo Toribio de Mogrovejo,
obispo (†1606 Saña - Perú).
Santa Rebeca de Himlaya arRayyas, virgen (†1914). Religiosa de la Orden Libanesa Maronita de San Antonio, afectada por
la ceguera y otras enfermedades,
perseveró durante treinta años
en continua oración.
26. San Eutiquio, mártir (†356).
Subdiácono de Alejandría, que
en tiempos del emperador Constancio murió en defensa de la fe.
27. Beato Francisco Faà di Bruno,
presbítero (†1888). Asoció diligentemente la ciencia de las matemáticas y de la física con el ardor de las obras de caridad. Murió en Turín, Italia.
24. Beata María Serafina del Sagrado Corazón, virgen (†1911). Fundó en Caserta, Italia, el Instituto de las Hermanas de la Caridad
de los Ángeles, adoradoras de la
Santísima Trinidad.
28. San Esteban Harding, abad
(†1134). Uno de los fundadores
del monasterio de Cister, Francia,
del que fue abad y en el cual recibió a San Bernardo de Claraval con treinta compañeros.
Fundó doce monasterios.
25. La Anunciación del Señor.
29. Domingo de Ramos en la
Pasión del Señor.
San Marcos de Aretusa, obispo (†364). Obispo de
Aretusa, actual Al-Rastan,
Siria, que durante la controversia arriana no se desvió nunca de la verdadera fe
y sufrió violenta persecución
en tiempos del emperador
Juliano el Apóstata.
20. Beato Hipólito Galantini, laico (†1619). Fundador de la Cofradía de la
Doctrina Cristiana, trabajó en la formación catequética de los pobres y
humildes.
30. San Julio Álvarez, presbítero y mártir (†1927). Párroco de Mechoacanejo, México, fusilado en la persecución religiosa.
22. V Domingo de Cuaresma.
31. Beata Natalia Tulasiewicz, mártir (†1945). Durante la ocupación militar
de Polonia, fue recluida en
el campo de concentración
de Ravensbrück y ejecutada con la inhalación de gas
letal.
San Basilio de Ancira, presbítero y mártir
(†362). Durante el reinado de Constancio, luchó
contra los arrianos y en
tiempos del emperador
Gustavo Kralj
21. San Endeo, abad (†c. 542).
Obtuvo del rey Óengus la
isla de Aran, en la bahía
de Galway, Irlanda, donde
fundó un monasterio.
San Juan Bosco con Santo Domingo Savio
Iglesia de San Juan Bosco, Santo Domingo
(República Dominicana)
Marzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
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02/03/2015 08:44:36
Somos la fragancia de Cristo
Si el perfume no se desvanece por el aire, impregnándolo
con su rico olor, no sirve para nada: envejece y es
desechado, sin cumplir su finalidad...
¡C
allaos, callaos! —repetía el sacerdote, mientras tocaba con su bastón las florecillas que
cubrían el prado junto al camino.
He aquí cómo San Pablo de la
Cruz trataba de contener sus arrobamientos de amor a Dios cuando
salía a pasear en primavera, porque
las mimosas flores del campo le hablaban con irresistible elocuencia,
proclamando la perfección infinita
del Creador. Sin palabras ni voces
que pudieran oírse, sino simplemente por su hermosura y perfume, extasiaban al santo; y para no desmayarse de embeleso, se veía obligado
a pedirles silencio...
Si este pequeño episodio evidencia cómo “por la grandeza y hermosura de las criaturas se descubre por
analogía a su Creador” (Sb 13, 5),
existe, no obstante, otro aspecto en
el cual pocas veces prestamos atención: el cuidado de Dios en la creación de nuestro cuerpo al dotarlo de
sentidos. Por medio de ellos podemos no sólo entrar en contacto con
las cosas materiales, sino también
elevarnos hacia las sobrenaturales.
50
Hna. Patricia Victoria Jorge Villegas, EP
Un espléndido paisaje, sonidos armoniosos o algún sabroso alimento
a menudo sirven de instrumento para recordarnos verdades superiores.
Tomemos como ejemplo las suaves fragancias elaboradas por manos humanas. Fruto del talento o de
la labor de los perfumistas, son elementos agradables a nuestro olfato y a nuestra alma, especialmente
cuando se vuelven un pretexto para
que nuestro ángel de la guarda nos
inspire buenos pensamientos, invitándonos a reflexionar sobre la frescura de la pureza, sobre el candor
de la inocencia o la limpidez de un
corazón justo. Por lo tanto, no es extraño que excelentes aromas sean
útiles para acercarnos a Dios, como dice la casta esposa del Cantar
de los Cantares: “¡Qué exquisito el
olor de tus perfumes; aroma que se
expande es tu nombre!” (Ct 1, 3).
Sin duda, ésa fue una de las razones por las que, en el Antiguo Testamento, Él mismo instruyó a Moisés en la preparación de la mezcla
odorífera para la unción de los sacerdotes y de los objetos sagrados
(cf. Ex 30, 22-25), así como del in-
cienso aromático que todos los días,
por la mañana y por la tarde, debía
ser quemado en el altar de los perfumes (cf. Ex 30, 34-36). De este
modo, los fieles podían alabarlo dignamente y, al mismo tiempo, hacerse una idea de las delicias eternas.
Pero si consideramos los perfumes desde otro ángulo, sacaremos
una lección de ellos. Basta pensar
en una exquisita fragancia guardada en un valioso frasco de cristal.
Si cobrase vida y empezase a pensar, ¿acaso preferiría quedarse para siempre dentro de ese “palacio
de vidrio”, en una existencia tranquila, en lugar de desvanecerse por
el aire, impregnándolo con su precioso olor? Evidentemente que no,
porque está en su naturaleza el perfumar.
Ahora bien, todos los bautizados, “somos la fragancia de Cristo
al servicio de Dios, tanto entre los
que se salvan, como entre los que
se pierden” (2 Co 2, 15). He aquí
la gran vocación del cristiano: difundir por todo el mundo el sublime olor de Jesucristo, recordándole a los hombres que su destino es
Heraldos del Evangelio · Marzo 2015
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02/03/2015 08:44:39
Gustavo Kralj
la eternidad y que en función de ésta se ha de vivir.
Un hijo de la Iglesia nunca será
como un bálsamo embotellado, temeroso de expandirse para no per-
der sus comodidades. ¡Muy por el
contrario! De su generoso corazón,
siempre dispuesto a lanzarse a toda clase de heroísmo, emanan la
fe, la esperanza y la caridad, que,
adentrándose en el universo entero, conquistan almas para el Reino
de los Cielos y suben hasta el trono
de Dios como ofrenda de agradable
aroma. 
Marzo 2015 · Heraldos
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del Evangelio
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02/03/2015 08:44:41
Nuestro Padre Jesús de
las Penas - Iglesia de
San Roque, Sevilla (España)
San Francisco de Sales
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Gustavo Kralj
L
a muerte y la Pasión de
nuestro Señor es el motivo más
dulce y el más fuerte que puede mover
nuestros corazones en esta vida mortal. [...]
También allí arriba, en la gloria celestial,
después del motivo de la bondad divina conocida
y considerada en sí misma, el de la muerte del
Salvador será el más poderoso para arrebatar a los
espíritus bienaventurados en el amor de Dios.
02/03/2015 08:44:44