Comunicación Técnica Almacenamiento De CO2 En Capas De Carbón En La Cuenca Carbonífera Central Asturiana Autor principal: Jorge Loredo Pérez Institución: Universidad de Oviedo Teléfono: 985104205 E-mail: [email protected] Otros autores: Resumen: Asturias es una región con un alto índice de emisiones de CO2 a la atmósfera, tanto por la presencia de centrales térmicas como por el sector de industrias básicas, representando el 8% de las emisiones del país. Para reducir las emisiones de CO2 para el horizonte 2008-2012, de acuerdo con el Protocolo de Kyoto, se hace necesario un nuevo planteamiento, dentro del cual se puede considerar el almacenamiento geológico de CO2. La viabilidad del almacenamiento geológico de CO2 en capas de carbón, está asociado a la explotación del metano de estas capas. Proyectos comerciales como los desarrollados en las cuencas de Black Warrior (Alabama), Powder River y San Juan (New México), donde se lleva produciendo metano de capas de carbón, con almacenamiento de CO2 (ECBM), desde hace más de 20 años, avalan el interés de esta opción, si bien hay que tener en cuenta que las cantidades de CO2 inyectadas son pequeñas. En la Cuenca Carbonífera Central Asturiana se han realizado en los años 1990´s 2 sondeos profundos con el fin de valorar las posibilidades de explotación del metano de las capas de carbón, y más recientemente el Departamento de Explotación y Prospección de Minas de la Universidad de Oviedo ha llevado a cabo un proyecto financiado por el Gobierno del Principado de Asturias para estudiar las posibilidades de aprovechamiento del metano de las capas de carbón e inyección de CO2, con la realización de un sondeo de investigación en el área de La Felguera. En la Cuenca Carbonífera Asturiana, el almacenamiento de CO2 asociado a la explotación del metano de las capas de carbón es una opción a tener en cuenta, si bien los volúmenes de CO2 que se podrían almacenar serían modestos; según estimaciones preliminares, serían del orden de 30 Mt. Utilizando un 10% del CO2 emitido en Asturias para operaciones de recuperación asistida de metano de las capas de carbón (ECBM), se tendría un potencial de almacenamiento de una decena de años, mejorando en un 20-30% el rendimiento de las operaciones normales de CBM. 1. INTRODUCCIÓN El dióxido de carbono es uno de los gases de efecto invernadero dominantes en la atmósfera, y como estas emisiones provienen fundamentalmente de la combustión de combustibles fósiles, existe una necesidad urgente de buscar opciones para reducir estas emisiones. Asturias, es una región eminentemente industrial donde las emisiones anuales de CO2 de centrales termoeléctricas exceden los 18 millones de toneladas, además las emisiones procedentes de la industria cementera y siderúrgica exceden los 8 millones de toneladas. El total de las emisiones de CO2 que se producen en Asturias se puede decir que representan el 8% del total de las emisiones producidas en España. En la tabla 1 se detallan las emisiones anuales de CO2 a la atmósfera por fuentes puntuales en Asturias. 2 Tipo de Industria Localidad CO2 (Mt) Narcea 3.07 Aboño 7.62 Termoeléctrica Lada 1.70 Soto de Ribera 3.26 La Pereda 0.36 Cementera Tudela-Veguín 0.54 Aboño 0.48 Papelera mill Navia 0.19 Siderurgia Avilés 2.8 Gijón 2.95 Aluminio Avilés 0.16 Cristalera Avilés 0.12 Tabla 1. Emisiones de CO2 a la atmósfera de la industria Asturiana en 2001 (EPER, 2004). Para mantener el nivel de suministro de energía que la sociedad actual demanda, se requiere un gran esfuerzo de investigación y desarrollo para buscar sistemas alternativos de energía que produzcan menores emisiones de CO2 a la atmósfera. Dada la tendencia al alza de los precios del petróleo y gas y la postura contraria a la energía nuclear, parece que los combustibles fósiles van a seguir jugando un papel fundamental como fuente de energía para las próximas décadas, y en esta transición hacia nuevas fuentes de energía, el almacenamiento geológico de CO2 se presenta como una opción que permita mantener el desarrollo industrial estabilizando las concentraciones de CO2 en la atmósfera. El almacenamiento geológico de CO2 se basa en la captura del gas de las fuentes estacionarias y su inyección en formaciones rocosas adecuadas. El almacenamiento geológico de CO2 ya fue propuesto en los años 1970’s (Marchetti, 1977; Baes et al., 1980), pero no es hasta el comienzo de los años 1990´s cuando se empieza a considerar seriamente esta opción y a realizar estudios especializados sobre el tema (Koide et al., 1992; Holloway and Savage, 1993; Bachu et al., 1994). En la actualidad ya están en marcha varios proyectos en diferentes países, y las perspectivas de desarrollo de esta tecnología son prometedoras. En las próximas décadas el almacenamiento geológico de CO2 puede jugar un papel fundamental en el tránsito de las tecnologías convencionales con combustibles fósiles a la tecnología del hidrógeno y otras fuentes limpias de energía. Para el almacenamiento geológico de CO2 en el subsuelo se pueden considerar diferentes opciones, y una de ellas es el almacenamiento en capas de carbón no explotadas. Asturias, con la mayor cuenca carbonífera de España, y con focos emisores muy próximos a las minas de carbón, debe considerar esta opción. En este sentido el Departamento de Explotación y Prospección de Minas de la Universidad de Oviedo, en un proyecto de investigación financiado por el Gobierno del Principado de Asturias ha realizado una primera evaluación de la capacidad de almacenamiento de CO2 de las capas de carbón de la Cuenca Carbonífera Central. Hay que tener en cuenta que la viabilidad de un proyecto de almacenamiento geológico de CO2 en capas de carbón, siempre está asociado a la explotación del metano de estas capas. Proyectos comerciales como los desarrollados en las cuencas de Black Warrior (Alabama), Powder River y San Juan (New México), donde se lleva produciendo metano de capas de carbón, con almacenamiento de CO2 (ECBM), desde hace más de 20 años, avalan el interés de esta opción. El CO2 inyectado en capas de carbón se puede escapar solo si no es adsorbido en el carbón, y el escape puede ser: a) por flujo en los 3 estratos encajantes durante el proceso de inyección cuando se utilizan altas presiones para inyectar el CO2 en carbones de baja permeabilidad, b) a través de fallas, c) a través de sondeos, y d) a través de las minas o subsidencias inducidas por las labores mineras (Wo and Liang, 2005; Wo et al., 2005). Dado que con el desarrollo actual de la tecnología la captura de CO2 representa el 7080% de los costes totales de captura y almacenamiento, el objetivo para los próximos años es pues disminuir los costes de captura y buscar y caracterizar potenciales almacenes para el CO2 para cuando esté disponible la tecnología a un coste asumible. 2. GEOLOGÍA REGIONAL E HIDROGEOLOGÍA De las diferentes áreas carboníferas de Asturias, que por orden de importancia son: Cuenca Carbonífera Central, Cuencas Estefanienses, Cuencas de Teverga y Quirós, Cuenca de La Camocha y otras cuencas periféricas, la Cuenca Carbonífera Central es la más importante con reservas probadas de hulla y antracita, hasta una profundidad de 1.000 m, de 914 Millones de toneladas y recursos del orden de 2500 Millones de toneladas. En la tabla 2 vienen enumerados los valores de recursos y reservas para las diferentes subzonas descritas en el Inventario Nacional de Recursos de Carbón: Zona Norte (Sama – El Entrego – San Mamés), Zona Oeste (Riosa – San Nicolás – Olloniego), Zona La Justa (La Justa – Barros; Tablado), Zona Centro (Barredo – Polio; Tres Amigos – Turón – Urbiés), y Zona Sur. Sub-áreas Zona Norte Zona Oeste Zona La Justa Zona Centro Zona Sur TOTAL Reservas (Mt) 434 144 46 192 137 914 Recursos (Mt) 1,260 386 140 513 336 2,500 Tabla 2: Reservas y recursos de carbón. Desde el punto de vista de geología estructural, se trata de una cuenca intensamente deformada y fracturada, con dos fases principales de fracturación que originan grandes sinclinales y anticlinales que forman una típica estructura de domos y cubetas (figura 1). Al norte, la cuenca carbonífera está cubierta por la cobertera permo-mesozoica y terciaria, mientras que al sur limita con un gran accidente tectónico -la falla de León-. Al oeste, el límite está constituido por el cabalgamiento basal de la Unidad del Aramo que pertenece a la Región de Pliegues y Mantos (Julivert, 1972), y al este cabalga sobre la Región del Manto de Ponga, donde la base está constituida por la Escama de Laviana. La intensa deformación tectónica condiciona que el 50% de las capas de carbón presenten un buzamiento superior a los 60º y solo un 13% puedan ser incluidas en la categoría de capas subhorizontales. La compleja geología de la cuenca hace que las capas de carbón no sean competitivas frente al carbón importado. 4 POZO SAN CORTE 1 3 - 100 - 300 2 - 800 1 LEYENDA FALLA DE LA CARRERA POZO CARRIO SINCLINAL DE SAN MAMES FALLA DE LA PEÑA POZO SAMUÑO ANTICLINAL DE SOTRONDIO SINCLINAL DEL ENTREGO POZO VENTURO CABALGAMIENTO DEL ARAMO ANTICLINAL DE SAMUÑO CORTE 2 SINCLINAL DE SAMA 1.Paquete CANALES 2.Paquete PUDINGAS 3.Paquete ESPERANZA - 100 - 300 - 800 LEYENDA 1.Paquete 2.Paquete 3.Paquete 4.Paquete 5.Paquete 6.Paquete 7.Paquete 8.Paquete CALERAS GENERALAS SAN ANTONIO MARIA LUISA SOTON ENTRERREGUERAS SORRIEGO MODESTA-OSCURA CORTE 3 - 100 - 300 - 800 LEYENDA 1.Paquete CALERAS 2.Paquete GENERALAS 3.Paquete SAN ANTONIO 4.Paquete MARIA LUISA 5.Paquete SOTON 6.Paquete ENTRERREGUERAS 7.Paquete SORRIEGO 8.Paquete MODESTA-OSCURA Figura 1. Cortes geológicos característicos de la estructura de la Cuenca Carbonífera Central Asturiana . 5 La columna estratigráfica de la Cuenca Carbonífera Central Asturiana ha sido tradicionalmente dividida en carbonífero productivo e improductivo, siendo subdivididos los diferentes grupos de capas de carbón y rocas encajantes en un conjunto de asociaciones litoestratigráficas (figura 2) denominadas “paquetes mineros”. El carbonífero improductivo (Grupo Lena) se caracteriza por una gran abundancia de materiales calcáreos y por la escasa presencia de capas de carbón. El espesor estimado es de 3,500 metros y está formado por alternancias de areniscas, limolitas y lutitas, con intercalaciones de capas de carbón, algunas de ellas han sido esporádicamente explotadas. La parte más baja del grupo está constituida por un nivel pizarroso (Paquete Fresnedo) que lateralmente reemplaza a la caliza de Montaña. Inmediatamente después se sitúan los Paquetes Levinco, Llanón y Tendeyón. Este grupo contiene abundantes niveles calcáreos ricos en fauna, además de algas que tienen un cierto interés desde un punto de vista cronoestratigráfico. Estos niveles calcáreos decrecen en espesor a medida que se aproximan hacia el techo, lo que es indicativo de un tránsito hacia condiciones de sedimentación cada vez más superficiales. El carbonífero productivo o “Grupo Sama” contiene dos grandes conjuntos costeros de 3,000 m de potencia cada uno, en una extensión superior a los 1500 km2. Está formado por alternancias de areniscas, limolitas y lutitas, junto con un gran número de capas de carbón algunas de las cuales ya han sido explotadas desde el siglo XVIII. El contenido en caliza es escaso y su presencia en la secuencia estratigráfica se reduce a niveles o capas de reducido espesor. Dos grandes conjuntos de conglomerados se encuentran en la zona media de la secuencia estratigráfica. Los diferentes paquetes mineros del carbonífero productivo son: Caleras, Generalas, San Antonio, María Luisa, Sotón, Entrerregueras, Sorriego y Modesta-Oscura, y su edad está principalmente comprendida entre Namuriense y Westfaliense (tabla 3). De todos ellos, los paquetes María Luisa y Sotón son los que presentan la mayor densidad de capas de carbón con potencias medias comprendidas entre 1 y 1.5 metros. 6 Geologic Age PACKETS LITHOLOGY meters OSCURA Stephanian Inf Westphalian D Gonfolita 5.500 Gonfolita MODESTA Gonfolita Gonfolita SORRIEGO Gonfolita C ENTRERREGUERAS C TONSTEIN "LOZANITA" 4.500 SOTON MARIA LUISA 4.000 LA VOZ Sanstone 2ª PUDINGA 3.500 SAMA Group Gonfolita 5.000 Westphalian D SAN ANTONIO Westphalian C or D 1ª PUDINGA GENERALAS TORALA Limestone LA NUEVA Limestone CALERAS SUCIA Limestone LA CRUZ Orthoquarcite 2.500 TENDEYON 2.000 LLANON microconglomerate 1.500 C C LEVINCO LENA Group 3.000 Westphalian C 1.000 PEÑA REDONDA Limestone 500 FRESNEDO MOUNTAIN LIMESTONE 0m Namurian GRIOTTE LIMESTONE C (LIMESTONE < 10 meters) Gonfolita = Calcareous conglomerate Pudinga = Siliciclastic conglomerate Marine environment Continental environment Figura 2. Columna estratigráfica de la Cuenca Carbonífera Central. 7 Sectores CAUDALNALÓN y JUSTAARAMIL RIOSAOLLONIEGO Paquete (de techo a muro) Espesor (m) Número de capas Modesta-Oscura Sorriego Entrerregeras Sotón María Luisa San Antonio Generalas Caleras Esperanza Pudingas Canales 575 340 340 400 300 315 300 310 350 700 800 7 5 3-5 8 - 12 6-9 2 2-4 2 3-6 3-5 8 - 12 Espesor acumulado de capas (m) 7.50 8.00 4.50 6.00 10.50 - 14.00 6.50 - 8.50 1.70 2.50 - 4.50 2.50 3.50 - 6.50 5.00 - 7.00 12.00 - 15.00 Tabla 3. Número y espesor de las capas de carbón de los diferentes paquetes. La disposición estructural de los materiales carboníferos se corresponden con una gran cuenca formada durante la orogenia Hercínica. Desde un punto de vista de la tectónica se pueden distinguir tres unidades separadas por grandes accidentes estructurales. De oeste a este son: Unidad Riosa-Olloniego, Unidad La Justa-Aramil y Unidad Caudal-Nalón. Los accidentes tectónicos que dividen estas unidades son las fallas de La Peña y La Carrera. Desde el punto de vista hidrogeológico se puede considerar un acuífero del tipo multicapa, donde los materiales que forman las series estratigráficas se caracterizan por su baja porosidad y permeabilidad. La permeabilidad primaria de los macizos de rocas no fracturadas es muy baja, se estima que es inferior a 10-7 m/seg. En condiciones de macizos de rocas fracturadas la permeabilidad se encuentra comprendida en el intervalo 5·10-6 a 1·10-6 m/seg. La porosidad del carbón varía entre 6,4% y 8,6% y la permeabilidad es del orden de 1 mD. El funcionamiento del sistema acuífero multicapa está muy alterado por los trabajos mineros, además la fraturación asociada a éstos, hace que en el entorno de las minas los macizos rocosos drenen en gran parte hacia el interior de los huecos mineros. Se pueden considerar las cuencas del Caudal y del Nalón. La cuenca del Caudal se extiende en forma de abanico en la parte sur-occidental de Asturias, siendo los ríos Huerna y Pajares los principales tributarios; ambos ríos se juntan para formar el río Lena, que en su unión con el río Aller forma el río Caudal, que es uno de los principales ríos de la región. La cuenca del Nalón tiene una forma más longitudinal con una clara disposición sureste-noroeste; todos sus tributarios son muy cortos y alcanzan el río Nalón de forma perpendicular. 8 3. ALMACENAMIENTO DE CO2 EN CAPAS DE CARBÓN. En la selección de depósitos para el almacenamiento de CO2 en capas de carbón, las variables geológicas son muy importantes. De entre las más importantes se puede considerar la estratigrafía, la geología estructural, la capacidad de adsorción del carbón, la continuidad de capas, la permeabilidad, y la integridad de los sellos del almacén. Todos estos factores determinan la idoneidad y capacidad potencial de las capas de carbón como almacén de CO2, a la vez que controlan la distribución y producción del metano de las capas. Las propias características del almacén tales como geometría, el contenido en gas de las capas, el rango del carbón y su contenido en cenizas, el régimen hidrodinámico y la presión, también son otros factores de gran importancia que afectan a la capacidad de recuperación de metano y de almacenamiento de CO2 en una cuenca carbonífera. Capas poco profundas podrían facilitar el escape a la superficie del CO2 inyectado. Generalmente se considera una profundidad máxima de 800 m, porque a mayor profundidad el CO2 se encuentra en estado hipercrítico y su comportamiento en las capas de carbón no es bien conocido. La estimación teórica de la capacidad de almacenamiento de CO2 en capa de carbón se realiza bajo la hipótesis de que la relación de sustitución entre metano y CO2 es 1:2 suponiendo que la capa de carbón está completamente saturada en gas. Como la capacidad de almacenamiento se relaciona con el contenido en gas, la metodología utilizada para la estimación de la capacidad de almacenamiento de CO2 es similar a la utilizada para evaluar los recursos de metano CBM (m3) = ρ⋅S⋅em⋅G Where: ρ = Densidad media del carbón (1.6 t/m3). em= Espesor de capa de carbón (m) S = Superficie media de capa (m2). G = Contenido medio en metano (m3/t). Para la estimación de la capacidad de almacenamiento de CO2 se ha utilizado la división en zonas de la Cuenca Carbonífera Central establecida en el inventario nacional de recursos de carbón: Zona Norte, Zona Oeste, Zona La Justa, Zona Centro y Zona Sur. En la subzona norte, el espesor de capa de carbón acumulado es del orden de 57 m y se atribuye fundamentalmente a los paquetes Maria Luisa y Sotón. Contenido medio en volátiles es 30 % (Adaro, 1970), y para carbones sin cenizas el contenido en gas está comprendido entre 3.88 y 9.35 m3/t. En la subzona Oeste, el espesor de capa de carbón acumulada es de 15 m, atribuido fundamentalmente al paquete Canales. Contenido medio en volátiles es del orden de 30 % (Adaro, 1970), indicando que el grado de evolución de los carbones es moderado, y el contenido en gas está comprendido entre 3.79 y 9.89 m3/t, para carbones sin cenizas. En la subzona La Justa, el espesor medio de capa de carbón acumulado está comprendido entre 11 y 15 m, y se atribuye fundamentalmente a los paquetes Maria Luisa y Sotón; el contenido medio en volátiles está comprendido entre 32 y 37 % (Adaro, 1970), indicando que se trata de carbone bituminosos con alto contenido en volátiles, y para carbones sin cenizas, el contenido medio en gas es de 8.2 m3/t. En la subzona Centro, el espesor medio de capa de carbón acumulada es del orden de 26 m y se atribuye fundamentalmente a los paquetes Maria Luisa y Sotón. El contenido en volátiles se encuentra comprendido entre 22 y 32 % (Adaro, 1970), indicando un grado de evolución moderado de los carbones que van de bituminosos a sub-bituminosos; para carbones sin cenizas el contenido medio en gas se encuentra comprendido entre 5.6 y 10.81 m3/t 9 Zona Norte Oeste La Justa Centro Subzona Carbón hasta 800 m profundidad (Mt) 650.41 502.29 87.77 1240.47 261.3 228.7 278.6 768.6 63 71 Mm3 (CH4) Sama 5,957 El Entrego 5,222 San Mamés 876 Total 12,055 Olloniego 991 Nicolasa 1,063 Riosa 2,756 Total 4,810 La Justa 520 Barros - Tablado 586 Aramil Total 134 1,106 Polio–TresAmigos 262 1,570 Barredo - Turón 277 2,139 Urbiés 31 224 Total 570 3,933 Table 4. Capacidad de almacenamiento de CO2 en capa de carbón. CO2 (Mt) 6.14 5.31 1.02 12.47 0.73 2.98 0.51 4.22 1.68 1.59 2.99 6.26 3.16 3.73 0.50 7.39 La viabilidad del almacenamiento de CO2 en capas de carbón en Asturias está ligada además de a factores técnicos que faciliten la aplicación de esta tecnología, a los condicionamientos legales y reglamentarios y a la posibilidad de aplicar los derechos de emisión a los proyectos. 4. CONDICIONANTES LEGALES Y REGLAMENTARIOS En la actualidad no existe legislación, ni nacional ni Europea ni internacional, que cubra específicamente el almacenamiento geológico de CO2. Las leyes que se podrían aplicar no se han hecho con el secuestro en mente. El almacenamiento de CO2 es un concepto relativamente nuevo y por el contrario algunos de los convenios internacionales tienen ya más de 30 años. De entre los convenios internacionales que se podrían interpretar como relevantes para el almacenamiento geológico de CO2,se pueden considerar los siguientes: London Convention que entra en vigor en 1975, Basel Convention con entrada en vigor en 1992, UNFCCC (United Nations Framework Convention on Climate Change) con entrada en vigor en 1994, UNCLOS (United Nations Convention on the Law of the Sea) en vigor a partir de 1994, OSPAR (The Convention for the Protection of the Marine Environment of the North-East Atlantic) con entrada en vigor en 1998 y Kyoto Protocol que entró en vigor en 2005. En el Reino Unido se lleva tiempo considerando estos temas y han llegado a la conclusión de que una de las mayores barreras económicas y comerciales a la captura y secuestro de CO2 es la legislación. Parece que el Gobierno del Reino Unido apoyará la captura y secuestro de CO2 hasta que los problemas legales se resuelvan a nivel internacional. Uno de los principales condicionantes es si el CO2 se considera o no un residuo. Si se considera un residuo sería un problema, en especial, si se vierte al mar, puesto que la Convención de Londres prohíbe el vertido de cualquier residuo. 10 Cada Estado puede regular la inyección y almacenamiento de CO2 en el subsuelo de acuerdo con las reglamentaciones nacionales. Las reglamentaciones corresponden a las leyes de minas, de residuos, aguas, etc. Un análisis de las regulaciones existentes en USA, Europa, Japón y Australia ponen de relieve la falta de regulaciones específicamente relevantes para el almacenamiento de CO2 y la falta de claridad relativa a las responsabilidades de la post-inyección (IEA-GHG, 2003; IOGCC, 2005). Los sondeos de inyección cuentan con reglamentaciones específicas para gestionar su utilización tanto en Canadá como en USA, donde es prácticamente usual inyectar salmueras y residuos procedentes de pozos de petróleo y gas, desaladoras, industria química, etc. En Canadá, la práctica de inyección de fluidos en sondeos profundos, incluyendo el almacenamiento de residuos líquidos, es legal y está regulada. Como resultado de la jurisdicción provincial sobre energía y recursos minerales, no hay leyes nacionales generalmente aplicables que regulen específicamente la inyección de fluidos en sondeos profundos. El almacenamiento geológico de CO2 onshore caería dentro de las leyes y regulaciones provinciales. En USA, la Ley de Aguas (Safe Drinking Water Act) regula la mayor parte de las actividades de inyección subterránea. El Programa de Inyección Subterránea y Control de la USEPA suministra estándares mínimos y ayuda a armonizar los requerimientos regulatorios para las actividades de inyección subterránea. Los fines específicos de este programa son proteger los recursos de agua potable, actuales y potenciales. En Australia, la responsabilidad de permitir las actividades de petróleo y gas reside en los Gobiernos de los Estados. Una valoración del régimen regulatorio Australiano está en fase de realización, pero hasta ahora solo South Australia ha adoptado una legislación que regule la inyección subterránea de gases tales como el CO2 para EOR y para almacenamiento. En Holanda, durante la ejecución del proyecto CRUST han realizado un estudio detallado de los aspectos legales y reglamentarios de la inyección y almacenamiento geológico de CO2 (CRUST Legal Task Force, 2001), incluyendo la propiedad del CO2 inyectado, monitorización, responsabilidades y reclamaciones. Este estudio ha sido la base legal de la situación establecida por el Dutch Mining Act de 2003 que cubre sustancias almacenadas en el subsuelo y unifica regulaciones anteriores divididas en actividades onshore y offshore. En este caso el CO2 a inyectar se considera como un residuo puesto que se ha recogido con el propósito explícito realmacenarlo en el subsuelo. Los aspectos jurídicos han sido estudiados a fondo por el Instituto Tyndel en el Reino Unido, para los almacenamientos en el subsuelo marino, en el proyecto CRUST en Holanda y por el IPCC (Internacional Panel on Climatic Change). Los Estados Miembros de la Unión Europea deben de asegurar que el almacenamiento geológico de CO2 está en conformidad con las Directivas Europeas más relevantes. Algunas Directivas que afectan al almacenamiento geológico de CO2 son la Directiva de Residuos (75/442/EEC), vertederos (1999/31/EC), agua (2000/60/EC), valoración impacto ambiental (85/337/EEC) y valoración ambiental estratégica (2001/42/EC). Estas Directivas fueron diseñadas en una situación en que la captura y almacenamiento de CO2 no era tenida en cuenta y por consiguiente no es específicamente mencionada. 11 5. CONCLUSIONES En el caso del almacenamiento de CO2 en capas de carbón, existe la oportunidad de producción asistida de metano. La posibilidad de almacenamiento de CO2 en capas de carbón en la Cuenca Carbonífera Central de Asturias es modesta y asociada a la explotación comercial del metano de las capas de carbón (CBM). En un estudio preliminar llevado a cabo en las capas de carbón de los paquetes María Luisa y Sotón, la capacidad de almacenamiento de CO2 se ha estimado en 30 Mt CO2, que es equivalente a 1 año de las emisiones de la región. Sin embargo, si se dedicase el 10 % de estas emisiones a la recuperación asistida del metano, se podría obtener una importante reducción de las emisiones de CO2 en la próxima década, además de un beneficio por el aumento de la recuperación de metano que se puede cifrar en un 20 a 30 % de la extracción típica de CBM. El almacenamiento geológico de CO2 puede ayudar a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, y teniendo en cuenta que el crecimiento económico será dependiente, al menos en la primera mitad del presente siglo, en el uso de los combustibles fósiles, el almacenamiento geológico de CO2 puede contribuir a satisfacer los objetivos del Protocolo de Kyoto. Además, la captura de CO2 y almacenamiento geológico puede estar completamente integrada en la producción de hidrógeno para generación de energía. Las zonas de la Cuenca Carbonífera Central más interesantes, desde el punto de vista de almacenamiento de CO2 en capa de carbón serían La Justa-Barros-Tablado, Sama-El Entrego, Riosa-San Nicolás y Barredo-Turón. La viabilidad económica está por determinar, siendo necesario para ello conocer el precio fijado por emisión de tonelada de CO2, y desarrollar la explotación de CBM, ya que sin los beneficios económicos que aportaría la recuperación de metano, la inyección de CO2 en capas de carbón resultaría difícil de asumir. 12 Referencias: Bachu, S., Wunter, W.G., and Perkins, E.H. (1994). Aquifer disposal of CO2: hydrodynamic and mineral trapping, Energy Conversion Management, 35 (4), 269279. Baes, C.F., Beall, S.E., Lee, D.W., Marland, G. (1980). The collection, disposal and storage of carbon dioxide. In: Interaction of energy and climate, W. Bach, J. Pankrath, and J. William (eds.), 495-519, D. Reidel Publishing Co. CRUST Legal Task Force (2001). 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