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Dialogo Entre Masones
A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados
Nº 2
Adar 4.014
Dialogo Entre Masones
A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados
Nº 2
DIRECTORIO
DIRECTOR
: Herbert Oré Belsuzarri
EDITOR
: Tres Puntos Editores
FOTOS
: Tres Puntos Editores
DISEÑO
: Tres Puntos Editores
ARTICULOS SELECCIONADOS
La Palabra Perdida.
El Vestuario Masonico
El Voseo
Pero ¿Existe la Magia?
La Marcha Masonica
Los Egipcios
La Revista Dialogo Entre Masones, agradece a
todos nuestros HH:. de la Cadena Fraternal
masonica del mundo por la acogida a nuestro
primer número. Vuestra atención es el justo
salario para quienes burilan las páginas del
presente número.
Reiteramos la invitación para que nos envíen
vuestros trabajos, que enriquecerá la formación y
devastado de nuestra piedra bruta.
La revista autoriza la difusión total o parcial de los
artículos publicados, mencionando la fuente y la
autoría correspondiente.
Valle de Lima febrero 2,014 e:.v:.
El Poderoso Efecto de
La Palabra Perdida
Vicente Alcosieri
A lo largo del tiempo, han aparecido palabras que según sus poseedores son la
verdadera palabra perdida, muchos afirman la palabra tiene poderes increíbles;
y poder con esa palabra hacer u obrar milagros. Eso es muy común en el mundo
esotérico, de que alguien presuma la conoce y la sabe utilizar, y dicho saber lo
guardan como un saber secreto y exclusivo. Nos podemos perder en un laberinto
en la búsqueda de la palabra perdida, sin llegar a nada concreto, o incluso saberla
sin poder utilizarla.
La trama masónica cuando a Hiram Abiff le pretendían arrancar la palabra de
maestro masón, nos da a entender a qué precio estaba valuada esa palabra, que
eran capaces de asesinarle para obtenerla, con esto la palabra se pierde con él, y
la que nos llega es una palabra sustituta, de ahí que le llamen la Palabra Pérdida.
La Palabra Perdida es la clave olvidada de la Francmasonería- La Masonería
resalta una extraña pero seductora Leyenda, relacionada profundamente con un
insólito homicidio; el homicidio del Maestre de Obras Hiram Abiff, encargado
por el mismo Rey Salomón para la Construcción del Primer Templo dedicado a
Jehová en Jerusalén, todo parecería normal a simple vista, pero este relato
novelesco ha influenciado a hombres y mujeres, que han cambiado el destino
del mundo entero, y capaz es esta historia de crear un Nuevo Orden Mundial,
hablo de personajes claves que cambiarán el destino de Naciones, impulsaran
respetables instituciones científicas, o en su caso modificaran el boceto nacional
de muchas patrias, derrocando monarcas, incluso deponiendo el andamiaje de
un decadente y viejo orden mundial, inclusive desafiando con esto al mismo
Vaticano.
La masonería lleva cientos de años usando claves ocultas de influencia
subliminal. Muchos han argumentado que las claves se podían encontrar en
nuestras tres primeras liturgias o ceremoniales masónicos, como el Rito Escocés
Antiguo y Aceptado.
Esa palabra que los compañeros masones querían arrancar de la boca del mismo
Maestre Hiram Abiff, palabra que les otorgaría grandes poderes, estos malvados
incluso llegaron, para obtenerla, el atentar contra la vida del Gran Maestre de
Obras del Templo de Salomón y así asesinar al mismo Hiram Abiff si el secreto
no les fuera revelados por él; a ese precio estaba valuada la palabra mágica que
poseía ese Maestro de Obras.
¿Valía la pena asesinar para obtener esta palabra y estas claves secretas?
Pero suponiendo, que no se encuentran ni en las liturgias ni en los ritos
masónicos estas claves, ¿dónde se encuentran? Al ser exaltado al sublime grado
de maestro de obras masón, se aborda la historia de Hiram y su asesinato a manos
de sus mismos subalternos albañiles – La Historia es: Cuando la construcción
del templo de Salomón llegaba a su culminación , tres compañeros albañiles (lo
que equivaldría a un bando medio dentro del gremio), un punto inferior en
jerarquía superior de operarios de la construcción; que desearon conocer el
secreto de los maestros arquitectos albañiles, y así operar en un grado superior
dentro del gremio de albañiles, por lo que decidieron abordar a Hiram Abiff. Un
primer compañero albañil se apostó en la puerta del Medio día del templo y, al
salir Hiram del recinto, le hizo su demanda.
Ante la negativa de Hiram a revelar el secreto de la palabra mágica, el primer
compañero le asestó un golpe en la nuca con una regla o compás. Entonces,
Hiram Abiff intentó huir a través de la puerta de Occidente, pero allí le esperaba
el segundo compañero, que tras intentar conseguir el secreto y obtener de nuevo
una negativa golpeó fuertemente a Hiram en el pecho con una escuadra de
hierro. Finalmente, al tratar Hiram de huir atravesando la puerta de Oriente, se
encontró con el tercer compañero albañil, quien ante la resistencia del maestro
de arquitectos a revelar el secreto de la palabra mágica le propinó un gran golpe
en la frente con un martillo y le causó la muerte.
Los asesinos enterraron el cadáver de Hiram Abiff lejos de Jerusalén, justo del
monte Moria, -El rey Salomón, al echar de menos a Hiram, ordenó que nueve
maestros lo buscaran. Al llegar éstos a un lugar alejado de Jerusalén y
habiéndose echado a descansar en un pequeño cerro, notaron que la tierra estaba
removida. Entonces, cavaron en aquel lugar y descubrieron allí el cadáver de
Hiram. Volvieron a enterrar al maestro masón y, para poder reconocer el lugar,
plantaron encima una rama de acacia.
Más tarde, Salomón hizo trasladar el cuerpo ya putrefacto de Hiram Abiff a
Jerusalén. Esa extraña historia sobre el asesinato no aparece en el relato Bíblico
¡extraño!... ¿No les parece? La casa que el rey Salomón edificó a Jehová (ese
extraño Dios Antropomórfico judío) tenía sesenta codos de largo, veinte de
ancho y treinta de alto. Ante el templo, se erigía un pórtico de veinte codos de
largo.
Existe un texto masónico secreto que contiene detalles sobre la construcción del
edificio y de sus ornamentaciones del Templo donde menciona que Salomón
mandó construir una bóveda subterránea en la parte más profunda del templo
una bóveda sagrada, a la que únicamente podía accederse descendiendo una
escalera de veinticuatro peldaños, dividida en tramos de tres, cinco, siete y
nueve, cuya ubicación sólo era conocida por el rey y por los maestros que habían
trabajado en ella.
En esa bóveda, construida a escala del gran templo que estaba sobre ella, el rey
Salomón hizo colocar un pedestal triangular donde mandó grabar los diversos
signos secretos. En ese lugar secreto, se dio sepultura finalmente a Hiram Abiff,
y junto a él se guardó el mayor tesoro que hombre alguno pueda imaginar.
Un tesoro más valioso y portentoso que todo el oro que utilizó Salomón para
cubrir las paredes de su templo, eran esas joyas traídas por el mismo Moisés de
Egipto. El tesoro de los tesoros, que primero los babilonios luego los romanos
buscaron sin éxito al destruir el templo Toda esta historia no puede ser una
simple leyenda, al menos no para un masón. Nosotros los masones actuales
creemos que fue en la parte más oculta del templo, justo abajo del sancta
sanctórum, donde se ocultaron algunos símbolos. La clave de la búsqueda está
en la palabra perdida. Esa palabra conduce al lugar donde se encuentra realmente
la tumba de Hiram Abiff en el monte Sion y emprender la búsqueda de la palabra
perdida que conduce a la tumba y al tesoro de Hiram Abiff. La palabra que hoy
utilizamos los francmasones en el tercer grado, no es la original, está fue
sustituida por M:.B:. debido a que el Rey Salomón pensó que posiblemente a
último momento pudieron los asesinos haberla escuchado en el último aliento
del Maestre Hiram La Palabra Perdida es la clave simbólica de la
francmasonería.
Se refiere, en efecto , a los secretos que poseía el Maestre Hiram Abiff, que se
perdieron cuando fue asesinado, según sabemos por la «Historia Tradicional
Masónica » recitada en el Sublime ritual del Tercer Grado; desde entonces los
compañeros del Maestre, al frente de toda la Masonería, siguen buscando esos
sagrados secretos, simbolizados en la Palabra Perdida, a la que por orden del
propio Salomón se sustituyeron por otras palabras provisionales y signos
«aleatorios» que surgieron durante la exhumación del cadáver. La mejor y más
atractiva explicación sobre el simbolismo de la Palabra Perdida se identifica con
el verdadero nombre de Dios (El Gran Arquitecto del Universo), que se perdió;
en la más remota antigüedad, tras la dispersión de la Torre de Babel y con el
asesinato del Maestre Hiram Abiff, pero que Moisés sustrajo de las escuelas
misteriosas de Egipto.
«Los compañeros asesinos de Hiram interpretando mal el relato de la del Verbo o
Palabra en una fábula, asesinaron al Constructor y suspendió las obras del
Templo espiritual». Aquella Palabra primordial se vincula como los orígenes de
la Masonería a la primitiva religión de los egipcios: «Los Misterios del Egipto no
son sino restos de la antigua tradición universal milenaria» como un rechazo a
los nuevos dioses helénicos.
Así toda la historia legendaria de la Masonería, desde los misterios egipcios a las
aportaciones de los templarios, es una búsqueda de la Palabra Perdida. V.:M:.Q:.H:. 2° Vig:. ¿de dónde venís? 2° Vig:. - Del Or:. V:.M:. - H:. 1er Vig:. ¿hacia
dónde andáis? 1er Vig:.- Al igual que el Sol, hacia Occ:. V:.M:.- H:.2° Vig:. ¿Por
qué andáis de Or:. A Occ:.? 2° Vig:. – Para buscar lo que se ha perdido, y que
esperamos recuperar por medio de vuestras instrucciones y de nuestros
esfuerzos. V:.M:. – Q:.H:.1er Vig:. ¿Qué es lo que se perdió? 1er Vig.: - El
genuino Secreto Masónico.
Existe un texto masónico secreto que contiene detalles sobre la construcción del
edificio y de sus ornamentaciones del Templo donde menciona que Salomón
mandó construir una bóveda subterránea en la parte más profunda del templo
una bóveda sagrada, a la que únicamente podía accederse descendiendo una
escalera de veinticuatro peldaños, dividida en tramos de tres, cinco, siete y
nueve, cuya ubicación sólo era conocida por el rey y por los maestros que habían
trabajado en ella. En esa bóveda, construida a escala del gran templo que estaba
sobre ella, el rey Salomón hizo colocar un pedestal triangular donde mandó
grabar los diversos signos secretos.
En ese lugar secreto, se dio sepultura finalmente a Hiram Abiff, y junto a él se
guardó el mayor tesoro que hombre alguno pueda imaginar. Un tesoro más
brillante y poderoso que todo el oro que utilizó Salomón para cubrir las paredes
de su templo. El tesoro de los tesoros, que primero los Babilonios luego los
Romanos buscaron sin éxito al destruir el templo. Toda esta historia no puede ser
simple leyenda para un masón, nosotros los masones creemos que fue en la parte
más oculta del templo, justo abajo del sancta sanctórum, donde se ocultaron
algunos símbolos. La clave de la búsqueda está en la palabra perdida. Esa
palabra conduce al lugar donde se encuentra realmente la tumba de Hiram Abiff.
En cierta ocasión un masón me comentaba saber la Palabra Perdida, porque
había estado en la Orden Rosacruz, y que la usaba para ciertos fines, que a mi
parecer eran infantiles esos fines, luego en una conversación con una hermana
francmasona, me comenta que dicho hermano había dejado la Orden Masónica,
porque los masones no lo tomaban en cuenta cuando hacia sus comentarios,
bueno pensé: Sencillamente no tenía el Poder de Convocatoria. La hermana
francmasona le daba la razón en sus quejas, y juntos argumentaban que no había
masones que comprendieran lo suficiente de esoterismo, yo permanecí callado,
por respeto a la hermana masona.
Vicente Alcoseri.
Masón y
libre pensador mexicano, de
producción fecunda de artículos masónicos y
opiniones audaces que se difunden por todo el
orbe.
El Vestuario Masonico
Victor Guerra Garcia
Uno de los temas más recurrentes en las Convocatorias de algunas logias, y
Obediencias es encontrarse con una nota sobre el vestuario para acudir a las
tenidas masónicas, “se interesa a los Hermanos que deben presentarse a la
Tenidas con guante blanco. Mandil de grado y traje oscuro y corbata”
Esta exigencia es curiosa ya que los Hermanos deben saber a que deben acudir y
por tanto será natural que vayan con los utensilios obligatorios, guantes y
mandil... pero la nota la coloca esa exigencia de traje oscuro y corbata
Este acudir a las tenidas de esta guisa hace que se den las más peripatéticas
situaciones a la hora de acudir a los trabajos masónicos , bien sea en el Norte o en
el Sur, pues ver en las inmediaciones de los templos o talleres, si se poseen, o en
los lugares como los hoteles donde se puedan celebrar dichas tenidas o
ceremonias extraordinarias lo que suele ocurrir es de los Monty Pyton , pues eso,
desde confundirnos con testigos de Jehová, o pensar que somos un grupo
orquestal, tal y como nos preguntaba, no hace mucho una señora ante el Ateneo
de Cartagena, según ella no había prevista ninguna actuación orquestal que ella
supiera y se extrañaba por tanto de nuestra presencia; eso cuando, no nos
confunden con un cortejo fúnebre.
La verdad es que no es para menos, pues ver desfilar un Sábado o un domingo, o
por semana a diversos, en Asturias a individuos con traje oscuro y corbata y con
carteras de mano, no deja de sorprender al personal, o ver ese mismo o parecido
cortejo en la costa mediterránea con un calor que te mueres y el personal en
pantalones cortos y ver un desfile de funeral a pleno sol es para “cámara oculta”.
Ante tales situaciones se han ido orquestando soluciones en algunas Obediencias
o logias lo que se hace es que cada masón deja su traje de faena en la taquilla
correspondiente, y acude al taller como más le convenga.
Y digo individuos, porque las señoras masonas, al menos en algunas
Obediencias, las señoras acuden como creen conveniente , o sea de calle, y luego
ya en tenida, se ponen un sayón negro, que les cubre por completo lo que les ha
reportado que se las titule como las “Harry Potter” , sin que ello evite
situaciones internas bastante paradójicas, como desalojar a los Hermanos, para
que las Hermanas se puedan cambiarse porque hace mucho calor y se considere
que la ropa de calle y el sayón ya sea mucho para una tenida, y por tanto tengan
que deshacerse de algunas ropas, lo que da lugar a situaciones que para algunas
mentes puede rozar lo calenturiento.
Bromas aparte, el tema de que a los trabajos se tenga que asistir compuesto de
tarje oscuro y corbata, o con un esmoquin siempre me ha parecido, un tanto
desconcertante y carente de cierto sentido.
Cierto es que ver a un Maestro de Ceremonias o a un Gran Experto circunvalar
vestido de colorines, como si fuera un semáforo ambulante, no es lo más
adecuado para la reflexión, pero llama la atención de que se quite la biblia de un
ara en virtud de la libertad de conciencia y se pida la incorporación de la mujer a
los trabajos en planos de igualdad, y luego obliguen a uno a vestirse de una
determinada manera, y se precise para ello un utensilio o aditamento como la
corbata.
Personalmente he seguido
la regla general, aunque
carezco de traje, y he
acudido a las tenidas desde
que soy masón, pues lo
más discreto posible, a
veces llevando corbata,
otras pajarita, y
últimamente pues con
cierta normalidad y
rompiendo el rancio
protocolo que impone el
traje oscuro y la corbata,
que según a algunos
Hermanos su colocación
les supone como una transposición a otro plano, a mi me recuerda al traje de los
domingos, y a las imposiciones burguesas del siglo XIX.
Esta situación que además se da como mucha regularidad dentro de la masonería
dogmática, se resquebraja cuando se acude a una tenida del Gran Oriente de
Francia, en Francia donde el relajo en las formas del vestuario son más que
notables, aunque no en todas es igual, ni la concepción de los Hermanos
tampoco.
A lo largo de las logias que he ido visitando en Suiza; Bélgica, Alemania o en
Francia, he visto de todo, hermanos en mangas de camisa, y sandalias,
correctamente limpios y aseados, pero a su libre albedrío, y otros de una,
modernez que llamaban la atención, y a Hermanos que parecían o los Hombres
de Matrix o funcionarios “oscuros del gobierno”, por sus vestimentas
Pero en general en Francia, y en el GOdF es donde he observado es muchas
logias donde se da una cierta libertad pues cada uno va como cree preciso, sin
ajustarse a reglas ni patrones determinados ni determinantes. lo que ha hecho
que mi noción primera de “ir como de funeral o discretamente de oscuro” haya
ido decayendo con el paso del tiempo, y a cada Tenida, pues acuda como crea
más conveniente según estética, comodidad, interés o gusto.
Buscando las razones a esa
exigencia en el vestuario
para los trabajos
masónicos, me encuentro
que por ejemplo en los
Reglamentos, al menos los
del GOdF, nada se dice del
tema, salvo la obligación
de portar el mandil , la
banda de grado, junto con
los guantes que es lo
“regular” masónicamente
hablando.
Cuando uno va a buscar en
otros documentos, el tema
de la rigurosidad del
vestuario masónico brilla
por su ausencia pues ni las enciclopedias más modernas, ni siquiera el Frau y
Abrines nos indican nada, salvo en una nota que nos dice que hay ciertos altos
grados de determinados Ritos que llevan vestiduras, sin más precisiones.
Es más, en los trabajos masónicos que han generado las logias parisinas del
GODF durante 10 años con un total de 6.5oo planchas, solo hay una dedicada al
vestuario masónico, y siento ignorar su contenido.
Me pregunto por tanto de donde viene esa exigencia…?
La respuesta que hallo a bote pronto es que tal vez ello tenga más que ver con los
Usos y Costumbres, de aquellos tiempos, en los cuales para salir de casa todo
“quisqui” se acicalaba, y más si asistía a una reunión, tertulia, o acto social, y
como señal de respeto o más cierta honorabilidad pues uno salía como de
“domingo”, pero hoy me pregunto qué sentido tiene exigir tal etiqueta y de
forma tan rigurosa…?
Y ello cuando somos capaces de
exigir cambios de más profundidad
y sin embargo se exige traje y
corbata, que visto desde una
perspectiva liberal obrera, para
muchos tal vestimenta representaba
la opresión de la burguesía
acomodada, una burguesía
acomodada y progresista, cuando no
conservadora, que de todo hubo, iba
a las Tenidas pues como la
“decencia y su clase” requería, hoy
copiamos el modelo como signo de
respeto y honorabilidad y ello me
recuerda a una anécdota que me
contaba hace poco un Hermano
sobre el traje de las lagarteranas, que
ha quedado como traje clásico y
popular siendo un burdo remedo de
cómo iban engalanadas las clases
pudientes.
Y esas, son a veces, las contradicciones, o las cuestiones que me chocan en
masonería, y que en virtud de una tradición que creo debe ser revisada, pues se ha
basado en una multitud de tópicos, de extraños reglamentos y leyendas que han
constituido en nuestra cultura masónica, toda una simbiosis que no tiene en
muchas ocasiones mucha explicación lógica y coherente con un mensaje
liberado de conciencias y sentido crítico
Ahí queda la reflexión y la pregunta….?
Victor Guerra Garcia
Afiliado a la Logia Amigos de la Naturaleza y la
Humanidad Gijón-España
Afiliado a la Logia Blasco Ibáñez de Valencia del
GOdF, donde fue adelantado y exaltado.
Miembro de Centro de Estudios Históricos de la
Masonería Española (CEHME).
Presidente del Círculo de Estudios de Rito Francés
Roëttiers de Montaleau
Director de la Revista Rito Francés (CERFRM)
Miembro del Supremo Consejo Rito Moderno – Brasil
Miembro del Gran Capítulo General de España
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden de
la U.M.U.R.M
El Voseo
Lorenzo Poves Requena
“Sea como fuere lo que pienses, creo que es mejor decirlo con buenas palabras”
Shakespeare (1564-1616).
William
"Lo que has de decir, antes de decirlo a otro, dítelo a ti mismo" Séneca (2-65 a.C.)
La modalidad lingüística que utiliza de manera perfecta la morfosintaxis y el
léxico de una Lengua, es considerada como lenguaje culto; el mismo que es
usado por personas que poseen un alto conocimiento de la lengua y emplean
todos sus recursos. Se manifiesta más claramente en la escritura y se encuentra,
sobre todo, en textos literarios y científico-técnicos.
Sus características de: Precisión y rigor en el uso de las normas fonéticas,
sintácticas y gramaticales; Discurso fluido y continuo; Riqueza léxica para
emplear el término preciso en cada situación comunicativa; Claridad y rigor en
la exposición de las ideas; y de evitar los vulgarismos. Lo sitúa como el mejor
para expresar pensamientos complejos y transmitir conocimientos; asimismo,
funciona como modelo de corrección para los demás niveles y garantiza la
unidad del idioma.
La masonería propicia que sus miembros opten por el uso de este tipo de
lenguaje como medio adecuado de comunicación con su interlocutor, sea este un
H de la Orden o no, forma de expresión adquirida producto de su trabajo en la
construcción de su templo interior a través del estudio en el proceso de
erradicación de la Ignorancia (mal que la Orden combate).
Por lo que nos vemos en la obligación moral con nuestros HH de conservar una
conducta decorosa en todo momento, toda vez que el lenguaje no solo es oral,
sino, también escrito y expresivo o corporal; y esto es lo que marcaría la
diferencia entre un miembro de la Orden y un Prof
De ahí que el uso del VOSEO entre los miembros de la Orden, debería ser parte
inalterable de nuestros usos y costumbres.
Según, la RAE se denomina «voseo» el empleo de la forma pronominal del vos
para dirigirse al interlocutor y se distingue dos tipos:
1. Voseo reverencial. Consiste en el uso de vos para dirigirse con especial
reverencia a la segunda persona gramatical, tanto del singular como del plural.
Esta fórmula de tratamiento de tono elevado, común en épocas pasadas, solo se
emplea hoy con algunos grados y títulos, en actos solemnes, o en textos
literarios que reflejan el lenguaje de otras épocas. Vos es la forma de sujeto (vos
decís) y de término de preposición (a vos digo), mientras que os es la forma de
complemento directo (os vi) y de complemento indirecto sin preposición (os
digo). El verbo va siempre en segunda persona del plural, aunque nos dirijamos
a un solo interlocutor: «Han luchado, añadió dirigiéndose a Tarradellas, [...] por
mantenerse fieles a las instituciones que vos representáis» (Ga Candau MadridBarça [Esp. 1996]). Como posesivo se emplea la forma vuestro: Admiro vuestra
valentía, señora. Los adjetivos referidos a la persona o personas a quienes nos
dirigimos han de establecer la concordancia correspondiente en género y
número: Vos, don Pedro, sois caritativo; Vos, bellas damas, sois ingeniosas.
2. Voseo dialectal americano. Más comúnmente se conoce como «voseo» el uso
de formas pronominales o verbales de segunda persona del plural (o derivadas
de estas) para dirigirse a un solo interlocutor. Este voseo es propio de distintas
variedades regionales o sociales del español americano y, al contrario que el
voseo reverencial, implica acercamiento y familiaridad.
Hay que remontar el inicio del voseo español al siglo IV de C. En ese entonces,
el empleo del vos en lugar del tú tiene un valor social de sumo respeto. Se ciñe su
uso al trato con el emperador. Para su inicio, se apuntan dos causas: una, la
presencia de dos emperadores, ya que el Imperio romano se había dividido; esto
pudo inducir al uso del vos como una forma de incluir a ambos. Otros señalan
que el vos fue la respuesta al nos, fórmula por la cual el emperador romano se
mencionaba a sí mismo, como representante del poder y cabeza de todo el
imperio.
Este vos reverencial se habría ido extendiendo paulatinamente a las distintas
autoridades (políticas, militares, religiosas) modificando el sistema del
siguiente modo:
1. tú para el interlocutor de igual autoridad,
2. vos para el interlocutor de mayor autoridad.
En América, se dan tres posibilidades de fórmulas de tratamiento: a) la propia de
la América tuteante, donde hallamos tú para la segunda persona singular de
confianza y usted para la segunda de respeto; b) la propia de la América sólo
voseante, donde la forma de confianza vos coexiste con la de respeto usted, y,
por último, c) la de la América tuteante-voseante, donde el vos se restringe al
ámbito sumamente íntimo; el tú, para la confianza intermedia; y el usted, como
forma de respeto.
El voseo se da en la mayor parte de Hispanoamérica, aunque en diferente grado.
Su consideración social también varía de unas regiones a otras. A grandes
rasgos, puede decirse que son zonas de tuteo exclusivo casi todo México, las
Antillas, la mayor parte del Perú y de Venezuela y la costa atlántica colombiana;
alternan tuteo como forma culta y voseo como forma popular o rural en Bolivia,
norte y sur del Perú, el Ecuador, pequeñas zonas de los Andes venezolanos, gran
parte de Colombia, Panamá y la franja oriental de Cuba; coexisten el tuteo como
tratamiento de formalidad intermedia y el voseo como tratamiento familiar en
Chile, en el estado venezolano de Zulia, en la costa pacífica colombiana, en
Centroamérica y en los estados mexicanos de Tabasco y Chiapas; y son áreas de
voseo generalizado la Argentina, el Uruguay y el Paraguay.
Por tratarse de norma culta y habla adulta son muy pocos los casos de voseo
pronominal. Estos se dan únicamente en el habla de ciertos informantes
masculinos del grupo etario A. Se trata de profesionales que conducen
programas de carácter juvenil y que recurren de manera consciente a esta forma
de tratamiento. En cambio, es interesante destacar que el voseo verbal atraviesa
los tres grupos etarios, por cierto que con una frecuencia significativamente
mayor si se trata del primer grupo, como asimismo en una frecuencia también
muchísimo mayor en informantes masculinos. Esta distribución se explica por
corresponder al grupo adulto más joven y por lo mismo más permeable a ciertos
fenómenos gramaticales de valor estilístico en cuanto marcadores de registro
juvenil, actualmente en boga. Es necesario, además, señalar que este fenómeno
del voseo verbal tampoco se manifiesta en todos los informantes del grupo etario
A; en efecto, hay informantes de este grupo que no recurren a su empleo ni una
sola vez; otros, en cambio, lo usan con tal frecuencia que se convierte casi en
muletilla. También es interesante señalar que en los grupos etarios B y C, el
fenómeno ocurre en estilo indirecto y como expresión de sentimiento de
solidaridad intragrupal. Todo lo anterior es prueba de que, durante la segunda
mitad del siglo XX, se ha producido un repunte del uso del voseo en la norma
culta, al menos en estilo informal y en modalidad oral, uso que con la influencia
que ejerció la obra de Andrés Bello había quedado relegado exclusivamente a la
norma inculta.
Ya no se vosea en Logia, estamos en el tú republicano, pero el ritual masónico
marcado por la época en la que se escribió nos recuerda que la masonería es
secular y se anticipa a su tiempo: es un proyecto enciclopédico y universalista;
nada de lo Humano le es ajeno.
Lorenzo Poves Requena
1º Vig P:.F:.C:.L:.B:.R:.L:.S:. Fénix 137-1
Gran Logia Constitucional del Perú
Medico de Profesión, especializado en Geriatría y
Gerontología.
Pero ¿Existe la Magia?
Mario Lopez Rico
No cabe duda de que la Magia al estilo de Houdini o David Cooperfield
existe. Sin embargo no es una magia real, no deja de ser un engaño muy
bien realizado que nos hace creer en la magia. La magia de la cual
pretendo hablar es la de los libros de aventuras, la de Gandalf, por
ejemplo, en ·”El Señor de los Anillos”.
Estos magos poseería poderes extraordinarios que escaparían al común de
los mortales: Levitarían, dominarían el tiempo y el espacio, controlarían
la mente humana… ¿existe o no esa magia?
Soy de los que dicen que no, que la magia en ese sentido no existe ni
existirá nunca; pero claro, una afirmación de este tipo debe sustentarse en
algo y a eso vamos.
En la época antigua el hombre tenía miedo a lo desconocido (incluso hoy
en día sucede). Todos los males eran culpa de demonios malignos y
espíritus que buscaban hacer mal al hombre. Cuando ocurría una
tormenta, por ejemplo, podía caer un rayo cerca de los campos y quemar la
cosecha. Si eso sucedía, los hombres de aquel tiempo, no estaban
capacitados para entender que las tormentas descargan rayos y que todo es
algo natural. Muy por lo contrario atribuían ese rayo a un espíritu maligno
o a un Dios maligno.
Con el paso del tiempo acabaron por creer que realizar ciertas ofrendas a
dichos Dioses o espíritus podría calmar su ira, poco a poco un grupo de
hombres se fueron especializando en dichas ofrendas y surgieron los
chamanes o magos. Por medio del uso de alucinógenos entraban en trance
y contacto con los Dioses y espíritus y podrían, o eso creían, influir y hasta
dominarlos por completo. El disponer de tiempo llevó a dichos hombres a
conocer y estudiar mejor los fenómenos, conocieron plantas que curaban
ciertas enfermedades, aprendieron a predecir las lluvias y otras muchas
cosas que el resto del clan, ocupado en cazar o sembrar, no tenían tiempo.
Unamos a esto, que ese conocimiento hacia a los chamanes el ser
respetados y poder vivir muy bien. Dar a conocer su sabiduría a todo el
clan no les convenía nada y ¿qué mejor que decir que todo ello eran
poderes mágicos para reforzar su poder y proteger sus secretos?
Llegamos con esto, al punto que defiendo, que la magia no existe. Lo que
existe es un conocimiento superior que parece magia para quien no lo
tiene.
Supongamos que un médico llega a lo más recóndito de una selva donde
una tribu vive todavía como hace más de 1000 años atrás. Supongamos
que alguien de la tribu enferma de malaria, sarampión u otra enfermedad
que sin tratamiento adecuado puede ser mortal. Ese médico sacaría de su
bolsa unas simples pastillas o unas inyecciones y en cuestión de días
sanaría a esa persona sin problema alguno. Los miembros de la tribu poco
menos que de magia hablarían; sin embargo no hay nada de ello,
simplemente es un conocimiento superior.
Otro ejemplo, imagine que ese médico tenga un mechero. Podría “crear
fuego” con sus propia mano. Eso ya sería casi un Dios para gente que lo
enciende frotando dos palitos.
El punto Rosa Cruz
Avancemos un poco y hablemos de los Rosa Cruces. Desde tiempos
antiguos se ha supuesto que los Rosa Cruces, o mejor dicho, sus
miembros, eran poseedores de poderes que escapaban al control de los
humanos normales; en cierto modo, que eran magos.
La realidad es que no es así, pero podría ser que si poseyeran “poderes”
superiores, aunque eso no es lo mismo que ser magos. De hecho, los Rosa
Cruces dicen que la magia no existe ya que todo posee una explicación
para suceder. El Rosa Cruz es un místico, pero no un mago. Ellos afirman
que el ser humano posee las potencialidades necesarias para poder
entender lo que Dios ha creado y aprovechar dicho poder.
En pocas palabras, no hacen milagros sino que usan el potencial que todo
hombre posee latente. Dado que todos los hombres poseen ese potencial y
es posible desarrollarlo, el concepto de magia desaparece.
Sin embargo, muchos fenómenos estudiados por los Rosa Cruces son
considerados supersticiosos o sobrenaturales por aquellas personas que
ignoran el detalle de que el Ser Humano puede comprender más allá de lo
evidente. por ello, afirman que de lo único que hay que librar al hombre es
de la ignorancia de quien es realmente.
El vudú
Muchos dirán que ciertos magos o brujos como los que practican el vudú
hacen realmente magia, que poseen poderes y pueden incluso matar. No
es cierto. Lo que si es verdad es que pueden matar, pero no por ellos
mismos sino por el miedo y la creencia que los adeptos tienen.
Cuando un adepto al vudú cree que un brujo del mismo le ha enviado una
maldición empieza a tener un miedo atroz, se pone nervioso, puede llegar
a no comer y morir por el miedo que tiene. Al final muere de miedo no
porque la maldición sea mortal.
Otro poder maligno sería la creación de zombis, en esta entrada antigua (
http://iluminando.org/2010/03/24/vudu-y-zombies/) demostramos que
es posible crear “zombis” por medio de sustancias determinadas. Por lo
tanto todo es explicable científicamente, pero claro, quien no sabe la
causa lo achacará, por supuesto al poder mágico del brujo.
Resumiendo
En resumen, la magia no deja de ser conocimiento. Cuando uno sabe
porqué suceden las cosas la magia como tal desaparece. Si creemos en la
existencia de un Ser Superior y en la existencia del alma, está claro que el
hombre puede poseer poderes ocultos que no ha desarrollado. Temas
como la telepatía, la vibroturgia y otros muchos pueden ser explicados de
modo racional aceptando lo expuesto. De ese modo, quienes poseen
dichos poderes dejan de ser magos para pasar a ser hombres y mujeres
con un conocimiento superior, lo cual es muy diferente.
Este es mi punto de vista, el suyo puede ser otro y como siempre:
Investiguen y aprendan, no den nada por definitivo, es la única manera de
alcanzar la Luz.
Mario Lopez Rico
V:.M:. de la Logia Renacimiento 54 La Coruña, de la
Gran Logia de España. Vive en Galicia, trabaja en la
empresa estatal (NAVANTIA) dedicada a construcción
naval militar; es de la rama de electrónica y armas de la
empresa. Tiene el C.O.U., el titulo de maestro en
electrónica de comunicaciones y un año de la carrera de
Informática de sistemas por la U.N.E.D.
La Marcha Masonica
Marino de Armas
El movimiento es un fenómeno físico que se define como todo cambio de
posición en el espacio; con respecto a al cuerpo que lo realiza o a otro cuerpo que
se toma como referencia, este movimiento siempre describirá una trayectoria
determinada. Deba decirse que este concepto no es nuevo lo conocemos desde
que Aristóteles formuló su teoría sobre la caída de los cuerpos; la cual
lamentablemente no fue aceptada hasta que Galileo Galilei presenta el principio
de la inercia en el siglo XVI y posteriormente ya en el siglo XVII, fue tomada por
Newton. El cuerpo humano está hecho para mantenerse casi siempre en
movimiento, a diario de manera natural realizamos múltiples de ellos, pero
nunca nos detenemos a preguntarnos qué tan importante es el movimiento en la
vida cotidiana, como masónicamente hablando. En una logia existen varios tipos
de movimientos de los cuerpos, como son el viaje realizado por el Maestro de
Ceremonias quien al moverse dentro de la logia traza una trayectoria circular
combinada que en ocasiones es linealmente, y la marcha masónica la cual es
desarrollada por los masones según el grado que ostentan describiendo una
trayectoria lineal combinada. Esta Marcha Masónica constituye una ordenación
de pasos; que si bien no se encuentra acompañada de música, si posee una
cadencia, compás y simbolismo. Para poder hablar del tema que nos trae hoy
debemos tener presente un aspecto físico, de vital importancia espiritual. Los
seres humanos siempre han necesitado energía para mover los objetos, en la
naturaleza se realizan diferentes transformaciones de energía; la tecnología hoy
en día nos ofrece muchas formas de registrar el movimiento efectuado por un
cuerpo. Por lo que masónicamente hablando vemos que una gran parte de la
energía de un Templo Masónico es aportada por los miembros que la componen
quienes con su presencia y movimientos o marchas entran en resonancia,
produciendo una especial y bella armonía llamada energía espiritual misterio
divino y sagrado que encierra la existencia humana.
La marcha es comparativa con las etapas de la existencia del ser humano, quien
forzosamente deberá afrontar cualquier situación, sin temor a los fracasos que
puedan influir en su conciencia, por ello el deseo de detener, retroceder o
avanzar; llevándole al posible abandono de sus propósitos paralizando la
ejecución de sus obras, eso lo pueden conducir al peor y seguro fracaso en sus
proyectos. La marcha del aprendiz, posee un rico simbolismo no muy distante de
lo anteriormente expuesto. Esta es iniciada de la siguiente forma teniendo los
pies en forma de escuadra son dados tres pasos en línea recta, manteniendo el
resto del cuerpo erguido y en posición al orden; posteriormente se realizan los
saludos de rigor y al ser autorizado ocupa su lugar junto al resto de hermanos de
igual grado. ¿Pero esta teoría brindada, que enseñanza simbólica aporta?
Esta marcha parte al encontrarse entre columnas el masón “al orden”, esta
postura erguida esta compuesta por tres elementos, posición de los pies,
posición de las manos y el saludo con que se termina. Esta postura indica que el
iniciado muestra se encuentra dispuesto a caminar como los hebreos para ir a
la Tierra Prometida, también decimos simbólicamente que estamos dispuestos
a recibir y cumplir con los pedidos, y en especial estar al corriente de nuestras
obligaciones con la Sublime Orden, Familia, Patria y la Humanidad. Cabe
señalar que esta frase dentro de la historia masónica española, posee una
connotación importante y poco conocida. Hablamos del Himno Masónico “En
Pie y al Orden” realizado en 1924, por miembros de la logia Española la logia
Liberación nº 423 fue fundada en Barcelona el 15 de enero de 1921 bajo los
auspicios del Grande Oriente Español. Su letra fue realizada por el escritor
segoviano Heraclio Serrano Viteri, nacido el 10 de marzo de 1881en el pueblo de
Sacramenta, quien fuese fue iniciado masónicamente el 4 de agosto de 1922 en la
logia Liberación. La música para el texto fue de José Parera Campabadal, que
nació el 22 de noviembre de 1880 en Barcelona, iniciado el 17 de diciembre de
1923 en la misma logia. Sobre este ultimo debe señalarse que fue juzgado por el
Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo cuya
sentencia dictada el 4 de noviembre de 1943 con la de pena de prisión por doce
años y un día.
La existencia de esta partitura y su conservación es un caso excepcional en lo
concerniente a la documentación masónica de índole musical. Encontrándose en
el Archivo Histórico Nacional de Salamanca Legajo 611 B, expediente nº 4,
sección Guerra Civil, Masonería.
La trayectoria lineal de la marcha del aprendiz, indica al igual que la regla de
24” la rectitud en sus actos que debe observar un masón en las 24 Hrs. del día.
Para poder iniciar la marcha, es necesario partir de una situación de estabilidad
mecánica en bipedestación (forma de locomoción adoptada parcial o totalmente
por animales y seres humanos) el mecanismo de la marcha se divide en tres fases
despegue, avance y apoyo. Según estudios realizados demuestran que el paso
común es de 75 cm. Donde numerológicamente vemos que 7+5 = 12 = 1+2 = 3.;
matemáticamente hablando si sabemos que son tres los pasos del aprendiz este
recorrerá una trayectoria de 225 cm. en su marcha; la cual es la suma de los
primeros cinco números cubos perfectos,13+ 23+ 33+ 43+ 53 esto es igual a la suma
de los cinco primeros números triangulares 152 que es225 = 2+2+5= 9 letra Tet
del alfabeto hebreo, nombre de la novena Sephira, tres veces 3. De este análisis
vemos que desde los tiempos de Pitágoras y su enseñanza sobre los cinco sólidos
regulares, el Cubo ha sido uno de los símbolos más usados en la instrucción;
simbolizando la tierra como elemento e indicándole al aprendiz que debe quitar
las asperezas de las esquinas, lijar sus caras y logrando que sus ángulos sean
perfectamente cuadrados para que pueda ser colocada la piedra cúbica de su
personalidad perfeccionada, en la gran superestructura del templo que se levanta
a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo.
Los tres pasos, simbolizan diversos conocimientos esenciales en la instrucción
del recién iniciado: La edad, los tres viajes de su iniciación y las pruebas que
debió superar; Sus tres principales facultades: la memoria, el entendimiento y la
voluntad; Las tres virtudes teologales que constituyen tres virtudes que debe
nutrir el corazón de un masón: Fe en los ideales masónicos, Esperanza de
realizarlos y Caridad para todo el genero humano; El significado de las tres
esculturas que decoran una logia: Venus, Hércules y Minerva; El simbolismo de
los tres pilares que sostienen a una logia: la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza; Las
tres grandes luces de la masonería; Alcanzar respuesta a las preguntas
existenciales ¿quién soy?, ¿de donde vengo? y ¿Adónde voy? Auxiliándose de la
lógica, la metafísica y la moral.
Vemos como Gimel tercera letra de muchos alfabetos semíticos, incluyendo
fenicio, arameo, hebreo, etc. corresponde con la cantidad de pasos dados. Como
los 75 cm. del paso normal son gematricamente igual a la "estrella dela mañana"
y 75>12>3 o 75 = 3x52. Como la trayectoria de 225 cm. de la marcha significa
gematricamente “la salida del sol” que es igual a 225=32 x 52 Estas enseñanzas
son muy particulares y aunque parezca mentira, no se encuentran en ninguna otra
institución profana. Además, para completar el desarrollo de su personalidad,
deberá preocuparse por su intelecto, sobretodo en lo relativo al concepto de
filosofía, sin dejar de lado un repaso a los sistemas antiguos, particularmente la
filosofía hermética, iniciática, la alquimia, la cábala, el ocultismo y los distintos
sistemas de poder comprender mejor la filosofía moderna y racional. Al aplicar
estas enseñanzas para sí mismo en un principio y en su vida social después, en
poco tiempo notará que su personalidad irá cambiando, dando un nuevo sentido a
su vida. Comenzará a tener un nuevo concepto de las cosas, a verlas bajo un
nuevo punto de vista y sintiéndose mas en paz con su conciencia, más útil a la
sociedad y al medio en el cual actúa. Recordando que se es masón por ser un
hombre libre y de buenas costumbres.
Marino de Armas Benitez
Past Masters 2005-2006 / 2009-2011
Resp.. Log.. Añaza, España - Supremo
Consejo del Grado 33º Cuba - Supremo
Consejo del Grado 33º España Supremo Gran Capitulo España Arco
Real - Gran Priorato del Temple, de
España - Knight Templar Priests, Gran
Colegio de Inglaterra - Orden Masónica
de Athelstan de Inglaterra, Gales y sus
Provincias de Ultramar
LOS EGIPCIOS
Herbert Oré Belsuzarri
"He venido a tomar posesión de Mi Trono, a que se reconozca
Mi Dignidad, pues todo eso era Mío antes de que existierais
vosotros los dioses; así pues bajad y pasad a ocupar los
últimos puestos, porque Yo soy Un Mago."
(Conjuro nº 261 de los Textos de los Ataúdes egipcios.)
Manetón, sumo sacerdote del templo de Heliópolis, escribió su Historia de
Egipto en griego, durante el reinado de Ptolomeo II Filadelfo (aprox. 250 a.C.).
Esta obra la conocemos fragmentado y recogido a través de los escritos de
Josefo y otros autores.
También, Herodoto (450 a.C.) nos ofrece su libro de Historia, que en la mayoría
de los casos se limitó a transmitir lo que le contaban. Así nos llego que Jufu,
construyó su pirámide en una meseta rocosa, a pocas millas al norte de Sáqqara,
cerca de donde se halla hoy la ciudad de Giza. Cuando la pirámide estuvo
terminada, su base cuadrada, medía 230 metros por cada lado y de la base a la
cúspide 146 metros, la estructura se ejecutó prácticamente con las manos (no se
usó la rueda), la Gran Pirámide constituye sin duda la más noble realización
arquitectónica del mundo.
Los griegos la calificaron junto con las demás pirámides vecinas, una de las
“siete maravillas del mundo”, y de las siete enumeradas por ellos, sólo las
pirámides pueden admirarse todavía. Y tal vez sigan en pie incluso después de
que las naciones modernas hayan desaparecido como el antiguo Egipto y la
antigua Grecia.
A Heródoto, le dijeron que se había tardado veinte años en construir la Gran
Pirámide, y que en ella habían trabajado cien mil hombres. También le dijeron el
nombre del rey que la había erigido, pero Heródoto tradujo el extraño nombre
egipcio a algo que sonase “más griego”, y así Jufu se convirtió en Keops; y
nosotros por su ortografía latina Cheops.
Muchos creen, por haber leído Éxodo de la Biblia, que los esclavos que lo
construyeron eran judíos. Sin embargo, la Gran Pirámide y las edificaciones
hermanas fueron construidas unos mil años antes de que los israelitas llegaran a
Egipto, y en todo caso, las pirámides fueron construidas por hombres libres que
trabajaban y recibían un salario. Si como se oye: Los trabajadores de las
pirámides suscribían contratos para trabajar, fijando la duración del trabajo y
el salario, que era pagado en especie: aceite, cerveza y otros, que variaba en
cantidad por la categoría del trabajador: Obrero u artesano, el cual era
rigurosamente contabilizado por el escriba. Tenían asistencia médica y todos se
organizaban en cofradías que se reunían en sus días libres.
Imhotep fue el arquitecto del complejo de la pirámide escalonada del rey Dyoser
(2,630-2,611 a.C.) en Saqqara, que no tiene rival por la grandeza de su
concepción y fue el primer edificio colosal de piedra que se construyó. La
pirámide sugiere una escalinata gigantesca para el ascenso del monarca al cielo,
mientras los edificios que la rodeaban eran el templo para el culto real y otros
pabellones y capillas para la eterna celebración de las Fiestas del Jubileo de
Dyoser. Un busto en piedra caliza de una estatua perdida del rey Dyoser
(llamado Netyeri-jet en sus monumentos) conserva el nombre y los títulos de
Imhotep: Portasellos del rey del Bajo Egipto, uno que está cerca de la cabeza del
rey, es decir, visir; jefe de la Gran Mansión, representante real, Sumo sacerdote
de Heliópolis, Imhotep, el carpintero y escultor... "Sacerdote lector en jefe", así
los más altos oficios religiosos y seculares de la Administración egipcia
pertenecían a Imhotep.
Su reputación como arquitecto llevó a que los escribas de Egipto lo adoptasen
como el más eminente de los que ejercieron su oficio. Fue considerado como
fuente de inspiración intelectual y una gran cantidad de máximas morales se
decía que habían sido escritas en papiro en su nombre.
A partir del año 3,000 a.C., la civilización egipcia tuvo su desarrollo más
importante, mientras los reyes y sacerdotes sumerios, y su civilización
desaparecían, sus conocimientos arquitectónicos fueron transmitidos a los
Arquitectos egipcios. De ellos el más famoso fue Imhotep, artífice de una
revolución trascendente, el primer arquitecto en construir con piedra, el
conjunto monumental de Saqqara. La pirámide escalonada, realizada por
superposición de mastabas, similares a los zigurates sumerios.
Imhotep fue el sucesor de los arquitectos sumerios, su figura reunía la trilogía de
rey, sacerdote y arquitecto. Su conocimiento de las leyes del universo permitía la
conexión entre el rey, representante de la tierra y el sacerdote, representante del
cielo.
Cuando se habla de los arquitectos sumerios, se dice que para dar órdenes a los
trabajadores de la construcción, resultaba poco práctico el hablar, debido a que
los trabajadores venían de diversos lugares y naturalmente tenían diferentes
lenguas, por lo que introdujeron el uso de símbolos y palabras de pase. Este
método de comunicación por símbolos fue llevado a Egipto por Misraim,
segundo hijo de Cham, fundador de la primera dinastía faraónica de Egipto
(Reino mitológico del Rey escorpión) y fue empleado para la construcción de las
pirámides.
Los grandes hombres de Egipto, fueron Maestros de Obra: Keops, Thoutmosis
III y Ramsés, fueron prodigiosos constructores que creaban sus obras para la
gloria del principio divino, que estaba definido en aquella época como “el
Arquitecto soberano de los mundos”.
Los egipcios conservaron por largo tiempo el recuerdo de Imhotep, genial
arquitecto instruido en la “Cámara de vida” del templo de Tanis, allá donde se
transmitían los misterios del alto conocimiento y la sabiduría de los ancianos del
Egipto sagrado. Imhotep fue el Maestro de obra que dirigía la construcción del
antiguo templo de Edfou de alto Egipto y de la gran pirámide de Keops.
Catorce siglos antes de la era Cristiana, los constructores egipcios formaban
parte de una sociedad de carácter iniciático en Deir el Medineh, esta
organización fue una de las expresiones más primitivas de la Francmasonería. Al
final de la 18a. Dinastía, la primera cofradía de constructores fue rigurosamente
comprobada. Sus leyes, su simbolismo y su moral alcanzaron un alto grado de
espiritualidad. Perfectamente integrada al Imperio faraónico, era uno de los más
bellos elementos de su sociedad. La documentación conservada en el museo
arqueológico del Cairo testifica que, en el año 29 del reino de Ramsés II (19a.
dinastía), los obreros egipcios disponían de una organización capaz de formular
reivindicaciones necesarias para el desarrollo técnico de la época. Hubo
constructores en Sumeria y Egipto, los griegos tomaron de los egipcios los
conocimientos heredados de los sumerios.
En el paraje de Deir el-Medineh, Bruyére descubrió numerosas tumbas,
pertenecientes a los miembros de una cofradía que agrupaba constructores,
albañiles, grabadores y pintores que se instalaron en Deir el-Medineh a partir de
finales de la XVIII Dinastía, hacia 1,315 a.C.
En cada tumba, se anoto el oficio del difunto, la tumba 267 por ejemplo, es la
del, “jefe de los artesanos”, “modelador de las imágenes de los dioses en la
morada del Oro”. Las capillas fueron decoradas por los propios artesanos y
encontramos, al azar en las pinturas, el codo sagrado, la escuadra, distintas
formas de nivel y muchos otros objetos simbólicos conocieron una duradera
posteridad en la masonería.
Los miembros de esta antiquísima sociedad iniciática se denominaban
“Servidores en el lugar de verdad o de armonía”, y correspondía al faraón,
mantener la armonía entre el cielo y la tierra, confiando gran parte de los trabajos
artísticos a esta sociedad que expresaba el esoterismo egipcio.
La cofradía de Deir el-Medineh, es una masonería adelantada en el tiempo, la
división de la colectividad en chozas o logias, que eran los talleres donde se
reparten las tareas, similar a las primeras logias de masones alemanes de la Edad
Media, que llaman también “chozas”. Cada iniciado lleva el título de “El que
escucha al maestro”, existen tres grados: aprendiz, compañero y maestro. El
aprendiz se define como el hijo que acaba de nacer o, más bien, de renacer; una
vez iniciado, se pone al servicio de los compañeros que le confían trabajos
desagradables para poner a prueba su buena voluntad y su deseo de servicio. No
hay “amabilidad” en esos primeros contactos, para convertirse en maestro, es
necesario vencer las debilidades de la naturaleza humana, sin buscar excusas
falaces. Los compañeros están al servicio de los maestros que, por su parte, se
ocupan de los “escritos celestiales”, es decir, de los bocetos, de los trazos
directores del dibujo y de las reglas simbólicas del arte, sin las que ninguna
representación tendría sentido.
Los iniciados de Deir el-Medineh tenían ritos religiosos propios. Veneraban a la
diosa del silencio, al dios de los constructores y a la persona simbólica del rey. El
rey de Egipto, era su gran maestro y visitaba las obras de vez en cuando, para
hablar con los altos dignatarios de la comunidad y verificar la buena marcha de
los trabajos.
Ser parte de la cofradía era una felicidad inmensa y una pesada carga; a la
iniciación en espíritu se añadía una promoción social que elevaba a la mayoría
de los iniciados por encima de su condición original. El nacimiento, en las
sociedades iniciáticas tradicionales, nunca tuvo un criterio de admisión, varios
faraones y maestros de obras eran de extracción humilde, lo que no les impidió
acceder a las más importantes funciones iniciáticas y administrativas. Muchos
funcionarios, muchos cortesanos no vieron nunca al faraón al margen de las
ceremonias oficiales; en cambio, el joven albañil procedente de una apartada
campiña gozaba de este privilegio si era aceptado por la cofradía.
El error no estaba permitido, pinturas y esculturas encarnan con fidelidad la idea
simbólica que evocan; ninguna imperfección técnica se tolera, la inteligencia de
la mano está del todo atenta y despierta.
¿Por qué, los ritos iniciáticos se celebraban en tumbas? Los textos egipcios nos
proporcionan dos respuestas. En primer lugar, la “tumba”, como el sarcófago, no
es un lugar de muerte; en realidad, es la morada de una vida nueva obtenida por la
muerte del individuo o profano. En segundo lugar, la palabra “tumba” se
sustituye a menudo, en los escritos egipcios, por el término “taller”: Crear la
obra de arte y crear al iniciado son dos operaciones idénticas.
Los miembros de la cofradía se vestían con un delantal, que permitía identificar a
los iniciados y a los profanos, y tenía un profundo valor simbólico, representaba
el vestido divino que el constructor no debe mancillar con actos serviles o
inconscientes.
Los trabajadores “iniciados” que murieron durante sus labores de construcción,
fueron enterrados en diversas tumbas en Deir El-Medineh, consignando
escrupulosamente su nombre, su oficio y la época de su muerte. Las tumbas y las
inscripciones correspondientes son el mejor testimonio de la existencia de las
escuelas iniciáticas de constructores.
Los “servidores del lugar de verdad” se consagraban al mantenimiento de
una fuerza misteriosa que llamaban “ka”. Desde el origen de los tiempos, esta
potencia vital se encuentra en cada hombre, pero pocos piensan en hacer que
fructifique. Desarrollar el “ka” con ritos iniciáticos era entrar en la vida
eterna, durante nuestro paso por esta tierra y liberarnos de todas las trabas.
Por eso, los adeptos de Deir el-Medineh alimentaban su conciencia con el
“ka”, puesto que este existe, en los alimentos, en la tierra y en el hombre,
razón por el cual, organizaban banquetes rituales donde profundizaban las
virtudes del arte sagrado y hacían avanzar a cada hermano por el camino
iniciático.
La Masonería toma del antiguo Egipto esotérico muchos de sus misterios;
uno de ellos relata que el Faraón, Rey del “doble país”, representante sobre la
tierra de Amon-Ra, Dios del sol, era el depositario de una fuerza misteriosa:
el “Ka”, potente fuerza vital de esencia divina a la cual los grandes
sacerdotes al servicio del soberano “los servidores del lugar de la verdad”
prestaban una atención particular para mantenerla viva. Esta fuerza de las
profundidades del ser se revelaba cuando los adeptos elevaban los brazos,
formando una escuadra sobre su cabeza. El “Ka”, muy presente en el
esoterismo de Egipto, estaba representado por la cabeza de la serpiente,
sostenida en el octipus del Faraón, figuraba sobre el sombrero de ceremonia
del soberano egipcio.
Entre los egipcios, los sacerdotes formaban una clase distinta dedicada al
estudio de las ciencias secretas, de las artes y a la enseñanza de algún ramo
especial de los conocimientos humanos. Esta ocupación era similar a todos los
sacerdotes de los pueblos de oriente: sumerios, acadios, babilonios, asirios,
persas, caldeos, sirios, griegos, etc.
Los ritos de iniciación egipcios, en parte está descrita en la sepultura de AmenNakht (tumba 218, nicho del adepto), tenía por objetivo despertar ese “Ka” que
permitiría al hombre entrar en la vida eterna durante su paso por la tierra y
liberarse de las trabas de la ilusión para entrar en el conocimiento de la “Doctrina
Interior”.
En la tumba 218, se relata los episodios de la iniciación: se ve a un hombre cuyo
cuerpo es de color negro. Esto simbolizaba que el individuo aún no había
recibido la luz, que permanecía todavía en la sombra del sol, que aún no es “hijo
de la luz”. El constructor mientras no haya sido iniciado, permanece en estado de
“sombra”, por la comprensión del rito, penetrara en el corazón del sol y se
convierte en un “Hijo de la Luz”, encargándose luego de propagarla entre sus
hermanos por el mundo.
Una intensa alegría se desprende en los ritos de la cofradía; diariamente, los
iniciados hacen sacrificios a los dioses y rinden homenaje al rey vivo, a los reyes
muertos y a todas las divinidades egipcias. Se comunican de un modo casi
natural con lo sagrado, de donde obtienen la fuerza necesaria para realizar sus
tareas.
En Deir el-Medineh, una leyenda apasionante también nos revela el asesinato de
un maestro llamado Neferhotep, por un obrero que quería usurpar su cargo. El
nombre del maestro está formado por dos palabras egipcias que significan “la
perfección en la belleza” y “la paz, la plenitud”. Simboliza, por consiguiente, el
iniciado perfecto puesto en peligro por los ávidos y los envidiosos. Este mito del
maestro asesinado, lo encontramos en la leyenda del asesinato de Hiram Abiff
de la masonería moderna.
Se debe remarcar, que una organización iniciática de constructores estaba
perfectamente constituida catorce siglos antes de nuestra era. Sus leyes, su
simbolismo y su moral, alcanzaron un alto grado de espiritualidad; esos hombres
construyen la vida al construir el templo: Divinizando la materia, divinizaron al
humano. Es evidente que la cofradía, muy documentada a finales de la XVIII
Dinastía, existió, como demostraron los trabajos egiptológicos, las pirámides no
fueron construidas por esclavos, los constructores se habían constituido en
sociedad de constructores y los egipcios del siglo II d.C. conservaban, aún, el
admirado recuerdo del genial maestro de obras Imhotep, arquitecto, médico y
alquimista.
Los adeptos de Deir el-Medineh, son la expresión primitiva de la masonería, la
llamada “operativa”, la obra del pensamiento, se concretiza directamente en la
obra de las manos. El hombre estaba completo, en armonía y exponía sus ideas
en la materia, vivía en una comunidad iniciática donde la fraternidad no era una
palabra vana.
En Egipto, bajo la orientación del Faraón, los altos misterios de la masonería de
hoy eran practicados 2,100 a.C. Todo trabajo Masónico para ser legalmente
conducido tenía que ser autorizado por el Faraón o por un Sacerdote.
Esta sociedad egipcia de Deir el-Medineh era de constructores y artesanos. La
iniciación religiosa tenía características y propósitos similares, pero no iguales
al de los constructores de Deir el-Medineh, ya que los iniciados religiosos vivían
aislados del común de las personas y aún cuando tuvieron dificultad para
ascender de grado, no abandonaban los templos, solo les asignaban otras tareas,
mientras se preparaban para insistir en su ascenso; practicaban la abstinencia
sexual como un medio de mejorar su preparación, así como el ayuno para
dominar el cuerpo por la mente. Estos iniciados mayoritariamente eran de
sangre real.
El secretismo egipcio para guardar enseñanzas de uso exclusivo del grupo
iniciático, es proverbial. La arquitectura, al igual que las ciencias liberales, era
enseñada en secreto y secretamente también se conservaron y transmitieron las
reglas del arte de construir que durante muchos siglos fueron monopolizadas por
los sacerdotes de Egipto, que proyectaron y realizaron aquellos soberbios
monumentos que causan todavía la admiración del mundo. Para los Masones, la
fecha de construcción de la gran pirámide es el año 4,000 a.C., y es el primer año
del Calendario Masónico, encontrandonos ahora en el año 6,014.
El rito egipcio más resaltante es el denominado paso “por la piel” (Tikenu). El
iniciado, encogido como un feto, era introducido en una piel de animal, sobre la
cual los sacerdotes egipcios practicaban el Rito de Resurrección, similar a la
masonería moderna en el grado de maestro masón.
La religión egipcia nunca planteó la idea de la muerte como algo terrible, esta era
esperada con paciencia y gran seguridad para seguir el proceso de vida después
de aquella. El principal deseo no era buscar la salvación, sino avanzar en la
escala evolutiva, para logar el desarrollo que de ellos esperaba Dios. Esta
religión ha sido una de las más esplendidas que ha conocido la humanidad, en la
que participaban todos por igual, desde el Faraón hasta el esclavo.
El culto se manifestaba en grandiosas procesiones a lo largo del Nilo, llenas de
vivos colores, despertando la devoción de los fieles que en ellas participaban, lo
hacían en honor de Osiris, Isis y Horus, y otros dioses.
Pero más allá de todas estas manifestaciones, aquellos que sentían la Religión
como algo propio y lo vivían con verdadera intensidad, estimaban grandemente
pertenecer a una logia, a una sociedad de Sagrados Misterios, de donde
sobrevive hasta nuestros días la masonería y sus rituales. En ellos se instruía, que
todos los miembros dependen unos de los otros y que no debía existir
desavenencia alguna entre sus miembros, la misma que persiste en la masonería
moderna como una regla: Dos hermanos no pueden ceñirse el mandil mientras
haya entre ellos alguna diferencia.
Herbert Ore Belsuzarri
Autor y escritor masón peruano, de estilo ágil y ameno
que ha consitado la atención de quienes buscan
literatura masónica. Sus trabajos son publicados en
diferentes medios como la Revista Hiram Abiff, Retales
de Masonería y Nueva Luz, sus libros son distribuidos
por lulu.com, Scribd, monografias.com y Gran
Biblioteca Masónica. Escribe en Dialogo Entre Masones,
Fenix News y Publicaciones Masonicas.